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editorial
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218 / octubre 2012 boletín de información discográfica 3
sellos en distribución exclusiva
(octubre 2012)
año XXI nº 218
octubre 2012
puede consultar los catálogos de todos nuestros sellos en www.diverdi.com
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trito
verso
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winter & winter
zig zag
índice
Diverdi, S.L.
8
10
11
14
16
20
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26
40
42
50
Vísperas de la Virgen de Adriaen Willaert
Capilla Flamenca nos ofrece su magistral versión para Ricercar
Alessandro de Haendel
Pan Classics publica una espléndida lectura de la bella partitura del sajón
Schiff redescubre El clave bien temperado
Estuche de ECM con una fascinante interpretación de la cumbre bachiana
Un instante de irrealidad
Christian Zacharias culmina su integral de los conciertos para piano
de Mozart para MDG
Marie-Nicole Lemieux
Eloy Gonzalo 27 (entrada por Santísima Trinidad, 1)
28010 Madrid
tel.: 91 447 77 24
fax: 91 447 85 79
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e–mail: diverdi@diverdi.com
La discografía incluida en este Boletín se puede
adquirir en los centros de El Corte Inglés, Fnac y en las
principales tiendas del país.
Diverdi entrevista a la gran contralto canadiense ante el lanzamiento
de su nuevo recital de arias de ópera del siglo XVIII
La reconstrucción de un repertorio
Amadis de Gaule de J.C. Bach y La Mort d’Abel de Rodolphe Kreutzer,
en exquisitos libro-discos de Ediciones Singulares
La gran Suor Angelica de Kristine Opolais
Andris Nelsons dirige la ópera pucciniana para Orfeo
El Schubert de Minkowski
Naïve edita una integral sinfónica grabada en el Konzerthaus vienés
Eco de jardines cristalinos
Niwa: mágicas creaciones de Ramón Humet, por la London Sinfonietta
El Jan Garbarek de los años 70
Dansere, triple álbum de ECM con reediciones del saxofonista noruego
el chupito: Adorada y añorada Victoria
Diseño y realización: Diverdi
Foto de portada: © Denis Rouvre
Maquetación: Jose Pascual (macprimo@diverdi.com)
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muchos más conciertos en diverdi.com
foto © Stéphane Gallois
4 di v e r di conciertos & actualidad
c o n c i e r t o s & a c t u a l i d a d
Enamorada de España
Con maestros tan ilustres como János Starker,
Paul Tortelier y Yo-Yo Ma, no podía salir mala
chelista, y Anne Gastinel es hoy en día una de
las intérpretes punteras de esta cuerda. El día 14
de octubre cumplirá 41 años, pero los melómanos
podrán felicitarla en Madrid dos semanas
después, pues dará tres actuaciones en el
Auditorio Nacional bajo la dirección de Pablo
Heras-Casado y acompañada por la Orquesta
Nacional de España. El programa será el mismo
en las tres veladas, y estará integrado por la
Passacaglia, Op. 1 de Anton Webern, el Cuarteto
de cuerda nº 1, Op. 25 de Brahms en orquestación
de Schoenberg, y el primer Concierto para violonchelo
de Haydn, que Gastinel grabó en Naïve
en los inicios de su larga y fructífera colaboración
con este sello. El repertorio de esta francesa
es inagotable y crecedero, y abarca desde las
Suites para violonchelo solo de Bach hasta, por
ejemplo, los conciertos del contemporáneo Eric
Tanguy. Fauré, Barber, Schubert, Beethoven,
Saint-Saëns, Bloch, Schumann, Lalo y Elgar son
solo algunos del ejército de compositores que se
han visto realzados por la magia de su arco. Sus
más recientes éxitos discográficos demuestran
que ha alcanzado esa idílica posición dentro de
su profesión en el que uno graba lo que realmente
le apetece. En uno, acompañada por Claire
Désert, vuelca su empatía en tres sonatas de
compositores franceses: Franck, Debussy y
Poulenc. El otro, grabado junto al guitarrista
Pablo Márquez, es un disco lleno de fuerza y
delicadeza dedicado a transcripciones de tres
autores españoles: Granados, Cassadó y Falla
(con unas Siete canciones populares españolas
mejor “cantadas” que otras de intérpretes vocales).
Seguro que las tres actuaciones que Gastinel
dará en Madrid reflejan sus palabras: “Amo ese
país, España. Sus colores, sus perfumes, su calor,
su energía, su lirismo, su dureza, su generosidad,
su dinamismo, su pudor, su orgullo, su entusiasmo…”
Auditorio Nacional, Madrid, 26, 27 y 28 de
octubre
El cuarteto inextinguible
A ningún melómano le cabe duda de que el
Cuarteto Borodin es uno de los mejores del mundo
desde su fundación hace más de sesenta años.
El milagro no es solo que toquen así de bien, sino
que cada nuevo cambio en su formación no haga
sino confirmar su calidad, prolongando intacto,
en cierto modo, su espíritu gracias a una esmerada
selección de sus nuevos miembros, siempre
entre los graduados del Conservatorio de Moscú.
Aharonian, Abramenkov (componente del
Borodin desde 1974), Naidin y Balshin se acercarán
al Auditorio Nacional este otoño para ofrecer
a los españoles los dos primeros Cuartetos de
dos de sus autores que mejor dominan, Brahms
y Tchaikovski; como complemento interpretarán,
de este último, el poco conocido Movimiento para
cuarteto en Si bemol mayor. La realidad y la leyenda
se amalgaman en sus grabaciones, sea cual sea
la época, pues su nivel de excelencia se mantiene
intacto, aunque su periodo más brillante pudo ser
el de los años 50 y 60. A esta época pertenece el
grueso de discos que está reeditando con enorme
calidad el sello ruso Melodiya. En los últimos
años, e incluso meses, nuestros tocadiscos han
rejuvenecido con sus álbumes llenos de versiones
referenciales y reverenciables, como precisamente
la integral para cuarteto de Tchaikovski, que
ha sido todo un superventas, o esas maravillas
que son los de Ravel y Debussy. El repertorio de
los Borodin es extenso, tanto en fechas como el
número de compositores, comenzando por su
insustituible primera integral de los cuartetos de
Shostakovich (obras que estrenaron ellos en su
mayoría), y ahí nos quedan plasmadas para siempre
sus frecuentes colaboraciones con
Rostropovich y Richter, sus clarificadoras lecturas
de piezas de sus compatriotas como Stravinsky
o Schnittke, o su profunda ligereza a la hora de
entender a Haydn y Mozart. Los casi infalibles
miembros del Borodin, en palabras de Luis Suñén,
“siguen y seguirán en nuestro delicado corazón de
aficionados ya mayores”.
Auditorio Nacional, Madrid, 16 de octubre
foto © Anja Frers
Ingo el Conquistador
Este director alemán de ojos de hielo y melena
grisácea gobierna desde hace años el reino de la
música contemporánea desde sus sucesivos tronos
del Ensemble Modern, La Monnaie de
Bruselas, la Orquesta Sinfónica de Bamberg, la
Ópera y la Filarmónica de Hamburgo, la Ópera
Holandesa de Ámsterdam y la Deutsches
Symphonie-Orchester de Berlin. En los últimos
años Ingo Metzmacher ha hecho incursiones
triunfales en enclaves tan estratégicamente cruciales
como el Festival de Salzburgo, las
Staatsoper de Berlín y Viena, la Ópera de Zurich
y orquestas de Paris, Roma y San Petersburgo.
Total, que ya tiene conquistados a todos los melómanos
europeos de vanguardia, y este otoño
invadirá Madrid entrando por tres flancos. Los
días 15 y 17 de octubre dirigirá la Sinfonía
Turangalila de Messiaen primero en Teatro Real
y después en el Auditorio Nacional, interpretada
por la orquesta titular del Teatro y con Roger
Muraro al piano y Válerie Hartmann-Claverie
a las ondas Martenot. Ya en noviembre,
Metzmacher cumplirá 55 años durante las dobles
representaciones de Suor Angelica de Puccini e
Il prigioniero de Dallapiccola en el Teatro Real,
con cantantes tan renombrados como Deborah
Polaski o René Kollo. Suyas son la exitosa Lady
Macbeth de Mtsensk de Shostakovich con Angela
Denoke, aparecida recientemente en el sello
Orfeo, y la ambiciosa Königskinder de
Humperdink con Juliane Banse y Klaus Florian
Vogt. Otros hitos discográficos de este hannoveriano
son sus incursiones en Messiaen, con
un álbum en el que la Royal Concertgebouw
Orchestra homenajea al compositor, y una estupenda
grabación en Kairos en que la Orquesta
Filarmónica de Viena interpreta su ciclo sinfónico
Éclairs sur l’Au-Delà… Con estos precedentes,
no cabe duda de que la Turangalila de
Metzmacher conquistará al público.
Auditorio Nacional, Madrid, 17 de octubre
Teatro Real, Madrid, 15 de octubre y del
2 al 15 de noviembre

Ensemble Aurora
conciertos & actualidad 218 / octubre 2012
El sello Glossa, que está pasando casi de puntillas
por su 20º aniversario, sigue sin embargo
expresándose con contundencia a través de sus
siempre interesantísimas novedades, manteniéndose
fiel a sus artistas de siempre, pero también
incorporando, muy poco a poco y sin grandes
aspavientos, figuras nuevas que puedan dar continuidad
a una manera de entender el trabajo discográfico
que mantiene a la casa escurialense en
la élite mundial desde hace ya muchos años.
Quizás su propuesta más valiente para este otoño
venga de la mano del más veterano de sus
artistas, Frans Brüggen, que vuelve a dirigir a su
Orquesta del Siglo XVIII en un ciclo sinfónico
completo de Beethoven, grabado en vivo en octubre
de 2011 en Rótterdam. Pasados muchos años
desde su primera integral, grabada para Philips,
y con infinidad de versiones del mismo repertorio
en el mercado, el director holandés no lo ha
dudado ni un instante cuando ha visto la posibilidad
de repetir. Y lo ha hecho a lo grande, con
un maravilloso sonido surround y su orquesta
en estado de gracia, como consciente de que la
ocasión era histórica. Y nos llegan noticias de
que en Japón ya se han vendido, solamente en la
primera semana, más de 2000 copias... Fabio
Bonizzoni, otro habitual en el sello, se presenta
estos días con dos novedades simultáneas. Por un
lado, y gracias al apoyo de la Fondation
¡gracias!
Lo que viene de Glossa
Royaumont, ha visto realizado su sueño
de poder grabar, en las mejores
condiciones posibles, la música de uno
de sus compositores predilectos,
Girolamo Frescobaldi. En un disco
doble de tocatas y partitas grabado en
la Abadía de Royaumont y en la
Basílica de Santa Bárbara de Mantua,
el clavecinista y organista ofrece un
recital que parece destinado a convertirse
en referencia absoluta. Por otra
parte, Bonizzoni no descuida su trabajo
al frente de La Risonanza, conjunto
con el que se ha embarcado en un
amplio proyecto dedicado a la serenata
italiana y cuyo segundo volumen,
con La Senna festeggiante de Vivaldi, ve
ahora la luz. Siguiendo con la música
italiana interpretada por italianos,
el violinista Enrico Gatti (en la foto
con sus compañeros del Ensemble Aurora,
Rossella Croce, Judith Maria Blomsterberg,
Gabriele Palomba y Fabio Ciofini) se adelanta al
año Corelli con la edición de la grabación completa
de las tríosonatas opus 4, que complementan
las bellísimas versiones que Gatti realizara de
las sonatas opus 3 y opus 5 para el sello Arcana.
En un registro realizado en junio de este año
2012 en Solomeo, en la región de Umbría, Enrico
Gatti también se acerca a estas obras – por lo
que ya hemos podido escuchar – con esa particular
elegancia y refinamiento que lo sitúan entre
los grandes poetas de su instrumento. Y el
toque “diferente” y casi iconoclasta nos lo traerá,
una vez más, el conjunto Graindelavoix. En
el primer volumen de una trilogía que explora
aspectos religiosos, sociales y políticos en torno
a la música del siglo XIII, Björn Schmelzer y
Graindelavoix realizan un viaje a través de Europa
de la mano del artista Villard de Honnecourt y
su trabajo, reflejado en una colección de dibujos
creados en conexión con las nuevas catedrales
góticas entonces en construcción. Ya conocemos
los siempre imaginativos planteamientos
de Schmelzer y sus cantantes a la hora de interpretar
la música medieval, por lo que sin duda este
disco será un broche de oro para un aniversario
que Glossa ha celebrado haciendo lo que mejor
sabe hacer: crear discos del máximo nivel.
Cumpliendo nuestro compromiso de mantener puntualmente informados a nuestros lectores del resultado
de las propuestas e iniciativas relativas a la continuidad del Boletín contenidas en la carta adjunta
a nuestro número de septiembre, deseamos en primer lugar agradecer la positiva respuesta de cuantos
han manifestado su interés por seguir recibiéndolo en su actual soporte. Quienes por inadvertencia
de la carta o posterior olvido hayan dejado de recibir la revista en octubre pueden solicitar la reanudación
de su envío a partir del número de noviembre. De manera muy especial queremos agradecer
públicamente su colaboración a las personas que nos han remitido aportaciones económicas de
diversa cuantía –todas bienvenidas por igual por cuanto suponen de reconocimiento y apoyo a nuestro
trabajo–, o que nos han comunicado su disposición a ser patrocinadores de la publicación o a abonarse
a ella en caso de establecerse una fórmula de suscripción. Seguimos invitando, a cuantos
pudieran estar interesados en esta labor de patrocinio y aún no nos la hayan manifestado, a que lo
hagan a nuestra dirección de correo electrónico: diverdi@diverdi.com En el número de noviembre
continuaremos informándoles de las decisiones definitivamente adoptadas sobre la continuidad
de nuestra publicación a partir del mes de enero y las condiciones en las que la misma tendría lugar.
Mientras tanto les reiteramos nuestro agradecimiento por su interés.
ETIPO - TELETIPO - TELETIPO - TELETI
Sello todavía joven en Diverdi, pero de ya longeva
historia es Hardy, que ahora nos anuncia la
edición en DVD de un montaje del Un giorno di
regno verdiano que subió a escena el 19 de diciembre
de 1997 en el Teatro Regio de Parma. El
reparto, encabezado por Anna Caterina
Antonacci, Cecilia Gasdia, Paolo Coni y Bruno
Praticò, dio lo mejor bajo la bóveda parmesana
en la experta compañía de de Maurizio Benini,
la Orquesta Arturo Toscanini y el Coro del
Teatro de Parma. La puesta en escena corrió a
cargo del regista Pier Luigi Pizzi.
Por fin se anima un sello de prestigio
a promover la música de concierto
de Ennio Morricone más allá
de su acostumbrado repertorio
cinematográfico. Y es que
Stradivarius presentará el mes que
viene un disco dedicado a la producción
camerística de Morricone
padre y de su hijo Andrea, con quien compuso
la música de Cinema Paradiso. Se trata de una
serie de obras para clarinetes, pianos y cuarteto
escritas a lo largo de los años 90 y 2000. El
maestro romano se ha sentido tan complacido
por la grabación que se ha ocupado de firmar las
notas al disco.
Hänssler es una de las discográficas independientes
más productivas del mundo; basta con
echar un ojo a sus lanzamientos de octubre para
salir de dudas: a los volúmenes 14 y 15 de la serie
Premium Composers se suma el segundo volumen
de la serie de box sets dedicados a Carl
Schuricht, la cuarta entrega pianística de
Schumann, el decimoctavo volumen de la integral
sinfónica de Haydn dirigida por Thomas
Fey, la octava muesca del piano schubertiano de
Oppitz y el segundo disco de los Conciertos de
C.P.E. Bach interpretados por Michael Rische.
Aureliano in Palmira es la flamante
novedad de Opera Rara para el otoño.
Se trata de una de las más raras
partituras de Rossini, un dramma
serio escrito el mismo año que
L’italiana in Algeri o Tancredi. La
acción, ambientada en el s. III, gira
en torno al trío amoroso formado
por Zenobia, Arsace y el Emperador Aureliano.
Algunas de las mejores páginas vocales rossinianas
se encuentran en esta ópera, como atestigua
esta grabación de estudio interpretada por
Kenneth Tarver, Catriona Smith, Silvia Tro
Santafé y la LPO con Maurizio Benini.
Aunque llevaba unos años sin estrenar disco, el
sello de la London Sinfonietta retoma su compromiso
con la mejor música contemporánea
con una nueva entrega en la que apuesta por un
nuevo repertorio compuesto ex profeso para el
ensemble. Martin Suckling estrena el ciclo vocal
Candlebird mientras que Edmund Finnis aporta
su Veneer para viola y reverb, Tim Hodgkinson
The Glow and Zig-Zag para trompa y Duncan
MacLeod firma Diesis para contrabajo.
Completan el disco las obras para quinteto
Valentine’s Rhapsody de Shiva Feshareki y
Zoetrope de Isambard Khroustaliov.
5

6 di v e r di conciertos & actualidad
PO - TELETIPO - TELETIPO - TELETIPO -
Un nuevo álbum del pianista y compositor de origen
turco Fazil Say verá la luz en Naïve: se trata
de su tercer monográfico como autor
publicado en el sello francés tras los anteriores
Black Earth y 1001 Nights in the Harem. El álbum
contendrá su Primera sinfonía, subtitulada
Estambul –y en la que se mezclan la música popular
turca y la occidental– y Hezarfen, un concierto
para ney (la flauta turca) y orquesta en el
que se combinan las sonoridades del kudüm y
el bendir con las de la orquesta sinfónica tradicional.
Challenge editará en un doble
SACD un directo de la Elektra
straussiana representado en el
Amsterdam Muziektheatre en
noviembre de 2011 por las huestes
de la Netherlands Philharmonic
Orchestra, el Toonkunst Choir
Amsterdam y un importante reparto
de solistas (Schuster, Herlitzius, Nylund) dirigidos
por Marc Albrecht. La prensa
especializada se deshizo en elogios tras el estreno
de este montaje holandés y Peter van der
Lindt, de Trouw, proclamó que “Albrecht se asegura
de que sus músicos expresen el dolor de forma
visceral, pero también de controlar férreamente
la orgía de violencia.”.
El Ensemble Pygmalion prosigue su recorrido
bachiano proponiéndonos en su última grabación
para Alpha la primera versión de la Misa en
si menor de 1733, de la cual derivará el famoso
Magnificat. La primera grabación de Pygmalion
para Alpha, las Misas breves recibieron el aplauso
unánime de la crítica y premios como el
Diapason d’Or o el Orphée d’Or de la Académie
du Disque Lyrique. Raphaël Pichon, uno de los
directores jóvenes más atractivos del panorama,
dirige este fascinante viaje a los orígenes
de uno de los pilares de la música occidental.
Mientras que Vivaldi no necesita
presentación y otros nombres
menos habituales (Caldara, Fasch,
T ma) empiezan a ser muy conocidos
por los aficionados al
Barroco, otros como Reichenauer,
Jiránek, Postel y Orschler están aún
siendo reivindicados y admirados
por los especialistas. Supraphon editará en breve
un volumen conmemorativo con música de
todos ellos en su excelente colección Música de
la Praga dieciochesca (aglutinante del mejor repertorio
de cámara checo-europeo de la época) y
que defenderá el prestigioso Collegium
Marianum muy bien acompañado por el fagotista
de moda, el italiano Sergio Azzolini.
Para el director Désiré-Èmile Inghelbrecht la
ópera de Debussy Pelléas et Mélisande fue una
revelación: desde el mismo momento en que la
escuchó en el estreno parisino del 30 de abril de
1902 quiso dirigirla él mismo. Ahora podremos
escuchar en Testament su personal versión de
esta obra maestra de la mano de un reparto vocal
en estado de gracia (Camille Maurane como
Pélleas y Suzanne Danco como Mélisande), el
BBC Chorus y la orquesta Philharmonia en un
directo radiado el 1 de junio de 1955 por la BBC.
El pasado miércoles 26 de
septiembre tuvo lugar la cita
anual de los Gramophone
Awards en el Hotel
Dorchester de Londres con el
compositor y director Eric
Whitacre y la soprano
Danielle de Niese como
maestros de ceremonias. Los
dos premios más importantes,
el de Sello del Año y el de
Mejor Disco del Año recayeron
en dos sellos distribuidos
en exclusiva por Diverdi:
Naïve y Ricercar, respectivamente.
Mientras que el
excelente Musicalische
Exequien de Heinrich Schütz
editado por Ricercar (RIC
311) e interpretado por Vox
Luminis y Lionel Meunier se
alzó con el codiciado galardón
al mejor álbum de 2012 en la categoría Mejor
Grabación de Barroco Vocal, Gramophone destacó
la labor del sello francés afirmando que “es
difícil decir qué es lo mejor de nuestro nuevo Sello
del Año, pero lo primero que llama la atención es
una presentación impactante cuyas sobresalientes
portadas artísticas y su a menudo socarrón sentido
del humor, garantizan que antes de escuchar
una sola nota de música, ya tengas la imaginación
cautivada. Y qué decir de su plantilla de artistas
(…) Sandrine Piau, Marie-Nicole Lemieux, Sara
Mingardo y más recientemente, Anne Sofie von
Otter poseen un talento único. El emparejamiento
de intérpretes y repertorios es tan sólido como
imaginativo (…) En el núcleo del sello encontramos
la Vivaldi Edition, un proyecto que se está con-
El universo YouTube
Cornucopia de premios
virtiendo rápidamente en una de las maravillas de
la música grabada. (…)” Otros discos distribuidos
por Diverdi que se han llevado el gato al
agua son el último monográfico de Rautavaara
editado por Ondine (Incantations, Modificata,
Concierto para violonchelo nº 2) e interpretado
por Colin Currie, la Filarmónica de Helsinki y
John Storgards (ODE 1178-2) en la categoría de
Mejor Disco de Música Contemporánea, mientras
que Testament se ha llevado el premio a la Mejor
Grabación Histórica del año por el recital de los
Études chopinianos de Maurizio Pollini (SBT
1473) y Supraphon ha sido galardonada con el
Premio Especial a la Mejor Grabación Histórica por
su fabuloso estuche doble Václav Talich en directo,
1939 (SU 40652).
Ya sabemos que en pleno siglo XXI la vida
de un disco no se limita a la experiencia de
la audición doméstica, sino que se amplía y
enriquece gracias a los múltiples canales de
difusión que la tecnología ha tendido en
Internet. En este sentido, no hay discográfica
que se precie que no tenga en cuenta
las redes sociales a la hora de presentar un
nuevo álbum o de promocionar a un determinado
artista. Y para estos menesteres,
YouTube sigue siendo el medio de difusión
más atractivo. Desde hace algún tiempo
Diverdi está incorporando en su página web
enlaces directos con actuaciones, entrevistas,
presentaciones o eventos varios relacionados
con las novedades que se presentan
en la web día a día. Mientras que sellos punteros como Soli Deo Gloria, (sdgrecordings’s channel),
Supraphon (Supraphon YouTube Channel), Naïve (Naïve classique) o NMC (NMC Recordings), entre
muchos otros, cuentan con canales estables (Anne-Sofie von Otter anunciaría en el de Naïve su estelar
fichaje por el sello galo), otras discográficas independientes apuestan por las presentaciones de
postín (el emergente Yannick Nézet-Séguin, por ejemplo, se encargó de la del Réquiem brahmsiano
para LPO) o invierten tiempo en “colgar” interesantes vídeos promocionales y numerosos making
of. En este sentido, ECM es uno de los sellos con más predicamento: en YouTube podemos encontrar
desde un directo de la gira de Dresde del Jan Garbarek Group o el emocionante Concierto de
Atenas de Maria Fantouri y Charles Lloyd a entrevistas con Manfred Eicher sobre la revolución del
iPod o el cómo se hizo de álbumes tan cuidados como If Grief Could Wait de Giovanna Pessi y Susanna
Wallumrød. Ya dijo Paul Éluard que hay otros mundos, pero están en éste.

8 di v e r di antigua
El salterio, según
Desprez
Manfred Cordes ofrece un bello
ramillete de salmos en CPO
Josemi Lorenzo Arribas
“Laboratorio de arte musical simbólico-sacro” se
define en las notas de la carpeta a la tarea de poner
en música polifónica los salmos bíblicos, ya que la
elección de cuáles se musicaban quedó a la voluntad
del propio compositor, siendo en gran Josquin
el primero de entre los grandes que se afanó en la
tarea. Esta libertad de elección permitió escoger
el tono en que se quería componer, pues entre el
centenar y medio de textos que componen el salterio
los había para todos los gustos, desde lo elegíaco
y fúnebre a la exultación y el júbilo. Los hay
compuestos en la década de 1480 y cerca de 1520.
Todo un periodo creativo en estos motetes (esta es
su forma musical) expandidos hasta las costuras
de sus límites por este genio musical.
Este año de 2012 el Weser-Renaissance de
Manfred Cordes publicó también en este sello un
disco con la Missa Ave maris stella del autor franco-flamenco,
enriquecida con motetes marianos.
Esta formación establecida en Bremen está sacando
partido a su dedicación. Los ocho componentes
que interpretan este disco, no obstante, son
solistas alemanes, suizos, británicos, austriacos y
holandeses, de los habituales que transitan entre
la élite de las formaciones especializadas europeas.
Voces muy educadas que se mueven con toda
comodidad en este repertorio renacentista temprano,
el límite cronológico inferior de este conjunto.
La legibilidad que ofrece cantar a una voz por
parte es realmente un activo. Solo en dos salmos
a cuatro voces se emplea el tutti, y no se resiente
la lectura. Para quienes quieran profundizar, leer
las notas previamente, y seguir junto al texto que
se canta simultáneamente a su escucha, será toda
una experiencia. Un ramillete de recursos y subtextos
florecerá, envuelto en el cálido contrapunto
y una interpretación a la altura de otras sublimes
que se han hecho de este repertorio.
JOSQUIN DESPREZ (1440-1521): Música para salmos
Vitzthum, Potter, Wey, Fröhlich, Phillips, Berne, Staber,
Draaier / Weser-Renaissance Bremen. Manfred Cordes,
director / CPO / Ref.: 777588-2 (1 CD) D2
Las primeras
Vísperas de la Virgen
Capilla Flamenca nos ofrece la
magna obra de Willaert
Josemi Lorenzo Arribas
Muchos compositores escribieron una sinfonía
más después de haber compuesto ocho precedentes,
pero la Novena se asocia indefectiblemente a
Beethoven si no la ponemos apellidos. Algo parecido
ocurre con las Vísperas de la Virgen, que en
principio remite sin ambages a Monteverdi, por el
monumento que diera a la luz en 1610. Pero fue
Adriaen Willaert, el autor que se trae a colación en
este disco, al que cabe otorgar la paternidad del
invento (1560), cuya recreación tenemos el privilegio
de escuchar. Erre que erre, y qué gusto, la
Capilla Flamenca sigue produciendo trabajos que
presentan la labor de sus compatriotas a caballo
entre los siglos XV y XVI. Tienen para toda una
vida, y a ello dedica sus esfuerzos el conjunto vocal
que entusiastamente dirige Dirk Snellings, que se
acerca a los cuarenta discos grabados. Estas Vísperas
no es un disco más, precisamente por el interés
que tiene este repertorio litúrgico que fue recipiente
cabal de cuantas técnicas musicales quisiera
el compositor de turno verter en él, y el flamenco
fue consciente desde un principio, abriendo la caja
de Pandora para quienes vinieron más tarde.
Willaert emplea diferentes posibilidades policorales,
para que sonaran y resonaran en la arquitectura
de la veneciana basílica de San Marcos,
formas musicales variadas en contraste con el canto
llano preceptivo en las horas canónicas (las vísperas
son una de ellas), y texturas diversas (denso
contrapunto, cánones, homofonía) con el atractivo
de la colaboración en ciertos salmos con Jachet
de Mantua, repartiéndose las secciones; breves
piezas organísticas de Annibale Padovano o del
propio Willaert ponen otra nota más de color a
esta liturgia maravillosa que en su día oyóse en la
catedral de la plaza de San Marcos. Un disco más
para tener a mano cuando queramos escuchar una
obra y una interpretación magisteriales.
ADRIAEN WILLAERT (1490-1562): Vísperas de la Virgen
Capilla Flamenca. Dirk Snellings, director / RICERCAR / Ref.:
RIC 325 (1 CD) D2
El refinamiento de lo
español y lo italiano
El repertorio vocal francés
de inicios del Seicento
Manuel de Lara
Desde el último cuarto del siglo XVI, el repertorio
musical francés fue abandonando progresivamente
el estilo polifónico de la chanson, dominador
durante siglos, para absorber la influencia que
venía de Italia, auspiciada por bodas reales con
princesas Medici. Las formas melódicas de la villanella
o la canzonetta fueron suplantando al estilo
madrigalístico y se adaptaron mejor al gusto francés,
para crear el air de cour, de líneas sencillas de
voz y acompañamiento de instrumento de cuerda
pulsada, un lenguaje estrófico que se fue revistiendo
de sofisticación y elegancia. Cuando el nuevo
estilo representativo triunfaba en Italia, Francia
se mantuvo apartada de una tendencia que encontraba
dramática en exceso y poco refinada. Con la
llegada de Ana de Austria como consorte de Luis
XIII, el gusto por lo español aumentó considerablemente
y cualquier refinamiento en Francia debía
pasar por conocer las culturas del sur.
El bello repertorio seleccionado en esta grabación
recoge la colección de arias basadas en textos
y estilos musicales italiano y español en autores
como Moulinié, protagonista principal, Böesset o
Bataille. Il Festino es un joven grupo dirigido por
Manuel de Grange cuyos componentes participan
en prestigiosas formaciones europeas. En su debut
discográfico muestra un conocimiento profundo
de los estilos del siglo XVII, con un cuidadoso trabajo
de las líneas vocal e instrumental hacia el texto
junto a un gran refinamiento y colorido. La
soprano Dagmar Saskova posee una voz bonita y
limpia que se adecua bellamente a este repertorio,
con una pronunciación cuidada del español, lo que
es una agradable sorpresa. Como lo es también la
buena voz de tenor del violagambista Francisco
Javier Mañalich, pues esas dos facetas cultiva aquí.
El acompañamiento es nutrido, con dos violas da
gamba, arpa, laúd o guitarra, y crea una riqueza instrumental
en estas arias como en pocas grabaciones.
Un disco delicioso.
EL AIRE ITALIANO EN TIEMPOS DE LUIS XIII: Obras de
Moulinié, Boesset, Bataille, Frescobaldi, Sanz y Ballard
Dagmar Saskova, soprano. Il festino. Manuel de Grange,
laud, guitarra y dirección / MUSICA FICTA / Ref.: MF 8014
(1 CD) D2

El espíritu de la viola
da gamba
Hommages de Marais y Forqueray
por M. van del Velden
Manuel de Lara
Marin Marais y Antoine Forqueray llevaron a la
música francesa para bajo de viola da gamba a su
cumbre, ambos músicos llenos de riqueza armónica:
el primero con una música plena de sentido
lírico, sutilidad y carácter melódico inigualable; el
segundo, en el límite siempre de la complejidad
más endiabladamente hermosa y arrebatadora. La
presente grabación nos presenta una selección de
piezas de ambos agrupadas en suites y precedidas
de preludios, tal y como era práctica en ese tiempo,
que para la ocasión se escogen los muy bellos
de Henry D’Anglebert. El hilo conductor es la idea
de la música como homenaje, tanto el elogio musical
a personas notables, tan habitual en la música
francesa de la época, como el homenaje fúnebre al
maestro perdido. Además de los dos bien conocidos
del Libro Segundo de Marais, se graba aquí el
menos habitual compuesto por Charles Dollé a la
muerte del propio Marais.
Mieneke van der Velden pertenece a una
escuela de sólida formación violagambística y musical,
lo cual es destacable en un momento en que
algunos intérpretes anteponen su pretensiones de
lucimiento a la expresividad de la propia composición.
Es capaz de dotar a su instrumento de un
potente sonido y de musicalidad, con una mano
izquierda que logra brillantez y destreza y un arco
capaz de llegar a la profundidad, con unos graves
imponentes, la pausa, la suspensión de las notas,
el virtuosismo o la ligereza grácil. Si bien toda su
labor a lo largo de la grabación es fuera de serie,
su interpretación del Tombeau pour Mr. de Lully es
uno de los más dramáticas que he podido escuchar,
de una intensidad impresionante. Merece la
pena destacar el acompañamiento de Glen Wilson
al continuo, que es excepcional, y su interpretación
de los hermosos preludios de D’Anglebert, que
están tocados con gran delicadeza y fiel sentido
de la desigualdad rítmica, y de los que solamente
podríamos desear que no fuesen tan breves.
HOMMAGES: Música francesa para viola da gamba y clave
(obras de Marais, Dollé, d’Anglebert y Forqueray)
Mieneke van der Velden, viola da gamba. Glen Wilson, clave
/ RAMÉE / Ref.: RAM 1105 (1 CD) D2
antigua 218 / octubre 2012
La dulce flauta
Sonatas y cantatas de Alessandro
Scarlatti en Stradivarius
Javier Sarría Pueyo
Cuando el melómano lee o escucha el apellido
Scarlatti, le viene a la mente, por lo general, la figura
de Domenico, el compositor ítalo-español que
compuso un montón de essercizii para clave. Su
presencia ha oscurecido la figura aún mayor de su
padre. Alessandro Scarlatti, aun cuando se trasladó
a Nápoles en 1684, es un compositor fundamentalmente
romano, ajeno a la vena popular
vesubiana que tan bien nos ha recreado Florio.
Máxima autoridad vocal de su época, canonizó el
aria da capo, que, a partir de entonces, se convirtió
en figura obligada y se mantuvo fiel a su estilo
culto, refinado y muy elaborado, impermeable a las
modernidades que posteriormente trajeron los
operistas de su ciudad adoptiva.
Extraordinariamente influyente, si el lector
curioso quiere saber de dónde viene Haendel, por
ejemplo, no tiene más que escuchar un buen disco
de cantatas de don Alessandro para comprobar
cuánta influencia ejerció sobre el sajón. El que presento
hoy, por ejemplo, es una excelente oportunidad.
Con un programa muy coherente, se centra
en la flauta dulce y presenta dos sonatas para el
instrumento y bajo continuo y cinco cantatas para
soprano, una o dos flautas obligadas y bajo continuo.
El instrumento protagonista interesó sobremanera
a Scarlatti padre, quizá por su evidente
incardinación en el mundo pastoral tan hegemónico
en la cantata, y demuestra un perfecto conocimiento
de todos sus recursos, explotándolos con
gran fortuna. La música de las cantatas, datada en
los últimos años del siglo XVII y compuesta para
sus patrones romanos, muestra una exquisita plasmación
del texto, con ricas elaboraciones del bajo
continuo, un elegante melodismo y deliciosas –y
a veces virtuosas– intervenciones de la flauta. Los
intérpretes no forman parte del estrellato barroco,
pero se desempeñan con una calidad técnica y
musical extraordinaria, haciéndonos disfrutar de
principio a fin de este precioso y agradecido repertorio.
ALESSANDRO SCARLATTI (1660-1725): Ardo e ver (cantatas
y sonatas con flauta)
Ensemble Barocco di Napoli / STRADIVARIUS / Ref.: STR
33922 (1 CD) D2
Un genio llamado
Marco Antonio
Lecciones de Tinieblas de
Charpentier, en Alpha
9
Pablo J. Vayón
Trasladados en el siglo XVI a las tardes de
Miércoles, Jueves y Viernes Santos, los Oficios de
Tinieblas se convirtieron en la Francia del grand siècle
en uno de los acontecimientos anuales más
esperados por los aficionados a la buena música.
Conventos y parroquias de París competían por
conseguir a los mejores cantantes y a los más brillantes
compositores cada año. Marc Antoine
Charpentier fue sin duda uno de ellos. De él han
quedado 31 Lecciones de Tinieblas que pueden agruparse
en dos épocas diferentes: las de los años
1670-80, destacables por su exuberancia ornamental,
y las de los años 90, más sobrias que las otras,
pero de una expresividad retórica fascinante. De
estos últimos años no ha sobrevivido ningún juego
completo: este CD ofrece las escritas para voz
de bajo, que son primeras lecciones de cada día, y
como gran preludio, ofrece una serie de pequeñas
piezas instrumentales escritas para su uso en las
iglesias, además de un curiosísimo motete para
voz sola (sin acompañamiento), francamente infrecuente
en la época.
La belleza tímbrica de las combinaciones instrumentales,
la dulzura melódica, realzada por
disonancias de carácter expresivo, la trama contrapuntística,
trabajada siempre de forma exquisita,
están en la base del éxito de esta música, y todo ello
es aprovechado de forma admirable por el conjunto
Arte dei Suonatori que ofrece interpretaciones
límpidas, elegantes, sobrias, eludiendo todo énfasis
innecesario y apostando por la sutileza en los
detalles y por hacer que la melodía fluya con absoluta
naturalidad y transparencia. El conjunto instrumental
es una auténtica delicia en sus diferentes
combinaciones. Stephen MacLeod canta con flexibilidad
y buen gusto. La música de ese genio llamado
Marc-Antoine Charpentier servida de forma
espectacular.
MARC-ANTOINE CHARPENTIER (1643-1704): Lecciones de
Tinieblas
Stephan MacLeod, bajo-barítono. Arte dei Suonatori. Alexis
Kossenko, director / ALPHA / Ref.: ALPHA 185 (1 CD) D2

10 di v e r di antigua
El inagotable
Telemann
Max recupera tres cantatas del
prolífico músico magdeburgués
Eduardo Torrico
Si hubiera que conceder un premio por la labor de
recuperación de un compositor y su música, no
me cabe la más mínima de que nadie atesora tantos
méritos para ello como CPO por la dedicación
que le presta a Georg Philipp Telemann. En su
vastísimo catálogo (¿hay algún otro sello de música
clásica que edite una decena de discos al mes?),
una larga cincuentena de títulos tiene como protagonista
al magdeburgués, que aparece en los anales
de la Historia como el autor más prolífico de
todos los tiempos. Sirva como botón de muestra
este dato: Telemann completó al menos veinte
ciclos anuales de cantatas sacras. De las cerca de
1.700 cantatas de paternidad constatada, apenas
tres centenas han sido grabadas o interpretadas
en público en los tiempos modernos. Las tres que
ahora nos presenta Hermann Max vienen a ser
como un pequeño planeta en medio del universo.
Fueron grabadas durante el Magdeburger-
Telemann Festtage de 2006, al mismo tiempo que
otras tres que, con los mismos intérpretes, aparecieron
en 2007 en un disco (CPO 777 195-2) en el
que se incluía una cuarta cantata grabada en 1997.
Weine nicht! Siehe, es hat überwunden der Löwe, para
el primer día de Pascua, se estrenó en Hamburgo
en 1733. Sie verachten das Gesetz des Herrn Zebaoth,
para el décimo domingo después de la Trinidad,
corresponde a uno de los ciclos anuales a los que
me refería más arriba; no se sabe de qué año, pero
sí que figura en una colección publicada en
Núremberg entre 1742 y 1744. Gott Zebaoth in deinem
Namen, para el decimosexto domingo después
de la Trinidad, también es de datación incierta,
aunque podría pertenecer al ciclo de 1731. Las tres
tienen momentos verdaderamente sublimes y la
interpretación alcanza niveles extraordinarios.
Quienes en su día se hicieron con el primer volumen,
no debería perderse por nada del mundo este
segundo.
GEORG PHILIPP TELEMANN (1681-1767): Gott Zebaoth in
deinem Namen (Cantatas, vol. 2)
Veronika Winter, soprano. Lena Susanne Norin, alto. Jan
Kobow, tenor. Ekkehard Abele, bajo / Rheinische Kantorei.
Das Kleine Konzert. Hermann Max, director / CPO / Ref.:
777261-2 (1 CD) D2
Sacras armonías
napolitanas
Missa y Dixit Dominus de
Domenico Sarri, en CPO
Stefano Russomanno
Domenico Sarri fue uno de los principales exponentes
de la escuela barroca napolitana y mantuvo a lo
largo de su vida una trayectoria llena de éxitos que
le permitió ocupar algunos de los más importantes
cargos musicales en la ciudad partenopea. Para
muchos oyentes, su nombre está asociado a un bello
concierto para flauta y, en menor medida, a su producción
operística. Su música sacra es en cambio
poco conocida. La presente grabación dirigida por
Matthias Jung levanta ahora el velo sobre dos piezas
–la Misa y el Dixit Dominus– que combinan en
igual medida ambición e interés.
Sarri se acoge al modelo de la misa breve (la que
pone música sólo al Kyrie y al Gloria) pero esto no
le impide escribir una obra que alcanza los cuarenta
y cinco minutos de duración. De los doce números
que componen la partitura cuatro son solistas.
Sin llegar a estructurarse en un contrapunto riguroso,
los episodios corales hacen gala de recursos
imitativos de carácter más liviano y en otros casos
optan por la homofonía. El compositor rehúye los
tonos dramáticos y privilegia las atmósferas brillantes
y delicadas, todo ello imbuido por una cordial
expansión melódica. Una interesante variedad
tímbrica caracteriza las secciones finales (el “Qui
sedes” prevé el empleo de una flauta solista).
El Dixit Dominus es más homogéneo en el despliegue
instrumental (sólo cuerdas) y confirma a
Sarri como un enemigo de las soluciones expresivas
extremas. Con una dimensión solista más pronunciada
que la Misa (en este caso la mitad de los
episodios son arias), el Dixit Dominus se mueve en
un clima de ligereza incluso en los momentos susceptibles
de una mayor tensión. Al igual que otra
reciente grabación de CPO dedicada a música navideña
de Durante, este registro atestigua el alto grado
de calidad alcanzado por la música sacra
napolitana en la primera mitad del siglo XVIII.
Convincente la prestación de las huestes de Matthias
Jung.
DOMENICO SARRI (1677-1749): Missa; Dixit Dominus
(Salmo 109)
Friedrich Saechsisches Vocalensemble. Batzdorfer
Hofkapelle. Dir.: Matthias Jung / CPO / Ref.: 777726-2 (1 CD)
D2
Una llamada
a la bigamia
Alessandro, de Haendel, en espléndida
edición de Pan Classics
Mariano Acero Ruilópez
Alessandro (HWV 21), la primera ópera que Haendel
escribió para el tándem Senesino-Cuzzoni-Faustina
(1726), fue también una de las primeras registradas
al hilo del renovado interés por la música del
compositor (S. Kuijken, 1984). Desde entonces, y
olvidando una discreta versión convencional (M.
Nowakowski, s.f.; reed. 1990), han transcurrido
28 años de silencio discográfico para la partitura
hasta la grabación, en febrero de este año y en el
festival de Karlsruhe, de la interpretación dirigida
por Michael Form. Desarrollando las dudas de
Alejandro Magno (Senesino) para elegir esposa
entre las princesas Rossana (Cuzzoni) y Lisaura
(Bordoni), el libreto estaba diseñado al milímetro
para que Haendel permitiera el lucimiento, sin resquemores
entre ellos, del capón (ocho arias), las dos
prime donne (siete cada una) y tres dúos de cada uno
con los otros. El rizo se rizó en “Placca l’alma”, el
dúo que reúne a las dos sirenas –osadía que no volvió
a repetir jamás–, en el que sus partes a solo tienen
exactamente la misma longitud. Lástima que
la bigamia no fuera una solución socialmente aceptable,
porque el matrimonio del Magno con las
dos princesas era el desenlace perfecto para la ocasión.
La ópera, desde el punto de vista dramático,
tiene sus fallos, pero lo que es innegable es que la
mayoría de sus arias y conjuntos, de suprema belleza,
están entre lo mejor que Haendel compuso en
su vida. Y la lectura que nos presenta Pan Classics
es literalmente espléndida. Michael Form dirige con
garra y sentido teatral, los Deutsche Händel-
Solisten suenan poderosos y los tres solistas principales
bordan sus intervenciones: Yetzabel Arias
Fernandez, ágil y brillante, encuentra el perfecto
contrapunto en una magnífica Raffaella Milanesi,
mientras el contratenor Lawrence Zazzo se muestra
en una sólida madurez. Y, cuarto en liza, Martín
Oro (Tassile, rey indio que desposa a Lisaura), tiñe
su papelito de delicadeza y lirismo. Muy, muy recomendable,
de verdad.
GEORG FRIEDERICH HAENDEL (1685-1759): Alessandro
Zazzo, Arias Fernández, Milanesi, Oro / Deutsche Händel-
Solisten. Michael Form, director / PAN CLASSICS / Ref.: PAN
10273 (3 CD) D2 x 2

Evocaciones bachianas
Los Brandemburgo de la
Freitagsakademie en W & W
Javier Sarría Pueyo
Imagínese que el príncipe Leopoldo de Anhalt-
Cöthen le invita –es usted un aristócrata de la zona,
tal vez un rico terrateniente o un alto cargo municipal–
a pasar una velada en su castillo para celebrar
el solsticio de verano el día 21 de junio de 1721.
En una agradable –tal vez calurosa– mañana avanza
usted a lomos de su caballo por los jardines de
palacio mientras se acerca a su parte central, donde
el Kapellmeister Bach va a interpretar los que llama
Concerts avec plusieurs instruments. Llega algo
tarde –era una mañana deliciosa para pasear a caballo–,
así que, según se aproxima, va escuchando,
cada vez con más nitidez, los poderosos, casi salvajes,
sonidos de las trompas, el amaderado de los
oboes, el fino y delicado del violino piccolo… Justo
descabalga cuando suena el acorde final del primer
movimiento. Ya puede tomar asiento en el
lugar reservado por el príncipe, bajo su amonestadora
mirada –siempre tan puntilloso en lo que a
música se refiere–, y disfrutar del resto del excelente
concierto –¿no lo había escuchado ya en un
pabellón de caza?–. Los demás conciertos se van
sucediendo a lo largo de la jornada, sólo alterados
por las campanadas de la iglesia de San Agnus y
por los magníficos fuegos artificiales que se inician
al caer la tarde. El murmullo de los asistentes, sus
sonoros aplausos de aprobación y el crepitar del
fuego de las hogueras apenas afecta al deleite que
produce la audición de tan extraordinarias composiciones,
que combinan magistralmente casi
todos los instrumentos conocidos, tan bulliciosos,
con su sencillo contrapunto y sus tonalidades mayores
–seguro que el Kapellmeister ha sido feliz aquí–.
Por cierto, tras escuchar este fastuoso recital, a
nadie sorprenderá la fama de la Hofkapelle de
Cöthen –desde que Leopoldo se hizo con los restos
de la de Berlín–. Pero… ejém… disculpen ustedes
mi ensueño... Estamos en 2012 y toca la
Freitagsakademie… Pero da igual, mientras escuche
esta grabación seguiré con mi evocación de
pelucón y casaca.
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Los Conciertos de
Brandeburgo (La celebración)
Die Freitagsakademie / WINTER & WINTER / Ref.: WIN
910194-2 (2 CD) D1 x 2
antigua 218 / octubre 2012
Schiff redescubre El clave bien temperado
En cuádruple álbum de ECM, una fascinante interpretación de la obra
cumbre de Bach para el teclado por el gran pianista húngaro
Tan impresionante como conmovedor. Sereno y
apacible. Desnudo de pedales, pero más desnudo
aún de todo lo superfluo. András Schiff (Budapest,
1953) ha tenido el valor de revisitar El clave bien temperado.
Casi 30 años después de su referencial
registro para Decca, grabado entre 1984 y 1985, ha
vuelto a llevar al disco los dos cuadernos de la
colección maestra de Bach. Schiff ahonda hasta
límites inéditos en la pureza de la música, que esencializa
hasta lo inimaginable. Como él mismo dice
en la muy interesante entrevista que a propósito de
esta nueva grabación sostiene con Stuart Isakoff
en Nueva York (http://www.diverdi.com/portal/podcast.aspx?id=47),
“han pasado muchos años. Yo
he cambiado, evolucionado, crecido. Soy más viejo.
Como los buenos vinos, este Bach ha madurado
y se ha enriquecido con el tiempo”.
No se equivoca. La base, la columna vertebral
de este Bach tocado “en este instrumento
moderno llamado piano y que para Bach sería
como un elefante”, es la misma: la partitura libre
de todo, tal como la dejó el compositor, animada
únicamente por la sensibilidad llana, sabia y veterana
del intérprete. Este Bach revisitado es de una
transparencia absoluta, que va incluso más allá de
su viejo registro. No por la decisión de Schiff de
prescindir de los pedales (recurso al que ya renunció
en el registro de los años ochenta), sino porque
él lo siente y vive así, más intensamente, más
extremado todo. Es de una sinceridad absoluta.
Son esta percepción y este sentimiento –estético
y visceral– los que hacen que las melodías, los contrapuntos,
las armonías, las apoyaturas y las ornamentaciones
–mínimas– se escuchen con tan
absoluta pureza. Los pianos son más pianos, las
dinámicas todavía más amplias que entonces, las
voces y los contrapuntos se perciben y distinguen
aun con mayor nitidez, los acentos aparecen más
acentuados… Lo que no ha variado es la articulación
ni los tempi: los lentos son igual de lentos y
los rápidos igual de rápidos. Bach, si pudiera escuchar
estas interpretaciones, quedaría seguramente
fascinado por ellas. También por cómo suena su
música en este “elefante” que Schiff hace sonar
con una limpieza, con una variedad de registros y
11
Justo Romero
de dinámicas absolutamente fascinantes.
Para ello recurre, como ya se ha señalado, únicamente
a las manos, sin el apoyo del pedal, cuyo
uso, según reveló hace años al autor de estas líneas,
“destruye por completo la riqueza polifó nica de
una fuga de Bach”. Pero el valor de este Bach redescubierto
como vino largamente envejecido en la
mejor barrica, es más profundo, mucho más interesante
que el modo concreto en que se fragua un
resultado que va más allá de disquisiciones historicistas,
de la pureza de la versión o de la fidelidad
a lo que supuestamente quería el autor. Sus interpretaciones
–que no versiones– tienen firma bien
definida. Como él señala en la entrevista citada, en
los 48 preludios y fugas de El clave bien temperado
también hay humor, citas de cantos populares
y un sinfín de aspectos que muy frecuentemente
quedan eclipsados o ignorados por la imagen (falsa)
de un Bach ajeno a todo.
Schiff concierta de modo armonioso esta vitalidad,
la dualidad entre la austera y hasta aséptica
pureza ¿luterana? que imbuye estos preludios y
fugas, con sus aspectos más humanos y vulnerables.
También con sus contornos más evolucionados
tonalmente, como las armonías avanzadas de
la Fuga en re menor del primer libro. Hay mesura
y pasión. Alegría, júbilo, contención, claridad,
orden, nostalgia y una excelsitud que penetra en el
alma, como en el Preludio y fuga en do sostenido
menor del primer cuaderno, en el que las sucesivas
apariciones de los diversos sujetos de la fuga evolucionan
en una progresión tan calibrada y nítida
como jamás pudo soñarse en un clavicémbalo o
un clavicordio. Schiff convierte al piano, al “elefante”,
en instrumento ideal para sentir el mejor Bach.
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): El clave bien temperado
(4 CD)
András Schiff, piano / ECM RECORDS / Ref.: ECM 2270/73
(4 CD) D10 x 4
András Schiff

12 di v e r di antigua
Feliz culminación
CPO concluye su integral de conciertos
para vientos de Telemann
Mariano Acero Ruilópez
Cuando se apagan los ecos del concierto para oboe
d’amore en sol mayor de Telemann (TWV 51:G3)
termina la audición de un excelente disco que culmina
una integral no menos soberbia, la que en
ocho discos (46 obras en total) Camerata Köln y
La Stagione Frankfurt, bajo la experta dirección
de Michael Schneider, han venido dedicando en el
sello CPO a los conciertos de viento del compositor
de Magdeburgo. Dicen los musicólogos que
dicho concierto es el más importante que para el
oboe d’amore se compuso en las primeras décadas
del Setecientos, uniéndosele en la cima algún
otro de J.S. Bach. No voy a entrar en las consideraciones
técnicas que lo justifican. Personalmente,
lo tengo entre mis obras favoritas del barroco instrumental
por su inmensa belleza melódica, su
encanto pastoril –la pura esencia del bucolismo
setecentista– y sus cambios de carácter, y me llegan
profundamente al alma, sobre todo, las interpretaciones
del llorado Paul Goodwing, con un
cuarto de siglo ya a las espaldas, y la más reciente
y mucho más lograda de Paul Dombrecht. Desde
ahora, esta versión de Luise Baumgartl –elegante,
aterciopelada, tierna– completará mi trinidad particular.
Pero el disco, como el resto de la serie, es
variadísimo y tiene muchas otras bellezas. En el
otro extremo tímbrico y sin salir de la naturaleza,
la rudeza agreste de las trompas y su evocación
venatoria resuena en el concierto TWV 52:F4. Hay
espacio también para el acusado contraste de los
traversos con el bronco fagot (TWV 53:a1), cuya
armónica aspereza se mide por duplicado con la
dulzura pastosa de los chalumeaux (TWV 52:C1);
el centelleo de la trompeta entra en lid con los oboes
(TWV 43:D7) y el oboe alterna con los violines
en el HWV 51:D5. Y todo ello, como siempre, en
una magnífica interpretación de quienes, hoy por
hoy, mejor conocen a Telemann, de quienes lo
aman y nos ayudan a amarlo a todos los demás.
GEORG PHILIPP TELEMANN (1681-1767): Conciertos de
viento, vol. 8
La Stagione Frankfurt. Camerata Koeln. Michael Schneider,
director / CPO / Ref.: 999951-2 (1 CD) D2
Al servicio de la Casa
Imperial
Magnífico monográfico de
J. G. Reutter por Nuovo Aspetto
Francisco de Paula Cañas Gálvez
Antes de ser nombrado en 1746 Segundo Maestro
de Capilla de la Emperatriz María Teresa, Johann
Georg Reutter ya había desempeñado puestos de
responsabilidad musical y burocrático-administrativa
en la corte de Carlos VI. Hijo de un tiorbista-organista
de la orquesta imperial y formado
bajo la tutela del gran Antonio Caldara, nuestro
músico gozó desde su juventud de un éxito como
compositor que pronto atravesó los estrictos muros
palaciegos del Hofburg vienés. De aquellos primeros
años datan piezas tan exigentes en lo técnico
y hermosas en lo formal como sus “Festas di
camera” La magnanimità di Alessandro (1726) y
Alessandro il Grande (1732), escritas ambas para
glorificar al Emperador Carlos VI, o su “azione
sacra” La Betulia Liberata (1740), obras todas ellas,
junto a otras de la misma naturaleza, bien representadas
en este disco compacto con una selección
de algunas de sus arias más impresionantes.
Junto a las piezas vocales, destacan un bellísimo
Pizzicato de soberbia factura y un Concerto per il
clarino que no deja lugar a dudas de la pompa, boato
y majestad que rodeaban la vida musical cotidiana
en la corte de Viena a mediados del siglo XVIII.
Pero si este disco compacto deslumbra por la calidad
y elegancia de la música grabada, también lo
hace, y con singular intensidad, por las interpretaciones
que nos brindan los miembros de Nuovo
Aspetto, particularmente brillantes en las arias
Venga l’età (de La Magnanimità di Alessandro) y
Soletto al mio caro (de Alcide), dos obras maestras
en las que Reutter nos deja como testimonio de
su talento creador diálogos de infinita belleza entre
un psalterio maravilloso y la delicada voz de la
mezzo Olivia Vermeulen. Créanme, este es un disco
excepcional.
JOHANN GEORG REUTTER (1708-1772): Arias y Sinfonías
Olivia Vermeulen, mezzosoprano. Nuovo Aspetto / ACCENT
/ Ref.: ACC 24275 (1 CD) D2
Reírse del melodrama
La Dirindina de D. Scarlatti, por
Guglielmo, en CPO
Stefano Russomanno
La “farsetta per musica” La Dirindina puede considerarse
como uno de los arquetipos de la sátira
dirigida contra las convenciones del género melodramático
y sus principales protagonistas. Este
intermezzo, centrado en la ridícula disputa entre el
viejo maestro de música Don Carissimo y el castrato
Liscione para ganarse los favores de la cantante
Dirindina, tiene su mejor baza en el irresistible
libreto de Girolamo Gigli (bien secundado por la
música de Domenico Scarlatti), un texto que anticipa
en cinco años el célebre panfleto de Benedetto
Marcello El teatro a la moda. La sátira de Gigli dio
hasta tal punto en el blanco que el estreno de la farsetta
–previsto para el carnaval de 1715 dentro de
la temporada del Teatro Capranica de Roma– fue
finalmente suspendido por la censura debido al
malestar que se había producido en los ambientes
romanos.
La fuerza de una obra como La Dirindina reside
más en los recitativos que en las arias y es precisamente
en la convincente realización de los
primeros donde ha de medirse el mayor o menor
acierto de una interpretación. Es lo que ocurre
precisamente aquí. Las notables cualidades actorales
que Marina Bartoli, Makoto Saturada y Giulio
Mastrotaro logran transmitir a través de la grabación
(amén de su buen quehacer vocal) convierten
esta versión en la mejor de entre los registros disponibles
en el mercado.
El disco se completa con cinco sinfonías para
cuerdas y dos sonatas para violín y continuo de
Scarlatti, un apartado de su catálogo instrumental
mucho menos conocido (y mucho menos genial)
que el de sus sonatas para clave, aunque se trata de
piezas gustosas y en absoluto despreciables.
Federico Guglielmo y su conjunto L’Arte dell’Arco
firman unas lecturas aguerridas que potencian los
rasgos expresivos de estas páginas y redondean el
notable resultado de este interesante disco.
DOMENICO SCARLATTI (1685-1757): La Dirindina, farsetta
per musica; Sinfonías III, VII, XV, X; Sonatas K.89/F50 &
K.90/F.51
L’Arte dell’Arco (con instrumentos de época). Federico
Guglielmo, director / CPO / Ref.: 777555-2 (1 CD) D2

14 di v e r di clasicismo
Un instante de irrealidad
Con los Conciertos 12 y 26 Christian Zacharias culmina su histórica integral mozartiana
Durante años y años se ha estado buscando, y yo
intervine hace tiempo en la operación, una edición
fiable de la partitura del llamado Concierto de
la Coronación –remoquete que no es de mi padre–
que contuviera la parte de piano completa. El autógrafo
tiene numerosas carencias; por ejemplo, falta
la mano izquierda en el Larghetto e incluso en
algunos compases no hay ninguna anotación. De
ahí que desde el principio se haya tratado de subsanar
el vacío. Lo hizo Johann André, músico
–como su padre– y editor, quien había adquirido
el legado musical de Wolfgang de las manos de
Constance. Sabía por tanto de qué iba la cosa. La
partitura resultante, que supone la primera edición
original, la edición princeps, es la que se interpreta
habitualmente.
He de decir que el trabajo del editor es estupendo
y no traiciona en absoluto las intenciones del compositor.
Lo sé de buena tinta porque, afortunadamente,
estuve presente en las iniciales ejecuciones
públicas de la obra, fechada en el 24 de febrero de
1788. La primera no en Viena, como se había creído,
sino en Dresde en octubre de ese año. Es la tesis
que defendía Robbins Landon, con quien tuve el
gusto de cartearme al respecto. Se puso la mar de
contento cuando comprobó que su teoría era la
correcta. Aunque, ahora que mi memoria ya flaquea,
me entran razonables dudas después de leer
que Gerhard Allroggen, basándose en una carta de
mi progenitor a su hermana, aporta otra fecha para
este último concierto, la de 14 de abril de 1789. No
puedo discutirlo. El sobrenombre nació a raíz de
la segunda presentación, en una ciudad tan alejada
como Francfurt del Main, en donde a mediados
de octubre de 1790 se desarrollaban las ceremonias
de exaltación al trono de Leopold II de Augsburgo.
Mi padre, como siempre, dio en aquellas sesiones
muestras de dominio, clara digitación y fantasía
para adornarse. Es lo que hace Zacharias, y
muy bien, en este sabroso disco que he escuchado
bailando en mi terraza madrileña, incluso agarrando
por el talle a Papagena que, la verdad, como
yo, ya no está para esta clase de trotes. Pero el
ímpetu, la vitalidad, la marcha que imprime el pianista,
en este caso, como en toda la serie MDG,
también director, son fenomenales; en la línea ya
conocida. El estilo, ya se sabe, es aguerrido, diáfano,
preciso, animoso en los movimientos extremos
y lírico antes que meditativo en el Larghetto.
Nos sorprende el solista con la limpieza de su toque
y con la clara digitación que a veces, y es para mí
un pequeño defecto, particularmente en el comienzo
del Allegro, queda ligeramente emborronada,
sin que se puedan percibir con nitidez todas las
notas de un pasaje por un exceso de presteza.
Quedan todas ellas conectadas,
ligadas en un discurso
permanente que no conoce
ruptura, lo que no siempre
beneficia la reproducción,
que prefiero más diferenciada,
al modo, más contrastado,
en el que pude
apreciárselo a Brendel hace
ya muchos años en Londres
junto a Marriner –claro que
el austriaco fue en todo
momento un perfecto fraseador
y calibrador de dinámicas,
diferenciador de
apoyos–, en una escapada
que, cuando mis piernas me
respondían, hice a la ciudad
del Támesis.
Y guardo también
excelente recuerdo en este
nº 26 de la colección de una
interpretación vienesa de
Maria Joao Pires, exquisita
y profunda; incluso en una
obra que, aun siendo excelente,
no es de las más logradas.
Pero, ojo, Christian,
amigo de antiguo después
de todo, con muy leves
roces, se revela el magnífico
teclista que conozco y
marca un discurso de enorme
energía, de contagiosa
y envolvente expresividad,
apoyado en una orquesta
que le sigue a pies juntillas.
Se adorna maravillosamente enriqueciendo un
pentagrama que había quedado un tanto pobretón
en el trabajo, tan pulcro por otro lado, de André.
Luminosidad a raudales. Y una cadencia verdaderamente
sorprendente que me encanta. Nunca se
la oí a Wolfgang. Seguro que le habría divertido.
No sé si proviene de alguna documentación que no
he sabido descubrir y que sí ha sacado a la luz el
pianista. En medio de ese pasaje de exhibición me
parece escuchar, cantando uno de los dos temas
importantes de la obra, el delicado y sutil sonido
de una celesta, como si yo, el auténtico Papageno,
hubiera accedido a la palestra. ¿O es una armónica
de cristal? Me ha dejado perplejo. Lo cierto es
que el momento adquiere una gracia inesperada y
Papageno
una magia que me ha desarmado. ¡Genial! Nada se
dice en las notas de Allroggen al respecto; al menos
no lo he sabido ver.
La sencilla cantinela del Larghetto es tocada
con gentil aplomo. Lo mismo que el postrer
Allegretto. Similares pautas sigue la interpretación
del Concierto nº 12, K 414. Es radiante en verdad
la reproducción. No escuchaba una igual desde
que, en Salzburgo, asistí a un concierto del viejo
Végh con su Camerata y Andras Schiff, un pia-
“Christian [Zacharias], amigo de
antiguo después de todo, se
revela el magnífico teclista que
conozco y marca un discurso de
enorme energía, de contagiosa y
envolvente expresividad, apoyado
en una orquesta que le sigue a
pies juntillas.”
nista fino donde los haya. Christian lo desborda por
la izquierda y nos llena plenamente. Y el castizo
Madrid de la calle Argumosa tiene desde lo alto,
al compás del Andante, esa suerte de meditación
que nos conecta con el Ave verum o ciertas partes
de La flauta mágica (Messiaen dixit), otro aire; más
transparente y más bonancible. Lo que no viene mal
en estos tiempos.
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Conciertos
para piano, vol. 9 (Conciertos nºs. 12 y 26) [último volumen]
Christian Zacharias, piano y dirección. Orchestre de
Chambre de Lausanne / MDG / Ref.: MDG 1759-6 (1 CD)
D2
Christian Zacharias

Navidades brasileñas
Matinas do Natal,
de Marcos Portugal
La música de Marcos Antonio da Fonseca Portugal
conoció una difusión extraordinaria en las primeras
décadas del siglo XIX tanto en la metrópoli portuguesa
como en Brasil, pese a lo cual es poco
conocida hoy. El Ensemble Turicum, que fundaran
en 1992 el tenor brasileño Luiz Alves da Silva y el
violinista suizo Mathias Weibel, dedica este disco
a las Matinas do Santissimo Natal de Nosso Senhor Jesus
Christo, compuestas en 1811 para la Capilla Real de
Río de Janeiro. Portugal trabajó como organista en
su país natal, viajó por Italia, donde compuso una
veintena de óperas antes de volver a Lisboa y hacerse
con un puesto en el Teatro de San Carlos.
Establecida la corte en Brasil tras la invasión napoleónica,
Portugal fue llamado a la colonia para convertirse
en maestro de los infantes y componer la
música para las grandes festividades. A la vuelta de
la corte real a Lisboa, Portugal decidió quedarse en
Río, al servicio de Don Pedro I.
De su primera etapa brasileña datan estas
Matinas, que se cantaban durante la noche anterior
a la Navidad. Estilísticamente, las piezas se mueven
en el ámbito del Clasicismo. Su estructura imita
a la de las Lecciones de Tinieblas (tres nocturnos,
dividido cada uno en tres responsorios). Destaca
su gran variedad de texturas tanto vocales como
instrumentales, pues se alternan números corales
para diverso número de voces con otros dedicados
a solistas, y la escritura orquestal resulta de gran
riqueza, con una tendencia general a la concertación
(hay multitud de fragmentos escritos para
solistas) y con especial atención a los aspectos
melódicos. No conocía ninguna grabación anterior
de esta música, y esta que presenta el Ensemble
Turicum, que toca con instrumentos de época, me
ha parecido muy acertada, por la incisividad rítmica,
la belleza tímbrica de las combinaciones instrumentales,
la claridad del canto coral y la variedad
de colores y matices de las intervenciones solísticas.
MARCOS PORTUGAL (1762-1830): Matinas do Natal (Río de
Janeiro, 1811)
clasicismo / ópera 218 / octubre 2012
Pablo J. Vayón
Ensemble Turicum (con instrumentos de época). Luiz Alves
da Silva y Mathias Weibel, directores / PARATY / Ref.:
PARATY 209.108 (2 CD) D1
Conmemoración
romántica
Herreweghe rinde homenaje
a Chopin
Francisco de Paula Cañas Gálvez
Los fastos del segundo centenario del nacimiento
de Fryderyk Chopin nos dejaron, entre otras manifestaciones
culturales de valía, una muy esperada
integral de su obra interpretada con instrumentos
románticos amparada bajo la brillante tutela del
Narodowy Institut Fryderyka Chopina. Fueron
muchos los músicos que entonces se sumaron a
aquella magnífica iniciativa que nos redescubría
el legado inmortal de un compositor hasta entonces
desfigurado por los excesos postrománticos.
Siguiendo esta estela conmemorativa, Philippe
Herreweghe nos ofrece ahora en este soberbio
DVD y con el apoyo de idénticos patronos su particular
homenaje al genio polaco con una reconstrucción
litúrgico-musical de lo que pudieron ser
sus funerales en el París de finales de 1849. Los
detalles, como viene siendo habitual en un director
tan exigente y solvente como Herreweghe, se
han cuidado con un mimo extraordinario: la fecha
de la grabación, el 17 de octubre (aniversario de la
muerte del maestro); el marco elegido (la iglesia de
la Santa Cruz de Varsovia, donde fue enterrado su
corazón); y la música, el Requiem de Mozart, probablemente
interpretada en aquellas exequias parisinas.
Más allá de las conjeturas surgidas en este
siglo y medio sobre si esta pieza se ejecutó o no
entonces, lo cierto es que Herreweghe rinde uno
de los homenajes en mi opinión más hermosos,
bellos y emotivos de la mencionada efeméride. La
versión del belga y su Orchestre des Champs-Élysées
es con toda sinceridad la mejor de todas cuentas
he escuchado hasta ahora, no me cabe la menor
duda. El trabajo de los cuatro solistas, en especial
el del tenor Robert Getchell, confirma la excelencia
de una batuta que ha alcanzado la perfección
absoluta. Las magníficas vistas interiores del recinto
eclesiástico, la calidad del sonido y la magnífica
versión de esta notable pieza rubrican uno de
los momentos culminantes del bicentenario chopiniano.
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Requiem en
re menor KV 626
Orchestre des Champs-Élysées. Collegium Vocale Gent.
Accademia Chigiana Siena. Philippe Herreweghe, director /
CODAEX / Ref.: NIFCDVD 001 (1 DVD) D10 x 2
Un Lang Lang al arpa
Opera Fantaisie, magistrales arreglos
operísticos por E. Ceysson
15
José Velasco
Si don Nicanor Zabaleta levantase la cabeza, se
sentiría orgulloso de este muchacho nacido en
1984, que ha pasado de niño prodigio a arpista
prodigioso tras ocupar plaza en la Orchestre de
l’Opera national de Paris. Los años de experiencia
de Emmanuel Ceysson en esta orquesta le han
venido que ni pintados para el repertorio que nos
ofrece en este disco titulado Opéra fantaisie, dedicado
a transcripciones y fantasías para arpa de
varios autores sobre Norma, Eugene Onegin, Faust,
Les contes d’Hoffmann, Lucia di Lammermoor, unas
variaciones de Spohr sobre un aria de Méhul y una
paráfrasis sobre Carmen compuesta por el propio
intérprete.
Alguien ha definido a Emmanuel Ceysson
como un “enfant terrible del arpa”, pero no toca
de forma terrible ni como un niño, sino de una
forma magistral y como todo un hombre. De hecho,
quizá el gran logro del solista en este álbum (dejando
aparte su apabullante técnica, certificada por el
hecho de que ha recibido todos los galardones de
su oficio) es librar durante más de una hora al arpa
de su inveterada cursilería. En sus manos hay sutileza
y elegancia, en preciso equilibrio con la fuerza
juvenil de su toque. Quizá le falte poesía en
algunas frases, pero lo compensa con su notoria
seguridad y su evidente disfrute. Hay momentos
apabullantes en los que podría imaginarse que
Ceysson no es sino el vertiginoso Lang Lang, que,
en un arranque digno de Harpo Marx, hubiese
arrancado el bastidor del piano y se hubiese puesto
a arpear a mitad de película. El sonido es unas
veces opulento y casi orquestal (Norma), otras cristalino
como una cajita de música (Carmen) y otras
sencillamente acertadísimo (Eugene Onegin).
Un disco perfecto para los amantes del virtuosismo,
el arpa o la ópera, en el que constatamos que
el instrumento del rey David ha caído en manos del
príncipe Emmanuel.
OPERA FANTAISIE: Fantasías para arpa sobre arias de ópera
(Carmen, Norma, Fausto, Eugene Onegin, Los cuentos de
Hoffmann y Lucia di Lammermoor)
Emmanuel Ceysson, arpa / NAIVE / Ref.: V 5297 (1 CD) D1

foto © Denis Rouvre
16 di v e r di portada
DIVERDI: ¿Qué suponía para usted la música clásica
durante su juventud en el norte de Québec?
MARIE-NICOLE LEMIEUX: Jamás imaginé que
yo cantaría un repertorio tan extenso como el que
tengo ahora. Cuando era joven consideraba la música
clásica como algo intocable, inalcanzable. No iba
a la escuela de música y solía cantar canciones en
francés, incluso música pop como la de Céline
Dion. Me interesaba la música clásica, pero casi
como un sueño; algo así como una vida paralela.
La música era mi pasión privada, pero cuando
cumplí los 17 dejé de cantar y abandoné la música
por completo, pues comencé a estudiar ciencias.
Resulta que eso me hizo muy infeliz: notaba que
había un hueco en mi vida y me sentía incompleta.
Así que hablé con mis padres y les dije, “¿Puedo
probar a estudiar canto? Sé que tengo buena voz
y me gustaría saber si puedo cantar ópera y música
clásica.” ¡Mi sueño por aquel entonces era cantar
el papel de Éboli (del Don Carlo de Verdi)! Hice
a mis padres escuchar a Shirley Verrett interpretando
a Éboli, y recuerdo sus caras cuando les dije
Marie-Nicole Lemieux
“Tengo una personalidad explosiva y me encanta actuar sobre el escenario”
Diverdi entrevista a la gran contralto canadiense ante su nuevo recital de arias de ópera del siglo XVIII
que yo quería cantar aquello. Me dijeron, “De
acuerdo, ve, acaba tu diplomatura en ciencias, y después
te apoyaremos en lo de tu música”. ¡Y aquí
estoy hoy!
D.: ¿Cómo ha logrado abarcar una gama tan amplia
de repertorio, desde Monteverdi hasta Bach, de
Gluck a Puccini, pasando por Schumann, Mahler,
Hahn y Verdi, y una cantidad tan ingente de textos
literarios y emociones humanas?
M-N. L.: Creo que el hecho de que yo siempre esté
cantando un montón de estilos de música, incluyendo
pop y rock, es algo que con seguridad me alimenta
y me nutre; además soy una gran lectora.
Siempre me han fascinado la historia y la cultura.
¡Cuando era joven mis libros preferidos –y pueden
preguntárselo a mis padres– eran los diccionarios!
Los leía todo el rato. Cuando comencé el conservatorio
yo tenía cierto complejo por no tocar ningún
instrumento, y pasaba en él todas mis horas
libres escuchando óperas y cantantes y leyendo, y
supongo que esto también me llenaba musical-
Mark Wiggins
El año 2012 está siendo extraordinario para Marie-Nicole Lemieux.
Esta franco-canadiense, que solo comenzó a tomarse en serio el
canto a partir de los 19 años, acaba de encarnar en el Covent
Garden a Mistress Quickly del Falstaff de Verdi (en la misma producción
de Robert Carsen con la que debutará a principios del
próximo año en La Scala de Milán). Hoy en día hay muy pocas
auténticas contraltos con el talento y la presencia escénica de
Lemieux, y ella actuará este otoño en el Theater an der Wien con
Il Trittico, tras haber estado de gira (que comenzó en Madrid) con
Alan Curtis e Il Complesso Barocco interpretando a Polinesso en
la versión de concierto del Ariodante de Haendel.
Las credenciales musicales barrocas de Lemieux, –sobresaliente
en sus interpretaciones vivaldianas en Orlando furioso (tanto
en disco como en DVD), La fida ninfa y Griselda– quedaron de
manifiesto en los conciertos que ofreció recientemente junto a
Philippe Jaroussky con obras de Monteverdi, Casati, Sances y
Cavalli, mientras que por su disco junto a Karina Gauvin con arias
y dúos de oratorios de Haendel ha recibido los más elevados elogios.
Una nueva dimensión de las capacidades de esta cantante
está a punto de ponerse de manifiesto en un disco del sello Naïve
en el que Lemieux interpreta en solitario arias de Gluck, Haydn,
Mozart y Graun.
No hay que olvidar sus incursiones discográficas en el repertorio
francés (“L’heure exquise” and “Ne me refuse pas”) y en el
alemán (con Schumann, aunque Mahler es uno de sus favoritos)
a la hora de constatar la versatilidad de esta cantante que ha
supuesto una gran pérdida para el mundo de la ciencia, en el que
ella inició sus estudios, pero un inconmensurable triunfo para la
música. También hay que señalar su visita a Barcelona prevista
para el próximo año para encarnar a Suzuki en Madama Butterfly.
En persona –esta entrevista se realizó en Madrid– Marie-Nicole
Lemieux exuda el mismo entusiasmo contagioso, sinceridad y alegría
de vivir que demuestra sobre los escenarios, en sus grabaciones,
en las salas de recitales y en las de conciertos.
mente. Seguramente esto ayudó a que mi mente se
abriese y me gustasen todos los estilos. Respecto
a las emociones humanas, no creo que hayan cambiado
mucho a lo largo del tiempo; lo que ha cambiado
es el modo de expresarlas. Curiosamente, los
albores de la ópera –Monteverdi, Cavalli– están
mucho más próximos a la música contemporánea
de lo que solemos pensar.
Creo que si he logrado mantener mi lugar en
este repertorio de música antigua ha sido porque
pienso en la línea musical, pues me veo a mí misma
como un instrumento. Siempre es bueno para
los cantantes escuchar otros instrumentos, como
el violín, el violonchelo y todas las cuerdas, además
de la flauta y el clarinete. Esto me ha ayudado
muchísimo, y en la música barroca siempre escucho
la orquesta, convirtiéndola así para mí en música
de cámara en cada ocasión. Una actuación no
es solo cuestión de mi voz y la de otros, sino que
implica música y texto; tenemos que contar una historia
y hacer lo que el compositor pretendía.
Escuchando a otros cantantes, dos de mis ídolos
han sido Christa Ludwig y Janet Baker (además

portada 218 / octubre 2012
v 5210 v 5022
“Para mí, el recital es la
quintaesencia del arte vocal. Es
como estar desnudos y comenzar
sin nada a intentar contar una
historia durante una hora.”
de Maureen Forrester), y ellas fueron las primeras
en cantar un repertorio muy amplio y siempre con
gusto. Nunca cambiaron su instrumento, sino la
música, y para mí estas damas son una referencia.
D.: Aunque usted no se considere una especialista
en barroco, usted ha disfrutado recientemente
de un enorme éxito en esta área de la música, especialmente
con creaciones dramáticas de Haendel
y Vivaldi. ¿Cuál es su enfoque personal de estas
músicas?
M-N. L.: He de decir que el primer compositor
barroco en cuya música me sentí cómoda fue
Vivaldi, quizá por haber comenzado con el Stabat
Mater. Trabajar posteriormente con Jean-
Christophe Spinosi –cuando hicimos el Orlando
furioso– fue crucial para mí, pues descubrí en
Vivaldi a un gran personaje, romántico y expresivo,
cuya forma de componer dramas resulta sorprendente.
Su música es frágil, a diferencia de la
de Haendel. Para mí, Haendel es el “Papa” de la
música barroca, en el buen sentido, pues aunque
cantes mal el “Ombra mai fù”, sigue siendo hermoso
porque el “Ombra mai fù” es bellísimo. Me
siento tan cómoda con Vivaldi que me da confianza
para cantar otros autores barrocos. Por ejemplo,
en las escenas de locura de Orlando furioso
solo hay recitativos; ¿qué se supone que he de
hacer? Si empiezo a cantar todas las notas por
igual y no imprimo mi propia personalidad aquello
resultará aburrido y espantoso. Además, no lo
negaré, tengo una personalidad explosiva y me
encanta actuar sobre el escenario. Por todo ello
me siento completamente libre y feliz dentro de esta
música.
Después de todo este Vivaldi la gente comenzó
a invitarme para cantar Haendel, sobre todo el
Messiah. En Haendel descubrí algo completamente
distinto. Desde luego que también es música
barroca, pero yo la considero como el bel canto del
barroco. La calidad del sonido y la vocalidad requeridas
para cantar Haendel son abrumadoramente
exigentes. ¡Cuando pienso en lo que exigen obras
como Alcina o Ariodante, me quedo sin aliento!
Por otro lado, la música de Bach no es barroca ni
clásica; es simplemente Bach, y del viejo mundo.
Para mí, Bach es Dios hecho música, es la esencia
de la espiritualidad, y hay una especie de alma en
esa complejidad de la armonía y del contrapunto.
Intento no pensar mucho en cuanto a “lo barroco”,
sino en la personalidad del compositor, lo cual me
ayuda, por ejemplo, cuanto tengo que cantar
Brahms justo despues de Vivaldi.
D.: Usted ha cantado recientemente, tanto en disco
como en una gira, el Giulio Cesare de Haendel.
¿Qué exige de usted este papel protagonista? Es un
personaje muy complejo...
M-N. L.: Estoy totalmente de acuerdo. Es ciertamente
complejo y realmente difícil –fue escrito
para Senesino, nada menos–, especialmente si lo
comparamos con el Polinesso de Ariodante, que
fue compuesto para una contralto y cuya escritura
es completamente distinta y mucho más fácil
para una voz femenina (dicho esto, me encanta
encarnar el rol de un malvado. Me encanta ser
maaaala...). Las razones por las cuales acepté cantar
Cesare fueron que Alan Curtis me dijo “¡Vas
a estar muy bien!” y que adoro cada aria de esta ópera,
incluso las de Sesto y Cleopatra.
Las arias de Cesare son unas de las mejores
músicas compuestas jamás por Haendel, y, para
mí, uno de sus aspectos más difíciles subyace en
la parte teatral. Creo que Cesare es el único cuyo
“ser” no sufre una evolución a lo largo de esta ópera.
En comparación, Sesto comienza como un niño
y al final se hace un hombre, y Cornelia avanza a
través del sufrimiento y llega a la venganza. Me
resulta difícil mantener el equilibrio con Giulio
Cesare, lograr que parezca humano, pues prácticamente
en todas sus arias se limita a mostrarse
fuerte.
Mi logro en este papel ha sido encarnarlo
como un hombre, uno que asume completamente
su humanidad: él ama, y disfruta amando y combatiendo
cada momento de su vida. En la escena
en que ama a Cleopatra, él está enamorado. Cuando
surgen los problemas, él está allí. Cuando lees acerca
de Julio Cesar y su vida, percibes que él era este
tipo de persona. Fue un hombre inteligente y un
político entregado, pero nunca dijo no a la alegría
de vivir.
Resulta muy duro interpretarlo sobre el escenario,
pero, a Dios gracias, Haendel dio a Senesino
momentos como “Aure, deh, per pietà” o “No è si
vago e bello”. En esos instantes él puede asumir
todos los sentimientos que le embargan. Por otro
lado, en una producción sin cortes tengo nueve
arias que cantar, he de estar allí de principio a fin
y necesito mantener las fuerzas durante toda la
función. ¡Son veladas colosales! Después de todo
esto, como cantante, uno necesita silencio. Si te
entregas demasiado al principio te verás en problemas
dos arias después, pues tendrás que cantar de
nuevo; por ejemplo, tienes que cantar “Al lampo
dell’armi” justo después de haber interpretado “Va
tacito”.
D.: A pesar de las dificultades, ¿disfruta usted
interpretando las arias da capo? Como acaba de
contarnos, usted tiene un carácter algo explosivo.
¿No le conceden los da capi muchas oportunidades
para aprovecharlo?
M-N. L.: Oh, claro que sí. Es todo un placer y creo
que esa es la razón por la que disfruto tanto en
cada da capo. Sin olvidar nunca el texto y la música,
ese es para mí el momento de ir un poco más
allá con la emoción y la musicalidad. He que apuntar
que en este aspecto disfruto mucho con Alan
Curtis, pues nos conocemos bien y me ha escrito
da capi realmente enloquecidos, y me encantan.
17
Es una faceta del barroco que me produce una
enorme satisfacción, al poder jugar con la música
y el ritmo. Algunas veces, cuando en un aria tienes
una coloratura que resulta particularmente difícil
para tu voz, puedes modificarla en el da capo y
crear a veces más efecto con menos efecto sobre
tu voz. Resulta realmente útil.
D.: Saliendo de la ópera pero siguiendo con
Haendel, usted ha grabado recientemente un álbum
junto a Karina Gauvin con arias y dúos de oratorios.
¿Esta música es igual de difícil para el cantante?
M-N. L.: La diferencia, a mi parecer, estriba en
que, cuando compuso su repertorio de oratorios,
Haendel estaba en el punto culminante de su carrera.
Percibo que aquí utilizó mejor la agilidad vocal
con el fin de servir al texto. También me da la
impresión de que compuso estos oratorios para sí
mismo, más que como vehículo de Carestini o de
otros que siempre andaban lamentándose de no
tener suficientes intervenciones en una obra.
Cuando escuchas esas arias, como las de Irene en
Theodora, o duetos como los que hemos grabado,
no encuentras explosión vocal, sino únicamente
espiritualidad absoluta y una increíble ternura y
sabiduría. Lo que me resulta más difícil de esta
música es el idioma inglés: creo que cantar en inglés
es la experiencia más horrible del mundo. Es realmente
duro. Cantar mal rock duro es difícil, pero
cantar en un inglés correcto es otra cosa.
Me gustó cantar con Karina, sobre todo porque
también se educó en un ambiente bilingüe,
francés e inglés, y ha trabajado mucho en Toronto
con coros ingleses. El sonido de su voz es distinto,
porque el sonido del idioma inglés es diferente,
pero creo que eso confiere otro color a estas
obras tardías de Haendel.
La camaradería con Karina y Alan Curtis
resultó muy divertida, y conseguimos incluir siete
dúos en este CD. Fue una conjunción de ensueño
para Karina y para mí. Llevamos cantando
juntas mucho tiempo, y nos dijimos que si hiciésemos
un disco de dúos, cantaríamos dúos; no dos
o tres, sino la mayor parte del álbum. Y la grabación
se realizó con esta atmósfera de alegría, amistad
y amor por la música.
D.: Cuando canta en solitario, ¿es más importante
para usted la intimidad de la sala de recitales o
el hecho de que se encuentra allí sola?
M-N. L.: Es todo junto. Para mí, el recital es la
quintaesencia del arte vocal. No hay, en mi opinión,
nada más hermoso o puro, ni más difícil en
este campo, que los recitales, pues estoy sola (aunque
no lo esté, pues estoy con el pianista), y contamos
una historia, sin vestuario, sin artificios. Es
como estar desnudos y comenzar sin nada a intentar
contar una historia durante una hora. Me gusta
esta situación de comenzar solo conmigo misma

18 di v e r di portada
“Bach es Dios
hecho música, es
la esencia de la
espiritualidad.”
y ofrecer algo. Resulta muy duro, por descontado,
pero cuando eres capaz de llegar al público, esa
sensación es para mí lo más hermoso del mundo.
D.: ¿Se traslada este mismo sentimiento a la sala
de conciertos, con una orquesta a sus espaldas?
M-N. L.: Eso es otro tipo de sentimiento. Con un
pianista, le conoces o la conoces bien –por ejemplo,
conozco a Daniel Blumenthal desde hace doce
años–, y en esos momentos estamos actuando juntos
y sé que todo va a funcionar. En los conciertos
con orquesta, por el contrario, nunca lo sabes, y a
veces acabas con una orquesta o un director que
no comprenden lo que estás cantando. Algunas
veces, sin embargo, encajas con la orquesta, como
me ocurrió con la Orchestre National de France,
y por eso grabé con ellos, porque me encantan y
porque cuando trabajo con ellos todo el mundo
está despierto, con los ojos llenos de luz. Cuando
estoy junto a ellos en el escenario con Fabien Gabel
o Daniele Gatti, y noto que esas ochenta personas
avanzan en la misma dirección, el sentimiento es
apabullante. Es una emoción inimaginable, y esto
ocurrió cuando canté Das Lied von der Erde con la
ONF y Gatti. En esta obra hay tantos recodos oscuros
para el cantante y tantas dificultades que, como
no disfrutes un poco sobre el escenario, es como
si hubieses fracasado un poco.
D.: Dado que cantar en inglés supone un reto para
usted, ¿en qué otras lenguas, aparte de su francés
materno, se siente como en casa?
M-N. L.: También estoy cómoda con la lengua alemana
y ahora con la italiana. Cuando te sientes
con confianza resulta fácil trabajar con el sonido
de las palabras. En el pasado dije que mis idiomas
favoritos eran el francés, el alemán y el ruso. La rusa
es una lengua maravillosa para cantar, y el alemán
tiene consonancia y claridad. Ahora me gusta también
cantar en italiano. Muchísimos cantantes jóvenes
lo hacen en italiano, pero hacerlo bien es muy
difícil, igual que ocurre con el inglés, pues se necesita
trabajo y disciplina. Eso sí, cuando disfrutas
cantando bien en esos idiomas, cuando te sientes
cómodo con ellos, entonces sí disfrutas la experiencia.
D.: Cantar en italiano le ha llevado a usted más
allá de Monteverdi, Vivaldi y Haendel, hasta Verdi
y Rossini. Concretamente con Mistress Quickly del
Falstaff de Verdi ha demostrado usted su apetito por
el bel canto y otros ámbitos. ¿Como le afectan
todas esas músicas?
M-N. L.: Pues es todo un placer. En 2003 canté
Mistress Quickly por primera vez, cuando era una
“bebé” contralto, pero también fue la primera vez
en que me sentí cómoda en escena. En la primera
ópera que representé me sentí como si estuviese
bajo tortura, pero con Mistress Quickly encontré
por fin mi lugar; está claro que esta pieza de Verdi
es una obra maestra, y su orquestación y el modo
en que está tratada la voz son perfectos; no hay
nada que cambiar en esta ópera. Cuando aprendes
bien el italiano descubres este texto –que es más
que un libreto– sorprendente. Aquí no es cuestión
de ver quién lleva la voz cantante en esta ópera, sino
que se trata de música, teatro, música de cámara,
con todos dependiendo de todos en un esfuerzo,
muy estrecho, de equipo. No hay sitio para el ego,
sino para la acción. Desde mi punto de vista, debería
ser siempre así.
“Con Mozart intento
perfeccionar la egalité
de la voz y la calidad
del timbre,
considerándome aquí
de nuevo a mí misma
como un instrumento.”
Con las óperas de Rossini he sido realmente
afortunada. Mi primera experiencia fué en 2005
en Toronto como Isaura junto a Ewa Podle en el
papel titular de Tancredi. Más recientemente he
grabado Guillaume Tell con Pappano, y aquí fui
totalmente feliz aunque solo cantaba cinco minutos,
pero eran cinco minutos de puro placer, porque
el reparto era asombroso y la orquesta estuvo
increíble. Y este año he cantado en Nancy mi primera
Isabella de L’italiana in Algeri. Fué muy positivo
porque un montón de gente nos dijo a
posteriori que habían disfrutado mucho las representaciones
porque se notaba que estábamos
haciendo juntos el espectáculo y que no había egos,
lo cual era ciertamente refrescante.
D.: Su último disco de arias de ópera se traslada
musicalmente a otra área. Usted había tenido experiencia
previa con composiciones de Mozart, pero
este álbum también recoge arias de Haydn, Graun
y Gluck. ¿Cómo seleccionó esta colección?
M-N. L.: Supongo que a causa de mi constitución
no me suelen dar oportunidades de interpretar en
escena, por ejemplo, a Cherubino o a Sesto. Debo
decir esto y he de ser honesta: lo asumo y lo acepto,
¡pero sé que puedo cantar muy bien estas músicas!
Creo que grabar este álbum ha sido algo lógico
en mi caso, dado el lugar donde ha llegado últimamente
mi voz, además de como puro ejercicio
vocal. Cantar Mozart, Haydn, Gluck y Graun mantiene
la voz en muy buena forma.
Una también necesita ponerse retos de cara
a afrontar este repertorio, pues pienso que cuando
alguien canta bien este repertorio es porque
tiene una buena técnica y porque es capaz de revelar
su musicalidad, su instrumento. Y yo quería
hacerlo.
Por otro lado, tengo una relación muy especial
con Les Violons du Roy, que es una orquesta
de la provincia de Québec, grandes músicos todos
ellos, dirigidos por Bernard Labadie. Quería desarrollar
algún proyecto con ellos y yo sabía que son
excelentes en Mozart y todo este repertorio.
Disfruté muchísimo con esta orquesta de virtuosos;
seguramente sea por esa faceta latina de los
canadienses, nos reímos muchísimo durante las
sesiones de grabación, aunque, cuando se decía
“vamos a trabajar”, trabajábamos. No ha habido
problemas en esta grabación, aunque, desde luego,
el repertorio no es fácil y ha requerido mucha
técnica.
Quería cantar con ellos las arias de Sesto y
Cherubino, explorar Haydn y buscar algo más.
Teniendo todo esto en cuenta, era lógico para mí
hacer esto, y también era lógico para el músico
que hay en mí. Mozart constituye una piedra angular
del repertorio y no puedo concebir tener una
carrera discográfica en la que falten Mozart y
Haydn. Me resulta esencial.
D.: En lo referente a la evolución vocal, ¿puede
usted percibir hacia dónde le está guiando su voz,
y si es así, concuerda con el tipo de música hacia
el que su entendimiento le pide avanzar?
M-N. L.: Si, pero yo diría que en realidad ha sido
así solamente en estos dos últimos años. Durante
mis primeros diez años de carrera yo tenía mis
sueños, naturalmente, pero no era el momento de
intentarlo ni de enfocarme hacia ellos. A día de
hoy voy proyectando todo lo que quiero cantar en
el futuro, y me siento feliz y orgullosa de poder
hacerlo. Mi voz se está haciendo más aguda, aunque
mantengo el registro bajo y éste me resulta
más fácil. Trabajo mucho en mi voz. Por ejemplo,
con Mozart intento perfeccionar la egalité de la
voz y la calidad del timbre, considerándome aquí
de nuevo a mí misma como un instrumento.

“Mahler es mi
compositor favorito.
Comprende
totalmente mi estado
de ansiedad, mis
sentimientos, mis
temores...”
Me alegra haber estado trabajando todo esto.
Tengo una personalidad fuerte pero también soy
disciplinada, y mi maestro sabe también que todas
las notas a las que estoy llegando me las he ganado.
El trabajo no ha concluido, desde luego, y sé que
no soy perfecta, pero me gusta el camino que he
escogido y espero que me abra otras puertas.
D.: Entonces, ¿qué tipo de repertorio le interesará
en el futuro?
M-N. L.: Como le he dicho, mi sueño era Eboli. Ya
veremos. Esperaré. Antes de eso está la Charlotte
del Werther, que es mi ópera francesa preferida.
Como sé que tengo que planificar con antelación
esta línea de trabajo, además de Charlotte hay
papeles, como Carmen o Dalila, que creo que seré
capaz de cantar en unos pocos años. Y como mi
voz se está volviendo un poco más libre, hay otros
roles de Verdi y Rossini que se pueden añadir. El
caso de Rossini resulta divertido porque con él
descubrí el placer de tener tiempo para respirar
antes de hacer coloratura, tiempo que no tenemos
en la música barroca, porque en ella la voz recibe
un tratamiento instrumental. Hay veces en Haendel
que no tienes tiempo para respirar. Con Rossini,
aunque has de trabajar el legato, dispones de margen
para respirar, ¡y resulta maravilloso! Además
puedes cantar más alto y más bajo porque te concede
tiempo para cantar.
D.: ¿Qué más le apetece dentro del Lied y la mélodie?
M-N. L.: Pues Mahler, porque es mi compositor
favorito. A mi parecer, Mahler comprende totalmente
mi estado de ansiedad, mis sentimientos, mis
temores... Cuando escucho Mahler percibo que,
como persona, no estoy sola. Por otro lado, también
me gustaría cantar Duparc y más mélodie,
más Brahms..., ¡hay tantas cosas! Todo esto es bueno
y positivo, pues el repertorio de contralto no es
tan extenso como el de soprano. En cierto modo
se me permite abordar todos esos estilos de los
que he hablado, lo cual me abre muchas opciones.
Tampoco diría que no a otro álbum de Vivaldi,
pues es un autor al que siempre me gusta volver y
hacer en escena, y estoy convencida de que puedo
transmitirlo realmente bien.
portada / ópera 218 / octubre 2012
Traducción: José Velasco
Toda la discografía
de Marie-Nicole Lemieux en
Una estrella en Canadá
Un revelador recital de Marie-Nicole Lemieux
con arias de Gluck, Graun, Haydn y Mozart
La canadiense Marie-Nicole Lemieux (Dolbeau-
Mistassini, 1975) saltó a la fama cuando se impuso
en el año 2000 en el célebre concurso
internacional Reina Isabel de Bruselas. Su debut
operístico se retrasó aún hasta 2002: fue en un
Julio César haendeliano protagonizado junto a Ewa
Podles, Daniel Taylor y Brian Asawa, entre otros,
que iba a ser indicativo del repertorio por el que
más se ha significado en estos años, especialmente
en el terreno discográfico: el mundo del Barroco,
que ha compaginado con absoluta flexibilidad con
la ópera belcantista (ha cantado bastante Rossini)
y romántica (tiene incluso una Flosshilde en su
haber), el lied (de Schumann a Mahler), la mélodie
(de Berlioz a Hahn) o la canción del siglo XX
(incluidos algunos compositores ingleses, el trío
dodecafónico vienés y Falla). Los seguidores de la
Vivaldi Edition de Naïve la conocen sin duda bien,
pues ha protagonizado hasta la fecha las grabaciones
de La fida ninfa, Griselda y Orlando furioso,
cuyo registro en DVD puede contarse como uno
de los mayores triunfos en materia vivaldiana de
los que yo tenga memoria.
Contralto en quien algunos quieren ver a la
sucesora de su compatriota Maureen Forrester
(aunque hay quien dice que en realidad es una mezzosoprano
con sólidos graves, qué más da),
Lemieux es una de esas cantantes que saben hacerse
distinguir por un timbre particular, en el que se
aúnan sin contradicción la perfecta homogeneidad
con una notable riqueza de colores, que dosifica
con inteligencia. El registro es ancho, con
graves que no alcanzan la oscura penetración de
las más grandes de su cuerda, pero poderosos y bien
colocados, y agudos limpios y firmes, con apreciable
facilidad para las agilidades. Su último disco
para Naïve está dedicado al Clasicismo e incluye
piezas de Mozart, Haydn, Gluck y Carl Heinrich
Graun, de quien se ofrece una larguísima aria de
Montezuma, donde la canadiense muestra una de
sus grandes virtudes: la exquisita musicalidad, la
tersura del fraseo, que, apoyado en un refinado
legato, llena de detalles de articulación y de reguladores.
Su voz desde luego se siente cómoda en
la franja central del registro y en los requerimien-
19
Pablo J. Vayón
tos de las piezas más expresivas, aunque hay quien
pueda echar de menos algo más de calor en un
fragmento que requiere tanto sentimiento como el
“Che farò senza Euridice” de Gluck, que ornamenta
con sutileza, o algo más de picardía en el
“Voi, che sapete” mozartiano, cantado con una
delicadeza extraordinaria, aunque quizás sin penetrar
del todo la naturaleza adolescente del confuso
Cherubino.
En el aria de Sesto del segundo acto de La
clemencia de Tito, Lemieux vuelve a mostrar sus
dotes para el canto spianato: todo está dicho a flor
de labios, con una asombrosa facilidad para matizar
cada palabra en materia de volumen y de color.
El contraste con el “Venga pur, minacci e frema”
del juvenil Mitridate es notable: aunque sin llegar
a la exuberancia extrema de una Bartoli, las articulaciones
resultan mucho más marcadas y la ornamentación
es mucho más profusa, lo que puede
aplicarse también al aria de La Betulia liberada,
cuyas exigencias virtuosísticas encuentran una respuesta
de una apabullante seguridad y, como siempre,
de gran diversidad en el tratamiento del color.
Sin salir de Mozart, resultan impresionantes los
graves del arranque del aria de concierto Ombra felice!
Io ti lascio, que se hace verdaderamente intensa
en su parte mas dramática, aunque en este
terreno la palma se la lleva el “Jupiter, lance la foudre”
que canta la Clitemnestra de la Ifigenia en
Áulide de Gluck, con un recitativo cargado de fuerza
y de mordiente y un canto declamado de eficaz
y arrolladora fogosidad. La expresión se dulcifica
en los dos fragmentos haydnianos, se hace melancólica
en el aria de La isla deshabitada y marcial
pero ligera en El regreso de Tobías.
Bernard Labadie acompaña atentísimo a cada
inflexión de la voz al frente de Les Violons du Roy,
uno de esos pocos conjuntos que, con instrumentos
modernos, se han ganado la confianza y el aprecio
de hasta el más radical defensor del
historicismo. Su estilo, afirmativo e intenso, es
incluso más extremo en materia de fraseo, acentos
y contrastes que el de muchos grupos que tocan
con instrumentos de época. Un disco excepcional.
Los escépticos de la eterna “crisis de voces” en
que vive inmerso el mundo de la lírica tenemos
nuevos argumentos para combatirla: lo de Lemieux
aquí es confirmación de que una estrella ha nacido
en el Canadá.
MARIE-NICOLE LEMIEUX: Arias de ópera (Gluck, Haydn,
Mozart)
Marie-Nicole Lemieux, contralto. Les Violons du Roy.
Bernard Labadie, director / NAIVE / Ref.: V 5264 (1 CD) D1

20 di v e r di ópera
La reconstrucción de un repertorio
Amadis de Gaule y La Mort d’Abel, dos importantes muestras de la tradición lírica francesa,
en cuidadas y excelentes versiones publicadas por Ediciones Singulares
En el dossier dedicado a Hervé Niquet en el anterior
número de este boletín se destacaba la labor del
Centro de Música Romántica Francesa, ubicado
en el Palazzetto Bru Zane de Venecia, como gran
impulsor de la recuperación de muchas obras y
figuras olvidadas de la música gala surgidas entre
finales del siglo XVIII y comienzos del XX, amplio
período histórico que en puridad desborda los límites
marcados por la propia denominación de la institución.
Una de las líneas de actuación allí
apuntadas por su director científico, Alexandre
Dratwicki, era la colaboración con diversos sellos
discográficos para la edición de proyectos que encajen
en las diferentes líneas de investigación científica
y artística del Centro. En el terreno de la ópera,
a la vez que se presentaba en primicia la Sémiramis
(1802) de Charles-Simon Catel, se anunciaba el
inminente lanzamiento de dos grabaciones de
Ediciones Singulares conteniendo sendas tragédies
lyriques: Amadis de Gaule (1779) de Johann Christian
Bach y La Mort d’Abel (1810) de Rodolphe Kreutzer,
en su versión revisada de 1825. Su publicación, en
libro-discos exquisitamente ilustrados y exhaustivamente
documentados –media docena de artículos,
sinopsis y libretos, en francés e inglés–, es el
motivo de estas líneas.
Amadis de Gaule es el único trabajo para la
escena francesa del menor de los hijos de Johann
Sebastian. Educado bajo la tutela de su hermano
Carl Philipp en Berlín, pronto emprendió vuelo
propio trasladándose a Italia donde hizo sus primeras
armas en el campo de la opera seria de cuño
metastasiano a partir de Artaserse (Turín, 1760).
En 1762 se trasladó a Londres, donde creó cinco
óperas. Su fama internacional se tradujo en el encargo
de un par de óperas para la corte de Mannheim
y, finalmente, en el contrato para estrenar en la
Académie royale de musique de París su última
obra en el género, la citada Amadis de Gaule.
Los años en torno al estreno de ésta fueron de
gran actividad creativa en la Ópera de la capital
francesa: mientras Gluck culmina su carrera compositiva,
estrenando cuatro obras y revisando otras
dos para la escena francesa, y junto a los encargos
a autores locales (Gossec, Philidor o el belga
Grétry), se establece una cerrada competencia
mediante la invitación a diversos
compositores italianos (Piccinni,
Sacchini, Salieri) y alemanes (Vogel, J.
C. Bach) a trabajar dentro de los precisos
límites establecidos por la lengua
y el estilo de la tragédie lyrique. En la
pretensión de reanudar los vínculos con
el pasado, varias de las obras de nueva
creación recurren a los textos del libretista
de Lully, Philippe Quinault, y así
vemos sucederse las Armide (Gluck),
Thésée (Gossec), Persée (Philidor), Atys
y Roland (Piccinni), en adaptaciones
que suprimen prólogos laudatorios,
reducen personajes y simplifican la
acción. En esta línea, el Amadis de Gaule
de Bach no es sino una versión simplificada por
Devisme del Amadis de Quinault y Lully, centrada
en los intentos de venganza de los magos Arcalaüs
y su hermana Arcabonne contra Amadis y en la
lucha de éste por reconquistar el amor de Oriane,
que le cree infiel por intrigas de aquéllos. La intervención
del hada Urganda garantiza el happy end.
Si los temas caballerescos y mágicos estaban
ya totalmente demodés un siglo atrás, la nueva intriga
carecía de fuerza para un público inclinado a la
gravedad, a la seriedad de las grandes pasiones y de
las conductas heroicas que los nuevos gustos dictaban
a partir de la década de 1770. Probablemente
esa fuera la causa del poco interés despertado por
la ópera, que fue retirada del cartel tras siete representaciones.
Las críticas se centraron en el libreto,
mientras se reconocía la excelente factura de la
música de Bach. En efecto, la extraordinaria imaginación
melódica de que da muestra su autor a lo
largo de una partitura de más de dos horas de música,
abundante en arias, dúos y recitativos y en una
gran riqueza y variedad de momentos corales dramáticos
(cautivos, demonios) o festivos (corifeos,
encantadores, cortejo del hada), es resaltada por
una muy cuidada y rica orquestación, atenta tanto
a poner de relieve los fragmentos puramente instrumentales
–la espléndida obertura tripartita, las
abundantes escenas coreográficas y ceremoniales
que pueblan la acción– como a acompañar la expresión
de las emociones y sentimientos expresados
por los personajes (más convencional, todo sea
dicho, la pareja protagonista que la de los personajes
negativos).
Si Helmut Rilling había registrado en 1993 la
ópera en alemán, la presente es la primera grabación
de la versión original francesa, realizada en
Praga en noviembre de 2010. Son sus responsables
un par de conjuntos instrumentales reunidos para
la ocasión: el eslovaco Solamente Naturali y el checo
Musica Florea, que forman una nutrida orquesta
de 44 miembros, excelentes en todos los pupitres;
Musica Florea también aporta su propio coro del
mismo nombre. Los solistas principales –Philippe
Do y Katia Velletaz como Amadis y Oriane, y
Pierre-Yves Pruvot y Hjördis Thébault en la pare-
Santiago Salaverri
ja de magos– muestran conocimiento del estilo y
poseen los medios vocales para salir airosos de sus
respectivos cometidos. Y Didier Talpain nos ofrece,
al frente de todos ellos, una muy cuidada e idiomática
versión de la que ciertamente puede
considerarse la obra maestra de su autor.
La segunda obra, La Mort d’Abel, debida a
Rodolphe Kreutzer –nacido en Versalles, gran violinista
y dedicatario de la penúltima de las Sonatas
para violín y piano de Beethoven–, se inscribe en
un contexto distinto. Las más de tres décadas transcurridas
han visto el triunfo y la extensión del clasicismo
vienés; el estreno de La Creación en la Ópera
de París el 24 de diciembre de 1800 resultó un acontecimiento
determinante para el desarrollo en
Francia del drama sacro y el oratorio –género poco
cultivado en Francia, si lo comparamos con la
importancia que había llegado a alcanzar en Italia,
Alemania y, desde Haendel, también en Inglaterra–;
sus primeros frutos fueron varias óperas de tema
bíblico, como Joseph (1807) de Méhul, La Mort
d’Adam (1809) de Lesueur y La Mort d’Abel, estrenada
en la Ópera en 1810 con cierto éxito; pronto
eclipsada, en 1825 se repuso en una versión abreviada,
la aquí ofrecida, que gozó de nuevo de un
transitorio reconocimiento, y que entusiasmó al
joven Berlioz.
La música, tributaria del clasicismo haydniano
y de la tragédie lyrique posgluckiana, encierra
momentos de una gran belleza: una obertura bien
construida, de clima sereno con excelentes melodías
de las maderas; un dúo entre Adán y Abel, un
sexteto que celebra la temporal reconciliación entre
los hermanos y las dramáticas escenas finales del
primer acto. El segundo se abre con la invocación
de Caín al sueño reparador, perturbado de nuevo
por las fuerzas infernales. Tras el dúo entre los hermanos
y la muerte de Abel, las dramáticas escenas
del desvelamiento de lo ocurrido culminan en la
invocación del breve y bellísimo coro de ángeles
que pone el broche final a la partitura.
La presente versión reúne a una orquesta, Les
Agrémens, y un coro, el de Cámara de Namur, ya
conocidos de anteriores grabaciones para Ricercar.
En el amplio y solvente reparto son de destacar el
tenor Sébastien Droy como Abel y el barítono Jean-
Sébastien Bou como Caín. Por su parte, Guy van
Waas consigue de todos los elementos a sus órdenes
una sentida y refinada versión de una obra de
merecida recuperación.
JOHANN CHRISTIAN BACH (1735-1782): Amadis de Gaule
(París, 1779) (LIBRO + 2 CD)
Do, Velletaz, Pruvot, Thébault / Solamente Naturali. Musica
Florea. Didier Talpain, director / EDICIONES SINGULARES /
Ref.: ES 1007 (LIBRO + 2 CD) P.V.P.: 29,95 €.-
RODOLPHE KREUTZER (1766-1831): La Mort d’Abel (París,
1810) (LIBRO + 2 CD)
Velletaz, Tanimura, Borghi, Droy, Bou, Pruvot / Chœur de
Chambre de Namur. Les Agrémens. Guy Van Waas, director
/ EDICIONES SINGULARES / Ref.: ES 1008 (LIBRO + 2 CD)
P.V.P.: 29,95 €.-

Una sueca en la Italia de Rossini
Cecilia Bartoli revisitó el arte de la Malibran, Joyce
DiDonato el de la Colbran. Dos cantantes, en
diversa consideración, muy unidas a la obra de
Rossini. No hay dos sin tres y se suma ahora, a la
italiana y a la norteamericana, una sueca, Ann
Hallenberg, reviviendo los éxitos de otra intérprete
asimismo asociada al compositor de Pesaro:
Maria Marcolini. De la Marcolini no se sabe mucho,
incluso se ignora exactamente cuándo nació –se
aventura que fue en 1780– y dónde; para algunos
era florentina y para otros veronesa. Se le pierde
la pista en 1820 cuando se retira de escena. Giovanni
Pacini añade algún dato personal más al escribir
en sus entretenidas memorias que el nombre de su
esposo era Don Fedele (a secas, sin apellidos) y
que ejercía una profesión de empresario, muy acertadamente
para la profesión de la cónyuge. Tuvieron
un hijo, Carlo, quien cantando de bajo realizaría
una discreta carrera. Sin embargo, la vida profesional
de la Marcolini sí está bastante documentada,
desde su debut en 1800 en el San Benedetto
veneciano con La pazza giornata de Portogallo hasta
su prematuro retiro en 1820 tras cantar en Verona
una heroína justamente rossiniana, la Clarice de La
pietra del paragone. Rossini la conoció en Bolonia
cuando ella fue la protagonista de Ernestina en el
comprometido estreno de L’equivoco stravagante
(octubre de 1811). Un mes más tarde compositor
y contralto se volvían a encontrar en Pesaro. Como
el músico la admiraba (hasta el punto de acabar con
ella en la cama, según crónicas del momento), llegó
a componer un aria para que la Marcolini se
luciera, con más posibilidades que las permitidas
por la página original, en Il triunfo di Quinto Fabio,
partitura compuesta por Domenico Puccini, uno
de los tantos antepasados músicos del autor de
Tosca. La Marcolini, según consta en testimonios
contemporáneos claro está, contaba con una figura
seductora y sabía hacer un buen uso de ella. Esta
cualidad unida a las condiciones estrictamente
vocales y artísticas la convertían en una intérprete
solicitada. Aparte de las dos muchachas rossinianas
citadas (Clarice y Ernestina), el de Pesaro
le brindó otra más que incluso superaba en posibilidades
de lucimiento a aquéllas: Isabella de
ópera 218 / octubre 2012
Ann Hallenberg evoca a Marietta Marcolini en un precioso recital de obras de Rossini
y sus antecesores y contemporáneos
L’italiana in Algeri, de cuya interpretación el propio
Stendhal se deshizo en elogios. Paul Scudo,
escritor y comentarista musical de prestigio, se
refirió a ella asegurando que su voz de contralto era
bellísima y que la manejaba, pese a la pesantez
morfológica de un órgano de tal consideración,
con una agilidad sorprendente. La consideraba
una cantante deliciosa en la ópera bufa, gracias a
su brío, su arrebato, su alegría amable y natural
que se comunicaba a los oyentes como si fuera un
rayo luminoso. Scudo no habla de la Marcolini
como intérprete seria, territorio que también transitó
con éxito (“inteligente y magistral”, escribió
alguno al escucharle el Ariodante de Mayr), así
que no es de extrañar que el mismo Rossini compusiera
teniéndola en cuenta Ciro (1812) y
Sigismondo (1814). Hay que añadir que a la
Marcolini le encantaba vestirse de varón en escena.
Y Rossini la hizo por ello disfrazarse de militar
en una de las escenas de La pietra del paragone,
parece ser que a petición de la contralto. Se ignora
si le gustaba hacer lo mismo en la vida cotidiana.
Su clonación actual, Ann Hallenberg, bregada
en repertorio barroco (sobre todo Vivaldi y
Haendel: se recuerda que en Madrid se la escuchó
como Tamerlano), se enriquece con esta muy buena
formación para atacar luego a Rossini, aunque
también canta Gluck y otros compositores aledaños.
Todo ello nos hace suponer que se encuentra
bien calificada para evocarnos a la Marcolini, que
recibió indudablemente una formación parecida.
La Hallenberg, si no disfruta del timbre brillante
de tipo mediterráneo, sí detenta uno cálido y aterciopelado,
moderadamente opulento, con registro
desahogado, la agilidad conveniente, la base
técnica notable, pues llega a hacer trinos, algo no
muy común en mezzosopranos o contraltos; además
su conocimiento del estilo es palmario. Por tanto,
es fácil deducir que la Hallenberg nos persuade
de que su recuperación de la Marcolini es positiva.
En el CD no canta todas las partes que Rossini
le compuso a la cantante evocada, pues únicamente
se enfrenta a Ciro, Ernestina e Isabella, de la
que incluye sus dos páginas solistas. Con el acierto
de elegir, en este último caso, el “Per lui che adoro”
en una versión alternativa en la que el obbligato
original de esa cavatina (la flauta) está encargado
21
Fernando Fraga
ahora al chelo, instrumento que se compenetra
muy bien con la voz sedosa de la mezzo sueca.
Versión que ya nos había hecho conocer Marilyn
Horne como complemento a su soberbia grabación
completa de la obra allá por 1980. El disco
recoge, supliendo las ausencias rossinianas
(Sigismondo, Clarice, a las que podría haberse
sumado también Tancredi con el que la Marcolini
igualmente triunfó), fragmentos de otros músicos
que figuraron en los atriles de la “deliciosa” contralto.
A saber: de Mayr un fragmento de Il sacrifizio
d’Iphigenia con cuyo estreno se inauguró en
1811 el Teatro Grande de Brescia; de Joseph Weigl,
el austriaco amigo de Mozart y alumno de Salieri,
incluye una aria de L’imboscata que conoció la Scala
en 1815, unos meses antes de L’italiana rossiniana;
de Ferdinando Paër, autor de una Leonore con el
mismo argumento del Fidelio beethoveniano, aporta
en primera grabación mundial “Io morrò”, de
L’eroismo in amore; para recordarnos a Giuseppe
Mosca –hermano de Luigi Mosca, quien por cierto
tiene una Italiana in Algeri previa a la de Rossini–
reserva “Mentre guardo” de Le bestie in uomini; y
“La Hallenberg detenta un timbre cálido y aterciopelado,
moderadamente opulento, con registro desahogado, la
agilidad conveniente, la base técnica notable, pues llega
a hacer trinos, algo no muy común en mezzosopranos o
contraltos; además su conocimiento del estilo es
palmario.”
para Carlo Coccia nos destina un fragmento de
La donna selvaggia. Es decir, que el disco recorre
la actividad desarrollada por la Marcolini entre los
diciembres de 1810 y 1815, quinquenio que sin duda
centra la época de mayor esplendor de la cantante.
La producción del disco se ha hecho con el cuidado
que el proyecto merece. La Hallenberg es
apoyada por una serie de compañeros que la respaldan
en los personajes que con ella interviene
en las páginas. Cuando es preciso el coro, ahí está
para llenar el espacio con propiedad el de Cámara
de la SSO, es decir el de la misma orquesta noruega,
la Sinfónica Stavanger. Fabio Biondi en el foso
es una garantía más, pues nadie ignora que es un
director asociado el mundo barroco de la Europa
Galante.
ARIAS PARA MARIETTA MARCOLINI: La primera musa de
Rossini (obras de Rossini, Mosca, Mayr, Paer, Coccia y
Weigl)
Ann Hallenberg, contralto. Stavanger Symphony Orchestra.
Fabio Biondi, director / NAIVE / Ref.: V 5309 (1 CD) D1

22 di v e r di ópera
Sorpresas en Martina Franca
Bongiovanni presenta, en DVD, el Aureliano in Palmira
rossiniano del Festival 2011
El Festival del Valle d’Itria, nacido en 1975 y que
dirigieron Rodolfo Celletti y Sergio Segalini (el
actual director es Alberto Triola), en sus aspiraciones
de dar cuenta de títulos injustamente sumidos
en el olvido, programó en el verano de 2011
Aureliano in Palmira, partitura número doce de
Rossini, la cuarta de contenido serio. Estrenada en
diciembre de 1813, el mismo año que Tancredi y
L’italiana in Algeri, sin alcanzar la genialidad que
estas dos suponen cada una en su diverso carácter,
Aureliano es una partitura bellísima incluidos sus
fragmentos que luego reaparecerán en El barbero
de Sevilla, ofreciendo a los solistas las esperadas
oportunidades de lucimiento. Asignatura pendiente
del Festival Rossini de Pesaro, las tres grabaciones
discográficas a las que hay (o debería haber)
acceso son tomas también en vivo de diferentes
espacios operísticos. La de Martina Franca en captación
videográfica nos trae enormes sorpresas.
Antes que nada, elogiar la labor escénica de
Timothy Nelson quien, amparado por la iluminación
de Antonio Machitella, con escasos elementos
a su cargo, sabe narrar impecablemente la
historia siempre con el telón de fondo del Palacio
Ducal; luego, llamar la atención de la soberbia lectura
musical de Giacomo Sagripanti, pues al mando
de una orquesta tan asociada al foso lírico como
la Internazionale d’Italia encuentra lo que es más
importante en Rossini, su colorido y su ritmo. El
coro está asimismo unido al mundo de la ópera,
pues es el Eslovaco de Bratislava. La sorpresa acude
por doble vía. Arsace, papel escrito para el castrado
Giovanni Battista Velluti, es personificado
aquí en lugar de una común mezzosoprano por el
contratenor argentino Franco Fagioli. No es la primera
vez: Angelo Manzotti, además de grabar un
disco dedicado en exclusiva al de Pésaro que edi-
Fernando Fraga
tó también Bongiovanni, fue Arsace en 1996 en Bad
Wildbad. Fagioli supera a muchos de sus colegas
–y esto viene dicho para quien pueda pensar que
un contratenor está incapacitado para este tipo de
actividad rossiniana– en timbre carnoso y denso,
extensión comodísima hacia el agudo con sólidos
y ricos graves, coloratura modélica y, lo que es
decisivo, un estilo y una línea canora arrolladoramente
rossinianas. Su interpretación de Perchè
mai la lucie aprimmo creo que hoy no tiene rival a
su altura. Segunda sorpresa, la soprano cubana
María Aleida. Con un centro cercano a la lírica,
suma la coloratura propia de las ligeras así como
su sobreagudo del que dio generosas muestras
rubricando, inacabable, su cabaletta y luego el final
de la obra. Su Zenobia se enriquece además porque
la cantante es bella, tiene una figura excelente
y sabe moverse por la escena. Aureliano es un
tenor de la cantera de Pesaro, el rumano Bogdan
Mihai, quien si bien no está a la altura de sus colegas
sí dio muestras de saber cantar Rossini y de
tener unos bonitos medios un poco afeados por la
estrechez del extremo agudo. Imponente la voz de
bajo de Luca Tittoto para un Gran Sacerdote que,
si bien aparece poco, tiene al inicio una página
solista bastante comprometida. De un Aria di sorbetto
también disfruta Publia, la amante secreta
de Arsace, oportunidad para que Asude Karayavuz
se luzca finalmente tras haber hasta entonces paseado
por escena un esbelto tipo femenino. Es la primera
edición videográfica de esta magnífica ópera
que en el catálogo rossiniano precede en ocho
meses a Il turco in Italia.
GIOACHINO ROSSINI (1792-1868): Aureliano in Palmira
(DVD)
Bogdan Mihai, Franco Fagioli, Maria Aleida / Orchestra
Internazionale d’Italia. Coro Slovacco di Bratislava. Giacomo
Sagripanti, director musical. Timothy Nelson, director escénico
(grabado en directo en el Palazzo Ducale, Martina
Franca, Festival della Valle d’Itria 2011) / BONGIOVANNI /
Ref.: AB 20022 (1 DVD) D2 x 2
Otro tenor para Callas
Recital de Pier Miranda Ferraro
en Bongiovanni
Fernando Fraga
La pareja tenoril discográfica de Callas por excelencia
fue Giuseppe di Stefano, pero en menor
cuantía lo fueron también Corelli, Tucker, Monti,
Filippeschi, Gedda, Valletti, Picchi, Bergonzi,
Tagliavini, Poggi, Alva y dos cantantes de inferior
proyección mediática: Eugenio Fernandi y Pier
Miranda Ferraro. De este último, compañero de
la Diva en su segunda Gioconda y luego, en vivo,
de su Imogene neoyorkina, nos lo redescubre
Bongiovanni en toda la extensión de su importante
carrera. Su voz oscura carecía del esmalte propio
del tenor mediterráneo, pero suplía esa carencia,
que es la que de inmediato mayor impacto produce
en el oyente, con una considerable densidad tímbrica
y una anchura y extensión generosas. Ello le
propició un repertorio amplio, del Rossini del
Arnoldo al Otello verdiano, con parada y fonda
en el verismo. Su fuerte temperamento se lo exigió.
En este CD escuchamos interpretaciones
importantes de Pollione (pese a su extensión, elude
el agudo, como tantísimos, del rapiti i sensi del
aria), de numerosos personajes verdianos de fuerza
(un Ernani con los fulgurantes agudos que solía
interpolar a menudo, Radamès, Don Alvaro, etc.),
incluido el Otello (sus cuatro intervenciones solistas
desde el Esultate), personaje que interpretó en
Madrid en 1967 con Lorengar, Gobbi y Zedda.
Hay muestras asimismo del verismo más convencional
(Turiddu, Canio, Cavaradossi), añadiendo
el Folco mascagniano de Isabeau que tanto destacó
en su carrera a la manera expedita de Hipólito
Lázaro. Finaliza la muestra con unos fragmentos
del Samson de Saint-Saëns, de suculenta composición.
Es de agradecer al sello boloñés esta recuperación
tenoril que se suma a tantas otras
anteriores. Pero mereceríamos disponer de una
información detallada de los lugares y fechas de las
tomas sonoras.
PIER MIRANDA FERRARO: Arias de Gugliemo Tell, Norma, Il
Pirata, Ernani, Aida, La Forza del Destino, Otello, Samson et
Dalila, Tosca, Cavalleria rusticana, Pagliacci, La Fanciulla del
West e Isabeau
Pier Miranda Ferraro, tenor (grabaciones en directo efectuadas
entre 1957 y 1969) / BONGIOVANNI / Ref.: GB 1225-2 (1
CD) D3

Excitante Lohengrin sinfónico
Mientras escribo esta reseña, con Tristán e Isolda
ya a la venta y Tannhäuser grabado en mayo pasado
y en proceso de producción, ya sólo queda El
anillo del nibelungo para culminar la ambiciosa
Edición Wagner de Marek Janowski y PentaTone.
El Lohengrin que aquí se comenta se grabó en concierto
en la Philharmonie de Berlín el 12 de noviembre
de 2011. El tiempo y el desapego de Janowski
por la ópera, rayano al descreimiento, como reacción
a la tiranía de los directores de escena (especialmente
los alemanes), han contribuido al
desarrollo de su concepción sinfónica del teatro
musical, especialmente adecuada en Wagner, según
el director polaco-alemán, pues en Wagner “el drama
está en la música” (¿Prima la música, dopo le
parole?). Sinfonías con voces, sin renunciar a la
tensión dramática, a veces sacrificada parcialmente
por cuidar a unos cantantes no sobrados de volumen.
Y es que, como estos conciertos se hacen
para ser grabados, no importa tanto que las voces
sean grandes (¿las hay, en todo caso?) como que
posean una buena línea de canto, tengan sentido
del melos y contrasten bien entre ellas.
Desde el atmosférico Preludio, en el que
Janowski acierta con el tono trascendente, sobrenatural
(algo brumoso al comienzo, la niebla se
disipa paulatinamente para dar paso a la luz cegadora),
asistimos a un excitante recorrido por la
partitura, expuesta con claridad meridiana y fino
trabajo orquestal. Dirección dinámica, matizada,
con tempi muy vivos (Janowski despacha la obra en
un cuarto de hora menos que Kempe –EMI–, referencia
obligada), que va al grano, sin retóricas ni
preciosismos, obteniendo de la excelente Sinfónica
de la Radio de Berlín un sonido rico y poderoso.
La ausencia de personalismo característica de
Janowski, su seriedad, no es en modo alguno sinónimo
de planitud o ausencia de detalles. Su manejo
de dinámicas y timbres orquestales es magistral,
y es un espléndido concertador. A quien quiera
picotear este Lohengrin, le recomiendo que cate
los embelesadores finales del primer acto, desde el
gran concertante que precede a la lucha de
Lohengrin y Telramund, y del segundo. La extraordinaria
toma de sonido de Polyhymnia ofrece
ópera 218 / octubre 2012
Janowski prosigue su integral wagneriana en versiones concertantes con la Sinfónica de la Radio berlinesa
una imagen nítida, con las voces solistas bien diferenciadas.
Los cantantes, que, según he leído, actuaron
gratis (!), forman un elenco joven, experimentado
y en creciente demanda. La pareja protagonista,
Klaus Florian Vogt y Annette Dash, lo es también
del Lohengrin del Festival de Bayreuth, disponible
en DVD (el “Lohengrin de los ratones”). Vogt es,
sin duda, el Lohengrin de hoy (dos DVDs y esta grabación
lo avalan). Con los años ha ganado en matización,
en variedad. Oyéndole, hay que abandonar
el frío análisis y rendirse ante los resultados. Cierto,
la voz no parece a priori la más apropiada: es blanquecina,
apenas impostada, de acentos por lo general
blandos y melifluos. No es un nuevo Franz
Völker. El material es de escasa calidad, no apto
para papeles de envergadura. Sin embargo, canta
con exquisitez, exhibe una línea de canto admirable
y proyecta muy bien la voz (en teatro se le oye
perfectamente, incluso cuando canta piano, por
encima del coro). Sabe hacer medias voces, apianar;
nunca fuerza ni emite sonidos feos. En los
pasajes líricos es fabuloso, carece de rival hoy. Oírle
cantar “Mein lieber Schwann” (una caricia para
los oídos), el delicado dúo nupcial, o simplemente
decir “Elsa! Ich liebe dich!” (CD 1, pista 9, 4:26:
voz bellísima, sobrenatural, contraste f-p), suscitan
emociones imborrables que compensan con
creces las mencionadas deficiencias. En los pasajes
heroicos se echa de menos una voz con más
mordiente y metal. En Lohengrin, al menos, el
balance es netamente positivo. Por el contrario, la
Elsa de Annette Dash es decepcionante (ya me lo
pareció en la retransmisión de Bayreuth de este
verano). La voz es frágil, pequeña y velada. La proyección,
deficiente, por lo que tiende a desaparecer
en las escenas de conjunto. El timbre, además,
es vulgar, alejado de la pureza que asociamos con
el personaje, y ya el La 4 le plantea serios problemas.
La voz de Gerd Grochowski (Telramund) es
de barítono claro, más de cantante de oratorio HIP
que de cantante de ópera. Dura, pobre de timbre,
“plebeya”, sin nobleza ni misterio. Da lo mejor de
sí en la gran escena con Ortrud del segundo acto,
resuelta muy dignamente (Janowski y la orquesta
23
Miguel Ángel González Barrio
les empujan) donde muestra cierto empaque y una
dicción clarísima. Susanne Resmark es una Ortrud
imposible, sin carácter (cuando interrumpe el cortejo
nupcial, les echa una regañina). Las notas altas
en forte son para ella una dificultad insalvable. La
invocación a los dioses paganos (CD 2, pista 6) es
puro grito. En ocasiones, Janowski tiene que refrenar
la orquesta para ayudarla, como en su última
intervención. Con buenos graves y algo corto por
arriba, donde la voz, además, se estrecha, Günther
Groissböck (Boris en la producción del Teatro
Real aún en cartel) es un solvente rey Enrique, de
voz noble y bella y buena línea, con clase. Markus
Brück, de voz áspera, grumosa y no muy grande
(la ubicación en el escenario), cumple como
Heraldo “estándar”. En el plano vocal, el fabuloso
y nutrido Coro de la Radio de Berlín, prepara-
“Asistimos a un excitante recorrido por la
partitura, expuesta con claridad meridiana y fino
trabajo orquestal. Dirección dinámica, matizada,
con tempi muy vivos, que va al grano, sin
retóricas ni preciosismos, obteniendo de la
excelente Sinfónica de la Radio de Berlín un
sonido rico y poderoso.”
do por el sabio y ubicuo Eberhard Friedrich, con
su sonido redondo, pleno, empastadísimo, de belleza
arrebatadora, se erige junto a Vogt en el gran protagonista
de este Lohengrin.
RICHARD WAGNER (1813-1883): Lohengrin
Marek Janowski
Klaus FlorianVogt, Lohengrin. Annette Dasch, Elsa von
Brabant. Günther Groissböck, Heinrich der Vogler. Gerd
Grochowski, Friedrich von Teltramund. Susanne Resmark,
Ortrud. Markus Brück, Der Heerufer des Königs / Rundfunk-
Sinfonieorchester Berlin. Rundfunkchor Berlin. Marek
Janowski, director / PENTATONE / Ref.: PTC 5186403 (3
SACD) D1 x 3

24 di v e r di ópera
Kristine Opolais, la nueva diva letona
Excelente grabación en vivo de Suor Angelica,
dirigida por Andris Nelsons
Las repúblicas bálticas están constituyendo en los
últimos años una magnífica cantera de grandes
cantantes, especialmente de voces femeninas, como
Violeta Urmana, procedente de Lituania, y Elina
Garança, de Letonia. De allí nos llega igualmente
una compatriota de esta última, que aspira a convertirse
en nueva estrella del canto. Nacida en 1979
–tiene poco más de 30 años, por lo tanto–, Kristine
Opolais realizó sus estudios canoros principalmente
en Ámsterdam. A pesar de su juventud ya
se ha presentado en escenarios
tan renombrados como
las Staatsoper de Viena y
Berlín (Unter den Linden), la
Scala de Milán, la Royal
Opera londinense o el Met,
trabajando con maestros
como Riccardo Chailly,
Daniel Harding, Louis
Langrée, Gianandrea Noseda
o Kazushi Ono. Ha alcanzado
especial renombre por sus
intervenciones como Polina
en El Jugador de Prokofiev con
Daniel Barenboim y Dimitri
Tcherniakov y, sobre todo, por
su encarnación de la ondina
Rusalka en la Ópera Estatal
de Baviera, en una aplaudida producción de Martin
Kusej. En España también se la ha podido escuchar
en otro atribulado personaje, concretamente como
Lisa de La Dama de Picas de Tchaikovski, en el
Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia.
Tenemos aquí el testimonio directo de su primer
papel italiano, obtenido en un concierto celebrado
en la Philharmonie de Colonia en mayo del
pasado año. Kristine Opolais es una Suor Angelica
de hoy, cuyo tormento podemos asimilar con el
de Lisa, Tatiana o Jenufa (papel que la artista está
a punto de incorporar en la Ópera de Zurich con
Fabio Luisi). Posee una estupenda línea de canto,
aunque no tenga un timbre genuinamente mediterráneo
como el que podamos disfrutar con la
radiante Katia Ricciarelli de sus comienzos (ni
tampoco creo que lo pretenda). Su voz es la de una
Rafael Banús Irusta
lírica con cierto cuerpo, penetrante y expansiva, lo
que le permite afrontar sin problemas la escritura
pucciniana y atravesar sin esfuerzo el tejido
orquestal. Además, frasea sabiendo lo que dice y
posee un temperamento dramático que le permite
establecer el necesario contraste entre las partes
elegíacas y el enfrentamiento con su implacable
pariente, la Zia Principessa, a la que la mezzo alemana
Lioba Braun confiere unos acentos casi wagnerianos.
Su paisana, la hoy tan lanzada Mojca
Erdmann, aprovecha la luminosidad de su timbre
como Sor Genoveva.
Por otra parte, la dirección de Andris Nelsons
–esposo, por cierto, de la soprano– no busca esa
atmósfera monacal y prerrafaelita de, por ejemplo,
Bruno Bartoletti en la citada grabación referencial
de la RCA. El director, asimismo letón,
que ha deslumbrado con su Lohengrin de Bayreuth,
intenta más bien situar la obra en las coordenadas
estéticas de la época, con sus ecos impresionistas
y postrománticos, otorgando una gran importancia
al aspecto sinfónico, en lo que le secunda la
soberbia agrupación de la Radio de Colonia. En los
pequeños papeles, la buena disposición de las integrantes
de su coro (que suena espléndido en las
intervenciones de conjunto) hace que les perdonemos
el escaso idiomatismo de su dicción italiana.
Kristine Opolais & Andris Nelsons
El álbum se completa con una intensa interpretación
del juvenil Preludio sinfónico del maestro de
Lucca (tan cercano al primerizo Edgar), grabado
también en vivo en un concierto en octubre de
2011.
GIACOMO PUCCINI (1858-1924): Suor Angelica; Preludio
sinfónico
Kristine Opolais, Lioba Braun, Mojca Erdmann, Nadezhda
Serdyuk, Beata Borchert, Beate Koepp, Carola Günther,
Claudia Nüsse / Kinderchor des Theaters Bonn. WDR
Rundfunkchor Köln. WDR Sinfonieorchester Köln. Andris
Nelsons, director / ORFEO / Ref.: C848121A (1 CD) D2
Verismo en Munich
Domingo como Turiddu y Canio,
junto a un reparto estelar
Fernando Fraga
El día de Navidad de 1978 los muniqueses enloquecieron,
literalmente utilizado el verbo, con el doble
programa verista de nuevo reunido, aunque en la
actualidad hay escenarios que se empeñan en divorciarlos,
en coyunda lírica indisoluble: la que inventó
el género (Cavalleria rusticana) y la que lo definió
(Pagliacci). Un treintañero Plácido Domingo, antes
de sus posteriores registros de estudio, se medía
con una Santuzza tan volcánica como inopinada,
Leonie Rysanek, y a una Nedda, Teresa Stratas, a
la que luego reencontraría en estudio de grabación,
set cinematográfico y escenario operístico. No
se pensó, lástima, en grabar las funciones bávaras
en imágenes, aunque es tal la atmósfera de excitación
que se respira que basta la escucha simple en
audio para captarla de inmediato. Rysanek y
Domingo, como si se picaran a ver quién da más,
están al límite de sus posibilidades canoras y dramáticas,
algo que en obras de estas características
es un plus añadido de conquistas expresivas. Y
Stratas se deja contagiar por clima tan enardecido
para que su Nedda pueda codearse en intensidad
con ellos. Una noche doblemente mágica, de
esas que se instalan en nuestros recuerdos como
modelo inalterable para medirlo con escuchas posteriores.
Claro que en el foso está Nello Santi,
director de una solidez profesional a prueba de
repertorio, y el glorioso terceto viene sostenido
por Benito di Bella (Alfio, Tonio), de imponentes
medios que la discografía oficial no tuvo en consideración;
Wolfgang Brendel (Silvio), más activo
en repertorio germano pero con loores añadidos
en el italiano; Norbert Orth (Beppe), tenor lírico
ligero de cuidadoso canto; Ruth Falcon (Lola), a
quien pronto veríamos en Madrid como Elisabetta
di Valois; y, como regalo inapreciable, la Mamma
Lucia de… ¡Astrid Varnay! ¡Qué noche la de aquel
día!
PIETRO MASCAGNI (1863-1945): Cavalleria Rusticana; RUG-
GIERO LEONCAVALLO (1857-1919): Pagliacci
Rysanek, Domingo, Varnay // Domingo, Stratas, di Bella /
Chor des Bayerischen Staatsoper. Bayerisches
Staatsorchester. Nello Santi, director (1978, Munich) /
ORFEO / Ref.: C845122I (2 CD) D4 x 2

26 di v e r di siglo XIX
Minkowski cada vez más austriaco
Naïve publica su nuevo ciclo sinfónico vienés,
esta vez dedicado a Schubert
El nuevo curso arranca con una saludable sobredosis
sinfónica de Schubert. A la integral con instrumentos
de época de Marc Minkowski y su grupo
Les Musiciens du Louvre-Grenoble, aparecida en
Naïve a finales del mes pasado, se ha unido la inminente
reedición que anuncia Zig Zag Territories
de las grabaciones que realizó Sony a finales de
los noventa de las ocho sinfonías del compositor
vienés por el grupo Anima Eterna, también con instrumentos
antiguos,
siempre bajo la dirección
de Jos van Immerseel. Y,
por si fuera poco, acaban
de aparecer sendas continuaciones
de los ciclos
sinfónicos schubertianos
de dos veteranos maestros
historicistas al frente
de orquestas
modernas: Philippe
Herreweghe al frente de
la Royal Flemish
Philharmonic (Sexta e
Inacabada) en Pentatone
y Sir Roger Norrington
al frente de la Radio de Stuttgart (Cuarta y Quinta)
en Hänssler; en ambos casos siguen a una primera
entrega centrada en la Grande en Do, aunque
en el caso del maestro inglés su ciclo estaba parado
desde 2003.
Esta nueva integral sinfónica de Minkowski
en Naïve, grabada en directo en tres conciertos
durante una misma semana de marzo de este año
en la Konzerthaus de Viena, coincide con varios
aniversarios: los 30 años de la fundación de Les
Musiciens du Louvre-Grenoble y el 50º cumpleaños
de su fundador. Al mismo tiempo, constituye
una segunda parte del ciclo de las doce Sinfonías
“Londres” de Haydn registrado en 2009 en el mismo
lugar por los mismos intérpretes (véase
“¡Sorpresa, sorpresa!” en Boletín nº 192 pág. 21).
Para el nuevo ciclo podrían haberse elegido las útimas
sinfonías de Mozart o las de Beethoven, pero
ciertamente Schubert se ajusta muy bien al chispeante
y calidoscópico estilo del director parisino.
Pablo L. Rodríguez
Esa mezcla de gaieté y melancolía o de un interior
poético y un exterior hedonista que emana de la
música de Schubert, tal como Maynard Solomon
destacó en su famoso estudio psicoanalítico, funciona
bastante bien en manos de Minkowski; no
por casualidad, una de las primeras obras que dirigió
tras colgar el fagot fue precisamente la Quinta
del compositor vienés.
Obviamente en el caso de Schubert quizá no
exista todavía una integral perfecta, en parte por
el jalón estético que flanquea el ciclo entre las seis
primeras sinfonías, más vinculadas a la tradición
clásica, y las dos últimas, relacionadas con las fascinantes
contradicciones de su estilo tardío. El
maestro parisino sabe encontrar la huella de Haydn
y Mozart en la Primera, le sale tan beethoveniana
como rossiniana la Segunda, pero en la Tercera adolece
algo de viveza popular, en la Cuarta falta el pathos
y la tragedia (recordemos que el sobrenombre
de Trágica se lo dio el propio compositor), la Quinta
y la Sexta están idealmente propulsadas y disponen
de un exquisito diálogo entre la cuerda y los
vientos; en la Séptima (la Inacabada) por fin llega
la tragedia y el misterio, y la Octava (la Grande en
Do) es un impresionante reto de intensidad y volumen
con fines retóricos; Minkowski apenas utili-
za en esta última cambios agógicos sino que opta
por fortalecer la orquestación que suena casi bruckneriana
(dispone de cinco contrabajos, dobla las primeras
flauta y oboe junto a los segundos clarinete
y fagot). Hay muchos detalles interesantes en la
interpretación o en los instrumentos utilizados
donde Minkowski se acerca a la tradición sonora
propiamente vienesa (usa un antecedente del oboe
vienés de timbre nasal y mayor volumen similar al
que hoy todavía se utiliza en la Filarmónica de
Viena). Y es que la relación del maestro galo con
la cultura austriaca va en aumento: acaba de ser
nombrado director en Salzburgo de la
Mozartwoche y en mayo próximo debutará al frente
de la Wiener Philharmoniker con la Eroica.
FRANZ SCHUBERT (1797-1828): Integral de sinfonías (4
CDs)
Les Musiciens du Louvre Grenoble. Marc Minkowski, director
(grabado en directo en el Konzerthaus de Viena) / NAI-
VE / Ref.: V 5299 (4 CD) D3 x 2
El padre de la fantasía
Obras orquestales de Sigisvald
von Neukomm, en CPO
José Velasco
He de confesar que la primera obra de este disco
me ha convertido en adepto del olvidado Sigisvald
von Neukomm, uno de los compositores más populares
en su época, y con una vida apasionante.
Salzburgués, alumno de los dos Haydn, triunfó
como director en Viena, San Petersburgo y París,
y debe gran parte de su aventura posterior al hecho
de ser amigo y protegido de uno de los más influyentes
políticos de su tiempo, Talleyrand, quien le
fue poniendo en contacto con la nobleza de toda
Europa, y con quien asistió al Congreso de Viena.
Trabajó durante un lustro en la corte de Brasil y
pasó el resto de su vida viajando sin pausa por toda
Europa y recibiendo homenajes. Falleció con casi
ochenta años y un catálogo de 1265 obras, que
incluye diez óperas y cuarenta y ocho misas.
Además fue el inventor de la fantasía sinfónica,
tres de las cuales, además de una Grande Sinfonie
heroïque, se recogen en este álbum.
Sus obras orquestales beben de Haydn pero
van mucho más allá, como una fusión entre
Schubert y Weber. Abundan en dramatismo, solemnidad
y teatralidad. La Fantasía NV 26 tiene la fuerza
de la obertura Coriolano o de la Trágica de
Schubert, y juega de modo magistral con un potente
tema omnipresente; la Fantasía NV 41 baila con
una fluidez mendelssohniana mientras que la NV
426 ilustra casi cinematográficamente el Paraíso
perdido de Milton. La Sinfonía se abre con un primer
tiempo tan lleno de emoción y aventura como
la obertura de Der Freischütz de Weber, y su Andante
utiliza el famoso coro del Judas Maccabaeus de
Haendel.
Die Kölner Akademie y su director Michael
Alexander Willens están intensos, meticulosos y
entregados, controlando cada crescendo para que
las emociones nos lleguen al punto, hechas pero no
sangrantes. Merece mención especial el extenso e
interesante texto de Bert Hagels que acompaña el
disco.
SIGISMUND NEUKOMM (1778-1858): Fantasías orquestales
Die Koelner Akademie. Michael Alexander Willens, director
/ CPO / Ref.: 777573-2 (1 CD) D2

Otro Paganini,
arco en mano
Conciertos para violonchelo y
orquesta de François Servais
siglo XIX 218 / octubre 2012
Blas Matamoro
Al escuchar estas obras de François Servais me
dije que parecía una especie de Paganini del violonchelo.
Tarde advertí que la observación tiene
dos ilustrísimos predecesores: Berlioz y Rossini,
quienes en su día dijeron más o menos lo mismo.
En efecto, las tres atribuciones paganinescas, siempre
dentro de la familia de los arcos, se dan en el
maestro belga: virtuosismo instrumental, ventolera
romántica y nitidez económica propia de una
mentalidad clásica.
Como valor añadido, vaya lo que dicen los
historiadores de la música instrumental, que tras
la reforma de Boccherini en el siglo XVIII, que
amplió los registros del chelo y multiplicó la facultad
de lectura de la mano izquierda, Servais consiguió
asimismo ensanchar el lenguaje de su
instrumento, especulando con un fraseo más veloz
de la citada mano, los pasajes con cuerda floja y el
uso autónomo del arco.
Aunque más no sea por estos incisos valía la
pena exhumar al Servais compositor. No sólo porque
oímos poner en acto aquellas adquisiciones
sino porque admiramos el arrojo melódico de pleno
romanticismo que exhiben, además de la asimilación
de ritmos populares, la querencia privilegiada
de la variación y el concierto con sus momentos de
ensimismadas y brillosas cadencias.
Desde luego que el compromiso resulta grande
para el solista, es de aquellos de “brilla o revienta”
y Poskin lo resuelve a su favor (y al nuestro,
claro está). El Paganini del chelo abrió el sendero
del romanticismo más decantado donde se inscriben
las obras mayores de Schumann, Saint-Saëns,
Brahms, Dvorák y Elgar. Los virtuosos de la época
–resuena el nombre de Liszt, y el lector lo habrá
oído antes que yo– no se limitaron a deslumbrar a
los públicos con sus diabólicas facultades. También
experimentaron, investigaron, inventaron una vieja
novedad llamada, en este caso, el violonchelo.
FRANÇOIS SERVAIS (1807-1866): Obras para violonchelo y
orquesta (Morceau de concert, op. 14; Fantaisie burlesque
sur le Carnavak de Venise; La Romanesca; Concierto en si
menor)
Didier Poskin, violonchelo. KBS Symphony Orchestra. Patrick
Davin, director / FUGA LIBERA / Ref.: FUG593 (1 CD) D2
El francés que fingía
no serlo
Apasionante recuperación de
obras concertantes de Lalo
José Velasco
Una de las etapas más instructivas para el compositor
Édouard Lalo fue la que pasó como intérprete
y cofundador del cuarteto Armingaud-Jacquard,
especializado en obras de Beethoven y otros autores
alemanes (dato curioso, pues estamos en los
años previos a 1870 y la guerra franco-prusiana).
Francés hasta la médula, no se puede tachar a Lalo
de germanófilo sino de “internacionalófilo”, pues
curiosamente sus obras más exitosas en el campo
orquestal fueron las inspiradas en ambientes “exóticos”,
como la famosa Sinfonía Española, el ballet
Namouna (que fascinó a Debussy) ambientado en
Corfú y del cual aparece aquí extraída una Fantaisie-
Ballet para violín y orquesta; Guitare para violín y
piano, de nuevo sobre tema hispano y que aparece
aquí en orquestación de Pierné, y el Concerto russe,
también para violín y orquesta, que parece
haberse gestado en las músicas orquestales rusas
que Lalo escuchó en la Exposición Universal de
París de 1878.
La colorida sombra de Sarasate planea sobre
toda la obra para violín de Lalo, bien como dedicatario,
bien como inspirador, y ambos papeles
tuvo en la brillante y breve Romance-Sérénade, que
protagoniza, como el resto del disco, Jean-Jacques
Kantorow, violinista ya experto en Lalo. El director
Kees Bakels, al frente de la siempre eficiente
Tapiola Sinfonietta, completa el repertorio con el
Concierto para piano, injustamente olvidado por
su dificultad para el pianista (en este disco el airoso
Pierre-Alain Volondat), al que Lalo, a decir de
los altivos solistas de su tiempo, arropó con una
orquesta excesiva.
Todas las obras aquí recogidas son sensuales,
entretenidas y a veces desenfrenadas, a caballo
entre la suite personalísima para orquesta y el
concierto de lucimiento. Lalo desborda libertad
manifestándose como todo un melódico modélico
a la hora de inspirarse fuera de Francia.
ÉDOUARD LALO (1823-1892): Concierto ruso; Concierto
para piano; Romance-Sérénade; Fantaisie-Ballet; Guitare
Jean-Jacques Kantorow, violín. Pierre-Alain Volondat, piano.
Tapiola Sinfonietta. Kees Bakels, director / BIS / Ref.: BIS
SACD 1890 (1 CD) D3
Para la historia
de la flauta
Obras de Jean-Louis Tulou y sus
discípulos
27
Blas Matamoro
Tal como la conocemos, la flauta data del siglo
XIX. Antes, aun cuando existió una floración de
obras magistrales para ella en las anteriores centurias,
el instrumento cónico de madera contaba
con una solvencia técnica que resultaría hoy bastante
rudimentaria. Fue el muniqués Böhm quien
le dio su consistencia metálica y la forma cilíndrica.
Más tarde, el francés Jean-Louis Tulou (1786-
1865) y su paisano Clair Godfroy perfeccionaron
el ingenio, dotándolo de cuatro llaves y piezas de
oro en sustitución de las aceradas y untadas con
aceite del modelo anterior.
La flauta mereció enseñanzas muy exigentes,
tratados de didáctica y nueva literatura, yendo a las
salas de concierto y a los salones de melómanos con
su repertorio actualizado. Cobró vigor en el volumen
fuerte, conservando la dulzura acariciante
del piano y ahondando los graves. Se trató de que
pudiera cantar como la voz humana y, bajo el imperialismo
de la ópera, se atrevió a saltos amplios y
a coloraturas veloces.
Este compacto recupera la obra de Tulou y
sus discípulos Donjon y Demessermann en toda
la amplitud de sus formas: la sonata, el dúo, la página
breve en forma de romanza o pieza bailable,
las variaciones de bravura sobre melodías conocidas.
Evidentemente, la flauta había dejado de ser
apenas el instrumento orquestal – que siguió siendo,
desde luego– para cobrar la soltura que podrían
exhibir ya el piano y el violín. Un romanticismo
mundano y con toda la elegancia que exige el precioso
instrumento, se pone en escena, canta, evoca,
medita y hasta da pasos de bolero y de vals.
Como valor añadido se cuenta con el hecho
de que tanto Tulou como Godfroy eran fabricantes
de flautas, lo que prueba, junto con la tarea de
otros colegas que construían pianos o violines, la
importancia que estos artesanos y comerciantes
han tenido en la historia de la música.
TULOU Y SUS DISCÍPULOS: La flauta romántica en París
(obras para flauta y fortepiano de Tulou, Mukoyama y
Leininger)
Sarah van Cornewal, flauta. Tomoko Mukoyama, flauta.
Thomas Leininger, fortepiano / PAN CLASSICS / Ref.: PAN
10270 (1 CD) D2

28 di v e r di siglo XIX / siglo XX
Cuando Widor quiso
ser Wagner
Sinfonías de Widor para órgano
solo y con orquesta, en CPO
Juan Manuel Viana
A la reputación póstuma de Widor no le ha beneficiado
en modo alguno ese halo de músico oficial,
académico y no poco conformista que acompañó
buena parte de su brillante y muy dilatada carrera
musical. Titular del órgano parisino de San Sulpicio
durante 63 años, sucesor a la muerte de Franck en
1890 de sus clases de órgano en el Conservatorio,
maestro de Vierne, Tournemire y Dupré y gran virtuoso
del instrumento, la amplísima obra de Widor
contiene mucho más que piezas organísticas aunque
fuera solo esta parcela, relativamente escasa,
de su producción la que le otorgara fama en vida.
Estrenada a finales de 1894 en el concierto
inaugural del Victoria Hall de Ginebra, la Sinfonía
nº 3 op. 69, primera composición original para órgano
y orquesta de su autor, se sitúa en descendencia
de la celebérrima Sinfonía nº 3 “Con órgano” de Saint-
Saëns, publicada ocho años antes. Como ésta, se articula
en dos movimientos divididos a su vez en varias
secciones, si bien la parte solista adquiere un papel
más protagónico e individualizado. Un éxito fulgurante
acompañaría a la obra por toda Europa y
solo el inicio de la Gran Guerra enterraría su recuerdo
hasta hoy.
La monumental Sinfonía VII para órgano solo
de 1887, que aquí se beneficia de la majestuosa sonoridad
del gran Cavaillé-Coll de la abadía de St. Ouen
de Ruán, revela como pocas obras de Widor el enorme
impacto que la obra de Wagner –“el mayor innovador
de nuestro tiempo”– ejerció sobre el músico
de Lyon desde que éste acudiera a Bayreuth en 1876
a presenciar el estreno mundial del Anillo. Christian
Schmitt, uno de los más destacados organistas alemanes
de su generación, y Stefan Solyom en el podio
de la Sinfónica de Bamberg revalidan el éxito de ese
otro notable registro widoriano en el que, hace tres
años, exhumaban la Sinfonía op. 42b junto con la
Sinfonía Sacra. Un merecido homenaje, sin duda,
para quien vino a Madrid a poner la primera piedra
de la Casa de Velázquez, inaugurada en su presencia
en 1932.
CHARLES-MARIE WIDOR (1844-1937): Sinf. de órgano,vol. 2
Christian Schmitt, órgano. Konzertsaal der Bamberger
Konzerthalle. Bamberger Symphoniker. Dir.: Stefan Solyom /
CPO / Ref.: 777678-2 (1 CD) D2
En las fuentes
del glamour
Una gran recopilación lírica
de Victor Herbert, en NWR
Blas Matamoro
En 1886 Victor Herbert llegó a Nueva York, donde
fue uno de los fundadores de la comedia musical
americana y vivió hasta el final 1924. La causa
parece fortuita. Se había casado con una soprano
que debía actuar en la ciudad y él, por tal motivo,
incorporarse como chelista de la orquesta. No era
su primera singladura. Nacido en Dublín en 1859,
en 1862 se trasladó con su madre apenas viuda a
Londres, en 1866 la familia –sumado un segundo
marido– se instaló en Stuttgart, donde Victor estudió,
empezó a mostrarse como brillante solista de
violonchelo y desde donde excursionó a Viena. Allí
conoció a la soprano y vemos con qué resultados.
No doy estos datos por gusto de acumular
sino para ir perfilando al personaje: cosmopolita,
hábil en distintos campos de la composición
(orquesta, concierto, voz, chelo con piano), capaz
de sumar vertientes: su tierra natal, su catolicismo,
su formación de teutónica exigencia, la Viena
de las operetas. Todo ello puede examinarse, en
pequeño formato, a través de la presente colección
antológica, que cuenta con, nada menos, 102
piezas.
Basta examinar el sumario para advertir que
Herbert fue un músico prolífico y variado. El centro
de su obra son sus 46 operetas, de las cuales
se han extraído arreglos en forma de canciones de
sus más afortunados números. Pero también hay,
en este panorama vocal herbertiano, obras de entonación
popular, cantos patrióticos irlandeses, Lieder
con su carisma de obligada severidad (siete series
llevan poemas en alemán), una ringlera sobre versos
del gran Swinburne y los números que nos llevan
a la escena chispeante, pintoresca, sentimental
y siempre melodiosa, muy melodiosa, endiabladamente
melodiosa, glamurosamente melodiosa de
sus títulos más codiciados en el ramo: Bebé en el
País de los Juguetes, Los bardos de Irlanda, Cielo arriba,
La canción del sueño y sus numerosas intervenciones
en las revistas de la compañía Ziegfeld
Follies.
VICTOR HERBERT (1859-1924): Collected Songs (4 CDs)
Marnie Breckenridge, George Dvorsky, Sara Jean Ford,
Steven LaBrie..., piano / NEW WORLD RECORDS / Ref.:
80726-2 (4 CD) D10 x 4
Un albacea para el
canon
El magno Concierto para violín
de Max Reger, por Ulf Wallin
Blas Matamoro
El papel de Max Reger en la historia de la música
podría considerarse como el del albacea en una sucesión
testamentaria. De algún modo, la música canónica
de géneros y formas, que el romanticismo
cuestionó pero a la que se acabó acogiendo, esa
música, durante el siglo veinte, ha terminado de
desvincularse de aquel canon genérico-formal. Acaso
advirtiendo lo que se venía y viendo que se componían
unas partituras llamadas sinfonías, por ejemplo,
que de sinfonías nada tenían, Reger decidió
emitir el clásico “hasta aquí hemos llegado” y ser el
último músico del siglo XIX, es decir el último músico
de la música organizada durante el barroco.
He dejado fuera de la cuestión a Wagner, autor
de unas óperas irreconocibles como óperas en nombre
de un género abierto –incluso en el orden tonal–
llamado drama musical. Lo he hecho porque Reger
no se interesó por el teatro musical. En cambio sí
por la música para solistas como es el caso de este
monumental concierto con violín y orquesta, estrenado
en 1908 por Henri Marteau bajo la dirección
de Arthur Nikisch en la venerable sala leipziguiana
de la Gewandhaus.
¿Pensó Reger en que el artículo testamentario
del gran concierto para violín debía invocar las obras
comparables de Beethoven y Brahms? No cito la
magnífica y sí también comparable de Jesús de
Monasterio, pues la sospecho ignorada por Reger.
De todos modos, el albacea actuó correctamente y
construyó el grande y condigno edificio.
Ciertamente, el siglo XX ha conocido intentos
similares como los de Sibelius y Elgar por no incluir
en la lista a Schönberg, Shostakovich y Berg, pertenecientes
a un lenguaje ya no decimonónico. En
todo caso, el finés y el inglés actuarían como albaceas
auxiliares. Es que el canon es mucho canon
como para un solo cuerpo. Juzgue quien escuche la
elaborada, ambiciosa y equilibrada partitura regueriana
y cómo se las arregla el solista Ulf Wallin para
poner la difícil faena a su disposición.
MAX REGER (1873-1916): Concierto para violín; Aria para
violín
Ulf Wallin, violín. Muenchner Rundfunkorchester. Ulf
Schirmer, director / CPO / Ref.: 777736-2 (1 CD) D2

Querido Gabriel
siglo XIX / siglo XX 218 / octubre 2012
Los dos cuartetos con piano de Fauré
protagonizados por Eric Le Sage, en Alpha
Joaquín Martín de Sagarmínaga
Cuántas notas han llovido en España desde que Gabriel Fauré era un autor semioculto, casi un clandestino,
del que apenas se programaba su atípico Réquiem, una de las rarísimas piezas del genero (¿junto
a la de Dvorák?), que prescinde de las Trompetas de Jericó. Como músico me gusta bastante más
que Saint-Saëns, su gran contemporáneo, más irregular, colega ilustre y compañero de empeños en la
Sociedad Nacional de Música de París, en la que tanto tuvieron que ver.
A Fauré lo he adorado desde antaño, a menudo con pasión. De su música me gustaba sobre todo
el lado refinado y culto. Monsieur Gabriel era un elitista y, ¡qué diablos!, a quién no le gusta serlo de vez
en cuando. En otro tiempo, había que buscar sus grandes o en apariencia ignotas obras accediendo a
tiendas raras o foráneas, tan lejanas como el decimocuarto Olimpo. Hoy, en cambio, ¡cualquier cristiano
ha escalado centenares de veces e1 monte Naxos, vehículo de nutriente savia informativa a la par
que masivo océano innavegable! Como dijo el gran crítico literario Steiner sobre Borges, algo se ha perdido
irremisiblemente con la difusión tan masiva de sus escritos. Pues bien, algo similar ha podido suceder
con algunos pentagramas faureanos, aunque ¿todavía? se pueda buscar un poco de oro oculto en
su único Cuarteto de cuerda, cumbre de toda su producción camerística, en el lento de la Sonata nº 2
para violín o en su ciclo de canciones El horizonte quimérico.
Este disco contiene sus dos Cuartetos con piano, ambos de la década de 1880. Su enlace es la belleza,
el caballo del que Fauré jamás se apeó. El primero cursa con dulzura gran parte del tiempo, y su
lozanía favorece un inagotable discurrir melódico. Su Scherzo, sin ser ni siquiera el mejor fragmento
de la pieza, está lleno de figuras deliciosas, que sugieren cierta circularidad. El segundo de ellos, más
austero y despojado, tiene bastantes más meandros que lo hace más atractivo a la larga y tarda más que
el otro en entregar sus secretos.
El sello Alpha con un conjunto sin nombre común ofrece una versión muy notable, sin duda ducha
al traducir unas estructuras tan refinadas, casi helénicas, y en ocasiones de coloración cenicienta en su
caso muy atractiva. Yo había oído a muy pocos grandes pianistas faureanos: al propio autor en una grabación
de una barcarola (han pasado cien años, creo), a Long, a Hubeau y, sobre todo, a Casadesus.
Confieso que un segundo antes de oír al pianista mi rostro era una luna tétrica y sentía acaso pavor,
pero Le Sage me sorprendió por su estilo y porque es un as en las gradaciones dinámicas. En cuanto
a los demás artistas, a uno le gusta un Fauré algo más ablandado, pero son estupendos y se ganan muy
bien sus alubias y su azuki el violinista japonés.
GABRIEL FAURÉ (1845-1924): Cuartetos con piano (Música de cámara con piano, vol. 2)
“A Fauré lo he
adorado desde
antaño, a menudo con
pasión. De su música
me gustaba sobre
todo el lado refinado
y culto. Monsieur
Gabriel era un elitista
y, ¡qué diablos!, a
quién no le gusta
serlo de vez en
cuando.”
Eric Le Sage, piano. François Salque, violonchelo. Lise Berthaud, viola. Daishin Kashimoto, violín / ALPHA / Ref.: ALPHA 601 (1
CD) D2
Al aire libre
Una extraordinaria muestra de la
obra camerística de Koechlin
29
Juan Manuel Viana
Los ensembles Initium (vientos) y Contraste (cuerdas
y teclados) han sumado fuerzas para alumbrar
el que probablemente sea el mejor registro dedicado
a la obra de cámara de Koechlin aparecido en los
últimos años.
Las dos etapas de la prolífica carrera del músico
parisino en este terreno, separadas en torno a
1923, están representadas aquí. En primer lugar,
esa obra maestra absoluta que son sus Paysages et
Marines (1916), instrumentación para piano, flauta,
clarinete y trío de cuerdas de la pieza del mismo
título escrita para piano poco antes. Bastaría
escuchar ambas versiones –la pianística la han grabado
Deborah Richards (CPO, 1991) y Michael
Korstick (Hänssler, 2007)– para constatar que los
elogios que Koechlin ha suscitado siempre como
extraordinario orquestador no son gratuitos. La
sutileza tímbrica del autor convierte a cada una de
estas doce piececitas en encantadores micropaisajes
rebosantes de imágenes, evocaciones y sugerencias
solo insinuadas –bastaría con escuchar esa
joya que es Promenade vers la mer– en la primigenia
escritura pianística. La melancolía virgiliana y
el carácter pastoral de algunas de estas coloreadas
viñetas dominan también el límpido discurso del
Septuor à vents (1937), dedicado al musicólogo belga
Paul Collaer, gran defensor de su obra. En las
Deux Sonatines (1942-43) Koechlin adopta un tono
arcaizante subrayado por la curiosa instrumentación
(oboe d’amore, flauta, clarinete, sexteto de
cuerda y clave) y la adopción de antiguos ritmos de
danza como la siciliana o la pavana, sin renunciar
por ello a una expresividad genuinamente romántica
que muestran sin disimulo los movimientos
lentos de ambas partituras. Concebida un año antes
como sonata para oboe y clave, la Sonate à sept para
clave, flauta, oboe y cuarteto de cuerda confirma
que en 1949 las fuerzas creadoras del ya octogenario
Koechlin seguían intactas. En definitiva, un
nuevo acierto que suma Timpani a su ya indispensable
catálogo de música francesa del siglo XX.
CHARLES KOECHLIN (1867-1950): Obras para ensembles
Ensemble Initium. Ensemble Contraste / TIMPANI / Ref.:
1C1193 (1 CD) D2

32 di v e r di siglo XIX / siglo XX
Un Casals desconocido
Columna Música publica la integral pianística del genial violonchelista
catalán por Jordi Camell
En la mente de cualquier aficionado, Pau Casals es
el rey del violonchelo. “Quien no ha escuchado
nunca a Pau Casals –decía Furtwangler– no sabe
como puede sonar un instrumento de cuerda. Esta
síntesis de belleza material y de espiritualidad es
única”. Y, sin embargo, el Casals niño de El Vendrell
(Tarragona), aprendió pronto a tocar otros instrumentos,
entre ellos el piano y el órgano. Por supuesto,
el violonchelo seguía siendo favorito, y más
cuando a los doce años de edad inició el estudio
sistemático de este instrumento con el violonche-
lista José García y los de composición con el profesor
Rodoreda, un apasionado del chelo. Cinco
años después, cuando había obtenido un primer
premio en la barcelonesa Escuela Municipal de
Música, acude a Madrid con una carta de recomendación
de Albéniz al conde de Morphy, ilustre
musicólogo y filarmónico que había sido
preceptor del rey Alfonso XII y en 1893 era consejero
privado de doña Maria Cristina, la reina
viuda, en ese momento Reina Regente. Morphy
y la Reina acogerán a Casals con entusiasmo y le
otorgarán una beca para estudiar en el
Conservatorio con Jesús de Monasterio y Tomás
Bretón violín, música de camara, composición….
Pau Casals se convertiría pronto en un genio
del violonchelo, hasta el punto de que todo un
Edvard Grieg dijese: “Pau Casals no interpreta,
resucita”. En Madrid, su relación en el
Andrés Ruiz Tarazona
Conservatorio con algunos pianistas, la amistad
con Albéniz, que vive por entonces en la capital
española y estrena su zarzuela San Antonio de la
Florida en Apolo, le inclina a componer piezas
para piano. Y tiene razón Francesc Cortés, autor
de las notas del disco que comentamos, donde se
recoge la integral de las piezas para piano de Casals,
al decirnos: “La singularidad de estas obras nos
lleva a creer que Casals bebió unas fuentes distintas,
que leía y tomaba como referencia un repertorio
pianístico poco habitual en tierras catalanas,
o que de joven debió recibir unos consejos que le
animaron a tomar un camino poco usual en
Cataluña”. Tampoco lo era en Madrid, ciudad que
vivía cuando compuso la mayor parte del disco.
Pero la cercanía a personas como Bretón, Albéniz,
Morphy o la misma reina María Cristina, con la que
solía tocar el piano a cuatro manos, le alejaron de
la música de salón. En estas piezas juveniles tocadas
con la delicadeza y musicalidad implícitas en
ellas por el pianista catalán Jordi Camell, encontramos
influencias de Chopin en las dos mazurcas,
o de Mendelssohn en la Romanza sin palabras “tempo
giusto”, pero late en todas ellas el talante meditativo
e intimista que siempre desprendían sus
interpretaciones al violonchelo. Y eso se aprecia
incluso en otras piezas aquí recogidas, de años
posteriores, 1935, 1942, 1943, 1946 y 1955, algu-
“En estas piezas juveniles tocadas con la
delicadeza y musicalidad implícitas en ellas por
el pianista catalán Jordi Camell, encontramos
influencias de Chopin o de Mendelssohn, pero
late en todas ellas el talante meditativo e
intimista que siempre desprendían sus
interpretaciones al violonchelo.”
nas donde se abre paso el espiritu de Bach. Jordi
Camell incluye además en el disco unas variaciones
suyas sobre cierto tema (“Cor de pastors”) de
Casals recogido en esta grabación.
En resumen, un cedé delicioso que amplia la
visión del Casals compositor sobre el teclado. Y
además se trata de obras desconocidas, depositadas
en el Museu Pau Casals y entregadas a Camell
por su directora Nuria Ballester. Todo un acierto
que da más valor al catálogo de Columna Música.
PAU CASALS (1876-1973): Integral de la obra para piano
(Colección Pau Casals, vol. 1)
Jordi Camell, piano / COLUMNA MUSICA / Ref.: 1CM 0284
(1 CD) D2
Recuperando a un
patriarca
Obras de cámara del argentino
Constantino Gaito
Blas Matamoro
La obra del argentino Constantino Gaito es conocida,
parcialmente, en su país, en especial como uno
de los fundadores del nacionalismo musical e iniciador
de un repertorio de óperas y ballets con
temas nativos como, entre las primeras, Ollantay,
La sangre de las guitarras y Lázaro donde incluye,
con carácter excepcional, un tango. Entre los segundos,
La flor del irupé. Gaito fue, además, didacta,
director de orquesta, organizador de sociedades y
administrador de teatros. En su juventud vivió en
Europa donde trató a Saint-Saëns, Busoni y
Massenet, asistió a ensayos de Toscanini y hasta
recibió el estímulo de Verdi.
Su obra abarca todos los géneros y tiene una
época universalista, que corre hasta 1920 y otra,
decididamente nacionalista. Este compacto, que
cuenta con el auspicio de la cancillería argentina,
ha sido obra, en buena medida, de su bisnieta
Agustina Herrera, la pianista actuante, quien cumplió
la necesaria tarea de establecimiento de partituras,
aseo y edición. Así se recuperan estas tres
producciones del maestro, donde se advierten sus
características excelencias: finura armónica, melodismo
genuino y de amplia entrega latina y sentimental,
economía impecable de las construccioens
y un buen juego de contrastes y variantes. La huella
de la camarística francesa –digamos César
Franck– es evidente pero no está servida con epigonismo
sino que tiene cuño personal. Si bien pertenecen
al mundo de su cosmopolitismo, es
imposible, en el primer movimiento de la sonata
para chelo y piano, no oír momentos de tango en
contratiempo como lo harán luego músicos del
ramo, Piazzolla y Fresedo entre otros. Y al final del
quinteto, ese doble ternario, descendiente del fandango
andaluz ¿no es un bravío malambo de las
pampas que más tarde tanto juego dará a
Ginastera?
CONSTANTINO GAITO (1878-1945): Obras de cámara para
piano y cuerdas
Agustina Herrera, piano. Sarastro Quartett / CPO / Ref.:
777514-2 (1 CD) D5

El rey (destronado) de
Altona
Segunda sinfonía de Felix Woyrsch,
en CPO
siglo XIX / siglo XX 218 / octubre 2012
Juan Manuel Viana
Nacido el mismo año que Mahler y fallecido uno
antes que Webern, Felix Woyrsch fue otro más de
los muchos compositores a los que la fulminante
reacción antirromántica producida tras la Segunda
Guerra Mundial relegó al baúl de los recuerdos del
pasado musical austro-alemán. Originario de
Troppau (Opava, al norte de Moravia) pero establecido
desde joven en Altona (entonces una de las
mayores ciudades de Schleswig-Holstein, hoy un
barrio de Hamburgo), Woyrsch repartió su actividad
musical entre la composición, el órgano, la dirección
de diversas sociedades corales y la fundación y
dirección de conciertos sinfónicos que harían de él
uno de los músicos alemanes más respetados de su
tiempo.
Cercano al alcalde socialdemócrata de Altona,
Woyrsch hubo de abandonar la dirección de la
Altonaer Singakademie ante el avance del nacionalsocialismo.
Retirado oficialmente, consagraría su
última década de vida a la composición. Aunque
esencialmente autodidacta, Woyrsch confesó haber
aprendido con los mejores maestros: contrapunto con
Palestrina, composición con Beethoven y orquestación
con Berlioz. Casi sin excepción, su música instrumental
se desarrollaría a partir de 1905, durante
la tercera fase de su carrera creadora, tras consagrar
sus esfuerzos primero a la ópera y, en torno al cambio
de siglo, al oratorio. En la Segunda de sus seis
sinfonías numeradas, fechada en 1914 y de fuerte
impronta brahmsiana, Woyrsch combina con acierto
los acentos dramáticos o heroicos, presentes en
los movimientos extremos, con secuencias de encendido
lirismo como ese precioso “Sehr langsam und
getragen” en el que la delicada ambientación pastoral,
realzada por numerosos solos de los vientos, no
oculta sutiles reminiscencias de Beethoven, Wagner
y Mahler. Como buen romántico, la vena programática
de Woyrsch explota con fuerza en la otra
obra del registro, una apasionada (y magistral) obertura
Hamlet (1912) cuya sensualidad y arrebato hubieran
entusiasmado a Tchaikovsky.
FELIX WORYSCH (1860-1944): Sinfonía nº 2; Obert. "Hamlet"
Oldenburgisches Staatsorchester. Thomas Dorsch, director /
CPO / Ref.: 777744-2 (1 CD) D2
La estirpe de Mahler
La mezzo Virpi Räisänen y su
tour liederístico por el siglo XX
José Velasco
Aunque ha representado esporádicamente óperas
de Haendel, Gluck y Offenbach, la mezzo finlandesa
Virpi Räisänen, es toda una figura dentro del
circuito de la música contemporánea. Ha cantado,
estrenado y sido dedicataria de multitud de obras
de vanguardia, pero aquí viaja un poco hacia atrás
en el repertorio junto a la pianista Marita Viitasalo
(habitual acompañante de Soile Isokoski) y nos
presenta su primer recital discográfico de Lieder,
con un esclarecedor recorrido por la herencia vocal
de Mahler, en una especie de línea sucesoria de su
estilo, a través de una muy acertada selección de
canciones y compositores.
Con su translúcida densidad vocal, Räisänen
nos demuestra que la distancia entre las canciones
de juventud de Mahler y Berg es a menudo imperceptible,
y que a primera vista hay canciones que
no sabríamos bien a cuál de los dos atribuir con
seguridad; e igual sucede entre Berg y las piezas de
cabaret de su maestro Schoenberg, pues en el fondo
todos nadan en el postromanticismo vienés.
En las Fábulas de Shostakovich está divertida y
franca, y en las nanas de Britten despliega una sensibilidad
a veces cargada de malicia.
La voz de Räisänen no es especialmente bella,
pero sorprende al convertirse en un perfecto instrumento
de expresividad gracias a su manejo y
sabiduría. Tiene el tipo de voz al que nos tiene
acostumbrados la lírica vanguardista: angulosa,
delgada, nerviosa y punzante, semejante a pulsaciones
del piano (la primera canción suena casi
como un dúo a cuatro manos). Sin embargo abunda
en sabrosos dejes alla antiqua que nos remontan
inconscientemente a maestras como Christa
Ludwig (con su vibrato controlado pero presente)
o Schwarzkopf (con sus wolfianos saltos en la escala),
y convierten el disco en una experiencia muy
fructífera para el oyente que va siguiendo los textos.
VIRPI RÄISÄNEN: El legado de Mahler (canciones de
Mahler, Berg, Schoenberg, Shostakovich y Britten)
Virpi Räisänen, mezzosoprano. Marita Viitasalo, piano /
ONDINE / Ref.: ODE 1208-2 (1 CD) D2
33

34 di v e r di siglo XX
Shostakovich
arrollador
Segundo disco de Meta4 en
Hännsler Classic
Pablo-L. Rodríguez
Resulta infrecuente que un conjunto clásico actual
labre su prestigio primero en la sala de conciertos
y después en las tiendas de discos. En octubre de
2006, y dentro del XV Liceo de Cámara, que comenzaba
por entonces a dirigir (y revitalizar) Luis Gago
con un sugerente monográfico titulado “La huella
de Bach”, se presentó por vez primera en España un
joven cuarteto finés llamado Meta4 cuyo impresionante
debut con obras de Mozart, Shostakovich,
Webern y Beethoven lo convirtió en uno de los cuartetos
favoritos de público y crítica; prueba de ello
es que prácticamente no han faltado desde entonces
a su cita en el liceo camerístico madrileño. A
pesar de que en 2006 ya poseían como conjunto el
primer premio del Concurso Internacional
Shostakovich para Cuartetos de Moscú o en 2007
vencieron en Viena en el Concurso Internacional
Joseph Haydn de Música de Cámara, no han tenido
ninguna prisa en comenzar su carrera fonográfica;
lo hicieron en 2009 en Hänssler Classic con un
disco sensacional dedicado a Haydn y continúan
ahora con este nuevo lanzamiento dedicado a
Shostakovich. De hecho, la última obra del mismo,
el Séptimo cuarteto Op. 108, permite recordar el
referido debut de 2006, pero también mostrar el
acercamiento completamente desinhibido y descarnado
a Shostakovich que exhiben, donde la arrolladora
transparencia del conjunto y control del
vibrato de clara moda historicista, la perfección en
la articulación, dinámica y fraseo unida a la intensidad
de la música causan verdadero dolor en el
oyente; no recuerdo ninguna interpretación tan
impresionante de esta enigmática, breve y novedosa
partitura que Shostakovich dedicó a modo de
Tombeau a su primera esposa. La misma receta llena
de crudeza y perfección la aplican también a las
otras dos obras; eso sí, con mayores dosis de humor
e ironía pero sin deformar el rictus. Por fortuna, la
crisis no ha terminado todavía con el Liceo de
Cámara y podremos volver a ver al Meta4 en Madrid
en noviembre. Que sea por muchos años.
DMITRI SHOSTAKOVICH (1906-1975): Cuartetos de cuerda
nºs. 3, 4 y 7
Meta4 / HÄNSSLER / Ref.: 98.644 (1 CD) P.V.P.: 17,50 €.-
Variado y novedoso paisaje vocal
Ciclos vocales para voz de bajo y piano de Shostakovich
No es la de la canción la parcela más conocida de
Shostakovich; pero, como en casi todas las demás,
su talento también supo brillar. Escribió para voz
y piano durante toda su vida, desde que tenía 16
años, en 1922, hasta que cumplió los 68, meses
antes de su muerte. El género corrió por tanto en
paralelo a su existencia y las demás obras de su
extensísimo catálogo. Se aprecian en ese desarrollo
distintas épocas, alternancias lógicas en un
compositor que vivió muy pegado a la realidad de
su país y que fue sometido a presiones políticas a
las que hizo frente con inteligencia, adaptándose
a la situación y haciendo en ocasiones de tripas
corazón, pero siempre manteniendo en el fondo
una insobornable autenticidad, que se traducía con
frecuencia en los mensajes más o menos subliminales
que aparecen en casi toda su música.
También en el largo centenar de piezas para
canto y piano, de las que el bajo cantante Fyodor
Kuztnetsov y Yuri Serov nos brindan en este disco
una buena selección: 24 canciones pertenecientes
a cinco ciclos diferentes de muy diverso signo.
Partimos de la mesura meditada, de ancha base
literaria, de las Seis Romanzas sobre versos de Raleigh,
Burns y Shakespeare op. 62. El poema de este último
(Soneto LXVI), en traducción al ruso de
Pasternak, posee una gravedad y un intimismo
bien servidos por una música de corte fúnebre.
Son obras de 1942. Diez años posteriores son los
Cuatro Monólogos sobre palabras de Pushkin op. 91.
Shostakovich barre para casa y hace suya la fuerte
impronta antizarista –es decir, antisoviet– de
los poemas y escribe unas páginas dolientes y concentradas,
en las que la voz llega incluso al grito;
como en la titulada Un fragmento.
En 1954 nacieron las Cinco Canciones sobre
poemas de Dolmatovsky op. 98, un buen amigo del
músico, que subraya el sentido narrativo de las
palabras y utiliza elementos del acervo popular,
recogidos de manera sencilla y genuinamente cantabile,
en un lenguaje que sigue un diatonismo muy
de recibo. Más decididamente humorísticas son
las Cinco Romanzas sobre palabras del Krokodil
Magazine op. 121, de 1965, muy breves, casi epigramáticas.
En Discreción se escucha una parodia del
Dies irae. El disco se cierra con los Cuatro Poemas
del capitán Lebiadkin op. 146, extraídos de Los demo-
Arturo Reverter
nios de Dostoyevski. El compositor, ya en la última
etapa de su vida, desengañado de tantas cosas,
nos da una imagen bastante negra, no exenta de histrionismo,
de esa literatura, que es traducida con
no poco aire teatral y sentido paródico a lo largo
de una escritura esquinada en la voz y en el teclado,
que proporciona algunos problemas de interpretación
al buen cantante que es Kuznetsov.
Se trata, efectivamente, de un bajo cantante,
con irisaciones baritonales, algo corto arriba, con
un re o un mi 3 expelidos con adustez, nada redondos
ni musicales, a medio camino entre la gola y
las cavidades superiores. El timbre es rotundo,
consistente, pero seco, sin armónicos importantes
y embellecedores. Los sonidos salen con frecuencia
fijos, estentóreos, aunque con cuerpo y densidad;
de tal forma que en ocasiones se dificulta una
correcta articulación. Kuznetsov es además un
intérprete tirando a monótono porque siempre
canta en forte o, como mucho, en mezzoforte; pero
hay que reconocerle ciertas capacidades histriónicas,
sobre todo en el ciclo del Krokodil. Por abajo,
hasta el la bemol 1, va bien. No se le plantean
mayores retos en la franja inferior.
DMITRI SHOSTAKOVICH (1906-1975): Ciclos vocales para
bajo, vol. 1
Fyodor Kuznetsov, bajo. Yuri Serov, piano / NORTHERN FLO-
WERS / Ref.: NFPMA 9910 (1 CD) D10

36 di v e r di siglo XX
Encantada con Martin
Excepcional novedad
de Baiba Skride en Orfeo
Pablo L. Rodríguez
¿Qué concierto violinístico podría combinar bien
en un CD con el de Stravinsky? Esta pregunta se
la formuló la joven violinista letona Baiba Skride
(1981) al director Thierry Fischer (1957) en las vísperas
de su nuevo disco para el sello Orfeo. La
opción más habitual había sido el Concierto de
Berg, alguno de Prokofiev o incluso de
Szymanowski, pero la propuesta del director suizo
no ha podido ser más sorprendente: el de su
compatriota Frank Martin. Skride no conocía la
obra pero, tal como ha declarado en una entrevista
podcast a BBC Music Magazine, pronto se quedó
fascinada con su belleza melódica y está decidida
a darlo a conocer por las salas de concierto del
mundo entero; se trata de una composición de 1951
que supone una interesante adaptación contemporánea
del concierto clásico en tres movimientos
y con cadencia para el solista al final del Allegro inicial.
Los resultados de esta estupenda grabación
de Orfeo son parangonables con los que cosechó
otro gran violinista que, al igual que Skride, se enamoró
perdidamente de la obra: Wolgang
Schneiderhan; su grabación monoaural de 1955
en Decca bajo la dirección de Ernest Ansermet
era hasta el momento el registro sonoro de referencia
de la obra. El concierto violinístico de Martin
contrasta aquí con la precisión que exige el de
Stravinsky, aunque en manos de Skride ambos
conciertos encuentran un sorprendente comunión
gracias a la capacidad expresiva y elegancia sonora
que obtiene de su Stradivarius “Ex Baron
Feilitzsch” de 1734; el Aria II de Stravinsky y el
Andante molto moderato de Martin son buenas
muestras de ello. Fischer completa el disco con
obras orquestales de Arthur Honegger (Pacific 231
y Rugby) y Stravinsky (Circus polka); en todas ellas
podemos verificar la calidad del conjunto galés de
la BBC cuyo mandato acaba de ceder este mes de
octubre al danés Thomas Søndergård.
SKRIDE interpreta STRAVINSKY: Concierto para violín y
orquesta en Re; Circus Polka; HONEGGER: Pacific 231;
Rugby; MARTIN: Concierto para violín y orquesta
Baiba Skride, violín. BBC National Orchestra of Wales.
Thierry Fischer, director (grabado entre el 28 y el 30 de
junio de 2011) / ORFEO / Ref.: C849121A (1 CD) D2
¡Eran otros tiempos!
Kempf y Litton en obras para
piano y orquesta de Gershwin
Ignacio González Pintos
Hace sólo unos meses Pablo L. Rodríguez adelantaba
en este mismo Boletín que el disco Gershwin
que ahora nos ocupa podría suponer la culminación
del ideal sonoro que perseguía Andrew Litton
y que nuestro cronista definía como “una mixtura
entre la exuberancia sonora de la Philadelphia
Orchestra de Ormandy y la mordacidad de la
Cleveland Orchestra de Szell”. El disco en cuestión,
espléndido, nos llega ahora para confirmar
aquel pronóstico. Un monográfico que repasa la
obra para piano y orquesta de Gershwin en el que
Litton y su Bergen Filharmoniske vuelven a formar
tándem con Freddy Kempf. Pianista sobrio y mesurado,
Kempf emite un sonido cálido, redondo en
toda la gama dinámica, articulado con limpieza y pulso
flexible. Su discurso destaca por la fluidez, por
la naturalidad con la que se maneja una voz de aire
bienintencionado y gentil. El comienzo del primer
movimiento del Concierto no acaba de dar la verdadera
medida de lo que vendrá: en cuanto el ritmo se
enerva asistimos a un auténtico festival sonoro. La
orquesta deslumbra por su claridad, por su agilidad
y por la fantasía que emana de sus timbres;
Kempf se integra en el conjunto con naturalidad y
precisión, completando un abanico sonoro espectacular.
Admirable el balance conseguido entre piano
y orquesta, del que da cuenta la fabulosa toma
sonora. En la maravillosa Rhapsody in Blue se recupera
la versión original para jazz band, orquestación
que debemos a Ferde Grofé y que anima a la
orquesta a entregarse con más energía todavía a su
vena jazzística, al swing de las maderas, al vibrato y
la exuberancia de los metales, a la fantasía de la percusión...
La fiesta continua con la Segunda Rapsodia,
que sigue la orquestación original del autor de 1931,
y con las Variaciones sobre “I Got Rhythm”. Un ejercicio
trepidante que logra transmitir ese melancólico
encanto, esa elegancia, esa inocencia y ese
particular buen humor que asociamos con
Gershwin... eran otros tiempos!
GEORGE GERSHWIN (1898-1937): Rhapsody in Blue;
Concierto en Fa; Segunda Rapsodia;Variaciones sobre I Got
Rhythm
Freddy Kempf, piano. Bergen Philharmonic Orchestra. Dir.:
Andrew Litton / BIS / Ref.: BIS SACD 1940 (1 SACD) D3
Crónica para
un saxo inquieto
Tres interesantes conciertos del
siglo XX, en Neos
Juan Francisco de Dios
Obviando el amor a primera vista del jazz, la aceptación
del saxofón como vehículo sonoro solvente
ha sido compleja. Quizá la ausencia de grandes
intérpretes ha motivado el retraimiento de los creadores
más incrédulos. El extenso catálogo del
sello Neos nos presenta un buen ejemplo de las
posibilidades del saxo gracias a John-Edward Kelly,
aquí director y solista en un disco de sonido cuidado
e inquieto.
Dispuestos en orden cronológico, Glazunov,
LeFanu y Meyer presentan una tríada de conciertos
en los que descubrimos un instrumento rico en
armónicos, dinámicas y largos vuelos. En su exilio
parisino, Alexander Glazunov (1865-1936) armó
un concierto de ecos tardo-románticos y tímidos
destellos neoclásicos donde sólo un incesante tránsito
modulante habla de una obra de los años treinta.
La labor de Kelly, al igual que con LeFanu, no
se limita al saxo, sino que dirige con gusto al conjunto
holandés añadiendo una actualización y una
cadencia propia que singulariza la versión sobre la
veintena de registros anteriores.
En primera grabación mundial se presentan
los conciertos de la británica Nicola LeFanu (1947)
y del polaco Krzysztof Meyer (1943), obras que
respiran un aire similar gracias al diálogo idiomático
y a un trabajo tímbrico de solvencia. LeFanu
presenta en su Concierto (1989) un juego de contraposición
de módulos motívicos bien definidos
y recurrentes donde el solista elabora líneas líricas
con cuartos de tono. Por su parte, el Concierto op.
79 (1993) surge en el inicio del retorno al pasado
de Meyer. Elogio de la economía temática, pasa
de un estatismo ensimismado a un inquieto y eléctrico
final de brillantes recursos que subrayan la
validez de un instrumento que se ha hecho, gracias
a músicos como Kelly, con un sitio en el imaginario
sonoro actual.
CONCIERTOS DE SAXOFÓN: Obras de Alexandre
Glazunov, Nicola LeFanu y Krzysztof Meyer
John-Edward Kelly, saxo alto. Netherlands Radio Chamber
Philharmonic. John-Edward Kelly y Micha Hamel, directores
/ NEOS / Ref.: NEOS 10910 (1 CD) D1

Manuel Palau: dos conciertos
de un maestro auténtico
Con el apoyo de la Generalitat Valenciana y el
Institut Valenciá de la Música, aparece en la colección
Patrimonio Musical Valenciano un CD que
recoge los dos conciertos de Manuel Palau (1893-
1967), sin duda el más destacado compositor que
la Comunidad Valenciana ha dado en el siglo XX.
Su enorme cultura y magisterio le permitieron
crear una obra vigente en todos los géneros, en la
que junto a composiciones tonales y de estructura
tradicional, encontramos la influencia de un
Debussy y sus poéticas armonías, el politonalismo
e incluso el atonalismo. Todo ello movido por un
sentir artístico que daba preferencia a la sensibilidad
sobre el intelectualismo, aunque en muchas
ocasiones Palau supo conjugar lo romántico con
lo moderno, lo impreciso con el orden más estricto,
herencia de su maestro y gran amigo Maurice
Ravel.
Sus dos conciertos, el llamado “dramático”
para piano y orquesta, y el “levantino”, para guitarra
y orquesta, son obras de madurez, pues datan
respectivamente de 1946 y 1947, aunque este último
fue retocado a comienzos de los años 50, especialmente
el “allegro” inicial, al haber coincidido
la crítica en señalar la excesiva presencia y densidad
de la orquesta.
Tanto el Concierto dramático como el
Concierto levantino son obras posteriores a las
grandes creaciones sinfónicas de Palau, Gongoriana
(1927), Poemes de la llum, Marcha burlesca (1936),
Divertimento y las dos sinfonías, especialmente la
espléndida Sinfonía num. 2 en Re mayor “Murciana”,
donde vuelve a mostrar su amor a la música tradicional
de la franja mediterránea, de la que era un
gran conocedor. Queremos decir con ello que las
dos grandes composiciones de este disco, además
de ser fruto de su magistral última etapa, conservan,
sobre todo el concierto para guitarra, un cierto
perfume nacionalista, en su caso muy elaborado
y sutil.
En el concierto para piano, trazado con maestría
entre el instrumento solista y la orquesta, destaca
el poético movimiento central, oscilante entre
el postromanticismo y la sobriedad raveliana. Es
llamativa la gravedad de la parte melódica en una
siglo XX 218 / octubre 2012
El Dramático para piano, y el Levantino para guitarra,
por excelentes orquesta y solistas, bajo la batuta de Manuel Galduf
Andrés Ruiz Tarazona
época de frívolo y ramplón despliegue nacionalista.
En cuanto al Concierto levantino, pronto compitió
dignamente con el Concierto de Aranjuez,
pues tal como quedó tras los retoques es una obra
maestra que interesó a solistas de la talla de Narciso
Yepes, autor de la cadencia y solista del estreno.
Regino Saenz de la Maza, Andrés Segovia, Alirio
Diaz, Renata Tarragó, Manuel Cubedo, etc, fueron
luego intérpretes que dan idea del valor de esta
obra.
En cuanto al Concierto dramático, tuvo a
Leopoldo Querol, siempre dispuesto a prestar su
arte a lo nuevo, como solista del estreno. Es una
lástima que no se toque con más frecuencia, como
sorprende que haya tardado tanto en grabarse.
Pero la excelente versión de la Joven Orquesta de
la Generalitat Valenciana, con el experto Manuel
Galduf al frente, y los muy competentes solistas,
el pianista mallorquin Bartomeu Jaume y el guitarrista
valenciano Rafael Serrallet, nos resarcen del
injusto olvido del Concierto dramático y vuelven a
corroborar las buenas impresiones que, desde su
estreno, causa el irreprochable Concierto levantino.
Notas al disco muy completas en lo analítico
y en lo histórico, escritas por José Pascual
Hernández Farinós.
Manuel Palau
MANUEL PALAU (1893-1967): Concierto levantino; Concierto
dramático
Rafael Serrallet, guitarra. Bartolomeu Jaume, piano. Jove
Orquestra de la Generalitat Valenciana. Manuel Galduf,
director / INSTITUT VALENCIA DE LA MUSICA / Ref.: PMV
010 (1 CD) D1
37

38 di v e r di siglos XX & XXI
Cuatro guitarras
misceláneas
Un atractivo recital salzburgués
de obras contemporáneas
Javier Suárez-Pajares
Un ensayo de Luis Lles prologa este disco y proclama
que el mundo, definitivamente, es de los
valientes, y valientes son los cuatro mosqueteros
que, guitarra en mano, entraron un día de 2009 a
tocar en la sala Solitär del Mozarteum para salir,
aparentemente, después del concierto, con un disco
grabado… incluidos aplausos, que eso anima
mucho. Y el repertorio era exigente y misceláneo,
lo que hace honor al nombre del cuarteto,
Miscelanea Guitar Quartet, fundado en 2007 por
estudiantes de la Universidad Mozarteum. Bien
es cierto que jugaban en casa y la entrega del público
lo demuestra, pero también es cierta su implicación
en la interpretación de unas obras difíciles
y su entusiasmo para mostrar mucho de lo que
cuatro guitarras y cuatro guitarristas pueden hacer
en forma de una especie quimérica de instrumento
cuatricéfalo.
No se me escapan las reservas atávicas a los
grupos de guitarras (Berlioz el primero), pero a
mí me interesa la manera en la que este instrumento
pugna consigo mismo, la forma en la que se anula
el preciosismo de su timbre cuando confluyen
dos guitarras distintas: salvo que se llegue al entorno
difuso de la identidad, a menor diferencia,
mayor discordia, un principio quizá no tan obvio
en el universo tímbrico como en el armónico. Tal
vez por eso, para los repertorios de música tonal
que quieren guitarras que funcionen en perfecta
concordia, se tiende a buscar instrumentos gemelos;
pero para repertorios como éste, en el que
Leonardo Balada es el decano y el benjamín, Marios
Joannou Elia –responsable del divertido cierre del
programa–, apenas ha cumplido los 35 años, la
miscelánea variedad de los instrumentos añade un
plus de interés al cuarteto. Además de los Apuntes
de Balada y dos obras de Bogdánovic –interesantes
como su música para guitarra sola–, queremos
destacar, y mucho, por su concepto, su efecto y su
buena interpretación los tres movimientos que
forman Atempause de la japonesa Mayako Kubo.
MISCELANEA GUITAR QUARTET: Obras para cuarteto de
guitarras de Balada, Bogdanovic, Roumain...
Miscelanea Guitar Quartet / ARSIS / Ref.: ARSIS 4235 (1 CD)
D2
Los ecos de la memoria
La obra coral a cappella
de Valentin Silvestrov en ECM
Los responsables de ECM parecen haber encontrado
en la figura de Valentin Silvestrov (Kiev,
1937) a uno de sus compositores fetiche, ya que
con la publicación de este compacto el número de
referencias en su catálogo dedicadas a la obra del
ucraniano asciende a siete. Coincidiendo con la
celebración del 75º aniversario de Silvestrov, se
presenta ahora el álbum titulado Sacred Songs,
gemelo del anterior Sacred Works (2010) y que, al
igual que aquel, está dedicado a la obra coral a cappella
del autor, en este caso a la compuesta entre
los años 2006 y 2008. Como en aquella ocasión,
Silvestrov, a pesar de ser un creador ligado a su
tiempo, tampoco abre una sima infranqueable con
el legado de su pasado, y conjuga de manera personalísima
los elementos propios de la tradición
litúrgica ortodoxa con su novísimo lenguaje, partiendo
siempre de una premisa estética fundamental:
su enraizamiento con el silencio preexistente,
inicio y fin de su planteamiento estético. En este
sentido, se entremezclan aquí la quietud del espacio
acústico –el imponente Monasterio de San
Miguel de las Cúpulas Doradas de Kiev– con la
antiquísima memoria en forma de textos litúrgicos,
llegados a Ucrania hace más de un milenio; las
inflexiones de la música conforman el cuerpo sonoro
de la palabra y se suceden como imitación al
repique de las campanas, un elemento indispensable
en la Liturgia Ortodoxa. Así, las voces del coro
resuenan en forma de ecos sucesivos cuya intensidad
decae en el espacio sonoro, como respuestas
ajenas a cualquier conclusión armónica, siempre
cambiantes, porque el aliciente principal de esta
música reside en su continua escucha, sin imponer
límite alguno a la experiencia auditiva. El coro de
cámara de Kiev y su director Mykola Hobych,
impulsores y dedicatarios de estas embelesadoras
obras, son también sus mejores intérpretes.
VALENTIN SILVESTROV (1937): Canciones sacras
Urko Sangroniz
Kiev Chamber Choir. Mykola Hobdych, director / ECM
RECORDS / Ref.: ECM 2279 (1 CD) D1
Weinberg para vientos
Sus sonatas y otras piezas
camerísticas en CPO
Stefano Russomanno
El sello CPO redobla su apuesta por la producción
camerística de Weinberg. Se reúnen aquí cuatro
páginas de dispar cronología, hermanadas por
la presencia en su plantilla de un instrumento de
viento. A fechas tempranas remiten la Sonata para
clarinete y piano y las 12 Miniaturas para flauta y piano,
ambas de 1945. La primera es una página de
indudable valor, articulada en una sucesión de tres
movimientos progresivamente más lentos, imbuida
por un lirismo apacible aunque infiltrado por
ecos melancólicos y a veces grotescos, con utilización
de acentos de la música klezmer. Menos ambiciosas
pero igualmente eficaces, las Miniaturas
documentan la amplia paleta expresiva del compositor
y la variada búsqueda de interrelaciones entre
la flauta y el piano.
La Sonata para fagot solo forma parte de la
última producción del músico (1981) y se inscribe
en su interés por la escritura para instrumento
solo. Sin embargo, los cuatros movimientos de
esta página suenan abstractos y algo prolijos y, a
pesar de explorar minuciosamente las múltiples
vertientes del fagot, no igualan el logro de sus sonatas
para viola sola, por poner un ejemplo. La Sonata
para flauta, viola y arpa, también obra postrera
(1979), es en cambio una partitura del máximo
interés, una de las más valiosas creaciones de cámara
de Weinberg fuera del ámbito de los cuartetos
de cuerda, que conforman lo más valioso de su
catálogo en ese apartado. A pesar de su plantilla
“debussysta”, la tímbrica es opaca, el tratamiento
del discurso musical más horizontal que vertical
y la atmósfera refleja un talante pesimista que
recuerda en ciertos aspectos la Sonata para viola
y piano de Shostakovich. Las versiones son primorosas.
MIECZYSLAW WEINBERG (1919-1996): Música de cámara
para vientos
Elisaveta Blumina, piano. Wenzel Fuchs, clarinete. Henrik
Wiese, flauta. Mathias Baier, fagot. Nimrod Guez, viola. Uta
Jungwirth, arpa / CPO / Ref.: 777630-2 (1 CD) D5

40 di v e r di siglos XX & XXI
Eco de jardines
cristalinos
Niwa: mágicas creaciones
de Ramón Humet
Juan Francisco de Dios
El sello Neu Records asumió, hace poco más de un
año, el compromiso de ofrecer un producto de
exquisito cuidado y calidad. Aquí está Niwa. Se
trata de un trabajo en el que continente y contenido
justifican no solo la adquisición sino el pausado
y satisfactorio disfrute de su propuesta. Desde
el diseño del estuche al brillante trabajo de producción
con posibilidades de HD y 5.1, este disco
engrandece el placer de la escucha y revaloriza el
mero concepto del registro sonoro, consolidando
una nueva vía de pervivencia para el formato físico.
Pero nada de esto sería válido si la propuesta
sonora no guardase coherencia con el compromiso
técnico. Y es que la obra de Ramón Humet tiene
mimbres de música grande. Su universo personal
supera de inmediato los réditos cageanos y orientalizantes
para zambullirse en un mundo de resonancias,
timbres y silencios meditativos. Tres obras
liberan este caudal de ecos cristalinos siguiendo una
secuencia lógica. Quatre jardins zen (2008) elabora
materiales cuyo desarrollo cimbrea entre el color
y la solución de problemas estructurales desde la
percusión. Un trío de violín, cello y piano se suma
a los anteriores en Jardí de haikus (2007), meditación
sonora compleja estructuralmente y deslumbrante
auditivamente que elabora sensaciones,
extremo que restalla en Pètals (2009), donde el trío
asume en solitario el reto de refundar ecos y espacios.
Desde un haiku clásico emerge una obra de
inusitada verticalidad y riqueza lingüística que
sitúa a Humet entre los compositores más atractivos
de la actualidad. Tres espacios de silencio se
reservan para nuestra meditación sobre la escucha.
Le gusten los jardines o no, los ecos o no, si
se ensimisma con un atardecer o no… Si ama la
música y sus infinitas sensaciones, Niwa.
RAMÓN HUMET (1968): Niwa: Quatre jardins zen, Jardí de
haikus, Pètals
London Sinfonietta. Nicholas Collon, director (Primera
Grabación Mundial) / NEU RECORDS / Ref.: NEU 0002 (1
CD) D2
TURNing the pAGE (pasando página)
Tercer (y último) monográfico del gran Turnage en LPO
Aunque cumplió los cincuenta en 2011, Turnage
sigue siendo para algunos una joven promesa de la
música británica. No se lo reprochemos. Entre
esas camisas por fuera que gasta y el tupé patilludo
a lo Quadrophenia es normal que le tomen por
un j.a.s.p. Pero basta con escuchar su última música
para encontrarle las arrugas y los callos de la
madurez artística. Puede que el machacar los discos
de Led Zeppelin y haber liberado definitivamente
a ese diablillo del jazz que le come por dentro
hayan tenido mucho que ver con su reciente crecimiento
como autor, pero el hecho es que su música
suena ahora mucho más auténtica que antes. Ya
no podemos hablar de un Jekyll entregado a la partitura
dogmática y apolínea con trazas de Knussen
y Maxwell Davies o de un Hyde pertrechado con
escalas de blues y un saxo sangriento, sino de un
autor de una sola pieza que se enfrenta al espejo
sin meter la barriga ni hacer mohines estéticos.
Gracias a los dos volúmenes anteriores y ahora
a esta tercera entrega que cierra la imprescindible
trilogía monográfica del sello LPO
(compuesta por un total de ¡doce! primeras grabaciones)
hemos podido seguir paso a paso este
reciente cambio de fase del compositor de Essex.
En el nuevo álbum, que viene defendido a capa y
espada por un reparto musical sobresaliente
(Tetzlaff, Collins, Power, Alsop, Jurowski), cohabita
el Turnage neomodernista de la década pasada
con el Turnage sincrético de ahora mismo:
mientras que en los números rápidos de los conciertos
para viola y clarinete (On Opened Ground
y Riffs and Refrains) sigue forzando la sintaxis fracturada,
virtuosista y caligráfica propia de sus mayores
con unas líneas atléticas reservadas al solista
y unas deflagraciones orquestales de dosillos y
cuatrillos a modo de refuerzos expresivos, en los
lentos la armonía parece espesarse con el humo
de un club de jazz y la línea de solo cruje con inter-
David Rodríguez Cerdán
valos azules; en cambio, la breve Lullaby for Hans
tiene un puntito de tonalidad cromática a lo Henze
que embellece la trama de las cuerdas con una
emocionante ambigüedad dramática. Pero es en
el concierto para violín Mambo, Blues and Tarantella
(el título lo dice todo) y en la fantasía Texan Tenebrae
–inspirada en una escena de su ópera Anna Nicole–
donde encontramos al Turnage nuevo y mejor: un
compositor que juega a distorsionar la consonancia
y a romper la regularidad métrica pero que no
deja de buscar la melodía y que se lo pasa pipa (y
nosotros con él) subvirtiendo la gramática con
digresiones a lo Coltrane. Brutal.
MARK-ANTOHNY TURNAGE (1960): On Opened Ground;
Texan Tenebrae; Lullaby for Hans; Riffs and Refrains; Mambo,
Blues and Tarantella
Lawrence Power, viola. Michael Collins, clarinete. Christian
Tetzlaff, violín. London Philharmonic Orchestra. Markus
Stenz, Marin Alsop y Vladimir Jurowski, directores / LON-
DON PHILHARMONIC ORCHESTRA / Ref.: LPO 0066 (1 CD)
D5
© Philip Gatward

siglos XX & XXI / jazz & otras músicas 218 / octubre 2012
Solos frente
a un espejo
Obras para viola solista de Kurtág
y Ligeti por Kashkasian
Juan Francisco de Dios
Pocas veces en el mundo de la fonografía contemporánea
se puede encontrar una dupla de autores
que posean un catálogo discográfico tan largo
como Kurtag y Ligeti. Nos ocupa aquí un registro
de ECM que tiene a la viola como único referente
sonoro, y créanme, no hace falta nada más para
disfrutar de la obra de estos dos compositores.
Frente al espejo de lo profundo, este disco nos
regala un viaje por una música más de planteamientos
que de efectos. Kim Kashkashian asume
el reto de conducirnos al interior con una viola tan
rica de matices y dinámicas (aunque algo excesiva
en reverberación) que patenta la profundización
en esa literatura sonora arriesgada, la del
instrumento solo.
Signs, games and messages, obra que comenzó
Kurtag en 1961 y que aún mantiene abierta con
permanentes revisiones (algunas piezas hasta en
cuatro ocasiones), genera un críptico repaso por
tiempos, sensaciones e individuos entre aires húngaros,
tristísimos in memoriam, signos y visiones
basadas en la limpidez de las ideas puras. El orden
no preestablecido de las piezas puede crear un problema
en la secuencia de tiempos que admiten
soluciones diferentes como en la versión de Barbetti
para Mode (2011). El caso de la Sonata para viola,
de Ligeti, todo un clásico contemporáneo con cerca
de una decena de versiones, supone para
Kashkashian el reto de asimilar la última escritura
del húngaro en clave formal y motívica sin sacrificar
el discurso de microtonos y las sensaciones
devenidas de la ingravidez sonora. Los espacios
polifónicos son resueltos con gran inspiración contrapuntística,
siendo capaz de crear una carnalidad
que eleva el interés del registro. Músicas humanas
y versiones ricas en matices, frente al espejo del
tiempo, música para viola sola.
KIM KASHKASHIAN interpreta GYÖRGY KURTÁG (1926):
Signs, Games and Messages; GYÖRGY LIGETI (1923-2006):
Sonata para viola
Kim Kashkashian, viola / ECM RECORDS / Ref.: ECM 2240
(1 CD) D1
... they got the right to
sing the blues
Músicas para dos pianos,
los de Gulda y Zawinul
Pierre Élie Mamou
... desde que la brújula que apuntaba al paraíso del
jazz parece haberse desviado del país palpitante
(mi opinión, que rechazan totalmente algunos
grandes músicos, José Luis Greco por ejemplo)
para indicar, temblando, vibrando, Italia con sus
trompetistas (Rava, Fresu...), Escandinavia con
sus pianistas (Crispell, Stenson...), Túnez (el maestro
del ‘ud Anouar Brahem), Francia (Couturier),
que perpetúan la herencia de Chet Baker, ya no
cabe acaso (o tanto) la diferencia mítica entre
Blancos y Negros (“eres negro, viejo, aunque nadie
se atreve a decírtelo” murmura Gillespie al oído del
músico blanco y ciego Goerge Shearing).
... el jazz o los jazz en Europa (incluso en los
Estados Unidos con Tethered Moon de Masabumi
Kikuchi) parece o parecen apostar por una lentitud
degustativa, una música que busca anidarse
en un cierto mador, una memoria dolorosa de una
nostalgia africana que no es la suya, que no fue
vivida, sufrida, en primer grado...
... con excepciones de talla, François Thollot
en Francia o, aquí, Joe Zawinul, vienés internacional:
fundador de Weather Report, tocó, grabó, con
todos, de Dinah Washington a Miles Davis. Es,
ya se sabe, uno de los pianistas más imaginativos
de la historia ¿con quién si no, tocaría Gulda? No
son chetbakerianos, sino todo lo contrario, acaso
gillespianos, algo be-boppers, poco importa lo que
tocan, Haydn revisitado por Brahms, un vals revisitado
por Gulda, un dúo volcánico de Zawinul...
cien dedos atraviesan el árbol de los dientes blancos
y negros que sonríen a más no poder, cien
dedos electrificados sacuden el árbol tumbado,
dedos en los ojos, le obligan a llorar, a llover sollozos
como en el instante de dejarse tras una guerra
de amor o, peor, le imponen una paz tan dulce que
parte los corazones y hace desear nuevas ráfagas
con sus sonidos de huesos, de tabas, sonidos por
todas parte debajo de la piel... Y claro, eso canta,
y es bello, rugoso, violento, como una riada.
FRIEDRICH GULDA / JOE ZAWINUL: Música para dos pianos
(incluye obras de Brahms, Gulda y Zawinul)
Friedrich Gulda y Joe Zawinul, pianos. WDR Big Band Köln.
Jerry van Rooyen, director / DELTAN / Ref.: N 77008 (1 CD)
D2
Contemplando otras
orillas
Sources, por el Louis Sclavis Atlas
Trio
LOUIS SCLAVIS ATLAS TRIO: Sources
41
Ángel Gómez Aparicio
No hay repeticiones en la obra de Louis Sclavis. No
puede haberlas. El músico de Lyon cultiva una
música viajera en la que la metáfora y la apertura
que proporciona la idea de viaje, la evocación de
otras latitudes, se manifiesta de formas múltiples,
muy evidentes en títulos, dedicatorias, fotos de
carpeta… Que su nueva banda haya sido bautizada
como Atlas Trio sigue esa lógica, también que
su música propulsada por la hasta ahora inédita
combinación de clarinetes-teclados-guitarra eléctrica
avance por sus rutas de ecos folclóricos, paisajismo
exótico, improvisación sobre mimbres
camerísticos, fuerte contraste entre misteriosas
oscuridades y vivos colores, rock y electrónica…
Esta es una música de una identidad tan firme que
sólo puede provenir del clarinetista francés pero,
por ejemplo, mientras en la fantástica pieza que abre
el disco, Prés d’Hagondange, los giros, desarrollos
y estructuras son claramente de la factura de
Sclavis, las sonoridades son de estreno, saltan en
el oído con su vivacidad rítmica, con la respuesta
de los músicos del trío trazando las zigzagueantes
frases del tema. La amalgama de la guitarra de
efectos rockistas y noise de Gilles Coronado y los
teclados de Benjamin Moussay funcionan excelentemente
en esos temas rítmicos (Sous Influences,
La Disparition) y atmosféricos (A Road to
Karaganda), mientras otros cortes (el tema-título,
casi todo el tramo final del álbum) permanecen en
el mundo de lo camerístico más familiares en el imaginario
sonoro de Sclavis. Cuenta el líder que cuando
les entregó la música a los miembros del trío,
estos expresaron sus dudas sobre su capacidad
para llevarla a buen puerto. Los mejores tramos de
Sources muestran que fue dificultad superada, el
grupo suena vivo, con camino por cubrir (los teclados
de Moussay están llenos de posibilidades),
convencido… Entre lo novedoso y lo familiar,
Sources apunta a nuevos horizontes en lo que es un
disco de transición.
Atlas Trio (Louis Sclavis, clarinete bajo y clarinete; Benjamin
Moussay, piano, Fender Rhodes y teclados; Gilles Coronado,
guitarra eléctrica) / ECM RECORDS / Ref.: ECM 2282 (1
CD) P.V.P.: 17,50 €.-

42 di v e r di jazz & otras músicas
Una llamarada entre el hielo
Un triple álbum de ECM reedita grabaciones de Jan Garbarek
de los años setenta
Dansere recoge los tres primeros discos de Jan
Garbarek con Bobo Stenson al piano: Sart (1971),
Witchi-Tai-To (1973) y Dansere (1975). Como representación
de la primera fase de Garbarek no ofrece
una visión completa, una vez que deja fuera sus
discos más decididamente rompedores, su debut
en ECM, el aún hoy impactante Afric Pepperbird
(1970) y su encuentro con Edward Vesala en
Tryptykon (1972). Lo que esta colección sí representa
es el camino del saxofonista y el confluir de
un grupo de músicos extraordinarios hacia lo que
después seria identificado como algo totalmente
suyo. El primero de los discos incluidos, Sart, es
aún un puente entre los discos más out del noruego
y aquellos donde comienza a reinar la melodía.
En él aún se encuentra el Garbarek crudo que se
inició en Esoteric Circle (1969) y que gestiona sus
influencias entre el lamento fragmentado de Albert
Ayler y las largas frases procedentes de Dexter
Gordon y Coltrane, y una concepción del álbum
como disco de grupo: toda la primera cara del LP
original es un encontrarse en medio del espacio,
y la segunda incluye un dúo, un trío que en fase final
estalla en cuarteto y un episodio abierto de sonido
abstracto. Situado entre los fortísimos Afric
Pepperbird y Tryptykon, Sart es un disco de atmósfera
de expectación, algo de lo que también disfrutaba
Esoteric Circle, pero finalmente inconclusivo.
De dos años después, Witchi-Tai-To es animal
de otro pelaje: la banda que se inició en las enseñanzas
de George Russell se deshace, y con ello su
planteamiento de taller armónico, y en lugar de
Terje Rypdal y Arild Andersen entra Palle
Danielsson. El piano de Bobo Stenson cobra una
inusitada importancia, tanto como para poder
señalado como colíder, y la melodía se aclara y se
hace casi omnipresente. La fragmentación, las
explosiones tonales del líder, la identificación con
el free-jazz más o menos ortodoxo desaparecen.
Esos mimbres contribuyeron a que Witchi-Tai-To
se convirtiese en el despegue definitivo de Garbarek
y uno de los discos más queridos de su discografía,
además de incluir dos temas imborrables, el
Hasta Siempre de Carlos Puebla interpretado de forma
abrasadora con un combustión pasional y un
Ángel Gómez Aparicio
vibrato que traían a la mente a Gato Barbieri, y el
tema título, una lamentosa melodía de Jim Pepper
capaz de romper el corazón más duro con Garbarek
en su flotante soprano y un trío rítmico que se
trenza y destrenza con inusitada flexibilidad. A.I.R.
de Carla Bley y Desireless de Don Cherry completan
un mosaico de gran impacto emocional. Uno
de los puntos altos de la discografía de cualquiera
de los músicos en él implicados.
La fuerza emocional de Witchi-Tai-To siempre
ha situado a Dansere como su disco hermano
pequeño, sin embargo, es un disco a su altura.
Dansere es el paso del sonido libertario escandinavo
al escandinavo poético de espacio latiente y líricas
frases heladas, ejemplificadas aquí por un
extraordinario Skrik & Hyl –un grito de llamada–
que da paso a Lokk, de silencio y un gotear de sonido
que es deshielo. Lo evocativo-paisajístico se
adueña del discurso y hay cortes magistrales, como
el tema-título: quince minutos de música llena de
expectativas, de curso serpenteante como un arroyo,
de un grupo de gran capacidad de escucha, con
el toque pleno de poesía de Stenson, y un tema al
saxo y contrabajo que se aloja en la memoria. La
entrada de Garbarek a los 7 minutos 40’’ es de esos
momentos atesorables que definen a ECM. La
música practicada por el cuarteto despide sugerencia,
las desoladas extensiones de Svevende, con
el soprano flotando en solitario sobre el ritmo marcado
en los platos de Christensen, la unión de lo
gélido y la introspección de Bris, para acabar con
un lamentoso y herido Till Vennene. La conjunción
del cuarteto, el uso puntual y expresivo de extremos
tonales, la convivencia entre melodía y lo abstracto,
muestran cómo su período tentado por el
Free deja lecciones esenciales en su fluidez de respuesta
y amplitud expresiva. Dansere es uno de los
discos que mejor ejemplifica con su uso del espacio
lo que alguien llamó la “quimera moderna del
sonido ECM”, la colección, un espectáculo espléndido
de Garbarek en transición y de un poderío
emocional que después trocó por una cada vez
más enigmática poesía.
JAN GARBAREK (1947): Dansere [3 CDs] (incluye Sart,
Witchi-Tai-To y Dansere)
Jan Garbarek, saxos tenor, soprano y flauta. Bobo Stenson,
piano. Palle Danielsson, contrabajo. Arild Andersen, contrabajo.
Terje Rypdal, guitarra. Jon Christensen, batería (grabado
en 1971, 1973 y 1975) / ECM RECORDS / Ref.: ECM
2146-48 (3 CD) D10 x 2
Clásicos ECM en formato
orquesta de jazz
Celebration, un singular homenaje
al sello de Manfred Eicher
Ángel Gómez Aparicio
Hay casi un placer perverso en escuchar una celebración
de ECM en un formato tan poco representativo
del sello germano como es la orquesta de
jazz. Celebration homenajea a ECM por medio de
la interpretación de la Orquesta Nacional de Jazz
de Escocia de temas del repertorio de artistas del
sello: May Dance de Dave Holland (de Gateway,
arreglado por Christian Jacobs), Molde Ode de Jan
Garbarek (de I Took Up The Runes, por Tommy
Smith), Crystal Silence de Chick Corea (del álbum
de dicho título, por Makoto Ozone), Ulrikas Dans
de Trygve Seim (de Different Rivers, por su autor
y Oyvind Braekke), Independency de Arild
Andersen (de Live at Belleville, por Mike Gibbs) y
My Song de Keith Jarrett (por Geoff Keezer). No
deje que el calificativo de National en la orquesta
le dirija a los terrenos de una clásica big band pues
el disco recoge un concierto para solistas con
orquesta de jazz, con mucha escritura en unísono
y poca en diálogo de secciones. Los solistas dominan
el disco, un magistral Arild Andersen derrochando
melodía y energía en todo él, y el saxofonista
de su trío responsable del citado Live at Belleville,
Tommy Smith, poster boy del jazz escocés, tenor
correoso pero enormemente lírico en las baladas
con un sonido derivado en parte de Garbarek.
Funcionan a pedir de boca la procesional y emotiva
Ulrikas Dans, un tema de una respiración honda
que llena, Molde Canticle, uno de esos temas de
Garbarek que parecen cobrar un aspecto nativo
norteamericano como los de su mayor influencia,
Jim Pepper, y la distribución en bloques con la
que Mike Gibbs dota a Independency. La variedad
de enfoques dota de una gran movilidad a un disco
atípico pero indisociablemente unido al sello
alemán.
ARILD ANDERSEN: Celebration (obras para contrabajo,
saxofón tenor y orquesta de jazz de Dave Holland, Jan
Garbarek, Chick Corea, Trygve Seim, Arild Andersen y
Keith Jarrett)
Arild Andersen, contrabajo. Tommy Smith, saxofón tenor.
Scottish National Jazz Orchestra. Tommy Smith, director /
ECM RECORDS / Ref.: ECM 2259 (1 CD) P.V.P.: 17,50 €.-

a n t i g u a
ay portugal
música del renacimiento al nuevo mundo
AY PORTUGAL: Música del Renacimiento al Nuevo Mundo
(obras de Guerrero, De Milán, Fernandes, Escobar,
Machado, Cristo y anónimos) / Siobhan Stagg, soprano. La
Compañía. Danny Lucin, director
abc classics
ABC 4764955 | 1 CD | D2 | EAN: 0028947649557
plorer, gemir, crier
homenaje a la “voz de oro” de ockeghem
PLORER, GEMIR, CRIER: Homenaje a la "voz de oro" de
Johannes Ockeghem / Diabolus in Musica. Antoine
Guerber, director
aeon
AECD 1226 | 1 CD | D2 | EAN: 3760058360262
johann sebastian bach
misa 1733
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Missa 1733 (Misa
en si menor en su versión original abreviada) / Ensemble
Pygmalion. Raphaël Pichon, director
alpha
ALPHA 188 | 1 CD | D2 | EAN: 3760014191886
giovanni legrenzi
sacri e festivi concenti
GIOVANNI LEGRENZI (1626-1690): Sacri e festivi Concenti
(inc. música de Giovanni Cavaccio) / Accademia
Legrenziana
botega discantica
BDI 097 | 1 CD | D3 | EAN: 8015203100978
réquiem
la antigua misa fúnebre polaca
RÉQUIEM: La antigua misa fúnebre polaca / The Katowice
City Singers’ Ensemble ‘Camerata Silesia’. Parnassos
dux
DUX 0859 | 1 CD | D2 | EAN: 5902547008592
bach contextueel, vol. 2
bach y gesualdo
BACH Y LUTERO: Bach contextualizado, vol. 2 (obras de
Bach interpretadas en su contexto litúrgico) [Edición
Especial Libro-Disco] / Musica Amphion. Gesualdo Consort
Amsterdam. Pieter-Jan Belder, director
etcetera
KTC 1442 | 1 CD | D4 x 2 | EAN: 8711801014425
amarante
airs de cour
AMARANTE: Airs de cour (obras de Jean-Baptiste Besard,
Constantin Huygens, Nicolas Vallet, Monsieur Bastide,
Monsieur De Machy...) / Céline Scheen, soprano. Philippe
Pierlot, basse de viole. Eduardo Egüez, laúd y tiorba
flora
FLORA 2210 | 1 CD | D2 | EAN: 5425008377650
infernum in paradise
canciones y música para consort
INFERNUM IN PARADISE: Canciones y música para consort
(obras de Holborne, Parsons, Dowland y anónimos) /
Eugénie Warnier, soprano. Musicall Humors. Julien Léonard,
director
muso
MU 003 | 1 CD | D2 | EAN: 5425019973032
octubre 2012
www.diverdi.com
thibaud de champagne, ...
amor cortés y caballería en el s. xiii
THIBAUD DE CHAMPAGNE, LE CHANSONNIER DU ROI:
Amor cortés y caballería en el s. XIII / Alla Francesca.
Brigitte Lesne, directora
aeon
AECD 1221 | 1 CD | D2 | EAN: 3760058360217
ésprit d’Arménie
espíritu armenio
ÉSPRIT D'ARMÉNIE: Espíritu armenio (composiciones instrumentales
de la cultura armenia) / Georgi Minassyan,
Haïg Sarikouyoumdjian, Gaguik Mouradian y Armen
Badalyan, solistas. Hespèrion XXI. Jordi Savall, director
alia vox
AVSA 9892 | 1 SACD | D2 | EAN: 7619986398921
nueva españa
músicas del nuevo mundo
NUEVA ESPAÑA: Músicas del Nuevo Mundo / Nora
Tabbush, soprano. Ensemble Mare Nostrum. Andrea De
Carlo, viola da gamba y dirección
alpha
ALPHA 533 | 1 CD | D2 | EAN: 3760014195334
el cicle de la vida
libro-catálogo (+cd)
EL CICLE DE LA VIDA: Libro-catálogo de la exposición
homónima con música de Victoria, Palou, Llibre Vermell,
Códice de las Huelgas, Cantigas de Santa María y anónimos
/ Capella de Ministrers. Carles Magraner, director
cdm capella de ministrers
CDM 1232 | 1 LCD | D3 x 2 | EAN: 8216116212325
françois chauvon
les nouveaux bijoux
FRANÇOIS CHAUVON (1710–1740): Les nouveaux bijoux /
Washington McClain, oboe barroco. Alison Melville, flautas
de pico y traverso. Julia Wedman, violín barroco. Michael
McCraw, fagot barroco. Charlotte Nediger, clave
early music
EMCCD 7773 | 1 CD | D2 | EAN: 0629048154225
william lawes
the passion of musicke
WILLIAM LAWES (1602-1645): The Passion of Musicke /
Sophie Gent, violín. Giovanna Pessi, triple arpa. Eduardo
Egüez, tiorba. Philippe Pierlot, viola
flora
FLORA 1206 | 1 CD | D2 | EAN: 5425008378336
johann sebastian bach
el arte de la fuga
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): El arte de la fuga
/ Tatiana Nikolayeva, piano (grabado en 1967)
melodiya
MEL 1002006 | 1 CD | D5 | EAN: 4600317120062
louis-gabriel guillemain
amusements
LOUIS-GABRIEL GUILLEMAIN (1705-1770): Amusements /
Aliquando. Stéphanie Paulet, concertino y dirección
muso
MU 004 | 1 CD | D2 | EAN: 5425019973049

a n t i g u a
c l a s i c i s m o
ó p e r a
taizé
ô toi l'au-delà de tout
TAIZÉ: Ô toi l'au-delà de tout (música de la iglesia de Taizé)
/ Coro de 40 voces
naïve-taizé
T 570 | 1 CD | D10 | EAN: 3295750005703
obras maestras sacras del barroco
cofre 6 cd
OBRAS MAESTRAS SACRAS DEL BARROCO: Bach,
Monteverdi, Pergolesi, Allegri... (Cofre 6 CDs) / Varios intérpretes
naïve
V 5313 | 6 CD | D6 x 3 | EAN: 0822186053133
johann sebastian bach
segunda serie de conciertos para órgano
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Una segunda
serie de conciertos para órgano / Paolo Grazzi, oboe. La
Divina Armonia. Lorenzo Ghielmi, órgano y dirección
passacaille
PAS 990 | 1 CD | D2 | EAN: 5425004849908
johann sebastian bach
ach süßer trost! (cantatas de leipzig)
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Ach süßer Trost!
(Cantatas de Leipzig) / Hana Blažiková, Damien Guillon,
Thomas Hobbs, Peter Kooij, solistas vocales / Collegium
Vocale Gent. Philippe Herreweghe, director
phi
LPH 006 | 1 CD | D2 | EAN: 5400439000063
au joly bois
una antología de la flauta y el laúd...
AU JOLY BOIS: Una antología del repertorio de la flauta y el
laúd del Renacimiento y principios del Barroco / Kate
Clark, flautas traveseras. Nigel North, laúd y tiorba
ramée
RAM 1201 | 1 CD | D2 | EAN: 4250128512015
rage virga
música india y hildegard von bingen
RAGE VIRGA: Música india y Hildegard von Bingen (recital
en directo desde Montâlbane) / Ars Choralis Coeln. Maria
Jonas, directora
raumklang
TAL 90010 | 1 CD | D4 | EAN: 4018767900101
antonio vivaldi
conciertos rv 808 y rv 194
ANTONIO VIVALDI (1678-1741): Conciertos RV 808 y RV
194 ('Nuova stagione') / Gli Incogniti. Amandine Beyer,
directora
zig-zag territoires
ZZT 310 | 1 CD | D2 | EAN: 3760009293106
antonio casimir cartellieri
integral de sinfonías (nºs. 1-4)
LUZ DEL ALVA: Canciones españolas y música instrumental
del Renacimiento temprano / Arianna Savall, voz, arpa y
tambor. La Morra
cpo
777667-2 | 1 CD | D2 | EAN: 0761203766727
wolfgang amadeus mozart
serenatas "postillón" y "haffner"; ...
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Serenatas
"Postillón" y "Haffner"; Sinfonías nºs 33 y 35 / Academy of St.
Martin-in-the-Fields. Iona Brown, director
hänssler
94.613 | 1 CD | D5 | EAN: 4010276025351
la novia del zar
nikolai rimsky-korsakov
NIKOLAI RIMSKY-KORSAKOV (1844-1908): La novia del zar
/ Galina Vishnevskaya, Vladimir Atlantov, Irina Arkhipova,
Yevgeny Nesterenko / Solistas, coro y orquesta del Teatro
Bolshoi. Fuat Mansurov, director (grabado en 1973)
melodiya
MEL 1001876 | 2 CD | D5 x 2 | EAN: 4600317118762
georg friedrich haendel
música sacra (cofre 6 cd)
GEORG FRIEDERICH HAENDEL (1685-1759): Música sacra
(cofre 6 CDs) / Varios intérpretes
naïve
V 5312 | 6 CD | D6 x 3 | EAN: 0822186053126
francisco correa de arauxo
tientos
FRANCISCO CORREA DE ARAUXO (1584-1654): Tientos /
Louis Thiry, órgano. Patrick Bismuth, violín, viola y viola da
spalla
paraty
PARATY 411.116 | 1 CD | D2 | EAN: 3760213650047
johann sebastian bach
dos conciertos para violín; ...
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Dos conciertos
para violín; Doble concierto / Vesko Eschkenazy, violín.
Tjeerd Top, violín. Alexei Ogrintchouk, oboe.
Concertgebouw Chamber Orchestra
pentatone
PTC 5186460 | 1 SACD | D1 | EAN: 0827949046063
luz del alva
canciones españolas y m. instrumental
LUZ DEL ALVA: Canciones españolas y música instrumental
del Renacimiento temprano / Arianna Savall, voz, arpa y
tambor. La Morra
ramée
RAM 1203 | 1 CD | D2 | EAN: 4250128512039
tesoros de uppsala
música del s. xvii de la colección düben
TESOROS DE UPPSALA: Música del s. XVII de la colección
Düben / Les Cornets Noirs. Wolf Matthias Friedrich, director
raumklang
RK 3101 | 1 CD | D2 | EAN: 4018767031010
johann sebastian bach
cantatas para navidad (caja 6 cd)
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Cantatas para
Navidad (Caja 6 CDs) / Monteverdi Choir. English Baroque
Soloists. John Eliot Gardiner (grabado entre 1999 y 2000
con motivo de la Bach Cantata Pilgrimage)
soli deo gloria
SDG 178 | 6 CD | D5 x 2 | EAN: 0843183017829
la porte de félicité
constantinopla, 1453
LA PORTE DE FÉLICITÉ: Constantinopla, 1453 (música de
Dufay y de la corte otomana) / Doulce Mémoire. Ensemble
Kudsi Erguner. Denis Raisin Dadre, director
zig-zag territoires
ZZT 314 | 1 CD | D2 | EAN: 3760009293144
rosetti; mozart
conciertos para fagot
ROSETTI: Conciertos para fagot, Murray C72, C68, 67;
MOZART: Concierto para fagot en Si bemol mayor KV
191/186e / Eckart Huebner, fagot y dirección.
Kurpfaelzisches Kammerorchester
cpo
777742-2 | 1 CD | D2 | EAN: 0761203774227
wolfgang amadeus mozart
sonatas para violín y piano
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Sonatas
para violín y piano / Christian Tetzlaff, violín. Lars Vogt, piano
ondine
ODE 1204-2 | 1 CD | D2 | EAN: 0761195120422
un giorno di regno (dvd)
giuseppe verdi
GIUSEPPE VERDI (1813-1901): Un giorno di regno (DVD) /
Antonacci, Coni, Antoniozzi / Orquesta "Arturo Toscanini" y
Coro del Teatro de Parma. Maurizio Benini, director musical.
Pier Luigi Pizzi, director escénico (1997)
hardy video
HCD 4049 | 1 DVD | D4 x 2 | EAN: 8018783040498

s i g l o x i x g . h i s t .
ó p e r a
l’olimpiade (selección)
antonio vivaldi
ANTONIO VIVALDI (1678-1741): L'Olimpiade (selección) /
Invernizzi, Mingardo, Novaro, Prina / Concerto Italiano.
Rinaldo Alessandrini, dirección
naïve
OP 30451 | 1 CD | D5 | EAN: 0709861304516
soile isokoski canta richard strauss
tres himnos; arias de ópera
RICHARD STRAUSS (1864–1949): Tres himnos; Arias de
ópera (Ariadne auf Naxos; Der Rosenkavalier; Capriccio) /
Soile Isokoski, soprano. Helsinki Philharmonic Orchestra.
Okko Kamu, director
ondine
ODE 1202-2 | 1 CD | D2 | EAN: 0761195120224
tristán e isolda
richard wagner
RICHARD WAGNER (1813-1883): Tristán e Isolda / Stephen
Gould, tenor. Nina Stemme, soprano. Rundfunk-
Sinfonieorchester Berlin. Rundfunkchor Berlin. Marek
Janowski, director
pentatone
PTC 5186404 | 3 CD | D10 x 3 | EAN: 0827949040467
grandes directores checos
martin turnovsky: martinu, myslivecek...
GRANDES DIRECTORES CHECOS: MARTIN TURNOVSKY
dirige obras sinfónicas de Martinu, Ibert, ... / Czech
Philharmonic Orchestra. Prague Symphony Orchestra. Dir.:
Martin Turnovský (1955 y 1967) *[Primera Edición en CD]
supraphon
SU 4082-2 | 2 CD | D5 x 2 | EAN: 0099925408220
gabriel fauré
quintetos con piano
GABRIEL FAURÉ (1845-1924): Quintetos con piano (Música
de cámara con piano, vol. 3) / François Salque, violonchelo.
Eric Le Sage, piano. Quatuor Ébène
alpha
ALPHA 602 | 1 CD | D2 | EAN: 3760014196027
franz schubert
sinfonías nºs 4 y 5
FRANZ SCHUBERT (1797-1828): Sinfonías nºs 4 y 5 / Radio-
Sinfonieorchester Stuttgart des SWR. Roger Norrington,
director
hänssler
93.288 | 1 CD | P.V.P.: 17,50 €.- | EAN: 4010276025146
piotr ilytch tchaikovsky
sinfonías nºs. 4 y 5
PIOTR ILYTCH TCHAIKOVSKY (1840-1893): Sinfonías nºs. 4
y 5 / London Philharmonic Orchestra. Vladimir Jurowski,
director
london philharmonic orchestra
LPO 0064 | 2 CD | D10 | EAN: 0854990001642
gidon kremer interpreta
conc. para violín de beethoven y sibelius
KREMER interpreta BEETHOVEN: Concierto para violín en
Re mayor, Op. 61; SIBELIUS: Concierto para violín en re
menor, Op. 47 / The USSR State Symphony Orchestra. W.
Nelson y Y. Temirkanov, directores (1970 y 1974)
melodiya
MEL 1002022 | 1 CD | D5 | EAN: 4600317120222
mélodie française
cofre 6 cd
MÉLODIE FRANÇAISE: Las mejores canciones francesas
(cofre 6 CDs) / Varios intérpretes
naïve
V 5311 | 6 CD | D6 x 3 | EAN: 0822186053119
franz schubert
sinfonías nºs. 6 y 7
FRANZ SCHUBERT (1797-1828): Sinfonías nºs. 6 y 7 / Royal
Flemish Philharmonic Orchestra. Philippe Herreweghe,
director
pentatone
PTC 5186446 | 1 SACD | D1 | EAN: 0827949044663
la verita in cimento (selección)
antonio vivaldi
ANTONIO VIVALDI (1678-1741): La verità in cimento
(selección) / Bertagnolli, Laurens, Mingardo, Stutzmann,
Jaroussky, Rolfe Johnson / Ensemble Matheus. Jean-
Christophe Spinosi, dirección
naïve
OP 30452 | 1 CD | D5 | EAN: 0709861304523
aureliano en palmira
gioacchino rossini
GIOACCHINO ROSSINI (1792-1868): Aureliano in Palmira /
Tarver, Smith, Santafé, Kutlu, Foster-Williams, Mlinde, Smith /
London Philharmonic Orchestra. Maurizio Benini, director
opera rara
ORC 46 | 3 CD | D3 x 3 | EAN: 0792938004624
antoine dauvergne
la vénitienne
ANTOINE DAUVERGNE (1713-1797): La Vénitienne (comédie-ballet)
/ Velletaz, Santon, Durand / Choeur de Chambre
de Namur. Les Agrémens. Guy Van Waas, director
ricercar
RIC 327 | 3 CD | D1 x 2 | EAN: 5400439003279
aram khachaturian
compositor, director y pianista
ARAM KHACHATURIAN (1903-1978): Compositor, director
y pianista (obras concertantes y orquestales interpretadas
y dirigidas por el propio compositor) / Varios artistas,
orquestas y directores (grabado entre 1950 y 1960)
supraphon
SU 4100-2 | 2 CD | D5 x 2 | EAN: 0099925410025
franz schubert
moments musicaux; sonata en re mayor
FRANZ SCHUBERT (1797-1828): Moments musicaux; Sonata
en Re mayor / Valery Afanassiev, piano
ecm records
ECM 2215 | 1 CD | D1 | EAN: 0028947645801
juliusz zarebski
quinteto con piano en sol menor, op. 34
JULIUSZ ZAREBSKI (1854-1885): Quinteto con piano en sol
menor, Op. 34 (DVD) / Martha Argerich, piano. Bartlomiej
Niziol, violín. Agata Szymczewska, violín. Lyda Chen, viola.
Alexander Neustroev, violonchelo
instituto chopin
NIFCDVD 002 | 1 DVD | D10 x 2 | EAN: 5425008378763
johannes brahms
sinfonías nºs. 1 y 3
JOHANNES BRAHMS (1833-1897): Sinfonías nºs. 1 y 3 /
London Philharmonic Orchestra. Klaus Tennstedt, director
(grabado en directo en 1983 y 1992)
london philharmonic orchestra
LPO 0068 | 2 CD | D10 | EAN: 0854990001680
opera fantaisie
fantasías para arpa sobre arias de ópera
OPERA FANTAISIE: Fantasías para arpa sobre arias de ópera
(Carmen, Norma, Fausto, Eugene Onegin, Los cuentos
de Hoffmann y Lucia di Lammermoor) / Emmanuel
Ceysson, arpa
naïve
V 5297 | 1 CD | D1 | EAN: 0822186052976
max reger
concierto para violín; chacona
MAX REGER (1873-1916): Concierto para violín; Chacona /
Benjamin Schmid, violín. Tampere Philharmonic Orchestra.
Hannu Lintu, director
ondine
ODE 1203-2 | 1 CD | D2 | EAN: 0761195120323
anton bruckner
sinfonía nº 3
ANTON BRUCKNER (1824-1896): Sinfonía nº 3 (versiñon de
1889) / Orchestre de la Suisse Romande. Marek Janowski,
director
pentatone
PTC 5186449 | 1 SACD | D1 | EAN: 0827949044960

s i g l o s x x & x x i s i g l o x i x
anton bruckner
sinfonía nº 4 “romántica”
HERBERT BLOMSTEDT dirige ANTON BRUCKNER (1824-
1896): Sinfonía nº 4 "Romántica" / Gewandhausorchester
Leipzig. Herbert Blomstedt, director
querstand
VKJK 1018 | 1 CD | D2 | EAN: 4025796010183
festival de primavera de praga 2011 (dvd)
smetana: mi patria
FESTIVAL DE PRIMAVERA DE PRAGA 2011: BEDRICH
SMETANA (1824–1884): Mi patria (incluye documental
sobre la 11ª Edición del Festival) [DVD]/ Prague
Conservatoire Symphony Orchestra. Dir.: Jirí Belohlávek
supraphon
SU 7120-9 | 1 DVD | D4 x 2 | EAN: 0099925712099
wolfgang rihm
kontinent
WOLFGANG RIHM (1952): Kontinent / Klangforum Wien.
Emilio Pomàrico y Sylvain Cambreling, directores
col-legno
WWE 20297 | 1 CD | D1 | EAN: 9120031340768
richard strauss
una sinfonía alpina
RICHARD STRAUSS (1864-1949): Una sinfonía alpina /
Orchestra of the Tyrolean Festival Erl. Gustav Kuhn, director
col-legno
WWE 60022 | 1 CD | D1 | EAN: 9120031340973
paul juon
quinteto; sexteto
PAUL JUON (1872-1940): Sexteto op. 22; Quinteto op. 44 /
Oliver Triendl, piano. Thomas Grossenbacher, violonchelo.
Carmina Quartett
cpo
777507-2 | 1 CD | D5 | EAN: 0761203750726
claude debussy
cuarteto, trío; danzas
CLAUDE DEBUSSY (1862-1918): Cuarteto, Trío; Danzas /
Francette Bartholomée, arpa. Daniel Blumenthal, piano.
Quatuor Danel
fuga libera
FUG595 | 1 CD | D2 | EAN: 5400439005952
georges aperghis
contretemps; seesaw; parlando; ...
GEORGES APERGHIS (1945): Contretemps; SEESAW;
Parlando; Teeter-totter / Donatienne Michel-Dansac, soprano.
Uli Fussenegger, contrabajo. Klangforum Wien. Emilio
Pomárico y Sylvain Cambreling, directores
kairos
0013222 KAI | 1 CD | D1 | EAN: 9120010281853
yann robin
vulcano; art of metal i y iii
YANN ROBIN (1974): Vulcano; Art of Metal I y III / Alain
Billard, clarinete contrabajo de metal. Ensemble intercontemporain.
Susanna Mälkki, directora
kairos
0013262 KAI | 1 CD | D1 | EAN: 9120010281839
alexander scriabin
obras sinfónica (4 cd)
ALEXANDER SCRIABIN (1872-1915): Obras sinfónicas (4
CDs) / Sviatoslav Richter, piano. State Academic Symphony
Orchestra. The Republican Choir Kapella. Evgeny Svetlanov,
director
melodiya
MEL 1001993 | 4 CD | D4 x 3 | EAN: 4600317119936
prokofiev interpreta prokofiev
obras para piano
PROKOFIEV INTERPRETA PROKOFIEV: Obras para piano (y
orquesta) / Sergei Prokofiev, piano. London Symphony
Orchestra. Piero Coppola, director (grabaciones históricas
de los años 20 y 30)
melodiya
MEL 1002000 | 1 CD | D5 | EAN: 4600317120000
ludwig van beethoven
sinfonías nºs. 5 y 7
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1170-1827): Sinfonías nºs. 5 y 7
/ Orchestre Révolutionnaire et Romantique. John Eliot
Gardiner, director (grabado el directo en el Carnegie Hall,
Nueva York, en octubre de 2011)
soli deo gloria
SDG 717 | 1 CD | D2 | EAN: 0843183071722
charles bordes
mélodies; obras para piano
CHARLES BORDES (1863-1909): Mélodies; Obras para piano
/ Sophie Marin-Degor, soprano. Jean-Sébastien Bou,
barítono. François-René Duchâble, piano
timpani
1C1196 | 1 CD | D2 | EAN: 3377891411964
macbeth
salvatore sciarrino
SALVATORE SCIARRINO (1947): Macbeth / Vokalensemble
NOVA. Klangforum Wien. Evan Christ, director
col-legno
WWE 20404 | 2 CD | D3 x 3 | EAN: 9120031340850
joan guinjoan
integral de piano, vol. 2
JOAN GUINJOAN (1931): Integral de piano, vol. 2 / José
Menor, piano
columna musica
1CM 0277 | 1 CD | D2 | EAN: 8429977102777
anna gourari
canto oscuro
ANNA GOURARI: Canto Oscuro (obras para piano de
Bach/Busoni, Hindemith y Gubaidulina) / Anna Gourari, piano
ecm records
ECM 2255 | 1 CD | D1 | EAN: 0028947646617
joanna wozny
as in a mirror, darkly
JOANNA WOZNY (1972): As in a mirror, darkly / European
Workshop for Contemporary Music. courage-Dresdner
Ensemble für zeitgenössische Musik. Martyn Brabbins,
Rüdiger Böhn, Titus Engel y Enno Poppe, directores
kairos
0013192 KAI | 1 CD | D1 | EAN: 9120010281792
friedrich cerha
concierto para percusión y orquesta; ...
FRIEDRICH CERHA (1926): Concierto para percusión y
orquesta; Impulse para orquesta / Martin Grubinger, percusión.
Wiener Philharmoniker. Peter Eötvös y Pierre Boulez,
directores
kairos
0013242 KAI | 1 CD | D1 | EAN: 9120010281877
jean sibelius
sinfonías nºs. 5 y 6; el cisne de tuonela
JEAN SIBELIUS (1865-1957): Sinfonías nºs. 5 y 6; El cisne de
Tuonela / London Philharmonic Orchestra. Paavo Berglund,
director (grabado en directo en 2003 y 2006)
london philharmonic orchestra
LPO 0065 | 1 CD | D5 | EAN: 0854990001659
mieczyslaw weinberg
quinteto op. 18; cuarteto nº 8
MIECZYSLAW WEINBERG (1919-1996): Quinteto op. 18;
Cuarteto nº 8 / Borodin Quartet (los miembros originales)
melodiya
MEL 1001998 | 1 CD | D5 | EAN: 4600317119981
claude debussy
préludes
CLAUDE DEBUSSY (1862-1918): Préludes / Alexei Lubimov,
piano
melodiya
MEL 1002002 | 2 CD | D5 x 2 | EAN: 4600317120024

s i g l o s x x & x x i
j a z z & o . m .
nikolai lugansky
rachmaninov: sonatas nºs. 1 y 2
NIKOLAI LUGANSKY interpreta SERGEI RACHMANINOV
(1873-1943): Sonatas nºs. 1 y 2 / Nikolai Lugansky, piano
naïve-ambroisie
AM 208 | 1 CD | D1 | EAN: 0822189021900
konstantia gourzi
conjunctions; synápsies
KONSTANTIA GOURZI (1962): Conjunctions; Synápsies /
Apollon Musagète Quartet
neos
NEOS 11035 | 1 CD | D1 | EAN: 4260063110351
matthew rosenblum
circadian rhythms
MATTHEW ROSENBLUM (1954): Circadian Rhythms /
Newband. Calmus Ensemble. Raschèr Saxophone Quartet.
Dean Drummond, director
new world records
80736-2 | 1 CD | D10 | EAN: 0093228073628
kaija saariaho
tríos
KAIJA SAARIAHO (1952): Tríos / Steven Dann, viola. Pia
Freund, soprano. Tuija Hakkila, piano. Mikael Helasvuo, flauta
alto. Florent Jodelet, percusión. Anssi Karttunen, violonchelo.
Ernst Kovacic, violín
ondine
ODE 1189-2 | 1 CD | D2 | EAN: 0761195118924
sergei rachmaninov
all-night vigil
SERGEI RACHMANINOV (1873–1943): All-Night Vigil, Op.
37 / Latvian Radio Choir. Sigvards Klava, director
ondine
ODE 1206-5 | 1 SACD | D1 | EAN: 0761195120651
copland, barber y gershwin
obras sinfónicas
COPLAND: Quiet City; Eight Poems of Emily Dickinson;
BARBER: Capricorn Concerto; Knoxville: Summer of 1915;
GERSHWIN: Summerime / April Fredrick, soprano.
Orchestra of the Swan. David Curtis, director
somm recordings
SOMMCD 0118 | 1 CD | D10 | EAN: 0748871011823
claude debussy
obras orquestales, vol. 2
CLAUDE DEBUSSY (1862-1918): Obras orquestales, vol. 2 /
Olivier Dartevelle, clarinete. Catherine Beynon, arpa.
Orchestre Philharmonique du Luxembourg. Coro Accentus.
Emmanuel Krivine, director
timpani
1C1173 | 1 CD | D2 | EAN: 3377891311735
luc ferrari
und so weiter; music promenade
LUC FERRARI (1929-2005): Und so weiter; Music
Promenade / Luc Ferrari, piano, cinta magnética y manipulación
eléctrica
wergo
6775-2 | 1 CD | D1 | EAN: 4010228677522
marc johnson / eliane elias
swept away
MARC JOHNSON/ELIANE ELIAS: Swept Away / Eliane Elias,
piano. Marc Johnson, contrabajo. Joey Baron, batería. Joe
Lovano, saxo tenor
ecm records
ECM 2168 | 1 CD | P.V.P.: 17,50 €.- | EAN: 0502527945743
michael formanek
small places
MICHAEL FORMANEK (1958): Small Places / Tim Berne,
saxo alto. Craig Taborn, piano. Michael Formanek, contrabajo.
Gerald Cleaver, batería, shruti box
ecm records
ECM 2267 | 1 CD | P.V.P.: 17,50 €.- | EAN: 0602537094417
patricia kopatchinskaja
conciertos para violín de bartók...
KOPATCHINSKAJA interpreta BARTÓK: Concierto para violín
nº 2; EÖTVÖS: Seven; LIGETI: Concierto para violín /
Patricia Kopatchinskaja, violín. HR Sinfonieorchester.
Ensemble Modern. Peter Eötvös, director
naïve
V 5285 | 1 CD | D1 | EAN: 0822186052853
michael quell
música de cámara
MICHAEL QUELL (1960): Música de cámara / Ensemble
Aventure
neos
NEOS 11046 | 1 CD | D1 | EAN: 4260063110467
einojuhani rautavaara
obras corales (4 cd)
EINOJUHANI RAUTAVAARA (1928): Obras corales (4 CDs) /
Finnish Radio Symphony Orchestra. Helsinki Philharmonic
Orchestra. Timo Nuoranne, Leif Segerstam y Eric-Olof
Söderström, directores
ondine
ODE 1186-2Q | 4 CD | D1 x 2 | EAN: 0761195118627
erich wolfgang korngold
mucho ruido y pocas nueces (completo)...
ERICH WOLFGANG KORNGOLD (1897-1957): Mucho ruido
y pocas nueces (completo); Sinfonietta / Helsinki
Philharmonic Orchestra. John Storgards, director
ondine
ODE 1191-2 | 2 CD | D1 | EAN: 0761195119129
sergei prokofiev
los dos conciertos para violín
SERGEI PROKOFIEV (1891-1946): Los dos conciertos para
violín / Arabella Steinbacher, violín. Russian National
Orchestra. Vasily Petrenko, director
pentatone
PTC 5186395 | 1 SACD | D1 | EAN: 0827949039560
josef suk; benjamin britten
asrael; sinfonia da requiem
JIRÍ BELOHLÁVEK dirige JOSEF SUK (1874–1935): Asrael;
BENJAMIN BRITTEN (1913–1976): Sinfonia da Requiem /
BBC Symphony Orchestra. Jirí Belohlávek, director
supraphon
SU 4095-2 | 2 CD | D10 x 2 | EAN: 0099925409524
georges lentz
obras para orquesta
GEORGES LENTZ (1965): Obras para orquesta / Tabea
Zimmermann, alto. Orchestre Philharmonique du
Luxembourg. Emilio Pomarico, director
timpani
1C1184 | 1 CD | D2 | EAN: 3377891311841
maurice ravel
boléro; ...
MAURICE RAVEL (1875-1937): Alborada del Gracioso; La
valse; Boléro; ... / Karine Deshayes, mezzosoprano.
Orchestre Philharmonique du Luxembourg. Emmanuel
Krivine, director
zig-zag territoires
ZZT 311 | 1 CD | D2 | EAN: 3760009293113
benedikt janel trio
equilibrium
BENEDIKT JANEL TRIO: Equilibrium / Benedikt Janel Trio
ecm records
ECM 2251 | 1 CD | P.V.P.: 17,50 €.- | EAN: 0602527945774
elina duni quartet
matanë malit
ELINA DUNI QUARTET: Matanë Malit (canciones tradicionales
de Albania) / Elina Duni Quartet
ecm records
ECM 2277 | 1 CD | P.V.P.: 17,50 €.- | EAN: 0602537064571

48 di v e r di el zoco
z o c o e l z o c o e l z o c o e l z o c o e l z o c o e l z o c o e l z o c o e l z o c o e l z o c o
Vuelve a nuestro Zoco el sello Opera d’Oro, tan querido por todos los aficionados a la lírica, y lo hace por todo lo alto, con doce títulos a un
precio bajísimo pero con los mejores intérpretes que han poblado los escenarios de este siglo. Comencemos por uno de los títulos menos
cantados de Puccini, Edgar, dirigido en esta ocasión por Carlo Felice Cillario, y por una de sus obras más populares, Madama Butterfly, encarnada
en esta ocasión por la insigne y hoy centenaria Magda Olivero. Esta misma diva protagoniza también La Wally de Catalani, deslumbrante,
al igual que Anna Moffo en La fiamma de Respighi. Continuamos con dos obras de Rossini, L’ocassione fa il ladro y un Guglielmo
Tell con un reparto de lujo: Guelfi, Gencer y Raimondi. Seguimos con el electrificante Otello de Verdi por Furtwängler y Ramón Vinay, con una rareza
como es la ópera Goya de Gian Carlo Menotti, el curioso Le domino noir de Auber y el Werther de Massenet por nuestro Alfredo Kraus. Hemos dejado
para el final El castillo de Barbazul de Bartok, con Birgit Nilsson bajo las órdenes de Ferenc Fricsay, pero indaguen en la lista de abajo, que aún hay más.
NIKOLAI RIMSKY-KORSAKOV (1844-
1908): La novia del zar / Galina
Vishnevskaya, Vladimir Atlantov, Irina
Arkhipova, Yevgeny Nesterenko / Solistas,
coro y orquesta del Teatro Bolshoi. Fuat
Mansurov, director (grabado en 1973) /
OPERA D’ORO / Ref.: OPD 1481 (2 CD)
P.V.P.: 11,95 €.-
JULES MASSENET (1842-1912): Werther
/ Alfredo Kraus, Elena Obratsova, Alberto
Rinaldi, Daniela Mazzuccato, Nicola
Zaccaria / Orquesta y Coro de La Scala.
Georges Prêtre, director (grabado el 12
de febrero de 1976) / OPERA D’ORO /
Ref.: OPD 1482 (2 CD) P.V.P.: 11,95 €.-
GIOACCHINO ROSSINI (1792-1868):
Guillermo Tell / Guelfi, Gencer, Raimondi,
Rota, Campi, Washington, Bersiani /
Orquesta y Coro del Teatro San Carlo de
Nápoles. Fernando Previtali, director
(grabado en diciembre de 1965) / OPE-
RA D’ORO / Ref.: OPD 1461 (3 CD) P.V.P.:
17,95 €.-
DANIEL FRANÇOIS-ESPRIT AUBER
(1782-1871): Le domino noir (El dominó
negro) / Janine Micheau, Joseph Peyron,
Liliane Berthon, Gilbert Maurun, Gaston
Rey / Orquesta y Coro Lírico de la Radio
de Francia. Jules Gressier, director (grabado
en directo en París, 1950) / OPE-
RA D’ORO / Ref.: OPD 1460 (2 CD) P.V.P.:
11,95 €.-
WOLFGANG AMADEUS MOZART
(1756-1791): Vísperas y Letanía / Kaia
Urb, soprano. Ave Moor, alto. Tiit
Kogermann, tenor. Estonian Philharmonic
Orchestra. Tallinn Chamber Orchestra.
Tonu Kaljuste, director / CARUS / Ref.:
CARUS 83.316 (1 CD) P.V.P.: 8,95 €.-
FRANZ SCHUBERT (1792-1828): Misa en
Sol; Magnificat; Misa alemana / Edith
Lienbacher, soprano. Barbara Hölz, alto.
Alexander Kaimbacher, tenor. Adrian
Eröd, bajo. Martin Nowak, órgano.
Wiener Kammerchor. Wiener Orpheus
Orchester. Johannes Prinz, director /
CARUS / Ref.: CARUS 83.317 (1 CD) P.V.P.:
8,95 €.-
MAX REGER (1873-1916): Es waren zwei
Königskinder (canciones populares para
coro mixto y coro masculino) / Dresdner
Kammerchor. Hans-Christoph
Rademann, director / CARUS / Ref.:
CARUS 83.318 (1 CD) P.V.P.: 8,95 €.-
ALFREDO CATALANI (1854-1893): La
Wally (ópera en cuatro actos) / Olivero,
Zaccaria, Zanini, Farina, Zambon, Carroli,
Foiani / Orquesta y Coro del Teatro
Donizetti. Feruccio Scaglia, director (grabado
en Bérgamo el 9 de octubre de
1972) / OPERA D’ORO / Ref.: OPD 1456
(2 CD) P.V.P.: 11,95 €.-
OTTORINO RESPIGHI (1879-1936): La
fiamma (La llama) / Coleva, Moffo,
Prandelli, Tagliabue, Mandalari, Villa,
Santo, Carturan / Orquesta Sinfónica y
Coro de la RAI de Milán. Francesco
Molinari-Pradelli, director (grabado el 7
de agosto de 1955) / OPERA D’ORO /
Ref.: OPD 1451 (2 CD) P.V.P.: 11,95 €.-
GIACOMO PUCCINI (1858-1924): Edgar
/ Luchetti, Sighele, Casoni, Scorsoni,
Colella / Orquesta Sinfónica y Coro de
la RAI de Turín. Carlo Felice Cillario,
director (grabado en directo en Turín en
1971) / OPERA D’ORO / Ref.: OPD 1449
(2 CD) P.V.P.: 11,95 €.-
BÉLA BARTÓK (1881-1945): El castillo
de Barbazul / Bernhard Sönnerstedt,
Barbazul. Birgit Nilsson, Judith. Swedish
Radio Orchestra. Ferenc Fricsay, director
(grabado el 10 de febrero de 1953) /
OPERA D’ORO / Ref.: OPD 1430 (1 CD)
P.V.P.: 6,60 €.-
JOHANNES BRAHMS (1833-1897):
Liebeslieder-Walzer / Kölner
Kammerchor. Peter Neumann, director /
CARUS / Ref.: CARUS 83.319 (1 CD) P.V.P.:
8,95 €.-
DOMENICO SCARLATTI (1685-1757):
Obras corales sacras / Western
Washington University Concert Choir
Bellingham. Robert Scandrett, director /
CARUS / Ref.: CARUS 83.320 (1 CD) P.V.P.:
8,95 €.-
JOSEPH MARTIN KRAUS (1756-1792):
Der Tod Jesu (música sacra) /
Philharmonia Chor Stuttgart. Stuttgarter
Kammerorchester. Helmut Wolf, director
/ CARUS / Ref.: CARUS 83.321 (1 CD)
P.V.P.: 8,95 €.-
FRIEDRICH SILCHER (1792-1868):
Heimliche Liebe (música romántica para
coro y orquesta) / Robert Dohn, flauta.
Susan Wenckus, piano. Südfunk-Chor.
Radio-Sinfonieorchester Stuttgart. Uros
Lajovic y Rubert Huber, directores /
CARUS / Ref.: CARUS 83.322 (1 CD) P.V.P.:
8,95 €.-
GIAN CARLO MENOTTI (1911): Goya /
Andrew Wentzel, Angela Adams, Boaz
Senator, Cesar Hernandez, Karen Nickell,
Penelope Daner, Suzanna Guzmán /
Spoleto Festival Orchestra. The
Westminster Choir. Steven Mercurio,
director (grabado en 1991) / OPERA
D’ORO / Ref.: OPD 1426 (2 CD) P.V.P.:
11,95 €.-
GIUSEPPE VERDI (1813-1901): Otello /
Vinay, Martinis, Schöffler, Dermota,
Jaresch, Greindl / Coro de la Ópera de
Viena. Orquesta Filarmónica de Viena.
Wilhelm Furtwängler, director (grabado
el 7 de agosto de 1951) / OPERA
D’ORO / Ref.: OPD 1438 (2 CD) P.V.P.:
11,95 €.-
GIACOMO PUCCINI (1858-1924):
Madama Butterfly (ópera en 2 actos) /
Madga Olivero, Reanto Cioni, Fernanda
Cadoni, Mario Zanasi, Mariano Caruso,
... / Orquesta del Teatro San Carlos.
Nicola Rescigno, director (grabación en
directo del 6 de diciembre de 1961 en
Nápoles) / OPERA D’ORO / Ref.: OPD
1484 (2 CD) P.V.P.: 11,95 €.-
GIAOCCHINO ROSSINI (1792-1868):
L'ocassione fa il ladro / Margherita Rinaldi,
Stefania Malagù, Carlo Gaifa, Antonio
Pirino, Enrico Fissore, Gianni Socci / RAI
Orchestra & Chorus, Turin. Vittorio Gui,
director (grabado en Turín el 27 de
noviembre de 1973) / OPERA D’ORO /
Ref.: OPD 1458 (1 CD) P.V.P.: 6,60 €.-
Una sorpresa agradabilísima espera este mes de octubre en nuestro Zoco a los amantes de la música coral, pues el prestigioso sello
Carus
alemán Carus lanza una selección de sus mejores discos en una colección de solo 8,95 euros cada uno. Las grabaciones son modernas
y con un sonido modélico, abundan en obras infrecuentes y vienen servidas por algunos de los mejores coros europeos de la
actualidad (de Stuttgart, Viena, Dresde, Colonia, incluso Letonia) además de alguno norteamericano. Entre las obras las hay divertidas, como las de Rossini,
las canciones populares de Reger o los Liebeslieder-Walzer de Brahms, y luctuosas, como Der Tod Jesu de Joseph Martin Kraus. Otros discos equilibran
la solemnidad y luminosidad de las obras barrocas y clasicistas, como los dedicados a Vivaldi, Domenico Scarlatti o Mozart, y otros derrochan la imaginación
y la intensidad surgida durante el Romanticismo, como las compuestas por Silcher, Schubert, Rheinberger o Mendelssohn. La gran voz coral en
estado puro, para todos los gustos y bolsillos.
MITTEN WIR IM LEBEN SIND: Música
romántica para coro masculino (obras
de Joseph Gabriel Rheinberger, Felix
Mendelssohn Bartholdy y Peter
Cornelius) / Johannes Kalpers, tenor.
Hans Jürgen Wulf, órgano. collegium
vocale limburg. Eberhard Metternich,
director / CARUS / Ref.: CARUS 83.323
(1 CD) P.V.P.: 8,95 €.-
GIOACCHINO ROSSINI (1792-1868): Il
Carnevale (música para coro y ensemble)
/ Roland Keller, piano. Susan
Wenckus, piano. Südfunk-Chor. Rupert
Huber, Eric Ericson y Helmut Wolf, directores
/ CARUS / Ref.: CARUS 83.324 (1
CD) P.V.P.: 8,95 €.-
ANTONIO VIVALDI (1678-1741): Misas y
Vísperas / Kaia Urb, soprano. Anna
Zander, alto. Mati Turi, tenor. Estonian
Philharmonic Chamber Choir. Tallinn
Chamber Orchestra. Tonu Kaljuste, director
/ CARUS / Ref.: CARUS 83.325 (1 CD)
P.V.P.: 8,95 €.-
L o s d i s c o s d e l z o c o n o c o m p u t a n p a r a l o s d e s c u e n t o s s e ñ a l a d o s e n e l b o l e t í n d e p e d i d o .

el zoco 218 / octubre 2012
z o c o e l z o c o e l z o c o e l z o c o e l z o c o e l z o c o e l z o c o e l z o c o e l z o c o
Este mes de octubre regalamos discos de Accent. Sí, como lo oyen. Comprando seis álbumes de la selección que aquí presenta a tan
solo 4,95 euros este gran sello, el séptimo sale gratis. El precio es bajo, pero la calidad es tan alta como nos tiene acostumbrados, con
artistas de referencia como los Kuijken, Paul Dombrecht, Honrad Junghänel, René Jacobs, Jos van Immerseel o el grupo Octophoros.
Entre las obras hay tesoros como La victoria de Wellington (o La batalla de Vitoria) de Beethoven, el arreglo para vientos que este mismo autor hizo de
su Séptima Sinfonía o varias de las emocionantes Suites para laúd de Weiss. Los álbumes de teclado se centran en Clementi, Mozart, Fux, Haydn y Beethoven
(con las sonatas “Claro de luna”, “Patética” y las mejores Bagatelas), mientras que en el campo vocal, el contratenor René Jacobs nos ofrece dos de sus
mejores discos, sin duda: uno con lo mejor de Purcell y un álbum imprescindible con obras sacras alemanas. Quintetos de Mozart y Beethoven, música
inglesa para viola de gamba, tesoros de cámara del barroco alemán, fagot francés,… hay tanto donde escoger. Pero recuerden: 7 x 6 y a solo 4,95 euros.
MÚSICA PARA LAÚD DEL SIGLO XVIII:
Obras de J.S. Bach y Weiss / Konrad
Junghänel, laúd / ACCENT PLUS / Ref.:
ACC 10001 (1 CD) 4,95 €.-
HENRY PURCELL (1659-1695):
Canciones y elegías / René Jacobs, contratenor.
Wieland Kuijken, viola da gamba.
Konrad Junghänel, tiorba / ACCENT
PLUS / Ref.: ACC 10002 (1 CD) 4,95 €.-
MUSICA DA CAMERA: Telemann;
Haendel; Galuppi; Janitsch; Bach, J. Ch.
/ Barthold Kuijken, traverso. Janneke v.d.
Meer, violín. Paul Dombrecht, oboe.
Richte v.d. Meer, chelo. Johan Huys, clave
/ ACCENT PLUS / Ref.: ACC 10006 (1
CD) 4,95 €.-
SILVIUS LEOPOLD WEISS (1686-1759):
Suite en Do menor; Preludio y Fuga en Do
mayor; Suite en Sol menor / Konrad
Junghänel, laúd / ACCENT PLUS / Ref.:
ACC 10010 (1 CD) 4,95 €.-
MUZIO CLEMENTI (1752 - 1832):
Sonatas 2, 5, 3, 6 / Jos van Immerseel, pianoforte
/ ACCENT PLUS / Ref.: ACC
10011 (1 CD) 4,95 €.-
ARIAS Y CANTATAS DE IGLESIA ALE-
MANAS: Obras sacras de Buxtehude, J.
C. Bach y Telemann / René Jacobs, contratenor.
The Kuijken Consort. The
Parnassus Ensemble / ACCENT PLUS /
Ref.: ACC 10012 (1 CD) 4,95 €.-
MUSIC FOR VIOL: Música inglesa para
viola de gamba del s. XVII (obras de
Simpson, Jenkins, Ford y Locke) /
Sigiswald y Wieland Kuijken, viola da
gamba. Robert Kohnen, clave / ACCENT
PLUS / Ref.: ACC 10014 (1 CD) 4,95 €.-
MÚSICA ITALIANA PARA LAÚD: Obras
de Kapsberger y Piccinini / Konrad
Junghänel, laúd / ACCENT PLUS / Ref.:
ACC 10016 (1 CD) 4,95 €.-
WOLFGANG AMADEUS MOZART
(1756-1791): Obras para pianoforte ( KV
475; KV 457; KV 397; KV 265; KV 511) /
Jos van Immerseel, pianoforte / ACCENT
PLUS / Ref.: ACC 10018 (1 CD) 4,95 €.-
MÚSICA DE CÁMARA DEL BARROCO
ALEMÁN: Telemann; Bach, J.S., Bach,
C.Ph. E. / Barthold Kuijken, traverso.
Sigiswald Kuijken, violín/viola da gamba.
Wieland Kuijken, chelo. Robert Kohnen,
clave / ACCENT PLUS / Ref.: ACC 10019
(1 CD) 4,95 €.-
JOHANN JOSEPH FUX (1660-1741) /
JOSEPH HAYDN (1732-1809): Obras para
teclado / Robert J. Kohnen, clave /
ACCENT PLUS / Ref.: ACC 10022 (1 CD)
4,95 €.-
SONATAS PARA FAGOT Y CONTINUO:
Corrette; Boismortier / Danny Bond,
fagot. Richte v.d. Meer, chelo. Robert
Kohnen, clave / ACCENT PLUS / Ref.:
ACC 10031 (1 CD) 4,95 €.-
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827):
Sonata 'Claro de Luna'; Sonata 'Patética';
Bagatelas / Jos van Immerseel, pianoforte
/ ACCENT PLUS / Ref.: ACC 10032 (1
CD) 4,95 €.-
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827):
Sinfonía No. 7 op.92 (en la versión del
compositor para viento); Fidelio op.27b
(arreglada para conjunto de viento por
Wenzel Sedlak) / Octophoros. Jos van
Immerseel, dirección / ACCENT PLUS /
Ref.: ACC 10034 (1 CD) 4,95 €.-
WOLFGANG AMADEUS MOZART
(1756-1791): Quinteto para pianoforte,
oboe, clarinete, trompa y fagot en Mi
Bemol Mayor, KV 452; LUDWIG VAN
BEETHOVEN (1770-1827): Quinteto para
pianoforte, oboe, clarinete, trompa y
fagot en Mi Bemol Mayor, op. 16 / Jos
van Immerseel, pianoforte. Octophoros
/ ACCENT PLUS / Ref.: ACC 10038 (1
CD) 4,95 €.-
MÚSICA JENÍZARA Y DE VIENTO: ANTO-
NIO ROSETTI (1746 - 1792): Partia en
Fa Mayor; LOUIS SPOHR (1784-1859):
Nocturno para viento y música jenízara
en Do Mayor, Op.34; LUDWIG VAN
BEETHOVEN (1170-1827): La victoria
de Wellington, Op.91 / Octophorus. Paul
Dombrecht, director / ACCENT PLUS /
Ref.: ACC 10060 (1 CD) 4,95 €.-
Cerramos nuestro Zoco de octubre saciando la sed de los aficionados a nuestra lírica con tres álbumes dedicados a tres de
nuestros mejores cantantes: el primero a la gran Pilar Lorengar con un recital de canción española, el segundo (disco
doble) también recoge canción española pero esta vez en la voz de Victoria de los Ángeles dirigida por Rafael Frühbeck
de Burgos, y el tercero (también doble) es una extensa antología de romanzas de zarzuela interpretadas por Alfredo Kraus.
VOCATION
Pasamos a Brilliant pero seguimos en nuestro país con un ansiado estuche de 7 discos de Antonio de Cabezón. Saltamos
los Pirineos y llegamos a obras orquestales de Respighi, la monumental Shostakovich Edition en un cofre de 52 discos, y la integral de sonatas para piano
de Scriabin por Alexeev. Saltamos el océano para disfrutar de un disco con importantes obras sinfónicas de autores latinoamericanos, y concluimos
con dos tesoros discográficos de Bach: las Sonatas y Partitas para violín solo en manos de Yehudi Menuhin y las Suites para violonchelo interpretadas por
Rostropovich. Con discos así, bienvenido sea el otoño.
LATIN AMERICAN CLASSICS: Obras sinfónicas
de Ginastera, Revueltas, Márquez,
Moncayo, Hung, Romero y Fernández /
Orquesta Sinfónica de Venezuela.
Theodro Kuchar, director / BRILLIANT /
Ref.: 9262 (1 CD) P.V.P.: 3,90 €.-
ANTONIO DE CABEZÓN (1510–1566):
Obras de música (Edición Completa) /
Ensemble Harmonices Mundi. Claudio
Astronio, órgano, clave y dirección / BRI-
LLIANT / Ref.: 94346 (7 CD) P.V.P.: 23,45
€.-
ALEXANDER SCRIABIN (1872-1915):
Integral de las sonatas para piano / Dmitri
Alexeev, piano / BRILLIANT / Ref.: 94388
(2 CD) P.V.P.: 7,90 €.-
OTTORINO RESPIGHI (1879-1936):
Integral de la música orquestal, vol. 2 /
Orchestra Sinfonia di Roma. Francesco La
Vecchia, director / BRILLIANT / Ref.:
94393 (2 CD) P.V.P.: 7,90 €.-
SHOSTAKOVICH EDITION (Cofre 52
CDs): Grabaciones históricas, óperas,
música cinematográfica, sinfonías, cuartetos,
música de cámara, ballets, música
para teatro y obras vocales / Varios
solistas, orquestas y directores / BRI-
LLIANT / Ref.: 9245 (52 CD) P.V.P.: 49,95
€.-
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750):
Las suites para violonchelo / Mtislav
Rostropovich, violonchelo / MEMBRAN /
Ref.: 233503 (2 CD) P.V.P.: 7,90 €.-
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750):
Sonatas y Partitas para violín solo / Yehudi
Menuhin, violín / MEMBRAN / Ref.:
233547 (2 CD) P.V.P.: 7,90 €.-
ALFREDO KRAUS: Antología de la zarzuela
(2 CDs) / Alfredo Kraus, tenor.
Orquesta de Conciertos de Madrid.
Daniel Montorio, director / VOCACIÓN
/ Ref.: VMZ-57003 (2 CD) / P.V.P.: 11,90 €.-
PILAR LORENGAR: Recital de canciones
españolas / Pilar Lorengar, soprano. Félix
Lavilla, director / VOCACIÓN / Ref.: VMZ-
57015 (1 CD) / P.V.P.: 5,95 €.-
VICTORIA DE LOS ÁNGELES: Recital de
canciones españolas (2 CDs) / Victoria
de los Ángeles, soprano. Gran Orquesta
de Conciertos de Madrid. Rafael
Frühbeck de Burgos, director /
VOCACIÓN / Ref.: VMZ-57016 (2 CD) /
P.V.P.: 11,90 €.-
L o s d i s c o s d e l z o c o n o c o m p u t a n p a r a l o s d e s c u e n t o s s e ñ a l a d o s e n e l b o l e t í n d e p e d i d o .
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“Los temas cantados
por Victoria son
como abrazos. Hay
una naturalidad
impagable en su
aproximación a la
música, un
compromiso con la
vida desde la
sencillez, una
espontaneidad
sobrecogedora.”
di v e r di editorial
el chupito
Adorada y añorada Victoria
Juan Ángel Vela del Campo
A finales de este mes de octubre el teatro de La
Zarzuela va a rendir un homenaje a la inolvidable
soprano Victoria de los Ángeles, con la presentación
en Madrid del documental Brava, Victoria,
complementado por un recital de Celso Albelo.
La recaudación está destinada a fines sociales de
la Fundación que lleva el nombre de la cantante.
He tenido ocasión de ver el mediometraje y
les confieso que me he emocionado. Por la manera
de cantar de Victoria, por su forma de ser. He
recordado a Helena Mora cuando un día susurró
confidencialmente que los temas cantados por
Victoria son como “abrazos”. Lo son. Hay una
naturalidad impagable en su aproximación a la
música, un compromiso con la vida desde la sencillez,
una espontaneidad sobrecogedora en la
manera de recoger sus experiencias. En el documental
hay escenas que penetran en lo más hondo
y vuelven a traer a primer plano la personalidad
y la ética de una de las cantantes más conmovedoras
de la Historia. Desde su periodo de formación
con Ars Musicae a su debú en el Festival de
Bayreuth con una Elisabeth de Tannhäuser que
Wieland Wagner calificó de “sutilmente espiritual,
casi mística”. La “mejor cantante francesa de
la historia”, como llegó a decir Le Figaro, se despidió
de la ópera en 1980, precisamente en el teatro
que ahora la recuerda, con una Mélisande de
Debussy. Después volvería al mismo teatro en la
primera edición de los ciclos de Lied. Es, pues,
oportuno que este homenaje madrileño se celebre
ahí.
“Lo que el Arte nos comunica, aunque lo
haga por medio de los sentidos corporales, está
siempre dirigido al espíritu. La pintura, la escul-
tura, la danza, la arquitectura, el teatro, la literatura,
la poesía, a pesar de su diversidad, son UNO
y se corresponden entre sí, vengan de donde vengan:
de lugares cercanos o lejanos, de épocas
actuales o remotas”, dijo Victoria de los Ángeles
cuando le concedieron la Medalla de Oro de las
Bellas Artes en 1992. Y con ese humanismo a flor
de piel que siempre desprendía se apoyó a continuación
en el mismo discurso en citas o pensamientos
de un pintor como Ramón Gaya o un
poeta como Luis Cernuda. La cultura, el conocimiento,
el ansia de saber, siempre estaban presentes
en Victoria.
También, la amistad. Les cuento una anécdota.
En cierta ocasión, a propósito de una cena que
habían organizado en su honor los Amigos de la
Ópera de Madrid me encargaron que organizase
un coloquio con ella. Victoria solamente puso una
condición: que se sentasen en la misma mesa, uno
a su derecha y otro a su izquierda, los críticos de
ABC y El País, Antonio Fernández-Cid y Enrique
Franco, los dos enormes admiradores de la soprano
pero sin especiales afinidades entre ellos por
decirlo de una forma suave. Lo consiguió. Es más,
llegaron a coincidir en señalar el personaje de
Manon, de Massenet, como el más logrado de la
carrera operística de Victoria.
En Diverdi tienen abundantes muestras del
arte infinito de Victoria de los Ángeles: lieder o
canciones populares; óperas de Wagner, Puccini,
Bizet o Falla. Háganse un master con el documental
Brava Victoria como chupito.
Comprenderán aún mejor lo que significa ese
concepto tan ambiguo y tan fundamental que
conocemos como musicalidad.