Descargar artículo completo - La Revolución Neogranadina
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Daniel Gutiérrez Ardila<br />
rasa, abierta, sin muralla ni estacada”. Para su defensa disponía solamente del<br />
castillo de San Jorge, “un pequeño y ruin fuertecillo de cuatro ángulos y lados sin<br />
baluarte”, equipado con apenas tres cañones y propio únicamente para defender el<br />
fondeadero y alguna embarcación acosada por corsarios enemigos. Completaban<br />
la fortificación de la plaza cuatro cuerpos de guardias situados en los extremos de<br />
ésta: cercados de estacadas y construidos también de bahareque y palma, se les<br />
había provisto de cañones de corto calibre y pedreros en la sublevación general<br />
de indios de 1769, y eran más propios a repeler naturales que a combatir una<br />
invasión extranjera. 13 Para agravar esta compleja situación, en 1801, sólo había<br />
en la ciudad un cabo y tres guardias que no bastaban, según afirmó sensatamente<br />
Medina Galindo, ni para vigilar la rada del puerto. 14<br />
En segundo lugar, la provincia de Riohacha estaba a cuatro días de<br />
navegación de Jamaica y contaba con una costa abierta de más de sesenta leguas<br />
de longitud. Para colmo, el gobernador no disponía ni de una lancha cañonera<br />
ni de un corsario para hacer el crucero del litoral. En esas circunstancias, no es<br />
sorprendente que desde la guerra de independencia norteamericana, los ingleses<br />
hubieran conseguido mantener una “armonía admirable con la nación guajira”.<br />
A finales de siglo aquellas relaciones eran tan estrechas que los comerciantes<br />
británicos permanecían en la costa de Riohacha en<br />
“barracas formadas con velas de barcos y hojas silvestres para poder con más<br />
facilidad adquirir cargamentos de ganados y no dilatar los buques mientras se<br />
acopia, y en el entretanto se mantienen viviendo entre aquella desordenada bárbara<br />
nación como si fueran individuos de ella. ¿Quién duda que en sus asambleas se<br />
hablará siempre contra los españoles y su gobierno a fin de inspirarles un odio<br />
implacable contra nuestra nación? No hay dificultad ninguna cuando se hallan<br />
hombres en la Guajira que con el continuo trato saben explicarse regularmente en<br />
el idioma inglés”. 15<br />
Por supuesto, los nexos de los guajiros no se limitaban a los comerciantes<br />
británicos. De hecho, mantenían contactos con holandeses, daneses y franceses.<br />
Así, a comienzos de enero de 1798, regresaron a la costa de Bahía Honda dos<br />
indios “que habían ido a pasear a los Cayos de San Luis, donde fueron obsequiados<br />
por aquel general con comidas, bailes y comedias y volvieron a sus tierras vestidos<br />
a la francesa, tan gustosos y prendados de unas diversiones hasta entonces extrañas<br />
para ellos que dijeron a los demás que sólo el amor de su mujeres e hijos los hubiera<br />
hecho desprender de aquella colonia”. Si bien la invitación de los franceses había<br />
sido dictada por la “amistad y alianza” que existía entre España y el Directorio,<br />
ella muestra sobre todo la importancia estratégica que había alcanzado la<br />
gobernación de Riohacha en el ámbito del Caribe. 16 <strong>La</strong> provincia era una gran<br />
despensa de carnes, <strong>artículo</strong> fundamental para proveer escuadras y ejércitos en<br />
tiempo de guerra. Además, por su cercanía a Jamaica, la extensión e indefensión<br />
de su costa y la presencia de numerosos indígenas insumisos y armados, constituía<br />
un lugar privilegiado para que los ingleses emprendiesen una invasión al Nuevo<br />
13 Oficio de Medina Galindo al virrey de Santafé (15 de febrero de 1798), AGN,<br />
Miscelánea Empleados Públicos, t. 31, ff. 642-650.<br />
14 Oficio de Medina Galindo al virrey (Riohacha, octubre 14 de 1801), AGN, Miscelánea,<br />
t. 72, ff. 167-178.<br />
15 Medina Galindo al virrey (Riohacha, 29 de enero de 1798), AGN, Milicias y Marina,<br />
t. 124, ff. 911-914.<br />
16 Ibíd.<br />
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