Número 33 - Escuela de Psicología Social de Montevideo

Año 4 • Nº 33 • Abril de 2002 • $ 3.-
“El único héroe válido es el héroe ‘en grupo’, nunca el héroe individual" H.G.Oesterheld
Acontecimiento y potencia
Confidencias de una
subjetividad conmocionada
Multipsicodrama comunitario
“TODAVÍA RESPIRA...”
El trabajo
en equipo
en las
organizaciones
La
coordinación
y su dirección
clínica
La novela
corporal
de bolsillo
escriben
Raquel Bozzolo, Adriana Piterbarg,
Oscar González, Vicente Zito Lema,
Juan José Ferrarós, Gabriel Llanos,
Susana Kesselman, Luis Gruss,
Raúl Sintes, Martin Krymkiewicz,
Walter Vargas, Enrique Guinsberg,
Reflexiones en la red
Patricia Garrote.
Director: Román Mazzilli
“Los cacerolazos y las asambleas
33
YA nos cambiaron la vida”
Poder, estado y organización popular
POSICIONES FRENTE A LA CRISIS

Director
Román Mazzilli
Secretario de redacción
Walter Vargas
Redacción
Patricia Mercado
Daniel Seghezzo
Publicidad
Daniel Tripoli (15-5319-5803)
María Eugenia Conde (4553-1226)
Colaboran en esta edición
Raquel Bozzolo, Adriana Piterbarg,
Oscar González, Vicente Zito Lema,
Juan José Ferrarós, Gabriel Llanos,
Susana Kesselman, Luis Gruss,
Martin Krymkiewicz, Patrcia Garrote,
Ruben Amato, Rosana Fernández,
Betty Davidson.
Corresponsales
Juan Díaz (Bahía Blanca)
Juan Lovari (La Plata)
Roberto Sánchez (Mar del Plata)
Marta Carbonero (Bariloche)
Rodrigo Campos Alvo (Tucumán)
Montse Fornos (España)
Cecilia Biglieri (EE.UU.)
Raúl Sintes, (Uruguay)
Pedro Mascarenhas - Sergio
Antonio Carlos (Brasil)
Enrique Guinsberg (México)
Leonardo Montecchi - Terenzio
Formenti (Italia)
Jacinto Inbar (Israel)
Rosa Jaitin (Francia)
Jaime Marominsky (Chile)
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Ilustraciones: El eternauta, de
H.G.Oesterheld, Solano López y
Antonio Breccia
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Campo Grupal / 2
Acontecimiento y potencia
Confidencias de una
subjetividad conmocionada
Raquel Bozzolo
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En una reuni—n reciente de analistas institucionales, nos
pregunt‡bamos si los colegas ausentes estar’an ocupados
con otras reuniones o asambleas vecinales. Las agendas
estaban ocupadas, varios de nosotros hab’amos dudado adonde
ir esa noche, ya que coincid’an las actividades profesionales del
a–o pasado con las vecinales y/o movimientistas y/o pol’ticas
que nos trajo este a–o 2002. Otras preguntas insist’an: ÀQuŽ lugar
tendr’an nuestras pr‡cticas de institucionalistas, en este nuevo
escenario? ÀHabr’a nuevas consultas? ÀSer’an asimilables a
las anteriores? ÀCon quŽ dispositivos trabajar’amos?ÀPodr’amos
pensar desde la destituci—n del propio marco de las instituciones
cuyos efectos acostumbr‡bamos elucidar?
A partir del 20 de diciembre escucho y en ocasiones comparto
distintas frases de coet‡neos, (hombres y mujeres de alrededor
de 50 a–os) que reflejan la sacudida, el tembladeral, la zozobra
del panorama econ—mico y laboral, del futuro institucional. En el
tono de esos comentarios se alternan perplejidad, miedo, desaliento
y desesperanza, con entusiasmo, alegr’a y aœn emoci—n
frente a la movilizaci—n de los vecinos de la ciudad y al hecho de
sentirse otra vez sujeto del quehacer colectivo. Aflora en algunos
una duda que tortura y paraliza: ÒÀtodo esto servir‡ para algo?Ó
Hay quienes se sumaron r‡pidamente al quehacer vecinal, pero
tambiŽn quienes cacerolearon sin convicci—n porque ÒÁÁesto es
la clase media, y ya sabemos c—mo es la volubilidad de ese sector!!Ó.
EscuchŽ hace poco el lamento apesadumbrado de alguien
que siendo militante de toda la vida expresaba. Òsiempre dijimos
que esto iba a ocurrir pero justo ahora que ocurri—, no tuvimos
nada que verÓ, como si el hecho de no haber sido su vanguardia,
produc’a un impacto doloroso, m‡s all‡ de la coincidencia con el
sentido adjudicado a la pueblada (Àser‡ mejor ÒrevueltaÓ?).
Muchos de los miembros de mi generaci—n han empezado a
emitir opiniones, han realizado comentarios en los medios y han
producido escritos en un intento de armar pensamiento en aquello
que irrumpi— como novedad, otros descalificaron la novedad,
les fue m‡s f‡cil desconocerla. Si en un principio hubo cierto estupor,
hoy se abre el debate sobre los agrupamientos vecinales y
piqueteros, sobre lo espont‡neo y lo organizado, sobre la potencialidad
de la revuelta o la inutilidad de tanto esfuerzo en el exilio
del poder del estado. Surgen tambiŽn voces con cierto prestigio,
que critican los escraches, que impugnan por ultra-izquierdista
o nihilista, la consigna Òque se vayan todosÓ, que ridiculizan
las actividades de las asambleas vecinales, que suponen demasiado
orientadas a sus intereses particulares. (ÀSer‡n los mismos
que antes design‡bamos privados?).
Para los que hemos escrito sobre nuestra tarea en el campo de
los DDHH, para los que trabajamos en condiciones de dictadura,
nos resulta familiar la conmoci—n y la dificultad para pensar,
pero algo era distinto en aquella situaci—n: la subjetividad de militantes
pol’ticos nos sosten’a para realizar aquellas tareas que no
eran legitimadas en el ‡mbito profesional. As’ pudimos pensar,
hacer y incluso escribir, con las herramientas disponibles, como
forma de intervenci—n en la situaci—n.
EL CUERPO EN LA CLINICA
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El pasado es un prólogo. William Shakespeare
ÀLo que est‡ ocurriendo, transforma en algo nuestras instituciones
de pertenencia? ÀSeguimos siendo los mismos los que realizamos
hoy una intervenci—n institucional, participamos en una
jornada o escuchamos en la cl’nica? ÀDesde d—nde nos ubicamos
hoy, desde d—nde pensamos lo que pasa? ÀPero tambiŽn desde
d—nde participamos en una asamblea vecinal-popular? Hay ac‡
un primer problema de la escritura: Àcomo incluir las preguntas
que se abren ante cada nombre, cada calificaci—n? Los corchetes
y los parŽntesis no alcanzan. Por ejemplo: la nominaci—n, lo hab’amos
repetido tantas veces, siempre tiene su importanciaÉ Àla
tiene hoy? Àcu‡l es? ÀEs lo mismo el ÒpuebloÓ y la ÒgenteÓ? ÀDesignan
a un mismo conjunto previamente establecido? En algunos
escritos se los asimila sin preguntarse por su instituci—n.
Desde que Rom‡n Mazzilli decidi— -y comparti— su decisi—n
con los que lo empuj‡bamos a hacerlo- publicar el nœmero extraordinario
de enero de Campo Grupal, me pregunto si escribir
o no. Tengo temor de que la detenci—n imprescindible del escribir
esterilice el texto, que pierda as’ potencia de intervenci—n. Lo
inaprensible de lo que pasa, el vŽrtigo de las actividades y los sucesos,
no genera las mejores condiciones para pensar, y a la vez,
es all’ en ese fragor que se produce la conmoci—n subjetiva a la
que me quiero referir.
Me resisto a adoptar una posici—n de experto profesional, observando
el quehacer de los otros, nunca pude, nunca quise, nunca
me pareci— ni el œnico ni el mejor lugar para mi participaci—n
en un movimiento que apuesta a transformar lo existente. En
Žpocas de fuerte dominio del objetivismo materialista, aquella
manera de implicarse era tildado cr’ticamente de subjetivo. Claro,
en esa matriz de pensamiento, lo subjetivo era algo as’ como
lo personal, algo del polo de lo ps’quico, que se opon’a a la realidad
objetiva.
Hoy, que se ha roto en m’ esa impugnaci—n, pienso a lo subjetivo
como inseparable de lo pol’tico, no s—lo en el sentido de
subjetividad hist—ricamente determinada, sino en el sentido de
que las transformaciones m‡s importantes a las que apuesto requieren
de un proceso sostenido de subjetivaci—n, es decir de la
invenci—n de un sujeto que en sus actos y con los otros se construye
otro.
Entonces, quiŽn escribe esto, ÀquiŽn es?. ÀEs posible que alguien
que todav’a procesa una fuerte marca de su pasado, pueda
acceder a ser otro?. La marca previa Àser‡ obst‡culo y/o facilitador
para un proceso de subjetivaci—n? He trabajado muchas veces
la idea de la transformaci—n y de la alteraci—n subjetiva, me
estoy preguntando ahora acerca de las singulares tramitaciones
en su dependencia de condiciones subjetivas. No es la misma experiencia
para la, mujer del panadero de mi barrio que empobrecida,
empieza a participar de la asamblea del barrio sorprendiendo
a todos y sorprendida ella misma, que para el periodista con el
que siempre coincido o para la psicoanalista con la que presumo
difiero, o para los miembros de esa organizaci—n tradicional de la
izquierda que son repudiados por su capacidad de manijeo o para
los chicos de menos de 30 a–os que Òno hab’an hecho nunca
pol’ticaÓ y despuŽs de apedrear a la polic’a el 20 en la Plaza, trabajan
en festivales y comisiones vecinales. Estos chicos parecen
estar inaugurando un recorrido, sobre las marcas de otras pr‡cti-
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cas: las de los enfrentamientos con la yuta en festivales de rock
o en canchas de football. Un sobrino, que no acepta una invitaci—n
a almorzar porque Òtengo que ir al mercado central a realizar
la compra comunitaria para la asamblea, sabŽs t’aÓ, es un
claro ejemplo de esta nueva manera de estar en el mundo.
No encuentro una posici—n subjetiva que pueda erigirse en
ÒlaÓ forma del sujeto pol’tico de hoy. Parece que el sujeto colectivo,
el sujeto de la pol’tica no es ÒunoÓ compuesto, son varios.
ÀQuŽ pasa cuando esto es as’?. Hace tiempo sol’amos pensar desde
la idea del frente de clases sociales, luego pudimos pensar desde
un movimiento que incluyera otras diversidades. M‡s all‡ de
su devenir futuro, esta refundaci—n del sentido de la pol’tica, esta
manera de albergar la diversidad (Àpodremos asegurar que la
alberga?) es bastante distinta a la expresada en las met‡foras con
que pens‡bamos el fen—meno (redes sociales, insurrecciones de
la imaginaci—n, revueltas ut—picas, colectivo instituyente, etc.)
Hace tiempo que en muchos vacila la idea de que la pol’tica se
trate de tomar el poder del estado, para usar la met‡fora de Denisse
Najmanovich, ya no hab’a m‡s Òpalacio de inviernoÓ. Hoy
algunos constatan que el movimiento que nos va transformando
no apunta a un fin œltimo y que como pensaban no es predecible
su devenir. Me pregunto quŽ efectos subjetivos tienen las constataciones
de las teor’as, referentes de pensamiento (Badiou, Morin,
Deleuze, Negri), si permiten que el exceso producido, el tan
mentado ÒrealÓ, siga abriendo preguntas o sirven para clausurar
sentidos. Si la referencia al pensamiento de otro es desde la subjetividad
de experto nos llevar‡ inevitablemente a descubrir lo
que sab’amos que estaba, y entonces: Òyo ya lo hab’a dichoÓ, o
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Òya lo dijo fulanoÓ, es decir todo se sab’a de antes, hasta lo impredecible
del devenir. La herramienta de pensamiento devendr‡
en cita erudita, que confirma identidad y lugar profesional.
No sŽ si me ocurre algo de esto, es probable que no este exenta,
pero detecto una conmoci—n en m’ y en algunos amigos, que
me alegra y asusta, que me reconforta y me inquieta, y que no se
me resuelve por la referencia al pensamiento de ningœn autor.
Creo que se nos ha movido el piso a todos, ese es parte de los
efectos de lo ÒacontecimentalÓ del 20 de diciembre; sino ocurre
esto, no hay acontecimiento que valga. Si s—lo nos confirma saberes
y lugares, no podemos ser fieles a lo que planteamos como
novedad radical, como alteraci—n, como acontecimiento.
Quiz‡s ahora, despuŽs de tantas vueltas, empiezo a encontrar
algœn motivo para mis dificultades para escribir y para el tono
elegido al escribir esta nota, que en un inicio me resultaba excesivamente
confidencial. Quiz‡s sirva brindar testimonio de lo
que nos pasa, como dicen algunos autores que han teorizado sobre
la experiencia de desubjetivaci—n en campos de concentraci—n
o confinamiento, o en situaciones de exclusi—n extrema. Es
probable que necesite para constituir un verdadero testimonio de
la puntuaci—n de otros en mi resonancia, en mi implicaci—n. Debe
ser en la bœsqueda de esa puntuaci—n, de esa nueva vuelta, de
ese encuentro, que me decid’ a escribir. Y quiz‡s sea desde all’,
como dice la Alicia de Carroll, que podamos pensar acerca de
ese recorrido que nos hizo ser otro que el que fuimos hasta ayer.-
La poesía es más profunda y filosófica que la historia. Aristóteles
25 de marzo de 2002
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Acabo de leer, por tercera vez,
un artículo que me ha dejado
perplejo: páginas 42 a 45 de la
revista El Amante, número de
marzo. Título, La crisis, lo firma
Tomás Abraham. ¿Qué dice?
Intentaré una reseña esencial:
Abraham comienza por ponderar
las asambleas barriales,
porque “saca a la gente de la
demagogia televisiva para asumir
responsabilidades comunes”,
pero descarta el advenimiento
de nuevas formas de la
subjetividad. “Lo que yo veo es
una fragmentación que se despedaza
según una violencia
creciente”. Después, se resiste
a una respuesta unívoca a
eso que él mismo llama “una
debacle”. A decir del filósofo,
“el desastre no es resultado de
una política al servicio de un
imperialismo económico, sino
de políticas económicas que
pueden funcionar medianamente
bien en otros lugares
del planeta y que en el nuestro
terminan en un caos”.
Sin ahorrar acidez (habla de
capitalismos y anticapitalismos
de “opereta”), Abraham afirma
que la memoria “es un asunto
político”, en tanto “una cuestión
de voluntad, se recuerda lo
que se quiere”, se propone demoler
diversas hipótesis sobre
el trazo grueso de los setentas
y luego abreva en las benditas
estrategias: “...un análisis que
se pretende práctico, militante,
político, debe pensar en términos
estratégicos. Y estrategia
es saber lo que puedo, lo que
puede el otro y, además, saber
lo que quiero”.
Pero eso no es todo. Abraham
confiesa que le da miedo el futuro,
sostiene que acecharán a
la Argentina “nuevos y profundos
malestares económicos” e
imagina, no ya una guerra civil,
sino “más bien un Estado Policial
en permanente convulsión
y al borde de una guerra civil
que no será un enfrentamiento
entre dos bandos, sino una violencia
dispersa entre varios
grupos”. Dice, Tomás Abraham:
“El fenómeno argentino es inédito
en el mundo, por lo que su
porvenir no tiene modelo”.
¿Traigo estas palabras a Campo
Grupal al modo de alguien
que se siente representado por
otra voz y, jubiloso, las suscribe?
No. Las traigo en aras de
aceptar el consejo que Borges
decía aceptar de los irlandeses:
pensar contra sí mismo.
Tengo a Abraham como un tipo
de una furiosa lucidez y sentirme
tan lejos de sus enunciados
me coloca en una disyuntiva
interesante. ¿Descarto sus
dichos o los dejo fluir y exploro
la incomodidad que ellos me
promueven?
En eso estoy.
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Homenaje
Canto para los
muertos de diciembre
Vicente Zito Lema
In memoriam de los ca’dos
durante la represi—n del 20 de diciembre
en las calles de Buenos Aires.
Esta tierra de albas rosas se pudri—,
no por la lluvia;
Ya nada crecer‡ de buena eternidad.
Cielos bald’os,
ÁQue la desgracia sea!
Esta materia sin sentido / lejos del sue–o
Sin otra l‡grima que el grito, sin m‡s
voz que el silencio...
ÁQue la soledad sea!
Estos cuerpos apenas / fuera del alma
Sombras abandonadas a la piedad de un Dios...
Sangrando, asfixiadas, como estrellas,
m‡s que ciegas, fr’as...
ÁQue el mayor dolor, sea!
ÀQuiŽn call— la mœsica y ahog— la belleza
que como aire iba por el coraz—n del hombre?
ÁEl valor, que acumula.!
ÁEl interŽs, que corrompe!
ÁLa ganancia, que aliena!
ÀQuiŽn hizo de la justicia
la burla m‡s cruel?
ÁLa usura!
ÀQuiŽn cobr— con usura
los frutos de la vida?
ÁLa muerte!
ÀQuiŽn puso las palabras
en la boca de la muerte?
ÁLa raz—n!
ÀQuiŽn arrim— la cuerda
al cuello del ahorcado?
ÁEl miedo!
ÀQuiŽn arrancar‡ la cuerda
de la mano del verdugo?
ÁLa pasi—n!
ÀQuiŽn convirti— el hambre y la desdicha
en el pan de nuestra mesa?
ÁEl poder!
ÀQuiŽn har‡ la paz
cuando la Justicia sea?
ÁNuestros muertos!
(ÁPobrecitos nuestros muertos
que no vieron el fin de la desdicha!)
(ÁQue no tuvieron luz,
para las lagrimas oscuras de la agon’a!)
ÁPobrecitos nuestros muertos!
ÀQuiŽn hizo de nuestros muertos
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DE PSICOLOGêA SOCIAL
Teor’a de Enrique Pichon Rivi re
• Operador en Psicología Social: 3 años
• Consultor Psicológico: 3 años
• Profesorado para Profesionales y
Técnicos Superiores: 1 año y 1/2
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esps33@hotmail.com Horario: Lunes a viernes de 10 a a 21 hs.
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PREVENCION Y ASISTENCIA EN DESORDENES ALIMENTARIOS
Director: Lic. Alejandro Van Oostveldt
Pedro I. Rivera 2583 Capital Federal
4783-4968 de 9 a13 hs
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la œnica raz—n para la muerte?
ÁEl odio!
ÀD—nde mora el odio?
ÁEn la casa del poder!
ÀQuiŽn guardar‡ la
historia que se silencia?
ÁLa memoria!
ÀQuiŽn le dar‡ sentido
al cuerpo que se destruye por la calle?
ÁLa conciencia!
ÀQuiŽn detendr‡
la vida que se arrebata?
ÁEl deseo!
ÀQuiŽn har‡ del cuerpo
la casa para el alma, siempre?
ÁEl amor!
ÁQue el amor sea la vida
sobre el fr’o sudor de nuestros muertos!
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Multipsicodrama comunitario
En las calles y las plazas
“todavía respira...”
Adriana Piterbarg
adrianapiterbarg@arnet.com.ar
El s‡bado 16 marzo a las 16 hs. realizamos un Multipsicodrama
Comunitario en distintos lugares de Capital Federal
y Buenos Aires.
Fuimos m‡s de 40 psicodramatistas trabajando simult‡neamente
en espacios pœblicos como plazas, Sociedades de Fomento o calles
peatonales, todos a partir del mismo dispositivo, a la misma
hora, para intentar abordar psicodram‡ticamente algunos de los
conflictos m‡s urgentes de nuestra realidad social.
Contamos con el apoyo y colaboraci—n de distintos grupos de
vecinos que fueron sum‡ndose a este acontecimiento psicodram‡tico
multibarrial. Empezamos armando escenarios delimit‡ndolos
con telas de colores, fueron muchos m‡s de 600 personas las que
se acercaron a compartir este dispositivo (la mayor’a por primera
vez).
Nuestro trabajo gir— en torno a la pregunta: ÀQuŽ nos pasa
cuando lo que nos pasa nos sobrepasa?...y pasaron muchas cosas...
EmpecŽ a pensar como poner en palabras lo que tantos cuerpos
pusieron en escena simult‡neamente en lugares tan alejados: Almagro,
Boulogne, Castelar, Ituzaingo, Lomas de Zamora, Mor—n,
San Miguel, Villa Urquiza y lo que se me ocurri— fue escribir esta
nota Òen simult‡neoÓ, una suerte de compilaci—n de relatos de algunos
de los que hicieron posible este evento. Alberto Larroque
desde Almagro nos anuncia;
ÒY el psicodrama volvi— a las plazas.
Con amenaza de lluvia, con gente que miraba de lejos por miedo
a que le vendan algo, con colores y mœsica, con la llegada de
algunos amigos, y muchos desconocidos de todas las edades que
por fin se acercaron a ver que est‡bamos haciendo, y...Áse pusieron
a hacerlo con nosotros!Ó
Luego de tormentas elŽctricas toda la noche, amenaza de lluvias
torrenciales y un cielo que nos aplastaba de gris oscuro, a las 16
hs no llov’a y decidimos arrancar.
Lo primero fue una pregunta tan simple como inquietante:
ÀC—mo estamos hoy?
Perdidos, abatidos, bien, malhumorados, ultrajados, contentos,
inquietos, aturdidos. Mientras el sol se asomaba como una caricia
en Almagro, en Lomas de Zamora Susana Nuevo encend’a el micr—fono
pensando:
ÒEn el Gran Buenos Aires no hay tantas actividades en las Plazas
como en CapitalÓ, y Àsi la gente no participa? VŽrtigo, comienzo
con veinte personas, cuerpos que muestran Àc—mo estamos
hoy? gente que se va acercando, grupos de adolescentes que
escuchan desde las escalinatas, gente que sigue acerc‡ndoseÓ.
La gente tambiŽn se iba acercando a la plaza Echeverr’a, en Villa
Urquiza, donde Graciela Andrade comenzaba proponiendo la
primera consigna.
Cada uno de los espacios que elegimos para trabajar tiene una
historia propia, pero en uno esa historia tiene incorporado el
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Clase abierta y gratuita miercoles
10 de abril 19 hs.
Habilita para la realización de
pasantías - posibilidad de integrar el
plantel institucional.
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Tel/Fax: 4862-0944 L. a V. de 17 a 21 hs.
e-mail: elbancadero@hotmail.com www.geocities.com/elbanca
ÒGorki Grana, predio inundado, embarrado, aire fresco que seca
la tierra. Esa tierra que dŽcadas atr‡s estuvo enlodada porque
algunos hombres la destinaron a ser un campo de detenci—n clandestino,
la quinta de SerŽ, m‡s conocida como la Mansi—n SerŽ.
Tierra inundada por l‡grimas de hombres. Otros hombres, los que
no pensaban ni actuaban como pretend’an sus secuestradores. Un
rel‡mpago de fr’o recorre mi espina dorsal. Hoy Gorki Grana es
un complejo donde los vecinos podemos ir a recrearnos, hacer
deportes, caminar o correr al sol; otros ofrecen actividades libres
y gratuitas, se festejan cumplea–os o simplemente se juntan con
amigos. Es tambiŽn punto de reuni—n de asambleas barriales donde
se buscan alternativas para paliar estos momentos tan duros
que estamos atravesando todos los argentinos. Esta tierra que fue
violada en otros tiempos, regada con sangre, hoy es pisada por
hombres que r’en, se encuentran, proponen, discuten, acuerdan...Ó
En este espacio, donde se articulan nuestros distintos nunca m‡s,
la historia late en las escenas que van desplegando los vecinos,
nuestras escenas, nuestras historias, nuestros Ònunca m‡sÓ
Los quejosos y los solucionadores
Esta fue la segunda propuesta, jugar el juego de los quejosos y
los solucionadores.
Quejarse a fondo, por todo, por todos, quejas l—gicas, rid’culas,
quejas insignificantes, quejas entendibles, quejas preocupantes,
quejas contagiosas. Nos quejamos buscando alguna soluci—n o por
el simple hecho de quejarnos y los solucionadores tienen la consigna
de solucionar como sea, inventando, buscando recursos donde
no los hay...
Elvi R’os lo propuso en San Miguel :
ÒLas quejas , en San Miguel, por momentos sonaron un poco tibias.
Me preguntaba si tendr‡ que ver con los miedos, ya que est‡bamos
en territorio del Intendente Rico, donde no es comœn que
nadie se queje, y menos en las plazas. De todos modos me quedo
con algunas im‡genes que quiero compartir con Uds. En el juego
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Para Sara
y Simón
Raúl Sintes
raulsintes@yahoo.com.ar
...Caminando en
un rayo de sol
bajo el brazo se lleva el canilla
la noticia que nadie leyó
porque siempre la historia es la
misma
con pregones de a peso el montón
en las voces de viejos feriantes
va quedando esa sensación
que las cosas no son como antes
las vecinas saldrán a barrer
lo que haya dejado la noche
una sombra de complicidad
mil promesas y algunos reproches
mientras tanto el murguista otra vez
la recuerda en el amanecer...
Fragmento de
la Despedida 2002 de la Murga
Curtidores de Hongos. Letra: Hebert,
“Tiburón”, Martínez.
Apenas el viento de marzo aleja
los últimos coros del Carnaval,
Montevideo se apresta a dormir
la pesada siesta de Semana
Santa. La despedida de la última
murga es historia y se disuelve
en el aire su protesta,
que mezcla bronca con ironía.
Bajo el brazo se lleva el canilla
la noticia que nadie leyó, porque
los mismos feriantes de siempre
nos quieren seguir vendiendo
los pregones de a peso el montón.
Y la gente aprendió a reconocer
la verborrea mentirosa de
los diarios obsecuentes y a distinguir
los hilos que sostienen a
las marionetas de los informativos
de la televisión.
Porque la historia es siempre la
misma, y son siempre los mismos
periodistas y politiqueros; y
hasta sus palabras son siempre
las mismas.
Así que en la neblina aguantadora
de la conciencia popular se
arrastran como sombras las noticias:
los hermanos Rohm funden
bancos y El Estado (o sea
todos nosotros) cubre sus deudas,
las consecuencias del fiscalazo
de febrero, los intentos
del gobierno de ignorar a los setecientos
mil uruguayos que firmaron
para evitar la privatización
de la compañía telefónica,
los goles del último clásico y las
ambiguas e increíbles previsiones
del Ministro de Economía.
Se termina febrero y el carnaval
político de las mil promesas se
alarga hasta marzo, y todo parece
que va a quedar así, una
vez más, igual a sí mismo.
Pero inesperadamente una noticia
rasga, como una luz, la niebla
pareja y aburrida, y rompe
con las sombras de complicidad,
y transforma los escasos
reproches en una mezcla de
bronca y alegría: “APARECIÓ
SIMÓN EN BUENOS AIRES”.
Es el hijo, casi recién nacido,
que le arrancó la dictadura a
Sara Méndez. Ahora tiene 26
años. Y no sabía que era adoptado
y que su verdadera madre
fue encarcelada y torturada.
Montevideo se apresta a dormir
la pesada siesta de la “Semana
Santa”.
Va quedando esa sensación
que las cosas no son como
antes.
Y las vecinas saldrán a barrer lo
que haya dejado la noche.
de los quejosos y los solucionadores, Una persona dice: ÒYo quiero
ser el optimistaÓ, cuando su compa–era en la queja comienza
a decir con emoci—n ÒYo no quiero irme, pero as’ no se puede, ya
sŽ lo que es vivir en el exterior, quiero quedarme pero no sŽ c—mo,
estoy harta de que nos robenÓ, el solucionador se qued— mir‡ndola
en silencio prendido de la queja, que tambiŽn era suya.Ó
Solucionadores que frente a las quejas se quedan sin palabras.
Quejas que se mudan, se multiplican, se alojan en algœn rinc—n
del cuerpo...Soluciones que a veces aparecen en el mismo discurso
del quejoso. En Almagro, Guille Casta–eda registraba:
ÒAl tŽrmino del segundo ejercicio Ð cuerpos actuando la queja
de los quejosos , y otros actuando la reparaci—n de los solucionadores-
los presentes eran sesenta. Ya llamaba la atenci—n ÒesosÓ
en la plaza, conducidos por una voz, que hac’a preguntas, que
nos hacia protagonistas, que preguntaba Àc—mo estamos hoy? ,
Àc—mo nos quejamos? , que hacia cerrar los ojos y nos preguntaba
a nuestro ser interior... ÀquŽ somos...quejosos o solucionadores?
hab’a mas solucionadores...quiz‡s por eso est‡bamos
all’...intentando encontrar respuestas...Ó
Y las respuestas a veces ven’an de los participantes m‡s chiquititos.
En la plaza de Mor—n, una quejosa dej— mudos a todos los solucionadores,
nadie pod’a con ella, entonces Nora Belachour busc—
entre el pœblico alguna respuesta, se encontr— con un bracito
levantado, una nena de 7 a–os que simplemente dijo:
ÒLa soluci—n es que tiene que seguir luchandoÓ
Corporizando Argentina
Una queja lleva a otra queja, y empezamos a preguntarnos Àpor
quŽ estamos como estamos, cuales son los factores que tironearon
y tironean de nuestro pa’s?
Una persona prest— el cuerpo y se convirti— en Argentina, el auditorio
dec’a como est‡ Argentina en este momento, y los factores
que la tironean, la oprimen, la ...
La corporiz— Graciela De Luca en Villa Urquiza:
ÒJuguŽ el rol de Argentina, maniatada y tironeada por las privatizaciones,
la falta de amor a la patria, la corrupci—n, el individualismo.
ÀC—mo me sent’? desarticulada, incendiada, prostituida, asfixiada...ÁBASTA!
gritaba Argentina, era un pedido, una sœplica
ÁBASTA!... despuŽs la corporizaci—n de esta Argentina de hoy con
una escultura colectiva: cuerpos agobiados, enfrentados, opuestos,
bocas y ojos cerrados, a la que se le fue dando la forma deseada:
cabezas en alto, brazos enhiestos y unidos, miradas y bocas
abiertas, expresivas, colores, banderas. Alguien dijo que ten’a
que caminar, que no pod’a estar fija, y as’ caminando de a poco
fue sumando cuerpos que se unieron en una ronda de argentinos
diciendo : ÁOh juremos con gloria VIVIR!
ÀUtop’a?, me preguntaba. Necesidad.
Me preguntaba tambiŽn por el amor a la Patria, quŽ lejos estamos
de esa abstracci—n con la que las clases dirigentes burgue-
IGJ
000392
sas de all‡ lejos en el tiempo cohesionaron a los grupos sociales
en torno a una identidad nacional.Á Cu‡nta necesidad de refundar,
de repensar y recontratar nuestro pacto social!
No es casual que mientras esto ocurr’a en Villa Urquiza y en
Ituzaingo Argentina lloraba y era reconstruida con cuidado, en
Almagro Argentina estaba pariendo.Ó
Si, una Argentina grandota, con bigotes y todo, estaba pariendo
en el centro de la placita Almagro. Los participantes miraban at—nitos
este acontecimiento, el parto ven’a complicado, y algunos se
fueron acercando a ayudarla.
En San Miguel, mientras tanto, Argentina sonre’a:
ÒUna Argentina sonriente, envuelta en tules celestes y blancos
comienza a perder la sonrisa cuando es tironeada por el FMI ; la
corrupci—n y la injusticia. La Argentina se inclina hacia adelante
perdiendo estabilidad, pienso que se va de narices al piso, hasta
que aparece en escena EL PUEBLO, le rodea la cintura con
una soga y tira hacia atr‡s diciendo: ÒArgentina sos m’a y no te
comparto ni con del Fondo, ni con la Corrupci—n ni con la injusticia.
ÁQuŽ se vayan todos!Ó La imagen es una escultura viviente,
en la que la Argentina se sostiene con el torso hacia adelante,
las piernas abiertas, cansadas, tratando de resistir, segœn palabras
del auditorio.Ó
Las palabras del auditorio en el ÒGorki GranaÓ iban consolando
y levantando a una Argentina que lloraba. El escenario era ÒLa
Casa de la memoriaÓ, llamada por los vecinos Òel Museo para el
No OlvidoÓ. Este es el relato de Olga Lull:
ÒComo Argentina terminŽ atada de pies y manos, con una soga
alrededor de mis brazos, dos al cuello y tuerta. Cuando estaba as’
Susana dijo ÐAs’ est‡ Argentina- se hizo un silencio impresionante,
hasta que alguien dijo -Áfalta algo!- pas— y me arranc— el coraz—n.Ó
Justamente, una Argentina atada y sin coraz—n en el Museo para
el No Olvido...antigua Mansi—n SerŽ.
ÒEn Castelar Ð cuenta M—nica Gellert Ð Argentina es joven, ingenua,
triste. Ella resiste, pero est‡ atada , la atacan a traici—n,
llora, sufre, los que la ven piensan que tienen que hacer algo, pero
se quedan, no saben que pueden intervenir... solo miran y no se
atreven...y ven como la venden y se la llevan los que la compraron,
Argentina estalla en llanto...no tiene consuelo, no tenemos
consuelo...Ó
En la plaza de Lomas de Zamora, Òla gente construy— una Argentina
tironeada desde los bolsillos por los pol’ticos, maniatada
por la ineptitud de los de arriba, ahorcada por el ego’smo, envuelta
por la corrupci—n de miles que no llegar‡n a ser millones...Ó
Muchos chicos participaron en Mor—n, uno de no m‡s de 4 a–os
desempe–— el rol del ÒHambreÓ, ubic‡ndose en el est—mago de
Argentina, Cesar un Òchico de la calleÓ fue Òel abandono infantilÓ
agarr‡ndose bien fuerte del pie derecho de nuestro pa’s impi-
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diŽndole caminar.
ÒEn Almagro, el numero superaba los ochenta. No se iban y se
sumaban. Estaba esa chica con bincha que hab’a pasado corriendo
haciendo su aer—bic,. Estaba ese hombre con discapacidad
mental. Estaban aquellos que llegaron mas tarde suponiendo que
empezar’a mas tarde. Todos , disfrutando - y sufriendo- una Argentina
tironeada por los gobernantes, por los banqueros, por las
multinacionales y empresarios, por los sindicalistas, por el
fmi (Àporque tiene que ir con mayœsculas?) y tambiŽn la lejan’a
de los ciudadanos. Uno cerca , con velo, pero sin contacto. El otro
con las manos en los ojos, tap‡ndoselos. La Argentina que es tironeada,
tironeada, tironeada...
congelen ah’...
DespuŽs la resoluci—n: los gobernantes que sueltan la soga y la
Argentina que sale, fr‡gil, expulsada ante el nuevo tironeo a correr
suerte diversa y siniestra... y los ciudadanos que corren a
sostenerla, a buscarla , a cortar ataduras... Acci—n lucha, movimientos
bruscos...congelen ah’!... Àc—mo queda la escena?Ó
Los gobernantes se alejan, las multinacionales, los sindicalistas,
el FMI, todos en el mismo sector del escenario tironeando. El ciudadano
que estaba lejos, indiferente, se acerca a sostener. No sŽ
como pero el velo que le tapaba los ojos al otro ciudadano, al
ÒciegoÓ cae y Argentina se encuentra con esa mirada.
Transformando esculturas, reflejos del Òas’ estamosÓ
Y si as’ est‡ Argentina...as’ estamos los argentinos...Seis o siete
cuerpos se convirtieron en una ÒmasaÓ y varios escultores fueron
d‡ndole forma al Òas’ estamosÓ
ÒCon carga, separados, aislados, con ganas de irse del pa’s, cor
vados, pero con un espacio en una plaza pœblica con m‡s gente
acerc‡ndose, con m‡s gente participando, construyendo.Ó
Cuando los escultores finalizaron su construcci—n el pœblico puso
en palabras lo que esto transmit’a: aislamiento, dolor, cansancio,
impacto...
Y lo que me impact— fueron las palabras de un nene de 6 a–os,
quien hab’a estacionado su bicicleta en la primera fila y miraba
atento lo que all’ suced’a. Este nene con los ojos bien grandotes
dijo: ÒTodav’a respiraÓ
Me detuve, repet’ sus palabras, era cierto, nuestra escultura,
nuestra construcci—n, nuestra realidad todav’a respira y todav’a
algo podemos hacer para cambiarla.
Rosana Fern‡ndez en Villa Urquiza sent’a algo parecido:
Ò...al final la escultura as’ no nos gustaba, entonces la propuesta
fue cambiarla, y para eso trabajamos.....y cambia, todo cambia...y
la ronda se hizo cantando, y la farolera despuŽs de tropezar,
abri— la puerta y se fue a jugar...Ó
Y Guille segu’a jugando en Almagro:
ÒA Žsta altura ya Žramos cien cuerpos jugando, trabajando
psicodram‡ticamente en la transformaci—n de la escultura. Una
canci—n de Baglietto que se escucha...Òtodav’a me emocionan
ciertas cosas Òque penetra, que agita, que hace mover brazos,
que mueven telas, que mueven emociones, que tienen movimien-
to, que danzan, que ojos con l‡grimas, que cien cuerpos en movimiento
en una plaza. Cien cuerpos que no se conocen, y all’ est‡bamos
los que estaban jugando al ajedrez, o los que estaban en la
otra punta de la calesita. No vi lo que hac’an, estaba dentro convidando
colores, y lagrimeando junto a Sami, mi hija, emocion‡ndome
porque Žsta es la Argentina que quiero que conozca. Y las
telas que forman redes y se agitan. Y no se que dir’an los que pasaban
por la calle Salguero en las ventanillas de sus colectivos. Y
los que estaban en los bancos cercanos y aplaud’an, y los que...
Una cortina de rondas, una telas que se guardan. Unos cuerpos
que vuelven a nosotros mismos... ÁQue lindos que somos los humanos
cuando jugamos !! ...
Pero no s—lo jugamos en las plazas, en plena calle peatonal de
Boulogne, Diana PagŽs sintetizaba as’ esta experiencia colectiva:
ÒQuejas insolucionables, soluciones quejosas, una Argentina
patŽtica y maniatada con responsables claramente identificados,
entre los que aparec’a el Òpueblo indiferenteÓ.
Producci—n, ganas, sorpresa, compromiso, ilusi—n, esperanza,
en eso se transformaron la queja y la bronca.Ó
El psicodrama volvi— a las plazas, a las calles, abriendo el espacio
del Òcomo siÓ, mœltiples escenas, construcci—n, emociones,
encuentros, hasta Argentina estuvo pariendo y como dice Graciela
De Luca:
ÒComo psicodramatistas ÒasistimosÓ el parto ( y pienso en la
polisemia de este concepto).
Asistimos, abriendo un espacio psicodram‡tico donde sacar
afuera subjetividades.
Asistimos, como yo-auxiliares de grupos sociales en crisis.
Asistimos, comprometidos desde nuestro rol psicoprofil‡ctico
con la realidad.
Asistimos como ÒparterosÓ de nuevas respuestas a viejas y repetidas
situaciones.
Asistimos como agentes multiplicadores de esa convicci—n que
nos mantiene vivos: la revoluci—n creadora.Ó
Revoluci—n creadora que quiz‡s sea posible porque Argentina...
ÁÁÁTodav’a respira!!!
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Posiciones frente a la crisis
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Al desastre econ—mico y a la cat‡strofe social, inŽditos en
la historia argentina, se sum— a partir de Diciembre de
2001 una crisis pol’tica nunca vista. La conjunci—n de
las tres crisis configura una situaci—n explosiva, en todo el sentido
de la palabra. Hay un dato que condensa la magnitud de los
acontecimientos: es la primera vez que un gobierno civil, elegido
s—lo dos a–os antes, es derrocado por una pueblada y no por
un golpe militar. Junto con esto aparecen dos hechos tambiŽn
nuevos: los cacerolazos en plena Capital, y las Asambleas Barriales.
Mucho se ha escrito desde entonces, y la propia Campo
Grupal dedic— los nœmeros de Enero y Marzo al an‡lisis de estos
eventos.
Cuando se analiza algo siempre se ponen en juego los esquemas
te—ricos con los que se piensa, ya sean los pertinentes a una
disciplina o campo espec’fico (Psicoan‡lisis, Grupos, etc.), o
bien los supuestos ideol—gicos referidos al mundo social. En este
trabajo pretendo no s—lo expresar mis opiniones sobre la situaci—n
que a todos nos ata–e, sino tambiŽn comentar, cr’ticamente,
las vertidas por colegas en esta publicaci—n.
El problema del estado
Hay un primer dato que resalta en los an‡lisis hechos, en esta
revista y en casi todos lados, y es el olvido de lo acontecido en
las elecciones del 14 de Octubre, sin las que no se puede entender
lo que vino despuŽs. Ese d’a la alianza gobernante perdi— 5
millones y medio de votos, y otro mill—n y medio el partido del
entonces ministro de econom’a; esa votaci—n no fue s—lo un castigo
a un mal gobierno sino que se constituy— en un gigantesco
repudio, un cachetazo en pleno rostro a toda la clase pol’tica y
al circo electoral. Ese d’a diez millones de personas votaron en
blanco, no votaron o impugnaron el voto, pese a la campa–a en
contra y a favor de votar ÒpositivamenteÓ que ven’a del gobierno,
de los medios, de los partidos de oposici—n y hasta de sectores
de izquierda. Fue un voto bronca, sin duda, pero creo que fue
tambiŽn una clara se–al de que muchas cosas hab’an cambiado
en la conciencia de la gente; fue expresi—n del hartazgo, la indignaci—n,
el asco que sent’a la poblaci—n, pero tambiŽn de que
ya hab’a cuestionamientos muy profundos al sistema y no s—lo
al gobierno o al ÒmodeloÓ. Esa marea de votos (recordemos:
primera fuerza en Capital y Santa Fe, segunda en Buenos Aires
y tercera en C—rdoba, los cuatro distritos m‡s grandes) prefiguraba
la consigna Òque se vayan todosÓ, la necesidad y el reclamo
de un cambio de fondo y no exclusivamente de formas y figuras.
Octubre est‡ antes que Diciembre, no s—lo en el almanaque.
La masividad del voto repudio, las jornadas del 19 y 20 de Diciembre,
los cacerolazos, las asambleas y lo que en ellas se discute,
pusieron en el centro del debate la cuesti—n del poder, y
por lo tanto del estado en que ese poder encarna. El estado co-
mo instituci—n no existe desde siempre sino que es un producto
hist—rico-social que aparece en un cierto momento de la evoluci—n
de los pueblos, al menos de la gran mayor’a. Los diaguitas,
tehuelches, sioux y tantos otros pueblos de AmŽrica no conocieron
ninguna forma de estado hasta la conquista espa–ola; lo
mismo puede decirse de los pueblos de Africa, de Ocean’a y
Australia. El estado aparece en aquellos lugares en que se logra
salir de la econom’a de subsistencia a travŽs del desarrollo de la
ganader’a y la agricultura; al excedente econ—mico as’ generado
se lo apropia un sector de la sociedad que pasa a constituirse en
clase dominante, propietaria de los medios de producci—n que
hasta ese momento eran de propiedad colectiva. En este proceso
aparecen de manera conjunta el excedente, la apropiaci—n
privada, la divisi—n en clases, la esclavitud, y el estado. Dentro
del estado se destacan tres estamentos: una clase particular de
individuos que se dedican exclusivamente a la administraci—n
del gobierno, soldados profesionales, y una casta sacerdotal; en
todas partes estos tres sectores tuvieron siempre las m‡s estrechas
vinculaciones (con todas las particularidades que este proceso
general tuvo en el Imperio Inca, Egipto, Grecia, China,
etc.). As’ el estado es un aparato especial de gobierno que se recorta
de, y se impone a, la sociedad civil, a travŽs de leyes y un
aparato de coerci—n especializado. Como si no hay divisi—n en
clases no hay estado, el estado es una maquinaria destinada a
garantizar y perpetuar el dominio de esa clase sobre el conjunto;
el estado esclavista era de los propietarios y no de los esclavos,
el feudal era de los se–ores y no de los siervos, y el estado
capitalista es de los due–os del capital y no de todos los ciudadanos.
Otra cosa es la forma de gobierno, que ya desde la antigŸedad
reviste distintas modalidades: monarqu’a, tiran’a, repœblica,
etc. Y cualquier forma de gobierno se puede dar en cualquier
estado y Žpoca. La clase pol’tica, esa categor’a especial
de individuos que se dedican a gobernar a otros, es una necesidad
del estado, y son los que disponen de los instrumentos de
coerci—n, de violencia (leyes, fuerza armada, c‡rceles) que en su
conjunto forman la esencia del estado.
En nuestro caso el estado nacional se organiz— pol’ticamente
en 1853, de la mano de los terratenientes vencedores en Caseros,
y esa Constituci—n, con los agregados de la reforma de
1994, todav’a nos rige. El coraz—n de nuestra organizaci—n pol’tica
es el art. 22 de la Constituci—n: Òel pueblo no delibera ni
gobierna sino a travŽs de sus representantesÓ, y para que no queden
dudas enseguida aclara que toda reuni—n de personas que
quiera presionar a dichos representantes comete el delito de sedici—n.
Casi nada. Esto es lo que hoy est‡ puesto en cuesti—n, en
los hechos y tambiŽn en los debates que se dan: el coraz—n del
poder del estado, el mismo concepto de delegaci—n, y no s—lo
las pr‡cticas corruptas de los supuestos representantes. Se les
retir— la representaci—n, a todos; ya no tienen legitimidad, no se
los reconoce con derecho a ejercer la autoridad en nombre de
nadie. Puedo decir que de fondo esta falta de representatividad
siempre, o casi siempre, fue as’; pero hoy ya se grit— Òel rey est‡
desnudoÓ. La consigna Òque se vayan todosÓ es su expresi—n
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Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más. Oscar Wilde
m‡s ajustada, y m‡s literal. Y va aqu’ la primera polŽmica, porque
Ana Fern‡ndez, en el nœmero de Marzo, sostiene que si esta
consigna es pensada literalmente, como una gu’a de acci—n,
su inconsistencia se vuelve evidente porque en verdad pone
frente a un vac’o de sentido y de acci—n. Y esto porque cree que
su importancia est‡ en el vac’o que deja cuando reclama aquello
que no es posible. ÀPor quŽ es imposible, en quŽ se basa para
decirlo?. Ser‡ dif’cil, costoso, no estar‡ al alcance de la mano
ya, pero Àimposible?.
Acerca de las lecturas
El tiempo transcurrido, la decantaci—n de los acontecimientos,
poder leer lo que otros escribieron y publicaron antes, me
da la posibilidad de hacer ciertas reflexiones sobre las lecturas
hechas, sobre los supuestos que algunos colegas parecen manejar,
y tal vez tambiŽn sobre la posible articulaci—n entre las concepciones
cient’ficas y las ideol—gicas en cada uno. Tomo algunos
de los textos, los que me parece que hacen las afirmaciones
m‡s discutibles, y va de suyo que me centro en esto y no en hacer
un an‡lisis minucioso de los mismos. TambiŽn se entiende
que para comprender mejor las ideas aqu’ expuestas es necesaria
la lectura de dichos textos.
El Dr. Mart’nez Bouquet cuestiona duramente la situaci—n
actual y sus determinantes hist—ricos, que remonta hasta la conquista
espa–ola, pero cuando propone un curso de acci—n dice:
ÒEn los casos de tomas de grandes decisiones (decisiones de estado,
leyes nuevas, etc.) todo el proceso debe ser monitorizado,
supervisado, auditado por Organizaciones de Salud SocialÓ.
Adem‡s propone ex‡menes que aseguren la salud ps’quica y
Žtica de los aspirantes a funcionarios, y un tratamiento de
ÒAxioterapiaÓ para los malos funcionarios. Ser’a necesario que
aclarara c—mo piensa hacerlo, c—mo se podr’a lograr que ministros
y legisladores se sometan a dichos ex‡menes, criterios de
evaluaci—n, etc., etc. Suena demasiado parecido a otro intento
de psicologizar problemas sociales y pol’ticos. Ricardo Klein
critica las Òmedidas devastadorasÓ, a las que compara con la
metodolog’a nazi en el campo de concentraci—n, analiza los
efectos psicol—gicos del maltrato econ—mico, la implicaci—n de
los terapeutas, y tambiŽn dice que la intenci—n de su art’culo es
crear conciencia, en nosotros, y Òen los gobernantes a fin de
que se den cuenta que, adem‡s de usar medidas tŽcnicas, Žstas
refieren y remiten a la gente, produciendo sobre ellas efectos
sumados a lo econ—mico en s’ mismoÓ. P‡rrafos m‡s adelante
pone cuidado en aclarar: ÒNo creo que sea intenci—n del gobierno
el producir estos fen—menos ps’quicos, lo cual no quita que
desconoce profundamente los efectos que la modalidad de implementaci—n
de las medidas econ—micas produceÓ. Remata:
Òqueda por ello al gobierno hacerse cargo de la producci—n de
estos efectos, evit‡ndolos en lo sucesivoÓ, y cree posible ÒDesde
el gobierno, dejar de producir nuevas medidas desestructurantes,
dando posibilidad de cierta confianza y estabilidad a la
poblaci—nÓ. Con lo cual el autor parece creer: que el gobierno
lee Campo Grupal, que si lo leen a Žl comprender‡n sus errores
y se rectificar‡n, y que son un poco ignorantes pero en el
fondo buenos.
No nos va mejor con el art’culo de Alejandro Piscitelli. Segœn
Žl los argentinos padecer’amos de una especie de tara psicogenŽtica
incurable que nos pone fuera de las categor’as te—ricas
habituales y de las soluciones que en otras partes funcionaron
bien. Y en un aporte verdaderamente sorprendente recomienda
seguir a Seth Godin, Òun aventurero del marketing digitalÓ (sic)
que propone aprender a evolucionar incorporando mutaciones
positivas y tŽcnicas exitosas en el DNA digital Òde manera de
vencer a nuestros competidores m‡s lentos, m‡s torpes o m‡s
desviados (incluyendo especialmente a nuestros fantasmas)Ó. El
problema no ser’a cambiar, sino el miedo al cambio (!), y para
superarlo nada mejor que el entrenamiento permanente de la
gente en el management de los cambios incrementales, el ÒzoomingÓ
de Godin. M‡s aœn, propone que nos sintamos orgullosos
de Òser el laboratorio social para el cambio m‡s grande y (a lo
mejor) m‡s logrado del mundoÓ. QuiŽn maneja el laboratorio,
cu‡l es el costo de la experiencia, de eso no dice nada. (Si Argentina
es un laboratorio, debe ser el del Dr. Mengele).
Por trayectoria, nombre y posici—n en nuestro campo cient’fico,
considerarŽ en especial los art’culos de Denise Najmanovich
y Ana Fern‡ndez, que tienen muchos puntos de coincidencia
entre s’. Najmanovich es docente universitaria en epistemolog’a,
tiene libros escritos y art’culos publicados en diferentes
medios. Un art’culo suyo apareci— en el nœmero de Enero y otro
en el del mes pasado, y ambos constituyen una unidad conceptual.
El primero lo inicia con una cr’tica a los pol’ticos en gene-

al por sus privilegios de casta, la corrupci—n con la que operan,
y reconoce el hartazgo general de la poblaci—n con todos ellos.
Plantea como una necesidad ineludible el llevar la democracia
al interior de todas las instituciones en las que participamos, y
romper el c’rculo vicioso del autoritarismo de los directivos y
la pasividad de los dirigidos. Ya aqu’ comienzan los problemas,
porque afirma que este par autoritarismo-pasividad se da Òen
todas las organizacionesÓ. Esta afirmaci—n es problem‡tica por
lo general, es muy dif’cil, por no decir imposible, que ella conozca
a todas las escuelas, universidades, sindicatos, asociaciones
profesionales, partidos y dem‡s de Òtodo signo y colorÓ; semejante
generalizaci—n deja de lado diferencias, matices, complejidades,
aunque en el interior de su discurso parece cumplir
una funci—n que luego se comprende mejor. Esta supuesta pasividad
masiva estar’a indicando una abdicaci—n del ejercicio de
ciudadan’a (en negrita en el original) que hacemos cada uno
de nosotros (otra vez ÒtodosÓ), lo cual ser’a el producto de una
Òconcepci—n estrecha de la democracia y de los deberes de los
ciudadanos en su construcci—n y expansi—nÓ. Es evidente que
aqu’ maneja ciertas categor’as conceptuales que habr’a que precisar:
en principio quŽ se entiende por democracia, quŽ quiere
decir ÒestrechaÓ (Àhabr‡ formas amplias, holgadas, de democracia?),
quŽ significa Òexpansi—nÓ (expandir es extender los l’mites,
llevar algo a otro lugar: Àcu‡l es el lugar original donde
s’ hay democracia?). Dos veces habla de Òinstituciones republicanas
madurasÓ. Parecen ser algo bueno para la autora, ser’a deseable
que las tuviŽramos, no las define, pero reconoce que hay
pa’ses que han sabido construirlas (tal vez piense en ciertos pa’ses
europeos, con lo cual los coloca como modelos para nosotros).
Pero esta categorizaci—n tambiŽn es muy peculiar: pensar‡
que la secuencia es instituciones republicanas verdes-maduras-pasas-podridas,
o tal vez infantiles-adolescentes-maduras
(por adultas)-ancianas-decrŽpitas. Raro manejo de las categor’as
conceptuales, sociol—gicas, para quien en sus seminarios de
epistemolog’a hace una dura cr’tica a la Teor’a Cl‡sica de la Categor’as.
Como el art’culo expresa una concepci—n general de la sociedad
y el mundo, incluye objetivos y propuestas de acci—n. Entre
los primeros figura gestar un pensamiento polif—nico, democratizar
las instituciones en las que participamos, ejercer nuestra
cuota de poder, expandir el campo convivencial, todo en
aras de la gran tarea que es construir Òinstituciones republicanas
viables y transparentes y una democracia amplia a travŽs de
la renovaci—n del lazo socialÓ. Eso s’, no se trata de buscar culpables
sino de encontrar nuestra cuota de responsabilidad. Ejercer
nuestra cuota de poder est‡ bien, pero deja sin resolver el
gran tema, que es que la cuota de poder m‡s grande no est‡ en
nuestras manos, con lo cual en los hechos esta postura nos lleva
de nuevo a la quintita, aunque enuncie lo contrario. En lo
que hace a los culpables, es obvio que los hay y los conocemos
bien, pero no alcanza con saberlo, hay que castigarlos; sin justicia
se incrementa la impunidad.
El punto conceptual del que parte la autora es la aceptaci—n,
como hecho ineludible, de la abdicaci—n de poder, en las repœblicas
modernas (Àac‡ la secuencia ser‡ antiguas-modernasposmodernas?)
a favor de los representantes, o sea del Òaparato
pol’tico instituidoÓ, que tambiŽn ineludiblemente se autonomiza
de la sociedad civil. Si acepta esto acepta todo: el art’culo
22, este tipo de estado, y a lo m‡s que puede aspirar es a ejercer
un cierto control. No es inferencia m’a, su propuesta final es
lograr la Òparticipaci—n popularÓ para producir una Òrenovaci—n
de la dirigenciaÓ. Quiere renovarla, lo que tiene antecedentes,
cercanos y nefastos: la renovaci—n y cambio alfonsinista, la renovaci—n
peronista, la alternativa frepasista (casualmente los
tres partidos que gobernaron estos 18 a–os y que hoy sostienen
a Duhalde). Bonitos discursos, consecuencias terribles.
El segundo art’culo aclara los supuestos te—ricos con los que
opera, elige su enemigo a la izquierda (a todos, por supuesto) y
hasta se permite consideraciones que rozan la injuria. Como en
el primer art’culo dijo que en estos a–os no se pas— de la cr’tica
de cafŽ, eso la autoriza a sostener que los Òbuenos hŽroes sabemos
bien que s—lo existen en las teleseriesÓ. Ser’a instructivo
saber quiŽnes saben bien semejante cosa, ya que no somos todos.
Que de una persona se imprima su rostro en afiches y remeras
no se desprende que sea s—lo un ’cono; por ese camino
podr’a tranquilamente llegar a decir que la persona no existi—.
Adem‡s se coloca, llamativamente dado su nivel intelectual,
del lado de las simples vecinas, de los Òque desconocen los mecanismos
de la historiaÓ, poniendo en la vereda de enfrente a las
Òvanguardias esclarecidasÓ (todas, claro, no sea cosa que tenga
que pensar alguna diferencia). Ponerse del lado de los que desconocen
los mecanismos de la historia no le impide plantear
que es muy cuestionable que las leyes hist—ricas existan. Esto
no es muy coherente, c—mo puede afirmar que no existe aquello
que no conoce. Si el problema es que no las conoce el remedio
es estudiar, que no existan le abre el camino para decir que
no hace falta Òarquitecto o planificador centralÓ (o sea direcci—n);
por supuesto Òno se trata de tomar el poderÓ (ni se lo
plantea, y con estas ideas ser’a imposible). Es peor: afirma que
nadie sabe d—nde se esconde el poder. Hay muchas maneras de
informarse al respecto: diarios, revistas, prensa especializada,
libros, internet, autores como Chomsky y muchos otros, contempor‡neos
y antiguos. Hoy m‡s que nunca queda claro d—nde
reside el poder, quiŽnes lo tienen y para quŽ lo usan. Basta
ver la corta lista de beneficiarios de la devaluaci—n y la largu’sima
de perjudicados. Al menos la autora sabe que vivimos en
la era de la Òglobalizaci—n financieraÓ, algo es algo, pero se
confunde, o confunde con que en esta era Òel poder reside cada
vez menos en sitio algunoÓ. Que el dinero circule a altas velocidades
por medios electr—nicos no quiere decir que sea virtual,
que no exista, que no tenga due–os, que son personas de carne
y hueso y que adem‡s tienen nacionalidad. Pretende fundar un
nuevo pa’s sin tener el poder. ÁMenos mal que no delira Òcon
llegar a una nueva Utop’aÓ!. Diecisiete millones de pobres, 4
millones de indigentes, 22% de desocupados y otro tanto de subocupados
(cifras de Diciembre de 2001, hoy tienen que ser
m‡s altas), la industria nacional en ruinas: de eso no se sale sin
medidas concretas, sin una pol’tica econ—mica completamente
diferente, y eso s—lo lo puede hacer un gobierno; es lo que hoy
se discute en las asambleas: quŽ, quiŽn, c—mo, con quŽ programa,
con quŽ direcci—n.
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Cuando la verdad sea demasiado débil para defenderse tendrá que pasar al ataque. Brecht Bertold
Un par de comentarios m‡s sobre el art’culo de Ana Fern‡ndez.
Afirma que quedan desbordadas las categor’as habituales
para pensar los procesos sociales: Àcu‡les, las de quiŽnes?,
Àotra vez el todos?; si dijera que son las propias se podr’a empezar
a discutir sobre una mejor base. Queda claro que los que
hablan del fin de los relatos o de las utop’as no se privan de proponer
los suyos, con lo que el relato sobre el fin de los relatos
encubre un debate espec’fico con algo que no nombran. El resto
es igual: Ònada permite predecir el rumboÓ, el movimiento de
asambleas Òtal vez construya alguna radicalidad transformadoraÓ,
insiste en las Òestrategias sin tiempoÓ, y afirma que el movimiento
de asambleas tratar‡ de controlar el estado y Òno intenta
transformarse en gobiernoÓ. Ser’a bueno que estas œltimas
opiniones las sostuvieran con documentos de las asambleas, las
barriales y la interbarrial, y no con opiniones sueltas rescatadas
en una encuesta.
A modo de cierre
Desde ya que ninguno de los autores involucrados en este comentario,
lo cual me incluye, escribe sus art’culos teniendo a
las asambleas como destinatarias. Hablamos de ellas, pero
nuestros interlocutores son los lectores de Campo Grupal, o sea
un sector m‡s o menos amplio de integrantes del campo psi,
volcados preferentemente a los ‡mbitos grupal e institucional,
y que pueden participar o no en el movimiento barrial. Se trata
de un sector que en los œltimos 10 o 12 a–os se vio muy influido
por las corrientes te—ricas posmodernas, ampliamente hegem—nicas
en la universidad, en especial en la UBA. Si bien en
este trabajo me centrŽ en las ideas referidas a la realidad social,
queda un interrogante vital: en quŽ medida hay coherencia entre
las ideas generales sobre el mundo social y los conceptos
con que se manejan en los campos espec’ficos, ya sean epistemol—gicos,
grupales o terapŽuticos.
En lo que hace al movimiento de asambleas hay diferentes
opiniones y l’neas en cuanto a lo que son y a d—nde debe dirigirse;
est‡ claro que no son un soviet, pero s’ son una forma de
democracia directa inŽdita, al menos en la Capital, y podr’an
llegar a ser el germen de un nuevo tipo de poder y gobierno.
Rock y choripan en buc—licas noches de verano son algo muy
lindo, pero si eso es todo, o lo principal, habremos perdido otra
oportunidad hist—rica.
Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo
Rectora: Hebe de Bonafini
Director Académico: Vicente Zito Lema
ESPACIO de PSICOANÁLISIS
(Escuela de reflexión y teoría psicoanalítica)
Coordinador: Dr. Alfredo Grande
Duración: tres años Horario: lunes 19.15 a 22 hs.
Arancel: matrícula $ 25 y $ 25 por mes
Lunes 8 de abril 19 hs:
Presentación a cargo de Hebe de Bonafini,
Vicente Zito Lema y Alfredo Grande. Entrada libre.
Condiciones de Inscripción: amor por el conocimiento y
compromiso con el cambio social.
Importante: se podrán incorporar alumnos durante
todo el mes de abril
Informes e inscripción en Hipólito Yrigoyen 1584 Capital
Tel: 4384-8693 lunes a viernes de 15 a 22 hs.
E-mail: universidad@madres.org
Campo Grupal / 9

Enrique Guinsberg
gbje1567@cueyatl.uam.mx
No es igual pero poca lo diferencia:
solo la cantidad y el tiempo
transcurrido. Aquí no fueron los
30.000 de Argentina sino menos
de 1.000 los “desaparecidos” en
la también llamada guerra sucia
de los 70 y los 80, y el intento de
investigar las responsabilidades
recien se decreta ahora pese a
que defensores de los derechos
humanos siempre lo solicitaron.
En lo demás nada distinto: la misma
política “antisubversiva” con
sus clásicos métodos, y las mismas
justificaciones antes y ahora.
Pero, aunque tarde, se ha nombrado
un investigador con sospechoso
y largo nombre: Fiscalía
para la Atención de Hechos Probablemente
Constitutivos de Delitos
Federales, cometidos Directa
o Indirectamente por Servidores
Públicos en contra de Personas
Vinculadas con Movimientos Sociales
o Políticos del Pasado, que
ahora también, por resolución de
la Suprema Corte de Justicia, investigará
la represión de 1968 y
otras acciones represivas.
¿Será una investigación seria?
Quienes siempre lo solicitaron no
lo creen ni confían en el designado
Fiscal, que indudablemente no
es Ernesto Sábato ni los que integraron
su Comisión argentina. Es
cierto que a ella se integraron como
asesores dos víctimas del 68,
y también que el secretario de
Gobernación (ministro de Interior)
hizo entrega de toda la documentación
oficial hasta ahora secreta,
pero curándose en salud al reconocer
que no sabe si de ésta no
han sido previamente eliminados
materiales comprometedores.
Claro que de inmediato comenzaron
las defensas: desde la del ex
Presidente Echeverría que, por
supuesto, se declara inocente, y
la de su sucesor, López Portillo,
que simplemente señala que el
tiempo hizo prescribir todo. O la
de quienes, como el oficialista actual
presidente del Senado, declara
que la “guerra sucia” comenzó
con el asesinato de soldados
y de policías por subversivos
que optaron por la violencia, así
como que el Ejército no puede
quedar manchado aunque haya
habido militares represores.
A diferentes publicaciones han llegado
fotos inéditas que aclaran
mucho las responsabilidades de
1968, e incluso quién filmó todo
por órdenes de Echeverría declara
lo visto para calmar su conciencia,
aunque no sabe donde
está lo filmado. El secretario de
Gobernación insiste en que no
habrá “intocables” y señala la no
prescripción de los delitos, sin
que se confíe mucho en su palabra
al verse el no cumplimiento
de las promesas formuladas por
el primer gobierno no priísta en
70 años.
Los argumentos son los de siempre:
cumplimiento de órdenes por
parte tanto de Echeverría (en
1968 era secretario de Gobernación)
como de los militares represores,
olvidar todo en nombre de
la tranquilidad y la paz social y
para cerras heridas, etc. Más de
lo mismo.
Y algo tragicómico: una de las primeras
medidas de la Procuraduría
General de la República fue citar
a un importante número de
“desaparecidos”. Se reconoció el
error y se echó al funcionario responsable,
pero ¿será un síntoma
de lo que pasará?
Universidad Autónoma Metropolitana-
Xochimilco, México DF
Trabajo en equipo
Organización del trabajo
y ansiedad de la tarea
Juan José Ferrarós
juanjoferraros@hotmail.com
El presente escrito es una s’ntesis a efectos de compartir una experiencia
de consultor’a en una Aseguradora de Riesgos de Trabajo.
Se centra en el an‡lisis del impacto de las condiciones organizacionales
para el trabajo en equipos. Se caracterizaron condiciones:
1: materiales: distribuci—n de espacios, tiempos y funciones;
2: representacionales: valores y significaciones atribuidos a la tarea
y la interacci—n en esa cultura organizacional; y
3: carga ps’quica, inherente a la tarea.
La consulta
Se desarrolla para optimizar el trabajo en equipos y mejorar la atenci—n
al cliente, en un ‡rea de prestaciones de una prestigiosa ART. El
grupo humano estaba constituido por poco m‡s de cuarenta personas
en tres divisiones, que conformaban unos ocho equipos de trabajo.
Antes de optar por cualquier acci—n, los consultores decidimos recomendar
una observaci—n (participante) del clima de trabajo para evaluar
la interacci—n en los equipos, entre ellos y con los usuarios; y determinar
con m‡s precisi—n las necesidades del grupo. Acordamos una
observaci—n profesional a lo largo de una semana.
No siempre puede realizarse una observaci—n externa que interaccione
con el grupo de trabajo. Sin embargo, cuando es posible es un medio
muy eficaz para detectar y determinar las necesidades de un grupo.
Esto no significa que estŽ exenta de resistencias.
Las observaciones
Se observaron un conjunto de problemas, respecto de la atenci—n al
cliente, en particular telef—nica, falta de solidaridad y cooperaci—n insuficiente.
Me referirŽ a cada una de ellas con algunos ejemplos.
1: Materiales
Me dedicarŽ aqu’ a los problemas de orden funcional temporal y espacial
en el trabajo. Las palabras con que se denomina un ‡rea y su
funci—n, la distribuci—n de los espacios, disposici—n de los muebles y
elementos de trabajo, tienen un sentido significante, organizador de las
representaciones del trabajador con su tarea y con los otros. Constituyen
condiciones para el trabajo en equipo que impactar‡n en su eficacia.
EL ÔMEJORÕ HORARIO
El horario propuesto para la observaci—n era por la tarde y coincid’a
con una semana at’pica en que el gerente estaba fuera del pa’s. Mi experiencia
de los dos primeros d’as demostr— que ese horario, curiosa-
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• Grupos Terapéuticos
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mente, era utilizado para almorzar (en forma parcial). Las dificultades
para una buena atenci—n eran justificadas en una sobrecarga de trabajo
que no era evidente para m’. En horarios de ma–ana en cambio el
clima era m‡s activo, con m‡s nerviosismo y hasta algunos roces silenciados
y cierto formalismo para Ôpasarse la pelotaÕ. No era dif’cil entender
que para algunos, otros Ôse lavaban las manosÕ.
LA INDETERMINACIîN DE LAS FUNCIONES
Los liquidadores de siniestros, tratan con accidentados y empresas
clientes (desinformados las mas de las veces acerca del manejo de los
accidentes), as’ como asesores mŽdicos, ingenieros y abogados que intentan
interpretar y delimitar la siempre amplia actividad humana en el
trabajo.
Otro de los problemas consist’a en la ausencia de rutinas administrativas
y la diversidad de criterios para ir resolviendo en el camino las
marchas y contramarchas del negocio y algunas ambigŸedades de la
ley de riesgo de trabajo, en un mercado nuevo, cambiante y amenazado
por nuevas propuestas de legislaci—n.
A pesar de que algunas personas parec’an poder recitar cu‡les eran
los alcances de su tarea (incluso, el supervisor ten’a una discriminaci—n
escrita), no aparec’a clara en los hechos cotidianos. En algunos
temas, desconoc’an a quiŽnes correspond’an algunas tareas y desde
quŽ momento de la operaci—n; o bien cu‡les eran las prioridades.
EXISTêA UN VERDADERO DESORDEN.
Me llam— la atenci—n la distribuci—n de los puestos de trabajo y su
circulaci—n ya que no parec’an funcionales. Otros profesionales de
apoyo (mŽdicos) no ten’an oficina, compart’an una sala de reuniones a
modo de consultorio y peregrinaban por las PC de los liquidadores, a
las que ocasionalmente pod’an acceder.
LA ÔCAJA NEGRAÕ.
La disposici—n de los equipos de comunicaci—n y apoyo (telŽfonos,
fax, impresoras) respond’a al criterio (arquitect—nico tal vez) de tener
un Ôsector de servicioÕ. Esto tra’a aparejado que toda la informaci—n
para los equipos administrativos m‡s los de seguimiento mŽdico, terminara
en la misma bandeja de entradas que denominaban con el sugestivo
nombre de la Ôcaja negraÕ. En algunas horas del d’a llegaba a
tener 40 a 50 cm. de alto. Toda la pila sol’a ser revisada por cada equipo,
en busca de sus propios documentos. En algunas ocasiones solidarias
alguien tomaba la tarea de clasificaci—n y reparto.
2: Representacionales
La realidad de la organizaci—n y sus problemas son la consecuencia
de las representaciones que se tiene del negocio, de la organizaci—n y
del trabajo. En un escenario laboral el trabajador forma parte de una
red simb—lica que comparte con el colectivo profesional; con el conjunto
social de la organizaci—n; y la comunidad, incluidos los usuarios.
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Campo Grupal / 10 Cuán vano es sentarse a escribir cuando aún no te has levantado para vivir. Henry David Thoreau

Esta red atribuye un complejo sentido a la
tarea del trabajador y una valoraci—n, condicionando
as’, la eficacia y la satisfacci—n en
la misma. 1
Este foco de an‡lisis plantea un entrecruzamiento
de distintas representaciones de la
cultura organizacional. Algunas de ellas
eran:
RECLAMOS.
Una de ellas se refer’a a que el sector observado
se denominaba ÔReclamosÕ. Si bien este tŽrmino se derivaba
de la versi—n inglesa para solicitar cobertura, en la pr‡ctica confund’a
y predispon’a negativamente a los solicitantes. A algunos de Žstos, los
sorprend’a y lo entend’an como una desatenci—n. Definitivamente, no
es lo mismo hacer un pedido que reclamarlo. Por otra parte, cuando se
averiguaba por temas pendientes de otras ‡reas o toda informaci—n dudosa,
autom‡ticamente se eleg’a ÒReclamosÓ. A la hora de hablar con
clientes y usuarios la especificidad de las palabras son importantes y
pueden ser la diferencia entre predisposici—n cordial o actitudes hostiles.
ÒINGALLSÓ Y ÒDALLASÓ.
Si bien en teor’a las diferencias profesionales enriquecen la tarea y
son complementarias, en la pr‡ctica distintos oficios tienen su propia
ÔmiradaÕ (representaci—n) acerca de su tarea, la tarea global y los tŽrminos
del intercambio. Estas ÔmiradasÕ var’an de sector en sector y aœn
dentro de uno de ellos, entre grupos de puestos de trabajo. En esta gerencia
se refer’an a s’ mismos como los ÔIngallsÕ (en alusi—n a la forma
austera y solidaria en que los protagonistas, de esa serie televisiva, enfrentaban
su lucha cotidiana, como colonos del lejano oeste americano)
en contraposici—n a los ÔDallasÕ (otra serie televisiva, de lujosos
recursos empe–ados en la lucha por el poder) como denominaban a los
de los pisos altos (Sector Comercial entre otros). ÔIngallsÕÓ y ÔDallasÕ
ilustraban convenientemente como se representaban las diferencias de
recursos entre los de arriba y los de abajo. ƒstas eran as’ no s—lo espacialmente,
sino que arriba se trataba con los gerentes y empresarios
contratantes, en tanto abajo, concurr’an el personal obrero y administrativo
cubierto por el seguro.
ÔEL CLIENTE SIEMPRE DEBE SER ATENDIDOÕ.
Esta representaci—n era compartida por toda la organizaci—n. As’ se
eligi— un sistema de derivaci—n autom‡tica de llamadas que recorr’a
pr‡cticamente todos los puestos de trabajo y el cliente era atendido s’,
en ocasiones hasta cinco veces antes de dar con el equipo que le correspond’a.
Este sistema quintuplicaba la carga telef—nica en detrimento
del servicio que quer’a preservar.
ÔAUTISTASÕ.
La representaci—n de ÔautistasÕ es ejemplificadora. En momentos pico
se pod’a ver a alguien discando para enviar un fax, contestar otro telŽfono
y simult‡neamente leer una nota que le acercaba un compa–ero
(para responder otra llamada), o escribirle una respuesta. En una ocasi—n
de Žstas, en que me estaban presentando, ante la obvia falta de respuesta,
se autodefinieron como ÒautistasÓ. Lo interesante de aplicar
este diagn—stico cl’nico es que justamente el problema de los autistas
4º Seminario
Operación Psicosocial
en las Organizaciones
Educación, Salud, Servicios, Empresas
Duración Abril - Diciembre
Instrumentarse para operar en las organizaciones
Director del Seminario: Carlos R. Martínez
Ultimo plazo de inscripción 23 de Abril
Ejes Temáticos Esquema Sujeto/ Rol - Organizaciones
- Sociopatología Organizacional - Poder y Mecanismos
de exclusión y segregación - Conflicto y
Cambio - Diagnóstico Organizacional - Indagación,
objetivos, tipos de preguntas - Entrevistas de Presentación
y Diagnóstica - Operación Organizacional, Esquemas
y diseños - Dispositivos de operación, diseños
grupales, talleres, autodiagnósticos.
es que no se comunican. Los profesionales
en este caso, no pod’an absorber m‡s comunicaciones.
ÔAPAGANDO INCENDIOSÕ
Trabajando en la urgencia, no pod’an parar
para comunicarse o pensar las variaciones
en las prioridades, causando muchos
malos entendidos y un sentimiento generalizado
de incongruencia y falta de objetivos.
Por supuesto deb’an hacerse el tiempo
para arreglar las cosas que no hab’a habido tiempo de planificar. Las
relaciones interpersonales si bien no eran malas resent’an la cooperaci—n
y la calidad del trabajo en equipo.
3: La sobre-carga ps’quica
La cuesti—n del estrŽs fue otro problema analizado. Diferenciaremos
dos fuentes de tensi—n, en base a c—mo son detectadas por quienes las
padecen. (M‡s cerca o lejos de la consciencia).
ÔSOBRE-CARGAÕ DE TRABAJO.
Por una parte, un contexto cambiante, bastar’a por si solo, para generar
tensi—n, agregaremos aqu’ otros motivos que colaboraron, en algunos
momentos, al sentimiento de desborde de trabajo, derivados de:
1. el enfrentamiento permanente de situaciones nuevas.
2. los procedimientos, aœn nuevos y ambiguos (en algunos aspectos
todav’a) sobre accidentes a travŽs de ART.
3. la urgencia en la toma de decisiones que comprometen la salud
del trabajador asegurado y eventualmente el patrimonio de la empresa
asegurada.
4. la simultaneidad de llamados telef—nicos para una misma persona
en distintos internos.
5. la desinformaci—n de asegurados y accidentados sobre la legislaci—n
de riesgo de trabajo.
6. las contradicciones del sistema gubernamental de mediaci—n.
7. la presi—n por cobrar y /o les sean reintegradas prestaciones en los
tiempos econ—micos que corren, cuyo modo de liquidar no son aœn de
dominio para los asegurados.
Estos motivos provocaban, en ocasiones, el sentimiento de agotamiento,
de estar con muchas cosas pendientes, de tener que ÔhacerÕ sin
poder pensar y por lo tanto concretar una acci—n eficaz. Es la ÔsobrecargaÕ
de mucho trabajo y complejo que surge, consciente, tras una reflexi—n
sobre las condiciones del mismo.
LA DETECCIîN DE LA ANSIEDAD
Un cap’tulo aparte del an‡lisis organizacional lo constituy— la detecci—n
de la ansiedad que despierta la atenci—n de siniestros. No se manifiesta
de manera evidente, sino indirectamente a travŽs de la sensaci—n
de desborde, desconsuelo o frustraci—n (uno rezonga... rezonga...).
Habitualmente se monta sobre otros motivos presentes, como el exceso
de tareas, la complejidad del trabajo, la falta de reconocimiento.
Todo trabajo supone un esfuerzo ps’quico adem‡s del f’sico, segœn
la demanda de la tarea. La atenci—n de usuarios suele ser uno de los oficios
con una alta carga ps’quica, donde por el impacto emocional, el
Seminario
Dialéctica en los
procesos grupales
Apropiación de una herramienta metodológica
para comprender las contradicciones
Nivel Introductorio - Comienza Mayo
Frecuencia quincenal - Duración cuatro meses
A cargo de Virgilio Aguiar
Seminario
Técnicas de Operación sobre los vectores
comunicación, cooperación y aprendizaje
Comienza Mayo
Frecuencia quincenal - Duración cuatro meses
¿Cómo convertir el conocimiento en técnicas?
¿Cómo trabajar en los grupos, la comunidad, las
instituciones fuera del encuadre tradicional?
CONFLUENCIA Psicosocial - Director Carlos R. Martínez
Se entregan Certificados
4633-8144 / 154 421-9586 - confluenciapsicosocial@fibertel.com.ar
Para todo problema humano hay siempre una solución fácil, clara, plausible y equivocada. Henry-Louis Mencken
ESCRITU-
Luis Gruss
lgruss@ciudad.com.ar
Estufa
Calor encerrado en la caja de los
sueños. Tren en reposo. Lactancia
adormecida en un corpiño. La
rueda sabe el secreto de su propio
giro. Sabe y no puede. La
rueda está enferma de rueda. Si
no gira es un sexo muerto, una
cuchara sin uso, una boca llena,
apenas, con su propia lengua.
Hablo de la estufa apagada en
mi cuarto desde el verano pasado.
Hablo de un fósforo. Arde corazón
/ no te detengas. Que hablen
de una vez todos los mudos.
Yo estaba en la calle y una mujer
pasó casi pegada. El calor de su
cuerpo dejó al mío chamuscado.
Pero ella siguió su camino y el
cielo volvió a nublarse. Ahora estoy
frío como el agua embotellada
que guardo en la heladera.
Frío como dios cuando no escucha.
Ahora llueve y no tengo ganas
de vivir. La estufa no habla.
La estufa es una mujer que todavía
no durmió conmigo. Sé que
sus piernas contienen esa posibilidad.
Como la rueda, como el
tren, como la cuchara. El día empieza
y por todas partes veo estufas
y pájaros a punto de estallar.
Un gorrión se escapa de mi
voz y en el río la cara de los dos.
Mentiras piadosas de viejas canciones.
Mentiras de hielo. Tal vez
el hielo sea también una estufa
disfrazada. No puedo ver. No
puedo saber. Cualquier cosa
puede convertirse en otra. Y todo
lo que existe es materia en movimiento.
Hasta la estufa de mi
cuarto encierra ese misterio. La
estufa se mueve alrededor del
sol. El sol es una estufa encendida
para siempre. ¿Para siempre?
Ningún amor dura tanto. Ninguna
vida. Ninguna estufa está encendida
para todos. La eternidad es
un instante. Cuando llegan los
primeros calores apago la estufa
como un gesto más. Tendrá que
pasar un año entero hasta que el
acto vuelva a repetirse. El último
beso, la última canción, una despedida
que no fue pensada como
tal. Y entonces pienso que la estufa
quedó apagada para siempre.
Me falta invierno en la cabeza.
Un fuego en la nieve es una
estufa a la espera de su oportunidad.
Cuando pruebes mi cuerpo
recibirás una sorpresa. Puro goce
entre las voces. Podría gritar
pero no. Podría decir que estas
palabras no alcanzan. Pero sólo
tengo estas palabras para decirlo.
No puedo ni siquiera soñar.
Soñar es una estufa que dispara
locamente sus balas de fogueo.
He visto cañones muertos en la
isla. Falos, en realidad, que permanecen
en guardia para nadie.
El pene también es una estufa
que se prende y apaga. ¿Y la vagina?
La vagina espera siempre
una visita. Una mujer y un hombre
se esconden en la secreta
casa de los sueños. Ahora se
desnudan junto a la estufa. Y sin
embargo, pasados los años, se
envuelven suavemente entre
mortajas. Ahora el cuarto de arriba
está vacío. Lo habitan de noche
estúpidos fantasmas. Vendrán
otros cuerpos, otras ruedas,
otras estufas. ¿Seré olvidado?
Tocan el timbre. Tengo que bajar
a abrir.
(Dedicado al poeta chileno
Jorge Teillier)
Campo Grupal / 11

CINE/FILIA
Patricia Garrote
paggarrote@yahoo.com.ar
Gosford Park
El prestigioso Robert Altman (“Nashville”,
“M.A.S.H.”), nos regala otra de
sus exquisitas obras. Esta vez incursiona
en un género que no había experimentado:
la novela de suspenso.
Para lo cual se empapó de las clásicas
obras de Ágatha Christie. Por
momentos el film nos remite a “Eran
diez indiecitos” o a “Crimen en el Expreso
de Oriente” pero el director introdujo
una variante en el viejo “whodunit”.
Aquí el espectador se vuelve
protagonista por las sensaciones que
le trasmite la película y no tanto por
seguir las pistas que conducen al
asesino. Encontrarán, en cambio,
una invitación a disfrutar de la trama.
El film se sitúa en 1932 en una casa
de campo inglesa, donde se trasladó
el equipo de filmación. Diversos personajes
de la nobleza, y otros no tan
nobles, son invitados a una cacería
por el despótico dueño de casa interpretado
impecablemente por Michael
Gambon, a quien ya hemos disfrutado
en “El cocinero, el ladrón, etc.” de
Greenaway. Aquí empieza el desfile
de “los de arriba” y “los de abajo”. Y
es muy buena la idea de separar por
una escalera a dos mundos que sólo
en apariencia son radicalmente diferentes.
De a poco el film desnuda la
sutil degradación de los aristócratas,
ávidos de manipular los secretos que
sólo la servidumbre conoce, y los
pavoneos de los sirvientes que, con
aires de señores, se dividen en interminables
jerarquías. Sobre la mitad
de la película sólo la escalera mantiene
la verticalidad de la mansión;
los habitantes despliegan sus pasiones
en la misma superficie.
El film parece ubicarse dentro de
una tendencia que va desde el “El
Proyecto Blair Witch” hasta la caótica
“Memento”. La linealidad del relato
se rompe; no es necesaria una
causalidad lógica que desemboque
en un desenlace. Las escenas forman
parte de una coreografía en la
que importa el movimiento y no el
objetivo; no existe una trama predominante,
todos los momentos y episodios
terminan atrapados en un
mismo plano. Y ésta es una segunda
metáfora de una especie de inmanencia
que el director provoca con el
montaje de escenas haciendo jugar
libremente a los actores.
El resultado sorprende al espectador
cuando descubre que, en cierta forma,
tiene que dejar de serlo para
que la película cobre sentido. A diferencia
de lo que ocurre en el clásico
cine de suspenso es el espectador el
que recorta la trama que prefiere.
Esta tendencia parece integrarse
previsiblemente en una concepción
del mundo que niega la linealidad
causal de los fenómenos y afirma
que la presencia del observador modifica
la forma en la que ellos se expresan.
Para llevar a cabo esta obra Altman
recurrió a un elenco de primeras figuras,
la mayoría ingleses de larga
trayectoria en el teatro clásico. Se
destacan: Alan Bates, la exquisita
Maggie Smith (merecería su Oscar)
y Kristin Scott Thomas.
Pese a las 7 nominaciones al Oscar,
en este caso se trata de una película
que vale la pena ir a ver.
Dra. Mirta Susana Núñez
Abogada - Mediadora
Psicóloga Social
Especialista en Familia
y Sucesiones
Sarmiento 1422, 7º of. 3
Telfax 4373-1938
Cel.15-5109-2177
E-mail: mir@sinectis.com.ar
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Campo Grupal / 12
trabajador est‡ expuesto al sufrimiento. Estos puestos de trabajo, requieren
de una distancia psicol—gica cercana como para ofrecer interŽs
y escucha, y al mismo tiempo, suficiente como para no quedar inundado
de sentimientos.
Atender a un accidentado se trata de una demanda intensa. El liquidador
de siniestros interactua con un interlocutor (accidentado o persona
a su cargo) que atraviesa una situaci—n de shock o trauma, por el accidente
en s’ o por las consecuencias de su situaci—n laboral, con preocupaciones
por su integridad f’sica, incertidumbre respecto del puesto
de trabajo, su futura capacidad laboral y econ—mica para hacer frente a
su vida; y el concomitante temor a lo desconocido. As’, el estado de
‡nimo y equilibrio ps’quico de Žste se ve afectado y por lo tanto su capacidad
vincular. La exposici—n reiterada a esta situaci—n produce en el
trabajador cierta ansiedad o Òsobre-cargaÓ ps’quica (a veces imperceptible)
que afecta el estado de ‡nimo y f’sico, su humor incluso su car‡cter.
Uno de los hechos observados fue la sobre-alimentaci—n. Muchos
reconocieron haber subido de peso pero no pod’an relacionar este
sobre-demanda con la ansiedad generada por al tarea.
En algunos casos, recibir la llamada sobre un accidente grave, o tener
contacto con accidentados quemados o amputados, produc’a un impacto
emocional en el trabajador, m‡s all‡ de su capacidad profesional.
Aunque respond’an efectivamente en la situaci—n, quedan en un estado
de ‡nimo de sobrecarga ps’quica, desbordado o hipersensible sin tener
plena conciencia de ello. En otros casos generaba respuestas o conductas
hirientes, humor negro, o estados de hiperactividad que cumpl’an la
misi—n de descarga. No conscientes de los dis’miles efectos que sol’an
despertarles, se embarcaban en cr’ticas, rechazos y las consabidas camarillas
por parte de unos y otros.
Metodolog’a
Luego de la observaci—n se realizaron un informe y reuniones de capacitaci—n
con distintos grupos de equipos mixtos. Los supervisores y
el gerente constituyeron un grupo Ôper seÕ.
A partir de tŽcnicas grupales y videos de capacitaci—n centrados en
el objeto de la consulta (optimizar el trabajo en equipos y mejorar la
atenci—n al cliente) se discutieron y reflexionaron las observaciones
realizadas, en los aspectos pertinentes a cada grupo.
La tarea se desarroll— como proceso de cambio, m‡s extensiva que
intensiva, a lo largo de cuatro a–os. Los cambios de actitud y de h‡bitos
relacionales, requieren de un trabajo frecuente y sostenido, ya que
habr‡ de incidir en la base emocional del comportamiento. No es suficiente
por tanto, brindar informaci—n o ÔmostrarÕ los efectos relacionales.
Respecto de la ansiedad, se trabaj— el registro que los compa–eros ten’an
de los efectos sufridos en sus pares; m‡s evidentes en las consecuencias
f’sicas, como contracturas, descomposturas, etc.; pero tambiŽn
reacciones exageradas accesos de llanto, falta de sensibilidad, y
hasta planteamientos morales. Dentro de las tŽcnicas para abordar este
problema se incluyeron ejercicios de bioenergŽtica, con el objeto de
destrabar y liberar ‡reas corporales de tensi—n (energ’a y emociones
contenidas).
Aœn otra reflexi—n
La divisi—n del trabajo en las organizaciones ha demostrado hist—ricamente
desde Taylor hasta las experiencias de la Toyota, ser un motivo
de sufrimiento laboral en tanto el trabajador pierde de vista su participaci—n
en el producto/servicio final. Las actuales tŽcnicas de gesti—n
(empowerment) intentan reintegrar el car‡cter generador del ser
humano en el trabajo y aprovecharlo en beneficio del negocio.
Un trabajador insatisfecho no puede ser eficaz por mucho tiempo.
Tarde o temprano, un acto fallido, un olvido, una respuesta rutinaria
donde se requer’a una decisi—n creativa, en fin, un quiebre en su salud
psico-f’sica-laboral sobrevendr’a. Incluyo la creatividad dentro de esta
definici—n de salud.
El trabajador se protege de la percepci—n del sufrimiento implemen-
especializada en
PSICOLOGÍA
SOCIAL
Textos de: Ana P. de Quiroga
René Kaës, Mirtha Chokler,
Mirta Videla, Josefina Racedo,
Fidel Moccio, Jorge Pellegrini,
Paulo Freire y otros.
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Buenos Aires- Telefax: 4931-6197
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tando mecanismos defensivos. En el peor de los casos se trata de salidas
individuales, frecuentemente fallidas, que lo exponen a la condena
de sus propios pares, perturban su vida extra laboral o resultan auto
agresivas. El recurso a mecanismos defensivos individuales da cuenta
de que la fragmentaci—n provocada por ciertas organizaciones del trabajo
ha desencadenado un proceso de Òprivatizaci—n del sufrimientoÓ a
partir del cual el trabajador se culpabiliza a s’ mismo por la intolerancia
que experimenta en relaci—n a la tarea prescripta y tiende a ocultar,
incluso frente a sus pares, lo que juzga como una debilidad propia.
Esta caracter’stica de la organizaci—n del trabajo, la fragmentaci—n
del sentido de los actos profesionales, la ineficacia de los espacios de
reuni—n y discusi—n grupal, atentan contra la calidad de los equipos de
trabajo.
Algunos resultados positivos
A pesar de las dificultades organizacionales se mantuvo siempre el
apoyo de la gerencia y el interŽs de los trabajadores para con la tarea.
En los distintos grupos se fueron pensando y analizando estrategias en
los distintos niveles del ‡rea.
En la medida que pudieron tomarse en cuenta c—mo muchos problemas
se originaban en decisiones organizacionales, o en interpretaciones
conflictivas de aquŽllas, pudieron pensarse otras estrategias y reequipamientos
incluso relocalizaciones espaciales m‡s funcionales. La
observaci—n hab’a legitimado las consecuencias de decisiones que no
se ve’an problem‡ticas. La capacitaci—n facilit— asumir compromisos
en distintos niveles:
1. Compromiso de los niveles gerenciales:
-Designar el Area de Reclamos como Prestaciones.
-Redistribuci—n de los equipos de trabajo que permiti— por un lado
que cada equipo tuviese uno de relevo y al mismo tiempo concentrar la
informaci—n que circulaba a s—lo dos equipos. Sobre esta base:
-Dotarlos de equipos de fax para reducir la Ôcaja negraÕ
-Modificar el sistema de derivaciones telef—nicas.
-Precisar los prop—sitos de las decisiones
-Priorizar peri—dicamente las tareas.
-Redistribuci—n espacial de los miembros de los equipos,
-con mas proximidad funcional
-espacio propio para los mŽdicos y
-dotarlos de P.C.
-Destacar a una persona que se ocupara de la Recepci—n
2.Compromiso respecto de la interacci—n de los equipos:
-Mejorar la circulaci—n de expedientes dentro y fuera del ‡rea.
-Reorganizaci—n estratŽgica de reuniones de equipos, segœn los
casos:
-Formalizar algunos tipos de reuniones que surg’an de las necesidades
de la tarea.
-redefinir quiŽnes eran los involucrados a las reuniones.
-redefinir las frecuencias de los distintos tipos de reuniones.
-Realizar Ôreuniones cruzadasÕ entre todos los equipos.
3.Acuerdos solidarios de cooperaci—n y respeto:
-Mejorar la atenci—n y derivaci—n telef—nica que ahorraba tiempo
al conjunto, colectivamente y al cliente.
-Comprender y tolerar las diferencias, frente a conductas o expresiones
inapropiadas en casos l’mite.
-Respetar el tiempo de almuerzo y en los sanitarios de los compa-
–eros.
La presi—n telef—nica disminuy— sensiblemente, los puestos de trabajo
se ordenaron y equiparon, los mŽdicos dejaron de interferir en los
puestos de trabajo de los liquidadores. Se instal— la modalidad ya utilizada
de reuniones rel‡mpago (repentinas y cortas) para resolver casos
imprevistos, y se la hizo extensiva a las situaciones interpersonales. Se
mejoraron las condiciones para la convivencia, en los distintos equipos
y entre ellos. Se continœa trabajando en la capacitaci—n y homogeneizaci—n
de criterios para la toma de decisiones en situaciones de emergencia.
Nota
1 Al analizar c—mo construimos la realidad de la organizaci—n, Fernando
Flores responde: a travŽs de conversaciones obvias -las de la
vida del trabajo- y otras no tanto -las de la vida de relaciones entre
personas que comparten el mismo espacio- estas conversaciones as’
como las pr‡cticas recurrentes se basan en verdaderos acuerdos de
sentido.
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Intersticios y fantasmas
La coordinación
y su dirección clínica
Gabriel Llanos
centroshunyata@sinectis.com.ar
Para Anzieu el pasaje de conglomerado (amontonamiento de individuos)
a grupo, se da cuando el espacio entre ellos es llenado
con un v’nculo emocional, creando una malla que cubre el intersticio
(separaci—n) que hab’a entre cada individuo en el conglomerado.
Estos intersticios son lo œnico que aporta verdad, es lo œnico real previo
a la emoci—n, previo a la consolidaci—n del grupo.
El intersticio es con lo œnico que llegamos al grupo y con lo œnico
que nos vamos.
El grupo constituye un ritual de pasaje, y en ese pasaje se da el exorcismo
de los fantasmas. La escena psicodramatica transforma ese lugar,
promoviŽndolo a lugar sagrado.
En el camino hacia el intersticio externo se sacude a los fantasmas.
En el camino hacia el intersticio interno se evaporan los fantasmas.
El trabajo grupal deber’a hacer este pasaje: del intersticio doliente, al
intersticio amado. Y todo este pasaje se hace a travŽs de la emoci—n. Es
la malla de la emoci—n la que permite al individuo soportar ese pasaje
y aceptar la separaci—n real que hay entre individuos e ir lentamente saboreando
ese espacio que se abre y duele.
Mi visi—n es que en el trabajo grupal se parte del intersticio y se deber’a
terminar en el intersticio.
El grupo tambiŽn te puede aportar un yo menos patol—gico, con m‡s
capacidades de expresi—n, espontaneidad, vida y creaci—n, saliendo de
la ataduras de la civilizaci—n de las conservas, como dice Moreno. Pero
todo eso es superficial si lo hacemos s—lo con red, la prueba est‡ luego
en el conglomerado, en la vida real, sin grupo, en espacios desacralizados.
Ah’ hay que ir a jugar, ah’ hay que ir a saltar...al intersticio, al
vac’o.
Todo verdadero juego dram‡tico se hace desde el intersticio, todo
juego de rol, toda exposici—n es un llamado a practicar microrupturas
de grupo, es un llamado a abandonar la red emocional del circulo grupal.
Ir al centro de la escena donde la red no existe, salir del c’rculo por
los agujeros de la red del grupo y volver a ella por el mismo sitio, entrar
y salir del centro de la escena. Los protagonistas se paran en el vac’o,
en el centro de la escena, sin emoci—n que los contenga. Salir del
grupo y volver a Žl, tener la mamadera cerca por las dudas, salir de la
emoci—n y volver a ella.
La tarea del coordinador es empujar a ese espacio sin red, y tener sogas
listas, cada una con una medida especifica, con una textura especial,
algunas hasta con aromas especiales.
En realidad, como todo espacio terapŽutico el grupo es un enga–o, en
cada actividad grupal te est‡n llamando a disolver esta uni—n emocional
del grupo y a soportar ese estado anterior de conglomerado.
No te conf’es demasiado, el grupo es una trampa para la imagen que
tienes de ti mismo, para tu coraz—n; te quiere disolver, multiplicar dram‡ticamente,
y es ah’ donde el intersticio aparece otra vez, ah’ crece
entre tu visi—n y la de los otros, entre tu yo y los otros. En la multiplicaci—n
la red emocional se afina y se rompe, otra vez puede hacerte
quedar desnudo sin ÒmallaÓ, por uno de sus agujeros caer‡s al centro,
al vac’o.
La malla siempre tuvo los agujeros, son parte de su esencia; la emoci—n
no es un fen—meno estanco, es una malla emocional y esta malla
vista desde otro punto ser’a m‡s verdadero decir que es una malla intersticial,
por que los intersticios quedaran ah’ cuando la red se valla.
Si buscas la ruptura, el dolor, la angustia, estas en el lugar correcto;
porque si no te orientas hacia la desintegraci—n, si no puedes deleitarte
en ella todo ser‡ en vano.
Cuando la gente distra’da llega a un grupo, lo hace queriendo salir
del intersticio, ech‡ndolo, escupiŽndolo en la cara, jur‡ndose que no lo
quiere ver nunca m‡s,...hasta crea el matrimonio para eso.
Este espacio que se crea para trabajar con el psicodrama es un espacio
sagrado orientado en la bœsqueda del vac’o que posibilita la creatividad.
Dice Mircea Eliade que en todas las sociedades primitivas a los
espacios sagrados es siempre muy peligroso acercarse para quien entra
en contacto con ellos sin haberse preparado, sin haber pasado por los
Òmovimientos de aproximaci—nÓ que requiere cualquier acto religioso.
La emoci—n es la clave de estos movimientos de aproximaci—n antes
de la ca’da en el vac’o religioso, espiritual, diosal.
Desde un nivel de an‡lisis el grupo es solo una ilusi—n.
El objetivo terapŽutico es crear un individuo libre, uno que salte desde
las alturas de la vida sin tantos preparativos, sin tanta red, sin necesidad
de movimientos de aproximaci—n, saltando al escenario que le toque.
El psicodrama te lleva del conglomerado al grupo, y del grupo al
conglomerado, porque el conglomerado es real y el grupo una ficci—n.
Este es el primer nivel del trabajo psicodram‡tico: ayudar al florecimiento
del intersticio exterior. Y todo intersticio, toda separaci—n tiene
como sustancia el vac’o; soportar el vac’o de otro; emocional, libidinal,
ps’quico, puede ser la primera orientaci—n.
El segundo nivel se asienta con claridad luego cuando se ha consumado
el exorcismo de todos los fantasmas. Este nivel es el de la alimentaci—n
del intersticio interior, es la dimensi—n m‡s profunda. Ahora
es el intersticio que se afirma en su sentido m‡s expansivo, m‡s sustancial,
el de lugar lleno de nada. Si el intersticio no creara un espacio
Òde nadaÓ no habr’a separaci—n; en el exterior nos separa de otros, en
el interior nos agujerea, nos vac’a y parad—jicamente nos conecta.
Este intersticio interior es el que aparece cuando se expulsan los fantasmas.
Se crea un vac’o, un agujero en el yo. Lo que se agujerea, lo
que se vac’a es la visi—n del yo que antes estaba tomada por los fantasmas.
El yo se conecta ahora con la profundidad de lo carente, de lo no
nacido, se conecta con la cueva del potencial s—lo por la posibilidad de
ser ciego. Su ceguera es su conexi—n.
Los fantasmas son del tiempo y siempre pertenecen al pasado; est‡n
fechados, est‡n fichados. La ca’da de los fantasmas es la ca’da del
tiempo. El yo que tiene visi—n es un yo que gu’a desde el tiempo de los
fantasmas, invocados para ese trabajo, para ser sus ojos. Un yo que
gu’a es un yo fantasmal, un yo pose’do.
La carencia de fantasmas, de gu’a, de visi—n, enlaza m‡s que la emoci—n;
la emoci—n es superada. La emoci—n como lazo es superficial, ilusoria,
mortal, temporal, es un espejismo en comparaci—n con un pozo
infinito y abundante. El vac’o creado en el yo es un pozo ciego infinito,
ciego sin mirada, ciego sin prejuicio, ciego sin vacilaci—n, ciego inmanifiesto...Es
un espacio que desde la infancia fue ocupado por fantasmas,
y ahora desocupado es donde se puede hacer pasear a lo m‡s
colorido de la vida, la creatividad y tener mil ojos, mil miradas, espont‡neas,
que no surgen del tiempo de los fantasmas, de ninguna fecha
traum‡tica.
La ceguera es la gran posibilidad, la ceguera del yo es el origen de la
creatividad.
El intersticio externo y el intersticio interno est‡n hechos de la misma
sustancia, de nada, de vac’o. Y es en lo carente en donde somos
iguales. Podemos llenarnos por fuera y por dentro de nombres, t’tulos,
cosas, simbolos, y ah’ s’ somos distintos; pero en el œnico lugar que no
hay posibilidad de diferencia es en el vac’o y el vac’o conecta m‡s que
cualquier emoci—n.
La red emocional puede ser una c‡rcel, el vac’o solo libertad.
Cuando logramos coordinar a los dos intersticios, interno y externo
somos libres. El intersticio es un lazo que no es temporal, no pertenece
al tiempo, es un lazo eterno que se despliega m‡s suavemente desde
el interior al exterior. Cuando en el juego dram‡tico todav’a estamos
ocupados por fantasmas se produce un cruce violento del intersticio externo,
violencia en la exposici—n, en el juego, hay fuertes tirones fantasmales,
que no quieren ceder el espacio. Cuando intentas cruzar, ellos
jalan con fuerza, por que tu andar es el comienzo de su muerte. Su espacio
comienza a achicarse.
La mejor forma de cruzar el intersticio externo es sin carga, sin fantasmas
en el interior, por que los fantasmas son del pasado, est‡n muertos
y el peso muerto es doblemente pesado.
Solo sin fantasmas uno es llenado por el dolor limpio y pasajero, por
la angustia clara y pasajera. Uno mismo se revela como coordinador
para regular el dolor, acarici‡ndolo, llam‡ndolo. Esa es la forma menos
pesada, menos violenta. Primero deber’a obtenerse el intersticio interno
libre de fantasmas y solo luego el externo. Ir en otra direcci—n es tener
una direcci—n institucional, ideal, normalizadora, conservadora en
algœn sentido, y cl’nicamente inadecuada y sangrienta.
ÀSi no estoy libre para orientar-orientarme, para coordinar-coordinarme
que fantasma me conduce el cruce?
El jarrón da forma al vacío y la música al silencio. Georges Braque
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fue imaginarioÓ (W. Blake)
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CREATIVO en cada AMBITO
Ing. y P. Social
Victor H. Treffner
4343-9079
vtreffner@ciudad.com.ar
AUTOGESTION
FAMILIAR
DE LA SALUD
"Curso dirigido a todos
aquellos interesados en
colaborar en grupos a nivel
comunitario y familiar"
Terapias naturales
Primeros auxilios
Sin medicamentos
Resultados inmediatos
Control profesional
uki
Unidad Kinésica Integral
Av. Rivadavia 2530 4° "H"
(1034) Capital
Tel/Fax: 4952-9640
www.uki.com.ar / uki@uki.com.ar
Campo Grupal / 13

ABRIL EN
LA CASONA
TALLERES
TATEPAPAUESO: Taller de TŽcnicas
Participativas para una educaci—n
social. Taller de juegos y din‡micas
grupales. S‡bados de 11 a 13:30 hs.
Coordinado por Los del Marco.
Comienza 13 de abril.
Programa de entrenamiento
EL JUEGO EN TIEMPOS DE COLERA
para l’deres de equipos y grupos. S‡bados
de 10 hs. a 12 hs. o Jueves de 19
hs. a 21 hs. Coordina: Gabriel Garz—n.
CLêNICA DEL ROL PSICOSOCIAL
Grupo de entrenamiento, supervisi—n y
experimentaci—n. Encuentros semanales
para trabajar nuevos aspectos te—ricotŽcnicos
de la coordinaci—n de grupos.
Coordinaci—n: Rom‡n Mazzilli
TALLER DE ESCRITURA "ESCRIBIR
CONTRA EL DERRUMBE". Coordinado
por el periodista Luis Gruss.
SEMINARIOS CORTOS
ÀQUƒ SE YO DE AFRICA? Coordinado
por el periodista y escritor angole–o
Sebasti‡n Coelho.
EDUCACIîN Y POBREZA: Din‡micas
para el trabajo con sectores populares.
COORDINADO POR: Marcela Fridman.
TAMBIƒN: encuadernaci—n, xilograf’a,
p‡tinas, vitrales, m‡scaras, taller de
la memoria para abuelos, yoga, pl‡stica
y recreaci—n para chicos, gimnasia
aerolocalizada, taller de t’teres con
teatro, Iniciaci—n actoral, tertulias
nocturnas, taller de la memoria oral
barrial, taller un viaje con todos
los sentidos— 4 encuentros con olor
a nuevo.
CICLO DE LOS VIERNES
A LA GORRA
Viernes 5 de abril a las 19:30 hs.
Teatro Espont‡neo coordinado por el
grupo T.E.A. Ser autor, actor y espectador
en un mismo encuentro.
Viernes 19 de abril a las 19:30 hs. Psicodrama
comunitario. Hoy: Nuevos
Horizontes. Coord.: TEA.
Viernes 26 de abril a las 19:30 hs.:
Zona de juego. Juegos vivenciales para
para j—venes y adultos. Coordinado por
el grupo Los del Marco.
AREA COMUNITARIA
-Comisi—n de redes de la Asamblea de
Corrientes y Medrano.
-Taller de la memoria oral barrial.
-Visitas guiadas: "El Abasto: una
recorrida por el barrio de ayer y de
hoy" Domingos 7 y 21 de abril a las
16:30 hs. Caminata.
-"Los caminos de Gardel en el Abasto".
Domingo 14 a las 16:30 hs. Salida
desde Humahuaca 3508. En combie.
Humahuaca 3508
Abasto / Capital
4862/5369
humahuaca3508@yahoo.com
Conceptos y afectos
La novela corporal
de bolsillo
Susana Kesselman
keselman@exito.pccp.com.ar
Los conceptos no son, van siendo, en particular cuando existe
la voluntad de mantenerlos abiertos. As’ Novela Corporal
surge como un conglomerado de expresiones, todas
ellas referidas a las distintas maneras de decir que no hay un
cuerpo, sino multiplicidad de cuerpos. Que un cuerpo es Obra
Abierta que se ofrece al usuario para ser cambiado, deformado,
fragmentado. Lo que sea necesario para hacerlo desconocido a
Òuno mismoÓ, que es el que siempre sabe quiŽn habla o de quŽ va
la vida. S—lo hay novela corporal en tanto producci—n de algo
nuevo, de nuevas versiones, de nuevas lecturas de los sucesos del
cuerpo y se necesita un fabulador, un novelista, que aliente otras
formas de contar, que abra el destino a los azares posibles. Un novelero
que recomience cada vez que irrumpe un gato negro, un
mal presagio, un sabor amargo y ofrezca recorridos que no configuren
un mapa œnico de geograf’as preestablecidas. Cartograf’a,
le dicen, a aquel diagrama donde se despliegan l’neas de fuga
para inventar territorios. Un tropiezo, un desliz del terreno disloca
a quien camina y lo desv’a, lo demora, le tuerce el cuello al
porvenir. Porque la geograf’a cambia la historia, cuando bifurca
el tiempo del correcaminos y lo distrae de otros apuros. De eso se
trata, de un cambio en el tiempo que es como decir un cambio en
la percepci—n y en quien percibe. La generaci—n de nuevas percepciones,
que alguien llama perceptos, para distinguirlos de los
conceptos, nuevas formas de pensar y de los afectos, nuevas for-
PSICOLOGIA SOCIAL
Curso para la formación de Educadores Familiares y Comunitarios.
Objetivo principal del Curso-Taller: Conformar equipos de prevención
en problemáticas psico-sociales.
Coordinación general: Lic. Maria de los Angeles Grattagliano
Arancel: $ 35 por mes.
El curso está programado con la participación de
prestigiosos especialistas. • Se entregarán certificados
Dia: Jueves de 19 a 21,30 hs. En el Instituto San Ambrosio
Darregueyra 2445 Cap. Tel: 4553-8052
mas de sentir (Deleuze). Un cambio que requiere un preceptor,
lector, cineasta, dramaturgo, espectador estŽtico de la existencia,
que desate la vida del carro del futuro perfecto y la deje Òun pocoÓ
a la deriva. Cuerpo sin —rganos (Antonin Artaud) para distinguirlo
de aquel cuerpo con tantos —rganos que no ha lugar a nuevas
organizaciones por tanto pasado que pesa sin dejar pasar.
ÀPor quŽ se cree que alguien puede hacer florecer una idea y no
un om—plato? ÀCu‡ntas veces tenemos alas en los pies y tambiŽn
andamos con pies de plomo? ÀAcaso un est—mago no es capaz de
muchos metabolismos por amor o por bronca? Y no digamos el
sistema nervioso que est‡ siempre al borde de ser otro. Ser’a exagerado
decir que muchas novelas corporales caben en un bolsillo,
pero Àpor quŽ no?
Y todav’a no mencionŽ el devenir. Devenir era lo que le ocurri—
al cŽlebre Oliver Sack (ÒCon una sola pierna.Ó) cuando corrido
por un toro en la ladera de una monta–a noruega, cay— y quebr—
su pierna sin tener alrededor alma ninguna a quien pedir auxilio.
Como la cosa era andar o morir, nada mejor que un desplazamiento
glœteo, que lo desliza Òcuesta abajo apoyado en el trasero,
empuj‡ndome o remando con los brazos y utilizando la
pierna buena como tim—nÓ y a veces como freno. Pero, cuando
las fuerzas flaquean, un ritornelo lo vuelve al ritmo de la vida,
Òuna especie de canci—n de marcha o de remo, unas veces era la
canci—n de los bateleros del Volga Éincluso cuando no era literal,
audiblemente mœsica, estaba la mœsica de los mœsculos tocando
la silenciosa mœsica del cuerpoÓ.
Clarice Lispector (La pasi—n segœn G.H.) se pregunta si existe
otro sentir cucaracha que la atenci—n de seguir viva. ÒTodo lo que
yo hab’a superpuesto a lo inextricable de m’ misma, jam‡s hab’a
llegado a anular la atenci—n para vivir, era el proceso mismo de
vida en m’Ó.
Y tantos personajes que fugan de la median’a de la vida como
el Òp‡jaroÓ Walt, el ÒMr. VŽrtigoÓ de Paul Auster y los tan diversos
heter—nimos de Pessoa, que Hern‡n Kesselman multiplica en
la escena cl’nica para que el profesional atascado emprenda otro
vuelo o haga nacer su mariposa.
Devenir, construirse nuevas alternativas de existencia en el
cuerpo roto y fabricarse una melod’a que permita avanzar, que
deje seguir novelando la vida. Las vidas en el cuerpo.
INDIVIDUAL - GRUPAL - TALLERES
CONSULTORIOS
Alquile por horas
ZONA BOTANICO (Armenia y Santa Fe)
COMODAMENTE AMBIENTADOS CON SECRETARIA
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Actividades 2002
PAQUETES ESPECIALES DE PRECIOS
PARA MAS DE 12 HORAS SEMANALES
informes en el teléfono 4832-0841
*Grupos de reflexión para varones
*Grupos de mujeres investigando la
masculinidad.
*Grupo de investigación / formación.
Para información, consultas o preguntas:
Coordinador: Lic. Guillermo Augusto Vilaseca Miembro de IASOM International Asociation for Studies of Men
Informes : 54 11 4804-5811 vilaseca@varones.com.ar
Campo Grupal / 14 La pintura es mas fuerte que yo, siempre consigue que haga lo que ella quiere. Pablo Picasso
*Nuevos horizontes en el desempeño
de roles profesionales.
*Entrenamiento en estrategias de cambio.
*Grupos terapéuticos.
*Preparándose para la llegada de un hijo.
*Consultas individuales y vinculares.

AGENDA
Coordinación de grupos
El Instituto de Investigaciones Grupales, que dirige la Lic.
Graciela Jasiner, abre la inscripción para el ciclo 2002 del
Programa de Especialización en Coordinación de Grupos. Con
talleres de Multirecursos Técnicos, Seminarios Teóricos y Pasantías
de Entrenamiento.
Aranceles Reducidos.
Informes al 4833-7808. e-mail: gjasiner@yahoo.com
Centro Oro
Desde hace 30 años solidario con la Salud Mental de la comunidad,
ofrece:
-Grupos de Encuentro Gratuitos
“Saliendo del Corralito del Miedo” todos los jueves a las
19:30hs.
-Psicoterapia y Grupos terapéuticos al alcance de todos.
Güemes 4710 -Capital Federal- Tel: 4773-8289/4037
4772-885 e-mail: centrooro@ciudad.com.ar
Cursos en Almagro
La Escuela de Psicodrama de San Miguel te informa que a
partir de abril comenzarán a funcionar en la sede de Almagro,
Bulnes 551 3°A, los siguientes cursos:
a - Curso de Aproximación al Psicodrama (equivalente al Nivel
I de la formación). Primer y tercer viernes de cada mes de
10.30 a 12.30 hs. Comienza el viernes 5
b - Curso de Aproximación al Psicodrama (equivalente al Nivel
I de la formación). Primer y tercer viernes de cada mes de
19 a 21 hs. Comienza el viernes 5
c - Curso de Técnicas de acción aplicables en el trabajo grupal.
Segundo y cuarto viernes de cada mes de 17 a 19 hs.
Comienza el viernes 12
Informes: 4431-8773
adrianapiterbarg@arnet.com.ar
Clínica del rol psicosocial
Grupo de entrenamiento, supervisión y experimentación para
psicólogos sociales.
Encuentros semanales para trabajar nuevos aspectos teóricotécnicos
de la coordinación de grupos.
Coordinación: Román Mazzilli
Miercoles de 20 a 22 hs. en la Casona Cultural Humahuaca.
Humahuaca 3508 Capital • Arancel: $ 40 por mes
Solicitar entrevista al 4553-1226
Por e-mail: roman@campogrupal.com
S.O.S ¡Soy docente!
Un SPA Psicodramático para docentes que necesitan sostenerse
y ser sostenidos en situación de crisis.
Tercer viernes de cada mes de 18 a 20 hs.
Fecha de inicio: 19 de abril
Escuela de Psicodrama de San Miguel
Sede: Sarmiento 1478 2º Piso- San Miguel
Coordina Elvi Ríos - Psicodramatista - Psic. Social
Se requiere inscripción previa.
Informes: 4663-0485 elviri@infovia.com.ar
www.clinicagrupal.com
SEMINARIO 2002: "Miradas-Interrogantes-Practicas”
¿Para quienes?:
Profesionales del campo de la salud.
Principiantes: preparándose para el desempeño del rol.
Experimentados: descubriendo alternativas y ocupándose del
saneamiento del rol.
Proponemos:
* Crear una estructura abierta -cual modelo foucaultiano- que
posibilite y privilegie un pensamiento libre y creativo.
* Un dispositivo para transitar un camino de formación, supervisión
e investigación.
* Centrarnos en los desafíos de la práctica clínica cotidiana.
* Partir de la selección de algunas perspectivas y miradas
que abran y habiliten la construcción colectiva de conocimientos.
Informes: 4804-5811 vilaseca@varones.com.ar
El Sujeto Entramado
Grupos de Estudio y Reflexión Interdisciplinarios
-Subjetividad y Vínculos en la contemporaneidad
-Desafíos Contemporáneos de la Psicología Social
En ambos seminarios trabajaremos ideas claves de: L. Wittgenstein,
E. Morin, H. von Foerster, Maturana y Varela, I.
Prigogine, Lakoff y Johnson, C. Castoriadis, S. Rolnik, Deleuze
y Guattari, P. Levy, M. Foucault, Derrida, F. Capra, E. Fox
Keller, entre otros.
Coordina: Dra. Denise Najmanovich.
Informes e Inscripción: 4-771-2676 y 4-778-7115
e-mail: najmanov@mail.retina.ar
Psicología Social Psicoanalítica
La Escuela Psicoanalítica de Psicología Social ha abierto la
inscripción para la Carrera de Psicología Social orientación
Psicoanalítica (turnos mañana o noche, para alumnos de Capital
e Interior) como asimismo para los Cursos de Posgrado
de Formación en Psicoanálisis y de Coordinación Psicoanalítica
de Grupos Operativos. Sede: Caballito: Cucha Cucha 722,
informes tel-fax 4433-4988. Sede Belgrano, Jorge Newbery
1864, lunes y miércoles de 9:30 a 11:30 y de 19:30 a 21:30.
www.psicosocial.com.ar info@psicosocial.com.ar
Desórdenes Alimentarios
‘Abordajes’ tiene abierta su inscripción para el Curso Operador
en Prevención primaria con especialización en desórdenes
alimentarios. Se realizan pasantías en colegios secundarios.
Director: Alejandro Van Oostveldt
P.I.Rivera 2583 Te: 4783-4968 abordajes@yahoo.com.ar
Autogestion familiar de la salud
A partir del mes de abril en la filial Quilmes de la Cruz Roja
Argentina se dictaran dos cursos alternativos, apuntando a
una propuesta acorde a los momentos que vive nuestro pais.
Este proyecto está destinado a atenuar los efectos del estrés,
la fatiga crónica, y todas aquellas manifestaciones producto
del estado de inseguridad, falta de trabajo y atención médica,
difíciles de revertir en las actuales condiciones sociales.
La propuesta se basa en el aprendizaje de diversas terapias
naturales, que no exigen apoyo medicamentoso, y que pueden
ser aplicadas por aquellas personas interesadas en aportar
paliativos o soluciones a los graves problemas creados
por la falta de medios en la atención de la salud.
Además de estar dirigidos a profesionales de la salud, pueden
acceder a estos cursos todos aquellos que estén interesados
en formar grupos de ayuda a sus familiares, vecinos, miembros
de la comunidad, discapacitados de diversas áreas.
Informes: UKI Av. Rivadavia 2530 4° "H", Capital 4952-9640
uki@uki.com.ar ww.uki.com.ar
Introducción al Psicoanálisis
Seminario dirigido en especial a estudiantes y graduados de
Psicología Social y carreras afines.
-Conceptos básicos: inconciente, pulsión, defensas; Edipo;
primera y segunda tópica; transferencia, fantasía.
-Escritos sociales de Freud: psicoanálisis aplicado al arte, religión,
procesos sociales (Tótem y tabú, Psicología de las masas,
El malestar en la cultura, etc.)
-Fundamentos de psicopatología.
Lic. Oscar Gonzalez.
Tel: 4831-0422 oscarg@arnet.com.ar
Cursos en Lomas de Zamora
La Escuela de Psicodrama de San Miguel informa que en su
Sede de Lomas de Zamora, Rivera 488, en abril se desarrollarán
las siguientes actividades:
a- Curso de Aproximación al Psicodrama (equivalente al Nivel
I de la formación)
Primer y tercer lunes de cada mes de 19:00 a 21:00 Hs.
b- Curso de Aproximación al Psicodrama (equivalente al Nivel
I de la formación)
Tercer sábado de cada mes de 9:00 a 13:00 Hs.
c- Taller inauguración de la nueva casa, sábado 27 a las 17
Hs. “Qué nos pasa cuando lo que nos pasa nos sobrepasa”,
Escenas de Vida.
Podés solicitar más información por mail
susananuevo@yahoo.com.ar
o comunicándote al teléfono 4807-8017.
"Seducción, Dominio, Poder"
Presentación de la Revista de la Asociación Argentina de Psicología
y Psicoterapia de Grupo:
Diana Maffía, Román Mazzilli y Eduardo Calcagno, tratarán
estos temas con relación a los Géneros, los vínculos en Internet
y la Publicidad.
Viernes 5 de abril de 12Hs. a 14 Hs.
Arevalo 1840. Capital Federal.
VIII Encuentro Nacional de Psicodrama
"El tiempo es hoy..."
Panelistas que comprometieron su presencia
- Tato Pavlovsky (Dramaturgo) - Noe Jitrik (Escritor) - Enrique
Carpintero (Escritor) - Dense Najmanovich (Epistemologa)
- Remo Bianchedi (Pintor)
Bs. As. 10,11, y 12 de Mayo de 2002
Av. Dorrego 3753 (y Av. Figueroa Alcorta).
Arancel: $40 Estudiantes: $10 Socios: $35
Grupos y participantes de provincias: consultar
Sociedad Argentina de Psicodrama
Informes e inscripción: Thames 620 Lunes/ Miércoles/ Jueves
de 16.30 a 20.30 hs. Martes: de 11.30 a 15.00 hs.
Tel: 4854 8742
e- mail: psicodrama@psi-net.com.ar
en internet: www.psicodrama.org
Dos seminarios en Vicente López
-Introduccion al Psicodrama
-Grupos de pensamiento sobre practicas psicosociales e insitucionales
Lic. Claudia López Mosteiro Tel: 4797-3873
Instituto de Psicodrama J.L. Moreno
Director: Dr. Dalmiro M. Bustos
- Psicoterapia Psicodramática (para profesionales de la salud)
Coordina: Dr. Dalmiro Bustos
2º Viernes de cada mes: 13:45 a 16:45 hs.
-Psicodrama en psicoterapia individual: (método, teoría y técnica)
Coordina: Lic. Lea Teitelman (para profesionales y estudiantes
de la salud)
8 encuentros - viernes de 10 a 12 hs. Abril y mayo.
-Psicodrama (para profesionales de la educación, la creatividad,
las empresas y la comunidad)
Coordina: Prof. Elena Noseda
Semanal: Martes 18:30 a 20:30 hs..
Mensual: 3º viernes de 14:00 a 17:00 hs
Temario: Conceptos teóricos de J.L. Moreno, Rol Playing,
Teoría de la Técnica, Psicodrama, Sociodrama, Teatro de la
Espontaneidad, Periódico viviente.
Certificación de asistencia.
-Couseling: individual – grupal. Coordina: Prof. Elena Noseda
-Clase abierta: "El psicodrama y sus múltiples aplicaciones"
Coordina: Prof. Elena Noseda
Lunes 8 de abril 18:00 Hs.
-Area de Asistencia a la Comunidad: abierta la inscripción para
solicitar consulta psicoterapéutica, tanto individual como
grupal, con aranceles institucionales.
Informes: Tel. 4862-7867 – Palermo –
Email: psicodrama@sion.com
Los comienzos en la práctica clínica
-Propuesta: pasar de la Universidad a la profesión en forma
paulatina y segura: con supervisión permanente, investiga-
ción y estudio guiados y elaboración de proyectos.
-Objetivo: Iniciar la práctica y afianzarla a partir de la profundización
de los conocimientos.
-A quienes está dirigida la propuesta?
A quienes deseen efectuar el pasaje desde el estudio como
actividad central a la construcción de proyectos personales,
en un marco enriquecido por la investigación e insertándose
en el campo laboral.
- La tarea se realiza en forma grupal o individual, presencial y
a distancia.
Es una propuesta de "Espacios de investigación teórico-clínica¨,
con la dirección de la Lic. Marta Toppelberg
- Informes e inscripción:
Tel: (5411) 4962-6905 martatoppelb@sinectis.com.ar
Inmersión en Redes Sociales
FUNDARED organiza II SEMINARIO RESIDENCIAL LATINOA-
MERICANO
La Granja - Córdoba - Argentina 15 al 19 de mayo de 2002
Docentes: Lic. Elina Dabas - Dra. Denise Najmanovich
Docente Invitado: PS Joaquín Rodríguez Nebot
(Universidad de la Republica -Uruguay)
Coorganiza Fundación Jean Piaget Córdoba-Argentina
El Seminario Residencial implica la convivencia de los participantes
en ámbito adecuado para tal fin durante los cuatro
días del encuentro, promoviendo así una experiencia intensa
que apunta a brindar los elementos técnicos, teóricos y científicos
que se requieren para afrontar el quehacer diario de las
instituciones de pertenencia .
INFORMES E INSCRIPCIÓN: Telfax 54 11 4867 0935
E mail: fundared@fundared.org.ar
Información detallada en www.fundared.org.ar
Actividades de Confluencia
CONFLUENCIA psicosocial informa sus nuevas actividades
que comienzan en el mes de Mayo: Dialéctica en los procesos
grupales cuyo objetivo principal es la Apropiación de una herramienta
metodológica para comprender las contradicciones
grupales. A cargo de Virgilio Aguiar y Técnicas de Operación
sobre los vectores comunicación, cooperación y aprendizaje
¿Cómo trabajar en los grupos, la comunidad, las instituciones
fuera del encuadre tradicional? A cargo de Carlos R. Martínez.
Los dos seminarios son de frecuencia quincenal y tienen una
duración cuatro meses. Para toda información complementaria
comunicarse con 4633 - 8144 - confluenciapsicosocial-
@fibertel.com.ar
Formación en Análisis Institucional
Ciclo 2002 Abril – Noviembre Lunes de 18 a 21hs.
Análisis Institucional- Análisis Organizacional - Imaginario
Social - Poder
Clase Abierta: 15 de abril de 2002, a las 19 horas
“La Crisis Institucional y su Análisis”
Panel: Lic. Cristian Varela, Dr. Osvaldo Saidón
y Lic. Marcelo Percia
Coordinación general: Ps. Social Eugenia Manzanelli
Rivadavia 4307 – Capital Federal - Se otorgan certificados
Informes e inscripción. 4983-2278 4981-6386
Fundación Aluminé
Reuniones gratuitas
Análisis Bioenergético: viernes 5 de abril, l9.30hs.
Psicodrama: una Psicoterapia Humanista: viernes 3 de mayo,
19.30hs.
"Meditación y Automasaje Tibetano" y "Los Rostros de la Voz"
con bono donación.
Güemes 3950 Tel: 4831-3738
Seminario de Psicopatología
Neurosis (histerias, fobias, neurosis obsesivas, neurosis traumáticas);
psicosis (esquizofrenias, paranoias, psicosis maníacos
depresivas); perversiones, psicopatías; trastornos de la
alimentación; adicciones; stress y patologías psicosomáticas;
patologías vinculares, familiares y grupales.
Dirigido a: Trabajadores de la salud y de la educación; estudiantes,
y personas interesadas en estos temas.
Clases quincenales de 2 hs.
Docente: Lic. Norberto Lipper (psicólogo UBA - psicólogo social).
Informes: Tel: 4854-1263,
o e mail: norlip@ciudad.com.ar.
Laboratorio psicodramático
Abierta la inscripción a los talleres psicodramáticos.
Coordinadoras: Lic. Valeria Echeverry y Lic. Florencia Viale.
Informes al 4771-5448.
E-Mail: valecheverry@ciudad.com.ar
Management en Recursos Humanos
Programa de Formación y Desarrollo Estratégico en Recursos
Humanos (Con Prácticas en Selección de Personal )
Dirigido a: Profesionales y estudiantes de carreras humanísticas.
Personas con experiencia en el área de Recursos Humanos
Contenido: Módulo de Selección de Personal - Módulo de formación
de coordinadores de Capacitación - Módulo de Evaluaciones
Psicotécnicas - Módulo de Conducción de Personal,
Motivación y Liderazgo. Negociación y Comunicación.
Coaching y Empowerment. Desarrollo de Carrera y Gestión de
Proyectos.- Módulo de Contratación y Regimen de extinción
del contrato de trabajo - Módulo de Compensaciones - Prácticas
en Selección de Personal -Taller de Microemprendimiento
/ Autoempleo -Taller de Desarrollo Profesional
SALIDA LABORAL: Los participantes que finalicen MANAGE-
MENT EN RECURSOS HUMANOS y cuenten con un excelente
desempeño en el mismo podrán ser presentados en 150 empresas
de primera línea.
Charcas 3391/93 Capital Federal
Fecha de Inicio: Por falta de vacantes apertura de nuevos cur-
Tomé un curso de lectura rápida y fui capaz de leerme 'La guerra y la paz' en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia. Woody Allen
sos: GRUPO MARTES: 14/05/02 - GRUPO MIERCOLES:
15/05/02 Cierre de Inscripción: 19/04/2002
Para mayor información comunicarse con la Srta. Paula o
con la Srta. Gabriela de 14 a 19 hs. a los Tel/Fax: 4826-
8797/4821-2777 int. 234, o por E-mail a:
management@consultora-sls.com
http:// www.consultora-sls.com
Grupo terapéutico para adultos mayores
Lic. Mariana Kesselman y Lic. Paula Vicente
Miembros del C.P.O. (Dir. Dr. Hernán Kesselman)
Teléfono: 4803-5753 y Cel 155-1108118
Capacitación en COUCHING
El couch actúa a partir de un conjunto de principios propuestos
por la ontología del lenguaje para acompañar y entrenar a
las personas para mejorar su desempeño personal, profesional,
en la vida cotidiana, el trabajo, los deportes y las organizaciones
en gral.
Comienza: 17/04/02
Miercoles de 19 a 22 Hs.
Informes e inscripcion: 4832-0619
martaconde@netizen.com.ar
Para campear la crisis
Taller: "Sobreviviendo en Bs. As. en tiempos de crisis"
Sábado 13 de abril de 9.30 hs. a 12.30 hs.
Aguirre 929 cap. Fed.
Coordinan: Lic. Carolina Guzman y Lic. Ricardo Klein
T.E.: 4585-3416 y 4775-7960
Confirmar previamente asistencia.
Actividad no arancelada
Expresión artística
"La expresión plástica como herramienta de autoconocimiento".
Experimentación con pintura y modelado al alcance de
todos.
Descubrí las posibilidades de transformación interna que produce
el momento creativo.
Coordinadas por una profesora de arte y una psicóloga social.
Jornadas gratuitas: 19, 20 y 21 de Marzo.
Mi Taller: Zapiola 2114 PB Belgrano R.
T.E 4 541-0356 / 4 551-2592 o 15-5-178-1113.
Actividades en Kamino
-Gimnasia Ritmica Expresiva de Centros de Energía con elementos
de Yoga. Clases en la sede los días miércoles y viernes
11 hs.
Clases Abiertas y Gratuitas en Club de Golf y el Rosedal los
días sábados a las 11 hs: clase para adultos.
Informes 4854-9619
-Taller gratuito de Armonización y Anti-stress, el miércoles 24
de abril a las 19 hs. Concurrir con ropa cómoda. Inscripción
previa: 4854-9619
Posgrado diferente en Ps. Social
La diferencia que aporta este posgrado es que está centrado
en la revisión crítica de lo aprehendido, añadiendo la incursión
en algunos puntos ciegos de la formación.
Se trabajará durante tres horas semanalmente, en cuatro módulos
interdependientes, durante el año 2002.
Así, cada semana del mes incursionaremos en un módulo
con diferente modalidad de trabajo. Los cuatro módulos son:
1- Repensando acerca de algunos clichés de la formación, y
deconstruyéndolos.
2- Técnicas de acción y coordinación.
3- Articulaciones entre el pensamiento de Pichon-Riviere con
otros autores (Freud, Bion, Anzieu, Reich, Foucault, Derrida,
etc.)
4- Armado y coordinación de talleres.
El posgrado será dictado por el Lic. Ricardo Klein.
Para mayor información comunicate al 4775-7960 o por mail
a: ricklein@sinectis.com.ar
I.D.A.Cu. Asociado a Casa del Sur
Anuncia el inicio del "Curso de Operador Socioterpéutico" para
el trabajo en Comunidad Terapéutica.
Costo Mensual: $30
Informes e Inscripción: Lic. Valeria Bacaro
Te. 4983-4419 / 2734
Resolución de conflictos
El departamento de posgrados de la UNIVERSIDAD DE MO-
RÓN anuncia el Seminario-taller: "Diagnostico y Resolucion
de Conflictos Organizacionales, (ONGs.)" que se desarrolla
bajo la coordinación general del Dr. Gustavo Aruguete.
Los encuentros semanales serán los días martes a las 19.30
hs, en la sede de la Universidad, Cabildo 134 (Morón). A partir
del 9 de Abril y hasta Noviembre.
Arancel mensual: 40 $. Inscripción: Dto. Graduados: 5627-
2000 (int.266)
Informes sobre programas y dinamicas:
www.practicasgrupales.com.ar
Psicodrama y prácticas grupales
El 4 de abril proximo, comienza el "Seminario-Taller de PSI-
CODRAMA Y TEATRO ESPONTANEO", con exploración vivencial
y entrenamiento de roles.
El mismo contará con la coordinación del Dr. Gustavo Aruguete.
Se desarrollará a partir de un encuentro de frecuencia quincenal
y la tarea a abordar será de la "trabajo sobre el sí mismo"
del sujeto y el propio grupo, desde un abordaje psicodramatico.
Con un arancel de 30 $ , los encuentros se desarrollarán en
la sala de la calle Olleros 3951 (de Capital).
La inscripcion: 4656-4222 y 4383-9878
o info@practicasgrupales.com.ar
Informes: www.practicasgrupales.com.ar
Campo Grupal / 15

Reflexiones en la red
“Los cacerolazos y las asambleas
YA nos cambiaron la vida”
Martín Krymkiewicz
mkyfc@giga.com.ar
Miedos de comunicaci—n
Medios de dominaci—n
Grafitti porte–o - Febrero 2002
Vecinos, caceroleros y otros variopintos
habitantes del ciberspacio y
espacios comunitarios:
En los albores de una nueva escalada de
miedo sobre la poblaci—n, anunciada desde
la asunci—n del transitorio presidente que
hoy dice gobernar, replicada cotidianamente
por los medios de comunicaci—n, y ante
la tradici—n terrorista de la mayor’a de las
corporaciones que se han repartido el poder
en nuestro pa’s, quisiera proponer que:
A lo largo de la historia de Argentina el
terror ha sido el eje para imponer doctrinas,
presidentes, planes, reformas, ajustes y todos
los eufemismos de lo que hoy podemos
llamar el saqueo.
Las formas de ese terror transitaron desde
la eliminaci—n f’sica (desaparecidos) a la
exclusi—n econ—mica (pobres).
Su mecanismo puede pensarse como la
imposici—n (a veces de forma m‡s violenta,
a veces m‡s persuasiva) de que la "desaparici—n"
de algœn grupo social es ventajosa,
o necesaria para evitar un "mal mayor".
Una vez instalada esta idea (y est‡ claro que
han tenido los medios para hacerlo) el camino
queda allanado para la exclusi—n
efectiva del grupo en cuesti—n.
La otra cara de este proceso "terrorista"
es que en respuesta a los demonios de turno,
la mayor’a de la poblaci—n termina o
colaborando (aœn a veces sin saberlo) en la
legitimaci—n de un poder que se impone como
œnico remedio del mal que se avecina, o
Carrera de Operador en
PSICOLOGêA SOCIAL
T’tulo Oficial Terciario
y articulaci—n Universitaria
disfrutando de la ventaja y el "privilegio de
pertenecer" (al grupo de los no excluidos,
por supuesto).
Nos hemos sometido sistematicamente a
una pol’tica de miedo "natural" asumiendo
una actitud impotente, a veces c—moda y
siempre pasiva con la autoridad "paternalista
y salvadora" que inventan las corporaciones
de turno.
El nacimiento de los cacerolazos y las
asambleas barriales coincide con la implementaci—n
de maniobras para asustar (y
disciplinar) a la poblaci—n, como fueron la
promulgaci—n del estado de sitio y la masacre
subsiguiente.
M‡s all‡ de los efectos pol’ticos que pueden
atribu’rseles, el cacerolazo y la asamblea
son (al menos para m’ y para un grupo
de vecinos con el que corroborŽ la hip—tesis)
una de las experiencias "afectivas" m‡s
fuertes que tuvimos en los œltimos a–os.
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ABIERTA LA INSCRIPCION 2002
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Ven’amos asustados con el riesgo-pa’s,
con la inseguridad en la calle. Ven’amos soportando
el ajuste y la miseria. Ven’amos
an—nimos, indiferentes y pasivos. Ven’amos
autoritarios y sometidos. Ven’amos solos.
Y nos encontramos en la calle, al principio
t’midos, pero ruidosos.
Y ese encuentro nos transform— cuando
descubrimos que era posible una respuesta
colectiva a la intimidaci—n sistem‡tica que
infiltra terror en nuestra vida cotidiana desde
hace dŽcadas. Y dejamos de esperar (ya
sabemos que es mentira) que alguien nos va
a venir a salvar. Y empezamos a hacer amigos
donde antes hab’a seres an—nimos e indiferentes.
Y empezamos a reconocer la importancia
de las actitudes antes que la ideolog’a,
y empezamos a construir un barrio
donde hab’a un desierto...
Vecinos, somos la primera posibilidad
Instituto de Investigaciones Grupales
Campo Grupal / 16 Ayudadme a comprendrer lo que os digo y os lo explicaré mejor. Antonio Machado
pr‡ctica en mucho tiempo de resistir la l—gica
de la exclusi—n, el terror y el autoritarismo
que son los verdaderos "infiltrados"
de nuestra sociedad.
Necesitamos seguir inventando pr‡cticas
y dispositivos que nos permitan combatir al
autoritarismo vertical y jer‡rquico con la
horizontalidad confiada y fraternal, al miedo
con el amor, a la exclusi—n con la hospitalidad
y el amparo, a la pasividad delegante
con la acci—n apasionada.
Quiz‡s nuestro mayor poder hoy estŽ en
el lazo que construimos, en la comunidad
de relaciones afectivas que vamos gestando
y estimulando cotidianamente a travŽs de
los intercambios virtuales y reales. Es con
este "cemento afectivo" que lograremos
construir dispositivos resistentes al Žxito
individual, a la supervivencia del m‡s apto,
a la acumulaci—n, y todas las l—gicas que
sostienen el miedo, el autoritarismo y la exclusi—n
en nuestra sociedad.
En el mejor de los casos (y siempre y
cuando cuando logremos sumar (y no condenar)
a todos aquellos que hoy se sienten
"inœtil" hacer algo por fuera de la autoridad
"naturalmente" establecida, que tienen miedo
de ser "utilizados" por algœn vivo, que
les asusta la falta de acuerdo) construiremos
una alternativa viable que permita expulsar
a la casta que saquea la Argentina
hace dŽcadas, y que habilite por primera
vez un gobierno que "mande obedeciendo".
Mientras tanto, los cacerolazos y las
asambleas YA nos cambiaron la vida. Y en
esa transformaci—n estamos construyendo
una comunidad para querer, aprender, pensar
y practicar estrategias de resistencia a la
indignidad de este sistema de terror, autoritarismo
y exclusi—n.
Saludos fraternales.
Dir.: Lic. Graciela Jasiner
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