CUENTOS Y APÓLOGOS - Luz Espiritual
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IDEAS<br />
Octavio Pereira, antiguo orientador de la siembra evangélica, presidía<br />
simpática asociación espiritista. Cierta fecha, violenta reacción le asaltó la<br />
dirección pacífica y productiva.<br />
-Aquellas directrices estancadas criticaban algunos no servían.<br />
-Era necesario crear vida nueva, dentro de la institución, proyectándola<br />
más allá de las cuatro paredes pontificaban otros,<br />
-Octavio es un orientador anticuado- aseveraban muchos y vive<br />
circunscrito a oraciones, pases, comentarios religiosos y sesiones invariables.<br />
Sorprendido, pero sereno, Pereira tomó medidas para la realización de<br />
una asamblea, donde los compañeros pudiesen opinar libremente.<br />
Concordaba con los méritos del movimiento y él mismo repetía<br />
bondadoso y humilde sería el primero en colaborar en la renovación<br />
imprescindible.<br />
Constituida la gran reunión, el viejo conductor asumió la presidencia de<br />
los trabajos y abrió el debate franco, rogando a los amigos que expusiesen las<br />
ideas de las cuales se hacían portadores.<br />
El primero en hablar fue el Señor Fonseca que, enjugándose<br />
constantemente el sudor de la amplia frente, expuso el plan para un orfanato<br />
modelo, a través del cual la agremiación pudiese influir en el ánimo del pueblo.<br />
Terminada la vehemente y florida explicación, Pereira indagó, sin<br />
afectación, si el autor de la idea estaba dispuesto a dirigir la realización, pero<br />
Fonseca afirmó, sin preámbulos, que no contaba con tiempo para eso. Era<br />
empleado una compañía de seguros, y ocho bocas, en su casa, aguardaban de<br />
él, el pan de cada día.<br />
Enseguida, se levantó Doña Malvina y habló larga-mente sobre la<br />
conveniencia de que fundaran una escuela, a la altura moral de la casa, con<br />
sectores de alfabetización y enseñanza profesional.<br />
Sin embargo, interpelada por el orientador, en cuanto al empeño de su<br />
responsabilidad femenina en la empresa, exclamó, rápidamente:<br />
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