11.05.2013 Views

Frank LLoyd Wright_Gregorio Cabrera_USBCTG_2012.pdf

Frank LLoyd Wright_Gregorio Cabrera_USBCTG_2012.pdf

Frank LLoyd Wright_Gregorio Cabrera_USBCTG_2012.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

[8]<br />

Todo era de lo más superficial, así que cuando me levanté para hablar,<br />

puse mi brazo sobre l os hom bros de Mies y di je: “Damas y caballeros,<br />

les presento a Mies Van de Rohe, lo admiro como arquitecto y com o<br />

persona”. Repentinamente, suspendí la presentación y caminé hacia la<br />

salida.<br />

Cuando “Mies” com enzó a hablar lo hizo en alemán, porque hablaba<br />

poco inglés, y para mi sorpresa, él se expla yó en los orígenes de su<br />

admiración por mí, y de l o mucho que me debía, y se sentía orgulloso<br />

de estar ahí y decirlo públicamente.<br />

Los muchachos de Taliesin, siempre se com portaron con mucho<br />

respeto, aunque los primeros años hubo algunas excepcio nes. En los<br />

10 años de funcionamiento de la escuela, no vimos un solo act o de<br />

indisciplina, ni desgano para el trabajo.<br />

El espíritu de lealtad fue destacado, y cuando miro hacia atrás, me<br />

siento asom brado y enormemente gratificado.<br />

En los primeros años, r eacondicionamos el viejo edi fi cio de la<br />

escuela, la que había sido de mis tías, y tratamos de terminar uno<br />

nuevo, destinado a poseer 16 salas de dibujo, todas para aprendices.<br />

Esos primeros años de Taliesin pasaron rápidamente. Los jóvenes<br />

cruzaban a dedo el continente, para juntarse a nosotros, y nos vimos<br />

obligados a rechazar a más de 400 por falta de medios. Hubiera tenido<br />

yo mejores medi os económicos, para alojarlos y alimentarlos, hubiera<br />

comenzado la ciudad ideal, “Broadacre City”. Y entonces un día ,<br />

cuando esperábamos ocupar nuestros edi fici os, llegó el tornado en<br />

forma de Recesi ón. El gobierno, en forma inexplicabl e, col ocó a<br />

nuestros trabajadores particulares en una posición, en donde sin<br />

trabajar recibían salario del mismo gobierno. Naturalmente estaban<br />

complacidos y satisfechos, por lo cual decidieron renunciar y tomar<br />

ventaja de la Recesión. No tuve argumentos que oponer, porque el<br />

único argumento que los hubiera llevado de vuelta al trabajo, era el<br />

dinero, y yo no lo tenía.<br />

Para hacer este asun to más grave, demandaron nuestros acuerdos<br />

laborales, exigiendo el pago inmediato de salarios, como si la obra<br />

estuviera terminada y en pleno funcionamiento, como constaba la<br />

relación entre nosotros previ o contrato.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!