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EL HOMBRE.- ¡Podemos! Yo puedo. Yo me voy. Nadie va a morir por<br />
mí porque me doy asco. ¿Me escuchas? Te regalaré flores,<br />
pendientes, cajas de música, bombones, te invitaré a cenar, te<br />
escribiré cartas. Vámonos. Me voy. ¿Dónde estás? Vámonos,<br />
vámonos ya.<br />
LA PUTA.- (Entra con una bandeja sobre la que tiembla la blancura<br />
de sus pechos recién cortados.) Aquí tienes mi cuerpo. Aquí tienes tu<br />
inversión. Ya has pagado y la puta morirá sin remedio. Tuyo es.<br />
Tómalo. Tómalo como lo tomaste entonces, el día que hiciste manar y<br />
desbordaste todos mis líquidos, cuando me convertiste en fuente y<br />
me dejaste seca, estéril, incapaz de derramar una sola gota de nada,<br />
eternamente viuda. Me siento tan áspera que el aire hace ruido al<br />
soplar en mi vientre y tropezar contra el papel de lija. Podría contar<br />
todos mis órganos porque todos me duelen por separado, porque<br />
todos están rodeados de pequeños desiertos que se clavan<br />
diminutamente y arañan con la violencia de una uña traicionada, pero<br />
hasta la sangre que deberían expulsar por semejante castigo es un<br />
coágulo. Recuerdo el olor de mis primeras humedades templadas,<br />
brotando, resbalando, perfumando un placer torpe aún, aquel chorrito<br />
tímido que descendía hasta la rodilla y mojaba la sábana. ¿Dónde<br />
están las sábanas mojadas? ¿Dónde están aquellos charcos que<br />
transformábamos en mares? El mismo que descubrió mi sexo lo<br />
amputó. Ya no puedo considerarme mujer. Una mujer es la caricia<br />
predictora de lluvias de su amado. ¿Lluvias? ¡Tormentas! ¡Trombas!<br />
¡Tempestades! ¡Inundaciones! ¿Quién huye de las catástrofes? A<br />
veces siento como se me hincha el cerebro de pensar tanto en él.<br />
Entonces bebo y bebo hasta provocar el vómito. Vomitando me<br />
imagino que vomito todo el suplicio. Me imagino que al despertar por<br />
la mañana, tras esa horrible purga alcohólica, voy a ser libre, pero<br />
compruebo que no sólo no soy libre sino que la obsesión se ha