IV PREGÓN MÉDICO DE SEMANA SANTA - Colegio Oficial de ...

¡Pero no creáis que
todo es tan duro! También
por estas tierras
rezuma la alegría y la
esperanza. La gente te
saluda por la calle, los
niños se acercan para
darte la mano ―nada
de besos― a mí me
llaman a lo lejos todo
el rato Ana, que es el
nombre de la cooperante que estuvo aquí durante dos años. Y no lo
reprocho, a mí también me cuesta distinguirlos a ellos, me parecen
todos iguales.
Visita guiada por el colegio. Me presentaron a mis alumnos,
de entre 16 y 26 años. Por cierto, ya he empezado las clases. Algunos
días por las tardes les doy a unos sacerdotes que me lo han
pedido expresamente, y por la mañana en el instituto. El director
fue a presentarme de nuevo, y gritándoles les dijo: “¡No penséis
que porque esta señorita sea de vuestro tamaño tenéis que portaros
mal!” Vamos, yo, que ya iba hecha un flan me quedé mucho más
tranquila con esa presentación… y no es que sea de su tamaño, ¡Es
que soy mucho más pequeña! :-P
Según me ha contado el antiguo profesor de español, ahora los
alumnos irán por ahí presumiendo de que tienen una profesora de
español blanca. Y así es. Esta mañana se me ha acercado un grupito
de alumnos de ciencias diciéndome que ellos también quieren que
YO les dé español. Jeje. Por ahora las clases bien, os iré informando
del proyecto: “Cómo ser profesora de español y no morir en el
intento”.
Y También soy alumna. Mañana empiezo mis clases intensivas
de sango, ¡tengo unas ganas! Me parece fundamental poder hablar
este idioma para comunicarme con la gente más sencilla, que no ha
tenido la oportunidad de aprender el francés.
La verdad es que estos días con el resto de voluntarios es una
delicia. Nos reímos, vamos juntos al mercado, hacemos visitas, nos
tomamos nuestros aperitivos, organizamos sesiones para ver fotos
a la luz de las estrellas… los voy a echar mucho de menos cuando
se marchen. Y metiéndome en cositas de la vida cotidiana ―que sé
que estáis deseando―os diré que tengo una habitación con cuarto
de baño― aunque la cisterna no funciona― pero he inventado un
sistema de última generación que consiste en:
- Paso número uno: coger un cubo. (Abro aquí un paréntesis
para explicar a mis amigos más cercanos, que POR FIN he averiguado
el verdadero significado del cubo misionero. TODO misionero
debe tener un cubo multiusos, y yo ya tengo el mío. De
momento lo uso para vaciar la cisterna, puede que con el paso del
tiempo, le cambie la utilidad).
- Paso número dos: abrir la ducha.
- Paso número tres: coger el cubo con los dos brazos por encima
de la cabeza (porque si no, es imposible sostener el cubo sin
poner todo perdido de agua).
En este instante se plantea un problema, a saber: si tengo la ducha
con el agua corriendo, y un cubo por encima de la cabeza,
sostenido por mis dos fornidos brazos, ¿Cómo cierro el grifo?
(Para obtener la solución pase directamente al paso número cuatro).
- Paso número cuatro: cerrar el grifo con el pie derecho. ¡Como
lo oís! Esa es la habilidad que acabo de desarrollar en África.
Ya os iré contando si desarrollo otro tipo de habilidades igual de
útiles.
- Paso número cinco (y más sencillo): verter el contenido el
cubo al contenido del WC.
ILUSTRE COLEGIO OFICIAL DE MÉDICOS DE CÓRDOBA
Duermo en una
cama con mosquitero, y
cada vez que me acuesto
parece que estoy en
la noche de bodas―
por lo elegante que resulta―.
Antes de poder
irme a dormir comienzo
mi ritual espanta-mosquitos.
Los sacudo de la
cama, me meto dentro
del mosquitero, y cierro corriendo. Con todo, puedo deciros que
hay mosquitos, arañas y otra enorme fauna a la cual soy incapaz
de identificar, pues no venía explicada en mi libro de conocimiento
del medio. Pero bueno, me siento muy acompañada. He hecho un
trato con ellos: Yo os dejo en paz si ustedes me dejáis en paz, y por
ahora nos llevamos todos muy bien.
El clima ya podéis imaginar. Un calor y un sudor constantes;
aunque yo estoy muy feliz, me veo súper morena ―es injusto,
pues al lado de esta gente no me luce nada― Y si alguien pensó
que África es el lugar idóneo para llevar a cabo la “operación bikini”,
que se desengañe. Yo desde que estoy aquí creo que he cogido
unos kilitos. Mucha gacela, antíope, mandioca, y por supuesto una
fruta buenísima. Aunque yo sigo esperando el mono y las termitas,
sin ellos, mi historia va a carecer del verdadero sentido aventurero.
Pero si alguna vez os pregunta alguien, u os gustaría decir que
tenéis una conocida que duerme bajo un mosquitero, con el cuarto
lleno de animalitos y está a punto de comer mono y termitas, decidle
sobretodo que…
(PRÓXIMA ENTREGA)
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