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Montevideo Antiguo - Libros III y IV (Tomo II reedición 1957)

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MONTEVIDEO ANTIGUO<br />

emprendiendo sus mejoras, pero en esto vino el reva/utiJ<br />

del afio 10, poco después la alzada en armas<br />

de don José Artigas, que se vino al humo a los rea­<br />

Iistll$ en estos 'pagos, y romándole el gusto a la cosa<br />

de la patria, don Vicente, mozo de empuje y bríos,<br />

no quiso saber más de pozos, ni plantíos, ni Estanzuela,<br />

sino de servir a la patria, y pot de contado, e! año<br />

11, todo se lo llevó la trampa.<br />

En diciembre de ese año cuando por el armisticio<br />

con Elío, tocaron retirada las tropas de Buenos Aires<br />

con Rondeau, de! sitio de la plaza y Attigas con<br />

las suyas se marchó al Ayuí, al otro lado del Utuguay,<br />

en que formaba ya en primera linea nuestro<br />

Pagola de jefe, apareció otro empresario, Juan A.<br />

Sánchez, pretendiendo arrendar la Estanzuela, proponiendo<br />

muchas cosas, y hasta bodegón, pero tomándole<br />

e! pulso e! Cabildo, conoció "que el ofrecímiento<br />

no era sino puro juego de "palabras coloridas",<br />

y lo despachó con cajas destempladas. Ni tiempo<br />

tuvo para tomarle el gusto, porque volvieron las<br />

cosas a ponerse feas pata los realistas de Vigodet.<br />

Más afortunado fue don Manuel Menéndez, antiguo<br />

vecino de! Cristo, a últimos del año 12, en que<br />

tomó en arrendamiento la Estanzuela, edificó casa en<br />

ella, plantó árboles y rosales para el tendal de ropas,<br />

aumentó los pozos y los dotó de lozas para e! lavado,<br />

con gran contento de las tlas lavanderas. Pero a lo<br />

mejor, las tropas sitiadoras redujeron a escombros la<br />

casa, y causaron otros destrozos, y nuestro pobre Menéndez<br />

quedó jeringado y retraído de asomar ni las<br />

narices por aquel paraje donde quemaban las papas,<br />

enfundando su contrata con el Cabildo, hasta mejor<br />

ocasión,<br />

Vino el 14, con Alvear, y bajo los auspicios de la<br />

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