EL REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO - Dios te llama
EL REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO - Dios te llama
EL REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO - Dios te llama
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
marché a un lugar donde poder estar solo. Allí, en mi soledad,<br />
comencé a caminar hacia casa, lenta y dubitativamen<strong>te</strong>, oyendo cada<br />
vez con más claridad la voz que dice:<br />
Esta tris<strong>te</strong> aunque esperanzadora vivencia, me llevó al núcleo de la<br />
lucha espiritual por la elección correcta. <strong>Dios</strong> dice: (Dt 30,19-20) Así<br />
pues, es cuestion de vida o muer<strong>te</strong>. ¿Aceptamos el rechazo de un<br />
mundo que nos aprisiona, o exigimos la libertad de los hijos de <strong>Dios</strong>?<br />
Tenemos que elegir.<br />
Judas traicionó a Jesús. Pedro le negó. Los dos eran hijos perdidos.<br />
Judas no fue capaz de resistir el hecho de que seguía siendo hijo de<br />
<strong>Dios</strong>, y se ahorcó. En términos del hijo pródigo, vendió la espada de<br />
su filiación. Pedro, en medio de su desesperación, la reclamó y volvió<br />
llorando. Judas eligió la muer<strong>te</strong>. Pedro eligió la vida. Soy conscien<strong>te</strong><br />
de que esta elección está siempre an<strong>te</strong> mí. Constan<strong>te</strong>men<strong>te</strong> siento la<br />
<strong>te</strong>ntación de revolcarme en mi perdición y perder el nor<strong>te</strong> de mi<br />
bondad original, de la humanidad que <strong>Dios</strong> me dio, de mi felicidad y,<br />
así, dejar que los poderes de la muer<strong>te</strong> ganen <strong>te</strong>rreno. Esto ocurre una<br />
y otra vez y, cuando ocurre, me digo a mí mismo: Siempre hay<br />
acon<strong>te</strong>cimientos y situaciones donde elegir para convencerme a mí y a<br />
los demás de que mi vida no merece la pena, de que sólo soy una<br />
carga, un problema, una fuen<strong>te</strong> de conflictos, o un explotador del<br />
tiempo y de la energía de los demás. Mucha gen<strong>te</strong> vive con es<strong>te</strong><br />
sentimiento oscuro. Al contrario que el pródigo, dejan que la<br />
oscuridad les absorba tan completamen<strong>te</strong> que no les queda ninguna luz<br />
a la que volver. Puede que no hayan muerto físicamen<strong>te</strong> pero desde<br />
luego no tienen vida espiritual. Han perdido la fe en su bondad<br />
original y, por tanto, en su Padre que es quien les dio la humanidad.<br />
Pero cuando <strong>Dios</strong> creó al hombre y a la mujer a su imagen y<br />
semejanza, (Gn 1,31). A pesar de las voces oscuras, ningún hombre o<br />
mujer ha podido cambiar eso.<br />
Sin embargo, la voz de mi condición de hijo, no es una voz fácil. Las<br />
voces oscuras del mundo que me rodea in<strong>te</strong>ntan persuadirme de que<br />
no soy bueno y de que sólo podré serlo subiendo por la escalera del<br />
éxito. Estas voces me llevan a olvidarme de la voz que me dice<br />
recordándome que el hecho de ser amado es independien<strong>te</strong> de<br />
cualquier mérito o hazaña. Estas voces oscuras empujan a la voz<br />
suave, amable y llena de luz que sigue llamándome ; me empujan a la<br />
periferia de mi exis<strong>te</strong>ncia y me hacen dudar de que haya un <strong>Dios</strong><br />
36/102