PALABRA DE DIOS ACTUAL - Regreso

Diferentes hábitos en el hombre actual:
Las imágenes que más llaman la atención del Mundo,
son las más crueles, lo que favorece su lucro por los medios
de comunicación (televisoras, industria cinematográfica,
medios publicitarios, editoriales, videojuegos, etc.) este
material es cada vez más violento, en el que los héroes y
heroínas son los más feroces, que torturan y matan a los
“malos”, con el consiguiente regocijo de los espectadores.
El crimen no puede justificarse, por asesinar a uno u
otro bando, independientemente de cómo lo juzguen, quienes
producen las series y quienes las observan.
Estos hechos, que además exhiben escenas
sangrientas en demasía, van generando cada vez mayor
tolerancia en quienes las observan, a la vez que su
conciencia se degrada a niveles vibratorios muy bajos,
semejantes a los primeros humanos, cuya vida dependía de
asesinar al enemigo y a los animales que los alimentaban,
hechos que en su momento fueron justificables, pues eran los
albores de la conciencia humana.
Actualmente estas videocomunicaciones mantienen
grados de conciencia muy primitivos y favorecen la repetición
de conductas violentas, por no inducir el desarrollo de la
conciencia Espiritual, que juzgue las conductas perversas en
sí mismos. Pudiéndose cometer actos de crueldad en contra
de los propios humanos, los animales, la Naturaleza y del
Planeta entero, sin el menor asomo de arrepentimiento.
¿Qué nos recomiendas ver?
Al igual que lo que se ingiere como alimento nutritivo
o tóxico, es lo que entra por los ojos, por lo que debe
seleccionarse todo aquello que entra por nuestros sentidos:
el gusto, la vista, el olfato, el oído y el tacto, pues todos ellos
informan y nutren a la conciencia.
Es recomendable evitar ver escenas criminales y
sangrientas, y cuidar que los niños y las personas menos
conscientes tampoco lo hagan, en el beneficio del desarrollo
de una conciencia más sana.
Las consecuencias de lo que se escucha.
El oído es también un punto de entrada a la
conciencia, es sabido que los diferentes sonidos, de acuerdo
a su frecuencia y decibeles percibidos modifican las
conductas, ya que las frecuencias de las ondas cerebrales
cambian, favoreciendo determinadas actividades y
estimulando ciertas conductas: podemos estimular la
creatividad con música alegre, como las composiciones de
Vivaldi; o el estudio y el aprendizaje (con el efecto Mozart);
también puede promoverse la relajación y el bienestar con los
Cantos Gregorianos, etc. Sin embargo, existen también
estilos musicales que inducen a la agresividad, pues sus
notas estimulan la producción de ondas cerebrales de tipo
gama, que violentan al cerebro y generan enojo, este efecto
es el mismo que cuando las personas se comunican gritando
y con palabras altisonantes; lenguajes que en muchas
familias son comunes, con la consecuente agresividad en sus
miembros.
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