Liderazgo, Ministerio y Batalla - Iglesia Evangelica Metodista Fuente ...
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92 UDERAZGO: MINISTERIO Y BATALLA UN OBSTÁCULO AL EVANGEUO 93<br />
en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tú nohaslibrado<br />
a tu pueblo (Éxodo 5.22-23)<br />
Muchos cristianos no oyen lo que el Espíritu Santo está<br />
dicíendo a la <strong>Iglesia</strong> de hoy. Muchos rehusan ver lo que<br />
Dios está hacíendo. Se han hecho una idea de lo que es y<br />
no es de Dios que les impide ver la presencia y bendiciones<br />
del Señor.<br />
Dios no siempre habla de bendición, de prosperidad,<br />
de felicidad. Muchas veces Dios habla de sabiduría, de<br />
disciplina, de consagración, de compromiso, de sacrificio,<br />
de fidelidad, de corrección, de diezmos, de ofrendas, de<br />
oración, de intercesión, de ayuno. Dios habla de lo que sea<br />
necesario para su pueblo.<br />
Tenemos que derribar las fortalezas ideológicas que<br />
nos hemos formado y escuchar el mensaje de Dios para su<br />
ejército. Tengo la plena certidumbre de que el mensaje<br />
profético de Dios para la década de los noventa es «<strong>Iglesia</strong>,<br />
prepárate para la gran batalla final».<br />
Hoy en día cada cristiano se forma opiniones acerca de<br />
lo que Dios quiere hacer en el ministerio. Impiden el<br />
derramamiento y movimiento de Dios. Nos mantenemos<br />
divididos porque no estamosde acuerdo en cuanto a cosas<br />
como, la adoración y alabanza, el hablar en otras lenguas,<br />
la danza y las artes, la guerra espiritual, la risa Yel gozo,<br />
la profecía, la forma de vestir, el largo del pelo, etc., etc.,<br />
etc. Hermanos, debemos despertar. Lo que nos une es<br />
mucho mas fuerte que lo que nos divide. La sangre de<br />
Cristo, la cruz de Cristo y el amor incondicional de Dios<br />
nos hacen uno.<br />
El evangelio ele la. cuatro P<br />
En algunos lugares, el pentecostalismo no es más que un<br />
legalismo de obras. Cuando el avivamiento de Asuza comenzó,<br />
las característicasquelo definieron eranla libertad<br />
de expresión en la oración, en la alabanza, en el gozo, en<br />
la profecía, en las lenguas, en la gracia de Dios.<br />
Hoy día, de muchos púlpitos no se escucha nada acerca<br />
de la guerra espiritual, la intercesión, la gran comisión,<br />
las misiones, la oración,el ayuno, la fidelidad, el sacrificio.<br />
Nada de lo que es necesario para estos últimos días,<br />
En muchas naciones de Latinoamérica el evangelio<br />
que predomina es el que he llamado el evangelio de las<br />
cuatro p: pelo, prendtzs, pintura y pantalcm.<br />
¿Es esto lo que Dios quiere enseñarle a su pueblo para<br />
batallar contra el furíoso ataque del enemigo? La verdad<br />
sea dicha, muchos predicadores solo hablan acerca de sus<br />
propias debilidades y preocupaciones. Sin embargo, Dios<br />
nos llama a proclamar un evangelio de poder.<br />
El consejo de Dios al profeta Samuel fue: «No pongas<br />
atención a su vestir ni a su estatura, porque yo lo he<br />
desecho; porque Jehová no mira como mira el hombre;<br />
pues el hombre mira la apariencia externa, pero Jehová<br />
mira el corazón» (1 Samuel16.7, Berldey).<br />
El Espíritu Santo nos exhorta a través de Pablo a no<br />
enfocar nuestra vista en las cosas terrenales sino las celestiales.<br />
Es decir, en las cosas espirituales (véase Colosenses<br />
3.2). El apóstol Pablo nos dice que dejemos de vivir conforme<br />
a las costumbres y opiniones carnales de este mundo,<br />
sino que renovemos, cambiemos de actitud y opiniones<br />
que nos permitan discernir y comprender la buena, aceptable<br />
y perfecta voluntad de Dios (véase Romanos 12.2).<br />
Las fortalezas ideológicas que han dividido y fragmentado<br />
al Cuerpo de Cristo contemporáneo no son nada<br />
diferentes de lasque Pablo declara que eran evidencia de