Liderazgo, Ministerio y Batalla - Iglesia Evangelica Metodista Fuente ...
Liderazgo, Ministerio y Batalla - Iglesia Evangelica Metodista Fuente ...
Liderazgo, Ministerio y Batalla - Iglesia Evangelica Metodista Fuente ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
136 UDERAZGO: MiNISTERIO YBATALLA -<br />
éste;Vé, y va;y alotro:Ven, y viene; ya misiervo: Haz<br />
esto, y lo hace.Al oírloJesús,se maravilló, y dijo a los<br />
que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel<br />
he hallado tanta fe (Mateo 8.8-10).<br />
El Señor se maravilló ante aquel centurión romano<br />
porque percibió el concepto de la autoridad y la sumisión<br />
en el ámbito espiritual. El soldado dijo: «Porque también<br />
yo soy hombre bajo autoridad». Primeramente reconoció<br />
que Jesús estaba bajo autoridad. Entendía el concepto de<br />
autoridad dentro de la esfera militar y la esfera administrativa.<br />
Sabía que la que él tenía sobre los soldados y sobre,<br />
sus empleados se basaba en que él estaba sujeto a otra<br />
autoridad superior. Es más, sin esta no tendría autoridad.<br />
Jesús luego delegó su autoridad a los discípulos y los<br />
envió a llevar a cabo la obra del ministerio (véase Lucas<br />
10.1-20). La autoridad que delegó Jesús fue suficiente y<br />
poderosa sobre toda clase de demonios y enfermedades.<br />
Leamos cuidadosamente lo que dijeron cuando volvieron:<br />
Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre<br />
(Lucas 10.17, énfasisdel autor).<br />
La autoridad que ellos tenían venía del nombre de<br />
Jesús. Les dijo: "OS doy potestad...» (v. 19). Al ser discípulos<br />
de Cristo, se habían sometido a Él. Ahora actuaban con<br />
su autoridad.<br />
Todo líder debe someterse a otra autoridad. Parte del<br />
concepto de la cobertura o protección espiritual es que hay<br />
que ser responsables ante otros. El apóstol Pablo, en su<br />
epístola a Tito, le instruye cómo pastorear a la iglesia en<br />
Creta. Pablo y Tito habían desarrollado una obra misionera<br />
en Creta y al irse, Pablo delegó su autoridad a este joven.<br />
Pablo le dice: «Habla, y exhorta y reprende con toda autoridad.<br />
Nadie te menosprecie» (Tito 2.15). Tito tenía toda<br />
LAAIIfORIDAD EN LAIGLESIA 137<br />
autoridad solo porque Pablo se la había delegado. Nadie<br />
podía menospreciarlo porque él se sometía a Pablo y tenía<br />
la cobertura del ministerio de ese apóstol.<br />
Leamos otro pasaje sobre la autoridad:<br />
Sométasetoda persona a las autoridades superiores; porque<br />
no hay autoridad sino de parte de Dios,y las que<br />
hay, por Dios han sido establecidas. De modo que<br />
quien se opone a la autoridad, a lo establecidopor Dios<br />
resiste;y los que resisten,acarrean condenaciónpara sí<br />
mismos (Romanos13.1-2, énfasisdel autor).<br />
Reconocer, ejercer y obedecer a la autoridad es parte<br />
del camino de fe. El justo es llamado a vivir por su fe<br />
(Romanos 1.17>, y todo lo que no es de fe es pecado<br />
(Romanos 14.23). No someternos a autoridad es un pecado<br />
ante Dios.<br />
El reino de Dios está sujeto a principios y leyes establecidas<br />
y ordenadas por Dios para fijar un sistema efectivo<br />
y eficiente. Dios ha establecido leyes «de la naturaleza».<br />
La ley de gravedad se cumple en toda persona, conversa<br />
o inconversa. Las leyes como la del sonido, la densidad, la<br />
velocidad, y la luz fueron establecidas por Dios para que<br />
hubiera un orden natural para el ser humano. Todas estas<br />
mantienen a la naturaleza en orden hasta el tiempo en que<br />
Dios desenlazará las leyes establecidas para traer juicio<br />
sobre la humanidad.<br />
En el ámbito espiritual, también Dios ha establecido<br />
leyes o principios que gobiernan a la humanidad tales<br />
como la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8.2,25), la<br />
ley de fe (Romanos 3.27), la ley de Cristo, que es el amor<br />
incondicional (Gálatas 3.23>, la ley de libertad que es la<br />
gracia de Dios (Santiago 1.25) y naturalmente la ley de<br />
Dios.