Criminales, víctimas y verdugos - Ediciones Península
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prólogo<br />
inconcebible. La no existencia de un estado de derecho permitió<br />
abusos inauditos por parte de policías y jueces. No obstante,<br />
a la hora de juzgar debemos tener en cuenta el tiempo<br />
transcurrido, los enormes cambios sociales y psicológicos que<br />
nos separan de aquella época.<br />
En medio siglo, hemos pasado del moralismo a la permisividad,<br />
de la rigidez al libertinaje, de más de un centenar de<br />
ejecuciones por sentencia de muerte en delitos comunes durante<br />
el franquismo a la supresión de la pena de muerte al comienzo<br />
de la Transición, de una sociedad que se horrorizaba<br />
por un simple apuñalamiento a crímenes múltiples y a menudo<br />
espeluznantes. Es lógica la actitud nostálgica que experimentan<br />
unos; es comprensible el rechazo que este pasado produce<br />
a otros.<br />
Como dice la célebre frase bíblica: «Por sus obras los conoceréis».<br />
Podemos decir que por sus crímenes puede conocerse<br />
una época y un país. Se tiende a hablar erróneamente del<br />
franquismo como si fuera una etapa homogénea de la historia<br />
de España, idéntica de principio a fin, sin tener en cuenta que<br />
su larga duración, treinta y seis años, apenas tiene parangónen<br />
la reciente historia occidental, y que por tanto debió pasar<br />
ineludiblemente por diferentes fases desde sus inicios después<br />
de una guerra civil hasta su conversión/disolución final en una<br />
monarquía parlamentaria.<br />
A la posguerra estricta (1939-1946) siguió una etapa puente<br />
de afirmación (1946-1953), a la que continuó la consolidación<br />
(1953-1960), con la admisión en la ONU, los acuerdos<br />
con Estados Unidos rubricados durante la visita oficial del<br />
presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower, y el saneamiento<br />
económico del Plan de Estabilización. Luego llegaría<br />
la década feliz de 1960, con la espita de la emigración, el milagro<br />
del turismo, el surgimiento de las clases medias, los planes<br />
de desarrollo y el nombramiento del príncipe Juan Carlos<br />
como sucesor a la Corona de España. Finalmente, entre 1969<br />
y 1975 se desarrollaría la etapa final del tardofranquismo en la<br />
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