Capítulo XXVII - Bicentenario
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Il/STORM DEL K/ERG/TO CONSTITUCIONALISTA 481<br />
Ahora. solo quiero hacer especial menciOn del General Eulalio<br />
Gutierrez.<br />
De sobra es conocida Ia actuaciOn de este personaje en los suce-<br />
SOS de Ia ConvenciOn Militar de Aguascalientes y su manifiesta animadversion<br />
hacia su antiguo Jefe y amigo, desde que se considerO<br />
con los tamafios necesarios para disputarle la direccion del movimiento<br />
revolucionario. Sin embargo, bastaba al Primer Jefe recordar<br />
que Eulalio Gutiérrez habla sido uno de los primeros en acornpafiarlo<br />
resueltamente al enfrentarse, en la Capital coa}iuilense, al<br />
regimen que pretendia consolidar sobre la traiciOn y el crimen ci<br />
desleal Cornandante Militar de la plaza de Mexico, para despojarse<br />
de cualquier rencor o resentimiento que pudiera abrigar en contra<br />
del ex Presidente de la ConvenciOn, recomendando, por ejemplo, al<br />
General Pablo Gonzalez, quc si Ilegaba a caer prisionero o se presentaba<br />
en sus fuerzas, Ic diera todo género de garantlas.<br />
AsI fué como al ocupar ci General ObregOn la Ciudad de Salti-<br />
Ilo, hallándose Eulalio Gutiérrez en dificiles condiciones de salud,<br />
a consecuencia de una herida que le ocasionaron las fucrzas del<br />
General Alberto Carrera Torres y habiendose hecho saber su hermano,<br />
Luis Gutiérrez, de las garantias que le brindaba ci Jefe de<br />
Ia RevoluciOn, no tuvo la menor desconfianza en presentarse al Comandante<br />
del Ejército de Operaciones.<br />
El General Obregón enviO al señor Ca.rranza un telegrama, cuyo<br />
texto CS ci siguiente:<br />
"Saltillo, Coah., a 16 de septiembre de 1915. Primer Jefe del<br />
E. C. Veracruz.—HOnrorne comunicar a tiMed que boy ilegO a ésta<br />
ci General Euialio Gutiérrez y quedarl aqul atendiendo a la curadon<br />
de herida que recibiO de Carrera Torres. Le he manifestado<br />
que puede quedarse aqul, pues Gutiérrez prefiere atenderse en ésta<br />
antes de pasarse a territorio americano, donde pudiera ser explotada<br />
su presencia, por nuestros enemigos, en estos momentos, mientras<br />
que permaneciendo en Osta, todo mundo vera que su renuncia<br />
fue sincera.—Respetuosamente. General en Jefe, Alvaro Obregon."<br />
La respuesta del señor Carranza es como sigue:<br />
"Faros, Veracruz, a 19 de scpticmbre de 1915. General Alvaro<br />
Obregon. Saitillo, Coah.—Enterado de Sn mensaje de ayer, comu-