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4 Documentos referenciales sobre Edificación y
Rehabilitación sostenible
Existe una profunda crisis en el sector de la construcción y, particularmente, en la construcción
residencial. El sector de la construcción no volverá a desarrollarse con los criterios de crecimiento
de los últimos años, y deberá encontrar nuevos caminos para su desarrollo.
Estamos asistiendo a una época de transición en el sector de la construcción, caracterizada por
una desaceleración que pone de manifiesto la necesidad de orientar este mercado hacia criterios
sostenibles que le permitan diferenciarse y corregir las deficiencias de un modelo urbanístico que
no está cumpliendo con las expectativas de la sociedad.
Los retos que componen el paradigma de la sostenibilidad en la construcción se pueden resumir
en un triple enfoque - económico, ambiental y social - que debe abordar todo el ciclo de vida e
integrar a todos los actores que intervienen en la cadena de valor.
En el marco de los retos ambientales, el Ahorro y Eficiencia en el uso de la energía representa
una cuestión sustantiva. El fuerte crecimiento experimentado por el sector de la construcción en
los últimos años hace que el ahorro de energía en este sector sea uno de los principales retos a la
hora de limitar las emisiones y contribuir a frenar el Cambio Climático.
El sector de la edificación ha adquirido especial protagonismo por su impacto en el consumo de
energía y en la generación de las emisiones de gases de efecto invernadero. En este sentido, la
apuesta europea por conseguir un 20% de ahorro energético y una reducción del 20% de las
emisiones de CO2 y generar un 20% de energía a partir de las energías renovables para el 2020
supondrá que nuestros edificios deberán reducir su consumo en 165 millones de toneladas
equivalentes de petróleo y generar otras 50 utilizando sólo fuentes renovables.
Todas las previsiones apuntan a que el consumo energético crecerá dramáticamente si no somos
capaces de incrementar la eficiencia energética de forma sustancial.
Según las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía, de continuar con las políticas
actuales, la demanda energética se incrementaría un 50% en 2030 y, en este escenario, cerca de
la mitad de las inversiones necesarias deberían destinarse a cubrir la demanda energética de la
edificación.
Este hecho, en un entorno de fuertes limitaciones de emisiones de gases de efecto invernadero,
hace el reto ineludible. El sector deberá ser capaz de crear y mantener las condiciones de
habitabilidad necesarias, además de contribuir en un 17% a la reducción total de las emisiones
anuales de CO2 en 2050.
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