Moluscos de Nicaragua II - Gastrópodos - aecid
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<strong>Moluscos</strong> <strong>de</strong> <strong>Nicaragua</strong> <strong>II</strong> - <strong>Gastrópodos</strong><br />
Campeloma, Succinea, Helisoma, Phisella, Stagnicola y otros géneros<br />
que logré recolectar en los pequeños lagos <strong>de</strong>l norte <strong>de</strong> Míchigan, cuyas<br />
aguas se congelan durante cinco meses en el año.<br />
Sin embargo, en aquel entonces poco sabía o conocía sobre<br />
los moluscos que habitan nuestras playas, que una vez <strong>de</strong> regreso a<br />
<strong>Nicaragua</strong> i<strong>de</strong>ntifiqué, utilizando el clásico libro <strong>de</strong> las “Conchas <strong>de</strong>l<br />
Pacifico Tropical¨ <strong>de</strong> Myra Keen, el cual me sirviera en años posteriores<br />
para preparar claves dicotómicas para las prácticas <strong>de</strong> laboratorio <strong>de</strong> los<br />
estudiantes <strong>de</strong> los cursos <strong>de</strong> zoología que impartía en la Universidad<br />
Nacional, utilizando esta vez los especimenes colectados en las vecinas<br />
playas <strong>de</strong>l Pacífico. Nombres como Turritela, Astraea, Conus, Pitar,<br />
Oliva, Tivela, para citar unos pocos ejemplos, llegaron a ser parte <strong>de</strong> los<br />
ejercicios taxonómicos.<br />
Lamentablemente algunas <strong>de</strong> esas primeras colecciones se<br />
perdieron en el terremoto <strong>de</strong> 1972 y con esto se aplacó mi <strong>de</strong>dicación,<br />
pero no el interés, para seguir investigando la fauna malacológica <strong>de</strong><br />
<strong>Nicaragua</strong>, tan poco conocida y estudiada en aquel entonces.<br />
Hoy que recorro aquellas benditas costas, las encuentro tan<br />
pisoteadas por veraneantes y saqueadas por recolectores <strong>de</strong> conchas,<br />
que temo que varias <strong>de</strong> las especies que entonces abundaban en las<br />
playas y esteros <strong>de</strong> Masachapa, Pochomil y Casares, para citar los<br />
lugares más frecuentados, están totalmente ausentes, si no extintas <strong>de</strong><br />
las mismas.<br />
Otro capítulo para investigar es el <strong>de</strong> los moluscos <strong>de</strong> agua dulce,<br />
cuyas primeras referencias nacionales datan <strong>de</strong> 1871, <strong>de</strong>bidas al naturalista<br />
inglés Thomas Belt, a propósito <strong>de</strong> una cabalgata bor<strong>de</strong>ando la playa<br />
norocci<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong>l gran lago <strong>de</strong> <strong>Nicaragua</strong>, entre Los Cocos y Granada.<br />
Belt fue seguramente el primer científico en referirse a la fauna<br />
malacológica <strong>de</strong> <strong>Nicaragua</strong>, cuando en la costa <strong>de</strong>l lago <strong>de</strong>scubrió conchas<br />
que i<strong>de</strong>ntificó <strong>de</strong> los géneros Unio, Planorbis, Ancylus y Ampullaria, que<br />
también parece eran comunes en el continente europeo, observación que<br />
aprovechó para discutir ampliamente, en su clásico libro “El Naturalista<br />
en <strong>Nicaragua</strong>”, la distribución cosmopolita <strong>de</strong> ciertos moluscos <strong>de</strong> agua<br />
dulce, don<strong>de</strong> la variedad ausente en otras especies, según sus i<strong>de</strong>as, era<br />
limitada por la falta <strong>de</strong> continuidad <strong>de</strong> los lagos y ríos en tiempo y espacio.<br />
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