Actualidad de Macedonio Fernández Suerte de existir - Escuela de ...
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Año 8 • Nº 77 • Abril <strong>de</strong> 2006 • $ 4.-<br />
El hombre inteligente encuentra casi todo ridículo, el hombre sensible casi nada. Goethe<br />
“El trabajo <strong>de</strong> quitar el yo”<br />
<strong>Actualidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Macedonio</strong> Fernán<strong>de</strong>z<br />
/ Noelia Billi<br />
Sobre “La Lotería en Babilonia”, <strong>de</strong> Jorge Luis Borges<br />
<strong>Suerte</strong> <strong>de</strong> <strong>existir</strong><br />
/ Marcelo Percia<br />
Azar manipulado, una terapéutica<br />
77<br />
/ Adriana Zambrini<br />
24 <strong>de</strong> marzo: otros modos <strong>de</strong> hacer historia / Denise Najmanovich<br />
Implicancias psicológicas <strong>de</strong> la migración / Liliana Ferrero<br />
La metáfora, sin metáfora, <strong>de</strong> Cromañón / Colectivo Situaciones
Director<br />
Director<br />
Román Mazzilli<br />
Secretario <strong>de</strong> redacción<br />
Walter Vargas<br />
Redacción<br />
Luis Gruss, Patricia Mercado,<br />
Denise Najmanovich,<br />
Daniel Seghezzo<br />
Publicidad<br />
María Eugenia Con<strong>de</strong><br />
Colaboran en esta edición<br />
Adriana Zambrini, Marcelo Percia,<br />
Liliana Ferrero, Noelia Billi,<br />
Colectivo Situaciones, Alejandro<br />
Romero, Enrique Guinsberg,<br />
Patricia Garrote, Fernando Castelli,<br />
Susi Reich, Marcelo Miceli,<br />
Betania Crespo, Fernando Vico,<br />
Rosana Carballo.<br />
Ilustraciónes:<br />
Redacción y<br />
Publicidad<br />
Conesa 473 P.B. “B”<br />
(1426) Capital - Argentina<br />
Tel/fax: (54-11) 4553-1226<br />
E-mail: roman@campogrupal.com<br />
Website: www.campogrupal.com<br />
Impresión: Genesis S.A.<br />
Distribución: Motorpsico (Capital)<br />
Campo Grupal es una publicación<br />
<strong>de</strong> Ediciones Presencia.<br />
Suscripciones<br />
Por 11 ediciones anuales:<br />
Argentina: $ 55.-<br />
América Latina: u$s 50.-<br />
Otros países: u$s 60.-<br />
Una terapéutica<br />
Azar manipulado<br />
en el encuentro<br />
Adriana Zambrini<br />
zambrini@imagencristal.com.ar<br />
¿<br />
Cómo usar <strong>de</strong>l azar para aumentar nuestra potencia <strong>de</strong> actuar?<br />
No es la mezcla <strong>de</strong> cuerpos lo que produce el encuentro, sino<br />
el acoplamiento <strong>de</strong> las sensaciones que se dan en esa mezcla.<br />
La sensación, que es vibración <strong>de</strong>l cuerpo sin órganos, <strong>de</strong>viene<br />
resonancia en el abrazo <strong>de</strong> los cuerpos. Se vibra en soledad, se resuena<br />
en el encuentro.<br />
Resonar es alteridad y ritmo compuesto, complejidad.<br />
Un ritmo nunca <strong>de</strong>finitivamente pautado, que cae permanentemente<br />
<strong>de</strong> afectación en afectación en el movimiento <strong>de</strong> una realidad<br />
siempre cambiante.<br />
Lo acci<strong>de</strong>ntal y lo circunstancial van tejiendo una sutil trama <strong>de</strong><br />
nudos y <strong>de</strong>slizamientos.<br />
Una multiplicidad <strong>de</strong> gestos, sonidos, palabras, miradas...cuerpos<br />
que se afectan y se alejan en una danza variada.<br />
En la <strong>de</strong>nsidad misma <strong>de</strong>l espacio intangible, una espesura...una<br />
liviandad...una rispi<strong>de</strong>z...una ráfaga <strong>de</strong> caos que impi<strong>de</strong> llenarlo<br />
todo por completo.<br />
Una incompletud que no es carencia ni ausencia, sino movimiento<br />
aleatorio, lo impre<strong>de</strong>cible que libera lugares que el discurso<br />
o el gesto repetido intentan avasallar.<br />
Aire en don<strong>de</strong> los bailarines hacen <strong>de</strong>l encuentro un <strong>de</strong>svío a lo<br />
interminable. Una apuesta al infinito, hasta la variación final <strong>de</strong><br />
una distancia.<br />
Los cuerpos se alejan...vibran rítmicamente...algo sucedió.<br />
Nos encontramos... le propongo al paciente tomar las imágenes<br />
visuales <strong>de</strong>l relato para que vayan surgiendo las figuras <strong>de</strong> la ficción<br />
reactiva, la expresión <strong>de</strong> la potencia capturada.<br />
Un mal encuentro se manifiesta entre dos contrincantes: por un<br />
lado el déspota sometedor y el sometido provistos ambos <strong>de</strong> un<br />
mismo régimen <strong>de</strong> signos cerrado, estratificado y posesivo, sostenido<br />
por el personaje <strong>de</strong> la ficción reactiva que opera como aparato<br />
<strong>de</strong> captura. Victima-victimario, per<strong>de</strong>dor-ganador, po<strong>de</strong>roso-cobar<strong>de</strong>,<br />
heroico-temeroso, por qué no loco..., la lista <strong>de</strong> los rostros<br />
ancestrales <strong>de</strong>l cautiverio es larga.<br />
Variedad <strong>de</strong> modos <strong>de</strong> captura que se apo<strong>de</strong>ran <strong>de</strong> la existencia,<br />
sencillamente “pi<strong>de</strong>n la vida” a cambio <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>ntidad reaseguradora.<br />
CURSOS<br />
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Informes e Inscripción: Güemes 3950-Buenos Aires<br />
Tel.: 4831-3738 <strong>de</strong> 14 a 19 hs. fundacion@alumine.org.ar<br />
Juegos interminables, bien pautados por agenciamientos que<br />
priorizan la dominación y la servidumbre por sobre la libertad. Un<br />
baile <strong>de</strong> fantasmas que pueblan una sociedad <strong>de</strong> yo anestesiados,<br />
seducidos por hilachas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r ilusorio.<br />
El otro contrincante: el <strong>de</strong>seo, la potencia-<strong>de</strong>seo que insiste en<br />
perseverar en la existencia.<br />
El <strong>de</strong>seo <strong>de</strong>tenido, poseído, una maquina <strong>de</strong> guerra <strong>de</strong>sactivada<br />
y puesta al servicio <strong>de</strong> una esclavitud voluntaria.<br />
Dos fuerzas que se oponen, se enfrentan en una lucha <strong>de</strong>sigual a<br />
vida o sometimiento.<br />
Las circunstancias estratificadas ofrecen la seguridad <strong>de</strong> lo mismo,<br />
la paz a cualquier precio.<br />
El hombre, ese grado <strong>de</strong> potencia que somos, tiene dos alternativas:<br />
se entrega o utiliza la fuerza revolucionaria <strong>de</strong> su <strong>de</strong>seo. El<br />
nivel <strong>de</strong> captura <strong>de</strong>terminará la contienda.<br />
El enfrentamiento es cuerpo a cuerpo, la captura es mucha y organizada;<br />
la potencia-<strong>de</strong>seo es ligera, veloz y se pier<strong>de</strong> con facilidad<br />
en los múltiples rostros que la sociedad le ofrece. Mucha soledad<br />
y la insistencia <strong>de</strong> vivir.<br />
¿Binarizar el juego y ofrendar la vida en una pelea <strong>de</strong>sigual? No:<br />
saber huir.<br />
“En un hombre libre, pues, la huida a tiempo revela igual firmeza<br />
que la lucha; o sea, que el hombre libre elige la huida con la<br />
misma presencia o firmeza <strong>de</strong> ánimo que el combate.” (Spinoza,<br />
Ética, iv, corolario)<br />
Hacer huir las fuerzas <strong>de</strong> las trampas <strong>de</strong>l miedo, <strong>de</strong> la seguridad<br />
<strong>de</strong> una paz a cualquier precio, <strong>de</strong> las verda<strong>de</strong>s únicas, <strong>de</strong> las intensida<strong>de</strong>s<br />
siempre rígidas <strong>de</strong> lo mismo.<br />
Las armas: la ligereza, las <strong>de</strong>scodificaciones <strong>de</strong> lo único por los<br />
sentidos múltiples, los valores altos contra las reglas <strong>de</strong> juego <strong>de</strong><br />
lo dado...<br />
Apoyarse en el movimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>sdramatización que barre con<br />
los límites <strong>de</strong> las certezas, inventar nuevos sentidos que <strong>de</strong>sestabilicen<br />
las complejida<strong>de</strong>s dadas <strong>de</strong> una realidad cambiante y móvil.<br />
Sustituir los enfrentamientos por la conversación, <strong>de</strong>jarse afectar<br />
por los signos que rasgan el mundo <strong>de</strong> la representación y liberan<br />
el lenguaje.<br />
Hacer intervenir el azar como la tirada fatal que reúne los fragmentos<br />
y “libera al <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> la necesidad”, parafraseando a<br />
Nietzsche.<br />
Volvamos al relato inicial <strong>de</strong>l paciente, siempre intencional y figurativo.<br />
Pero el azar siempre interviene como acto, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el <strong>de</strong>seo que<br />
puja por recuperar el <strong>de</strong>venir interrumpido.<br />
Des<strong>de</strong> las fuerzas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sterritorialización, la materia movimiento<br />
<strong>de</strong>l cuerpo sin órganos imprime intermitentemente su ritmo.<br />
Como terapeuta intervengo al azar, lanzo marcas verbales que<br />
van a integrar el conjunto. Preguntas, gestos, i<strong>de</strong>as que van surgiendo<br />
al azar, para <strong>de</strong>scentrar el relato <strong>de</strong> una captura que toma a<br />
la potencia-<strong>de</strong>seo por rehén.<br />
Desformalizar las líneas rígidas a través <strong>de</strong> la sorpresa, el humor<br />
como <strong>de</strong>construcción <strong>de</strong> la solemnidad, la confirmación <strong>de</strong>l peligro<br />
para <strong>de</strong>sbaratar su condición irremisible; gritar el peligro <strong>de</strong> la<br />
captura, <strong>de</strong>senmascarar los rostros <strong>de</strong> la dominación y la servi-<br />
Campo Grupal / 2 Bien pue<strong>de</strong> haber puñalada sin lisonja, mas pocas veces hay lisonja sin puñalada. Quevedo
dumbre a los significantes únicos, en fin, ejercer entre ambos un<br />
contrapo<strong>de</strong>r.<br />
Una micropolítica frente a la macropolítica <strong>de</strong> lo establecido, entrando<br />
en los clichés <strong>de</strong>l otro, pero sabiendo salir <strong>de</strong> ellos. Experimentar,<br />
sabiendo que un individuo no convive solo con aquellos<br />
con quienes comparte su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> libertad, con quienes concuerda<br />
e incrementan mutuamente su potencia; sino que por el contrario,<br />
<strong>de</strong>be convivir con otros individuos gobernados por un pensamiento<br />
supersticioso y sentimientos <strong>de</strong> envidia e impotencia. Ante esto<br />
nos advierte Spinoza que el límite <strong>de</strong> la adaptación necesaria está<br />
dado por el grado <strong>de</strong> transformación en nosotros; nunca se <strong>de</strong>be<br />
pasar el límite que nos lleve a la pasividad y a la servidumbre extrema.<br />
No acomodarse a un or<strong>de</strong>n que inhiba la potencia-<strong>de</strong>seo,<br />
utilizar <strong>de</strong> las fuerzas libres <strong>de</strong> ésta para la confrontación en los<br />
resquicios <strong>de</strong> la multiplicidad, que no es el enfrentamiento <strong>de</strong> lo<br />
binario.<br />
Para confrontar con la servidumbre, hay que <strong>de</strong>jar entrar el azar<br />
con su efecto <strong>de</strong>constructor y luego manipularlo, como sugiere Bacon,<br />
para preservar lo necesario <strong>de</strong> la figuración e imprimirle un<br />
movimiento que le modifique el ritmo y la mecánica al pensamiento<br />
y la acción. Un nuevo complejo <strong>de</strong> afectos que se oponga<br />
a la fluctuación anímica que actúa al azar <strong>de</strong> los encuentros, por el<br />
solo po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la fortuna.<br />
Resonar entre ambos para adueñarnos <strong>de</strong> nuestro po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> afectar<br />
y ser afectados. Hacer cuerpo solidario en la alteridad.<br />
Todo acci<strong>de</strong>nte es incluido y utilizado. No hay acting, solo actos.<br />
Seminario <strong>de</strong> introducción<br />
al contexto no - verbal<br />
Agosto 19 y 20 (Sábado y Domingo).<br />
Full inmersion. 18 horas.<br />
Dictado y coordinado: Prof. Dr. Rolando Benenzon<br />
Las formas <strong>de</strong> estructuración <strong>de</strong> los códigos no - verbales<br />
y los procesos <strong>de</strong> comunicación y salutogénicos<br />
más allá <strong>de</strong> las palabras.<br />
Descubrimiento <strong>de</strong> la propia i<strong>de</strong>ntidad<br />
corpórea - sonora - no verbal y su interrelación en grupo.<br />
La trans temporalidad y trans espacialidad.<br />
El cuerpo como instrumento mediador y <strong>de</strong> monitoreo.<br />
Certificados avalados por los Centros Benenzon <strong>de</strong> España, Italia y Bélgica.<br />
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Fundación Benenzon <strong>de</strong><br />
Musicoterapia<br />
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Secretaria: <strong>de</strong> Lunes a vienres <strong>de</strong> 14 a 20 horas<br />
Compren<strong>de</strong>r que se sale <strong>de</strong>l juego dominante no por certezas, sino<br />
por las marcas hechas al azar. En esto consiste el acto terapéutico<br />
como hecho estético y ético.<br />
Si funciona es porque se ha podido arrancar <strong>de</strong>l complejo vital<br />
<strong>de</strong>l paciente, el estado figurativo <strong>de</strong>l relato para construir una figura-i<strong>de</strong>a<br />
expresiva <strong>de</strong> la potencia-<strong>de</strong>seo.<br />
El elemento figurativo no se pue<strong>de</strong> eliminar por completo, se<br />
conserva algo <strong>de</strong> él. Lo suficiente para dar cabida a lo figural y al<br />
percepto. Una ética <strong>de</strong> la razón y una ética <strong>de</strong> los afectos.<br />
Hay un segundo elemento figurativo-conceptual: lo que acontece<br />
entre el terapeuta y el paciente en el encuentro terapéutico, la<br />
multiplicidad <strong>de</strong> afectaciones que van componiendo ese tercer<br />
cuerpo, el cuerpo terapéutico.<br />
Entre las dos figuraciones: la conservada y la encontrada se ha<br />
producido un cambio <strong>de</strong> naturaleza. Media entre ambas un cómo<br />
hacer. Para esto la primera figuración <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as y sensaciones ha sido<br />
<strong>de</strong>sorganizada y <strong>de</strong>formada por líneas libres <strong>de</strong> expresión y luego<br />
reinsertada nuevamente al conjunto. Hay producción <strong>de</strong> sentidos<br />
nuevos. Se ha experimentado.<br />
Las representaciones encontradas y recreadas, ya no se asemejan<br />
a las representaciones iniciales. El azar ha <strong>de</strong>sbordado la intencionalidad<br />
inicial y el efecto <strong>de</strong> resonancia entre ambos produjo otra<br />
territorialidad móvil y transitoria.<br />
Un encuentro-acontecimiento.<br />
Spinoza piensa que útil es todo aquello que aumenta nuestra potencia<br />
<strong>de</strong> actuar y <strong>de</strong> pensar, en tanto es útil para la conservación<br />
<strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> la que somos una parte inseparable.<br />
39 años<br />
CENTRO DE INVESTIGACION Y<br />
ASESORAMIENTO EN PSICOLOGIA<br />
Una <strong>de</strong>sgracia va siempre pisando las ropas <strong>de</strong> otra: tan inmediatas caminan. Shakespeare<br />
Presi<strong>de</strong>nta: Dra. María Rosa Nodar<br />
Secretaria: Lic. Susana Bricht<br />
Directora: Lic. Norma Haber Vicedirectora: Lic. Graciela Kachanovsky<br />
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Campo Grupal / 3
Memoria,<br />
osadía<br />
y vitalidad<br />
Alejandro Romero<br />
alegro2002@yahoo.com.ar<br />
Alejandro Rozitchner <strong>de</strong>spotrica<br />
contra los llamados a la memoria.<br />
Su argumento es simple: la memoria<br />
es un valor conservador,<br />
reaccionario; son más importantes<br />
valores como la osadía, la<br />
creatividad y el espíritu <strong>de</strong> aventura.<br />
“Memoria y Vitalidad son<br />
opuestas”, dice: o una o la otra.<br />
Lo <strong>de</strong>más, agrega, “son idioteces”<br />
Pero...<br />
No hay mayor idiotez que afirmar<br />
que hay que elegir entre la memoria<br />
y la vitalidad.<br />
Y esto, más allá <strong>de</strong> los empalagosos<br />
excesos <strong>de</strong> la retórica <strong>de</strong>l recuerdo,<br />
que, por otra parte, no es<br />
lo mismo que la memoria. De hecho,<br />
lo que nos incitan a conservar<br />
en estos días es EL RE-<br />
CUERDO <strong>de</strong> los hechos atroces<br />
<strong>de</strong> la dictadura. Lo que nos dicen<br />
es que <strong>de</strong>sconfiemos <strong>de</strong> la vocación<br />
<strong>de</strong> olvidar y borrar a la que<br />
nos invitan por otros lados. Que<br />
<strong>de</strong>sconfiemos por una razón muy<br />
sencilla: porque las secuelas vivientes<br />
<strong>de</strong> lo que pasó nos siguen<br />
condicionando. Porque lo que hoy<br />
somos todavía sigue marcado por<br />
lo que fué y lo que fuimos.<br />
Si Alejandro Rozitchner protesta<br />
tan airado contra la valorización<br />
<strong>de</strong> la memoria, es precisamente<br />
PORQUE le contrapone <strong>de</strong> modo<br />
lineal y excluyente otros valores,<br />
magníficos valores y necesarísimos,<br />
por otra parte, como la osadía,<br />
la creatividad y el atrevimiento.<br />
Valores que se llenan <strong>de</strong> un<br />
contenido vital cuando no se niega<br />
el recuerdo <strong>de</strong>l origen aún activo<br />
<strong>de</strong> buena parte <strong>de</strong> lo peor<br />
que nos pasa todavía hoy, y que<br />
nos seguirá pasando por un tiempo,<br />
mientras creamos otras realida<strong>de</strong>s.<br />
Si Alejandro Rozitchner tiene que<br />
<strong>de</strong>spotricar con tanta altanería<br />
contra la memoria es quizás porque<br />
para conservar su vitalidad,<br />
su alegría <strong>de</strong> vivir y su espíritu <strong>de</strong><br />
aventura NECESITA NEGAR lo<br />
que el recuerdo trae consigo: el<br />
terror, el horror, el dolor, la escición,<br />
la agresión, la guerra, el<br />
<strong>de</strong>sprecio <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l otro, <strong>de</strong>l<br />
diferente.<br />
No neguemos, ni nos entreguemos<br />
a los ritos funerarios <strong>de</strong> la<br />
memoria como si ello fueran garantía<br />
<strong>de</strong> salvación. Sin atrevimiento,<br />
osadía, espíritu <strong>de</strong> aventura<br />
y creatividad no hay presente,<br />
vida, alegría ni futuro posible.<br />
Pero sin memoria tampoco hay<br />
presente, ni <strong>de</strong>seo, ni siquiera<br />
hay realidad. Empezaremos siempre<br />
<strong>de</strong> nuevo los mismos actos,<br />
pronunciaremos siempre las mismas<br />
palabras, <strong>de</strong>scubriremos <strong>de</strong><br />
nuevo cada vez los mismos <strong>de</strong>seos,<br />
nos volveremos a <strong>de</strong>spertar<br />
a la vida una y otra y otra vez en<br />
el mismo punto que siempre se<br />
hundirá nuevamente en la nada.<br />
Es <strong>de</strong>cir, por mucha osadía, vitalidad<br />
y creatividad que haya, sin<br />
memoria estamos con<strong>de</strong>nados a<br />
la repetición, tanto como sin osadía<br />
y creatividad estamos con<strong>de</strong>nados<br />
a la conservación.<br />
De modo que escindir la vitalidad<br />
y la memoria, es el colmo <strong>de</strong><br />
la estupi<strong>de</strong>z. Como subordinar<br />
cualquiera <strong>de</strong> las dos a la otra es<br />
siempre una marca <strong>de</strong> hipocresía,<br />
miedo o resignación.<br />
Mis disculpas, Alejandro, pero<br />
es así.<br />
POLIFONIAS<br />
24 <strong>de</strong> marzo: otros modos<br />
<strong>de</strong> hacer la historia<br />
Denise Najmanovich<br />
najmanov@retina.mail.ar<br />
He vivido este 24 <strong>de</strong> Marzo en que se cumplieron 30 años <strong>de</strong>l<br />
golpe <strong>de</strong> un modo polifónico con múltiples emociones, sensaciones,<br />
pensamientos. Dispares y variables en el tiempo.<br />
Des<strong>de</strong> la alegría inmensa al llegar a la concentración y vivir otra<br />
vez la sensación <strong>de</strong> encuentro, <strong>de</strong> espacio público vital y compartido,<br />
hasta la tristeza inevitable <strong>de</strong> saber que estamos aquí también<br />
este año, para <strong>de</strong>cir en voz alta que no olvidamos, que todavía es<br />
arduo el camino por recorrer, que los <strong>de</strong>saparecidos aún no tienen<br />
sepultura, que los archivos aún están cautivos, que muchos niños<br />
aún no se han reunido con su familia, que los genocidas aún no han<br />
tenido el castigo merecido. También sentía la satisfacción <strong>de</strong> saber<br />
que es mucho lo que se ha conseguido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las ya tan lejanas manifestaciones<br />
en contra <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Autoaministía que en las que<br />
participé en los tiempos <strong>de</strong> la dictadura.<br />
He participado en casi todas las marchas <strong>de</strong>l 24 <strong>de</strong> Marzo <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
que se iniciaron y he visto con satisfacción cómo se hacían cada<br />
vez más masivas y también más diversas. Esta vez me encontré con<br />
ríos <strong>de</strong> gentes, algunos marchando, algunos esperando, algunos en<br />
silencio, otros cantando. No faltaron las murgas, ni tampoco los<br />
grupos <strong>de</strong> teatro que armaron su escenario en una esquina <strong>de</strong> la<br />
marcha. Cada tanto interrumpía la marcha por el encuentro con algún<br />
amigo o conocido <strong>de</strong> distintas eras geológicas <strong>de</strong> mi vida.<br />
También he visto con preocupación creciente como se iban imponiendo<br />
consignas que poco tenían que ver con los <strong>de</strong>rechos humanos<br />
y cómo iban apareciendo y copando espacio diversas organizaciones<br />
que llevaban sus columnas férreamente acordonadas (¿o<br />
acorraladas?).<br />
Cuando cruzamos la Avenida 9 <strong>de</strong> Julio escuchamos unos cánticos<br />
<strong>de</strong> un grupo que vociferaba a voz en cuello y megáfono en mano:<br />
“LOS MUERTOS SON NUESTROS”. Algo me fastidió inmensamente<br />
pero no tuve tiempo <strong>de</strong> saber qué. Yo estaba muy conmovida<br />
porque unos metros antes me había cruzado con el que fue<br />
mi gran amigo <strong>de</strong> la adolescencia y primera juventud y nuestras miradas<br />
se abrazaron a la distancia. Con él compartí los primeros bailes,<br />
los primeros sinsabores, las dudas, noches eternas <strong>de</strong> conversaciones,<br />
la efervescencia <strong>de</strong> la militancia, las corridas en las marchas,<br />
y también la noche aciaga <strong>de</strong>l 24 <strong>de</strong> Marzo <strong>de</strong>l 76. Aún en<br />
plena dictadura, en los duros tiempos <strong>de</strong> la masacre y el silencio seguimos<br />
insistiendo juntos en un proyecto revolucionario que suponíamos<br />
conduciría a un mundo mejor (que vagas me resultan hoy<br />
E.I.P. —Equipo Interdisciplinario PASO<br />
PSICODRAMA GRUPAL Y CREATIVIDAD<br />
Superv. Dr. Eduardo -Tato- Pavlovsky<br />
Coord.: Lic. Silvia Schverdfinger y equipo<br />
ACTIVIDADES 2006<br />
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Con integrantes <strong>de</strong> LA COMBINADA<br />
- TEATRO DE TEXTO<br />
• Laboratorio quincenal para<br />
coordinadores grupales<br />
• Seminarios Teóricos<br />
por docentes <strong>de</strong> "PLIEGUES"<br />
• Talleres vivenciales <strong>de</strong> Psicodrama<br />
y Creatividad<br />
- GRUPOS TERAPEUTICOS<br />
- CONVENIOS CON INSTITUCIONES<br />
Y EMPRESAS<br />
- Entrevistas explicativas y <strong>de</strong> admisi n sin cargo.<br />
Informes: 4962-4583 Secret. Liliana<br />
info@psicodramagrupal.com.ar<br />
sschverd@mail.retina.ar<br />
www.psicodramagrupal.com.ar<br />
Campo Grupal / 4 La burla es el relámpago <strong>de</strong> la calumnia. Proverbio chino<br />
estas palabras). Destaco el suponíamos, porque en los discursos<br />
políticos –que sólo hablan el lenguaje <strong>de</strong> la certeza- la suposición<br />
suele estar totalmente ausente, tanto en aquel tiempo como ahora.<br />
Cuando la política, es <strong>de</strong>cir el arte <strong>de</strong> la convivencia en la polis, <strong>de</strong>ja<br />
<strong>de</strong> ser responsabilidad <strong>de</strong> todos para constituirse en una actividad<br />
profesional y estructurarse en aparatos <strong>de</strong>saparece la primera<br />
persona para dar lugar a un plural anónimo un “nosotros” vacío y<br />
abstracto (y por lo tanto e irresponsable). Es por eso que he elegido<br />
la primera persona para esta polifonía, porque no usurpo la palabra<br />
<strong>de</strong> nadie, ni reniego <strong>de</strong> la responsabilidad <strong>de</strong> lo que digo.<br />
Hacia finales <strong>de</strong> los 70 yo estaba cada vez más <strong>de</strong>screída, algunos<br />
posiciones me resultaban completamente absurdas, algunas actitu<strong>de</strong>s<br />
francamente suicidas, y los modos autoritarios eran para mí<br />
cada vez más evi<strong>de</strong>ntes y asfixiantes. Podría <strong>de</strong>scribir mi situación<br />
como parcialmente lúcida y, al mismo tiempo, parcialmente entregada<br />
a la imposibilidad <strong>de</strong> encontrar otra ¿salida? ¿alternativa?<br />
¿mirada sobre mi misma? ¿sentido a este mundo?. Me llevó largos,<br />
que parecían interminables, años <strong>de</strong> pensamiento, <strong>de</strong> estudio, <strong>de</strong><br />
elaboración y búsqueda conjunta con otros amigos y compañeros<br />
po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>cidirme a abandonar la militancia. Este hecho se <strong>de</strong>scribía<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro diciendo que la compañera “se fundió” o “se quebró”.<br />
La disi<strong>de</strong>ncia pura y llana era simplemente inconcebible. Sin<br />
embargo, mi alejamiento nada tuvo que ver con <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> soñar o <strong>de</strong><br />
trabajar (ahora el verbo “militar” me suena <strong>de</strong>masiado a militar como<br />
para utilizarlo sin erizarme toda) por lo que consi<strong>de</strong>ro correcto,<br />
<strong>de</strong>seable, pero que se que el hecho <strong>de</strong> que yo lo consi<strong>de</strong>re no implica<br />
que sea correcto o <strong>de</strong>seable para todos. No hay UN mundo<br />
mejor para todos, y lo que prefería ayer no es necesariamente lo<br />
que afirmo hoy.<br />
Ya en el 78 había abandonado todo “compromiso i<strong>de</strong>ológico-partidario”,<br />
aunque no el activismo. Dije Nunca Más a cualquier forma<br />
<strong>de</strong> contrato totalitario <strong>de</strong> por vida, ya sea político, personal o<br />
económico. La militancia <strong>de</strong> mi amigo que seguía en el partido era<br />
cada vez más riesgosa para todos los que lo ro<strong>de</strong>ábamos. Decidí<br />
que seguiría viéndolo igual, que la dictadura no me iba a elegir los<br />
amigos. Ya en ese tiempo empecé a pensar que la única frontera que<br />
podía separarme <strong>de</strong> alguien era la <strong>de</strong> la ética.<br />
La apuesta salió bien. 30 años <strong>de</strong>spués estábamos allí, “cantando<br />
al sol como la cigarra”. Muchas cosas nos unen aún hoy, muchas<br />
más nos separaron, pero en ese momento y en ese cruce <strong>de</strong> miradas<br />
sentí todo el afecto, la historia compartida, la adolescencia, los sueños<br />
que antes nos unían y algunos que todavía nos unen (los <strong>de</strong> hoy<br />
tienen mucho más que ver con el espanto).<br />
La marcha siguió. A la altura <strong>de</strong> Perú la columna <strong>de</strong> HIJOS se <strong>de</strong>tiene,<br />
parece que ya no se pue<strong>de</strong> avanzar, la plaza está llena, suponemos.<br />
Intentamos ir por la vereda. Me encuentro a una amiga que<br />
me dice que no vaya por ahí, que hay hasta mini avalanchas, que<br />
hay gente volviendo y empujando. Supongo que se <strong>de</strong>be a la inmensa<br />
cantidad <strong>de</strong> personas que se unió este año: hay gente <strong>de</strong> los<br />
barrios, centros <strong>de</strong> estudiantes, murgas, partidos políticos (casi todos<br />
<strong>de</strong> izquierda), columnas por profesiones (abogados, periodistas,<br />
médicos), por el origen <strong>de</strong> sus muertos (<strong>de</strong>saparecidos <strong>de</strong> origen<br />
japonés con su cartel, los vascos con el suyo), están también los<br />
motoqueros y los gays, y un sin fin <strong>de</strong> “sueltos”. Hoy la calle es <strong>de</strong><br />
todos, pensé.<br />
Finalmente pu<strong>de</strong> llegar hasta la plaza <strong>de</strong>sviándome por Diagonal.<br />
A lo lejos se escucha un discurso por altoparlantes, nadie prestaba<br />
atención, no se entendía nada y no creo que ni yo ni la gran mayoría<br />
<strong>de</strong> los que veníamos, los <strong>de</strong> siempre y lo que lo hacían por primera<br />
vez, estuvieran interesados en los discursos. Vi algunos movimientos<br />
extraños, pero no les presté <strong>de</strong>masiada atención. Luego<br />
<strong>de</strong> varias horas <strong>de</strong> marchar estaba cansada y preferí volver a casa.<br />
Cuando llegamos, <strong>de</strong>cidí ver por Internet la información sobre la<br />
marcha antes <strong>de</strong> irme a dormir. Así me enteré <strong>de</strong> lo que ocurrió en<br />
el palco, <strong>de</strong> las disi<strong>de</strong>ncias entre distintos grupos que no habían firmado<br />
el documento con los que sí lo habían firmado. Sentí una<br />
mezcla <strong>de</strong> rabia, <strong>de</strong> dolor, <strong>de</strong> estupor. Algo en mí lo presentía <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
que escuché esa frase fatídica. “LOS MUERTOS SON NUES-<br />
TROS”. En su momento no pu<strong>de</strong> reaccionar, pero ahora <strong>de</strong>s<strong>de</strong> es-
tas polifonías quisiera gritar: los MUERTOS NO TIENEN DUE-<br />
ÑO. Es indigno y perverso apropiarse <strong>de</strong> ellos, <strong>de</strong>cir que son los <strong>de</strong>saparecidos<br />
los que dirían esto o aquello. Es repugnante no sólo poner<br />
palabras en sus bocas sino autonombrarse sus voceros. Los <strong>de</strong>saparecidos<br />
no son una masa homogénea, son 30.000 personas que<br />
vivieron vidas diferentes, que lucharon por cosas muy distintas,<br />
muchos ni siquiera lucharon. No hubo UNA lucha sino MUCHAS,<br />
y no faltaron los enfrentamiento, incluso violentos.<br />
Es necesario <strong>de</strong>cirlo en voz alta y sin eufemismo LOS DESAPA-<br />
RECIDOS NO HABLAN POR BOCA DE NADIE y apropiarse <strong>de</strong><br />
su voz es una infamia.<br />
Cada uno habla por sí y <strong>de</strong>be hacerse responsable. El discurso <strong>de</strong><br />
los aparatos, sean los que sean, es siempre un discurso totalitario,<br />
pues el cuerpo que lo emite no admite diversidad, ni variación, ni<br />
modulación, sólo la disciplina y el acatamiento.<br />
En ese momento pensé nuevamente en mi amigo <strong>de</strong> la adolescencia,<br />
supe que podía unirnos un afecto nostálgico, una simpatía en<br />
cierto canal, pero que los que nos separó no fue sólo el azar sino<br />
que entre nosotros se alzó una barrera ética insuperable. Para mí la<br />
vida, los valores, no son negociables, no son una excusa para llegar<br />
a la revolución, un mero medio para otro fin. Como lo dijo la dirigente<br />
<strong>de</strong> Abuelas Estela Carlotto fue “una estafa al dolor”. Pero esta<br />
estafa no es <strong>de</strong> ahora, sólo que esta vez se hizo visible. Su invisibilidad<br />
se <strong>de</strong>be que muchos quieren ejercer e imponer a los <strong>de</strong>más<br />
una memoria parcial. Una memoria que elu<strong>de</strong> volver a pensar los<br />
proyectos políticos <strong>de</strong> la militancia setentista, como si el tan remanido<br />
“pensamiento crítico” se <strong>de</strong>tuviera en sus fronteras, como si<br />
fuera imposible querer y trabajar para construir otro tipo <strong>de</strong> sociedad<br />
y buscar otros modos <strong>de</strong> vivir y convivir diferentes a los que<br />
enarbolamos en aquel tiempo.<br />
La gran estafa es tratar <strong>de</strong> imponer al otro una única opción,<br />
apropiarse <strong>de</strong>l espacio <strong>de</strong> todos y llenarlo con TODAS las consignas<br />
habidas y por haber, no importa quienes ni cuantos estén <strong>de</strong><br />
acuerdo. Se exige una adhesión total o el silencio. El que no está <strong>de</strong><br />
acuerdo inmediatamente es caratulado <strong>de</strong> traidor, <strong>de</strong> escupir sobre<br />
la memoria, <strong>de</strong> cobar<strong>de</strong>, <strong>de</strong> miope. Muchos no lo han querido o no<br />
han podido verlo hasta ahora porque el discurso mayoritario se inclinó<br />
hacia la zona <strong>de</strong> menor riesgo: la crítica o el espanto ante el<br />
terrorismo <strong>de</strong> estado. La repetición incansable y a veces incluso<br />
morbosa <strong>de</strong>l horror. De este modo, evitamos encontrarnos con la<br />
zona tal vez más dolorosa, la <strong>de</strong> la propia responsabilidad. 30 años<br />
pue<strong>de</strong> ser el tiempo necesario para habilitar esta reflexión, que no<br />
concibo como una mera autocrítica, sino como una profunda reelaboración<br />
<strong>de</strong> los modos <strong>de</strong> existencia, <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as, <strong>de</strong> las prácticas,<br />
<strong>de</strong> los estilos organizativos, <strong>de</strong> los proyectos. Y, si algo he aprendido,<br />
es que <strong>de</strong>bemos renunciar <strong>de</strong> antemano a los acuerdos totales,<br />
a los sistemas i<strong>de</strong>ológicos <strong>de</strong> todo tipo pues no hay acuerdos totales<br />
salvo los que se imponen a sangre y fuego y esos, por supuesto,<br />
no son acuerdos.<br />
Ya las consignas <strong>de</strong> la marcha, con las que acordaron todas las organizaciones<br />
convocantes, incluidos los que no quisieron firmar el<br />
documento <strong>de</strong>l escándalo, eran para mí excesivas y divisionistas:<br />
mezclaban los <strong>de</strong>saparecidos con el Alca y la guerra <strong>de</strong> Irak. No es<br />
que estas cosas no tengan relación (la tienen, todo pue<strong>de</strong> relacionarse<br />
con todo), pero hay (por lo menos para mí) priorida<strong>de</strong>s, pertinencias,<br />
relevancias. Es más, por mi parte acuerdo con ellas, pero<br />
NO FUE ESE EL MOTIVO QUE ME LLEVO A LA PLAZA, al<br />
igual que otros miles y no quiero que me endosen consigas. Quiero<br />
que se respete también a los que no están entre las organizaciones<br />
convocantes, porque la PLAZA NO ES DE NADIE, sino <strong>de</strong><br />
TODOS. La marcha no es <strong>de</strong> los organizadores, ellos no son sus<br />
dueños, apenas sí sus promotores (y no está <strong>de</strong>más recordar que en<br />
la épocas más duras los organizadores eran bien pocos y muchos <strong>de</strong><br />
los que íbamos y vamos nunca necesitamos una convocatoria)<br />
El 24 siempre fue para mí, y seguirá siendo, como para muchos,<br />
y hasta me atrevo a pensar que probablemente para la mayoría, un<br />
momento <strong>de</strong> recuerdo y <strong>de</strong> lucha por el NUNCA MÁS. Mezclarlo<br />
con el medio boleto estudiantil (varias columnas cantaban esta<br />
consigna), con el ALCA o con los yanquis en Irak, no hace más que<br />
dividir y expulsar.<br />
Si el 24 <strong>de</strong> Marzo es un día para la memoria a mi gusto <strong>de</strong>beríamos<br />
incluir URGENTEMENTE, la memoria <strong>de</strong> nuestras propias<br />
equivocaciones, que no fueron meros “errores tácticos”, ni “<strong>de</strong>fectos<br />
<strong>de</strong> evaluación” así como no fueron “excesos” represivos el genocidio<br />
que liquidó a casi toda una generación Ni la <strong>de</strong>mocracia ni<br />
los <strong>de</strong>rechos humanos fueron ban<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> la izquierda, ni <strong>de</strong> la<br />
marxista ni <strong>de</strong> la peronista. Nuestros <strong>de</strong>saparecidos lucharon bajo<br />
otras ban<strong>de</strong>ras: la dictadura <strong>de</strong>l proletariado o la patria socialista.<br />
Los <strong>de</strong>rechos humanos eran consi<strong>de</strong>rados sensiblería burguesa y la<br />
única <strong>de</strong>mocracia concebible era el “centralismo <strong>de</strong>mocrático” que<br />
es a la <strong>de</strong>mocracia como la música militar es a la música.<br />
Sin duda este 24 fue multitudinario y polifónico, no faltaron tampoco<br />
los ruidos, ni los truenos. Seguimos “cantando al sol como la<br />
cigarra”. No es poco, pero no estaría mal que también abriéramos<br />
las puertas a una reelaboración <strong>de</strong> nuestros “i<strong>de</strong>ales” y a la creación<br />
<strong>de</strong> nuevos sentidos, <strong>de</strong> nuevos modos <strong>de</strong> hacer política que no<br />
puedan ser tragados por los aparatos políticos <strong>de</strong> ningún signo. El<br />
24 recordar a nuestros muertos pue<strong>de</strong> ser un práctica vital, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
una memoria que no se limita al recuerdo, que no se estanca en los<br />
archivos, sino que pregunta, construye, <strong>de</strong>shace mitos, y produce<br />
sentidos. Esa es la forma que elijo, pero no es la única. También<br />
hay otros 24 en que los medios quieren hacer gala <strong>de</strong> corrección política,<br />
en que los partidos ejercen la bochornosa costumbre intentar<br />
acaparar lo más posible los lugares <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, y los organizadores<br />
confun<strong>de</strong>n (nada ingenuamente) su rol <strong>de</strong> patrocinadores con el<br />
<strong>de</strong> propietarios <strong>de</strong> la memoria y <strong>de</strong>l espacio.<br />
Estamos vivos y honrar a nuestros muertos no es apropiarnos <strong>de</strong><br />
ellos, ni repetir sus dichos, ni caminar nuevamente por sus caminos,<br />
sino seguir creando, pensando, buscando y no confundir la memoria<br />
con un mausoleo, ni con un museo. El espacio público y el<br />
pasado, el presente y el futuro <strong>de</strong> nuestra sociedad ha sido y será tejido<br />
en común y a todos nos toca pensar y crear otros modos <strong>de</strong> hacer<br />
la historia, <strong>de</strong> encontrarnos y <strong>de</strong> vivir los antagonismos.<br />
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Campo Grupal / 5
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Walter Vargas<br />
mwvargas@yahoo.com<br />
Cuentan que cuando Oscar Wil<strong>de</strong><br />
llegó por primera vez a Nueva<br />
York un periodista quiso participarlo<br />
<strong>de</strong>l copioso entusiasmo<br />
emanado <strong>de</strong> la reciente invención<br />
<strong>de</strong>l teléfono. “¿Ve, míster<br />
Wil<strong>de</strong>? Usted habla por acá y lo<br />
escuchan <strong>de</strong>l otro lado <strong>de</strong>l hilo”.<br />
Wil<strong>de</strong> miró el aparato, miró al<br />
periodista, volvió a mirar el aparato,<br />
y respondió: “¿Hablar?<br />
¿Hablar con quién?”<br />
Si pensamos que reponemos un<br />
episodio sucedido hacia finales<br />
<strong>de</strong>l siglo XIX po<strong>de</strong>mos concluir<br />
que Wil<strong>de</strong> ya había captado en<br />
profundidad la amenaza <strong>de</strong> ciertos<br />
advenimientos y que, si por<br />
obra <strong>de</strong> algún hechizo regresara<br />
hoy a echar un vistazo, lo espantaría<br />
comprobar hasta qué punto<br />
la pulsión comunicante está naturalizada<br />
como suprema medida<br />
<strong>de</strong> lo mo<strong>de</strong>rno y, por en<strong>de</strong>,<br />
<strong>de</strong> lo virtuoso.<br />
Los hombres, digámoslo, somos<br />
caudal <strong>de</strong> innúmeros manantiales.<br />
Nos distinguimos por la animalidad<br />
política que supo observar<br />
Aristóteles, por la indubitable<br />
necesidad <strong>de</strong> cuidado amoroso<br />
que tan bien examinó Freud, por<br />
la impronta simbólica que propició<br />
algunas imperdibles páginas<br />
<strong>de</strong> Cassirer, etcétera, pero en<br />
cualquier caso todos los caminos<br />
nos conducirán al imperativo<br />
gregario. Nos constituimos como<br />
frutos <strong>de</strong>l rebaño, hacia el rebaño<br />
ten<strong>de</strong>mos, en el rebaño perseveramos,<br />
y por acción u omisión<br />
somos condición indispensable<br />
<strong>de</strong> las maravillas gregarias<br />
y partícipes necesarios <strong>de</strong> los<br />
crímenes gregarios. De manera<br />
que no se incurrará aquí en la<br />
puerilidad <strong>de</strong> postular el regreso<br />
a presuntos paraísos insulares.<br />
Mas tampoco, por cierto, será<br />
cuestión <strong>de</strong> tirar papel picado sin<br />
beneficio <strong>de</strong> carnaval. Decenas<br />
<strong>de</strong> diarios, en papel u on line,<br />
noticiarios <strong>de</strong> aquí y <strong>de</strong> allá en<br />
canales <strong>de</strong> cable y en radios AM<br />
y FM nos mantienen conectados,<br />
informados, actualizados, pero<br />
insatisfechos con haber saturado<br />
nuestras dosis <strong>de</strong> civilidad sucumbimos<br />
al empacho <strong>de</strong>l correo<br />
virtual, <strong>de</strong>l teléfono <strong>de</strong> línea y <strong>de</strong>l<br />
teléfono celular, adminículo fabuloso<br />
y tenebroso que cierra las<br />
cuentas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>svelo más íntimo<br />
y más negado: el incesante acoso<br />
<strong>de</strong> la muerte galopando sobre<br />
los jardines <strong>de</strong> la ilusoria completud.<br />
¿No es curioso que aferrados al<br />
aparatito con fondo <strong>de</strong> Novena<br />
Sinfonía sintamos que la muerte<br />
jamás podrá alcanzarnos porque<br />
a lo más la muerte es una abstracción<br />
que anda haciendo lo<br />
suyo por ahí?<br />
¿No es curioso que un titilante<br />
verdor nos haga sentir protegidos<br />
aun en esos confines <strong>de</strong>l alma<br />
don<strong>de</strong> no somos sino criaturas<br />
en manos <strong>de</strong>l misterio?<br />
Nuevo Espacio<br />
GRUPOS PSICODRAMA<br />
Y CREATIVIDAD<br />
Experiencia compleja<br />
Implicancias psicológicas<br />
<strong>de</strong> la migración<br />
Liliana Ferrero<br />
lilianaferrero@ciudad.com.ar<br />
La migración es una experiencia compleja, tanto para aquel<br />
que nunca ha emigrado y está encarando una migración, como<br />
para aquel que ya lo ha hecho y para el que <strong>de</strong>be quedarse<br />
y <strong>de</strong>spedir al que se va.<br />
¿Qué significa emigrar e inmigrar? Emigrar significa “<strong>de</strong>jar una<br />
persona, familia o habitante <strong>de</strong> un país su propia patria con ánimo<br />
<strong>de</strong> domiciliarse en otro país” e inmigrar “llegar a un país para domiciliarse<br />
en él los que estaban domiciliados en otro”. Esto nos dice<br />
el diccionario. Migrar incluye ambos significados.<br />
Por qué se migra o por qué no y en calidad <strong>de</strong> qué se lo hace,<br />
son elementos que marcan cómo se llega a “domiciliarse en otro<br />
país” y no compren<strong>de</strong>n solamente una significación material, sino<br />
que engloban y quizás resaltan, toda la situación psicológica, afectiva,<br />
que conllevan estas <strong>de</strong>cisiones, para aquellos que se van y<br />
para aquellos que se quedan.<br />
Des<strong>de</strong> nuestro punto <strong>de</strong> vista, el psicoanalítico, enten<strong>de</strong>mos<br />
que la migración implica en todos los casos vivir una situación <strong>de</strong><br />
crisis en lo personal y en lo familiar, ya que comporta muchos<br />
cambios tanto en la realidad externa, concreta, como así también<br />
en la realidad interna, psíquica, <strong>de</strong> quien la sufre, sea éste el que se<br />
va o el que se queda.<br />
Es la propia i<strong>de</strong>ntidad la que está en juego, el propio sentirse uno<br />
mismo en todo momento y lugar, el po<strong>de</strong>r percibirse diferente <strong>de</strong><br />
los <strong>de</strong>más y compartir con ellos una misma realidad social en las<br />
diferentes circunstancias <strong>de</strong> la vida.<br />
Cuando hablamos <strong>de</strong> cambios nos interesa <strong>de</strong>stacar las consecuencias<br />
psicológicas que esos cambios comportan, los sentimientos<br />
que ellos conllevan que pue<strong>de</strong>n ser entre otros, miedo, ansiedad,<br />
rabia, tristeza, dolor por todo lo que se <strong>de</strong>ja, la necesidad <strong>de</strong><br />
sentir que nada cambie, que todo cambio es un esfuerzo enorme.<br />
También para aquel que se queda y <strong>de</strong>be <strong>de</strong>spedir al que parte,<br />
la situación no le es fácil: la migración le comporta sentimientos<br />
en relación a esta <strong>de</strong>spedida, sentimientos que estarán en relación<br />
a la fuerza <strong>de</strong>l vínculo que lo liga al que parte.<br />
Resulta difícil pensar que todos estos sentimientos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong><br />
esta experiencia puedan ser resueltos en breve tiempo. Y aquí nos<br />
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Campo Grupal / 6 No diga que tiene amor quien no tiene atrevimiento. Cal<strong>de</strong>rón<br />
podríamos exten<strong>de</strong>r a hacernos una pregunta: <strong>de</strong> qué manera la falta<br />
<strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong>l significado profundo que los mismos tienen<br />
para cada uno, pue<strong>de</strong> incidir en inducir a tomar la <strong>de</strong>cisión más<br />
a<strong>de</strong>cuada, o en el hacer pensar que es la mejor manera <strong>de</strong> resolver<br />
los conflictos sin <strong>de</strong>jar ver si se trata <strong>de</strong> una <strong>de</strong>cisión que respon<strong>de</strong><br />
a un <strong>de</strong>seo real <strong>de</strong> cambio o a una huida ante una situación atemorizadora,<br />
sea ésta externa a nosotros o interna.<br />
Creemos que el tener la posibilidad <strong>de</strong> pensar en ellos, reflexionar<br />
sobre los mismos, hará más factible la posibilidad <strong>de</strong> sobrellevarlos<br />
con mayor sostén interno o tomar la <strong>de</strong>cisión más acor<strong>de</strong><br />
con uno mismo. Y para aquel que se queda po<strong>de</strong>r continuar con su<br />
proyecto <strong>de</strong> vida a pesar <strong>de</strong> la pérdida.<br />
Es así que cuando el cambio es vivido como una situación frustrante,<br />
el duelo por todo lo que se pier<strong>de</strong> es sentido como imposible<br />
<strong>de</strong> superar. Y sabemos, por nuestras experiencias clínicas, que<br />
las enfermeda<strong>de</strong>s psicosomáticas no están ausentes <strong>de</strong> estos movimientos<br />
psicológicos complejos. Lo mismo pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r cuando<br />
el cambio es vivido pensando que lo que se <strong>de</strong>ja no es valioso<br />
y que lo que se encontrará sin duda sí lo será, o sea poner “todo<br />
lo malo aquí, lo bueno allá”.<br />
Si, como dijimos, las profundas problemáticas que la experiencia<br />
migratoria conlleva para la vida psíquica, han podido ser elaboradas<br />
-y esto es válido tanto para aquél que se va como para<br />
aquél que se queda- esta experiencia pue<strong>de</strong> dar lugar a una nueva<br />
situación vital creativa, una buena adaptación a lo nuevo, con la<br />
consiguiente integración a la nueva cultura, y enriquecimiento<br />
emocional para el que la vive.<br />
En momentos como éstos, en los cuales el tema <strong>de</strong> la migración<br />
es <strong>de</strong> actualidad, ya sea en la Argentina como ha sido algún tiempo<br />
atrás, así como en otras partes <strong>de</strong>l mundo, se hace necesario tener<br />
en cuenta la importancia <strong>de</strong> la reflexión acerca <strong>de</strong> esta experiencia,<br />
la elaboración <strong>de</strong> todos los sentimientos en ella involucrados<br />
para evitar que el dolor –inherente <strong>de</strong> por sí en una experiencia<br />
<strong>de</strong> esta índole- resulte insoportable e inabordable, producto <strong>de</strong><br />
una <strong>de</strong>cisión tomada sobre la base <strong>de</strong> temores y conflictos ya existentes<br />
no suficientemente conocidos y que se apoyarán con seguridad<br />
en situaciones <strong>de</strong> la realidad.<br />
Creemos útil acercar a la comunidad nuestra tarea <strong>de</strong> reflexionar<br />
acerca <strong>de</strong> estos temas, <strong>de</strong> estos problemas, a los efectos que el que<br />
piensa en migrar y aquel que <strong>de</strong>ba quedarse, pueda sentirse apoyado,<br />
ayudado y aliviado. Po<strong>de</strong>r hablar <strong>de</strong> sus problemas y penas<br />
con otros que sufren la misma situación <strong>de</strong> crisis es <strong>de</strong> gran ayuda<br />
para lograr los pasos <strong>de</strong> la elaboración que le llevarán a <strong>de</strong>cidir<br />
y, eventualmente, a aceptar su nueva realidad.<br />
El objetivo es no sólo apuntalar la salud reviendo situaciones<br />
que llevan a sufrir, sino brindar la oportunidad <strong>de</strong> sentirse con más<br />
posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que las cosas vayan mejor en lo que se está haciendo.<br />
Pensamos, a modo <strong>de</strong> conclusión, que la migración es una situación<br />
emocional que necesita ser tenida en cuenta ya que implica<br />
una recreación e intensificación <strong>de</strong> los temores y angustias siempre<br />
presentes en nuestra mente, <strong>de</strong>bido a las situaciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>samparo<br />
y pérdida a las cuales tiene que hacer frente el que <strong>de</strong>ja su<br />
país <strong>de</strong> origen para establecerse en otro, aquel que <strong>de</strong>be <strong>de</strong>cidirlo<br />
y aquel que <strong>de</strong>be <strong>de</strong>spedir al que parte.
Sobre “La Lotería en Babilonia”, <strong>de</strong> Jorge Luis Borges<br />
<strong>Suerte</strong> <strong>de</strong> <strong>existir</strong><br />
Marcelo Percia<br />
mpercia@psi.uba.ar<br />
La lotería en Babilonia, que Borges escribe alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 1940,<br />
ayuda a pensar el problema <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo surcado por la diferencia.<br />
El lugar <strong>de</strong>l otro como mudanza o fuga <strong>de</strong> sí. El semejante como<br />
<strong>de</strong>stino, interferencia, <strong>de</strong>svío, negativa, peligro, milagro, goce. El vivir<br />
como existencia infusionada <strong>de</strong> caos. El caos como asunto en el que<br />
habla el <strong>de</strong>seo, la diferencia, la otredad.<br />
El relato presenta la existencia como albur. La civilización como<br />
conjugado <strong>de</strong> acciones recíprocas, como entramado que escupe consecuencias<br />
inimaginadas. Piensa la sociedad como acontecer irónico <strong>de</strong><br />
elecciones y acci<strong>de</strong>ntes humanos. La historia como paisaje <strong>de</strong> un juego<br />
imperfecto. No sabemos, no po<strong>de</strong>mos saber, qué nos <strong>de</strong>para el <strong>de</strong>stino.<br />
La vida ofrecida a la dicha, al disgusto, a la nada. La utopía <strong>de</strong> una<br />
cosmología <strong>de</strong>l azar. 2<br />
Todo ocurre en Babilonia. La ciudad <strong>de</strong> los jardines colgantes ubicada<br />
en la orilla izquierda <strong>de</strong>l río Eufrates, mencionada -veintitrés siglos<br />
antes <strong>de</strong> nuestra era- por su aglomeración, riquezas, murallas gigantescas.<br />
Un hombre narra vicisitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su vida, sus muchas existencias,<br />
las circunstancias <strong>de</strong> sus noches. Han sido en su cuerpo las caricias <strong>de</strong><br />
todas las manos y los interminables ultrajes.<br />
Explica: “Debo esa variedad casi atroz a una institución que otras<br />
repúblicas ignoran o que obra en ellas <strong>de</strong> un modo imperfecto y secreto:<br />
la lotería”.<br />
La variación <strong>de</strong> sí casi una crueldad. Estados <strong>de</strong>l alma dictados por<br />
la suerte. I<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s que mudan en cada jugada. La imagen propia como<br />
gracia acci<strong>de</strong>ntal. Cada ser vivo una ausencia disponible abandonada<br />
a la alteridad. La humanidad como imperfección <strong>de</strong>l azar.<br />
O dice enseguida: “Soy <strong>de</strong> un país vertiginoso don<strong>de</strong> la lotería es<br />
parte principal <strong>de</strong> la realidad”.<br />
Un territorio en el que sus habitantes han conocido la incertidumbre<br />
no sólo como angustia dudosa por lo que vendrá, sino como experiencia<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>sposesión <strong>de</strong> sí. Como exceso <strong>de</strong> otredad.<br />
Una nave está por zarpar. El relator tiene prisa. Su padre refería que,<br />
en los comienzos, “los barberos <strong>de</strong>spachaban por monedas <strong>de</strong> cobre<br />
rectángulos <strong>de</strong> hueso o pergaminos adornados <strong>de</strong> símbolos. En pleno<br />
día se verificaba un sorteo: los agraciados recibían, sin otra corroboración<br />
<strong>de</strong>l azar, monedas acuñadas <strong>de</strong> plata. El procedimiento era elemental,<br />
como ven uste<strong>de</strong>s. Naturalmente, esas loterías fracasaron. Su<br />
virtud moral era nula. No se dirigían a todas las faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l hombre:<br />
únicamente a su esperanza”.<br />
Confiados a la suerte <strong>de</strong> dos lugares fijos. La fortuna como <strong>de</strong>cisión<br />
elemental <strong>de</strong> algo que se afirma o se niega. Un mecanismo sencillo regido<br />
según dos consecuencias básicas: ganar o per<strong>de</strong>r monedas. La <strong>de</strong>cepción<br />
<strong>de</strong> lo simple. El entusiasmo <strong>de</strong>rrotado por las alternativas previsibles.<br />
El azar como consumación <strong>de</strong> una opción restringida no hace<br />
zozobrar. El acaso pier<strong>de</strong> su fuerza hipotética, su visión no intencionada<br />
<strong>de</strong> lo inesperado. La anticipación reductora <strong>de</strong> los posibles disuelve<br />
el estado <strong>de</strong> ventura: la in<strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> las cosas que han <strong>de</strong> venir. El <strong>de</strong>seo<br />
langui<strong>de</strong>ce sin contrariedad.<br />
“Ante la indiferencia pública, los merca<strong>de</strong>res que fundaron esas loterías<br />
venales, comenzaron a per<strong>de</strong>r dinero. Alguien ensayó una reforma:<br />
la interpolación <strong>de</strong> unas pocas suertes adversas en el censo <strong>de</strong> números<br />
favorables. Mediante esa reforma, los compradores <strong>de</strong> rectángulos<br />
numerados corrían el doble albur <strong>de</strong> ganar una suma y <strong>de</strong> pagar<br />
una multa a veces cuantiosa. Ese leve peligro (por cada treinta números<br />
favorables había un número aciago) <strong>de</strong>spertó, como es natural, el<br />
interés <strong>de</strong>l público.”.<br />
Una lotería no pue<strong>de</strong> per<strong>de</strong>r dinero. Hay que renovar el interés. La<br />
adversidad es un artificio que doblega la indiferencia <strong>de</strong> la gente. A la<br />
<strong>de</strong>sdicha <strong>de</strong> comprar un número sin ganar nada, se agrega la pena <strong>de</strong><br />
tener que pagar. El <strong>de</strong>seo, sofocado, sin más riesgo que la incorrespon<strong>de</strong>ncia,<br />
¿se encien<strong>de</strong> con el revés, la tensión, el infortunio? El leve peligro<br />
¿arranca la costra <strong>de</strong> tedio que envuelve al alma? La probabilidad<br />
<strong>de</strong> una <strong>de</strong>sgracia anima a la pasión. La <strong>de</strong>sventura es una fuente exis-<br />
tencial. Pero ¿cuánta borrasca, contingencia, amenaza, soporta un cuerpo?<br />
¿Qué peso el <strong>de</strong> la levedad? ¿Qué brisa <strong>de</strong> inminencia la <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo?<br />
“Los babilonios se entregaron al juego. El que no adquiría suertes<br />
era consi<strong>de</strong>rado un pusilánime, un apocado. Con el tiempo ese <strong>de</strong>sdén<br />
justificado se duplicó. Era <strong>de</strong>spreciado el que no jugaba, pero también<br />
eran <strong>de</strong>spreciados los per<strong>de</strong>dores que abonaban la multa. La Compañía<br />
(así empezó a llamársela entonces) tuvo que velar por los ganadores,<br />
que no podían cobrar los premios si faltaba en las cajas el importe<br />
casi total <strong>de</strong> las multas. Entabló una <strong>de</strong>manda a los per<strong>de</strong>dores: el<br />
juez los con<strong>de</strong>nó a pagar la multa original y las costas o a unos días<br />
<strong>de</strong> cárcel. Todos optaron por la cárcel, para <strong>de</strong>fraudar a la Compañía.<br />
De esa bravata <strong>de</strong> unos pocos nace el todopo<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la Compañía: su<br />
valor eclesiástico, metafísico”.<br />
Se abandonan, otra vez, a las suertes. Muchos juegan porque tienen<br />
ganas, otros bajo presión, sospechados <strong>de</strong> un espíritu encogido, cobar<strong>de</strong>,<br />
poco empren<strong>de</strong>dor. El <strong>de</strong>saire colectivo se impone sobre el <strong>de</strong>seo.<br />
El sometimiento, a veces, es preferible al rechazo, la humillación, la<br />
vergüenza. Esa presión intangible impone conductas no esperadas. Sabemos<br />
<strong>de</strong> ciertos escándalos humanos. Los <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> las conveniencias<br />
sociales. Travesuras que amenazan un estado <strong>de</strong> cosas. La arrogancia<br />
<strong>de</strong> los que <strong>de</strong>sconocen lo pactado como peligro repetido. Entonces,<br />
la emergencia <strong>de</strong> una Autoridad para asegurar el cumplimiento <strong>de</strong> un<br />
compromiso. Circunstancia que hace necesario un po<strong>de</strong>r total, sagrado,<br />
sutil.<br />
Asistimos a la naturalización irónica <strong>de</strong> la Compañía. El comienzo<br />
<strong>de</strong> un nombre mayúsculo que vela por los ganadores. A través <strong>de</strong> la<br />
evolución <strong>de</strong> ese fetiche <strong>de</strong> acatamiento colectivo, Borges esboza el<br />
<strong>de</strong>stino probable <strong>de</strong> un todopo<strong>de</strong>r: el control que cuanto más extendido<br />
más evanescente, el absoluto que cuanto más abarca más se <strong>de</strong>scompleta,<br />
la <strong>de</strong>voción que cuanto más reverencia exige más se ridiculiza.<br />
Conjetura <strong>de</strong>senlaces para ese fundamento que proclama la necesidad<br />
<strong>de</strong> perfección. El fracaso como una <strong>de</strong> las cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ese or<strong>de</strong>n<br />
imperioso. La imposibilidad <strong>de</strong> Dios no sólo como reticencia o <strong>de</strong>fecto<br />
<strong>de</strong> la razón, sino como entonación <strong>de</strong> la tragedia humana.<br />
“Poco <strong>de</strong>spués, los informes <strong>de</strong> los sorteos omitieron las enumeraciones<br />
<strong>de</strong> multas y se limitaron a publicar los días <strong>de</strong> prisión que <strong>de</strong>signaba<br />
cada número adverso. Ese laconismo, casi inadvertido en su<br />
tiempo, fue <strong>de</strong> importancia capital. Fue la primera aparición en la lotería<br />
<strong>de</strong> elementos no pecuniarios”.<br />
La costumbre se compone <strong>de</strong> olvidos, distracciones, <strong>de</strong>scuidos. Una<br />
pequeña inclinación a la brevedad pue<strong>de</strong> cambiar la historia. Irrumpe<br />
una circunstancia inesperada. Se establece un sistema <strong>de</strong> cambio no regido<br />
sólo por piezas <strong>de</strong> plata. La previsibilidad calculada en monedas<br />
queda contaminada por un castigo que no se mi<strong>de</strong> en dinero: ausentar<br />
una vida, enca<strong>de</strong>nar un cuerpo, encerrar un movimiento, recluir una<br />
mirada.<br />
El juego se <strong>de</strong>sliza hacia un sistema <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>ncias que escapa<br />
<strong>de</strong> la exclusiva regulación <strong>de</strong> la moneda. Cuestiona, sin buscarlo, la<br />
función <strong>de</strong> ese significante como equivalente universal. El dinero <strong>de</strong>ja<br />
<strong>de</strong> ser la única referencia <strong>de</strong> intercambio. Se inicia, diría Marx, la disolución<br />
<strong>de</strong> un mundo hasta el momento sometido a ese nivelador radical<br />
que borra las diferencias. Ese <strong>de</strong>svío, inadvertido, esparce una multitud<br />
<strong>de</strong> combinaciones caprichosas.<br />
“Nadie ignora que el pueblo <strong>de</strong> Babilonia es muy <strong>de</strong>voto <strong>de</strong> la lógica,<br />
y aun <strong>de</strong> la simetría. Era incoherente que los números faustos se<br />
computaran en redondas monedas y los infaustos en días y noches <strong>de</strong><br />
cárcel. Algunos moralistas razonaron que la posesión <strong>de</strong> monedas no<br />
siempre <strong>de</strong>termina la felicidad y que otras formas <strong>de</strong> la dicha son quizá<br />
más directas”.<br />
El dinero subordina la multiplicidad <strong>de</strong> la existencia. Traza una gramática<br />
uniforme para las diferencias. Difun<strong>de</strong>, bajo su tutela, la ficción<br />
<strong>de</strong> un beneficio justo para el conjunto. Incluso se ofrece como medida<br />
<strong>de</strong> dicha y <strong>de</strong>sdicha. El dinero es una forma indirecta <strong>de</strong> felicidad susceptible<br />
<strong>de</strong> intercambio. Entonces, ¿qué curso posible para una alegría<br />
igual para todos, sin ese or<strong>de</strong>nador mayor, sin ese ro<strong>de</strong>o purificador,<br />
sin esa brújula universal?<br />
La moneda es un símbolo <strong>de</strong> contención y restricción metafísica. Si<br />
la cosa escapa <strong>de</strong> esas fauces estrechas, la vida estalla como infinito<br />
Las riñas <strong>de</strong> los amantes son renovación <strong>de</strong>l amor. Terencio<br />
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Campo Grupal / 7
<strong>Suerte</strong> <strong>de</strong> <strong>existir</strong><br />
posible <strong>de</strong> un mundo imprevisible. Amantes <strong>de</strong> las correspon<strong>de</strong>ncias<br />
exactas, las simetrías <strong>de</strong> los espejos, las proporciones<br />
justas, los babilonios inventan (más allá <strong>de</strong>l dinero) la cosmología<br />
existencial <strong>de</strong>l Azar.<br />
El relato <strong>de</strong> Borges anticipa un problema que <strong>de</strong>svela a psicoanalistas:<br />
sin un significante regulador ¿qué vale la felicidad<br />
o el infortunio para cada cual? Lacan sabe leer en Marx que la<br />
espesa potencia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo vive confinada en los engaños y virtu<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong>l dinero. Entien<strong>de</strong> que esa condición fetiche afecta a todos<br />
los objetos que cautivan a la criatura humana. La lotería en<br />
Babilonia permite pensar el exceso <strong>de</strong> sentido que se libera<br />
cuando se rompen los muros <strong>de</strong> la equivalencia monetaria. La<br />
heterogeneidad <strong>de</strong>sprendida <strong>de</strong> ese objeto unificador.<br />
“Otra inquietud cundía en los barrios bajos. Los miembros<br />
<strong>de</strong>l colegio sacerdotal multiplicaban las puestas y gozaban <strong>de</strong><br />
todas las vicisitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l terror y <strong>de</strong> la esperanza; los pobres<br />
(con envidia razonable e inevitable) se sabían excluidos <strong>de</strong> ese<br />
vaivén, notoriamente <strong>de</strong>licioso. El justo anhelo <strong>de</strong> que todos,<br />
pobres y ricos, participasen por igual en la lotería, inspiró una<br />
indignada agitación, cuya memoria no han <strong>de</strong>sdibujado los<br />
años. Algunos obstinados no comprendieron (o simularon no<br />
compren<strong>de</strong>r) que se trataba <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n nuevo, <strong>de</strong> una etapa<br />
histórica necesaria (...) Hubo disturbios, hubo efusiones lamentables<br />
<strong>de</strong> sangre: pero la gente babilónica impuso finalmente su<br />
voluntad, contra la oposición <strong>de</strong> los ricos. El pueblo consiguió<br />
con plenitud sus fines generosos. En primer término logró que<br />
la Compañía aceptara la suma <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r público. (Esa unificación<br />
era necesaria, dada la vastedad y complejidad <strong>de</strong> las nuevas<br />
operaciones). En segundo término, logró que la lotería fuera<br />
secreta, gratuita y general. Quedó abolida la venta mercenaria<br />
<strong>de</strong> suertes. Ya iniciado en los misterios <strong>de</strong> Bel, todo hombre<br />
libre automáticamente participaba en los sorteos sagrados, que<br />
se efectuaban en los laberintos <strong>de</strong>l dios cada sesenta noches y<br />
que <strong>de</strong>terminaban su <strong>de</strong>stino hasta el otro ejercicio”.<br />
La inquietud <strong>de</strong>l azar se extien<strong>de</strong>, respira en todo el espacio,<br />
se propaga en todas las conciencias, sortea las fronteras sociales.<br />
La intensa vida no disimulada <strong>de</strong> los tocados por la lotería<br />
provoca envidia en los excluidos, justificado enojo por la <strong>de</strong>sigualdad,<br />
inevitable agitación <strong>de</strong> los con<strong>de</strong>nados a una fatalidad<br />
sin azar. Comienza la revuelta <strong>de</strong> los que se saben fuera <strong>de</strong>l juego.<br />
El grito <strong>de</strong> los exceptuados <strong>de</strong> ese <strong>de</strong>licioso vaivén. Los <strong>de</strong>saparecidos<br />
<strong>de</strong> las sacudidas <strong>de</strong> la suerte. Los privados <strong>de</strong> ese<br />
punto preciso en que cada cuerpo se sabe razón <strong>de</strong> peso <strong>de</strong> una<br />
oscilación incierta. Así llega, entonces, la abolición <strong>de</strong> la suerte<br />
mercenaria. La igualdad <strong>de</strong> todos ante la ley <strong>de</strong>l azar como plenitud<br />
posible <strong>de</strong> la frágil existencia humana. Como conquista<br />
civilizadora sobre las racionalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> guerra. El nuevo or<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong>l azar como una historia sin i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s seguras, sin posiciones<br />
<strong>de</strong>finitivas. La existencia como repentina <strong>de</strong>sposesión que<br />
iguala a todas las criaturas vivientes. 3<br />
“Las consecuencias eran incalculables. Una jugada feliz podía<br />
motivar su elevación al concilio <strong>de</strong> magos o la prisión <strong>de</strong> un<br />
enemigo (notorio o íntimo) o el encontrar, en la pacífica tiniebla<br />
<strong>de</strong>l cuarto, la mujer que empieza a inquietarnos o que no<br />
esperábamos rever; una jugada adversa: la mutilación, la variada<br />
infamia, la muerte. A veces, un sólo hecho -el tabernario<br />
asesinato <strong>de</strong> C, la apoteosis misteriosa <strong>de</strong> B- era la solución genial<br />
<strong>de</strong> treinta o cuarenta sorteos. Combinar las jugadas era difícil;<br />
pero hay que recordar que los individuos <strong>de</strong> la Compañía<br />
eran (y son) todopo<strong>de</strong>rosos y astutos. En muchos casos el conocimiento<br />
<strong>de</strong> que ciertas felicida<strong>de</strong>s eran simple fábrica <strong>de</strong>l azar,<br />
hubiera aminorado su virtud; para eludir ese inconveniente, los<br />
agentes <strong>de</strong> la Compañía usaban <strong>de</strong> las sugestiones y <strong>de</strong> la magia.<br />
Sus pasos, sus manejos, eran secretos. Para indagar las íntimas<br />
esperanzas y los íntimos terrores <strong>de</strong> cada cual, disponían<br />
<strong>de</strong> astrólogos y <strong>de</strong> espías. Había ciertos leones <strong>de</strong> piedra, había<br />
una letrina sagrada llamada Qaphqa, había una grieta en<br />
un polvoriento acueducto que, según opinión general, daban a<br />
la Compañía; las personas malignas o benévolas <strong>de</strong>positaban<br />
<strong>de</strong>laciones en esos sitios. Un archivo alfabético recogía esas<br />
noticias <strong>de</strong> variable veracidad”.<br />
¿Cómo calcular consecuencias <strong>de</strong> una jugada feliz o una suerte<br />
adversa sin la ilusión <strong>de</strong> equivalencia que ofrece la moneda?<br />
¿Cómo medir las íntimas esperanzas o los terrores secretos <strong>de</strong><br />
cada cuál? Sin el soporte unificador <strong>de</strong>l dinero o el po<strong>de</strong>r homogeneizante<br />
<strong>de</strong>l mercado, la felicidad <strong>de</strong>sbarata, con sus caprichos,<br />
cualquier or<strong>de</strong>n.<br />
La dicha es para unos reconocimiento o confirmación <strong>de</strong> superioridad;<br />
para otros, una competencia mínima con el vecino;<br />
para algunos, un amor en los comienzos; para los <strong>de</strong> más allá,<br />
el guiño secreto <strong>de</strong> dios. O la infelicidad es el <strong>de</strong>sprecio <strong>de</strong> un<br />
semejante, o la enfermedad, o una ausencia, o la muerte.<br />
Borges no olvida que cada hecho <strong>de</strong> una vida es caída <strong>de</strong> un<br />
acontecimiento que conjuga innumerables jugadas. Sabe que un<br />
mundo así no podría <strong>existir</strong> sin refinados po<strong>de</strong>res o sin astucias<br />
maestras. Advierte que la dicha como simple fábrica <strong>de</strong>l azar o<br />
emprendimiento solitario <strong>de</strong> la voluntad es inconveniente para<br />
la felicidad.<br />
La felicidad no pue<strong>de</strong> o no quiere mirarse sólo en el espejo<br />
<strong>de</strong>l azar o en el <strong>de</strong> la voluntad. Con el puro azar ocurre lo mismo<br />
que con la pura voluntad: el <strong>de</strong>seo se aburre. El abuso <strong>de</strong> lo<br />
impon<strong>de</strong>rable <strong>de</strong>bilita la potencia <strong>de</strong>seante que necesita creer,<br />
también, en la perseverancia <strong>de</strong> un espíritu propio. Sin cierta<br />
omnipotencia <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad no se agrandarían nunca los pequeños<br />
e inútiles actos humanos. Una reserva mágica <strong>de</strong> la que<br />
se nutre el amor, pero también el odio.<br />
La obra <strong>de</strong>l azar se completa con actos <strong>de</strong> sugestión y <strong>de</strong> magia,<br />
con predicciones <strong>de</strong> los astros y trabajo <strong>de</strong> espías. Se practica<br />
la <strong>de</strong>lación <strong>de</strong> intimida<strong>de</strong>s. Pero no como cacería <strong>de</strong> existencias<br />
acusadas <strong>de</strong> <strong>de</strong>litos, sino como chisme necesario <strong>de</strong> una<br />
vida asediada por las muchas formas que adquiere la falta <strong>de</strong><br />
sentido.<br />
La omisión <strong>de</strong>l dinero como meta exclusiva <strong>de</strong>l juego, pone a<br />
la vista las suertes fantasiosas <strong>de</strong> placer entre los babilonios. La<br />
variedad <strong>de</strong> lo que gusta o disgusta a cada habitante <strong>de</strong> esa aglomeración.<br />
Se advierte un nudo que discuten psicoanalistas: que<br />
los afectos, emociones, sentimientos, que componen formas <strong>de</strong><br />
dicha y <strong>de</strong>sdicha, no son sin la afectación <strong>de</strong> eso que Lacan llama<br />
goce. La promesa <strong>de</strong> felicidad como consecuencia pura <strong>de</strong>l<br />
azar ofen<strong>de</strong> al <strong>de</strong>seo. Igual que lo ofusca la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> satisfacción<br />
como voluntad <strong>de</strong> <strong>de</strong>scarga o disminución <strong>de</strong> tensiones. La<br />
Compañía compren<strong>de</strong> que el <strong>de</strong>seo clama por un enredo <strong>de</strong> sentido.<br />
¿La Compañía como memoria social acumulada? ¿Como catálogo<br />
imposible <strong>de</strong> un archivo <strong>de</strong> sueños y pesadillas? ¿Burocracia<br />
<strong>de</strong> la felicidad y el horror? ¿Manual estadístico personalizado<br />
<strong>de</strong> dichas, <strong>de</strong>svíos, malestares?<br />
La magnitud <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a hizo necesarias piezas doctrinarias,<br />
multiplicidad <strong>de</strong> reglas, una teoría <strong>de</strong> los juegos. Veamos una <strong>de</strong><br />
las conjeturas: “Si la lotería es una intensificación <strong>de</strong>l azar, una<br />
periódica infusión <strong>de</strong>l caos en el cosmos ¿no convendría que el<br />
azar interviniera en todas las etapas <strong>de</strong>l sorteo y no en una sola?<br />
¿No es irrisorio que el azar dicte la muerte <strong>de</strong> alguien y que<br />
las circunstancias <strong>de</strong> esa muerte -la reserva, la publicidad, el<br />
plazo <strong>de</strong> una hora o <strong>de</strong> un siglo- no estén sujetas al azar? Esos<br />
escrúpulos tan justos provocaron al fin una consi<strong>de</strong>rable reforma,<br />
cuyas complejida<strong>de</strong>s (agravadas por un ejercicio <strong>de</strong> siglos)<br />
no entien<strong>de</strong>n sino algunos especialistas pero intentaré resumir,<br />
siquiera <strong>de</strong> modo simbólico.<br />
¿Aumentar el azar? Decisión <strong>de</strong> alterar todos los ritmos <strong>de</strong> las<br />
cosas. ¿Despedida obligada tras cada intervalo regular en una<br />
vida? Llamado <strong>de</strong> lo inci<strong>de</strong>ntal. ¿Clamor <strong>de</strong> ocurrencias? Más<br />
<strong>de</strong>sarreglo líquido en el mundo. ¿Agregado <strong>de</strong> fluido acci<strong>de</strong>ntal<br />
en su mecánica tediosa? Caos, no como <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n o confusión,<br />
sino como renovado impulso hacia lo otro. Deseo no acontecido.<br />
¿Crimen <strong>de</strong> lo establecido? Lapsus <strong>de</strong>l universo.<br />
Azar estremecido en todas partes. Avance <strong>de</strong> su contravención<br />
intencionada no sólo como beneficio o percance <strong>de</strong> una jugada,<br />
sino como presencia insidiosa en <strong>de</strong>talles, en movimientos<br />
mínimos, en suspiros inadvertidos. La suerte abarcando cada<br />
acto. Potencia plena y minuciosa <strong>de</strong> sus trabajos invisibles.<br />
Todas las caras <strong>de</strong> lo dado envueltas en el perfume <strong>de</strong> una flor<br />
<strong>de</strong> naranjo.<br />
Imaginemos un primer sorteo, que dicta la muerte <strong>de</strong> un hombre.<br />
Para su cumplimiento se proce<strong>de</strong> a un otro sorteo, que propone<br />
(digamos) nueve ejecutores posibles. De esos ejecutores,<br />
cuatro pue<strong>de</strong>n iniciar un tercer sorteo que dirá el nombre <strong>de</strong>l<br />
verdugo, dos pue<strong>de</strong>n reemplazar la or<strong>de</strong>n adversa por una or<strong>de</strong>n<br />
feliz (el encuentro <strong>de</strong> un tesoro, digamos), otro exacerbará<br />
la muerte (es <strong>de</strong>cir la hará infame o la enriquecerá <strong>de</strong> torturas),<br />
otros pue<strong>de</strong>n negarse a cumplirla... Tal es el esquema simbólico.<br />
En la realidad el número <strong>de</strong> sorteos es infinito. Ninguna <strong>de</strong>cisión<br />
es final, todas se ramifican en otras”.<br />
Todo comienza con una primera jugada azarosa. Una consecuencia<br />
que se <strong>de</strong>scompone tras el movimiento inicial. El fallo<br />
<strong>de</strong> una acción. Una sentencia <strong>de</strong> muerte por <strong>de</strong>cir un caso. Para<br />
obrar <strong>de</strong> acuerdo a la inspiración total <strong>de</strong> la suerte, se realiza un<br />
nuevo llamado que <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>na diferentes posibilida<strong>de</strong>s. Decisión<br />
dislocada en un precipitado <strong>de</strong> otras muchas soluciones alternativas.<br />
La vida como interludio que <strong>de</strong>splaza infinitamente<br />
el momento en que se cumple la sentencia inicial.<br />
Estallido <strong>de</strong> los estados, las maneras, los modos, las formas.<br />
Desacato <strong>de</strong> la acción única. Frenesí <strong>de</strong> elecciones probables.<br />
Audacia que <strong>de</strong>sborda la opción. La cuestión <strong>de</strong> los otros. Conexiones<br />
humanas disyuntivas. Pluralidad contaminante <strong>de</strong> muchas<br />
conductas. Concurrencia <strong>de</strong> lo incompatible. Variaciones<br />
Campo Grupal / 8 A la mujer casta, Dios le basta. Refrán<br />
<strong>de</strong> las diferencias. Desvíos, torceduras, exageraciones, negativas.<br />
Esquema <strong>de</strong> reacciones, avatares, circunstancias humanas.<br />
Diversidad que no se completa. Los otros como existencia interferencial.<br />
El sorteo como fuga <strong>de</strong>l cálculo previsto. Habilidad que posterga<br />
lo <strong>de</strong>finitivo. Final que no se suspen<strong>de</strong>, que se extien<strong>de</strong> ilimitado.<br />
Deriva, rumbo <strong>de</strong> viento, sentido <strong>de</strong> agua. Abatimiento<br />
<strong>de</strong>l acto solitario. Soledad visitada por innumerables acciones<br />
ajenas.<br />
“Los ignorantes suponen que infinitos sorteos requieren un<br />
tiempo infinito; en realidad basta que el tiempo sea infinitamente<br />
subdivisible, como lo enseña la famosa parábola <strong>de</strong>l<br />
Certamen con la Tortuga”.<br />
Este párrafo cautiva a Deleuze (1969) en la décima serie Del<br />
juego i<strong>de</strong>al. Escribe: “La pregunta fundamental que nos propone<br />
este texto es: ¿Cuál es este tiempo que no precisa ser infinito,<br />
sino solamente infinitamente subdivisible’?”.<br />
Borges (1934), que alguna vez imagina enhebrar una biografía<br />
<strong>de</strong>l infinito, se refiere en diferentes ocasiones a la paradoja<br />
<strong>de</strong> la perpetua carrera <strong>de</strong> Aquiles y la tortuga, inventada por<br />
Zenón <strong>de</strong> Elea, discípulo <strong>de</strong> Parméni<strong>de</strong>s. Tras menciona reiteradas<br />
visitas al argumento y sus muchas refutaciones, recuerda la<br />
historia así: “Aquiles corre diez veces más ligero que la tortuga<br />
y le da una ventaja <strong>de</strong> diez metros. Aquiles corre esos diez metros,<br />
la tortuga corre uno; Aquiles corre ese metro, la tortuga<br />
corre un centímetro; Aquiles corre ese centímetro, la tortuga un<br />
milímetro; Aquiles Piesligeros el milímetro, la tortuga un décimo<br />
<strong>de</strong> milímetro y así infinitamente, sin alcanzarla...”. La i<strong>de</strong>a<br />
<strong>de</strong> que un ilimitado número <strong>de</strong> subdivisiones, cada vez más minúsculas,<br />
pue<strong>de</strong> efectuarse con lo que es limitado, le interesa<br />
como disolución metódica. Borges elogia el infinito como concepto<br />
corruptor, inquietante, <strong>de</strong>satinador, que nos viene <strong>de</strong> los<br />
griegos, que se narra <strong>de</strong> muchas formas en la literatura <strong>de</strong> Kafka.<br />
Pero ¿qué dice este infinito <strong>de</strong> azar? ¿Tiempo sin límites?<br />
¿Golpeteo <strong>de</strong>l reloj eterno? ¿Signo matemático que tiene la forma<br />
<strong>de</strong> un ocho acostado? Infinito, también, como dominio <strong>de</strong> lo<br />
infinitivo. Potencia impersonal que expresa todas las acciones.<br />
El presente, instante ilimitado; por venir que no cesa, pasado<br />
que retorna. La muerte no como meta que se alcanza sino como<br />
bor<strong>de</strong> que nos arroja a las suertes <strong>de</strong>l tiempo.<br />
La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Borges hace recordar la proposición 6.4311 <strong>de</strong><br />
Wittgenstein dice: “La muerte no es un acontecimiento <strong>de</strong> la vida.<br />
No se vive la muerte. Si por eternidad se entien<strong>de</strong>, no una<br />
duración temporal infinita, sino intemporalidad, entonces vive<br />
eternamente quien vive en el presente...”. Muerte como acontecimiento<br />
que funda temporalidad. El morir como límite <strong>de</strong> la representación<br />
que vuelve infinito el instante. Tiempo, signo <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nado,<br />
trama <strong>de</strong> un lenguaje consistente. Azar como eternidad<br />
conjugada en el presente. La suerte echada es suerte arrojada,<br />
lanzada, en espera <strong>de</strong>cidida <strong>de</strong> lo veni<strong>de</strong>ro. Pero también<br />
es suerte que retorna tras la expulsión <strong>de</strong> las capturas causales.<br />
Incluso suerte en posición horizontal tumbada en condiciones<br />
<strong>de</strong> soñarse como línea infinita. 4<br />
“También hay sorteos impersonales, <strong>de</strong> propósito in<strong>de</strong>finido:<br />
uno <strong>de</strong>creta que se arroje a las aguas <strong>de</strong>l Eufrates un zafiro <strong>de</strong><br />
Taprobana; otro que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el techo <strong>de</strong> una torre se suelte un pájaro;<br />
otro que cada siglo se retire (o se añada) un grano <strong>de</strong> arena<br />
<strong>de</strong> los innumerables que hay en la playa. Las consecuencias<br />
son, a veces, terribles”.<br />
Introducción <strong>de</strong> lo aleatorio. <strong>Suerte</strong>s diseminadas para nadie.<br />
Acciones arrojadas sin <strong>de</strong>stino. Disponibilidad <strong>de</strong> una causa, un<br />
efecto no evocado, una potencia sin meta. Aspiraciones que vagan<br />
in<strong>de</strong>terminadas. Cristal <strong>de</strong> color azul, gorrión que se suelta,<br />
partícula que no pue<strong>de</strong> ser mirada. El azar tien<strong>de</strong> amarras en los<br />
aires <strong>de</strong>l sentido. Tibieza y espanto <strong>de</strong> una erótica <strong>de</strong> lo inútil,<br />
innecesario, prescindible.<br />
“Bajo el influjo bienhechor <strong>de</strong> la Compañía, nuestras costumbres<br />
están saturadas <strong>de</strong> azar. El comprador <strong>de</strong> una docena<br />
<strong>de</strong> ánforas <strong>de</strong> vino damasceno no se maravillará si una <strong>de</strong> ellas<br />
encierra un talismán o una víbora; el escribano que redacta un<br />
contrato no <strong>de</strong>ja casi nunca <strong>de</strong> introducir algún dato erróneo;<br />
yo mismo, en esta apresurada <strong>de</strong>claración, he falseado algún<br />
esplendor, alguna atrocidad. Quizá, también, alguna misteriosa<br />
monotonía...”.<br />
La Compañía como estado benefactor <strong>de</strong> los babilonios. Historia<br />
<strong>de</strong> su fluido bondadoso. El movimiento <strong>de</strong> su marea protectora.<br />
La segregación <strong>de</strong>l bien como abrigo, amparo, con<strong>de</strong>na.<br />
El llenado azaroso como establecido triunfante. La plena incertidumbre<br />
como rutina automática. El prodigio <strong>de</strong>l asombro absorbido<br />
por los arraigos <strong>de</strong> la costumbre. La extrañeza aquerenciada<br />
como tradición viciosa. Hasta los notarios introducen datos<br />
adulterados. La paradoja <strong>de</strong> esa vida completada por el azar
es que también incluye secretas zonas <strong>de</strong> monotonía causal, insondables<br />
dominios <strong>de</strong> la necesidad, primitivas suspensiones <strong>de</strong><br />
lo aleatorio, místicos <strong>de</strong>sprecios <strong>de</strong> la variación.<br />
“Por lo <strong>de</strong>más, nada tan contaminado <strong>de</strong> ficción como la<br />
historia <strong>de</strong> la Compañía...Un documento paleográfico, exhumado<br />
en un templo, pue<strong>de</strong> ser obra <strong>de</strong>l sorteo <strong>de</strong> ayer o <strong>de</strong> un<br />
sorteo secular. No se publica un libro sin alguna divergencia<br />
entre cada uno <strong>de</strong> los ejemplares. Los escribas prestan juramento<br />
secreto <strong>de</strong> omitir, <strong>de</strong> interponer, <strong>de</strong> variar. También se<br />
ejerce la mentira indirecta. La Compañía, con mo<strong>de</strong>stia divina<br />
elu<strong>de</strong> toda publicidad. Sus agentes, como es natural, son secretos;<br />
las ór<strong>de</strong>nes que imparte continuamente (quizá incesantemente)<br />
no difieren <strong>de</strong> las que prodigan los impostores. A<strong>de</strong>más<br />
¿quién podrá jactarse <strong>de</strong> ser un mero impostor? El ebrio que<br />
improvisa un mandato absurdo, el soñador que se <strong>de</strong>spierta <strong>de</strong><br />
golpe y ahoga con las manos a la mujer que duerme a su lado<br />
¿no ejecutan, acaso, una secreta <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> la Compañía?”.<br />
Pasaje <strong>de</strong> la lotería como un mínimo juego <strong>de</strong> azar localizado,<br />
confinado a una estrecha zona <strong>de</strong> la esperanza, a la vida como<br />
juego metafísico <strong>de</strong> combinaciones infinitas. El juego como<br />
metástasis ficcional.<br />
El conjunto <strong>de</strong> los actos atribuidos a la Compañía infectados<br />
<strong>de</strong> versiones fantasiosas. Los testimonios <strong>de</strong> su existencia certificados<br />
por fuentes arbitrarias. Volúmenes sagrados adulterados.<br />
Una gramática histórica <strong>de</strong> mentiras, omisiones, intercalaciones<br />
absurdas, variaciones molestas, imposturas in<strong>de</strong>mostrables.<br />
El engaño como secreto público.<br />
Una existencia precipitada en el azar vive in<strong>de</strong>cisa. No pue<strong>de</strong><br />
concluir razones sobre la consistencia, la voluntad, la responsabilidad<br />
<strong>de</strong> cada conducta babilónica. El hombre que ahoga<br />
con sus manos a la mujer que duerme a su lado ¿ejecuta infinitos<br />
mandatos? ¿Ese acto personal es consecuencia <strong>de</strong> in<strong>de</strong>terminaciones<br />
y <strong>de</strong>terminaciones tan propias como ajenas? Sus<br />
manos estrechan el paso <strong>de</strong>l aire en otro cuerpo dormido. El que<br />
ahoga a la mujer que duerme a su lado no gobierna <strong>de</strong>l todo en<br />
el conglomerado <strong>de</strong> su libertad. El asunto <strong>de</strong>l sentido irrumpe<br />
cuando cun<strong>de</strong> la fatiga causal.<br />
“Ese funcionamiento silencioso, comparable al <strong>de</strong> Dios, provoca<br />
toda suerte <strong>de</strong> conjeturas. Alguna abominablemente insinúa<br />
que hace ya siglos que no existe la Compañía y que el sacro<br />
<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n <strong>de</strong> nuestras vidas es puramente hereditario, tradicional;<br />
otra la juzga eterna y enseña que perdurará hasta la<br />
última noche, cuando el último dios anona<strong>de</strong> el mundo. Otra,<br />
<strong>de</strong>clara que la Compañía es omnipotente, pero que sólo influye<br />
en cosas minúsculas: en el grito <strong>de</strong> un pájaro, en los matices<br />
<strong>de</strong> la herrumbre y <strong>de</strong>l polvo, en los entresueños <strong>de</strong>l alba.<br />
Otra, por boca <strong>de</strong> heresiarcas enmascarados, que no ha existido<br />
nunca y que no <strong>existir</strong>á. Otra, menos vil, razona que es indiferente<br />
afirmar o negar la realidad <strong>de</strong> la tenebrosa corporación,<br />
porque Babilonia no es otra cosa que un infinito juego <strong>de</strong><br />
azares”.<br />
La lotería, no se presenta como cualidad o complemento<br />
congelado <strong>de</strong> un juego, sino como acción que conjuga modos<br />
<strong>de</strong> existencia. Se podría, tras el relato <strong>de</strong> Borges, formar el verbo<br />
babiloniar, convirtiendo la i<strong>de</strong>a misma <strong>de</strong> Babilonia en una<br />
acción. Babiloniar como infinitivo receptivo <strong>de</strong> multiplicidad.<br />
Babiloniar como movimiento ensamblador <strong>de</strong> sorpresas. Babiloniar<br />
como modo <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomprimir la diversidad <strong>de</strong> lo posible.<br />
Las conjeturas borgeanas son formas <strong>de</strong> su ensayismo. Escritura<br />
hospitalaria con argumentos probables, horrorosos, audaces.<br />
Irreverencia con lo que se consi<strong>de</strong>ra sagrado. Risa insinuada<br />
como asilo <strong>de</strong> la razón perpleja.<br />
La contextura conjetural no presenta sólo una opción por la<br />
literatura, sino, también, una forma <strong>de</strong> anarquismo metafísico,<br />
una premisa antidogmática, un combate contra la tentación totalitaria.<br />
La lotería en Babilonia no invoca, otra vez, el pesimismo<br />
oscuro <strong>de</strong> un perverso po<strong>de</strong>r como se narra en otras literaturas.<br />
5<br />
La lotería en Babilonia es una utopía lograda porque no escon<strong>de</strong><br />
su máscara argumental. No se priva <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que su relato<br />
no alcanza a capturar una potencia que lo exce<strong>de</strong>. No presenta<br />
un proyecto que pretenda un marco institucional, pero no carece<br />
<strong>de</strong> la convicción aguerrida <strong>de</strong> la lucha contra ambiciones<br />
totalizadoras. El cuento <strong>de</strong> Borges es, también, un relato sobre<br />
las políticas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r.<br />
La paradoja <strong>de</strong> una corporación <strong>de</strong>l azar transporta un potencial<br />
crítico que se <strong>de</strong>rrama fuera <strong>de</strong> toda premura conclusiva.<br />
La utopía <strong>de</strong> las suertes sugiere la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r como aparato<br />
dudoso, irresuelto, tal vez inexistente. Po<strong>de</strong>r como memoria <strong>de</strong><br />
conflictividad, tensión, misterio. Borges sugiere que si el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong> nuestras vidas no fuera sólo adherencia <strong>de</strong>l pasado, mandato<br />
<strong>de</strong> insatisfacción o transmisión <strong>de</strong>sprolija, podría ser también<br />
potencia <strong>de</strong>seante, diferencia infinita, otredad interminable.<br />
La pregunta por la existencia <strong>de</strong> la Compañía no se confun<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>l todo con la <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> Dios, o la <strong>de</strong>l Inconsciente,<br />
o la <strong>de</strong>l gran Otro, o <strong>de</strong> la Matrix. Precipita una ficción que<br />
se anima a <strong>de</strong>cir cómo sería el mundo anonadado sin un lenguaje<br />
que lo piense. O cómo sería un colectivo sin ese infinitivo <strong>de</strong>cir<br />
que provoca sujetos innumerables. O especula con una omnipotencia<br />
que no se ejerce, confinada en lo mínimo, insignificante,<br />
inexpresable.<br />
Borges presenta su relato con la mo<strong>de</strong>stia <strong>de</strong>l que cuenta algo<br />
in<strong>de</strong>mostrable.<br />
Bibliografía<br />
Borges, Jorge Luis (1932). La perpetua carrera <strong>de</strong> Aquiles y la tortuga.,<br />
en Discusiones. Editorial Alianza. Madrid, 1976.<br />
Borges, Jorge Luis (1932). Avatares <strong>de</strong> la tortuga., en Discusiones. Editorial<br />
Alianza. Madrid, 1976.<br />
Borges, Jorge Luis (1944). La lotería en Babilonia, en Ficciones. Editorial<br />
Alianza. Madrid, 1974.<br />
Casullo, Nicolás (1996). La sureña luci<strong>de</strong>z, en Borges. En La invención y<br />
la herencia. Cua<strong>de</strong>rnos Arcis-Lom. Número 3: Filosofía y literatura en la<br />
obra <strong>de</strong> Borges. Arcis-Lom. Chile, 2000.<br />
De Brasi, Juan Carlos (1995). La monarquía causal. Inédito.<br />
Deleuze, Gilles (1969). Lógica <strong>de</strong>l sentido. Editorial Paidós. Barcelona,<br />
2001.<br />
Fernán<strong>de</strong>z, <strong>Macedonio</strong>. El zapallo que se hizo Cosmos. En Papeles <strong>de</strong> Recienvenido<br />
/ Poemas. Relatos, Cuentos, Miscelánea. Centro Editor <strong>de</strong><br />
América Latina. Buenos Aires, 1966.<br />
Ferrer, Christian (2002). Copartícipes secretos: Benjamin, Blanqui, Borges.<br />
En Blanqui, Auguste. La eternidad por los astros. Ediciones Colihue.<br />
Buenos Aires, 2002.<br />
Instituto <strong>de</strong> Investigaciones Grupales<br />
Coordinación <strong>de</strong> Grupos<br />
Dir: Graciela Jasiner<br />
• Programa <strong>de</strong> Capacitación con MultiRecursos Técnicos y Experiencia <strong>de</strong> Entrenamiento.<br />
Frecuencia semanal: Martes 20.30hs o Miércoles 14.30hs.<br />
• Programa Intensivo <strong>de</strong> Capacitación con MultiRecursos Técnicos y Experiencia <strong>de</strong> Entrenamiento.<br />
El segundo Sábado <strong>de</strong> cada mes <strong>de</strong> 10 a 17hs.<br />
Ciclo: “Relatos <strong>de</strong> Experiencias en Grupos”<br />
2da Mesa Redonda: Equipos <strong>de</strong> Trabajo<br />
Invitados: CN. Stella Maris Quiroga: Cátedra Equipos <strong>de</strong> Trabajo - Cs. Ec.- UBA .<br />
Lic. Fabián Jalife: Director <strong>de</strong> BMC Consultores<br />
Lic. Ricardo Pasik: LU-PAS Investigación <strong>de</strong> Mercados y Social.<br />
Ninguna cosa noble se hace sin el riesgo <strong>de</strong> un azar. Montaigne<br />
Sábado 8 <strong>de</strong><br />
Abril 15hs<br />
Tel: (011) 4833-7808 Guatemala 4334 Cap. Fe<strong>de</strong>ral<br />
iig@ingrupos.com.ar www.ingrupos.com.ar<br />
González, Horacio (1996). Irrisoria ética borgeana. En La invención y la<br />
herencia. Cua<strong>de</strong>rnos Arcis-Lom. Número 3: Filosofía y literatura en la<br />
obra <strong>de</strong> Borges. Arcis-Lom. Chile, 2000.<br />
Lacan, Jacques (1957-1958). Seminario V. Las formaciones <strong>de</strong>l inconsciente.<br />
Inédito.<br />
Lacan, Jacques ((1958-59). Seminario VI. El <strong>de</strong>seo y su interpretación.<br />
Inédito.<br />
Marechal, Leopoldo. El panjuego <strong>de</strong> Xul Solar, un acto <strong>de</strong> amor. En Cua<strong>de</strong>rnos<br />
<strong>de</strong> Mr. Crusoe Número 1 (artes, ciencias, i<strong>de</strong>as) O’Donnell, Mezza<br />
y Asociados S.A. Editores. Buenos Aires, 1967.<br />
Marx, Carlos. El Capital (Crítica <strong>de</strong> la economía política), Tomo 1. Fondo<br />
<strong>de</strong> Cultura Económica. México, 1973.<br />
Rubel, Maximilien (1970). Páginas escogidas <strong>de</strong> Marx para una ética socialista<br />
1 y 2. Amorrortu Editores. Buenos Aires, 1974.<br />
Viñas, David (1996). Borges y Perón (1) y (2). En La invención y la herencia.<br />
Cua<strong>de</strong>rnos Arcis-Lom. Número 3: Filosofía y literatura en la obra <strong>de</strong><br />
Borges. Arcis-Lom. Chile, 2000.<br />
Wittgenstein, Ludwig (1918). Tractatus logico-philosophicus. Traducción<br />
Jacobo Muñoz e Isidoro Reguera. Alianza Editorial. Madrid, 1993.<br />
Notas<br />
1- <strong>Suerte</strong> <strong>de</strong> <strong>existir</strong> duplica un relato <strong>de</strong> Borges que se cita casi completo.<br />
No es una glosa que supone que todo lo que se <strong>de</strong>bería pensar ya está<br />
dicho en esa narración maravillosa. Ni preten<strong>de</strong> la intercalación <strong>de</strong> explicaciones<br />
que hagan inteligible esa escritura. La lotería en Babilonia no interesa<br />
como misterio que transporta oscurida<strong>de</strong>s, secretos o claves a interpretar.<br />
Aunque intertextualida<strong>de</strong>s, sugerencias, ambigüeda<strong>de</strong>s, son pulsos<br />
evi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> su arquitectura. En este caso, la pasión y el gusto por el lugar<br />
<strong>de</strong>l commentador forman parte <strong>de</strong> un ejercicio <strong>de</strong> espera. La obstinada <strong>de</strong>mora<br />
en una palabra presente en una voz ajena como ocasión para la fuga<br />
<strong>de</strong> una i<strong>de</strong>a. A veces, los pensamientos se emancipan por fricciones repentinas<br />
que se producen al pasar <strong>de</strong> un texto a otro.<br />
2- En el prólogo para la edición <strong>de</strong> Ficciones, Borges <strong>de</strong>scribe este relato<br />
como una pieza fantástica no <strong>de</strong>l todo inocente <strong>de</strong> simbolismo. ¿Alu<strong>de</strong><br />
a la sociedad argentina? Se podrá <strong>de</strong>cir que Borges exagera la circunstancia<br />
<strong>de</strong> la suerte como expresión <strong>de</strong> su admiración por el cosmos europeo.<br />
O que participa <strong>de</strong> la serie discepoliana que se dice en Cambalache<br />
(“Que el mundo fue y será una porquería (lotería)...”). Esa protesta moral<br />
contra las mezclas, el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n, las presencias irrespetuosas <strong>de</strong> las vidrieras.<br />
Pienso el texto como ficción utópica que vuelve risible el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n<br />
omnipotente, perfecto, completo; a la vez que evita el rego<strong>de</strong>o quejoso<br />
<strong>de</strong> la razón que se siente atropellada.<br />
3- El relato presenta una <strong>de</strong> las invenciones utópicas más logradas <strong>de</strong>l<br />
pensamiento. Borges más inclinado por las perspectivas irónicas <strong>de</strong> <strong>Macedonio</strong><br />
Fernán<strong>de</strong>z (El zapallo que se hizo cosmos) y <strong>de</strong> Xul Solar (el panjuego),<br />
proyecta un mundo que recuerda i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Fourier, Blanqui, Swift,<br />
Marx.<br />
4- Borges, en Avatares <strong>de</strong> la tortuga (1932) apunta que Nicolás <strong>de</strong> Cusa<br />
en “la circunferencia vio un polígono <strong>de</strong> un número infinito <strong>de</strong> ángulos<br />
y <strong>de</strong>jó escrito que una línea infinita sería una recta, sería un triángulo, sería<br />
un círculo, sería una esfera...”.<br />
5- Pienso en 1984 <strong>de</strong> Orwell o en la novela <strong>de</strong>l ruso Evgenij Zamyatin,<br />
Nosotros, escrita en 1920. En esta última, hombres y mujeres son i<strong>de</strong>ntificados<br />
con números. El libro <strong>de</strong> las horas prescribe qué <strong>de</strong>be hacerse en cada<br />
circunstancia. Viven en casas <strong>de</strong> vidrio, se levantan simultáneamente, se<br />
lavan los dientes y comienzan a tomar el <strong>de</strong>sayuno en el mismo momento.<br />
Hacen el amor cuando está indicado. La sociedad, por fin, alcanza un Estado<br />
Unificado. Un Benefactor protege a todos por igual. Los Guardianes<br />
se encargan <strong>de</strong> resolver cualquier problema. Un mundo casi perfecto.<br />
CERTAMEN TEORICO-TECNICO 2006<br />
Para PSICOLOGOS SOCIALES,<br />
OPERADORES GRUPALES y<br />
ANALISTAS INSTITUCIONALES<br />
Rubro:TRABAJO DE CAMPO<br />
Relato y análisis <strong>de</strong> situaciones grupales,<br />
institucionales y/o comunitarias concretas, y las<br />
<strong>de</strong>mandas, los diagnósticos, los artificios técnicos,<br />
las intervenciones y los proyectos en que el<br />
operador haya participado<br />
Bases y condiciones:<br />
info@psicosocial.com.ar<br />
Tel-Fax: 4433-4988<br />
Fecha <strong>de</strong> cierre: 31 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2006<br />
Auspician:<br />
ESCUELA PSICOANALITICA DE PSICOLOGIA SOCIAL,<br />
ESCUELA LACANIANA DE FORMACION EN PSI-<br />
COANALISIS,<br />
EXPERIENCIAGRUPAL<br />
RIO DE SAVIA (Creatividad en Juego)<br />
FUNDACION MALAURIE CABANILLAS<br />
Campo Grupal / 9
DESDE MEXICO<br />
Enrique Guinsberg<br />
gbje1567@correo.xoc.uam.mx<br />
Al escribirse estas líneas terminan<br />
en esta ciudad dos reuniones paralelas<br />
con igual tema y preocupacion<br />
pero objetivos muy distintos:<br />
el <strong>de</strong>l agua, con la conciencia<br />
<strong>de</strong> que será el gran problema <strong>de</strong><br />
un futuro muy cercano. Dos reuniones<br />
porque sobre esto pasa lo<br />
mismo que con tantas otras cosas:<br />
una es la oficial <strong>de</strong> representantes<br />
<strong>de</strong> los gobiernos <strong>de</strong> los<br />
países, y la otra la alternativa <strong>de</strong><br />
organizaciones no gubernamentales<br />
y especialistas, que se oponen<br />
a la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la primera <strong>de</strong><br />
privatizar el suministro <strong>de</strong> un líquido<br />
que ya falta en muchos lados.<br />
Tal vez los argentinos sepan bastante<br />
<strong>de</strong> esto. Si por un lado pue<strong>de</strong><br />
resultarle extraño que se hable<br />
<strong>de</strong> futura carencia <strong>de</strong> agua al ser<br />
la cuenca formada por Brasil, Paraguay<br />
y Argentina la <strong>de</strong> mayor<br />
cantidad <strong>de</strong> ese líquido en el<br />
mundo, y por tanto sin perspectivas<br />
<strong>de</strong> que se termine -aunque no<br />
<strong>de</strong>be olvidarse que hace tiempo<br />
ya se habla <strong>de</strong> que el agua será<br />
lo que hoy el petroleo, y podría<br />
haber guerras por ella-, por el otro<br />
justo en estos días se anula la privatización<br />
<strong>de</strong>l suministro <strong>de</strong>l agua<br />
tomada en la época <strong>de</strong> Menen<br />
por las consecuencias marcadamente<br />
negativas que trajo tal medida<br />
<strong>de</strong> claro cuño neoliberal, por<br />
lo que más <strong>de</strong> uno se sorpren<strong>de</strong>rá<br />
que medida similar quiera tomarse<br />
en otros lados. Aunque sobren<br />
ejemplos, parece que muchos<br />
no quieren apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la<br />
experiencia...<br />
México está entre los países con<br />
problemas más graves <strong>de</strong> carencia<br />
<strong>de</strong> agua, y no sólo para el futuro<br />
sino ya en este presente. Muchos<br />
lugares carecen <strong>de</strong> ella, y en<br />
esta megaurbe existe una sobreexplotación<br />
<strong>de</strong> los mantos acuíferos,<br />
a más <strong>de</strong> que mucha tiene<br />
que traerse <strong>de</strong> lugares cada vez<br />
más lejanos. Pero, y esto es seguramente<br />
lo más grave ya hoy,<br />
muchos lugares no tienen siquiera<br />
la cantidad mínima requerida para<br />
las necesida<strong>de</strong>s vitales, siendo ya<br />
una dura batalla su obtención,<br />
mientras los lugares <strong>de</strong> sectores<br />
acomodados no sólo están en<br />
una situación diferente sino que la<br />
<strong>de</strong>sperdician <strong>de</strong> manera muy notoria<br />
y sin preocuparse por ello.<br />
¿Qué esto no es nada nuevo sino<br />
la reproducción <strong>de</strong> algo muy conocido<br />
para tantas otras cosas?<br />
Sin duda, pero respecto al agua<br />
es muy distinto por lo que ella significa.<br />
Y las mentalida<strong>de</strong>s neoliberales<br />
no encuentran otra “solución”<br />
que proponer no sólo tal privatización<br />
sino aumentar su precio<br />
-<strong>de</strong> hecho ambas cosas están<br />
vinculadas-, con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que un<br />
costo mayor ayudaría a disminuir<br />
el <strong>de</strong>sperdicio. Lo que en parte<br />
pue<strong>de</strong> ser cierto, pero sólo para<br />
quienes tienen acceso al agua y<br />
no para quienes libran la mencionada<br />
batalla diaria.<br />
Aquí agua y electricidad están<br />
subvencionados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace muchas<br />
décadas, y se paga por ellas<br />
bastante menos <strong>de</strong> su precio real,<br />
algo que se ha usado como forma<br />
<strong>de</strong> evitar conflictos sociales. Y es<br />
real que ello que no se cui<strong>de</strong>n<br />
(como <strong>de</strong>jar las luces <strong>de</strong> una casa<br />
siempre prendidas), y que se requiere<br />
una concientización al respecto.<br />
Pero ¿adivine el lector<br />
quienes pagarán las consecuencias<br />
<strong>de</strong> las medidas privatizadoras<br />
que se proponen?<br />
Universidad Autónoma Metropolitana-<br />
Xochimilco<br />
“El trabajo <strong>de</strong> quitar el yo”<br />
<strong>Actualidad</strong> <strong>de</strong><br />
<strong>Macedonio</strong> Fernán<strong>de</strong>z<br />
Noelia Bili<br />
noe_80_@hotmail.com<br />
Hay escritores que nacen <strong>de</strong> espaldas: la vista y el corazón clavados<br />
en el pasado, la pluma <strong>de</strong>morada en hojas que ya no<br />
están –las únicas a las cuales reconocen algún valor. Otros,<br />
conciben la escritura cual soporte <strong>de</strong> sus representaciones <strong>de</strong> la “realidad”:<br />
entien<strong>de</strong>n que sólo vale la pena referirse a lo existente, anclarse<br />
a la materialidad <strong>de</strong> lo que aparece ante los ojos. Ambos tienen<br />
en común la pretensión <strong>de</strong> conocer lo que “lo real” efectivamente<br />
es y, en consecuencia, creen poseer el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> juzgarlo <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
el lugar privilegiado <strong>de</strong>l Autor.<br />
Nada más lejano a <strong>Macedonio</strong> Fernán<strong>de</strong>z: si bien escribió incansablemente,<br />
el lugar <strong>de</strong>l Escritor-Autor siempre le resultó algo pedante<br />
y ciertamente ridículo puesto que en él la escritura era un pathos:<br />
tomar el lapiz era una necesidad que se le imponía por fuera <strong>de</strong><br />
su voluntad, y el resultado era un ejercicio <strong>de</strong> <strong>de</strong>scentramiento <strong>de</strong> su<br />
Yo-Autor. Por ello nunca llegó a sentirse propietario <strong>de</strong> sus pensamientos<br />
y poca importancia le daba a su producción: perdió cua<strong>de</strong>rnos<br />
<strong>de</strong> anotaciones en todas las pensiones que lo tuvieron como ignoto<br />
resi<strong>de</strong>nte, <strong>de</strong>sparramó pequeños y notables poemas en latas <strong>de</strong><br />
bizcochos ajenas, en libros <strong>de</strong>jados al azar en una mesa <strong>de</strong> bar. Publicó<br />
escasamente, rechazando las más <strong>de</strong> las veces los ofrecimientos<br />
<strong>de</strong> sus queridos y renombrados amigos (Raúl Scalabrini Ortiz,<br />
Ramón Gomez <strong>de</strong> la Serna, Oliverio Girondo). En todos ellos la<br />
figura macedoniana inspiraba <strong>de</strong>voción y tentaba al plagio, como<br />
testimonian sus ilustres compañeros <strong>de</strong> tertulia:<br />
“La certidumbre <strong>de</strong> que el sábado, en una confitería <strong>de</strong>l Once,<br />
oiríamos a <strong>Macedonio</strong> explicar qué ausencia o qué ilusión es el<br />
yo, bastaba, lo recuerdo muy bien, para justificar la semana.”<br />
Así era afectado un jovencísimo Jorge Luis Borges, confeso discípulo<br />
<strong>de</strong> <strong>Macedonio</strong>. Y si bien la impronta socrática es uno <strong>de</strong> sus<br />
rasgos más recordados, a él le resultaba mucho más efectivo mostrar<br />
el proceso <strong>de</strong>l escribir, que el improbable lector viera el modo<br />
en que el lenguaje se configura a fin <strong>de</strong> dar forma a una I<strong>de</strong>a: ausencia<br />
<strong>de</strong> Autor y <strong>de</strong> Obra. De este modo se embarca nuestro pensador<br />
en un juego <strong>de</strong> presencias y ausencias que marcarán todo su vivir,<br />
oscilación que se ve reflejada en cada uno <strong>de</strong> los ámbitos en los que<br />
se <strong>de</strong>senvuelve. Pongamos por caso: <strong>de</strong> los innumerables banquetes<br />
y conferencias a los cuales era invitado por los animadores <strong>de</strong> las re-<br />
Campo Grupal / 10 Las mujeres... esas esfinges sin secretos. Oscar Wil<strong>de</strong><br />
vistas literarias (Proa, Oral, Martín Fierro), <strong>Macedonio</strong> era el ausente<br />
“con aviso”:<br />
“No necesita explicación mi presencia aquí, señores, pues que ésta<br />
falta; y espero que seréis con ella indulgentes, consi<strong>de</strong>rando que<br />
no se ha producido... Notaréis que he cambiado novedosamente el<br />
texto usual <strong>de</strong> las personas que faltan. Ellas hasta hoy creyeron<br />
siempre que les urgía disculparse; sólo alguna muy inteligente llegó<br />
a dudar si era la presencia o la inasistencia la necesitada <strong>de</strong><br />
ello”.<br />
Si no se tratara <strong>de</strong> <strong>Macedonio</strong>, este artículo hubiera empezado por<br />
establecer fecha y lugar <strong>de</strong> nacimiento, pero suce<strong>de</strong> que ni siquiera<br />
esta posibilidad nos <strong>de</strong>ja el autor, quien se <strong>de</strong>dicó tenazmente al borramiento<br />
<strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ntidad civil y metafísica. Así pues, él recrea una<br />
y otra vez su venida a este mundo, lo cual lo transforma en un perpetuo<br />
“Recienvenido”. Mas atengámonos a las normas y elijamos<br />
uno <strong>de</strong> sus tantos nacimientos:<br />
“Nací tempranamente; en una sola orilla (aun no me he secado<br />
<strong>de</strong>l todo) <strong>de</strong>l Plata. Me encontraba en Buenos Aires a la sazón; era<br />
en 1875: fue el año <strong>de</strong> la revolución <strong>de</strong>l 74... Pocas personas han<br />
empezado la vida tan jóvenes... Durante un minuto fui el americano<br />
<strong>de</strong> menos edad.”<br />
Para <strong>Macedonio</strong> nacer era una proeza que cada ser realizaba, pero<br />
tal vez lo más atractivo <strong>de</strong> estas consi<strong>de</strong>raciones es que para él<br />
comenzar cualquier actividad implicaba un nuevo nacimiento, una<br />
subjetividad completamente nueva que se asoma al mundo y que<br />
comienza a <strong>de</strong>scubrirlo otra vez (así se nace a Autor, a Abogado, a<br />
Metafísico). De este modo quería transmitir aquello que le acontecía<br />
permanentemente, y cuya posibilidad <strong>de</strong> expresión era para él<br />
casi lo único digno a lo cual podía <strong>de</strong>dicarse: el asombro-<strong>de</strong>-ser.<br />
Conociendo el gusto macedoniano por instituir la Nada como fundamento<br />
único <strong>de</strong>l Universo (lo cual coinci<strong>de</strong> con su falta absoluta<br />
<strong>de</strong> fundamentación metafísica), no resultará tan complicado notar<br />
hasta qué punto es insólito creer que el Ser es (que somos, que hay<br />
un mundo que existe). Problema cosmológico <strong>de</strong> larga data (¿dón<strong>de</strong>,<br />
cómo y cuándo comenzó a ser lo que es?), que ha atormentado<br />
a los espíritus meditabundos <strong>de</strong> todas las épocas, <strong>Macedonio</strong> lo resuelve<br />
negando que el Ser en verdad sea o, lo que es lo mismo, afirmando<br />
que el mundo sólo es un “almismo” <strong>de</strong> puros estados <strong>de</strong> conciencia,<br />
<strong>de</strong> afecciones inmateriales que no necesitan más que <strong>de</strong> lo<br />
i<strong>de</strong>al para <strong>existir</strong>. De aquí toma su sentido la estética macedoniana,
es <strong>de</strong>cir, las teorías acerca <strong>de</strong> las técnicas y funciones <strong>de</strong>l Arte. Sus<br />
teorías artísticas –impedidas <strong>de</strong> encontrar una forma acabada en razón<br />
<strong>de</strong> su permanente reelaboración– <strong>de</strong>scalifican la percepción<br />
sensible, <strong>de</strong> la cual se valen todas las artes, a mera fuente <strong>de</strong> sensaciones<br />
en estado bruto, mientras que el arte puro –Belarte, según el<br />
neologismo macedoniano– encuentra su sola herramienta en la palabra<br />
y tiene por objetivo único generar la emoción conciencial que<br />
niega el Yo y el Mundo <strong>de</strong>l lector. Como podrá imaginarse, “marear<br />
al Yo” mostrando su nada raigal no es una tarea fácil, mucho menos<br />
teniendo en cuenta que no sólo es inútil lo sensorial, sino también lo<br />
conceptual: es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> nada sirve anoticiarse teoréticamente <strong>de</strong> estas<br />
i<strong>de</strong>as, <strong>de</strong>bido a lo cual <strong>Macedonio</strong> no consi<strong>de</strong>ra que sus escritos<br />
metafísicos puedan alcanzar dicho resultado como sí es capaz la Novelística,<br />
básica Belarte conciencial:<br />
“Es muy sutil, muy paciente, el trabajo <strong>de</strong> quitar el yo, <strong>de</strong> <strong>de</strong>sacomodar<br />
interiores, i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s. Sólo he logrado en mi obra escrita<br />
ocho o diez momentos en que, creo, dos o tres renglones conmueven<br />
la estabilidad, unidad <strong>de</strong> alguien, a veces, creo, la mismidad <strong>de</strong>l<br />
lector. Y sin embargo pienso que la Literatura no existe porque no<br />
se ha <strong>de</strong>dicado únicamente a este Efecto <strong>de</strong> <strong>de</strong>si<strong>de</strong>ntificación, el<br />
único que justificaría su existencia y que sólo esta belarte pue<strong>de</strong><br />
elaborar.”<br />
Irrealizar el mundo instrumentando la imaginación que pone entre<br />
paréntesis la i<strong>de</strong>ntidad consigo mismo, he aquí uno <strong>de</strong> los modos<br />
posibles <strong>de</strong> llevarnos al punto en que <strong>de</strong>sistimos <strong>de</strong> ser alguien <strong>de</strong>terminado<br />
y nos hacemos Uno con el mundo: misticismo i<strong>de</strong>alista,<br />
es <strong>de</strong>cir, fusión <strong>de</strong> todo en el seno <strong>de</strong> un continuo y eterno fluir <strong>de</strong><br />
la conciencia universal.<br />
<strong>Macedonio</strong> se excusa, <strong>de</strong>siste <strong>de</strong>l vivir que se regula por medio <strong>de</strong><br />
las lógicas instituidas. Ni en sus intervenciones públicas ni en los intercambios<br />
epistolares con amigos abandona este incesante proceso<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>smaterialización <strong>de</strong>l mundo conocido instrumentando la paradoja.<br />
De allí el efecto irritante sobre el lector que busca historias verídicas<br />
o sentimentalismo, que quiere presenciar “vida”. Y es que<br />
para <strong>Macedonio</strong> nuestra vida no es en el fondo más real que la <strong>de</strong><br />
un personaje literario, y por eso la función principal <strong>de</strong> la novelística<br />
es hacer que el Lector se <strong>de</strong> cuenta <strong>de</strong> que su “vida real” es una<br />
ficción, aunque más no sea por un instante que crea no vivir. Para<br />
ello también pue<strong>de</strong>n implementarse otras técnicas, por ejemplo,<br />
aquella <strong>de</strong> la Humorística:<br />
“Se estaba produciendo una lluvia <strong>de</strong> día domingo con completa<br />
equivocación porque estábamos en martes, día <strong>de</strong> semana seco por<br />
excelencia. Pero con todo esto no estaba sucediendo nada: la or<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong> huelga <strong>de</strong> sucesos se cumplía”<br />
“Alguien dirá: ¡Pero Recienvenido, otra vez <strong>de</strong> cumpleaños! ¡Usted<br />
no se corrige!; ¡la experiencia no le sirve <strong>de</strong> nada! ¡A su edad<br />
4784-9805 / interiara@uolsinectis.com.ar<br />
Encuentros semanales en Belgrano<br />
cumpliendo años!... Otros juzgarán que el anuncio <strong>de</strong> mi próximo<br />
aniversario va encaminado a incitar a los cronistas sociales para<br />
recordarme con encomios. ‘Nadie como el Sr. R ha cumplido tan<br />
pronto los cincuenta años’; o bien: ‘A pesar <strong>de</strong> que esto le sucedía<br />
por primera vez cumplió su medio siglo el apreciado caballero como<br />
si siempre lo hubiera hecho’... En fin lo cierto es que nunca he<br />
cumplido tantos años en un solo día”<br />
Por medio <strong>de</strong>l absurdo (o “milagro <strong>de</strong> irracionalidad”), se consigue<br />
<strong>de</strong>sbaratar la fe en la racionalidad <strong>de</strong> la vida, en el or<strong>de</strong>namiento<br />
prolijo <strong>de</strong>l mundo que nos asfixia haciéndonos sentir que nada<br />
pue<strong>de</strong> ser modificado porque todo está en el lugar correcto. La “Ilógica<br />
<strong>de</strong>l Arte” rompe las segurida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l intelecto, pone en abismo<br />
la certeza <strong>de</strong> ser y nos hace partícipes <strong>de</strong> una experiencia liberadora,<br />
don<strong>de</strong> cualquier cosa pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r (incluso que Nada suceda)<br />
y no sólo lo que es lógico que acontezca.<br />
<strong>Macedonio</strong> es el <strong>de</strong>sertor que abandona el mundo por aburrimiento,<br />
por ser todo <strong>de</strong>masiado previsible. Pero al no haber “otro mundo”,<br />
todas sus activida<strong>de</strong>s habitan ese límite invisible que constituye<br />
el tránsito a la Nada, a la espera <strong>de</strong>l venir <strong>de</strong> lo no-existente que,<br />
como tal, nunca se hará presente (ahí ya sería, por cierto, lo existente).<br />
Tal espera está lejos <strong>de</strong> ser pasiva, antes bien es necesaria la febril<br />
<strong>de</strong>stitución <strong>de</strong>l mundo, la instrumentación <strong>de</strong> lo paradójico y <strong>de</strong>l<br />
absurdo, la conmoción <strong>de</strong> toda certeza. De modo que tampoco podríamos<br />
<strong>de</strong>cir con certeza que <strong>Macedonio</strong> ha muerto, no estando siquiera<br />
seguros <strong>de</strong> que haya realmente existido. Tal vez pueda, todavía,<br />
reirse <strong>de</strong> nuestras ingenuas certidumbres y creencias en su próxima<br />
venida.<br />
Un hombre no es sino lo que sabe. Bacon<br />
Asociación Argentina<br />
<strong>de</strong> Medicina Integrativa<br />
Presi<strong>de</strong>nta: Lic. Susi Reich<br />
ACTIVIDADES DESTACADAS PARA EL AÑO 2006:<br />
•MESA REDONDA "CONVERSACIONES SOBRE SALUD Y ESPIRITUALIDAD"<br />
Más allá <strong>de</strong> la empatía: actitud compasiva y amorosa <strong>de</strong>l profesional<br />
Con la participación <strong>de</strong> S.S. DALAI LAMA y prestigiosos profesionales <strong>de</strong> Argentina<br />
Se realizará el día mayo 1º <strong>de</strong> 13 a 15 horas en la Sociedad Rural Argentina<br />
•El Terapeuta Familiar, Profesional Transdisciplinario<br />
•Presentación <strong>de</strong>l libro "Salud Integral para el Siglo XXI" 2da. Jornada <strong>de</strong> A.A.M.I.<br />
Informes: Secretaría <strong>de</strong> 15 a 20 hs. Tel.: 4788-4929 4782-1722<br />
e-mail: aami@fibertel.com.ar www.aa-mi.com.ar<br />
Dirigida por<br />
Lic. Adriana Piterbarg<br />
Carta al rector <strong>de</strong><br />
la U.B.A. por la<br />
situación <strong>de</strong><br />
Ana Fernán<strong>de</strong>z<br />
El 22 <strong>de</strong> marzo próximo pasado,<br />
la agrupación Psicólogos En<br />
Frente, Minoría en el Claustro <strong>de</strong><br />
Graduados en el Consejo Directivo<br />
<strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> Psicología,<br />
ingresó al Rectorado <strong>de</strong> la U.B.A.<br />
una carta dirigida a Jaim Etcheverry<br />
en la que numerosas personalida<strong>de</strong>s<br />
académicas, profesionales,<br />
<strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> la cultura,<br />
etc., solicitan que en el Consejo<br />
Superior <strong>de</strong> la Universidad se reconsi<strong>de</strong>re<br />
la situación <strong>de</strong> la Profesora<br />
Titular Plenaria Ana M. Fernán<strong>de</strong>z,<br />
quien ha sido <strong>de</strong>stituida<br />
por el Consejo Directivo <strong>de</strong> la Facultad<br />
<strong>de</strong> Psicología <strong>de</strong> dicho honor<br />
académico.<br />
En el texto <strong>de</strong> la carta -a la que<br />
adhieren también asociaciones<br />
profesionales, agrupaciones estudiantiles<br />
y <strong>de</strong> graduadas/os <strong>de</strong> diversas<br />
universida<strong>de</strong>s, sumando<br />
un total <strong>de</strong> 544 firmas <strong>de</strong>l país y<br />
<strong>de</strong> Brasil, Chile, Colombia, Costa<br />
Rica, España, EEUU, Francia, Italia,<br />
México, Uruguay y Venezuelase<br />
advierte al C.S. respecto a los<br />
procedimientos por los cuales se<br />
priva a esta docente e investigadora<br />
<strong>de</strong> reconocida trayectoria<br />
nacional e internacional <strong>de</strong> una<br />
categoría legítimamente obtenida<br />
por concurso. Asimismo, se señala<br />
que estas maniobras atentan<br />
contra excelencia académica y<br />
vulneran seriamente la calidad <strong>de</strong><br />
la Universidad Pública, privándola<br />
<strong>de</strong> su imprescindible pluralidad<br />
científica e i<strong>de</strong>ológica.<br />
Algunas adhesiones fueron acompañadas<br />
<strong>de</strong> expresiones <strong>de</strong> apoyo;<br />
por razones <strong>de</strong> espacio se ha<br />
seleccionado la <strong>de</strong>l Prof. Néstor<br />
García Canclini, antropólogo <strong>de</strong><br />
gran prestigio internacional, radicado<br />
en México:<br />
Al Sr. Rector <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong><br />
Buenos Aires, Dr. Jaim Etcheverry<br />
y por su intermedio al Honorable<br />
Consejo Superior:<br />
Acabo <strong>de</strong> saber con enorme<br />
asombro, casi incredulidad, que el<br />
Consejo Directivo <strong>de</strong> la Facultad<br />
<strong>de</strong> Psicología retiró la <strong>de</strong>signación<br />
<strong>de</strong> Prof. Titular Plenaria a la<br />
Prof. Ana María Fernán<strong>de</strong>z. Estoy<br />
entre los muchos colegas que conocemos<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace más <strong>de</strong> tres<br />
décadas el <strong>de</strong>stacadísimo <strong>de</strong>sempeño<br />
docente y profesional <strong>de</strong> la<br />
Prof. Fernán<strong>de</strong>z, hemos leído y<br />
utilizado sus valiosas publicaciones<br />
y hemos podido aprovechar<br />
en las tareas universitarias sus<br />
contribuciones a la teoría y metodología<br />
<strong>de</strong> trabajo con grupos.<br />
Como alguien que ha escuchado<br />
en varias universida<strong>de</strong>s argentinas<br />
y mexicanas el alto aprecio a<br />
su labor, me resulta inexplicable<br />
esta manifestación <strong>de</strong> maltrato al<br />
trabajo académico e intelectual <strong>de</strong><br />
una universidad que <strong>de</strong>biera estar<br />
orgullosa <strong>de</strong> contar con una profesora<br />
tan estimada por colegas y<br />
estudiantes, y que tanto ha aportado,<br />
con admirable fi<strong>de</strong>lidad a la<br />
universidad pública, al prestigio<br />
<strong>de</strong> varias instituciones <strong>de</strong> educación<br />
superior en Argentina y en<br />
otros países.<br />
Por tales razones, <strong>de</strong>seo manifestar<br />
mi solicitud <strong>de</strong> que ese Consejo<br />
Superior revea esta arbitraria e<br />
injusta <strong>de</strong>cisión.<br />
Les envío un saludo cordial.<br />
Dr. Néstor García Canclini<br />
Profesor Distinguido <strong>de</strong> la Universidad<br />
Autónoma Metropolitana<br />
Investigador Nacional <strong>de</strong><br />
Excelencia.<br />
Campo Grupal / 11
Salud y<br />
espiritualidad<br />
Susi Reich<br />
aami@fibertel.com.ar<br />
Salud, espiritualidad dos temas<br />
fundamentales que atañen a la<br />
humanidad toda, con distintas<br />
acepciones se hace presente en<br />
las diferentes culturas <strong>de</strong>l mundo.<br />
Des<strong>de</strong> la terminologia, po<strong>de</strong>mos<br />
restringir “salud” al ámbito estrictamente<br />
médico, “espiritualidad”<br />
al religioso. Sin embargo la complejidad<br />
actual nos obliga a empujar<br />
límites, <strong>de</strong>sdibujar fronteras e<br />
integrarnos con el objetivo <strong>de</strong><br />
cumplir la ansiada meta: manejar<br />
acertadamente los <strong>de</strong>safíos, el<br />
estres cotidianos, las enfermeda<strong>de</strong>s<br />
y po<strong>de</strong>r asi avanzar mejorando<br />
nuestra calidad <strong>de</strong> vida .<br />
Stress y <strong>de</strong>presión son los gran<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong>safíos actuales, tanto a nivel<br />
<strong>de</strong> prevención como <strong>de</strong> diagnostico<br />
y tratamiento. Una droga<br />
a<strong>de</strong>cuada pue<strong>de</strong>, a veces, paliar<br />
el sufrimiento, la psicoterapia también<br />
colabora, el hacer gimnasia,<br />
una correcta nutrición, un buen<br />
dormir paz interior. Son estas,<br />
metas regulativas kantianas, que<br />
no siempre se logran , <strong>de</strong>pendiendo<br />
<strong>de</strong>l medio socio cultural que<br />
nos toque, pudiendo en algunos<br />
casos hacerse inalcanzables. Pero<br />
acce<strong>de</strong>r a estas tiene un punto<br />
<strong>de</strong> inicio, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> nos <strong>de</strong>bemos<br />
para para comenzar el cambio.<br />
Aquellos que han escuchado al<br />
Dalai Lama en los últimos encuentros<br />
con neurocientíficos,<br />
médicos y psicólogos sabemos<br />
que sus palabras han sido inspiradoras<br />
<strong>de</strong> cambios y, si bien su<br />
conocimiento es <strong>de</strong> tradición milenaria,<br />
sus palabras son <strong>de</strong> una<br />
actualidad incontrastable. El ambito<br />
cientifico occi<strong>de</strong>ntal abre hoy<br />
sus puertas a este conocimiento,<br />
no ya con una mirada curiosa, sino<br />
dispuesta la ciencia a dar pie a<br />
una nueva metodologia <strong>de</strong> trabajo,<br />
con una nueva conciencia <strong>de</strong>l<br />
significado y aporte <strong>de</strong> nuestra<br />
profesiones.<br />
No po<strong>de</strong>mos vivir sin stress pero<br />
po<strong>de</strong>mos evitar muchas <strong>de</strong> las<br />
causas que nos llevan a él. Según<br />
el Dalai Lama en el mundo<br />
occi<strong>de</strong>ntal siempre queremos<br />
cambiar las circunstancias y el<br />
contexto cuando es necesario primero<br />
conseguir la paz interior.<br />
¿Como lo intrumentamos? Para<br />
Su Santidad el Dalai Lama el<br />
amor y la compasión bien entendidos<br />
son los pasos a seguir, y<br />
que van mucho mas alla <strong>de</strong> ser<br />
sentimientos. Estamos frente a un<br />
cambio filosofico y paradigmatico.<br />
Como psicóloga que aprendió a<br />
enten<strong>de</strong>r empáticamente al paciente<br />
propongo también trascen<strong>de</strong>r<br />
la empatía para intentar ser<br />
profesionales compasivos. Etimológicamente<br />
compasión viene <strong>de</strong>l<br />
vocablo sim = con y pathos = pasión.<br />
Compasión es <strong>de</strong>sear el<br />
bien <strong>de</strong>l otro no solamente el otro<br />
cercano sino el <strong>de</strong> toda la humanidad.<br />
La red llegó hace rato<br />
La metáfora, sin metáfora,<br />
<strong>de</strong> Cromañón<br />
Colectivo Situaciones<br />
colectivo@situaciones.org<br />
Hace menos <strong>de</strong> un año publicamos junto a los compañeros <strong>de</strong> lavaca<br />
un cua<strong>de</strong>rno en torno a la experiencia <strong>de</strong> las presas <strong>de</strong> la<br />
Legislatura y las presas por los conflictos <strong>de</strong> Caleta Olivia. El<br />
texto estaba centrado en sus testimonios. Como parte <strong>de</strong> la discusión<br />
que fuimos <strong>de</strong>sarrollando en ese momento surgió la imagen <strong>de</strong> un Agujero<br />
Negro como metáfora <strong>de</strong> la situación en la que un grupo <strong>de</strong> personas<br />
son con<strong>de</strong>nadas a la total oscuridad como modo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarmar las<br />
resistencias.<br />
A pocas semanas <strong>de</strong> haber sido publicado el cua<strong>de</strong>rno sucedió la<br />
tragedia <strong>de</strong> Cromañón. Des<strong>de</strong> el principio, y básicamente por la cantidad<br />
<strong>de</strong> amigos y parientes que estuvieron o pudieron haber estado<br />
allí, quedamos encerrados en una larga y angustiada interrogación:<br />
¿cómo enten<strong>de</strong>r lo que sucedió? Tuvimos entonces la percepción <strong>de</strong><br />
que aquella lógica que habíamos llamado Agujero Negro volvía a activarse.<br />
Pero esta vez no era el silencio, sino el palabrerío mediático<br />
lo que ocultaba la posibilidad <strong>de</strong> producir un testimonio vivo.<br />
Luego, cuando las primeras marchas empezaron a ocupar las calles<br />
<strong>de</strong> la ciudad, se hizo posible pensar <strong>de</strong> otro modo el asunto. Y nos fueron<br />
surgiendo preguntas más concretas. ¿Cromañón muestra estilos <strong>de</strong><br />
vida que hasta ahora no habíamos consi<strong>de</strong>rado?, ¿cómo crear las condiciones<br />
para producir un testimonio a partir <strong>de</strong> las luchas <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nadas<br />
por la tragedia?, ¿es posible que la fiesta sea ahora expropiada<br />
en nombre <strong>de</strong> la “seguridad”?, ¿surge un nuevo criterio <strong>de</strong> responsabilidad<br />
al interior <strong>de</strong> la elaboración <strong>de</strong> los rockeros, los “sobrevivientes”,<br />
las familias, los amigos? ¿Se percibe, a partir <strong>de</strong> Cromañón, un<br />
modo activo <strong>de</strong> lidiar con el dolor capaz <strong>de</strong> producir, en medio <strong>de</strong> tanta<br />
muerte, alguna luz?<br />
Los extractos que siguen surgieron <strong>de</strong> una larga conversación entre<br />
lavaca y el Colectivo Situaciones luego <strong>de</strong> haber leído todos los testimonios<br />
que se publican en este cua<strong>de</strong>rno.<br />
CS<br />
1.<br />
“Los <strong>de</strong> Cromañón”<br />
¿De quiénes hablamos cuando nombramos a los “afectados <strong>de</strong><br />
Cromañón”? Parece, por los testimonios, que “<strong>de</strong> Cromañón” se es<br />
en diferentes modos o niveles: los pibes y pibas que sobrevivieron,<br />
sus amigos y familiares, las familias y amigos <strong>de</strong> los muertos y heridos,<br />
pero también quienes suelen ir pero ese día no fueron, más todos<br />
aquellos que han sentido que su colegio o su banda están permanentemente<br />
en estado-cromañón, es <strong>de</strong>cir, al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> una catástrofe<br />
por el sólo hecho <strong>de</strong> habitar unas condiciones <strong>de</strong> existencia ultraprecarias.<br />
Cromañon, entonces, es el nombre <strong>de</strong> una tragedia que se <strong>de</strong>rrama<br />
por el cuerpo social <strong>de</strong>scubriendo, a su paso, nuestra calidad<br />
<strong>de</strong> ciudadanos <strong>de</strong>l capitalismo esencialmente trucho.<br />
www.varones.com.ar<br />
Sábado 22 <strong>de</strong> Abril <strong>de</strong>l 2006 <strong>de</strong> 14 a 18 hs.<br />
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Campo Grupal / 12 La vanidad es un insaciable sexto sentido. Carlyle<br />
2.<br />
Mirada fría<br />
Los testimonios revelan un sufrimiento que se inscribe en mecanismos<br />
sociales más generales: la “mirada fría”, el <strong>de</strong>scubrimiento<br />
<strong>de</strong> la indiferencia social. No es sorpren<strong>de</strong>nte: ¿por qué iban a <strong>de</strong>scubrirla<br />
antes? Y, sin embargo, es notable cómo este <strong>de</strong>scubrimiento<br />
trae consigo otros tantos, como la constatación <strong>de</strong> que son muchos<br />
los que han conocido sufrimientos enormes y que al <strong>de</strong>nunciarlos como<br />
injusticias han sentido esta frialdad en las miradas.<br />
El pa<strong>de</strong>cimiento da lugar a un replanteo. Se percibe hasta qué punto<br />
<strong>de</strong>nunciar la tragedia como una injusticia vivida inscribe a quien<br />
lo hace en una ca<strong>de</strong>na más amplia <strong>de</strong> luchas sociales. Así, al <strong>de</strong>scubrir<br />
la frialdad <strong>de</strong> la mirada, se recorre, sin saberlo, un camino <strong>de</strong> iniciación<br />
<strong>de</strong> una experiencia directamente política. La nueva experiencia<br />
se pliega y alarga en un recorrido que muchos intentaron antes<br />
con diverso éxito. Esta transformación <strong>de</strong> la mirada es dolorosa porque<br />
implica re-vivir la indiferencia <strong>de</strong>l pasado con una nueva vergüenza:<br />
la <strong>de</strong> haber aplicado a otros, alguna vez, esta misma frialdad.<br />
Algún testimonio dice: “los pibes no nos dan bola”. Otro chico<br />
continúa la reflexión: “lo entiendo, porque yo tampoco iba al Puente<br />
Pueyrredón”. La madre <strong>de</strong> Bru dice que ella “veía a esas Madres…”<br />
con distancia y cuando <strong>de</strong>spués llegaron sus marchas dijo:<br />
“ahora entiendo por qué las anteriores marcharon”.<br />
3.<br />
Descubrir el cinismo<br />
Los familiares, amigos y compañeros <strong>de</strong> los <strong>de</strong>saparecidos <strong>de</strong> los<br />
´70, particularmente las Madres, <strong>de</strong>scubrieron que los asesinatos y<br />
<strong>de</strong>sapariciones sufridas no fueron tragedias personales, sino fenómenos<br />
inscriptos en una lógica social perversa. La mirada fría es parte<br />
constitutiva <strong>de</strong> esa perversión. Entonces se suponía que el subversivo<br />
(el “pre” <strong>de</strong>saparecido) merecía, <strong>de</strong> algún modo, una sanción por<br />
los ímpetus y las modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sacato. Parte <strong>de</strong> la población<br />
aceptó el sacrificio.<br />
Si en los años ´70 la existencia <strong>de</strong> una cierta trama social permitió<br />
que el drama se produjera con el lenguaje <strong>de</strong> la lucha política, con<br />
actores claramente autoi<strong>de</strong>ntificados con la imagen <strong>de</strong>l mundo que<br />
querían construir, décadas <strong>de</strong>spués, el Agujero Negro –la máquina<br />
sacrificial– <strong>de</strong>vora vidas muy diferentes. Vidas que transcurren en un<br />
suelo muy distinto, tejido <strong>de</strong> precarieda<strong>de</strong>s varias. “Los <strong>de</strong> Cromañón”<br />
sufrirán otro modo <strong>de</strong> la frialdad, que precisamos compren<strong>de</strong>r.<br />
Algunos <strong>de</strong> los sobrevivientes <strong>de</strong> los 70, por ejemplo, verán en ellos<br />
jóvenes <strong>de</strong>spolitizados. Otros sospecharán que son las formas actuales<br />
<strong>de</strong> “ser joven” las culpables <strong>de</strong> lo ocurrido. Como si esos modos<br />
<strong>de</strong>scuidados <strong>de</strong> vida actuales hubieran recibido un castigo bíblico<br />
por su manera amenazante <strong>de</strong> abandonar –o evi<strong>de</strong>nciar la caída <strong>de</strong>–<br />
ciertos códigos sociales. Finalmente: ¿tienen <strong>de</strong>recho estas personas<br />
a ocupar las calles <strong>de</strong>l modo en que lo hacen?<br />
Son existencias que <strong>de</strong>ben ponerse por encima o afirmarse por <strong>de</strong>bajo<br />
<strong>de</strong> estas miradas sancionadoras (hoy también culpabilizadas ante<br />
la tragedia), para permitirse el replanteo <strong>de</strong> lo sucedido y <strong>de</strong>scubrir<br />
las fuerzas que operan, cada vez, produciendo el agujero oscuro.<br />
Duración 2 años - Inicio: abril
4.<br />
“Hay que empezar a vivir”<br />
Hay una necesidad <strong>de</strong> salir muy rápidamente <strong>de</strong>l tema <strong>de</strong>l duelo.<br />
No se trata <strong>de</strong> olvidar la tragedia, sino <strong>de</strong> elaborarla a otra velocidad.<br />
Respecto <strong>de</strong> las formas <strong>de</strong> vivir el dolor en experiencias pasadas,<br />
aparece una diferencia fuerte. Una necesidad <strong>de</strong> “irse <strong>de</strong> ahí”. Como<br />
si el planeta-Cromañón tuviera un po<strong>de</strong>r maléfico: amenaza a las<br />
vidas que allí fueron cercadas con no <strong>de</strong>jarlas escapar. Hay una sensación<br />
<strong>de</strong> asfixia en cada vuelta a esos sitios. Una <strong>de</strong> las chicas dice:<br />
“No voy al psicólogo porque es volver ahí. A partir <strong>de</strong> esto hay que<br />
empezar a vivir, ya no po<strong>de</strong>mos seguir sobreviviendo”.<br />
Lo que convoca, entonces, no es la tragedia, sino la necesidad que<br />
le sigue: el intento por convertir una forma <strong>de</strong>l dolor que liga y fija<br />
a la muerte por otra que se <strong>de</strong>slice hacia algún modo, no menos doloroso,<br />
<strong>de</strong> retomar las vidas. Muchas veces, en los testimonios, los<br />
pibes niegan nombrarse como sobrevivientes.<br />
Lo notable es cómo funciona esta suerte <strong>de</strong> politización <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
dolor que hace años se multiplica en Argentina. Una y otra vez<br />
emerge un enorme “saber hacer” disponible para el encuentro, la<br />
<strong>de</strong>nuncia, la expresión, la convocatoria. La velocidad en que toma<br />
cuerpo todo esto es vertiginosa. No hay manual, pero esos modos <strong>de</strong><br />
hacerse notar en la ciudad están al alcance <strong>de</strong> la mano, funcionan.<br />
5.<br />
De a<strong>de</strong>ntro, <strong>de</strong> afuera<br />
Un testimonio se <strong>de</strong>tiene en la diferencia entre las reacciones <strong>de</strong><br />
dos policías distintos. Uno <strong>de</strong> ellos, tío <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las chicas, se puso<br />
a sacar pibes <strong>de</strong>l incendio. Otro, según cuentan, dijo que se rajaba...<br />
y se rajó. Más allá <strong>de</strong> toda consi<strong>de</strong>ración judicial, formal, esta distinción<br />
abre la posibilidad <strong>de</strong> pensar la cuestión <strong>de</strong> la responsabilidad<br />
tal como surge <strong>de</strong> los sucesos mismos <strong>de</strong> Cromañón. La piba dice:<br />
“Yo odio a los policías, son unos hijos <strong>de</strong> puta, pero mi tío que es policía<br />
vino y empezó a sacar chicos”.<br />
¿Cabe exten<strong>de</strong>r este modo <strong>de</strong> razonar para consi<strong>de</strong>rar las formas<br />
en que músicos, empresarios, enfermeros, bomberos, legisladores y<br />
funcionarios actuaron antes, durante y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sastre?<br />
¿Y no cabe, acaso, exten<strong>de</strong>r este mismo criterio a quienes escriben<br />
y hablan sobre Cromañón?<br />
Cromañón nos muestra la existencia <strong>de</strong> una ética <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sesperación<br />
que pasa por el estar allí, y por el indudable heroísmo <strong>de</strong>splegado,<br />
pero también –y sobre todo– por aceptar que es en ese terreno <strong>de</strong>sesperado<br />
don<strong>de</strong> se elaboran los modos <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r, sentir y actuar.<br />
6<br />
Vidas callejeras, cálculos cortos<br />
Cromañón plantea la cuestión <strong>de</strong> la muerte joven. Muertes que<br />
complementan vidas callejeras, sin horizonte largo, existencias repletas<br />
<strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s más o menos fragmentadas, con laburos <strong>de</strong><br />
14 horas. Aunque se quiera y se obe<strong>de</strong>zca, los tiempos que quedan<br />
se hacen cortos.<br />
Si antiguamente se concebía la adolescencia como un período preparatorio<br />
para ingresar al mundo <strong>de</strong> la adultez, la paradójica situación<br />
actual vuelve a ese mundo inmediatamente accesible a la vez<br />
que lo <strong>de</strong>scubre en su total inconsistencia.<br />
¿A título <strong>de</strong> qué estas vidas <strong>de</strong> horizonte abreviado harían cálculos<br />
PENSAMIENTO & VIDA<br />
Consultoría Filosófica<br />
Vivimos aferrados a opiniones y pautas establecidas que son<br />
incapaces <strong>de</strong> sostenernos. Abrirnos a nuevos modos <strong>de</strong> percibir,<br />
sentir es don<strong>de</strong> el pensar filosófico opera en el diario vivir como<br />
ejercicio <strong>de</strong> libertad disminuyendo las creencias consolidadas.<br />
Coordina: Claudio Vizental<br />
Tel: 4783-2795 vizental@ubbi.com<br />
En el año 2006 la fundación anuncia la apertura<br />
<strong>de</strong>l área clínica <strong>de</strong> hermanos.<br />
Des<strong>de</strong> el año 2000 trabajamos en la investigación <strong>de</strong> los vínculos fraternos,<br />
particularmente en las nuevas formas <strong>de</strong> organización familiar.<br />
Directora: Lic. Juana Droeven Demanet<br />
fundacionff@yahoo.com.ar Tel: 4827-3545<br />
<strong>de</strong> largo plazo? Lo que para unas generaciones se vive como horror<br />
y amputación, para otras es punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> un tiempo real <strong>de</strong><br />
existencia. Cada cual se configura con la temporalidad que tiene a<br />
mano. Si se trata <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong> la fiesta, la fiesta se vuelve <strong>de</strong>sesperada,<br />
porque la vida tiene ese tono. Y los cálculos son interiores a ese<br />
modo <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>l tiempo.<br />
Toda generación introduce un <strong>de</strong>sacuerdo relativamente insoluble<br />
con las <strong>de</strong>más. Pero la modificación a la que nos toca asistir requiere<br />
mucha atención, mucha proximidad, porque amenaza con diluir<br />
las invariantes mismas que nos permitían hablar hasta ahora <strong>de</strong> “generaciones”.<br />
De hecho, la actual variación <strong>de</strong> los modos <strong>de</strong> vivir el tiempo y el<br />
espacio, así como el conjunto <strong>de</strong> los cálculos <strong>de</strong> vida implicados,<br />
surge <strong>de</strong> un agotamiento <strong>de</strong> los mecanismos tradicionales <strong>de</strong> asignar<br />
a cada quien un lugar y un futuro.<br />
¿Cómo se realizan los cálculos vitales en un tiempo <strong>de</strong>sreglado, en<br />
un espacio atravesado por fuerzas plásticas que posibilitan nuevas liberta<strong>de</strong>s<br />
pero también nuevas tiranías?<br />
Si el tiempo a calcular es el <strong>de</strong> lo que pasa “ahora”, antes <strong>de</strong>l próximo<br />
cambio <strong>de</strong> pantalla, si todo cambio aparece como incalculable<br />
hasta que ocurre, entonces, el tiempo efectivo es el que está transcurriendo.<br />
El tiempo y el espacio <strong>de</strong>l acto es el <strong>de</strong> un presente radical.<br />
La fiesta, así vivida, busca intensidad ya mismo. ¿Incluye este modo<br />
<strong>de</strong> la fiesta un cálculo sobre los cuidados, internamente establecidos,<br />
<strong>de</strong> esa diversión? Si las cosas se presentan así (“hasta que no te tocan,<br />
no te pasan”), esos cuidados parecen ser posibles sólo a condición<br />
<strong>de</strong> estar muy próximos a esa manera <strong>de</strong> diversión.<br />
7<br />
Criar a los adultos<br />
Los discursos que nos llegan <strong>de</strong> tiempos pretéritos cuentan historias<br />
<strong>de</strong> familias opresivas que reproducían el or<strong>de</strong>n social, y <strong>de</strong> jóvenes<br />
que se rebelaban contra ambas instancias igualmente domesticadoras.<br />
Poco queda <strong>de</strong> estas opresiones y, por tanto, <strong>de</strong> aquellas rebeliones.<br />
Tanto la familia –o lo que pueda consi<strong>de</strong>rarse como tal– como<br />
el rock, por igual, son terrenos don<strong>de</strong> transcurren las propias vidas.<br />
La familia, sin embargo, ya no es la vía que garantiza la conexión<br />
<strong>de</strong> los jóvenes a una comunidad. Una inversión extraña parece<br />
haberse operado: son más bien los pibes quienes intentan inscribir a<br />
la familia en la realidad social. Da la impresión, incluso, <strong>de</strong> que son<br />
El Estado soy yo. Luis XIV<br />
Córdoba y Pueyrredón<br />
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Participan: Eva Giberti, León Rozitchner, Silvia Bleichmar, Juan Carlos Volnovich,<br />
Beba Balvé, Alfredo Moffat, Enrique Carpintero, Reina Rodriguez Mesa (Cuba) y otros.<br />
Informes: TE. 4553-3800 mail: aticocooperativa@aticocooperativa.com.ar<br />
Campo Grupal / 13
TEATRIBUS<br />
El aliento<br />
Fernando Castelli<br />
fernandocastelli@yahoo.com<br />
La libertad <strong>de</strong>l espectador es uno<br />
<strong>de</strong> los elementos que distingue al<br />
teatro <strong>de</strong>l cine. El teatro permite<br />
que la mirada se dirija don<strong>de</strong> quiera<br />
sin por eso salirse <strong>de</strong> la obra.<br />
El Aliento obliga al espectador a<br />
utilizar esta cualidad. Escenas<br />
múltiples que conviven en un solo<br />
tiempo sin jerarquizarse entre<br />
ellas. Por momentos no hay más<br />
remedio que elegir cuál se quiere<br />
ver o si se quiere ver unos segundos<br />
<strong>de</strong> cada una o escuchar una y<br />
mirar otra. A no <strong>de</strong>salentarse por<br />
que El Aliento tiene su historia.<br />
Dos grupos <strong>de</strong> actores, uno argentino<br />
y el otro ruso se juntan para<br />
filmar un película. Las <strong>de</strong>sencuentros<br />
<strong>de</strong>l lenguaje y los intentos todos<br />
fallidos <strong>de</strong> <strong>de</strong>codificarse entre<br />
ambos es uno <strong>de</strong> los motores <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
don<strong>de</strong> avanza la obra. Estos<br />
<strong>de</strong>sencuentros también ocurren en<br />
el interior <strong>de</strong> ambos grupos.<br />
Lo que interrumpe o resuelve un<br />
conflicto no es un argumento racional<br />
sino la alteración rítmica <strong>de</strong><br />
un cuerpo. Los personajes que intentan<br />
explicar algo <strong>de</strong> lo que esta<br />
ocurriendo caen en el mismo ridículo<br />
que quieren explicar. La resolución<br />
es inexplicable, intempestiva<br />
e inesperada.<br />
El Aliento es una creación colectiva<br />
entre el director y los catorce<br />
actores que integran la compañía.<br />
Por esa razón, el nombre <strong>de</strong> la<br />
obra se <strong>de</strong>be no solo al esfuerzo<br />
<strong>de</strong> los personajes sino al proceso<br />
creativo <strong>de</strong> los actores que función<br />
tras función realizan diferentes<br />
modificaciones en el mismo, sin<br />
por eso abandonar el argumento,<br />
con la intención <strong>de</strong> seguir escarbando<br />
en su teatralidad. Para indagar<br />
más en este proceso recomiendo<br />
visitar su web<br />
www.elalientoteatro.com.ar<br />
TEATRO DEL ABASTO<br />
Humahuaca 3549 Cap. Fed<br />
Sábados 23 hs<br />
Reservar. Tel 4865-0014<br />
Ficha técnica<br />
Autoría: Bernardo Cappa<br />
Actuan: Macarena Albalustri, Alejandro<br />
Alvarez, Diego Bene<strong>de</strong>tto, Cynthia Yanina<br />
Canteros, Luis Contreras, Hay<strong>de</strong>é<br />
Del Carril, Javier Dubra, Vanina Falco,<br />
Valeria Franchi, Anibal Gulluni, Sebastián<br />
Mogordoy, Noelia Prieto, Carla Segalini,<br />
Valeria Zylberberg<br />
Producción general:<br />
Lucho Bor<strong>de</strong>garay<br />
Dirección: Bernardo Cappa<br />
Pastillas<br />
Vuelve Le Frigo, <strong>de</strong> Copy. Tercera<br />
temporada.<br />
Sala: El excéntrico <strong>de</strong> las 18. Lerma<br />
420<br />
Estreno: 4 <strong>de</strong> abril a las 23<br />
IMPRO<br />
Seminario Cuerpo y Grupo.<br />
Coordina Lic. Patricia Mercado<br />
Taller abierto:<br />
La experiencia <strong>de</strong>l color<br />
en la exploración <strong>de</strong>l cuerpo.<br />
Martes 25 <strong>de</strong> abril<br />
<strong>de</strong> 20 a 22 hs.<br />
Actividad no arancelada.<br />
Vera 856-1B Cap.Fed.<br />
TE 4854-5732<br />
Inscripción previa al taller<br />
e información <strong>de</strong>l seminario:<br />
patomercado2001@yahoo.com.ar<br />
los pibes quienes crían a sus padres. Los “adultos” no pue<strong>de</strong>n contarles<br />
lo que es la vida a los pibes, sino que las cosas se dan un poco<br />
al revés. Las preguntas con las que una generación revela progresivamente<br />
los sentidos <strong>de</strong>l mundo a la que la continúa han cambiado<br />
<strong>de</strong> dirección y parecen ser los chicos los que saben algo más <strong>de</strong>l presente.<br />
Esta situación transforma radicalmente el significado <strong>de</strong> la resistencia<br />
contracultural <strong>de</strong> las décadas pasadas.<br />
Todo lo anterior resultó especialmente evi<strong>de</strong>nte durante los conflictos<br />
que se sucedieron este año en quince colegios <strong>de</strong> Buenos Aires.<br />
Los pibes se movilizaron, <strong>de</strong>batieron, interpelaron y, finalmente,<br />
convocaron a los padres para que trabajen con y para ellos. Una escena<br />
repetida muestra a un pibe encarando al director <strong>de</strong> su escuela:<br />
“usted es un hijo <strong>de</strong> puta, no está poniendo el matafuego; usted es el<br />
director, yo soy un alumno”. Se trata <strong>de</strong> una imagen pos-cromañón:<br />
el vínculo entre los cuidados y la <strong>de</strong>nuncia <strong>de</strong> las formas <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción<br />
propias <strong>de</strong>l “capitalismo trucho”. La consigna “basta <strong>de</strong> corrupción,<br />
la gente no es basura” señaló una lógica <strong>de</strong> funcionamiento:<br />
hay corrupción, la gente es consi<strong>de</strong>rada basura.<br />
Que esto suceda en los colegios <strong>de</strong> la misma ciudad que fue sacudida<br />
por Cromañón habla por sí solo. De allí que haya algo cómico<br />
y patético en las propuestas que hablan <strong>de</strong> restituir la autoridad <strong>de</strong> los<br />
adultos y las instituciones, sin verificar la magnitud <strong>de</strong> lo que se ha<br />
roto. Sin registrar ese discurso implícito que dice: “vos no me podés<br />
enseñar nada que yo no sé. Y es más, yo sé algo que vos no sabés”.<br />
En el caso <strong>de</strong>l colegio Mariano Acosta, los pibes terminaron haciendo<br />
la presentación judicial y la jueza les dio la razón.<br />
En la película Sexto sentido, un niño que pue<strong>de</strong> ver a los muertos<br />
se relaciona con un psicólogo. Hacia el final, el psicólogo se da<br />
cuenta <strong>de</strong> que algo anda mal. El pibe sabe algo que él no percibe. Por<br />
fin averigua <strong>de</strong> qué se trata: el psicólogo mismo es uno <strong>de</strong> esos muertos<br />
con los que el pibe se relaciona. Buena parte <strong>de</strong> la sociedad se relaciona<br />
hoy con los pibes como el psicólogo <strong>de</strong> Sexto sentido: ya sin<br />
capacidad <strong>de</strong> ver la muerte, <strong>de</strong> rebelarse ante ella. Como si los pibes<br />
se estuvieran haciendo cargo <strong>de</strong> nuestras muertes no sabidas aún.<br />
8<br />
La resistencias en la Argentina trucha<br />
Cromañón revela una realidad cruda: la normalización <strong>de</strong> la que se<br />
habla hoy –tras la crisis <strong>de</strong>l 2001– no pasa <strong>de</strong> ser un doblez en el capitalismo<br />
hiperprecario. Su propia trama jurídica, empresarial, mediática,<br />
política invita a la tragedia y la tragedia, a su vez, ilumina en<br />
todo su alcance la <strong>de</strong>vastación. Cromañón es un momento concreto<br />
<strong>de</strong> ese modo <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong> la existencia hiperprecaria.<br />
Hace largos años que vemos <strong>de</strong>splegarse una politización que surge<br />
ante la tragedia y Cromañón hace <strong>de</strong> espejo a todos los elementos<br />
<strong>de</strong> esa politización: aquella que surge en medio <strong>de</strong> la precariedad y,<br />
alcanzada por la catástrofe, se abre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el dolor hacia lo público<br />
sin respetar las vías instituidas. La politización <strong>de</strong> lo íntimo in<strong>de</strong>fine<br />
las reglas <strong>de</strong> juego y requiere una sensibilidad muy singular para evitar<br />
caer en el esquema <strong>de</strong> los medios.<br />
Se trata <strong>de</strong> un aprendizaje doloroso, que convierte su cercanía a la<br />
muerte en motivo <strong>de</strong> continuidad vital, y que <strong>de</strong>be afrontar, en su trayecto,<br />
la frialdad <strong>de</strong> las miradas y la complejidad política <strong>de</strong> las estrategias<br />
puestas en marcha por los otros, que consisten en fijar a las<br />
víctimas a su condición, en impedir la conversión, es <strong>de</strong>cir, en con-<br />
Campo Grupal / 14 Olvi<strong>de</strong>mos al ofendido, que come una sola injusticia. Pablo Neruda<br />
validar el sacrificio.<br />
Este nuevo protagonismo que emerge <strong>de</strong>l dolor posee una capacidad<br />
brutal <strong>de</strong> elaboración: apren<strong>de</strong> en corto tiempo el contenido<br />
trágico <strong>de</strong> la precariedad, experimenta la necesidad <strong>de</strong> convertir el<br />
dolor íntimo ligado a la muerte en un dolor colectivo, público, capaz<br />
<strong>de</strong> dar lugar a la lucha, y provoca una <strong>de</strong>stitución <strong>de</strong> lo político<br />
estatal revelando el juego <strong>de</strong> un po<strong>de</strong>r que simula cuidar la sociedad<br />
mientras <strong>de</strong>rrocha sus posibilida<strong>de</strong>s en roscas interminables.<br />
Que haya renacido en esas marchas el “¡Que se vayan todos!” señala<br />
este hartazgo <strong>de</strong>sesperado y permite retomar la palabra y la<br />
calle.<br />
Se ha <strong>de</strong>sarrollado, entonces, un “saber-hacer” <strong>de</strong> las resistencias<br />
en Argentina. De modo tal que, a pesar <strong>de</strong> que uno crea que nunca le<br />
va a tocar, cuando toca, se sabe qué hacer. Y no es que haya un grupo<br />
<strong>de</strong>limitado ofreciendo estos saberes: se ha formado algo así como<br />
un saber ambiente.<br />
En medio <strong>de</strong>l luto generalizado, se propuso, en un momento, “vamos<br />
a hacer una muestra <strong>de</strong> fotos”, y en menos <strong>de</strong> tres meses la<br />
muestra ya estaba armada. Hoy en día la capacidad <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> la<br />
gente que tendría que estar inmovilizada por el dolor resulta lo más<br />
potente <strong>de</strong> estos procesos.<br />
9<br />
Responsabilidad<br />
Estar a<strong>de</strong>ntro obliga. Claro que el estado, en la misma medida en<br />
que gestiona la trama precaria <strong>de</strong>l capitalismo trucho y está él mismo<br />
tejido en ese material, ha quedado en falta. Esto pue<strong>de</strong> enojar, pero<br />
no sorpren<strong>de</strong>r. Entre los testimonios se registra esta ambigüedad:<br />
<strong>de</strong> un lado se pi<strong>de</strong> protección y, a la vez, existe un <strong>de</strong>sconcierto general:<br />
“estamos <strong>de</strong>sprotegidos, el Estado mata”. De uno y otro lado<br />
surge, entonces, la necesidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una responsabilidad<br />
interior a las resistencias.<br />
En una charla, uno los rockeros retoma esta cuestión a partir <strong>de</strong> comentar<br />
la relación con los cumbieros. Según él, los únicos que no<br />
ayudaron en Cromañón fueron la policía y los <strong>de</strong> la cumbia. Parece<br />
que uno <strong>de</strong> éstos últimos les dijo: “gato, no saben pren<strong>de</strong>r bengalas”,<br />
a lo que siguió una previsible golpiza entre quienes se perciben como<br />
sectores enemigos. Pero más allá <strong>de</strong> la intención agresiva, parece<br />
que hay algo que escuchar allí: que para hacer la fiesta bien, es<br />
preciso apren<strong>de</strong>r a cuidarse con formas y criterios propios. Como si<br />
la traducción amigable <strong>de</strong> ese insulto pudiera ser: “Si vas a hacer una<br />
fiesta, y la querés hacer a tu modo, entonces, tenés que hacerte cargo<br />
<strong>de</strong> ella a tu manera, que no supone que te cui<strong>de</strong>n <strong>de</strong> afuera”. De<br />
lo contrario, el discurso <strong>de</strong> la “seguridad” se hará cargo por medio <strong>de</strong><br />
prohibiciones <strong>de</strong> la fiesta. El dilema planteado en términos <strong>de</strong> una<br />
opción entre “seguridad” y “tragedia” equivale a una restricción <strong>de</strong><br />
la cultura <strong>de</strong> la fiesta por incapacidad <strong>de</strong> esta última para <strong>de</strong>sarrollar<br />
una dimensión <strong>de</strong> “autocuidado”.<br />
10<br />
Siluetas colectivas: la red llegó hace rato<br />
Y bien, a pesar <strong>de</strong> todo, la fiesta sigue. Se la ve, por ejemplo, en el<br />
recital <strong>de</strong> La Renga. Existen canales <strong>de</strong> comunicación sólo visibles<br />
para los que se mueven. Resulta mucho menos perceptible y controlable<br />
que las re<strong>de</strong>s organizadas visiblemente. Ni la vemos nosotros<br />
ni la ve el enemigo. Su inmaterialidad es su fuerza. No se sabe dón<strong>de</strong><br />
está y posee una ductilidad plástica <strong>de</strong> <strong>de</strong>spliegue y repliegue que<br />
le garantiza una larga salud. Para verla o para participar <strong>de</strong> ella la<br />
condición es ver el movimiento <strong>de</strong>l que se nutre, participar <strong>de</strong> él. Si<br />
uno no se mueve, la red no se le aparece.<br />
Como si las re<strong>de</strong>s fueran actitud, apta para disponer <strong>de</strong> recursos<br />
materiales, afectivos y simbólicos en cualquier punto, en el momento<br />
que se los requiera. Un capital <strong>de</strong> saberes-hacer cualificado por la<br />
multiplicidad <strong>de</strong> luchas <strong>de</strong>sarrolladas.<br />
Esto, que constituye una vivencia para quienes están en procesos<br />
<strong>de</strong> politización, se torna invisible para quien está pasivo, por fuera.<br />
Cada testimonio parece confirmar la impresión <strong>de</strong>l funcionamiento<br />
<strong>de</strong> esta red. Como si a partir <strong>de</strong> una tragedia, cada quien enfrentara<br />
la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> convertir su situación <strong>de</strong> víctima, <strong>de</strong> afectado, en nodo<br />
activo. Es la <strong>de</strong>cisión tomada sobre una contingencia dolorosa<br />
más que el carácter <strong>de</strong> víctima en sí mismo, lo que activa la red. De<br />
hecho, la energía que circula por ella es, precisamente, muy activa.<br />
Todo esto fue muy claro en muchas <strong>de</strong> las marchas y activida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> Cromañón. Las vidas convocadas seguían la línea <strong>de</strong> las vidas<br />
perdidas. Sólo que para que esto ocurriera, para que este reconocimiento<br />
entre vidas surgiera, fue necesario que las vidas no se hubiesen<br />
reducido a meros individuos. La silueta <strong>de</strong> una vida, recompuesta<br />
por todos quienes formaban parte constitutiva <strong>de</strong> ella, nos entrega<br />
un cuerpo colectivo que testimonia lo que sucedía en torno a ese otro<br />
cuerpo cegado: tíos, compañeros <strong>de</strong> colegio, amigos <strong>de</strong>l club, vecinos.<br />
Todo aquello que se prolonga por contigüidad sucesiva en esta<br />
silueta-red es esa trama sin la cual no sería posible la lucha.
AGENDA CINEFILIA<br />
Cursos Anuales<br />
- Conducción <strong>de</strong> Grupos especializada en técnicas lúdicas y expresivas<br />
- Armado y Conducción <strong>de</strong> Proyectos<br />
- Entrenamiento Roles Directivos<br />
Comienzan en Abril<br />
Se dictarán una vez por semana y también un sábado por mes<br />
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Virrey <strong>de</strong>l Pino 2714, Capital 4785-3273<br />
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Mesa Redonda<br />
Ciclo: “Relatos <strong>de</strong> Experiencias en Grupos” en el Instituto <strong>de</strong> Investigaciones<br />
Grupales que dirige Graciela Jasiner.<br />
“Equipos <strong>de</strong> Trabajo” el día Sábado 8 <strong>de</strong> Marzo a las 15hs.<br />
Invitados: CN. Stella Maris Quiroga, Cátedra Equipos <strong>de</strong> Trabajo -<br />
Cs. Ec.- UBA; Lic. Fabián Jalife, Director <strong>de</strong> BMC Consultores y<br />
Lic. Ricardo Pasik, LU-PAS Investigación <strong>de</strong> Mercados y Social.<br />
Informes e inscripción: (011) 4833-7808<br />
www.ingrupos.com.ar iig@ingrupos.com.ar<br />
Dalai Lama<br />
El 1º <strong>de</strong> Mayo a las 13 hs. en la Sociedad Rural <strong>de</strong> Palermo su Santidad<br />
el Dalai Lama presidirá la Mesa Redonda “Conversaciones sobre<br />
Salud y Espiritualidad”. Lo acompañarán el Dr. Héctor Fernán<strong>de</strong>z<br />
Alvarez, Psicólogo, Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Fundación Aigle; el Dr. Christian<br />
Plebst, Neuropsiquiatra Infantil <strong>de</strong> FLENI; el Filósofo Bernardo<br />
Nante <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong>l Salvador, el Ecólogo Miguel Grinberg<br />
y la Dra. Mónica Zuretti. Mo<strong>de</strong>rará la Mesa la Lic. Susi Reich,<br />
Presi<strong>de</strong>nta <strong>de</strong> A.A.M.I. Informes: 4788-4929 4782-1722<br />
Coordinación <strong>de</strong> Grupos<br />
Está abierta la inscripción al Programa <strong>de</strong> Capacitación en Coordinación<br />
<strong>de</strong> Grupos con MultiRecursos Técnicos y Experiencias <strong>de</strong> Entrenamiento<br />
que se dicta los Martes 20.30hs o Miércoles 14.30hs,<br />
en el Instituto <strong>de</strong> Investigaciones Grupales que dirige Graciela<br />
Jasiner. lInformes: 4833-7808<br />
iig@ingrupos.com.ar www.ingrupos.com.ar<br />
Activida<strong>de</strong>s 2006 en Grupal-Mente<br />
- Curso (presencial- a distancia)<br />
Multirecursos lúdicos y participativos para la coordinación grupal<br />
- Talleres: Un espacio <strong>de</strong> reflexion: Qué ves cuando te ves?<br />
Trabajamos las fantasias, temores y miedos que nos revela nuestro<br />
cuerpo frente al espejo.<br />
-Volver a empezar... Superar una separacion, es un trabajo doloroso<br />
pero necesario, y recorrerlo con otros nos facilita y alivia el camino.<br />
La propuesta es po<strong>de</strong>r atravesar los miedos, las dudas y angustias<br />
que nos son comunes en esta situación.<br />
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coordinado por Silvia Schverdfinger.<br />
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El Juego y Los Juegos - Facilitador <strong>de</strong> Juego - Playgrounds y Espacios<br />
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Virrey <strong>de</strong>l Pino 2714, Capital 4785-3273<br />
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Capacitación para atención y estimulación<br />
<strong>de</strong> bebés y niños.<br />
Está abierta la inscripción al Programa <strong>de</strong> Capacitación para Atención<br />
y Estimulación <strong>de</strong> bebés y niños coordinado por Mariana Saidón.<br />
Informes e inscripción: 4983-5645<br />
Mail: capacitaciones infancia@yahoo.com<br />
Pág web: www.escuelababy.com.ar<br />
<strong>Escuela</strong> <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollos creadores<br />
- Su visión es ser potenciadora <strong>de</strong> búsquedas y actitu<strong>de</strong>s creadoras<br />
para ofrecer espacios <strong>de</strong> producción social en los tiempos que vivimos.<br />
- Su misión es disponernos como transmisores y habilitadores <strong>de</strong><br />
recursos creadores.<br />
- Su objetivo es ofrecer instancias <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> procesos creadores<br />
en sus propios campos <strong>de</strong> actividad.<br />
Duración: 2 años<br />
Quienes los dictan: Dr. Hector Fiorini - Prof. M. <strong>de</strong>l Carmen Calvo -<br />
Dra. Irene Pinasco - Lic. Gabriela Wagner - Dr. Rolando Benenzon<br />
- Lic. Alejandro Reisin<br />
Informes e inscripción: 4702-6366 <strong>de</strong> 14 a 20 hs.<br />
info@fundacionbenenzon.net - www.fundacionbenenozon.net<br />
Terapia Escénica: charlas y talleres gratuitos<br />
Grupo Ananké, Artes y Psicoterapias informa que está abierta aún<br />
la inscripción para el ciclo 2006 <strong>de</strong> su <strong>Escuela</strong> <strong>de</strong> Terapia Escénica.<br />
Al respecto habrá dos charlas informativas (con espacio <strong>de</strong> taller<br />
vivencial) los días : 6 <strong>de</strong> abril, en la nueva se<strong>de</strong> <strong>de</strong> Córdoba y<br />
Pueyrredon (Cap.Fed.), a las 20 hs, y el 8 <strong>de</strong> abril, a las 17 hs. en<br />
Haedo Norte, También informamos que continuan, los sábados<br />
por la tar<strong>de</strong>, los seminarios breves (<strong>de</strong> un día) “Introducción al esquizoanalisis:<br />
Una psicología <strong>de</strong> la afirmación” y “Mitos, arquetipos<br />
y personajes.” Informes e inscripción previa:M. De andrea (ex<br />
Artes ) 137 , tel.: 4443-8965 o 4659-4007<br />
grupoananke@ciudad.com.ar<br />
Congreso <strong>de</strong> Psicologia Social<br />
Mar <strong>de</strong>l Plata - agosto 2006<br />
Instituto Al<strong>de</strong>baran - Lic. Felipa María <strong>de</strong> Abajo<br />
institutoal<strong>de</strong>baran@ciudad.com.ar 4581-9047<br />
Formación en psicodrama<br />
Inicio Abril. Quincenal. Los jueves<br />
Ciclo: Temas <strong>de</strong> psicodrama<br />
Inicio Abril. Quincenal. Los jueves.<br />
Taller <strong>de</strong> teatro orientado a la expresión y la comunicación.<br />
Inicio Abril. Jueves y viernes (Niños, Adolescentes y adultos)<br />
Grupos terapéuticos con dispositivo psicodramatico<br />
Lunes y Martes.<br />
Rivadavia 16217 dto 1 - Haedo- a 1 cuadra <strong>de</strong> la estación<br />
4659-7954 - psicocasa@infovia.com.ar<br />
Psicodrama<br />
Esquizodrama-multiplicación dramática.<br />
Curso-taller introductorio<br />
Palermo-Lomas <strong>de</strong> Zamora-Mar <strong>de</strong>l Plata<br />
Taller informativo Palermo: Instituto “Sembrar”<br />
miércoles 26 <strong>de</strong> abril 18 a 20 hs.<br />
Coordinación: Emilce Quarleri. Docentes invitados.<br />
Informes e inscripción: 4772 2610 / 4383 9171<br />
Cursos <strong>de</strong> entrenamiento - 2006<br />
- Grupo <strong>de</strong> Investigación Dramática “Los Instantes en la Escena”<br />
- Grupo <strong>de</strong> Experimentación Corporal “Los Instantes en el Cuerpo”<br />
Coordinan: Claudio Mestre, Coordinador <strong>de</strong> Trabajo Corporal y<br />
Psicodramatista - Perico Lascano, Licenciado en Artes y Ciencias<br />
<strong>de</strong>l Teatro.<br />
Informes e inscripción: Puesta en el alma<br />
Espacio <strong>de</strong> Investigación Escénico-Corporal<br />
puestaenelalma@yahoo.com.ar mensajes: 4824-8860<br />
Danza teatro<br />
Está abierta la inscripción al curso anual <strong>de</strong> danza teatro, a cargo<br />
<strong>de</strong> la Lic. Carolina Pavlovsky, terapeuta corporal, bailarina,y coreógrafa.<br />
No se requieren conocimientos previos. Informes al 4778-0195<br />
martes, miercoles y viernes <strong>de</strong> 11 a 18 hs.<br />
Especialización en Atención <strong>de</strong> bebés y niños.<br />
Está abierta la inscripción al Ciclo anual <strong>de</strong> la Especialización en<br />
Atención y Estimulación <strong>de</strong> la Primera Infancia, coordinado por la<br />
Lic. Mariana Saidon.<br />
Informes: 4983-5645 /155-976-9911/ 4833-7808 – Palermo<br />
capacitacionesinfancia@yahoo.com<br />
www.escuelababy.com.ar<br />
Psicodrama Grupal y Creatividad<br />
Psicodrama Grupal y Creatividad -<strong>de</strong> E.I.P. Equipo Interdisciplinario<br />
Paso- con la supervisión <strong>de</strong> Tato Pavlovsky y la coordinación<br />
<strong>de</strong> Silvia Schverdfinger y equipo. Entrevistas sin cargo para cursos<br />
2006 sobre Psicodrama y Coordinación Grupal, Teatro Espontáneo<br />
con integrantes <strong>de</strong> La Combinada y Teatro <strong>de</strong> Texto .<br />
Informes al 4962-4583<br />
info@psicodramagrupal.com.ar sschverd@mail.retina.ar<br />
Pasantias clínicas<br />
Primer cuatrimestre 2006<br />
Clínica en adultos, nuños y adolescentes<br />
Inicio: Abril 2006<br />
Duración: <strong>de</strong>l 17/4 al 03/07<strong>de</strong> cursada: Mañana, tar<strong>de</strong> o noche<br />
Inscripción: Personalmente en la institución, a partir <strong>de</strong>l Lunes 13<br />
<strong>de</strong> marzo, <strong>de</strong> Lu a Vie <strong>de</strong> 10:00 a 20:00.<br />
Presentando alguno <strong>de</strong> los siguientes documentos: Matrícula,<br />
Titulo, Certificado <strong>de</strong> Título en trámite o Libreta Universitaria.<br />
Centro Dos<br />
Av. Pueyrredón 538 -1º “A” (1er cpo) - Capital<br />
Tel: 4961-2197<br />
E-mail: informes@centrodos.com.ar<br />
Visite nuestra página web: www.centrodos.com.ar<br />
Grupos <strong>de</strong> Psicodrama, orientación en esquizoanálisis<br />
Deleuze-Guattari<br />
Abierta la inscripción 2006 a los:<br />
- Grupos intensivos <strong>de</strong> verano - Grupos anuales (inicio en abril)<br />
El trabajo será teórico práctico.<br />
Se trabajará a partir <strong>de</strong> textos <strong>de</strong> J. Moreno; G. Deleuze;<br />
F. Guattari, Foucault, Nietzsche, Spinosa, Simmel.<br />
Informes e inscripción: 4982-4655<br />
rcela@ciudad.com.ar<br />
V Jornadas Internacionales Nietzsche - I Jornadas Internacionales<br />
Derrida<br />
Las jornadas se realizarán en Octubre <strong>de</strong> 2006 en el Centro Franco-Argentino<br />
<strong>de</strong> Altos Estudios. Se convoca a la presentación <strong>de</strong><br />
ponencias y vi<strong>de</strong>os relacionados con el pensamiento <strong>de</strong> F. Nietzsche<br />
y J. Derrida. Bases, informes y presentación <strong>de</strong>l material: jor<strong>de</strong>rrida2006@yahoo.com.ar<br />
(sobre Derrida) y jorniet2006@yahoo.com.ar<br />
(sobre Nietzsche)<br />
CambiArte, El arte <strong>de</strong>l cambio<br />
El Centro <strong>de</strong> Psicoterapia Cognitiva para el Cambio anuncia la<br />
apertura<br />
<strong>de</strong>l espacio <strong>de</strong> terapia grupal para trastornos <strong>de</strong> ansiedad y<br />
ataque <strong>de</strong> pánico.<br />
Informes: 4824-1064 15-5756-9173 15-5261-8841<br />
Sistema Japonés <strong>de</strong> Armonización sin contacto<br />
Seminario dirigido sólo a terapéutas para lograr el equilibrio<br />
mental y emocional <strong>de</strong> sus pacientes durante la consulta. No se<br />
necesita tocar al paciente. Este es un método Budista japonés (sinérgico)<br />
don<strong>de</strong> se apren<strong>de</strong> el manejo <strong>de</strong> la energía natural <strong>de</strong>l<br />
universo. Es una sabia convinación entre intesión, mente y corazón.<br />
Seminario <strong>de</strong> 3 horas dictado por Cristian Jorge, maestro <strong>de</strong><br />
Reiki. Amenabar 1652. Tel. 4783-2535 o al 15-4491-4850<br />
<strong>Escuela</strong> Psicoanalítica <strong>de</strong> Psicología Social<br />
Inscribe para la carrera <strong>de</strong> Psicología Social Psicoanalítica,<br />
los Cursos <strong>de</strong> Posgrado <strong>de</strong> Formación en Psicoanálisis,<br />
<strong>de</strong> Análisis Institucional, <strong>de</strong> Coordinación<br />
Psicoanalítica <strong>de</strong> Grupos Operativos, y el Taller <strong>de</strong><br />
Técnicas Activas para Grupalistas.<br />
INFORMES: Echeverría 2806 1ºp, lunes, miércoles y<br />
viernes <strong>de</strong> 17 a 21, martes y jueves <strong>de</strong> 9 a 14,<br />
tel. 4706-2397 info@psicosocial.com.ar<br />
www.psicosocial.com.ar<br />
Constelaciones Familiares<br />
(Método Hellinger) A través <strong>de</strong> uan constelación familiar se pue<strong>de</strong>n<br />
econtrar las claves que llevaron al conflicto y hallar la solución<br />
<strong>de</strong>l mismo.<br />
- 6 <strong>de</strong> mayo: zona Parque Centenrario<br />
- 13 <strong>de</strong> mayo: Casa Infinito<br />
Coordina: Lic. Leticia Cohen - 4983-2341<br />
Las antipatías violentas son siempre sospechosas y revelan una secreta afinidad. William Hazlitt<br />
Buenas noches,<br />
buena suerte<br />
Patricia Garrote<br />
paggarrote@yahoo.com.ar<br />
Cacerías <strong>de</strong> brujas existieron siempre.<br />
Por ejemplo, en el siglo XVII, en Salem,<br />
Nueva Inglaterra, era mejor con<strong>de</strong>nar<br />
a una negra esclava acusándola<br />
<strong>de</strong> practicar brujería antes que revelar<br />
algunos negociados ocultos. La Iglesia<br />
Congresional era sostenida por el diezmo<br />
<strong>de</strong> un pueblo temeroso <strong>de</strong>l averno<br />
y <strong>de</strong>splegaba su po<strong>de</strong>río con todo esplendor.<br />
De paso, si acusabas a tu vecino<br />
<strong>de</strong> prácticas satánicas adquirías<br />
sus tierras a precio <strong>de</strong> ganga, una vez<br />
que el pobre imbécil fuera con<strong>de</strong>nado<br />
a la hoguera.<br />
La Revolución Francesa y la Rusa, en<br />
sus respectivos momentos, también<br />
produjeron pánico <strong>de</strong>bido a las persecuciones<br />
y la intolerancia. Aquél que<br />
no con<strong>de</strong>nara con fervor el accionar <strong>de</strong><br />
la República Francesa era acusado <strong>de</strong><br />
Jacobino, que era algo así como un<br />
enemigo <strong>de</strong> la Patria.<br />
Hubo maccarthysmos antes <strong>de</strong> Maccarthy:<br />
la aparición <strong>de</strong>l Ku Klux Klan,<br />
los mártires <strong>de</strong> Chicago, la con<strong>de</strong>na <strong>de</strong><br />
Sacco y Vanzetti y sobre todo, el temor<br />
al comunismo, ese bicho inmundo que<br />
iba a comerse a los niños junto con la<br />
propiedad privada.<br />
Repasemos: <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> cada masacre<br />
está oculto el vil metal. Al po<strong>de</strong>r no le<br />
gustan los movimientos revolucionarios<br />
y mucho menos aquellos que le tocan<br />
el bolsillo.<br />
Cuando se creó la Comisión <strong>de</strong> Activida<strong>de</strong>s<br />
Antinorteamericanas no se hizo<br />
otra cosa que distraer al Congreso <strong>de</strong><br />
asuntos más importantes. Corría el año<br />
38 y el mundo era un hervi<strong>de</strong>ro. La caza<br />
<strong>de</strong> brujas bajo el lema <strong>de</strong> “combatir<br />
al peligro comunista” provocaba allanamientos<br />
y violaciones a la Constitución.<br />
Comenzaba la Guerra Fría.<br />
Doce años más tar<strong>de</strong>, Joseph Maccarthy<br />
retomaría esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l Comité.<br />
Este oscuro senador, bueno para nada,<br />
consiguió por casualidad saltar a la fama<br />
gracias a su mano dura, su hábil<br />
manipulación y su histrionismo. Hasta<br />
ese momento la persecución era <strong>de</strong><br />
arriba hacia abajo, <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la clase<br />
alta hacia el pueblo. Con Maccarthy<br />
se volvió horizontal; fue el colmo cuando<br />
el hombre apareció con una lista<br />
negra en la que <strong>de</strong>nunciaba como comunistas<br />
a distintas personalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />
Departamento <strong>de</strong> Estado, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
pasar por Hollywood y la TV. Cuando<br />
se metió con “el cuarto po<strong>de</strong>r”, un tal<br />
Murrow, periodista, le presentó batalla,<br />
<strong>de</strong>mostrando que los medios también<br />
tienen su peso y coincidiendo con que<br />
ni el gobierno ni el ejército soportaban<br />
más el accionar maccarthysta. Es como<br />
si le hubieran dicho: nos fuiste útil<br />
en un momento, pero el po<strong>de</strong>r lo seguimos<br />
teniendo nosotros.<br />
Caza <strong>de</strong> brujas hubo siempre en la historia.<br />
Hoy, a 30 años <strong>de</strong> la peor “cacería<br />
anticomunista” que hubo en el país,<br />
recordamos a los caídos. Necesitaron<br />
hacer <strong>de</strong>saparecer a 30 mil inocentes<br />
para tapar la fuga <strong>de</strong> capitales más<br />
gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> la historia argentina y para<br />
adquirir una gigantesca <strong>de</strong>uda externa,<br />
préstamo que “estabilizaría al país” según<br />
los entendidos. Se <strong>de</strong>valuó el peso,<br />
se suspendió la actividad gremial,<br />
cayó la industria, y con el cierre <strong>de</strong> las<br />
fábricas se acrecentó la <strong>de</strong>socupación.<br />
Todo esto avalado por las cámaras empresariales,<br />
para el bien <strong>de</strong> la banca<br />
internacional y sobre todo por “la Paz”.<br />
Una serie <strong>de</strong> acontecimientos sociales,<br />
políticos, económicos (algunos conocidos<br />
y otros no tanto por el común <strong>de</strong><br />
las gentes) suelen suce<strong>de</strong>r mientras se<br />
cazan brujas.<br />
En Argentina para justificar la guerra<br />
(la venta <strong>de</strong> armas siempre es importante),<br />
para que nada se alterara en<br />
los círculos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, se necesitaron<br />
30 mil inocentes.<br />
Campo Grupal / 15
Lobos<br />
Luis Gruss<br />
lgruss@ciudad.com.ar<br />
Lo peor es la noche <strong>de</strong> los lobos. Aúllan como si no supieran.<br />
Pero las pezuñas. Qué horror. Pensar que todavía<br />
guardo una foto junto a ellos. Estaba parado (un palo <strong>de</strong> lluvia)<br />
con ese calor. El mar reventaba <strong>de</strong> sueño. Tantas luces<br />
y la gente. Una masa <strong>de</strong> carne aprovechando el dramatismo<br />
<strong>de</strong> la última ola. No podían saber que era la última. Fui <strong>de</strong><br />
inmediato al puerto. Más lejos aún. Pasando el faro. Más.<br />
Hasta el cielo don<strong>de</strong> caen los autos. Y toda esta amargura.<br />
Pero los lobos seguían. Pobre Alfonsina. Pensé. Pobre chica.<br />
Con las ganas que tengo <strong>de</strong> agua pura. La sal no resuelve<br />
nada. El circo tampoco. Pero la noche <strong>de</strong> los lobos es otra<br />
cosa. Hacía frío entonces. Y yo todavía sentía curiosidad:<br />
las re<strong>de</strong>s usadas como cercos, los anzuelos gastados, todo<br />
ese medio mundo echado al mar. El mar. Un barco espera<br />
turno para entrar al puerto. El puerto. Y esos lobos en la noche<br />
<strong>de</strong> los lobos. Son <strong>de</strong> piedra. Cualquiera lo sabe. Aúllan<br />
como pobres gatitos. No <strong>de</strong>bo hablar <strong>de</strong> ella ahora. Se la comieron<br />
los lobos y ahora vienen por mí. Corro. Desesperadamente<br />
corro por la rambla. Me tiran cornalitos, revistas<br />
viejas, putas al revés. Abro la sombrilla. El sol me crucifica.<br />
La arena sucia. Los guitarreros. Pero qué gran<strong>de</strong>s son los<br />
duraznos. Y el verano en Punta Iglesias. No sé dón<strong>de</strong> estoy.<br />
Quizás ya sea tar<strong>de</strong>. Escucho pisadas <strong>de</strong> lobos en la nieve.<br />
Moscú. Cualquier playa es igual. En Moscú no hay olas.<br />
Las iguanas, los lobos, la noche, la nieve tibia. Lo peor es<br />
eso. Cuando no queda más que hacer. Y uno se sienta en la<br />
cuerda floja <strong>de</strong>l raro equilibrista. Y cae.<br />
Abundancia<br />
Betania Crespo<br />
betagonia@hotmail.com<br />
Pue<strong>de</strong> levantarse con algas entre los <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> los pies y el<br />
ardor <strong>de</strong> un parto.<br />
No conoce Mar <strong>de</strong>l Plata.<br />
Algo recuerda tesoros que sobran en el mar. Son esos que<br />
se intuyen cuando las tormentas son sólo un miedo <strong>de</strong> veinte<br />
minutos o goteos adultos en la espuma.<br />
Encuadró alguna vez; mil piedras que caían <strong>de</strong> la marea y<br />
las embarcó en el resto <strong>de</strong> sol.<br />
Habla <strong>de</strong> los años nuevos que ahora se escaman en la piel.<br />
Habla <strong>de</strong> fantasmas que se acercan al fuego y vinieron <strong>de</strong><br />
las bardas por equivocación.<br />
Escribe en un papel pegoteado. Cuando viene una ola es<br />
morirse. Que <strong>de</strong>spués hay arena por todas partes y restos <strong>de</strong><br />
caracoles para <strong>de</strong>scubrir entre la ropa o el pelo.<br />
Empuja una botella <strong>de</strong> plástico ver<strong>de</strong> y flota esperando la<br />
corriente.<br />
En aquella costa tuvo buenos momentos, varias certezas y<br />
baños maría para la época convulsa. Levanta su pollera floreada<br />
y amasa la arena. Sentarse a mirar la distancia no es<br />
fácil. Hay que saber <strong>de</strong> qué se trata la soledad para no terminar<br />
siendo un retazo insomne. Hay que per<strong>de</strong>r la ansiedad<br />
<strong>de</strong> los finales para ver lejos.<br />
Habrá un instante para que se revele la sangre o se inun<strong>de</strong><br />
todo y <strong>de</strong>saparezcamos en medio <strong>de</strong> guerra y estupi<strong>de</strong>z.<br />
Supone. Entonces el mar seguirá intacto.<br />
Todavía es poca la bruma. En la playa se apren<strong>de</strong> <strong>de</strong> respeto,<br />
<strong>de</strong> solemnes y <strong>de</strong> calmas. Se pue<strong>de</strong> esperar para siempre<br />
o fugar en la dirección contraria.<br />
De a poco cierra los ojos y camina con la seguridad <strong>de</strong> algunos<br />
peces. Busca algo sin saberlo. Porque tal vez sea eso<br />
que siempre estuvo ahí: el azul gigante.<br />
Se olvida los zapatos en las piedras. El silencio abajo <strong>de</strong>l<br />
mar es suyo. Inmenso, incapaz <strong>de</strong> ser alguna otra cosa. Entra<br />
gratis en una danza inmune a la luna. Da vueltas imaginando<br />
veranos sin salida. Tiene risa, y una necesidad varicosa<br />
<strong>de</strong> contagiarla.<br />
Abriendo los brazos es dueña <strong>de</strong> todos los giros <strong>de</strong>l planeta.<br />
En sus codos se alojará siempre la madrugada. Una<br />
barca naranja corta la línea <strong>de</strong>l cielo, tira re<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>ja huellas.<br />
Ella saluda y grita algo parecido a la simpatía.<br />
Sigue bajando a la costa para tocar el agua con los <strong>de</strong>dos.<br />
Lo hace para <strong>de</strong>spedirse. Nadie sabe qué agra<strong>de</strong>ce.<br />
Cuando el mar se le mete en el cuerpo es una estaca dulce,<br />
dice. Una rueda que simula otros sueños. Nunca <strong>de</strong>seará<br />
que <strong>de</strong>saparezca o se ensucie.<br />
Hay algo <strong>de</strong> brillo en los bor<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l sur. Pero <strong>de</strong> a poco se<br />
extingue con la forma <strong>de</strong>l olvido. Crece la bruma y empaña<br />
algún retorno.<br />
Las marcas en la arena mojada son un rastro inútil que se<br />
diluye en cada ola. Mar <strong>de</strong> fondo. Un vaivén violento como<br />
la muerte se huele entre el otoño y el mundo.<br />
En el acantilado <strong>de</strong> rocas vainillas se perdió la tierra.<br />
Caen restos <strong>de</strong> antiguos animales marinos y lejos se intuye<br />
la espuma. Los músculos atur<strong>de</strong>n y una transpiración <strong>de</strong>sacostumbrada<br />
impi<strong>de</strong> ver lo que supone el <strong>de</strong>sierto.<br />
Entonces la busco. Grito. Pido saber qué es lo que se la<br />
lleva.<br />
Des<strong>de</strong> lejos nos parecemos. Como un perfil en la lluvia,<br />
como una intuición <strong>de</strong> las seis <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>. Entiendo <strong>de</strong>masiado<br />
bien a la sal entre los dientes. El mar lame los pies,<br />
aún si no están heridos. Las algas se aprovechan <strong>de</strong> mí. No<br />
conozco Mar <strong>de</strong>l Plata.<br />
Blue<br />
Fernando Vico<br />
MAR DEL PLATA<br />
Le dicen la feliz y nadie sabe por qué. Tal vez<br />
lo sepa Alfonsina Storni que eligió esa ciudad<br />
para matarse. O la gente que se divierte en la<br />
Bristol en medio <strong>de</strong> un caos generalizado. O<br />
los que van al puerto buscando mariscos y la<br />
ilusión <strong>de</strong> los barcos. La poesía sopla don<strong>de</strong><br />
quiere. También en esa ciudad maravillosa y<br />
terrible. Un poco <strong>de</strong> todo esto dicen los peces<br />
banana en los textos que siguen.<br />
fevico@hotmail.com<br />
Caminar <strong>de</strong>scalzo por la playa vacía. El atar<strong>de</strong>cer es inspirador.<br />
El cielo encapotado amenaza una tormenta. A lo lejos<br />
se ve a unos niños jugando, pero no hay que darles importancia.<br />
Sentarse a mirar las olas, el pasado. Escuchar frases<br />
que retumban con la pesa<strong>de</strong>z <strong>de</strong> un dinosaurio moribundo.<br />
El viento <strong>de</strong>be ser insoportable.<br />
Encen<strong>de</strong>r un fósforo. Rescatar alguna escena <strong>de</strong> la infancia<br />
más remota, por ejemplo, el día en que un compañero <strong>de</strong><br />
la escuela te pegó una paliza y tuvieron que llevarte al hospital.<br />
Intentar que vuelvan esas lágrimas. Pensar que todavía<br />
no pasó lo peor. Imaginar que tu compañero <strong>de</strong> escuela<br />
ahora está con ella. Ya es gran<strong>de</strong>, pero igual tiene puesto un<br />
<strong>de</strong>lantal blanco. Se ríe. Querés pegarle, aunque sabés que<br />
corrés el riesgo <strong>de</strong> terminar muerto.<br />
Tirar el fósforo. Caminar y sentir los pies sobre la <strong>de</strong>spareja<br />
superficie <strong>de</strong> la arena. Intentar alguna metáfora al respecto.<br />
Entrar a un bar y pedir vino <strong>de</strong> la casa. No mirar el<br />
televisor ni preguntar cómo va el partido. Escribir que la<br />
distancia te sirvió para darte cuenta <strong>de</strong> muchas cosas. Tachar<br />
lo escrito. Mandarte un vaso <strong>de</strong> un tirón. Escribir que<br />
la distancia te sirvió para darte cuenta <strong>de</strong> tus errores. Escribir<br />
que se merecen una oportunidad y que nada en el mundo<br />
es tan potente como el amor que sentís. Leer y releer lo<br />
que está escrito.<br />
Terminar el pingüino y dar la vuelta tímidamente ante el<br />
grito <strong>de</strong> gol. Volver al hotel, caminando bajo la lluvia por el<br />
medio <strong>de</strong> la calle. Sentir que el agua purifica. Decidir que la<br />
carta será enviada al día siguiente a primera hora. Llegar<br />
mojado, recostarse, abrir un libro en cualquier página y leer<br />
una frase al azar. Por ejemplo: ”Lo que Julio quería <strong>de</strong>cir<br />
era que la injusticia se había cometido con nosotros”. Detenerse<br />
en por qué fue elegida esa frase y no otra.<br />
Sacarse la ropa y mirarse, <strong>de</strong>snudo, al espejo. Preguntarse<br />
dón<strong>de</strong> está el alma. Pren<strong>de</strong>r la tele. Escuchar un <strong>de</strong>bate<br />
sobre la posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l crecimiento <strong>de</strong>l comercio exterior.<br />
Cómo integrarse en un bloque regional con Brasil. Dormirse.<br />
A la mañana siguiente, ducharse, vestirse y releer por última<br />
vez la carta. ¿Nada es tan potente como el amor que<br />
sentís? Guardarla entre las páginas <strong>de</strong>l libro y salir a <strong>de</strong>sayunar.<br />
Conversar con el mozo <strong>de</strong>l bar. Comentar algo sobre<br />
el partido. Comprar un boleto <strong>de</strong> vuelta. Hacerle una broma<br />
a la chica que ven<strong>de</strong> el pasaje. Volver a la playa. Es una mañana<br />
<strong>de</strong> sol.<br />
Va este título o cualquier otro<br />
Marcelo Miceli<br />
Campo Grupal / 16 Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia. Gandhi<br />
mamiceli@infovia.com.ar<br />
De cada novio obtuve algo. De lo que antes carecía, <strong>de</strong>spués<br />
lo tuve. Para que se entienda lo que intento <strong>de</strong>cir <strong>de</strong>bería<br />
<strong>de</strong>mostrarlo con ejemplos. Que con Cristian Q. abandoné<br />
mi casa y que con Damián H. construí mi estima. Que<br />
con Nahuel incorporé la calma y que con Franco K., bueno,<br />
otras cosas.<br />
Puedo continuar con el listado y hacerlo como que no lo<br />
hago. Incluso puedo citar <strong>de</strong> cada amor que tuve tengo heridas<br />
para ir armando el relato con citas cancheras. También<br />
puedo envolver las i<strong>de</strong>as para que no parezcan i<strong>de</strong>as y armar<br />
así una estructura, por qué no una metáfora vampira,<br />
con costuras invisibles.<br />
Leí algunos cuentos <strong>de</strong> Clarice y la mención me permite<br />
justificar estas líneas <strong>de</strong>shilachadas, dirigiendo el mensaje<br />
solo a quienes la conocen. Podría haberla puesto con su apellido,<br />
y la pongo: Lispector, para ampliar los lectores y no<br />
hacerme la snob. Pero el ponerla y el no hacerlo <strong>de</strong>terminan<br />
siempre algo.<br />
Cada <strong>de</strong>cisión me lleva para uno u otro camino. Lo mismo<br />
que me ocurre con mis novios por usar, otra vez, esta palabra.<br />
Aquí podría exten<strong>de</strong>rme sobre el uso <strong>de</strong>l término novio,<br />
una o dos oraciones discursivas. Pero qué sentido tiene.<br />
Pero si pongo pero qué sentido tiene estoy simulando una<br />
imagen distinta a la que quiero simular cuando termino antes<br />
la oración.<br />
Así estoy: yendo y viniendo. Me subo a una i<strong>de</strong>a y me bajo<br />
enseguida y en el movimiento vuelvo a subir. Salí con los<br />
chicos, los mencionados y otros, para que fueran ellos los<br />
que me llevaran. Pienso en el primero, en Cristian Q., y en<br />
su moto, que fue lo que me atrajo y lo que busqué en los <strong>de</strong>más.<br />
En cada novio busqué una moto. Una vez arriba, es difícil<br />
bajarse. Solo cuando se <strong>de</strong>tiene.<br />
Ahora no tengo moto. Este es el pasaje entre un novio y<br />
el siguiente. Hace rato que <strong>de</strong>jé al último y no veo que haya<br />
nadie esperándome en la esquina. Es más tiempo <strong>de</strong>l que<br />
estadísticamente, una larga y fea palabra, acostumbro a estar<br />
sin compañía.<br />
De cada cosa se pue<strong>de</strong> hacer estadística, para llenar el<br />
tiempo. Cuando estoy sola, como ahora, el tiempo se llena<br />
<strong>de</strong> in<strong>de</strong>cisiones, que si se quiere podría tomarse como una<br />
forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión: me <strong>de</strong>cido a estar in<strong>de</strong>cisa.<br />
Pero eso no lo <strong>de</strong>cido. ¿Quién pue<strong>de</strong> sentirse bien yendo<br />
y frenando y volviendo y <strong>de</strong>spués para otro lado y otra vez<br />
lo mismo?<br />
Me vine al mar para <strong>de</strong>spejar la cabeza, pero por el momento<br />
lo único que tengo es frío.<br />
Ilustraciones <strong>de</strong> Rosana Carballo ro_carballo@hotmail.com