Genocidios en África y silencio internacional - korima claretianas sur

06.06.genocidios en Africa y silencio internacional Pepe
sobre la población que formaba una marea humana en la carretera hacia
Kisangani. Los muertos no son enterrados... en el puente de Lubutu el
pánico es total, las gentes comienzan a morir aplastadas o asfixiadas.
Hacia las 13h los rebeldes de Kabila llegan al puente; los refugiados se
lanzan al agua; a derecha e izquierda resuenan los tiros, centenares de
personas pierden la vida... Sólo queda una opción, seguir la carretera
asfaltada, hacer luego 145 Km., perseguidos por los rebeldes que disponen
de camionetas Pick-up...”
Se denuncian estas masacres. Surge entonces en el Consejo de Seguridad el
debate de los refugiados hutu en el Zaire que vagan por la selva. En
febrero-marzo de 1997 el Gobierno ruandés afirma que ya no quedan
refugiados hutu en Zaire, por el contrario el ACNUR y otras
organizaciones humanitarias afirmaban que quedaban varios cientos de
miles. EEUU y el Reino Unido apoyaban la postura ruandesa. Estas
discrepancias impidieron que Naciones Unidas actuara. Como
consecuencia de ello quizás entre 200.000 y 300.000 ruandeses murieron
asesinados, de hambre y víctimas de enfermedades consecuencia de la
malnutrición.
La cacería humana siguió ante la pasividad o incapacidad, de nuevo, del
Consejo de Seguridad. Más tarde, cuando ya había terminado todo, la ONU
enviaría a varios Relatores Especiales a la zona a investigar lo ocurrido.
Los informes A/51/942 y E/CN.4/1998/64 son fruto de estos trabajos. Sin
embargo el magnífico libro autobiográfico de Maria Beatriz Umutesi “Huir
o morir en el Zaire”, editado por la editorial Milenio, nos describe
muchísimo mejor lo vivido por estos refugiados, pues, no obstante, ella era
uno de ellos.
Emma Bonino publicaba en el diario “El País”, el 22 de mayo de 1997, un
artículo titulado “El retorno de la barbarie” en donde se lee:
“Por último, me referiré a la crisis en la región de los Grandes Lagos,
amalgama -en el tiempo y en el espacio- de todos los desmanes que se
están haciendo con el derecho humanitario (por no hablar del derecho
internacional).
Realmente hemos visto de todo en esta crisis durante los últimos seis
meses: el bombardeo de campos de refugiados protegidos por la bandera
de la ONU; la deportación hacia Ruanda, a golpes de bastón, de medio
millón de refugiados de Tanzania; refugiados burundeses exterminados
por el ejército de Bujumbura en cuanto cruzan la frontera; la prohibición
permanente de un acceso humanitario digno de este nombre en las zonas
supuestamente «liberadas» de Zaire- Congo.
Hemos visto cientos de miles de seres humanos que han pagado un precio
muy alto con su marcha por la selva -víctimas del hambre, de las
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