PALABRA DE DIOS ACTUAL - Regreso

¿Si por el delito de uno solo reinó la muerte por
un solo hombre ¡con cuánta más razón los que reciben
en abundancia la gracia y el don de la justicia,
reinarán en la vida por uno solo, por Jesucristo?
(Rom 5, 17)
Esa es una pregunta contradictoria, habla de dos
polos: por un lado, de la muerte como castigo al delito y por
otro lado, de la vida por el don de justicia de Jesucristo.
Son dos respuestas: la primera es la consecuencia
de los actos de cada ser humano y en la segunda es la guía
de Jesucristo para ser a Imagen y Semejanza del Padre.
¿El delito de uno solo, atrajo sobre todos los
hombres la condenación, así también, la obra de
justicia de uno solo, procura toda la justificación que
da la vida
(Rom 5, 18).
Es la misma pregunta acomodada diferente, jugando
con las palabras.
¿Hay alguien que todavía sufra por sus
pecados?
Por supuesto: tú mismo.
¿Nuestra servidumbre por el pecado (error)
finalizó?
Sí.
¿Jesucristo Nuestro Señor Dios ha cortado las
trabas de los pecados (errores) para todas las
personas?
(Rom 3,19-26; 5,12-21; 6,5-23; 7,4,25; 8, 1-10; 2Cor
5,20-21; Gal 1,3-5.)?
No. Él, si bien fue un ejemplo, a través de su vida y
sus enseñanzas, nadie puede asumir la responsabilidad de
los actos de otros.
El hacer de cada quien, es su propia responsabilidad.
¿Todos los que están en pecado son esclavos?
Sí, de sí mismos.
¿Jesús eliminó todos nuestros pecados?
No. La Santidad se da con mucho tiempo de
evolución del ser humano, no con la redención que otro haga,
de los pecados ajenos. Eso no es posible.
Cuando ya hay ausencia de errores , se da.
¿Debemos entender que nuestra guerra contra
los errores (pecados) ha terminado?
No. Mientras no te unas con el Todo, tu lucha
continua.
¿Nuestra esclavitud por el pecado terminó
cuando Jesús nos redimió?
No. Misma respuesta.
¿Todos nuestros pecados han sido expiados por
el Hijo de Dios?
Si todo esto fuera cierto, la humanidad podría actuar
irresponsablemente sin ninguna consecuencia.
¿Cuántas personas sufren por sus errores
(pecados)?
Tantas como habitan en la Tierra. Hay que distinguir
entre pecado y ser consciente: cuando alguien toma
conciencia de un acto dañino, para sí mismo u otro, se está
haciendo consciente de sus actos, es entonces cuando él
puede redimirse, a sí mismo.
¿Esto empezó desde el tiempo de Adán y Eva?
Según el Génesis: sí, con la consabida culpabilidad
para Eva, la parte femenina de todo ser humano, la parte
sensible, emotiva.
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