Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>VI</strong> CERTAMEN<br />
BEAT RAMON LLULL<br />
juny 2010<br />
Concurs de Narració Curta,<br />
Expressió Plàstica i Visual<br />
i Fotografia
Premis del <strong>VI</strong> <strong>Certamen</strong> <strong>Beat</strong> <strong>Ramon</strong> <strong>Llull</strong>,<br />
NARRACIÓ CURTA<br />
5è i 6è de Primària, en castellà<br />
1r premi Cien años de franciscanismo Catalina Ma. López López, 5è C<br />
2n premi La leyenda del Colegio Amador Garcías Ginart, 6è C<br />
3r i 4t d’ ESO, en castellà<br />
1r premi Lagunas trascendentales Alonso Zurera Massanet, 3r C<br />
2n premi Historia Marina Sabater Jofre, 3r C<br />
5è i 6è de Primària, en català<br />
1r premi Temps oblidats Miquel Joan Gelabert Coll, 6è A<br />
2n premi 100 anys Franciscans Nala, 5è C<br />
1r i 2n d’ E SO, en català<br />
1r premi L’uxol Catalina Amengual Ripoll, 2n A<br />
2n premi Mallorca, rica en el comerç Magdalena Alomar Adrover, 2n A<br />
3r i 4t d’ ESO, en català<br />
1r premi Objectiu aconseguit Laura Garrido Bonnín, 3r B<br />
2n premi Records Marina Sarrió Cañellas, 3r C<br />
Batxillerat, en català<br />
Accèssit Desesperació? Confusió? o Realitat? Núria Fluxà Torres, 1r B<br />
EXPRESSIÓ PLÀSTICA I <strong>VI</strong>SUAL<br />
5è i 6è de Primària<br />
1r Premi Tomeu Pujadas Campomar, 5è C<br />
2n Premi Ariadna Lagunas Cerdà, 5è C<br />
1r i 2n d’ ESO<br />
1r premi Marcio Lira Godoy, 1r C<br />
2n premi Aina Rodríguez Neira, 1r C<br />
3r i 4t d’ ESO<br />
1r premi Armand Román Alorda 4t C<br />
2n premi Martí Verdejo Amengual 4t C<br />
FOTOGRAFIA<br />
3r i 4t d’ ESO<br />
Premi Maria Àngels Moyà Morro 4t C
CIEN AÑOS DE FRANCISCANISMO<br />
Frailes franciscanos TOR en la ciudad de <strong>Inca</strong><br />
La comunidad franciscana de la Tercera Orden Regular (TOR)<br />
de <strong>Inca</strong> está de cumpleaños. El pasado 15 de enero inauguraron<br />
el programa de actos para celebrar su primer siglo de historia<br />
en la ciudad del Raiguer, una presencia centenaria que arrancó<br />
formalmente otro 15 de enero, el de 1910, con la llegada de<br />
los padres franciscanos de la mano del padre Pere Joan Cerdà<br />
Colom, fundador de la TOR de <strong>Inca</strong>. La comunidad recibirá<br />
el próximo mes de julio la medalla de oro de la ciudad, el<br />
cuarto galardón de esta categoría que entrega la capital del<br />
Raiguer.<br />
Sin embargo, la presencia de los franciscanos en <strong>Inca</strong> es muy<br />
anterior a 1910. Gabriel Pieras, cronista oficial de <strong>Inca</strong>, explica<br />
que esta comunidad religiosa permaneció en la ciudad entre<br />
los años 1.325, cuando el Papa Juan XXII autorizó la fundación<br />
de un convento franciscano en <strong>Inca</strong>, y 1.835, año en el que la<br />
desamortización de Mendizábal precipitó su marcha. Las<br />
fincas, el convento y otras propiedades de la orden pasaron a<br />
ser del gobierno. Por su parte, el Obispado se quedó con la<br />
iglesia.<br />
Pieras relata que en el año 1843, el convento franciscano de<br />
<strong>Inca</strong> se pone a la venta mediante subasta, y es adquirido por<br />
Antoni Palou, que quiere dividirlo en catorce parcelas para<br />
construir viviendas bajo la amenaza de «dinamitar» el edificio
eligioso si el Ayuntamiento no acepta la petición. «La Sala<br />
permite la parcelación, y de esta forma quedará el bello y<br />
viejo edificio y se salvarán venerables piedras, arcos, adornos<br />
y la misma cisterna de 1747», explica el cronista.<br />
La llegada de los nuevos franciscanos en 1910 fue celebrada<br />
por la ciudad. Incluso varios ciudadanos con recursos<br />
compraron gran parte del convento para cederlo a los padres,<br />
que con su trabajo volvieron a restaurar el templo religioso y<br />
empezaron su obra social con el beneplácito de los «inquers».<br />
En 1911 fundan la primera escuela franciscana, todavía<br />
existente con el nombre de <strong>Beat</strong> Ramón <strong>Llull</strong>, en la que<br />
actualmente están escolarizados 1.100 alumnos. «En el año<br />
1910 había 1.200 terciarios en <strong>Inca</strong>», explica el cronista, en<br />
referencia a los seglares que «viven el espíritu del<br />
franciscanismo». Otra de las herencias del padre Cerdà, «un<br />
hombre muy valiente», es la creación del Sindicato Obrero<br />
La Pau en el año 1913, «un sindicato católico en un momento<br />
de profundo laicismo».<br />
El actual superior de la TOR de <strong>Inca</strong>, el padre Gabriel<br />
Genovart, cree que el futuro del franciscanismo está asegurado,<br />
aunque «habrá menos frailes y se dará más importancia a los<br />
seglares».<br />
Catalina Ma. López López, 5è C
LA LEYENDA DEL COLEGIO<br />
Eran unos piratas que tenían muchos tesoros robados y<br />
necesitaban un sitio donde esconderlos. Encontraron un<br />
sitio ideal para guardarlos que era en una cueva que había<br />
en un pueblo llamado <strong>Inca</strong>. Cuando fueron a esconder los<br />
tesoros se encontraron con otros piratas que hacían lo<br />
mismo que ellos, escondían un tesoro. Estos últimos piratas<br />
encerraron para siempre a los primeros piratas en una<br />
mazmorra que había en la cueva.<br />
Sobre esa cueva se construyó un colegio llamado «<strong>Beat</strong><br />
Ramón Lull». Había una leyenda que contaba que el día que<br />
el colegio cumpliera cien años, las calaveras de los piratas se<br />
convertirían en fantasmas.<br />
Y llegó ese día, todos los alumnos estaban asustados por lo<br />
que podría pasar y si era real la historia. Por la mañana<br />
empezaron a oírse voces, gritos, lamentos y pasos. Todos<br />
los niños del colegio estaban muy asustados y no querían ir<br />
a clase.<br />
Pedro era un alumno del colegio y al día siguiente quiso<br />
investigar si era verdad la leyenda, porque él no lo creía.<br />
Bajó por las escaleras de la cocina hacia el sótano, allí<br />
había una estantería que cubría una puerta secreta, Pedro le<br />
abrió y se encontró con unas escaleras, las bajó y allí había<br />
dos túneles con antorchas que los iluminaban. Mientras se<br />
seguían oyendo llantos y lamentos, pero Pedro no tenía miedo.<br />
Pedro eligió ir por el túnel de la derecha que tenía muchas
curvas. Durante 15 minutos caminando llegó a una sala muy<br />
grande donde había un cofre. Dentro del cofre había un<br />
mensaje. Pedro lo abrió y lo leyó. En él había unos números<br />
y Pedro después de pensar un buen rato descifró el mensaje,<br />
los números correspondían a letras: El mensaje decía «Vuelve<br />
atrás y coge el camino de la izquierda, no te pares.»<br />
Pedro siguió las instrucciones y por fin llegó, se encontró una<br />
puerta que no se abría. Tenía un código. Detrás del mensaje<br />
Pedro encontró el código secreto. Cuando lo introdujo la<br />
puerta se abrió. Y allí encontró unos pergaminos donde se<br />
explicaba cómo deshacer el maleficio a los piratas.<br />
Debía ir a una gruta que estaba al oeste y coger el medallón<br />
del capitán y tirarlo al pozo de las almas perdidas.<br />
Pedro se fue a buscar el medallón, tuvo que ir arrastrándose<br />
por un pasadizo muy estrecho para llegar a la gruta. Allí<br />
encontró el medallón y se puso a buscar el pozo . Lo encontró<br />
enseguida y tiró el medallón al pozo y de repente dejaron de<br />
oírse las voces. Pedro vio cómo desaparecían los fantasmas<br />
y uno de ellos le dio las gracias por deshacer el maleficio.<br />
Cuando subió las escaleras para ir al patio del colegio,<br />
allí le esperaban sus compañeros para celebrar que lo había<br />
conseguido.<br />
Amador Garcías Ginart, 6è C
LAGUNAS TRANSCENDENTALES<br />
Era una noche gris, no se veía ni una estrella y el cielo<br />
amenazaba con descargar una gran tormenta. Mi madre y yo<br />
ya llevábamos tres días de camino, con dirección a la pequeña<br />
ciudad de <strong>Inca</strong>.Yo estaba harto del burro que nos llevaba a lo<br />
que sería nuestro nuevo hogar, ese animal parecía una máquina<br />
con escapes, ya que cada dos por tres expulsaba unas<br />
ventosidades que si las olías te dejaban K.O.<br />
Nosotros nos dirigíamos a <strong>Inca</strong> por dos razones muy obvias:<br />
encontrar trabajo en la industria zapatera y abandonar el lugar<br />
donde mi padre había fallecido, en Graz, por culpa de una<br />
estúpida guerra, que tiempo después algunos llamarían<br />
«Segunda Guerra Mundial».<br />
Al final, después de una semana de camino, con muchas<br />
paradas por la burrería del burro que se negaba a caminar y<br />
se le antojaba pararse continuamente, llegamos a nuestro<br />
destino. Era una ciudad con unos habitantes muy peculiares,<br />
ya que tenían unas prendas y unos pensamientos muy distintos.<br />
Nos dirigimos hacia nuestra nueva casa en calle de «Ca´n<br />
Veleta», concretamente a una casa de tres pisos, de aspecto<br />
destartalado forrada de una piedra a la que los habitantes<br />
llamaban «marès» con los cantos de las puertas y ventanas<br />
de color blanco. Dejamos al burro detrás de la casa, en un<br />
jardín lleno de almendros y naranjos casi cubiertos por una<br />
hierba espesa.<br />
Por dentro de la casa no era mejor de lo que parecía por<br />
fuera, la casa constaba de: una planta baja donde sólo había<br />
una habitación que tenia función de cocina, comedor y sala<br />
de invitados. En la segunda planta sólo había dos pequeñas<br />
habitaciones, y en la tercera y última planta había un desván,
con un techo tan bajo, que yo, como era un poco más alto de<br />
lo normal tenía que estar agachado si no quería tener la frente<br />
llena de golpes.<br />
-¿Dónde está el aseo, madre?-pregunté yo, desconcertado.<br />
-Detrás, en el jardín, dentro de una casita muy pequeñita -<br />
respondió.<br />
Fui corriendo para asegurarme de que podría ser el único<br />
lugar de la casa un poco decente. Pero me equivoqué, era<br />
incluso peor, el aseo consistía en un profundo hoyo tapado<br />
por unos tablones con un agujero en el centro, para hacer mis<br />
necesidades.<br />
-A mí no me verán sentado aquí, es la cosa más obscena que<br />
he visto nunca- comenté a solas.<br />
Pasé la tarde poniendo todas mis pertenencias de la maleta en<br />
el único armario de la casa.<br />
Cuando llegó la hora de cenar, ayudé mi madre a poner la<br />
mesa, sorprendiéndome que fuesen los cubiertos de <strong>Inca</strong> los<br />
mismos que de los de Graz.<br />
-Siéntate Bertram , que la cena ya está lista -me dijo mi madre<br />
-¿Por qué hemos caído tan bajo?-le dije a mi madre mientras<br />
comíamos una salchicha con arroz, y pan de hacía más de<br />
una semana.<br />
-Porque nos arruinamos después de la muerte de tu padre, ya<br />
sé que te cuesta acostumbrarte después de los lujos que<br />
teníamos en Graz, pero haz un esfuerzo por mí- me suplicó<br />
mi madre.<br />
-De acuerdo, pero lo haré sólo por ti, ah ,y otra cosa ¿seguiré<br />
mis estudios o trabajaré en el campo como los otros<br />
habitantes?- le pregunté.<br />
-¿No te lo he dicho? Mañana empiezas en una escuela sólo<br />
para niños , ya sabes que no he perdido toda la dignidad que
me quedaba, para que mi hijo trabaje en el campo.<br />
Después de ese descubrimiento no pude dormir en toda la<br />
noche, aunque también podría ser culpa de la cama, ya que<br />
consistía en una cama de madera carcomida cuyo colchón<br />
era muy difícil de distinguir.<br />
A la mañana siguiente, me levanté sobre las seis y cuarto, ya<br />
que las clases empezaban a las ocho menos cuarto y tenía<br />
que vestir, desayunar y encontrar la escuela por las angostas<br />
calles de la ciudad.<br />
Después de arreglarme y ceñirme en un uniforme que me iba<br />
muy ajustado, me coloqué una cartera de cuero marrón muy<br />
gastada en la espalda, y me dirigí hacia la calle para aventurarme<br />
en la ciudad.<br />
Al cabo de media hora de vagar por las calles de la ciudad,<br />
encontré la escuela. Me di cuenta que de la escuela a la casa<br />
sólo había dos calles. Cuando subí las escaleras y vi esa<br />
pequeña plaza, rodeada de flores y con una estatua en el centro,<br />
me sorprendí muchísimo.<br />
-Como un pueblo tan inmundo podía tener una plaza tan<br />
peculiar- pensé.<br />
Y no me equivoqué una plaza con una gran estatua de un<br />
fraile en el centro, y todo rodeada de flores muy bien cuidadas,<br />
parecía un oasis en medio de la ciudad, ya que las otras plazas<br />
solo constaba con una fuente o un banco si es que los había.<br />
Al acto entré por la puerta principal, encaminándome al<br />
claustro, cuyo lugar era más peculiar que la plaza.<br />
-¿Qué curso hace, jovencito?- me preguntó alguien por detrás<br />
de mi espalda.<br />
Cuando de giré vi a un monje regordete casi calvo que me<br />
miraba desconcertante.<br />
-Empezaré el tercer grado, señor-.
-Muy bien ¿sabe dónde es?<br />
-No, señor-<br />
-Sígame, yo se lo enseño- me vociferó aquel señor, que creía<br />
que era resultado de una ligera sordera.<br />
Legué justo antes de que tocaran la campana, y entré<br />
inmediatamente.<br />
Cuando entré y me senté en la primera silla que vi libre, un<br />
monje delgaducho entró por la puerta.<br />
-Buenos días, niños- dijo el monje.<br />
-Soy Bartolomé, vuestro nuevo tutor, también os enseñaré<br />
biología, historia y física.<br />
-Para los que son nuevos les diré que, tenemos normas muy<br />
estrictas, y que éstas son: no se tolerará mal comportamiento<br />
bajo ningún concepto, prohibido hablar, y...<br />
Se pasó casi toda la mañana hablando de normas y<br />
comportamientos que tenía la escuela y que siempre tenían<br />
que estar vigentes, a mi me parecían muy crueles y sin sentido.<br />
Cuando llegó mi turno de las presentaciones, me puse muy<br />
nervioso ya que no dominaba muy bien la lengua y mi acento<br />
era un poco raro.<br />
-Hola soy Bertram, nací en Graz y llegué ayer, soy un chico<br />
alegre, optimista, soy buen estudiante y sé hablar alemán,<br />
francés , inglés y un poco de español.<br />
-Muy bien Bertram, espero que lo que digas sea verdad.<br />
Al acabar las clases del mediodía , me fui a la cantina a degustar<br />
la comida tradicional que a partir de ahora comería, el plato<br />
constaba de un arroz con un caldo de color marrón, pescado<br />
con verduras del huerto escolar y de postre, una manzana.<br />
A la hora de sentarme, unos chicos de mi misma edad me<br />
invitaron a comer con ellos, acepté, ya que no conocía a
nadie y quería empezar a tener una amistad en la ciudad.<br />
-Bertram verdad, yo soy Juan Miquel, él es Toni y él Armando-<br />
Empezamos a hablar de nuestras cosas y la hora de la comida<br />
se nos pasó demasiado rápido, -¿Quieres que nos veamos<br />
esta tarde? - me dijo Arman, que es así como le llamaban sus<br />
amigos, aunque nunca supe por qué.<br />
-Claro, ¿dónde?- respondí.<br />
-En el río Cantabou , en las afueras de la ciudad -me respondió<br />
Juan Miquel.<br />
Cuando acabaron las clases, salí corriendo con una voz a mi<br />
espalda que me reñía por hacerlo. A las seis y cuarto estaba<br />
allí y a los cinco minutos aproximadamente llegaron los otros.<br />
Cada día iba al finalizar las clases al mismo lugar y a la misa<br />
hora, descuidando mis estudios y mis labores, hasta tal punto<br />
que el día de la entrega de las notas:<br />
-Menos mal , que eras un buen estudiante, sabes que aquí los<br />
mentirosos no van a ningún lado- me vociferó don Bartolomé.<br />
Cuando vi el boletín me quedé blanco como la nieve, casi me<br />
desmayé.<br />
-¡Dos, dos suspendidas, pero cómo!-le dije a voces al tutor.<br />
-No me alce la voz señor Bertram, o le doy con el regla; si<br />
hubieras estudiado más, no tendría este problema. Se ha<br />
convertido en mi peor alumno y con diferencia- me dijo<br />
severamente.<br />
Cuando le enseñé el boletín a mi madre se puso furiosa ,<br />
nunca la había visto así. Cuando se le pasó el enfado me<br />
castigó sin ver a mis nuevos amigos y sólo podría ir de casa a<br />
la escuela, y viceversa.
-Seré un monje de clausura- me quejé.<br />
Lo hubieras pensado antes de descuidar tus tareas - dijo con<br />
un tono que no había visto nunca.<br />
Pasaron los días y no volví a quedar mis amigos en el torrente.<br />
Con el paso del tiempo vi como mi nivel académico subía<br />
lentamente pero con regularidad, todos estaban contentos hasta<br />
que un día de abril...<br />
Mi madre murió por un catarro muy mal curado a causa de<br />
las pésimas condiciones laborales que tenía en su trabajo y<br />
también por el poco avance médico. Daba mucho que pensar<br />
que una de las personas más adineradas de Austria podría<br />
morir en éstas circunstancias.<br />
Como no tenía a ningún familiar en la isla, me asenté en el<br />
colegio ya que, aparte de colegio tenía la función de internado.<br />
El colegio una vez que me instalé cambió totalmente de<br />
perspectiva ya que no sólo era un lugar de enseñanza sino<br />
también de acogida .<br />
La vida en el internado fue muy dura para mí , ya que no sólo<br />
tenía la obligación de estudiar sino de levantarme muy<br />
temprano, rezar, desayunar, estudiar, hacer los deberes, rezar,<br />
cenar y dormir. Cada día era la misma rutina y las mismas<br />
obligaciones, pero me acostumbré y me empeñé en esforzarme<br />
de verdad para realizar el último deseo de mi madre.<br />
Un día en que el Generalísimo hacía una inauguración por la<br />
ciudad conocí a María Francisca, una joven a la que causé<br />
buena impresión al saber que venía de la lejana Austria.
-Ni que fuera la China - pensé.<br />
Empezamos a hablar y hablar pero al paso del tiempo y sin<br />
darnos cuenta el amor se acercaba a nuestros corazones y el<br />
uno no podía vivir sin el otro, así que empezamos a salir, sin<br />
que eso afectara a mis estudios, ya que había aprendido la<br />
lección.<br />
Pasaron los años y salí de la escuela con una media muy alta<br />
respecto a los otros alumnos. A don Bartolomé le empecé a<br />
caer bien después de ver que mis notas ascendían sin<br />
obstáculos.<br />
La casa en la que viví durante un tiempo quedó abandonada,<br />
pero seguí siendo su propietario, pero después de acabar la<br />
escuela la vendí para poder ir a la universidad de Viena a<br />
prepararme profesionalmente. Y a los amigos que tuve nada<br />
más empezar la escuela ... Doy gracias a mi madre, que no<br />
me dejara volver a verlos, ya que han acabado como ella<br />
temía, de jornaleros y sobreviviendo a duras penas.<br />
Me casé con Maria Francisca cuando le dije que quería ir a<br />
estudiar a Viena, y también aceptó ir para estar conmigo todo<br />
el tiempo.<br />
Ahora estoy ejerciendo de abogado en Viena y Maria Francisca<br />
de enfermera, pero no hay día en que no recuerde a esa isla y<br />
aquella ciudad tan cerca del mundo físicamente pero tan alejada<br />
sicológicamente, que me enseñó a que da igual de dónde<br />
procedamos, que todos somos iguales y cometemos los<br />
mismos errores.
Próximamente realizaremos unas vacaciones y nos<br />
estacionaremos durante un tiempo a disfrutar de sus<br />
pintorescos habitantes como su peculiar cultura, la que respeté,<br />
respeto y respetaré.<br />
Alonso Zurera Massanet, 3r C
HISTORIA<br />
Miguel estaba en clase cuando ésta fue interrumpida por Pedro,<br />
un profesor, quería que el muchacho se reuniera<br />
inmediatamente con el padre Cerdá, el director del curso de<br />
1936-1937. El chico salió de la clase y, en compañía del<br />
profesor, se dirigió al despacho del director, Miguel estaba un<br />
poco asustado, no recordaba haber hecho nada malo... Entró<br />
en la habitación y se sentó en una silla, tal y como se le había<br />
ordenado. Al otro lado de la mesa, enfrente de la cual se<br />
encontraba el niño, estaba el director cuya expresión era seria.<br />
Permanecieron en silencio hasta que el padre Cerdá empezó a<br />
hablar.<br />
- Miguel...- empezó, el silencio que reinaba en el despacho<br />
era incómodo- como ya sabrás estamos en guerra y el pueblo<br />
lucha para defenderse, algunos de ellos mueren en el intento...-<br />
El muchacho estaba desconcertado, no sabía por qué el<br />
director le hablaba de aquello ahora, pero no le pidió<br />
explicaciones, se limitó a asentir y seguir escuchándolo.- tus<br />
padres, al igual que muchos otros, también arriesgaban sus<br />
vidas para ayudar al pueblo- Miguel empezaba a ponerse<br />
nervioso, no le gustaba nada el rumbo que estaba tomando<br />
aquella conversación y lo que más le asustaba…¿por qué<br />
estaba hablando en pasado de sus padres?- Ellos, junto a<br />
muchos otros, no lograron salir con vida de la pelea...<br />
El padre no había terminado de decir aquellas palabras cuando<br />
una lágrima recorrió la mejilla de Miguel.<br />
- Padre...-consiguió decir entre sollozos- ¿Y mi hermana?<br />
¿Ha muerto también?<br />
- No, tu hermana ha sobrevivido- el director esbozó una<br />
pequeña sonrisa- tu madre la escondió para que no le hicieran<br />
nada.
-¿Dónde está?- preguntó ansioso al director- ¿Puedo verla?<br />
por favor...<br />
El director dudó unos momentos pero acabó respondiendo.<br />
- La pequeña se aloja en un pequeño orfanato del pueblo, no<br />
creo que haya inconveniente en que vayas a visitarla, eso sí,<br />
algún profesor deberá acompañarte...<br />
- ¿Puedo pedirle algo padre?- el director asintió y Miguel<br />
continuó hablando- ¿Por qué no asisten niñas en este colegio?<br />
El padre se sorprendió ante tal pregunta, pero intentó darle<br />
una explicación razonable.<br />
- Porque siempre ha sido así, los niños acuden al colegio<br />
para que cuando sean mayores tengan una buena educación<br />
y puedan conseguir un buen trabajo para poder mantener a<br />
su familia, pero en cambio las niñas se quedan en casa, donde<br />
aprenden los trabajos domésticos junto a sus madres.- El<br />
director concluyó la explicación, satisfecho.<br />
- Pero en el caso de mi hermana...en el orfanato no tiene una<br />
madre que le enseñe esas cosas-. A Miguel no le convencía<br />
aquel razonamiento y no se iba a dar por vencido.<br />
- Creo que ya es hora de que vuelvas a las clases, ya te<br />
avisaremos cuando puedas visitar a tu hermana.- Ese fue el<br />
modo cortés con el que el director dio por finalizada la<br />
conversación.- Siento mucho lo sucedido.<br />
Miguel salió de la habitación, las clases habían terminado<br />
hacía un rato pero el director no se había dado cuenta y lo<br />
había usado como excusa. Se dirigió a la clase para recoger<br />
los libros que había dejado allí, pero ya no estaban. Su<br />
profesor al verlo entrar en la clase le dijo que Juan, su<br />
compañero de habitación y su mejor amigo, se lo había<br />
recogido todo. Miguel le dio las gracias a su profesor y se<br />
marchó hacia su habitación. Al llegar, se encontró todas sus
pertenencias encima de la cama, pero no había ni rastro de<br />
su amigo; seguramente estaría jugando con los demás niños,<br />
inconscientes de todo lo que estaba sucediendo a unos pocos<br />
metros de allí. Miguel se apoyó en el alféizar de la ventana y<br />
se puso a llorar, mientras observaba como en el claustro del<br />
colegio todos los alumnos estaban riendo y jugando, sin<br />
pensar que en aquellos mismos momentos su familia se podría<br />
estar jugando la vida o haberla perdido ya. Aquella noche<br />
Miguel no se reunió con los demás alumnos para cenar, había<br />
perdido el apetito. Con la única persona con la que habló fue<br />
con Juan, al cual le explicó lo que había sucedido. Él le<br />
confesó que su padre también había muerto en la guerra,<br />
pero que aún no se lo había contado a nadie. Miguel no<br />
consiguió conciliar el sueño, estaba empezando a amanecer<br />
y él aún no había pegado ojo, no podía dejar de pensar en<br />
que nunca volvería a ver a sus padres...<br />
No asistió a ninguna de las clases de la mañana ya que le<br />
habían dado permiso para ir a visitar a su hermana al orfanato.<br />
Durante toda la noche Miguel había estado reflexionando y<br />
no permitiría que le obligaran a mantenerse alejado de su<br />
hermana: ya había perdido a sus padres y no iba a renunciar<br />
a nada más. Lo tenía muy claro, se llevaría a su hermana y la<br />
escondería en su habitación. Si por algo se caracterizaba<br />
Miguel era por ser un chico valiente y de ideas claras.<br />
El trayecto de camino al orfanato lo hizo con Pedro,<br />
prácticamente en silencio, mientras pensaba cómo podría<br />
hacerlo para traer a su hermana hasta el colegio sin que nadie<br />
se diera cuenta. No tardaron mucho en llegar al orfanato, no<br />
era precisamente acogedor, ver tantos niños sin padres<br />
provocaba escalofríos. Caminaron por los pasillos del<br />
edificio; todo era aterrador, parecía sacado de una pesadilla,
hasta que llegaron enfrente de la puerta de una habitación. El<br />
profesor dejó a Miguel un rato a solas con su hermana para<br />
que hablara con ella y la animara un poco.<br />
- Hola pequeña- saludó Miguel sentándose al lado de Isabel,<br />
su hermana pequeña.<br />
- Hola- respondió ella con una voz triste y seria mientras<br />
abrazaba a su hermano. Ninguno de los dos pudo evitar<br />
romper a llorar. Estuvieron abrazados en silencio hasta que,<br />
minutos más tarde, Miguel decidió que era hora de hablar<br />
seriamente con Isabel.<br />
- Isabel, escúchame- dijo mientras separaba un poco a su<br />
hermana de él para poderla mirar a los ojos.- ¿no te gusta<br />
estar aquí, verdad?- la niña negó con la cabeza y Miguel<br />
continuó hablando- ¿quieres venir conmigo?<br />
La sorpresa de la niña provocó que una tímida sonrisa se<br />
dibujara en su cara, pero no por mucho tiempo ya que<br />
enseguida pensó que no le dejarían entrar en el colegio de su<br />
hermano: era una chica.<br />
- Pero Miguel, yo no puedo entrar ahí...- respondió casi<br />
susurrando<br />
- ¿Y eso quién lo dice?- preguntó Miguel intentando animarla.<br />
- Pues el director y todos los profesores- por la edad que<br />
tenía era una niña muy espabilada.<br />
- Pero...si ellos no saben que tú estás ahí no pasará nadarespondió<br />
el hermano mayor.<br />
- ¿Me estás insinuando que vaya a vivir contigo a escondidas?preguntó<br />
la niña sin comprender demasiado lo que Miguel<br />
pretendía. Él asintió.<br />
- Oye, ya me han separado de papá y mamá y no voy a<br />
permitir por nada del mundo que me separen de ti también<br />
¿lo entiendes?- explicó el chico para convencerla. La pequeña
asintió- entones ¿vienes?<br />
Isabel asintió de nuevo.<br />
- ¿Pero cómo lo vamos a hacer para que nadie nos descubra?preguntó<br />
Isabel.<br />
- Tú no te preocupes por nada, sólo tienes que hacer lo que<br />
yo te diga ¿de acuerdo?- la hermana asintió otra vez.- Ahora,<br />
cuando nos vayamos, tú sígueme, pero no dejes que nadie te<br />
vea.<br />
No tardó mucho más en entrar Pedro. Los dos se marcharon<br />
y, durante todo el camino, la niña siguió a su hermano y a su<br />
profesor, sin que nadie la viera y siempre unos cuantos metros<br />
por detrás. Cuando llegaron al colegio el profesor dejó a<br />
Miguel en el claustro junto con los demás chicos, pero éste,<br />
en lugar de quedarse ahí subió corriendo a su habitación,<br />
cogió unos pantalones y una gorra, y rápidamente volvió a la<br />
entrada del colegio, donde, detrás de un seto estaba escondida<br />
su hermana, le dio la ropa para que se vistiese y así pareciera<br />
un chico. Isabel hizo tal y como su hermano le había<br />
ordenado. Entraron en el colegio y subieron a su habitación.<br />
Nadie se dio cuenta de nada. Juan ayudó mucho a los dos<br />
hermanos a mantener a Isabel en secreto, pero un mal día<br />
Pedro entró en la habitación y encontró a la pequeña tumbada<br />
en la cama de Miguel. El profesor no le dijo nada sino que<br />
salió en silencio para no despertarla; sin embargo, se dirigió a<br />
la clase de Miguel para hablar con éste. Pedro comprendió<br />
por qué Miguel había actuado de tal forma por eso no lo<br />
riñó, pero tuvo que devolver a Isabel al orfanato. El niño<br />
intentó convencer al Padre Cerdá para que dejara que Isabel<br />
continuara viviendo allí pero el director le hizo caso omiso.<br />
Al día siguiente la niña volvió al orfanato cuyo personal ni tan<br />
siquiera se había dado cuenta que les faltaba una de las alumnas.
Miguel sentía que había defraudado a su hermana y a sí<br />
mismo. Igual que la noche en que le habían anunciado de la<br />
muerte de sus padres, el niño no pudo pegar ojo en toda la<br />
noche; estuvo pensando en su hermana y en aquel siniestro<br />
orfanato en el que se encontraba Isabel en esos momentos.<br />
Un escalofrío le recorrió la espalda nada más imaginárselo.<br />
Rondaban las cuatro de la madrugada cuando ya no pudo<br />
soportar sentirse tan solo, así que se levantó de la cama, se<br />
vistió rápidamente y sigilosamente salió del colegio sin que<br />
nadie se diera cuenta.<br />
Caminó durante unos minutos hasta que llegó al orfanato,<br />
entró y se dirigió a la habitación de su hermana sin decir nada<br />
a nadie. La encontró tumbada pero no estaba dormida. Nada<br />
más entrar en la habitación, la chica se levantó y abrazó a su<br />
hermano.<br />
La mañana siguiente una terrible noticia era el principal tema<br />
de conversación entre los habitantes del pueblo. Más de un<br />
centenar de niños habían perdido la vida en un brutal<br />
bombardeo que se había producido durante el amanecer en<br />
el orfanato municipal. En el colegio también se hablaba de<br />
ello y además también se hablaba de la desaparición de Miguel.<br />
No tenía muchos amigos ni era muy popular en el colegio,<br />
algunos no sabían ni siquiera quién era, otros se dieron cuenta<br />
de que existía aquella misma mañana cuando se rumoreaba<br />
que se había escapado del colegio y había viajado a algún<br />
lugar lejano para así poder vivir con su hermana Isabel. Sólo<br />
una persona sabía verdaderamente lo sucedido, la única<br />
persona en la que Miguel confiaba y la última que habló con<br />
él. Unas horas antes, cuando Miguel salía de la habitación<br />
Juan se despertó y su amigo le tuvo que explicar dónde iba.<br />
Precisamente por eso, Juan sabía que Miguel había muerto
junto con su hermana en el bombardeo que se había<br />
producido a unos pocos kilómetros de allí, en el orfanato.<br />
Juan se sentía ahora muy triste y muy solo debido a la pérdida<br />
de su mejor amigo. El curso transcurrió muy despacio para<br />
Juan, que se sentía diferente a los demás. Había perdido su<br />
amigo de confianza y ahora hablaba poco con los demás<br />
alumnos. Esto sí: Juan le contó a Pedro lo que verdaderamente<br />
le había sucedido a Miguel.<br />
El curso siguiente fue muy diferente: se había fundado la<br />
primera sección femenina en el colegio, aunque fuera de las<br />
instalaciones de éste. El responsable de este gran progreso<br />
fue el mismo profesor Pedro, que se sentía tan culpable por<br />
la muerte de Miguel e Isabel que decidió rendirles un homenaje<br />
convenciendo al Padre Cerdá para que abriera una nueva<br />
sección femenina en el colegio <strong>Beat</strong>o Ramón <strong>Llull</strong> de <strong>Inca</strong>.<br />
Marina Sabater Jofre, 3r C
TEMPS OBLIDATS<br />
En aquell moment vaig sentir la campana que donava<br />
inici a les classes. Aquell matí em vaig quedar dormit i per a la<br />
meva desesperació hauria de suportar les avorrides classes<br />
del cavallot de na Maria Quegles, la professora d’història.<br />
Una monja vella i insuportable que ens odiava a tots. Quina<br />
tortura!<br />
Vaig entrar a classe amb l’al·lè que em fallava i desprès<br />
que em donés un sermó sobre la importància de la puntualitat,<br />
vaig anar a parar a la meva cadira. Però la pau no durà molt,<br />
perquè, ens anuncià, amb un somriure que deixava a la vista<br />
les seves nombroses dents blanques i lluents, que havíem de<br />
preparar per al pròxim dia un treball, sobre el centenari de<br />
l’escola.<br />
- Quin fàstic .- li vaig comentar a n’Arnau, el meu<br />
millor amic.<br />
- No et preocupis, és molt interessant conèixer la<br />
historia del nostre col·legi i no és tant difícil.<br />
Jo naturalment no compartia el seu entusiasme, però,<br />
ja estava fet, i no volia suspendre el curs per un simple treball.<br />
Després del col·legi, em vaig aturar a la biblioteca per<br />
cercar un poc d’informació.<br />
Hi havia tants de llibres que no sabia per on començar.<br />
La biblioteca estava plena de gent que prenia apunts, i a mi<br />
em feia vergonya fer el contrari, per això, vaig pegar una ullada<br />
als toms de l’apartat<br />
d’ historia. No hi havia res interessant, fins que la meva mirada<br />
anà a parar a un llibre on es llegia «Memòries d’un franciscà.»<br />
Vaig decidir pegar-li una ullada…<br />
I quantes coses interessants!<br />
La quantitat de documents que vaig descobrir era<br />
enorme. Per això, vaig fer un resum. Que deia:
Centenari escolar<br />
«Els franciscans arribaren a <strong>Inca</strong> molts segles enrere,<br />
al llarg dels quals començaren l’àrdua tasca de construir el que<br />
ara coneixem com a <strong>Beat</strong> <strong>Ramon</strong> <strong>Llull</strong>, popularment conegut a<br />
<strong>Inca</strong> com Sant Francesc. A poc a poc l’escola va anar creixent:<br />
cada pic hi havia més aules, més cursos i alumnes. Hi destacaven<br />
dos tipus d’alumnes, els pensionistes i els externs.<br />
El 1933, el Govern Republicà prohibí la direcció<br />
religiosa dels col·legis. Per sort els franciscans posaren a la<br />
direcció del centre escolar un metge amic, per així continuar<br />
amb l’educació dels infants. A més a més, alguns professors<br />
eren militars del Corté d’<strong>Inca</strong>.<br />
Avui dia aquest col·legi ha passat per moltes reformes.<br />
Ah, si el claustre pogués parlar! Ens contaria coses que<br />
els llibres d’història mai sabran. Ell que ha vist els alumnes que<br />
ens han precedit, professors que ja no hi són, directors que han<br />
fet molt per al col·legi i que ja ens han deixat. Ha estat testimoni<br />
de l’arribada de l’ordinador, de la construcció del gimnàs, de<br />
les pissarres digitals... Quiet i silenciós, amb un aroma de molts<br />
de segles, els seus arcs com ulls seguiran el curs de nous<br />
esdeveniments a partir d’avui.»<br />
- Ja he acabat!!!<br />
El meu crit de goig fou acompanyat per un cor de sssssssshhhh,<br />
i desitjant que em menges la terra, vaig sortir corrent de l’edifici,<br />
on havia descobert la meva salvació.<br />
El primer que vaig fer en arribar a casa va ser,<br />
confeccionar en una cartolina el treball i hi vaig aferrar algunes<br />
fotografies que havia trobat per internet. La darrera grapa i...<br />
Quin descans!<br />
Tot estava a punt per a ser entregat.<br />
Miquel Joan Gelabert Coll, 6è A
L’any 1325 el Papa Joan XXII autoritzà als franciscans a<br />
establir-se a la vila d’<strong>Inca</strong> . Aquest convent fou el segon que<br />
va tenir l’orde a Mallorca i el primer a la part forana. La<br />
construcció de l’església franciscana s’inicià anys després.<br />
El 1341 l’obra havia començat. La primera església gòtica del<br />
segle XIV fou enderrocada a les darreries del segle X<strong>VI</strong>II i,<br />
en el seu lloc, es construí l’església actual que fou acabada a<br />
principis del s. XIX. L’any 1835 es produí l’exclaustració i,<br />
l’any 1943, el convent franciscà d’inca es posa a la venta<br />
mitjançant subhasta i es comprat per Antoni Palou. Que volia<br />
fraccionar els terrenys en catorze parcel·les per edificar sota<br />
l’advertència de «dinamitar» el convent si l’Ajuntament no<br />
acceptava la seva petició. Es consent la parcel·lació, i es<br />
salvarà tot el convent inclosa la cisterna que tots coneixem<br />
que data de 1747.<br />
A principis del s. XX es produí el retorn de la Tercera<br />
Ordre Regular de sant Francesc. Poc a poc els franciscans<br />
anaren comprant tot el convent que, com a conseqüència de<br />
la desamortització, havia passat a mans privades.<br />
L’arribada dels franciscans en 1910 fou celebrada per<br />
la ciutat. Després d’unes adquisicions d’algunes propietats i<br />
l’aportació d’alguns veïns adinerats que compraren terrenys<br />
per cedir-los als frares que en molta feina i sacrifici restauraren<br />
el temple religiós i començaren la seva obra amb l’agraïment<br />
de tots el inquers.
Foren, Fra Pere Joan Cerdà Colom, Fra Andreu<br />
Cassellas i Fra Baltasar Salamanca els qui vivien en el ruïnós<br />
convent. Pareix que el retorn dels frares franciscans del Tercer<br />
Orde Regular (TOR) l’any 1910, amb Fra Pere Joan Cerdà<br />
Colom al davant, obeí a una demanda del poble d’<strong>Inca</strong>.<br />
El dia 16 de gener del 1910 és quan de manera oficial<br />
queda establerta la Comunitat Franciscana d’<strong>Inca</strong> que, pogué<br />
establir-se per dedicar el seu servei a l’església en el Convent<br />
de Sant Francesc.<br />
El caràcter del Pare Cerdà va fer que d’alguna manera<br />
quedés ben lligada l’arribada dels frares amb l’inici d’una<br />
escola. La seva funció era la d’ensenyar als nins per ajudar<br />
ens els serveis de l’església. En el maig del 1911 els Superiors<br />
de l’Orde ja destinaven a la Comunitat d’<strong>Inca</strong> nous membres<br />
per reforçar l’atenció als nins. Disposaven d’una taula, una<br />
pissarra i un grapat de bancs per devers una dotzena de<br />
persones. També, varen anar donant la possibilitat de formació<br />
de primera lletra a persones adultes. La sensibilitat social del<br />
Pare Cerdà només estava començant. Amb els seus sermons<br />
i conferències a molts indrets de Mallorca va anar fent<br />
l’apostolat religiós i social i va contribuir decisivament amb<br />
l’impuls del Col·legi <strong>Beat</strong> <strong>Ramon</strong> <strong>Llull</strong> com a centre de<br />
Secundària i, amb ell, a la formació de persones que han<br />
contribuït dins el segle passat al desenvolupament de la ciutat<br />
d’<strong>Inca</strong> i de molts de pobles dels voltants.<br />
Pseudònim: NALA 5 è C
L’UXOL<br />
Fa molt de temps, cent anys enrera, <strong>Inca</strong> era un món ben<br />
diferent al d’ara. No hi havia indústries, cotxes, edificis alts...<br />
Tot era molt rudimentari.<br />
En aquell temps l’església era la que tenia el màxim poder. Els<br />
metges a la terra eren com un segon sacerdot, tot i que també<br />
hi havia curanderos que, per la gent inculta, els seus remeis<br />
eren molt eficaços.<br />
Les famílies eren molt nombroses; un pare, una mare i tots<br />
els fills que venguessin. En Joan era un cas com els anteriors;<br />
un pare, una mare i cinc germans. Amb ell eren sis fills. Ell era<br />
el cinquè i tansols es duia un any amb la més petita de tots els<br />
seus germans, la darrera, na Pereta. Tenien deu i nou anys,<br />
respectivament. Els seus altres germans tenien entre dotze i<br />
setze anys, per això ja feien feina i els únics que varen poder<br />
anar a escola varen ser en Joan i na Pereta, ja que fins a l’any<br />
en què va néixer en Joan els nens treballaven amb els seus<br />
pares i les nenes ajudaven a les tasques de casa. Aquesta<br />
família no era molt culta, i per això en lloc de servir-se dels<br />
serveis d’un metge, es servien de les receptes d’un curandero,<br />
en Felip.<br />
Aquest tal Felip vivia a <strong>Inca</strong> al carrer, com ara diríem, Vent<br />
deu, i just al devora hi habitava la família d’en Joan i na Pereta.<br />
Un dia, abans d’anar a escola, na Pereta es va aixecar amb un<br />
uxol. La seva mare va ordenar-li que se n’anés a ca’n Felip i<br />
que li donés un remei per al seu ull, i la seva filla així ho va fer.<br />
Acompanyada pel seu germà, Joan, arribaren a ca’n Felip i<br />
feren tot el que li havia dit la seva mare.<br />
Aquell matí na Pereta tenia classe amb en Pep, el professor<br />
de matemàtiques. Era molt estricte i no suportava que la gent
arribés tard a la seva classe. Duia unes ulleres de cul de tassó,<br />
una corbata roja, un vestit de color carn i unes sabates negres.<br />
Aquest home exercia la seva professió a una escola d’<strong>Inca</strong><br />
anomenada <strong>Beat</strong> <strong>Ramon</strong> <strong>Llull</strong>, també coneguda com Sant<br />
Francesc d’<strong>Inca</strong>. Feia poc que s’havia formada. Tenia un<br />
claustre que era el centre de l’escola i on els frares, els quals<br />
eren les persones més importants en aquell temps, hi anaven<br />
per llegir, conversar o simplement per seure un poc i distreure’s.<br />
Na Pereta va arribar tard a causa de la seva visita al curandero.<br />
Quan el professor la va veure entrar per la porta, amb un ull<br />
morat i, a més, veient que arribava tard va pensar que s’havia<br />
barallat amb algú. Tot d’una va anar parlar amb ella, ja que<br />
apart de ser molt estricte era molt bona persona i es preocupava<br />
pels seus alumnes.<br />
− Pereta, estàs bé?- va demanar-li.<br />
− Sí, professor. He arribat tard perquè venc de ca’n Felip- li<br />
va respondre ella.<br />
− De ca’n Felip?<br />
− Sí. És que veurà, avui m’he aixecada amb un uxol i mamare<br />
m’ha dit que anés a cal curandero perquè ell em donés un<br />
remei per al meu ull. I bé en fi, he arribat tard perquè havia<br />
d’anar a fer el remei que m’havia manat ell.<br />
− Com que a fer? I quin remei t’ha donat?<br />
− Doncs m’ha dit que fes un munt de pedres davant l’escola<br />
i que, així, el primer que el tomi se’n durà el meu uxol i jo<br />
em quedaré sense uxol i estaré ben bona i sana.<br />
El pofessor es va quedar incrèdul davant les paraules de na<br />
Pereta, però no va dir res més que, «Apa doncs, ves a seure i<br />
continuarem la classe», ja que havien perdut massa temps.<br />
A causa d’aquest retràs en Pep es va haver de quedar amb
ella perquè no entenia el que havien fet la mitjahora que ella va<br />
faltar.<br />
En Pep tenia una reunió amb els frares i ja feia tard. Va sortir<br />
de l’escola a corre-cuita i, sense adonar-se’n, va tomar un<br />
munt de pedres, però no li va donar importància.<br />
En Joan i na Pereta no volien arribar a casa, perquè sabien<br />
que s’haurien de posar a ajudar als seus pares i als seus<br />
germans i, en aquell moment, no els hi venia de gust. Així que<br />
se’n varen tornar cap a l’escola perquè na Pereta havia sentit<br />
que hi havia una reunió i volia saber de que es parlava en una<br />
reunió. Això era l’excusa que posava ella però en realitat era<br />
perquè, a part de que no se’ls acudia res millor per fer, ella era<br />
molt ficanassos.<br />
Es varen amagar dins un armari abans que tothom vengués i<br />
començàs la segona part de la reunió, ja que es tractava d’una<br />
reunió molt llarga.<br />
Al cap d’una estona, de tan avorrits que estaven es varen<br />
quedar dormits. Ningú no es va adonar de la seva presència,<br />
o això pensaven els nois.<br />
Els seus pares varen trobar que tardaven molt a arribar.<br />
Transcorregudes un parell d’hores varen sortir a la seva cerca,<br />
ja estaven massa preocupats. Varen anar per tot; a ca’n Felip,<br />
a la pastisseria, a l’escola... però no els varen trobar. De cada<br />
cop més preocupats, se’n varen anar a ca’n Pep per demanarli<br />
si sabia on havien anat els nois. No varen obtenir res nou.<br />
Llavors al professor se li va acudir una idea.<br />
Varen anar tots tres a l’escola, però, ja era ben entrat el vespre<br />
i no hi veien molt. Varen cercar pel claustre i per totes les<br />
aules, però res. Varen cridar i cridar els seus respectius noms.<br />
De sobte, varen sentir un soroll estrany a la sala de les reunions.
Hi varen anar i, allà estaven! Però només hi havia en Joan.<br />
− On és na Pereta?- va demanar-li la seva mare.<br />
De sobte, algú va sortir de darrera l’armari. Era ella!<br />
Afortunadament tot havia quedat en un ensurt.<br />
Al dia següent, a la classe d’en Joan, a l’hora de matemàtiques<br />
en Pep es va presentar amb un uxol.<br />
A la tornada a casa, després de l’escola, en Joan li ho va<br />
comentar a na Pereta i aquesta es va posar a riure.<br />
− Què passa?- li va demanar en Joan.<br />
− El professor de matemàtiques...- li explicava ella, fent petites<br />
pauses perquè no podia més de riure- té el meu uxol! Vull<br />
dir, que ara és ben seu!<br />
− No entenc res!<br />
− Mira, no te’n recordes que en Felip va dir-me que havia de<br />
fer un munt de pedres davant l’escola, que la persona que<br />
el tomés tendria el meu uxol i que jo estaria ben bona i<br />
sana?!<br />
− Sí, però no entenc quina relació té això amb l’uxol del<br />
professor!<br />
− Doncs que sembla que el professor va tomar el munt i ara<br />
té el meu uxol, mentres que jo estic ben bona i sana! Ho<br />
entens ara?<br />
− Ah, sí!<br />
Els dos van esclatar a riure i no varen aturar fins que varen<br />
arribar a la seva casa que, veient tota la feinada que tenien no<br />
en varen tenir cap ni una de rialla, ja que havien de fer les<br />
feines del dia anterior i les d’aquell dia. Quina feinada els<br />
esperava!<br />
Catalina Amengual Ripoll, 2n A
MALLORCA, RICA EN EL COMERÇ<br />
Tot va començar a Mallorca, una illa molt influenciada pel<br />
comerç marítim. Quan un estiu vengueren de vacances uns<br />
rics marquesos de Catalunya; Mallorca els va agradar tant<br />
que es quedaren a viure a Llucmajor.<br />
Aquesta família fundà la primera Església a Llucmajor que va<br />
ser una gran novetat i cada dia hi havia un clergue que<br />
s’encarregava de donar missa. Passaren deu anys més i aquesta<br />
família juntament amb la més poderosa de Mallorca varen fer<br />
que els seus fills és juntasin mitjançant una serimònia de<br />
casament. En Joan i n’Aurora se n’anaren a viure a <strong>Inca</strong>, una<br />
terra poc poblada amb molt de terreny per cultivar. Allà<br />
fundaren l’Església de Sant Francesc la qual esteia col·locada<br />
a prop de les cases dels menestrals però un poc enfora de les<br />
cases dels pagesos. Per aquesta raó construïren unes<br />
carreteres, les quals per fer-les hagueren de expropiar alguns<br />
trossos de terra. Les carreteres esteien fetes de terra la qual la<br />
havien aplanada perquè fos més fàcil caminar-hi va ser un<br />
nou avanç i d’aquesta manera conseguiren que més gent<br />
pogués anar a missa.<br />
La família que fundà l’Església tingué quatre fills dos dels<br />
quals es feren franciscans. Però per l’any 1932 <strong>Inca</strong> es va<br />
veure un poc tancada pels problemes econòmics.<br />
Els dos franciscans decidiren fundar una escola per veure si<br />
d’aquesta manera <strong>Inca</strong> es tornava més rica en coneixements.<br />
L’escola va començar a ensenyar, a escriure, a llegir, a sumar...<br />
però no hi havia molta gent que volgués aprendre perquè a les<br />
famílies ja els venia just sobreviure amb tot el que guanyaven.<br />
Aquí es quan vaig néixer jo per damunt l’any 1940, era una<br />
època de sequera i els conreus estaven secs, cosa que va fer
que bastants de nadons es morisin de fam; però jo vaig poder<br />
sobreviure.<br />
Per mala sort la meva família era pobre i no tenien molts de<br />
recursos per viure, vivíem de tot el que cultivavem, básicament<br />
ens alimentvem de pa i per obtenir proteïnes ens donavem<br />
cervesa rebaixada amb aigua. Però jo no tenia ganes de posarme<br />
a treballar amb cinc anys i m’estimava més aprendre.<br />
Passats deu anys ja havia crescut més i havia après a menejar<br />
totes les eines del camps( algunes les podia aixecar, però la<br />
majoria no) , nosaltres teniem un mula que es nomia Florida<br />
ens ajudava a sembrar i a lleurar ademés ens duia d’un lloc a<br />
l’altre.<br />
Un dia mentre sembrava el camp varen venir els nobles i varen<br />
dir al meu pare que si els entregava un 30% de la seva producció<br />
ens donaria ensenyament i material per aprendre a jo i a tots<br />
els meus germans, passats uns dies varen tornar per sabre la<br />
resposta del meu pare el qual va aceptar.<br />
L’any següent vaig anar a l’escola d’ <strong>Inca</strong> anomenada com<br />
Sant Francesc. Quan vaig acabar els cursos que feien a l’escola<br />
ja sabia llegir i escriure. Per aquesta raó em va sorgir una feina<br />
per la noblesa on vaig ajudar a fer lleis i a escriure pels nobles.<br />
La meva família ja no era pobre perquè gràcies a jo es varen<br />
covertir en una de les més riques d’<strong>Inca</strong>. Per altra banda<br />
l’escola va augmentar d’alumnes perquè els nobles varen fer<br />
el mateix a totes les famílies pobres de pagesos.<br />
Transcorreguts vint anys <strong>Inca</strong> va tornar a ser rica en poder<br />
econòmic i els pagesos gràcies als coneixement dels seus fills<br />
van poder defensar-se de coneixements.<br />
A l’Església de Sant Francesc hi anava molta gent i va ser un<br />
lloc on la gent es trobava i xerrava sobre l’altra gent, un lloc<br />
on la gent era perdonada dels seus pecats i on la gent amb
poder donava doblers per a les famílies més pobres i també<br />
per ajudar a viure als franciscans.<br />
Els meus germans també treballaven per als nobles com jo i<br />
tots ens ajudavem mutuament a organitzar la ciutat, la qual<br />
havia crescut ja que hi havia més menestrals. Va començar a<br />
fer-se una fira bastant abundant amb aliments i productes<br />
manufacturats anomenada DIJOUS BO. Hi venien mercaders<br />
de tot europa on venien grans quantitats dels seus productes.<br />
Ara en l’actualitat el DIJOUS BO encara existeix pero es més<br />
com un dia festiu d’<strong>Inca</strong>. L’escola de Sant Francesc encara<br />
existeix i ara té una gran quantiat d’alumnes que aprenen entre<br />
els quals jo. L’església es conserva però li han hagut de fer<br />
algunes reformes.<br />
Magdalena Alomar Adrover, 2n A
OBJECTIU ACONSEGUIT<br />
<strong>Inca</strong> a 16 de maig de 1900<br />
Avui ja fa tres nits que no puc dormir. No aconsegueixo deixar<br />
de pensar amb això ni un moment. No sé per quin motiu,<br />
però només sé que fa tres dies, el 13 de maig, vaig complir<br />
deu anys i des d’aquell dia la meva concepció de la realitat ha<br />
canviat considerablement. Sempre he sabut que la il·lusió més<br />
gran del meu pare és que jo sigui metge; vol això per damunt<br />
de qualsevol cosa. En un principi jo creia que això no estava<br />
gaire malament, ja que podria ajudar moltes persones i salvar<br />
moltes vides, però no n’acabava d’estar del tot convençut. El<br />
que va passar fa tres dies, però, va ser el que ho va canviar<br />
tot. Era el dia del meu aniversari, però això no restava<br />
importància a què fos diumenge i, com cada un dels diumenges<br />
de la meva vida, m’hagués de vestir amb la meva millor roba i<br />
hagués d’anar a missa de dotze amb la mare i l’àvia.<br />
Normalment m’agradava anar-hi, ja que escoltava la paraula<br />
de Déu amb il·lusió i li pregava que m’ajudés a ser millor<br />
persona. Aquell dia, però, va ser encara més especial, ja que<br />
en observar detingudament al Pare Josep, me’n vaig adonar<br />
que aquella era la meva autèntica vocació, la de dedicar-me a<br />
la vida religiosa i ensenyar-li a les persones la tasca que el<br />
Senyor ens havia encomanat. Quan vàrem arribar a casa, em<br />
vaig dirigir al despatx del meu pare, que mai no deixava de<br />
treballar, disposat a dir-li tot el que pensava. Quan escoltà<br />
quins eren els meus plans de futur, s’enfadà moltíssim i enmig<br />
d’una sèrie de renecs i flastomies, em va dir que un fill seu<br />
havia de convertir-se en una persona important, coneguda<br />
arreu del món, i no en un simple frare que passaria a l’anonimat<br />
tot just després de la seva mort, o, fins i tot, abans d’aquesta.
Després em va dir que anés a la meva cambra i no sortís<br />
d’allà fins que no hagués entrat en raó i hagués deixat de<br />
banda totes les insensateses que atordien els meus pensaments.<br />
I ara sóc aquí, a la meva cambra, d’on no he sortit des de fa<br />
tres dies, ni tan sols per menjar, ja que la senyora Antònia, la<br />
nostra criada, m’ho ha portat a l’habitació. Em sento molt<br />
trist; mai no havia pensat que el meu propi pare no em<br />
recolzaria, ni voldria que fes el que a mi em feia més feliç.<br />
L’única cosa que tinc clara és que ara que he trobat el meu<br />
camí, no penso rendir-ne, i faré el que sigui necessari per<br />
poder aconseguir el meu somni. És més, després de pensar<br />
en les paraules que va dir el meu pare, no veig el motiu pel<br />
qual hagi de ser una persona invisible fent el que jo vull fer, ja<br />
que considero que podria fer obres molt importants per a la<br />
gent ,que no només necessita algú que les curi físicament,<br />
sinó també espiritualment, que això és igual o més important.<br />
<strong>Inca</strong> a 5 de setembre de 1909<br />
Han passat nou anys des d’aquells dies en què vaig començar<br />
a lluitar pel que veritablement volia. No vaig poder fer-hi res, i<br />
encara que amb el meu pare ja no vaig tornar a tenir la relació<br />
que teníem abans, vaig haver d’obeir les seves ordres i l’any<br />
passat, en fer els divuit anys, començar la carrera de medicina.<br />
El que jo no sabia era que el destí em tenia preparat un<br />
imprevist, i és que quan ja estava a punt d’acabar el primer<br />
curs, el meu pare va morir sobtadament. Em vaig plantejar<br />
acabar la carrera, però una nit, la meva mare em va dir que fes<br />
el que el meu cor em dictés, i així ho vaig decidir: vaig acabar<br />
el primer curs de medicina i després, en haver-ho deixat, no<br />
vaig trigar gaire a començar amb la teologia, que era el que<br />
m’apassionava.
Ara, ja porto uns mesos estudiant, a més d’haver fet alguns<br />
cursets de catequesi per a nens i només puc dir que mai no<br />
havia estat tan feliç. A més a més, fa poc vaig saber que la<br />
comunitat de frares franciscans que havia estat expulsada<br />
d’<strong>Inca</strong> l’any 1835 degut a la desamortització de Mendizábal,<br />
tornarà al poble a principis de l’any que ve, crec que el mes<br />
de gener, ja que es podran instal·lar de nou al convent del qual<br />
se’ls va expulsar i que s’acaba d’aprovar la fundació de la<br />
Tercera Orde Regular. Sens dubte, aquestes són notícies molt<br />
bones per a mi, ja que no perdo l’esperança de poder-hi<br />
col·laborar algun dia.<br />
<strong>Inca</strong> a 4 de juliol de 1916<br />
Després de molts anys de lluita constant, he aconseguit el que<br />
volia. Fa tres anys, vaig aconseguir entrar a la comunitat de la<br />
TOR; em vaig traslladar al convent de Sant Francesc, on,<br />
amb molt d’esforç, aconseguirem fer-hi una escola. Quan ja<br />
portava un any aprenent i compartint coneixements amb els<br />
meus companys, vaig decidir fer un viatge. Vaig anar a fer de<br />
missioner a l’Àfrica, concretament al Burundi i a Ruanda, on<br />
vaig ajudar a construir diversos hospitals per a la gent pobra.<br />
Potser ho vaig fer per callar a la meva consciència, que no<br />
parava de turmentar-me per no haver complert la voluntat del<br />
meu pare, però el que vaig fer em va fer sentir l’home més<br />
feliç del món. Veure que amb un gest tan simple com una<br />
abraçada pots treure una rialla tan sincera del cor d’un nen és<br />
una de les coses més boniques que et pot regalar la vida. Hi<br />
vaig estar un any, sense més companyia que una guitarra, que<br />
em va ajudar a tornar la il·lusió a molta gent. Quan vaig tornar,<br />
vaig començar a escriure un llibre, narrant les meves vivències
durant el viatge i expressant de la millor manera que vaig saber<br />
el que va significar per a mi aquella gran experiència. Mai no<br />
oblidaré els rostres d’aquelles persones, que reflectien<br />
l’esperança de que algú com jo pogués ajudar-les.<br />
<strong>Inca</strong> a 19 d’agost de 1921<br />
Han passat vint anys des del dia en que vaig prendre la decisió<br />
més important de la meva vida. Hi ha hagut molts dies tristos,<br />
dies plens de llàgrimes en que vaig pensar en abandonar el<br />
meu camí abatut, vençut per la grandiositat de les<br />
circumstàncies, però no em vaig rendir; vaig patir com ningú,<br />
acompanyat i recolzat per tots els meus companys, que en<br />
poc temps es van convertir en la meva família; tots érem<br />
persones unides pel mateix objectiu: ajudar. I finalment només<br />
cal dir que ho hem aconseguit.<br />
El pròxim mes s’inaugura l’escola que volíem crear des de<br />
l’any 1910,quan els frares franciscans arribaren a aquest<br />
convent. L’escola, que només admetrà nens, serà la prova del<br />
nostre esforç durant tots aquests anys. Farem el possible per<br />
ensenyar la paraula del Senyor a tots els nostres alumnes, i<br />
tenim l’esperança de que amb els anys es reconegui la nostra<br />
tasca. Potser d’aquí a cent anys, hi haurà algú que encara ens<br />
recordarà, i això, des del meu parer, ja és un triomf.<br />
Laura Garrido Bonnín, 3r B
RECORDS<br />
Durant tota la meva vida he vist com el món anava canviant al<br />
meu costat. Com les persones que estimava es quedaven en<br />
un de les moltes etapes de la seva evolució. El meu germà, un<br />
frare franciscà, deia que per entendre la vida primer s’ha<br />
d’entendre la mort i que, per mor d’això, el món anava com<br />
anava. Jo era molt jove per entendre això, però ara, estesa en<br />
aquest llit i rememornat la meva vida, em don conta de la<br />
realitat d’aquesta frase. Ara veig que el meu pas pel món no<br />
ha deixa marca, en canvi el del meu germà sí. Ell va ser el meu<br />
model a seguir, no tan sols perquè va ser el meu germà gran<br />
sinó també perquè ell, a diferència de jo, va fer grans proeses.<br />
Però sobretot n’hi ha una de la que li estaré eternament agraïda:<br />
Corria l’any 1936 , el meu pare feia feina en una de les<br />
moltíssimes fàbriques de pell de la ciutat, mentres que la<br />
mare es quedava a casa cuidant de nosaltres: el meu germà<br />
Elies, el major amb devuit anys i el més estudiós, Hipòlit, el<br />
mitjà i qui morí de grip quan jo tenía deu anys i jo, la més<br />
petita. La meva infantesa va transcórrer en una època on a les<br />
dones no se’ls deixava estudiar, per això, n´Elies m’ensenyà<br />
a escriure i a llegir. Jo li estava molt agraïda ja que, a part<br />
d’anar a l’escola, també feia feina com a mosso i no dormia<br />
molt. Tot i així, ell es seia pacientment amb jo a ensenyar-me<br />
l’alfabet i a llegir.<br />
Quan tengué l’edat sufucient, n’Elies es convertí en un frare<br />
franciscà, el més jove de la comarca, i va entrar a viure i a<br />
ensenyar a l’escola <strong>Beat</strong> <strong>Ramon</strong> <strong>Llull</strong>. Ell va lamentar molt la<br />
seva partida de casa, ja que em va deixar a mí sense cap<br />
persona que m’ensenyàs res més sobre història, literatura o<br />
biologa. Quan entrar a l’escola va anar a xerrar amb el director
per si era possible que jo entràs a estudiar allà, però com a<br />
resposta tan sols obtingué una negació acompanyada de<br />
l’excusa de sempre: les noies no serveixen per estudiar. Què<br />
sabria aquell home. Si veiés la societat d’avui dia on les dones<br />
s’apliquen més en els estudis que els homes. Li donaria un<br />
infart.<br />
El cas és que el meu germà ho sentia molt per jo, deia que jo<br />
podria arribar a ser algú a la vida, però que el meu moment<br />
hauria d’esperar fins que la societat canviàs de mentalitat, i no<br />
s’equivocava.<br />
Per aquella època jo tenia sis anys i ja havia perdut tota<br />
esperança de fer realitat el meu somni d’arribar a ser algú en la<br />
vida. M’estava fent a la idea de que seria com la meva mare:<br />
una dona sense futur tamcada a casa i que tan sols serviria per<br />
cuidar els nens i netejar la casa. De tant en tant, el meu germà<br />
em duia llibres d’història o biologia. M’encantava la biologia,<br />
trobava que el cos humà era la màquina més perfecta del<br />
món, sobretot el cervell, per aquella època el cervell estava<br />
pos estudiat, però per jo era la cosa més fascinant del món.<br />
Jo devoraba tots els llibre que em duia memoritzant-lotot com<br />
si fos el tresor més valiós del món. Cada vegada que el meu<br />
germà venia de visita li demanava tots el dubtes del que acabava<br />
de llegir i em somreia i responia.<br />
Un dia, va venir a casa d’improvís i amb un somriure de<br />
satisfacció en la cara i em va dir que anigués a l’escola amb<br />
ell. Durant tot el trajecte li vaig demanar perquè anava jo a<br />
l’escola, però ell no va voler dir-m’ho: <br />
em deia. Encara que ell intentàs calmar-me jo estava molt<br />
nirviosa i la curiositat m’estava matant. En arribar a l’escola<br />
ens vàrem dirigir a un despatx molt gran i luxós on hi havia un<br />
home molt ben vestit i amb cara de creure´s l’amo del món.
− Senyor director, la meva germana Eulàlia. Eulàlia, el<br />
senyor director- ens presentà.<br />
L´home em mirà d’adalt a a abaix i somrigué burleta.<br />
− I aquesta nineta és la ques se suposa que ha de guanyar<br />
al nostre millor alumne?<br />
Em vaig quedar gelada, era això el que el meu germà volia que<br />
fes? El vaig mirar amb cara d’incredulitat, però no em mirava.<br />
− Sí, senyor director. Ja ha escollit l’alumne que competirà<br />
amb la meva germana?<br />
− Sí, ho acab de decidir. A més, se m’acava d’ocórrer<br />
una idea fabulosa, per què no feim la competició en el<br />
saló d’actes? Així tots els alumnes podran presenciar<br />
la certesa de la meva ideologia.<br />
− On vosté vulgui, senyor director. Per favor, quan vulgui<br />
començar avisi´ns, estarem en la meva habitació.<br />
Durant el camí no diguérem res. Jo estava morta de por: Jo,<br />
competir contra un dels alumnes d’aquest centre. Jo que tan<br />
sols llegia sense que nigú m’expliqués els seus secrets. No<br />
podia ser cert! Això era un malson! En arribar a l’habitació<br />
n’Elies m’explicà que havia fet un pacte amb el director: si jo<br />
guanyava, les nines podrien estudiar a l’escola; si jo perdia...<br />
bé les coses seguirien igual i el senyor director demostraria la<br />
seva ideologia masclista. Mentres esperàvem a que el director<br />
preparés totes les coses necessàries, el meu germà em<br />
demanava preguntes sobre diferents temes. Les vaig acertà<br />
totes i, en aquell moment em donà conta de que jo podia ser<br />
tan bona com qualsevol alumne de l’escola, doncs, encara<br />
que ningú m’explicava cap lliçó, llegia més coses de les que<br />
llegien aquests nens. Descobert això, em sentí més segura de<br />
mí mateixa i tots els pensaments pesimistes se n’anaren per<br />
deixar lloc a tots els optimistes.
L’hora tan esperada arribadà a la fi, un frare vengué a avisarnos<br />
i ens guià fins a la sala d’actes: una sala grosa plena de<br />
cadires ocupades per nens de diferents edat i amb un escenari<br />
en la paret del fons. Em dirigí cap a l’escenari on un noi más<br />
o manco de la meva edat estava asegut esperant. En veure’m<br />
es quedà mirant-me. Em vaig seure a la cadira de devora i, de<br />
sobte, tota la sala es quedà en silenci i totes les mirades es<br />
clavaren en mi. Hi havia cares de tot tipus: sorpresa, burla,<br />
por, seguretat...<br />
Un dels professors pujà a l’escenari amb uns fols a la mà on<br />
hi havia apuntades les preguntes.<br />
− Anam a començar.- digué.- Primera pregunta, Josep,<br />
quina es la capital d’Italia?- preguntà al noi.<br />
− Roma- repongué aquest després d’una pausa per pensar.<br />
− Molt bé, segona pregunta, nina...<br />
− Em dic Eulàlia- li vaig interrompre.<br />
− Segona pregunta, Eulàlia, quins són els vasos sanguinis?<br />
– em preguntà amb cara de pomes agres.<br />
− Artèries, venes i capil·lars –repongué sense vacilar.<br />
− Tercera pregunta...<br />
I axí varem seguir una hora fins que el director es cansà de<br />
veure com jo podia fins i tot superar el seu millor alumne de la<br />
meva edat, encara que per descomptat a jo, per ser la nina,<br />
em demanaren les preguntes més difícils. Però gràcies als<br />
mil·lers de llibres que havia llegit vaig poder respondre a totes<br />
bé.<br />
− Molt bé, molt bé, s’ha acabat el concurs. La nina ha<br />
guanyat. –digué de mala gana.- Senyors, l’any que ve<br />
s’obrirà un petit recinte on les nines també puguin<br />
estudiar.- anuncià dirigint-se als alumnes.
No m’ho podia creure: havia guanyat! Em vaig llançar als<br />
braços del meu germà.<br />
− GRACIS!- li digué tot abraçant-lo<br />
− No, gràcies a tu Eulàlia, sense tu no hagués estat possible.<br />
I sortírem de la sala per anar a casa a donar la bona notícia,<br />
mentres tothom ens mirava com si fóssim dues persones<br />
raríssimes que xerraven un altra idioma.<br />
I així es com, gràcies al meu germà, jo i moltes altres nines de<br />
la ciutat d’<strong>Inca</strong> poguérem arribar a ser algú en la vida. Jo vaig<br />
arribar a complir el meu somni de ser metge i el meu germà va<br />
aconseguir que a poc a poc, la societat tan masclista que hi<br />
havia en aquella època començàs a veure el món des d’un<br />
punt de vista diferent.<br />
Marina Sarrió Cañellas, 3r C
SOMNI O REALITAT?<br />
Desesperació, tinc una sensació estranya. Vaig caminant sense<br />
cap direcció. Tot això em supera. Jo, no puc més. Tinc ganes<br />
de sortir corrent, però les meves cames no es mouen. Les<br />
llàgrimes recorren les meves galtes, frega la pell fins arribar<br />
als llavis on entren en contacte amb la llengua. Quin gust més<br />
amarg!<br />
La tristesa m’enfonsa i és com si estàs dins un forat sense<br />
sortida. Li tinc por. Realment tinc por a no trobar el final, per<br />
això lluito dia a dia per aconseguir sortir d’aquí dins. Però<br />
cada vegada que els meus ulls s’inunden de llàgrimes és com<br />
si cada cop em trobés més lluny de la sortida. Perquè sé que<br />
hi és, ho sé, perquè abans, estava a fora, alegre i sense cap<br />
preocupació. Ara aquí baix m’ofego, no puc respirar. Sento<br />
que el meu cor està cansat de lluitar. La meva rialla ha fugit, ja<br />
no sé el que és riure, ni sentir felicitat, no sóc capaç de gaudir<br />
de cap moment, perquè aquest forat és desesperant. Bogeria,<br />
pot ser tot això vengui de la bogeria, però si tant debò fos<br />
bogeria no em sentiria d’aquesta manera, no em faria tant de<br />
mal, n’estic segura. De tant en tant trobo algun raig de llum<br />
entre les pedres on apareixen petits forats, una espècie de<br />
senyal d’esperança, indicant-me que no estic molt lluny del<br />
final, però en aquest precís instant, quan ja he cregut que<br />
realment arribava al final, apareix una gran tempesta destruintme<br />
les esperances, tapant els diminuts tubs de llum que<br />
apareixien al mig del meu camí, no, ja no hi són, han fugit. A<br />
partir d’aquí torn a estar desesperada, cercant una solució<br />
però mai la trobo. Em pregunto mil coses, però mai trobo la<br />
resposta. No sé el perquè de la meva existència, no sé què<br />
faig aquí baix, ni perquè ara m’hi trobo, no puc estar al
paradís? No soc capaç d’entendre perquè em sento així ni<br />
tampoc d’imaginar-me un altre cop al cim, a la claror, a sentir<br />
l’alegria, a conèixer l’amor, fer camí cap a la felicitat. Tot això<br />
no existeix per a mi. Cansament, pot ser. Estic cansada de<br />
viatjar sense un lloc previst, cansada de cercar el que em té<br />
aquí dins, cansada de demanar-me sempre el mateix, cansada,<br />
definitivament esgotada. Em mentalitzo de la situació i<br />
decideixo deixar-ho fer, oblidar-me dels problemes i començar<br />
de nou, seré capaç d’aconseguir-ho? Ja ho estic fent? No ho<br />
sé. Simplement cal esperar.<br />
Tardor<br />
De sobte em trobo al carrer,em sento mullada, tinc fred i miro<br />
al meu voltant. No hi ha ningú, poso en dubte si serà, un<br />
somni? Una realitat? No ho sé. Sento com una mica d’escalfor<br />
darrera meu i faig mitja volta sobre mi mateixa. L’única cosa<br />
que veig és una figura a l’altre costat del carrer, té un rostre<br />
pàl·lid i em mira. Em sobresalto, però no pas perquè tingui<br />
por, sinó curiositat, per acostar-me, observar d’aprop aquells<br />
ulls negres com la foscor, pareixen un abisme, són capaços<br />
d’enfonsar-te amb ells i no saber fugir d’allà dins. Però<br />
segueixo interessada en acostar-me. Faig una passa, ell no<br />
s’immuta. M’hi acosto, fins tenir el seu cos a un mil·límetre<br />
del meu, però ell segueix sense moure’s. Em sento bé,<br />
tranquil·la. Estic exaltada, contenta. Jo, diria feliç. Això<br />
m’agrada. Decideixo acariciar la seva pell, sembla tan fina,<br />
tan suau que no em puc resistir. Quan estic apunt d’aconseguirho<br />
tot el meu voltant canvia, desapareix.<br />
Sense gairebé pensar-ho , obro els ulls i me n’adono que tot<br />
ha estat un somni. Així que em torno a sentir trista, desesperada.<br />
Em ve al cap aquell rostre, tal vegada hagi estat un senyal?
Podria ser que allà fora m’estàs esperant algú? Sense cap<br />
ganes em vesteixo i baixo al carrer. Tot es troba al mateix lloc.<br />
Però no el veig. Decideixo seguir caminant fins arribar al parc.<br />
Trec un llibre de la meva bossa i m’assec a un banc, situat<br />
davall d’un arbre que em protegeix del sol. M’inundo en la<br />
història i no sóc conscient del pas del temps. Quan alço els<br />
ulls ja és quasi de nit. Per tant, agafo les meves coses i em<br />
disposo a anar-me’n cap a casa. Camino sense pressa. I penso<br />
amb aquells ulls, d’aquell abisme del qual no volia sortir.<br />
M’entristeixo sols de pensar-hi. Un cop de vent fa que tingui<br />
una mica de fred. Ja em trobo prop de casa i començo a<br />
treure les claus de la bossa, per això baixo el cap i no me<br />
n’adono que algú s’està acostant ràpidament cap a mi. De<br />
sobte, xoquem i desprevinguda caic al terra. Quan sóc<br />
conscient del que ha passat, veig una mà que s’ofereix<br />
voluntària per ajudar-me, i jo m’hi aferro. M’aixeco del terra i<br />
quan vaig a dir alguna cosa, el veig a ell. Aquell rostre pàl·lid,<br />
aquells ulls penetrants. Mare meva no m’ho puc creure. Torno<br />
estar somiant? O torna a ser la realitat? Estic desconcertada,<br />
no sé el que m’està passant. Només sé que quan el tinc a<br />
prop meu em sento bé, em sento segura i m’oblido de la<br />
resta. Ell em mira, com si no fos la primera vegada que em<br />
veu, també està confús, però aviat em demana disculpes i<br />
segueix el seu recorregut.<br />
Hivern<br />
Cada dia, quan em desperto m’acosto a la finestra i esper<br />
tornar-lo a veure. Passa per davant casa meva tres cops per<br />
setmana. Per què no m’hi havia fixat abans? Per què ara em<br />
sento diferent? Fa dies que em plantejo què he de fer, perquè<br />
necessito tenir-lo amb mi?. No sé ni el seu nom però quan el
tinc a prop em sento protegida. És estrany no? Des d’aquell<br />
somni, no me’l puc treure del cap . Em passo indecisa molts<br />
dies, nits sense dormir, imaginant-me al seu costat. Però encara<br />
no m’explico, el per què ara? Per què apareix després de tan<br />
de temps de sofriment? Per què ell? S’haurà fixat en mi?... El<br />
meu cap em bombardeja preguntes, moltes preguntes, una<br />
rere l’altre. Pareix que m’explotarà d’aquí poc. Però la veritat<br />
és que vull lluitar per ell. Mai m’havia interessat alguna cosa.<br />
Crec que ara ja sé quina és la resposta a les preguntes que<br />
durant mesos la meva inconsciència em repetia cada nit, puc<br />
dir que des d’aquell somni sé el què faig aquí? No n’estic<br />
segura, però ho esbrinaré. Tal vegada per això, amb coratge,<br />
em disposi a dirigir-li la paraula. L’espero al carrer, i com<br />
quasi cada tarda el veig sortir de la cantonada, acostant-se<br />
cada cop més. A menys de dos metres s’atura, em mira, jo<br />
m’aixeco. Ens miram i simplement amb la mirada conec el<br />
que està pensant. Veig com es mou lentament cap a mi,<br />
m’agafa la mà i sense dir-nos res sento com els seu llavis<br />
acaricien lentament els meus, amb delicadesa, estant atent a<br />
qualsevol reacció, però jo només puc seguir el joc. Ens<br />
separem, em diu just al costat de l’orella que m’oblidi del tot<br />
això. Jo no dic res i les llàgrimes tornen a recórrer el meu<br />
rostre. L’observo fins el final del carrer. Dono mitja volta i<br />
entro dins casa meva.<br />
Primavera<br />
Plou, plou amb gran intensitat. Asseguda a la finestra me<br />
n’adono que el carrer no es mulla, però per a mi, plou. Tot<br />
està mullat, començo a enfonsar-me, cada cop més, en canvi,<br />
al carrer comença a sortir el sol, els núvols desapareixen<br />
lentament i la gent surt a passejar. Amb menys de dos minuts
el carrer ja és ple de taules i cadires dels diferents restaurants<br />
i bars, de famílies unides, sí, tots junts. Jo. No em moc,<br />
segueixo a la finestra encara em sento mullada, no aconsegueixo<br />
eixugar-me, no hi ha manera. M’acosto al llit i agafo la manta,<br />
me la passo per l’espatlla i m’arrufo amb ella. Penso, però<br />
que he de pensar? Tinc fred i començo a tremolar. Segueixo<br />
pensant i, què penso? Tu. On ets?, jo sóc al llit, sense moure’m.<br />
Tinc més fred. No puc aturar de pensar en tu, saps què estic<br />
esperant? Vine a buscar-me. Desperta’t i acosta’t. Ja no tinc<br />
fred, però encara estic mullada. De cop tanco els ulls. Et veig<br />
a tu, esperant-me. No sé si sóc capaç d’agafar-te la mà, tot<br />
em tremola, quasi tant que desapareixes lentament, no sóc<br />
capaç de perdre aquest moment, així que lluito perquè no<br />
te’n vagis. Ho aconsegueixo. Fa una passa cap a mi, jo<br />
m’immobilitzo. T’acostes, a mi, se’m paralitza el cor.<br />
M’acaricies, jo em trenco amb mil bocins. Obro els ulls. Ja<br />
no tinc fred, la tempesta ha fugit. Miro al meu costat i et veig a<br />
tu. Em sento bé. Tot brilla amb força, no hi ha cap color<br />
obscur ni trist. Tot flueix. M’acosto a la finestra. El carrer<br />
està inundat d’aigua. L’edifici del davant s’apaga, no queda<br />
ni un llum encès. Tot està apagat. Això em fa por. Em giro<br />
cap a tu i ja no hi ets. Tot desapareix, no queda ni rastre dels<br />
teus ulls, dels teus llavis, del teu aroma, no , ja no hi és. Em<br />
tanco en mi mateixa i em repeteixo què he fet malament, però<br />
no aconsegueixo esbrinar-ho. Tot és com un mal son, però<br />
no et veig, no et sent, no puc acariciar el teu rostre, no puc<br />
dibuixar amb els dits de les meves mans la teva figura, no ho<br />
puc fer. Tinc por a perdre’t? Ja t’he perdut? Simplement vine<br />
i explica’m, què fas? Què ha passat? Diguem, què vaig fer?<br />
Necessito saber que estàs bé. Millor, necessito tenir-te amb<br />
mi. Em sento desprotegida. Torn a estar mullada. Sento que
no puc sobreviure sola enmig de tanta tempesta. Et necessito<br />
a tu. Per això et demano que em cerquis i em diguis que no<br />
em deixaràs sola mai, que no m’enfrontaré sola al món,<br />
digue’m que estaré amb tu i que em protegiràs. Únicament<br />
necessito que em trobis i jo torbar-te. Sóc aquí, encara no ho<br />
saps? T’estic esperant.<br />
Estiu<br />
T’observo al meu costat. Estàs dormit. Per què has tardat<br />
tant? Per què has deixat mullar-me? Obres els ulls i em mires.<br />
M’acosto i em fas un petó. L’habitació dóna voltes al meu<br />
costat, pareix que estic volant. Sento felicitat. Et miro. Tinc<br />
son però no goso dormir i tancar els ulls per por a perdre’t.<br />
Tu i jo, la mescla perfecte. Els meus llavis cerquen<br />
desesperadament els teus, per poder acariciar-los, assaborirlos,<br />
mentrestant els teus dits freguen lentament el meu cos<br />
dibuixant-los fins arribar als cabells, on et distreu jugant amb<br />
ells. Ara sé que et tinc amb mi. Em fas petons al voltant del<br />
coll i baixes suaument pels pits fins arribar a la panxa. No<br />
respiro, simplement intento gaudir del moment. Vull fer-te<br />
meu. Vull ser tota teva, així que tanco els ulls i em deixo dur.<br />
Ara sé que sempre seràs aquí, que no et perdré mai. Ara sí sé<br />
la resposta a la gran pregunta, per què de la meva existència?<br />
Ara estic segura de la resposta, sé que és per tu. Tu em dones<br />
les forces cada dia i ets tu qui em cuida i protegeix. Ara sé<br />
que tothom ha de sentir-se com jo em sent amb tu alguna<br />
vegada en la vida perquè qui no és capaç de sentir-ho no pot<br />
dir que coneix el que realment significa estimar algú. Perquè<br />
estimar i sentir-se estimat es l’única cosa que dura fins a<br />
l’eternitat, i hi ha alguna cosa més bonica que un record?<br />
Núria Fluxà Torres, 1r B
EXPRESSIÓ PLÀSTICA I <strong>VI</strong>SUAL<br />
Tomeu Pujadas Campomar, 5è C<br />
Ariadna Lagunas Cerdà, 5è C
Marcio Lira Godoy, 1r C<br />
Aina Rodríguez Neira, 1r C
Martí Verdejo Amengual, 4t C<br />
Armand Román Alorda, 4t C
FOTOGRAFIA<br />
Maria Àngels Moyà Morro, 4t C
ASSOCIACIÓ DE MARES I PARES<br />
ASSOCIACIÓ D’ANTICS ALUMNES<br />
Col·legi <strong>Beat</strong> <strong>Ramon</strong> <strong>Llull</strong>, <strong>Inca</strong>