D E R E e H o N A T U R A L Y DE R E e H o e A N o N 1 e O·

CHARLES MUNIER
píos se deducen del análisis racional del complejo humano; todo hombre
puede conocerlos por sus propios medios, se trate del primer axioma
de la vida moral: hacer el bien, evitar el mal, o de los primeros
principios innatos, inmutables y universales, relativos a las tendencias
fundamentales del hombre: conservarse y perpetuarse, conocer
la verdad, vivir en sociedad. Las conclusiones que se desprenden inmediata
y necesariamente de estos primeros principios del Derecho
natural (que forman el l:US gentium de Santo Tomás) son, a su vez,
situadas a veces bajo el término "Derecho natural", pero está lejos
de darse un acuerdo sob"e su calificación exacta en relación con los
primeros principios: La enseñanza ordinaria de la Iglesia en las cátedras
de Teología Moral indica los principales valores que una antropología
cristiana desea ver respetados; a veces el rrutgisterio interviene
para precisar un punto discutido. Recordemos, por ejemplo, la
condena de la esterilización legal por razones de eugenismo (Encíclica
Casti connubii), por otras (Declaración del Santo Oficio, de fecha 24
de febrero de 1940), así como la condena de la inseminación artificial
(Alocución de Pío XII al IV Congreso de Médicos Católicos, en Roma.
el 29 de septiembre de 1949), o del aborto provocado, médico o terapéutico
(Decisiones del Santo Oficio de 24 de junio de 1895 y de 4 de
mayo de 1898, y Encíclica Casti connubii).
Se comprende que pueda parecer aventurado situar indistintamente
bajo el término de Derecho natural otras consecuencias todavía
más alejadas de los principios. Aunque se trate de nonnas tan
comúnmente admitidas como el enriquecimiento sin causa y los contratos
inmorales, o el deber de reparar los daños injustamente causados,
si se puede estimar con buen título que su relación inmediata
con' la naturaleza humana las convierte en obligatorias sin necesidad
de formulación positiva, tal formulación no parece menos deseable,
dada la seguridad jurídica que reclama e impone todo orden
positivo. Ahora bien, no es raro en el mundo de los canonistas el ver
estos principios generales del Derecho designados sin más bajo los
términos de reglas de Derecho natural o de normas naturales.
EL DERECHO NATURAL EN EL CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO
Estas observaciones permitirán comprender el lugar acordado
al Derecho natural en el Código de Derecho Canónico de 1917. Muchas
tradiciones se reúnen allí. Los pasajes donde se hace expresa
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