Montevideo Antiguo - Libros III y IV (Tomo II reedición 1957)

ISIDORO Dll MARIA
JUAN SOLDADO DANDO BENEFICIO
1809
No es fábula ni cuento, sino verdad, lo que vamos
a referir. No lo romen a chanza o guayaba de algún
Pascualón, porque ni enronces era ésre de colmillo
duro ni nosotros tampoco, para inventarlas.
Allá por los barrios del Hospital de Caridad, en
la vecindad del antiguo Cuartel de Dragones, donde
en tiempo de los tres botones hubo Plaza de Toros,
vivía un buen hombre, de nombre Juan Fernández,
conocido vulgarmente por Juan Soldado; no el de la
comedia de Orosmán, de fresca data, sino el maestro
albañil, propietario y bonachón, que el Hospiral de
Caridad contó después entre sus bienhechores, y que,
como dejamos dicho, lIamábase Juan Fernández,
(alias) Soldado.
Aquel buen hombre, pensando en que no había de
quedar para semilla, y que tarde o remprano había de
entregar el rosquete, como todos los mortales, tuvo
la idea rara de hacer su entierro en vida, dándose por
difunto, con el gusto de poder asistir bueno y sano a
la Misa de Réquiem, que mandó celebrar en sufra.
gio de su alma, en la iglesia del convento de San
Francisco, viendo al sacerdote oficianre y dando fe.
[220 ]
•