maquetacion septiembre 2007 - Diverdi

oletín de información discográfica 162 / septiembre 2007
vivaldi
meyerbeer
cavalli
varady
jansons
alonso
giulini
laporte
janácek
retratos vocales
juan diego flórez
entrevistas
christophe rousset
leif segerstam
jitka cechová
el circo
de dario fo
las lecciones
de erich kleiber
todo julio gómez
sibelius,
el
gigante
del norte
www.diverdi.com

sellos en distribución exclusiva
(Septiembre 2007)
los sellos señalados con un *
poseen un catálogo gratuito a disposición de nuestros lectores
accent
agruparte
alia vox *
almaviva *
alpha *
ambroisie
analekta
andante
andromeda
arcana
archipel
ar re se
arsis
arte verum
arts
asv
audite *
bbc legends *
biddulph
bis
black box
bmc
bongiovanni
bridge
brodsky records
camerata
carus *
cdm
challenge
christophorus
coe records
col legno
columna música
cpo
cypres
dux *
dynamic *
e lucevan le stelle
enchiriadis
ensayo
etcetera *
eufoda
fuga libera
gaudeamus
gebhardt
globe
glossa
golden melodram
guild
halle
ideale audience
idis
immortal
ina *
ivm
kairos *
klara
l’empreinte digitale
lindoro
mdg dabringhaus & grimm *
medici arts
melodiya
mode *
musique en wallonie
myto *
naïve *
nar
neos
new world records *
nightingale
nmc
nuova era
olive music
ondine *
opera rara *
opera tres
orfeo *
paradizo
passacaille
pentatone
pioneer dvd
ponto
preiser
ramée
regis *
resonance
ricercar
royal concertgebouw o.
soli deo gloria
stradivarius
supraphon *
symphonia
tahra
testament
timpani
tudor
united archives
verso
vms
wergo *
wigmore hall live
winter & winter
editorial
162 / septiembre 2007 boletín de información discográfica 3
índice
diverdi, S.L.
10
18
25
28
31
35
37
45
52
58
año XVI nº162
septiembre 2007
Entrevista a Christophe Rousset
El director de Les Talens Lyriques habla sobre su relación con la música
española y la ópera barroca francesa
El circo de Dario Fo
Gran montaje de L’Italiana in Algeri a cargo del Premio Nobel italiano
Doctor, oigo voces (retratos vocales)
Juan Diego Flórez
Carlo Maria Giulini: materia poética
ARTS rescata la grabación inédita de El paraíso y la Peri de Schumann que
realizó en los años setenta el desaparecido director italiano
La lección del maestro
El nuevo sello MEDICI MASTERS nos trae grabaciones inéditas de Erich
Kleiber
Sibelius total
El mundo discográfico se vuelca con la figura del gran compositor finlandés
al cumplirse los 50 años de su muerte
Entrevista con Leif Segerstam
El director escandinavo habla de su personal visión de Sibelius
Julio Gómez: pasión y proporción
José Luis Temes graba para VERSO la integral sinfónica del músico español
Mountain War Project
Sugerente proyecto audiovisual del mexicano Jorge E. López
los productores: Reijo Kiilunen
Perfil del creador de ONDINE
Eloy Gonzalo 27 (entrada por Santísima Trinidad)
28010 Madrid
tel.: 91 447 77 24
fax: 91 447 85 79
www.diverdi.com
e–mail: diverdi@diverdi.com
La discografía incluida en este Boletín se puede
adquirir en los centros de El Corte Inglés, Fnac y en las
principales tiendas del país.
Director: Juan Lucas (juanlucas@diverdi.com)
Diseño: EMO
Realización: Diverdi
Maquetación: Jose Pascual (macprimo@diverdi.com)
Publicidad: María Díaz (mdiaz@diverdi.com)
Imprime Graficas A.G.A.
Dep. legal: M-10066-94
Solicitado control de OJD

4 diverdi actualidad
01/09/2007 Santa Cristina d’Aro
Francesco Tristano-Schlimé (piano) –
Obras de J. S. Bach, Messina, Frescobaldi y
Stockhausen – Santa Cristina d’Aro (Girona),
Iglesia parroquial
02/09/2007 San Sebastián
Andrew Lawrence-King (arpa) – Choréographie,
música de los maestros de baile de Luis
XIV – San Sebastián, Museo Chillida Leku
07/09/2007 Vilabertrán
Matthias Goerne (barítono), Elisabeth
Leonskaja (piano) – Lieder de Schubert –
Vilabertrán (Girona), Iglesia de Santa María
08/09/2007 Santillana del Mar
Capella de Ministrers, Carles Magraner
(dirección) – Trobadors – Santillana del Mar
(Cantabria), claustro de la Colegiata
08/09/2007 Vilabertrán
Elisabeth Leonskaja (piano) – Schubert:
Las tres últimas sonatas (D958, D959 y D960)
– Vilabertrán (Girona), Iglesia de Santa
María
11/09/2007 Santiago de Compostela
Susan Bickley (mezzosoprano), Stephan
Loges (barítono), Roger Vignoles (piano) –
Recital de lieder – Santiago de Compostela,
Teatro Principal
13/09/2007 Estella-Lizarra
Vittorio Ghielmi (viola da gamba), Lorenzo
Ghielmi (clave) – Obras de Bach, Marais,
Marchand y Forqueray – Estella-Lizarra
(Navarra)
15/09/2007 Oviedo
Jane Eaglen, Jon Frederic West, Andrew
Greenan, Christopher Robertson, Coro de
la Ópera de Oviedo, Orquesta Sinfónica del
Principado de Asturias, Maximiano Valdés –
Wagner: Tristan und Isolde – Oviedo, Teatro
Campoamor (días 15, 19 y 23 de septiembre)
15/09/2007 Estella-Lizarra
Raquel Andueza (soprano), Los Músicos
de su Alteza, Luis Antonio González (dirección)
– Obras de Scarlatti, Avison y Nebra –
Estella-Lizarra (Navarra), Iglesia de San Miguel
16/09/2007 Estella-Lizarra
Fernando Palacios (guión y presentación),
Nova Lux Ensemble, David Guindano
(dirección) – Obras de Mateo Flecha – Estella-Lizarra
(Navarra), Golem Los Llanos
conciertos
18/09/2007 Barcelona
Zubin Mehta (dirección), Orquesta Filarmónica
de Israel – Beethoven: Obertura Leonora
nº 3; Schoenberg: Verklärte Nacht;
Schubert: Sinfonía nº 9 en Do mayor, D944 –
Barcelona, Palau de la Música Catalana
19/09/2007 Barcelona
Zubin Mehta (dirección), Yossi Arnheim
(flauta), Orquesta Filarmónica de Israel –
Mozart: Sinfonía nº 41 “Jupiter”; Bardanashvili:
Concierto para flauta; Dvorák: Sinfonía nº
9 “Del nuevo mundo” – Barcelona, Palau de la
Música Catalana
20/09/2007 Alicante
Ananda Sukarlan (piano), Mercedes
Carretero (flauta), Dagmar Remtova (violonchelo),
Alfredo Anaya y Javier Belinchón
(percusión) – Syahrial: Canción de Sikambang
(arreglo de una canción tradicional indonesia),
Decent Harmony; Ernesto Halffter:
Tres piezas indonesias – Alicante, Teatro
Principal
21/09/2007 Alicante
Fabián Panisello (dirección), Plural Ensemble
– Obras de M. Kishino, T. Hosokawa,
M. Mochizuki y H. Itoh – Alicante, Teatro
Arniches
21/09/2007 Santiago de Compostela
Stephan Genz (barítono), Roger Vignoles
(piano) – Recital de lieder – Santiago de
Compostela, Teatro Principal
22/09/2007 Bilbao
Juanjo Mena (dirección), Ildiko Komlsi,
Alan Held, Coro de la Ópera de Bilbao, Bilbao
Orkestra Sinfonikoa – Bartók: El Castillo
de Barba Azul – Bilbao, Palacio
Euskalduna (días 22, 25, 28 de septiembre y
1 de octubre)
22/09/2007 Bilbao
Juanjo Mena (dirección), Janice Baird, Angela
Denoke, Reinhild Runkel, Alan Held,
Coro de la Ópera de Bilbao, Bilbao Orkestra
Sinfonikoa – Richard Strauss: Elektra –
Bilbao, Palacio Euskalduna (días 22, 25, 28
de septiembre y 1 de octubre)
22/09/2007 Alicante
José María Sánchez Verdú (dirección),
Carolin Widmann (violín), Orquesta Ciudad
de Granada – Obras de Xenakis, Takemitsu,
Sánchez Verdú e Iluminada Pérez Frutos
– Alicante, Teatro Principal
23/09/2007 Barcelona
Christian Zacharias (piano y dirección),
Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional
de Cataluña – C. P. E. Bach: Sinfonía en Fa
mayor Wq 181; Mozart: Concierto para piano
nº 20 KV 466; Beethoven: Obertura Coriolano
op. 62 y Sinfonía nº 4 op. 60 – Barcelona,
L’Auditori
26/09/2007 Barcelona
Christian Zacharias (piano y dirección),
Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional
de Cataluña, Isabel Montar (soprano) – Mozart:
Sinfonía nº 25 KV 183; Haydn: “Berenice,
che fai” para soprano y orquesta Hob.24a:10 y
Sinfonía en Do mayor Hob.I:48 “Maria Teresa”
– Barcelona, L’Auditori
27/09/2007 Barcelona
Christian Zacharias (piano), Christian
Farroni (flauta), Natalie Chee (violín), Joaquín
Riquelme (viola) – Obras de C. P. E.
Bach, Mozart y J. C. Bach – Barcelona,
L’Auditori
28/09/2007 Granada
Jean-Christophe Spinosi (dirección), Orquesta
Ciudad de Granada – Gluck: Obertura
de Orfeo ed Euridice; J. Haydn: Sinfonías Hob
I/82 en Do mayor “El oso” y Hob I/88 en Sol
mayor; Mozart: Obertura de El rapto en el serrallo
– Granada, Auditorio Manuel de Falla
28/09/2007 Lérida
Marta Infante (mezzosoprano), Ensemble
Fontegara, Raúl Mallavibarrena (dirección)
– Arias de Haendel – Lérida, Catedral
29/09/2007 Madrid
Jesús López Cobos (dirección), Samuel Ramey,
Maria Gortsevskaya, Marina Zyatkova,
Raquel Pierotti, Coro y Orquesta Titular del
Teatro Real – Mussorgsky: Boris Godunov –
Madrid, Teatro Real (días 29 de septiembre y
1, 2, 4, 6, 7, 9, 10, 12, 13, 15 y 17 de octubre)
29/09/2007 Barcelona
José Cura, Carlos Álvarez, Deborah Voigt,
Pinchas Steinberg (dirección) – Giordano:
Andrea Chenier – Barcelona, Gran Teatre del
Liceu (días 25 y 29 de septiembre)
30/09/2007 Barcelona
Christian Zacharias (piano y dirección),
Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional
de Cataluña – Beethoven: Obertura Prometeo
op. 43; C. P. E. Bach: Concierto para teclado y
orquesta Wq 23/H 427; Mozart: Sinfonía nº40
KV550 – Barcelona, L’Auditori

El sello francés Ambroisie, ahora parte de Naïve,
ha firmado un acuerdo de colaboración con Al
Ayre Español y su director Eduardo López Banzo.
La serie de grabaciones prevista dará comienzo
con dos óperas raramente escuchadas de Georg
Friedrich Haendel, proyectos ambos que se realizarán
dentro de los doce próximos meses. Claramente,
los horizontes musicales de López Banzo
se están expandiendo más allá de sus esfuerzos
por dar a conocer el patrimonio barroco español,
una actividad por la que se le reconoce nacional e
internacionalmente. Recordemos, por ejemplo,
que en el año 2004 Al Ayre Español recibió el Premio
Nacional de Música. El primer lanzamiento
en esta nueva etapa del grupo, que fue creado en
PASSACAILLE, en Diverdi
actualidad 162 / septiembre 2007
actualidad
Al Ayre Español firma para AMBROISIE
1988 y que en la actualidad recibe
el apoyo del Gobierno de Aragón,
será la décima ópera de
Haendel, Amadigi di Gaula (1715),
que se grabó tras una extensa gira
de conciertos en España y Francia
que incluyó a Maria Riccarda
Wesseling en el papel principal y
a los solistas Elena de la Merced,
Jordi Domènech y Sharon Rostrof-Zamir.
Al Ayre Español ha
realizado con anterioridad nada
menos que 13 grabaciones dedicadas
al Barroco español, y López
Banzo, que estudió con Gustav Leonhardt, continúa
siendo uno de los principales defensores de
compositores como José de Nebra y Antonio Literes.
Su unión a Ambroisie significará la colaboración
estrecha con Nicholas Bartholomée, el
responsable del sello, ingeniero y productor en
gran parte de las grabaciones de Savall en Alia
Vox, y previamente en Auvidis. Las grabaciones anteriores
del conjunto han aparecido principalmente
en Deutsche Harmonia Mundi y Harmonia
Mundi, y en ellas podemos encontrar a grandes
solistas como Marta Almajano, Carlos Mena o
María Bayo, a la que precisamente volveremos a escuchar
en el segundo proyecto en Ambroisie, la
ópera de 1707 Rodrigo, en el papel de Esilena.
Diverdi asumirá en breve la distribución del sello belga
de música antigua Passacaille, cuyo proyecto de
siete discos de cantatas de Bach a cargo del conjunto
Il Gardellino será el eje central de su renovada actividad.
Uno de los codirectores artísticos del ensemble
es Marcel Ponseele, un extraordinario intérprete
de oboe y oboe d’amore al que conocemos, entre
otras cosas, por sus colaboraciones con algunos de
los más renombrados intérpretes de Bach, como Sigiswald
Kuijken, Ton Koopman, Masaaki Suzuki,
John Eliot Gardiner o su compatriota Philippe Herreweghe.
Junto al otro codirector artístico, Jan De
Winne (intérprete de traverso barroco, antiguo productor
radiofónico y ahora también principal responsable
del sello), Ponseele grabará una selección de
las cantatas, utilizando una voz por parte, y que será editada en una colección de digipaks cuyo diseño
utiliza el maravilloso cuadro La adoración del cordero místico de las hermanos Van Eyck que se
encuentra en la Sint-Baafskathedraal de Gante. En el sello encontraremos también a los hermanos
Ghielmi (Vittorio, viola da gamba, y Lorenzo, clave y órgano), que realizarán grabaciones de Haendel,
Purcell y Monteverdi. Además, el clavecinista brasileño Nicolau de Figueiredo aportará un disco
de sonatas de Antonio Soler, mientras el propio De Winne está preparando un registro de cuartetos
con flauta de Mozart. De Winne quiere proporcionar una nueva dinámica de novedades a
Passacaille, originalmente dirigido por Frank Loosveldt, pero lo hará basándose en un sólido catálogo
en el que destacan la serie de impresionantes grabaciones a cargo de Paul Dombrecht con
Il Fondamento, o el programa Sevilla circa 1560 por La Trulla de Bozes.
ETIPO - TELETIPO - TELETIPO - TELETIP
El sello Wergo ha anunciado que va a recuperar
para su catálogo la grabación de 1965 de la
ópera de Bernd Alois Zimmermann Die Soldaten
–una de las obras maestras indiscutidas de
la lírica del siglo XX–, con la Orquesta Gürzenich
de Colonia y Michael Gielen.
Monica Piccinini, Ana Simboli y
Sara Mingardo, estrellas de Concerto
Italiano, son las protagonistas
junto al Orfeo de Furio Zanasi
de la nueva grabación de la ópera
de Monteverdi que ha realizado
Rinaldo Alessandrini. Naïve
propone una suntuosa presentación
que incluye una selección iconográfica y un
ensayo a cargo del director, reconocido biógrafo
del compositor. Alessandrini presentará su
Orfeo en La Scala de Milán el año próximo.
El siempre activo Cuarteto Arditti se ha unido
al Ensemble Modern y al Ensemble Recherche
para la realización de un disco con cuatro obras
de cámara del compositor alemán Mathias Spahlinger.
La edición de Kairos incluirá, además
de la fugitive beauté de 2006, las piezas furioso,
gegen unendlich y Apo do (von hier).
La atención que Timpani presta a
la música del compositor bretón
Jean Cras dará otro fruto discográfico
este otoño con la presentación
de una grabación a cargo de la soprano
Sophie Marin-Degor (una
de las estrellas del CD Vivent les vacances!
de Alpha); además de los
madrigales, Marin-Degor nos ofrece la Messe a
cuatro voces junto con el grupo Le Madrigal de
Paris, dirigido por Pierre Calmelet.
Antes de la première mundial que
tendrá lugar en Kiel (Alemania) en
mayo, tendremos ocasión de disfrutar
de un adelanto de la nueva
ópera de Cristóbal Halffter, Lázaro,
durante la VII Edición del Estío
Musical de Burgos. Será el 20 de
septiembre, con Rafael Frühbeck
de Burgos dirigiendo a la Orquesta Filarmónica
de Dresde en la obertura y primer acto de
esta segunda ópera de Halffter (tras Don Quijote),
con libreto de Juan Carlos Marset. Hay
previstas representaciones completas de la ópera
en Valencia en 2008 y en Las Palmas de Gran
Canaria en 2010.
5

6 diverdi actualidad
IPO - TELETIPO - TELETIPO - TELETIPO
Los lanzamientos que John Eliot Gardiner tiene
previstos en otoño dentro de su serie Bach
Cantata Pilgrimage (SDG) proceden de conciertos
grabados en Nueva York, Cöthen y
Fráncfort. Serán diez cantatas en total, repartidas
en dos discos (uno sencillo y uno doble),
con la presencia, como siempre, de destacados
solistas además de los grupos habituales de Gardiner,
The Monteverdi Choir y los English Baroque
Soloists.
Glossa presentará en breve su nueva
propuesta dentro de la innovadora
colección Ediciones Singulares,
un libro-disco dedicado a las
Sonatas para violín, opus 1 del veneciano
Antonio Vivaldi. A una rica
interpretación a cargo de Enrico
Gatti y su Ensemble Aurora se suman
las contribuciones ensayísticas de los especialistas
Michael Talbot, Stefano Russomanno,
Alessandro Borin, Adriano Olivieri y el propio
Gatti.
Nada menos que 18 versiones distintas de la célebre
romanza Celeste Aida de la ópera de Giuseppe
Verdi propone el sello Bongiovanni en
su nuevo disco. Los amantes de la ópera podrán
disfutar de un verdadero despliegue de
Radameses en las voces de, por ejemplo, Bergonzi,
Corelli, del Monaco, Björling, Gigli, Rosvaenge,
Martinelli, Fleta, Paroli o Caruso, en
grabaciones que abarcan desde 1908 hasta el
año 1969.
BBC Legends nos promete grabaciones
de los años 60 de Georg
Solti al frente de la Orquesta Sinfónica
de Londres de una Eroica
de Beethoven, por un lado, y dirigiendo
a la Orquesta del Covent
Garden en los wagnerianos Viaje
de Sigfrido por el Rin y Preludio y
Muerte de amor, con Birgit Nilsson como solista,
por otro.
En una operación destinada a ampliar las audiencias
para la ópera y el ballet y fortalecer sus
actividades comerciales, la Royal Opera House
de Londres ha comprado por casi 8 millones de
euros el sello de DVDs Opus Arte, que tiene siete
años de existencia y 140 títulos en su catálogo.
Los directivos de Opus Arte, con Hans Petri
a la cabeza, seguirán siendo los responsables
de este sello, que entre sus títulos cuenta con
representaciones del Liceu y del Teatro Real.
actualidad
obituarios
Durante este verano han fallecido tres grandes sopranos operísticas, cuyas carreras comenzaron en
los años 50 y que nos han dejado ricos legados tanto en los escenarios como en disco.
Régine Crespin, natural de Marsella, desaparecida el 5 de julio a la edad de 80 años, fue la más exitosa
prima donna que Francia ha tenido tras la Segunda Guerra Mundial.
Actriz consumada, Crespin también despuntó por su dicción, con notables interpretaciones
en alemán (destacando en Bayreuth y Viena), italiano (en La Scala), así como en
su lengua materna, el francés: inolvidable su Dido en Les Troyens de Berlioz o su Margarita
en el Fausto de Gounod. Sin duda una de las Mariscalas más importantes de su
tiempo, debutó con este papel de Rosenkavalier de Strauss en el Metropolitan de Nueva
York, en Viena, en Buenos Aires y en Glyndebourne, recibiendo los encendidos elogios
de Lotte Lehmann, que aplaudió la “plateada belleza” de su canto. Aunque siempre
se caracterizó por una “sentimentalidad” muy francesa, desde luego ésta no se hallaba
presente en sus interpretaciones wagnerianas, y así fue especialmente elegida por Wieland
Wagner para el papel de Kundry en el Parsifal de Bayreuth de 1958. Aunque también hizo (y posteriormente
grabó) el papel de Brunnhilde en Die Walküre en 1967, en el Festival de Salzburgo, lo cierto
es que siempre prefirió el de Sieglinde, que grabó para Solti. En los años 70, Crespin derivó hacia
roles de mezzo, siendo especialmente recordable su Carmen dirigida por Alain Lombard. Entre
sus muchos estrenos se encuentra Diálogos de carmelitas de Poulenc, ópera en la que desempeñó el
papel de la Nueva Priora, en 1957 (y que grabó en 1958). Sus grabaciones de Les nuits d’été y Shéhérezade
ya son clásicas. En su madurez, Régine Crespin fue una profesora muy respetada.
Beverly Sills, la soprano de coloratura norteamericana especialmente notable en el repertorio belcantista,
murió el 2 de julio a los 78 años.
Nacida en Nueva York de padres emigrantes de origen ucraniano y rumano, Belle Miriam
Silverman fue una estrella infantil a la edad de 3 años, apareciendo en shows radiofónicos
con el nombre de “Bubbles”. Siempre se desenvolvió con naturalidad en los
medios audiovisuales, sobre todo en televisión. Sills desarrolló su carrera en los Estados
Unidos, debutando en la New York City Opera en 1955 como Rosalinda en Die Fledermaus,
aunque su gran salto internacional lo dio en 1966 cuando, en un Giulio Cesare
de Haendel (en el papel de Cleopatra), su interpretación obtuvo una entusiasta aprobación
por parte de un conjunto de críticos de todo el mundo, que habían acudido a la
primera representación de Antonio y Cleopatra de Samuel Barber. Curiosamente, su debut en el Metropolitan
tuvo que esperar a 1976, con Lucia di Lammermoor. La carrera internacional de Sills la llevó
por todo el mundo, con un destacable debut en La Scala en 1969, en el Assedio di Corinto rossiniano.
Se la recuerda especialmente por sus encarnaciones de tres reinas en la “Trilogía Tudor” de
Donizetti (Anna Bolena, Maria Stuarda y Roberto Devereux), aunque sus dotes interpretativas también
iluminaron obras de Massenet (Manon y Thaïs), de Charpentier (Louise), así como de Mozart,
Bellini y Verdi. Tras su retirada de los escenarios en 1979, Sills comenzó una extensa carrera como
administradora artística en los Estados Unidos, donde fue Directora Ejecutiva de la New York City
Opera y Presidenta del Lincoln Center y de la Ópera del Metropolitan.
La soprano lírica Teresa Stich-Randall, también norteamericana, falleció en Viena el 17 de julio. Tenía
79 años.
Nacida en New Hartford (Connecticut), debutó en 1947 como Gertrude Stein en The
Mother of Us All, obra de Virgil Thomson. Fue “encontrada” por Arturo Toscanini, que
la llamó el “descubrimiento del siglo”; con él trabajó en la Sinfónica de la NBC tanto en
sus producciones operísticas (Aida y Falstaff, por ejemplo) como en obras corales. Sin
embargo, el verdadero florecimiento de la carrera de Stich-Randall se produjo al otro
lado del Atlántico, en Centroeuropa, más que en su país natal. Este despegue comenzó
en Basilea y Florencia, antes de establecer una relación con la Ópera Estatal de Viena
que duraría dos décadas. Tuvo conexiones igualmente ilustres con el Festival de Aix-en-
Provence, donde siempre fue aclamadísima por sus roles mozartianos. Algunas de sus grabaciones
más destacadas están vinculadas a Aix, señaladamente las óperas de Mozart dirigidas por Hanz
Rosbaud. Igualmente prodigiosa fue su Sophie en el Rosenkavalier de Strauss, en esta ocasión con
Karajan. Las líneas claras del canto de Stich-Randall, con poco vibrato, le permitieron adentrarse no
sólo en el mundo de Mozart, sino también en Bach, con varias grabaciones ejemplares de algunas
de sus cantatas, especialmente la nº 51, Jauchzet Gott, y de obras corales de gran magnitud. A partir
de los primeros años 70, con su carrera como cantante ya prácticamente concluida, Teresa Stich-Randall
se concentró en sus actividades docentes.

actualidad 162 / septiembre 2007
Comienza la nueva temporada…
actualidad
El abanico de conciertos de música clásica y producciones de ópera que ofrece actualmente el panorama
español es la envidia de muchos países europeos. Incluso con la temporada de festivales estivales
aún dando sus últimos coletazos, ya comienza a tomar el relevo el otoño, que promete una
estimulante batería de espectáculos de artistas tanto nacionales como internacionales, con propuestas
para todos los gustos. Y eso que el Auditorio Nacional de Música de Madrid se encuentra cerrado
por obras de acondicionamiento relacionadas con la seguridad. En esta página y la siguiente les
ofrecemos una selección de los conciertos más destacados que tendrán lugar desde ahora mismo hasta
Año Nuevo.
Conciertos
Gran expectación causará sin duda la interpretación de una de las obras maestras más exigentes del
siglo XX, los Gurre-Lieder de Schoenberg, a cargo de Eiji Oue dirigiendo a la Orquestra Simfònica de
Barcelona. El elenco de solistas en L’Auditori incluirá a Melanie Diener, Jane Irwin, John MacMaster
y Tom Randle (www.auditori.org). Los amantes de la música que deseen escuchar más música orquestal
en vivo de Jean Sibelius deben dirigirse en noviembre a Sevilla, donde Pedro Halffter dirigirá
la Segunda Sinfonía al frente de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Allí también podrán escuchar a
Renaud y Gautier Capuçon en el Doble Concierto de Brahms (www.teatromaestranza.com). El mismo
mes podrán acudir al Palau de la Música en Barcelona, donde el director finlandés Esa-Pekka Salonen
se pondrá al frente de la Filarmónica de Los Ángeles (orquesta que abandonará en 2009 para
concentrarse en la composición) para interpretar la Segunda y la Séptima Sinfonía, además de un nuevo
encargo realizado al compositor norteamericano Steven Stucky, y que lleva por título Radical Light
(home.palaumusica.org). Afortunados los que tengan ocasión en noviembre de escuchar a la extraordinaria
diva Cecilia Bartoli en el recital de arias de Rossini que ofrecerá en el Palau de la Música de
Barcelona, acompañada por el conjunto La Scintilla, de Zúrich (los menos afortunados deberán esperar
a febrero, cuando repetirá en el Teatro de la Maestranza de Sevilla). Adentrándonos en el terreno
de la música contemporánea, qué mejor que proponer los conciertos del Festival de Música de Alicante,
este mismo septiembre, donde tendremos, por ejemplo, al Plural Ensemble y Fabián Panisello
en un programa de Kishino, Hosokawa, Mochizuko e Itoh, o a la Orquesta Ciudad de Granada en un
estreno mundial, la Elegía del aire de José María Sánchez Verdú, con Caroline Widmann como violín
solista y el propio compositor como director (cdmc.mcu.es). ¿Qué tal se desenvuelve John Eliot
Gardiner con Brahms (o con Mendelssohn)? Tendremos posibilidad de comprobarlo en octubre, en
el Palau de la Música de Barcelona, donde el maestro británico dirigirá a su Orchestre Révolutionnaire
et Romantique en la Segunda Sinfonía de Brahms y en una selección de obras corales de ambos compositores
(con el Monteverdi Choir). Antes de embarcarse en enero con Les Musiciens du Louvre-Grenoble
en una gira que les llevará a Valencia, Oviedo, Bilbao, Madrid y Pamplona con las Sinfonías londinenses
de Haydn, podremos escuchar a Marc Minkowski en Valladolid al frente de la Orquesta Sinfónica
de Castilla y León (OSCyL) en un programa Gershwin y John Adams (www.fundacionsiglo.com).
El legendario director Rudolf Barshai será el maestro invitado por la Orquesta (y Coro) de la Comunidad
de Madrid en enero para interpretar la Sinfonía nº 13 de Shostakovich, “Babi Yar”
(www.orcam.org). Otra figura legendaria, el pianista Alfred Brendel, actuará en el Palau de la Música
de Barcelona en noviembre, con un programa dedicado a Haydn, Beethoven, Schubert y Mozart. Un
pianista más joven, el polaco Piotr Anderszewski, comienza una gira por España a finales de noviembre:
lo veremos como solista en el Tercer Concierto para piano de Bartók en Valladolid y León (con la
OSCyL), y en recitales a solo en Sevilla, Oviedo, Gran Canaria y Valladolid. En enero, uno de los
miembros de la formidable dinastía Järvi de Estonia, Krystjan, dirigirá a la Orquesta Nacional de Euskadi
en San Sebastián y Bilbao en un programa que combina La Ascensión de Messiaen y la Novena
Sinfonía de Schubert (www.euskadikoorkestra.es). Antes, en el mes de octubre, la chelista Anne Gastinel
será la solista en el Primer concierto de Haydn, en un programa que también incluye obras de Ravel
y de Richard Strauss y que ofrecerán Pedro Halffter y la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria
(www.ofgrancanaria.com). A lo largo de la temporada, Víctor Pablo Pérez y la Orquesta Sinfónica de
Galicia interpretarán en La Coruña el ciclo íntegro de sinfonías de Beethoven, con un buen número
adicional de propuestas seductoras: Steven Isserlis en el Don Quijote de Strauss, Janine Ransen y Julian
Rachlin en la Sinfonia concertante de Mozart, o la poco frecuente Marcha fúnebre de Marcial del
Adalid (www.sinfonicadegalicia.com). Víctor Pablo también se pondrá al frente de la Orquesta Sinfó-
Sigue en pág. 8
- TELETIPO - TELETIPO - TELETIPO - TELE
Fuga Libera es un sello que dedica especial atención
a la música soviética y rusa en su catálogo,
y dentro de esta línea editará próximamente un
disco en el que participan el director Mark Gorenstein,
la Orquesta Sinfónica Académica Estatal
Rusa y la pianista Victoria Lyubitskaya,
que prestan su autoridad al registro del Concierto
para piano de Alfred Schnittke. La solista
moscovita también es la encargada de interpretar
las Variaciones del acorde e Improvisación
y Fuga.
Opera Rara nos brinda la oportunidad
de penetrar en el mundo musical
de Jacques Offenbach de la
mano de una selección de guías de
toda confianza: en un disco doble
titulado Entre nous – celebrating Offenbach,
solistas del calibre de Jennifer
Larmore, Elizabeth Vidal,
Alastair Miles y Laura Claycomb interpretan
obras olvidadas o semi-olvidadas del compositor.
Arias, duetos y piezas de conjunto cuentan
además con el soporte instrumental de la Orquesta
Filarmónica de Londres, con David Parry
a la cabeza.
Con similar autoridad, el sello polaco Dux prepara
el lanzamiento de una grabación de obras
de Krzysztof Penderecki: su concierto para piano
de 2001/2, Resurrección, el Capriccio para
violín, y De natura sonoris nº 2. El propio compositor
dirige a la Orquesta Sinfónica de la Radio
Nacional Polaca de Katowice, y en el disco
participan las solistas Beata Bilinska (piano) y
Patrycja Piekutowska.
El dotadísimo y siempre original
violinista Pavel Sporcl, un habitual
en Supraphon, aplica su estilo entusiasta
a las eternamente actuales
Cuatro Estaciones de Antonio
Vivaldi, en un disco en el que participa
la Philharmonia de Praga y
que podremos escuchar en otoño.
Como bonus, Sporcl ha preparado el Doble Concierto
de Bach, BWV 1043. Nos preguntamos si
el violinista se encargará de ambas partes de
violín además de dirigir…
El gran director belga Philippe Herreweghe y
el sello Pentatone acaban de hacer público su
proyecto común de grabar el ciclo sinfónico
beethoveniano, con la Royal Flemish Philharmonic.
El primer SACD aparecerá este otoño
y contiene las Sinfonías 5 y 8. El ciclo se completará
durante los próximos dos años.
7

8 diverdi actualidad
IPO - TELETIPO - TELETIPO - TELETIPO
Apenas seis meses tras el aclamado estreno en
La Monnaie de Bruselas de la primera ópera del
belga Benoît Mernier, que lleva por título Frühlings
Erwachen (El despertar de la primavera), ésta
será editada en disco por Cypres. Con un libreto
basado en el lamento de Frank Wedekind por
la juventud perdida, la composición contó con
la poderosa interpretación de Jonas Alber dirigiendo
a la Orquesta de La Monnaie.
Vincent Dumestre y Le Poème
Harmonique han grabado para
Alpha el Orfeo Dolente, una serie de
intermedii compuestos por el florentino
Domenico Belli que tuvimos
ocasión de escuchar en el Festival
Via Stellae de Santiago de
Compostela.
El violagambista Fahmi Alqhai, uno de los fundadores
del conjunto More Hispano de Sevilla
y colaborador habitual de figuras como Jordi
Savall, Vittorio Ghielmi o José Miguel Moreno,
ha grabado junto al clavecinista Alberto
Martínez Molina las Sonatas para viola y clave
de J. S. Bach para el sello Arsis.
Tras su disco dedicado a la música
de Othmar Schoeck, editado en
BIS, el chelista helvético Christian
Poltéra repite en el mismo sello
con una nueva grabación del Concierto
para violonchelo de Honegger,
en compañía de la Orquesta
Sinfónica de Malmö dirigida por
Tuomas Ollila.
Para celebrar el 60 cumpleaños del compositor
británico Howard Skempton, NMC editará
este año una colección de obras de cámara
y corales que incluirá Ben Somewhen, escrita
para contrabajo y conjunto instrumental e interpretada
por el Birmingham Contemporary
Music Group dirigido por James Weeks.
La labor de promoción que el productor de
ECM, Manfred Eicher, lleva realizando con la
música del compositor ucraniano Valentin Silvestrov,
de 70 años, seguirá dando sus frutos:
una próxima edición en la colección New Series
incluirá una selección de sus serenatas para
cuerda, en interpretación de Christoph Poppen
y la Münchener Kammerorchester y la participación
del gran pianista Alexei Lubimov. El
compositor en persona ha añadido 13 de sus
Bagatelas para piano, en recientes sesiones de
grabación que tuvieron lugar en Múnich.
actualidad
nica de Tenerife en las Rückert-Lieder de Mahler (con la soprano Marjana Lipovsek) y la Séptima de Bruckner
(www.ost.es). Uno de los platos fuertes en la nueva temporada de la Orquesta Sinfónica de Bilbao
será la aparición de Daniel Müller-Schott como solista, en noviembre, en el Concerto de William Walton.
También tendremos a Mikail Jurowski dirigiendo una Séptima de Prokofiev (www.bilbaorkestra.com).
Y más delicias vocales, esta vez gracias a los recitales que propone el Ciclo de Lied del madrileño Teatro
de la Zarzuela, extraordinario por la calidad tanto de los cantantes como de los acompañantes: en
octubre, nada menos que el barítono Matthias Goerne y la pianista Elisabeth Leonskaja, y en noviembre,
la mezzo Angelika Kirchschlager junto a Helmut Deutsch (teatrodelazarzuela.mcu.es). Felicity
Lott interpretará canciones de cabaret, entre otras, cuando actúe en el Liceu en octubre, con un programa
titulado “Fallen Women and Virtuous Wives”. El excelso pianista y erudito musicólogo Graham
Johnson estará al piano. El recital del Liceu de noviembre será igualmente intenso musicalmente, aunque
muy diferente de naturaleza, cuando Juan Diego Flórez, el “rey de los res agudos”, tome el escenario
para cantar arias de Donizetti, Rossini, Mozart y Bellini, con el acompañamiento al piano de Vincenzo
Scalera (www.liceubarcelona.com). La celebración de la música de Domenico Scarlatti continúa
también después del verano, con tres conciertos organizados por la Fundación Caja Madrid. Simon
Kermes estará al lado de la Orquesta Barroca de Venecia y Andrea Marcon para el Salve Regina,
Marta Almajano ofrecerá cantatas con el Ensemble Claudiana (ambos conciertos tendrán lugar en la
Capilla del Palacio Real de El Pardo), mientras que Alan Curtis e Il Complesso Barocco interpretarán
Tolomeo et Alessandro, el dramma per musica, en los Jardines Isabel Clara Eugenia de Madrid (www.fundacioncajamadrid.es).
Bajo el sugerente título de “El So Original: orígens i memòria”, comienza una
nueva temporada para Jordi Savall organizado por L’Auditori de Barcelona. En noviembre presentará
un programa titulado “Da pacem”, con música y músicos de Oriente y Occidente (Santa Maria del Mar),
y en enero Le Concert des Nations tocará Lully, Rameau y Marais en la Sala Pau Casals.
Ópera
Durante la primera parte de la temporada en el Palau de les Arts de Valencia, destacan dos obras muy
recientes: 1984, de Lorin Maazel, que contará con los solistas Ian Greenlaw, Richard Margison y Nancy
Gustafson, y La belle et la bête, con música de Philip Glass. La temporada comienza con una nueva producción
de Carmen de Bizet a cargo de Carlos Saura. En el papel principal, Julia Gertseva, mientras
que el rol de Don José estará compartido entre Carlos Álvarez y Miroslav Dvorsky (www.lesarts.com).
En Bilbao, en el Palacio Euskalduna Jauregia, la nueva programación de ABAO-OLBE presenta a
June Anderson en el papel principal de la donizettiana Anna Bolena, una obra que podremos disfrutar
en octubre. Esta producción, dirigida por Jonathan Miller, cuenta asimismo con Chester Patton como
Enrico VIII y José Bros como Riccardo Percy. Y en enero, Così fan tutte: la ópera de Mozart se beneficiará
de un planteamiento historicista gracias al trabajo de Eduardo López Banzo al frente de Al Ayre
Español, con solistas de la talla de Soile Isokoski, Laura Polverelli y Maite Beaumont (www.abao.org).
El Teatro Real de Madrid comienza sus propuestas con un Boris Godunov de Mussorgski escenificado
por Klaus-Michael Grüber, en una serie de representaciones en septiembre y octubre. El papel
principal recae sobre Samuel Ramey, que se turnará con Roberto Scandiuzzi. Otra novedad será el Tancredi
de Rossini, que se presentará en sus dos versiones, la de Venecia y la de Ferrara. Eso será en diciembre,
y el elenco de solistas incluirá a Francesco Mell, José Manuel Zapata, Daniela Barcellona y
Ewa Podles (www.teatro-real.com). A Podles, la contralto de origen polaco, la veremos también en un
recital Rossini que tendrá lugar en Valladolid en enero, con Alberto Zedda dirigiendo a la OSCyL.
En cuanto a Wagner, nos espera Tristán e Isolda por partida doble. Por un lado, en enero Lluis Pasqual
presentará en el Teatro Real una producción en la que participan Waltraud Meier, René Pape y Alan
Titus. Pero antes, en septiembre, podremos ver la propuesta de Alfred Kirchner en Oviedo, donde Jane
Eaglen asumirá el papel de Isolda. El Tristán de Jon Frederic West estará presente en ambas versiones
(www.operaoviedo.com). A Meier, por su parte, la veremos en Sevilla en abril ofreciendo un recital Schubert
y Strauss. Una nueva escenificación de La cenerentola de Rossini traerá a nuestro país a Joyce
DiDonato (recientemente seducida por un contrato de grabación con EMI) y Juan Diego Flórez. La
producción estará firmada por Joan Font. Para la Aida promovida por el propio Liceu, un reparto igualmente
de lujo: Fiorenza Cedolins, Elisabetta Fiorillo, Joan Pons y Roberto Alagna
(www.liceubarcelona.com)… El Orfeo monteverdiano de Claudio Cavina y La Venexiana vuelve a
España en diciembre, tras haber impresionado a audiencias europeas a lo largo de todo este año: será
en el Teatro Villamarta de Jerez y contará como solistas principales con Mirko Guadagnini y Emanuela
Galli (www.teatrovillamarta.com). Y el renovado interés por la música de Manuel García tendrá su
reflejo en enero en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, cuando Pedro Halffter dirija el estreno en España
de La Mort du Tasse.

Hércules frente al amor
antigua 162 / septiembre 2007
Alessandro Ciccolini y Alan Curtis resucitan la desaparecida
Ercole su’l Termodonte de Vivaldi
El proceso de recuperación del legado operístico
de Vivaldi avanza a tan buen ritmo que hasta los
títulos que se consideraban perdidos son restaurados
y presentados en versiones escénicas de notable
mérito. Aún cercana la reposición del
Montezuma a partir del redescubrimiento de la
partitura original en los archivos de la Sing Akademie
de Berlín que se hallaban en Kiev, Alan
Curtis insiste en el repertorio lírico del veneciano
con este Ercole su’l Termodonte, ópera que se
encontraba en la lista de obras desaparecidas del
compositor.
El caso es desde luego diferente al de Montezuma,
pues en este caso no se parte de hallazgo
afortunado, en forma de original completo, alguno,
sino de una reconstrucción en toda regla que
el violinista y musicólogo Alessandro Ciccolini ha
hecho a partir de las arias y dúos de la obra conservados
en manuscritos diversos. Contando con
un libreto de Giacomo Francesco Bussani, Ercole
su’l Termodonte fue estrenado con gran éxito en
Roma (“en el salón de Federico Capranica”) el 27
de enero de 1723, un éxito que no tuvo demasiada
resonancia fuera de la capital pontificia, pues la
ópera apenas se vio en otros teatros italianos, aunque
la treintena de fragmentos difundidos en forma
manuscrita han permitido la reconstrucción
de Ciccolini, quien ha asumido además la composición
de los recitativos y de alguna aria que había
llegado en forma fragmentaria.
La partitura fue editada por el propio Alan
Curtis antes de ser presentada en primicia mundial
en el Festival de Spoleto de 2006 con puesta
en escena de John Pascoe, responsable igualmente
de escenografía y vestuario. En el foso, Il Complesso
Barocco, con Ciccolini de concertino y
Curtis en la batuta. El acontecimiento lo presenta
ahora Dynamic en este DVD que fue grabado
en alta definición bajo la dirección de Matteo Ricchetti
y se ofrece, como es habitual en el sello genovés,
con subtítulos en español.
Ercole su’l Termodonte presenta sobre la escena,
y con pequeños cambios sobre la formulación
más clásica del mito, uno de los doce trabajos de
Hércules, el robo de las armas de Antiope, reina
Pablo J. Vayón
de las amazonas. Acompañado por los nobles más
ilustres de Grecia, Hércules desembarca en Capadocia,
sorprende a las amazonas y secuestra a dos
hermanas de Antiope, Ippolita y Menalippe (en
este libreto, Menalippe se llama Martesia y es hija
y no hermana de la reina). Teseo (que es aquí hecho
prisionero por las amazonas) queda prendado
de Ippolita (que no es raptada) y la toma como
esposa, mientras que por el rescate de Martesia
(que acabará desposándose con Telamone), Antiope
ofrece finalmente sus armas a Hércules. La
obra acaba con Diana bendiciendo las dobles bodas
y la paz entre griegos y amazonas.
Es justamente en torno al amor que basa John
Pascoe su puesta en escena, o más bien, en la contraposición
entre el personaje primitivo, brutal y
guerrero de Hércules (y, en buena medida, también
el de su oponente, la igualmente guerrera Antiope),
que aparece desnudo en escena y así continúa
hasta que a principios del acto III parece descubrir
el sentido de la piedad, y los sentimientos e impulsos
amorosos que mueven al resto de personajes.
Escenario casi desierto, con una pequeña escalinata,
paneles de espejos a ambos lados y unos olivos
al fondo que en las escenas de interior son sustituidos
por unos mínimos elementos arquitectónicos
acompañados de muy visibles símbolos fálicos
que aparecen mutilados, acaso como muestra del
triunfo del universo sentimental femenino sobre
la violencia masculina. Es la fuerza del amor la que
derrota a la guerra, nos dice en definitiva Pascoe.
Musicalmente, Curtis (director irregular donde
los haya) es el de las buenas tardes y ello se traduce
en una dirección teatral, ágil, de tempi vivos y
gran vigor rítmico. Del elenco sobresale la intensidad
de acentos de Mary-Ellen Nesi como Antiope,
tan verosímil en los pasajes líricos como en los
más dramáticos, la elegancia de Marina Bartoli
como Ippolita, la agilidad y frescura de Laura Cherici
como Martesia o la finura del tenor Luca Dordolo.
De fraseo no muy refinado el protagonista
de Zachary Stains, que aporta, en cambio, un color
de pasta oscura que hace muy creíble el carácter
de su Hércules. Sorpresa muy agradable la del
contratenor Randall Scotting, apenas conocido,
que muestra medios generosos y extraordinaria
seguridad en los pasajes más ornamentados.
El triunfo principal pertenece, de cualquier
forma, a Antonio Vivaldi, que continúa ganando
batallas al tiempo y al olvido.
ANTONIO VIVALDI (1678 -1741): Ercole su’l Termodonte
Zachary Stains, Marina Bartoli, Mary-Ellen Nesi, Laura Cherici,
Randall Scotting, Luca Dordolo, Filippo Mineccia / Il Complesso
Barocco. Alan Curtis, dirección. John Pascoe, dirección
escénica. Jeff Davis, diseño de luces. Sara Erde, coreografía
(2006) / DYNAMIC / Ref.: CDS 33525 (1 DVD) D2 x 2
OP30439
Concerto Italiano
Rinaldo Alessandrini
OP30438
Modo Antiquo
Federico Maria Sardelli
OP30427
Modo Antiquo
Federico Maria Sardelli
Anton Steck
diverdi . com
9

10 diverdi antigua
Christophe Rousset
“Martín y Soler y Manuel García influyeron decisivamente
en la música europea de su tiempo”
El francés Christope Rousset, sin duda uno de los
principales protagonistas de la recuperación con
criterios historicistas del repertorio barroco, tanto
en disco como en teatros de ópera y salas de
conciertos, prosigue en la actualidad su evolución
hacia el repertorio clásico, léase Rossini y Mozart,
nombres a los que recientemente ha añadido a Manuel
García y Vicente Martín y Soler. Con su riquísima
experiencia en la música de todas las etapas
del Barroco, escuchar lo que Rousset tiene que decir
acerca de estos compositores más tardíos es
una experiencia musical fascinante: es obvio que
estos músicos estaban influenciados por sus predecesores.
Al igual que algunos de sus ilustres colegas
–John Eliot Gardiner y Nikolaus
Harnoncourt, por ejemplo–, Rousset parece estar
siguiendo sus inclinaciones creativas de la forma
más natural, sin dejarse inhibir por las crudas e
imprecisas divisiones impuestas por la historia de
la música. Sin embargo, Rousset no quiere seguir
los pasos de un Gardiner o un Savall y crear su
propio sello: “No, es demasiado complicado y con
Les Talens Lyriques tenemos demasiadas cosas
por hacer” De hecho, en los últimos tiempos hay
varios sellos en los que han ido apareciendo grabaciones
de Rousset, pero la etiqueta principal es
sin duda Ambroisie y su casa madre en la actualidad,
Naïve. El nombre de Rousset llegó a un público
mucho más amplio cuando dirigió la banda
sonora para la película Farinelli, il castrato en 1994,
un disco que ahora está disponible en Naïve.
Aunque Rousset está constantemente embarcado
en la investigación e interpretación de proyectos
operísticos, no debemos olvidar que sus
comienzos discográficos fueron como clavecinista,
con célebres registros de Bach, Couperin o Ra-
Conversación con el director de Les Talens Lyriques
meau. Fue durante su etapa como asistente de William
Christie en Les Arts Florissants cuando desarrolló
su gran interés por la dirección, a la vez
que tuvo la ocasión de trabajar con jóvenes cantantes
barrocas como Sandrine Piau o Véronique
Gens, colaboraciones que han continuado hasta
ahora. Con la primera, recordamos por ejemplo una
memorable grabación de arias sacras de Mozart
(disponible en DVD en Armide Classics); con
Gens, aparte de su reciente Tragédiennes en Virgin
Classics, Rousset afrontará en el Teatro Real de
Madrid, en noviembre, la obra Il burbero di buon
core, de Vicente Martín y Soler. El trabajo con cantantes
fue lo que le impulsó a fundar su propia orquesta
de instrumentos originales, Les Talens
Lyriques, en 1991. Desde ese momento ha estado
dividiendo su tiempo entre la interpretación a lo
largo y ancho del mundo (como director y clavecinista),
la enseñanza y la investigación, actividad
esta última indispensable para llevar a cabo sus
actividades musicales, sin ir más lejos las casi 70
grabaciones que ha realizado hasta la fecha.
En los últimos tiempos, las apariciones en
concierto de Christophe Rousset son cada vez más
frecuentes en nuestro país, una tendencia que tiene
mucho que ver con su interés por los compositores
españoles, especialmente Martín y Soler y
García. “Creo que es muy interesante lo que estaba
pasando en esta parte de Europa”, nos explica,
“y la influencia de estos compositores en su época.
Martín y Soler fue especialmente importante
en Europa, aportando un sabor español durante sus
viajes a Italia, Austria, Inglaterra o Rusia, y conocemos
su influencia en Mozart: probablemente el
uso de la mandolina en Don Giovanni se debe a
Martín y Soler, y, por supuesto, ahí está la célebre
cita de Una cosa rara. Tanto Martín y Soler como
García fueron capaces de influir en el devenir de
la historia de la música en general, especialmente
por su carácter fuerte y seductor. Uno puede observar,
por ejemplo, el uso de elementos españoles
en la música de García, con un sabor
característico que fue muy popular en Nápoles y
París en su tiempo. Por supuesto, para mí Martín
y Soler representa también una manera de acercarme
más a Mozart (como ocurre con García y Rossini).
Actualmente estoy organizando mis
investigaciones y nuevos proyectos de forma que
incluyan a estos compositores, porque pienso que
la comprensión de Mozart o Rossini es mucho
más completa después de haberlos visitado.”
El interés de Rousset por la música de Martín
y Soler se remonta a su importante grabación
de 2004 de La capricciosa corretta (en Naïve), y
nos lleva hasta las próximas representaciones del
dramma giocoso de 1786 del valenciano, Il burbero
di buon core, obra en dos actos que tendrá como directora
de escena a Irina Brook. Preguntamos a
Rousset por sus impresiones acerca de esta obra:
“Fue el primer gran éxito vienés de Martín y Soler
–y también el primer gran éxito de Da Ponte–,
música fresca y segura sobre un libreto al más clá-
Mark Wiggins
sico estilo Goldoni. En diciembre pasado hice versiones
en concierto de Il tutore burlato, la farsa,
pero pienso que Il burbero di buon core es mucho
mejor. Contiene dos arias alternativas compuestas
por Mozart –y que cantará Véronique Gens–,
algo que le añade todavía mayor interés.” Recordando
que en el caso de La capricciosa corretta
Rousset fue también el editor de la obra, le preguntamos
por este tema: “No, en el caso de Il burbero
di buon core hemos recurrido a la excelente edición
crítica realizada por la SGAE, que está publicando
todas las obras del tándem Soler / Da Ponte,
incluyendo la londinense L’isola del piacere y otras
dos obras de Viena. Estoy también muy interesado
en L’arbore di Diana (Viena, 1987), que me parece
que es la partitura que más urge llevar al disco;
para mí, se trata de la verdadera obra maestra de
Martín y Soler”.
Las actuaciones en el Teatro Real pondrán a
Rousset al frente de una orquesta de instrumentos
modernos, que suponemos requerirá un cambio
de mentalidad en un hombre habituado a
trabajar con su propia orquesta, Les Talens Lyriques.
“No puedo saber en este momento cómo
será esta experiencia. Lo cierto es que no he dirigido
a orquestas modernas con frecuencia; recientemente,
hice El rapto en el serrallo de Mozart en
Lausanne, que fue complicado porque estoy habituado
a obtener de mis instrumentos originales
todo lo que quiero. Con orquestas modernas, tengo
que renunciar a muchas cosas. Simplemente, trato
de obtener el mejor resultado posible. Estaré
en breve en el festival de Aix-en-Provence con Così
fan tutte, mi primera vez allí, y eso que es mi ciudad
natal...”
La segunda figura cuya obra dramática ha
fascinado a Rousset es el ya mencionado Manuel
García (1775-1832), tenor cosmopolita, empresario
y compositor, que introdujo la música de Rossini
en los Estados Unidos y México, además de
realizar grandes conciertos en París, Nápoles o
Londres a principios del siglo XIX. La obra de
García, hombre que además inició una importante
dinastía musical, está recibiendo cada vez mayor
atención por parte de artistas experimentados
de dentro y fuera de nuestro país. El pasado año,
el público pudo disfrutar del programa triple ofrecido
por el italiano Andrea Marcon y la Orquesta
Ciudad de Granada, con la ópera-monólogo El
poeta calculista y dos tonadillas (El majo y la maja
y La declaración), aparecido ahora en el sello andaluz
Almaviva con la soprano española Ruth Rosique
y el tenor anglo-veneciano Mark Tucker
como protagonistas vocales. Y este mismo verano,
el patio del granadino Palacio de Carlos V fue
el mágico lugar elegido por Rousset y Les Talens
Lyriques para dar comienzo a su gira española,
en la que ofrecieron una versión semi-escenificada
de Il Califfo di Bagdad, una opera buffa de García
de 1813, que también pudimos ver en el Teatro
de la Zarzuela en Madrid y en el Palau de la Música
en Barcelona.

“Existe una enorme
cantidad de partituras
francesas que no han
sido tocadas desde los
días de su
composición; basta
con abrir cualquiera
de ellas y casi con total
seguridad la música
será excelente.”
Siendo García para Rousset un paso crucial
para llegar a Rossini, no podemos dejar de preguntarle
por su futuro en este sentido. “Espero
que mi estreno sea en Granada en un par de años,
con una de sus obras ‘orientales’, como Il turco in
Italia o L’italiana in Algeri. Me parece muy lógico
tener este objetivo en mente mientras trabajo sobre
García, aunque éste sea posterior a 1800. Cuando
abrí la partitura de Il Califfo di Bagdad, pensé
de inmediato que no se hallaba muy lejos de Cimarosa,
del que he hecho bastantes cosas. Y la próxima
temporada haré Médée de Cherubini en
Bruselas, en La Monnaie. Es una obra incluso más
romántica que la de García, aunque ésta sea algo
posterior. Pienso que Rossini pertenece exactamente
a la misma línea”.
La interpretación de óperas barrocas de calidad
es una de las piedras angulares de la actividad
de Christophe Rousset, ya sean estándares
como Giulio Cesare o Ariodante de Haendel (esta
última la pudimos ver en Madrid en versión de
concierto en marzo) o las monteverdianas Poppea
o Ulisse, o rarezas desconocidas como Les fêtes de
Paphos de Mondonville, Antigona de Traetta o incluso
Roland de Lully. “Existe una enorme cantidad
de partituras francesas que no han sido tocadas
desde los días de su composición; basta con abrir
cualquiera de ellas y casi con total seguridad la
música será excelente. Típicamente fueron compuestas
para la Ópera de París, una institución con
un gran nivel de calidad ya en aquellos tiempos, con
una orquesta muy buena y cantantes excepcionales.”
La última grabación de Rousset de ópera barroca
francesa contiene una tragédie en musique de
un compositor que se halla a medio camino entre
Lully y Rameau: Henry Desmarest, al que conocemos
de grabaciones de otros especialistas como
Niquet (Glossa) o Christie (Erato). Vénus et Adonis,
la obra en cuestión, acaba de ser publicada por
el sello Ambroisie, y la edición utilizada ha sido preparada
por el Centro de Música Barroca de Versalles.
La grabación procede de un directo en la
Ópera Nacional de Lorena (donde Desmarest vivió
durante muchos años) de 2006. “Me parece
una pieza de enorme calidad, y fue un gran placer
interpretarla. La música es como un puente entre
Lully y Campra, repleta de emociones, pasión y una
escritura muy seductora. De hecho, es perfectamente
comparable con Lully, en mi opinión el mejor
de este grupo de compositores.”
antigua 162 / septiembre 2007
La ópera del ahorcado
AMBROISIE presenta una magnífica interpretación
de Venus y Adonis de Henry Desmarest
“Tenía un genio admirable para la música, totalmente
apropiado para reemplazar a Lully”, escribió
Sebastien de Brossard de Henry Desmarest
(1661-1741). Pero unos amores equivocados le llevaron
a la catástrofe. Criado y educado musicalmente
en la capilla de Luis XIV, rechazado por
joven en el famoso concurso versallesco de 1683,
frustrado por Lully en su intento de viajar a Italia
–“se le pervertiría el gusto”, dicen que dijo cínicamente–,
apreciado por casi todos, pero castigado
y preterido por su implicación en el escándalo
Goupillet –hacía éste pasar por propias composiciones
que, en realidad, eran de aquél–, fue un notable
compositor de iglesia y dramático. Y
desaparecido ya Lully, la Académie Royale de Musique
le encargó una serie de óperas, la primera de
las cuales, Didon (1693), conoció un notable éxito.
Lástima que, poco después, ya viudo, se prendara
de su alumna Marguerite de Saint-Gobert,
noble y casi adolescente, y fuera correspondido. La
rotunda negativa del engreído padre a autorizar
el desigual matrimonio, seguida del embarazo y
rapto de la mocita, terminó, tras novelescos episodios,
en juicio y condena a la horca. Una huida a
tiempo –con su Marguerite del alma, por supuesto–
en 1699 evitó que la soga truncara su vida: la
sentencia se ejecutó en efigie. Comenzó ahí un periplo
que le llevaría a los Países Bajos del Sur, España
y Lorena. Y la tragédie lyrique perdió a su
nuevo valedor, aunque su inconclusa Iphigénie, rematada
por Campra (1704), fuera uno de los más
importantes éxitos de la Académie a lo largo del siglo
XVIII.
Vénus et Adonis (1697), última de sus tragédies
estrenadas en su presencia, fue creada en plena
tormenta amorosa y no son pocos los que
piensan que puede reflejar las cuitas amorosas de
su autor, viéndose en los tiernos diálogos y dúos
de los protagonistas ecos autobiográficos. Cierto
o no, se trata de una obra de rara calidad que muestra
a un compositor sagaz en el estudio psicológico
de los personajes y la traducción musical de
sentimientos y afectos, buen conocedor de las posibilidades
del coro –su experiencia como músico
eclesiástico no es ajena a ello– y hábil orquesta-
11
Mariano Acero Ruilópez
dor. Nos llega hoy grabada en vivo –aunque sin el
en su día obligado prólogo de elogio al monarca–
en un teatro de Nancy, última ciudad que acogió a
Desmarest, en la primavera de 2006. Christophe
Rousset, que ya exhumara años atrás Didon, fue su
director. Realiza un trabajo sólido, preciso, vibrante,
manteniendo la tensión dramática de principio
a fin. Su grupo Les Talens Lyriques suena con plenitud,
sosteniendo o envolviendo voluptuosamente
a las voces, un muy cualificado y homogéneo
plantel en el que, no obstante, destacan Karine
Deshayes, que construye una cálida y sensual Venus,
Anna-Maria Panzarella, que da vida a una humana
y sensible Cidippe y Sébastien Droy
(Adonis), joven tenor de hermoso timbre cuya trayectoria
habrá que seguir con atención. Los amantes
de la ópera francesa están de enhorabuena.
“Vénus & Adonis es una
obra de rara calidad
que muestra a un
compositor sagaz en el
estudio psicológico de
los personajes y la
traducción musical de
sentimientos y afectos,
buen conocedor de las
posibilidades del coro
y hábil orquestador.”
HENRY DESMAREST (1661-1741): Vénus & Adonis
Karine Deshayes, Anna-Maria Panzarella, Ingrid Perruche,
Sébastien Droy, Henk Neven, Jean Teitgen, Anders J. Dahlin /
Les Talens Lyriques. Dir.: Christophe Rousset / NAIVE-AM-
BROISIE / Ref.: AM 127 (2 CD) D5 x 2

12 diverdi antigua
Navidad en Flandes
Lumina, nueva grabación de la Capilla Flamenca, en EUFODA
“Los miembros de la
Capilla Flamenca
vuelven con esta
grabación a demostrar
por qué son en la
actualidad los mejores
intérpretes del
repertorio francoflamenco.”
CHARLES AVISON (1709-
1770): Conciertos en siete
partes / Pablo Valetti, violín y
dirección. Céline Frisch, clave.
Café Zimmermann (Cd
Catálogo 2007) / ALPHA /
Ref.: ALPHA 907 (1 CD +
CATÁLOGO 2007) P.V.P. 8,95
euros.-
GEORG PHILIPP TELEMANN
(1681-1767): Oberturas, sonatas
y conciertos, vol. 5 / Musica
Alta Ripa / MDG / Ref.:
MDG 1450 (1 CD) D2
La Navidad y la Semana Santa, es decir, el nacimiento y la muerte de Jesús, constituían en los albores
del Renacimiento una fuente inagotable de inspiración para iluminadores, pintores, poetas y, sobre todo,
músicos. Probablemente fueron los compositores de la llamada escuela franco-flamenca, desde su variedad
de lenguajes y sensibilidades creativas, quienes mejor supieron plasmar la trascendencia espiritual
de ambos ciclos litúrgicos en aquel periodo artístico de transición en el que confluyeron con singular
brillantez los esplendores del último gótico y las nuevas corrientes del humanismo cristiano.
Las piezas recogidas en este disco constituyen en sí un mosaico, un caleidoscopio de formas y estilos
musicales de inspiración navideña en boga en los Países Bajos hacia el año 1500. Muchas de ellas
se conservan en el códice II 270 de la Biblioteca Real de Bruselas, un enigmático libro escrito en latín
y holandés en el que se mezclan obras de carácter popular con otras más cercanas al estilo polifónico
practicado en las cortes de Francia y Borgoña. Entre estas últimas composiciones destacan las de Alexander
Agrícola, Philippe Verdelot y, sobre todo, los tres motetes de Heinrich Finck (ca. 1444-1527),
todos a cuatro voces, interesantes por muchos motivos y razones pero, fundamentalmente, por su calidad
y por constituir una de las mejores muestras de la evolución de un estilo musical propio que inspirado
en las últimas obras del gran Dufay desemboca abiertamente en el colorido y la expresividad de
Pierre de la Rue y Josquin.
Los miembros de la Capilla Flamenca vuelven con esta grabación a demostrar por qué son en la
actualidad los mejores intérpretes del repertorio franco-flamenco. La pureza y la belleza de las voces,
la maestría con la que su director, Dirk Snellings, entrelaza el canto con el sonido de los instrumentos,
en especial las violas da gamba, la propia majestuosidad del repertorio elegido, todo, como digo, convierte
cada disco de la Capilla Flamenca en una experiencia que va mucho más allá del puro deleite terrenal
y mundano.
LUMINA: Navidades en el Cinquecento. Obras sacras de Agricola, Finck, Van Turnhout, Verdelot, Brumel, De la Rue, Ghiselin–Verbonet,
Adriaensen & Regis
Capilla Flamenca / EUFODA / Ref.: EUF 1366 (1 CD) D2
DIETRICH BUXTEHUDE
(1637-1707): Integral de la
obra para órgano / Harald Vogel,
órgano / MDG / Ref.:
MDG 1438 (7 CD) P.V.P.: 59,80
euros.-
JOHANN SEBASTIAN BACH
(1685-1750): Integral de cantatas,
vol. 35 / Yukari Nonoshita,
soprano. Robin Blaze,
contratenor. Makoto Sakurada,
tenor. Peter Kooij, bajo.
Bach Collegium Japan. Masaaki
Suzuki, dirección / BIS
/ Ref.: BIS SACD 1571 (1
SACD) D2
LA FLAUTA FRANCESA E
ITALIANA EN EL SIGLO XVIII:
Obras de Montéclair, Blavet,
Guignon, Boismortier, Leclair,
Corelli, Geminiani, Veracini,
Locatelli, Albinoni, Vivaldi &
Platti / Barthold Kuijken, flauta
travesera.Wieland Kuijken,
violonchelo. Robert Kohnen,
clave / ACCENT / Ref.: ACC
30009 (2 CD) D2
Francisco de Paula Cañas Gálvez
Novedades antigua
JOHANN SEBASTIAN BACH
(1685-1750): Cantatas para el
año litúrgico, vol.5 / Gerlinde
Sämann, soprano. Petra Noskaiová,
alto. Jan Kobow, tenor.
Dominik Wörner, barítono.
Ewald Demeyere, órgano. La
Petite Bande. Sigiswald Kuijken,
dirección / ACCENT /
Ref.: ACC 25305 (1 SACD) D1

La tentación vive
arriba
Magistral Rademann
en los Membra de Buxtehude
antigua 162 / septiembre 2007
Caronte
Ciertamente, con el magistral ciclo Membra Jesu
nostri de Buxtehude pareciera que alguien estuviera
agitando una campana. Hace veinte años no
había forma de escuchar esta obra en disco y ahora
las versiones se agolpan en las estanterías de las
tiendas. No es para menos. ¿Cómo no verse tentado
ante una creación que con medios tan austeros
logra un impacto expresivo tan sobrecogedor?
Son siete cantatas, dedicada cada una de ellas a
una parte del cuerpo de Cristo en la cruz, e inspiradas
en un texto poético de la Edad Media. Fechada
en Lübeck en 1680, el ciclo Membra Jesu nostri
resume la mucha sabiduría de su autor, tan llamado
a seguir el camino de la luminosidad melódica
como el que conduce a lo más espeso del serio bosque
luterano. No es de extrañar que cuando, décadas
después, un joven organista llegado del sur
pudo admirar su música, quedara tan impresionado
que decidió prolongar su estancia en la ciudad
tres meses más de lo que le permitía su permiso.
Es fácil imaginar al viejo maestro danés y al joven
Bach mostrándose mutuo respeto y admiración.
La interpretación de Hans-Christoph Rademann
se gana merecidamente un puesto entre las
mejores. En lo técnico y en lo musical. Todo fluye
sin esfuerzos desde el primer compás. Por si fuera
poco, este disco ofrece dos interesantes cantatas
como extra. Sírvanse disfrutar con Walts Gott,
mein Werk ich lasse, un coral planteado como un
gran ostinato pero que milagrosamente uno nunca
se cansa de escuchar. Esa es la magia de la buena
música. El poder del gran Dieterich Buxtehude.
DIETERICH BUXTEHUDE (1637-1707): Membra Jesu nostri
(Choral cantatas)
Christina Kaiser, Astrid Werner, Anja Zügner, sopranos. Alexander
Schneider, alto. Tobias Hunger, tenor. Matthias Lutze,
Marek Rzepka, bajos. Dresdner Kammerchor. Hans-Christoph
Rademann, dirección / CARUS / Ref.: CARUS 83.234 (1
CD) D2
22 piezas para 95 tesis
Antología de obras para la
Reforma luterana
MÚSICA DE LA REFORMA: Himnos arreglados por Martín
Lutero (1483-1546), Caspar Othmayr (1515-1553) & Johann
Walter (1496-1570)
Himlische Cantorey / CPO / Ref.: 777275-2 (1 CD) D5
Caronte
Consciente de la importancia que la música representaba
para el culto, Lutero fue, él mismo, el primer
compositor de la iglesia protestante. Fiel
admirador de Josquin Desprez, sus conocimientos
del arte de los sonidos –adquiridos, en parte, en sus
años de estudiante en Eisenach (¿les suena el nombre
de la ciudad?)–, no siendo profundos, eran, en
todo caso, suficientes para iniciar lo que con el
tiempo se convertiría en el monumental edificio
musical al que la Reforma dio lugar.
Este disco recoge precisamente algunas de
las piezas de aquellos primeros momentos, de la
mano de los autores Johann Walter (1496-1570),
Caspar Othmayr (1515-1553) y el propio Martín
Lutero (1483-1546).
De entre las obras seleccionadas, destacaría
las dos dedicadas precisamente a las últimas palabras
de Lutero y a su epitafio respectivamente: dos
motetes de Othmayr de más que notable calidad,
donde el contrapunto más elaborado toma el relevo
de la homofonía de los himnos para dibujar un
contorno mucho más complejo.
La versión del conjunto Himlische Cantorey
presenta una voz por parte, acompañados por el
laúd y el órgano. Una apuesta por la cercanía, muy
beneficiosa para estas creaciones. Su visión es íntima
y reposada, lo que hace de esta grabación una
muy agradable experiencia.
13
Unas gotas de ensueño
Segundo volumen de sonatas para
viola d’amore de Ariosti en BIS
Mariano Acero Ruilópez
Nos gustó mucho el primer disco que Thomas Georgi
–miembro de Tafelmusik Baroque Orchestra–
dedicó a las obras para viola d’amore del
polifacético Attilio Ariosti (1666-1729). Y el segundo
de los tres que tiene previsto dedicar monográficamente
a compositor e instrumento nos
ha complacido de nuevo. Contiene éste siete sonatas
–de la nº 8 a la 14– del Recueil de pièces que el
sueco Helmich Roman copió en Londres y se llevó
con él de regreso a Estocolmo. Y podemos comprobar
en ellas, una vez más, “la fértil invención y
la gran pericia en el arte de la modulación y la armonía”
que admiraron al historiador y crítico dieciochesco
John Hawkins. Thomas Georgi –un
músico que ama apasionadamente el instrumento
de su especialidad, cuyas posibilidades investiga
infatigablemente– ha realizado, por añadidura,
una importante tarea de edición del manuscrito
de Estocolmo, centrada en este caso en la ornamentación.
La hipótesis es que Ariosti, al igual que en
cierta medida Corelli, consideraba los pentagramas
escritos como “un esqueleto, un punto de partida
para añadir ornamentos”. Y los reparte cumplidamente
aquí y allá, inspirándose en los que músicos
contemporáneos (el violinista Matthew
Dubourg, el propio Roman, Santiago de Murcia)
crearon para la obra de Corelli, de la que Ariosti
es deudor, obteniendo un resultado impecable estilísticamente
y hermoso, muy hermoso al oído.
Añadimos el dominio técnico y, sobre todo, la finura
y musicalidad de Georgi como intérprete; el
bellísimo y sensual timbre del instrumento; un
bajo continuo que proporciona un delicado soporte
armónico; un sonido excelente... Y tendremos
un disco absolutamente encantador que derrama
unas gotas de ensueño en esta prosaica vida.
ATTILIO ARIOSTI (1666-1729): Sonatas de Estocolmo, vol. 2
Thomas Georgi, viola d’amore. Lucas Harris, archilaúd &
guitarra barroca. Mime Yamahiro Brinkmann, violonchelo /
BIS / Ref.: BIS 1555 (1 CD) D2

14 diverdi antigua
Telemann en
primavera
Música de cámara del alemán por
La Primavera en ETCETERA
Mariano Acero Ruilópez
Telemann, el inabarcable Telemann, fue uno de
los más notables compositores de música de cámara
de su tiempo. Sus composiciones sonaron en
los primeros conciertos públicos, pero también
llenaron los salones privados de palacios nobiliarios
y residencias burguesas de Alemania y de gran
parte de la Europa de su tiempo. Y en nuestros
días han sido fuente inagotable para casi todos los
grupos surgidos con la explosión de la interpretación
historicista. Hoy es La Primavera quien nos
ofrece un disco con una selección de sus sonatas
en trío (la mayoría, de los Essercizii Musici) y conciertos
(sin ripieno).
Constituido a mediados de la década de los
noventa del siglo pasado, La Primavera, grupo radicado
en los Países Bajos –uno de los grandes semilleros
de la interpretación históricamente
documentada– y formado por jóvenes, pero expertos
y laureados músicos, se ha fogueado durante
una década en conciertos y festivales antes
de lanzarse al mundo de la discografía. Grabó primero
dos discos dedicados al Seiscientos y, de una
u otra forma, al género femenino. Ahora, en su
tercera comparecencia discográfica, aborda un repertorio
no precisamente inédito, pero al que consigue
otorgar un indudable aire de novedad. Lo
consigue con una interpretación que, junto a un excepcional
nivel técnico en todos los componentes
y un bajo continuo coloreado –viola de gamba,
violoncelo, tiorba, guitarra, clave– y sabiamente
combinado, está teñida en todo momento de una
luminosidad que no anula su refinado e intimista
lirismo, de una serenidad que no está reñida con
la expresividad.
GEORG PHILIPP TELEMANN (1681-1767): Sonatas en trío y
concierto
La Primavera / ETCETERA / Ref.: KTC 1312 (1 CD) D2
Chispazos
mediterráneos
Sonatas en trío de Krieger por
Parnassi Musici en CPO
Mariano Acero Ruilópez
Johann Philipp Krieger (1649-1725) es uno de esos
músicos implacable y cruelmente tratados por el
tiempo. Kapellmeister durante casi medio siglo en
la pequeña corte de Weissenfels, a la que inscribió
para siempre en el mapa musical alemán, fue un
prolífico compositor de música vocal, escénica –escribió
una veintena de óperas– y, sobre todo, religiosa
–él mismo inventarió unas 2.000 cantatas
propias–. De todo ello, sin embargo, apenas ha sobrevivido
un puñado de arias y cantatas y lo único
que conocemos hoy de su producción es lo que
le ocupó marginalmente en vida: la música instrumental
y, muy especialmente, dos colecciones de
sonatas que editó en 1688 y 1693. Conocimos las
últimas gracias a una feliz grabación del grupo español
Hippocampus (vid. Boletín, marzo de 2006;
¿para cuándo, por cierto, su conclusión?). Vienen
hoy a nuestras manos, completas, las de 1688, una
docena de sonatas en trío, en un bello disco de
CPO. Concebidas para dos violines y bajo continuo
y en un momento en que no había cuajado todavía
la división en movimientos bien delimitados,
se basan en la sucesión de afectos y ritmos, funden
la tradición de la música de cámara nortealemana
con la modernidad italiana –riqueza
melódica, virtuosismo de las voces solistas– de la
que Krieger se impregnó durante su estancia en Venecia
y se apoyan en un bajo continuo rico y precisamente
señalado por el autor. Pocos intérpretes
tan cualificados como Parnassi Musici para extraer
toda la esencia de esta música. Perfectos en su
técnica, luminosos en su sonido, llenos de fuerza
expresiva, los violines de Margaret MacDuffie y
Matthias Fischer dialogan entre ellos con flexibilidad
e imaginación y se funden con un eficaz bajo
continuo en el que la casi omnipresente viola de
gamba se une, en combinaciones diversas, con el
clave, el órgano y la cuerda pulsada. Otro logro en
la brillante carrera de Parnassi Musici.
JOHANN PHILIPP KRIEGER (1649-1725): XII Sonate à due
Violini (1688)
Parnassi musici / CPO / Ref.: 777294-2 (1 CD) D5
Del violonchelo
al violín
Sonatas para violín de Geminiani
por Anton Steck en CPO
Mariano Acero Ruilópez
No escasearon en el siglo XVIII las transcripciones
de las obras más populares –también de otras
menos conocidas– para los más diversos instrumentos.
Razones musicales y, sobre todo, comerciales,
estaban en la base de este proceder.
Normalmente, eran realizadas por manos ajenas
a sus autores. Pero tampoco faltaron compositores
que adaptaron sus propias obras para una combinación
instrumental distinta de la original. Así
actuó repetidamente Francesco Geminiani (1687-
1762). Como en estas sonatas para violín y bajo
continuo, aparecidas paralelamente a la publicación
como Opus 5 de sus sonatas para violonchelo (1746;
algunos de sus movimientos reaparecerían posteriormente
en sus Pièces de clavecin de 1762). Como
casi siempre que actuó de esta forma, Geminiani
tiende a simplificar su propia música –sin empobrecerla–,
modernizándola para buscar una clientela
más amplia, y poniéndola también en conexión
con su tratado teórico sobre el instrumento, como
si tratara de ofrecer ejemplos prácticos a sus estudiosos.
Se mantiene, eso sí, esa asimetría característica
de la que le acusó el crítico e historiador
Charles Burney y –más importante para el oyente–
su ritmo contagioso y su embrujo melódico, y
aumenta su preciosista embellecimiento. Anton
Steck las recrea con apasionamiento y sensibilidad,
siempre en perfecta compenetración con el
violonchelo de M. Möllenbeck y el clave de C. Rieger
en el continuo. El disco se completa con una
sonata para violín solo que, sin duda, Geminiani
ideó para la exhibición de su apabullante virtuosismo
como intérprete. Seguro que se habría mostrado
satisfecho –si es que no le asaltaban los
celillos– de la lectura que de ella hace Anton Steck.
Disfrútenlo.
FRANCESCO GEMINIANI (1687-1762): Sonatas para violín,
op. 5
Anton Steck, violín. Christian Rieger, clave. Markus Moellenbeck,
violonchelo / CPO / Ref.: 777225-2 (1 CD) D5

Seguir al maestro
antigua 162 / septiembre 2007
Jérôme Correas y su grupo Les Paladins ofrecen una versión ejemplar de L’Ormindo de Cavalli
Con cuentagotas, la industria discográfica va levantando
el velo sobre la producción de Francesco
Cavalli (1602-1676), el mayor exponente –junto a
Monteverdi– del melodrama veneciano de los inicios.
Precisamente la luz cegadora del genio monteverdiano
ha desdibujado en la época moderna
el verdadero alcance de la obra de Cavalli, cuya relevancia
fue enorme entre sus contemporáneos.
Alumno aventajado de Monteverdi, supo seguir
con valentía (¿osadía?) en la dirección marcada
por su maestro, individuando en el realismo psicológico
el elemento clave del melodrama. A través
de un recitativo muy matizado, y con una
intensidad inversamente proporcional a los medios
utilizados, Cavalli levantó un edificio operístico
que sólo en la fase final acabó por rendirse al
dominio del virtuosismo vocal y subordinarse a la
JOHANN SEBASTIAN BACH
(1685-1750): Cantatas, vol. 6,
Cantatas BWV 69a, 137, 35,
77, 164 & 33 / The Monteverdi
Choir. The English Baroque
Soloists. Dir.: John Eliot
Gardiner / SDG / Ref.: SDG
134 (2 CD) D2 x 2
JOHANN SEBASTIAN BACH
(1685-1750): Cantatas, vol. 16,
Cantatas BWV 152, 122, 28,
190. Motete BWV 22) / The
Monteverdi Choir. The English
Baroque Soloists. Dir.:
John Eliot Gardiner / SDG /
Ref.: SDG 137 (1 CD) D1
aparatosidad del componente escénico.
Con L’Ormindo nos encontramos aún en la
fase heroica de los primeros pasos. Tercera colaboración
entre el compositor y Giovanni Faustini,
la ópera se estrenó en 1643, en fechas aún
cercanas al nacimiento del melodrama como espectáculo
público, surgido en Venecia en 1637. Desde
el punto de vista de la narración, el libreto es un
concentrado de situaciones destinadas a convertirse
en tópicas. Tras un prólogo que ensalza la grandeza
de Venecia, se despliega ante el espectador
todo un repertorio bien conocido por los amantes
del género: peripecias amorosas, disfrazamientos,
agniciones, pociones envenenadas y golpes de efecto.
El texto muestra una tendencia creciente a la dicotomía
dialéctica entre recitativo y aria, un aspecto
que Cavalli aprovecha para intensificar el dramatismo
de determinadas escenas, pero sin restar al
“recitar cantando” un ápice de su importancia.
A pesar de que el título hace referencia a uno
de los protagonistas masculinos, el peso de la acción
recae en la pareja femenina formada por Erisbe
y Sicle, a quienes Cavalli dota de una notable
fuerza psicológica. Una espléndida muestra de la
asimilación del lenguaje monteverdiano la encontramos,
por ejemplo, en la Escena Quinta, protagonizada
por Sicle, donde a un sobrecogedor
recitativo le sigue un episodio de curiosísima estructura,
con segmentos melódicos alternándose
con frases en recitativo: una especie de anómalo
y muy sugestivo esbozo de aria. Igual de memorable
es la Escena Décima del Acto Tercero, la más
compleja y extensa de toda la obra y la que marca
el punto culminante de la acción. Pero en cada acto
DIETERICH BUXTEHUDE
(1637-1707): Cantatas / Greta
de Reyghere, Agnès Mellon
sopranos. Henri Ledroit,
James Bowman, contratenores.
Guy De Mey, Ian Honeyman,
tenores. Max van
Egmond, bajo. Ricercar Consort
/ RICERCAR / Ref.: RIC
252 (1 CD) D2
LOUIS-JAMES-ALFRED LEFÉ-
BURE-WELY (1817-1870): Six
Grands Offertoires; Meditaciones
religiosas / Joris Verdin,
órgano (Grabado en el
órgano Cavaillé-Coll de la
Iglesia de Notre-Dame de
Bonsecours en Rouen) / RI-
CERCAR / Ref.: RIC 253 (1
CD) D2
15
Stefano Russomanno
hay aciertos dignos de mención. Otra característica
del melodrama veneciano de los orígenes es la
mezcolanza de elementos trágicos y cómicos, estos
últimos encarnados por el personaje de Nerillo,
aquí interpretado por Dominique Visse con su
acostumbrado histrionismo.
Sin alcanzar la genialidad chocante y casi expresionista
de La coronación de Popea monteverdiana,
L’Ormindo demuestra que las cualidades de
Cavalli no eran tan inferiores a las de su glorioso
maestro. El resultado es una obra de notable inspiración,
rebosante de acentos variados y caracteres
bien construidos, movidos por un sentido del
ritmo teatral que no flaquea en ningún momento:
se trata sin duda de uno de los mayores logros del
primer Cavalli.
Jérôme Correas y su grupo Les Paladins firman
una versión ejemplar, cuya intensidad no impide
el fluir de un ritmo teatral rápido y liviano. El
acompañamiento instrumental es variado (en especial,
la realización del continuo) y siempre ajustado
a la situación dramática. El reparto vocal
reúne cantantes en su mayoría de escuela francesa
y de impecable dicción italiana. Tan sólo destacar
la presencia del gran Howard Cook (siempre
excelente intérprete, aunque la voz muestre algún
cansancio) y Sandrine Piau, que canta el papel de
La Armonía en el Prólogo.
FRANCESCO CAVALLI (1602-1676): L’Ormindo
Piau, Léger, Révidat, Deshayes, Oro, Visse, Crook, Lombard,
Bona, Arnould / Les Paladins. Jérôme Correas, clave & dirección
(Primera grabación mundial) / PAN CLASSICS / Ref.:
PAN 10196 (2 CD) D2 x 2
CONCERTUUM SACRORUM:
Obras de Scheidt, Schütz,
Bernhardt , Ahle, Schein y
Krieger / Ricercar Consort.
La Fenice. Dir.:Philippe Pierlot
/ RICERCAR / Ref.: RIC 254
(2 CD) D2 [2 CD al precio de
1]
Novedades antigua
JOHANN PACHELBEL (1653-
1750): Christ lag in Todesbanden
/ Choeur de Chambre
de Namur, Les Agrémens.
Dir.: Jean Tubéry, dirección /
RICERCAR / Ref.: RIC 255 (1
CD) D2

16 diverdi clasicismo
Larga vida al duque
Magistrales versiones a cargo de La Stagione Frankfurt de las obras sinfónicas de Simon Le Duc
Nacido en París catorce años antes que Mozart y
fallecido a similar edad, Simon Le Duc fue un extraordinario
violinista alabado por Leopold Mozart.
Le Duc destacó desde 1763 como concertino en la
orquesta de los Concerts Spirituels, que dirigiría a
partir de 1773 en triunvirato con Gossec y Gaviniès.
La presencia en sus atriles de pentagramas de autores
como Johann y Carl Stamitz, Cannabich y
DOMENICO SCARLATTI (1685-1757):
Duende (Sonatas para uno o dos claves) /
Skip Sempé & Olivier Fortin, claves (Edición
especial 2 discos. Contiene CD Catálogo
Pandora's Box) / PARADIZO / Ref.: PA
9003 (2 CD) D2
FRANZ DANZI (1763-1826): Integral de
quintetos para vientos / Berlin Philharmonic
Wind Quintet. Love Derwinger, piano /
BIS / Ref.: BIS 1581/82 (2 CD) D2 x 2
Holzbauer propició el desarrollo de un estilo sinfónico
francés, influido por la Escuela de Mannheim,
en el que Le Duc brilló –en su doble faceta
de instrumentista y compositor– con luz propia.
El trabajo al frente de los Concerts Spirituels
“La escritura de Le Duc
presenta no pocas
concomitancias con la
de Mozart en estas
espléndidas e
ignoradas páginas.”
y una muerte prematura fueron los causantes de la
reducida extensión de su legado creador: 3 docenas
de obras de cámara, 4 piezas concertantes y las 6
páginas orquestales (3 sinfonías y 3 tríos, un género
“inventado” por Johann Stamitz en su Opus 1, publicada
en París) que integran el contenido de este
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-
1791): Obra completa para teclado, vol. 5
/ Siegbert Rampe, pianoforte, clave y clavicordio
/ MDG / Ref.: MDG 1305 (1 CD)
D2
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-
1791): Quinteto, Adagio y Rondó. LUDWIG
VAN BEETHOVEN (1770-1827): Quinteto /
Stephen Hough, piano. Berlin Philharmonic
Wind Quintet / BIS / Ref.: BIS 1552 (1
CD) D2
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-
1791): Obra completa para teclado, vol. 6
/ Siegbert Rampe, pianoforte, clave y clavicordio
/ MDG / Ref.: MDG 1306 (1 CD)
D2
FRANZ JOSEPH HAYDN (1732-1809):
Obertura de L’isola disabitata; Sinfonía
Concertante; Sinfonía No. 100 Militar / Netherlands
Chamber Orchestra. Gordan Nikolic,
concertino / PENTATONE / Ref.: PTC
5186300 (1 SACD) D1
Jean Marie Viardot
admirable registro.
A caballo entre la estética galante de Mannheim,
el naciente “Sturm und Drang” y el Mozart
juvenil, la escritura de Le Duc presenta no pocas
concomitancias con la del salzburgués en estas espléndidas
e ignoradas páginas fechadas entre 1767
y 1777. Movimientos como el Moderato y el Presto
ma non troppo de la Sinfonía nº 2, el Allegro moderato
assai y el Spiritoso del Trío orquestal en re mayor
o el burbujeante Allegro molto assai de la Sinfonía
nº 1 resisten, sin demérito alguno para el parisino,
la comparación con cualquier fragmento adolescente
del futuro autor de la Sinfonía “París”; la hondura
que irradia el Adagio sostenuto de la Sinfonía
nº 3 nos recuerda, además, que Le Duc distó de ser
un epígono.
Y La Stagione Frankfurt –en unas lecturas
plenas de incisividad y elegancia, de sentido y sensibilidad–
corrobora que en este terreno (recuérdense
sus memorables grabaciones dedicadas a
Beck) no admiten rivales.
SIMON LE DUC (1742-1777): Integral de obras sinfónicas
La Stagione Frankfurt. Dir.: Michael Schneider / CPO / Ref.:
777219-2 (1 CD)
Novedades antigua
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827):
Sexteto op. 71 & Septeto op. 20 / Consortium
Classicum. Dieter Klöcker, clarinete y dirección
/ CPO / Ref.: 777011-2 (1 CD) D14
FRANÇOIS-JOSEPH NADERMAN (1781-1835):
Sept Sonates Progressives, op. 92; 2 Etudes
Fantastiques / Masumi Nagasawa, arpa / ET-
CETERA / Ref.: KTC 1341 (1 CD) D2

Como anillo al dedo…
de Haydn
Sensacional Haydn desde tierras
japonesas, en TDK
clasicismo 162 / septiembre 2007
Pablo del Pozo
El movimiento de la historically informed performance
dejó hace mucho de ser algo anecdótico
en Japón, como el baile flamenco. De allí siempre
han provenido algunos de los mejores intérpretes
del mundo en el campo de la música antigua
–y en el de la menos antigua– pero, hoy por hoy,
dejó además de sorprendernos la excelsa calidad
de sus agrupaciones formadas con instrumentos
originales, conjuntos por otro lado aún inéditos
en muchas partes de Europa. Si la ilustre Bach Collegium
Japan de Masaaki Suzuki es la gran embajadora
nipona de las cantatas del Thomaskantor,
podríamos proclamar a la joven Orchestra Libera
Classica a la altura de las mejores para el clasicismo
vienés. Inspirada directamente en el
modelo de Eszterháza, es comandada por otro
Suzuki… en efecto, el genial violonchelista barroco,
Hidemi Suzuki. Su trabajo en los matices
y en las texturas es verdaderamente ejemplar: en
las flexibles dinámicas, los ritmos vivos, la nitidez
de las voces, en el logro de amalgamas perfectas,
y sobre todo, por un inteligente equilibrio
estructural al servicio del incesante durchkomponiert
haydniano. Las versiones de las dos sinfonías
stürmisch presentadas, la nº 44 y la nº 46, son
imponentes, precisas, soberbias. La de la nº 53,
obra posterior a la etapa borrascosa de su creador,
y supuestamente frívola por la historiografía
romántica, suena plena, imperial, explosiva a
baquetazos. Las tomas, del sonido en directo de
conciertos en Tokio, son excepcionales, marca
TDK. La OLC ya tiene en su haber unos pocos
compactos dedicados a las sinfonías de Franz Joseph.
Una integral llevará su tiempo, rumores
hay, mas bien que merecería la pena.
FRANZ JOSEPH HAYDN (1732-1809): Sinfonías Nos. 44, 46 &
53
Orchestra Libera Classica. Hidemi Suzuki, dirección / TDK /
Ref.: TDK AD803 (1 CD) D1
Un injusto olvido
Obras sinfónicas de Friedrich
Ernst Fesca, en CPO
Pablo del Pozo
Como en tantos otros compositores, el talento de
Friedrich Ernst Fesca no es correspondiente con
su actual olvido. Sabemos que su obra camerística
gozó en vida del autor de muy alta estima, pero
es que además, sus sinfonías y oberturas están, dicho
sin ambages, a la altura de la mejor producción
orquestal del primer tercio decimonónico. Sin embargo,
coexistir con Beethoven y sobrevivir a la
posteridad ha sido casi siempre una posibilidad
negada hasta para los músicos más geniales de entonces.
A ello añadámosle el infortunio de una
vida trágicamente corta que, unida a su frágil salud,
le impidió escribir un mayor número de obras
y consolidar la fama que le dio, por ejemplo, su
concierto para violín, para más inri perdido. La
NDR Radiophilharmonie completa con este disco
la integral de sus tres sinfonías y cuatro oberturas
(existe un primero centrado en la segunda y
tercera sinfonías, también en CPO, que ya recibió
un gran aplauso de la crítica internacional). Ahora
es el turno de la primera, estrenada en la época
durante la que sirvió en la corte de Jerónimo Bonaparte
en Kassel, efímera capital de un reino, el
de Westfalia, creado por Napoleón. En ella destaca
el ímpetu de sus enunciados, el fraccionamiento
tímbrico de las melodías y el dominio
virtuosístico de cada textura. Por cierto que el andante
introductorio del primer movimiento es todo
un homenaje al último Mozart. En cuanto a las
tres oberturas incluidas, sobresale sin duda la de
la ópera Omar und Leila, de tema exótico. Así pues,
no faltará la instrumentación a la turca, hacia el tramo
final, exultada tras ese misterioso comienzo
entre brumas de trombones y timbales tremolantes.
La polifacética orquesta hannoveriana, como
siempre, segura de sí misma, apasionada, pletórica
en sus efectivos, límpida y certera.
FRIEDRICH ERNST FESCA (1789-1826): Sinfonía No 1;
Oberturas
NDR Radiophilharmonie. Dir.: Frank Beermann / CPO / Ref.:
999889-2 (1 CD) D2
En el riñón del
clasicismo
SUPRAPHON dedica un CD
a la familia Stamic
17
Blas Matamoro
Familias de músicos haberlas haylas y húbolas, algunas
afortunadas y memorables, como los Bach,
los Mozart y los Puccini. Menos sabido es que los
Stamic (escrito en checo), germanizados en Mannheim
como Stamitz, formaron una de ellas. Se situaron
en la ciudad alemana que la historia
convirtió en emblema del clasicismo. El padre, Jan
Václav, y los hijos, Carl –el más conocido – y Anton,
de quien ignoramos la fecha de muerte, conformaron
una orquesta de cámara, un núcleo de
enseñanza de la música para arcos y, lo que más nos
importa ahora, una tradición estética.
Estos conciertos con viola solista tienen la
peculiaridad de dar a este instrumento el rol protagónico,
no demasiado frecuente en aquellos tiempos.
Händel nos ha dejado algunos ejemplos sin
excesiva secuencia. Más se consideró a la viola
como un violín que no pudo ser y un chelo o baritón
que había dejado de ser, un relleno tímbrico del
cuarteto o servidor del violinista en los conciertos
dobles como el mozartiano.
Estas piezas muestran la continuidad de una
escuela. Son clásicas, tienen estructuras y economía
muy nítidas. Trabajan con pequeñas células melódicas
que se van desplegando en arcos más
ambiciosos con comentarios igualmente pequeños,
encadenamientos sutiles, respuestas y retumbes,
todo dentro de la más estricta manera tonal.
A ello se suma la consumada sapiencia de unos
instrumentistas habituados a convivir con sus violas,
a enviolarlas sin violarlas, si cabe la facilidad
semántica. Se ve que los Stamic-Stamitz fueron
eso de lo que se habla mucho y se practica bastante
menos: una familia bien avenida.
CARL STAMIC (1745-1801): Concierto para viola y orquesta
en Re Mayor, op. 1. JAN VÁCLAV STAMIC (1717-1757): Concierto
para viola y orquesta en Sol Mayor. ANTON STAMIC
(1750-?): Concierto para viola y orquesta en Si bemol Mayor
Jan Peruska, viola. Prague Philharmonia. Dir.: Jirí Belohlávek
/ SUPRAPHON / Ref.: SU 3929-2 (1 CD) D10

Dario Fo
18 diverdi ópera
El circo de Dario
DYNAMIC publica en DVD el delirante montaje de Dario Fo
para L’Italiana in Algeri en Pésaro
Dario Fo es una institución dentro del teatro italiano. No es de extrañar que se viera tentado, o se tentara
él mismo sin acicates extraños, por el mundo de la ópera, donde desde hace unos años viene manifestando
una vocación exclusivamente rossiniana. De ahí que recalara de inmediato en Pésaro donde
ya cuenta con una frenética Gazzetta de 2001 y un Italiana in Algeri de 1994 no menos desenfrenada,
repuesta con numerosos añadidos el pasado verano festivalero. No hay momento de calma: en el escenario
ocurren un sinfín de acontecimientos, con unas cámaras incapaces de exponer al completo su dimensión,
ofreciendo una vez más la increíble, inagotable imaginación de su director teatral. A menudo
con movimientos que remiten más a un espectáculo de circo que a uno teatral, y menos operístico. Hay
detalles de diversa índole y significación, pasando de lo poético a lo grotesco, de lo divertido a lo caricaturesco,
del acierto a la exageración en apenas segundos. Un derroche interminable de ideas que puede
despistar, enloquecer o traumatizar a quien quiera captar, descubrir y disfrutar tantos alardes. Lo
mismo que a los cantantes, obligados a veces a ejecutar multitud de diferentes movimientos dentro de
una misma página solista. Ya se sabe que en Pésaro los repartos, por encima de su mejor o menos mejor
acierto de distribución, son de una calidad media notable. Esta Italiana confirma la regla. Marianna
Pizzolato, surgida de la Accademia Rossiniana, y que destacó jovencísima en 2004 como Tancredi,
es una Isabella un poco inmadura para ofrecer toda la dimensión escénica de esta pícara italiana de armas
tomar, pero en cuestiones de voz y canto poco se le puede reprochar. Bonita presencia y bonita
manera de encararse a Lindoro es la que demuestra Maxim Mironov, un tenor surgido del Teatro Helikon
de Moscú y que en Occidente se está abriendo camino, precisamente como tenor rossiniano.
Bruno de Simone y Marco Vinco no necesitan adjetivos ni elogios, estando como están asociados al
canto del pesarense. Pero sí podría matizarse que el primero es uno de los mejores Taddeos de los que
se tiene constancia auditiva y en este caso también visual; que el segundo, dentro de su alto nivel musical,
no consigue con Mustafà la estatura lograda con otros personajes de la galería rossiniana hasta
ahora asumidos, los de tesitura un poco más aguda. Donato Renzetti lleva desde 1981 acudiendo a los
veranos de Pésaro, año en que debutó precisamente con una Italiana en la que Mustafà era el inmenso
Samuel Ramey. Desde entonces ha regresado intermitente y profusamente. Por algo será.
GIOACCHINO ROSSINI (1792-1868): L’Italiana in Algeri
Fernando Fraga
Vinco, Bargneis, Lo Monaco, Esposito, Mironov, Pizzolato, de Simone / Prague Chamber Chorus. Orchestra del Teatro Comunale
de Bologna. Donato Renzetti, dirección. Dario Fo, dirección escénica (2006) / DYNAMIC / Ref.: CDS 33526 (1 DVD) D2 x 2
Savia nueva para una
farsa eterna
Versión pesarense de
La cambiale di matrimonio
Santiago Salaverri
Pese a tratarse de la primera de las cinco farse con
las que Rossini abasteció entre noviembre de 1810
y enero de 1813 al veneciano Teatro San Mosè, La
cambiale di matrimonio fue la última en subir al
cartellone del Rossini Opera Festival; la 12ª edición,
celebrada en 1991, propuso una bella producción
de Luigi Squarzina con escenografía y
vestuario de Giovanni Agostinucci, dirigida en lo
musical por Donato Renzetti, de cuya grabación
por Ricordi-Fonit Cetra me ocupé en estas páginas;
a diverdi.com remito a los interesados en conocer
el contexto de la creación y las características
de la deliciosa farsa casi bicentenaria con la que un
Rossini de 18 años iniciaba su andadura por los
escenarios peninsulares.
Dicha producción fue repuesta en 1995 y, por
último, en el festival del pasado año, cuya grabación
nos llega ahora por obra del sello genovés
Dynamic. Una vez más, la edición discográfica de
esta Cambiale de 2006 nos permite ponderar la
incesante evolución del canto rossiniano por obra
de nuevas generaciones de cantantes: así, Paolo
Bordogna encarna, con las mismas salud vocal y
gracia escénica de que hizo gala en la reciente Pietra
del paragone en el Real, a Tobias Mill, el comerciante
que vende a su hija a su corresponsal
canadiense como una mercancía pagadera mediante
letra de cambio, mientras Fabio Maria Capitanucci
(Marcello en la última Bohème madrileña)
borda su papel de Slook, el americano un tanto
desenfadado de maneras pero noble y de buen corazón.
La pareja de enamorados está magníficamente
defendida por otros dos artistas también
conocidos en el Real, Desirée Rancatore y Saimir
Pirgu; a todos presta sólido concurso la Orquesta
Haydn de Bolzano bajo la batuta de Umberto Benedetti
Michelangeli. Dada la indisponibilidad de
muchas de las restantes grabaciones de la obra en
la actualidad, se agradece este nuevo fruto de la sólida
partnership entre el ROF y Dynamic.
GIOACHINO ROSSINI (1792-1868): La cambiale di matrimonio
Bordogna, Rancatore, Pirgu, Capitanucci / Orchestra Haydn
di Bolzano e Trento. Dir.: Umberto Benedetti Michelangeli /
DYNAMIC / Ref.: CDS 529 (1 CD) D2

Meyerbeer riconosciuto
Si hasta la fecha la recuperación de la producción
italiana de Meyerbeer había sido tarea exclusiva
de Opera Rara –diversos fragmentos en sus antologías
A Hundred Years of Italian Opera, más una
amplia selección de L’esule di Granata e integrales
de Margherita d’Anjou e Il crociato in Egitto–, es
ahora Dynamic quien se suma a esta labor de rescate
con la Semiramide ofrecida en el Festival de
Martina Franca en el verano de 2006. Sergio Segalini,
director del Festival, comenta en sus notas
introductorias la escasa fortuna de Meyerbeer en
la marea de recuperaciones de las últimas décadas,
en contraste con la celebridad universal de
que el autor de Hugonotes disfrutó en vida.
Nacido en Berlín en 1791 (seis meses antes
que Rossini) en una familia judía rica y cultivada,
pianista dotado, Meyerbeer hizo sus primeras armas
como compositor en su país natal sin gran
aceptación. Aconsejado por Salieri, que en Viena
le dio lecciones de contrapunto y prosodia italiana,
a comienzos de 1816 se trasladó a Italia, donde
habría de residir casi una década. En una carta
a uno de sus primeros biógrafos, Schucht, escrita
al final de su vida (1856), Meyerbeer evocaba en términos
de encendido lirismo, casi stendhalianos,
la impresión que le causó esa Italia de la Restauración:
“Estaba como hechizado en un jardín mágico…
Al cabo de un año, me sentía como un
auténtico italiano… Es comprensible que una transformación
tan completa de mi vida interior tuviera
un efecto profundo sobre mi estilo de música”.
Y, en efecto, así fue hasta el punto de que su amigo
Carl Maria von Weber le reprochara el excesivo
italianismo de sus óperas, y que el musicólogo
belga Joseph Fétis, en su Revue musicale de 1827, colocara
al berlinés en primera línea entre los seguidores
italianos de Rossini.
Meyerbeer no necesitaba trabajar para alimentarse
–hasta el punto de no percibir honorarios
por sus obras en muchas ocasiones–, y
compuso, en contraste con el ritmo febril de sus
colegas, con cierta parsimonia: sólo seis óperas
salieron de su pluma durante esos años –Romilda
e Costanza (Padua, 1817), Semiramide (Turín, 1819),
Emma di Resburgo (Venecia, 1819), Margherita d’An-
ópera 162 / septiembre 2007
El Festival de Martina Franca y DYNAMIC exhuman Semiramide, segunda ópera italiana del autor alemán
jou (Scala de Milán, 1821), L’esule di Granata (Scala
de Milán, 1822) e Il crociato in Egitto (La Fenice,
Venecia, 1824)–, más otros dos proyectos
(Almanzor e Ines de Castro) que no llegaron a hacerse
realidad. Segunda de sus óperas italianas,
pues, Semiramide se estrenó en el Teatro Regio de
Turín el 3 de febrero de 1819, en presencia de Víctor
Manuel I del Piamonte, a la sazón uno de los
estados peninsulares más conservadores, también
en sus gustos musicales (lo que ofrecía un gran
contraste con el reino de las Dos Sicilias, cuya política
reaccionaria no era óbice para una apertura
estética que permitía a Rossini, por esos mismos
años, toda suerte de experimentos).
No menos de medio centenar de óperas es
posible rastrear sobre el tema de la reina de Babilonia,
desde Semiramide in India de Sacrati (Venecia,
San Cassiano, 1648) hasta Semíramis de Manuel
García, estrenada en México en 1828. De ellas, el
mayor número (33) corresponde a las basadas en
el poema Semiramide riconosciuta que Metastasio
escribiera en 1729 para ser puesto en música a la
vez por Vinci y Porpora en Roma y Venecia, respectivamente
(cuyo argumento tiene escasos puntos
tangenciales con el de la tragedia de Voltaire que
sirviera de fuente a Rossini); ése fue el libreto elegido,
adaptado probablemente (nos dice Danilo
Prefumo en sus notas al disco) por Ludovico Piossasco
Feys con vistas a abreviar la acción, superar
el rígido esquema recitativo-aria y permitir una
mayor riqueza y variedad en los números musicales.
Y de hecho la complejidad e inverosimilitud de
la anticuada trama –buena parte de la cual ha sucedido
ya cuando se alza el telón, y de cuyo detalle
dispenso al lector– lastran el resultado
dramatúrgico global, pero no hasta el punto de hacernos
pasar por alto el buen oficio de que Meyerbeer
hace gala, a comenzar por una obertura de
porte sinfónico y virtuosismo instrumental, en la
que no faltan ecos del crescendo rossiniano, seguida
de ocho arias, tres dúos y grandiosos números
de conjunto, como la introducción y el finale primo,
a su vez integrado por un buen número de piezas,
la más famosa de las cuales, el trío “Di gioia,
di pace”, pasará a Emma di Resburgo, una de los varios
autopréstamos de una partitura que, al no conocer
el éxito, continuó fecundando obras futuras.
Seis personajes –dos sopranos, una mezzo in
19
Santiago Salaverri
travesti, dos tenores y un bajo– desempeñan roles
de diferente importancia, unos (mezzo y primer
tenor) con escenas solistas en ambos actos, otros
(segunda soprano y bajo) con una sola aria de las
llamadas di sorbetto; pero el peso fundamental recae
en la intérprete del rol titular, escrito para Carolina
Bassi, capaz de brillar tanto en roles de
soprano como de contralto. A destacar su aria con
arpa obbligato “Il piacer, la gioia scenda” en el primer
acto, tres dúos (dos con mezzo, uno con tenor)
y la larga escena final, quince extenuantes
minutos en los que tiene que recorrer una extensa
gama de emociones hasta culminar en un previsible
y jubilatorio happy end.
La función de Martina Franca, globalmente
muy aceptable, cuenta como baza principal con la
prestación en el rol titular de Clara Polito, a quien
ya vimos como Romeo en la versión para dos sopranos
que el mismo festival sirviera en su ante-
“Extensión, agilidad, timbre gratísimo,
frescura vocal, calor y comunicatividad,
virtudes todas que adornan a la soprano
palermitana Clara Polito, hacen de su
prestación lo más grato de la velada.”
rior edición, y que, publicada por Dynamic,
comenté en el boletín nº 149. Extensión, agilidad,
timbre gratísimo, frescura vocal, calor y comunicatividad,
virtudes todas que adornan a la soprano
palermitana, hacen de su prestación lo más
grato de la velada, en la que también destaca el tenor
Aldo Caputo, mientras los restantes personajes
cumplen sobradamente, con la única excepción
de la manifiestamente mejorable mezzo Eufemia
Tufano, de voz destemplada y afinación imprecisa.
El Coro Eslovaco de Bratislava, exclusivamente
masculino, y la habitual Orchestra Internazionale
d’Italia nos hacen añorar un tanto los meyerbeers
de Opera Rara, con esos suntuosos conjuntos orquestales
y corales británicos capaces de otorgar
dignidad a la más desmedrada partitura. Pero, en
todo caso, bienvenida sea esta Semiramide y gracias
a Martina Franca y Dynamic por dárnosla a
conocer.
GIACOMO MEYERBEER (1791-1864): Semiramide
Clara Polito, Aldo Caputo, Eufemia Tufano, Federico Sacchi,
Stefania Grasso, Roberto De Biasio / Orchestra Internazional
d'Italia. Dir.: Rani Calderon / DYNAMIC / Ref.: CDS 533 (2
CD) D2 x 2

20 diverdi ópera
Los 50 de PONTO
Insólita y suculenta propuesta operística del sello holandés
Una iniciativa singular, esta de lanzar de Ponto a 49
célebres cantantes líricos y un memorable crooner a
explorar lo más granado del repertorio operístico
mundial en 4 discos bien pensados. Y es tan peculiar
por dos claras razones, que pudieran también solapar
otras menos evidentes, e incluso casuales, pero todas
abundantes en el propio criterio de su singularidad.
La primera razón clara es que en ellos cada artista
tiene la oportunidad de cantar lo que le da la
gana, aunque a menudo no forme parte del manípulo
de obras que le hicieron famoso, y sí son, en cambio,
caprichos varios, frivolités o sorpresas
(Sutherland/Desdémona verdiana; Caballé/Isolda)
que tienen el valor de hacer felices por un momento
a esos cantantes, y de paso a nosotros, improvisados
mirones tolerados, navegando a contrapelo en las
afueras de su repertorio. Es pues un bello juego en el
que casi todos hacen lo que no les va y, a la postre, se
KURT BAUM canta arias y escenas
de óperas de Rossini,
Bellini, Halévy, Meyerbeer,
Gounod,Verdi, Puccini, Bizet,
Leoncavallo, Giordano & Richard
Strauss / Kurt Baum, tenor
(Grabación en estudio,
1950) / BONGIOVANNI / Ref.:
GB 1201-2 (1 CD) D2
18 CELESTE AIDA de GIU-
SEPPE VERDI (1813-1901) /
Caruso, Paoli, Palet, Fleta,
Martinelli, Pertile,Völker, Rosvaenge,
Masini, Gigli, Björling,
Lagares, Nelepp, del
Monaco, Corelli, Filippeschi,
Bergonzi, Labò / BONGIO-
VANNI / Ref.: GB 1202-2 (1
CD) D2
demuestra que no les iba tan poco. Y la segunda razón
es que esos discos, con contadas excepciones,
apenas contienen arias, y mucho menos las de siempre.
Al asumir tales riesgos, los cantantes van siempre
en pareja, o en grupo, de tal manera que florecen
los dúos, tríos, ensembles y hasta actos casi enteros.
Pero pasemos a ejemplos concretos, y que el lector
se salte si quiere lo anterior. Además de los nombres
de artistas de nota, es a su vez notable la
recuperación de otros preteridos, y entre Price y Price
nos cuelan a un Luchetti, a un Ferraro y hasta a un
Glassman, lo que a su modo se agradece, pues no había
forma humana de volver a oír a estos tres desinhibidos
y alegres vozarrones. El squillante –y algo
primitivo– Veriano Luchetti se lleva aquí la palma, ya
que el álbum recoge un amplio fragmento del I acto
de Forza del destino, con un laborioso Sinopoli en el
podio y, sobre todo, una Julia Varady archiacertada en
la expresión, de flamígeros acentos y absoluta adherencia
al texto. No le andaba muy a la zaga P. M. Ferraro,
que sólo asoma la cabeza en la grabación con
la gran Magda Olivero de cierta obra de Von Einem
(al que conocí en persona y de quien conservo un par
de emotivos recuerdos), basada en una pieza de Dürrenmat
que amo: La visita de la vieja dama, aquí italianizada.
Allan Glassman, muy entregado, se mide
en Iris con una apreciable y algo engolada Adriana
Maliponte.
No hay muchas arias, ya se ha dicho, y casi todas
son de soprano. Con sano espíritu contestatario
comentamos en cambio el aria para tenor Di rigore armato,
de una ópera alemana cantada en italiano por
un tenor monegasco: Alain Vanzo. Éste, siempre de
buena línea y una notable capacidad para las smorzature,
une a estas características sus a veces muy per-
MARIO DEL MONACO: Rarezas.
Fragmentos de Andrea
Chenier (Nápoles '55), Tosca
(Nápoles '54), La Bohème
(Nápoles '51) & Pagliacci (Río
de Janeiro '56) / Mario del
Monaco, tenor. / BONGIO-
VANNI / Ref.: GB 1203-2 (1
CD) D2
GIANFRANCO CÈCCHELE:
Arias de óperas de Verdi,
Mascagni, Puccini, Ponchielli,
Giordano, Bizet, Cilea &
Boito / Gianfranco Cècchele,
tenor / BONGIOVANNI / Ref.:
GB 1204-2 (1 CD) D2
ceptibles cambios de registro, típicos de una cierta
escuela francesa. Bella música straussiana, Rosenkavalier,
que se extiende un poco más, hasta la aparición
de Christa Ludwig, la dueña del timbre más hermoso
de todo el álbum. Y hablando de belleza, tampoco
es desdeñable la inclusión del último fragmento recogido
en esta iniciativa discográfica. Se trata del dúo
final de Jenufa del gran Janácek, tan manipulado por
sus discípulos –¡varapalo de Kundera a los mismos en
Los testamentos traicionados!–, que aquí es servido con
lealtad por un lírico Frans Vroons y una inclasificable
Gré Brouwenstijn.
Y así concluiría este cuento si el álbum no adjuntara
una guinda, un postre entero. Si les preguntara
a Uds. qué postre prefieren dirían cualquiera menos
la sorpresa que reserva este álbum pleno de ellas. De
niño yo siempre pedía flan sin nata, y es Frank Sinatra
el que canta Là ci darem la mano de Don Giovanni.
Para creerlo hay que leer dos veces la carta. El
crooner lo hace con plena dignidad, sorteando bien la
prueba, aunque sea agua ajena a su molino y no se entienda
muy bien la opción de aplanar el espectro dinámico
en algunas frases. Con Sinatra hace suspiritos
una Kathryn Grayson de comedia musical.
VARIOS ARTISTAS: PONTO 50
BEDRICH SMETANA (1824-
1884): Las dos viudas / Tauberova,
Tikalová, Zidek / Prague
National Theater Chorus and
Orchestra. Dir.: Jaroslav
Krombholc / SUPRAPHON /
Ref.: SU 3926-2 (2 CD) D10 x
2
Joaquín Martín de Sagarmínaga
Gundula Janowitz (Clytemnestra), Frank Sinatra (Don Giovanni),
Ghena Dimitrova (Norma), Aprile Milo (Matilde), Galina
Vishnevskaya (Lady Macbeth), Renata Scotto (Leonora),
Julia Varady (Leonora), Joan Sutherland (Desdemona), Anja
Silja (Olympia/ Giulietta/Antonia), Alain Vanzo (Hoffmann/Ein
Sänger), Hilde Rössl-Majdan (Kassandra), Montserrat Caballé
(Isolde)... / PONTO / Ref.: PO 1050 (4 CD) D3 x 3
Novedades ópera
EVA URBANOVÁ: Arias de
Verdi, Puccini, Cilea, Mascagni,
Janácek & Smetana / Prague
Symphony Orchestra.
Dir.: Jirí Belohlávek / SUPRAP-
HON / Ref.: SU 3935-2 (1 CD)
D10

¡Y sin italianos!
Una Aida en San Francisco de
Golden Melodram
GIUSEPPE VERDI (1813-1901): Aida
Fernando Arozena
Bueno, casi, porque en esta representación de 1960
sí hay un italiano, que es, además, el que organiza y
concierta la función desde el foso: Molinari-Pradelli
dirige con oficio, atención y detalle –quizá demasiado
para la capacidad de la orquesta, aunque ésta
se aplica con entusiasmo– dando el toque idiomático
adecuado a la más popular de las obras de Verdi.
Y menos mal, porque el elenco es lo que hoy se denominaría
un “all American cast”, con la excepción
de la austriaca Rysanek; un canadiense y tres estadounidenses
que no dominan con la solvencia necesaria
no ya el fraseo, sino la correcta pronunciación
(debemos excluir a Tozzi, un descendiente de italianos
que terminó de estudiar en Milán). Salvando la
ortodoxia y el purismo, hay que reconocer, sin embargo,
la enorme entrega y profesionalidad que ponen
todos ellos, grandísimos cantantes en su mayoría
que cuentan con largas e insignes carreras. Aunque
podamos ponerle todas las pegas que queramos a la
Aida de Rysanek, tanto desde un punto de vista estilístico
como de comprensión del personaje, la soprano
está sobrada de facultades y el valor de su
interpretación está fuera de duda, aunque corte bruscamente
el filado final de O patria mia. Vickers desgrana
pasión y fuerza en su Radamés, un papel
perfectamente adecuado para su particular instrumento
y del que ha dejado testimonios magníficos
como éste. La Amneris de Dalis matiza bien la ambivalencia
del personaje y sabe ser al tiempo una imponente
“hija de faraones” y una sufriente mujer
enamorada. Tozzi nos regala con su habitual regularidad
un gran Ramfis, con exhibición de poderío
vocal e intención dramática. Weede es un Amonasro
pobre de medios y fundamentalmente efectista,
con problemas en el registro agudo, que pasa sin
pena ni gloria. El sonido no es extraordinariamente
bueno: la toma parece salir de las primeras filas
de butacas, sobre la orquesta; hay toses, algún que
otro cuchicheo y distorsiones puntuales en el comienzo
de ciertas pistas.
Rysanek, Dalis, Vickers, Weede, Tozzi / San Francisco Opera
Orchestra. Dir.: Francesco Molinari-Pradelli (1961) / GOL-
DEN MELODRAM / Ref.: GM 50067 (2 CD) D10 x 2
ópera 162 / septiembre 2007
Desde el corazón de Busseto
Vísperas Sicilianas con puesta en escena de Pier Luigi Pizzi
en DYNAMIC
En 1868, y un poco en contra del deseo de Verdi,
que prefería se dedicara tanto gasto a aliviar necesidades
más perentorias, se inauguró en Busseto
un teatrito de ópera, que finalmente y no sin reticencias
el músico accedió llevara su nombre. Restaurado
modernamente con Luisa Miller,
aprovechando el centenario de la muerte del compositor,
ha acogido ya varios espectáculos (Traviata,
Aida, Falstaff, Nabucco). Administrado por la
ciudad y la Fundación Arturo Toscanini, añade al
de su funcionamiento normal un añadido práctico
más, el de servir de pistoletazo de salida a los
jóvenes que acuden al taller de formación. Tal como
supuso el montaje de la citada Aida, donde los
alumnos disfrutaron de los sabios consejos de
Franco Zeffirelli (regista de la producción) y de
Carlo Bergonzi, que tiene al lado del teatro, en la
misma y deliciosa plaza principal, el corazón de
Busseto, su restaurante I due Foscari. En febrero de
2003 se cantó I vespri siciliani, cuya toma visual
viene a sumarse a las dos ya existentes: la del Comunale
de Bolonia dirigida por Riccardo Chailly
en 1986 y la de la Scala con el otro Riccardo, Muti,
tres años más tarde, lo cual es un auténtico récord
tratándose de una partitura (espléndida, quién lo
duda) que en la discografía tardó mucho más tiempo
en regularizarse, pues hasta 1973 no se realizó
una grabación oficial y completa. Pier Luigi Pizzi
coloca la acción en plena lucha por la independencia
italiana, con los mínimos elementos escénicos
capaces de definir las situaciones, apoyándose
como siempre en un vestuario tan certero en la
hechura como en el sugerente colorido y moviendo
a los actores con la eficacia teatral acostumbrada.
La insignificancia del escenario le sugiere
utilizar a menudo la platea, lo que hace que los espectadores
parezcan más cercanos o unidos a los
acontecimientos musicales (máxime cuando el propio
teatro aparece de pronto reflejado al fondo del
escenario), que las cámaras televisivas aciertan a
transmitir. Un cuarteto de jóvenes cantantes, ya en
plena actividad profesional, dan bastante sentido
a una lectura, dirigida por Stefano Ranzani con el
entusiasmo y la energía que la partitura requiere,
apechugando con sus nada fáciles partes y salien-
21
Fernando Fraga
“Pier Luigi Pizzi coloca
la acción en plena
lucha por la
independencia italiana,
con los mínimos
elementos escénicos
capaces de definir las
situaciones,
apoyándose como
siempre en un
vestuario tan certero
en la hechura como en
el sugerente colorido y
moviendo a los actores
con la eficacia teatral
acostumbrada.”
do del desafío con honestidad y, a veces, holgura.
De Amarilli Nizza (que se dio a conocer en 1997
en el medio con un interesante recital de bel canto
romántico) sobresale la valentía y estilo muy
verdianos, en un canto que despliega sobre todo a
través de la agresividad de sus acentos y de un lirismo
muy peninsular. Renzo Zulian derrocha juventud
y valentía, logrando la caracterización del
héroe romántico, sometido a contrastados sentimientos
personales, que todos reconocemos en
Arrigo. Vladimir Stoyanov, que está haciendo una
considerable carrera como barítono verdiano (fue
Luna en el último Trovatore del Real), accede a la
personalidad paterna de Monforte con buenas y
sinceras intenciones, las propias de un cantante
esencialmente lírico. Orlin Anastassov recibe una
enorme ovación tras la célebre O tu Palermo. La merece.
Su voz suena muy definida en su atractiva
cuerda de bajo, su canto muy seguro y su fraseo bien
resuelto, faena que va engrandeciéndose a medida
que avanza la ópera. La verdad es que toda la
representación, ilusión o realidad, suena terriblemente
verdiana.
GIUSEPPE VERDI (1813-1901): I Vespri Siciliani
Nizza, Stoyanov, Lana, Muti, Zulian, Anastassov, Carraro / Orchestra
e Coro Fondazione Arturo Toscanini. Dir.: Stefano
Ranzani. Pier Luigi Pizzi, dirección escénica (2003) / DYNA-
MIC / Ref.: CDS 33551 (1 DVD) D2 x 2

22 diverdi ópera
Parsifal; Stewart, Hotter, Vickers, Neidlinger,
Ericson; Hans Knappertsbusch
C690074L
Tristan und Isolde; Vinay,
Weber, Mödl, Hotter, Uhde,
Malaniuk; von Karajan
C603033D
Tannhäuser; Windgassen,
Brouwenstijn, Fischer-Dieskau,
Greindl; Cluytens
C643043D
El Anillo del Nibelungo;
Windgassen, Hotter, Varnay,
Greindl; Knappertsbusch
C660513Y
Lohengrin; Kónya, Grümmer,
Crass, Blanc, Gorr;
von Matacic
C691063D
diverdi . com
Un Offenbach vienés
CPO prosigue su serie de operetas con Fatinitza,
obra inédita de Franz von Suppé
Rafael Banús Irusta
Franz von Suppé, cuyo auténtico nombre era Francesco Ezechielle Hermenegildo Cavaliere Suppe
Demmelli, nació el 18 de abril de 1819 en la pequeña localidad dálmata de Spalato (la actual Split croata,
que entonces pertenecía a Austria). Sus padres, de origen belga, habían fijado allí provisionalmente
su residencia. A los 8 años comenzó a cantar en el coro de Zara, la capital de Dalmacia. El maestro
del coro local y el director de orquesta Giuseppe Ferrari le instruyeron en lo básico del arte musical.
Cuando cumplió 15 años, sus padres lo enviaron a la facultad de derecho de la Universidad de Padua,
y al terminar la carrera ingresó en el cuerpo de funcionarios del imperio austro–húngaro. Fue entonces
cuando realizó sus primeros viajes a Milán, donde conoció a Rossini y Donizetti, quienes le marcarían
profundamente, quedando muy impresionado por la ópera Guillermo Tell.
En 1835, y tras la muerte de su padre, se fue a Viena, donde entró en la facultad de medicina hasta
que, movido por la música, abandonó definitivamente los estudios. A partir de ese momento comenzó
a trabajar como director musical en diversos teatros y compuso sus primeras óperas de estilo italiano,
que fueron un fracaso. En 1860 su carrera profesional sufre un gran vuelco. Tras haber escuchado las
óperas bufas de Offenbach decide imitar su estilo adaptándolo al idioma alemán y la escena vienesa.
En 1865 fue nombrado director del Teatro Leopoldstadt de Viena, y después tuvo otros cargos parecidos,
así como la dirección musical del prestigioso Theater an der Wien. Entre sus principales operetas
se encuentran Dichter und Bauer (Poeta y aldeano, 1846), Die schöne Galathée (La bella Galatea, 1865),
Leichte Cavallerie (Caballería ligera, 1866), Fatinitza (1876) y Boccaccio (1879). Su gran sentido del humor
le permitió componer operetas con contenido pseudo-biográfico de compositores como Mozart
o Haydn, y parodias de obras clásicas como El sueño de una noche de verano.
Esta producción de Fatinitza (posiblemente, junto con Boccaccio, su obra maestra), fue recogida
en vivo en agosto del pasado año en el Festival Franz Lehár de la localidad austriaca de Bad Ischl, de
donde ya nos han llegado otras joyas de la opereta publicadas asimismo por CPO. Se trata de una divertida
parodia de la guerra de Crimea que nos recuerda mucho a La gran duquesa de Gérolstein de Offenbach,
llena de pegadizas melodías y alegres ritmos marciales, que no caen nunca en la vulgaridad
gracias a una refinada orquestación y un sofisticado sentido armónico. La interpretación es magnífica,
y está llevada con excelente pulso por el joven maestro Vinzenz Praxmarer, que posee un indiscutible
espíritu para esta música. El reparto es igualmente impecable, y está capitaneado por la sugerente
voz de la soprano croata Zora Antonic en el papel protagonista, bien secundada por todo un plantel de
admiradores.
FRANZ VON SUPPÉ (1819-1895): Fatinitza
“Fatinitza, posiblemente
la obra maestra de
Suppé, está llena de
pegadizas melodías y
alegres ritmos
marciales, que no caen
nunca en la vulgaridad
gracias a una refinada
orquestación y un
sofisticado sentido
armónico.”
Stephanie Houtzeel, Steven Scheschareg, Zora Antonic, Christian Bauer, Bernhard Adler / Chor des Lehár Festivals Bad Ischl.
Franz Lehár-Orchester. Dir.: Vinzenz Praxmarer / CPO / Ref.: 777202-2 (2 CD) D2 x 2

El otro Massenet
El pobre Massenet parece que siempre tiene que
pedir perdón. Que si burgués, que si fácil, que si
acaramelado… Como, además, tuvo en vida un
éxito total da la sensación de que ahora se le quisiera
hacer pagar póstumamente por el que no tuvieron
otros menos afortunados. De sus óperas
sólo Werther y Manon se representan –eso sí, con
enorme frecuencia–, otras como Chérubin parecen
despertar de un sueño demasiado largo y el
ópera 162 / septiembre 2007
GALA presenta una Hérodiade con Grace Bumbry en el papel principal
resto es ya carne de coleccionistas discográficos.
Pero la verdad es que Massenet es un compositor
de mucho más interés que el que ofrecen esas sus
dos únicas óperas “vivas” –alguien podría tratar de
recuperar Cendrillon, por ejemplo, de entre lo que
queda de la treintena que escribió– y sus seguidores
lo saben.
No sólo para esos adictos aparece ahora una
grabación de Hérodiade registrada en vivo –con
alguna tos cercana y aflictiva en el dúo entre Hérodiade
y Hérode Venge-moi d’une suprême offense!–,
en la Ópera de Niza el 21 de junio de 1987.
sino también para los amantes de las grandes voces,
en este caso, además, en papeles que no dejan
de ser una curiosidad en su repertorio. Y es que la
protagonista principal de esta versión es nada menos
que Grace Bumbry, que aquí, diez años justos
antes de su retirada, da una lección de clase, con
esa voz de inconfundible color y ese arrojo que jamás
perdía la línea. A su lado, como Juan el Bautista,
se anunciaba un tenor llamado Max Eggert
y que resultó ser el francés Gilbert Py, quien muestra
su tradicional poderío en una encarnación extraordinariamente
convincente. Py decidió cambiar
su nombre por razones personales que las notas al
programa no nos dicen. A esa curiosa circunstan-
23
Pablo Batallán
cia se une otra más dramática, y es que Py sustituía
al anunciado José Carreras, quien no pudo
cantar por habérsele manifestado ya los síntomas
de la enfermedad contra la que luchó con voluntad
admirable. Salomé es otra grande, Leona Mitchell.
La batuta experta, sensible y siempre atenta
a los cantantes de Georges Prêtre aseguró esta velada
tan peculiar como interesante.
Igualmente interesante es el bonus que completa
este álbum. Se trata de fragmentos de la Salomé
de Strauss en la versión que utiliza el texto en
francés de Oscar Wilde, tan pocas veces dada y
con variantes en relación a la que habitualmente
se ofrece. La dirige con pericia Theodor Guschlbauer
a la Orquesta Filarmónica de Estrasburgo en
una grabación efectuada en Montpellier el 28 de
julio de 1989. El reparto es de lo más apañado: de
nuevo Gilbert Py como Hérode, Cynthia Makris
como Salomé, Nadine Denise como Herodías y
Monte Pedersen como Iokanaan.
JULES MASSENET (1842-1912): Hérodiade
Bumbry, Mitchell, Py, Schexnayder, Mars / Orchestre Philarmonique
et Choeur del’Opéra de Nice. Choeur de l’Académie
de l’Université de Belgrade. Dir.: Georges Prêtre (1987)
/ GALA / Ref.: GL 100.631 (3 CD) D33

24 diverdi ópera
Como una roca
Gala presenta un triple CD con inéditos de Birgit Nilsson y dos auténticas
joyas: la Ariadna de Estocolmo y un concierto con Celibidache
Decía el tenor canadiense Jon Vickers, con el que
compartió cartel en varias ocasiones, que Birgit
Nilsson era como una roca: “Ha sido la más grande
soprano wagneriana. Su voz era como el peñón
de Gibraltar”. Pues bien, este triple CD que
publica el sello Gala vuelve a demostrar esta afirmación.
La publicación incluye dos testimonios
de un valor histórico excepcional –que creo que
no habían aparecido hasta la fecha–. El primero pertenece
a los primeros años de actividad de la artista.
Se trata de una Ariadna en Naxos de Richard
Strauss en la Ópera Real de Estocolmo del 23 de
mayo de 1949. Birgit Nilsson ofreció una imponente
interpretación del papel titular, si bien la roca aún
no se había consolidado por completo y ofrecía
fragilidades en su formación que la hacían parecer
todavía humana. Junto a ella intervinieron el vibrante
tenor Set Svanholm como Baco y la deliciosa
soprano Hjördis Schymberg como Zerbinetta,
así como una joven Elisabeth Söderström en el
papel del Eco, junto a la Real Capilla del Teatro dirigida
con oficio por Herbert Sandberg. La amplia
selección incluye la extensa intervención de
la protagonista y el dúo final de la ópera.
El segundo es, asimismo, una rareza absoluta,
que supuso la unión con otra personalidad arrolladora
como la del director Sergiu Celibidache. El
encuentro se produjo en el Festival de Suecia de
1967, y de él se nos ofrecen en este álbum tres de
los Wesendonk-Lieder de Wagner, en concreto Der
Engel, Schmerzen y Träume, en una lectura realmente
majestuosa, seguidos del Preludio del acto
I y la Muerte de amor de Tristán e Isolda, en los que
el maestro rumano alcanza cotas de casi insostenible
intensidad (aunque no se indica el nombre de
la orquesta, suponemos que se trata del conjunto
sinfónico de la radio sueca, la emisora que realizó
posiblemente la grabación, que cuenta con un excelente
sonido).
Del mismo año data también la siguiente intervención
de la artista, en uno de los escenarios
donde llegó a ser más querida: el Colón de Buenos
Aires. Allí protagonizó, el 24 de septiembre,
un concierto con la orquesta del teatro dirigida
por Roberto Kinsky, en el que interpretó el aria
de concierto de Beethoven Ah perfido, el aria de Leonora
del acto IV de La forza del destino de Verdi
y una de sus especialidades absolutas: el aria de entrada
del acto II de la Turandot de Puccini, In questa
reggia. Siete años más tarde nos vamos a
Chicago, con cuya Orquesta Sinfónica al mando
del solvente director alemán Ferdinand Leitner
interpretó el dúo de Brunilda y Sigfrido del prólogo
de El ocaso de los dioses, donde contó como
pareja con un tenor muy activo en la época, el norteamericano
Jean Cox. El registro es del 27 de noviembre
de 1974.
Se completa el álbum con sendos recitales,
ofrecidos, respectivamente, en el Lincoln Center
y en el Carnegie Hall de Nueva York el 12 de noviembre
de 1967 y el 30 de abril de 1972, junto a su
pianista habitual, el estadounidense John Wustman,
que nos muestran otra faceta de la artista, y
en los que, junto a rarezas para “calentar” la voz
como Allessandro nelle Indie de Piccinni y las obligadas
arias de Tannhäuser, Turandot, Tosca o La forza
del destino, encontramos a una amplia serie de
autores nórdicos. En fin, un menú, como diría Karlos
Arguiñano, con mucho fundamento.
Birgit Nilsson como Aida
Rafael Banús Irusta
BIRGIT NILSSON: Rarezas (Arias de ópera y canciones de
Richard Strauss, Richard Wagner, Wilhelm Peterson-Berger,
Giuseppe Verdi...)
Birgit Nilsson, soprano / GALA / Ref.: GL-100624 (3 CD) D33
El legado de Victoria
COLUMNA prosigue su serie
dedicada a la soprano catalana
Fernando Fraga
El sello catalán Columna Musica está recuperando
interpretaciones de Victoria de los Ángeles,
más o menos inéditas (la anterior publicación,
Martha de Flotow en el Met, ya estaba publicada
en otro sello, Opera live). Ello abre una serie de expectativas
jugosas: ¿estará entre las novedades la
Carmen de 1954 con Stevens y Tucker donde Victoria
era una inmaculada y poco conocida Micaela?
De momento he aquí, al lado de los recitales de
Tokio ya publicados, la velada con la que la soprano
inauguró, en el Palau barcelonés, la emisora
Catalunya Música en 1987, con el teclado cómplice
de García Morante. En atril, un abanico de compositores
afines a su arte: Schubert, Brahms y
Mendelssohn en cabeza, con Fauré y Chopin, además
de algunas canciones tradicionales catalanas
armonizadas, la ocasión manda, por el pianista
barcelonés acompañante. Volvemos a disfrutar de
algunos lieder asociados a la voz de Victoria (An die
Musik, Auf Flügeln des Gesanges...) y de melodías
como Claire de lune, en este repertorio francés
donde no tuvo rival. La voz suena frágil (va a cumplir
63 años) pero no ha perdido color, pureza y presencia.
La musicalidad continua impoluta y la
diseuse sigue siendo magistral. Con tres propinas
de Granados, Bizet y el tradicional Cant dels ocells,
donde sólo el chelo de Casals supuso competencia
a nuestra cantante, se cierra una velada triunfal,
pese a que el público barcelonés tiene fama de
gustar más del espectáculo operístico que de la intimidad
del camarístico. En la carátula se ha intentado
catalanizar a la cantante, llamándola
Victòria dels Àngels, algo chocante para una artista
que estaba orgullosa de haber nacido en Barcelona
pero con raíces andaluzas (era, pues, de origen
charnego) y con un corazón madrileño (Victoria
dixit en un homenaje en el antiguo Teatro Real madrileño).
Torpe maniobra de provincializar a una
de las artistas más universales que dio España.
VICTORIA DE LOS ÁNGELES: Recital en el Palau de la Música
Catalana. Canciones de Schubert, Brahms, Chopin, etc
Victoria de los Ángeles, soprano. Manuel García Morante,
piano / COLUMNA MUSICA / Ref.: 1CM 0175 (1 CD) D2

Doctor, oigo voces
(retratos vocales)
Joaquín Martín de Sagarmínaga
“Flórez proporciona el
gozo del canto natural,
que se expande sin
trabas ni artificio
aparente. Eso es lo
que a toda costa debe
conservar, por tratarse
de un canto fino y sutil,
pero en cierto modo
vulnerable.”
ópera 162 / septiembre 2007
Juan Diego Flórez
Las campanas ya están echadas al vuelo en el caso del tenor peruano Juan Diego Flórez, y nada tranquiliza
más que oír el tañido puro, vibrante y homogéneo del consenso. ¡Flórez es el más grande, el único, el
heredero de Kraus! Mas, ¿son legítimas tales afirmaciones?
Vaya por delante que admiro a Flórez por lo que ya ha conseguido. También que es el tenor actual
que me suscita mayor interés; que la inminencia de un simple recital suyo me produce un sano nerviosismo.
Opino, eso sí, que para juzgarle con equidad es conditio sine qua non no hacer comentarios definitivos
sobre él sin haberle oído en vivo, ni oírle desde muy lejos.
La razón de lo primero es que los discos son muy mentirosos, pero en el caso de Flórez sus mentiras,
lejos de embellecerle con ardides de estudio, no recogen con fidelidad su timbre. Hay excepciones,
como su Barbero de 1997, grabado en vivo, o ese incandescente dúo del Otello de Rossini, Qual gioia
all’armi!, una colaboración de primera época en un CD de Vesselina Kasarova. El sentido de lo segundo
es que la voz de Flórez no es de gran formato, y situados no lejos de él se aprecian mejor los matices
del canto.
Ya apareció la expresión la voz de Flórez, ante la que tantos se han rendido desde sus inicios en Pésaro.
¿Cómo es esa voz floreciente?, ¿de qué modo actúa su dueño?
Se trata de una voz de timbre gratísimo, flexible, dúctil. De extensión generosa, con lógica debilidad
en los graves, que encubre hábilmente sin remarcarlos, sólo insinuándolos. Su tipología es de ligero
puro, con posibilidades casi apenas columbradas de lírico ligero, de ahí que Puritanos o Hija del
regimiento le sitúen frente a sus propios límites. No está de más añadir que los mismos tocan una peligrosa
frontera en momentos del Rodrigo de Otello (que no estoy pesaroso de que haga en Pésaro), y
que Guillermo Tell queda por completo fuera de los mismos, hoy y siempre, pues el tono heroico de la
ópera no es el suyo, ni el calibre vocal se corresponde con su instrumento.
Flórez proporciona el gozo del canto natural, que se expande sin trabas ni artificio aparente. Eso
es lo que a toda costa debe conservar, por tratarse de un canto fino y sutil, pero en cierto modo vulnerable.
Deberá pulir el recitativo (cosa que ya está haciendo), si quiere otorgarle mayor variedad y salero.
En su caso, además, le iría de perlas recalar en alguna obra lírica de Mozart (incluido su Réquiem),
para que la voz no perdiera tersura y el canto continuase su proceso de refinamiento, siempre en alza.
Aunque la media voz está apuntada en muchas muestras de su estilo, un uso más asiduo y canónico de
la misma enriquecería el espectro dinámico.
La gran pregunta que muchos se hacen no tiene aún una respuesta definitiva. ¿Es Flórez un exponente
del canto más intuitivo y puro, o bien un fenómeno técnico, asentado paso a paso bajo la atenta
guía de su maestro Ernesto Palacio, del que ha calcado algunos fraseos? Sin embargo, más importante
que conocer a día de hoy la causa de sus prodigios vocales es saber el tiempo que va a poder seguir
ofreciéndonoslos.
Este artículo sobre Juan Diego Flórez ya fue publicado con anterioridad en el Boletín de Divierdi.
Aparece ahora de nuevo, actualizado; cualquier momento es bueno para dedicar un recuerdo
a este primerísimo tenor, que sin duda seguirá su camino con la voz bien alta.
GIOACCHINO ROSSINI: Semiramide
Gruberova, D'Arcangelo, Flórez / RSO Wien. Dir.: Marcello
Panni / NIGHTINGALE / Ref.: NC 207013 (3 CD) D3 x 3
GIOACCHINO ROSSINI: Il Barbiere di Siviglia
Gruberova, Flórez, Chernov / RSO Munich. Dir.: Ralf Weikert
(Live, 1997) / NIGHTINGALE / Ref.: NC 004022 (3 CD) D3 x
3
GAETANO DONIZETTI (1797-1848): Alahor in Granata
25
Alaimo, Pace, Genaux, Flórez / Orquesta Ciudad de Granada.
Dir.: Josep Pons / ALMAVIVA / Ref.: DS 0125 (2 CD) D2 x
2
VICENTE MARTÍN Y SOLER: Il tutore burlato
Peters, Palacio, Flórez / Orchestra da camera Dianopolis
(Bulgaria) Dir.: Miguel Harth-Bedoya / BONGIOVANNI / Ref.:
GB GB 2175/76-2 (2 CD) D2 x 2

26 diverdi ópera
El Alonso más
recóndito
ALMAVIVA publica un CD con
romanzas y dúos de zarzuela
Fernando Fraga
Pero el de siempre, con la frescura y gracia melódicas
y la rica orquestación en colorido y ritmos,
además de un variado bagaje expresivo, con el don
de la oportunidad, muy atento siempre a las necesidades
y gustos del momento. Este viaje musical
al Alonso menos difundido, zarzuelero, cinematográfico
o cancioneril, es el propuesto por Juan
de Udaeta, al frente de una bien interesada Filarmónica
de Málaga y una atrayente pareja solista.
Desfilan por los atriles páginas de diversos climas,
como la tan típica romanza, por su luminosidad y
brío, de Rosa la Pantalonera o los claveles granadinos
(Alonso nació en Granada en 1887) de 24 horas
mintiendo que permiten a la gallega Teresa
Novoa exponer su garbo, sus precisas intenciones,
excelente dicción y una voz rica en sugerencias y
climas. Novoa comparte cartel con un barítono
brasileño de inicios españoles, Rodrigo Esteves, de
muy seductores medios líricos, bien centrados en
su cuerda y usados con poderío y masculinidad. El
Alonso más andalucista reaparece en la canción de
la reja de la banda sonora del filme Forja de almas,
el más teatral y dramático en el dúo de La Picarona,
el más pintoresco en la canción morisca La
cautiva, el más telúrico en la carcelera de Canción
andaluza, el más íntimo en una preciosa nana murciana,
el más insólito en el pregón granadino Cesticas
de fresa, el más popular en otro pasodoble,
ahora en voz de soprano, en La Rumbosa. Lo dicho:
una amplia muestra de la imaginación de un compositor
clave en la historia de la música patria en
general, incluida la revista, pues fue el autor, como
se sabe, de la imperecedera Las Leandras. La orquesta
se luce también en solitario en el pasodoble, especialidad
de la casa, destinado a Forja de almas
(“jacarandoso y pinturero” como diría Antonio
Fernández-Cid) o en el imperturbable bolero de
Curro el de Lora, deslumbrando en una preciosa
danza gitana. En compañía de su director, claro
está.
FRANCISCO ALONSO (1887-1948): Romanzas y dúos de
zarzuela
Teresa Novoa, Rodrigo Esteves / Orquesta Filarmónica de
Málaga. Dir.: Juan de Udaeta / ALMAVIVA / Ref.: DS 0146 (1
CD) D2
Una artista única
ORFEO publica las mejores actuaciones de Julia Varady
en la Ópera de Viena
Orfeo nos sigue presentando incalculables tesoros
procedentes de los archivos de la Staatsoper de
Viena. En ese caso se trata de un disco que glosa
la trayectoria de la soprano rumana Julia Varady en
dicho coliseo, escenario con el que, si bien no mantuvo
una relación tan estrecha como con el Nationaltheater
de Múnich o la Deutsche Oper de Berlín,
sí que vivió una intensa colaboración en los últimos
años de su carrera. Después de varios intentos
fallidos a lo largo de los 80, se presentó
finalmente en la Haus am Ring el 18 de enero de
1993 con uno de sus mayores cometidos wagnerianos
como fue el papel de Senta en El Holandés
errante (junto a la Sieglinde de La Walkyria, la Elsa
de Lohengrin o la Eva de Los Maestros Cantores de
Nuremberg). De aquella representación se incluye
la balada de la protagonista en el acto II, seguida
del dúo con el Holandés, a cargo del potente barítono
alemán Franz Grundheber, bajo la apropiada
batuta del austriaco Ulf Schirmer.
El resto del disco está dedicado a Giuseppe
Verdi, autor que cultivó con particular énfasis en
el último tramo de su (demasiado corta) carrera.
Curiosamente, Julia Varady no participó en ninguna
nueva producción, sino únicamente en funciones
de repertorio a las que otorgó una categoría
GIUSEPPE VERDI (1813-
1901): Otello / Domingo, Bruson,
Kaludow, Gahmlich /
Chor und Orchestra der Wiener
Staatsoper. Dir.: Zubin
Mehta (1987) / ORFEO / Ref.:
C698072I (2 CD) D4 x 2
MUNICH OPERA GALA
CONCERT 1963: Arias de
Mozart, Wagner, Strauss, Bizet,
Leoncavallo & Verdi /
Borkh, Malaniuk, Hopf / München
Rundfunkorchester. Dir.:
Horst Stein (1963) / GOLDEN
MELODRAM / Ref.: GM 40083
(1 CD) D10
Rafael Banús Irusta
especial, como podemos apreciar en la plegaria y
el dúo del acto I de La Forza del Destino (bajo la dirección
del prematuramente desaparecido maestro
suizo Marcello Viotti, en una representación
del 5 de mayo de 1993) o en los fragmentos de Aida
(la gran escena con Amneris del acto II, con la volcánica
mezzo eslovena Marjana Lipovsek, el aria
de la protagonista Oh, patria mia y el dúo con Amonasro
del acto III, de nuevo con Franz Grundheber,
bajo la dirección del rumano Christian Badea,
en una función del 5 de junio de 1993).
Julia Varady era un animal de escenario, una
artista de raza que necesitaba de la escena, por lo
que fue prácticamente olvidada por los estudios
de grabación. Se cierra la galería con otras dos
heroínas verdianas, donde podemos apreciar esa
fascinante combinación de disciplina germánica
y temperamento latino: en primer lugar, la otra Leonora,
la de Il Trovatore, en su gran escena del acto
IV, en una función del 24 de febrero de 1996, dirigida
musicalmente por el húngaro Stefan Soltesz,
y el dúo de Otello y Desdémona, del acto III de Otello,
en una representación del 9 de mayo de 1996
al mando del escocés Donald Runnicles, en ambos
casos con el vibrante tenor italiano Giuseppe
Giacomini, cerrando el recital un expresivo
Ave María de la misma ópera, no por conocido
menos conmovedor.
JULIA VARADY canta arias y escenas de ópera de RICHARD
WAGNER (1813-1883) & GIUSEPPE VERDI (1813-1901)
Julia Varady, soprano. Franz Grundheber, barítono. Giuseppe
Giacomini, bajo. Peter Koves, bajo. Marjana Lipovsek, contralto.
Chor der Wiener Staatsoper. Orchester der Wiener
Staatsoper. Ulf Schirmer, Marcello Viotti, Christian Badea,
Stefan Soltesz & Donald Runnicles, dirección (Grabaciones
de 1993 y 1996) / ORFEO / Ref.: C730071B (1 CD) D4
Novedades ópera
ENTRE NOUS. CELEBRATING
OFFENBACH: Fragmentos de
óperas olvidadas / Vidal, Claycomb,
Lee, Kenny, Montague,
Miles, Stone / The Geoffrey Mitchell
Choir. London Philharmonic
Orchestra. Dir.: David Parry
/ OPERA RARA / Ref.: ORR 243
(2 CD) D1 x 2

Grandes voces grandes
Una Turandot desde el San Carlo
de Golden Melodram
GIACOMO PUCCINI (1858-1924): Turandot
Fernando Arozena
Esta recita napolitana de 1962 cuenta con todos
los alicientes –excepto por un sonido irregular–
para complacer a los amantes de esta ópera póstuma
de Puccini, porque conjuga muy bien el requerido
y mutuo contrapeso que deben ejercer los
cantantes en sus respectivos papeles en el conjunto
de la obra. Empecemos por la protagonista titular,
Lucille Udovic, una norteamericana cuya
mayor trascendencia ha sido la de haber grabado
para la televisión italiana esta misma ópera, también
junto a Franco Corelli; no hay mucho más
que añadir a su currículo que el de alguna que otra
grabación y el hecho de haber pasado la mayor
parte de su carrera en Europa. No obstante, Udovic
se las puede con este temible y terrorífico rol,
lo que ya es mérito suficiente: su interpretación es
impecable en todas sus intervenciones y sus agudos,
con coros y orquesta a tutta forza, se escuchan
con nitidez. Corelli, al decir de muchos, es el
Calaf por antonomasia; en esta ocasión va de menos
a más –empieza frío– para terminar con un
Nessun dorma típicamente suyo –calderones y liberalidades
en abundancia– que pone al San Carlo
boca abajo. La tercera en concordia es la turca Leyla
Gencer, que nos ofrece una Liú alejada de los modelos
actuales pero absolutamente adecuada a su
particella de soprano spinto como debe ser (a falta
de voces verdaderamente dramáticas que canten la
gélida princesa, las esclavas hoy son más líricas
para realzar el contraste entre los dos personajes);
por ello, Gencer es más la mujer enamorada que
la dócil sierva. El resto del reparto cumple su cometido
con profesionalidad (el Timur de Joshua
Hecht, un tanto liviano para mi gusto), en especial
los tres ministros encarnados por Cesari, Carlin
y De Palma. De Fabritiis decepciona con una dirección
monótona y convencional, que no está libre
de desajustes con cantantes y coros en
determinadas escenas multitudinarias.
Lucille Udovich, Leyla Gencer, Franco Corelli / Orchestra del
Teatro San Carlos, Nápoles. Dir.: Oliviero de Fabritiis (1962)
/ GOLDEN MELODRAM / Ref.: GM 50066 (2 CD) D10 x 2
ópera 162 / septiembre 2007
Sigfrido crepuscular en Manhattan
London, Nilsson y Hopf encabezan un brillante reparto wagneriano
Parece sencillo adivinar que el Sigfrido que desentierra
hoy Golden Melodram, fechado el 13 de enero
de 1962 en el Met neoyorquino, no puede sino
haber salido de las arcas inagotables de la Immortal
Performances Recorded Music Society, que
fundara en Canadá el legendario ingeniero de sonido,
coleccionista y crítico Richard Caniell en
1980, y a través de la cual se ofrecía al miembro pagano
la posibilidad de adquirir en casete y por catálogo,
entre otros tesoros, una selección casi
exhaustiva de documentos radiofónicos procedentes
del Metropolitan de Nueva York, grabados entre
1934 y 1978. Tras varios intentos de colaboración
con distintos sellos –Eklipse, Walhall, Naxos, finalmente
Guild–, desde 2007 la IPRMS posee sello
propio, y anuncia novedades (1). Otros sellos –digamos–
menos escrupulosos han aprovechado la
cierta facilidad de acceso a los materiales sonoros
–bastaba en tiempos con hacerse miembro– para
lanzar al mercado sus propios reprocesados, y es
éste el caso que nos ocupa.
Sobre este Sigfrido, Caniell, en su voluminosísimo
libro-catálogo (2), no hace sino echar pestes.
Casi como disculpa dice que el interés principal
es el de atesorar el único Viandante conservado
de George London, poco después de que grabara
para Decca el Wotan de El oro del Rin con Solti
–1958– y el de La Walkyria con Leinsdorf –1961–.
Y así es, desde luego: poderoso, enfático, arrollador.
En su potentísima llamada a Erda a comienzo
del acto tercero, la voz del Amfortas máximo,
sin problema alguno de tesitura o resistencia, sobrecoge.
Sólo cinco años le separaban de la parálisis
de una cuerda vocal que provocaría su
prematura retirada. Sirvan estos discos como homenaje.
Entre los varapalos que le propina Caniell al documento,
mi favorito es el que dedica al pobre protagonista
de la noche: «Si al blini (3) de ayer, frío,
informe, insípido, se le pudiera dar una voz, sonaría
como Hans Hopf. Es una vergüenza oír cantar
de semejante manera en un gran teatro de ópera;
pero, en fin, igual de mal estaba Bayreuth.» (4) Lo
que hubiera dicho Caniell de Wolfgang Schmidt es
algo que no me atrevo a conjeturar. Pero la cosa no
27
es para tanto: el Siegfried de Hopf es viril y valiente,
y aunque el timbre sea leñoso y deslucido,
la afinación dudosa y la interpretación bastante
plana de matices –vocales o psicológicos–, la voz
es la de un auténtico heroico y la labor es cuando
menos digna.
Señala Caniell que el tono de Birgit Nilsson
siempre fue fluctuante y mal apoyado en el grave,
que “uno nunca escucha nobleza de carácter”
y que sólo su resistente registro agudo justifica su
fama como soprano wagneriana. Tampoco es
para tanto. La voz aparece muy fresca, casi juvenil,
y aunque la implicación en el personaje se antoje
ausente, perdida más bien en la búsqueda de
impresionar al público con su fuerza olímpica,
no cabe dudar que Nilsson fue la última gran
Brünnhilde del siglo.
El reparto se completa con algunos “clásicos”
ya conocidos –la Erda de Jean Madeira, el Mime
de Paul Kuën y el Fafner de Gottlob Frick–, y algunas
interesantes adiciones: el bello pájaro del
bosque de Martina Arroyo –¡con 25 años!– y el Alberich
histriónico de Ralph Herbert. El sonido es
bastante discreto, con algunas saturaciones aquí y
allá, pero aceptable para la fecha.
De la dirección de Leinsdorf dice Caniell que
no tiene la vitalidad que uno espera de su juventud,
y en este punto se ha de estar de acuerdo. Sin embargo
es solvente y resulta muy lírica, aunque algo
ligera de intención. En suma, como este documento:
un Sigfrido del comienzo de la crisis. Posiblemente
una valiosa adición a la discoteca del
wagneriano completista y algo mitómano.
NOTAS
José Alberto Pérez Díez
“El interés principal de
este Sigfrido es el de
atesorar el único
Viandante conservado
de George London.”
(1) Visítese su web www.immortalperformances.org.
(2) The Metropolitan Opera Broadcast Legacy, el catálogo
que se ofrecía a los miembros de la IPRMS, unos
cuatrocientos folios con fotografías en blanco y negro,
que era más bien un tratado exhaustivo y de magnífica
lectura sobre la época dorada del Met.
(3) Una especie de crêpe de origen eslavo.
(4) Y así es: Hans Hopf fue el Siegfried de la producción
de Wolfgang Wagner entre 1960 y 1964.
RICHARD WAGNER (1813-1883): Siegfried
George London, Hans Hopf, Birgit Nilsson, Paul Kuen, Gottlob
Frick, Jean Madeira / Metropolitan Orchestra and Chorus.
Dir.: Erich Leinsdorf (1961) / GOLDEN MELODRAM /
Ref.: GM 50064 (3 CD) D10 x 3

28 diverdi grabaciones históricas
Materia poética
ARTS nos regala un inédito de impacto: la genial versión de Carlo Maria Giulini
de El Paraíso y la Peri de Schumann
No ha sido precisamente Das Paradies und die Peri
(El paraíso y la Peri) una de las obras más interpretadas
de Schumann durante decenios. Considerada
maldita por su retórica pseudopoética y su
aparente grandilocuencia, fue marginada en beneficio
de otras partituras sinfónico-vocales del
autor, como la música incidental de Manfred (1848-
49) y los oratorios Escenas del Fausto de Goethe
(1844-53) y El peregrinaje de la rosa (1851), tampoco
prodigadas en exceso, esa es la verdad, bien que
la penúltima haya tenido un resurgimiento en los
últimos lustros. Schumann aplica en ellas, y en la
que hoy estudiamos, la primera en el tiempo, también,
una técnica de composición fluida, con ausencia
del típico da capo y del secco; algo que
asimismo experimentaría en su ópera Genoveva
(1847-49).
Un halo poético de primer orden, que no emana
de formas tópicas, de estructuras al uso, repetitivas
y simétricas, sino de configuraciones de
sorprendente e insólita novedad, surge poderoso
de los pentagramas de este cuento tripartito de
raíz exótica, que proviene de la mitología persa y
que el compositor iluminó, ajeno a cualquier tipo
de fácil orientalismo –y por tanto de tantas obras
musicales situadas en parecido terreno– con su
vena melódica, con su efusiva fraseología, su sutileza
orquestadora –siempre original, aun en sus
limitaciones técnicas– y su aliento romántico. El
mismo que aletea en sus creaciones liederísticas o
en sus piezas para piano. En todos los casos es el
mismo impulso arrebatado que no obedece a normas
y que nos suena en todo momento a una proclama
de la mayor de las libertades. Incluso en
números como el que cierra la primera de las tres
partes, en el que se instala una potente fuga a cuatro
partes. Y en todo instante el compositor nos demuestra
que a su modo era un hacha en el manejo
del uso sui generis del leitmotiv, que en pocos años
desarrollaría ampliamente, siguiendo esa y otras
pautas, Richard Wagner.
No cabe la menor duda de que si alguien podía
elevar hacia lo alto una obra de tales características,
en la que no faltan, en todo caso, pasajes
de valor discutible, es cierto, pero en el que se proclaman
valores elevados, ese era Carlo Maria Giulini,
gran maestro todavía llorado a los dos años de
su muerte. En esta interpretación la música, las
notas, tan exquisitamente trabajadas por Schumann,
son lo importante; las notas y su expresión,
por encima de las palabras. Son las que dan ese sentido
espiritual al conjunto, manejado magistralmente
por la comunicativa batuta, que es capaz
de convertir en poesía todo lo que toca. Giulini
nunca imponía, sino que sugería, indicaba, orientaba.
De alguna extraña manera, sin alardes, sin alharacas,
sin énfasis, sin crispaciones, conseguía
que los conjuntos a sus órdenes cantaran y expresaran
de forma muy natural, con engañoso aire de
espontaneidad, y que las voces solistas se imbricaran
lógicamente en el fluir general.
“Nos encontramos ante
la mejor y más lograda
recreación de la obra
schumaniana.”
Es por tanto de una belleza singular este
acercamiento a una obra que posee los méritos
arriba apuntados, pero que muestra a veces irregularidades
innegables en lo constructivo y en lo
expositivo. El temple del director italiano, su cantabilità,
su elegancia, su amplitud acentual, su
imaginativo fraseo, su impecable línea de un romanticismo
limpio de polvo y paja diluyen cualquier
banalidad y las desigualdades o morosidades
que sobrevienen aquí y allá, las repeticiones y posibles
convencionalismos son marginados en beneficio
de ese manso y poético discurrir, que nos
gana ya nada más empezar la obra, con el solo de
contralto. La expresión de ese fluir melódico, emparentado
evidentemente con el que encontramos,
por ejemplo, en el oratorio Lazarus de
Schubert, es lo que hace que todo nos resulte
ameno y reconfortante.
Los coros, un poco italianizantes, que dotan
de pasajera solemnidad a la partitura y que oscilan
entre lo guerrero y lo religioso, con incrustaciones
líricas, son recreados con mesura, sin la
peligrosa grandilocuencia que en ocasiones parecen
pedir. Un ejemplo es la finura con la que nos
llega el final de la segunda parte, en la que resplandece
el canto de la Peri. Las voces solistas son ba-
Arturo Reverter
ñadas en la continua luz instrumental, en los a veces
sorprendentes juegos tímbricos, subrayados
elegante y discretamente. Es por ello que un tenor,
en otras oportunidades tan tosco como Werner
Hollweg, se muestre incluso exquisito en
momentos de su constante narración de acontecimientos
y dotado de un lirismo muy refinado, bien
que no puede en todo momento impedir una extraña
atracción hacia los golpes de glotis. No nos
extraña así la estupenda prestación de una soprano
como Margaret Price, en ese tiempo –la grabación
es de 1974– en plenitud, porque siempre fue
una cantante de clase y de excepcional hermosura
tímbrica, aunque aquí, imantada por la batuta,
se extasía y nos extasía especialmente. Algo áspera
pero comedida la contralto Anne Howells. Y
cumplidores, sin problemas especiales, los demás.
Nos parece también que Giulini consigue de
una Orquesta que nunca fue nada del otro mundo
como la de la RAI de Roma una sonoridad casi aérea,
de una limpidez rara, y una dicción de singular
nitidez, que contribuyen a resaltar ese aura, esa
atmósfera nimbada de una cálida coloración que
caracteriza a la obra y que no suele darse de forma
tan cumplida. Los coros actúan con seguridad
rítmica y con empaste suficiente. Todos estos atributos
y la magnífica toma de sonido y posterior realización
en compacto nos impelen a concluir que
ésta es la mejor y más lograda recreación de la obra
schumanniana. Las otras versiones actualmente
en catálogo, en algún caso más modernas, dirigidas
por Czyz, Hauschild, Gardiner o Daus, nos parecen
bastante inferiores en su conjunto.
ROBERT SCHUMANN (1810-1856): Das Paradies und die
Peri,Op. 50 (Oratorio en tres partes para solistas, coro y orquesta)
Margaret Price, Anne Howells, Werner Hollweg, Wolfgang
Brendel, Robert Amis El Hage / Coro et Orchestra Sinfonica
RAI di Roma. Dir.: Carlo Maria Giulini (1974) / ARTS / Ref.:
43076-2 (2 CD) D5 x 2

grabaciones históricas 162 / septiembre 2007
Un legado forzosamente incompleto
El Beethoven de Guido Cantelli, en un triple álbum de ANDROMEDA
Roberto Andrade
Andrómeda ha agrupado en un estuche de tres CDs cuatro Conciertos para piano de Beethoven (falta
sólo el Segundo) y las sinfonías Quinta y Séptima, todo ello dirigido por Guido Cantelli (1920-1956),
bajo el epígrafe “(sus) grandes registros beethovenianos”. Aunque esta publicación no incluye todas las
obras de este autor grabadas por Cantelli, sí recoge las más representativas de un catálogo limitado por
la brevedad de su carrera, trágicamente truncada por un accidente aéreo en Orly. Se puede hallar más
información sobre el director italiano en los Boletines 124 y 128.
Estas versiones de los Conciertos para piano son magníficas. En todas se da una comunión de ideas,
un diálogo auténtico entre la orquesta y el piano, entre el director y el solista, que no son moneda
común. Los cuatro pianistas son beethovenianos sobresalientes de línea objetiva, clásica, fieles al texto.
Wilhelm Backhaus (1884-1969), el decano del grupo, ha dejado un amplio y conocido testimonio
discográfico de su calidad altísima como intérprete de Beethoven. En este registro neoyorkino del Cuarto
(1956) brillan sus mejores cualidades: rigor estilístico y autoridad en el fraseo, pero sin la sequedad
que a veces afectaba a sus discos de estudio; sonido sobrio, pleno y poderoso, pero rico de timbre y
ampliamente matizado; técnica segura, impecable, a los 72 años de edad. El entendimiento con Cantelli,
perfecto de principio a fin, produce muchas bellezas, entre ellas un magnífico segundo tiempo,
con un poético juego de contrastes dinámicos, admirablemente realizados por solista y batuta; un Beethoven
de cuerpo entero.
Análogos presupuestos y resultados similares en el Opus 15, con Rudolf Serkin (1903-1991) que,
salvo un lapsus menor a los dos minutos del comienzo del rondó, se muestra en plena forma, con una
saludable combinación de vigor, energía y buen humor que no siempre prodigaba en estudio. Su autoridad
en la materia queda avalada por haber grabado oficialmente la colección completa de los Conciertos
de Beethoven en cinco ocasiones. También Rudolf Firkusny (1912-1994) raya en el Tercero a gran
altura y su estilo noble y sobrio se compenetra muy bien con el de Cantelli. Y Robert Casadesus (1899-
1972) demuestra que no sólo era un gran intérprete de Mozart y de la música francesa, y toca con elegancia
y brillantez un Emperador realmente estimulante. Las grabaciones llevan bien sus 50 años largos,
tienen buena definición tímbrica (sólo ocasionalmente el piano suena algo metálico) y permiten disfrutar
de la claridad y precisión con que Guido Cantelli despliega la trama orquestal beethoveniana.
La Quinta Sinfonía, ofrecida en un concierto con la Filarmónica de Nueva York, tiene todo lo esperable
de quien fue llamado “el delfín de Toscanini”: construcción rigurosa, fidelidad al texto, precisión
rítmica, energía e intensidad en el fraseo –pero con mayor flexibilidad y amplitud de tempi– y una
innata capacidad dramática, que arrebata al público neoyorkino. Esas mismas cualidades, potenciadas
por la sobresaliente respuesta orquestal y la excelente toma sonora de estudio, deslumbran en una Séptima
Sinfonía que es la joya del álbum. Grabada en 1956 con la Philharmonia en Londres, bajo la dirección
artística de Walter Legge, mantiene incólume su condición de clásico del fonógrafo.
En suma, una propuesta de Andromeda muy sugestiva, más aún al precio modesto requerido, en
la que sólo faltan dos páginas que glosen el arte de las grandes figuras aquí reunidas.
GUIDO CANTELLI dirige LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): Conciertos para piano Nos. 1, 3, 4 & 5. Sinfonías Nos. 5 & 7
Rudolf Serkin, Rudolf Firkusny, Wilhelm Backhaus & Robert Casadesus, pianos. New York Philharmonic Orchestra. Philharmonia
Orchestra. Guido Cantelli, dirección / ANDROMEDA / Ref.: ANDRCD 5092 (3 CD) D3
Schuricht en Londres
BBC Legends incorpora al gran
director alemán a su catálogo
29
Pablo-L. Rodríguez
Cuando en septiembre de 1963 Carl Schuricht
(1880-1967) regresó a Londres ya casi no lo conocía
nadie. Aunque había actuado allí antes de la Segunda
Guerra Mundial no regresó después de 1948
y las pocas grabaciones suyas comercializadas en
esos años apenas circularon por el Reino Unido. No
obstante, algo debió pasar en ese concierto para
que en enero de 1964 Schuricht volviera al Royal
Festival Hall para interpretar junto a la London
Symphony Orchestra otro concierto que incluyó,
además de la Haffner de Mozart, la Novena de Beethoven.
El éxito de crítica fue clamoroso y mientras
Peter Cater no dudaba en confesar en el Daily
Mail haber escuchado la interpretación de la Novena
más excitante de toda su vida, Colin Mason
en The Guardian buscaba puntos en común con
Pierre Monteux y Otto Klemperer. Desde luego, por
mucho que se quisiera relacionar al director alemán
con la calidad dinámica del primero y el vigor
sonoro del segundo, Schuricht era Schuricht y tenía
sus propias virtudes y repertorio. Pocos días
después de ese memorable concierto realizó las
dos impresionantes grabaciones aquí publicadas
de Brahms y Reger para la BBC que reaparecen
ahora con tal calidad sonora que relegan al olvido
las anteriores ediciones de las mismas (en Disques
Refrain y Hosanna). Ambas son formidables, aunque
quizá sea la de Reger más valiosa por ser el
mejor registro sonoro conservado de Schuricht de
su Op. 100, la partitura favorita del que fuera su
maestro en Leipzig y donde su versión de la fuga
final es una verdadera lección de equilibrio orquestal.
Algo menos impresionante resulta el bonus,
también una fuga dirigida por otro alumno de Reger,
Sir Adrian Boult (1889-1983), aunque aquí el
principal escollo sea la toma sonora en el Royal Albert
Hall realizada un año antes de la instalación
de sus famosas “setas” de fibra de vidrio.
CARL SCHURICHT dirige BRAHMS: Obertura Trágica. RE-
GER: Variaciones y fuga sobre un tema de Hiller. BONUS:
Adrian Boult dirige BEETHOVEN: Gran Fuga en Si bemol
Mayor
London Symphony Orchestra. Dir.: Carl Schuricht. New Philharmonia
Orchestra. Dir.: Adrian Boult (1964 &1968) / BBC
LEGENDS / Ref.: BBCL 4213-2 (1 CD) D2

30 diverdi grabaciones históricas
El piano: virtuosismo, intuición y genio
Cherkassky, Kempff y Erdmann, trío de ases del piano en la serie que ORFEO
dedica a los registros de la WDR
En su exploración de los archivos de las emisoras
de radio alemanas, Orfeo nos lleva ahora a la de Colonia,
con tres recitales de piano grabados entre
1950 y 1960. Shura Cherkassky nació en Odesa
en 1909 y falleció en Londres en 1995. Su padre era
un notable pianista y pedagogo que supo encauzar
las sobresalientes dotes de su hijo. Cuando la familia
emigró a América en 1923, el joven Shura ya
era un concertista, pero con buen criterio, su padre
decidió que prosiguiese su formación con Josef
Hoffmann, hasta 1935. Cherkassky pasó la
Segunda Guerra en EE UU y a su término se estableció
en Londres, desde donde realizó giras por
todo el mundo. Recuerdo personalmente su visi-
“Cherkassky fue en
muchos aspectos un
elegante virtuoso de la
vieja escuela, de
impecable digitación y
sonido ligero, timbrado
y transparente.”
ta al ciclo de la ONE en 1971 para interpretar el Segundo
Concierto de Chaikovsky. Durante su larga
carrera de más de 70 años grabó una amplia discografía.
Cherkassky fue en muchos aspectos un
elegante virtuoso de la vieja escuela, de impecable
digitación y sonido ligero, timbrado y transparente,
aunque su toque perlado podía dar paso a una
notable potencia. Su rubato nunca rompe el fraseo,
que Cherkassky enriquece con una variada gama
de intensidades y colores. Sus interpretaciones
son siempre inspiradas y fantasiosas, muy en particular
las de las piezas breves, especialidad de la
casa: “muchas cosas podrán decir de mí, pero nunca
que soy aburrido”. Cherkassky ofrece un Chopin
de alta escuela, noble y grave en la Cuarta
Balada, elegante en el Cuarto Scherzo y poderoso
en la Polonesa Op. 44. Tras un Liszt muy brillante
–aunque la Fantasía sobre Don Giovanni es bastante
vacua– y una deliciosa miniatura de Mendelssohn,
escuchamos una versión atípica pero muy
interesante de las Variaciones Paganini de Brahms,
de textura más ligera de lo habitual y con una amplia
gama dinámica. Resumiendo, un atractivo recital,
bien grabado.
Eduard Erdmann (1896-1958) fue un músico
muy completo. Autor de obras para piano, de cámara
y de gran envergadura (cuatro sinfonías y un
Concierto para piano que tocó bajo la dirección de
Klemperer y de Bruno Walter), brilló como pianista
en el Berlín de los años 20 y 30, con un repertorio
amplísimo que abarcaba desde Bach (y autores
precedentes) hasta Reger y los contemporáneos
como Hindemith, Schoenberg y Stravinsky. Pionero
en la recuperación de las Sonatas de Schubert,
parece que fue el primer artista que se atrevió a tocar
las tres últimas en un solo concierto. En este
registro de 1950 se nos ofrece la D.960, en si bemol
mayor, en una versión sin duda interesante, a
la vez intuitiva y conceptualmente muy sólida, pero
que ya entonces fue superada por otras grabaciones
extraordinarias, debidas a Kempff y a Clara
Haskil. Mayor interés tienen los casi desconocidos
Seis Intermezzi Op. 4 de Schumann y, sobre todo,
el infrecuente Concierto en fa menor Op.114 de
Max Reger, que Hans Rosbaud dirige a la orquesta
de la Radio de Colonia. Se trata realmente de
una sinfonía con piano obligado, sin cadencias, un
tanto en la línea de los Conciertos de Brahms, y de
gran dificultad para el solista, de la que Erdmann
da una versión poderosa, a la altura de las exigencias
de la monumental partitura.
El primero de los dos CD dedicados a Wilhelm
Kempff agrupa la Fantasía en do mayor de
Schumann y la Sonata Op. 111 de Beethoven, procedentes
de un concierto celebrado en 1956, cuando
el artista contaba 61 años de edad. La versión
de la Sonata es similar a las que grabó para DG en
los años 50 y 60: clara, perfecta de construcción,
con una arietta cantada de modo muy hermoso. La
Fantasía es más impetuosa y segura que en estudio,
también para DG; en concreto, el tiempo con-
Roberto Andrade
clusivo, dicho a media voz, bellísimo, es Schumann
químicamente puro. El segundo CD es aún más interesante
porque, si bien para las Opus 118 de
Brahms también disponemos de grabación oficial,
igual de admirable que ésta en vivo, las obras de
Chopin son una rareza en la discografía de Kempff.
Y es bueno volver a escuchar unas versiones diferentes,
pero de una cantabilidad y una belleza sonora
que las mantienen frescas como el día del
concierto. El célebre Vals en la menor Op. 64. 2, dicho
con la máxima sencillez, hace lamentar que el
legado chopiniano de Kempff sea tan limitado.
Concluye el CD con una novedad absoluta: la Fantasía
en do mayor para violín y piano D. 934 de Schubert,
al parecer la única ocasión en la que Kempff
interpretó esta maravillosa obra. Su colaboradora
es la violinista alemana Hedi Gigler, 5º premio
en el Concurso Reina Isabel de Bélgica en 1951, el
año en que venció Leonid Kogan. La Gigler es una
violinista segura y musical, pero lo que convierte
esta versión en algo irrepetible es la forma en que
Kempff desgrana la parte de piano, con un sonido
y una riqueza de matices literalmente indescriptibles
y muy bien captados por los micrófonos
de la Radio de Colonia. Bastaría esta obra para recomendar
el álbum de Kempff. Los otros dos también
tienen interés, aunque no esa calidad única que
ofrecen solo los artistas realmente geniales.
SHURA CHERKASSKY interpreta Frédéric Chopin, Johannes
Brahms, Franz Liszt & Felix Mendelssohn
Shura Cherkassky, piano (1951 & 1953) / ORFEO / Ref.:
C720071B (1 CD) D4
WILHELM KEMPFF interpreta Robert Schumann, Ludwig
van Beethoven, Johannes Brahms, Frédéric Chopin & Franz
Schubert
Wilhelm Kempff, piano. Hedi Gigler, violín / ORFEO / Ref.:
C721071B (2 CD) D4 x 2
EDUARD ERDMANN interpreta Reger, Schubert & Schumann
Eduard Erdmann, piano. Kölner Rundfunk-Sinfonie-Orchester.
Hans Rosbaud, dirección (1951 & 1950) / ORFEO / Ref.:
C722071B (2 CD) D4

La lección del maestro
El consorcio Medici Arts (www.mediciarts.co.uk),
que agrupa a los sellos BBC Legends y Royal Opera
House Heritage, ha lanzado recientemente un
nuevo sello consagrado a las grabaciones históricas:
Medici Masters. En las primeras entregas
abundan los registros procedentes de los archivos
de la WDR, la Radio del Oeste de Alemania (Colonia),
en excelentes procesados a partir de las cintas
originales. Es el caso de estos dos discos
dedicados al inconformista Erich Kleiber, director
free lance desde que abandonara voluntariamente
Alemania en 1934, que mantuvo una efímera y
grabaciones históricas 162 / septiembre 2007
Imponente muestra del arte de Erich Kleiber en dos impresionantes CDs MEDICI MASTERS
“Aunque no grabó el
ciclo completo –no
llevó al estudio las
sinfonías 1, 4 y 8–, la
altura de Kleiber como
director beethoveniano
es indiscutible.”
fructífera relación con la Orquesta Sinfónica de la
Radio de Colonia (fundada en 1947), como se llamaba
en los años 50. Desde que la dirigiera por primera
vez el 23 de noviembre de 1953, y a pesar del
tenso ambiente durante los ensayos, se estableció
una buena relación entre director y orquesta, que
daba con él todo lo que tenía… y lo que no.
“Lo malo del disco es que fija para la posteridad
una determinada interpretación, un momento
emocional único, mientras que dos
interpretaciones nunca son iguales. […] Una grabación
es música enlatada [...] Alguien que sólo escucha
discos y no va a conciertos es como alguien
que únicamente come comida enlatada. Y es bueno
comer alimentos frescos…” Así se expresaba
Erich Kleiber en una entrevista publicada por el
diario argentino La Prensa el 6 de octubre de 1929.
Una opinión que suscribía Celibidache, otro idealista
que, como Kleiber padre, tenía tan estudiadas
las partituras, tan claras las ideas y tan pensada la
interpretación –dicho con resonancias platónicas–,
que poco se dejaba al albur del momento, menos aún
de la emoción. Aunque no grabó el ciclo completo
–no llevó al estudio las sinfonías 1, 4 y 8–, la altura
de Kleiber como director beethoveniano es
indiscutible, y sus añejos registros de Heroica, Quinta
y Pastoral con la Orquesta del Concertgebouw,
durante muchos años primera recomendación, siguen
siendo referenciales. En el concierto del 4 de
abril de 1955 la esforzada orquesta radiofónica se
plegó fielmente al concepto de la batuta y ofreció
una acabada muestra del Beethoven de texturas
magras, tempi animados y uniformes, sin apenas rubato,
precisión milimétrica en la articulación, amplia
gama dinámica –muy bien recogida en esta
toma–, apegado a la letra, metrónomo aparte, salvo
en el tema de las repeticiones, de las que prácticamente
no hace ninguna. Sorprende el
tratamiento de los Finales: solemne, grandioso, de
inusuales lentitud y nobleza el de la Quinta; beatífico
el de la Sexta, que alarga ¡hasta los 11’! Celibidache
se va a los 12’ en la grabación muniquesa
publicada por EMI, cuando lo “normal” se sitúa
alrededor de los 9’ (en las dos grabaciones de estudio,
Kleiber fue consistente: 9’30’’). La orquesta,
claro está, no es de primera, y especialmente en
la Pastoral se emplea al límite. Hay alguna pifia en
los metales, puntuales entradas en falso, chelos
ocasionalmente perezosos en una frase, imponderables
del directo que no merman interés.
31
Miguel Ángel González Barrio
También fue Kleiber mozartiano ilustre, bien
que el legado discográfico sea escaso. Este registro
en vivo de 1953 es el único conservado de la
Sinfonía 33. Mozart proto-historicista, aéreo, grácil,
cristalino, elegante, fluido, de pulso flexible.
Nótese la mayor libertad de acentos en el da capo
del Minueto. La Patética de Tchaikovsky es some-
“La Patética de Tchaikovsky es sometida a una
labor de limpieza, y la analítica batuta la despoja
de excesos espurios y gangas románticas en una
impresionante demostración de control y
virtuosismo de rara modernidad.”
tida a una labor de limpieza, y la analítica batuta
la despoja de excesos espurios y gangas románticas,
respetando escrupulosamente las minuciosas
indicaciones dinámicas (de ppppp a ffff) y agógicas
de la partitura en una impresionante demostración
de control y virtuosismo de rara
modernidad. Con todo, el ruso sigue apelando a
nuestros sentimientos. Salvo error (ver discografía
en http://www.thrsw.com/ekdisc/) la única novedad
en compacto es la obertura de Euryanthe, de
Weber, colorista, musculosa, de masculino lirismo,
grabada el 20 de enero de 1956. Con la excepción
del Concierto para oboe K 314a del salzburgués, incluido
en un próximo disco Medici Masters (MM
011-2), el resto del concierto (Primera de Weber,
Sinfonía 39 y Cuatro danzas alemanas K 600 de
Mozart), puede encontrarse en el cofre Decca Original
Masters. Una semana después, coincidiendo
con el 200 aniversario del nacimiento de Mozart,
Erich Kleiber moría de un infarto a los 65 años en
un hotel de Zúrich, ciudad en la que preparaba
una función no escenificada de La clemenza di Tito.
L. van BEETHOVEN: Sinfonías núms. 5 & 6
Kölner-Rundfunk-Sinfonie-Orchester. Dir.: Erich Kleiber /
MEDICI ARTS / Ref.: MM002-2 (1 CD) D10
ERICH KLEIBER dirige WEBER: Obertura Euryanthe.MO-
ZART: Sinfonía nº 33, K319. TCHAIKOVSKI: Sinfonía nº 6
Kölner-Rundfunk-Sinfonie-Orchester. Dir.: Erich Kleiber /
MEDICI ARTS / Ref.: MM003-2 (1 CD) D10

32 diverdi grabaciones históricas
El jardín feérico
Nuevo CD ALTUS dedicado al arte supremo del último Celibidache
Si alguien desconoce aún qué excepcional altura alcanzó
la Orquesta Filarmónica de Múnich durante
los años 80 y 90 del pasado siglo, cuando Sergiu
Celibidache (1912-1996) la transformó en un instrumento
comparable a su hermana berlinesa, tiene
en este CD un testimonio elocuente. Aunque a
su llegada a Múnich Celibidache rondaba ya los
70 años de edad y había perdido algo de aquella incandescente
exuberancia latina que en España pudimos
disfrutar en los años 50, 60 y 70 al frente
de las Orquestas Nacional y de la RTVE, su sabiduría
musical y su capacidad para crear sonidos de
una belleza, transparencia y riqueza tímbrica inauditas,
alcanzaron su cenit en la capital de Baviera.
Ninguna orquesta de las muchas que dirigió durante
su larga carrera (1945-1996), ni siquiera la Filarmónica
de Berlín de posguerra, cuando Celibidache
compartió su dirección con Furtwängler, sonó
como la Filarmónica de Múnich.
En sus manos, la Cuarta Sinfonía de Schumann
parece diferente de la que conocemos. A
tempo moderadísimo, casi 33 minutos, carece casi
por completo de la tensión y de la excitación febril
que otros grandes intérpretes (Kubelik, Sawallisch
y Szell, por no hablar del supremo Furtwängler)
imprimían a su primer movimiento, que adquiere
así un aire más sereno y melancólico. Pero en la
transición al final, la tensión alcanza cotas inconcebibles.
El diálogo instrumental y los matices de
timbre y dinámica cobran, a lo largo de toda la
obra, una transparencia y una nitidez desusadas y
la versión resulta de una extraña belleza, un punto
desasosegante, que acaso admira más que arrebata,
pero que ofrece una perspectiva radicalmente
RUDOLF KEMPE dirige TIP-
PETT: Concierto para doble
orquesta de cuerdas. BERG:
Concierto para violín A la memoria
de un ángel. JANÁCEK:
Sinfonietta / Edith Peinemann,
violín. BBC Symphony Orchestra.
Dir.: Rudolf Kempe,
dirección (1976 & 1975) /
BBC LEGENDS / Ref.: BBCL
4215-2 (1 CD) D2
SHURA CHERKASSKY interpreta
HAENDEL, BRAHMS,
BERG, SKALKOTTAS, PROKO-
FIEV, CHOPIN / Shura Cherkassky,
piano (1963 & 1964)
/ BBC LEGENDS / Ref.: BBCL
4212-2 (1 CD) D2
nueva y complementaria de las más tradicionales
ya citadas.
Comentarios análogos para los Cuadros de
una exposición, de tempi aun más extremos (42 minutos,
frente a los 30-33 habituales) en los que la
alquimia orquestal raveliana se nos revela en pleno
fulgor de timbres, colores y de sus combinaciones.
Creo que todo buen melómano debe,
aunque sea sólo por una vez, olvidar lo que sabe
sobre esta partitura (Celi diría “ tú no sabes nada”)
y adentrarse sin prisas en el jardín encantado que
el hechicero y patriarca rumano recrea con la “ayuda”
de Mussorgski y de Ravel, y disfrutar de una
magia única, como la de los cuentos de Mamá Oca
que éste puso en música. Y si el resultado puede
desconcertar en la primera audición, la magia operará
con más poder en la segunda… y sucesivas.
THOMAS BEECHAM dirige
BEETHOVEN: Sinfonía No. 9 /
Fisher, Merriman, Lewis, Borg
/ Edinburgh Festival Chorus.
Royal Philharmonic Orchestra.
Dir.: Thomas Beecham
(1956) / BBC LEGENDS / Ref.:
BBCL 4209-2 (1 CD) D2
Roberto Andrade
Una encantadora Danza Eslava, la Op.46.8 que cierra
la primera serie, sirve de propina y, con su aire
popular y su sencilla estructura, nos devuelve a la
realidad.
Celibidache hubiera dicho, con razón, que
esto que hoy podemos escuchar y disfrutar con
sonido magnífico ni es ni restituye aquella experiencia
única que eran sus conciertos; pero es lo que
nos queda y, realmente, no hay razón para quejarse.
La carpetilla del CD Altus incluye una buena
biografía de Celibidache y un ensayo de su hijo
Serge Ioan, en inglés y japonés. Además, recoge un
impresionante catálogo de grabaciones de conciertos
en Japón de Mravinski, Cluytens, Kubelik,
Jochum, Kondrashin, Böhm, von Matacic…
que pone los dientes larguísimos. Ojalá podamos
disfrutarlos pronto.
SERGIU CELIBIDACHE dirige ROBERT SCHUMANN (1810-
1856): Sinfonía No.4 en Re menor, op.120. MODEST MUS-
SORGSKI (1839-1881): Cuadros para una exposición (orq.
Ravel). ANTONÍN DVORÁK (1841-1904): Danza Eslava No.8
en Sol menor, op.46-8
Münchner Philharmoniker. Dir.: Sergiu Celibidache (1986) /
ALTUS / Ref.: ALT 140 (1 CD) D1
Novedades grabaciones históricas
HENRYK SZERYNG interpreta
MOZART: Concierto para
violín No. 3. VIVALDI: Las
Cuatro Estaciones; Allegro assai
del Concierto para dos
violines en La menor / English
Chamber Orchestra.
José Luis García Asensio, segundo
violín y dirección
(1972) / BBC LEGENDS / Ref.:
BBCL 4210-2 (1 CD) D2
MOZART: Conciertos para
piano nums. 9 & 19;Variaciones
Dupont / Clara Haskil, piano.
Kölber-Rundfunk-Sinfonie-
Orcherter. Dirs.: Otto Ackermann.
Ferenc Fricsay / ME-
DICI ARTS / Ref.: MM004-2
(1 CD) D10
OTTO KLEMPERER dirige
MOZART: Sinfonía No. 29; Serenata
Nocturna. BACH: Suite
No. 3. STRAUSS: Till
Eulenspiegels Lustige Streiche
/ Köln Rundfunkorchester. Dir..
Otto Klemperer (1954 &
1955) / GOLDEN MELO-
DRAM / Ref.: GM 40082 (1
CD) D10

grabaciones históricas 162 / septiembre 2007
Klemperer al natural… o no
Importantes documentos del director de Breslau, en TESTAMENT y MEDICI MASTERS
La suerte que eludió a Otto Klemperer (1885-1973)
durante buena parte de su larga existencia empezó
a sonreírle a punto de cumplir los 70. En 1954
Walter Legge le contrató para grabar repertorio
austro-alemán para Columbia (más tarde EMI)
con la Orquesta Philhamonia, a la sombra de Karajan
y para rellenar los huecos dejados por éste.
La muerte de Furtwängler en noviembre de ese
año, el nombramiento del director austriaco como
titular de la Filarmónica de Berlín y el enfriamiento
de su relación con la Philharmonia llevaron al
astuto Legge a reforzar la posición de Klemperer
como director beethoveniano (sus registros monoaurales
de 1955 de Heroica, Quinta y Séptima fueron
recibidos con entusiasmo por Gramophone, y
habían causado sensación sus escasas apariciones
públicas en Londres). Para ello, en otoño de 1957
reservó sesiones de grabación en el Kingsway Hall,
durante las cuales el maestro de Breslau grabó seis
sinfonías de Beethoven en estéreo (todas menos las
tres ya registradas en mono, cuyo remake estéreo
tuvo lugar dos años después) y organizó un Ciclo
Beethoven (las nueve sinfonías, los cinco conciertos
para piano con Arrau y el de violín con Tossy
Spivakovsky) en el Royal Festival Hall, que constituyó
un resonante éxito y fue saludado por la crítica
inglesa como lo mejor que había sucedido
musicalmente en Londres desde las visitas de Toscanini
en los años 30. Después de la Heroica (¿la
publicará también Testament?), Karajan entró a
saludar al anciano director y le dijo que esperaba
vivir lo suficiente para poder dirigir tan bien como
él la marcha fúnebre. La integral Beethoven de
Klemperer se convirtió inmediatamente en un clásico
de la fonografía y desplazó a la primera de
Karajan, con la misma orquesta y en el mismo sello,
recién completada en 1955, y que EMI (o Testament)
debería reeditar en condiciones. En
cuestión de pocos años alcanzó al fin el estatus
que desde hacía tiempo le correspondía por derecho
propio y que la fatalidad le había negado.
Del histórico ciclo de conciertos de 1957 Testament
ya había publicado la Novena (SBT 1177) y
los conciertos para piano 3, 4 y 5 con Arrau (SBT
1351), quien, refiriéndose al Emperador, dijo que
había sido el mejor acompañamiento que jamás
había tenido. Insiste ahora con la sinfonías Segunda,
Cuarta, Quinta y Séptima y la Obertura “Egmont”.
Completan este suculento lanzamiento
Primera, Octava, Gran fuga y Missa Solemnis de los
ciclos de 1963 y 1966. Encontramos aquí el bien conocido,
y documentado por el disco, Beethoven
“explicado”, honesto, austero, equilibrado, diáfano,
de pasmosa coherencia interna, tempi idóneos
y que en los distintos movimientos de una obra
guardan relación entre sí, balance perfecto entre
la cuerda y las maderas, timbal prominente, puntilloso
hasta lo obsesivo con la articulación y el
ritmo –pulso constante, férreo, sin los rubati de la
tradición–, atento al diseño formal (Klemperer
respeta casi todas las repeticiones, incluso la anticlimática
del Finale de la Quinta). Pocas veces tenemos
una sensación tan convincente de
autenticidad, de encontrarnos ante “la verdad”,
ante los Mandamientos de la Ley beethoveniana
(como ocurre con alguno de los otros, el cuerpo
pide a veces que nos los saltemos).. Klemperer presumía
de haber vuelto a las partituras originales,
aunque no renunció a puntuales retoques en la orquestación
propuestos por Felix Weingartner u
otros de su cosecha (Conversations with Klemperer,
de Peter Heyworth. Ed. revisada, Faber and
Faber, Londres 1985). A diferencia de la práctica
usual, consistente en preparar concienzudamente
una interpretación rodándola en concierto antes
de llevarla al estudio, aquí se dio el caso
contrario: las sesiones de grabación de 1957 tuvieron
lugar días antes de la interpretación pública.
Curiosamente, las interpretaciones en vivo son
sistemáticamente más rápidas que las de estudio
del mismo año (también que los registros de 1955,
y no digamos de los de 1959). Además de esto, el
directo aporta humanidad –la Philharmonia es falible–
y un sonido más cálido, menos granítico. En
este caso la ciclotimia consigue atemperar la rigidez
del idealista. El Ciclo Beethoven de 1966, último
de Klemperer, fue también grabado para
televisión por la BBC (John Culshaw era entonces
jefe de programas televisivos de la BBC). Ya podrían
EMI o Testament editarlo en DVD (EMI publicó
en DVD de la serie Classic Archive la Novena
del concierto inaugural del ciclo de 1964, único
que se televisó). Sorprenden mucho los tempi tan
amplios adoptados en 1966. La Heroica, no publicada,
rozó la hora de duración, y la Gran Fuga incluida
en este lanzamiento es mucho más masiva
y parsimoniosa (18:10) que la celebrada grabación
de estudio de diez años antes (16:30).
Todo el material, transmisiones radiofónicas
de la BBC, procede de los archivos sonoros de la
British Library. Buen sonido monoaural.
Por su parte, el nuevo sello Medici Masters
husmea en los archivos de la Radio de Colonia y
se estrena con la ya conocida Cuarta de Bruckner
de 1954 (en la calentita edición Nowak, publicada
un año antes). Interpretación extraña, enigmática,
fascinante, de texturas ligeras e impulso irresisti-
33
Miguel Ángel González Barrio
ble, posiblemente la mejor de las cinco conocidas
de Klemperer. Los movimientos extremos son absolutamente
enloquecidos, y lleva la sección Allegretto
del difícil Andante a un tempo mucho más
vivo de lo habitual. El ascenso hacia la luz de la
Coda del Finale, al infernal tempo klemperiano,
es tan espectacular como el lentísimo travelling sonoro
celibidachiano. El ostinato está ahí, y tremolado,
como está escrito. Se pierde en parte la
verticalidad (no “se cae”, que esto no es periodismo
deportivo), se difuminan los detalles de la
progresión armónica. Llevando el símil del ascenso
al extremo, de ser un submarinista, con
Klemperer se corre serio peligro de sufrir embolia
gaseosa. No sé si habría pasado el control antidopaje.
Sin embargo, la impresión general es de
una gran coherencia dentro de la extravagancia y
la desmesura. Completa el espléndido disco, de
muy buen sonido, una precisa, transparente y vigorosa
lectura del Don Juan straussiano.
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): Sinfonías 1 & 8;
Grosse Fuge en Si bemol Mayor, op.133
Philharmonia Orchestra. New Philharmonia Orchestra. Dir.:
Otto Klemperer / TESTAMENT / Ref.: SBT 1405 (1 CD) D2
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): Sinfonía No. 2 en
Re Mayor, op. 36; Sinfonía No. 7 en La Mayor, op. 92
Philharmonia Orchestra. Otto Klemperer, dirección / TESTA-
MENT / Ref.: SBT 1406 (1 CD) D2
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): Sinfonías Nos. 4 &
5; Obertura Egmont
Philharmonia Orchestra. Otto Klemperer, dirección / TESTA-
MENT / Ref.: SBT 1407 (1 CD) D2
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): Missa Solemnis
Söderström, Höffgen, Haefliger, Frick / Philharmonia Orchestra.
Dir.: Otto Klemperer / TESTAMENT / Ref.: SBT 1408
(1 CD) D2
OTTO KLEMPERER dirige BRUCKNER: Sinfonía nº 4.
STRAUSS: Don Juan
Kölner-Rundfunk-Sinfonie-Orcherter. Dir.: Otto Klemperer /
MEDICI ARTS / Ref.: MM001-2 (1 CD) D10

34 diverdi grabaciones históricas
Piano romántico
esencial
Tres muestras del mejor Serkin,
en BBC Legends
Roberto Andrade
Al igual que todos los artistas de verdad, Rudolf
Serkin (1903-1991) daba lo mejor de sí mismo ante
el público. Como prueba, valga este extraordinario
CD en el que BBC Legends recoge parcialmente
dos recitales que ofreció en Londres en 1969 y
1975; de este último año datan las dos primeras
piezas incluidas. El Preludio y Fuga Op. 35 nº 1 de
Mendelssohn es una obra tan hermosa y original
como poco conocida y grabada: una rareza. Deudora
de Bach, su tono grave y dramático, muy alejado
de las Canciones sin palabras, anticipa por
momentos a César Franck. La fuga, larga y de complejidad
creciente, somete a dura prueba la capacidad
constructiva de cualquier artista, que Serkin
supera con toda brillantez, dando una versión poderosa
e impecable. El contraste con la primera
de las cuatro piezas que forman la Op.119 de
Brahms, llevada a tempo lentísimo pero muy bien
sostenido, no puede ser mayor. El tono íntimo, reconcentrado,
se transforma en las dos siguientes,
delicadísima la segunda, desenfadada la tercera,
para culminar en una poderosa Rapsodia conclusiva
que, con sus cambios de humor perfectamente
calibrados, por sí sola acreditaría a Serkin como
un eminente intérprete de Brahms.
En los Boletines 140 y 149 tuve ocasión de
ponderar su extraordinaria categoría como intérprete
de Beethoven. Su versión de las Variaciones Diabelli
está a la altura de las más grandes, las firmadas
por Arrau, Brendel, Richter o Schnabel. Serkin se
muestra como un consumado arquitecto, tan atento
al conjunto de la obra, cuya tensión hace crecer
gradualmente, sin que ceda ni un instante, como a
los detalles, sea en las variaciones lentas (14, 31), sea
en las que Beethoven despliega su sentido del humor,
citando a Mozart (var.22) o a Rossini, para culminar
en un minueto final que nos transporta al mismísimo
cielo. Enorme Serkin.
RUDOLF SERKIN interpreta MENDELSSOHN: Preludio y
fuga. BRAHMS: Cuatro piezas para piano. BEETHOVEN: Variaciones
Diabelli
Rudolf Serkin, piano (1975, 1969) / BBC LEGENDS / Ref.:
BBCL 4211-2 (1 CD) D2
Lirismo desbordante
Nuevos testimonios de Rudolf
Kempe en ARCHIPEL
Roberto Andrade
Tras la amplia edición realizada por Testament hace
unos años, la discografía de Rudolf Kempe se sigue
enriqueciendo con grabaciones de sus conciertos, gracias
a BBC Legends y, en esta ocasión, a Archipel.
La Orquesta de la Radio de Hesse no era en los años
50 –ni creo que ahora lo sea– una de las “punteras”
de Alemania, pero gobernada por la batuta elegante,
precisa e inspirada del maestro sajón, rinde admirablemente.
En el Concierto para violín de Brahms
el solista es Christian Ferras, que en el mismo año
de estos registros, 1953, grabó con Carl Schuricht para
Decca una preciosa versión de esta obra, reeditada
por Testament. La dirección de Kempe no es menos
sobresaliente que la de Schuricht y su finísima musicalidad
y su excepcional instinto brahmsiano obran
maravillas en colaboración con Ferras. Éste se muestra
particularmente inspirado en los dos primeros
tiempos, en los que luce su cautivador fraseo y su precioso
sonido lírico, transparente y cálido, de vibrato
muy personal y atractivo; un sonido no tan pleno
y redondo como el de Oistraj –referencia inalcanzable
en esta obra– pero de gran clase. El Adagio, a
tempo muy lento, es realmente hermoso. El final
plantea a Ferras, como a otros violinistas, más de
un problema que Joachim trató de atenuar, antes del
estreno del Concierto, añadiendo el matiz non troppo
vivace a la indicación de Brahms, Allegro giocoso.
El violinista francés sale airoso de la difícil prueba
y se redondea así una versión magnífica.
La Octava de Dvorák es un puro gozo porque
Kempe sabe transmitir a la orquesta su entusiasmo
por esta música bellísima que dirige como si Bohemia
fuera su patria chica, con amor, pasión y libertad
que se desbordan en los contrastes de tempo,
dinámica y color (admirable el rubato del tercer tiempo).
Medio siglo después, esta versión conserva toda
su frescura y atractivo. No se pierdan este CD, de
sonido más que aceptable: un tesoro a precio muy
moderado.
JOHANNES BRAHMS (1833-1897): Concierto para violín.
ANTONÍN DVORÁK (1841-1904): Sinfonía No. 8
Christian Ferras, violín. Sinfonie-Orchester der Hessischen
Rundfunks. Dir.: Rudolf Kempe (1953) / ARCHIPEL / Ref.:
ARPCD 0233 (1 CD) D13
Beethoven
experimental
Olli Mustonen comienza un ciclo
de Conciertos para piano
Pablo-L. Rodríguez
Olli Mustonen (1967) es uno de los principales valores
pianísticos actuales de Finlandia y, como resultado
de su formación en la Academia Sibelius
de la capital finesa, es un músico muy completo que
toca, dirige y compone. Ahí están para comprobarlo
sus estupendos discos en Ondine de música de
Sibelius como pianista y director o su interesante
CD como compositor donde pretende poner al
día con sumo encanto neoclásico la música de
Bach, Schubert, Grieg o Hindemith. Pero que Mustonen
sea un compositor neoclásico no quiere decir
que también lo sea como pianista. Es más, desde
el piano se inclina más hacia la experimentación
siempre partiendo de un impresionante control
técnico y sonoro del instrumento. Su estilo combina
la articulación procedente de la música antigua
(Mustonen empezó a estudiar clave antes que
piano) con altas dosis de objetividad que le hacen
incurrir por momentos en una forma de tocar demasiado
puntillosa, cortante y seca, siempre con
muy poco pedal, y con una precisión dinámica y
manejo del tempo algo exageradas. Sus entradas en
los movimientos primero y tercero de los dos conciertos
son buenas muestras de ello. Por fortuna,
la orquesta no le sigue en sus diabluras y la interpretación
de la Tapiola Sinfonietta no sólo resulta
extraordinaria sino que compensa algunos
excesos del pianista. En el Op. 15 Mustonen luce cadencias
propias, aunque mantiene la de Beethoven
en el Op. 19, y en ambos conciertos sigue al pie
de la letra la edición crítica de Hans-Werner Küthen
en la que, sin dudar de la misma, hay algunos
pasajes que no me terminan de sonar bien como,
por ejemplo, el Fa natural en el compás 172 del
Allegro con brio del Op. 15 (corte 1; 4:40). Veremos
cómo sigue este ciclo en el que hasta ahora Mustonen
enfoca esta música con valentía y personalidad,
y donde destaca la calidad técnica del equipo
de Ondine.
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): Conciertos para
piano Nos. 1 & 2
Tapiola Sinfonietta. Olli Mustonen, piano y dirección / ONDI-
NE / Ref.: ODE 1099-5 (1 SACD) D1

Según parece, Robert von Bahr (o Mr. BIS, como
se le apoda en el Finnish Music Quarterly) tenía un
sueño cuando fundó allá por 1973 el sello BIS, y era
llevar al disco todo lo escrito por Jean Sibelius.
Treinta y cuatro años después, y tras numerosos
lanzamientos por separado durante las dos últimas
décadas, parece ser que la ilusión deja paso a
la realidad y los cofres que aquí presentamos inician
una serie que parte de la conmemoración del
cincuenta aniversario de la muerte de Sibelius y terminará
en marzo de 2010. Trece lanzamientos y
unos 70 discos que contendrán todo lo que escribió
el compositor finés, es decir, no sólo todas sus
obras sino también las versiones previas de muchas
de ellas. El proyecto nació hacia 1986 auspiciado
por la vinculación al sello BIS del especialista en
Sibelius Andrew Barnett, autor de todas las notas
siglos XIX & XX 162 / septiembre 2007
Sibelius total o el sueño de Mr. BIS
Con motivo del 50 aniversario de su muerte, el sello sueco lanza las dos primeras entregas
de la edición fonográfica más completa jamás publicada de un compositor clásico
que acompañarán las ediciones y también de una
breve biografía de Sibelius que se incluye dentro
de cada cofre. De hecho, este mes de septiembre
llega a las librerías la esperada biografía de Sibelius
firmada por este musicólogo inglés y que publica
Yale University Press. Asimismo, no se ha
escatimado en apoyos y Bahr confiesa también la
inestimable ayuda para configurar el proyecto del
veterano Fabian Dahlström, autor del catálogo temático
de Sibelius publicado en 2003 y responsable
de la edición completa de sus obras en Breitkopf
& Härtel, y del ya desaparecido Erik Tawaststjerna,
que culminó en 1988 la publicación de la monumental
y para muchos definitiva biografía del
compositor finés en cinco voluminosos tomos (publicada
en inglés entre 1976 y 1997 en una versión
abreviada a cargo de Robert Layton).
35
Pablo-L. Rodríguez
Estamos, sin duda, ante la edición fonográfica
más completa de la obra de un compositor clásico
y ello en este caso no debe sorprendernos.
Como es bien sabido, Sibelius fue uno de los pocos
compositores de la primera mitad de la pasada
centuria que conoció en vida un amplio proyecto
de grabación de su música por suscripción, la llamada
edición “Society” de His Master’s Voice,
que entre 1933 y 1939 supuso la primera integral
de todas sus sinfonías e incluyó alguno de sus poemas
sinfónicos, su concierto para violín y su cuarteto
Voces Intimae. Todo ello fue grabado con los
mejores intérpretes de su música de aquel tiempo,
como Robert Kajanus, Serge Koussevitzky,
Sir Thomas Beecham, Jascha Heifetz o el Budapest
Quartet, entre otros. Esta pionera edición coincidió
con un clima muy propicio para la música de

36 diverdi siglos XIX & XX
“Hoy nadie puede
discutir el lugar
fundamental que
ocupa Sibelius en la
música del siglo XX y
quizá lo más
interesante sea definir
su posición frente a la
modernidad.”
Sibelius que se había instalado en los años treinta
fuera de los países nórdicos en lugares como Alemania,
Estados Unidos, Japón o Gran Bretaña. La
popularidad del compositor finés promovió los
primeros estudios sobre su vida y su obra escritos
en inglés, como la biografía publicada en 1931 por
Cecil Gray en la que Sibelius aparece como el más
grande sinfonista después de Beethoven.
La euforia seguiría por Estados Unidos y Alemania,
en donde la causa sibeliana encontraría
adeptos en críticos muy influyentes como Olin
Downes del New York Times y acérrimos defensores
como el compositor Bergt von Törne, que publicaría
en 1937 un entusiasta panegírico. Sin
embargo, esa euforia pronto desató la reacción antisibeliana
del sector que promovía la “verdadera
modernidad” encabezada en Alemania por el ensayista
musical y filósofo Theodor W. Adorno, en
Estados Unidos por el crítico del New York Herald-Tribune
Virgil Thompson o en Francia por el
téorico, compositor y director de orquesta René
Leibowitz. Después de la Segunda Guerra Mundial
la música de Sibelius sería etiquetada como
conservadora y relegada en esos tres países, aunque
mantendría su popularidad en Gran Bretaña
y los países nórdicos, y contaría con algún director
incondicional como Herbert von Karajan. España
también se apuntaría pronto al bando
antisibeliano, algo que ya fue comentado en 2001
con sumo tino en estas páginas por el inolvidable
Ángel Mayo (véase Boletín nº 93, pág. 20), y todavía
hoy pueden encontrarse de vez en cuando en
programas de mano lindezas sobre lo mal compositor
que era Sibelius.
Los ataques contra Sibelius, y especialmente
los de Adorno –que aparte de arremeter contra
su música vinculaban el naturalismo del compositor
finés con los fundamentos ideológicos del régimen
nazi– han seguido siendo objeto de discusión
y debate hasta no hace mucho. Por ejemplo, la polémica
tesis de Antti Vihinen, director de la Casa
Sibelius de Lahti, supuso en 2000 un duro contra-
ataque a Adorno y la de Ruth-Maria Gleissner en
2001 trató de aclarar la relación de Sibelius con
los nazis. No obstante, creo que hoy nadie puede
discutir el lugar fundamental que ocupa Sibelius
en la música del siglo XX y quizá lo más interesante
sea definir su posición frente a la modernidad
o eso que James Hepokoski ha llamado el problema
del “modernismo” en Sibelius. En este problema
Sibelius encuentra refugio al lado de otro
compositor de su generación como fue Richard
Strauss (nacido un año antes que él), al haber llegado
–según parece– a su cima creativa con la austera
y disonante Cuarta Sinfonía en 1911 (“su”
Elektra) y haber reculado hacia una posición estética
más accesible y confortable en su Quinta, de
la que escribió tres versiones entre 1915 y 1919 (lo
que sería “su” Rosenkavalier).
La resolución del problema quizá esté en
considerar tanto a Strauss como a Sibelius compositores
antimodernos, haciendo uso musical
del término estudiado y defendido por Antoine
Compagnon (y cuya obra fundamental Les Antimodernes
acaba de publicar en castellano El Acantilado).
Y cito a este profesor de literatura
francesa: “Los antimodernos [...] no serían más
que los modernos, los verdaderos modernos, que
no se dejan engañar por lo moderno, que están
siempre alerta. Uno se imagina en principio que
debieran ser diferentes, pero pronto nos damos
cuenta que son los mismos, los mismos vistos
desde un ángulo distinto, o los mejores de entre
ellos”. Sólo desde este punto de vista puede entenderse
la importancia que tuvo la música de Sibelius
en su tiempo y que tiene en nuestros días,
algo que ha sido tratado recientemente por Vera
Siren y Julian Anderson.
A pesar de que no creó escuela, Sibelius ha tenido
una gran influencia en la música contemporánea.
Para empezar, discípulos suyos como Leevi
Madetoja desarrollaron sus enseñanzas y su ideal
sinfónico ha influido el devenir de la música finesa
del siglo XX tanto en compositores como Joonas
Kokkonen y Einojuhani Rautavaara, como en
otros más recientes como Kalevi Aho y Magnus
Lindberg. Precisamente, la obra de este último se
vincula con la teoría y principios de la música espectral
del IRCAM francés donde su Séptima Sinfonía
o Tapiola han sido obras de culto entre
compositores como Tristan Murail o para el grupo
L’Itinérarie de Hugues Dufourt. En Estados
Unidos, además de Samuel Barber, la música de Sibelius
ha influenciado a experimentalistas como
Morton Feldman y a minimalistas como Philip
Glass y John Adams, y en el Reino Unido, la huella
de Sibelius fue clara en Arnold Bax y Ralph
Vaughan Williams, pero también en el iconoclasta
Peter Maxwell Davies y lo es hoy en compositores
jóvenes actuales como Oliver Knussen,
George Benjamin y Thomas Adès. Incluso entre
los musicólogos, Sibelius es uno de los compositores
más estudiados y analizados hoy en día, tal
como demuestran los dos recientes volúmenes publicados
por Cambridge University Press: Sibelius
studies (2001) y The Cambridge Companion to Sibelius
(2004).
En el ámbito del concierto público y de la grabación
musical la importancia actual de Sibelius
es también indiscutible. Incluso en plazas poco sibelianas
como Viena, la integral de las sinfonías que
dirigió allí Jukka-Pekka Saraste en la primavera de
2002 fue un éxito clamoroso de público y crítica.
De hecho, las sinfonías son un buen metro para medir
los éxitos fonográficos actuales de la música de
Sibelius, pues algunos como Paavo Berlund van
por su tercera integral grabada, mientras que otros
como Lorin Maazel, Sir Colin Davis, Leif Segerstam,
Neeme Järvi o el propio Saraste llevan dos, y
una Sir Simon Rattle, Osmo Vänskä, Vladimir
Ashkenazy, Herbert Blomstedt, Sakari Oramo o
Petri Sakari, y seguro que me dejo alguna.
Por todo lo dicho, el monumental proyecto
de BIS se está desarrollando en un buen momento
para la música de Sibelius y se está haciendo realidad
gracias a dos bazas fundamentales: la
colección de manuscritos de Sibelius de la Biblioteca
de la Universidad de Helsinki y la cantidad de
“A pesar de que no creó escuela, Sibelius ha
tenido una gran influencia en la música
contemporánea. Incluso entre los musicólogos, el
finlandés es uno de los compositores más
estudiados y analizados hoy en día.”
talentos musicales que produce Finlandia hoy en
día. Lo primero está relacionado con la concentración
en la biblioteca universitaria finesa de todos
los fondos manuscritos adquiridos en subastas o
de origen estatal y familiar de la música de Sibelius
durante las décadas de 1970 y 1980. La colección
suma un total de casi dos mil ítems que
abarcan desde los años ochenta del siglo XIX hasta
1957 e incluyen la mayor parte de su música de
cámara, poco conocida todavía hoy, y también versiones
previas y bocetos de muchas composiciones,
inclusive de la malograda Octava Sinfonía. Por
otro lado, el extraordinario sistema de educación
implantado después de la Segunda Guerra Mun-

dial asegura la formación musical en toda Finlandia
(un país que cuenta con poco más de cinco millones
de habitantes) y tiene en la Academia Sibelius
de Helsinki su institución más prestigiosa.
Ambos aspectos cobran especial relevancia en
estas dos primeras entregas de la Edición Sibelius
de BIS. De entrada, sin los referidos manuscritos
no se podrían reconstruir la etapas previas de muchas
composiciones que nos permiten conocer y
disfrutar de la evolución de su pensamiento musical
o recuperar la mayor parte de su música de
cámara, que el propio compositor desestimó al final
de su vida y que muestran su progresión creativa
desde la imitación de modelos clásicos. Al
mismo tiempo, casi todos los directores y solistas
que escuchamos aquí proceden de la Academia Sibelius
donde se promueve la formación de músicos
polivalentes que tan pronto hacen música de
cámara como se ponen dentro o al frente a una
orquesta. De momento, aquí impresiona el sentido
idiomático de la orquesta de Lathi junto a la increíble
paleta dinámica de Osmo Vänskä y también
el encanto y entusiasmo del Tempera Quartet. Pero
nos queda mucho todavía por escuchar.
THE SIBELIUS EDITION. VOL. I: POEMAS SINFÓNICOS
COMPLETOS INCLUYENDO VERSIONES ALTERNATIVAS:
En Saga, La ninfa de los bosques, Canción primaveral, Suite
Lemminkäinen, Finlandia, La hija de Pohjola, Cabalgata nocturna
y amanecer, La dríade, El bardo, Luonnotar, Las oceánides,
Tapiola. Incluye también: Cassazione*, In memoriam,
Musik zu einer Scène, Dance-Intermezzo, Scènes historiques
I & II*.
Helena Juntunen, soprano; Lahti Symphony Orchestra. Osmo
Vänskä, dirección / Gothenburg Symphony Orchestra. Neeme
Järvi, dirección* (Grabaciones realizadas entre 1985 y
2007) / BIS / Ref.: BIS 1900/02 (5 CD) D2 x 3
THE SIBELIUS EDITION. VOL. II: MUSICA DE CÁMARA I:
Cuartetos de cuerda, Tríos con piano y Cuartetos con piano
completos: Los cuatro cuartetos de cuerda incluyendo ‘Voces
intimae’; los tríos ‘Hafträsk’, ‘Korpo’ y ‘Lovisa’; trío con
piano en la menor; cuarteto con piano en re menor; Ljunga
Wirginia y otras obras.
Tempera Quartet. Jaako Kuusisto & Sätu Vänskä, violín. Marko
Ylönen & Taneli Turunen, violonchelo. Folke Gräsbeck &
Peter Lönnqvist, piano. Harri Viitanen, harmonio (Grabaciones
realizadas entre 2002 y 2005) / BIS / Ref.: BIS 1903/05 (6
CD) D2 x 3
siglos XIX & XX 162 / septiembre 2007
Leif Segerstam
“Sibelius fue un rebelde que emprendió
sus propios caminos”
¿Cuál es el significado que la obra orquestal de
Jean Sibelius tiene para Leif Segerstam? Por supuesto,
podemos tratar de obtener la respuesta
asistiendo a alguno de sus conciertos o escuchando
la grabación completa del ciclo sinfónico que
el director realizó entre 2002 y 2004 para Ondine.
Sin embargo, en su faceta de compositor está
perfectamente equipado para hablar con autoridad
de la obra de su compatriota. En la actualidad,
lleva escritas nada menos que 182 sinfonías
(seguramente en el momento en que lean esto ya
serán más) que en su inmensa mayoría, según él
mismo nos explica, están elaboradas siguiendo el
mismo concepto de la Séptima de Sibelius, y deben
ser interpretadas por una gran orquesta sin director.
Segerstam, una figura carismática y enigmática
que ha estado al frente de la Ópera Real de
Estocolmo, de la Ópera Nacional Finlandesa, de las
Orquestas Sinfónicas de las Radios de Austria,
Dinamarca y Finlandia, es un profundo conocedor
de los mundos operísticos de Verdi y Wagner (hace
muy poco, ha estado ofreciendo Macbeth en el Festival
de Savonlinna, en Finlandia). Como director,
Segerstam ejerce también como activo embajador
y entusiasta intérprete del actual decano de la composición
finlandesa, Einojuhani Rautavaara, como
podemos comprobar, por ejemplo, en su reciente
disco de canciones con orquesta con el barítono Gabriel
Suovanen, o en su premiada versión de la Octava
Sinfonía, igualmente con la Filarmónica de
Helsinki, una obra que tuvo muy mala acogida
cuando fue estrenada por Wolfgang Sawallisch y
la Orquesta de Filadelfia.
37
Mark Wiggins
Pedimos a Segerstam director y compositor
que nos explique su forma de entender la obra sinfónica
de Sibelius.
“Veo en Sibelius a un colega que, en su tiempo,
fue lo suficientemente rebelde como para emprender
sus propios caminos. Podemos comprobar
esto a través de sus partituras sinfónicas, como
oyentes o como intérpretes, quizá descubriendo cosas
diferentes a las visiones que él tuvo a la hora
de inspirarse, diferentes a las que le motivaron en
su día. Lo más importante es que permitió que sus
estructuras sinfónicas asumieran las formas de
los materiales musicales. Su música habla y dice:
‘Vayamos por este camino. Desarrollémonos ahora
de esta manera.’ Desde luego, Sibelius no es un
constructor, y por ello fue frecuentemente atacado
por Theodor W. Adorno [sociólogo alemán
que en 1938 proclamó ‘Si Sibelius es bueno, entonces
los criterios musicales aplicados desde Bach
hasta Schoenberg (...) no son válidos’].
La evolución de la forma sinfónica en Sibelius
tiende hacia la Séptima Sinfonía de 1924, que
consta de un único movimiento –de unos 22 minutos–
en arco. Esta forma describe la tradición sinfónica
finlandesa de ayer, hoy y mañana. Y por ello
he decidido aceptar la Séptima como el modelo
para muchas de mis propias obras. Un arco, un
pensamiento. Permaneces un momento en una atmósfera,
y luego pasas a la siguiente y a la siguiente.
Después permites que las atmósferas diferentes
se yuxtapongan, para acabar con un resumen. Sibelius
expresa esto en su propia lengua, el sueco,
de forma clara en la conclusión de la Séptima: aca-
Leif Segerstam. Foto: Heikki Tuuli.

38 diverdi siglos XIX & XX
ba con Re-Do, Si-Do. En sueco, ‘Redo?’ significa
‘¿Estás preparado?’, y ‘Se Där’, que se pronuncia
‘Si Do’ significa ‘Entonces mira’. Sibelius nos dice
–con esos tonos y semitonos que utilizamos para
movernos por el territorio musical–: ‘Si estás preparado,
entonces mira. No tienes que copiarme,
pero no puedes dejar de lado estas herramientas’.
Sibelius lo hizo todo a su manera. Su ciclo
sinfónico no comienza realmente con la Primera
sino con Kullervo (1892), una de las primeras pie-
“La evolución de la
forma sinfónica en
Sibelius tiende hacia la
Séptima Sinfonía de
1924, que consta de un
único movimiento en
arco. Esta forma
describe la tradición
sinfónica finlandesa de
ayer, hoy y mañana.”
zas importantes de música minimalista, que ya demuestra
lo avanzado que estaba en cuanto a la
realización de ideas musicales. En su Primera Sinfonía
(1899-1900) tenemos influencias eslavas,
orientales, mientras que en la Segunda (1902) predominan
las influencias occidentales (viajó a Italia).
Tras intentar volver al clasicismo inicia con la
Tercera (1907) un viaje para llegar, matemáticamente,
todo lo lejos que le permite el ciclo tonal,
pero notando ya la claustrofóbica limitación de no
poder pasar del tritono. La Cuarta Sinfonía es extraordinaria
–aunque no se sabe en qué tonalidad
está cuando comienza–, tras la cual Sibelius consiguió
sobrevivir a un tumor en la garganta gracias
a su estancia en la naturaleza, de la que obtuvo las
fuerzas para seguir adelante.
Así que prosiguó con la Quinta, la Sexta y la
Séptima. ¿Alguna vez se ha percatado del parecido
del principio de la Quinta (1915-19) con La Marsellesa?
¡Escuche las dos! Para mí, estos acordes
son como el momento de accionar el obturador
de una cámara fotográfica: sólo se puede ver la
imagen completa cuando el foco se abre. Sibelius
mismo dijo que estaba impresionado con lo que había
hallado, con esa visión que perduró en toda su
música. En la Sexta y la Séptima no sabemos bien
qué es lo que está explorando, pero desde luego sabemos
que Sibelius ya es muchísimo más sabio.
Parece que está exponiendo todo lo que sabe; hay
un momento maravilloso en el tercer movimien-
to de la Sexta (1923) donde parece estar burlándose
de la Segunda Escuela de Viena. Tapiola (1926)
fue la última gran obra sinfónica de Sibelius, donde
combina el minimalismo con el esfuerzo por
mantenerse en contacto con todos los sonidos, las
ondas y las pulsaciones que lleva dentro. Ni siquiera
en Tapiola pudo apartarse del problema de la
tonalidad... Pero pienso que la suya fue una respuesta
más sana que la del ‘neandertal’ Schoenberg,
que comenzó a probar, a lanzar dados y a no
preocuparse en absoluto del resultado sonoro. Este
planteamiento fue copiado durante mucho tiempo
por espíritus poco musicales, con el resultado
de que que esa atonalidad se ha perpetuado, algo
profundamente antimusical: la música no puede
abandonar el sistema tonal que ya Pitágoras ayudó
a establecer.
Carl Nielsen proclamó que ‘La música es vida,
y como ella, nunca se extinguirá’. Si la música es
vida, para interpretarla debes anularte y escuchar
qué es lo que ella te pide, y admirar lo generosa que
es la naturaleza al permitirte a ti, la persona elegida,
materializar esa música que a su vez ayudará a
otros a encontrar el material que les permitirá obtener
esa inmensa riqueza de posibles que es la
música. Esto es lo que hacemos, esto es lo que hizo
Sibelius, esto es lo que yo estoy haciendo.”
JEAN SIBELIUS: Obras favoritas para orquesta y álbum fotográfico
Orquesta Filarmónica de Helsinki; Orquesta Filarmónica de
Tampere; Orquesta Sinfónica de de la Radio Finesa. Dirs:
Jean Sibelius, Jukka-Pekka Saraste, Leif Segerstam, Tuomas
Ollila / ONDINE / Ref.: ODE 1037-2 (1 CD) D2
JEAN SIBELIUS (1865-1957): Integral de Sinfonías; Finlandia;
Concierto para violín
Pekka Kuusisto, violin. The Polytech Male Choir. Helsinki
Philharmonic Orchestra. Leif Segerstam, dirección / ONDINE
/ Ref.: ODE 1075-2Q (4 CD) D2 x 4
JEAN SIBELIUS: The Absolute (Concierto para violín en Re
menor, op. p. 47; Sinfonía No. 2 en Re Mayor, op. 43)
Pekka Kuusisto, violín. Helsinki Philharmonic Orchestra. Leif
Segerstam, dirección / ONDINE / Ref.: ODE 1115-2 (1 CD)
D2
Sibelius doble
Tercera por Mravinski,
con un curioso bonus
Pablo Batallán
Algunos de los mejores directores de orquesta rusos
han tenido a lo largo de sus carreras una magnífica
relación con la música de Sibelius. Ahí están
Kirill Kondrashin o Gennady Rozhdestvenski y,
cómo no, Evgeni Mravinski, que dejó, por ejemplo,
una memorable Séptima Sinfonía que ha ido de
sello en sello. Ahora nos llega una Tercera por ese
gran maestro cuya popularidad fonográfica en versiones
de sinfonías de Chaikovski o Shostakovich
nos ha privado demasiado a menudo –hasta la aparición
de distintas recopilaciones– de su extraordinaria
capacidad para casi cualquier repertorio.
Esta Tercera fue grabada en Leningrado, en
concierto público, el 27 de octubre de 1963 y nos
llega de la mano de la firma japonesa Altus en una
doble propuesta. Por un lado, la grabación monofónica,
tal cual, eso sí, limpia de cualquier borrosidad
pero sin efecto añadido alguno, con lo que
–y vía la pericia de los ingenieros que hicieron la
grabación hace cuarenta años– nos encontramos
ante un testimonio en las mejores condiciones posibles
del gran arte directorial de Mravinski.
Lo curioso es que, como bonus, se nos ofrece
lo que se indica como “Stereo Mixing Version”.
La diferencia no es demasiado grande; se aprecia,
quizá, una mayor amplitud en el espacio sonoro
pero no lo suficientemente significativa como para
que la mejora sea notoria. Seguramente las notas
al programa del disco dan una explicación técnica
y filosófica acerca del interés y la intención de
esta doble propuesta. Lástima que estén escritas
en (supongo que) perfecto japonés, con lo cual
nada puedo añadir sobre el particular a los lectores
de esta reseña. Sí, desde luego, que si son amantes
de la música de Sibelius, no se pierdan esta
versión que, además de ser extraordinaria, aportará
a su discoteca una curiosidad.
JEAN SIBELIUS: Sinfonía nº 3
Orquesta Filarmónica de San Petersburgo. Director: Evgeni
Mravisnki / ALTUS / Ref.: ALT 083 (1 CD) D10

Maestro y discípulo
La Tercera de Beethoven adaptada
para cuarteto por Ferdinand Ries
siglos XIX & XX 162 / septiembre 2007
Blas Matamoro
Ferdinand Ries fue alumno, secretario y copista de
Beethoven. Compuso por su cuenta y resultó digno
de su didacta. Siempre una modesta hierba, a
la sombra del árbol gigantesco, se le parece, guardando
las distancias. Su adaptación de la tercera
sinfonía, la llamada Heroica, permite seguir con
fidelidad las líneas de cada voz, imitando la sonoridad
de la orquesta sinfónica con un uso habilidoso
del cuarteto con piano. No es el original pero,
de algún modo, lo es, como una buena traducción
de poesía no es y, al tiempo, es el poema de partida.
A ellos se suma la circunstancia de que en el último
movimiento hay un pasaje que puede ser
entendido como atonal, ya que resulta legible tanto
en do mayor como en sol mayor, dada su enarmonía.
Hubo una época en que se pensó que tal
ambigüedad de tonalidades era un error del copista,
o –lo que es más novelesco y menos verosímil–
una erudita broma de Ries. Nada permite pensar
que Beethoven haya descuidado la edición de la
obra, de manera que el asunto puede calificarse de
netamente beethoveniano.
El maestro mismo no desdeñó, como tampoco
lo habían hecho Mozart y Haydn, hacer transcripciones
de alguna obra suya. Su cuarteto en fa
mayor “traduce” su sonata para piano en mi mayor.
La obra aquí también incluida es una versión
para piano y arcos de su quinteto para piano y vientos.
Curiosamente, dada la mayor facilidad para hallar
instrumentistas adecuados, gozó de mayor
difusión y popularidad que el modelo.
Comparando lo hecho por ambos, se advierte
que Ries conocía los recursos de Beethoven como
traductor. Si se dijera que ambas partituras son de
la misma procedencia, podríamos creerlo. No las
escribieron iguales manos pero sí las guió la misma
mentalidad. A la sombra del árbol, la mata de
Ries no desmerece la flora beethoveniana.
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): Sinfonía No. 3 en
Mi bemol Mayor, Eroica op. 55 (arreglada para piano, violín,
viola y violonchelo por Ferdinand Ries); Cuarteto en Mi bemol
Mayor para piano, violín, viola y violonchelo, op. 16
Mozart Piano Quartet / MDG / Ref.: MDG 1454 (1 CD) D2
Habilidoso,
don Camilo
Música de cámara con vientos
de Saint-Saëns
Blas Matamoro
Alguna vez habrá que escribir la historia de la música
durante el siglo XIX partiendo de dos polos
de atracción: el primer final de La italiana en Argel
de Rossini (Va sossopra il mio cervello) y El carnaval
de los animales de Saint-Saëns. O sea: la
apoteosis y despedida de la polifonía clásica –que
no hará más que volver y volver– y la ocurrencia
fragmentaria, donde la máxima seriedad consiste
en construir parodias y pastiches. No en vano
Saint-Saëns será el primer compositor de cine.
Vaya esto teniendo en cuenta que los dos músicos
fueron contrarios a las innovaciones programáticas:
don Gioacchino detestaba a Wagner tanto
como don Camilo a Stravinski.
La doble lección puede ser la siguiente: para
seguir explorando el curso de la música hay que
obedecer a los moldes canónicos, pero aplicando
a ellos la distancia irónica que proporciona, al adulto,
la seriedad con que juega un niño. En el caso
del italiano, el gran recurso fue recorrer las posibilidades
de la voz humana. En el francés, especular
con los secretos encantos de cada instrumento.
Este compacto ofrece algunas buenas muestras de
laboratorio. Si bien el dúo de flauta u oboe y piano
tiene su andadura, el de clarinete o fagot con teclado
exige mucha inventiva en aquellas fechas. La
andadura se la dará el tiempo, pues hallaremos sus
trazos en Hindemith, Honegger y Poulenc, medio
siglo más tarde, ya reconciliado Saint-Saëns con los
admiradores de Stravinski. ¿Y qué tal lo caprichoso
de juntar folclore danés con ruso, hasta que no
quede nada de ellos? Seguramente, el viejo Rossini,
el de los pecadillos seniles, tendría una anticipada
respuesta.
CAMILLE SAINT-SAËNS (1835-1921): Música de cámara
para vientos y piano
Ensemble Villa Musica / MDG / Ref.: MDG 0395 (1 CD) D2
Por tierras de Gade
Obras para piano del romántico
danés
NIELS W. GADE (1817-1890): Obras para piano
Edoardo Torbianelli, pianoforte (Steinway 1863) / PAN
CLASSICS / Ref.: PAN 10191 (1 CD) D2
39
Blas Matamoro
Junto a su obra de gran tamaño, oratorial y sinfónica,
el danés Niels Gade (1817-1890) ha dejado
un rastro en las pequeñas formas, muy acordes
con el siglo romántico que lo vio vivir: ocurrencia,
rapto, fragmento, eco de la inspiración folclórica,
sentimentalismo, intimidad de piano doméstico, círculo
de amigos y familiares a la luz de la estufa.
En estas obras para teclado aparece su peculiar
manera de saberse romántico. Hay piezas de
fantasía, flores primaverales, idilios y un arabesco,
gavilla de homenaje a la referencia mayor, que
es, sin duda, Robert Schumann. También se presenta
una incursión preimpresionista en sus Acuarelas,
a la vez que la estructura más compleja de la
sonata se fija en su opus 28. Finalmente, el oído
atento del errante caminador recoge, por calles y
caminos, tabernas y plazuelas, el silbo y el canturreo
del pueblo.
Los recursos pianísticos de Gade son de buena
escuela y revelan a un informado escritor para
teclado. Conoce las sonoridades, no plantea al instrumentista
compromisos de endiablado virtuosismo,
prefiere las armonías claras que no eluden
ciertas sutilezas de matiz, pone aquí y allá algún
efecto que ate la atención del público. Un gusto
por el agrado sensato y amigable recorre estas páginas,
aptas para ese momento en que la casa está
en orden y apetece rodear al pianista con un silencio
concentrado y cordial. Es el que se renueva,
un siglo largo más tarde, cuando volvemos sobre
ellas, o vamos hacia ellas.

40 diverdi siglos XIX & XX
Mahler, primeros pasos
Las dos primeras Sinfonías del bohemio, en soberbias lecturas de Mariss Jansons y Lothar Zagrosek
Para Mahler la Sinfonía no fue un modelo formal,
ya que lo rechazó y desintegró en varias de sus
composiciones. Pero, a pesar de sus denodados
esfuerzos iniciales en pos de ese ideal, tampoco
fue un medio programático, un poema sinfónico
estrictamente hablando: yendo a la raíz romántica
de la fe, para Mahler, como él mismo dijera, la
Sinfonía sería un Todo posibilístico, la única manera
en que el compositor podía dar cabida a sus
aspiraciones internas e inquietudes espirituales.
En él, la trama de la narración será la Summa Filosófica,
la confesión se convertirá en psicoanálisis
y la ampliación de los medios y de la forma se
tornará en cosmología, tal como el compositor diría
a Mengelberg acerca de la Octava Sinfonía: “Imagine
que todo el universo comienza a sonar. Ya no
son sólo voces humanas, sino planetas y soles girando
en tomo a sus órbitas”.
La Novena de Beethoven, punto de mira, caleidoscopio
y canon del sinfonismo mahleriano,
llegó al paroxismo en las once obras de Mahler
(incluyendo la inconclusa Décima y La canción de
la tierra, apellidada Sinfonía). Como señalara Wilfrid
Mellers, sus obras son verdaderos “experimentos
de autobiografía espiritual”. Para Mahler,
sus Sinfonías debían ser el reflejo de sus experiencias
humanas, tanto en lo alegre como en lo trivial,
en lo trágico y en lo profundo. Las sinfonías constituyen,
pues, un mundo interior propio, con sus
propias leyes de nacimiento, desarrollo y extinción.
Respecto al programatismo, al seguimiento de
un programa descriptivo concreto dibujado a partir
de la misma indicación de los movimientos
(también una idea de Beethoven, que estrenaría
en la Pastoral), Mahler parece aceptarlo sin tapujos
en las primeras cuatro Sinfonías, para luego
rechazarlo abruptamente a partir de la Quinta.
Desde otro ángulo, el primer movimiento de la Segunda,
seguramente a causa de la influencia de Richard
Strauss, maestro en esta forma músical, nace
como un poema sinfónico sin referente detallado,
con el único título de Totenfeier (Rito de la muerte).
Es, quizás, el único caso dentro del sinfonismo
mahleriano de “programa sin programa”, sólo
como título. Desde el punto de vista de la referencia
literaria, al menos dos obras, las Sinfonías Tercera
y Octava, tienen un origen extramusical: la
Tercera es un reflejo personalísimo del Zarathustra
de Nietzsche y la Octava es una trascripción, en su
segunda parte, del final del Fausto II de Goethe.
Las dos grabaciones reseñadas nos presentan
esos primeros pasos “oficiales” del sinfonismo
mahleriano, descartadas obras juveniles
–compuestas entre los 18 y los 24 años– que el músico
consiguió que no llegaran a la posteridad. Así
pues, este itinerario discográfico nos lleva desde
1884 –el año de los primeros borradores en Kassel
de Titán o Sinfonía nº 1– hasta 1894 –culminación
de la Segunda Sinfonía en Hamburgo–, en los
diez años que contempla la eclosión imponente
de Mahler como director de orquesta, “década
prodigiosa” que le lleva de modesto concertador
de teatros de segunda en provincias a director estrella
de la Europa de su tiempo.
Nuestros dos “demiurgos”, Jansons y Zagrosek,
son, no ya de la misma generación, sino vecinos
cronológicos, separados por apenas dos meses,
aunque sus orígenes y trayectorias son disímiles.
Sus proposiciones sonoras son, posiblemente,
complementarias, y desde luego solventes. Una
llega desde lo alquitarado, con un conjunto que es
a esta música como el guante a la mano; la otra
viene desde lo novedoso, casi primeras pisadas en
lo mahleriano de formación y director.
Mariss Jansons (Riga, Letonia; enero de 1943)
ha tenido una trayectoria mahleriana irregular: se
José Luis Pérez de Arteaga
acercó pronto, en términos discográficos, a la materia,
con su traducción en Oslo de la Segunda Sinfonía
(Chandos, 1989); tras una “lunga pausa”, se
anunció un ciclo de las Sinfonías, siempre con la Filarmónica
de Oslo, para la firma noruega Symax,
que se quedó en tentativa y del que sólo se publicaron
las Sinfonías Primera y Novena (1999-2000).
Posteriormente, Jansons abordó en dos tacadas
sucesivas, ambas tomadas en directo, la Sinfonía nº
6, con London Symphony (LSO Live, 2002) y Concertgebouw
(RCO Live, 2005). Llega ahora un
nuevo acercamiento a la Sinfonía nº 1.
Objetivamente, es difícil tocar mejor una Sinfonía
de Mahler, y desde luego es casi imposible grabarla
mejor. El habitual equipo de Polihymnia
vuelve a realizar uno de sus trabajos de fábula, en
lo que puede ser hoy en día el mejor ‘Team’ de ingenieros
de sonido en Europa. Jansons aventaja, ob-
“Objetivamente, es difícil tocar mejor una Sinfonía
de Mahler, y desde luego es casi imposible
grabarla mejor. Jansons aventaja, obviamente, su
propia interpretación de 1999 para Symax, con la
Filarmónica de Oslo.”
viamente, su propia interpretación de 1999 para
Symax, con la Filarmónica de Oslo, primero porque
el Concertgebuw, acaso la más mahleriana de
las orquestas, supera técnicamente a la, por otro
lado, admirable formación noruega, y luego porque
el músico letón va más lejos que en la ocasión
previa en la comprensión / asunción de la pieza.
Lothar Zagrosek (Otting, Alemania; noviembre
de 1942) no posee ninguna credencial mahleriana
especial, aparte de la de ser un excelente
maestro y un artista serio y concienzudo, cuyas
prestaciones en la serie “Entartete Musik” (“Música
degenerada”) de Decca bastan para conferirle
un puesto de relieve en la moderna historia
fonográfica. Desde 1997, y hasta 2006, Zagrosek
ha sido el director titular de la Ópera Estatal de
Stuttgart. El concierto que motiva esta grabación
tuvo lugar al término de la campaña 2003/4, y se
celebró, como clausura de la temporada, no en la
sede de la institución, sino en la sala de conciertos
de la ciudad del Neckar, la Liederhalle. La grabación
de Altus, CD normal de toda la vida, tiene el
mérito inicial de recoger con fidelidad perfecta la
excelente sonoridad de la sala. Y quizá sea esta una
de las principales facetas de la grabación: la nítida,
cristalina toma de sonido que permite percibir
hasta el último detalle de la interpretación.
Nada hay de rompedor, iconoclasta o revolucionario
en la propuesta de Zagrosek, si descontamos
la acaso extrañamente rápida lectura del
segundo movimiento, llevada con curiosa premura
que deja su “metraje” en apenas nueve minutos

Zagrosek Jansons
y medio. En contraste con esto, el amplio Finale alcanza
con Zagrosek una de sus duraciones más
dilatadas, 39:13, en una interpretación que se toma
prisa alguna en el discurso, pero –importante activo
del artista– que tampoco permite caída alguna
de intensidad en la densa y compleja secuencia.
Algunos de sus detalles de “espaciosidad” interpretativa
son llamativos. Por ejemplo, los tres
compases antes del nº 14 del Finale, el crescendo
de la percusión –bombo, caja, tam-tam doble, timbales–
le duran a Zagrosek 28 segundos, casi medio
minuto para tres compases, en los que el
germano es acaso el primer maestro que sigue al
pie e la letra la doble acotación mahleriana, Ritenuto
en el primer compás, Molto ritenuto en los
dos siguientes. De otro lado, nueva referencia a la
toma sonora, el bombo resulta, como nunca en
grabación alguna, absolutamente audible en su pp
de fondo en los siete compases del nº 29, y llega a
resonar casi como un motor o un generador. En fin,
dato referido al público asistente a la velada: maravillosos,
ejemplares los cinco segundos de silencio
total de la audiencia antes de prorrumpir en
ovación entusiasta y griterío al término de la obra.
Ancestral sintonía con los pentagramas y novedosa
aproximación a los mismos son las caras de
estas dos producciones, en las que la calidad técnica
de la grabación es denominador común de
ambos registros.
GUSTAV MAHLER (1860-1911): Sinfonía No. 1 en Re Mayor
Titán
Royal Concertgebouw Orchestra. Dir.: Mariss Jansons / RCO
LIVE / Ref.: RCO 07001 (1 CD) D3
LOTHAR ZAGROSEK dirige GUSTAV MAHLER (1860-1911):
Sinfonía No. 2 en Do menor, Resurrección
Eva-Maria Westbrock, soprano. Claudia Mahnke, mezzosoprano.
Orchester der Staatsoper Stuttgart. Dir.: Lothar Zagrosek
/ ALTUS / Ref.: ALT 116 (2 CD) D4 x 2
siglos XIX & XX 162 / septiembre 2007
Entre dos mundos
ALTUS propone un acercamiento a la figura ascendente
del director Jun Märkl
Jun Märkl es un director alemán, nacido en Múnich en 1959, de padre germano y madre japonesa.
Alumno de Celibidache, Bernstein y Ozawa, su carrera ha discurrido con tranquilidad y buen criterio
hasta que en 2005 asumiera la dirección de la Ópera de Lyon –uno de los mejores conjuntos franceses
de foso, por no decir el mejor–, sustituyendo a Ivan Fischer. Antes había sido titular en las óperas de
Saarbrücken y Mannheim, y debutado en Viena con Tosca, Londres con El ocaso de los dioses y Nueva
York con Il trovatore. Desde hace años es titular de la Orquesta Sinfónica NHK de Tokio.
Y es precisamente su trabajo con la formación nipona el que nos llega en forma de cuatro discos
de evidente interés por lo que tienen de dar a conocer a un maestro verdaderamente interesante con
una excelente orquesta. En algunos casos se trata de repertorio muy conocido y, por ello, de mayor
riesgo a la hora de la presentación. Pero Märkl salva con nota alta aquellas piezas en las que cada aficionado
tiene sus favoritos, por así decir, históricos. Son notables sus traducciones de las sinfonías
Escocesa e Italiana de Mendelssohn o de la del Nuevo Mundo de Dvorák, esta acompañada en el mismo
disco por unas interesantísimas Danzas populares rumanas de Bartók dichas las dos primeras con
un tempo un punto más lento de lo habitual, lo que puede despistar al principio al oyente pero le aportan,
sin duda, un punto de vista diferente. Magnífica su Segunda de Mahler, muy bien planteada en
todo momento, honda y emocionante en su final, y con dos estupendas solistas –Mikaela Kaune y Lioba
Braun– y unos coros extraordinariamente competentes. Su filiación celibidachiana se oberva sin
duda en un Preludio a la siesta de un fauno de Debussy en el que de nuevo el tempo tiene sentido pleno,
como quería el maestro –no velocidad sino expresividad. En ese mismo álbum doble aparece una
buena versión de Muerte y transfiguración de Strauss, una muy dramática, muy teatral de la obertura
de Don Giovanni de Mozart y, como remate, una extraordinaria del Cuarteto con piano, op. 25 de
Brahms en la orquestación de Arnold Schoenberg que revela definitivamente la estupenda clase de este
maestro entre dos mundos.
41
Pablo Batallán
JUN MAERKL dirige FELIX MENDELSSOHN (1809-1847): Sinfonía No. 3 en La menor, op. 56 Escocesa;Sinfonía No. 4 en La
Mayor, op. 90 Italiana
NHK Symphony Orchestra Tokyo. Dir.: Jun Märkl / ALTUS / Ref.: ALT 057 (1 CD) D1
JUN MAERKL dirige obras de Bartók & Dvorák
NHK Symphony Orchestra Tokyo. Dir.: Jun Märkl / ALTUS / Ref.: ALT 017 (1 CD) D1
JUN MAERKL dirige GUSTAV MAHLER (1860-1911): Sinfonía No. 2 en Do menor, Resurrección
NHK Symphony Orchestra Tokyo. Dir.: Jun Märkl / ALTUS / Ref.: ALT 081/2 (2 CD) D33
C. DEBUSSY: Preludio a la siesta de un fauno.R.STRAUSS: Muerte y transfiguración.W.A.MOZART: Obertura de Don
Giovanni. BRAHMS-SCHOENBERG: Cuarteto con piano, op. 25
Orquesta Sinfónica NHK de Tokio. Dir.: Jun Märkl / ALTUS / Ref.: ALT 006/7 (2 CD) D1
“Märkl salva con nota
alta aquellas piezas en
las que cada
aficionado tiene sus
favoritos, por así decir,
históricos.”

42 diverdi siglos XIX & XX
Tríos y marinas bretones
Obras camerísticas de Ropartz en TIMPANI
Aunque desde joven practicara el camerismo, la
actividad creadora de Ropartz en esta parcela de
su catálogo se desarrolló sobre todo en el período
de entreguerras. Una de sus páginas más destacadas
–para algunos su obra maestra absoluta en este
terreno– es el Trío para violín, violonchelo y piano,
escrito en 1918 y dedicado al compositor Pierre de
Bréville. Obra espléndida que revela un uso muy
personal del principio de composición cíclico he-
ALEXANDER GLAZUNOV (1865-1936): Integral
de Sinfonías / BBC National Orchestra
of Wales. Dir.: Tadaaki Otaka / BIS / Ref.:
BIS 1663/64 (5 CD) D2 x 2
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827):
Cuarteto para cuerdas No. 13 en Si bemol
Mayor, Opus 130; Gran fuga para cuarteto
de cuerdas en Si bemol Mayor, Opus
133 / Leipziger Streichquartett / MDG /
Ref.: MDG 0851 (1 CD) D2
redado de Franck a la vez que una gran libertad en
el manejo de la tradicional forma sonata. Se trata,
además, de un emocionante testimonio de los tiempos
de guerra, que –según Fleury– “parece orientarse
desde la sombra hacia la luz: una actitud
familiar en un maestro acostumbrado a superar
las más sombrías adversidades con la afirmación
de una fe y una esperanza inalterables”.
“La estremecedora belleza del
Trío con piano habría de
bastar para convertir en
ropartziano a quien todavía
dude de la estatura artística
del músico bretón.”
Escrito a finales de 1928, Prélude, marine et
chansons se aleja ya del modelo cíclico. La sobriedad
característica del estilo de madurez de Ropartz
brilla especialmente en esta obra cuya original
configuración instrumental (flauta, trío de cuerdas
NICOLAI RIMSKY-KORSAKOV (1844-1908):
Obras sinfónicas / Noriko Ogawa, piano.
Malaysian Philharmonic Orchestra. Dir.:
Kees Bakels / BIS / Ref.: BIS 1667/68 (3 CD)
D2 x 2
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827):
StCuartetos para cuerdas op. 18 Nos. 2 &
3 / Quatuor Mosaïques / NAIVE / Ref.: E
8902 (1 CD) D1
TCHAIKOVSKY (1840-1893): Concierto
para piano No.1. MEDTNER (1880-1951):
Concierto para piano No.1. Liebliches
Kind! de Nueve canciones sobre textos
de Goethe , Op.6 [arreglo para piano de
Yevgeny Sudbin] / Yevgeny Sudbin, piano.
Sao Paulo Symphony Orchestra. Dir.: John
Neschling / BIS / Ref.: BIS SACD 1588 (1
SACD) D2
PIOTR ILYCH TCHAIKOVSKY (1840-1893):
Romeo y Julieta, obertura-fantasía para
gran orquesta basada en Shakespeare
(1869, rev. 1870-1880); Sinfonía No. 1 / Prague
Symphony Orchestra. Dir.: Vaclav
Smetacek / SUPRAPHON / Ref.: SU 3895-
2 (1 CD) D10
Jean Marie Viardot
y arpa) corresponde al Quinteto Instrumental de
París fundado por Pierre Jamet, al que se debe la
creación de otras magníficas piezas escritas por
Cras, Koechlin, Pierné y Roussel. La flauta y el
arpa responden particularmente bien a las exigencias
del “imaginario” celta que inunda estas páginas
de intensa poesía.
Más ascético e interiorizado, el Trío de cuerdas
en la menor (1935-36) que completa el registro
–en rigor, la única novedad pues las otras dos obras
ya fueron publicadas por el mismo sello en 1995–
redondea este nuevo acierto de Timpani que ningún
aficionado al repertorio galo debería perderse.
La estremecedora belleza del Trío con piano
habría de bastar para convertir en ropartziano a
quien todavía dude de la estatura artística del músico
bretón.
JOSEPH-GUY ROPARTZ (1864-1955): Tríos; Preludio, Marina
y Canciones
Alexis Galpérine, Cécilia Tsan, Jean-Louis Haguenauer, Bertrand
Menut, Annie Herpin, Pierre Fourcade, Sylvie Tournon,
Béatrice Huvenne, Laurent Causse, Paul Fenton, Jean de
Spengler / TIMPANI / Ref.: 1C1118 (1 CD) D2
Novedades siglos XIX & XX
EDVARD GRIEG (1843-1907): Butterflies and
Illusions: Piezas líricas al acordeón / Mie
Miki, acordeón / BIS / Ref.: BIS 1629 (1 CD)
D2
CARL LOEWE (1796-1869): Lieder y Baladas,
vol. 21 / Morten Ernst Lassen, barítono. Cord
Garben, piano / CPO / Ref.: 999979-2 (1 CD)
D5

La espléndida pianista checa Jitka Cechová, miembro
del aclamado Trío Smetana, va camino de convertirse
en el cuarto intérprete (tras Vera Repková,
Jan Novotny e Ivan Klánsky) que a lo largo del
tiempo ha llevado al disco la producción pianística
completa de Bedrich Smetana. La integral constará
de siete compactos, de los cuales el sello
Supraphon acaba de lanzar al mercado el tercero,
que incluye el soberbio ciclo pianístico Danzas checas,
escrito entre 1877 y 1879. Una buena ocasión
para conversar brevemente con Cechová sobre
este proyecto.
DIVERDI: ¿Es Smetana uno de los mejores compositores
checos para piano?
JITKA CECHOVÁ: Pienso que sí, que es uno de
los más grandes e importantes. Y eso no sólo por
la cantidad de piezas pianísticas que escribió sino
también por su calidad. En cierto modo estas obras
conforman el mapa de su vida. Amante desde la infancia
de este instrumento, a la vez como intérprete
y como compositor, escribiría piezas para
piano durante toda su vida. Definitivamente es necesario
situar a Smetana entre los grandes compositores
románticos, al lado de Schumann, Chopin
o Liszt, quien fuera su mayor ídolo. Pero lo cierto
es que creo que Smetana le superó en muchos aspectos.
D.: En este tercer volumen ha grabado sus Danzas
checas...
J. C.: Es uno de los mejores trabajos de Smetana,
su último gran opus, compuesto cuando ya estaba
afectado por la sordera y se había retirado de la escena
musical. A pesar de ello fue capaz de crear no
sólo magníficas piezas para piano, sino también sin-
entrevista 162 / septiembre 2007
Jitka Cechová
“El piano de Smetana conforma el mapa de su vida”
La pianista checa prosigue para SUPRAPHON la integral pianística del autor de Mi Patria
fonías y óperas. Las Danzas checas se encuentran
entre sus obras más conocidas e interpretadas.
Cuando se habla de Smetana y de su producción
pianística muchos suelen pensar de inmediato en
las Danzas checas. Hasta el momento he grabado
tres de los discos que componen este proyecto de
integral, y me alegra que los tres incluyan alguna
de las grandes obras del compositor: el primero
contiene esas piezas de gran virtuosismo del “periodo
sueco”, el segundo el ciclo Sueños y el tercero
las Danzas checas.
D.: En esta integral pianística las piezas son grabadas
y editadas en orden cronológico...
J. C.: La edición completa está siguiendo un orden
más o menos cronológico. He registrado alguna
obra al margen de la línea cronológica porque
cada disco puede escucharse por sí mismo, pero
intentando al mismo tiempo que constituya un
fragmento del mapa vital de Smetana. Cada disco
contiene una obra importante de un periodo
determinado, apareciendo junto a otras quizá menos
conocidas o recientemente descubiertas de la
misma época. Sumergirme en las profundidades
de Smetana me ha ayudado a comprenderle mejor,
a descubrirle desde nuevos ángulos. Este último
álbum contiene el Romance en sol menor,
que puede considerarse la última pieza pianística
del compositor. ¿Puede eso percibirse en sus
notas? La verdad es que cuando se escucha, uno
se da cuenta de que está ante una verdadera joya
musical que no requiere de más información para
ser disfrutada. Es muy breve, una composición
maravillosamente escrita, obviamente el trabajo
de un artista maduro que es del todo consciente
de lo que está creando.
43
Stephanie Marshall
“Definitivamente es
necesario situar a
Smetana entre los
grandes
compositores
románticos, al lado
de Schumann,
Chopin o Liszt,
quien fuera su
mayor ídolo. Pero lo
cierto es que creo
que Smetana le
superó en muchos
aspectos.”
BEDRICH SMETANA (1824-1884): Obras para piano, vol. 3
(Danzas checas; Bettina´s Polka; The Country Girl; Andante
en Fa menor; Romance en Sol menor)
Jitka Cechová, piano / SUPRAPHON / Ref.: SU 3843-2 (1 CD)
D2
BEDRICH SMETANA (1824-1884): Obras para piano, vol. 1
Jitka Cechova, piano / SUPRAPHON / Ref.: SU 3841-2 (1 CD)
D2
BEDRICH SMETANA (1824-1884): Obras para piano, vol. 2
Jitka Cechová, piano / SUPRAPHON / Ref.: SU 3842-2 (1 CD)
D2

44 diverdi siglos XIX & XX
Barto: tras Rameau,
Ravel
Nuevo trabajo del pianista
norteamericano para ONDINE
Santiago Salaverri
El pianista norteamericano Tzimon Barto (Eustis,
Florida, 1963) es un polifacético artista cuyos intereses
se han extendido a la creación literaria; cultivador
de diversas lenguas clásicas (hebreo bíblico,
latín, griego) y modernas, su web www.tzimonbarto.com
(significativamente dividida en los apartados
The Concert Pianist y The Writer) da cuenta
de sus poemas ya publicados y los proyectos en
curso. Esta vertiente extramusical, poética, no ha
dejado de tener su influjo –en repertorio y opciones
interpretativas– sobre su carrera pianística:
tras una etapa de intensa colaboración con EMI en
grabaciones de repertorio estándar, su vinculación
con Ondine –iniciada como de refilón en el
disco Ravel conmemorativo del 20º aniversario de
la casa finlandesa– ha dado un primer y espléndido
fruto en el singular disco dedicado a Rameau
A basket of wild strawberries (v. boletín nº 148):
imaginación desbordante, libertad máxima, rozando
la arbitrariedad en los tempi con que se recrean
en un piano moderno los textos
clavecinísticos del autor francés, cuidado exquisito
del sonido, riqueza de matices dinámicos… características
todas aplicables a su nueva entrega
para Ondine, de nuevo dedicada a Ravel (de quien
ya grabara para EMI los dos conciertos), y precisamente
a sus dos geniales recueils, Miroirs y Gaspard
de la nuit, más Jeux d’eau. Los tempi elegidos
para Miroirs son de una extrema morosidad, como
queriendo ahondar en el código secreto que nos
desvele el significado del vuelo alocado de esas polillas
nocturnas, del canto triste de los pájaros en
el torpor del estío, del mecerse de la barca en los
reflejos irisados del océano, del rítmico danzar del
gracioso o del eco de las campanas en el valle. Y
en Gaspard las hoffmanescas pesadillas evocadas
en los breves poemas del romántico Aloysius Bertrand
–ondinas, ahorcados, gnomos– encuentran
un eco surreal en la opción interpretativa libérrima
y arriesgada del pianista-escritor de Florida.
Toda una declaración de principios.
TZIMON BARTO interpreta MAURICE RAVEL (1875-1937):
Gaspard de la nuit; Miroirs; Jeux d’eau
Tzimon Barto, piano / ONDINE / Ref.: ODE 1095-2 (1 CD) D2
Formas cordiales
Dos grandes obras de cámara de
Hans Kössler en CPO
Stefano Russomanno
A partir de 1882 y durante veinticinco años, Hans
Kössler (1853-1926) fue un renombrado profesor
de la Academia de Budapest, por donde pasaron
nada menos que Dohnányi, Kalmán, Kodály y Bartók.
Si su grandeza como pedagogo está por lo
tanto más que contrastada, lo mismo no puede decirse
de su faceta artística, hoy en día casi desconocida.
Como muchos de los compositores del
área germánica que se formaron en las dos últimas
décadas del siglo XIX, Kössler se movió en la
encrucijada entre Brahms y Bruckner. Del primero
le gustaba prácticamente todo, mientras que
del segundo admiraba la amplitud expresiva, siempre
a punto de desbordar los cauces de la forma clásicamente
definida. Pero Kössler estaba a años luz
del misticismo de Bruckner. Lo que articula sus
grandes edificios es un sentimiento de cordial apasionamiento.
La elaboración temática no está reñida
con la voluntad de conducir al oyente por un
viaje sereno y variopinto. En medio de una exposición
o un desarrollo, el compositor puede entregarse
a un baile, tomarse una cerveza o un
descanso…
A diferencia de su primo Max Reger, quien
aprovecha el impulso de modulaciones cada vez
más lejanas, Kössler atempera el cromatismo, por
lo que sus divagaciones nunca dan la sensación de
un camino extraviado. Casi una década separan el
Sexteto de cuerdas (1902) del Quinteto de cuerdas
(1913) pero los rasgos son parecidos: escritura plena,
generosa, casi sinfónica (como en el excelente
Finale del Sexteto); formas bien construidas; asentadas
en la abundancia de las ideas. Kössler supo
construirse un estilo capaz de complacer los sentidos
y la mente. No es poco. Óptimas las versiones
del Frankfurter Streichsextett.
HANS KÖSSLER (1853-1926): Quinteto y Sexteto para cuerdas
Frankfurter Streichsextett / CPO / Ref.: 777269-2 (1 CD) D5
Weingartner íntimo
(y sorprendente)
CPO prosigue su serie dedicada al
director/compositor dálmata
Jean Marie Viardot
CPO ha hecho un hueco en su admirable edición
consagrada a la obra sinfónica de Felix Weingartner
y, a falta de exhumar las tres últimas páginas
del ambicioso ciclo, nos ofrece esta atractiva muestra
del buen hacer camerístico del gran directorcompositor
de origen dálmata.
Situado cronológicamente entre las Sinfonías
Segunda y Tercera y estrenado con éxito en Londres
con el músico al teclado, el Sexteto para piano
y cuerdas en mi menor, op. 33 (1906) es una obra sombría,
febril, hiperromántica y extremadamente ambiciosa
que, si bien respeta aún la estructura
tradicional en cuatro movimientos –con el tiempo
lento en tercera posición, como en las dos últimas
sinfonías de Bruckner, y numerosas conexiones
temáticas entre ellos–, despliega su torrencial discurso
sonoro durante más de 41 minutos.
Como en sus páginas orquestales ya conocidas,
la música de Weingartner –tan cosmopolita y
“viajada” como su autor– abunda en ecos, deudas
y resonancias. Si el denso cromatismo del Allegro
appassionato podría remitir a Franck, el resto de la
obra –y como ejemplo citemos la aparición de un
tema lírico en el violonchelo (3’43” del encantador
Allegretto) calcado del Andante moderato de la
Cuarta brahmsiana– sería impensable sin la existencia
del hamburgués: escúchese la Danza fúnebre
final.
Casi veinte años posterior, el Octeto para vientos,
cuarteto de cuerda y piano en sol mayor, op. 73,
cuyos primeros tres movimientos fueron compuestos
por Weingartner en Barcelona en 1925,
incide en el mismo lenguaje poliestilista. El cromatismo
wagneriano (Allegro), el nostálgico aroma
brahmsiano del Andante, el idílico solo de trompa
del Menuetto –que parece salido del Octeto de Schubert–
y una incisividad rítmica que en el Allegro moderato
final “suena” casi al Prokofiev judío,
sorprenden incluso al oyente más avisado.
FELIX WEINGARTNER (1863-1942): Sexteto y Octeto
Ensemble Acht. Oliver Triendl, piano / CPO / Ref.: 777049-2
(1 CD) D5

Pasión y proporción
Es ciertamente asombrosa la aportación que el maestro
madrileño José Luis Temes ha realizado a la
fonografía española, especialmente a la de los compositores
de su tiempo. Hombre de formación humanística
y musical, sus múltiples dedicaciones –la
docencia, la gestión cultural o sus tareas como escritor,
cronista, conferenciante, teórico y musicólogo–
no le han impedido llevar a cabo una ingente
labor como director de orquesta. Primero, desde el
Grupo de Percusión de Madrid y, luego, desde el
Grupo Círculo, fundados respectivamente en 1976
y 1983.
Su colección de compactos del año 1991, denominada
Música española contemporánea, constituyó
un hito en el mundo fonográfico del
momento. Con el Grupo Círculo grabó discos
monográficos dedicados a Aracil, Charles, Fer-
nández Guerra, Guinjoan, Cristóbal Halffter, López
López, Llanas, Marco, de Pablo, José Luis
Turina. Más adelante nos proporcionó, con motivo
del centenario de San Juan de la Cruz, un precioso
monográfico de Gonzalo de Olavide
(1934-2005).
La relación de Temes con el sello Verso, a partir
de 2004 en que lanza una primera grabación
mundial de la zarzuela El centro de la tierra, de Enrique
Fernández Arbós, al frente de la Orquesta
Sinfónica de Madrid, ha sido sumamente fecunda
y lleva visos de convertirse en un nuevo suceso
histórico para nuestra música. Aparte de su participación
en el álbum doble de la Jonde España, de
dentro a fuera, José Luis Temes ha puesto en el mercado
discos monográficos dedicados a Ángel Arteaga
(1928-1984), Gerardo Gombau (1906-1971)
y Manuel Angulo. Ya fuera del sello Verso, es muy
siglos XX & XXI 162 / septiembre 2007
José Luis Temes graba para VERSO la obra sinfónica de Julio Gómez
“La relación de Temes con el
sello Verso lleva visos de
convertirse en un nuevo
suceso histórico para nuestra
música.”
reciente la grabación que ha dedicado al compositor
aragonés Simón Tapia Colman (1906-1993),
incluida en un disco-libro apoyado por instituciones
oficiales de Aragón. Las orquestas andaluzas
–Granada, Málaga y Córdoba– han dejado constancia
de su buen momento en cada una de las
prestaciones bajo la batuta del maestro madrileño.
Gracias a Temes, un buen número de compositores
españoles ya no son un nombre en los diccionarios
sin la menor posibilidad de escuchar su
música, pues, salvo excepciones, a veces de extranjeros
(caso de Adrian Leaper), los maestros españoles
son poco dados a grabar obras de nuestros
músicos. Por fortuna las cosas van cambiando y la
discografía comienza a reflejar un estado de cosas
muy diferente, en un sentido favorable, al de hace
unos años. Los clásicos españoles de los siglos
“Que una obra de la belleza y
envergadura del poema
sinfónico Maese Pérez el
organista no sea repertorio
habitual de nuestras orquestas
me parece sumamente
injusto.”
XIX y XX se editan, se interpretan y se graban. Por
citar a los autores de la Generación del 98 y de la
llamada de los maestros, ya está disponible en disco
la casi totalidad de la obra de Albéniz, Granados,
Falla y Turina. Hay mucho de Donostia, Esplá,
Guridi, Conrado del Campo. De las generaciones
siguientes se ha grabado casi todo Rodrigo,
mucho de Ernesto y Rodolfo Halffter, de Bautista,
Beigbeder, Bacarisse, Remacha, Gerhard,
Mompou, Blancafort, Palau, Homs... y posteriores:
Manuel Castillo, García Abril, Cruz de Castro,
Cristóbal Halffter, González Acilu, Luis de
Pablo, Rogelio Groba, Román Alís, Villa Rojo y
más... López López, Torres, Rueda, Sánchez Verdú,
Garrido...
Hay ya una buena cantidad de discos, compactos
monográficos: de los Nin, Lamotte de Griñón,
Rodó, Obradors, Asencio Beigbeder..., pero quedaban
autores de mucha importancia por grabar,
empezando por Julio Gómez, uno de los maestros
que ha dejado honda huella en nuestra música.
Pero ser de Madrid no es buena cosa para pasar al
disco y don Julio vino al mundo en la calle del Humilladero,
muy cerca de las plazas de la Paja y de
la Cebada, y hasta la llegada del cedé que recoge
su obra sinfónica, sólo era posible, en compacto,
disponer de la versión de la Suite en la, por Rafael
Frühbeck, de los Seis poemas líricos de Juana de
Ibarbouru orquestados por su discípulo Manuel
Angulo, y dirigidos a la Jonde por Xavier Puig, con
la soprano Susana Cordón; y de la Sonata para
violín y piano por el dúo Fernández Llamazares-
45
Andrés Ruiz Tarazona
Franco Vidal. Gracias a este excelente álbum doble
dirigido por José Luis Temes a la especialmente
activa Orquesta de Córdoba y aquí, en verdad,
espléndida, nos adentramos en la más que digna
y, a menudo, extraordinaria obra sinfónica de Julio
Gómez. Una obra de gran variedad, cuyas fuentes
pueden provenir de la Edad Media, del
casticismo español decimonónico, del romanticismo
orquestal de un Liszt o un Saint-Saëns, del
post-romanticismo straussiano, del neocasticismo
derivado del mundo zarzuelístico, de la exaltación
castellanista del 98 y, sobre todo, de una
muy sólida formación musical “contaminada” por
su no menos importante cultura literaria. Que una
obra de la belleza y envergadura del poema sinfónico
Maese Pérez el organista no sea repertorio habitual
de nuestras orquestas me parece sumamente
injusto, como lo es que no se interprete la adaptación
orquestal de la madrileñísima tonadilla El pelele
(1925), realizada por don Julio en 1929. En
Maese Pérez percibimos, como escribió Bécquer
en su bella leyenda sevillana, esas “notas sueltas de
una melodía lejana, que suenan a intervalos traídos
en las ráfagas del viento”; o también, por momentos,
“una cascada de armonía inagotable y sonora”.
¡Y qué versión tan penetrante la de Temes!
De muy diferente carácter, pero de similar
envergadura es la fantasía sinfónica sobre melodías
de las Cantigas de Santa María del rey Alfonso
X el Sabio, de muy refinada armonía y delicado
melodismo. En todas las obras se percibe esa equilibrada
“idea de la proporción” que Tomás Bretón
admiraba en la música del joven Gómez.
“En todas las obras se percibe
esa equilibrada ‘idea de la
proporción’ que Tomás Bretón
admiraba en la música del
joven Gómez.”
En fin, un álbum esencial para quienes nos
interesa el legado sinfónico español y lo queremos
escuchar por considerarlo parte esencial de nuestro
sentir colectivo y cultural como pueblo. Y aún
nos quedan por conocer obras tan señaladas en
su catálogo como la ópera breve Los dengues (1927)
o el Concierto lírico para piano y orquesta, posible
repertorio para un nuevo compacto del ilustre
compositor, maestro y musicólogo madrileño. El
álbum doble lleva unas muy documentadas notas
sobre Julio Gómez y las obras allí incluidas, redactadas
por su biógrafa y estudiosa Beatriz Martínez
del Fresno.
JULIO GÓMEZ (1886-1973): Obra sinfónica completa
Orquesta de Córdoba. José Luis Temes, dirección / VERSO /
Ref.: VRS 2046 (2 CD) D5 x 2

46 diverdi siglos XX & XXI
Once maneras de describir la muerte
Gran disco de FUGA LIBERA dedicado al Shostakovich más íntimo
¿Cómo puede la oscuridad ser tan hermosa? En el
límite de la audición comienza el violín del desolador
Andante, que devendrá en un Moderato (2.54)
sobre una pulsación continua y obsesiva, que muere
(4,07) en un espasmo de pesadilla y se va dulcificando
con sarcasmo, hasta quedar de nuevo
reducido a un esqueleto de pulsaciones enredadas
entre sí, con arranques dramáticos y sosiegos nada
apacibles.
Esta trenza de aristas que es el Trío nº2 op.67
de Dmitri Shostakovich es recreada en este disco
del sello Fuga Libera por un trio sin nombre, formado
(por orden de brillo) por Plamena Mangova
al piano, Natalia Prischepenko al violín y
Sebastian Klinger al violonchelo. La obra fue escrita
como elegía fúnebre (destino de tantas grandes
obras para trío) por la muerte de un alumno
CHANCES CHANGES: Obras
para guitarra de ELLIOTT
CARTER (1908): Changes;
JOHN CAGE (1912-1992):
Four6; TERRY RILEY(1935):
Ascención (1993); Barabas
(1995); Piedad (1995) / Elena
Càsoli, guitarra / STRADIVA-
RIUS / Ref.: STR 33718 (1 CD)
D2
SYLVANO BUSSOTTI (1931):
Echi Danzanti (versión para
arpa, cinta magnetofónica y
voz de La Pasión según Sade)
/ Giovanna Reitano, harp and
tape. Sylvano Bussotti, voice
/ STRADIVARIUS / Ref.: STR
33749 (1 CD) D2
suyo, judío, aunque fue dedicado finalmente a un
buen amigo musicólogo que falleció mientras Shostakovich
lo componía.
El Allegro, juguetón y siniestro, sonriente y
ominoso, desemboca en un Largo de golpes espaciados,
acordes que dibujan un paisaje desolado
en el que aparece el violín (0,47) con su letanía luego
imitada por el chelo (1,33); ambas cuerdas deambulan
como una pareja de jirones de niebla que
van creciendo en rabia, una rabia estéril que no
llega a ser sino tristeza, rota sólo por la llegada del
rítmico Allegretto, bordado de pizzicati, uno de los
momentos más memorables de la obra, con su inequívoco
melodismo judío entrelazado una y otra
vez con mano maestra.
La búlgara, la ucraniana y el alemán nos ofrecen
una versión pesadillesca pero en absoluto seca,
como otros conjuntos nos tenían acostumbrados;
carnal y distinta, cimentada en el goloso piano de
Mangova, redondo y lleno de sonido frente a las
líneas perfiladas, femeninas y enjutas de las cuerdas.
Es una interpretación con carácter, gratificantemente
rusa, que se beneficia del buen sonido
de la grabación tomada en 2006 en un estudio de
Bruselas. No tienen la impasibilidad matemática
y objetiva del Trío de Moscú ni el dramatismo innato
del Borodin, pero han aprendido muy bien la
lección de sus mayores y su lectura, muy a tener
en cuenta, es tan emocionante como meritoria.
La otra pieza del disco es el ciclo de Canciones
sobre poemas de Alexander Blok, op.127. Shostakovich
orquestó las Canciones y danzas de la
muerte de Mussorgski, y, ya cercano al fin de sus
días, compuso una obra tan siniestra e imprescin-
DMITRI SHOSTAKOVICH
(1906-1975): Integral de
obras para piano / Boris Petrushansky,
piano / STRADI-
VARIUS / Ref.: STR 33763 (5
CD) D2 x 3
JOHN CAGE (1912-1992):
Obras para violonchelo / Friedrich
Gauwerky, violonchelo
/ WERGO / Ref.: 6693-2 (1
CD) D2
José Velasco
dible como la de su compatriota. Un ciclo de tremenda
tristeza, pesimista y lúcido, de hermosura
descarnada y dura en sus diferentes formas; formas
de hablar de la muerte. La soprano Tatyana
Melnychenko no es la imponente dedicataria Vishnevskaya,
pero con su voz de color sangre recrea
las canciones sin desafiar ni apocarse, en su sitio
y a su manera, demostrando que ha sido discípula
nada menos que de Alfredo Kraus y Teresa Berganza.
Siete canciones para soprano y trío, cada una
de ellas con una formación distinta: Ofelia, con
chelo, canta la muerte del amado que partió; El pájaro
Gamayun, con piano, profetiza en una impresionante
canción la llegada de la invasión y la
guerra; Estábamos juntos, con violín, es el recuerdo
de la amada perdida; una nana melancólica es
La ciudad duerme (piano y chelo), sobre la nostalgia
del pasado que nunca volverá; La tormenta (piano
y violín), es un lamento del desamparo ante la
violenta adversidad; la maravillosa Signos secretos
(violín y chelo) habla de la irremediable llegada de
la muerte; y por fin, Música, para el trío al completo
y la soprano, es la más solemne e incluso la más
triste, a pesar de hablar de la música como último
remanso, que no refugio, contra el horror del mundo.
Después de escuchar estos once cortes, insisto:
¿cómo la oscuridad puede ser tan hermosa?
DIMITRI SHOSTAKOVICH (1906-1975): Trío No. 2; Siete Romances
sobre poemas de Alexander Blok
Tatyana Melnychenko, soprano. Plamena Mangova, piano.
Natalia Prischepenko, violín. Sebastian Klinger, violonchelo /
FUGA LIBERA / Ref.: FUG 525 (1 CD) D2
Novedades siglos XX & XXI
SADIE HARRISON (1965): An
Unexpected Light y otras
obras para violín / Rusné Mataityté,
violín. St. Christopher
Chamber Orchestra, Vilnius.
Donatas Katkus, dirección /
NMC / Ref.: NMCD 125 (1
CD) D2
ANTHONY PAYNE: The Stones
and Lonely Places Sing /
Jane Manning, soprano. Jane’s
Minstrels. Roger Montgomery,
dirección / NMC / Ref.:
NMCD 130 (1 CD) D2

Ravel y el yerno
prodigioso
Nuevo CD del Cuarteto Panocha
para SUPRAPHON
Al Cuarteto en Fa mayor de Maurice Ravel yo lo llamo
“el cuarteto de las dos veces”, porque es tan mágico
que, lo escuche en la versión que sea, siempre
acabo poniéndolo dos veces. Con su estructura
perfecta, milagro de claridad e imaginación, es un
cuarteto transparente al estilo de Haydn, pero su
dinamismo y su extraña energía anticipa los de
Shostakovich. Por una vez no viene con su eterna
pareja, el cuarteto de Debussy, al que tanto debe
aun siendo tan distintos, sino con obras de Josef
Suk, el prodigioso yerno de Dvorák.
El Panocha lee a Suk con la aparente facilidad
de quien recita el padrenuestro; compartiendo idioma
musical con este compositor que fue toda su
vida segundo violín del Cuarteto Checo. En el
Cuarteto nº1 op.11 las cuerdas suenan profundas y
llenas, siendo lo más llamativo el último movimiento,
rítmico, encantador y pegadizo.
El centro del disco trae dos piezas más de
Suk, tan hermosas como desconocidas. La primera
es un movimiento final alternativo del cuarteto,
más enrevesado, tormentoso y alocado que el
definitivo. La segunda es una joya absoluta, la Meditación
sobre el viejo himno checo San Wenceslas, que
fue compuesto en 1914 para ser interpretado como
himno nacional clandestino de los checos bajo el
dominio austriaco. Suk la orquestaría posteriormente,
consiguiendo un resultado tan emotivo e imponente
como el original camerístico.
El cuarteto Panocha vuelve a demostrar que
está entre los conjuntos cimeros de nuestro tiempo.
Es un conjunto robusto, maduro, que interpreta
con seguridad sus papeles, como
profesionales bien avenidos y empastados. No es
un sonido aéreo, sino de carne, con el peso más en
la viola y el segundo violín que en los extremos,
equilibrio que se agradece mucho en estas grabaciones
sin aspavientos realizadas en 2005 (Suk) y
2006 (Ravel).
JOSEF SUK: Cuarteto de cuerdas No. 1 en Si bemol Mayor,
op. 11; Meditación sobre la antigua Coral bohemia de San
Wenceslao, op. 35a. MAURICE RAVEL: Cuarteto para cuerdas
en Fa Mayor
Panocha Quartet / SUPRAPHON / Ref.: SU 3855-2 (1 CD) D2
siglos XX & XXI 162 / septiembre 2007
José Velasco
Incandescencia checa
SUPRAPHON reedita la imprescindible integral sinfónica de Janácek
por Frantisek Jilek
Pocos se han mostrado tan capaces como Leos Janácek
(1854-1928) de extraer tantas posibilidades
expresivas de la orquesta. En la Sinfonietta o en
Taras Bulba los jubilosos metales alcanzan la incandescencia,
las cuerdas cobran una rara cualidad
extática y las maderas reconstruyen con nostalgia
un tiempo conectado con el de la infancia, sumergiendo
al oyente en un mundo de esplendor pagano
de inefable riqueza cromática. Supone por tanto
una verdadera pena ver pasar a veces sus trabajos
orquestales a segundo plano en relación a sus óperas,
que se han situado ya en el lugar que les correspondía
dentro del repertorio lírico, o a
composiciones de cámara como sus dos espléndidos
cuartetos. Por eso debe entenderse como la
mejor noticia posible la reedición por parte de Supraphon
de las versiones de sus obras orquestales
a cargo de la Brno Philharmonic Orchestra (BPO)
bajo la batuta de Frantisek Jílek, director que en estas
lecturas de principios de los noventa supo penetrar
como nadie en el universo de melodías
extrañamente evocadoras del “león de pelo blanco”.
Se trata de una serie de interpretaciones todavía
de referencia que no han perdido un ápice de
pertinencia artística, a pesar de unas tomas sonoras
algo apagadas para mi gusto, al convenirle tanto
a estas obras la nitidez y el brillo; pecata minuta.
El primer disco nos ofrece las Danzas lachianas
(1890), seis piezas escritas en la estela de Dvorák
pero reveladoras de personalidad propia. Es
una de las partituras de juventud más importantes
de Janácek, donde el aliento folclórico permanece
en forma de pulsión rítmica y fluidez cantabile,
pero transmutado por la estilización melódica y la
irrebatible elegancia armónica. Jílek y los suyos
nos entregan una gallarda Danza antigua –en su
doble versión– que da la impresión de girar sobre
sí misma desplegando un amplio abanico sentimental,
de compases vivos, dotando de color a las
amables La bendita, Danza del fuelle o Las sierrecillas.
Janácek volvió sobre estas partituras en los
años veinte, lo que explica la mezcla de candor juvenil
y madura melancolía que recorre estas versiones
finales. El disco incluye la Suite para orquesta
de cuerda (1877) y el Idilio para cuerdas (1878), am-
47
Luis José Rodríguez Viejo
bas de inspiración romántica pero de perceptible
pulso popular.
En el segundo CD encontramos la rapsodia
sinfónica Taras Bulba (1918), sobresaliente ejemplo
de ese estilo de Janácek que se recrea en la reexposición
constante del material sonoro, elaborando
secciones melódicas que se yuxtaponen y crecen en
espiral para elevarse hasta insospechadas cimas climáticas.
Jílek exhibe una profunda comprensión
de estas páginas al preparar la llegada de tales climas
con tempos contenidos de tremendo lirismo,
resaltando los contrastes dinámicos y cincelando
con claridad las cargadas atmosferas armónicas.
Una gran interpretación, imaginativa pero fiel al
desarrollo dramático. Entre otras composiciones
aparecen aquí la Suite para orquesta (1891), con hermosos
motivos de raigambre folclórica, y El hijo
del violinista (1912), donde cada parte instrumental
colabora con sus tonos cromáticos propios configurando
un fondo expresionista.
La Sinfonietta (1926), una de las piezas más conocidas
de Janácek, abre el tercer compacto. De
nuevo encontramos esos motivos sonoros en expansión,
insertos ahora en un desarrollo rítmico
por momentos frenético y de exultante energía.
Los metales de la BPO atacan las fanfarrias del
primer y quinto movimiento enfebrecidamente,
rindiendo en general todas las secciones a un altísimo
y brioso nivel, al tiempo que el incisivo y detallista
Jílek comunica vibración dinámica a esta
monumental obra. El Danubio (1928) nos transporta
con la ayuda de la soprano Karolína Dvoráková
al espacio tímbrico, suntuoso y ondulante,
de las últimas óperas del autor, mientras el Concierto
para violín y orquesta “Peregrinaje del alma”
(1928) contiene materiales de Desde la casa de los
muertos; el solista Ivan Zenaty transita con virtuosismo
por este espacio féerico modulado entre la
disonancia y la musicalidad.
LEOS JANACEK (1854–1928): Obras orquestales, I
Brno Philharmonic Orchestra. Frantisek Jílek, dirección / SU-
PRAPHON / Ref.: SU 3886-2 (1 CD) D10
LEOS JANACEK (1854–1928): Obras orquestales, II
Brno Philharmonic Orchestra. Frantisek Jílek, dirección / SU-
PRAPHON / Ref.: SU 3887-2 (1 CD) D10
LEOS JANACEK (1854–1928): Obras orquestales, III
Ivan Zenaty, violín. Karolina Dvorakova, soprano. Brno Philharmonic
Orchestra. Frantisek Jílek, dirección / SUPRAPHON
/ Ref.: SU 3888-2 (1 CD) D10

48 diverdi siglos XX & XXI
El Lied del siglo XX
Canciones de Dallapiccola,
Hartmann & Schweinitz
Blas Matamoro
El sello Orfeo ha ocupado siempre una sección de
su cribado catálogo con la canción de cámara contemporánea,
que viene a ser la del siglo pasado.
En 2005, celebrando los diez años de esta dedicación
monográfica que se inició con las canciones
de Anton von Webern, se programó una edición
especial que reúne cuatro series de tres autores
activos en el Novecientos, que cubren la parábola
que va del clasicismo vanguardista hasta lo posmoderno.
En todos ellos se advierte la tarea de una conciencia
musical que fuera contradictora y, a la vez,
desde la contradicción, espejo de la historia. Una
conciencia musical ensanchada a conciencia histórica,
si se prefiere.
Técnicamente, los tres autores parten del atonalismo
schönberguiano y lo utilizan para funciones
diversas. Dallapiccola, por ejemplo, siendo
italiano de formación germanizante, se las ve con
el picardo o francien medieval de la gesta de Roncesvalles
y con el castellano del andaluz Antonio
Machado, cuyo La primavera ha venido (1912) musicaliza
dos veces. Von Schweinitz se vale de las Estrellas
de papel de Sarah Kirsch, publicado en 1979
y que es un homenaje al Schönberg del Libro de los
jardines colgantes, aunque orientado, más que a la
armonía atonal y a la distorsión verbal por medio
del melisma, a la acentuación de los valores tímbricos
de la voz y el piano.
En cuanto a Hartmann, puede señalarse su
íntima amistad personal con Dallapiccola, no exenta
de una común experiencia política. Hartmann
fue un exilado interior del nazismo, cuya música
podía ser considerada como muestra de la degeneración
por el régimen, en tanto Mussolini regía en
la Italia de su colega. Deslizarse hasta un texto de
Gryphius en 1955 es prueba de que el arte contemporáneo
se remonta fácilmente en el tiempo,
optando por la evolución y no por la ruptura.
L. DALLAPICCOLA (1904-1975): 4 Liriche di Antonio Machado.K.A.HARTMANN
(1905-1963): Lamento. W. VON SCH-
WEINITZ (1953): Papiersterne
Erdmann, Barainsky, Soffel, Henschel, Bauni, Reimann / OR-
FEO / Ref.: C558061A (1 CD) D2
Nunca es tarde…
FUGA LIBERA publica un amplio panorama dedicado
al gran autor belga André Laporte
Menos conocido que sus cogeneracionales K.
Goeyvaerts y H. Pousseur –y de presencia aún
más esporádica que la de éstos en los auditorios
españoles–, la figura de André Laporte es, sin
embargo, decisiva para la música belga de la segunda
mitad del pasado siglo: conocedor de primera
mano de la avanzada darmstadtiana a inicios
de los años sesenta, fundador de la sección belga
de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea
y largos años docente en el
Conservatorio de Bruselas, su obra merece de
sobra la tardía oportunidad que para su conocimiento
brinda la presente caja.
“La obra de Laporte
merece de sobra la
tardía oportunidad que
para su conocimiento
brinda la presente
caja.”
Recuperando en parte registros editados por
Koch hace una década, el sello Fuga Libera ofrece
cuatro discos que, en grabaciones fechadas entre
1971 y 2001, constituyen una inmejorable carta
de presentación de la obra orquestal, sinfónicovocal
y operística de Laporte, con una toma de sonido
muy notable, especialmente en las obras
vocales y en la ópera que ocupa en su totalidad los
dos últimos discos.
La evolución estilística del compositor queda
bien reflejada en las muestras incluidas en la recopilación
de su obra orquestal, siempre sujeta a
esa “nítida estructura narrativa” de que habla Herman
Sabbe en sus expertas notas: de la concepción
dialéctica entre el universo tonal y el atonal-serial
que preside Nachtmusik (1970/71), de guiños mozartianos,
o Transit (1979), a la libertad ecléctica y
brillantez instrumental de la Fantasia-rondino con
Germán Gan Quesada
tema reale (1988), el poema sinfónico De ekster op
de galg (1989) La urraca sobre el cadalso, inspirado
en un cuadro de Brueghel, o el homenaje barroco
que supone el Concerto grosso “La Creazione”
(2000); en la misma línea, De profundis, fechado en
1968, explota la escritura coral de vanguardia, que
se alía en el dilatado oratorio La vita non è sogno
(1971), alegato pacifista con textos de Quasimodo
y Marinetti, con unas eficaces líneas vocales solistas
para desembocar en el un tanto enfático Testamento
de otoño (1990), sobre versos del
Estravagario nerudiano.
Párrafo aparte merece la ópera en tres actos
Das Schloss, estrenada en 1986 a partir de la novela
homónima de Kafka, no tanto por su contenido
innovador cuanto por la manera en que su
música, de angulosa vehemencia y rico entramado
orquestal, sirve a la perfección el ominoso ambiente
descrito por el literato checo y las angustiosas
peripecias del agrimensor K.; ecos de Wagner,
Strauss, Debussy, Berg o Hindemith alimentan
una voluntad desmitificadora de los tópicos del
género operístico de la última centuria, al tiempo
que sacan partido, para el oyente avisado, de su
capacidad evocadora y expresiva.
Rayan a muy buena altura la Orquesta y el
Coro de la Radio Flamenca, de las que el propio
compositor fue director artístico hasta 1996, bajo
la batuta, entre otros, de un preciso Alexander
Rahbari y destacan en la ópera el barítono Bjørn
Waag en el papel protagonista y las voces femeninas
de Lena Lootens (Frieda) y Emily Rawlings
(Olga). En suma, en el caso de Laporte, sin duda…
la dicha es buena.
ANDRÉ LAPORTE (1931): Obras sinfónicas y vocales
John Bröcheler, Roland Bufkens, George-Emil Crasnaru,
Claudio Desderi, Dale Duesing, Donald George, Christoph
Homberger, Michel Lefebvre, Lena Lootens, Philip Sheffield,
Mario Taghadossi, Lucienne van Deyck, Bjørn Waag, Evgueni
Bushkov. Flemish Radio Orchestra. Koen Kessels, André
Laporte, Vic Nees, Alexander Rahbari, Gianpiero Taverna,
Hiroshi Wakasugi, dirección / FUGA LIBERA / Ref.: FUG523
(4 CD) D2 x 3

Otros mundos
Racimo de obras del alemán
Ulrich Stranz, en WERGO
siglos XX & XXI 162 / septiembre 2007
Javier Palacio
“Creo que la música es más que nada metafísica. Para
mí supone un modo de comunicación con un mundo
más alla del mundo material”, explicaba Ulrich
Stranz. Seguramente la búsqueda de vínculos con
una realidad suprasensible subyace en las obras aquí
reunidas, escritas entre 1970 y 2001, aunque lo que
llama de entrada la atención es más bien el carácter
sensual y la plenitud sensorial de sus sonoridades,
lo cual no sorprende teniendo en cuenta la atracción
del autor por los universos de Bartók, Ligeti, Lutoslawski
y, en una órbita más alejada, Britten. La pieza
que abre el monográfico y a mi juicio la más
lograda, nicht mehr-noch nicht (1971-1981), para conjunto
de cámara, se desliza suavemente por el espacio
sonoro mientras el piano “preparado”, apoyado
por un atmosférico clavecín y unas precisas percusiones,
construye texturas de variados relieves, rugosas,
a veces incisivamente metálicas. Se trata de
un detallado y discontinuo contrapunto a las líneas
cinceladas con claridad por cuerdas y maderas,
que recurren al glissando y al tremolo para generar
fondos oscilantes y de contrastado dinamismo. Un
trabajo, pues, rico tímbricamente y de vibrante factura
armónica, del que el director Räto Schupp extrae
amplias posibilidades. Notable también Música
para piano y orquesta nº 2 (1992), donde el apunte melódico
se disuelve en densas y coloristas armonías,
desplegando el solista (Tzimon Barto) agitadas células
motívicas que desembocan en esa apretada
constelación de clusters cortesía de la Tonhalle Orchester,
bajo la batuta atenta al menor detalle de
Christoph Eschenbach. Aus dem Zusammenhang
(1997-2001), la última pieza a destacar, se convierte
en interpretación del Linos-Ensemble en un despliegue
de flujos de baja y media intensidad, en una
estructura orgánica que crece y prolifera entre puntillistas
trazos instrumentales.
ULRICH STRANZ (1946-2004): Nicht mehr – noch nicht; Contrasubjekte;
Music for piano and orchestra No. 2; Dance
Music; Anábasis; Aus dem zusammenhang
Münchener Kammerorchester, Tonhalle-orchester Zürich.
Christoph Eschenbach, Banda classica, Christian Siegmann,
Gottfried Hefele, Linos-Ensemble / WERGO / Ref.: 6688-2 (1
CD) D2
Luz de todas partes
Magnífico CD dedicado a todo un clásico norteamericano:
Lou Harrison
La obra de Lou Harrison representa una página muy especial de la música norteamericana, por lo que
tiene de aportación personal pero también de asimilación sucesiva de influencias –leves pero suficientemente
significativas– de colegas como Henry Cowell o John Cage. A lo largo del tiempo su producción
va dejando notas de una enorme libertad, de una suerte de asimilación de las cosas de la vida y del
arte a pesar de los problemas de salud que le aquejaron a partir de 1947. La apertura de miras de Harrison
le lleva, sin olvidar el inconfundible carácter de la música que se va haciendo en su país a lo largo
de su vida como compositor, a aportar elementos exóticos que han servido para dotarla de una
irradiación muy especial. No olvidemos tampoco que Harrison fue un influyente crítico durante un par
de años en el New York Herald Tribune y que fue quien dirigió el estreno de la Tercera Sinfonía de Charles
Ives.
El presente disco se abre con una de sus obras más interpretadas, el muy bello Primer concierto
para flauta y percusión, una pieza de 1939 que ya introduce la libertad del intérprete en su ejecución, lo
que será uno de los elementos que irá desarrollando posteriormente. Las cuatro Stricte Songs son de
1955 pero Harrison las revisó en 1992. Esa versión –para orquesta, coro y barítono– es la que escuchamos
aquí. Se basan en textos rituales de los indios navajos y el autor juega con audacia con afinaciones
y escalas. Ariadne (1987) –sobre el mito griego pero tratado con músicas de influencia india– está escrita
para flauta y percusión y destinada a la bailarina Eva Soltes, quien había estudiado danza sacra
hindú con Balasarawati. Solstice es una página de 1950, escrita bajo la influencia del sonido del gamelán
–el instrumento indonesio que estudió con Colin McPhee– y destinada también al ballet, esta vez
para Jean Erdman, una protegida de Martha Graham, a quien en el estreno acompañó en otro de los
papeles nada menos que Merce Cunningham.
Para los amantes de la música de Harrison, de su simplicidad sólo aparente, de esa luz tan suya
que procede de fuentes tan distintas, este disco es una alegría. A ello colaboran unos intérpretes adecuadísimos
en cuya nómina destaca ese gran defensor de la música de su país que es el toledano –de
Ohio– Dennis Russell-Davies.
LOU HARRISON (1917–2003): In Retrospect
49
Pablo Batallán
“Para los amantes de la
música de Harrison,
de su simplicidad sólo
aparente, de esa luz
tan suya que procede
de fuentes tan distintas,
este disco es una
alegría.”
Leta Miller, flauta. William Winant y Heather Sloan, percusión. Leroy Kromm, baritono. University of California, Santa Cruz
Chamber singers and Chamber Orchestra. Nicole Paiement, dirección.Yvonne Powers, oboe. Adam Gordon, trompeta. Nohema
Fernández, celesta. Emily Wong George, tack piano. Stephen Tramontozzi, contrabajo. Peter Shelton, Lee Duckles, violonchelos.
Dennis Russell Davies, dirección / NEW WORLD RECORDS / Ref.: 80666-2 (1 CD) D1

50 diverdi siglos XX & XXI
La música del zodíaco
Obras para clarinete y piano
de Stockhausen en MDG
Antón Piedrahita Tirado
El pianista Steffen Schleiermacher nos ha presentado
en los últimos tiempos la serie Asia Piano
Avantgarde, que reúne a autores indonesios y japoneses,
los ciclos dedicados a “Profesores y alumnos”
de la Escuela de Viena y a la producción
pianística de Darmstad o un monográfico sobre los
“Ultramodernistas” americanos, sin olvidar Ensemble
Music, con interesantes muestras de su labor
compositiva. Y ahora se une a Volker Hemken
con el objetivo de explorar la producción de Karlheinz
Stockhausen para piano y clarinete, ofreciendo
versiones tan sólidas como, en los mejores
casos, inspiradas.
Los interpretes han adaptado Tierkreis, doce
melodías sobre el zodíaco, obra en verdad estimulante
del catálogo de Stockhausen que admite diferentes
versiones, conservando aquí uno de sus
“instrumentos” originales, esas fascinantes cajas
de música cuyas sonoridades se amalgaman con las
del piano de juguete. Estas breves y concentradas
melodías, según su autor “en perfecta armonía con
los rasgos de carácter del signo que representan”,
vuelven a fascinar por su rigor estructural y esotérica
poesía, cobrando en las presentes y despojadas
lecturas amplitud introspectiva (Libra), fuerte
ambigüedad (Geminis) o lúbrica sinuosidad (Escorpio).
La versión resulta luminosa, al igual que
la de una pieza tan importante como Klavierstück
IX, con su acorde martilleante inicial y su preciso
despliegue posterior, que Schleiermacher aborda
con fidelidad a los tiempos e intervalos establecidos
destacando su severa concepción arquitectónica.
Volker Hemken se deja llevar en cambio por
la seducción tímbrica en In Freundschaft, haciendo
pasar casi por improvisación sus combustiones
sonoras, y aún más en Tanze Luzefa!, perteneciente
a ese drama in progress que es Licht, sacando el
mayor partido del uso de la lengüeta y hasta de los
golpes rítmicos con el pie mientras su clarinete ríe
y ronronea.
KARLHEINZ STOCKHAUSEN (1928): Obras para clarinete
bajo y piano
Steffen Schleiermacher, piano. Volker Hemken, bass clarinet
/ MDG / Ref.: MDG 1451 (1 CD) D2
Electrónica recreativa
Cuatro piezas de Ricardo Climent
en IMV
Norberto Tauste
El valenciano Ricardo Climent es director de la
rama “Nuevas tecnologías” de la Escuela de Música
de la Universidad de Queens y docente en el Sonic
Arts Research Center de Irlanda. Por eso no
sorprende que en sus dos obras compuestas para
la Joven Orquesta de la Generalitat Valenciana
(JOGV) aparezcan “expresiones electrónicas”, siendo
el objetivo confeso transmitir a los jóvenes intérpretes
el gusto por unas sonoridades de las cuales
la creación musical no puede ya permitirse prescindir.
Pero al margen de tan loable fin pedagógico
estas piezas se revelan inopinadamente sugestivas,
llenas de detalles tímbricos y de poderosos contrastes
rítmicos, fascinando sin duda a los miembros
de una JOGV que suena, bajo la batuta de
Manuel Galduf, con frescura además de con la mayor
profesionalidad.
En Sons étouffés los tratamientos electrónicos
se sitúan en el ámbito del matiz, limitándose a la amplificación
del arpa. Pero eso basta para que el instrumento
compita de igual a igual con metales y
vientos estableciendo diálogos ora tensos ora fluidos
que modifican la imagen sonora de la orquesta,
que parece adoptar cualidades camerísticas. A
destacar también el cuidado uso de las percusiones,
que ayudan a conformar texturas de agudos y variados
relieves. 3 Simetrías concede más importancia
al gadget electrónico, incluyendo tecnología de
sensores y procesamiento en tiempo real de... un cajón
flamenco. Los sonidos sintéticos y tradicionales
conviven con naturalidad, trazando figuras que
vuelven en forma de ecos y reverberaciones espectrales,
percibiéndose por encima de la complejidad
estructural cierta sensibilidad lúdica.
El disco se completa con The Last Castrati,
para cinta, y DéjàVu88, para piano y electrónica,
pieza ésta de audaces yuxtaposiciones tímbricas
gestionadas con elegancia por el teclista Simon
Mawhinney.
RICARDO CLIMENT: Sons Étouffés; 3 Simetrías; The Last Castrati;
DéjaVu88
Jove Orchestra de la Generalitat Valenciana. Dir.: Manuel
Galduf / INSTITUT VALENCIA DE LA MUSICA / Ref.: PMV
ACTUAL 003 (1 CD) D3
En un mar de absenta
El británico Roger Marsh revisita
Pierrot Lunaire
Antón Piedrahita Tirado
El belga Albert Giraud, altamente apreciado por dadaístas
y surrealistas, escribiría en 1884 un alucinado
poema en el que iba a inspirarse Arnold
Schönberg para componer una obra de referencia
en el repertorio vocal del siglo XX, Pierrot Lunaire.
Poema que llamaría la atención también del británico
Roger Marsh (1949), que a partir de él ha
compuesto una ambiciosa obra prácticamente a
cappella para The Hilliard Ensemble, Pierrot Lunar.
50 Rondeles bergamascos. En la presente versión
discográfica no sólo el Hilliard asegura una interpretación
de calidad, sino también los conjuntos vocales
Red Byrd, Juice Trio y Ebor Singers, así como
la mezzosoprano Linda Hirst, que bajo la batuta del
director Paul Gameson participan alternativamente
o según diversas combinaciones en los cincuenta
fragmentos, siempre apoyados por el narrador
Joe Marsh. Las técnicas de canto resultan desde
luego heterogéneas, desde formas monódicas o
polifónicas que nos trasladan a una imaginaria antigüedad
“prestigiosa” entre medieval y renacentista
hasta modelos extraídos de un folclore
centroeuropeo pasado por el tamiz del refinamiento
(esos timbres transparentes e inflexiones cromáticas
que parecen provenir de Les Voix Bulgares),
manteniéndose a lo largo de la pieza una atmósfera
de encantamiento en muchos momentos convincente,
reveladora de una variada inventiva tanto
compositiva como interpretativa. Interesantes por
lo demás los contados acompañamientos instrumentales,
el piano desafinado pero feérico de Valse
de Chopin, el discreto órgano de L’Église o Messe
Rouge y sobre todo, por inesperada, la caja de ritmos
de Arlequenade y L’Alphabet, que incrementan
la sensación de extrañamiento de estas
miniaturas tragicocómicas: “Pierrot, Arlequín y
Colombina sumergidos en un mar de absenta”,
como sugiere John Potter, componente del Hilliard.
ROGER MARSH (1949): Pierrot Lunaire: 50 Rondels Bergamasques
Joe Marsh, narrador. Linda Hirst, mezzo-soprano. Hilliard Ensemble.
Red Byrd. Juice Trio. Ebor Singers. Dir.: Paul Gameson
/ NMC / Ref.: NMC D127 (1 CD) D2

Aventuras chamánicas
Monográfico dedicado al
inclasificable Tim Hodgkinson
Multiinstrumentista y compositor, Tim Hodgkinson
(1949) lideraría junto a Fred Frith en los setenta
un vanguardista grupo de rock de grato recuerdo,
Henry Cow, de radicales concepciones artísticas
y políticas. Luego se decantaría por las músicas
improvisadas, las nuevas tecnologías e incluso la
etnomusicología, quedando fascinado por los rituales
chamánicos durante un largo periplo por
Siberia en los noventa. Y todos estos aspectos (radicalidad,
improvisación, atracción por el rito)
participan en las piezas que componen Sketch of
Now, catálogo de procedimientos acústicos no demasiado
amables con el oyente incauto pero, por
su riqueza y carácter investigador, altamente sugestivos.
Hodgkinson entiende el fenómeno sonoro
como búsqueda antes que como forma acabada,
como exploración de sucesos incontrolables en lugar
de planteamiento de patrones y estructuras.
Algunas de estas obras, sugiere el autor, tienen
algo de formulación esotérico-chamánica, como
Vers Kongsu II, para conjunto instrumental y clarinete,
o Aici Schietaza pe Acum, para ensemble y cinta
magnética, en las que los timbres parecen
conjurar dormidas fuerzas naturales. Pero también
cabe reconocer cierta ascendente concreta,
pues los sonidos “se anclan en el simple hecho de
ser”. En general se trata de una música amante del
contraste extremo, de la presencia gestual, del trazo
casi físico, también en aquellas obras que introducen
elementos electrónicos, como Fighting /
Breathing, para clarinete y percusión grabada, o
Fragor, para chelo modificado informáticamente
y guitarra eléctrica. Otras veces se trata de trayectos
por seductoras geografías llenas de anfractuosidades
(De Yoknapatawpha o Further into Hard
Stone), en las que conviene penetrar atendiendo a
su variedad y detalle.
El Hyperion Ensemble convierte estas piezas
en un auténtico viaje hacia la aventura.
TIM HODGKINSON (1949): Sketch of Now
siglos XX & XXI 162 / septiembre 2007
Javier Palacio
Hyperion Ensemble. Tim Hodgkinson, clarinete bajo & dirección
/ MODE / Ref.: MODE 164 (1 CD) D1
Guitarra al cuadrado
Sensacional CD del Cuarteto de Guitarras Terpsicore para ARSIS
Lejos ya los tiempos heroicos en que Los Romero
–gracias al Concierto andaluz de Joaquín Rodrigo
y a Federico Moreno Torroba con sus
Estampas, Ráfagas y el Concierto ibérico– dieron
el espaldarazo decisivo y el repertorio básico al
cuarteto de guitarras, éste se ha convertido hoy en
un medio sonoro que llama la atención de propios
y extraños: tanto compositores guitarristas como
“Un repertorio
variado, divertido,
muy bien
interpretado, que
ejemplifica
claramente una
primera madurez en
el cuarteto de
guitarras.”
no guitarristas seducidos por la riqueza tímbrica
de cuatro guitarras tocando juntas. En este sentido,
obras de guitarristas bien asentados en el nuevo
repertorio de la guitarra contemporánea como
Dusan Bogdanovic o Stepán Rak, que saben explotar
profusamente todo el espectro de recursos del
grupo de guitarras, sirven sin duda de acicate para
que otros compositores se animen a contribuir a
un repertorio que cada vez cuenta con más grupos
estables. Entre estos grupos, nacido con el milenio,
el cuarteto español Terpsícore está ocupando
un lugar destacado, no sólo por su dominio del repertorio
“clásico” –buen ejemplo, su interpretación
en este disco de las Estampas de Moreno
Torroba, donde lucen escuela y criterio en la comunicación
de una música tan frecuentada–, sino
51
Javier Suárez-Pajares
por su contribución a la ampliación del repertorio.
Gracias a ellos, el cuarteto de guitarras puede contar
hoy con obras de envergadura de compositores
como Antonio Noguera o Tomás Villajos que
están alcanzando ahora su madurez creativa más
plena. Las obras de estos dos compositores incluidas
en la grabación que presentamos –Confluencias
(2003) en cuatro movimientos de Noguera y
Cuarteto en tres tiempos de Villajos– son música
seria que demuestra la fertilidad y el interés de los
compositores españoles que están en la complicada
labor de abrir brecha en el muro persistente levantado
por la Generación del 51. El paisaje de
texturas con el que se construye la música de Noguera
y las referencias clasicistas deconstruidas
de Villajos nos han interesado mucho por su equilibrio
de técnica, inspiración y comunicación. Estas
obras y, en otro orden de cosas, las
castellanísimas Estampas de Moreno Torroba o el
jazzismo casi improvisatorio del Concerto democratico
de John W. Duarte, son la parte principal
del repertorio interpretado aquí, jalonado además
con pinceladas alucinantes como el efectista Spin
de Andrew York (miembro del famoso Cuarteto
de Guitarra de Los Ángeles), el microtonal e inconfundible
balcanismo de Introduction and Dance de
Bogdanovic o una obra sorprendente y brillantísima
como la Rumba de Rak. Un repertorio variado,
divertido, muy bien interpretado que ejemplifica
claramente una primera madurez en el cuarteto
de guitarras.
MÚSICA ORIGINAL PARA CUARTETO DE GUITARRAS:
Obras de Andrew York, Dusan Bogdanovic, Antonio Noguera,
Stepan Rak, Tomás Villajos, John W. Duarte, Federico Moreno
Torroba
Cuarteto Terpsícore / ARSIS / Ref.: ARSIS 4199 (1 CD) D2

52 diverdi siglos XX & XXI
Mountain War Project
Fascinante y sugerente proyecto audiovisual de Jorge E. López
en un DVD WERGO
Nos llega un proyecto multimedia del compositor
cubano-austro-americano Jorge E. López que, a la
postre, se (nos) revela como un exorcismo ético y
estético. Intitulada Gebirgskriegsprojekt, o Proyecto
de la Guerra de la Montaña, su última obra conceptual,
que ahora nos presenta el sello Wergo (en
formato DVD) expone meridianamente el ideario
de un autor obsesionado con las intrahistorias de
la naturaleza, especialmente aquéllas que mientan
la mano invasora y deletérea del ser humano.
“La partitura de
Mountain War Project
está en la órbita del
post-modernismo de
Balada, los volúmenes
eméticos de un
Magnus Lindberg y la
microtonalidad (según
Hans Zender) de un
Sánchez-Verdú.”
No hay mucha diferencia, salvo en el orden
de aplicación, entre este ejercicio audiovisual de
López y el thaumatsein de los magos renacentistas
ante la naturaleza traumatizada y secretista,
aquélla que un Leonardo Da Vinci o, después, un
Francis Bacon pretendieran violentar con la primera
ciencia para aquilatar sus honduras. López,
como un sosias del dominus que legitimara el empirismo
científico, se echa la cámara al hombro
para registrar la superficie lacerada de los macizos
dolomíticos, basamento visual de la obra, y
fundirlos, a través de una poderosa alquimia di-
David Rodríguez Cerdán
gital y musical (material de archivo y una partitura
pregrabada para el Klangforum Wien y Dominique
May) en una argamasa que mucho tiene
que ver, en lo plástico, con la obra fotográfica de
David Lynch, el cine de Werner Herzog (recordemos
el arranque de su Corazón De Cristal: un
salto de agua y una franja de cuarzo) y el videoarte
ecologista.
En efecto, las marcas (geológicas o no) de los
Dolomitas italianos constituyen la génesis de una
narración audiovisual que vindica la memoria de
la roca: el ascenso (I movimiento), acuartelamiento
(II movimiento) y batallar de unos milicianos en
el frente alpino durante la Gran Guerra (III movimiento).
La evocación (el exorcismo) de este hecho
de armas se construye a partir de una elemental
estrategia cinematográfica: el barrido horizontal
de la cámara sobre los muros y desfiladeros activa
la intersección de las fuentes visuales (las históricas
y las presentes) y, por otro, el barrido vertical
nos introduce (efectos especiales, veladuras y fundidos
digitales mediante) en la historia que López
recrea y exorciza: la de una soldadesca embrutecida,
transida y cosificada en su particular descensus
ad inferos alpino.
Esta materia histórico-naturalista viene regada
con una partitura (sería una impostura hablar
de “banda sonora”, pues no se da la típica situación
ancilar de la música para la imagen) que está en la
órbita del post-modernismo de Balada, los volúmenes
eméticos de un Magnus Lindberg y la microtonalidad
(según Hans Zender) de un
Sánchez-Verdú, por poner un ejemplo cercano:
esto es, uno de esos organismos tímbricos y volumétricos
que, desde los prodigios sinfónicos de
Stockausen, serpean por nuestros equipos como
los escamosos espantos de Lovecraft. El mélange
resultante adopta, por tanto, los rasgos de una pesadilla
que bien pudiera haber referido cualquiera
de esos pobres diablos blanquinegros,
eternizados (por obra y gracia de López y el magnífico
ensemble de Beat Furrer) en un extremoso
y sobrecogedor purgatorio de nieve, pólvora y abrasiones
orquestales.
JORGE E. LÓPEZ: Gebirgskriegsprojekt (Mountain War Project)
Klangforum Wien / WERGO / Ref.: 2061-5 (1 DVD) D2
Piano bien temperado
Rodion Shchedrin por sí mismo,
en WERGO
Germán Gan Quesada
Prosigue Wergo su edición Rodion Schedrin con
un nueva entrega de su obra para piano; a falta de
la Toccatina (1958), dispone ya el melómano de
toda la producción pianística del compositor ruso,
afincado en España desde hace tiempo, previa a
1997, año en que Melodiya reeditó estos registros
de comienzos de la década de los setenta, recuperados
ahora con suficiencia aunque de algo escasa
resonancia.
Y lo hace con dos composiciones de notable
ambición y voluntad totalizadora, en especial las
dos series de Preludios y fugas fechadas en 1964 y
1970, y en que el inexorable precedente bachiano
viene reflejado en el espejo de Hindemith y, cómo
no, Shostakovich: preludios breves, fugas cuya
construcción oscila entre el rigor y la libertad extremas
y una progresiva radicalidad en los planteamientos
tonales que alcanza su mayor interés en
la segunda serie, con joyas como el tenso (y extenso)
par de piezas en la tonalidad de Do menor.
Por su parte, los veinticinco preludios del Cuaderno
polifónico op. 50 (1970) constituyen un auténtico
compendio de las prácticas de escritura
contrapuntística, en un lenguaje ajeno al eclecticismo
y al pastiche –sin renunciar a la cita expresa en
la divertida toccatina-collage–, denso y contundente
en armonía y dinámica y cuya previsible abstracción,
llevada al límite en el conclusivo Mosaico
polifónico, queda compensada por la emotividad desencadenada
de números como la Chacona o la
Passacaglia.
Bien puede mostrarse Schedrin satisfecho de
su propia labor como pianista, en arduas sesiones
de grabación que rememora en las notas al disco:
ataque preciso, nitidez en el uso del pedal y clara
diferenciación de planos sonoros desentrañan una
música tan severa en su escritura como fructífera
para el oyente. Per aspera ad astra…
RODION SHCHEDRIN (1932): Preludios y fugas para piano
(Cuaderno Polifónico; 24 preludios y fugas para piano, libros
I & II)
Rodion Shchedrin, piano / WERGO / Ref.: 6689-2 (2 CD)
D5 x 2

Purcell lejos del zoo
The Zoo Is Far de Christian
Wallumrod Ensemble, en ECM
Empieza el cedé y uno podría oír el sonido del mar
en el tráfico, acaso el sonido del viento en el metro,
en el bufido del autobús o de algunos camiones cargados
de contenedores como promesas de barcos hacia
los icebergs... Las luces reflejadas en la portada
–o son acaso los reflejos de un neón en mis gafas–
confirman esa impresión de noche boreal.
Los músicos son a veces, acaso cada vez menos,
los guardianes, los vigilantes del compositor que
han encadenado como Rascar Capac en su urna o
acorralado como King Kong en el Empire State;
otras veces, unos compositores que tocan –Wallumrod–
el piano y Toy Piano, –Henriksen– la trompeta,
–Larsen– el violín y la viola, –Orning– el
violonchelo, –Giovanna Pessi, la de Harnoncourt y
Savall– el arpa barroca y –Johansen– la percusión
abren la jaulas, se reúnen o se unen como cuando una
mujer y un hombre se aman, por la piel, la boca, el
sexo o el sudor y crean algo nuevo, en este caso algo
que llaman Henry (inventan recuerdos de él: Backwards
Henry I & II, Backwards Henry with drums),
Henry que compuso Fantasías en su adolescencia,
Fantasías alucinadas y alucinantes, como en un sueño,
y Henry se despierta, y se da cuenta que el sueño
era también real, y terrible, que estaba antes
dentro de su isla de porcelana, estaba en el interior
del film, y de pronto siente algo como la libertad, y
coge su bate de críquet y rompe los espejos que habían
destruido los sonidos del amor, los sonidos de
la pena o del placer, que habían destruido los sueños.
Ebrio de sonidos, de recuerdos sonoros, recuerdos
de algo que no había ocurrido todavía, acaso sonidos
de la ciudad, sonidos de motores, cláxones, frenos
y y neumáticos en el alquitrán, Henry no sabe
dónde está la nueva música, dónde la suya, dónde él,
pues las músicas se mezclan, sin destruirse, dos moluscos,
dos arañas tejiendo su web, Venom y Spiderman;
nuevas músicas se forman sin cesar, se
deshacen y Henry oye, cuando se acaban, cuando retumban
todavía los últimas vibraciones, su eco en el
silencio que lo rodea o lo ilumina.
siglos XX & XXI 162 / septiembre 2007
Pierre Élie Mamou
CHRISTIAN WALLUMROD ENSEMBLE: The Zoo Is Far
Christian Wallumød Ensemble / ECM / Ref.: ECM 2005 (1
CD) D2
Inventario
caleidoscópico
Los juegos de la memoria del
austriaco Gerd Kühr, en KAIROS
Manuel Luca de Tena
Poco o nada conocido por aquí, Gerd Kühr (1952)
pertenece por ley a esta brillante generación de
músicos del área germana de la familia Kairos que
tanta atención acaparan en estos años. Alumno
de Henze en composición y de Celibidache en dirección,
el galardonado austriaco es músico de
muy amplia experiencia internacional.
Su Revue instrumentale et électronique en seis
partes, tiene el carácter de una crónica musical,
de una revista que quiere hacerse eco de sentimientos
de muy distinta índole generados por la música
que se aglomeran inteligentemente para
configurar una imagen laberíntica construida con
alusiones a un variado espectro de la música compuesta
en estos últimos años. Esta actitud –hay
que aceptar el juego– es la que puede despertar
sentimientos y opiniones encontradas, porque el
oyente avezado va a encontrarse sumergido en un
reconocible campo de fragmentos, citas y alusiones
a otros músicos cercanos en el tiempo que el
compositor va mostrando a impulsos y movimientos
cargados de energía, a veces violenta, a veces
con hermosas soluciones en poéticos y abismales
glissandi. Una inmersión en los laberínticos pliegues
de la memoria, en sueños y visiones utópicas en los
que no faltan, sin embargo, acentos teatrales y hasta
circenses, si se quiere, pero todo muy sabiamente
articulado. Existe en ello un cierto paralelo,
incluso mimesis, con la inteligente y elegante música
de G. F. Hass, pero los sólidos hilos con que
teje este último no se encuentran en el espíritu del
discurso cortante y fragmentario de Kühr. Pero si
hay algo (que lo hay) que verdaderamente merece
ser escuchado es la impresionante brillantez técnica
y la belleza sonora que destilan aquí los músicos
del Klangforum; como la realmente exquisita
producción electrónica, de gran sentido espacial,
que permite que este viaje de escasos 32 minutos
se convierta, sin duda, en ese “algo más” que demandará
siempre un oído exigente.
GERD KUEHR (1952): Revue instrumentale et électronique
IEM-Graz. Klangforum Wien. Emilio Pomárico, dirección /
KAIROS / Ref.: 0012622 KAI (1 SACD) D1
Diálogos interiores
Kurtág y Widman
juntos en el sello NEOS
53
Manuel Luca de Tena
Impresionante CD registrado en vivo durante el
Festival de Salzburgo de 2004 y editado ahora
por el flamante sello Neos –producido por Wulf
Weinmann, ex Col Legno–, que reúne al veterano
György Kurtág (1926) y al joven y consolidado
Jörg Widman (1973), con dos piezas que, pese
a las apariencias, presentan similitudes en la forma
de establecer fructíferos diálogos con músicas
del pasado, amén de que ambos son dueños
de lenguajes musicales decididamente interiores
y personales.
Compuesto entre 1976 y 1980, el ciclo de 21
canciones –brevísimas, como corresponde al músico
húngaro–, Mensajes de la difunta dama R.V.
Troussova, está basado en poemas de la escritora
rusa Rimma Dalos alusivos al fracaso humano,
escritos en un lenguaje duro, directo, de acentos
grotescos y alta tensión interior, como reflejan los
títulos de sus tres partes: Soledad, Algo erótico, Experiencia
amarga-dulzura y melancolía. El ciclo, escrito
para soprano –una gran recreación de Claudia
Barainsky– y conjunto de cámara con exóticos
acentos de cymbalon húngaro, es realmente placentero
en su escucha por su belleza, por lo genialmente
trabado del conjunto, por su riqueza de recursos
expresivos que nos recuerda a veces al Pierrot de
Schoenberg.
La pieza de Widman, ...umdüstert...(1999-
2000), también para conjunto de cámara, se desarrolla
en permanente transformación a través de
transiciones y modulaciones en donde una rica variedad
de timbres, densidades y texturas vibran
interiormente vislumbrando paisajes donde reinan
sombras y silencios de raro atractivo que responden
a ese oscurecimiento romántico al que
alude el título. Una pieza de sorprendente madurez
para un músico tan joven. Muy interesante y
recomendable disco.
GYÖRGY KURTÁG (1926): Botschaften des verstorbenen
Fräuleins R.V. Trussowa op. 17. JÖRG WIDMANN (1973): …
umdüstert …
Claudia Barainsky, soprano. Österreichisches Ensemble für
Neue Musik (OENM). Rüdiger Bohn, dirección / NEOS / Ref.:
NEOS 10708 (1 CD) D1

54 diverdi jazz y otras músicas
Los nada desvaídos abrazos de Chet Baker
CHALLENGE reedita un gran álbum con el trompetista americano
Dentro de la intermitencia fundamental de la etapa
final de Chet Baker –que habrá quien describa
como errancia– 1985 fue un año de buenas grabaciones,
como las realizadas a dúo con Paul Bley
(Diane) o en trío, con guitarra o piano (Chet’s Choice
y Candy). De este año procede Hazy Hugs, originalmente
editado por el sello Limetree y ya
reeditado por Challenge con anterioridad. Segunda
grabación del Amstel Octet, su origen fue la invitación
cursada por su trompetista Evert Hekkema
a Baker para integrarse en un grupo cuyos miembros
habían tocado o registrado con él a lo largo de
su estancia europea. A diferencia de las muchas
grabaciones existentes de esos años, no se trata de
una efímera pick up band montada para la ocasión
para tocar estándares con resultados imprevisibles,
ni tampoco de un grupo que se limita a crear apoyos
para que Baker ocupe todo el espacio solista,
también muy corriente en esos años, sino de la integración
del trompetista en la disciplina de un impecable
octeto con escritura propia y de arreglos
de excelente factura. No es por ello estrictamente
un álbum de, sino con Chet Baker, un Chet Baker
sin flaquezas en su toque que deja algún solo particularmente
memorable. Una vez hecha esta puntualización,
Hazy Hugs se revela como un álbum de
CYMINOLOGY: Bemun / Cyminology
(Cymin Samawatie,
voz. Benedikt Jahnel,
piano. Ralf Schwarz, cotrabajo.
Ketan Bhatti, batería & percusión.
Frank Möbus,
guitarra) / CHALLENGE / Ref.:
DMCHR 71058 (1CD) D2
JOCHEN BALDES SUBNO-
DER: The Moholo Songs /
Adrian Frey, piano, Fender
Rhodes. Jochen Baldes, saxo
tenor y clarinete bajo. Adrian
Frey, piano / CHALLENGE /
Ref.: DMCHR 71059 (1CD)
D2
Ángel Gómez Aparicio
grandes satisfacciones provenientes de un grupo
bien templado que se muestra fuerte tanto en los
ensembles como en los episodios solistas, un programa
variado que se mueve dentro de un clasicismo
bop, y el empuje de la rítmica formada por Hein
Van de Geyn, principal compositor de la formación,
y el toque crujiente del veterano John Engels.
Además del relieve que adecuadamente se le ha
dado a la rítmica en la remasterización, se ha alterado
el orden del programa, comenzando a hora por
Shifting Down, de Kenny Dorham, la única pieza que
Baker conocía cuando se inició la grabación en la
que solea en primer lugar y que incluye la potente
voz del tenor de Dick de Graaf. No ha cambiado
de lugar sin embargo la que es la mejor pieza del álbum,
Someday You ‘ll Leave me de Van de Geyn, un
corte de una gran línea en la que Baker se lleva la
parte del león con un extenso solo de exquisita dicción
a ritmo del vals llevado por una rítmica de toque
neumático que destaca igualmente en la
enérgica Silver Blues. De tono melancólico es el
tema –título, con protagonismo del alto de toque
muy Phil Woods, Kees van Lier, y el aterciopelado
corno de Hekkema. Más dura de pelar es la compleja
Tergiversation del bajista Gene Perla, de gran
poder rítmico que estalla en una gran actuación de
John Engels, más swingueante en Deep Soul que cierra
en realidad el programa, pues los 40 y pocos minutos
del álbum original han sido completados con
tomas alternativas de cuatro de sus temas. La larga
estancia europea de Baker es fuente incesante de
souvernirs musicales más o menos efímeros, como
alguien señaló, una de las grandes materias de exportación
de todo sello del viejo continente. Un título
como Hazy Hugs (abrazos desvaídos), resulta
poco adecuado, cuando no faltón, para una sesión
que suena vibrante, bien ensayada y sobrada de
afecto.
CHET BAKER & THE AMSTEL OCTET: Hazy Hugs
Baker, Blok, Hekkema, van Lier, de Graaf, Vennik, van den
Brink, Van de Geyn, Engels/ CHALLENGE / Ref.: CHR 70058
(1CD) D2
THE LEADERS: Spirits Alike /
The Leaders / CHALLENGE /
Ref.: DMCHR 71060 (1CD)
D2
Novedades jazz
TIM RODIG 5: Floating
Around / Tim Rodig 5 / CHA-
LLENGE / Ref.: DMCHR
71061 (1CD) D2
País soñado, país real
Ojos negros de Saluzzi &
Lechner, en ECM
A las diez de la noche, en Salta, hace sesenta años,
se apagaban los faroles. El padre de Dino Saluzzi
se sentaba en una roca fuera de la ciudad para tocar
su bandoneón a la luz de la luna. Dino estaba
con él, y su padre interpretaba una canción que
contaba la triste partida de una ciudad para otra,
en este caso, París.
No soy un especialista del tango (y felizmente,
de nada), no sé si lo que tocan Dino Saluzzi y
Anja Lechner es tango (felizmente también, Saluzzi
contesta a esa pregunta: “dejémoslo en música”),
tampoco estuve en Salta, pero acaso no hace
falta para sentir esa nostalgia, para estar inundado
por ese movimiento de mar –los especialistas
dirían un rubato– constante, su ritmo, su melodía,
armonía y más cosas que no tienen nombres;
un mundo liberado de lo invariable, una masa grave,
mate, con los ocres que Sironi emplea para pintar
las plazas vacías, los primeros barrios
industriales de Milano o Nápoles (París, Salta, Palermo...
la fuerza del exilio es grande, y el tango, o
esa música de Saluzzi, sale de un exilio para entrar
en otro), una masa que se desliza sobre sí misma
con la lentitud de las aguamalas, abriéndose, cerrándose
con ese movimiento de branquias del bandoneón,
así, un movimiento incierto, sorpresivo,
aleteo o resoplido del violonchelo. De las sombras
cruzadas, de esa masa en descomposición, surgen
notas burbujas que parecen remontar, o: sobre el
fondo lejano, caen nieve y polvo, blandamente. En
esta música, ni noche ni día, sino lentas avalanchas;
nada sólido en ese mundo, nada que pueda
indicar una dirección... un mundo que se podría
atravesar, y del otro lado el mismo mundo en el interior
de la carne, profundo en el cuerpo, y uno no
lo sabía.
DINO SALUZZI & ANJA LECHNER: Ojos Negros
Pierre Élie Mamou
Dino Saluzzi, bandoneón. Anja Lechner, violonchelo / ECM /
Ref.: ECM 1991 (1 CD) D2

Supraphon recupera El beso de Smetana
que Zdenek Chalabala grabó en
1952 y que, hasta la fecha, se encontraba
sólo en soporte de vinilo. La
versión, que contó con un extraordinario
elenco vocal, se realizó cuando
la Ópera del Teatro Nacional de
Praga se encontraba en su momento
más esplendoroso. Conmueve en
especial la virtud del director para
acelerar o detener el tiempo donde
le interesa. La primera escena del segundo
acto, con los contrabandistas,
es suficiente para hacerse una idea
del talento de Chalabala para recrear
la escena y la acción simplemente
con sonidos, y darle todo el alcance
psicológico que contiene el imaginario
de Smetana. ÓPERA ACTUAL
BEDRICH SMETANA (1824-1884): El Beso
/ Blachut, Kalas, Krasova, Petrova / Prague
National Theatre Chorus. National Theatre
Orchestra. Dir.: Zdenek Chalabala, (1952)
/ SUPRAPHON / Ref.: SU 3878-2 (2 CD)
Basta ya de alabar a Julia Fischer
como una joven promesa; sin olvidar
su edad, este asombroso disco la
confirma como una de las principales
solistas del mundo. Aquí está incluso
más suelta que de costumbre,
y se permite abrirse y saborear el
momento. Canaliza una gran emotividad
(a veces el violín llora claramente)
sin sonar lacrimosa. Daniel
Muller-Schött la iguala en lirismo y
virtuosismo en el Doble concierto,al
cual ambos y el director Kreizberg infunden
belleza y un sentido de urgencia
cada vez más acentuado. En
todos sus aspectos es un disco fabuloso
que exige escucharlo una y otra
vez GRAMOPHONE
JOHANNES BRAHMS (1833-1897): Concierto
para violín en Re menor; Doble concierto
en La menor / Julia Fischer, violín.
Daniel Müller-Schott, violonchelo. Netherlands
Philarmonic Orchestra Amsterdam.
Dir.:Yakov Kreizberg / PENTATONE / Ref.:
PTC 5186066 (1 SACD Híbrido) D1
Este programa de obras sacras alemanas
del siglo XVII para voz solista y
conjunto de cuerdas, hermosamente
interpretado, (…) tiene variedad bastante
en cada selección para mantener
cautivado al oyente. El canto
profundamente expresivo, la depurada
técnica del bajo Meter Kooij –algunas
de estas piezas plantean
importantes exigencias al cantante– y
la rica belleza tonal de las cuerdas
de L’Armonia Sonora hacen de esta
grabación una muy gratificante muestra
de un brillante repertorio. La calidad
del sonido y las bien escritas
notas acompañantes están a la altura
de la música. Es improbable encontrar
discos donde se dé un maridaje
tan perfecto entre interpretación y
producción. GOLDBERG
DE PROFUNDIS CLAMAVI: Conciertos sacros
alemanes de Weckmann, Biber, J.C.
Bach, Bruhns, Schmelzer, Geist, Buns / L’Armonia
Sonora. Mieneke van der Velden,
viola da gamba y dirección / RAMEE / Ref.:
RAM 0604 (1 CD) D2
Testament nos sorprende de nuevo.
No estamos ante la enésima reedición
de una de las discografías más
completas que existen. Explora rincones
poco conocidos del legado
de Toscanini. (...) Pero la gran sorpresa
es la Sinfonía concertante de Mozart,
grabación apasionante que se
diría inédita, más cercana al intenso
dramatismo del Sturm und Drang
que al clasicismo, más al sinfonismo
que a la música de cámara. Un documento
de primer rango.
DIAPASON
ARTURO TOSCANINI dirige Giacomo Meyerbeer,
Carl Goldmark, Georges Bizet,
Jules Massenet, Wolfgang Amadeus Mozart,Vasily
Sergeyevich Kalinnikov, Aaron
Copland, John Philip Sousa & John Stafford
Smith / NBC Symphony Orchestra.
Arturo Toscanini, dirección / TESTAMENT
/ Ref.: SBT2 1404 (2 CD) D2 x 2
Estamos ante unas lecturas deslumbrantes,
superiores, si cabe, a las de
las dos integrales existentes de esta
Op.2, que ya eran ambas de un tremendo
nivelazo. Más allá de la indudable
belleza de estas sonatas, lo
que les confiere trascendencia es
que rompen con el modelo fijado
por Arcangelo Corelli y establecen
un estilo sonoro propio de gran virtuosismo,
que aquí sabe plasmar
como nadie ese excelente violinista
que es Enrico Gatti, al que acompañan
de forma soberbia, el
violonchelo de Gaetano Nasillo, el
laúd de Monica Pustilnik y el clave
de Guido Moroni. CD COMPACT
ANTONIO VIVALDI (1678-1741): Sonate
per violino, e basso per il cembalo, Opus
II / Ensemble Aurora. Enrico Gatti, violín
/ GLOSSA / Ref.: GCD 921202 (1 CD) D2
La Passione di Gesù Cristo de Paisiello
relata el drama vivido por Pedro
al escuchar los testimonios de tres
personajes, testigos de la Pasión.
Las arias, orquestadas con delicadeza,
están bellamente acompañadas
por los instrumentos de viento y
evitan toda espectacularidad, a excepción
de Ritornerà fra voi, con
trompetas. En esta música se reconoce
al Paisiello autor de óperas,
con su lado ora ensoñador ora inquietante.
Esta nueva versión es espléndida,
gracias sobre todo a
Diego Fasolis, especialista en este
tipo de repertorio, que dirige con
precisión y sentido del matiz. LE
MONDE DE LA MUSIQUE
GIOVANNI PAISIELLO: La Passione di
Gesù Cristo / Roberta Invernizzi, Alla Simoni,
Luca Dardolo, José Fardilha. I Barocchisti.
Coro de la Radio de Lugano.
Dir.: Diego Fasolis / CPO / Ref.: 777257-
2 (2 CD) D2 x 2
Cuatro sinfonías de Dvorák grabadas
en épocas y lugares diferentes, pero
no por ello menos reveladoras de las
sonoridades vigorosas y tupidas, cantábiles
por naturaleza, de la Filarmónica
Checa, así como del arte tenso y
robusto de Talich, sin un gramo de
sentimentalismo, sensible a la formidable
potencia rítmica de esta música
sin olvidar su agógica. Una bella
síntesis de espíritu eslavo, que se
percibe cada vez que surge el aire de
danza, y esa tradición germánica de
la que Talich, violinista en la Filarmónica
de Berlín bajo la batuta de Nikisch,
fue apasionado heredero. (...) Todavía
hoy impresiona ese nerviosismo que
el director inyectaba a esta música,
sin hacer concesiones al folclore pero
sin olvidar sus raíces. DIAPASON
ANTONIN DVORÁK: Sinfonías nº 6, 7, 8 y 9
“Del Nuevo Mundo” / Orquesta Filarmónica
Checa. Dir.: Vaclav Talich / SUPRAPHON
/ Ref.: SU 3832-2 (1 CD) D5 y SU 3833-2 (1
CD) D5
La música siempre se ha compuesto
para emocionar o disfrutar y ambas
cosas las consiguen plenamente.
Once ejemplos de plaintes de Binchois,
cuyo contenido es de una sublimada
tristeza, y la lamentación por
su muerte escrita por su discípulo
Ockeghem, constituyen el contenido
del CD. En todos ellos, salvo en uno,
hay una exquisita implicación instrumental.
La pureza y claridad de las líneas
de canto, el sentido de
espontaneidad y la gran calidad sonora
dan a esta grabación una singularidad
que la hacen absolutamente
imprescindible para cualquier interesado
en la llamada música antigua,
que aquí resulta de lo más nueva, gracias
a unos intérpretes que no se limitan
a seguir la tradición y buscan
nuevos caminos basados en la investigación
musicológica, todo ello envuelto
en un gran rigor interpretativo.
SCHERZO
GILLES BINCHOIS (†1460): Joye: Lamentaciones
/ Graindelavoix. Björn Schmelzer,
dirección / GLOSSA / Ref.: GCD P32102 (1
CD) D2

56 diverdi el zoco
z oco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco
El sello Regis no da tregua durante septiembre y empieza su curso tras el verano con toda la artillería preparada, volviendo a sacar
a la luz grabaciones indispensables en toda discoteca que se precie. ¿Ejemplos? Nada menos que las espectaculares sinfonías Nos.
15 & 27 de Myakovsky por Svetlanov; sonatas de violín de Haydn, Mozart o Brahms por Sviatoslav Richter y Oleg Kagan. Cruzando
el hemisferio, el talento de Jorge Bolet, pianista de fuego, vuelve a su caballo de batalla lisztiano. O el maestro italiano del violín,
Ruggiero Ricci, enfrentándose a las sonatas y partitas para violín solo del Cantor... Éstas, entre otros indispensables, hacen su aparición
ahora en el sello inglés al precio acostumbrado, que es el que ofrecemos siempre en el ZOCO de Diverdi. Gran calidad a precios
totalmente asumibles.
SVIATOSLAV RICHTER & OLEG KAGAN
interpretan MOZART: Sonata para violín
en Si bemol Mayor, KV 378. HAYDN: Sonata
para Piano en Re Mayor, No.39,
Hob.XVI: 24. BRAHMS: Sonata para violín
No 1 en Sol Mayor, Op.78 / Sviatoslav
Richter, piano. Oleg Kagan, violín
(1982 y 1985) / ALTO / Ref.: ALC 1010
(1 CD) D14
FRANZ LISZT (1811-1887): Conciertos
para piano Nos.1 y 2; Sonata para piano
en Si menor,Vals de Mephisto No.1 / Jorge
Bolet, piano. Rochester Symphony
Orchestra. David Zinman, dirección /
ALTO / Ref.: ALC 1011 (1 CD) D14
GUSTAV HOLST (1874-1934): Los Planetas,Op.32;
St. Paul’s Suite Op.29. No.2;
Brook Green Suite /Ambrosian Chorus.
John McCarthy, dirección coral. Royal
Philharmonic Orchestra.Vernon Handley,
Barry Wordsworth, dirección / ALTO /
Ref.: ALC 1013 (1 CD) D14
NIKOLAI MYASKOVSKY (1881-1950): Integral
de sinfonías, vol. 11 (Nos. 15 & 27)
/ Russian Federation Academic Symphony
Orchestra. Evgeny Svetlanov, dirección
/ ALTO / Ref.: ALC 1021 (1 CD)
D14
GEORG FRIDERIC HAENDEL (1685-
1759): Semele / Diaz, Deller, Armstrong,
Watts, Tear, Fleet / Amor Artis Chorale.
John McCarthy, dirección coral. Harold
Lester, clave & órgano. English Chamber
Orchestra. Dir.: Johannes Somary (1973)
/ ALTO / Ref.: ALC 2003 (2 CD) D14 x 2
EDVARD GRIEG (1843-1907): Cuartetos
para cuerda Nos. 1 & 2. Andante con
moto para trío con piano. Fuga en Fa
menor para Cuarteto de cuerdas / Raphael
Quartet. Jet Röling, piano / REGIS RE-
CORDS / Ref.: RRC 1279 (1 CD) D7
HENRYK GÓRECKI (1933): Sinfonía No.
3; 3 Pieces on the old style / Royal Philharmonic
Orchestra. Yuri Simonov, dirección
/ REGIS RECORDS / Ref.: RRC
1284 (1 CD) D7
BALLET EVERGREENS: Obras orquestales
de ballets de Piotr Ilych Tchaikovsky,
Léo Delibes, Adolphe Adam, Maria von
Weber:& Amilcare Ponchielli / National
Ballet Orchestra. Pietro Garda, dirección
/ REGIS RECORDS / Ref.: RRC 1286 (1
CD) D7
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-
17850): Sonatas y partitas para violín
solo / Ruggiero Ricci, violín / REGIS RE-
CORDS / Ref.: RRC 2077 (1 CD) D7 x 2
ELLA FITZGERALD: Ev'ry Time We Say
Goodbye (Cole Porter Songbook) / Ella
Fitzgerald, voz. Buddy Bregman Orchestra
/ REGIS RECORDS / Ref.: FRC 6125
(1 CD) D7
FONO Enterprise, encargado de exhumar y poner al día las obras de los grandes cantantes y directores del pasado, nos presenta
una selección de 20 discos que, hasta ahora, no habían estado disponible en su mayor parte en nuestros fondos. Entre sus modélicas
ediciones, se encuentran las indispensables grabaciones de Callas y Tebaldi en sus años jóvenes, así como registros de Mario
del Monaco, Enrico Caruso, Giuseppe di Stefano o Elvira de Hidalgo, dibujando a vuelapluma las formas canoras que han determinado la subsiguiente
Historia del Canto italiano. Estamos ante existencias limitadas, y Diverdi concede una última oportunidad. El precio raya en lo inverosímil. Una ocasión
para poseer obras que acaso no volverán a ser editadas.
RENATA TEBALDI: Si racconta / Renata Tebaldi, soprano /
FONO ENTERPRISE / Ref.: FONO 084/85 (2 CD + Libro) P.V.P.
20,00 euros.-
LA VERA VOCE DELLA GIOVANE CALLAS: Arias de ópera de
Verdi, Puccini, Wagner, Donizetti, Bellini & Delibes / Maria
Callas, soprano (Contiene libro de 350 páginas) / FONO
ENTERPRISE / Ref.: FONO 086/087 (2 CD + Libro) P.V.P. 20,00
euros.-
ARTURO TOSCANINI dirige GIUSEPPE VERDI (1883-1901):
Selección de La Traviata, Otello, La Forza del Destino & Aida.
Ensayos de La Traviata / Licia Albanese, soprano. Jan Peerce,
tenor. NBC Symphony Orchestra. Arturo Toscanini, dirección
(Grabaciones de 1940 a 1947) / FONO ENTERPRISE / Ref.:
FONO 1004 (1 CD) P.V.P. 2,95 euros.-
GIUSEPPE DI STEFANO: Il debutto discografico.Arias y escenas
de óperas de Massenet, Verdi, Thomas, Puccini, Cilea, Bizet,
Mascagni & Donizetti / FONO ENTERPRISE / Ref.: FONO 1007
(1 CD) P.V.P. 2,95 euros.
CALLAS & DE HIDALGO: La maestra y la alumna; Arias y
escenas de óperas de Bellini,Verdi, Rossini, Dinizetti & Wagner
/ FONO ENTERPRISE / Ref.: FONO 1010 (1 CD) P.V.P. 2,95
euros.-
MARIA CALLAS: El secreto de una voz; Arias y escenas de
óperas de Bellini,Verdi, Puccini & Wagner / FONO ENTERPRISE
/ Ref.: FONO 1011 (1 CD) P.V.P. 2,95 euros.-
MARIA CALLAS: The first documents;Arias y escenas de óperas
de Bellini, Verdi, Puccini... / FONO ENTERPRISE / Ref.: FONO
1012 (1 CD) P.V.P. 2,95 euros.-
MARIA CALLAS: One year, one voice - 1950. Arias y escenas
de óperas de Bellini, Wagner, Verdi & Puccini / FONO
ENTERPRISE / Ref.: FONO 1038 (1 CD) P.V.P. 2,95 euros.-
MARIO DEL MONACO - Mi primer concierto: Arias de Puccini,
Meyerbeer, Wagner, Verdi, Leoncaballo, Mascagni, Bizet,
Massenet... / Grabaciones de 1950-1951 / FONO ENTERPRISE
/ Ref.: FONO 1039 (1 CD) P.V.P. 2,95 euros.-
MARIA CALLAS: Un año una voz. Arias y escenas de Aida, La
Traviata, Las visperas sicilianas, Un ballo in maschera, El trovador
y Tristan e Isolda (Grabaciones de 1951) / FONO ENTERPRISE
/ Ref.: FONO 1042 (1 CD) P.V.P. 2,95 euros.-
ENRICO CARUSO: Las primeras grabaciones. Obras de Puccini,
Verdi, Mascagni y otros / Salvatore Cottone, piano. Enrico
Caruso, tenor (1902-04) / FONO ENTERPRISE / Ref.: FONO 1048
(1 CD) P.V.P. 2,95 euros.-
ENRICO CARUSO: Caruso & amigos. Arias con Pertile, Del
Monaco. Bergonzi, Di Stefano, Björling, y otros / (1906-51) /
FONO ENTERPRISE / Ref.: FONO 1053 (1 CD) P.V.P. 2,95 euros.-
RENATA TEBALDI: El nacimiento de una leyenda / Arias de
Puccini, Wagner, Verdi, Mozart, Rossini & Boito / FONO
ENTERPRISE / Ref.: FONO 1056 (1 CD) P.V.P. 12,00 euros.-
GIUSEPPE DI STEFANO: Mi primer concierto; Arias de óperas
de Gounod, Flotow, Puccini, Massenet, Verdi, Donizetti &
Ponchielli / Giuseppe Di Stefano, tenor. Bidú Sayao, Renata
Tebaldi, Lily Pons, sopranos. San Francisco Association
Orchestra. Gaetano Merola, dirección (Grabaciones de 1950)
/ FONO ENTERPRISE / Ref.: FONO 1064 (1 CD) P.V.P. 2,95
euros.-
MARIA CALLAS & RENATA TEBALDI: The two Queens / Maria
Callas, soprano. Renata Tebaldi, soprano / FONO ENTERPRISE
/ Ref.: FONO 1068 (1 CD) P.V.P. 2,95 euros.-
MARIA CALLAS: Callas en México; Arias y escenas de óperas
de Bellini,Verdi, Puccini & Dinizetti / FONO ENTERPRISE / Ref.:
FONO 1070 (1 CD) P.V.P. 2,95 euros.-
MARIO DEL MONACO - Mi primera grabación: Arias de
Giordano, Puccini, Meyerbeer, Wagner, Verdi, Leoncaballo,
Mascagni, Bizet, Massenet, Von Flotow, Cilea / Grabaciones
de 1948-1952 / FONO ENTERPRISE / Ref.: FONO 1077 (1 CD)
P.V.P. 2,95 euros.-
MARIO DEL MONACO - Mi primer Otello: Arias de Otello de
1950 & 1951 / FONO ENTERPRISE / Ref.: FONO 1079 (1 CD)
P.V.P. 2,95 euros.-
GIUSEPPE DI STEFANO canta GIACOMO PUCCINI (1858-
1924): Arias de Tosca, La Bohème & Madama Butterfly /
Giuseppe di Stefano, tenor. Maria Callas, soprano (Tosca).
Lucia Albanese, soprano (Mimì). Renata Tebaldi, soprano (Cio-
Cio San). Bidu Sayao, soprano (Mimì). Edoardo Moser, piano
/ FONO ENTERPRISE / Ref.: FONO 1098 (1 CD) P.V.P. 2,95
euros.-
RENATA TEBALDI: La Voce d'Angelo / Renata Tebaldi, soprano
/ FONO ENTERPRISE / Ref.: FONO 1202 (4 CD) P.V.P. 12,00
euros.-
Los discos del zoco no computan para los descuentos señalados en el boletín de pedido.

el zoco 162 / septiembre 2007
z oco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco el zoco
Segunda entrega de discos del nutrido sello italiano STRADIVARIUS a un precio más que tentador, con referencias de todos los estilos,
épocas y repertorios. Del siglo XX aparecen Elliot Carter, John Cage, Francisco Guerrero, Paul Hindemith, Roberto Gerhard, Ligeti,
Kurtag, Luis de Pablo y Cristóbal Halffter, entre otros. La parte del león corresponde sin duda al barroco y preclásico, con piezas
y autores difícilmente localizables en otras versiones. Los intérpretes y directores son de categoría, como por ejemplo Sergio Balestracci,
Gabriel Estarellas, Claudio Cavina y Pascal Bertin. Especial atención merecen los curiosos compendios titulados Strana armonia d’amore
y La Rovattina, buenas opciones para celebrar con música la llegada del otoño.
ELLIOTT CARTER: Woodwind Quintet (1948); Eight Etudes and
a Fantasy for woodwind quartet (1949). FRANCO DONATONI:
Blow, per quintetto di strumenti a fiato (1989). GYÖRGY KURTÁG:
Quintetto per fiati op.2 (1959). GYÖRGY LIGETI: Zehn Stücke
für Bläserquintett (1968) / Quintetto Arnold / STRADIVARIUS /
Ref.: STR 33304 (1 CD) D7
FRANCESCO ANTONIO BONPORTI (1672-1749): La Pace: Invenciones
y sinfonías para violín y bajo continuo, op. X (vol.2)
/ Aglàia Ensemble / STRADIVARIUS / Ref.: STR 33319 (1 CD)
D7
ADRIAN WILLAERT (1490?-1562): Intavolatura dei madrigali di
Verdelot. Integral de obras, vol. 6 / Il Desiderio/ STRADIVARIUS
/ Ref.: STR 33325 (1 CD) D7
ADRIAN WILLAERT (1490?-1562): Ricercari da Musica Nova:
Obras de Willaert y su círculo (Giulio Segni, Girolamo Cavazzoni,
Giralamo Parabosco, Nicolò Benoist, Gulillelmmo Golin
& Gabriele Coste) / Danilo Lorenzini, Antonio Eros Negri, Riccardo
Villani, Giuseppe Azzarelli, claves y órganos / STRADI-
VARIUS / Ref.: STR 33355 (1 CD) D7
DANIEL PURCELL (1660?-1717): Sonatas y cantatas / Les Trésors
D'Orphée / STRADIVARIUS / Ref.: STR 33360 (1 CD) D7
GIUSEPPE SARTI (1729-1802): Seis sonatas para traverso y
bajo continuo / Claudio Ferrarini, traverso. Christine Meyr, clave.
Sokol Koka, violonchelo / STRADIVARIUS / Ref.: STR 33368
(1 CD) D7
LA ROVATTINA: Danzas renacentistas de Attaignant, Gervaise,
Banchieri, Frescobaldi, Mainiero, Byrd, Susato, Aichinger &
Praetorius / Accademia del Ricercare. Dir.: Pietro Busca / STRA-
DIVARIUS / Ref.: STR 33380 (1 CD) D7
ALESSANDRO SCARLATTI (1644-1682): Cantata a 5 con violines
para el Santísimo Nacimiento Ah, troppo è ver; Cantata
a 5 para las ánimas del Purgatorio Esule dalle sfere / Cristina
Miatello, Lavinia Bertotti, Roberto Giua, Roberto Balconi, Gian
Paolo Fagotto, Antonio Abete. CCoro e Orchestra della Accademia
di Santo Spirito. Sergio Balestracci, dirección / STRA-
DIVARIUS / Ref.: STR 33392 (1 CD) D7
LUIS DE PABLO: Cuaderno. FRANCISCO GUERRERO: Opus 1.
Manual. CRISTÓBAL HALFFTER: Cadencia. JOHN CAGE: Etudes
Australes / Jean Pierre Dupuy, piano / STRADIVARIUS / Ref.:
STR 33399 (1 CD) D7
DAVID DEL PUERTO: Invernal; En la Luz.THIERRY BLONDE-
AU: Ce mimétisme des absentes; Quintette pour clarinette et cordes.
LUIS DE PABLO: Paraíso y tres danzas macabras / Orquestra
de Cambra Teatre Lliure. Dir.: Josep Pons / STRADIVARIUS / Ref.:
STR 33400 (1 CD) D7
MÚSICA CONTEMPORÁNEA ESPAÑOLA E ITALIANA PARA
GUITARRA: Obras de Luis de Pablo, Cristobal Halffter, José
Luis Turina, Goffredo Petrassi, Giorgio Federico Ghedini &
Bruno Bettinelli / Gabriel Estarellas, guitarra / STRADIVARIUS
/ Ref.: STR 33401 (1 CD) D7
JOHANN HERMANN SCHEIN (1586-1630): Banchetto Musicale
/ Accademia dei Ricercare. Dir.: Pietro Busca / STRADIVA-
RIUS / Ref.: STR 33403 (1 CD) D7
ROBERTO GERHARD (1896-1970): Trío para piano; Concierto
para ocho; Libra / Barcelona 216. Dir.: Ernest Martínez-Izquierdo
/ STRADIVARIUS / Ref.: STR 33404 (1 CD) D7
PHILIPPE VERDELOT: Misa Philomena Praevia s.16 / Delitiae Musicae.
Dir.: Claudio Cavina / STRADIVARIUS / Ref.: STR 33405
(1 CD) D7
57
STRANA ARMONIA D'AMORE, VOL. 1: Obras de Giulio Caccini
(c. 1550-1618), Francesco Rasi (1574-1621), Giulio Romano
(s. XVII), Lorenzo Allegri (1573-1648), Francesca Caccini
(1587-c. 1640) & Giovanni Stefani (s. XVII) / Vincenzo Manno,
tenor. Ensemble Concerto. Roberto Gini, dirección / STRADI-
VARIUS / Ref.: STR 33406 (1 CD) D7
STRANA ARMONIA D'AMORE, VOL. 2: Obras de Bellerofonte
Castaldi (1580-1649), Pellegrino Possenti (s. XVII), Benedetto
Ferrari (1597-1681), Domenico Mazzocchi (1592-1665), Nicolò
Fontei (1600-1647) & Bartolomeo Spighi (1590-1660) / Vincenzo
Manno, tenor. Ensemble Concerto. Roberto Gini,
dirección / STRADIVARIUS / Ref.: STR 33407 (1 CD) D7
GEORG PHILIPP TELEMANN (1681-1767): 6 Cuartetos para
dos flautas y dos violonchelos / Il Fuggilotio / STRADIVARIUS
/ Ref.: STR 33411 (1 CD) D7
GIOVANNI PIERLUIGI DA PALESTRINA (1525-1595): Misas
Quando lieta sperai & Qual'è più grand'o amore sobre madrigales
de De Rore. CIPRIANO DE RORE (1515/16-1565): Madrigales
Quando lieta sperai & Qual'è più grand'o / Pascal
Bertin, Claudio Cavina, Giuseppe Maletto, Roberto Abbondanza,
Marcello Vargetto. Delitiae Musicae. Marco Longhini, dirección
/ STRADIVARIUS / Ref.: STR 33423 (1 CD) D7
LODOVICO DA VIADANA (c. 1560-1627): Missa Solemnis pro
Defunctis. Quinque absolutionem post missam / Vox Hesperia.
Romano Vettori, dirección / STRADIVARIUS / Ref.: STR 33430
(1 CD) D7
PAUL HINDEMITH (1895-1963): Octeto; Septeto & Trío / Quartetto
Stauffer. Quintetto Arnold / STRADIVARIUS / Ref.: STR
33435 (1 CD) D7
Los discos del zoco no computan para los descuentos señalados en el boletín de pedido.

58 diverdi perfil
los productores
En 2007, es indudable que Ondine está absolutamente
consolidado como un gran sello, caracterizado
por una mezcla sin fricciones de artistas y
repertorios finlandeses e internacionales. En palabras
de su fundador y actual director general, Reijo
Kiilunen, “lo mejor de la música finlandesa es
realmente lo mejor de la música internacional.
Nombres como las sopranos Karita Mattila o Soile
Isokoski son para cualquier amante de la ópera
sinónimos de grandes estrellas internacionales, y
esto es válido para aficionados de Madrid, de Barcelona
o de cualquier ciudad del mundo”.
Como Bilbao, por ejemplo, donde Isokoski
cantará en enero, en Così fan tutte. “Ondine es un
sello para música y artistas de verdadera calidad. Tenemos
lo mejor de la escena finlandesa, como Pekka
Kuusisto y la Filarmónica de Helsinki, pero
también queremos incluir a grandes artistas internacionales.
Y por ello mi productor jefe Seppo Siirala
y yo hemos comenzado a colaborar con
Vladimir Ashkenazy [que ya ha grabado Dvorák,
Richard Strauss, Rachmaninov y Taneyev para el
sello de Helsinki] y estamos actualmente grabando
con Christoph Eschenbach, tanto con la Orquesta
de Filadelfia como con la Orchestre de Paris”.
Kiilunen se muestra optimista acerca del futuro,
a pesar de las actuales limitaciones del mercado
discográfico. “Es interesante destacar que
en tiempos recientes nuestras ventas internacionales
han aumentado año a año (salvo hace un par
de años). Es cierto que el mercado tradicional del
disco se está reduciendo, y que a raíz de ello el
trabajo de los distribuidores se ha ido complicando
más y más. Hay muchas más opciones para
gastar dinero en ocio que antes, y las mismas tiendas
que antes vendían CDs han empezado a vender
películas de Hollywood, mucho más populares
y por lo tanto rentables, con el resultado de que
se reduce el espacio para la venta de discos. Todo
el mundo está esperando el momento en que las
ventas digitales, las descargas, compensen esta
reducción del negocio”.
La naturaleza emprendedora y siempre orientada
al futuro de Kiilunen le ha ayudado desde la
creación de Ondine en 1985. Fue un fanático coleccionista
de discos ya desde sus tiempos de estudiante
en la Academia Sibelius: “El descubrimiento
de un LP con el Quinteto con Piano de Brahms fue
para mí la gran revelación de lo que una grabación
puede aportar.” Incluso comenzó a editar una pequeña
revista discográfica. Tras estos primeros pasos
como editor, se convirtió en promotor,
trabajando para la Agencia de Conciertos Philharmonia.
Sus estrechos lazos con el Festival de Cámara
de Kuhmo posibilitó la edición de grabaciones
en vivo, pero en los comienzos de Ondine Kiilunen
intentó mirar 20 años hacia el futuro: “La cuestión
era cómo conseguir que un sello como Ondine pudiera
funcionar comercialmente, cuando Finlandia
Records ya llevaba existiendo durante siete años
y nadie pensaba que habría sitio para otro sello clásico
en el país. Sin embargo, yo estaba empeñado
Reijo Kiilunen
Perfil del creador de ONDINE
en hacerlo y el año 1985 fue un momento perfecto
para ello, ya que el fenómeno de la música finlandesa
ya había comenzado, con artistas como Hynninen,
Martti Talvela o Paavo Berglund proyectando
hacia el mundo una imagen muy positiva de la vida
musical en mi país, y el boom operístico en plena
eclosión: Aulis Sallinen había escrito El jinete y La
línea roja, y Joonas Kokkonen Las últimas tentaciones.
Era un momento muy dulce para la industria
musical. No sabíamos nada acerca de los problemas
y cambios que nos depararía el futuro. Había un
mercado muy sano, y el formato CD dio un nuevo
empuje a toda la industria”.
En tiempos recientes, Finlandia ha generado
muchos más compositores de renombre internacional
de lo que el tamaño del país parecería implicar
(5,2 millones de habitantes en la actualidad), gracias
en parte a las ayudas posibilitadas por un pensamiento
político ilustrado a partir de los años 60.
A nombres como los de Magnus Lindberg o Kaija
Saariaho se puede añadir, en la opinión de Kiilunen,
el de Kimmo Hakola. “Es uno de los
compositores más emocionantes del momento; tiene
una capacidad fascinante para combinar diferentes
estilos musicales. En una sola pieza puede
combinar kletzmer, romances e ingredientes contemporáneos
sin que ésta sea un pastiche, sino una
mélange perfecta.” Naturalmente, la figura de Jean
Sibelius se encuentra en lo más alto del personal
panteón musical de Kiilunen. “Dicho de forma sencilla,
fue un gran compositor capaz de crear grandes
obras, una música que siempre ha fascinado a
los grandes directores, aunque haya sido de difícil
asimilación para algunas nacionalidades. Su carácter
es quizá algo pesado y sombrío. Pero si lo que
se busca es música ligera, colorista, impresionista,
lo mejor es ir al sur de Francia”
La música de otro finlandés, Einojuhani Rautavaara,
ha sido crucial en los 22 años de historia
de Ondine, tal y como nos explica Kiilunen. “Cuando
creamos el sello, desde luego uno de nuestros intereses
principales fue explorar la música finlandesa.
En ese momento, Finlandia Records estaba grabando
a Sallinen y Kokkonen pero no había tocado
a Rautavaara. Me enamoré de aquella pieza,
Thomas, que sigue siendo una de mis favoritas, así
que resultaba natural que me decidiese a seguir por
este camino. Entonces grabamos sus obras para
piano, y comenzamos a negociar con la Orquesta
de la Radio de Leipzig para las sinfonías. Había
una inmensa reserva de obras de Rautavaara esperando
ser grabadas – ¡y llevamos ya casi 20 discos!
Nuestro gran despegue llegó en 1996 con Ángel de
luz. Cuando escuché esta obra me percaté de que
nos encontrábamos ante algo que tenía una integridad
artística total, aparte de tratarse de una pieza
asequible con la que había la posibilidad de llegar
a audiencias más amplias. Trabajamos muy duro,
pero mereció la pena, especialmente porque Rautavaara
continuó –y continúa– escribiendo música
de una altísima calidad.”
Mark Wiggins
“Todo el mundo está
esperando el momento
en que las ventas
digitales, las
descargas, compensen
la reducción general
del negocio.”

¡IMPORTANTE!
ÚLTIMO AVISO
Renovación de las suscripciones al Boletín de Diverdi
Los elevados costes del boletín en su actual formato, y la conveniencia de poner al día
nuestros ficheros de receptores del mismo a fin de evitar seguir enviándolo a quienes
por cualquier causa no estén interesados en su recepción, nos obligan, al igual que
hicimos hace ya cinco años, a solicitar de nuevo su colaboración.
A partir del mes de mayo hemos abierto un periodo de solicitud de renovación de la
suscripción, que por supuesto seguirá siendo gratuita,
solicitud que puede ser cursada por cualquier medio:
correo ordinario al domicilio social de Diverdi S.L., Eloy Gonzalo 27, Madrid 28010;
e-mail a la dirección específica habilitada con esta finalidad: boletin@diverdi.com
nuestro teléfono 914477724; nuestro fax 914478579
Aunque el cambio de ficheros será efectivo a partir
del número de octubre, boletín nº 163,
rogamos a todos aquellos que aún no la han cursado,
envíen lo antes posible su solicitud a fin de facilitar nuestro trabajo.
Nada nos complacería más que seguir contando con su confianza.
Gracias por su colaboración.
diverdi . com