El Pescador nº22 - Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial > Inicio

A vueltas con los salmones del Narcea
El Pilar, uno de los cotos más productivos del Narcea.
Foto: Miguel Aguilar
Desde hace tiempo detectamos gran preocupación de nuestros
asociados, así como de otros muchos pescadores, por la
descendente entrada de los salmones en el río Narcea,
y también por la distinta colonización de sus áreas de pesca.
Creo que merece la pena, cuando menos, reflexionar sobre
el caso, ver las estadísticas de los últimos años, y sacar
conclusiones de esta singularidad que empieza a darse,
porque probablemente algunas actuaciones hayan
inducido a tal situación
Antes de manejar la estadística,
conviene recordar conceptos
esenciales, sin los cuales no entenderíamos
nada.
Un ecosistema es un todo donde unos
seres vivos se nutren de otros y éstos
a su vez de otros, estableciendo una
cadena de interdependencia. Juegan
papeles fundamentales el agua y
sus sales minerales, placton, flora
y fauna.
El índice de población de salmónidos
del Nancea, es muy bajo, debido a la
contaminación, depredación, y sobreexplotación.
Dependiendo de esta interacción, tendremos
un río con más o menos vida, y
unos indicadores que nos informan de
su grado de salud.
Nuestos salmones lo tienen más crudo
que los europeos del norte, porque además
de los enemigos naturales, hacen
un viaje de 3000 km. hasta los pastos
próximos a las Islas Faroe y regresan
sorteando las zonas de pesca comercial.
Seguramente los que vuelven no sea superior
a 5 por cada mil que se van.
Toda la población de un río hay que
distribuirla en dos datos: los salmones
Opinión
que se pescan cada año y los que se
quedan para reproducción.
Una buena explotación consistiría en
pescar solamente los justos y que quedasen
los suficientes para en desove.
La herramienta fundamental es el
CONTADOR DE PECES con lo que
podemos evaluar la población y distribuirla
adecuadamente. Mientras no se
instale, estaremos en la incertidumbre,
y no sabremos a que atenernos.
¿Qué estaremos haciendo mal para
que entren menos salmones y además
no vayan a los sitios de siempre?
¿Quedan suficientes parejas para reproducirse?
¿Cuanta repoblación adicional es necesaria
para complementar?
Según Barinaga –“El instinto de retorno
se fundamenta en la huella olfativa,
que se desarrolla en dos momentos
claves en la vida del salmón”- Uno
es especialmente cuando acaban de
vesicular, que parece fijan los olores
de su zona ambiental y las feromonas
existentes, y el otro en la época juvenil,
cuando esquinan y referencian los
olores propios de su población.
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