08.05.2013 Views

EL REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO - Dios te llama

EL REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO - Dios te llama

EL REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO - Dios te llama

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Rembrandt pintó más tarde. Me pregunté si aquel precioso tiempo<br />

pasado en el Hermitage daría su fruto alguna vez y cómo lo haría.<br />

Cuando me alejé del cuadro, me acerqué al joven vigilan<strong>te</strong> y traté de<br />

expresarle mi gratitud por haberme aguantado tanto tiempo. Cuando le<br />

miré a los ojos, bajo aquella gorra rusa vi a un hombre como yo:<br />

<strong>te</strong>meroso y con grandes deseos de ser perdonado. De aquella cara<br />

surgió una hermosa sonrisa. Yo también sonreí, y los dos nos sentimos<br />

salvados.<br />

El acon<strong>te</strong>cimiento<br />

Algunas semanas después de mi visita al Hermitage en San<br />

Pe<strong>te</strong>rsburgo, fui a El Arca de Daybreak, en Toronto, para vivir y<br />

trabajar como guía de la comunidad. Aunque me había tomado un año<br />

en<strong>te</strong>ro para clarificar mi vocación y para discernir si <strong>Dios</strong> me <strong>llama</strong>ba<br />

para llevar una vida dedicada a personas con enfermedades mentales,<br />

todavía me sentía inquieto y dudaba de mi capacidad de hacerlo bien.<br />

Nunca an<strong>te</strong>s había prestado demasiada a<strong>te</strong>nción a la gen<strong>te</strong> con<br />

enfermedades mentales. Todo lo contrario. Me había centrado cada<br />

vez más en los estudian<strong>te</strong>s universitarios y sus problemas. Había<br />

aprendido a dar conferencias y a escribir libros, a explicar las cosas<br />

sis<strong>te</strong>máticamen<strong>te</strong>, a poner títulos y subtítulos, a discutir y a analizar.<br />

Así pues, <strong>te</strong>nía muy poca idea de cómo comunicarme con hombres y<br />

mujeres que casi no hablan y que, si lo hacen, no sien<strong>te</strong>n ningún<br />

in<strong>te</strong>rés por los argumentos lógicos o las opiniones bien razonadas.<br />

Todavía sabía menos acerca de cómo anunciar el Evangelio de Jesús a<br />

personas que escuchaban más con el corazón que con la men<strong>te</strong> y que<br />

eran mucho más sensibles a cómo vivía yo que a mis palabras.<br />

Llegué a Daybreak en agosto de 1986 con el convencimiento de que<br />

había hecho la elección correcta, pero con el corazón lleno de<br />

inquietud por lo que me esperaba. A pesar de todo estaba convencido<br />

de que, tras pasar más de vein<strong>te</strong> años en las aulas, había llegado la<br />

hora de confiar en que <strong>Dios</strong> ama a los pobres de espíritu de manera<br />

especial y en que, aunque yo <strong>te</strong>nía muy poco que ofrecerles, ellos<br />

<strong>te</strong>nían mucho que ofrecerme a mí.<br />

Una de las primeras cosas que hice al llegar fue buscar el lugar<br />

adecuado para colocar mi reproducción de El Regreso del Hijo<br />

10/102

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!