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LA DEFENSA 26 36 19 9 28 44 41 CARBAJAL 38 48 31 5 11 25 17 ARENAS 11 28 17 4 10 36 11 EL PILAR 23 57 16 8 20 45 25 PTE. LANEO 25 54 31 5 20 34 18 LA LLONGA 32 63 38 3 21 36 15 JUAN CASTAÑO 13 76 26 7 14 35 4 LA TEA 22 42 10 1 9 17 7 LAS MESTAS 27 48 17 3 11 15 6 VILLANUEVA 3 4 0 0 1 5 0 BARZANA 3 3 0 0 1 1 0 LAS CONSAS 0 2 1 0 1 1 0 VARADONA 6 19 5 0 1 0 0 TOTAL COTOS 229 480 211 45 146 294 269 TOTAL ZONAS LIBRES 414 679 393 174 295 538 435 Foto: Miguel Aguilar Datos oficiales publicados por la Consejería de Medio Ambiente COTOS AÑOS 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 TOTAL DEL RIO 643 1159 604 219 441 832 557 % PESCADOS EN ZONAS LIBRES 64,4 58,6 65,1 79,4 67 65 78,09 Ejemplar del Narcea Con ambos, son capaces de volver al lugar de nacimiento para perpetuar la especie. Como bien es sabido, el Nancea tiene los frezaderos naturales en el Pigüeña y en el Lleiroso, y por lo que parece, algo ocurre cuando desde el coto de Juan Castaño hacia arriba caen las capturas de adultos en picado. (ver estadísticas). Posibles causas pudieran girar en la degradación de los frezaderos, alimentación muy deficiente de los juveniles que les incapacitaría para superar esta etapa, u otras razones que se deben investigar con estudios hidrobiológicos por la Administración del Principado. Repoblar en zonas altas con alevines de cierto tamaño y diferente huella olfativa no está dando resultado, dado que no han nacido allí y no es su querencia primigenia. El 70% de los salmones pescados a caña en los últimos 7 años han sido de Aridos Pilona, S.L. 33530 INFIESTO Asturias Tel. 985 71 14 96 Móvil: 636 95 95 96 La Llonga hacia abajo y el 1,67% de Las Mestas hacia arriba, cosa inconcebible en una zona que tiene su frezadero natural. Creo que se debería estudiar el manantial existente en la margen derecha del coto de la Varadona, y si resultase apto para el alevinaje, hacer un laboratorio complementario allí. Esto no significa estar en contra de nadie, sino a favor del salmón en el Narcea y del turismo a pié de río que tanto necesitan las zonas de ribera. Se deberían estudiar medidas correctoras medioambientales y sobre todo vigilar cualquier industria que pudiera deteriorar el ecosistema. La presión excesiva de pesca en las zonas libres ha aumentado en el último año hasta el 78% del total de capturas y fundamentalmente del coto de “La Defensa” hacia abajo. De esta manera, difícilmente pueden llegar los salmones a las zonas acotadas de Cornellana hacia arriba. 10% También se debe poner en valor la pesca deportiva de la trucha y el reo, que por lo que se ve, se está quedando en algo testimonial. Las zonas libres necesitan otro ordenamiento, pensando más en el pez que en el pescador, al menos la tendencia estadística así lo indica si queremos un futuro sostenible. Y ya poco debo decir, excepto consultar los datos informativos, que hablan por sí solos. Si entre todos somos capaces de establecer las medidas correctoras adecuadas, a bien seguro mejorará el ecosistema, y el turismo de la caña volverá nuevamente con el esplendor que en otros momentos ha sido capaz, y saldremos ganando todos. DE DESCUENTO EN LA SECCIÓN DE PESCA PARA LOS SOCIOS DE LA ASTURIANA Opinión Avelino Menéndez Fernández Marzo de 2007 PARQUE PRINCIPADO Lugones - Siero 22 23
En relación a la noticia publicada en la edición de Occidente de la Nueva España el pasado día 7 de noviembre, en la que se hacía referencia a las condiciones que deberían cumplir las asociaciones de pescadores que quisieran ser miembros de pleno derecho del Consejo de los Ecosistemas Acuáticos y de la Pesca en Aguas Continentales del Principado de Asturias, anteriormente denominado Consejo Regional de la Pesca, esta Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, dada su condición de decana de las asociaciones de pescadores con implantación en el Principado de Asturias, considera oportuno informar a todos los asociados acerca del devenir histórico de estos acontecimientos, que tuvieron su origen en el año 1986, poco después de que el Principado de Asturias recibiera de manos del antiguo y actualmente extinto Instituto para la Conservación de la Naturaleza (I.C.O.N.A.) las plenas competencias en materia de Caza y Pesca que le son atribuidas por su vigente Estatuto de Autonomía. Haciendo, pues, un pequeño esfuerzo memorístico, la actual estructura de asociaciones de pescadores existente en Asturias se creó siendo Consejero de Agricultura y Pesca el señor don Jesús Arango, quien nada más llegar a su cargo lo primero que hizo en materia de pesca fluvial fue suscribir un convenio con la Asociación Asturiana de Pesca Fluvial para la recuperación del salmón en los ríos asturianos. Un UN POCO DE HISTORIA SOBRE LOS REQUISITOS PARA SER SOCIEDAD COLABORADORA DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS EN MATERIA DE PESCA FLUVIAL buen comienzo de gestión, que se enturbió y oscureció pocos meses después, puesto que aquello no fue sino un gesto para la galería, porque lo que subyacía en el fondo eran precisamente otras intenciones. A renglón seguido, sin que todavía sepamos los motivos, desde los Servicios Técnicos de su Consejería, se inició un maquiavélico proceso de acoso y derribo de la Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, que se gestó con la creación de pequeñas asociaciones locales de pescadores, todas ellas mayoritariamente de trucha –salvo la radicada en Trevías, que era salmonera-, cuyos fundadores y socios en general eran o habían sido socios de nuestra Asociación. Estas asociaciones tenían sus sedes en Aller, Avilés, Cangas del Narcea, Pola de Laviana, Pola de Lena, Navia, Teverga y Trevías. A partir de su creación, era obvio que la Administración necesitaba darles carta de naturaleza legal para poder utilizarlas a su conveniencia cuando lo necesitara, siempre con el mismo fin, es decir, para debilitar al “enemigo” a batir que era ni más ni menos que la Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, quien en aquellos momentos y por tales motivos, en el periodo de un año, pasó de tener más de 7.000 asociados a algo más de 4.000. El peregrino y poco consistente argumento esgrimido por el cerebro de dicha operación era que la “Astur”, como así se la denominaba por aquel entonces, era “una asociación elitista”, de “ricos” y “señoritos”, que estaba dirigida por unos señores plenamente identificados y afines al régimen político imperante en España hasta el año 1975. Es evidente, que la argumentación, por lo que comporta de falaz, se cae por sí sola. ¡Qué bien le hubiera venido a Asturias tener en aquellos años a 7.000 ricos entre sus habitantes! En el otoño de 1987, siendo ya consejero de Agricultura y Pesca el señor D. Jesús Cadavieco, durante una reunión presidida por el Director Regional de Agricultura del Principado de Asturias y por dos funcionarios de su departamento, que se celebró en el número 10 de la calle Uría de Oviedo, donde tenía la sede dicha consejería, y a la que habían sido convocadas todas las asociaciones de pescadores del Principado de Asturias, uno de los funcionarios que acompañaba al Director Regional de Agricultura repartió por debajo de la mesa entre las nuevas asociaciones un modelo de solicitud para que éstas tuvieran el derecho a participar y debatir en futuras reuniones con la Administración toda suerte de asuntos relacionados con la pesca fluvial. No cabe ninguna duda que el procedimiento seguido por el funcionario era absolutamente irregular, porque lo más lógico y natural habría sido repartir dicha solicitud por encima de la mesa, a la vista de todos los asistentes, para que todos los allí presentes hubiéramos tenido la ocasión de darnos por enterados. Vista del pozo La Escalerina, coto Sierra (Sella) ¿Qué requisitos se les exigió en aquellos momentos a dichas asociaciones para poder ser reconocidas como representantes legales de los pescadores locales de sus respectivas cuencas? Pues los siguientes: estar reglamentariamente constituidas, tener un mínimo de 250 socios y comprometerse a destinar el 75 por 100 de sus ingresos anuales por cuotas sociales en beneficio del río. Con eso fue más que suficiente, es decir, nunca se les exigió demostrar de forma fehaciente el número de socios, puesto que nunca tuvieron la necesidad de presentar el Libro de Socios para acreditar el cumplimiento de tal condición ni se les exigía dis- Opinión Foto: Miguel Aguilar poner de instalaciones de producción de alevines, porque ninguna de ellas podía haber tenido tal oportunidad en aquella época. Lo único importante era tener la certeza de que en el Principado de Asturias había a partir de aquellos momentos un total de nueve asociaciones de pescadores: la Asociación Asturiana de Pesca Fluvial 24 25
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