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12º<br />
<strong>María</strong> Pilar Puerto Camacho<br />
I.E.S. Delgado Brackembury<br />
Las Cabezas de San Juan (Sevilla)<br />
Hoy en día es raro no ver en cualquier casa alguna que otra tele. Las tecnologías<br />
han avanzado tanto que las hay en todos los tamaños: grandes, pequeñas,<br />
planas, etc... En un principio se creó como forma de comunicación, más tarde se<br />
hicieron programas de ocio... Hasta llegar al día de hoy.<br />
La tele, de ser un gran invento ha pasado a ser algo indispensable en nuestras<br />
vidas pero que no aprovechamos. En vez de utilizarla para aprender, conocer<br />
otras culturas o apreciar nuestra naturaleza, la utilizamos para ver programas<br />
basura que no conducen a ninguna parte o para ver la telenovela de las tardes,<br />
ahora tan de moda y que puede llegar a mover a incalculables masas de<br />
personas.<br />
¿Cómo es posible que se pueda estropear la tele? La mayoría que se preguntan<br />
esto cuando la están viendo creen que no ocurrirá nada, además, no se puede<br />
estropear...<br />
Pero, ¿qué ocurriría si de repente, cuando estás más tranquila, las imágenes se<br />
distorsionan, se escucha un ruido raro y la pantalla se apaga quedando sólo en<br />
el centro un diminuto punto blanco que va desapareciendo? En tu casa se<br />
aprecia el terror de perderte tu programa favorito. Y cuando llegue mamá, ¿qué<br />
dirá? Se desilusionará porque no va a poder ver el primer famoso de tres al<br />
cuarto que aparezca contando su vida. Aunque se haya estropeado, papá no<br />
piensa perderse el partido de fútbol de los domingos y lo escucha por la radio, o<br />
se va a casa de un amigo, para ver el encuentro con más emoción, si cabe. Tú,<br />
sin embargo, después de asimilar que tu mejor aliado, aquel que te hace reír y<br />
llorar; aquel que te divierte, con el que juegas con la videoconsola, no ha<br />
sobrevivido más a inagotables horas encendido, decides llamar a alguien que lo<br />
pueda arreglar urgentemente. Pero no has caído en la cuenta de que es<br />
domingo y tendrás que soportar la difícil prueba que es el no ver la tele toda<br />
una tarde.<br />
Tu mente, en esta situación, comienza a recordar otras formas de ocio: lectura,<br />
deporte... Llegas a tu cuarto y decides comenzar a leer de nuevo aquel libro<br />
empolvado que hay en tu estantería y que dejaste de leer porque comenzó una<br />
nueva serie. Después de adentrarte en innumerables mundo, decides repasar lo<br />
que diste en “mates” la clase anterior y que te costaba un poquito entenderlo,<br />
decides coger la bici y un balón y buscar a tus amigos para jugar un partido... Al<br />
final de la tarde te habrás dado cuenta de que lo que al principio iba a ser todo<br />
un reto se había convertido en una tarde muy amena y habrás aprendido que<br />
ninguna “caja tonta” puede controlar tu vida.