LA MARISQUERA - Eladio Verde - Obras completas

Acto Primero
Benito No te puedo decir más. Ya lo sabrás. Y solo te pido que no
pienses mal de mí. Adiós. (MUTIS)
Marisque. ¡Benito! ¡Oye! ¿Qué quiso decir? ¿Acasu el padre...? No.
Eso no pue ser. Sería una canallada... no (MUTIS)
Xuan (SALIENDO) ¡Recontra col señor cura! ¡Qué manera de
ajustar les cuentes...! y vaya lío en que estoy metíu... Y tien
razón ¿eh? Bueno. Tien razón como él lo diz y como yo lo
digo también... porque cuando mete uno la pata sin
intención... ¡Madre del alma! Valíame más emigrar. El casu
ye que mandonos en comisión a contratar les traineres pa les
fiestes... y claro, allá en Gijón fuimos con unos amigos a
tomar unes copines a un café... y resulta que había
bailarines... que por cierto eren muy guapetones, ¿eh? Una
cosa no quita la otra... y na, pagué seis pesos de café y
copes, y pa justificalos púselos en gastos imprevistos...
¿Imprevistos?... Sí, sí. Cualquiera y la da al señor cura. Se
conoz que alguien nos vio y díjoilo, porque el panoyu de mí
voy a la sacristía a ajustar cuentes, y nada póngoles alli...
tanto de tanto, tanto de lo otro, y los seis pesos de marres de
imprevistos. ¡El imprevistu era yo! Primero dejome hablar,
y después el señor cura dizme muy seriu: "Oye, Fañeca.
¿Qué ye esto de imprevistos?..." pos imprevistos... ye... ye...
eso, de coses que se gastaron perres y non me acuerdo de
que. "Sí, ¿eh? Pues espera que voy resfrescate la memoria
yo. Eses perres gastasteles en un café de bailarines ¿Non ye
así?" ¡Quedé fríu!. Empecé a poneme colorau, colorau y al
mismo tiempu creí que arreventaba de vergüenza. ¡¡Cómo
me puso!! "¿Tú crees que les perres de la cofradía son pa
gastales en copupiscencies?" De pronto quedé avarau,
porque nunca oí llamar así a les bailarines. Bueno. El casu
ye que el señor cura, mirándolo por donde lo mires tien
razón... "Mañana mismo traes esos seis duros o digoilo a la
tu muyer y a todos los vecinos, el domingo en la misa
mayor..." Descuide señor cura, descuide y perdone que fue
sin querer... ya y los traeré. Parez que cuando dije eso,
aplacose un poco y aproveché pa salir de allí. Bueno. Hasta
aquí todo está bien. Ahora vien la segunda parte. ¿Quién y
lo diz a la mi muyer?... Voy tener que ser yo, porque si el
ELADIO VERDE