N Ú M E R O 3 R e v is ta a n u a l y g ra tu ita d e a s o c ... - Fasal Avila
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Por los años sesen<strong>ta</strong> se introdujeron los baluartes pa<strong>ra</strong> los<br />
carros de mulas. El baluarte e<strong>ra</strong> un armazón de palos que se<br />
fijaba con tornillos al carro pa<strong>ra</strong> aumen<strong>ta</strong>r con ello su<br />
capacidad y volumen. En el armazón de palos se fijaba una<br />
red de mallas de esparto dentro de la cual se echaban los<br />
haces o morenas. Con los baluartes una sola persona se<br />
bas<strong>ta</strong>ba pa<strong>ra</strong> cargar el carro.<br />
LA TRILLA<br />
Con las prime<strong>ra</strong>s ho<strong>ra</strong>s del sol de la mañana llegaban a la e<strong>ra</strong><br />
los primeros carros cargados de mies con un balumbo de<br />
varios metros de alto y algunos de ancho. Después de<br />
descargarlos había que desbalagar las mieses, que si e<strong>ra</strong>n<br />
de haces, antes de desbalagarlos, había que desa<strong>ta</strong>r con un<br />
pequeño, pero enérgico tirón de la pun<strong>ta</strong> de la lía, que se iba<br />
recogiendo en manojos valederos pa<strong>ra</strong> a<strong>ta</strong>r nuevos haces.<br />
Este bálago, antes reunido en haces y morenas se iba,<br />
aho<strong>ra</strong>, extendiendo por la e<strong>ra</strong> pa<strong>ra</strong> hacer la parva redonda<br />
que se iba a trillar en el día.<br />
La trilla e<strong>ra</strong> un t<strong>ra</strong>bajo monótono y somnoliento. La modor<strong>ra</strong><br />
invadía sin remedio a quien sen<strong>ta</strong>do en el trillo lo conducía<br />
dando vuel<strong>ta</strong>s en redondo y sin fin, acompasado por le canto<br />
de las cigar<strong>ra</strong>s y el uniforme y sordo crujir del bálago bajo el<br />
trillo de made<strong>ra</strong>. De vez en cuando el rechinar del trillo cont<strong>ra</strong><br />
el emped<strong>ra</strong>do advertía con estridencia que la yun<strong>ta</strong> se había<br />
salido de la parva y había que reconducirla al ruedo de mies.<br />
Los animales que se utilizaban pa<strong>ra</strong> ar<strong>ra</strong>st<strong>ra</strong>r el trillo iban<br />
desde los pausados bueyes, a los que ni el aguijón de la larga<br />
ahijada sacaba de su lenti<strong>tu</strong>d, pasando por los burros y mulas<br />
has<strong>ta</strong> las yeguas lige<strong>ra</strong>s que con un chasquido de la t<strong>ra</strong>lla se<br />
ponían al trote.<br />
Pa<strong>ra</strong> que la parva queda<strong>ra</strong> bien trillada había que tornarla<br />
sacando a la superficie las espigas y cañas que en con<strong>ta</strong>cto<br />
con el suelo quedaban indemnes a la abundante den<strong>ta</strong>du<strong>ra</strong> y<br />
sier<strong>ra</strong>s del trillo. Se daban, como mínimo, tres tornas o<br />
vuel<strong>ta</strong>s a la parva: la prime<strong>ra</strong> cuando aún quedaba mucho<br />
bálago entero, y se hacía con el horcón de made<strong>ra</strong> de dos<br />
dientes; la segunda, con la horca o garie<strong>ta</strong> de made<strong>ra</strong> y cinco<br />
dientes que revolvía la mies ya semitri<strong>tu</strong><strong>ra</strong>da; la terce<strong>ra</strong>, con<br />
la pala, de una sola pieza, de made<strong>ra</strong>, cuando la paja es<strong>ta</strong>ba<br />
ya tri<strong>tu</strong><strong>ra</strong>da, pero quedaban en el suelo espigas o vainas que<br />
había que devolver a la superficie pa<strong>ra</strong> que el trillo las<br />
desg<strong>ra</strong>na<strong>ra</strong>. A veces se utilizaba la tornade<strong>ra</strong> fija, suje<strong>ta</strong> al<br />
extremo posterior del trillo.<br />
Cuando la parva se daba por bien trillada había que recogerla<br />
y echarla al montón. Pa<strong>ra</strong> recoger la parva, o amontonar, se<br />
utilizaba la cañiza. La cañiza es un artefacto de made<strong>ra</strong>, cuya<br />
pieza básica es una <strong>ta</strong>bla que pues<strong>ta</strong> en perfil horizon<strong>ta</strong>l hace<br />
de <strong>ra</strong>llade<strong>ra</strong>. Es<strong>ta</strong> <strong>ta</strong>bla se anclaba en un timón cent<strong>ra</strong>l y se<br />
Rev<strong>is</strong><strong>ta</strong> <strong>Fasal</strong> Ávila 17<br />
reforzaba con dos ti<strong>ra</strong>ntes en los extremos. El timón se unía,<br />
por una clavija, al yugo de las mulas que ar<strong>ra</strong>st<strong>ra</strong>ndo la<br />
cañiza repetidas veces dejaba la parva recogida en la base<br />
del pez, pa<strong>ra</strong> luego irla ti<strong>ra</strong>ndo despar<strong>ra</strong>madamente por todo<br />
lo alto con una horca. El pez iba creciendo con la parva de<br />
cada día. De las variadas formas volumétricas que poblaban<br />
las e<strong>ra</strong>s, las más sobresalientes e<strong>ra</strong>n los peces y las hacinas.<br />
Cuando la parva se daba por bien trillada había que recogerla<br />
y echarla al montón. Pa<strong>ra</strong> recoger la parva, o amontonar, se<br />
utilizaba la cañiza. La cañiza es un artefacto de made<strong>ra</strong>, cuya<br />
pieza básica es una <strong>ta</strong>bla que pues<strong>ta</strong> en perfil horizon<strong>ta</strong>l hace<br />
de <strong>ra</strong>llade<strong>ra</strong>. Es<strong>ta</strong> <strong>ta</strong>bla se anclaba en un timón cent<strong>ra</strong>l y se<br />
reforzaba con dos ti<strong>ra</strong>ntes en los extremos. El timón se unía,<br />
por una clavija, al yugo de las mulas que ar<strong>ra</strong>st<strong>ra</strong>ndo la<br />
cañiza repetidas veces dejaba la parva recogida en la base<br />
del pez, pa<strong>ra</strong> luego irla ti<strong>ra</strong>ndo despar<strong>ra</strong>madamente por todo<br />
lo alto con una horca. El pez iba creciendo con la parva de<br />
cada día. De las variadas formas volumétricas que poblaban<br />
El pez es un montón prolongado de mies trillada. Había<br />
peces de color marrón como los de garrobas, otros e<strong>ra</strong>n de<br />
color blanco como los de cebada y trigo. Las dos ca<strong>ra</strong>s de los<br />
extremos de los peces tenían forma pi<strong>ra</strong>midal y su cúspide<br />
redondeada con la lome<strong>ra</strong> algo combada hacia el centro; se<br />
perfilaban en redondo las ar<strong>is</strong><strong>ta</strong>s y se cuidaba su forma<br />
armoniosa; todos los ve<strong>ra</strong>nos corría el rumor popular<br />
eligiendo el pez más g<strong>ra</strong>nde y el mejor formado de todas las<br />
e<strong>ra</strong>s.<br />
Cuando el acarreo t<strong>ra</strong>ía a la e<strong>ra</strong> más haces de los que el trillo<br />
daba abasto, los haces se apilaban ordenadamente, en un<br />
extremo de la e<strong>ra</strong>, formando la hacina.<br />
Las hacinas de trigo y cebada e<strong>ra</strong>n filas de haces<br />
superpuestos más a lo largo que a lo alto y a lo ancho. Las de<br />
centeno tenían forma cilíndrica con las espigas al interior y<br />
las cañas al exterior. A las de garbanzos se les daba forma<br />
cónica y su color e<strong>ra</strong> verdoso amarillento.