08.05.2013 Views

Roberto Arlt TRATADO DE LA DELINCUENCIA - El Ortiba

Roberto Arlt TRATADO DE LA DELINCUENCIA - El Ortiba

Roberto Arlt TRATADO DE LA DELINCUENCIA - El Ortiba

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Se sienta el rubito, y llamo a un grandote simpático, de diez y siete años de edad. Viene rápidamente<br />

hacia mí, sonriéndome como si yo fuera su hermano o su padre, y pudiera resolverle<br />

un problema dificultoso.<br />

¿Por qué estás aquí, vos?<br />

Por haber robado doscientos cinco pesos.<br />

No está mal para empezar. (Sonrisa de agradecimiento.) ¿Y para qué querías ese vento?<br />

Me guiñó un ojo, con toda confianza, y dice:<br />

Era para asaltar al pagador de Agronomía, ¿sabe? Yo tenía todos los datos.<br />

Pero m hijo… <strong>El</strong> pagador se iba a resistir. ¿Qué hubieras hecho vos?<br />

Y, entonces lo hubiera tenido que matar. ¿No le parece?<br />

Se expresa con tanta naturalidad y sencillez, y sus ideas son tan claras para él mismo, que uno<br />

termina por aceptar que, en efecto, es natural que el ciudadano se despachara al pagador de<br />

Agronomía, si éste se resistía…<br />

Bajamos. En un patio, un chico sumamente simpático que se cuadra cuando pasamos frente a<br />

él.<br />

Y este mocito tan simpático, ¿por qué está aquí?<br />

Condenado a quince años de presidio.<br />

¡Quince años!<br />

Sí, es Ricardo Reyes, que el 1 de enero mató a una vieja a puñaladas.<br />

¿Qué edad tiene?<br />

Diez y siete años. (Continuaré mañana)<br />

[<strong>El</strong> Mundo, 26 de septiembre de 1932]<br />

Escuela Primaria de Delincuencia (Segunda parte)<br />

¿Quiere visitar la enfermería del Depósito, señor?<br />

Cómo no.<br />

Me acompaña el maestro de los chicos delincuentes. En la enfermería, una criatura tuberculosa.<br />

La salivadera con manchas de sangre. Seguimos adelante. Un muchacho de diez y seis años<br />

en otra cama. Boca fina, labios sinuosos: un enfermo distinguido.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!