Lectura Científica Nivel Primaria

Lupita era una niña muy natural. Comía
muchas verduras y le encantaban los jugos
de frutas. No le gustaban los productos
comerciales como papitas, pastelitos
ni dulces. Tampoco la ropa de telas
sintéticas como el nailon: usaba sólo ropa
de algodón.
Sus juguetes eran de
madera, barro o
metal, pero no de
plástico. “El plástico
es muy corriente y se
rompe”, decía.
Hacía mucho ejercicio
y procuraba no ver
la tele, porque no
le gustaba estar
sentada frente a un
aparato todo el día.
Gracias a todo esto,
era una niña muy
sana.
Por eso, el día que se cayó y se rompió un
diente, Lupita se puso muy triste. El dentista
le dijo que para repararlo tendría que
utilizar una resina sintética muy moderna.
¡Pero Lupita no quería tener cosas
artifi ciales en su boca! Recordaba a su tía
Roberta, que tenía unos dientes muy feos,
con unas cubiertas de metal que hacían
que cuando sonreía pareciera un tiburón.
El dentista se rió mucho cuando Lupita le
dijo sus temores. “Ay, niña”, le dijo. “¿A
poco crees que todavía estamos en el
siglo pasado? ¡Hoy contamos con muchos
materiales modernos para reparar los
dientes! No te preocupes: con las nuevas
resinas, tu diente quedará como nuevo.
Nadie notará la reparación.”
Martín Bonfi l Olivera
Cortesía de la Revista “Chispa”
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, México, UNAM.
La niña
que quería ser natural
Lupita se puso contenta. “Vaya, doctor, yo
creía que las cosas artifi ciales siempre eran
más feas que las naturales”, dijo.
Entonces el doctor le explicó que hoy,
gracias a la investigación de muchos
químicos, médicos, ingenieros y otros
científi cos, contamos con materiales
modernos no sólo para
reparar dientes, sino
también huesos rotos,
pieles quemadas y
para muchas otras
cosas.
“Es cierto”, dijo Lupita,
pensativa. “Cuando
mi abuelito se rompió
la cadera lo operaron
para ponerle una
prótesis artifi cial, y hoy
camina muy bien”.
El dentista también le
platicó cómo, gracias a los
nuevos materiales artifi ciales, que son
producto de la investigación científi ca, se
pueden construir edifi cios más altos y más
seguros, coches más ligeros, ropa más
durable y cómoda, muebles más baratos
y bonitos, equipo deportivo más resistente
y con menor peso... y no sólo eso. También
computadoras, naves espaciales, aviones,
y barcos. “Los nuevos materiales están
cambiando todo, Lupita”, le dijo el
doctor.
Hoy Lupita sigue siendo una niña sana,
y todavía come muchas verduras. Pero,
¿qué crees? ¡Cuando sea grande quiere
estudiar química!
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Nivel Primaria
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