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Daniel Gutiérrez Ardila
La revolución en una provincia regentista.
Avatares de Riohacha y su Gobernador,
José Medina Galindo
¿Qué es una revolución? Sin duda, uno de los rasgos esenciales que distinguen
este fenómeno político de un simple alboroto, de una sublevación o de una
insurrección es su incidencia, que se extiende incluso sobre aquellos territorios que
a priori permanecen ajenos al movimiento y que, paradójica e inopinadamente,
terminan siendo el escenario de manifestaciones que siguen en alguna medida los
fundamentos de la turbación anatematizada. El presente artículo demuestra, a
través del estudio de las repercusiones de la transformación política de 1810 en la
fidelísima gobernación de Riohacha, que la revolución neogranadina se extendió
insidiosamente por todo el virreinato y que para tener una idea más diáfana de dicho
fenómeno es muy importante prestar también atención a las provincias regentistas.
Habitualmente consideradas en las historias de la revolución neogranadina como
obstáculos o fronteras, es hora de observar en ellas el particular semblante que
ofrecen del movimiento independentista. Así mismo, este artículo se interesa por
la relación que gobernantes y gobernados mantenían en Riohacha en vísperas de
la crisis monárquica como una posible clave para comprender las razones en que
se fincaron la fidelidad y el rompimiento.
Vida y servicios de un coronel de los reales ejércitos
Cuando fue nombrado gobernador de Riohacha, José de Medina Galindo
Muñiz y Montoya tenía en su haber una larga hoja de servicios y un mérito
pacientemente labrado desde los escalones más bajos de la carrera militar. Nacido
en 1743 en el seno de una familia hidalga originaria de la villa de Belalcázar,
había comenzado a servir como cadete a la edad de once años. Un lustro más
tarde fue ascendido a teniente sencillo y, tras desempeñarse como teniente de
granaderos, capitán y teniente coronel de infantería, se le confirió el grado de
coronel de los reales ejércitos en 1794. Si bien Medina Galindo sirvió al comienzo
de su carrera durante tres años en la plaza de Ceuta, la mayor parte de su vida
transcurrió en América y particularmente en las plazas de Portobelo, Panamá,
La Guaira y La Habana. Desde la capital de Cuba, Medina Galindo participó
en la guerra de independencia norteamericana: fue enviado como refuerzo a La
Mobila (aunque no desembarcó) y tomó parte en la expedición destinada contra
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