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MENSAJE PARA LAS MAESTRAS VISITANTES<br />
INVITÉMOSLAS A<br />
QUE VUELVAN<br />
Objetivo: Recordar a las hermanas la necesidad que existe de ayudar a las que no estén totalmente activas en<br />
la Iglesia a que se reactiven en forma total.<br />
Todas conocemos a algunas de estas hermanas.<br />
Es posible que una de ellas no asista a la Iglesia<br />
porque su esposo no es miembro y desea<br />
que se quede con él los domingos; alguna puede haberse<br />
resentido por algún comentario poco amable o<br />
imprudente. Alguna puede tener problemas de salud<br />
o estar sufriendo depresión, o sentirse fuera de lugar<br />
en la Iglesia porque es soltera o no tiene hijos. Es<br />
también posible que haya otra que tenga dudas con<br />
respecto a la doctrina de la Iglesia, o que no esté<br />
cumpliendo con la Palabra de Sabiduría, o que simplemente<br />
se sienta incómoda porque hace mucho que<br />
ha dejado de asistir a las reuniones.<br />
Una hermana había estado inactiva por varios años.<br />
No recordaba cuál había sido la razón por la que dejó<br />
de asistir, y el único contacto que había mantenido<br />
con la Iglesia había sido por medio de las maestras<br />
visitantes y los maestros orientadores. Cada vez que<br />
la animaban a que volviera a la Iglesia insistía en que<br />
"no era fácil" y que ya "era demasiado tarde".<br />
Pero un día les mostró a las maestras visitantes un<br />
poema que ella misma había escrito. Estas le pidieron<br />
permiso para imprimirlo en el boletín del barrio, a lo<br />
que ella consintió.<br />
El poema se incluyó en el boletín, y cuando una<br />
de las hermanas del barrio lo leyó, recordó la amistad<br />
que había tenido con la autora y la fue a ver. Hablaron<br />
acerca de poesías, y volvió a resurgir en ellas la<br />
cálida amistad que habían tenido antes. Después de<br />
conversar un rato, la hermana visitante dijo: "Daría<br />
cualquier cosa porque volvieras a la Iglesia. El barrio<br />
no es el mismo sin ti", a lo que la otra, para sorpresa<br />
de las dos, le contestó: "Creo que volveré".<br />
No regresó a la semana siguiente, pero siguió recibiendo<br />
llamadas telefónicas y visitas, hasta que finalmente<br />
volvió. El cariño y el entusiasmo con que la<br />
recibieron le dio esperanzas y la fortaleza que necesitaba<br />
para seguir yendo. Poco a poco se fue reintegrando<br />
a la Iglesia hasta que se acostumbró a participar<br />
en todas las reuniones y una total participación<br />
substituyó al hábito de la inactividad.<br />
El amor y el cariño de los demás fue lo que despertó<br />
en esta hermana el deseo de volver a la Iglesia.<br />
Al igual que ella, hay muchas otras hermanas inactivas<br />
que se sienten solas y aisladas. El presidente Ezra<br />
Taft Benson nos ha pedido que las ayudemos a regresar<br />
a una total actividad en la Iglesia. El dijo: "Nosotros,<br />
como miembros de la Iglesia y seguidores del<br />
Señor, debemos extender y renovar nuestro amor, y<br />
abrirles las puertas de nuestro corazón para que' vuelvan".<br />
(Ensign, septiembre de 1987, pág. 3.) ¿Cómo<br />
podemos hacerlo? Siguiendo los siguientes pasos:<br />
1. Piensen. ¿Qué familia menos activa podrían hermanar?<br />
Hablen con el líder del sacerdocio correspondiente<br />
para que les ayude en esa tarea.<br />
2. Oren. Pidan la inspiración del Señor para integrar<br />
a la(s) persona(s) que hayan escogido. Pidan tener<br />
la capacidad de amar a aquellos que lo necesitan<br />
en forma especial.<br />
3. Sean persistentes. Nunca piensen que sería inútil<br />
tratar de integrar a alguien a quien hayan escogido,<br />
aun cuando al principio le demuestren enojo o tengan<br />
una actitud negativa. ¡Nunca se den por vencidas!<br />
4. Estén alertas. Es muy posible que los que asisten<br />
a la Iglesia estén pasando por dificultades o tengan<br />
problemas. Búsquenlos, y traten de integrar a los que<br />
se sientan solos en las clases o en la reunión sacramental.<br />
Si son receptivas a los problemas de los demás,<br />
podrán evitar que muchos se inactiven.<br />
Podremos ayudar a los menos activos a volver al<br />
redil del Señor si hacemos Jo que el presidente Benson<br />
nos ha sugerido: "Debemos manifestar a los demás<br />
el mismo amor que el Pastor tiene por todos<br />
nosotros . . . Debemos encontrar las ovejas —<br />
algunas de ellas están confundidas, otras son indiferentes,<br />
otras tienen preocupaciones— y con amor y<br />
caridad hacerlas volver al redil" (Ensign, septiembre<br />
de 1987, pág. 4). D<br />
Sugerencias para las maestras visitantes:<br />
1. Tanto ustedes como las hermanas que visiten<br />
pueden contar una experiencia acerca de cómo ustedes<br />
o alquien a quien conozcan se haya reactivado en<br />
la Iglesia o haya fortalecido su fe, gracias al amor de<br />
otras personas.<br />
2. Analicen la manera en que ustedes o las hermanas<br />
que visiten pueden ser receptivas a los problemas<br />
de los demás. Analicen también cómo pueden hermanar<br />
a otras personas.<br />
(Para ayudas adicionales, véase Manual de sugerencias para la noche de<br />
hogar, págs. 124-132.)<br />
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