El ícono Susana Giménez - Escuela de Psicología Social de ...

Año 6 • Nº 48 • Agosto de 2003 • $ 4.-
Hay otros mundos, pero estan en éste. Paul Eluard
El ícono Susana Giménez
Daniel Seghezzo
La guerra de redes sociales
Pablo Pacheco
Curso de insanía
para todos
Alfredo Moffatt
Acción y palabras
corporales
Alejandro Jeifetz Goldberg
Clínica,
salud y cambio
Rosalía Alvarez, Ana María Muchnik
TODAS LAS
EDICIONES
(2da. parte)
Continuamos publicando en
éste número, los sumarios de
la revista desde julio de 1998
hasta la actualidad
48
La intervención operativa en fobia y angustia
Claudio Goscilo
Líneas de fuga en el trabajo con psicodrama
Carolina Pavlovsky

Director
Román Mazzilli
Secretario de redacción
Walter Vargas
Redacción:
Luis Gruss, Daniel Seghezzo,
Denise Najmanovich, Patricia
Mercado
Publicidad
Daniel Tripoli, María Eugenia Conde
Colaboran en esta edición
Alfredo Moffatt, Carolina Pavlovsky,
Rosalía Alvarez, Ana María Muchnik,
Pablo Pacheco, Claudio Goscilo,
Alejandro Jeifetz Goldberg,
Lisa Garrigues, Jackeline Ledesma,
Patricia Garrote.
Corresponsales
Juan Díaz (Bahía Blanca)
Juan Lovari (La Plata)
Roberto Sánchez (Mar del Plata)
Marta Carbonero (Bariloche)
Rodrigo Campos Alvo (Tucumán)
Montse Fornos (España)
Raúl Sintes (Uruguay)
Pedro Mascarenhas - Sergio
Antonio Carlos (Brasil)
Enrique Guinsberg (México)
Terenzio Formenti (Italia)
Jacinto Inbar (Israel)
Rosa Jaitin (Francia)
Ilustraciones: Salvador Dalí
Redacción y
Publicidad
Conesa 473 P.B. ÒBÓ
(1426) Capital - Argentina
Tel/fax: (54-11) 4553-1226
E-mail: roman@campogrupal.com
Website: www.campogrupal.com
Impresi—n: GŽnesis S.A.
Distribuci—n: Motorpsico (Capital)
En Chile: Librer’a Olejnik
En Uruguay: Mario Cambiasso
Campo Grupal es una publicaci—n
de Ediciones Presencia.
Suscripciones
Por 11 ediciones anuales:
Argentina: $ 55.-
AmŽrica Latina: u$s 50.-
Otros pa’ses: u$s 60.-
CASA, Centro de Asistencia
Psicológica y Psicopedagógica
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Campo Grupal / 2
Aprendizaje teórico-práctico de las psicosis más importantes
Curso de insanía
para todos
Alfredo Moffatt
alfredo_moffatt@ciudad.com.ar
Programa de Materias del ÒSeminario de introducci—n en cinco especialidadesÓ
dictado en el (INIDE) Instituto de Investigaciones
Demenciales.
1 INTRODUCCIîN A LA ESQUIZOFRENIA
Postura corporal disociada, ejercicios para mover la cabeza sin el
cuerpo - Movimientos rituales con los dedos. Recorridos reiterados -
Concentraci—n en los propios pensamientos, ejercicios de aislamiento
- Contestaciones indirectas - Descubrimiento de significados ocultos.
Ejercidos de percepci—n de voces Internas - Evitaci—n del robo de pensamiento.
Ensalada de palabras - Invenci—n de neologismos - Construcci—n
y usos de m‡quinas de tiempo - Teletransportaci—n - Evitaci—n
del vaciamiento cerebral - Ensayo de brote, vivencia de Ôfin de mundoÕ
- Detecci—n de objetos y animales vivos dentro del cuerpo, c—mo
convivir con ellos - Detecci—n de dobles, extraterrestres y robots humanizados
- Inversi—n del ciclo diurno, ejercicios de insomnio.
2 INTRODUCCION A LA PARANOIA
Bœsqueda de indicios del ataque inminente. C—mo detectar el complot
- Escape de trampas disimuladas - Uso de superficies reflejantes
para controlar las espaldas - Detecci—n de comidas envenenadas - Control
disimulado del vecino - Ejercicios para escuchar peque–os ruidos
en la noche - Preguntas para detectar profesores falsos y c—mo neutralizarlos.
3 INTRODUCCION A LA MELANCOLIA
Ejercicios para sentirse cada vez m‡s triste. Lentificaci—n del tiempo
- C—mo pasarse largos per’odos en cama mirando paredes y las
manchas del cieloraso - Ideas de suicidio - Logro de la Òfacie estuporosaÓ
- C—mo sentirse muy culpable de un momento feliz - Pr‡ctica de
rumiaci—n de peque–os recuerdos traum‡ticos.
4 INTRODUCCION A LAS TECNICAS OBSESIVAS
Ejercicios de ordenaciones simŽtricas que se deshacen para volver a
hacerlas - Limpieza cuidadosa de manos - Comprobaciones reiteradas
de cerraduras y llaves de gas - Corte cuidadoso de papelitos - Control
de los horarios de los movimientos intestinales.
5 INTRODUCCION AL DETERIORO MENTAL
a) Demencia senil. C—mo olvidarse de las palabras - Ejercicios para
no reconocer a los parientes cercanos - C—mo perderse en la calle -
Ejercicios de incontinencia.
b) Oligofrenia. Aprendizaje de mandados f‡ciles trayendo bien el
vuelto - Fascinarse con peque–os objetos brillantes - Distintas formas
de pedir caramelos - Colecciones de papelitos y basuritas valiosas.
SEMINARIOS OPTATIVOS
6 INTRODUCCION A LAS PERVERSIONES SEXUALES
Como siempre...
siempre distinto
XII JORNADA DE CREATIVIDAD GRUPAL
Sábado 4 de octubre de 2003
ESCUELA DE PSICODRAMA
DE SAN MIGUEL
Informes:
4431-8773 4663-0485
adrianapiterbarg@arnet.com.ar
elviri@infovia.com.ar
Opci—n homosexual tard’a: a) Ejercicios de relajaci—n de mœsculos
esfinterianos b) Poses femeninas, movimientos de manos. c) Maquillaje
disimulado d) Uso y elecci—n de vestidos sexy.s e) Citas ocultas en
ba–os pœblicos.
¥ Exhibicionismo impune (como descuido) - Voyeaurismo oculto
(uso de rendijas).
¥ TŽcnicas de masturbaci—n encubierta (mano en el bolsillo) para
Žpocas de escasez.
7 INTRODUCCION A LA PSICOPATIA
C—mo ÒempaquetarÕ a la v’ctima. Mentiras tentadoras y amenazas
indirectas - Curso de Playboy, imagen omnipotente, mirada cautivante,
seducci—n, promesas y abandono final - Teor’a y tŽcnica de la estafa
moral (tambiŽn para uso en pol’tica)
8 FOLKLORE DEMENCIAL
Dibujos hermŽticos con signos indescifrables - Monstruos indefinidos
- Murales en la pared raspados con clavos. Discursos querulantes,
cartas al presidente - Di‡logos internos en voz alta - Confecci—n de paquetes
con diarios viejos (Tipos de piol’n) - Construcci—n de aparatos
para controlar el futuro - Sobretodo protector para el verano - Dise–o
y fabricaci—n de linternas de rayos c—smicos - Planos de laberintos.
REGLAS PARA ELABORAR UN DELIRIO
Elementos y plan del delirio, etapas de cronificaci—n. Delirios parafrŽnicos:
Electr—nicos, M’sticos, Celot’picos etc.
TRABAJO DE TESIS
Elaboraci—n del propio delirio - Determinaci—n del nœcleo delirante
en base a traumatismos infantiles del alumno - Entrega oculta de la tesis
- Promoci—n secreta.
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Setiembre: De la Narraci—n a la Escena - Octubre: Textos, Movimientos y Mœsica
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Un vaso de vino en el momento oportuno, vale más que todas las riquezas de la tierra. Gustav Mahler
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Social
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Los juegos de la diosa de la fortuna
El ícono Susana Giménez
Daniel Seghezzo
danielseghezzo@hotmail.com
Es la diva medi‡tica, representante de la cultura de pl‡stico combinada
con la fugacidad de lo descartable, lo ligth, el narcisismo
cool, la hipertrofia de la levedad posmoderna y la eterna fonaci—n
adolescente. El american dreams entramado en el mito yuppie de
la argentinidad en Miami, condensado en la frase ÒMiami era una fiestaÓ
y en el dramatismo del ÒI canÕt live vithout youÓ; la sofisticaci—n
de la moda, la man’a de la gloria, la velocidad f’sica por intolerancia
con la desaceleraci—n de los procesos mentales, la constante mutaci—n
del zapping, el culto al convencional concepto de la transgresi—n, la
m‡scara del maquillaje, del perfume, el rouge, las joyas, el nylon europeo,
el neoperonismo menemista, el fetiche del perro mercanc’a del divorcio,
los anteojos oscuros y el territorio indefinible de un neokitsch
de saturaci—n mediana.
La ceremonia del llamado telef—nico
El ÒHola mi amorÓ encuentra al espectador intercambiable como elemento
de una serie.
El enunciado es portador de atributos posesivos: Òmi amorÓ. El espectador
experimenta una fraseolog’a arbitraria que le da una gratuidad
hom’nida al lenguaje. La frase Òmi amorÓ lo sumerge en lo que tiene
de impacto de alteridad, en un proceso que lo saca de esa yuxtaposici—n,
el ser uno m‡s en la serie, un intercambiable. El Òmi amorÓ lo singulariza.
El espectador experimenta ser Òsu amorÓ, y sospechamos que
sabe que no lo es. Esta ilusi—n paradojal es propia de un estado intermedio,
la viscosa pasta de la mentalidad creada entre el ’cono Susana
y el espectador nutrido con inyecciones de identidad. No solamente se
es para alguien, sino que se es para SG. Y como se ha construido una
relaci—n virtual con SG, hay una posibilidad cierta de que efectivamente
se sea alguien. Algo m‡s que un objeto inesencial, pr‡ctico inerte, el
nœmero intercambiable. Si no lo encuentran se pasa a otro que ser‡ Òsu
amorÓ, y as’ sucesivamente. Se tiene conciencia parcial de no ser el objeto
de su amor, y se alberga al mismo tiempo la ilusi—n de serlo. Se
trata de un estado de virtual relaci—n afectiva. Se inyecta la ilusi—n de
que ser Òsu amorÓ podr’a ser una realidad tangible y odor’fera. En la
singularizaci—n del ÒHola, mi amorÓ, la percataci—n humillante de los
celos se resalta por sobre el sentimiento de masa. Si soy uno m‡s en
el reba–o, no sŽ si es leg’timo sufrir la tiran’a de los celos.
El coro afina: queremos jugar, queremos ganar. Es el coro man’aco
de la gloria. Al sonar, un telŽfono encuentra en su timbre de frecuencia
irregular, la variante m‡s creativa de su ser aparato.
La voracidad
ÒPor mi carrera paguŽ, claro, mi precio Ó 1 (SG)
Domingo 17 de junio de 2001. Un argentino con varios hijos gan—
12000 pesos y el azar le ahorra responder cu‡ntos zapatos hay en 37
pares. Un ni–o de 13 a–os responde ÒHola SusanaÓ, gana 11.000 pesos
y SG le dice: ÒMi amor, te quieroÓ.
El objeto no colma el deseo, que no se localiza, es inasible, indefinible.
Buenos Aires rebosa de tiendas pero lo imposible no encuentra satisfacci—n.
SG se expresa en sus obsesiones: ÒTengo la man’a del deme,
deme, cuando entro a un negocio, as’ que no habr’a hombre en la
tierra que pudiera mantenermeÓ (Cuadernillo del divorcio de SG.).
La extensi—n nerviosa y ps’quica del televidente nutrido de adolescencia
postard’a se mensura desde el arqueo de las cejas de SG en el
momento en que reina este imperativo Òdeme, demeÓ. La satisfacci—n
del deseo siempre ser‡ un imposible.
El leitmotiv es la obsesi—n de la pobreza. Esa es La Peste. La escasez
le hace advertencias sat‡nicas a la inseguridad ontol—gica. Porque
la pobreza es sin—nimo de inconsistencia, de falta de espesor, de una
especie de agua de alibour que ba–a la existencia. Incluso se acompa-
–a de matices afectivos, con extra–as connotaciones culp—genas: ÒNo
te sientas culpable por decir ÒMe gusta ganar dinero. ÀQuiŽn dijo que
el dinero no hace la felicidad?Ó 2 . La obsesi—n man’aca se insolenta
omnipotente y sue–a con el control triunfante sobre los imponderables
que presenta el futuro, el terrible fantasma de la Òvejez sin plataÓ 3 ,
por ahora imposible de subastar.
SG, al declarar: ÒLa guita me gusta y entonces me adapto. Yo no soy
Alfredo Alc—n, no pretendo hacer ShakespeareÓ 4 , confirma la satanizaci—n
del dinero asociada al prejuicio de un arte de rango superior,
por excluir las actividades empresariales del dramaturgo inglŽs y la
puesta en escena del lunes 31 de mayo de 1999: mœsica de Nino Rota,
un sketch de los villeros y el futbolista Hern‡n Crespo; su cotizaci—n
en cifras millonarias inspira el comentario de SG:ÒPor eso est‡s ac‡
hoyÓ. Se habla del valor de los diamantes y el jugador agradece ser
comparado con un objeto (sin duda, una forma del amor), coincidiendo
con el economista John Galbraith respecto de la ’ntima asociaci—n
hist—rica entre el dinero y el metal.
Se asocian la velocidad, la inteligencia y el dinero. El test de Raven,
otro juego, pide elegir un dibujo faltante en una secuencia, premiando
la rapidez con un plus de coeficiente intelectual. El dinero agiliza la
respuesta existencial a la lentitud de la pobreza, siempre inmunda. Si
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Campo Grupal / 3

POLIFONIA
Denise Najmanovich
najmanov@mail.retina.ar
La vida no existiría sino es bajo el
signo de la vulnerabilidad: este es
su sino, su destino y su grandeza.
Vida y muerte se interpenetran y
sostienen mutuamente en una loca
excursión que lleva necesariamente
a la extinción y a nuevos
comienzos que renuevan y reinventan
la apuesta. Vamos muriendo
cada día en esta o aquella célula,
en una u otra quimera, en
cada respiro que dará paso al siguiente,
para renacer a cada instante
con nuevos sueños, otros
sentidos, remozados tejidos. No
hay vida sin muerte, porque no
hay vida sin cambio. Durante todo
ese recorrido con final conocido
pero sin meta vamos intercambiando
con nuestro entorno energía
y materia, información y gracia.
La sensibilidad regula la
cuantía y la cualidad, la frecuencia
y la velocidad, la necesidad y
la saciedad y por eso es la fuente
de la vulnerabilidad. Una buena
vida requiere de una sutil y a la
vez potente capacidad de modulación
entre muchas variables y deseos
que antagonizan y agonizan,
que se potencian y también se inhiben,
que se diversifican y convergen.
El atentado a las torres gemelas
de New York, en el contexto de
los delirios imperiales y el frenesí
neoliberal con que hemos finalizado
el siglo del cambalache e inaugurado
el nuevo milenio, fue un
duro golpe al sueño de que caído
el muro habría un avance sin obstáculos
y sin costos.
El discurso post-ataque convoca
a restituir una ilusoria seguridad
que nunca hemos tenido. Extrema
en las palabras y en los hechos
las viejas doctrinas de seguridad
pero ampliadas hasta el “infinito”.
Se trata de cercar los territorios,
las calles, los patios, los autos,
los cuerpos, los sueños, las almas.
La vieja y bien conocida seguridad
de los cementerios, pero
ahora llevada a todos los confines
de la tierra. La excusa de que se
valen los “adalides de la seguridad
mundial” es que en la medida
que el enemigo se ha vuelto ubicuo
también deben universalisarse
las defensas. En la escalada
paranoica victimas y victimarios
intercambian permanentemente
ropajes y posiciones, se trasvisten
y metamorfosean unos en otros
en un juego macabro que no tiene
final: el de la venganza infinita.
Por eso hoy la tarea privilegiada
es la de afinar y refinar la vulnerabilidad,
puesto que la invulnerabilidad
(nombre propio de la seguridad
absoluta) es un espejismo espoleado
por un deseo malsano.
No se trata sólo de la imposibilidad
de ser invulnerables sino de
un exceso de seguridad nos lleva
hacia la pérdida de vitalidad, disminuye
nuestra capacidad sensible,
acelera el círculo vicioso de la
violencia y acorrala la potencia vital,
incluso hasta el punto de destruirla.
La vida es un linaje de cambios
entrelazados, una trama pulsante
en eterno fluir. Menos rígida que
un cristal, más estable que el humo,
en la vida no caben ni la invulnerabilidad
ni la extrema fragilidad.
El desafío actual es el salir
del círculo vicioso de la lógica bipolar
de víctimas y victimarios en
que se identifica seguridad con
atrincheramiento, para construir
territorios convivenciales en que
la seguridad y la libertad, la protección
y la exploración amplíen
los horizontes de la vida personal
y social.
te enriqueces tal vez puedas detener la veloz aproximaci—n de la podredumbre
de la vejez. ÒDebe ser horrible ser viejo y pobre ...muchas de
las grandes estrellas llegaron a una edad en que no pueden hacerse un
tratamiento, ni ir a la dentista. 5
Lunes 18 de abril de 1988. Es noche en la ciudad nosocomio. Arden
los televisores. Se pregunta por el autor de esta poes’a: ÒYo te di un
coraz—n joven y justo, / lo colmaste de besos/ y una noche te dio por
devorarloÓ 6 . El amor voraz no sacia jam‡s su insatisfacci—n afectiva.
El ojo deglutidor devora desde la pantalla a los hombres que Òel detentador
de poder coleccionaÓ, sugiere Canetti.
El programa, y todas las variantes de los juegos de loter’a, con el juego
de la diosa fortuna, es una alternativa que los exhibicionismos del
poder le otorgan al hombre acorralado por los efectos de la desocupaci—n.
La desmesura es un gesto del poder, que incluso se espera en calidad
de ritual que lo legitima. El poder estimula la creaci—n de dispositivos
ilusorios, virtuales, construcciones imaginarias que nos aproximan a
los privilegios de los que goza. La proximidad con el poder actœa como
la magia contaminante, y tiene un efecto pregnante sobre el espectador.
M‡gicamente, Žste asume el atributo de la desmesura, de la voracidad,
se fortalece y experimenta sentimientos de confirmaci—n de su
identidad.
El juego de las coincidencias con los ÒLos sesenta guerreros de
pl‡sticoÓ
Localicemos nuestro deseo-capricho, lector. Tiran’a del principio de
placer. Ideolog’a perentoria de su Majestad el Ni–o. ÒQuiero un vestido
parecido al que luci— Scarlet OÔHara en ÒLo que el viento se llev—Ó
(SG). El espectador es el que va a lucir como una novia con las bandejas
de plata. El mortal espectador, al decir ÒquieroÓ, formula un deseo
que no siempre se acompa–a de sus perspectivas de realizaci—n. Pero
lo caprichoso ha perdido su significaci—n, y con la poblaci—n identificada
con la estrella se realiza el discurso paradojal y enajenante.
El poder crece desde las cantidades, desde la acumulaci—n, y anhela
siempre m‡s. En su despliegue parece decir que siempre es poco lo que
posee, amenazado por las cantidades de otros poderes que se contagian
en la voracidad incohercible de la acumulaci—n.
La cantidad nos ilumina con el efecto de luz Rembrandt: SG luce los
25 metros de encaje chantill’, 30 metros de tafet‡n, 3 enaguas y 60 botones
en la espalda. ÀQuŽ aporta a la condici—n de lo inœtil la cantidad
de 60 botones en un vestido? Es el vestido de casamiento de Susana,
con sesenta botones. Este juego procura placer desde su misma inutilidad.
Pero al ser placentero, es œtil. Es la conexi—n mensurabilidad-erotismo,
con el registro de los minutos que lleva abotonar-desabotonar
el vestido. 7 La excitaci—n obedece a la disociaci—n sadiana de ambas
actividades: una, la sexual propiamente dicha; la otra, cognitiva lectura
de cifras en forma simult‡nea con la actividad sexual.
Los 60 botones inspiran la creaci—n de otros juegos de cantidades. Es
la er—tica de la ciencia econ—mica con cifras estimulando la secreci—n
salival y provocando cosquillas diarreicas al intestino perezoso, saturado
de narcisismo moderno. 8 Acumulaci—n de vestimentas, tinturas, objetos,
transparencias. Todo se acumula, todo se contabiliza.
Se inaugura un ejercicio de la estŽtica de las medidas. ÒEl hotel es
una miniciudad: 520 habitaciones, todas con telŽfono, televisi—n por
cable y balc—n privado. Seis restaurantes, dos night club, dos piletas
Primer Congreso Patag—nico
Sociedad Psicolog’a Cultura
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Trelew 17, 18 y 19 de Octubre
Hasta la fecha confirmaron su participaci—n:
Alfredo Grande, Horacio Gonzalez, Alfredo Moffatt
Leon Rozitchner, Vicente Zito Lema
Coordina: Diana Coblier
ComitŽ Cient’fico: Silvia Chejter, Alejandro de Oto
Lucila Galay, Marta Vasallo
Organizan: Fundaci—n Tehuelche y Atico
Auspician: Topia y Campo Grupal
Informes, Inscripci—n y Presentaci—n de Trabajos:
www.fundaciontehuelche.com.ar
Email: congreso@fundaciontehuelche.com.ar
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de nataci—n (...) comprŽ tres carteras deliciosas por 265 d—lares. Una
roja, otra dorada y una tercera negra para la noche(...) Un par de zapatos
de gamuza marr—n y tres remeras para Huberto, un collar de corales
para Mecha y dos suŽteres bordados para m’Ó. 9 Erotismo de la
enumeraci—n, de la contabilizaci—n, de la cercan’a con la cantidad y las
medidas.
Cifras multiplicadas por el Juego de las coincidencias en el palacio
de Salomon, Àeran 60 los guerreros que rodeaban el lecho? La misma
cantidad de botones que en el vestido de Susana.Y en 1985, ÀquŽ cantidad
de espectadores fue necesario convocar para salvar la inversi—n
de la obra de teatro, ÒLa mujer del a–oÓ? 10 . S’, correcto, fueron 60
mil.
Como en el placer anal experimentado por los expertos en materia
contable, el jugador se excita en la retenci—n de las heces propiedades,
en la lœdica creencia basada en las contiendas televisivas de supuesto
saber que dice que poseer el dato, es un signo de cultura.
El aburrimiento
ÒProhibido aburrirse. El aburrimiento es tristeÓ. 11
El aburrimiento es triste porque es de duraci—n lenta. Anuncia el derrame
de la viscosa angustia, a veces de extraordinaria lentitud, para
contrariar la descarriada angustia del ataque de p‡nico. La vivencia del
aburrimiento es pest’fera porque es la se–al de protesta de aquello que
desconocemos. Nos aburrimos, el aburrimiento preanuncia la depresi—n,
y se monta sobre la necesidad.
La diosa desafiante de lo establecido invita a efectuar el pasaje veloz
a otro estado emocional: la diversi—n. ÒLa vida tiene que ser divertida
(...) Cuando veo venir el aburrimiento, vuelo. Cambio de vidaÒ. 12
Es el cambio urgente de paisaje como receta curativa, el aturdimiento
de lo sonoro, de la compulsi—n repetitiva de las cancioncillas neokitsch,
de la hipnosis de las piernas cruzadas de SG.
La diversi—n es r‡pida. Como signo de lo man’aco de la gloria, SG
nos convoca a formar parte de la colecci—n del Coro que cantar‡ su
nombre, estemos vivos o muertos por la serialidad y la intercambiabilidad
de los integrantes de la grey televisiva.
Es dable invertir la cuesti—n y no parece aburrido reflexionar sobre
nuestra propia capacidad de engendrar aburrimiento. Eso exige superar
el trance de una peque–a o enorme herida narcisista. Porque a su vez
se corre el riesgo que el reflexionar, como noticia de Òlo solemne intelectualÓ,
nos provoque un Òexceso de racionalidadÓ, que en el caso de
SG es determinante de aburrimiento. 13
Si el aburrimiento se relaciona con la falta de est’mulos externos,
queda una pregunta a formular sobre la cualidad de otros est’mulos de
origen interno. Si un est’mulo interno se entrelaza con el externo en la
noticia de la infidelidad de una pareja, incluso es bienvenido en el caso
de SG, para quien Òel aburrimiento hasta es peor que la infidelidadÓ. 14
Legrand y GimŽnez, cumbre de los anteojos oscuros
Si bien se tiende a ubicarlo en su aspecto de simulaci—n, padece los
efectos de la m‡scara en su car‡cter intimidatorio. Lo oscuro del anteojo
juega con el vŽrtigo de la simultaneidad, y dice: no me miren, no deseo
ser visto, pero quiero, al mismo tiempo, que sepan que no deseo ser
visto. Ustedes me miran, y saben que sŽ que soy visto en la p‡tina del
visor de la lente, en el que se reflejan mœltiples globos oculares. Saben
que yo miro esa escena en la que soy mirado. Una c‡mara Macworth
15 se desprende y me acompa–a hasta que mi invitaci—n a ser mirado
en mi esfuerzo por no serlo, cumple el sue–o de la invisibilidad.
El portador de anteojos oscuros pasea su pudor, sus ojos irritados, su
melancol’a, su duelo, su voyeurismo disimulado en la convenci—n estŽtica.
Se pasea fascinado por ese objeto que es una extensi—n f’sica de
su anhelo de inimputabilidad en las actividades de espionaje social. En
su camino s—lo espera encontrarse con ojos descubiertos. El encuentro
con otro par de anteojos oscuros crea un falso estado de reciprocidad,
porque no se necesitan el uno al otro en la multiplicidad del juego de
representaci—n colusoria. Es decir, la ilusi—n de dos exige s—lo un par
de anteojos. Si se encuentran dos portadores, se agua la fiesta del juego
de ilusiones rec’procas.
A la metamorfosis mujer le permite, el anteojo ahumado, ver los
ojos que la besan en su bella indiferencia de histŽrica, que convierten a
su cuerpo en un tallo erecto, una falofor’a cotidiana que gozar’a a cara
descubierta de una manera incompleta por carecer de la casamata de
observaci—n. Desde all’, detr‡s de los anteojos oscuros, ejerce el papel
de vig’a de su pan—ptico personal. Porque aun cuando no mire ser vista,
y se mire a s’ misma, introspectiva, o deambule son‡mbula, sabe
que su utensilio descansando sobre el tabique de la nariz hace que ustedes
se sientan vistos; y esto, es un atributo de los poderes.
El invento tecnol—gico del anteojo ÒespejadoÓ, otorga una protecci—n
fastidiosa para el espectador de mi ser con anteojos (espejados), porque
aquel se enfrenta con la anticipada certeza de la inutilidad de su actividad
de espionaje, con el poder multiplicado de mi impunidad de esp’a
de sus afanes de escrutador. El desvalido que no porta los anteojos
Campo Grupal / 4 A veces hay que estropear un poquito el cuadro para poder terminarlo. Eugène Delacroix

espejados se metamorfosea en invento de la naturaleza. Su cara desnuda
es una triste sofisticaci—n derrotada por la impunidad de un observador
sin l’mites.
El anteojo oscuro: un signo de poder esc—pico, una forma de la ofensa
social que se soporta y a veces se castiga, retirando de forma colectiva
la prestaci—n de servicios oculares. La respuesta es no mirar al portador,
el dif’cil ejercicio de apartar la mirada.
En el nocturno de adultos varones, entre quienes se confunden sus
an—nimos violadores, una profesora de filosof’a (ML, en el film ÒLa
patotaÓ) da clases portando anteojos negros. Sin padecer los hirientes
rayos del sol, oculta sus ojos intensificando el ambiguo signo de las
consecuencias de la violaci—n.
Al ser veh’culo de la expresi—n hipostasiada de la fijeza, de la par‡lisis
gestual fallida que busca atenuar la visibilidad, los anteojos negros
le brindan a los movimientos oculares una eficaz econom’a de esfuerzos.
Como gesto, es abrumadoramente eficaz en su autosuficiencia.
La profesora Paulina Vidal se quita los anteojos y mira solemne a su
violador. El trabajo intimidatorio, su juego de micropoder social, ya fue
hecho sin gasto del ‡cido l‡ctico de los mœsculos de los p‡rpados. Lo
hizo la ortopedia. Lo ha hecho la lente oscura, con los que la profesora
exaltaba la m‡scara de su sufrimiento. El anteojo oscuro le permit’a
vivir su sufrimiento de violada, pero con discreci—n. Gesto de micropoder
y de falsa autonom’a que el portador se ahorra de dibujar con la
mirada.
El anteojo oscuro es la moda; como modo estad’stico, la dureza del
pl‡stico absorbe la par‡lisis del s’ntoma de la histeria de su portadora.
En Žl se derraman los s’ntomas de la conversi—n de la histeria, que los
anteojos absorben como si fueran la prolongaci—n del tabique nasal.
Sobre el negro impermeable de nylon lucido por ML en el film ÒPasaporte
a R’oÓ, se derriten sus patillas, por un efecto de corto circuito
de los polos crom‡ticos, negro contra negro.
Eficaces auxiliares de la comunicaci—n cuando en un soleado partido
de polo en Mar del Plata, intermedian entre SG y la lente de una
c‡mara filmadora.
Su destino es el de ser un artefacto del mecanoerotismo esforzado
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El tiempo es la imagen de la eternidad en movimiento. Platón
en crear la ilusi—n de lo ordinario, y traicionado por el efecto inverso
en el negro punzante del banco de una plaza porte–a, arruinando el descanso
estival de SG. Asociado con otros mecanoerotismos procura aliviar
la pesadez de la fama, pero el brillo de la diva se empe–a en jugarle
trampas: Ò Todo el mundo me reconoce. He hecho toda clase de
pruebas para evitarlo: me he puesto sombrero, pa–uelo, lentes ahumados,
peluca corta. Es inœtil: siempre hay alguien que dice: ÁEsa es Susana
GimŽnez!Ó. 16
Como el tigre de Blake, los ojos de SG resumen en un gran angular
no s—lo los objetos cercanos y lejanos del set televisivo, sino tambiŽn
los objetos cercanos y lejanos de la historia individual, singular, y probablemente
repetible del teleespectador.
La ecuaci—n neofreudiana dinero-comida obliga al jugador de la era
de la ruptura continua, a efectuar la conexi—n con el almuerzo cumbre
de pechugas de pollo al lim—n (10/6/03). All’ sus anteojos, los del espectador,
trazan la arquitectura de la aloquiria 17 del tri‡ngulo ojosfrente-armadura
del anteojo, al apropiarse del percepto destinado a un
ojo haciŽndole creer al otro que los amarillos adornos florales en las
sienes de ML y SG, tan idŽnticos, no le informan sobre la democr‡tica
igualdad de sus estatutos de divas nacionales.
SG mira hacia algo inasible, etŽreo. Hay cierto desencuentro de la
simetr’a de sus ojos, un poco almendrados. Entre ellos y este erotismo
ahumado de la biotecnolog’a, se zambullen indiscretos los jugadores
televisivos; a veces n—mades, y siempre, empobrecidos colectores de
insatisfacciones.
Fragmento del ensayo inŽdito ÒDivas. La Lupa del espectadorÓ
Notas:
1 ÒCaras, caritas y caretas. Biblia, calef—n y golosinas surtidas. 50 personajes de la Argentina.
Modelo para armarÓ. R. Braceli, p‡g. 310. Sudamericana, 1996.
2 ÒUna mujer. La biograf’a no autorizada de Susana GimŽnezÓ. C. Acu–a, S. Walger, Planeta.
Espejo de la Argentina, 1991, p‡g.203. Del dec‡logo para ser feliz.
3 Op. cit., p‡g 60.
4 Op.cit., p‡g. 111.
5 Declaraciones a Revista ÒCarasÓ.
6 S. Walger, C. Acu–a, op. cit., p‡g. 188.
7 Citado por InŽs Hercovich, en ÒEl enigma sexual de la violaci—nÓ, dice Michelle Perrot:
ÒMientras se multiplican las estaciones del desnudamiento, los impacientes dedos han de superar
los obst‡culos de una gama incesantemente multiplicada de nudos, broches y...botonesÓ
8 De Žste, refiere Le Breton que Òest‡ hecho del trabajo sobre uno mismo, de la bœsqueda de
una personalizaci—n de la relaci—n con el mundo por medio de la valoraci—n de los signos de
la vestimenta, de ciertas actitudes, pero tambiŽn, y especialmente, de signos f’sicosÓ. (ÒAntropolog’a
del cuerpo y modernidadÓ, A. Le Breton).
9 J. Rial, ÒSuÓ. Vida, pasiones y l‡grimas de una diva. Ediciones Florentinas.
10 ÒUna mujerÓ, Walger-Acu–a, p‡g.151.
11 Del Dec‡logo creado para la Revista Gente, citado por Acu–a-Walger, p‡g 203.
12 R.Bracedi, op.cit., p‡g. 311.
13 R. Braceli, op. cit., p‡g. 311.
14 R. Braceli, op. cit., p‡g. 311.
15 Un tipo de c‡mara para la cabeza Òque muestra por proyecci—n y simult‡neamente tanto
las escenas como el movimiento de los ojos del espectadorÓ. En la cabeza de los ni–os, Žstos
segu’an Òcon la vista no las acciones, sino las reaccionesÓ de los actores. ÒComprender los
medios de comunicaci—nÓ, Marshall McLuhan, Paid—s, p‡gs 315/316.
16 R Braceli, op. cit., p‡g. 304.
17 Caso de aloquiria, en los que Òel sujeto siente en su mano derecha los est’mulos aplicados
a la mano izquierdaÓ; M.Ponty, ÒFenomenolog’a de la percepci—nÓ.
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Campo Grupal / 5

POR H O POR G
(humores grupales)
Walter Vargas
mwvargas@yahoo.com
Hace un rato leí un par de cosas
que me dejaron pensando o, en
todo caso, para no pecar de vanidoso,
que me dejaron metido a
fondo en el intento de pensar,
esa aventura que a decir del
maestro E. M. Cioran equivale a
tropezar. Ahí voy. Resulta que mi
voluntad de tropiezo viene por el
lado de una observación de Martín
Caparrós que se entronca
con algunos dichos de Rosa
Montero.
Dice Caparrós, en plena errancia
madrileña, que cree haber
detectado un repentino amor de
los españoles por los argentinos;
que siempre había sentido que
el primer sentimiento que les
provocábamos era de rechazo, o
de incomodidad, pero consumada
la debacle económica, la del
corralito-corralón y otras amargas
infusiones que fueron de dominio
público pero padecidas en
este confín del globo, los españoles
han pasado a tenernos
lástima con suma placidez, con
cierto dejo de ternura. ¿Exagera
Caparrós? Un poco sí, parece, y
otro poco andá a saber.
Porque hete aquí que en el mismo
número de Veintitrés, para
más datos el del tercer viernes
de julio, la conspicua señora
Montero nos dispensa cariños y
efusividades varias, sin privarse,
claro está, de zamparnos ironías
finas y no tan finas. Por ejemplo,
dice que somos los únicos desvelados
por saber cómo los ven
en el extranjero, y dice, también,
que los argentinos andamos por
la vida creyendo que el mundo
nos debe algo. Y sigue diciendo,
la señora Montero, otras cosas
que no vienen al caso.
Ahora, cuando por vía virtual
acabo de narrarle esto mismo al
entrañable Juan Carlos De Brasi,
que desde hace unos cuatro
años vive por allá, en Princesa y
una de ésas, y seguro que me
honrará con agudas consideraciones,
recuerdo que en su momento
oí broncar a Ricardo Darín
por esto mismo que a mí me
está dando una mezcla de dolor
de panza y ganas de putear en
idiomas y dialectos variopintos:
el españolaje nos habla desde
las alturas, más o menos como
si fuéramos Ruanda, y no se
contenta con opinar, qué va, se
deleita con decirnos cómo tenemos
que hacer para llegar a no
sé dónde. Y, según mi experiencia,
todo eso sin que nadie le
pregunte.
Confieso que digo esto con un
poco de pena, también, y con la
autoridad que me da sentirme a
buenas con mi dosis de europeidad
y de españolidad. Ni aquella
docente indigenista, antropóloga
ella, que sufrí en la Pichon Riviere,
ésa que poco menos te
obligaba a pedir disculpas por
ser blanco y rubión; ni los paisanos
de mis abuelos que me trataron
de terror en ambas-sendas
penínsulas lograron hacerme inclinar
la cabeza o vivir como una
carga las herencias de sangre.
Pero se nota que mi proverbio
de hoy es el buey solo bien se
lame. Los recovecos de la argentinidad
son cosas de argentinos.
No permitiré que fuerzas invasoras
nos quiten una de los
pocas riquezas que nos quedan:
preguntarnos, rumiar, desandar,
quiénes fuimos, quiénes vamos
siendo, quiénes queremos ser.
La rostridad en los grupos
Líneas de fuga en el
trabajo con psicodrama
Carolina Pavlovsky
freedomjazzdance@hotmail.com
El rostro es redundancia. Es el marco o pantalla. Rostro ÒbunkerÓ.
La estrategia Norteamericana de colocar a Saddam Hussein como
el Ò rostroÓ que se necesitaba para justificar una invasi—n terrorista
planificada desde hace a–os; un rostro enemigo que capture todas
las miradas (recordar la manipulaci—n de los medios desde la ya
primera invasi—n de Pap‡ Bush) y que cargue con todas las culpas, ha
fallado. Porque el ÒNuevo Orden MundialÓ, como se lo llama, no calcul—
contrarrestar los efectos imprevisibles de la actual distribuci—n
mundial de poder. El fascismo, la xenofobia, la necesidad de controlar
cada vez m‡s el Imperio su poder ampli‡ndolo, crecen como hierba
mala en la huerta reseca de las utop’as. De esto padece NorteamŽrica
hoy.
Si hay algœn motivo para sobrevivir, Žse ser’a el de escapar al rostro.
Deshacernos del rostro y las rostrificaciones : no caer en esa subjetividad
demasiado humanizada, Primera Persona Singular : dureza callosa.
El ÒyoÓ que Nietzsche quer’a disolver.
Pero cuestionar la ÒrostridadÓ es un movimiento que involucra toda
nuestra subjetividad. No es una cr’tica neutral
Sucede que, a punto de descubrir el gran arte del inconciente :el arte
de las MULTIPLICIDADES, no se cesa devolver a las unidades
MOLARES.
Para un coordinador de grupos que no tiene el coraje de pasar imperceptible.
El estar MOLECULAR puede sentirlo como puro caos. No como la
DANZA DEL EQUILIBRISTA SOBRE LA CUERDA para no quedar
atrapado en niveles cerrados de sentido. Tememos al caos. El caos no
se trata sino de OTROS ORDENES que desconocemos. Ordenes que
se dejan captar si nos dejamos atrapar por la danza inquietante de signos
vac’os, sometiŽndonos al sin sentido, flotar sobre el modo de la superficie
y la apariencia. El problema no es el de la ORGANIZACIîN,
el SENTIDO, el de la ESTRUCTURA, sino el de la COMPOSICIîN.
Composici—n que singulariza a la obra de arte con sus caracter’sticas
de extra–eza, liquidez, instantaneidad, inhumanidad. Composici—n de
molŽculas, de part’culas de todo tipo, de afectos, de intensidades, de individuaciones
sin sujeto (Deleuze, Guattari). Es el juego vertiginoso de
las apariencias desafiando al sujeto de la interpretaci—n. Juego que nos
arranca del reino de la met‡fora y nos sumerge en la seducci—n de las
metamorfosis ( Carolina Pavlovsky, Lo Grupal 8 )
Pensamiento en im‡genes
Es el pensamiento no gramatical, no estructural. Es pensamiento de
afectos, estados, intensidades, geograf’as, en fin, im‡genes.
Nos malacostumbramos a conformarnos con los estrechos desfiladeros
del significante.
y olvidamos nuestro verdadero cuerpo: el que sabe escuchar al coraz—n,
a las v’sceras, a los —rganos : cuando Žstos se convierten en grietas,
l’neas, antes que profeticen el futuro ;
cuando nos agradece el esp’ritu satisfecho con el silencio del cuerpo.
Un psicodramatista tiene que estar muy bien entrenado en el pensamiento
en im‡genes. Si el psicodrama tiene su lugar en la cl’nica ser‡
porque es un dispositivo privilegiado para romper el sentido cerrado,
bloqueado de una historia individual. Porque su materia prima tiene
que ver con este concepto, pensamiento en im‡genes, el cual m‡s que
transitar una ÒhistoriaÓ dibuja una Ògeograf’aÓ. De mapas, l’neas, bloques,
intensidades.
Es importante que el psicodramatista tenga claro la importancia de
este concepto-m‡quina deseante. Cuando se trabaja con un sujeto, es
fundamental estar atento a la formaci—n de im‡genes en su pensamiento.
A veces el psicodramatista debe estar transferencialmente ÒadelanteÓ,
imaginando Žl antes, o al m‡s fiel estilo moreniano : inducirlo a
imaginar. Proyectamos fragmentos, escenas de pel’culas, teatrales, peque–as
fotograf’as-mapas, recuerdos en c‡mara lenta, recuerdos corta-
dos a bisel.La capacidad IMAGINANTE nos sumerge nos sumerge en
OTRO lugar, donde se habita de otra forma el espacio, el m‡s ’nfimo
movimiento, las velocidades, las intensidad o la pobreza de una voz, de
un gesto, de una pausa, una mirada, los sonidos de los objetos cuando
hablan, el silencio ensordecedor de los cuerpos cuando vibran.
Es comprobable que las im‡genes,como la compleja multiplicidad
del registro perceptivo, no tienen la tendencia autom‡tica de acomodarse
en una historia.
Un psicodramatista no despliega, escenifica ÒhistoriasÓ, montajes argumentales
muchas veces limitados a la intimidad familiarista. Apenas
son fragmentos : velocidades, no secuencias, ritmos y arritmias variados,
no tiempos esperablemente regulados, destellos y evanescencias,
m‡s que la previsibilidad de la luz y de la sombra.
La experiencia psicodram‡tica, conde sea y como sea que se lleve a
cabo, pierde su mŽtodo y su sentido si se le teme a la intensidad . ÒPara
que una cosa tenga sentido, ÉÉhace falta una ilusi—n, de movimiento
imaginario de desafio a lo real, que nos arrastre, que nos seduzca
que nos rebele.Ó (J, Baudrillard). Crear y sostener las condiciones de
FICCIñN, de juego, es nada menos que el eje del quehacer psicodram‡tico.
No debe importar el contenido del texto narrado, lo que realmente
importa es dise–ar, crear un clima de ficci—n. Sumergir al protagonista
y a los miembros del pœblico-grupo en las intensidades de la
escena-ficci—n, hacer del espacio psicodram‡tico un espacio transicional.
Estar atento al clima, mantenerlo, o aœn, intensificarlo.Pero no
perderlo.
La intensidad es calor, y es caos. Es el momento de mayor producci—n
creativa del artista.
La materia prima del psicodrama es la IMAGINACIñN, o mejor decir
FUNCIñN IMAGINANTE.
Mas no esperes recompensa ni reconocimientos, aunque creas merecerlos.
Esta tarea es desnuda, cruda, solitaria tambiŽn.
La coordinaci—n de una singularidad colectiva deber’a trabajar con la
m‡scara del que circula entre todos sin hacer de su presencia algo m‡s
notorio que su presencia misma.
Para coordinar un grupo hay que ser humilde, sumamente humilde,
aunque atento ; abierto, mas no cobarde, y listo a ponerle el cuerpo a
cualquier obst‡culo que hubiese de surgir. No resolver problemas, sino
ponerles el cuerpo, oponŽrseles , sostenerles, transformarles, hacerles
bailar con nuestro cuerpo propio, para seguir adelante.
El agente de salud mental o aquel que roza en alguna medida estas
cuestiones, no es un agente NEUTRO, lamentable para algunos este
hecho, asumido en otros cuyo orgullo despierta .
Se trata de la subjetividad pura : lo colectivo, lo personal, las transversalidades
, lo intermedio, puro intersticio.
Respetar la singular subjetividad grupal es seguir sus l’neas que a
una primera impresi—n nos aparecen como ca—ticas, recostarnos sobre
su movimiento ondular, aunque desdobl‡ndonos en una atenci—n permanente
. Cont’nua o alternada, segœn los modos de percepci—n individuales.
Coordinar tambiŽn requiera de nuestra capacidad o entrenamiento
en la DISOCIACIîN.Disociaci—n con la que trabajaba Freud. No hay
que temerle a esta funci—n defensiva del aparato ps’quico, sino aprender
a utilizarla como a una herramienta fuerte de defensa en esta dif’cil
y deliciosa dedicaci—n al psicodrama.
Estas reflexiones, si vale llamarlas as’, porque no intensidades, son
parte de un pensamiento que vertebra la formaci—n de la corriente de
Psicodrama supervisada por E. Tato Pavlovsky, creador, junto con Hern‡n
Kesselman y Luis Friedlewsky (fallecido en 1979),del concepto
te—rico- tŽcnico de Multiplicaci—n dram‡tica. Esta no se agota, no queda
reducida a los rudimentos de una tŽcnica aplicada. Supone toda una
concepci—n acerca de la PRODUCCIîN DE SENTIDO.
La multiplicaci—n es un verdadero acto de intervenci—n institucional,
grupal, subjetiva. Tiene que ver con las afecciones, los contagios, los
estados, m‡s que con lecturas de interpretaci—n ed’pica. Matriz de creatividad.
Creatividad sin sujeto. Se aprecian l’neas que fugan a velocidades
incomprensibles, l’neas bloqueadas en callejones sin salida, otras
que se arrastran como gusanos para seguir abriŽndose camino, algunas
l’neas pasan, otras no. Y por DONDE, m‡s que PORQUE.
Se trata de recuperar la ilusi—n de las apariencias ÒbaudrillanasÓ, como
lo han hecho durante siglos el arte, el teatro, la poes’a. Y la multiplicaci—n
dram‡tica indaga de manera ejemplar esta dimensi—n. Y lo
grupal puede ser un instrumento privilegiado para evitar la captura de
un sentido hegem—nico. La resonancia grupal hace estalar el sentido
monocular de una escena.
Y en Žsto va mucho lo que se refiere a la creatividad, aunque a veces
se la nombra sin entender del todo quŽ significa. Y es que aqu’ el entendimiento
vale poco, cuanto mucho m‡s provecho se saca en NO entender,
dejar acaecer. Aœn con dolor, s—lo la creatividad salva al hombre,
cambia su historia, le da armas para transformar la historia con sus
semejantes, su destino.
Y llegando aqu’, trat‡ndose de las potencias de la creatividad, hago
pausa en este camino de la escritura, ya que otro cap’tulo merece la riqueza
de este tema.
Campo Grupal / 6 El mundo llama inmorales a los libros que le explican su propia vergüenza. Oscar Wilde

Otros vínculos
Clínica, salud
y cambio
Rosalía Alvarez, Ana María Muchnik
anamariamuchnik@fibertel.com.ar
Comenzar con una frase del œltimo libro de Luis Horstein no es
casual cuando la intenci—n es repensar experiencias que nos llevan
a cambios en la integraci—n cl’nica. ÒAdi—s mito de Òla
mente aisladaÓ, que piensa al sujeto como un c—ctel de pulsiones end—genas...con
que herramientas introducir lo intersubjetivo en la teor’a
y en la pr‡ctica cl’nica, sinÓ injertarÓ ni disfrazar una teor’a solipsista
con una cobertura vincular...Ó
Toda persona que est‡ atravesando una situaci—n de crisis tanto social
como evolutiva, sufre un fuerte impacto en su psiquismo individual.
Un grupo constituye un espacio privilegiado para ofrecer apoyo
y apuntalamiento promoviendo la elaboraci—n de los conflictos intra e
intersubjetivos.
Aquellas personas que se encuentran en situaciones de aislamiento,
que han sufrido un cambio de status social, que presentan rivalidad con
figuras de autoridad, que establecen relaciones de dependencia excesiva,
que tienen dificultad para registrar y expresar afectos y sentimientos,
aquellos que tienen v’nculos familiares distantes e inestables o que
presentan un antagonismo fraterno exacerbado o son hijos œnicos, se
les facilitar’a la elaboraci—n de esas circunstancias vitales si se les indica
su inclusi—n en un grupo.
El trabajo grupal brinda la posibilidad de dramatizar y escenificar el
nivel intersubjetivo. Los pacientes no s—lo ponen en palabras su representaci—n
mental de los v’nculos que establecen sino que, adem‡s, el
grupo permite ver a un sujeto en funcionamiento Òcon otrosÓ, facilita
la desidentificaci—n con los modelos primarios y posibilita nuevas
identificaciones...
Con el armado de un atractivo programa, formamos grupos de convivencia,
que incluyen en su estructura talleres con trabajo grupal de
interpretaci—n psicoanal’tica.
Es muy importante destacar que la convocatoria debe incluir, a
nuestro entender, como requisito fundamental el contacto con la naturaleza.
ÀPorque?...porque hemos pensado y la experiencia lo constat—, que
el trabajo intermitente de la profundizaci—n en lo inconsciente, se facilita
por la apertura que se produce en el corte de lo cotidiano. Este corte
genera la posibilidad de flexibilizar las defensas y facilita la elaboraci—n.
Vimos que cuando la palabra y su significado se entrelazan con
sensaciones intensificadas en forma mœltiple y vivencias vinculares favorecedoras,
el trabajo de focalizaci—n sintom‡tica adquiere un realce
natural. Se nos ocurre parangonarlo a la posibilidad del rayo l‡ser que
apunta certeramente a nœcleos muy rec—nditos del cerebro. En nuestra
experiencia, el amalgamiento de lo sensitivo, vincular, recreativo y
simb—lico genera un clima facilitador de la apertura y cambio, en el
campo de la personalidad de cada uno de los integrantes de la experiencia.
Desde nuestra especializaci—n en salud mental la coordinaci—n de los
grupos de movilizaci—n, focalizaci—n y cambio cuya consigna es...
ÒSiempre quise cambiar algo y no pudeÓ.
nos demuestra que la integraci—n de lo heterogŽneo se va logrando
desde lo vivencial - sensitivo con una eficacia cl’nica de caracter’sticas
diferentes a las logradas en la d’ada paciente - terapeuta.
Conviviendo tres d’as, a orillas del mar, o en los bosques de pinos,
o en las monta–as, donde se respira aire puro, los talleres que realizamos
se entrelazan con actividades cuidadosamente seleccionadas para
que cada uno experimente una vivencia integradora y en conexi—n con
otros, pudiendo as’ recrear su propia realidad individual. Como habl‡bamos
el clima creado entre los integrantes, los coordinadores y el entorno
promueve y optimiza esta tarea ps’quica.
El organismo es productor de adrenalina para estimular sus respuestas
ante el peligro. Si no lo hiciera, estar’a dejando de lado sus defensas
naturales; pero el exceso de esos est’mulos nos deja angustiados,
deprimidos, temerosos o insomnes. La actualidad hace que hoy los
riesgos se hayan incrementado y la posibilidad de enfermar sea mayor
por la vulnerabilidad de nuestras defensas frente al contexto pertinazmente
agresor e incierto. Sin embargo, los estados de ‡nimo, que antes
eran considerados como expresi—n de conflictos personales, hoy aparecen
como respuesta ante un mundo en crisis.
Nosotros, profesionales de la salud mental, sabemos que cada persona
tiene, adem‡s, una determinada capacidad para soportar la tensi—n.
Actualmente la cantidad de est’mulos negativos es grande y la mente
no puede metabolizarlos, apareciendo enfermedades o desbordes
emocionales incontrolados. Pedir ayuda , tendr’a que ser una respuesta
natural para poder llevar adelante los proyectos personales o elaborar
nuevos proyectos, pero cuando se presentan estos est’mulos tan disruptivos,
el psiquismo queda imposibilitado para responder. La din‡mica
que se desarrolla en nuestros talleres nos demostr— cl’nicamente
en la respuesta de lo Inter. e intrasubjetivo, como ayuda y aliviana lo
agobiante.
Los est’mulos movilizantes y reparadores en nuestros talleres tambiŽn
apuntan a la intensidad de la injuria contextual, como mŽtodo antag—nico
frente a esa multiplicidad disruptiva.
Desde el tacto como concientizaci˜n del l’mite corporal, hasta los
aromas, desde el olor como sentido representante de lo m‡s arcaico,
hasta el movimiento y el contacto con lo natural y el otro, aparece, lo
m‡s profundo y significativo de la palabra y va surgiendo como nuevas
representaciones en la progresi—n de un encuadre cuidadosamente
renovado segœn la necesidad del grupo.
Como venimos diciendo, hemos comprobado que ingresando a una
experiencia vivencial, como la que proponemos; le permite al que la
comparte, descubrir que los sentimientos negativos son susceptibles de
ser modificados. Afianzando la confianza en las propias percepciones
y reacciones, alcanzando un nivel de escucha de uno mismo que le permite
consolidar aspectos de su personalidad.
Por ello es importante proponerse ampliar los l’mites del encuadre
en la bœsqueda de nuevos caminos que faciliten enfrentar los problemas
de maneras innovadoras y creativas.
Cuanto m‡s comprometida y aceptada se sienta una persona, m‡s se
anima a abandonar las corazas con la que ha enfrentado la vida hasta
ese momento.
Este es el principio del cambio.
En estos tiempos donde resulta tan dif’cil la realidad, pensamos que
es fundamental proponernos estos cambios internos, cuidando nuestro
equilibrio y bienestar ps’quico. As’ como tambiŽn nuestra riqueza de
abordaje simb—lico como analistas, que toda esta movilizaci—n facilita.
Entendemos que los cambios se logran trabajando desde lo m‡s primario:
el cuerpo, sus sensaciones y los afectos que despierta: y desde
ah’, ir avanzando a lo m‡s elaborado, que se manifiesta con el pensamiento
por medio de la palabra. As’ como hay v’nculos que han enfermado
a una persona, hay v’nculos y vivencias que permiten un encuentro
nuevo con lo autŽntico de uno mismo.
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Bahía Blanca
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(0291) 454-4120
Bariloche
luz@bariloche.com.ar
Tel. 52-0279 / 46-8258
Rosario
marielaarmenio@hotmail.com
(0341) 156-194813
San Luis y Región de Cuyo
hospimen@sanluis.gov.ar
(02652) 422007/ 423781
Misiones y Nordeste
aiurinic@hotmail.com
(0752) 42-6819
Río Grande
carlosjaviermor@hotmail.com
(02964) 42-0538 / 5815
Viedma
inaunjw@infovia.com.ar
(02920) 42-5561
Entre Ríos
vivianagomez99@hotmail.com
(0343) 431-0699 / 422-0262
Neuquen
afrancisetti@hotmail.com
(0299) 442-7707
São Paulo
barretto@unicid.br
(11) 5571-6068
Porto Alegre
alextavares@pop.com.br
(51) 9183-5253
Colombia (Medellín)
jhvanegas@yahoo.com
(57) (4) 230-8188 / 8966
Perú
808-5888 ó 728-9080 (Lima)
España y Unión Europea
marisapuges@yahoo.com
(34) (93) 415-9606 (Barcelona)
Sub - Comité Uruguay
congresoatbsas@adinet.com.uy
412 2923 / 708 2177 (Montevideo)
Fecha limite de presentación de resúmenes: 20 de Septiembre de 2003
Muchos hombres no se equivocan jamás porque no se proponen nada razonable. Goethe
Un espacio de
escucha abierto
y gratuito
La situación social en la que estamos
viviendo es y seguirá
siendo muy difícil.
Hay muchas personas con necesidades
que no pueden ser satisfechas
por falta de recursos.
Esto no es ninguna novedad para
nadie. En medio de esta crisis,
la necesidad de ser escuchados,
en momentos de dificultad personal,
también queda relegada. Nosotros
conformamos un equipo
de personas profesionales de la
salud y de la educación, unidos
por una filosofía común que es el
Acercamiento Centrado en la
Persona (Carl Rogers y continuadores).
Desde esta mirada, consideramos
que la Escucha Genuina
es en sí misma transformadora.
Confiando en esto, nos
propusimos crear un espacio para
la comunidad, en donde aquel
que necesite que alguien lo escuche,
pueda tener en forma gratuita
un lugar y un tiempo con alguno
de nosotros. Nos bautizamos
como Los Escuchantes, y
ya hace dos años que estamos
en funcionamiento.
La idea es atender la demanda
emocional presente en ese aquí
y ahora del encuentro. Deseamos
poder ofrecer un modo de
atención, que ofrezca una alternativa
diferente al modelo dominante
que nuestra cultura propone
como válido, dejando afuera a
los que por diferentes razones,
no solo económicas, no pueden
entrar en el circuito de “la salud”.
Nos referimos específicamente a
explorar el Suceso Terapéutico,
el poder transformador que se
despliega en un encueantro único
desde la escucha genuina.
escuchantes-casabierta@hotmail.com
JUEGO Y RECREACIÓN
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Campo Grupal / 7

CG Nº 13 - Mayo 2000
• Diálogo con Mario Buchbinder / ‘En la situación clínica, lo
poéticoes camino hacia la cura’ - Por Patricia Mercado
• Vínculo y complejidad / Nuevos paradigmas en elcampo de
la subjetividad - Por Denise Najmanovich
• Análisis de la implicación / La soga en la casa del ahorcado
- Por Alfredo Grande
• Psicodrama y teatro espontáneo / De la narración a la escena
- Por María Elena Garavelli
• Cuestión de estado / Subjetividad controlada - Por Ignacio
Lewkowicz
• ‘Lo primero y siempre’ / Abuso emocional del niño - Por
Eduardo Padilla
• La ética de una renuncia / El destino del salmón - Por Freddy
Quezada
• ‘Siempre hay voces que escuchar’ / Samuel Becket y el biógrafo
disciplinado Por Daniel Seghezzo
• En torno al suicidio / Haceres humanos ‘políticamente incorrectos’
- Por Walter Vargas
• Pasar de lo alternativo a lo alternativo - Por Alejandro Simonetti
• Náufragos del chat - Por Luis Gruss
• Secciones
Por H o por G (Humores grupales), por Walter Vargas
Los imperdibles, por Carlos Trosman
El enmascarado
Suplemento EL O.J.O. -juegos- creatividad aplicada.
CG Nº 14 - Junio 2000
• Algunas imprecisiones sobre nuestra realidad virtual / La tecnofobia,
de Gutemberg a Internet - Por Roman Mazzilli
• Dejar que el síntoma hable / Análisis genealógico en la clínica
corporal - Por Susana Kesselman
• La coordinación grupal / Resistencias del director de psicodrama
- Por Eduardo Pavlovsky
• Conocer la realidad para transformarla / Introducción a la
concepción operativa de grupo - Por Leonardo Montecchi
• Burn-out / El sida y sus efectos en los equipos de salud -
Por María Lila Bellio, Graciela Felner
• Descartes, Freud, Foucault, Lacan / La clínica también tiene
sus razones - Por Pablo Fridman
• IV Congreso Latinoamericano de Pedagogía Reeducativa / Formación
de la red de Educadores Sociales Hispanoamericanos
- Por Luis Gui
• Cuestiones sobre el trabajo - Por Beatriz Leonardi
• Escenas de un encuentro en Córdoba - Por Adriana Piterbarg
• Resonancias de Un Recreo en el cuerpo - Por Graciela De
Luca
• Secciones
Por H o por G (Humores grupales),por Walter Vargas
Los imperdibles, por Liliana Viater
El enmascarado
Desde Montevideo, por Raúl Sintes
Suplemento EL O.J.O.- juegos - creatividad aplicada
CG Nº 15 - Julio 2000
• El estatuto teórico-clínico del grupo / De la psicología social
al psicoanálisis - Por René Kaës
• Diálogo con el arquitecto Rodolfo Livingston / ‘Un espacio es
lo que ocurre en él, no sus paredes’ - Por Patricia Mercado,
Daniel Seghezzo
• La globalización de las patologías / Depresión social y anticuerpos
grupales - Por Dalmiro Bustos
• Grupos en las organizaciones - Por Hector Fainstein
• Segundo aniversario de Campo Grupal
• Entre prácticas y reflexiones / Psicodrama Grupal en el ámbito
de la Universidad - Por Silvia Schverdfinger
• ‘La increíble tarde en que Volonté impulsó la revolución’ / Juego
de espejos en el Teatro Espontáneo -Por Alejandra Retta
• Multiplicación sobre “Juego de espejos” - Por Raúl Sintes
• Gestalt / Taller vivencial, una nueva propuesta terapéutica
- Por Nicolás Lescano Juarez
• Poesías de Eduardo D’Anna/ Obra siguiente
• Secciones
Por H o por G (Humores grupales), por Walter Vargas
Los imperdibles, por Pablo Cazau
El enmascarado
Desde Montevideo, por Raúl Sintes
CG Nº 16 - Agosto 2000
• Psicología social y psicoanálisis (Parte II) / El proyecto teórico
de René Kaës, ¿opuesto o complementario al de Pichon-Rivière?
- Por René Kaës, Margarita Baz, Silvia Radosh, José Perrés
• Diálogo con Roberto Perfumo / “El futbolista juega con un
pensamiento corporal” - Por Walter vargas, Patricia Mercado,
Daniel Seghezzo
• Tercer Sector / ¿La alternativa buscada o un amortiguador
del modelo? - Por Mariana Saidón
• Imaginario político y social / La pérdida de la capacidad de
asombro... y de ideales - Por Angel Rodriguez Kauth
• Alternativas terapéuticas / Títeres en la clínica,¿un recurso
transgresor? - Por Marta Y. Fernandez
• Obra abierta / La psicoterapiacomo proceso creativo - Por
Ana Rubiolo
• Festejo del 2º aniversario de Campo Grupal / Saludo desde Es-
Campo Grupal / 8 El vacío es todopoderoso, porque lo puede contener todo. Okakura Kakuzo
Todas las
Todas las n
Continuamos publicando todos
junto con el facsímil de
En las próximas dos ediciones irem
paña...crónica desde el Abasto - Por Mercè Martinez Torres,
Juan Luis Lovari
• ¿Qué es la filosofía? / Por Gilles Deleuze
• Soliloquio en tinieblas / Por Pablo Neruda
• La trama / Por Jorge Luis Borges
• Secciones
Por H o por G (Humores grupales), por Walter Vargas
Los imperdibles, por Adriana Piterbarg
EnREDados, por Roberto Sánchez
El enmascarado
Desde Montevideo, por Raúl Sintes
Organizaciones, por Héctor Fainstein
CG 17 - Septiembre 2000
• Diálogo con Carlos Sluzki / ‘Los terapeutas familiaresno deberíamos
ser tan respetuosos’ - Por Alicia Moreno, Norberto
Barbagelata
• Notas acerca de la relación entre el Psicodrama y el Teatro /
Constitución del sujeto y sus máscaras - Por Mario Buchbinder
• Dispositivos de prevención / La violencia en la vida cotidiana
- Por Graciela Jasiner
• Las escenas deseadas y temidas / La noche de los brujosentre
tango y flamenco - Por Hernan Kesselman
• Diez notas para la lectura de ‘Escrituras interferidas’ de Gregorio
Kaminsky / Interferencia y discontinuidad - Por Marcelo
Percia
• Resonancias del Congreso convocado por Insreción / Apuntes
en el ‘habladero’ de Psicología Socialen Paraná - Por Cobolero
• Solidaridad, afecto y protagonismo - Por Carmen Floriani
• Un movimiento hacia el encuentro / MoTrICS: primer encuentro
latinoamericano de lo corporal - Por la Comisión Organizadora
del Primer Encuentro Lationoamericano de Lo Corporal
• Congreso Internacional de Educación / Debates y utopías para
sumarn - Por Silvia Satulovsky
• Secciones
Por H o por G (Humores grupales), por Walter Vargas
Los imperdibles, por Juan Diaz
EnREDados, por Roberto Sánchez
El enmascarado
Desde Montevideo, por Raúl Sints
Organizaciones, por Héctor Fainstein
CG Nº 18 - Octubre 2000
• Diálogo con Hugo Mujica / ‘El psicoanálisis quiere entender
mucho,y tal vez, no hay tanto que entender’ - Por Walter Vargas,
Patricia Mercado, Daniel Seghezzo
• Grupos y sujeto político / El ‘grupismo’ como obstáculo - Por
Raquel Bozzolo
• Diego Maradona, poeta maldito / Una temporada en el infierno
- Por Gustavo Bernstein
• Nietzsche visita a Freud / La psicoterapia en busca de Dionisio
- Por Alfredo Naffah Neto
• ¿Por que ahora Nietzsche? ¿Por que ahora Wagner? (¿Y
por que no?) - Por Hernán Kesselman
• Dispositivos en Psicología Social / Observando la observación:
adiós a Pilatos - Por Clara Jasiner
• El fracaso de las palabras - Por Pablo Fridman
• Grupos y educación universitaria / Los profesores de la mesa
redonda - Por Daniel Seghezzo
• Lenguaje y conocimiento / La psicoterapia grupal como apoyo
al aparato psíquico individual - Por Maria Daniele, Ivon Appennino
• Larva de palabra - Por Rasia Friedler
• Secciones
Por H o por G (Humores grupales), por Walter Vargas
Los imperdibles, por Denise Najmanovich
El enmascarado
Desde Montevideo, por Raúl Sintes
Organizaciones, por Héctor Fainstein
Agenda de actividades
CG Nº 19 - Noviembre 2000
• Diálogo con el escritor Andrés Rivera / ‘Ni la Biblia ni El Capital
le cambian la vida a nadie’ - Por Luis Gruss
• Los modos de la mediocridad / Macropolítica del conflicto y
micropolítica del acontecimiento - Por Adriana Zambrini

ediciones
otas (2da. parte)
los sumarios de Campo Grupal
la tapa correspondiente.
os completando todos los sumarios.
• Fragmentos del Zapping Dramático / Metáfora psicodramática
de lo instantáneo - Por Fabio Lacolla
• Psicología política / Utopía...con salida laboral - Por Mario
Puentes
• Potencia y deseo / La improvisación como experienciade desafiliación
- Por Patricia Mercado
• La urgencia del cuerpo / Panic Attack o la travesía hacia otro
- Por Marcelo Cugliandolo
• Metáforas institucionales - Por Gustavo Aruguete
• Reflexiones sobre una prácticade intervención institucional
- Por Mario Saldivia, Claudia Maldonado
• Síndrome disociativo - Por Raúl Sintes
• Género y mandato / Para vivir en plenitud nuestra sexualidad
- Por Carmen Floriani, Silvia Arcuschin
Secciones
Por H o por G (Humores grupales), por Walter Vargas
Los imperdibles, por Silvina Waisman
EnREDados, por Roberto Sánchez
El enmascarado
Desde Montevideo, por Raúl Sintes
Organizaciones, por Héctor Fainstein
CG Nº 20 - Diciembre 2000
• Diálogo con Inés Hercovich / ‘Ojalá el sexo volviera a formar
parte de las cosas que nos son sagradas’ - Por Patricia Mercado,
Daniel Seghezzo
• ‘Los vencedores escriben la historia y los vencidos la cuentan’ /
Teatro Espontáneo y construcción de la memoria colectiva -
Por Maria Elena Garavelli
• Resistencia de la vida y la alegría / La insatisfacción y sus modos
de hacer cuerpo - Por Mónica Groisman
• Psicología Social / Desbunkerizando los dispositivos de trabajo
- Por Clara Jasiner
• Fin de análisis - Por Eduardo Pavlovsky
• Pichon Rivière y Anzieu / En los grupos de autoayuda ¿se tararea
o hay tarea? - Por Ricardo Klein
• Un modo de reorientarnos hacia la sensatez / Reflexiones en
torno a nuestra humana tendencia a la estupidez - Por Carlos
María Menegazzo
• Utopías y posibilismo / ‘Renacerá de tus huesos la ceniza y
florecerá la vida’- Por Aída Loya
• Balas de salva / Mujeres en busca de poesia - Por Elina Moncada
• Técnicas de creatividad aplicada - Por Hugo Grisovski
• Cuento de Dolores / Devenires...cuerpos...escenas... - Por Silvia
Schverdfinger
• Secciones
Por H o por G (Humores grupales), por Walter Vargas
Los imperdibles, por Susana Kesselman
EnREDados, por Roberto Sánchez
Desde Montevideo, por Raúl Sintes
Organizaciones, por Héctor Fainstein
CG Nº 21 Marzo 2001
• Arte, locura y sociedad en Pichon Rivière / Los asedios a la
imaginación - Por Ana María Fernandez
• Etica y valores / La vulnerabilidad de la infancia en situaciones
de crisis - Por Eduardo Garcia Dupont
• Trabajo corporal y máscaras / Clínica de la imagen - Por Elina
Matoso
• Complejidad, vínculos y emergencia / Pensar la subjetividad -
Por Denise Najmanovich
• La identificación fraterna/ Una herramienta del operador en
prevención primaria - Por Alejandro Van Oostveldt
• Constelaciones familiares / Lo que une y separa a padres e hijos,
a hombres y mujeres - Por Bert Hellinger
• Resistencias / La amistad versus el poder - Por Dardo Scavino
• Nunca es tarde cuando aun se vive - Por Jaim Rosenbom
• Aperturas de la ‘teoria del apego’ - Por Kay Heinrichsdorff,
Marcela Antebi
• Elogio del garabato - Por Orlando Gonzalez Esteva
• Secciones
Por H o por G (Humores grupales), por Walter Vargas
Los imperdibles, por Juan Lovari
EnREDados, por Roberto Sanchez
El enmascarado
Desde Montevideo, por Raúl Sintes
Organizaciones, por Hector Fainstein
Ver lo que tenemos delante de nuestras narices requiere una lucha constante. George Orwell
CG Nº 22 - Abril 2001
• El ‘Gran Hermano’ y la realidad / La vida esta en otra parte -
Por Luis Gruss
• Redes Sociales / Del rol estático a la posición dinamica en
el desarrollo de las prácticas - Por Rodolfo Nuñez
• Amor libre y amor romántico / Tras los discursos de emancipación
sexual de los sesenta - Por Roxana Kreimer
• Desdisciplinar el campo / Acerca de la profesionalizacióndel
psicólogo social - Por Osvaldo Bonano
• Grupos operativos recombinados / Psicopatia social y psicoterapia
de la relación - Por Leonardo Montecchi
• Acerca de ‘lo humano’ / Los animales no torturan - Por Clara
Jasiner
• La patria es la infancia / El retorno de lo deportivo - Por Daniel
Seghezzo, Patricia Mercado
• Reeducación y apoyo escolar / Los problemas de aprendizaje
- Por Jacobo Feldman
• El día que se concretó el sueño de Moreno - Por Lucila Camargo
• Mensaje del Subcomandante Marcos, el 24 de marzo / ‘A la
digna Argentina’ 25 años despues
• Secciones
Por H o por G (Humores grupales), por Walter Vargas
Los imperdibles, por Carlos Torta
EnREDados, por Roberto Sanchez
El enmascarado
Desde Montevideo, por Raúl Sintes
Organizaciones, por Hector Fainstein
Palabras del lector
CG Nº 23 - Mayo 2001
• Cartografías del deseo / Deleuze, esquizoanalista - Por Suely
Rolnik
• La vida está en otra parte (episodio 2) / El comienzo de la Era
Robinson - Por Adriana Piterbarg
• Pensar la vida / Filosofía y vida cotidiana - Por Leopoldo Kohon
• Reflexiones a partir de Pichon Rivière / Acerca del sujeto y la
modernidad - Por Gladys Adamson
• Gestalt / Influencias teóricas y epistemológicas - Por Raúl
Guiastrennec
• ‘¿O que voce pode fazer para uma feliz cidade?’ / Psicodrama
de la ética en la ciudad de San Pablo - Por Enrique Stola, Sissi
Malta Neves
• El ejemplo paulista / Casa tomada y una esperanza - Por Dalmiro
Bustos
• Límites y desafíos / El espíritu terapéutico y el sentido de la
vida - Por Carlos M. Martinez Bouquet
• Psicodrama y producción de subjetividad / La superagente intempestiva
- Por Raúl Cela
• La ‘ganancia’ de la enfermedad / El sentido de los síntomas
- Por Mirta Obstfeld
• Secciones
Por H o por G (Humores grupales), por Walter Vargas
Los imperdibles, por Raimundo Rosales
El enmascarado
Desde Montevideo, por Raúl Sintes
Organizaciones, por Hector Fainstein
CG Nº 24 - Junio 2001
• Diálogo con Jacques Derrida / ‘El pensamiento es un almacuyo
cuerpo es la lengua’ - Por José Mendizabal
• Vínculos y subjetividades / La práctica de red como contexto
de emergencia social - Por Pablo Pacheco
• Nombrar y renombrar / La violencia simbólica de las palabras
- Por Gustavo Bernstein
• ¿Tarea del pasado o del presente? / Rastreando la representabilidad
del grupo en los albores de un sujeto - Por Ricardo
Klein
• ‘Brillando fuerte llegó’ / Los almuerzos televisivos de Mirtha
Legrand - Por Daniel Seghezzo
• Las ciudades invisibles - Por Italo Calvino
• Corazón en guardia - Por Patricia Mercado
• Intercambio de herramientas / ¿Puede la filosofía ayudar en
lo cotidiano? - Por Leopoldo Kohon
• Anarquías temporales / Recuerdos descarriados - Por Fabio
Lacolla
• El ‘escrache’ chileno / ¡Si no hay justicia, hay funa! - Por Karen
Far, María Ines Subercaseaux
• Secciones
Por H o por G (Humores grupales), por Walter Vargas
Los imperdibles, por Elena Noseda
EnREDados, por Roberto Sánchez
El enmascarado
Desde Montevideo, por Raúl Sintes
Organizaciones, por Hector Fainstein
Campo Grupal / 9

DESDE MEXICO
Enrique Guinsberg
gbje1567@cueyatl.uam.mx
Por supuesto, la verdad y la ética
nunca han sido dominantes en
los campos de la política, el comercio
y, mucho menos, en las
guerras de toda la historia, pero
tal vez nunca como ahora la violación
a ellas es tan grande y
mostrada tan rápidamente. Es lo
que se evidencia con su demostración,
y reconocimiento aunque
sólo sea parcialmente, de que las
razones para la invasión a Irak
fueron categóricas mentiras de
los gobiernos de Estados Unidos
y de Inglaterra, aunque se intente
responsabilizar de ellas a instancias
secundarias de la “inteligencia”
(¿?) de esos países. Pero en
realidad no hay de qué sorprenderse,
porque al menos el primero
de esos países está acostumbrado
a falsedades semejantes:
sólo como ejemplo reciente no
debe olvidarse el del ataque a
navíos en el golfo de Tonkín para
iniciar la sanguinaria intervención
en Vietnam que terminó en derrota.
Pero ello se está extendiendo a
prácticamente todos los niveles
de las prácticas sociales, y seguramente
no es ninguna exageración
decir que es una consecuencia
del desarrollo del modelo neoliberal
en el que siempre lo importante
es triunfar y conseguir
los objetivos deseados. Por supuesto
no se lo dice abiertamente
-aunque a veces se escapa y
aparece-, pero los tercos hechos
lo demuestran de manera incontrastable
como lo indica el aumento
del uso del dopping en el
deporte de alto rendimiento, los
cada vez mayores y más sonados
fraudes de las grandes empresas
internacionales, o la citada
utilización de burdas mentiras
que no tardan en mostrarse como
tales.
En la vida política cotidiana no es
distinto: ¿acaso alguién ya se
sorprende de declaraciones de
políticos y/o gobernantes en donde
se plantean desde claras mentiras
hasta negaciones de hechos
que todos saben ciertos para justificar
acciones o hacer la defensa
de ciertas posturas? Y sin embargo
ellas se reiteran día a día
sin problemas ni vergüenzas.
En las elecciones intermedias de
julio de este año en México, donde
se renovaba la Cámara de Diputados,
algunas gobernaciones
y otros cargos, se mostró el hastío
hacia la política en general y
políticos a través del record histórico
del 60% de abstención (en
este país el voto no es obligatorio)
y un importante porcentaje de
voto nulo en quienes fueron a las
urnas. Y es opinión generalizada
que ello traduce el desinterés hacia
actitudes vistas como típicas
de la llamada “clase política” sin
excepciones, y el hartazgo a
campañas electorales sin ningún
contenido donde la mercadotecnia
ha reemplazado con frases
vacías y sonrisas dentífricas de
candidatos a las propuestas y
programas. Incluso en organizaciones
que se definen como de
izquierda pero que hoy sólo se
preocupan por lo que llaman
“pragmatismo” que, en definitiva,
significa ganar algunos o más
puestos y cierta cuota de poder.
Nada sorprendente por cierto al
ser algo que se repite en muchos
lados. Pero queda una pregunta
central sobre la que falta mucho
por trabajar: ¿qué tipo de subjetividades
y psico(pato)logías se
construyen en tal realidad?
Universidad Autónoma Metropolitana
(Xochimilco - Mexico)
Campo Grupal / 10
“Social netwar”
La guerra
de redes sociales
Pablo Pacheco
magomundi@hotmail.com
La complejidad din‡mica y funcional de las redes y movimientos
sociales contempor‡neos ha inutilizado muchas de las categor’as
tradicionales de an‡lisis de las diferentes luchas de reivindicaci—n
que desde hace tiempo estos vienen librando.
Esto ha provocado en muchos estudiosos militares, preocupados por
la supervivencia, la estabilidad y la difusi—n del sistema norteamericano
(american way of life), la necesidad de elaborar nuevas categor’as
para caracterizar y definir los futuros conflictos sociales y las guerras
venideras. De estas elaboraciones han surgido conceptos tales como
Òguerra del ciberespacioÓ (cyberwar) y Òguerra de redesÓ (netwar).
Cyberwar y netwar
Los tŽrminos ÒcyberwarÓ y ÒnetwarÓ fueron propuestos en 1993 por
David Ronfeldt y John Arquila, dos Òtanques pensantesÓ (think tank) 1
y analistas militares de la RAND Corporation, en un texto llamado Cyberwar
is Coming! y posteriormente reafirmado en The Advent of Netwar,
como nuevas formas de entender los conflictos en la era de la informaci—n.
M‡s tarde en otro trabajo titulado The Zapatista Òsocial
netwarÓ in MŽxico 2 , producto de una investigaci—n desarrollada en el
Programa de Estrategia y Doctrina de un Centro de investigaci—n y desarrollo
auspiciado por el ejŽrcito de los Estados Unidos, estos analistas
han aplicado dichas nociones al an‡lisis del movimiento zapatista
en MŽxico durante los per’odos 1994-1996.
La expresi—n ÒcyberwarÓ es un concepto genŽrico referido a la guerra
militar orientada a la informaci—n (guerra estratŽgica de informaci—n)
que se–ala el prop—sito militar de los conflictos de alta intensidad
y de mediano alcance donde interviene una fuerza militar formal contra
otra. Mientras que ÒnetwarÓ se–ala el prop—sito societal de las operaciones
distintas a la guerra y designa el modo de conflictos no militares
de baja intensidad donde intervienen fuerzas no estatales, paramilitares
o irregulares (guerrillas, cŽlulas terroristas, movimientos pol’ticos
y sociales, movimientos de software libre).
Ambos tŽrminos se refieren a un enfoque de los conflictos basado en
la centralidad de la informaci—n, conflictos que combinan innovaciones
organizacionales, te—ricas, estratŽgicas, t‡cticas y tecnol—gicas, para el
ataque y la defensa.
Segœn estos autores, la revoluci—n de la informaci—n ha producido
dos efectos visibles: a) en primer lugar ha favorecido las formas de organizaci—n
en red dificultando las viejas formas de vida jer‡rquicas; b)
en segundo lugar, ha hecho depender en gran medida los conflictos de
la materia de informaci—n y comunicaci—n, transformando el poder en
algo aœn m‡s sutil. Esto ha hecho que las redes se conviertan en una
forma muy efectiva de organizaci—n. Los conflictos informacionales se
entienden de manera opuesta a los conflictos tradicionales que focali-
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Yo sé que vivo enre dos paréntesis. Octavio Paz
zan sobre el control de territorios o recursos.
La esencia de las netwar o Òguerra de redesÓ es que son formas emergentes
de conflicto donde la mayor’a de los participantes son redes m‡s
que instituciones. En ellas, los actores implicados modifican sus estructuras
para adaptarse a las potencialidades del dise–o y de las formas de
organizaci—n reticular, como as’ tambiŽn a las estrategias y tecnolog’as
de la era de la informaci—n (internet, correo electr—nico, listas de distribuci—n
y discusi—n).
Algunos ejemplos de netwar que los autores ofrecen son organizaciones
terroristas, guerrilleras, criminales, as’ como activistas y en ciertos
casos corporaciones financieras.
Para ellos, una de las manifestaciones m‡s completas de netwar es el
conflicto zapatista en Chiapas, donde la intervenci—n del trabajo en red
de grupos internacionales de derechos humanos verdaderamente le puso
l’mites reales a la utilizaci—n de la violencia por parte del gobierno
mexicano (matanzas de ind’genas) para suprimir la insurrecci—n.
Sin embargo, en todas estas variedades de netwar, el patr—n comœn
definitorio consiste en el uso de la organizaci—n, la teor’a, las estrategias
y las tecnolog’as de red.
Ataque, defensa, t‡ctica y estratŽgia
Las netwar son menos violentas que otras formas de conflicto, particularmente
cuando envuelve organizaciones no gubernamentales dedicadas
a los derechos humanos y a las causas de paz.
Un aspecto de fundamental importancia para la teor’a del conflicto y
de la guerra es que la guerra de redes dificulta y hace borrosa la l’nea
y la demarcaci—n entre el ataque y la defensa, entre el combatiente y el
no-combatiente, entre la paz y la guerra, dejando confusos a los oponentes
acerca de quŽ es lo que est‡ ocurriendo y c—mo responder. Porque
los movimientos organizados en redes ejercen su poder pero no se
mueven a travŽs de oposiciones claras, sino que un par de nodos siempre
estar‡ triangulado por un tercero y as’ sucesivamente, en una l—gica
de borrosidad constante (fuzzy).
Las llamadas Redes de Acci—n Directa (Direct Action Network) son
otro cl‡sico ejemplo de guerra de red. Ellas representan una especie
emergente de organizaci—n pol’tica basada en redes de coaliciones de
grupos que coordinan estrategias y t‡cticas colectivas de comunicaci—n
para una protesta, por medio de procesos descentralizados de toma de
decisi—n y consulta. Son grupos peque–os dispersos que se comunican,
coordinan y conducen sus campa–as de una manera intermitente, sin un
comando central preciso. En este sentido difieren de las formas tradicionales
de organizaci—n en estructuras jer‡rquicas, sustituyŽndolas por
esquemas descentrados.
En Seattle, las Redes de Acci—n Directa (DAN) que enfrentaron a la
OMC, colocaron a la polic’a en una posici—n desastrosa de dividir sus
fuerzas provocando frustraci—n entre ellas y dejando obsoletas las estrategias
tradicionales de control de disturbios, basadas en el supuesto
de que las redes de la ÒmultitudÓ, previa a los ÒtumultosÓ, carecen de
organizaci—n 3 . El experto en inform‡tica Richard Hunter ha caracterizado
a los grupos que actuaron en Seattle como ÒEjŽrcitos en redÓ 4 .
En el ataque, las redes son adaptables, flexibles y representan vers‡-
Tai Chi Chuan Chi Kung
Lian Gong
Hacer circular la
energ’a de la vida
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Reavivar los deseos postergados.
Transformar las crisis en oportunidades.
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Taller interactivo para el afrontamiento de escenas conflictivas
del desempeño de los roles profesionales.
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Informes: 4804-5811 ó 4572-9535
Coordinador: Lic. Guillermo Vilaseca - Miembro fundador de la Red de Facilitadores

tiles oportunidades de intercambio frente a frente. Arquila y Ronfeldt
distinguen dos maniobras t‡ctico-estratŽgicas de las netwar: 1) el enjambre
(swarming) o multitud (Negri) que ocurre cuando los nodos
dispersos de una red de peque–as fuerzas puede converger sobre un objetivo
desde mœltiples direcciones; 2) la confusi—n o borramiento (blurring)
ya mencionado de las l’neas de ataque y defensa, por medio del
cual se hace dif’cil distinguir las acciones ofensivas y defensivas, particularmente
cuando un actor ataca en defensa propia. La fusi—n (blending)
del ataque y la defensa generalmente mezcla los niveles de operaciones
estratŽgicos y t‡cticos.
Las Òguerras de redes socialesÓ o Òsocial netwarÓ son formas de resistencia
capaces de incorporar diferentes Òmilitancias en redÓ opuestas
a los modos de soberan’a nacional de la militancia partidaria (Michael
Hardt) 5 .
Guerra, micropol’tica y subjetividad
M‡s all‡ de la categorizaci—n que hacen Arquila y Ronfeldt de la resistencia
de las redes y movimientos sociales como Òguerra de redes
socialesÓ (social netwar), es evidente que la organizaci—n en red junto
con la revoluci—n inform‡tica se hallan a la base de numerosos fen—menos
que se–alan algunas de las guerras contempor‡neas.
La articulaci—n en redes transnacionales globales por ejemplo, constituye
uno de los factores decisivos en el funcionamiento y el poder’o
del terrorismo mundial, pero a la vez una estrategia para combatirlo
(efecto 11 de Setiembre).
La reticulaci—n de la econom’a financiera mundial ha sido y sigue
siendo una estrategia del capital para instaurar su Òpara’soÓ y su imperio
globalizador. Pero al mismo tiempo las redes sociales conforman la
base de sustentaci—n de los movimientos antiglobalizaci—n o anticapitalistas.
V’nculos fuertes, dŽbiles y redes de ayuda son movilizados por las
t‡cticas del clientelismo pol’tico de los partidos, y constituyen puntos
de paso obligado del asistencialismo de muchas ONG y l’neas de acci—n
de diversos programas sociales. Pero tambiŽn alimentan los nodos
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de trueque en el terreno de la lucha econ—mica y de las formas de supervivencia
del hombre.
La incorporaci—n que aquellos analistas hacen de la problem‡tica de
las redes sociales al ‡mbito de la teor’a de la guerra, a partir de caracterizarla
y conceptualizarla en tŽrminos de Òguerra de redes socialesÓ,
conduce a la consideraci—n de la conocida f—rmula de Clausewitz de
que la guerra no es sino una continuaci—n de la pol’tica por otros medios
(y su inversi—n). En este sentido, tanto la serie estratŽgica pol’tica-guerra,
como su inversa t‡ctica guerra-pol’tica, siempre dispuestas
a caer la una en la otra (Foucault), constituyen dos l’neas fundamentales
de discusi—n en el abordaje de las redes sociales. Segœn esto, las
Òsocial netwarÓ o Òguerras de redes socialesÓ tendr’an el prop—sito de
luchar contra los modos en que la pol’tica y el poder reinscriben constantemente
la guerra en las desigualdades de las tramas econ—micas,
pol’ticas, sociales y culturales.
Podr’amos preguntarnos: ÀquŽ otras formas de lucha surgir‡n contra
la injusticia social y la pobreza que afectar‡n de diversas maneras a la
acumulaci—n del capital y a las elites financieras responsables? ÀOcupar‡n
las netwar cada vez m‡s el teatro de operaciones de las guerras
futuras?
En todo caso, las Òguerras de redes socialesÓ como les llaman Arquila
y Ronfeldt, siguen siendo un ‡mbito singular y un elemento fundamental
donde la subjetividad encuentra diferentes v’as para revolucionarse.
Notas
1 La expresi—n Òthink tanksÓ que se traduce como Òtanque pensanteÓ proviene
del ‡mbito bŽlico, donde significa una habitaci—n o lugar seguro para planear
estrategias. El concepto ha sido ampliado y adoptado para referirse a los Ògrupos
de expertosÓ que, nucleados en organizaciones privadas sin fines de lucro,
realizan investigaciones y asesoramiento por contrato sobre temas relacionados
con pol’ticas de estado.
2 Estos trabajos, publicados en inglŽs en 1993, 1996 y 1998 respectivamente,
pueden encontrarse en formato PDF en la p‡gina web de la corporaci—n RAND
en la secci—n publicaciones. Sus autores son David F. Ronfeldt, John Arquila,
Graham E. Fuller y Melisa Fuller.
3 Ver por ejemplo el manual del general norteamericano Maxwell Taylor titulado
Control de disturbios, Bs. As., Rioplatense, 1973, introducci—n.
4 Entrevista realizada por William Holstein del New Yok Time y reproducida
en Diario Clar’n digital del Jueves 2 de Mayo de 2002, secci—n Sociedad.
5 Conferencia del Foro Social de Porto Alegre (2002) Soberan’a nacional y
militancias en red.
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Campo Grupal / 11

CINE/FILIA
Patricia Garrote
paggarrote@yahoo.com.ar
La maldición
del Perla Negra
¡Llegaron las vacaciones de invierno!,
ese período de receso
escolar donde los padres desesperados
salen a deambular por
las calles en busca de entretenimientos
que aplaquen la ansiedad
de sus pequeños sátrapas.
¿A quién se l1e habrá ocurrido la
brillante idea de que sólo éste
sea el momento de invadir carteleras
cinematográficas y teatrales
con espectáculos infantiles? De
más está decir que fue inútil buscar
una película para adultos que
colme la necesidad de ver buen
cine.
Entre “Nemos” y “Chihiros” finalmente
me di por vencida y pensé:
¿para qué ir contra la corriente?
Como bien dijo Fellini invocando
a Bergson: “Estamos
construidos en memoria, somos
a la vez infancia, adolescencia,
vejez y madurez”. Entonces me
transporté a un tiempo que no
pasó, rescatando de mi interior a
la niña que por suerte nunca me
abandonó.
No es necesario un hijo o sobrino
en edad escolar, sólo hace falta
recurrir al “disposible” 1 adecuado
para estas ocasiones, un heterónimo
con alma infantil que acompañe
a disfrutar de una buena
aventura de piratas. Y como por
arte de magia me zambullí en los
Mares del Sur a bordo del Perla
Negra, un bergantín víctima de
una terrible maldición.
No faltó nada, todas las expectativas
fueron cubiertas: piratas de
dientes de oro con pañuelo, aro y
loro al hombro incluidos. Arcones
llenos de monedas, verdaderos
tesoros inhallables, mapas inciertos,
luchas cuerpo a cuerpo a babor
y a estribor, espadas filosas,
playas caribeñas, pura imaginación
abandonada en la Isla Tortuga.
Salgari y Stevenson juntos.
La máquina de guerra en acción,
puro nomadismo navegando a la
deriva en el espacio liso por excelencia
y un fabuloso despliegue
de tecnología cibernética.
Devenir niño, devenir pirata, ¡qué
buena combinación!. Fuera de
toda ley, careciendo de patente
de corso, sin permiso de ningún
estado, máquinas delirantes donde
todo vale y todo es posible,
donde algo continúa sin dejarse
codificar. Delincuentes de la humanidad,
las naciones enteras
persiguen el mismo interés,
aprontan sus aparatos de capturar
para codificarlos y territorializarlos.
Pónganse en la piel de un niño y
experimentes ser piratas, al menos
disfruten de la maravillosa
composición que hace Johnny
Deep del Capitán Jack Sparrow.
Les deseo una buena travesía.
¡Al abordaje!
1 Disposible: Término construido por el Dr.
H. Kesselman. Ver en: psicoargonautas-
.com, “Un e.mail a un joven psicoanalista
del 2050”.
Campo Grupal / 12
“La mesa vertiginosa”
La intervención operativa
en fobia, angustia y pánico
Claudio Goscilo
goscilo@sion.net
PartirŽ del relato de un caso cl’nico relacionado al tema con un
efecto devastador en el sufrimiento humano en los œltimos tiempos
que estamos transitando.
A pocos d’as de terminar el a–o 1999 recibo el llamado de una mujer
a la que llamarŽ Susana para pedir una entrevista. Se la concedo,
infiriendo cierta urgencia dada la fecha. Me encuentro con una mujer
muy elegante y atractiva. Se muestra delicada, agradable, muy cuidadosa
en su vestimenta y modales pero muy firme en su comunicaci—n,
car‡cter y en el trato personal. Cuenta, al momento de las primeras
entrevistas, con una edad de 50 a–os reciŽn cumplidos.
La primera frase que desliza es: ÒAspiro a no depender de la medicaci—n..
-y un rato m‡s tarde- ...Me quiero curar, no doy m‡s..!Ó.
Llega a mi consulta por un mŽdico psiquiatra que la deriva con un
diagn—stico de Panick attack, fobia y p‡nico asociados en su conducta
(este profesional agrega que sospecha indicadores marcados de conducta
asociada a la histeria de conversi—n). Agrega, Susana, que padece
de recurrentes y molestas claustrofobias y p‡nico a volar en aviones.
Otro mŽdico psiquiatra especialista en Neuropsicolog’a y Neurociencias
que ella hab’a consultado con anterioridad ya hab’a recomendado
tratamiento psicoterapŽutico. Su padecimiento ya lleva cerca de
cinco a–os ˜ m‡s. Ya manifestaba sintomatolog’a ansiosa e irrupciones
sœbitas de angustia desde tiempo atr‡s. Las ÒcontrolabaÓ ingiriendo
una dosis de cuatro (4) miligramos diarios de Lorazepam (ansiol’tico y
tranquilizante derivado de la benzodiazepina utilizado para algunos
cuadros cl’nicos de tipo panicoso) agregando en los momentos de crisis
sœbitas comprimidos sublinguales del mismo medicamento.
Primeras Entrevistas
Susana se considera m‡s creyente y devota practicante religiosa sobre
todo a partir de la aparici—n de su dolencia. Tiene mucho miedo. Se
encuentra divorciada del padre de sus hijos varones de 20 y 22 a–os .
Estos trabajan junto a ella en una dependencia pœblica que ella misma
dirige. Susana se hab’a desempe–ado en los œltimos a–os cercana a la
pol’tica y por problemas de presiones internas que ya no soportaba decide
- y le sugieren- renunciar...
En esos momentos cuenta que est‡ distanciada desde hace un tiempo
de su pareja por motivos no muy claros para la entrevista al ser indagada
en ese punto. Infiero en ese momento una importante desarmon’a
con cierta violencia y maltrato psicol—gico encubierto. Se infiere
una muy importante complementariedad sexual que Susana se encarga
de destacar en varias oportunidades a lo largo del tratamiento.
A la tercer entrevista, ya comenzado el a–o nuevo, comenta que es
Òextremadamente reservadaÓ que su padre fue siempre su mayor confidente
y amigo, muy compa–ero en los momentos de padecimiento
con sus crisis de angustia. Al rato hace una pausa en su relato: confiesa
t’midamente que padece un problema que casi nunca lo cuenta:
Ò..sentarme a la mesa, no puedo, me tengo que levantar. Nadie me dice
nada pero lo tengo que hacer aunque no quiera. Me empiezo a asfixiar
y tengo que salir a caminar...Ó. Se muestra algo tensa y nerviosa
tal vez por el acto de confesi—n. Agrega que de peque–a era muy delgada
y que su madre le daba Òcachetadas con agua fr’a para que comiese...Ó
Siguen algunas entrevistas en las que manifiesta inquietud, preocupaci—n
por sus s’ntomas
Resalta diciendo: Ò quiero desembarazarme de estos estados ansiososÓ.
Espont‡neamente se incorpora de su asiento, pide disculpas
mientras se desplaza por el consultorio. Se vuelve a sentar y hace referencias
a su dificultad. Hablamos entonces de un estado vertiginoso.,
Dice que siente zozobra, inquietud, cierta desesperaci—n, sensaci—n de
vah’do , todo Òle da vueltasÓ.
... Se me ocurre en un momento pedirle que sentada como est‡ cie-
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La felicidad no es más que una opinión. Maurice Maeterlinck
rre sus ojos y lleve su mano a la altura de la mesa que ella. Entiende,
le molesta. Levanta su mano a la altura de su estern—n, se–ala que es
esa. Le pido ahora que en forma muy lenta y cuidadosa deslice esa mano
hacia su cuerpo. Lo hace. Le pido que manteniendo sus ojos cerrados
y desde ese contacto pueda relatar lo que se le va ocurriendo, lo
que ÒveÓ. Aqu’ una descripci—n del relato: Imagina el vientre de su
madre y que desde que Susana Òabri— los ojosÓ recuerda a su madre
quej‡ndose -ÒEra muy jodida, siempre enferma de su columna. Desde
que recuerdo su bast—n fui yo...Ó Destaca que esa madre que vivencio
no era precisamente ÒdivertidaÓ y que Susana reciŽn a los 40 a–os le
pudo decir que no. Su padre hab’a embarazado a otra mujer y que entonces
ella a los quince a–os se entera que tiene un medio hermano (
Aclaraci—n: su familia se traslada cuando Susana tiene cinco a–os a una
tradicional provincia del Norte Argentino donde se cr’a hasta apenas
pasada su adolescencia). Ella se casa a la edad de veinte a–os aproximadamente
y vuelve a Buenos Aires. Su marido se desempe–a en la
pol’tica como un asesor de segunda l’nea.
Continu— indagando,aparece entonces que Susana de peque–a acompa–aba
a su madre a la casa de una amiga para que las se–oras jugaran
Canasta. Pregunto, ante la evasividad que noto en su relato, que hac’a
ella mientras tanto. Dice recordar- ya hab’a abierto sus ojos, le pido
que los entrecierre un poco m‡s- que el hijo de la amiga de su madre,
de quince o diecisŽis a–os le propon’a jugar al Ògallito ciegoÓ y mientras
ella permanec’a vendada Žl acercaba su cuerpo y le hac’a Òtocar
sus genitalesÓ. Continœa asociando con sus hermanos, juegos de escondidas,
retazos de recuerdos confusos.
Cuatro d’as despuŽs llega al consultorio algo molesta Òpor el tiempo
que le insume venirÓ a entrevistas pero lo acompa–a diciendo que en
los œltimos d’as tuvo pensamientos felices. Pregunta riŽndose que tiene
que ver la mesa con el Òtema del quererÓ, con el temor a la pŽrdida.
Dice sufrir Òhasta con el cambio de mucamaÓ. Que no termina nunca
de desprenderse de nadie, que siempre le queda unÓ hilitoÓ. Agrega que
para ella Òla lealtad es fundamental, no el servilismo...Ó
Continœan pasando las entrevistas, accede a ellas ahora sin mayor
protesta y que ahora registra que al hablar de Roberto - su pareja- se
empieza a ahogar. En ese momento carraspea, se intranquiliza visiblemente.
Relata ser acusada por Žl, en las discusiones, de Òcorrupta como
el resto de la gente de la pol’ticaÓ. (Debo aclarar que fue muy dif’cil
ÒsorprenderlaÓ en temas groseros o menores de corrupci—n a lo largo
del tratamiento. Se mostr— siempre solidaria, con nobleza en sus actos
y respetuosa del pr—jimo de toda condici—n social).
Continœa par‡ndose a veces pero ya espor‡dicamente, se sienta a los
pocos segundos de haberse incorporado. Desliza estar a gusto ahora y
confiesa haber tenido prejuicios al comienzo, verme demasiado joven
y desconfiar de que pod’a hacer Òeste muchachitoÓ. Empieza a mostrarse
confiada, me entero que de a poco su s’ntoma va cediendo: pudo
volver a comer sentada a la mesa despuŽs de muchos tiempo. Comenta
que piensa aquella intervenci—n de la mano en su pecho le abri—
una puerta a poder salir paulatinamente de la captura de sus s’ntomas
y de la pena que la acompa–aba desde tanto tiempo atr‡s. Se muestra
agradecida y rescata el v’nculo terapŽutico en varias ocasiones.
Susana continu— abriendo la caja de Pandora de su vida. Habl— de su
hermano detenido por cuestiones pol’ticas y muerto en un confuso enfrentamiento
durante la Žpoca democr‡tica. Su insilio, dentro del clima
de convulsi—n de la etapa del infame ÒProcesoÓ, provoc— el cambio sucesivo
de sus hijos de los colegios y los avatares de ese tiempo donde
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se encontraba muy sola con las responsabilidades diarias. Se agrega el
relato de su derrotero junto a su otro hermano, un alcoh—lico severo internado
en varias ocasiones y al que siempre sent’a que ten’a que ayudar
fundamentalmente con dinero y rescates de los bares cercanos ala
estaci—n de tren del barrio donde ella reside. A este hombre se lo considera
un enfermo irrecuperable hasta esos momentos.
Su padre, en vida, le dec’a que ser’a esclava de sus palabras y que ten’a
que Òescuchar y escucharÓ. Confirmo, el tirante y ambiguo vinculo
afectivo con Roberto, su pareja, las idas y vueltas de esta relaci—n.
La preocupaci—n por el futuro, por sus hijos, los cuales gozaban con
ella de una relaci—n con tintes de inmadurez y sobreprotecci—n muy
marcados, como si fuesen eternos ni–os congelados en el tiempo.
M‡s tarde Susana comienza a mostrarse cada vez m‡s estable alivianando
su sintomatolog’a angustiosa aunque conservaba episodios de
ansiedad que ella comentaba que pod’a manejar. Sus hijos terminan solicitando-
esto es verificado mas tarde - entrevistas familiares vinculares
para expresar los inconvenientes que reconocen padecer en su desempe–o
como j—venes que sienten que han estado detenidos en el
tiempo, textualmente: Que no han crecido.... Susana consigue abrir el
juego de sus sentimientos y afectaciones, logra comunicar su preocupaci—n
por las vicisitudes de lo transferencial que paulatinamente se
despliega. Logramos con mucho cuidado diluirla y que ella se pueda
aliviar.
Por supuesto diversas situaciones acontecen en el ’nterin de estos dos
a–os de trabajo intenso. Trabajamos en promedio con dos sesiones de
50 a 60 minutos semanales y espor‡dicas comunicaciones telef—nicas
ante situaciones ansi—genas pero sin invasividad.
Desarrollo te—rico
Deberemos partir de las descripciones actuales de los llamados trastornos
de ansiedad para intentar englobar este tipo de complejos pero
conocidos s’ntomas. Al elemento fobia, en este caso: sentarse a una
mesa, podremos reconocerlo como la vigencia de un temor o miedo
extremadamente agudo que estar‡ referido a un objeto Ð la mesa- cuyo
car‡cter encubridor resulta altamente curioso y notorio debido al desplazamiento
logrado por el psiquismo. Se trata de un miedo devorador
e invalidante. Quien lo padece no puede transitar con libertad sin recelo
por el encuentro con ÒeseÓ objeto o situaci—n (fob’gena) en donde la
irrupci—n de angustia pasa a ser no bienvenida; dir’amos ÒesperadaÓ y
a la vez lamentada. Un dur’simo tr‡nsito emocional.
Sabemos que la angustia no debe ser confundida con la depresi—n,
esta œltima se caracteriza por la lentitud, el ‡nimo bajo y centrado en el
pasado, la pŽrdida del interŽs por todo, alteraci—n importante del apetito
habitual, alteraci—n de la libido sexual, etc.
La angustia ya era investigada y descripta por Freud quien la ligaba
a una h’per excitabilidad general, espera angustiosa, perturbaci—n cardiaca,
respiratoria, sudoraci—n copiosa, temblores, parestesias, diarreas,
vŽrtigo, mareos, perturbaci—n digestiva.
M‡s tarde encontraremos en la literatura psiqui‡trica y psicol—gica
cl’nica norteamericana- DSM IV- y en la europea -CIE 10- criterios
diagn—sticos similares pero ligados a lo que se llama estados panicosos:
A saber:
-Repetidos ataques de Angustia y/o p‡nico
-Palpitaciones, dolor precordial, sensaci—n de asfixia, mareo, vŽrtigo,
sudoraci—n, despersonalizaci—n o desrealizaci—n.
-Mareo, escalofr’os, sofocaciones.
-Y un miedo secundario o temor a perder el control o Òvolverse locoÓ
y se agrega la sensaci—n y el pensamiento- desesperante- de llegar
a Ò morirÓ en ese momento por la situaci—n que se est‡ atravesando.
Ciertos estudios epidemiol—gicos informan que el trastorno afecta al
2 o 3 % de la poblaci—n general. Tal vez hoy en nuestro pa’s sea mayor.
No dispongo de actualizaciones. Existe una predominancia en las mujeres
en relaci—n a los varones de 3 a 2. Tiene inicio juvenil, generalmente
en la tercera dŽcada de la vida y la padecen el 10 5 de enfermos
card’acos.
La pregunta que nos hacemos los que trabajamos con este tema es
por que la sensaci—n de muerte que acompa–a. De que est‡n hablando
estas personas, millones en el mundo...
Se me ocurre que no es posible dejar de lado el contenido fantasm‡tico
de la fobia o llamada Histeria de Angustia por Freud: el temor a la
castraci—n (simb—lica) entra, se cuela, por todos los orificios. El cuerpo
imaginario, el cuerpo sentido, se vuelve Òexcesivamente porosoÓ, no
hay cierre ni crispaci—n posible. Sobreviene una insoportable angustia.
Esta tiene caracter’sticas inconscientes, esta sometida a la represi—n. Es
entonces proyectada, instalada y ubicada en los objetos del mundo exterior
que se vuelvan significativos por la propia historia de la persona.
En la histeria, llamada conversiva podemos decir que entra por la mirada.
Termina convirtiŽndose en sufrimiento en la vida sexual de la persona.
Se erotiza Òen demas’aÓ el cuerpo y se le suma una inhibici—n a
nivel de la zona genital.
En este particular caso, como en otros dudŽ muchas veces sobre los
avatares diagn—sticos puros. TratŽ de pensarlo como un nivel vincular
maqu’nico donde los vaivenes de la relaci—n iban abriendo y desplegando
una nueva singularidad. Tratar de hallar lo que llamo el Plano
traum‡tico del acontecer de la novela de esta paciente y de otras personas
con similar padecimiento. La zona de entrecruzamiento de los
distintos factores concomitantes en su historia personal. Su modalidad
vincular, sus tendencias a resolver los distintos grados de afectaci—n.
Un factor fundamental es el que podemos llamar: De Sugestionabilidad
que se presenta en los sujetos con fuertes tendencias histŽricas. Por
ejemplo el hecho comprobado en los historiales en lo real y en el plano
imaginario del relato, sobre el acceder ˜ someterse al deseo o a la
voluntad, a Òlo que se espera de ŽlÓ, las fantas’as sexuales muy marcadas
de encuentros incestuosos. La alienaci—n: ÒDejar de ser lo que
quiero para ser lo que se espera de miÓ. Una referencia a lo que conocemos
como Òideal del yoÓel que Òdebe por todos los medios posibles
ser satisfecho dejando de lado mi propio deseo, mis anhelos y mi libertad
como nos dir’a Deleuze siguiendo a Spinoza.
El hist—rico social en el que navegamos nos inunda con sus oleajes.
Coincido con Amalia Baumgart cuando dice que en Žpocas actuales de
Modernidad Tard’a o Posmodernidad actual. (crisis en expansi—n y explosi—n
social en la Argentina de los œltimos a–os, por ejemplo) se ve
afectado el circuito Yo / Ideal del yo donde el yo siente la amenaza de
quedarse sin nada que lo sostenga, que lo contenga. Quedo atrapado en
un ida y vuelta permanente entre el afuera y el adentro con la Òmirada
impotenteÓ sobre la progresiva ca’da del ideal de las instituciones.
Miro para adentro y veo a mi familia directa, mis lazos primarios
que quieren algo de mi que no quiero darles ni hacer, me angustio, miro
hacia fuera con el fin de salir de la asfixia familiar y me ahogo viendo
como caen los referentes sociales. Siento mi persona Ð mi yo- al
borde mismo del colapso. Mi cuerpo siente la fractura de la homeostasis
por ese incremento de tensi—n libidinal que no tiene forma de ser
viabilizado, encausado. Se resiente mi psiquismo en conjunto con mi
cuerpo. Soy presa f‡cil del vac’o, de la soledad m‡s extrema... Tal vez
no hago m‡s que retornar a los m‡s primitivos y at‡vicos miedos: El
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Sábados de 12 a 13 hs.
Conducción Raquel Len
Casa reciclada
en Palermo Viejo
5 Consultorios - Sala
Alquiler x hora - mensual
4831-6272 4832-5625
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Secretaría y mensajería permanente
Atención de 8 a 22 hs.
SEMINARIO
en Mar del Plata
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Inicia 16 de agosto
Coordina: Dr. Alfredo Grande
y equipo docente.
Docentes Invitados: Vicente Zito Lema,
Alfredo Moffat, entre otros.
Informes en ATICO: 4553-3800
rfsilva66@hotmail.com
Campo Grupal / 13

AGOSTO
EN LA
CASONA
Promoci—n especial:
Nueva sala de 40m2,
piso plastificado, para
disfrutar. Si te falta
un espacio, aprovecha!
la promoci—n.
SçBADO 16 DE AGOSTO:
TATEPAPAUESO
hoy: Ò La historia sin finÓ
Talleres de tŽcnicas participativas
para una educaci—n
social.
Un taller sobre la creatividad
del ser humano...
Apertura: 14.00hs con el
grupo TEA y el grupo Los
de! l Marco, Rito final de
la jornada, 18.30 hs
En las entra–as de la Casona
podr‡s encontrar eventos
y actividades de Žstas
cuatro ‡reas:
PSICODRAMA,
EDUCACIîN POR EL
JUEGO POR EL TIEMPO
LIBRE Y LA
RECREACIîN, ARTE,
Y del çREA COMUNITA-
RIA, -reuni—n de vecinos,
actividades barriales, talleres
de salud gratuitos y a
la gorra, asambleas, charlas,
actividades solidarias y
cooperativas- etc.
BIODANZA,
Lunes 20.15hs. Arancelado
Una poŽtica del encuentro
Profesores: Graciela Goggi,
Alfredo Rementeria,
Alicia Alfonso
En la Casona podes leer
todas las ediciones de la
revista Campo Grupal.
CafŽ Bar abierto de
15 hs a 24 hs., o m‡s...
de lunes a s‡bados,
domingos (a veces)
Casona Cultural
Humahuaca 3508
Abasto / Capital
4862/5369
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www.casonahumahuaca.com.ar
Sería bueno...
La frescura de la acción
y las palabras corporales
Alejandro Jeifetz Goldberg
alejandrofnjg@hotmail.com
ÒH- Ser’a bueno que la gente abandonara las palabras y volviera
a usar solamente los gestos?
P-...No lo sŽ. Por cierto que no ser’a posible tener conversaciones
como Žsta. Podr’amos solamente ladrar o maullar y mover
nuestros brazos, y re’rnos y gru–ir y gemir. Pero quiz‡ ser’a divertido.
Convertir’a la vida en una especie de ballet, con mœsica
compuesta por los propios bailarines.Ó
(Fragmento extractado de ÒMet‡logosÓ de G. Bateson).
G
ru–ir, maullar, re’rnos, mover nuestros brazos, palabras,
gestos, mœsica, bailarines, ballet, ladrar...
Gru–ir, maullar, re’rnos, mover los brazos, gemir...ladrar.
Parece poco, y cu‡ntas posibilidades existen, adem‡s de las
palabras, para dialogar, comunicar.
Poder volver a las palabras desde lo corporal. O desde lo corporal
llegar hasta una palabra. Darle cuerpo a una palabra. Corporizarla.
Hacerla cuerpo, hacerla carne, piel.
Quiz‡ poder reencontrar un sonido, un silencio, un ruido, para expresar.
El acto de expresar vuelto a lo individual. Que a la vez hecho
singular, se volver’a grupal, plural, en el encuentro con otros...
El yo y el tœ. Sin tœ no hay yo, sin yo, ÀquiŽn es tœ?
ÀPorquŽ la violencia escolar? ÀDe d—nde la violencia callejera?
ÀPara quŽ la violencia en la interacci—n laboral?
Por quŽ, para quŽ, de d—nde...
Tal vez las asignaturas, las computadoras, los programas de estudio,
las renovaciones tŽcnicas y tecnol—gicas, las capacitaciones,
las se–alizaciones, los sem‡foros, y los cestos de basura, tal vez ya
no alcancen para tanta masa corporal, tantos cuerpos humanos, tantos
seres humanos, tanta ...vida.
Por m‡s que se intente encuadrar, encauzar, encarcelar, encaminar,
la vida tarde o temprano, se abre paso, las vitalidades desbordan.
Para tanta vitalidad... hagan falta otros dispositivos, otras tecnolog’as,
otras herramientas. Una v‡lvula de escape. Un ‡mbito de expresi—n
como v‡lvula de escape. Si hasta las m‡quinas tienen sus
v‡lvulas de escape. O tal vez la concepci—n de m‡quina computadora,
no lo requiera. Y trasladado al cuerpo humano...
Pero estas fuertes, inusitadas, inesperadas descargas, quiz‡ sean
el primer aviso de que el cuerpo humano no funciona como computadora,
sino por lo menos, como m‡quina con ciertas necesidades
extra computadoras, extraescolares, extra-laborales, extra v’a
pœblica. Con cierta necesidad de v‡lvula de escape.
Y en ese sentido, no basta mejorar la se–alŽtica o los c—digos de
convivencia urbanos, ni los planes de estudio, ni los recursos de
operatoria laboral.
Hace falta un ÒalgoÓ en el cual, o a partir del cual, se puedan generar
esos ÒescapesÓ por recarga o sobrecarga.
Facilitar unos dispositivos en los cuales esos cuerpos, nuestros
cuerpos puedan ir descargando. Descargando su necesidad de contar
con su propio ballet, su propia mœsica, para danzar, el ballet...
Porque las palabras comunes, universales, de una cultura, puedan
no alcanzar para expresar tanta diversidad y singularidad, como
personas pueda haber. ÀO s’ alcanza?
Partiendo del supuesto que s’ existe diversidad y no basta con un
conjunto ÒoficialÓ de palabras, de tecnolog’as y reglas de vida, entonces
sea s’ necesario, re-inventar las reglas, las palabras, y las herramientas.
Re-inventarlas a partir de singularizar, diversificar las ÒoficialesÓ.
Pero tambiŽn generar, inventar nuevas.
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Triunvirato 4654 1º Cap. Tel: 4521-0578
Y este inventar y re-inventar pueda salir Òdesde dentroÓ. Desde lo
corporal. Desde una simple percusi—n, a una compleja melod’a.
Desde un simple intercambio a una madeja de reglas de juego. Desde
una simple piedra a un complejo cepillo.
Nuevos caminos. Abrir. Un espacio. Un lugar f’sico. Y una posibilidad
de un espacio. Un silencio. Para multiplicarlo, llenarlo, vaciarlo.
Un salto, un grito, un golpe. Y un re-comenzar cotidiano.
Comenzar de nuevo. O volver a empezar. Y en esa bœsqueda singular,
encontrar aquello universal que pudo Òhacerse carneÓ en ese
cuerpo personal, singular. A la vez buscar aquello corporal, personal,
singular, que necesita, requiere, un algo diverso singular, para
salir al encuentro con otros diversos, con lo universal.
Aqu’ podr’a comenzar una respuesta al para quŽ, al de d—nde y al
por quŽ, de tanta violencia.
Quiz‡ sea la presi—n de un universal, el que violenta las diversidades
humanas. Quiz‡ sean estas diversidades las que no encuentran
otra cosa que m‡s violencia, para utilizar de v‡lvula de escape.
Quiz‡ sea esta necesidad, esta descarga, la que necesite, requiera
de otros espacios, lugares, lenguajes, para expresar, para utilizar
como v‡lvula de escape, de expresi—n.
Y all’ cuerpos encontr‡ndose con sus propias historias. Aunque
m‡s no sea eso. Que ya es bastante para personas de un momento
hist—rico en el que el llamado Òpensamiento œnicoÓ se ha vuelto el
universal de turno que intenta imponerse en todos los —rdenes de la
vida, como La Vida.
Entonces ser’a bueno, tal vez, que las personas, la gente abandonara
por un tiempo, las palabras, las tecnolog’as y el pensamiento,
œnicos, para volver a pensar, a inventar, a comunicar, desde un pleno
cuestionamiento por s’ mismo. Quiz‡ se descubra que el pensamiento
œnico, es un pensamiento m‡s. Con lo que no necesariamente
es el mejor rector de toda la humanidad, ni el peor. Uno entre tantos.
Pero por lo menos, aunque sea en un lugar peque–o, micro, poder
armar un espacio y jugando a empezar de cero, Òvolver a empezarÓ,
desde la palabra hecha corporeidad, y no hecha l‡tigo para someter
la propia palabra de cada cuerpo.
Si se lograra esto, hasta aceptar un pensamiento œnico, oficial,
universal, podr’a ser m‡s llevadero, m‡s humano de aceptar, desde
cada posible diversidad, tantas como seres humanos hay (À?).
Por esto es muy interesante esto de ...abandonar las palabras...
Porque en determinados momentos hist—ricos, culturales y sociales,
cuando Òel lenguaje se oficializaÓ, y las palabras corporales de cada
uno se olvidan, entonces los grados de alineaci—n a que puede
llegarse son de m‡xima.
Y volver a empezar desde cada uno, desde un gesto, o antes, un
gru–ido, que salga desde esa singularidad, que no es pura individualidad,
pero puede llegar a ser una diversa combinaci—n de plural
y singular, œnica e irrepetible. De all’ el encuentro con otros posibles
gru–idos, movimientos del cuerpo, en fin, hacer cada quien
su propia mœsica, o componer la mœsica a partir de los propios elementos,
junto a otros... Y a partir de all’, empezar otra vez. A bailar.
Recobrar la frescura de la acci—n en el ballet de la vida, con
mœsica hecha por los mismos bailarines. No desde la oficialidad de
un discurso universal. Bailarines con su propia mœsica.
Técnico en Recreación
Título Oficial - Articulación Universitaria
Presencial y a distancia
2do cuatrimestre:
Comienza en AGOSTO
Abierta la inscripción
estudio Virrey del Pino 2714 Telefax: 4785-3273
inés moreno Inst.Incorporado A-1080 estudio@inesmoreno.com.ar
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Campo Grupal / 14 El hombre sabio es por naturaleza indeciso. El hombre libre es por naturaleza inseguro. Erich Fromm

AGENDA
En Nota Azul
Ciclo Sobre el Gusto
12 de agosto: El gusto de los otros: La Psicopatía
a cargo de: Guillermo Vilela
26 de agosto: Velo, Pudor y Virtud. El Ultraje Perverso, a cargo de:
Olga Prosperi
Presentaciones clínicas de: Eduardo Pellegrini y Yamil Distilo
A realizarse en “Espacio K” Costa Rica 4968 a las 20hs
informes: 4957-2523 e-mail: notaazul@fibertel.com.ar
Nota Azul - Institución Psicoanalítica
Asociacion Argentina de
Psicodiagnostico de Rorschach
Inscripcion segundo cuatrimestre 2003
Seminarios: Bender, Phillipson, Wartegg, Psicologia Laboral, T.A.T. ,
Integracion Diagnostica en Laboral, Tests Proyectivos Graficos,
M.E.P.
Cursos para profesionales del pais y del exterior: Un sabado al mes:
“ Z Test” Y “ Wartegg” A cargo de la Lic. Agustina Fernandez Dabusti
9 de agosto: “Jornada de Psicologia Forense: Daño Psiquico” A cargo
de la Lic. Maria Cristina Gravenhorst
13 de Setiembre: jornada sobre “Psicosomatica Y Rorschach” a cargo
de la Lic. Maria Teresa Herrera y Lic. Elena Kujman
Uriarte 2221. (1425) Buenos Aires. T.E. 4777-4927/ 0351 (Fax)
E-Mail: aapro@ciudad.com.ar
Drogadependencia, patología del alma
VI JORNADAS NACIONALES DEL SUR
La Asociación Civil Casa del Sur invita a toda la comunidad a participar
en las VI Jornadas Nacionales del Sur, “DROGADEPENDENCIA,
UNA PATOLOGÍA DEL ALMA”, que se realizarán el próximo Sábado
23 de Agosto. La cita tendrá lugar en Muñiz 855 (Capital) de 10 a
18hs.
La entrada es libre y gratuita para todo publico
Informes e inscripción: 4862-0478 – 4865-4005
Casa_del_sur@ciudad.com.ar
Cafe filosofico
En la Asociacion Argentina de Filosofia Practica.
El Café Filosófico es otra de las vertientes de la Filosofía Práctica que
promueve la riqueza de la oralidad filosófica fuera de las instituciones
tradicionales consagradas a la filosofía.
El encuentro comienza a las 22hs y concluye entre las 0 y las 0.30hs
para el caso de los viernes y sábados.
La dirección es 11 de septiembre 2228 5 "B" (Barrancas de Belgrano)
Es posible consultar el tema de la semana (o llamar para obtener alguna
otra información en el 4784-0333, de 11hs a 14hs, ( si no hay
nadie dejar un mensaje),
o en la web: http://www.filosofiaparalavida.com.ar
filpractica@yahoo.com.ar
Ciclo ¿Cómo Trabajan los psicoanalistas?
¿ATAQUE de PANICO y/o ACORAFOBIA?.
Coordina: Dr. David Szyniak. 9 de Agosto de 14.30 a 16.30 hs.
Entrada libre y gratuita. Confirmar asistencia.
Seminario "¿Qué hacemos cuando analizamos? La dirección de la Cura.
Coordinan: Lic. Graciela Jasiner y Lic. Patricia Leyack. Comienza:
viernes 22 de Agosto. Duración: 6 reuniones.
"DECIR el LIMITE" clase a cargo del Lic. Carlos Bruck. Jueves 28 de
Agosto 20 hs. Actividad no arancelada del posgrado de "Práctica Clínica
en Psicoanálisis".
Informes al tel/fax 4833-3395. E-mail clinica@dd.com.ar. website
www.alefsaludmental.com.ar
ReCrear
Creatividad en Desarrollo Personal y Organizacional.
Directora: Lic. Silvina Waisman
Psicodrama y Tècnicas de Creatividad
Herramientas para el diagnòstico y el cambio personal y organizacional
Formación Continua (Empeza en Agosto!!)
Un modulo intensivo mensual y seguimiento teòrico metodològico
mediante tutorìa a distancia.
Quilmes: 3er. sàbado de cada mes
Capital: 4to. sàbado de cada mes
Talleres Abiertos: Sàbado 16 de agosto: en Quilmes: 10.30 hs: Recursos
Corporales para la Integraciòn Grupal
Sàbado 23 de agosto: 10.30 hs. Proxèmica y Comunicaciòn No Verbal
Informes: 4674-3631/15-5-666-6646
En el Hospital Borda
Jueves 7 de agosto 10 a 12.30 hs.
Taller Introductorio: Aplicaciones del Psicodrama
Psicoterapias, Conflicto en la Organizaciòn, Psicodrama Pùblico
Psicodrama en el Aula.
Actividad No Arancelada - Con inscripciòn previa-
Informes: 4674-3631/15-5-666-6646
Seminarios en Centro Oro
El Centro Oro informa que está abierta la inscripción a los Seminarios
del segundo cuatrimestre, que comienzan en agosto y están dirigidos
a los profesionales de la salud, psicólogos y estudiantes de
psicología. El programa académico abordará las siguientes temáticas:
"La concepción de la cura. Convergencias y divergencias en el
pensamiento psicoanalítico" por la Lic. Norma Mondolfo; "Introducción
a la Obra de Lacan: Los sueños. Vía de lo real" por la Lic. Marta
Avila; "Aportes de Winnicot a la clínica psicoanalítica" por la Lic.
Fanny Cohen; "Interdisciplina en torno al modelo de Crisis Vital", por
el Dr. Octavio Fernández Mouján y profesores invitados; "Clínica de
las adicciones" por el Equipo de Adicciones. Para informes e inscripciones,
comunicarse con los teléfonos 4773-8289/4037, por e-mail
a centrooro@ciudad.com.ar, o acercarse a Güemes 4710.
www.clinicagrupal.com.ar
Hacer realidad los deseos postergados. Transformar las crisis en
oportunidades.
Son las propuestas del taller interactivo "Herramientas para el cambio"
que coordinará el Lic. Guillermo Vilaseca el sábado 30 de agosto
de 14 a 18 hs.
Informes: 4572 9535 ó 4804 5811 ó
mail: vilaseca@mail.retina.ar www.clinicagrupal.com.ar
Taller
El desfondamiento de las instituciones educativas
Coordinación: Cristina Corea
Fecha de inicio y horario: 21 de agosto 18 hs.
Rivadavia 3984 17 C
Informes e inscripción: 4981-1870 ó ilewkowicz@sion.com
Jornadas de Tiempo Libre y Recreación
Buenos Aires - Argentina -19, 20 y 21 de septiembre de 2003-
"El proceso grupal con uno de los fundamentos de la Recreación"
Talleres-Cursos-Mesas y paneles de discusión-
Temáticas: Recreación y juego, salud, educación ambiental, expresión,
discapacidad, tercera edad, comunidad, educación popular, turismo.
Lugar de realización: Instituo de Tiempo Libre y Recreación. Av.Santa
Fe 2773.
Informes e inscripción: Lunes, miércoles y viernes de 19:30 a 22:30
Av.Santa Fe 2773.Tel: 4823-5308 www.graduadosistlyr.cjb.net
Ananké
Esta abierta la inscripción para el segundo módulo de la Escuela de
Terapeutas Escénicos de Grupo Ananké, Artes y Psicoterapias. El curso,
de duración cuatrimestral, es parte de la carrera de terapeuta
escénico y consiste en una capacitación teórico práctico vivencial, de
frecuencia semanal denominada "El universo de lo escénico al servicio
de lo terapéutico".Contiene los temas fundamentales de las tres
principales escuelas psicodramáticas: moreniana, psicoanalítica, deleuziana.Comienza
el jueves 11 de septiembre.
Informes: 4650-4007/4443-8965.o grupoananke@ciudad.com.ar
Taller de Teatro Espontáneo
Agosto: Estructuras de Representación
Viernes 8 de Agosto de 19 a 23,30 hs
María Elena Garavelli
Estudio La Vera. Vera 408. 1° 3
informes e inscripciones en BsAs: 1554002646.
el-pasaje@arnet.com.ar www.teatroespontaneo.com.ar
Jornadas de Terapias naturales en el sur
Coordinan: UKI Unidad Kinésica Integral -Susana Berman
Centro Cultural Senderos para el Crecimiento - María Luz Font - Liliana
Scopel
Nos complace informar a los profesionales de la salud, médicos, kinesiólogos,
psicólogos, terapeutas de diversas especialidades que en
la segunda quincena del mes de octubre, se realizarán las primeras
jornadas de Terapias Naturales en la zona sur. (Adrogué)
Para mayores informes, dirigirse a Unidad Kinésica Integral, Tel.
4952- 9640 o al Centro Cultural Sendero para el Crecimiento, tel.
4294- 0265.
Red Solidaria de Psicologos Sociales
convoca para trabajo voluntario a psicologos sociales y estudiantes
de psicologia social o tecnicatura para realizar trabajos solidarios y
ofrece sin cargo para todos los voluntarios que se afilien los cursos
de :
INTRODUCCIÒN AL PSICOANALISIS ( 3 Mòdulos de 6 meses c/u )
INTRODUCCION A LA PSICOPATOLOGIA ( 18 meses )
Los interesados pueden mandar sus datos a :
redsolidariadepsicologossociales@yahoo.com.ar
Agrupación Proa
Convoca a estudiantes de psicologìa de los 2 ùltimos años de la carrera
para formarse como PSICOLOGOS COMUNITARIOS.
Curso no arancelado . Duraciòn 60 reuniones grupales. Frecuencia :
1 reuniòn semanal de 2 Hs. Programa de estudios elaborado y auditado
por docentes universitarios. Los interesados pueden escribir a
agrupacìonproa@yahoo.com.ar
Movimiento Solidario
Confederaciòn de agrupaciones del campo social, convoca a los interesados
en capacitarse como TRABAJADORES SOCIALES , a travès de
un curso de 14 meses , no arancelado .Frecuencia : 1 reuniòn semanal
de 2 Hs.
Actividad dentro del proyecto PROA , que prevee la formaciòn de
1500 LIDERES SOCIALES dentro del quinquenio 2004-2008.
Escribir a: movimientosolidario@yahoo.com.ar
Seminarios en Centro Dos
5 y 19 de Agosto (18.30 a 20 hs) Adolescencia y Feminidad. La reformulación
de la imagen y lo femenino, por Clarisa Kicillof y Liliana
Cazenave
5 y 19 de Agosto (20.30 a 22 hs) Eficacias y Limites en la cura analítica.
Perversión, por Eduardo García Dupont y Silvia Ons
8 de Agosto (19.30 a 21 hs) Psicoanálisis y Discapacidad. Diagnóstico
Diferencial, por Elsa Coriat
25 de Agosto (20 a 21:30 hs) Patologías del acto. Su relación con los
problemas de conducta, por Liliana Cazenave
21 y 28 de Agosto (20 a 21.30 hs) Abordaje psicoanalítico de familia
y pareja, por Stella Maris Rivadero
30 de Agosto (10 a 11.30 hs) Inicios del análisis, por David Laznik
Espacio abierto y gratuito - Se otorga certificado de asistencia.
Lugar: Centro Dos Av. Pueyrredon 524 7º A y B Ciudad de Buenos Aires.
Informes: 4961-2197/8072 informes@centrodos.com.ar
Curso de Psiquiatría
Se abre Curso de Psiquiatrìa para la comunidad, la actividad se llevarà
a cabo en la 1a Escuela Argentina de Terapia Corporal, para
ampliar informaciòn llamar al 4862-3093 los martes, jueves y viernes
de 13 a 18 horas o dejar mensaje a la Sra. Liliana. Docente: Dr.
Luis Mazzarella (Medico Psiquiatra, ex decano de Psicologìa)
Taller
'ATREVERSE ' continúa en agosto en la Escuela Psicoanalítica de Psicología
Social.
'Revisamos los caminos de la postergación?'. Abierto a la comunidad.
Los Jueves 7,14 y 21 de 19.45 a 22 hs.
Informes: 4775-3308 ó 4760-1308
Mail: analisispsicosocial@yahoo.com.ar
"Pichon Riviere, Hoy..."
Ciclo de Conferencias, a cargo de profesionales de diferentes
áreazs organizado por el Instituto de Investigaciones Grupales.
Próxima conferencia el 30 de agosto, 14,30 hs., por Mario Woronowski
Informes al 4833-7808 o por email a info@ingrupos.com.ar
Capacitación en Coordinación de Grupos
En el Instituto de Investigaciones Grupales que dirige la Lic. Graciela
Jasiner, està abierta al inscripc. al segundo cuatrimestre del Programa
de Capacitación en Coordinación de Grupos" con Seminarios Teóricos,
Talleres de MultiRecursos Técnicos y Pasantías de Entrenamiento.
Informes al 4833-7808 o por email a info@ingrupos.com.ar o visitando
la pag web: www.ingrupos.com.ar
www.varones.com.ar
Grupos de reflexion acerca de las masculinidades.
Informes: 48045811 ó 4572 9535
Coordinador: Lic. Guillermo Vilaseca
correo@varones.com.ar
Análisis Institucional
Curso de formación en Análisis Institucional
Seminario "Imaginario Social"
Dos teorías sobre lo imaginario -Potencia y alienación
Imaginario Radical e Imaginario Efectivo
Las formaciones imaginarias sociales
Lo imaginario en la institución
Profesor : Lic. Cristian Varela
Coordinación General: Ps. Social Eugenia Manzanelli
4 clases semanales
Comienza el 4 de Septiembre a las 19hs. en Rivadavia 4307- Capital
Federal
Inscripción previa. Vacantes limitadas.
Informes: 4983-2278 y 4981-2193 emanzanelli@ciudad.com.ar
Capacitación en Clínica Grupal
Psicodramática
El Grupo de Experimentación Psicodramática, coordinado por el Dr.
Gustavo Aruguete, invita al Espacio de Capacitación en Clínica Grupal
Psicodramática, en los abordajes de Asistencia, Formación y Supervisión
Grupal.
Informes: 4656-4222/7904
o por mail a info@practicasgrupales.com.ar
Técnico en Recreación
El Estudio Inés Moreno anuncia que tiene abierta la inscripción para
la carrera terciaria con título oficial de Técnico en Recreación que se
dicta de forma presencial y a distancia. Comienza en AGOSTO
Informes: Virrey del Pino 2714 4785-3273
estudio@inesmoreno.com.ar
Juego y Recreación 3a Edad
El Estudio Inés Moreno anuncia el inicio de su curso cuatrimestral
"Juego y Recreación 3a edad" de1 sábado por mes de 9 a 16 hs. Comienza
16 Agosto.
Informes: Virrey del Pino 2714 4785-3273
estudio@inesmoreno.com.ar
Psicodrama
Creatividad y grupos. EIP - Sup. por Tato Pavlovsky.
Seminarios de formación y talleres de entrenamiento en psicodrama,
de creatividad en lo cotidiano y de entrenamiento corporal. Actividades
2003. Charlas explicativas sin cargo. - 4962-4583
Programa de Voluntariado Comunitario
Escuela Psicoanalítica De Psicología Social ofrece pasantías para estudiantes
voluntarios en el Programa de Voluntariado Comunitario
de la Ciudad de Buenos Aires, y para psicólogos sociales como coordinadores
de grupos operativos de voluntarios.
INF.: 011-4433-4988, info@psicosocial.com.ar
Escuela Argentina de Psicosofía
Seminario introductorio a las Antiguas Ciencias del Alma
Filosofía Oriental - Metafísica - Ocultismo - Magia y Mancias -
Religiones. Psicología de antes y de ahora
Directora: Lic. Ada Fanelli
Informes e Inscripción: 4958-1419
Escuela Psicoanalítica de Psi. Social
Inscribe para la carrera de Psicología Social Psicoanalítica de tres
años, mañana o noche, Belgrano o Caballito, con reconocimiento de
años cursados en otras instituciones, el Curso de Posgrado de Formación
en Psicoanálisis y el Curso de Coordinación Psicoanalítica de
Grupos Operativos.
Informes: 4775-3308, 4433-4988, info@psicosocial.com.ar y
www.psicosocial.com.ar, Jorge Newbery 1864 y Cucha Cucha 722.
Creatividad en la vida cotidiana
Para público en general. Taller con técnicas de juego y psicodrama.
Coord. Lic. Silvia Schverdfinger y colaboradores.
E.I.P. sup. por Tato Pavlovsky.
Tel 4962-4583 www.interdisciplinario.com.ar
Lo que importa ante todo es perseguir la experiencia; la razón seguirá siempre, con su venda fosforecente sobre los ojos. André Breton
¿Y ahora?
Jacqueline Ledesma
jackielar@yahoo.com.ar
Ya son más de las tres de la mañana.
Será demasiado tarde o
quizá demasiado temprano. No
sé. Para cualquier opción será
demasiado.
Esta es una de esas madrugadas
con olor a brisa de verano. Todo
está tan tranquilo, se puede creer
por un largo rato que así será
siempre, y disfrutarlo.
Recuerdo, sin prisa. Mezclo futuro
y pasado como se suele mirar
por el balcón, al descuido, sin
ver.
Como, fumo, bebo y estoy en
paz. Llueve, llueve mucho. La
fuerza de la lluvia atraviesa brillante
y centelleante la luz de los
faroles de la calle. A nadie llamo
y seguramente nadie llamará.
Nadie llama cuando llueve ni a
estas horas. Si ese teléfono sonara
ahora sería fatalidad o un
gran amor.
Ay, si pudiese suceder así cuando
yo quisiera. Claro, quizá no
llevaría este encanto. Te sorprende
el reencuentro con esa sensación
atemporal, que te conecta,
en un hilo muy cortito, el universo.
Finito e infinito. No hay angustia,
tampoco anhelo. Solo ser.
La filosofía ahora no tiene sentido.
Qué importa cuál fue el principio,
o en todo caso me importa
tanto como mi nuevo jeans. Principio
de qué, para qué, qué de
qué.
Mmmm... el aroma del café, eso
sí que me importa. Por un rato
no hay culpas, solo por un rato.
Mientras lo tomo miro la caja que
no es tan boba.
Morfeo está tocando la puerta.
Entra sin permiso embriagándolo
todo y mis párpados caen una
vez más, una vez más. Mi cuerpo
al recostarse goza esa inercia.
Estoy por dormirme y otra vez la
sirena de los bomberos para recordarme
la desgracia; los que la
sobreviven, los que la mueren,
los que la viven.
Sobrevienen, sobreviven, sobremueren.
Yo estoy aquí y ahora preguntándome
y preguntándote, desconocido,
cuándo estaremos más dormidos?
A veces creo que si alguna vez
despertase completamente no
podría soportarlo.
Ocupados no sabemos muy bien
en qué, apurados por llegar a no
sé dónde, pero ocupados y apurados
y todos los ados que quieras,
dormimos más con los ojos
abiertos que cuando, barreras
arriba, nuestros deseos y miedos
más profundos salen a pasear
confundidos en un abrazo atrevido.
Ahora te dejo, desconocido, quiero
dormir antes que amanezca...
RESIGNIFICACIÓN
CREATIVA
IDEAS y ESTRATEGIAS novedosas
para soluciones eficaces.
Individual, grupal,
institucional y comunitario.
Ing. y Psic. Soc. Victor H. Treffner
4343-9079
vtreffner@ciudad.com.ar
Campo Grupal / 15

ESCRITURA
AUTOMATICA
Luis Gruss
lgruss@ciudad.com.ar
Perros
A esa mujer le pasa algo indefinible;
los pescadores la conocen
como Lorna pero en realidad se
llama Irma. Le pasa algo y eso es
lo que importa. Una tarde (por
ejemplo) se echó semidesnuda
en una reposera, a la hora de la
siesta, y puso la radio tan fuerte y
empezó a moverse de un modo
tan raro que hubo que llamar a
los gendarmes. Dos agentes la
arrastraron hasta el puesto de
control, cerca del puerto. Al día siguiente
su marido la sacó del encierro
pagando una fianza: tres
merluzas, un atún, dos calamares
de los grandes. La vuelta a casa
fue difícil. El hombre no hablaba y
ella se limitó a abrir completamente
la ventanilla de la camioneta:
con los ojos bien cerrados sacó
medio cuerpo afuera. El viento
bravo del mar la despeinaba y le
daba un aura de santa o de sirena.
Nadie hubiese podido explicar
qué sintió la mujer en ese instante.
Las vecinas murmuraron en
voz baja cuando la vieron llegar.
De todos modos no es lo único
que hizo para abonar su leyenda.
La isla donde transcurren sus
desmanes estaba infestada de
perros salvajes. Un día el intendente
los encerró a todos en una
especie de tumba abierta de veinte
metros por cuarenta; para aumentar
la seguridad hizo instalar
un techo de alambre tejido sujetado
con pesadas moles de cuarzo.
Como además era piadoso, le encargó
a dos jóvenes bien entrenados
que vigilaran y se ocuparan
de alimentar a las bestias dos veces
por día. Una noche, aprovechando
un descuido, Irma soltó a
los perros por un pequeño agujero
que abrió con una pinza en los
alambres. La jauría se esparció
por el caserío a puro ladrido y
dentellada. Uno de los mastines,
hambriento y muy nervioso, se
arrojó sobre un gendarme hasta
convertirlo en mucho menos que
un guiñapo. Son historias muy sabidas
pero que se prefieren ocultar.
Como cuando la mujer se
arrojó al agua desde un acantilado
altísimo; hubo dos testigos que
creyeron verla nadar en dirección
al faro. Al final todos pensaron
que se había ahogado. El marido,
resignado a la tesis del suicidio,
se metió con traje de buzo hasta
el fondo del mar; allí colocó, entre
dos enormes rocas, una imagen
pintada en madera de la protectora
de los extraviados. Pero un
tiempo después Irma reapareció
caminando por la calle como si
nada. Podrían contarse (por supuesto)
más episodios igualmente
incomprensibles. Como la vez en
que se envolvió en una descosida
red de pesca y empezó a caminar
por la banquina como si se estuviera
casando en la iglesia. O
cuando pretendió acariciar los genitales
de un gitano en la esquina
más oscura del camposanto. En
el pueblo están convencidos de
que ya es hora de encerrarla en
un hospicio. El esposo habló con
un médico extranjero que ya tiene
todo listo para el traslado. Cuando
ella se enteró empezó a tirar
los platos y los vasos al suelo de
la cocina; escupió las fotos de toda
su familia y, lo más asombroso,
hasta se puso a cantar en el
olvidado idioma de sus ancestros.
Resulta muy difícil adivinar lo que
le ocurre. Pero le pasa algo y eso
es lo que importa.
La carta dice el motivo...
Cuando yo te vuelva a ver
Lisa Garrigues, una amiga estadounidense que muchos
aprendimos a querer, volvió hace unos días a su
país.
Volvió después de pasar dos años intensos con nosotros,
después de ser una mas entre nosotros.
Yo la conocí en la esquina donde empezó a reunirse,
allá por enero del 2002, la asamblea del barrio de Colegiales.
De allí en más, Lisa fue una de las más entusiastas
propulsoras del movimiento.
Y lo que fue un viaje a nuestro país planeado para tomarse
unas vacaciones y escribir "en un lugar tranquilo",
se transformó, a partir de los acontecimientos de
diciembre de 2001, en un apasionante encuentro con
nuestra gente, nuestra ciudad, nuestro país.
Lisa volvió -¿por un tiempo?- a su San Francisco natal,
pero antes de partir nos dejó a todos esta conmovedora
carta de amor.
Román Mazzilli
Lisa Garrigues
lisagarrigues@yahoo.com
Adi—s, amor. Te escribo esta carta porque el amor, en s’, es exhibicionista
-siempre quiere mostrarse a travŽs de la mano de algœn
escritor, del pincel de algœn pintor, de la voz de algœn cantante-.
Te extra–arŽ.
Me has ahogado y me has salvado. Me has llenado de ternura, de pasi—n,
de bronca, de soledad, de solidaridad, de miel, de lodo, de fuego,
de lluvia, de ventanas, de clavos.
A veces siento que te conozco tanto que eres un familiar, eres el ronron
del gato invisible, el perro que me acompa–a en la sombra, eres mi
ni–o, mi ni–a, mi madre, mi padre.
Y a veces eres una pared, un idioma desconocido, un extraterrestre,
un gran espacio lleno de nada.
Hemos compartido mucho: represiones y revoluciones, canciones y
bailes, hambre y comida, los gritos de miles de personas marchando
juntos en la calle, y el sonido de la lluvia sobre un paraguas solitario y
media roto.
Me has abierto la vista a tantas cosas. Quiz‡s por eso a veces te he
odiado tanto. Me has esforzado a escupir poes’a en el aire, me has pisado
el coraz—n varias veces con botas exageradas.
Cuando te amo, amo al kioskero que me dice buenos d’as todas las
ma–anas, amo a las pir‡mides de frutas amontadas perfectamente en
las tiendas, a la multitud de taxistas negros y amarillos moviŽndose como
abejas en las calles, amo a la cajera media dormida en el supermercado,
amo la abundancia de loros verdes y ruidosos que vuelan alrededor
del lago en el Bosque de Palermo, amo a las grietas en la vereda
donde la hierba de las pampas van lentamente retomando lo suyo, y
amo a mis momentos de soledad tomando un cafŽ cortado en el bar de
la esquina.
Cuando te odio, odio al kioskero insistente, a las pir‡mides de frutas
precarias, a la multitud de abejas disfrazadas de taxis, a la cajera media
muerta, a las grietas de vereda abandon‡ndose a las pampas, a la pesadilla
de loros verdes y ruidosos, y especialmente odio a mis momentos
de soledad tomando un cafŽ cortado en el bar de la esquina.
Ya sabŽs que he intentado varias veces dejarte, a veces con calor, pute‡ndote
como una loca y a veces con frialdad poniŽndome la cara
amable y diciendo Òbueno, ha sido una experiencia enriquecedora, pero
creo que mi destino se encuentra con otro...Ó
Cu‡ntas veces me he dicho no puedo m‡s con vos, no puedo m‡s con
tu drama, con tu narcisismo, con tu sufrimiento, con los fantasmas de
tu pasado ocultos bajo tu piel, con este tango de recuerdos mezclados
que insistes poner en cualquier hora del d’a o noche, con tus incesantes
deseos de vivir en Par’s.
No puedo m‡s ni con tus inviernos ni con tus veranos. No puedo m‡s
con el espejo de mi propia cara que veo cuando te miro con tus ojos llenos
de bronca, deseo, miedo, amor.
Y cu‡ntas veces he vuelto a amarte hasta que lleg— el momento en
que ya no luchaba contra el amor que ten’a por vos. Fue una noche en
que hab’an algunos perros ladrando en la oscuridad y junto a ellos una
colecci—n de sombras que result— ser una familia de cartoneros y s—lo
hab’a la luz de la calle y te ve’a entero y te amaba y era tan sencillo.
El amor no es ciego. El amor est‡ llena de estallidos de luz, a veces
doloridos a nuestros ojos tan peque–os. Cuando estamos juntos, vos y
yo, estamos juntos todos.
Supe que ese momento, el momento en que finalmente aprend’ a
amarte de verdad, con tu sol y tu lluvia y todos los perros ladrando en
la oscuridad, era el momento en que me ten’a que ir.
Esta decisi—n, como el amor en si, tampoco es explicable, es nada
m‡s que otro estallido de luz que s’, me hacen doler un poco los ojos.
Aunque se puede dejar el amante, no se puede dejar el amor. Con esto
me voy, ya es bastante. Voy a unirme con esa larga memoria de
amantes que te han dejado o que vos has rechazado y porque sos quien
sos no vas a tener ningœn problema en encontrar otros, de eso estoy seguro.
Como cualquier otros amantes, hemos intercambiado mentiras confortables
y verdades inc—modas, nos hemos ocultado bajo la almohada
de nuestros sue–os, despertado con besos y gritos, nos hemos acusado
varias veces de ser humanos. Y yo por lo menos, me voy con algunas
palabras nuevas en mi vocabulario inventado por vos.
Sabes bien que como cualquier poeta puedo seguir escribiendo eternamente
sobre nuestra historia y postergando la inevitable hora de la
despedida con una lluvia de palabras bellas.
Pero es la hora de decirnos adi—s, amor. Te voy a decir Òpor ahoraÓ,
te voy a decir quiz‡s nos podemos reunir en otro momento, te voy a decir
un mont—n de cosas, y realmente, no sŽ.
Lo que s’ sŽ es porque vos sos quien sos y porque nunca dejar‡s terminar
mi canto, digo Àno ser‡ por eso que te quiero tanto.
Te extra–arŽ mi Buenos Aires querido. Claro que te extra–arŽ.
(Publicado en la revista digital ÒEl AticoÓ N¼ 9 -julio 2003-:
http://www.elatico.com)
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Campo Grupal / 16 La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha. Montaigne