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Liderazgo audaz - Centro de Alabanza y Proclamación

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LIDERAZGO AUDAZ<br />

res <strong>de</strong> su vida. Nunca lo vi más feliz. Nunca lo vi más emocionado<br />

o satisfecho, que cuando estaba en el equipo <strong>de</strong> Willow».<br />

Entonces, me agarró por el brazo y se atragantó con estas<br />

palabras: «Tom fue el único hermano que tuve. Gracias por incluirlo<br />

en tu equipo. Gracias por amarlo y <strong>de</strong>safiarlo. Gracias<br />

por darle un lugar al cual pertenecen>.<br />

De camino a casa, miré fijamente por la ventana <strong>de</strong>l avión y<br />

me di cuenta otra vez <strong>de</strong>l privilegio <strong>de</strong> pertenecer a un equipo<br />

afectuoso, unido y vigoroso. Me alegraba que Tom hubiera podido<br />

experimentar eso. Recordé aquellos años en que se sentaba alre<strong>de</strong>dor<br />

<strong>de</strong> una mesa en Willow, participando sus i<strong>de</strong>as, ayudando<br />

a formular planes, dando y recibiendo energía en la dinámica<br />

po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong> un equipo saludable. ¿Cuántas personas, me preguntaba,<br />

van a sus tumbas sin nunca haber experimentado algo así?<br />

¿Cuántos lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong> iglesia, pastores y trabajadores laicos <strong>de</strong>votos<br />

sirven por años sin ser nunca parte <strong>de</strong> una experiencia similar?<br />

La mayor parte <strong>de</strong> su vida, mi hijo Todd <strong>de</strong> veintitrés años<br />

<strong>de</strong> edad, me ha oído enseñar y predicar acerca <strong>de</strong> comunidad. Y<br />

me ha observado dirigir y servir en muchos equipos diferentes<br />

en la iglesia. Pero él tenía que experimentarlo por sí mismo, para<br />

enten<strong>de</strong>r por qué me apasiono tanto a este respecto. El año que<br />

se fue a la universidad <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong> California, comenzó a asistir a<br />

una iglesia <strong>de</strong> la Asociación Willow Creek, no lejos <strong>de</strong> su universidad.<br />

En pocos meses allí se involucró en el equipo <strong>de</strong> li<strong>de</strong>razgo<br />

<strong>de</strong>l ministerio <strong>de</strong> jóvenes.<br />

Una noche, ya tar<strong>de</strong>, estando en casa durante las vacaciones<br />

<strong>de</strong> primavera, mi hijo subió las escaleras hasta mi estudio y dijo:<br />

«Papá, ahora entiendo la comunión <strong>de</strong> equipo. Entiendo que es<br />

más que trabajar con otras personas, es vivir a profundidad unos<br />

con otros mientras servimos juntos. Y hay una enorme diferencia<br />

entre los dos conceptos».<br />

Mi espíritu se elevó al oír esas palabras <strong>de</strong> mi hijo. Si solo<br />

más lí<strong>de</strong>res entendieran la diferencia entre «simplemente traba-<br />

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La construcción <strong>de</strong> un equipo <strong>de</strong> ensueno para el reino<br />

jar con otras personas» y «vivir a profundidad unos con otros<br />

mientras servimos juntos». Al practicar la segunda propuesta se<br />

pue<strong>de</strong> mejorar la temperatura relacional en cada círculo <strong>de</strong> li<strong>de</strong>razgo<br />

<strong>de</strong> las iglesias en el mundo.<br />

TRES EJEMPLOS DE COMUNIDADES DE EQUIPO<br />

HACE VARIOS AÑos EL entonces vicepresi<strong>de</strong>nte Al Gore me invitó a<br />

Washington, nc., a asistir a la ceremonia don<strong>de</strong> el Dr. Billy<br />

Graham recibiría la Medalla <strong>de</strong> Honor <strong>de</strong> Oro <strong>de</strong>l Congreso. El área<br />

<strong>de</strong> recepción, La Rotunda, <strong>de</strong>l Capitolio estaba repleta <strong>de</strong> funcionarios<br />

<strong>de</strong>l gobierno y <strong>de</strong> docenas <strong>de</strong> lí<strong>de</strong>res mundiales. La ceremonia<br />

era patriótica, imponente y muy honorable. Cuando el Dr. Graham<br />

se puso en pie para recibir su medalla, la observó y dijo tranquilamente:<br />

«Esta medalla en realidad no es para mí. Es para nuestro<br />

equipo. Hemos estado juntos por cuarenta y cinco años. Sin cada<br />

uno <strong>de</strong> los miembros, mi vida no habría sido la misma. Les <strong>de</strong>bo<br />

mucho». Entonces, uno por uno, pronunció los nombres <strong>de</strong> quienes<br />

habían formado el núcleo <strong>de</strong> su ministerio evangelístico. Mientras<br />

<strong>de</strong>cía los nombres, luchaba por contener la emoción.<br />

Sin embargo, no alcancé a enten<strong>de</strong>r por completo cuán profundamente<br />

el Dr. Graham y sus asociados valoraban a su equipo, hasta<br />

que algún tiempo <strong>de</strong>spués disfruté una visita con él en su hogar en<br />

Montreat, Carolina <strong>de</strong>l Norte. Me guió colina abajo <strong>de</strong> su casa y señaló<br />

las casas que algunos miembros <strong>de</strong> su equipo estaban construyendo<br />

en los alre<strong>de</strong>dores. Según parece, cuarenta y cinco años <strong>de</strong> estar<br />

juntos no era suficiente para este equipo tan estrechamente<br />

unido. Aun cuando se acercaban al final <strong>de</strong> sus vidas, querían estar<br />

juntos, cuidándose y apoyándose unos a otros, como lo habían hecho<br />

a lo largo <strong>de</strong> los años <strong>de</strong> su ministerio. Me conmovía mucho su<br />

compromiso <strong>de</strong> estar juntos todo el camino hasta el final.<br />

Jesús también nos dio un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> lí<strong>de</strong>r que construye un<br />

equipo afectuoso y unido. Uninci<strong>de</strong>nte al final <strong>de</strong> su vida es particu-<br />

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