Liderazgo, Ministerio y Batalla - Iglesia Evangelica Metodista Fuente ...
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LIDERAZGO MINISTERIO Y BATALLA ELPROPÓSITO DE DIOSCONNUESTRAS VIDAS 15<br />
Muchas fueron las formas en que el enemigo trató de<br />
matar a Pablo. Las Escrituras revelan que los judíos lo<br />
azotaron cinco veces con treinta y nueve azotes, tres veces<br />
azotado con varas, una apedreado y dejado por muerto;<br />
además, naufragó tres veces en alta mar, fue picado por<br />
una serpiente venenosa en la isla de Malta y sufrió peligros<br />
de toda clase. Mas el Señor estaba con él protegiéndolo y<br />
cuidándolo porque tenía un plan y un propósito con su<br />
vida para su generación. Al final de su vida pudo decir:<br />
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he<br />
guardado la fe (2 Tirnoteo 4.7)<br />
El propósito de Dios con mi vida<br />
El primer domingo de febrero de 1976, mi esposa y yo<br />
conocimos al Señor Jesucristo como nuestro Salvador en<br />
la iglesia Church on the Way [<strong>Iglesia</strong> del Camino], en Van<br />
Nuys, California. Acababa de cumplir los treinta años de<br />
edad. Igual que en la experiencia de Pablo, sentí como si<br />
se me hubieran removido escamas de los ojos. Al salir de<br />
la iglesia, sentíque una pesada carga cayó de mis hombros.<br />
Veía los colores y la luz de una forma más brillante. Mi<br />
nuevo ser espiritual estaba hambriento y sediento de la<br />
palabra de Dios. Sin embargo, no me imaginaba que el<br />
Señor tenía un plan especial para mí.<br />
Hoy, al examinar el curso de mí vida, veo cómo el<br />
Señor me ha preservado, y esto me hace creer que está<br />
protegiendo el propósito que tiene conmigo. Les daré<br />
varios ejemplos.<br />
A la edad de siete años encontré un taco de dinamita<br />
que se usaba en los llanos orientales de Colombia para<br />
pescar el alimento de los obreros. Este pequeño objeto de<br />
aluminio con pólvora parecía un cigarrillo, y tenía un<br />
fósforo que encendía la mecha para explotar su contenido.<br />
Como niño, ignoraba lo queera o el dañoque podía causar,<br />
así que lo tomé en mis manos y descuidadamente prendí<br />
el fósforo. Para imitar a los adultos que fumaban cigarrillos,<br />
lo lleve a mi boca y justo en ese instante, creo yo, Dios<br />
me envió a un primo mio, mayor que yo, que al ver el<br />
peligroso objeto en mis manos me gritó en voz alta: «¡Tíralo,<br />
tíralol» Al tratar de lanzarlo al aire, y en fracciones<br />
de segundos, me explotó en la mano derecha, destrozándome<br />
las tres primeras falanges de los dedos. Llevo este<br />
recuerdo conmigo para no olvidar que Dios tiene un plan<br />
y un propósito para mi vida.<br />
En junio de 1988,mientras viajaba a una remota región<br />
de las islas Filipinas para celebrar una cruzada evangelístíca,<br />
fuimos rodeados porguerrilleros comunistasdel Ejército<br />
Nacional del Pueblo y amenazados con<br />
ametralladoras. Después de un diálogo prolongado en el<br />
dialecto de ellos con nuestro líder, el pastor filipino Marben<br />
Lagmay, los guerrilleros nos dejaron ir porque llevábamos<br />
un mensaje de paz.<br />
Un par de años más tarde viajaba en un barco entre las<br />
ciudades de Leyte y Manila, en las Filipinas, cuando los<br />
motores de la embarcación se dañaron y estuvimos a la<br />
deriva por varios días.<br />
En esas y otras ocasiones vi la mano de Dios obrar<br />
librándome y protegiéndome. Sé que no importa lo que<br />
suceda, Él está conmigo para cuidarme, porque tiene un<br />
plan y un propósito para mi vida en esta generación.<br />
En la boca de dos o tres testigos<br />
Un mensaje profético, como el de Ananías a Pablo, me<br />
reveló el plan de Dios para mi vida. Algunos meses después,<br />
otro reconocido profeta de Dios, Leland Davís, con-