Lectura Científica Nivel Primaria

Hace unos 20 años, antes de que Ustedes
nacieran, estuvo de moda una película
que se llama “La Historia sin Fin”. En ella, un
niño comienza a leer un misterioso libro que
narraba la historia de un reino fantástico.
Conforme avanza en su lectura, encuentra
que él mismo comienza a aparecer en
partes de la narración, c a d a
vez de manera más
importante. Hacia el
final, descubre que
de sus acciones
depende que ese
lugar se salve o
desaparezca.
El iniciarse en la lectura de material
de divulgación científica es, aunque
crean que exagero, una experiencia
similar a la del protagonista de aquella
película. Primero sólo leerán lo que
lograron personas del pasado,
mucho mayores que Ustedes.
Pero si realmente se interesan
en la ciencia y llegan a
trabajar profesionalmente
en ella, poco a poco
comenzarán a aparecer
en la historia, primero d e
manera menor, pero con el paso del
tiempo quizá como los nuevos protagonistas
de la historia.
Pero lo más maravilloso será que este
camino, el camino de ser un científico,
está lleno de aventuras y de momentos de
descubrimiento. Para darse la oportunidad
de saber si esto es lo que les depara la vida,
pues simplemente tienen que comenzar a
leer cosas relacionadas con la ciencia. De
hecho, traten de leer y enterarse de tantas
cosas como puedan, para escoger la que
Introducción
“Una invitación a leer
divulgación científica”
más les atraiga. Averigüen, indaguen,
pregúntenles a los adultos que hacen y si
son felices haciéndolo. Encontrarán que
los científicos están entre los más felices
seres en la faz de la Tierra.
Pero aún si no es la ciencia el camino que
seguirán en la vida, la lectura de
artículos de
divulgación
c i e n t í f i c a
es de gran
valor. No sólo
satisfacemos
n u e s t r a
c u r i o s i d a d
entendiendo mejor como son
las cosas, sino que cada vez la
vida del ciudadano común y
corriente depende más de la
ciencia. Vivimos rodeados
de dispositivos electrónicos
que la ciencia ha ayudado
a crear. La investigación
médica nos ha
prolongado la vida por
décadas. Si es la política
o la administración la
que los llama, deberán de
hacer decisiones apoyados en
la mejor ciencia posible. Lo mismo vale
para el agricultor, el comerciante, el
cocinero. Estamos en el siglo XXI, el siglo del
conocimiento, y tenemos que enterarnos
de lo que pasa alrededor de nosotros,
tanto por el puro placer de lograrlo como
por la utilidad práctica y la ventaja que da
el estar bien informado.
Luis Felipe Rodríguez Jorge.
Centro de Radioastronomía y Astrofísica
de la UNAM, campus Morelia.
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