Introducción Histórica al Derecho romano - Facultad de Derecho y ...
Introducción Histórica al Derecho romano - Facultad de Derecho y ...
Introducción Histórica al Derecho romano - Facultad de Derecho y ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Teresa Da Cunha Lopes y Ricardo Chavira Villagómez<br />
a) “Ex Personis‟, princip<strong>al</strong>mente por la muerte o por la ―capitis <strong>de</strong>minutio‖<br />
<strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los socios;<br />
b) “Ex rebus”, por la pérdida o consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> que la cosa objeto <strong>de</strong> la<br />
sociedad está fuera <strong>de</strong>l comercio o, también, porque se ha <strong>al</strong>canzado el fin <strong>de</strong><br />
ella, e, igu<strong>al</strong>mente, por la imposibilidad o ilicitud <strong>de</strong>l fin;<br />
c) ―Ex voluntate‟, por el <strong>de</strong>sacuerdo <strong>de</strong> las partes (dissensus); por abandono<br />
<strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los socios (renunciatio), con t<strong>al</strong> <strong>de</strong> que no fuera por cauca dolosa<br />
o intempestiva, y por fin<strong>al</strong>izar el plazo <strong>de</strong>terminado;<br />
d) ―Ex Actione”, por la transformación <strong>de</strong> la sociedad mediante ―stipulatio‖<br />
o, bien, por el ejercicio <strong>de</strong> la ―Actio pro socio‖.<br />
Mandato (mandatum) .Era el contrato consensu<strong>al</strong> en virtud <strong>de</strong>l cu<strong>al</strong> una <strong>de</strong><br />
las partes se obligaba a re<strong>al</strong>izar gratuitamente una gestión que le había sido<br />
conferida por otra persona. Para los actos re<strong>al</strong>izados por un tercero gracias a<br />
su iniciativa y posteriormente aprobados por el interesado, la ratificación<br />
(ratihabitio), equiv<strong>al</strong>e <strong>al</strong> mandato. Quien confiaba la gestión llamábase<br />
―mandans‖ o ―Dominus negotii‖; quien iba a re<strong>al</strong>izarla “is qui mandatum<br />
suscepit‖ (mandatario) o ―procurator‖. El mandato y la procura eran en el<br />
<strong>de</strong>recho clásico institutos distintos en tanto en cuanto que el mandato era la<br />
gestión <strong>de</strong> un servicio singular y se agotaba cuando ésta era re<strong>al</strong>izada; y la<br />
procura, por el contrario, consistía en confiar por largo tiempo, gener<strong>al</strong>mente<br />
<strong>al</strong> propio ―liberto”, la administración <strong>de</strong>l patrimonio tot<strong>al</strong> con las más<br />
amplias faculta<strong>de</strong>s (―procurator omnium bonorum”). Des<strong>de</strong> el <strong>de</strong>recho<br />
clásico se reveló la ten<strong>de</strong>ncia a consi<strong>de</strong>rar <strong>al</strong> “procurator‖ como un<br />
mandatario gener<strong>al</strong> hasta que en el <strong>de</strong>recho justinianeo los dos institutos<br />
aparecen fundidos y para <strong>al</strong>guna <strong>de</strong> las faculta<strong>de</strong>s más sobres<strong>al</strong>ientes <strong>de</strong>l<br />
antiguo ―procurator‖ se exigió un mandato especi<strong>al</strong>, t<strong>al</strong> como, por ejemplo,<br />
para enajenar, presentarse en juicio, etc.<br />
El mandato podía tener por objeto cu<strong>al</strong>quier gestión, con t<strong>al</strong> <strong>de</strong> que no fuese<br />
ilícita o inmor<strong>al</strong>, y podía consistir en el cumplimiento <strong>de</strong> una actividad<br />
jurídica (adquirir o ven<strong>de</strong>r, presentarse en juicio, dar en mutuo, etc.) o <strong>de</strong><br />
hecho (<strong>de</strong>sempeñar una administración, construir un edificio, transportar una<br />
cosa, re<strong>al</strong>izar una plantación, lavar ropa, etc.). Por lo gener<strong>al</strong> era conferido en<br />
interés <strong>de</strong>l mandante o <strong>de</strong> un tercero, pero en ambos casos podía estar<br />
íntimamente ligado también a un interés <strong>de</strong>l mandatario.<br />
La gratuidad era elemento esenci<strong>al</strong> <strong>de</strong>l mandato y <strong>de</strong>bido a ella se<br />
diferenciaba <strong>de</strong>l arrendamiento, <strong>de</strong> la aceptación que estaba <strong>de</strong>terminada por<br />
el ―officium”. Sin embargo, a veces, se introduce la costumbre <strong>de</strong> retribuir <strong>al</strong><br />
mandatario con una remuneración a título honorífico (―honorarium, munus,<br />
s<strong>al</strong>arium‖), que si se había convenido, podía ser exigida con una ―Actio in<br />
168