El diseño ortográfico Frank Seifart en J. Haviland y José Antonio ...
El diseño ortográfico Frank Seifart en J. Haviland y José Antonio ...
El diseño ortográfico Frank Seifart en J. Haviland y José Antonio ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Capítulo 1l<br />
<strong>El</strong> <strong>diseño</strong> <strong>ortográfico</strong><br />
<strong>Frank</strong> <strong>Seifart</strong><br />
Introducción<br />
Los registros escritos. como las trascripciones de er <strong>en</strong>tos de habla grabados<br />
<strong>en</strong> video, son courpon<strong>en</strong>tes es<strong>en</strong>ciales de las docum<strong>en</strong>taciones lingüísticas.<br />
Gran parte del éxito de una docur.n<strong>en</strong>tación lingiiística dep<strong>en</strong>de de la<br />
transfonlación de estos regtstros erl una ortografía que sea del agrado de la<br />
cornunidad de habla. De hecho, si se acepta que la docut.n<strong>en</strong>tación ti<strong>en</strong>e que<br />
ser accesible a la comunidad, el <strong>diseño</strong> y la impl<strong>en</strong>-rer.rtación de una<br />
ortogralía práctica es una tarea absolutam<strong>en</strong>te necesaria <strong>en</strong> una fase<br />
temprana de un proyecto de docurn<strong>en</strong>tación. Sin ernbargo, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral los<br />
lingüistas no prestan mucha at<strong>en</strong>ción al <strong>diseño</strong> <strong>ortográfico</strong>. Persiste la idea<br />
de que una bu<strong>en</strong>a ortografia es sirnplern<strong>en</strong>te aquella que repres<strong>en</strong>ta todos<br />
los contrastes fonológicos. No obstante, el <strong>diseño</strong> orlográfico constituye una<br />
cuestión bastante cornpleja, que no sólo incluye aspectos fonológicos,<br />
prosódicos, grarnaticales y semánticos de la ler,gua que se va a escribir, sir,o<br />
tar¡bién r"rna amplia variedad de cuestiones no lingüísticas. Entre ellas se<br />
psicolingiiísticos de la lectula y la<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran los aspectos pedagógicos ¡,<br />
escritura y la situación sociolingiiística.<br />
Dada la variedad de estructuras lingüísticas y situaciones<br />
sociopolíticas exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el mundo, no resulta viable ni deseable proponer<br />
una receta para producir ur.ra ortografia óptima. <strong>El</strong> propósito de este capítulo<br />
es más bi<strong>en</strong> hacer un esbozo de las cuestiones g<strong>en</strong>erales más importantes<br />
que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con el <strong>diseño</strong> orlográfico. En prirner lugar, se id<strong>en</strong>tifican<br />
ciertos "factores" qLre son pertin<strong>en</strong>tes al tomar decisiones sobre el <strong>diseño</strong><br />
<strong>ortográfico</strong>: se analiza la aplicación de dichos factores con ejemplos de<br />
diversas l<strong>en</strong>guas, con especial refer<strong>en</strong>cia a situaciones <strong>en</strong> las que la l<strong>en</strong>gua<br />
se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> peligro de extinción. <strong>El</strong> capítulo sy' c<strong>en</strong>tra exclusivam<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> las decisiones prácticas que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que tomarse <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> e1 proceso<br />
de <strong>diseño</strong> de una ortogralía o <strong>en</strong> la refonna de una ya exist<strong>en</strong>te. Aqui no se
322 <strong>Frank</strong> <strong>Seifart</strong><br />
consideran cuestiones más g<strong>en</strong>erales, como los electos de la alfabetización<br />
<strong>en</strong> culturas orales (véanse, por ejernplo, Fisht¡ar, l99l ; Mühlháusler 1996)<br />
o las diler<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre comunicación oral y esclita (véase, por ejemplo, Ong<br />
1982). <strong>El</strong> alcance de este arlículo se limita todavía más debido a que se<br />
<strong>en</strong>foca principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> sistemas de escritura alfabéticos.<br />
<strong>El</strong> procedimi<strong>en</strong>to fundam<strong>en</strong>tal que se esboza <strong>en</strong> este capítulo para<br />
diseñar una ortografía comi<strong>en</strong>za con el análisis de la estructura de una<br />
l<strong>en</strong>gua dada qr-re típicam<strong>en</strong>te revelará una serie de opciones para su<br />
repres<strong>en</strong>tación ortográfica. Por ejemplo, el <strong>en</strong>sordecili<strong>en</strong>to al final de las<br />
palabras podría repres<strong>en</strong>tarse o no <strong>en</strong> una ortografía. Más adelante estas<br />
opciones se evalúan con respecto a factores que son indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes de la<br />
estructura lingüística, como la capacidad de los principiantes de apr<strong>en</strong>der<br />
ciertos tipos de ortografias. Estos lactores no lingüísticos ser'án decisivos al<br />
elegir una opción por <strong>en</strong>citna de otra. Sin embargo, con frecu<strong>en</strong>cia estos<br />
factores se opon<strong>en</strong>. Entre otros, LlÍla ortogralía que repres<strong>en</strong>ta el<br />
<strong>en</strong>sordecimi<strong>en</strong>to al final de las palabras puede resultar más fácil de apr<strong>en</strong>der<br />
para los principiantes, ya que la foma esclita corresponde de fonna más<br />
cercana a la pronunciación. Sin embargo, un lector avanzado tal vez se<br />
b<strong>en</strong>eficie de una ofiografía que mant<strong>en</strong>ga una fonna escrita constante de un<br />
morfema, sin importar si su consonante final es sorda o no <strong>en</strong> algún<br />
contexto. Por consigui<strong>en</strong>te, una tarea es<strong>en</strong>cial al diseñar ortografías es poner'<br />
<strong>en</strong> una balanza las veltajas y desver.rtajas de las difer<strong>en</strong>tes opciones y llegar<br />
a acuerdos. Cabe serlalar que estos principios básicos no sólo se aplican <strong>en</strong><br />
la creación de uuevas ortografías. sino también <strong>en</strong> la refonna de ortografías<br />
exist<strong>en</strong>tes.<br />
<strong>El</strong> pres<strong>en</strong>te capítulo está organizado como sigue: el apartado I<br />
pres<strong>en</strong>ta los conceptos básicos para el <strong>diseño</strong> de una ortografía. Basándose<br />
<strong>en</strong> esos conceptos, el apartado 2 id<strong>en</strong>tifica una serie de factores no<br />
lingüísticos <strong>en</strong> el <strong>diseño</strong> <strong>ortográfico</strong>, <strong>en</strong>tre ellos cuestiones psicolingüísticas,<br />
sociopolíticas y técnicas. En el aparlado 3 se ilustra <strong>en</strong> qué lorma estos<br />
factores se aplican <strong>en</strong> ejernplificaciones específicas con algunos esfirdios de<br />
caso. A lo largo del capítulo, se emplean las sigui<strong>en</strong>tes conv<strong>en</strong>ciones ya<br />
establecidas para las difer<strong>en</strong>tes clases de repres<strong>en</strong>tación de datos<br />
lingüísticos: [ ] para la repres<strong>en</strong>tación fonética, I I para la repres<strong>en</strong>tación<br />
fonológica y < > para la repres<strong>en</strong>tación ortográfica.<br />
l. Conceptos básicos<br />
En este apartado se define el ténnino ortograJía y se proporciona un breve<br />
pal'rorama de la tipología de sistemas de escritura. Después se pres<strong>en</strong>tan los
Capítulo I l-<strong>El</strong> <strong>diseño</strong> <strong>ortográfico</strong> 323<br />
térnrinos pro/ ndidad ortográJica, cat'ga .fitntional y s u brepres<strong>en</strong>fcrción.<br />
Estos conceptos se explicarán y ejemplificarán con mayor detalle <strong>en</strong> los<br />
apartados posteriores.<br />
Los sistemas de escritura son sistetnas que petrnit<strong>en</strong> a los lectores<br />
leconstruir un m<strong>en</strong>saje lingüístico con base <strong>en</strong> signos escritos. Las<br />
ortografías son sistemas de escritula que se ercr.rcntran estandarizados<br />
respecto de:<br />
a. un conjur.rto de símbolos gráfrcos (gra/bnlas), como signos, caracteres,<br />
letlas, así como diacríticos, signos de puntuación, etc., y<br />
b. un conjunto de reglas/conv<strong>en</strong>ciones, como reglas ortográficas y de<br />
pronunciación, reglas de división de palabras, reglas de puntuación,<br />
reglas de uso de mayirsculas, etc. (Coulmas 2003: 35; véanse también<br />
Couln-ras 1996: 1380; Rogers 2005: 2 y ss.).<br />
Entonces, y esto es lo rnás irrportante. uÍla ofiografía se define como la<br />
conjunción de una serie de -et'afleuas. cot.llo Lllt alfabeto, y una serie de<br />
reglas asociadas que regulan stt r-rso. <strong>El</strong> tercer rasgo definitolio es que tanto<br />
los símbolos como su uso se <strong>en</strong>cr-l<strong>en</strong>tlan estandat'izados y codificados. A la<br />
lolma visual real de los grafemas que <strong>en</strong>-tplea un sist<strong>en</strong>-ta de escritura, como<br />
las letras latinas o arábigas, se le llama caligraJía.<br />
Como punto de partida <strong>en</strong> el análisis sigui<strong>en</strong>te, resulta útil dar un<br />
vistazo a la tipología de los sistemas de escritura. La mayoría de las<br />
tipologías de los sistemas de escritura se basa <strong>en</strong> la unidad más pequeña de<br />
un sistema, es decir, <strong>en</strong> sus gralemas básicos (Coulmas 1996: 1381, Rogers<br />
2005:269 y ss.). Se distingu<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes tipos de acuerdo con la clase de<br />
unidad lingiiística a la que corespondan los gralemas básicos.r Sigui<strong>en</strong>do<br />
este principio, un prirner tipo lecor.rocido <strong>en</strong> la tipología de sistemas de<br />
escritura son los sistet.nas de escritura morlbgt dlitos. <strong>El</strong> conjunto elell<strong>en</strong>tal<br />
de grafemas de los sistemas morfográficos corresponde a los rnorfetnas, es<br />
decir, los elem<strong>en</strong>tos lingüísticos que pose<strong>en</strong> un sigr.rificado.t Un ejernplo<br />
rLas posibilidades teóricas adicionales para establecer una tipología de los sistemas de<br />
cscritura, colno la dirección (izcluierda, derecha), el eje (horizorrtal, perp<strong>en</strong>dicular) o la<br />
alineación (de arriba hacia aba.jo, de abajo hacia arriba) por lo g<strong>en</strong>etal no se reconocell ya<br />
quc no rind<strong>en</strong> clasificacioncs csclarecedoras.<br />
:Los sistemas morfogr'áficos a veces tantbién se d<strong>en</strong>ominan "logográficos" o<br />
"ideográficos". Los dos témrinos sol inapropiados porque las unidades repres<strong>en</strong>tadas <strong>en</strong><br />
cstos sistemas de escritura son siempre morfetnas, y no palabras <strong>en</strong> el scntido de unidades<br />
que podrían ser modificadas pol la flexió1, como sugiere el térrnino "logográhco". De<br />
hccho, no exister sisternas de esclitura que repres<strong>en</strong>t<strong>en</strong> palabtas <strong>en</strong> estc s<strong>en</strong>tido, aunque <strong>en</strong>
324 <strong>Frank</strong> Seifitrt<br />
prototípico de un sistema de escritura motfográfico es el chino. Cada<br />
grafema (es decir, cada caracter) del chino repres<strong>en</strong>ta un morfella de la<br />
l<strong>en</strong>gua.<br />
<strong>El</strong> segundo tipo principal lo constituy<strong>en</strong> los sist<strong>en</strong>-tas de escritula<br />
.fonográficos. Las unidades básicas de estos sistemas alud<strong>en</strong> a elem<strong>en</strong>tos de<br />
la estructura sonora de la l<strong>en</strong>gua. A su vez, los sistetnas de escritura<br />
fonográfica se divid<strong>en</strong> <strong>en</strong> dos subtipos principales: sistemas de escritura<br />
silábica y sisternas de escritura alfabética. Un ejernplo plototípico de una<br />
escritura silábica es el sistema kana del japonés, pues cada uno de sus<br />
grafemas repres<strong>en</strong>ta una sílaba de la ler,gua. En los sistemas alfabéticos, el<br />
conjunto básico de grafetnas son letras que conespond<strong>en</strong> (más o m<strong>en</strong>os<br />
directam<strong>en</strong>te) a los fonemas de la l<strong>en</strong>gua. Ejemplos bi<strong>en</strong> conocidos son los<br />
sistemas de escritura del griego y el latín.<br />
Es importante señalar que d<strong>en</strong>tro de los sistemas de escritura<br />
alfabética "la gama de conespond<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre fonemas y grafetnas varia<br />
tanto <strong>en</strong> la consist<strong>en</strong>cia coÍlo <strong>en</strong> la posibilidad de qne la correspond<strong>en</strong>cia<br />
sea conrpleta" (Katz y Frost 1992: 67): un solo louema puede repres<strong>en</strong>tarse<br />
rnediante combinaciones de graf<strong>en</strong>as, como los dígrafos o trígrafos (por'<br />
ejernplo, <strong>en</strong> el alemán - {f, o mediante la cor¡binación de letras con<br />
diacríticos (por ejernplo, <strong>en</strong> el francés /a/ vs. - /o/). También puede<br />
haber distinciones fonémicas qr-le no se repres<strong>en</strong>t<strong>en</strong> llediante letras (por<br />
ejemplo, la longitud de las vocales <strong>en</strong> latín). Finalm<strong>en</strong>te, un solo fonema<br />
puede ser reples<strong>en</strong>tado por varios grafemas (por ejernplo, <strong>en</strong> el inglés /f/<br />
(fur.l), (photo), ) y un solo gralerna puede repres<strong>en</strong>tar una serie de<br />
fonemas distintos (pol ejernplo, <strong>en</strong> el inglés (bull) - ,/bul/ vs. (bulk) -<br />
/b,rlk/).<br />
Los dos tipos principales de sistemas de escritura-morfográfico y<br />
lonográfico rara vez se pres<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> forma pura. En carnbio, la mayoría<br />
de los sisternas de escritura, si no es que todos, conrbina aspectos<br />
flor.rográficos y rTrorfográficos. Por ejemplo, el sistema de escritum del inglés<br />
es básicam<strong>en</strong>te fonográfico, es decir, las letras del alfabeto del inglés<br />
repres<strong>en</strong>tan fonemas (aunque las correspond<strong>en</strong>cias de letras y lonemas solt<br />
bastante complejas, como acabamos de m<strong>en</strong>cionar). Sin embargo, <strong>en</strong> el<br />
inglés también puede observarse que los misrnos morfemas se escrib<strong>en</strong> con<br />
el caso dc l<strong>en</strong>guas altalrgltte<br />
rronolnorfénricas. Además. los<br />
nunca aludcn de forura directa<br />
"ideográfico".<br />
aislautes. colllo cl chino, las palabras ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a scr<br />
grafcmas siemprc se retier<strong>en</strong> a unidades lingliísticas y<br />
a conccptos extra lingiiísticos, cono sugiere el tór'rnino
Capítulo 1 I <strong>El</strong> <strong>diseño</strong> ortográ/ico 325<br />
la misl.na secu<strong>en</strong>cia de letlas. aunque puedc scr que se pronunci<strong>en</strong> de fbrma<br />
distinta <strong>en</strong> contextos distintos. La fbfura escrita constante versus la<br />
pror.rtrnciación variable de las raíces tild y redtrc-,x dcl sulljo de plulal -.s se<br />
ilustran <strong>en</strong> los siguier.rtes ejemplos (con la pronunciación británica):<br />
1. a. twáilal<br />
b. fbr'wrldemantj<br />
2a. b.<br />
3. a.<br />
b.<br />
[rr'djurs]<br />
[rr'd,rkJ<strong>en</strong>]<br />
Ihrets]<br />
Ihedz]<br />
(wild)<br />
(bervild<strong>en</strong>n<strong>en</strong>t)<br />
(reduce)<br />
(reduction)<br />
(hats)<br />
(heads)<br />
A pesar de las diler<strong>en</strong>cias de pronunciación. sc preserva la repres<strong>en</strong>lación<br />
gráfica de los morltnas resaltados con negritas <strong>en</strong> los ejernplos 1-3. Este es<br />
un ej<strong>en</strong>.rplo dcl principio morfbgráfico que opera dcntro de un sist<strong>en</strong>a de<br />
escritura básicam<strong>en</strong>te fonográfico.t De la mist.na nancra, los rasgos<br />
folrográficos <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral son observables <strong>en</strong> sistet.nas principalm<strong>en</strong>te<br />
rrorlográficos. Por ejernplo, cada signo del sistema de escritura chino<br />
corresponde no sólo a un morfema (que pol'ta un significado), sino tanbién<br />
a una sílaba de la l<strong>en</strong>gua hablada. Por consigui<strong>en</strong>te, cada uno de estos<br />
signos tarnbiór.r ticne un valor fonético. Como tal, tan.rbiér.r pued<strong>en</strong><br />
ernplearse para escribir palabras de l<strong>en</strong>guas extranjeras, como <strong>Frank</strong>fitrt<br />
(segur.rda línea del ejernplo 4).'Al usarse de esta manera. resulta irrelevante<br />
la correspond<strong>en</strong>cia de cada siglro col.t uu tnorfetna que ti<strong>en</strong>e significado<br />
(repres<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> la plimera línea dcl ejemplo 4).<br />
'En nuclros casos. la lbrtr. a <strong>en</strong> que se esctib<strong>en</strong> los llortttlas cs conslante <strong>en</strong> dif'er<strong>en</strong>tes<br />
contextos a pesar c1e las dilcl<strong>en</strong>cias de pronurrciación porqLrc la escrill¡ra co ecta de las<br />
palabras represcllta una clapa rrás antigua de la lcugua. cuando estas folmas de hecho se<br />
pronrrnciabarr de la nrisrn¿r rlancta. Cot'no esas convcnciortcs clc csct itura hac<strong>en</strong> explícita la<br />
etilrología de las palablas. fcnótn<strong>en</strong>os como los clc los ejcmplos l-3 del inglés pued<strong>en</strong><br />
d<strong>en</strong>ominarse "escritua ctinrológica". La ortografía liauccsa. quc ntucslla correspond<strong>en</strong>cias<br />
nuy complejas para la ¡rronunciación. tanbién iucluyc tuuchos c'icmplos de escritura<br />
etinológica.<br />
rAdeurás. pucdc añrmarse que rluchos signos chinos inclu¡'<strong>en</strong> compoll<strong>en</strong>tes con un valor<br />
exclusivan¡cntc fonótico (Couhnas 2003: 56 y ss.). Esle es un aspecto fonogtático adicional<br />
de este sistcnra de escrilLrra.
326 <strong>Frank</strong> <strong>Seifart</strong><br />
4. "ley"<br />
Jti<br />
)Nt r<br />
"flor"<br />
lán<br />
:<br />
"gramo"<br />
ke<br />
ñ<br />
"suerte"<br />
Por consigui<strong>en</strong>te, los términos "molfográfico" y "fonográfico" d<strong>en</strong>otan<br />
principios que operan d<strong>en</strong>tro de uno y el misrro sisterna de escritura, y no<br />
caracterizaciones de sistemas de escritura con'lo un todo. Ent<strong>en</strong>dida como<br />
tal, la distinción <strong>en</strong>tre sistemas de escritura fonográficos y morfográficos se<br />
relaciona de manera estrecha con una primera distinción básica qr:e resulta<br />
fundam<strong>en</strong>tal para el <strong>diseño</strong> ortográhco, es decil, aquélla <strong>en</strong>tre ofiografías<br />
proJ ndasy superfcioles (Katz y Frost 1,992; Bird 1999b; <strong>El</strong>lis ef ctl.2004).<br />
La metáfora de la "profundidad" de una ortogralía se refiere al nivel de<br />
eshuctura lingüística <strong>en</strong> el que las lormas se repres<strong>en</strong>tan ortográficam<strong>en</strong>te.<br />
Las ortografias superficiales se aproxirnan a una conespond<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre la<br />
repres<strong>en</strong>tación ortográfica y la realización superficial de fonnas lingüísticas,<br />
al grado de que pued<strong>en</strong> especificar la realización lonética de estas fon¡as<br />
cuando se pronuncian <strong>en</strong> Lln contexto dado. <strong>El</strong> croata y el serbio son<br />
ejemplos de este tipo de orlografías, ya que utilizan el mismo sistema de<br />
escritura, pero difer<strong>en</strong>tes caligrafías, a saber, la cirílica y la romana<br />
(Feldman y Balac-Cikoja 1996). En estas ortografías, se repres<strong>en</strong>tan los<br />
alomorfos e incluso las pronunciaciones regionales (véase Katz y Frost<br />
1992: 69 y ss.) y, por consigui<strong>en</strong>te, se manti<strong>en</strong>e una relación cercana <strong>en</strong>tre<br />
la lonna escrita y su pronunciaciór.r. Por otro lado, una ortografia profunda<br />
se aproxima a una correspol.ld<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre la lepres<strong>en</strong>tación ortográfica y<br />
formas subyac<strong>en</strong>tes o ideales. Asi, las ortoglafías prolundas típicar,r<strong>en</strong>te<br />
repres<strong>en</strong>tan cada morlema de la l<strong>en</strong>gua con una lonna escrita invariable y<br />
no especifican los cambios n.rorfofonológicos que estos morfemas<br />
experim<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> contexto. Por consigui<strong>en</strong>te, las ortografías profundas<br />
típicarn<strong>en</strong>te son m<strong>en</strong>os específicas con respecto a la realización lonética de<br />
una forma deteminada. En los ejemplos anteriores del inglés (ejernplos l-3)<br />
puede observarse una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia hacia ese tipo de orlografía.<br />
Las ortografías profundas se utilizan ampliam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> l<strong>en</strong>guas que<br />
pres<strong>en</strong>tan muchos cambios morfofonológicos, es decir, l<strong>en</strong>guas <strong>en</strong> las que la<br />
repres<strong>en</strong>tación morfofonológica se difer<strong>en</strong>cia bastante de la repres<strong>en</strong>tación<br />
fonética, como <strong>en</strong> el inglés (Lib<strong>en</strong>nan et al. 1980; Frost y Katz 1992:69 y<br />
ss.). En ese tipo de l<strong>en</strong>guas, una ortografía profunda puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse como<br />
una técnica para preservar la imag<strong>en</strong> visual de los morferras, que se<br />
volvería indistinta <strong>en</strong> una ortografía superficial. Por su parte, las ortografías<br />
superficiales ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a usarse <strong>en</strong> l<strong>en</strong>guas que ples<strong>en</strong>tan relativarr<strong>en</strong>te pocos<br />
can.rbios rnorlofonológicos, como el serbio y el croata. En estas l<strong>en</strong>guas, la<br />
.fú<br />
7.F
Ccrpítulo I l-<strong>El</strong> <strong>diseño</strong> ortogralico 327<br />
repres<strong>en</strong>tación molfofonológica se acerca a la repres<strong>en</strong>tación fonética. En<br />
consecu<strong>en</strong>cia, la ortografía superficial de esc tipo de l<strong>en</strong>guas puede<br />
preservar la id<strong>en</strong>tidad gráfica de un morfema <strong>en</strong> el uisrno grado que una<br />
ortografia profunda de una l<strong>en</strong>gua que posea ntuchos cambios<br />
rnorlofonológicos.<br />
Por lo tanto, el térrnir.ro profundidod ortográlitu se ¡efiere-de<br />
fonna g<strong>en</strong>elal-al nivel de la estructura lingüística <strong>en</strong> el que se localizan los<br />
rasgos repres<strong>en</strong>tados <strong>en</strong> la ortografía. Otra pregunta impol'tante es cuál de<br />
los múrltiples rasgos pres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> Lln m<strong>en</strong>saje hablado deb<strong>en</strong> repres<strong>en</strong>tarse<br />
eu una ortografia <strong>en</strong> primera instancia. En este punto el análisis lingiiístrco<br />
resulta crucial porque revela los rasgos distintivos de una l<strong>en</strong>gua, por<br />
ejemplo, los contrastes fonológicos. Desde un punto de vista esh.ictatri<strong>en</strong>te<br />
estructural, un solo par mínino es sufici<strong>en</strong>te para que un rasgo determinado<br />
sea contado colno l'asgo distintit'o. Sir.r embargo. es evid<strong>en</strong>te que algunos<br />
rasgos son más irlportantes que otros <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido del "gr.ado <strong>en</strong> que los<br />
usuarios de la ortogralía dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> de ese rasgo al leer y esclibir la l<strong>en</strong>gua"<br />
(Bird 1999b: 14). Esto es lo que se d<strong>en</strong>ot.l.tina corgu.firntiortcrl de un rasgo<br />
lingiiístico. Para el dtseño de una ortografía es it.nportante evaluar la carga<br />
funcional de un rasgo lingliístico para decidir si debe o no repres<strong>en</strong>rarse <strong>en</strong><br />
la misma.<br />
Uno puede aproximarse a la carga luncional observando cuántas<br />
palabras o expresiones se difer<strong>en</strong>cian con un rasgo determinado. En inglés<br />
algunas palabras se distingu<strong>en</strong> por el ac<strong>en</strong>to, por ejernplo, cónvert vs.<br />
convért, prótest vs. protést. Estas palabras son hornógrafas <strong>en</strong> inglés y <strong>en</strong><br />
una lista de palabras aisladas ciertarn<strong>en</strong>te existiría ambigüedad (nótese<br />
ad<strong>en</strong>.rás que estas palabras contarían colllo pares mínimos <strong>en</strong> ese contexto).<br />
Sin ernbargo. <strong>en</strong> inglés l.ray pocos pares de este tipo, lo cual ya es un<br />
indicador de la escasa carga funcional del ac<strong>en</strong>to <strong>en</strong> inglés. al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong><br />
relacióÍl con la difer<strong>en</strong>ciación de elem<strong>en</strong>tos léxicos básicos. Además. los<br />
elem<strong>en</strong>tos de estos pares perteueceli a difer<strong>en</strong>tes clases de palabras<br />
(sustantivos ls. verbos), de ntodo qr:e la antbigiiedad es fácil de eliminar<br />
mediante el contexto. Queda clat'o que la calga fur.rcional del ac<strong>en</strong>to <strong>en</strong><br />
inglés de hecho es muy poca! <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de que los lectores no dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong><br />
del ac<strong>en</strong>to para eliminar la ambigüedad de elem<strong>en</strong>tos léxicos <strong>en</strong> un rn<strong>en</strong>saje<br />
escrito. En español ocune lo contrario, pues el ac<strong>en</strong>to es deteminante <strong>en</strong><br />
muchos casos para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der el s<strong>en</strong>tido de las palabras:papá vs. pa¡:a, mtntá<br />
vs. momo, ccrpílulo vs. capitulo vs. capituló, ptilpito vs. pulpito, etc. Por<br />
consigui<strong>en</strong>te, mi<strong>en</strong>tras que para el fonólogo un par ntínimo <strong>en</strong> una lista de<br />
palabras aisladas puede ser sufici<strong>en</strong>te para id<strong>en</strong>tificar un rasgo determinado<br />
como contrastivo, para el propósito de diseñar r:r,a ortografía práctica
328 <strong>Frank</strong> SeiJitrt<br />
además resulta crucial evaluar la carga fur.rcional de un rasgo<br />
pot<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te contrastivo <strong>en</strong> textos ext<strong>en</strong>sos. Si no hay instancias, o<br />
exist<strong>en</strong> muy pocas, <strong>en</strong> las que un rasgo determinado (por ejemplo, el<br />
ac<strong>en</strong>to) elirnine la ambigüedad de expresiones <strong>en</strong> un corpus textt-lal<br />
sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te grande, <strong>en</strong>tonces se disrninuye <strong>en</strong> gran medida la necesidad<br />
de repres<strong>en</strong>tar la distinción. Esto resulta particularm<strong>en</strong>te importante <strong>en</strong> el<br />
s<strong>en</strong>tido de si sería incómodo repres<strong>en</strong>tar el rasgo <strong>en</strong> la orlografía<br />
consist<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, colllo sería el caso <strong>en</strong> el inglés al escribir siempre el<br />
ac<strong>en</strong>to.<br />
Lo anterior conduce a Lln concepto final, el de Ia subrepres<strong>en</strong>tación.<br />
Si bi<strong>en</strong> es cierlo que las ortogralías deb<strong>en</strong> reducir la ambigüedad pot<strong>en</strong>cial<br />
de un m<strong>en</strong>saje escrito, tarnbién deb<strong>en</strong> ser s<strong>en</strong>cillas. Para lograr esta<br />
s<strong>en</strong>cillez, puede estar justificado el hecho de no repres<strong>en</strong>tar. rasgos que no<br />
posean una alta carga funcional, incluso si son contrastivos desde una<br />
perspectiva estrictam<strong>en</strong>te estructural. La subrepres<strong>en</strong>tación <strong>en</strong> una<br />
ortogralía produce los hor,rógrafos, es decir, que más de una palabra se<br />
repres<strong>en</strong>te ortográficam<strong>en</strong>te de la misma manera y pol lo tanto ocasione<br />
ambigtiedad. Sin embargo, los lectores pued<strong>en</strong> soportar. una cantidad<br />
considerable de ambigüedad ocasionada por los hornógrafos porque al<br />
decodificar un m<strong>en</strong>saje escLito reconoc<strong>en</strong> muchas seriales aparte de las que<br />
repres<strong>en</strong>tan distir.rciones flonológicas. Entre éstas se pued<strong>en</strong> m<strong>en</strong>cionar las<br />
señales sintácticas, col.l.to las clases de palabras (es el caso ya m<strong>en</strong>cionado<br />
de prótest \ts. prof¿.\t <strong>en</strong> inglés).i las señales semánticas (por ej<strong>en</strong>iplo, las<br />
restricciones sobre la co-ocurr<strong>en</strong>cia de las palabras) y las señales del<br />
contexto discursivo. Todo esto quiere decir que una repres<strong>en</strong>tación<br />
ofiog[áfica puede diferir sustancialm<strong>en</strong>te de una trascripción lonológica <strong>en</strong><br />
el s<strong>en</strong>tido de que ur.ra ortografía práctica puede subrepres<strong>en</strong>tar<br />
sistemáticam<strong>en</strong>te los rasgos distintivos de una l<strong>en</strong>gua <strong>en</strong> su búsqueda de<br />
s<strong>en</strong>cillez.<br />
2. Factores no lingüísticos <strong>en</strong> el <strong>diseño</strong> <strong>ortográfico</strong><br />
Este apartado id<strong>en</strong>tifica algunos lactores que pued<strong>en</strong> ser decisivos al elegir<br />
una opción por <strong>en</strong>cima de otra para la repres<strong>en</strong>tación ortográfica. Estas<br />
opciones se det<strong>en</strong>ninan por la estructura lingüística de la l<strong>en</strong>gua que se va a<br />
'Cabe serialar que la infonracióu sobre clases de palabras también pLrede repres<strong>en</strong>tarse de<br />
forma directa <strong>en</strong> una ortografía, por ejemplo al esctibir con mayítscula los sustantivos.<br />
colro cn al<strong>en</strong>rán
CapírtLlo I I-<strong>El</strong> <strong>diseño</strong> ortogrtlfico 329<br />
esclibir, pero los lactores que se analizan <strong>en</strong> este apartado son<br />
indeper.rdi<strong>en</strong>tes de esta estl'uctura y por consigr,ri<strong>en</strong>te puedcn d<strong>en</strong>ontinarse<br />
factores no lingüísticos del <strong>diseño</strong> <strong>ortográfico</strong>. La base dc esros fhctores es<br />
que difer<strong>en</strong>tes opciones oftográficas pres<strong>en</strong>tan \<strong>en</strong>tajas v dcsv<strong>en</strong>tajas<br />
particulares para distintos usuarios potcnciales de las or-togr.afias. Estas<br />
v<strong>en</strong>tajas y dcsver.rtajas se relacionan con una arnplia ganta de cuestiones.<br />
inclr"ry<strong>en</strong>do aspectos pedagógicos. sociopoliticos y nrcc<strong>en</strong>icos o técnicos de<br />
las oltografias. Los factoles r.ro lingüísticos del <strong>diseño</strong> ortost.áfico se<br />
analizan <strong>en</strong> cuatro apartados: cuestiones psicolingtiísticas v peda-sógicas<br />
(2.1), orlografías exist<strong>en</strong>tes (2.2), variedades dialectales (2.3) ,v cuestior.res<br />
técnicas (2.4).<br />
2.1. Cuestior.res psicolingiiisticas y pedagógicas<br />
La investigación psicolin,uriística ha deutostrado que difer.<strong>en</strong>tes clases de<br />
ortografías flavol'eccr.r a dif-er<strong>en</strong>tes clases de risuarios (\,cnczky 1970). Desde<br />
el punto de vista de los psicolingiiistas. los usuarios dc una l<strong>en</strong>gua<br />
conforman grupos distintos: lectores l,s. escritol.es, lcctores,,,escr-itores<br />
principiantes ys. lectores/esclitores avanzados y hablar.rtes nativos 1,.r.<br />
hablantes incipi<strong>en</strong>tes. Para hacer declaraciones definitivas sobre la<br />
posibilidad de apr<strong>en</strong>del y Ltsar una ortografía específica de una l<strong>en</strong>gua<br />
deterninada, es necesario realizar pruebas ext<strong>en</strong>sas. Sin <strong>en</strong>'rbargo.<br />
recurri<strong>en</strong>do a los resultados registrados <strong>en</strong> la literatura, pucd<strong>en</strong> hacer.se<br />
algunas afimacione s.<br />
Un primet' punto probabl<strong>en</strong><strong>en</strong>te obvio es que las ortogralías que<br />
reflejan la estructura palticr-rlar de la l<strong>en</strong>gr-ra que se va a escribir facilitan la<br />
adquisición de la ortografía. Lo hac<strong>en</strong> porque part<strong>en</strong> del conocirni<strong>en</strong>to<br />
implícito del hablante sobre la l<strong>en</strong>gua, el cual es explicito <strong>en</strong> su descripciót.r<br />
gramatical. La importancia de este punto es que Ias conveuciones<br />
empleadas <strong>en</strong> las ortografías exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> l<strong>en</strong>guas del cntorno, por e.jemplo,<br />
una l<strong>en</strong>gua dominante, pued<strong>en</strong> resultal inapropiadas para repres<strong>en</strong>tar la<br />
estructura particular de la l<strong>en</strong>gua qt"te se va a escnbir.y, por lo tanto,<br />
reproducirlas <strong>en</strong> una ortografía nueva podría ocasionar problemas (véase un<br />
estudio de caso <strong>en</strong> el apartado 3.1).<br />
La necesidad de adherirse a estructuras especificas dc la l<strong>en</strong>gua es<br />
particulann<strong>en</strong>te in'lportante para la repres<strong>en</strong>tación ortográfica de la<br />
segm<strong>en</strong>tación de las palablas, ya que las palabras son las unidades básicas<br />
para el procesami<strong>en</strong>to de la ler.rgua <strong>en</strong> la lectura (Reicher 1969). Es bi<strong>en</strong><br />
sabido que las l<strong>en</strong>guas varían de forma drástica <strong>en</strong> sLl manera de segm<strong>en</strong>tar<br />
las palabras y qr"re la definición de las palabras puede constituir una cuestión
330 <strong>Frank</strong> Seilart<br />
bastante compleja porque pued<strong>en</strong> existir conflictos de criterios. Por<br />
consigui<strong>en</strong>te, el exam<strong>en</strong> cuidadoso de una gran variedad de cuestiones.<br />
incluy<strong>en</strong>do factores prosódicos, morlosintácticos y semánticos es una<br />
precondición para proponer reglas ortográficas que definan la segm<strong>en</strong>taciór.r<br />
de palabras (para analizar algunos factores, véanse Dyk<strong>en</strong> y Kr-ltsch Loj<strong>en</strong>ga<br />
1993 y el capítulo 10)."<br />
Un segundo punto rnás importante que debe m<strong>en</strong>cionarse aquí es<br />
que desde la perspectiva de los psicolingüistas, "la ortografía óptima para<br />
ulr lector principiante no es la misma que para un lector avanzado" (Dawsor.r<br />
1989: l). Esta afirmación g<strong>en</strong>eral se deriva del hallazgo de que los lectoles<br />
avanzados confían <strong>en</strong> gran n.redida <strong>en</strong> lo que se d<strong>en</strong>omina un "vocabulario<br />
de vistazo" (sight vocabularlt), es decir, las palabras escritas se reconocel.)<br />
como unidades cornpletas y se procesan como tales, sin descomponerlas <strong>en</strong><br />
unidades a partir de la estructura sonora. Por esa razón, los lectores<br />
avanzados se b<strong>en</strong>efician de las ortografías que preservan la id<strong>en</strong>tidad gráfica<br />
de los morfemas. Un vocabulario de vistazo perrnite que los lectores<br />
recoÍrozcan rápidarl<strong>en</strong>te palabras <strong>en</strong> ur<strong>en</strong>sajes escritos sin mucha<br />
especificación de los detalles fonéticos. Una alta compet<strong>en</strong>cia lectora<br />
tarnbién p<strong>en</strong>nite hacer un uso completo de señales contextuales, que pued<strong>en</strong><br />
requerir ir hacia atrás y hacia delante <strong>en</strong> un m<strong>en</strong>saje escrito para elin.rinar la<br />
arnbigüedad de los homógrafos. Debido a la irnportancia del vocabulario de<br />
vistazo y la escasa importancia del detalle fonético, los lectores avanzados<br />
aprovechan mejor las ortogralías profundas qr:e las superficiales.<br />
Sin embargo, para los lectores princtpiantes, la situaciór.r es distinta.<br />
La adqr-risición de una ortografía prolunda <strong>en</strong> una primera exposiciór.r es<br />
relativam<strong>en</strong>te dificil porque la fon¡a escrita puede diferir radicalm<strong>en</strong>te de la<br />
pronunciación real y quizás teuga que rnemotizalse <strong>en</strong> una primera fase.<br />
Comparada con las ortografías proflundas, las ortoglafías superficiales; es<br />
decir, las ortografías que repres<strong>en</strong>tan forrnas lingiiísticas de manera cercana<br />
a la pronru.rciación leal <strong>en</strong> cada contexto, son considerablem<strong>en</strong>te mucho más<br />
fáciles de apr<strong>en</strong>der para un lector (y escritor) principiante, incluy<strong>en</strong>do a los<br />
apr<strong>en</strong>dices de r:na segunda l<strong>en</strong>gua. Cada vez qr-le las l<strong>en</strong>guas Ínuestran<br />
procesos rnorfolonológicos cornplejos, los .diseñadores de ortogralías se<br />
<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tan al problema de escoger una oftografía superficial para el lector'<br />
principiante o una ortografía profunda para el lector avanzado.<br />
"Cuestiones sirrilares se aplican<br />
con'to ftases ¡, oraciones. que a<br />
prurtuacióu.<br />
a la repres<strong>en</strong>tación ortográlica dc unicladcs sintácticas.<br />
|n<strong>en</strong>L¡do se repres<strong>en</strong>tar oltográficam<strong>en</strong>te lrecliantc la
Capítulo Il <strong>El</strong> <strong>diseño</strong> <strong>ortográfico</strong> 331<br />
Una cuestión adicional es que el proceso de lectura es difer<strong>en</strong>te del proceso<br />
de escritura. Una vez rnás, la diler<strong>en</strong>cia está <strong>en</strong>tre ortografías superficiales y<br />
profundas. Un vocabulario de vistazo es más irtil cn el proceso de lectura <strong>en</strong><br />
el ser.rtido de que permite recupeÍar rápidatn<strong>en</strong>te un morfema del léxico<br />
m<strong>en</strong>tal indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de su realizaciótr fbnética. En el proceso de<br />
escritura, las v<strong>en</strong>tajas de un vocabular.io de vistazo no están tan claras. En la<br />
escritura, puede resultat tan fácil escribir una lorma de acuerdo con sn<br />
pronunciación como recuperar la forma irnplícita. Cuando se establece un<br />
acuerdo <strong>en</strong>tre una ortogralia que se acomoda a los lector.es tersus los<br />
escritores, debe tonarse <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que Ia lectura es ntucho l.nás frccu<strong>en</strong>te<br />
que la escritura (ideahr<strong>en</strong>te, un texto es escrito una sola vez pcro es leído<br />
muchas veces), así que las necesidades de los lectores <strong>en</strong> cierta lonna son<br />
más impoftantes.<br />
Un punto fir.ral sobre las cuestiones pedagógicas y psicolingüísticas<br />
de las ortogralías ti<strong>en</strong>e que ver con las parlicularidades de las l<strong>en</strong>guas <strong>en</strong><br />
peligro de extinción que están <strong>en</strong> etapas avanzadas de sustitución<br />
lingiiistica. En cse tipo de situaciór,, los uriembros rnás jóv<strong>en</strong>es de la<br />
cornunidad de habla, qui<strong>en</strong>es r.to har.r aprer.rdido la ler.rgua am<strong>en</strong>azada (al<br />
rr<strong>en</strong>os no como primera l<strong>en</strong>gua), pued<strong>en</strong> constituir una ploporción<br />
importante de los usuarios pot<strong>en</strong>ciales de la ortografía. Este grupo quizás<br />
esté interesado <strong>en</strong> escribir sus l<strong>en</strong>guas ancestrales <strong>en</strong> cl contexto dc una<br />
"búsqueda de tercera g<strong>en</strong>elaciór]" (Dorian 1993); esto es, eÍl un esluerzo por<br />
revalorar o revitalizar Ia l<strong>en</strong>gua que sus padres habían abar.rdor.rado. por<br />
consigui<strong>en</strong>te, se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> la situación de r-rn apr<strong>en</strong>diz de segur.rda<br />
I<strong>en</strong>gua y pued<strong>en</strong> llegar a b<strong>en</strong>eficiarse de una oltografía relativam<strong>en</strong>te<br />
sr"rperficial que no reculra mucho a la subrepres<strong>en</strong>tación ortográfica. Una<br />
ortografía así les perrnitirá escribir correctam<strong>en</strong>te una palabra a partir de sr"r<br />
pronunciación y prontnciar correctam<strong>en</strong>te una palabra a partir de su forma<br />
escrita, aunque no conozcan la palabra. Lo anterior resulta par.ticularm<strong>en</strong>te<br />
il'nportante si existe la probabilidad de que la ortografía se use básicarn<strong>en</strong>te<br />
para docum<strong>en</strong>tar conocimi<strong>en</strong>tos ancestrales (po| ejemplo, nanaciones,<br />
t<strong>en</strong>ninología etnobiológica), nás que para la comunicación cotidiar.ra<br />
escrita.<br />
2.2. Ortoglafías exist<strong>en</strong>tes<br />
Las orlografias ya cxist<strong>en</strong>tes sean de la l<strong>en</strong>gua par.a la que se diseria la<br />
ortografía o de ler.rguas vecinas-ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a sc[ ]-ur factol con mucha<br />
influ<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el <strong>diseño</strong> o reforma dc una ortografía. Tratar con las<br />
ortografías exist<strong>en</strong>tes puede ser un asunto sociopolítico bastante dclicado,
332 <strong>Frank</strong> Sei/Ln't<br />
ya que la función emblernática de una ortografia se manifiesta de forma más<br />
clara <strong>en</strong> su contraste visual con las ortografías circundantes.<br />
Con respecto a la refonna ortográfica, no está de más decir qr-re<br />
reformar una ortogralía establecida puede t<strong>en</strong>er Llna <strong>en</strong>onne repercusión<br />
sociopolítica, <strong>en</strong> particular si una porción colsiderable de l.rablantes ya está<br />
far-niliarizada con esa ortografía y si los materiales impresos que utilizan<br />
esta ortografia todavía exist<strong>en</strong>. Por lo tanto, puede resultal mejor tolerar una<br />
ortogralía inconsist<strong>en</strong>te-incluso si es inapropiada desde una perspectiva<br />
lingiiística o psicolingüística-a m<strong>en</strong>os que la comunidad lingüistica<br />
realm<strong>en</strong>te esté decidida a cambiarla.<br />
En qué forrna una ortografía reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te diseñada se relaciona<br />
con ortografías exist<strong>en</strong>tes de l<strong>en</strong>guas vecinas dep<strong>en</strong>de sobre todo de la<br />
relación sociopolítica de la comunidad de habla con los hablantes de esas<br />
l<strong>en</strong>guas. En ur.ra situación típica <strong>en</strong> la que una l<strong>en</strong>gua se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tre et.)<br />
peligro de extinción, cada vez más miembros de la comunidad de habla<br />
adquier<strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua dominante con Íl'layor facilidad. A m<strong>en</strong>udo, apr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a<br />
leer y escribir por primera vez <strong>en</strong> esa l<strong>en</strong>gua o están dispuestos a hacello<br />
para t<strong>en</strong>er acceso a instituciones de la sociedad nacional, como la educaciótr<br />
preparatoria. En estos casos, una ortografla que se asemeje a la de la l<strong>en</strong>gua<br />
dominante puede facilitar Ia adquisición de la ortografía de la l<strong>en</strong>gr-ra<br />
an<strong>en</strong>azada para aquellos que ya están f-aniiliarizados con la de la l<strong>en</strong>gua<br />
dominante, y f'acilitar la adqr:isición de la ortografía de la l<strong>en</strong>gua dominante<br />
pala aquellos quc adquier<strong>en</strong> primero la de la l<strong>en</strong>gua <strong>en</strong> peligro de extinción.<br />
Pol' otro lado. es un f-<strong>en</strong>ón<strong>en</strong>o recurr<strong>en</strong>te que las comunidades de<br />
habla dese<strong>en</strong> que su ortograf-ía reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te diserlada posea uua apari<strong>en</strong>cia<br />
visual que decididam<strong>en</strong>te sea diler<strong>en</strong>te de la dominante o de las otras<br />
l<strong>en</strong>guas vecinas que posibl<strong>en</strong>.r<strong>en</strong>te estén directam<strong>en</strong>te empar<strong>en</strong>tadas Sin<br />
embargo, el deseo de contar con ulta ortografía embl<strong>en</strong>.rática a rn<strong>en</strong>udo se<br />
satisface al elegir grafemas con una fon.na visual pafiicr-llar. Estas<br />
elecciones no afectan la funcionalidad ger.relal de la ortografia y por lo tanto<br />
esta cuestión con fiecu<strong>en</strong>cia se resuelve de forma relativam<strong>en</strong>te s<strong>en</strong>cilla<br />
cuando se le compala con las dificiles decisiones quc tal vez sea necesario<br />
tomar al elegir <strong>en</strong>tle una ortografía superficial o plofunda, o al elegir si se<br />
debe repres<strong>en</strong>tar o no un rasgo determinado.<br />
Si la posibilidad de leer y escribir <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua dominante ya se<br />
acerca o se desea <strong>en</strong> el luturo y si se acepta que una ortogtafía<br />
reci<strong>en</strong>telr<strong>en</strong>te diseñada habrá de adoptar elem<strong>en</strong>tos de la ortografía de la<br />
l<strong>en</strong>gua dominante, <strong>en</strong>tonces surge la pregunta de cómo lidiar con las<br />
postbles inconsist<strong>en</strong>cias internas de esta ortografía. Estos eler.n<strong>en</strong>tos son<br />
dilíciles dc adquirir <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua donrinante y tarnbién scr.ían difíciles de
Cupítulo I l-<strong>El</strong> cliseño orrogri(ico 333<br />
adquirir <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua am<strong>en</strong>azada. Por consi_tui<strong>en</strong>te. las conl<strong>en</strong>ciones<br />
idiosinct'ásicas de escritura que han surgido pot. razones pllram<strong>en</strong>te<br />
histór'icas, corno la /k/ - del español. <strong>en</strong> _g<strong>en</strong>eral no cleb<strong>en</strong> repetirse<br />
<strong>en</strong> las ortografías diseñadas más leci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te.<br />
2.3. Varicdades d ia lectales<br />
En cualquier con.nnidad lingüística exist<strong>en</strong> r,at.iedades dialeoales. Una<br />
caracteristica que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra a ln<strong>en</strong>udo <strong>en</strong> las cor.r.tunidades lingiiísticas<br />
sir.r un estándar escrito es que no hay una I'ariedad estándar aceptada<br />
ampliam<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre los distintos dialectos. Obr iaut<strong>en</strong>re esto plantea un<br />
problema para diseñal una ortografía ya que por definición una ortogratia<br />
implica una estandarización. Exist<strong>en</strong> posibilidadcs limitadas para<br />
repres<strong>en</strong>tar varios dialectos con uua sola ortografia. couto se discutir.á <strong>en</strong> el<br />
apartado 3.4. Las oltografías n.ultidialcctales son l.iás factibles <strong>en</strong> el caso de<br />
ortogralías relativantelltc pt'oiirndas. que puedeu uo represelttat los t.asgos<br />
distintivos de los dialectos (por ej<strong>en</strong>plo. las distinciones vocálicas que son<br />
contrastivas <strong>en</strong> un dialecto pero no eu otro). En cualquicr caso. cs probable<br />
que una nueva ortogralia estandarizada t<strong>en</strong>ga que dejar de lado al ltrcr.ros<br />
algunos lasgos de una o más de las var.iedades dialectales. Nuevam<strong>en</strong>te, esta<br />
elección dep<strong>en</strong>derá <strong>en</strong> gran rnedida de factores no lingüísticos,<br />
principaliner.rte de las relaciones sociopolíticas <strong>en</strong>tre los grupos tlialectales.<br />
2.4. Cuestior,es de prodr"rcciólr técnica<br />
En la época <strong>en</strong> que las máquinas de escr.ibir. eran las heruami<strong>en</strong>tas<br />
principales para producir textos escritos (aparte de la escritura a lrano, por<br />
supuesto), el lirnitado conjunto de símbolos disponibles er.r el teclado y la<br />
facilidad con que podía producirse un símbolo específico fueron decisivos<br />
<strong>en</strong> el <strong>diseño</strong> de ortogralías prácticas. Clear grafemas que requir.ieran usar<br />
dos o más diacríticos <strong>en</strong> una letra base dio como resultado un proceso<br />
mecanográfico extremadarn<strong>en</strong>te incór¡odo y pof lo tanto tales grafemas<br />
lueron muy pocas veces adoptados. Mi<strong>en</strong>tras que los actuales procesadores<br />
de palabras <strong>en</strong> principio pcmit<strong>en</strong> uua mayor variedad y atajos córnodos<br />
para producir grafemas poco usuales, la pr.oducción técnica y la posibilidad<br />
de leproducir esos grafemas sigu<strong>en</strong> si<strong>en</strong>do Lln <strong>en</strong>on'ne problema.<br />
<strong>El</strong> punto es<strong>en</strong>cial aqr"rí ti<strong>en</strong>e que ver con Ia repres<strong>en</strong>tación<br />
electrónica de caracteres distintos de los <strong>en</strong>rplcados <strong>en</strong> el alfabeto latino.<br />
Por desgracia, este problema todavía no se ha resuelto satisfactoriam<strong>en</strong>te <strong>en</strong>
334 <strong>Frank</strong> <strong>Seifart</strong><br />
nuestra era tan computarizada. Los tipos especiales que conti<strong>en</strong><strong>en</strong> caracteres<br />
no latinos con frecu<strong>en</strong>cia ti<strong>en</strong><strong>en</strong> algunos requerimi<strong>en</strong>tos de software (por<br />
ejemplo, sólo pued<strong>en</strong> usarse <strong>en</strong> una versión pafticular de un sistema<br />
operativo) y por lo tanto no son opciones seguras a largo plazo. <strong>El</strong><br />
reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te creado estándar de codificación de caracteres Unicode<br />
<strong>en</strong>globa miles de gralemas (incluidos los del allabeto latino), sin contar los<br />
tipos especiales (véase el capítulo 14). Sin ernbargo, el Unicode todavía no<br />
está bi<strong>en</strong> estandarizado (por ejemplo, los tipos disponibles más<br />
comúnm<strong>en</strong>te sólo proporcionan un pequeño subconjunto de estos<br />
caracteres). Además, incluso si las computadoras están disponibles, el<br />
acceso a tipos especiales y el conocimi<strong>en</strong>to técnico de córno instalarlos y<br />
usarlos tal vez no esté a la mano de la comunidad de habla. Por lo tanto, la<br />
opción nrás segura para garantizar el uso de la orlografía sin t<strong>en</strong>er acceso<br />
a un software sofisticado y al conocimi<strong>en</strong>to computacional, así como el<br />
almac<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to seguro y a largo plazo de archivos digitales que cont<strong>en</strong>gan<br />
textos escrito <strong>en</strong> esa oftoglafía-es continuar usando solam<strong>en</strong>te caracteres<br />
que puedan <strong>en</strong>contrarse <strong>en</strong> el teclado de una máquina de escribir mecánica o<br />
combinaciones de éstos (por ejernplo, dígrafos o combinaciones de letras<br />
con diacr'íticos).<br />
2.5. Resum<strong>en</strong><br />
Muchos de los factores abordados <strong>en</strong> los apartados preced<strong>en</strong>tes se<br />
relacionan con decisiones acerca de ortografías que varían de acuerdo con<br />
dos parárnetros: la profundidad or-tográfica y la sirnilitud de una ortografía<br />
det<strong>en</strong>ninada a la ortografia de l<strong>en</strong>guas dominantes u otras l<strong>en</strong>guas vecinas,<br />
lo cual es particr:larrn<strong>en</strong>te impoÍante <strong>en</strong> el caso de l<strong>en</strong>guas <strong>en</strong> peligro de<br />
extinción. Las v<strong>en</strong>tajas y desv<strong>en</strong>tajas de elegir orlografías que se inclinar.r<br />
hacia un extremo u otro de estos dos parárretros se resum<strong>en</strong> <strong>en</strong> la Tabla l.
Cupírulo I l-<strong>El</strong> <strong>diseño</strong> <strong>ortográfico</strong> 335<br />
Tabla L Y <strong>en</strong>tajas y desv<strong>en</strong>tajas relacionadas con factores r.ro lingüisticos <strong>en</strong><br />
el <strong>diseño</strong> de una ortogralía<br />
Parámetro V<strong>en</strong>tajas Dcsr <strong>en</strong>tajas<br />
ortoglafia superficial<br />
(cercana a la<br />
pronunciación)<br />
ortografía profunda<br />
(preserva la id<strong>en</strong>tidad<br />
gráfica de eleur<strong>en</strong>tos con<br />
significado)<br />
uso de las conv<strong>en</strong>ciones<br />
ortogr'áficas de la l<strong>en</strong>gua<br />
domirlante<br />
uso de conv<strong>en</strong>ciones<br />
orlográficas distintas a las<br />
dc la l<strong>en</strong>gua dominante<br />
- rrás fácil de aprcncfer para<br />
lectorcs/escritores<br />
principiantes<br />
- rrás tácil dc apr<strong>en</strong>der para<br />
no hablantes/hablantes<br />
incipi<strong>en</strong>tes<br />
- más fácil de leer <strong>en</strong> gcncral<br />
- más fácil de nancjar para<br />
lectores avarrzados<br />
- cs nás fácil que abarque<br />
varios dialectos<br />
- rrás fácil de apr<strong>en</strong>der para<br />
hablantes alf'abetizados <strong>en</strong> la<br />
lellgua dolninante<br />
- facilita la allabetización<br />
posterior cn 1a 1cn-eua<br />
dourinantc<br />
- facilita la (re)ploducción<br />
técnica del texto<br />
3. Estudios de caso: opciones y elecciones<br />
- puede opacat la id<strong>en</strong>tidad<br />
griit'icr de los nrortéuras<br />
- es nrhs difícil que abarque<br />
r ¿rrios dialcctos con rLna sola<br />
fi¡rnra escri¡a<br />
- más difícil de apr<strong>en</strong>der<br />
para los principiantcs<br />
- más dificil dc apr<strong>en</strong>dcr<br />
pam no hablantes/hablantes<br />
incipi<strong>en</strong>tes<br />
- tal vez t<strong>en</strong>ga que lolerar<br />
inconsist<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> la<br />
orlografía de la l<strong>en</strong>gua<br />
dominante<br />
- pot<strong>en</strong>ciah'n<strong>en</strong>te ln<strong>en</strong>os<br />
errbl<strong>en</strong>ática<br />
- muy elnblemática - posibles problemas con la<br />
(re)producción técnica del<br />
texto<br />
Los aparlados sigui<strong>en</strong>tes (3.1-3.5) analizan ciertos aspectos de algunos<br />
sistemas lingiiísticos y las opciones que éstos ofi'ec<strong>en</strong> pal'a la repres<strong>en</strong>tación<br />
oÍogláfica, así como las elecciones que se l]an hecho con base <strong>en</strong> factores<br />
no lingüísticos.<br />
3.1 La nasalidad morfémica <strong>en</strong> las l<strong>en</strong>guas tucanoanas ori<strong>en</strong>tales<br />
La reforma ortográfica de las l<strong>en</strong>guas tucanoanas ori<strong>en</strong>tales es un bu<strong>en</strong><br />
ejernplo de la necesidad de un análisis lingüístico detallado colllo base para<br />
el <strong>diseño</strong> oÍográfico y de la v<strong>en</strong>taja de poseel una oÍografía que respete la<br />
estructura particular de las l<strong>en</strong>guas, <strong>en</strong> contraste con una que emplee<br />
conv<strong>en</strong>ciones de las ortografias establecidas de las l<strong>en</strong>guas vecinas.
336 Fronk Sei/arr<br />
Las l<strong>en</strong>guas tucanoanas ori<strong>en</strong>tales son un grupo de l<strong>en</strong>guas estrecham<strong>en</strong>te<br />
relacionadas que se hablan <strong>en</strong> el Vaupés, una legión que se exti<strong>en</strong>de a<br />
ambos lados de la flror.rtela <strong>en</strong>tre Color¡bia y Brasil, <strong>en</strong> el noreste del<br />
Arnazonas. La nasalidad es un rasgo ornniples<strong>en</strong>te <strong>en</strong> estas l<strong>en</strong>guas. Todos<br />
los fonemas sonoros orales, esto es, las seis consonantes b, d, y, S, u, r y las<br />
seis vocales, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una contraparte nasal. En las ortografias anteriores, Ia<br />
nasalidad se escribía <strong>en</strong> cada segm<strong>en</strong>to, colllo <strong>en</strong> los ejernplos 5a-5g.7<br />
5. a.<br />
b.<br />
c.<br />
d.<br />
f.<br />
(ámümá)<br />
(gnámóró)<br />
(ílnó)<br />
(gudaniisi)<br />
(ojoño)<br />
(baani)<br />
fiábeco)<br />
[ámümá]<br />
[¡ámóró]<br />
[lfrnó]<br />
Isudañói]<br />
Ioho¡ó]<br />
[ba:rii]<br />
[ábeko]<br />
cuel to<br />
"oleja"<br />
"anaconda"<br />
"estómago"<br />
"banano"<br />
"(éllella) corne"<br />
"el que no mila"<br />
La investigación reci<strong>en</strong>te sobre las l<strong>en</strong>guas tucanoanas ori<strong>en</strong>tales ha<br />
delnostrado qr:e la nasalidad <strong>en</strong> estas l<strong>en</strong>guas es un rasgo de los morflemas.<br />
<strong>en</strong> parlicular de las raíces léxicas, r'trás que un rasgo de los segm<strong>en</strong>tos<br />
fonológicos. Por consigr-ri<strong>en</strong>te, todos los sustautivos y verbos sirnples (es<br />
decir, no compuestos) son completatnetrte orales o nasales, esto es, los<br />
fonemas sonoros de estas fomas son todos orales o todos nasales. Esta<br />
característica se repl'es<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> las nuevas ortogralías de Ias l<strong>en</strong>guas<br />
tucanoanas ori<strong>en</strong>tales (Gomez-Imbert y Buchillet 1986; Gomez Imbert<br />
1998), <strong>en</strong> las que los moLfemas nasales van precedidos de una "-"<br />
(con.rpárese los ejemplos 6a-6g con 5a-5g). En el caso de las palabras<br />
polin.rorfémicas que comi<strong>en</strong>zan con un rtorfema olal y t<strong>en</strong>ninan con ullo<br />
nasal, la "-" se inserta ar.rtes del morfema nasal (ejernplos 6e-6f). En el caso<br />
de las palablas polirnorfémicas que corni<strong>en</strong>zan con un lnorfema nasal 1,<br />
t<strong>en</strong>ninan con uno oral, Ia "-" se marca al corni<strong>en</strong>zo de la palabra y luego se<br />
inserta uu "-" antes del rnorfema oral (ejemplo 69).'<br />
tAdapté los ejerrplos 5 y 6 c1c urr infbrrre sobrc u1 taller acerc¿r de las reforntas<br />
oftográficas de las l<strong>en</strong>guas tucanoanas oiielttaies (Eraso 2003). Los ejemplos 5a-5fy 6a-61<br />
son del n¡¿rkuna, los ejcrrplos 5g y 69 sorr del barasano.<br />
N<br />
Cabe señalar que <strong>en</strong> las nuevas ortografias, la repres<strong>en</strong>tación de la /k,/sc cambió de
Cupírulo ll-<strong>El</strong> tliseño ortogrl(ico 337<br />
6. a. (-abuba) [ámúmá] "ci.Lello"<br />
b. (-gaboro) [¡ámór-ó] "oreja"<br />
c. (-hido) lnnól "anaconda"<br />
d. (guda-bisi) [gudamisi] "esrórrago"<br />
e. (oho-yo) [oho¡ó] "banano"<br />
f. (baa-bi) .,(éllelta)<br />
[ba:rü]<br />
come"<br />
g. (-ia-beko) fiábekol "el que no mira"<br />
Según Gonrez-Lnbert ( 1998), los hablantes se si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> uucho más cólnodos<br />
con las nuevas oftografías que con las anteriores, quizás porque la nueva<br />
ortografía se basa <strong>en</strong> su conocimi<strong>en</strong>to irnplícito de la estructura de las<br />
l<strong>en</strong>guas. Por consigr-ri<strong>en</strong>te, este ejernplo demuestr.a la irnportancia cle<br />
modelar las ortografías de fonna tan cercana a la estmctura lingüística corno<br />
sea posible, <strong>en</strong> vez de adoptar conv<strong>en</strong>ciones de ortografías de l<strong>en</strong>guas más<br />
conocidas.<br />
3.2 La palatalización cn el llliraña<br />
Los ejemplos de este apartado provi<strong>en</strong><strong>en</strong> del rniraña, una l<strong>en</strong>gua amazónica<br />
er.r peligro de extinción que se habla <strong>en</strong> Colornbia, al sur de la región del<br />
Vaupés (<strong>Seifart</strong> 2002,2005). <strong>El</strong> miraña ti<strong>en</strong>e una variante lingiiísticam<strong>en</strong>te<br />
r1'ruy cel'cana llarnada bola, que se habla principahn<strong>en</strong>te <strong>en</strong> perú (Thies<strong>en</strong><br />
1996; Thies<strong>en</strong> y Thies<strong>en</strong> 1998). En la actualidad, el n.riraña sólo cu<strong>en</strong>ta con<br />
cerca de 50 hablantes <strong>en</strong> ur.ra poblaciór.r total de aproxir.nadam<strong>en</strong>te 400<br />
mirañas étnicos. Todos los hablantes de n.rilaña l.rablan ader.nás espariol y la<br />
mayoría tarnbién sabe leer y cscribir <strong>en</strong> espariol. La palatalización er.r el<br />
miraña servirá corno ejemplo de la foma <strong>en</strong> que los factores no lingüísticos<br />
motivan la elecciór'r de una ortografia supelficial <strong>en</strong> vez de una profunda.<br />
<strong>El</strong> rnilaña posee un conjr"lnto de seis consonantes palatales. Casi<br />
si<strong>en</strong>-rple que aparec<strong>en</strong> se teconoc<strong>en</strong> lácilm<strong>en</strong>te como realizaciones lonéticas<br />
de sus contrapartes alveolares <strong>en</strong> el contexto de una /i/ preced<strong>en</strong>te, como<br />
[n,¡] <strong>en</strong> los ejernplos 7a-7b. Sin embargo, las consonantes palatales no<br />
sólo se pres<strong>en</strong>tan después de /i/, sino también después de /a/ (ejernplo 7c).<br />
7. a. [ná?bi]<br />
"hemano"
338 <strong>Frank</strong> <strong>Seifart</strong><br />
b.<br />
c.<br />
[i¡á?bb]<br />
"su h<strong>en</strong>¡ano" (de éllella/el1os)<br />
Itápá?bdl<br />
"mi h<strong>en</strong>nano"<br />
Un análisis más amplio del mirafia reveló que lo que ocasiona la<br />
palatalización de las consonantes alveolares después de la /a/ es el fonema<br />
subyac<strong>en</strong>te larl, cnyo compon<strong>en</strong>te palatal se realiza como [] antes de una<br />
vocal (ejemplo 8a), se exti<strong>en</strong>de a las consonantes alveolares, que se<br />
palalalizan (ejemplo 8b, véase tarnbién el ejernplo 7c) y se suprirne antes de<br />
las consonantes bilabiales, <strong>en</strong> cuyo caso se neutraliza la distinción larl vs. lal<br />
(ejemplo 8c) (nótese que la altemancia tonal no alecta la palatalización <strong>en</strong><br />
miraña).<br />
8. a. tájúÍhül<br />
/ijúhü/<br />
"está bi<strong>en</strong>"<br />
b.<br />
c.<br />
Itátiá?di]<br />
lr^i-tá?trl<br />
1RA PERSoNA_PosEEDoR-abuelo<br />
'lni abuelo"<br />
[timámibá]<br />
/tij-mámibá/<br />
I RA_PERSoNA PoSEEDoR-baúl<br />
'hi baú1"<br />
Este análisis fonológico da como resultado un inv<strong>en</strong>tario bastante s<strong>en</strong>cillo,<br />
simétrico y parsimonioso de los lonemas consonánticos, mi<strong>en</strong>tras que al<br />
inv<strong>en</strong>tario de las vocales hay que aum<strong>en</strong>tarle la unidad cornpleja /arl (<strong>Seifart</strong><br />
2002:23-30).<br />
<strong>El</strong> sisterna fonológico permite las opciones de repres<strong>en</strong>tar la<br />
palalalización <strong>en</strong> una ortografia profunda, es decir, fonémicam<strong>en</strong>te; o <strong>en</strong><br />
una orlografía superficial, es decir, fonéticam<strong>en</strong>te. Una orlografia profunda<br />
ti<strong>en</strong>e la v<strong>en</strong>taja de preservar la id<strong>en</strong>tidad gráfica de morfemas que<br />
cot.ni<strong>en</strong>zan con consonantes alveolares, ya sean raíces léxicas (véanse los<br />
ejemplos 7b-7c y 8b) o sufijos, como el marcador para objetos inanimados
Capírulo I1-<strong>El</strong> <strong>diseño</strong> <strong>ortográfico</strong> 339<br />
(ejernplos 9a-9b) y el marcador restlictivo (ejemplos 9c-9d). Esta v<strong>en</strong>taja<br />
resulta particularm<strong>en</strong>te in'lpoftante porque una gran proporción de laíces<br />
comi<strong>en</strong>za con consonal'rtes alveolares y los sufijos más frecu<strong>en</strong>tes también<br />
empiezan con estas consonantes, incluidos los l.narcadores del ejemplo 9,<br />
así como el marcador de plural.<br />
9. a. Itsánb]<br />
/tsá-nd/<br />
b.<br />
d.<br />
UNO- INANIMADO<br />
"uno (inaninado)"<br />
Its'i¡pb]<br />
/tsi:-nb/<br />
otro-INANIMADO<br />
"otro (ir.rar.rin.rado)"<br />
Iurhi?drb]<br />
/rírhi?ó-ri/<br />
plátano-nrsrnrcrrvo<br />
"sólo un plátano"<br />
Iuifii:bádb]<br />
/uÍBi:bár-rb/<br />
CANASTO-RESTRICTIVO<br />
"sólo un canasto"<br />
Sin embargo, desde el punto de vista del <strong>diseño</strong> <strong>ortográfico</strong> exist<strong>en</strong> dos<br />
desv<strong>en</strong>tajas principales al escribir la palatalización fonémicam<strong>en</strong>te. En<br />
primer lugar, difiere de forn.ra significativa de la pr.onunciación real <strong>en</strong><br />
algunas actualizaciones; por ejernplo, cuando la palatalización se exti<strong>en</strong>de a<br />
lo largo de las consonantes glotales <strong>en</strong> posición de coda y se realiza al inicio<br />
de la sigui<strong>en</strong>te sílaba, como <strong>en</strong> los ejernplos l0a-10b. En segundo lugar, los<br />
rasgos que se neutralizan ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que escribirse; por ejempJo. cuando la /ajl<br />
va seguida de una consonante bilabial (véase el ejemplo 8c, arriba) o<br />
cuando se pres<strong>en</strong>ta al final de la palabra (compár.ese el ejernplo 10c con el<br />
ed).
340 <strong>Frank</strong> Sei/trrt<br />
10 a. Itsáhrri]<br />
b.<br />
/tserjhrb/<br />
"¡toma!"<br />
Itúrhpa?jb]<br />
/túrhpar?i/<br />
r.rombre propio<br />
Iuipirbn]<br />
/úBirbáj/<br />
"canasto"<br />
Por lo tanto, ti<strong>en</strong>e que tomarse una decisión delicada <strong>en</strong>tre represetltar<br />
ortográficam<strong>en</strong>te la palatalización <strong>en</strong> tniraña <strong>en</strong> términos fonémicos, esto<br />
es, corno una vocal courpleja, o <strong>en</strong> términos fonéticos, esto es, etr sei.<br />
consonantes adicionales. La escritura fonológica asegura utra itttag<strong>en</strong><br />
gráfica invariable de una gran proporción de tnorfemas y <strong>en</strong> consectteucir<br />
puede ayudar a construir un vocabulario de vistazo, del que pued<strong>en</strong><br />
b<strong>en</strong>eficiarse los lectores avanzados. Sin ernbargo, el proceso de<br />
palatalización <strong>en</strong> su conjunto es bastante cotnplejo porque la palatalización<br />
puede ser neutralizada o puede ext<strong>en</strong>detse a lo largo de diversos segm<strong>en</strong>tos.<br />
Por otra parte, la escritura fonética no requiele el conocimi<strong>en</strong>to del proceso<br />
de palatalización. Entre sus desv<strong>en</strong>tajas puede m<strong>en</strong>cionarse que requiele<br />
seis unidades adicionales (las consonantes palatales) y que pres<strong>en</strong>ta nrucha<br />
redundancia, <strong>en</strong> particular cuando se escrib<strong>en</strong> consonantes palatales despues<br />
de /i/, <strong>en</strong> cuyo caso son fácilm<strong>en</strong>te reconocibles como realizaciones<br />
palatalizadas (véanse ejemplos 7b y 9b).<br />
A pesar de todo, <strong>en</strong> el miraña se propuso (y se aceptó) una ofiogralía<br />
superficial con respecto a la palatalización. Una razón impoftante para<br />
haber totnado esta decisiór.r es que hoy <strong>en</strong> día muchos de los mirañas urás<br />
jóv<strong>en</strong>es, que son los principales usuarios de la ortografía, no apr<strong>en</strong>dieron el<br />
milaña como prirnera l<strong>en</strong>gua y muchos de ellos ap<strong>en</strong>as lo hablan. Po¡<br />
consigui<strong>en</strong>te, no pose<strong>en</strong> ur.r conocimi<strong>en</strong>to irnplícito de la estructura de la<br />
l<strong>en</strong>gua al mismo glado que, pol'ejemplo, la mayoría de los usuarios de las<br />
ortografías de las l<strong>en</strong>guas tucanoanas ori<strong>en</strong>tales. La ortogralía del miraria se<br />
usa prir.rcipalrl<strong>en</strong>te para docurn<strong>en</strong>tar mitos, canciones y t<strong>en</strong>ninologia<br />
ehobiológica, que los hablantes más jóver.res elicitan de los mayores. La<br />
ortografía propuesta cumple bi<strong>en</strong> con estos propósitos <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de que
proporciona ul1 sistema intuitivo<br />
desconocidas del miraña para los<br />
fluidez.<br />
3.3 La escritura tonal<br />
Capírulo 1l <strong>El</strong> <strong>diseño</strong> ortogrtifico 341<br />
pala escribir v pronunciar las palablas<br />
hablantes que no ntanejan la l<strong>en</strong>gua con<br />
Todas las l<strong>en</strong>guas emplean el tono (pllry'l) <strong>en</strong> cielta rna¡tcra. Sir.t <strong>en</strong>tbalgo.<br />
mi<strong>en</strong>tras que el tono se utiliza <strong>en</strong> algunas l<strong>en</strong>guas. como el chino. para<br />
difer<strong>en</strong>ciar una vasta cantidad de elem<strong>en</strong>tos léxicos. su hrnción <strong>en</strong> otr.as<br />
l<strong>en</strong>guas se limita <strong>en</strong> glan nTedida a transt.nitir distinciones de <strong>en</strong>tonación.<br />
Desde el punto de vlsta del diselio <strong>ortográfico</strong>, el tolto es <strong>en</strong>tonces un rasgo<br />
que var'ía drásticarn<strong>en</strong>te de l<strong>en</strong>gua a l<strong>en</strong>gua con respecto a su cal'ga<br />
funcional para distinguir elelr<strong>en</strong>tos lóxicos. En las l<strong>en</strong>guas cn las que la<br />
carga funcional es rnuy alta o baja no surge la pregunta de si el tono debe o<br />
no repres<strong>en</strong>tarse er1 una orto,crafla. pelo erist<strong>en</strong> tluchos casos interntedios<br />
que reqúer<strong>en</strong> un at¡ ists cujdadoso 1, poib)<strong>en</strong>t<strong>en</strong>te -sduciot¡es cteaüvJs.<br />
Estas cuestiones se analizan <strong>en</strong> Bild ( 1999b). obra de Ia que se tomaron los<br />
ejer.r.rplos que aquí se pl'es<strong>en</strong>tan.<br />
En los sistemas "intermedios", que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> muchas I<strong>en</strong>guas<br />
afi'icanas, papiras y amazónicas, es característico que el tono sc use<br />
anpliam<strong>en</strong>te para rnarcar fitnciones gratnaticales y que los patroncs tonales<br />
sólo puedan ser desclitos <strong>en</strong> ténninos de conjuntos de reglas de<br />
truncami<strong>en</strong>to y diserninación, algrmas veccs bastante complicadas. Por<br />
consigui<strong>en</strong>te, los procesos que sust<strong>en</strong>tan los tonos superficiales resultantes<br />
pued<strong>en</strong> ser extremadam<strong>en</strong>te con,plejos y su repres<strong>en</strong>tación escrita puede<br />
resultar muy dificil de manejar incluso para escritores experin<strong>en</strong>tados. Este<br />
es el caso <strong>en</strong> el dschang, una l<strong>en</strong>gua bantú (Grassfield) hablada <strong>en</strong> Caurerúrn.<br />
Bird (1999b: 7) r.n<strong>en</strong>ciona que eu esta l<strong>en</strong>gua los escritores erperim<strong>en</strong>tados<br />
escrib<strong>en</strong> con precisión sólo 83.5% los tonos superficiales. ui<strong>en</strong>tras quc los<br />
inexpertos lo lograr.r sólo 53% de las veces. Así, la escritura del tono plantea<br />
un serio problema para la ortoglafía dc csta lcngua y suÍge la pregunta de<br />
hasta qué punto el tono <strong>en</strong> efecto conlleva una carga funcional; es decir, si<br />
es o no ttecesario escribir los tonos <strong>en</strong> primel lugar.<br />
Se <strong>en</strong>contró Llna solución interesante a un problema sir.nilar <strong>en</strong> el<br />
komo, otra l<strong>en</strong>gua bantú, hablada <strong>en</strong> la República Democrática del Congo<br />
(antes Zaire). En esta l<strong>en</strong>gua, el tono se utiliza para distinguir clem<strong>en</strong>tos<br />
léxicos así como para malcar funciones grarraticales. Con respecto a los<br />
tonos léxicos, se <strong>en</strong>contró qr:e alrededor de 28 pares mínimos se distinguer.r<br />
pol su patrór.r tonal <strong>en</strong> uta lista repres<strong>en</strong>tativa de cerca de 3,000 palabras.<br />
Sin embargo, más de la n.ritad de éstas pued<strong>en</strong> distinguirse fácilm<strong>en</strong>te a
342 <strong>Frank</strong> <strong>Seifart</strong><br />
parlir del contexto, ya sea porque pel't<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> a difer<strong>en</strong>tes categorías<br />
gramaticales o por su significado. Por lo tanto, se decidió no marcar el tot.to<br />
léxico, a pesar de que esto llega a provocar arnbigüedad <strong>en</strong> los homógrafos.<br />
Por otra pal'te, una cantidad considerable de fonnas de palabras con flexión<br />
y derivadas del komo se distingu<strong>en</strong> por tonos grarraticales <strong>en</strong> sn primera<br />
sílaba, y de éstas a m<strong>en</strong>udo no se puede elitninal la arnbigüedad a partir de1<br />
contexto. En consecu<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> la ortografía del komo se decidió rnalcar<br />
irnicarn<strong>en</strong>te los tonos gramaticales <strong>en</strong> la primera sílaba. <strong>El</strong> ejemplo I I<br />
(datos de Paul Thon-ras, citados <strong>en</strong> Bird 1999: 23) ilustra cómo estas marcas<br />
de tono eliminan la arnbigüedad de formas flexivas o derivadas (ejemplos<br />
1 la vs. l1c, I lb vs. 1ld, etc.), aunque <strong>en</strong> algunos casos no logra eliminar la<br />
ambigiiedad de los elem<strong>en</strong>tos léxicos (ejemplos 1la v.s. I lb, 1lc vs. 1ld.<br />
etc. ).<br />
1 l. a. (bebhomi) [bébhómí] "lo insultamos"<br />
b. (bebhorni) [bébhómí] "le hicirnos cirugía"<br />
c. (bóbhomi) [bébhómí] "los insultatnos"<br />
d. (bébhomi) fbébhórní] "les hicirnos cirugía"<br />
e. (babhomigi) [bábhóniigi] "ir.rsultadores"<br />
f. (babhomigi) [bábhómigi] "cirujanos"<br />
g. (bábhornigi) fbábhdmigi] "ellos insultabanhabituahlr<strong>en</strong>te"<br />
h. (bábhomigi) [bábhórnigi] "ellos hacían cirugía habitualm<strong>en</strong>te"<br />
La ortografía komo ilustra la importancia de evaluar cuidadosam<strong>en</strong>te la<br />
carga funcional de un rasgo determinado para decidir si debe o no<br />
repres<strong>en</strong>tarse ortográficam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> particular si escribir este rasgo olrgina<br />
dificultades mayores a los usuarios de la ortografia. La solución <strong>en</strong>contrada<br />
para el korno demuestra que un elem<strong>en</strong>to determinado-<strong>en</strong> este caso el<br />
tono-puede no t<strong>en</strong>er la misma carga funcional <strong>en</strong> todos sus contextos y,<br />
por lo tanto, que es posible lepres<strong>en</strong>tarlo sólo <strong>en</strong> aquellos contextos eÍl<br />
donde electivam<strong>en</strong>te ayuda a los lectores a eliminar la arnbigiiedad de una<br />
forma deteminada, sin sobrecargar la ortografía con la marcación tonal <strong>en</strong><br />
(casi) cada silaba.<br />
3.4 Orlografías multidialectales<br />
Los dos ejernplos de ortoglafías multidialectales que se analizan <strong>en</strong> este<br />
apartado proporcionan ejemplos adiciouales de la interacciór.r <strong>en</strong>tre sistemas<br />
Iingüísticos y factores no lingüísticos <strong>en</strong> el <strong>diseño</strong> <strong>ortográfico</strong>, <strong>en</strong> particular,
t<br />
Capírulo I l-<strong>El</strong> <strong>diseño</strong> ortografico 343<br />
del concepto de subrepres<strong>en</strong>tación y de las di1-er<strong>en</strong>tes r.recesidades de<br />
lectores versus escritores.<br />
<strong>El</strong> sasak es una l<strong>en</strong>gua austronésica que se habla <strong>en</strong> Ia isla de<br />
Lombok <strong>en</strong> Nusa T<strong>en</strong>ggara Barat, lndonesia (Austin 2000). En los cinco<br />
dialectos del sasak, hay ocho vocales fonológicas que contrasrarl er.rtre sí de<br />
diversas fonnas <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes dialectos. La ortografia pr.áctica que se<br />
estableció para todos los dialectos del sasak repres<strong>en</strong>ta sólo aquellas vocales<br />
que son contlastivas <strong>en</strong> todos los dialectos y unifica las qr.re están<br />
fusionadas <strong>en</strong> los sistemas fonológicos de uno o más de ellos (Tabla 2).,La<br />
desv<strong>en</strong>taja que pres<strong>en</strong>ta esta ortografia es que ocasiona ambigiiedad <strong>en</strong> los<br />
hon.rógrafos <strong>en</strong> dialectos individuales, pero posee la gran v<strong>en</strong>taja de ofrecer<br />
una ortografia unificada para todos los grupos dialectales y apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />
ésta fue la razón pt'incipal para adoptarla.<br />
Tablo 2. Vocales <strong>en</strong> la ortografía del sasak (Peter Ar"rstin, 2004,<br />
cornunicación personal)<br />
Fonellas Ortoglaf'ía<br />
Pala el biliau, otra l<strong>en</strong>gua austt'onésica l.rablada <strong>en</strong> Papua Nueva Guinea<br />
(Sirnons 1994). se eligió otra solución para represelttar dialectos distintos<br />
cou una sola ortoglafía. Los inr,<strong>en</strong>tarios fonémicos de los dialectos del<br />
biliau difier<strong>en</strong> <strong>en</strong> que <strong>en</strong> el dialecto occideÍrtal la ld,l y la /z/ son fonernas<br />
distintos, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> el dialecto ori<strong>en</strong>tal sólo se pres<strong>en</strong>ta el fonema /d/.<br />
En este caso, se estableció una ortografía que repres<strong>en</strong>ta la fonología más<br />
compleja del dialecto occid<strong>en</strong>tal y que al parecer fue aceptada por todos los<br />
ePuedc resultar de intcrés n¡<strong>en</strong>cionar quc el sisterra de escritur.a del indonesio, la pr.incipal<br />
l<strong>en</strong>gua dc contacto dcl sasak, firsiona los dos fonerras /éi y r'eir<strong>en</strong> el grafcrla
344 <strong>Frank</strong> Sei/art<br />
hablantes, incluidos los del dialecto ori<strong>en</strong>tal (véase el ejernplo l2) (Simons<br />
1994: l2).<br />
1.2.<br />
a.<br />
b.<br />
d.<br />
f.<br />
dialecto occid<strong>en</strong>tal dialecto ori<strong>en</strong>tal<br />
Tabla 3. Algunos gralemas de la ortografía del mit'atia<br />
Oltografia del<br />
español<br />
Orlografía<br />
del niraña<br />
Oflografía IPA<br />
del bora<br />
Capínlo I1 <strong>El</strong> <strong>diseño</strong> orrográJico 345<br />
Motir ación<br />
(u) establccer una difer<strong>en</strong>cia con el<br />
espariol ¡- el bora, convertciones<br />
locales<br />
nucr.o grafelna basado <strong>en</strong> el<br />
espaiol<br />
qu<br />
(antesdesei)<br />
c<br />
(otios<br />
contextos)<br />
k<br />
(<strong>en</strong> préstanos)<br />
v,b<br />
(pronunciación<br />
inter vocálica)<br />
v,b<br />
(pronunciación<br />
al inicio de la<br />
palabra)<br />
ll' v<br />
(g, w) gw<br />
q<br />
G<br />
evitar las inconsistelcias del<br />
español y el bora<br />
dos gral<strong>en</strong>ras dcl cspariol qLte<br />
reptes<strong>en</strong>ian el nrismo fbnema eli<br />
espariol se usan pala dos lbnetnas<br />
<strong>en</strong> el rriraia<br />
dos gralemas del espatiol que<br />
repres<strong>en</strong>tan el nrismo fonetna <strong>en</strong><br />
espariol se utilizan para dos<br />
fonemas <strong>en</strong> el ntiLatla<br />
plonunciaciór española local<br />
establccer una difer<strong>en</strong>cia con el<br />
bora<br />
establecer una difer<strong>en</strong>cia con el<br />
bora<br />
(t, d), (y) ty, dy tv, dy tj. dj dígrafos basados <strong>en</strong> grafemas del<br />
espariol (sólo se incluyeron dos<br />
ej<strong>en</strong>plos aquí)<br />
3.5 La elección de grafemas<br />
E,ste apartado analiza brevem<strong>en</strong>te la elección de los grafemas, usando de<br />
nuevo el ejemplo de la ortografía del miraña, de la que se abordaron algunos<br />
aspectos <strong>en</strong> el apartado 3.2. En el miraña, estas elecciones se determinaron<br />
por las relaciones sociopolíticas del miraña con otras dos con.runidades de<br />
habla que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> ortogralías establecidas: los colombianos, cuya l<strong>en</strong>gua es
346 Frunk Seifbtt<br />
el espariol, y los boras, que hablan una variante lingiiísticarn<strong>en</strong> te rruy<br />
cercana al miraña (Thies<strong>en</strong> 1996: ll, 20; Seilart 2005: 22 y ss.). Una<br />
primera caracter'ística notable de la ortografía del r.nirarla es que todos sr-rs<br />
grafernas cstán basados cr.r la ortografía del español. Algur,os de los<br />
graferras del niraña son versiones modificadas de grafernas dcl español, ya<br />
sea <strong>en</strong> su fonna gráfica visual o bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> su valor fonético, como puede<br />
observarse <strong>en</strong> la Tabla 3. Los hablantcs del rniraña también decidieron<br />
modificar la apari<strong>en</strong>cia visual dc algunos graf'emas usados <strong>en</strong> el bora (con<br />
base <strong>en</strong> el español). Lo anterior puedc <strong>en</strong>tcnderse cuando se toma <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta<br />
que los mirañas han luchado desde hace r.nucho por ser rcconocidos collro<br />
un grupo étnico clistinto de los boras, que son más nr-lrrrelosos. La Tabla 3<br />
da una bu<strong>en</strong>a idea de los dos principales lactores de conflicto que operan<br />
cuando sc escog<strong>en</strong> grafemas: apegarse a las conv<strong>en</strong>ciones ortográficas de<br />
l<strong>en</strong>guas vecinas ya conocidas y cstablecidas o brindar a su ortogralía una<br />
apali<strong>en</strong>cia nrarcadarn<strong>en</strong>te difet<strong>en</strong>te para satislacer una función emblemática<br />
para la conunidad lingiiística.<br />
4. Conclusión<br />
Los apartados anteriores han nrosh'ado que el diserio ortogr'áfico conllera<br />
una interacción significativa <strong>en</strong>tre las características de los sistemas<br />
lingiiísticos y una variedad de factolcs no lingi.iísticos. Las propiedadcs<br />
estrLlcturales de las l<strong>en</strong>guas a m<strong>en</strong>udo pemrit<strong>en</strong> ciertas opciones alternatir as<br />
de lepres<strong>en</strong>tación ortográfica de un elem<strong>en</strong>to determinado. Estas opcione.<br />
pucd<strong>en</strong> corresponder a una repres<strong>en</strong>tación fonérlica, pcro tar.nbién pueder<br />
colresponder a Llna repres<strong>en</strong>tación más abstracta (morfo-fonérnica) o a Lrn:,<br />
repres<strong>en</strong>tación rnás superficial (fonética). E,stas opciones altelnatir a.<br />
pued<strong>en</strong> lavorcccr a distir.rtos usualios pot<strong>en</strong>ciales de la ortografía. La tarc'r:<br />
del diserlador de ortoglafias es poÍlef <strong>en</strong> una balanza las v<strong>en</strong>tajas r<br />
desv<strong>en</strong>tajas de estas opciones para <strong>en</strong>contrar una soltrción interrledia qu.'<br />
sea práctica y viable.<br />
Agradecimi<strong>en</strong>tos<br />
Agradezco los corn<strong>en</strong>tarios de Mandana Seyfeddinipur, Ulrikc Nlose.<br />
Nikolaus Hinrnrelnrann, Julia Borchert, Jost Gippert y del pirblico <strong>en</strong> .,<br />
escuela dc vcrano del pl'ogralra DoBeS <strong>en</strong> Flankfurt <strong>en</strong> 20021 y er:<br />
Instituto Calo y Cuervo <strong>en</strong> Bogotá <strong>en</strong> 2005, <strong>en</strong> donde sc prcscutrr :s<strong>en</strong>rinarios<br />
gran parte del cont<strong>en</strong>ido dc este capitulo. También agradezc., .
Capítulo 11 <strong>El</strong> <strong>diseño</strong> <strong>ortográfico</strong> 347<br />
Peter Austin, Natalia Eraso, Doris Fagua, <strong>El</strong>sa Gomez-Imbert, Camilo<br />
Robayo y María Trillos por proporcionarme ejemplos (además de<br />
debatirlos) aunque no incluí todos <strong>en</strong> este capítulo. Gracias además a Falk<br />
Grollmus por proporcionarme el ejernplo del chino.