PALABRA DE DIOS ACTUAL - Regreso

¿Si confesamos que Jesucristo es Señor y
creemos que Dios lo resucitó, seremos salvos?
(Rom 10, 9).
No se trata de confesar, sino de tener convicción. La
diferencia entre confesar y tener convicción es la fe. La fe en
Mí, la fe en mi Resurrección. Tener fe.
¿Quién siga estos pasos será salvo?
No, no es la fe absoluta, es la devoción, la fidelidad,
la convicción en Dios, que no es racional, es algo que sabes
o no sabes. Es como el amor, lo tienes o no lo tienes.
Sobre la “Apostasía” y “el Hijo de Perdición”
que señala San Pablo:
(2Tes 2, 1-12; 1Tim 4, 1-5; 2Tim 3, 1-9).
Todo eso que dice está muy bien, pero habría que
cuestionar, si no son sus conceptos y su defensa por sus
dogmas, lo que se constituye en el propio Anticristo.
Recuerden que la Palabra de Dios es siempre: en amor,
verdad, justicia y equidad.
Nunca mi Palabra generará temor,
ni desconfianza.
Todo aquél que me conozca, me reconocerá en
cualquier idioma, en cualquier contexto, en cualquier
momento de su vida.
¿Es cierto que Dios le entregó al Demonio el
poder del Mundo, para que nos gobierne y seamos sus
víctimas?.
No. Dios los creó a su Imagen y Semejanza y es su
opción ascender al Origen o continuar en la maldad. El
Demonio como les he mencionado, existe en cada ser
humano. Es su creación.
¿Qué actitudes personales tenemos los
humanos para crear nuestros demonios?
Las acciones, que después condenan, generan no
sólo sus demonios, sino también su infierno. Son sus
acciones quienes los persiguen implacablemente.
¿Cuáles eran los demonios de San Pablo?
El más grande era su necesidad de reconocimiento.
Resumen:
La vida de Saulo, Pablo, San Pablo, como le quieras
llamar, tuvo 3 periodos fundamentales:
El primero fue su formación estricta como judío en el
aprendizaje de la Torá y de todas las enseñanzas que
correspondieron a su estatus: aprendizaje de idiomas,
historia, filosofía, medicina, astronomía, etc., verdaderamente
era un hombre culto.
La segunda etapa, fue convertirse en un vengador,
de quien transgrediera todo su aprendizaje como judío. Se
convirtió en perseguidor de quienes todavía no se llamaban
cristianos, creyendo que en esta persecución defendía la
ideología de todo judío. Sin embargo, en esta etapa no
encontró ninguna satisfacción.
Fue en la tercera etapa en una Epifanía en la que él
dedujo que su obra o misión de vida era difundir lo que a su
entender (Judaísmo - Paulino) era el Cristianismo: las bases
primitivas del Cristianismo. En esta etapa encontró la gran
misión de su vida y la dedicó por entero.
Hoy, todas estas enseñanzas muestran una verdad
que no es absoluta y que poco a poco, les he develado la
parte ignorada o transgredida.
Hoy pueden conocer el verdadero Evangelio, en que
se han corregido muchas cosas, que debieron sustentar al
Cristianismo desde su inicio: en igualdad, equidad,
compasión y ante todo, en el Amor Universal.
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