Frank LLoyd Wright_Gregorio Cabrera_USBCTG_2012.pdf
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La debilidad y la indolencia en los hábitos de la vida universitaria, no<br />
son buenos ejemplos aquí y así no t endríamos posibilidad de éxit o.<br />
Ha y muchos jóvenes en est e lugar disfrutando su trabajo, l o que<br />
prueba que la madurez es esen cial para alcanzar el potencial de estos<br />
insatisfechos universitarios.<br />
Estos propósitos deben servir, para darnos una idea de donde está la<br />
excelencia. Ellos deben producir también la clase de actitud que se<br />
necesita en estos tiempos. Por semanas he estado buscando madera<br />
por estos valles, y otros materiales com o piedra y cal, y especialmente<br />
trabajadores asalariados. Nosotros tenemos poco dinero para cancelar<br />
est os ansiados suministros.<br />
Al fin podemos instalar nuestro horno de cal, con una luz nocturna, l a<br />
que miramos desde nuestro TALIESIN, como una especi e de lejana<br />
esperanza. Es un gusto ver a los muchachos con taparrabos, como<br />
esti badores de barcos, metiendo madera en el fondo del improvisado<br />
horno.<br />
“Un orden viejo esta blecido, sol o puede ceder poco a poco, cuando<br />
está soca vado, o cuando falla por sus propios excesos”.<br />
La vida familiar de los pi oneros tan nombrada aquí, y tan apreciada<br />
por nosotros, en este amado VALLE, del cual no queremos salir, aún<br />
en ciertas circunstancias apremiantes, com o l e ha s ucedido a algunos<br />
parientes dispersos en lejanos puebl os. Este VALLE, la tierra que mis<br />
antepasados labraron y amaron profundamente, conservando los<br />
árboles de las colinas, y recogiendo l os ansiados cultivos.<br />
Por lo tanto, esta búsqueda de nuestra democrát ica FORMA es<br />
revoluci onaria, una revoluci ón esencial para nuestra vida. Desde que<br />
estamos aquí, desde 1932, hasta ahora 1942, hemos estado juntos<br />
formando una entidad cultural en 10 años, lo que para los demás<br />
puede parecer ilegítimo, a menos que se produz ca un milagro en sus<br />
mentes. Si miramos hacia atrás, vemos las penas que se levantan de<br />
sucesi vas derrotas, parecidas a la muerte, a la sol edad, a la<br />
desolaci ón, y la desesperación.<br />
Pero de esas cosas negativas, nuestros muchachos fueron<br />
consiguiendo una nueva forma de ver las cosas, que me hicieron a mí<br />
regresar a la niñez. Ellos ya no estuvieron apartados de la realidad,