Universidad de Carabobo - Biblioteca Virtual en Salud

UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
ESCUELA DE RELACIONES INDUSTRIALES
LA SALUD REPRODUCTIVA DE LAS MUJERES PROFESIONALES DE LA
MEDICINA, BAJO EL ENFOQUE DE LA SALUD OCUPACIONAL
Bárbula, enero del 2004
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Autora: Karla Valle
Tutora: Iradia Sánchez

INTRODUCCIÓN
Desde el inicio de los tiempos, las mujeres han formado parte activa de las
sociedades, a través de la incorporación y adaptación a las nuevas formas y tendencias
laborales; tanto es así, que hoy por hoy, la mujer se encuentra punteando los cargos
estratégicos dentro de las organizaciones, o quizás se encuentra en proceso de formación en
las aulas de las distintas universidades de nuestro país; o ejerciendo profesiones que hasta
hace poco tiempo estuvieron ocupados por hombres.
Visto de esa manera, se puede afirmar que las mujeres han aportado su mayor esfuerzo por
participar en la dinámica social, amoldándose a la manera como se organiza la producción a
través del tiempo; y no conforme con ello, participan tanto en la producción económica,
como en la reproducción biológica, que representa la producción de la fuerza de trabajo.
Es por ello, que el trabajo, debe y tiene que ser conceptualizado a través de un enfoque
integral y una perspectiva de género, puesto que tanto hombres como mujeres, realizan
actividades laborales distintas, lo cual implica una exposición a factores de riesgos
ocupacionales diferentes; más no por ello se encuentran menos expuestas las mujeres. Pero
tampoco es menos cierto que tanto hombre como mujeres, tienen derecho a la procreación y
reproducción y ésta a su vez forma parte de la integridad, basada en los derechos
reproductivos de todo ser humano.
Es por ello, que el presente trabajo de investigación contribuye de alguna manera a indagar
acerca del impacto de la salud reproductiva de las mujeres, bajo el enfoque de la salud
ocupacional. Todo ello a través de cada uno de los capítulos aquí contenidos.
El Capítulo I, pone de manifiesto las inquietudes de la autora con respecto a este trabajo de
investigación; por medio del objeto de estudio, la justificación y los objetivos a desarrollar
dentro de la misma.
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En el Capitulo II, se encuentran contenidas las bases teóricas que sustentan este trabajo de
investigación; así como también una recopilación de información significativa de la salud
ocupacional, del trabajo de la mujer en Venezuela y de la salud reproductiva de las féminas
en nuestro país.
El Capitulo III, contiene los aspectos metodológicos que reflejan los pasos a seguir para le
elaboración del presente trabajo y para la consecución de los propósitos trazados en la
misma. En ese orden de ideas, el capitulo IV, muestra la información recopilada a través del
instrumento utilizado para este fin. Por último se encuentra el Capitulo V, en el cual se
exponen las conclusiones de la autora con respecto a los datos obtenidos y la sustentación
teórica señaladas en el capitulo II.
OBJETO DE ESTUDIO
Objeto de Estudio
CAPITULO I
Con cierta frecuencia se escucha y menciona acerca de la salud reproductiva de las mujeres
y de la capacidad que éstas tienen para traer al mundo a un niño sano; así mismo existen
preocupaciones que giran en torno a esto; ante la presencia de los Riesgos Ocupacionales.
De hecho, esta centralidad será el objeto de estudio a desarrollar en el transcurso de esta
investigación.
En torno a esta temática, algunos especialistas, investigadores (Condori Teresa. 1998), e
instituciones (National Institute for Occupational Safety and Health; NIOSH 1999); se
han abocado a la búsqueda e indagación de efectos que atentan contra la sana
reproductividad de las féminas; y las cuales en su mayoría han sido originadas gracias a
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hábitos como el fumar, consumo de drogas, ingesta de bebidas alcohólicas, mala
alimentación en el período de embarazo; entre otras.
Sin embargo, hoy día no se ha terminado de puntualizar o determinar que éstas, sean las
únicas causas originarias de daños permanentes o absolutos, tanto en la salud reproductiva
de la madre; tal es el caso de la infertilidad, cáncer uterino, abortos espontáneos, entre
otros; como en la salud del bebé, bien sea durante su formación en el vientre de la madre o
en su desarrollo luego del nacimiento. Ciertamente, existen muchos factores que pueden
afectar a la mujer en su salud reproductiva; pero no es menos cierto que en su mayoría éstos
no se deban exclusivamente a exposiciones realizadas de manera consciente por parte de
las mujeres, ya que tanto en el medio ambiente como en los sitios de trabajo existen
agentes que debido a sus características, componentes y a una inmensa gama de variables
originales de su naturaleza, representan un riesgo potencial para la reproductividad de la
población femenina.
En este sentido, la ARP BOLIVAR (Revista 2001:32) define el riesgo como la
probabilidad que tiene un individuo de sufrir lesión o enfermedad, o el daño que puedan
tener materiales o equipos de trabajo, como consecuencia de la exposición al factor de
riesgo. Bajo este esquema, el riesgo ocupacional no es más que la vinculación directa del
posible peligro o inconveniente (riesgo), con la frecuencia de exposición del trabajador en
su proceso laboral, por ende, el riesgo ocupacional depende de tres (03) factores
fundamentales, como lo son; la conceptualización que el trabajador tenga acerca de su
autocuidado, el oficio o labor que éste desempeña, y por último, las condiciones de trabajo
bajo las cuales ejecuta las tareas inherentes a su actividad laboral.
Por otro lado, la salud reproductiva responde a un normal funcionamiento del órgano u
órganos reproductores; bien sean femeninos o masculinos; a fin de llevar a cabo el proceso
de fecundación, en el caso de las féminas; como resultado de la unión de los heterogametos.
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No obstante, existen profesiones que conforme a sus particularidades se encuentran
perennemente expuestas a riesgos de alto grado; como es el caso de los trabajadores de la
salud. Si a ello le incorporamos que se trata de profesionales pertenecientes al género
femenino, en edades reproductivas (25-35 años de edad), y quienes a diario manipulan
químicos o simplemente atienden cierto número de pacientes que pudiesen ser portadores
de enfermedades como hepatitis A – B o C, SIDA, rubéola, varicela, entre muchas otras;
que sin lugar a dudas atentan de igual manera contra la salubridad de estas profesionales,
surtiendo efectos que pueden ir desde cambios en sus ciclos menstruales hasta abortos
espontáneos. Y los efectos que pudiesen originar en el feto, en caso de que este logre
superar los nueve (09) meses de gestación, entonces cabría destacar las malformaciones
congénitas, bien sean mutagenéticas o teratogenéticas; así como también cáncer infantil o
afecciones en el desarrollo del infante.
Ciertamente la mayoría de los centros clínicos y hospitalarios cuentan con programas de
Salud Ocupacional, pero éstos se enfocan en gran medida hacia la vigilancia y prevención;
más en ninguno de los casos están dirigidos a la minimización y/o control epidemiológico
de aquellas personas que ya han sido contagiadas.
Lo que motiva al desarrollo de la presente investigación; es el describir la salud
reproductiva de las profesionales de la medicina, dados los factores de riesgos
ocupacionales inherentes a su profesión. Puesto que a pesar de ser un gremio que dirige
sus esfuerzos a la preservación y mejoramiento de la salud de los integrantes de la
sociedad; no se encuentra exento de sufrir o padecer enfermedades o dolencias, producto de
la naturaleza de su profesión.
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Justificación
La elevada prevalencia de infecciones, virus, microorganismos y niveles de concentración
de gases químicos; incrementan enormemente el riesgo de contagio de enfermedades en
de los trabajadores de la salud, muy especialmente a las mujeres en su proceso
reproductivo.
De aquí, la importancia de indagar acerca del efecto o los efectos que producen los
factores de riesgos ocupacionales presentes en un reconocido Centro Hospitalario, en la
salud reproductiva de las mujeres galenos; tomando en cuenta el tiempo exposición, el área
donde desempeña sus labores; así como también los factores de riesgos bien sean físicos,
químicos o biológicos, presentes en el lugar de trabajo.
Por otra parte, la salud ocupacional no es propia de una profesión o carrera en particular,
pero es deber de quienes la conocen y manejan, propiciarla a todas aquellas personas que
cohabitan dentro de una organización o institución productora de bienes y/o servicios, ya
que es un derecho que éstas adquieren, en primera instancia por ser seres humanos; y en
segundo lugar por su condición de trabajadores. Sin importar diferencias, distinciones,
privilegios o niveles; dentro de una organización.
La diferencia se marca a partir del momento en que se deje de discutir acerca de la
pertenencia o no de esta disciplina, y se comiencen a tomar verdaderas decisiones de
carácter multidisciplinario que tengan como único objetivo, garantizarle a empleados y
trabajadores un máximo de seguridad e higiene laboral, para que éstos gocen de optimas
condiciones de trabajo.
Es por ello que este trabajo está dirigido a todas aquellas personas que de alguna u otra
forma, se encuentran vinculadas al área de la salud e higiene ocupacional; y muy
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especialmente a aquellas mujeres profesionales de la salud; siempre y cuando sea de interés
para el desarrollo de investigaciones futuras, y para la adquisición de conocimiento en
torno a este tópico.
En este sentido, dicha investigación obedece al interés que el Postgrado de Salud
Ocupacional de la Universidad de Carabobo, ha demostrado en la misma, por medio de la
asignatura denominada Género y Salud, donde se ha establecido como una línea de
investigación permanente. Es por ello, que la realización de este trabajo de investigación;
es una contribución para llevar a cabo dicha iniciativa.
Por otro lado, toda investigación cuyo basamento se encuentre orientado hacia el método
científico, nos lleva sin duda alguna al conocimiento de una realidad o al descubrimiento de
nuevos conocimientos; a fin de que de alguna manera u otra se tenga la posibilidad de
prever el futuro y de explicar racionalmente las situaciones problemáticas.
El presente trabajo de investigación, obedece a lo anteriormente expuesto; pero además de
ello se caracteriza por ser una investigación de tipo descriptiva; ya que a través de la
misma se desea describir de una manera lógica, sistemática y objetiva el fenómeno de la
Salud Reproductiva de Médicas, dado los Factores de Riesgo Ocupacionales propios de
esta profesión.
Evidentemente, existen planes de contingencia, entrenamiento, técnicas de tratamiento y
manejo de residuos hospitalarios, entre otros; pero, a pesar de ello, surgen
cuestionamientos como; ¿cuáles son los factores de riesgos ocupacionales presentes en las
distintas áreas de trabajo de la institución hospitalaria, a la que están expuestas estas
profesionales? ¿Existen en la institución hospitalaria medidas de seguridad y prevención
con respecto a los factores de riesgos ocupacionales presentes en la misma?¿Cuál es el
grado de conocimiento que poseen estas profesionales con respecto a los factores de riesgos
a los que están expuestas en sus áreas de trabajo? Y finalmente ¿han sido satisfactorias o
no, las condiciones reproductivas de éstas profesionales de la salud?. Pues bien, dichas
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interrogantes serán clarificadas en la medida de la evolución y desarrollo de esta temática,
que a partir de este momento se convierte en una investigación de grado.
En lo que a Información de validez se refiere, esta investigación ciertamente podrá servir
como un instrumento de indagación, para quienes deseen en un futuro desarrollar
investigaciones relacionadas con esta temática.
En la consecución y desarrollo de los objetivos de esta investigación, se desea; responder a
las necesidades y/o debilidades que posea una reconocida institución hospitalaria; en lo
que a Salud e Higiene Ocupacional se refiere; a fin de contribuir al mejoramiento y
fortalecimiento de dichas áreas, garantizando de esta forma la vida y la calidad de vida de
estas mujeres profesionales de la medicina.
Finalmente, la elaboración de este estudio, responde principalmente al aporte académico
que se encuentra basado en la disciplina de la investigación, ya que como universitarios
estamos llamados a indagar de manera objetiva las distintas problemáticas que se presentan
en nuestro país y que indudablemente repercuten en la sociedad venezolana. Se convierte
para todo universitario en un placer y en un reto, el logro de las metas contenidas dentro de
una investigación; siempre que se realice con el mayor de los esfuerzos, con mucha
responsabilidad y disciplina.
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OBJETIVOS
Objetivo General
Describir la Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina dados los
Factores de Riesgos Ocupacionales propios de esta profesión.
Objetivos Específicos
3.2.1. Identificar los Factores de Riesgos Ocupacionales presentes en las áreas donde labora
el colectivo a investigar, según la información aportada por el mismo.
3.2.2. Conocer las medidas de seguridad y prevención existentes en el Centro
Hospitalario.
Identificar el nivel de conocimiento por parte de la población estudiada, sobre los Factores
de Riesgo a los se encuentran expuestos.
Describir las condiciones reproductivas de las profesionales de la medicina que laboran en
el Centro Hospitalario.
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Marco teórico
Antecedentes.
CAPITULO II
En torno a la temática de los Efectos de los Riesgos Ocupacionales en la Salud
Reproductiva de las Mujeres Profesionales de la Medicina, no existen investigaciones, que
se relacionen directamente con el tema. Pero aún así, se hallan trabajos de investigación que
poseen similitud con el tópico a tratar e igualmente contribuyen a la consecución de los
objetivos de esta indagación; tal es el caso de los estudios que se presentan a continuación.
Borges, Aismara. (1994). Condiciones de Trabajo y Salud Reproductiva de las
Trabajadoras de la Industria Textil. Trabajo Presentado para optar al Titulo de Magíster en
Salud Ocupacional e Higiene en el Ambiente Laboral. Maracay, Estado Aragua.
Con esta investigación, la autora se plantea como objetivo principal, establecer la relación
existente entre algunas condiciones de trabajo y los riesgos laborales de la industria textil y
la presencia de trastornos a la salud Reproductiva de las trabajadoras, en lo relativo a los
abortos espontáneos, prematuridad, bajo peso al nacer y malformaciones congénitas. Para
ello, se realizó un tipo de investigación explicativa, asociando al trabajo fabril asalariado y
su posible impacto en la reproducción biológica de las trabajadoras; comparando aspectos
de la historia reproductiva en una muestra de veintinueve (29) trabajadoras de la industria
textil y sesenta y una (61) amas de casa trabajadoras de la textileras. La metodología
implementada para la realización de este estudio, consta de tres partes; la primera de ellas
obedece a; visitas de inspección y reconocimiento de riesgos, realizadas en las seis (06)
industrias textileras del Estado Aragua; la segunda parte, hace referencia a la aplicación de
encuestas a las veinte y nueve (29) trabajadoras de las industrias textileras; y la tercera
parte, se lleva a cabo con la aplicación de las encuestas a sesenta y una (61) amas de casa,
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trabajadoras de las textileras. En cuanto a los resultados de esta investigación, se
encontraron diferencias significativas entre trabajadoras textileras y amas de casa textileras,
con respecto a abortos espontáneos, un 17,65% lo representan las trabajadoras de las
textileras y un 3,61% lo representan las amas de casa; en cuanto a los nacimientos
prematuros un 21,43% se refleja en las trabajadoras de las textileras, y un 16,25% en las
amas de casa; referente al bajo peso al nacer, un 18,52% representa a las trabajadoras de las
textileras y un 2,50% a las amas de casa textileras. Por ultimo, en lo que a sus historias
reproductivas se refiere, las trabajadoras de las textileras se encuentran ubicadas por
encima del 15% esperado, para las poblaciones femeninas en edades reproductivas,
mientras que las amas de casa, se encuentran muy por debajo de lo esperado.
Brito, Marily; Yanes, Leopoldo. (2000). Condiciones de Trabajo y Salud de las
Trabajadores del Campo de la Costa del Estado Aragua. Salud de los Trabajadores vol. 81
Nº 1. Maracay.
A través de esta investigación, los autores pretenden como objetivo; caracterizar las
condiciones de trabajo agrícola, el proceso salud-enfermedad y la carga de trabajo de las
Mujeres Campesinas de la costa del Estado Aragua, muy específicamente, la localidad de
Cata; todo ello a través del tipo de investigación epidemiológica descriptiva. En cuanto a la
metodología utilizada para la realización de dicha investigación; los autores afirman la
combinación de métodos cualitativos, como es el caso de las entrevistas semiestructuradas,
encuesta colectiva y observación participativa; por otro lado y haciendo referencia al
método cuantitativo, se utilizaron instrumentos como la encuesta individual y la
determinación de los perfiles de salud. Por último, los resultados arrojados por este
estudio determinan que los trabajos se realizan a la intemperie, es decir, que las
trabajadoras se encuentran expuestas a las radiaciones solares intensos ritmos de trabajo en
épocas de zafra y en algunas tareas relacionadas con la labor. A través de una muestra de
veinte (20) trabajadoras, se localizaron indicios precoces de enfermedades y síntomas
relacionados con la naturaleza de la labor en un período de tres meses; estableciendo
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entonces que el 85% de las trabajadoras refieren síntomas de trastornos músculo-
esqueléticos de los miembros inferiores y el 15% restante, presenta trastornos músculo-
esqueléticos de los miembros superiores, el 80% manifiesta síntomas de malestares
generales, el 55% presenta alteraciones digestivas, el 25% síntomas de alteraciones en la
piel y el 25% restante, refiere síntomas relacionados con alteraciones respiratorias; y por
ultimo, un 20% de la población total, manifiesta síntomas de alteraciones visuales.
Castillo, Enrique; Coelho, Emily; Lemus, Inés; Morales, Alexis; Peña Eurídice. (1999).
Estudio de la Contaminación Mercurial de la Leche Materna en Mujeres con Exposición
Laboral. Ediciones de las III Jornadas de Salud Ocupacional. Valencia Estado Carabobo.
En esta investigación, los autores centran su atención en la exposición al mercurio que se
presenta en profesionales del área odontológica; específicamente en Mujeres;
conglomerando entre dichos profesionales, no sólo a los Odontólogos, sino también a
Higienistas Dentales y Estudiantes de Odontología. El objetivo primordial de esta
investigación se centraba en conocer los niveles de Mercurio existentes en la Leche
Materna, Sangre y Orina, del grupo expuesto; evaluando la distribución de los niveles de
Mercurio en Sangre y Orina, según el tiempo de exposición al metal. Para la comprobación
de dicho objetivo, se llevó a cabo una investigación de tipo descriptiva, la metodología
utilizada para ello, fue la revisión de las historia médicas realizadas a una muestra de treinta
(30) Mujeres profesionales del área odontológica en proceso de lactancia, quienes fueron
atendidas en el Centro de Asesoramiento Toxicológico Dr. Jorge Lizarra, ubicado en la
Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera entre el quince de febrero del año mil novecientos
noventa y cinco (15/02/1995) y el once de noviembre del año mil novecientos noventa y
siete (11/11/1997). En cuanto a los resultados de esta investigación, los autores
concluyeron que las concentraciones de Mercurio más elevadas se encontraron en la Orina,
cuyo valor representativo obedece a 67,1 mcg/dl; mientras que en la Sangre el valor fue de
0,46 mcg/dl. Además de ello, se comprobó la eliminación del tóxico a través de la Leche
Materna, cuyo valor se ubica en 5,46 mcg/dl; quedando demostrado que no existe una
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elación directa entre el nivel de Mercurio en Sangre y el presente en la Leche Materna; y
por ultimo, se logró comprobar que no es el tiempo de exposición al metal, lo que
determina las variaciones en los niveles de Mercurio de la población estudiada sino la carga
a la cual se encuentra expuesta.
Galíndez, Luis; Espino, Carlos; León, Juan; Blanco, Ana. (1999). Condiciones de Riesgo y
Prevalencia de Antígenos y Anticuerpos para la Hepatitis B en la Población Trabajadora del
Hospital Central de Maracay. Ediciones de las III Jornadas de Salud Ocupacional. Valencia
Estado Carabobo.
A través de esta investigación, los autores se plantean como objetivo general, conocer las
Condiciones de Riesgo y Prevalencia de Marcadores para la Hepatitis B. Para ello, realizan
una investigación de tipo descriptiva, utilizando como metodología la realización de
cuestionarios auto aplicables a todos los trabajadores pertenecientes a los servicios de
mayor exposición al riesgo por manipulación de sangre y fluido; para de esta manera
detectar las condiciones de riesgo por medio de las muestras de sangre para la
determinación serológica de los marcadores respectivos. Los resultados de dicha
investigación, apuntalan, que de una muestra de doscientos setenta (270) trabajadores, un
47%, ha presentado accidentes por contacto con Sangre. De este tipo de accidentes, los
Médicos representan un 20%, Enfermeras un 16% y los Auxiliares de Laboratorio
representan un 45%; siendo éstos los que reportan con mayor frecuencia este tipo de
accidentes, ubicado en un 81%. El 53% de la población estudiada ha recibido al menos una
dosis de vacuna contra la Hepatitis B, pero de este porcentaje, sólo el 30% ha cumplido a
cabalidad con las tres dosis respectivas de dicha enfermedad. En un 15% de la población
en estudio, se encontró el anticuerpo Core positivo y el antígeno de superficie en un 1%.
Por ultimo, un 24% de la población estudiada presentó Anticuerpos contra el Antígeno de
Superficie.
Cabe destacar que en torno a esta temática, no existen si se quiere publicaciones
cuya centralidad sea específicamente el tópico de la salud reproductiva de las mujeres
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frente a los riesgos ocupacionales; sin embargo, Doris Acevedo (2002) plantea en su libro
titulado El Trabajo y la Salud Laboral de las Mujeres en Venezuela, que se deben romper
los esquemas de encerrar a la Salud Ocupacional en el ideólogo industrial, para de esa
manera ampliar al alcance de la misma, y lograr comprender que existen otros sitios de
trabajo, ocupaciones y actividades, que no siendo reconocidas o remuneradas por los
estatutos o instancias gubernamentales o privadas, se encuentran propensas a sufrir los
riesgos inherentes a las actividades y labores que realizan; tal es el caso de las
universidades, las escuelas, los pequeños talleres, las oficinas, los huertos familiares,
teatros, parques, centros deportivos y muy especialmente el trabajo del hogar, entre muchos
otros. Además de ello, la autora presenta los distintos roles de la mujer dentro de la
sociedad como trabajadora, como madre y como reproductora.
Por otro lado, John Last (1986) en su libro titulado Public Health and Preventive
Medicine dedica un capitulo a la Salud Ocupacional y Control Ambiental; tocando muy
someramente el tema de las mujeres trabajadoras; en cuanto a la participación y
distribución en la fuerza laboral, problemas de salud y seguridad de las mujeres
trabajadoras, embarazo y salud reproductiva, así como también los problemas sociales y
económicos que afectan las féminas en su jornada laboral.
Así también el Centro de Estudios y Asesoria en Salud (CEAS; 1994) elabora un
temario sumamente amplio titulado “Mujer, Trabajo y Salud”; en este, los especialistas
tratan de manera integral, todo cuanto compete al trabajo femenino; las responsabilidades
del patrono y estado con respecto con respecto al trabajo de las mujeres, el derecho a la
salud reproductiva de las mujeres; además de presentar la salud para las mujeres en el área
laboral.
Por otro lado, Gladis Carmona, Miguel Mónaco y Claudio Romano (1982) realizan
un estudio acerca del potencial toxico del Mercurio en los Odontólogos Higienistas e hijos
de estos profesionales. Dicho estudio advierte acerca de los altos índices de concentración
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de mercurio en los consultorios de odontología general, debido a su colocación dentro del
mismo, y durante su formación profesional al manipular el mencionado mental.
Por su lado, Zoraida Camejo (1999) incorpora a la temática “Los Agentes
teratogenos y malformaciones congénitas”. La autora plantea que durante el periodo de
embarazo o etapa de vida intrauterina, existen sustancias químicas compuestas extrañas y
medicamentos que atentan contra la sana formación del huésped infantil ocasionando las
malformaciones la morbilidad y la mortalidad prenatal.
En esa misma medida, existen instituciones internacionales que se han dedicado a la
investigación en el área de la salud Ocupacional, tal es el caso de la National Institute of
Occupational and Safety Health (NIOSH); institución ésta que en 1999, publico un
artículo referente a los efectos de los riesgos ocupacionales en la salud reproductiva de la
mujer; dicho artículo afirma que existen muchos factores que pueden afectar la sana
reproductividad de la mujer así como también su capacidad reproductiva, sin embargo,
también existen ciertos peligros en los lugares de trabajo que igualmente afectan la
reproductividad de las mujeres.
Por ultimo, Aismara Borges (1998), elabora un artículo acerca de los riesgos
ocupacionales a los que se encuentra sujeto el personal de enfermería, la autora plantea que
el personal de enfermería se encuentra expuesto a un gran numero de riesgos biológicos,
físicos y químicos; debido a la manipulación de sustancias químicas así como también la
atención de pacientes, los cuales representan su objeto de trabajo. Sin embargo existe otro
tipo de cargo que incrementa el nivel de dificultad del trabajo cotidiano, tal es el caso de las
jornadas de trabajo, la comunicación entre médicos y colegas, la rotación de turnos, entre
otras.
La Mujer bajo el enfoque de la Salud Ocupacional.
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Salud Ocupacional: Un Área de las Relaciones Industriales.
Con los principios de Taylor, comienza el proceso de la administración científica del
trabajo; generando un esquema mecanicista, tanto en el trabajo como en los trabajadores.
Dicha administración era manejada por los Ingenieros Industriales, debido a la concepción
del trabajo sólo como un medio proveedor de bienes de consumo y riqueza; dejando a un
lado su aspecto social y humanista.
Sin embargo, los aportes y estudios realizados por psicólogos industriales, que a su vez
fueron criticados y superados por los sociólogos industriales; tal como lo señala Urquijo
(1993), logran converger en torno al sentido multidisciplinario que exige la administración
del trabajo a través de una visión sociopolítica de las organizaciones. En este sentido, se
asoma en la administración científica del trabajo, la posibilidad de interactuar con otras
disciplinas para llevar a cabo su gestión en las organizaciones.
Comienza entonces a generarse en el seno de las organizaciones de principios del siglo
XIX, una serie de transformaciones, que dan lugar a un nuevo orden social; a través de la
nueva concepción del trabajo como un instrumento fundamental para el desarrollo del
hombre como un ser social y de la sociedad como tal.
En este sentido, señala Villegas (1988), que el mayor interés por el estudio del hombre
dentro de las organizaciones y su comportamiento en la misma; comienza a partir del
estudio realizado por Elton Mayo en 1953; de allí se deriva la importancia que la
administración científica, demuestra por la administración del recurso humano. Pues bien,
señala Urquijo (1993:18) citando a Ralf Dahrendorf; que éste, justifica la aparición de las
Relaciones Industriales como una disciplina académica y como una nueva profesión;
debido a la gran contribución que ésta obtiene, tanto en lo específico como en lo
originario de la sociología; así también Henemam, plantea la importancia que merece el
estudio y solución de los problemas financieros, a partir de las relaciones laborales, es
decir, que la economía en su afán por analizar los asuntos monetarios que le corresponden,
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dejase a un lado el protagónico rol de los asuntos laborales en la dinámica económica de la
sociedad.
De esta manera las Relaciones Industriales, comienza a valerse de múltiples disciplinas,
para incrementar su capacidad de alcance en torno a la solución de los problemas con
ocasión del trabajo. Ahora bien, con respecto esta multidisciplinariedad de las Relaciones
Industriales; la disciplina que más se adapta a la temática aquí presentada es la Salud
Ocupacional.
Pues bien, la disciplina de la Salud Ocupacional en el campo de las Relaciones Industriales,
nace y se vincula a dicha profesión a través del análisis de tres factores importantes, como
lo son; las condiciones de trabajo; las cuales se encuentran signadas por la calidad o
precariedad de los recintos laborales; las condiciones de vida de los trabajadores, referentes
al cuidado de la integridad física y psicológica del trabajador; a la calidad de vida,
tomando en cuenta los aspectos psico-sociales del ser humano, los cuales deben ser de
carácter prioritario dentro de las políticas y normas de la organización, y por ende deben
ser mejorados a través de los sistemas de remuneración, de los beneficios socio-
económicos, estabilidad laboral, entre otras. Y por último, tenemos los procesos de
desgastes que naturalmente padecemos todos los seres humano, pero que puede ser
acelerado debido a la naturaleza del trabajo que realiza; he allí el punto a tratar por las
Relaciones Industriales a través de la disciplina de la Salud Ocupacional.
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PRESENTACIÓN 1 Vinculación de la Salud Ocupacional y las Relaciones Industriales
Condiciones de
Trabajo
Ser Humano
Proceso de
Desgaste
Condiciones de
Vida
Ciertamente, el esquema de la Salud Ocupacional a través de los modelos de Taylor y
Ford; se caracterizaba por ejecutar acciones en el campo de la Seguridad y de la Salud
Laboral, luego de la ocurrencia del daño o accidente.
Trabajaban basándose en un sistema de estimados y posterioridad; es decir, los especialistas
o analistas del área para entonces, realizaban proyecciones de los accidentes y/o muertes
que pudiesen ocasionarse o que se esperaban durante el periodo de producción; a manera de
patrón de rendimiento. Entonces, si lo real llegaba a superar a lo esperado, éstos
descartaban por completo el programa implementado e incorporaban otro programa. En
caso de que llegase a suceder lo contrario, es decir, que lo real no superase a lo esperado, el
programa perduraría sin ser modificado o mejorado; pues de igual forma ya se habían
producido accidentes y muertes dentro de la organización, sólo que éstas se encontraban
por debajo, de lo que en inicio se estimó.
Señala Acevedo (2002), que para entonces la carencia de una amplia capacidad de
identificación, que permitiese el análisis de la relación existente entre salud y trabajo, se
encontraba muy limitada; por ende, la especificación de las consecuencias o
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enfermedades, con respecto a los factores de riesgo ocasionados por las condiciones de
trabajo; no estaban bien definidas.
Ello conllevaba a la no identificación o ubicación verdadera del problema, postergando de
esa manera su tratamiento, minimización y en el mejor de los casos; su eliminación. La
verdadera razón de ser de la Salud Ocupacional, deriva de la importancia que representa la
integridad y el bienestar del ser humano, para que éste desarrolle sus habilidades físicas y
mentales dentro del contexto del trabajo.
En ese sentido, las Relaciones Industriales, adopta la disciplina de la Salud Ocupacional,
pero no para tratar la enfermedad, pues ello le corresponde a la Medicina Laboral; si no,
para realizar estudios higiénicos preventivos del trabajo, determinar y corregir los riesgos
profesionales a los cuales se encuentran propensos o expuestos los trabajadores, determinar
las aptitudes psicofísicas; conjuntamente con la medicina laboral, para la realización de las
tareas correspondientes a cada uno de los cargos; para el diseño y preparación del personal;
en cuanto a planes de contingencia, en todos los niveles de la organización. En la selección
y preparación del personal encargado de la vigilancia higiénica y preventiva; y muy
enfáticamente en la vigilancia de los servicios higiénicos y sociales de la empresa. Así lo
señala Villegas (1988:429)
Por ultimo, cabe destacar el sentido legítimo, que se le otorga a la práctica de la Salud
Ocupacional como una disciplina, dentro de las Relaciones Industriales en Venezuela, a
través de la Ley de Ejercicio Profesional de la misma.
Pues bien, ésta (Ley de Ejercicio Profesional de las Relaciones Industriales, 2003), en su
Titulo III, artículo quinto, establece los servicios profesionales de los Relacionistas
Industriales y profesionales a fines; involucrándolos en la aplicación de métodos y técnicas
científicas, que proporcionen el desarrollo de la gerencia integral del recurso humano del
país, para de esa manera facilitar el funcionamiento entre capital y trabajo, abordando el
escenario laboral con una visión integradora y orientada al logro del desarrollo nacional y
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del bienestar social. En ese sentido, dicha ley apuntala en el ordinal séptimo del artículo
quinto, la inclusión de la Salud Ocupacional, a través de la coordinación y vigilancia de los
programas de higiene, salud y seguridad laboral, para la prevención de accidentes de
trabajo y enfermedades ocupacionales en las empresas, organizaciones e instituciones tanto
públicas como privadas.
Teoría del Género
La sentencia de la Mujer a las tareas domésticas y a la imposición de muchas otras
actividades, siempre ha sido observada desde un segundo plano, debido a que estas
actividades hogareñas se denotan como actividades sin importancia alguna. Quedando pues
confinada exclusivamente a las actividades domesticas y reproductivas, dentro del esquema
social. En ese sentido, señala Acevedo (2002:27), que desde los años ochenta han surgido
nuevas categorías analíticas y conceptuales de la mujer; a fin de explicar las desventajas
sociales de las mujeres, por medio de las desigualdades sociales y las discrepancias
jerárquicas entre los sexos.
Ciertamente, en la dinámica de las relaciones sociales a la que Mires (1996),
denomina como patriarcado, que a su parecer; es un poder que se expresa microfísicamente
asentado en distintos puntos, los cuales pudiesen ser lugares, instituciones, personas,
hábitos y culturas e incluso internalizado por las mujeres; ha conllevado a la trascendencia
sólo de los aspectos masculinos, en el ámbito de la producción de bienes y servicios, la
inteligencia, razón, creatividad, entre otras. Dejando a un lado, o quizás por debajo de lo
masculino al papel femenino de la reproducción biológica-natural, como producción
primordial de la sociedad; lo que hace que la mujer sea vista como un elemento lleno de
debilidades.
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Ello originó el incremento del dominio patriarcal, permitiendo pues el
establecimiento de brechas entre el desarrollo de las mujeres y el de los hombres. Bajo este
esquema, el género persigue la minimización de dichas brechas de hombres y mujeres; es
decir que el género, a través del establecimiento del equilibrio, busca la igualdad y la
justicia de género.
Pues bien, en torno a ello, a finales del año 1960, señala un documento emitido por
la Universidad Nacional Autónoma de México (2003), que se aceptó al término sexo, como
una referencia biológica, construida a partir de la diferenciación social entre hombres y
mujeres; todo ello, gracias a los aportes de la Psicología y luego de las Ciencias Sociales.
En ese sentido, se vio la necesidad de crear una terminología que permitiese el contraste en
el esquema social; a fin de estructurar las relaciones entre hombres y mujeres, fue así como
nació el termino Género.
Señala Acevedo (2002:27), que el género hace referencia a un atributo de la calidad
o cualidad de lo que corresponde al hombre y lo que corresponde a la mujer. Lo ideal sería
que a través del género se le concediera a ambos sexos la oportunidad de establecer la
equidad entre las actividades que realizan y que son las que los hace distintos; es decir,
equiparar, por ejemplo; trabajo productivo (referido al Hombre), con el trabajo
reproductivo (referido a la Mujer).
Género, no se trata sólo y únicamente de analizar las estructura y dinámica de las
mujeres, dentro del esquema social; sino también de abocarse a estudiar la figura
masculina. Sin embargo, quienes se han dedicado a la investigación acerca de las
condiciones y las situaciones de vida de las mujeres se han ocupado igualmente de la
condición masculina y de las situaciones de vida de los hombres.
Señala Godina (2001), que el género permite crear una visión de las sociedades,
culturas y la gente que conforma dicha sociedad. Además de ello, esta teoría lleva consigo
una gran significación para el análisis de problemas fuera del terreno biológico a partir de
45

un terreno simbólico, a través de cuestionamientos de aspectos como la subordinación de la
mujeres, utilizando mecanismos de delimitación, calidad y rigor en cuanto a las diferencias
de la desigualad y de las posiciones encontradas entre ambos sexos.
En este sentido, el género abarca todo lo referente a las relaciones sociales basadas
en la diferencia sexual y las relaciones de poder cuya característica esencial se basan en el
dominio masculino.
Ahora bien, las intervenciones intelectuales y políticas de las féminas en las últimas
décadas, han logrado el esclarecimiento de la teoría del género, pues no se trata de crear un
sentido de supremacía de las mujeres sobre los hombres; sino de establecer igualdades de
condiciones y oportunidades dentro de la sociedad. Desde esta perspectiva, Mires
(1996:55), señala que la presencia política de la mujer existe desde hace una eternidad; y
que quizás todo comenzó cuando Eva le dio de comer a Adam del fruto prohibido;
rebelándose así contra su propio destino; ser la costilla de Adam.
Es por ello, que el género no nos enfrenta a una problemática exclusiva de las
mujeres, y que no se trata sólo de que alcancen mejores oportunidades o de que se
incorporen a ámbitos de la vida social de los que han estado excluidas.
Dicha teoría, permite visualizar a las sociedades y a las culturas en su conjunto, y
por lo tanto a todos los sujetos que intervenimos en sus procesos, mujeres y hombres. Es,
pues, una teoría que busca no sólo entender el mundo de las relaciones de género, sino
también proceder a transformarlo.
El Género, viene a delimitar la esfera psicosocial mujer-hombre, la cual no se
encuentra vinculada por una perspectiva genética, ésta se construye progresivamente, a
través de la madures tanto individual como social. No tratándose de la supremacía de las
mujeres sino de la equidad entre mujeres y hombres, incentivando primeramente el interés
de las féminas, a través de la educación, profesionalización, motivación y concientizaciòn
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de éstas, con respecto al papel igualmente importante que juegan dentro de la sociedad
como productoras de vida.
Teoría Feminista.
El feminismo, señala Mires (1996), es la teoría de los movimientos feministas, al
parecer, el feminismo es un conjunto teórico de un movimiento social en donde coexisten
mujeres feministas y mujeres no feministas. En ese sentido, el feminismo se convierte en un
sin fin de opciones y perspectivas para abordar el dominio patriarcal.
Pues bien, durante los últimos 25 años, señalan Castro y Bronfman (1998), ha
surgido una nueva corriente de pensamiento, en los países occidentales, se trata pues del
pensamiento feminista. Ciertamente a lo largo de la historia han prevalecido las formas de
organización social que suponen la virtual exclusión de la mujer de la participación en la
vida social, cultural, económica, científica y política; destinándola al confinamiento a la
vida doméstica.
Sin embargo, el movimiento feminista se concentró en el desarrollo de una agenda
política a fin de lograr la transformación del estatus y la creación de una sociedad sin
sexismo. En su afán por lograr ese objetivo ha sido beneficiada por el desarrollo de una
teoría social feminista, la cual cuestiona de modo radical, la tradicional forma masculina de
hacer ciencia.
El punto de partida de esta teoría es el señalamiento del dominio masculino
sobre las mujeres en prácticamente todos los periodos de la historia. Este dominio se
ha reflejado incluso en la selección de los temas que los científicos sociales consideran
relevantes para su estudio.
Desde una perspectiva antropológica, Castro y Bronfman (1998) citando a
Ortner (1974), proponen la explicación de la constante universal; que es más que la
subordinación de las mujeres a través de su papel en la reproducción, lo que las hace
más cercanas que el hombre a la naturaleza; al respecto Mires (1996:65), señala que la
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inferioridad física de las mujeres sería una causa de su subordinación frente al
patriarcado, ya que éste no tendría fundamentación económica sino biológica;
fundamentándose en la maternidad y en el embarazo de la mujer.
Castro y Bronfman (1998), de acuerdo con el planteamiento de Ortner; la
posición secundaria de las mujeres en la sociedad ha sido justamente el resultado de
su construcción social como seres más cercanos a la naturaleza que los hombres.
Así pues, Género es una construcción social que se asume como "lo
masculino" y "lo femenino". Debido a ello, el género no está determinado por la
biología; es decir, por el sexo; por el contrario, se encuentra presente en todas las
sociedades y sus representantes son hombres y mujeres.
Sin embargo, el conocimiento y manejo del término como lo que realmente es, conlleva al
acierto, desarrollo y evolución de las perspectivas de la Teoría del Feminismo.
3. Mujer, Trabajo y Salud
Evolución de la Salud Ocupacional, y sus inicios en Venezuela
Desde tiempos remotos, el ser humano se ha visto en la histórica obligación de
ganar el sustento a través del esfuerzo propio y a costa de un sin fin de riesgos. Pocaterra
(1986:3)
Visto de esta forma, la única ocupación posible al inicio de los tiempos era la lucha por la
vida; lo cual traía consigo una diversidad de actividades y labores tanto para el hombre
como para la mujer. Luego con la aparición de los asentamientos agrícolas-pecuarios, se
comienzan a delimitar las actividades, dando lugar a lo que hoy es denominado como
División Sexual del trabajo, pero que inicialmente se llamó División Laboral.
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Tiempo después, se inicia el laboreo de metales en donde se acentúa aun más la
División Laboral; ya que dicha ocupación requería de ciertas características especiales
fisiológicamente, que no eran comunes en todos los pobladores o integrantes de aquellas
sociedades.
Fue de esta manera, como el hombre comenzó paulatinamente su evolución con
respecto a las ocupaciones que le permitían y facilitaban a la obtención del sustento. Pero,
debería pasar mucho tiempo para que se llegasen a relacionar los riesgos con la ocupación
que se llevaba a cabo, y mucho más aun, para que se comenzasen a tomar las medidas
preventivas con la finalidad de evitar dichos riesgos.
En épocas de la esclavitud, no existía interés alguno por las condiciones, bajo las cuales los
esclavos realizaban sus actividades, ni mucho menos, los riesgos que conllevaban las
prácticas de las ocupaciones esclavistas.
En Grecia y en Roma, países en donde aun el Estado poseía esclavos; a pesar de su
madurez como sociedad; quizás no se dio el nivel idóneo de importancia a la temática de la
salud, con respecto a los riesgos derivados de las ocupaciones que se llevaban a cabo para
el momento.
Pero paradójicamente, surgieron aportes que incursionaron en la evolución de la Salud
Ocupacional. Según Rodríguez (2002); la investigación realizada por Hipócrates en el
siglo IV antes de Cristo (ac); en donde hace referencia a la enfermedad de Metalúrgicos y
Mineros. Luego, la investigación que llevó a cabo Plinio el Viejo, entes de la era Cristiana,
en donde alude acerca de la enfermedad de los mineros, producida por el azufre y el zinc.
Finalmente, Galeno, durante el segundo siglo de la era actual enfoca su interés hacia los
trabajadores del área Mediterránea.
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Es así, como comienzan a despertase inquietudes en torno a aquellas enfermedades
que aquejaban, sin lugar a dudas, a las personas que realizaban labores relacionadas
con las ocupaciones de la época.
Todo ello, hasta llegar a quien hoy día es considerado como el Padre de la Medicina
Ocupacional; Bernardino Ramazzini, y quien según Sánchez (1997), convencido de la
importancia que significó en su momento la artesanía para el desarrollo de la civilización;
se permitió publicar en el año 1700, su libro titulado Di Morbi Artificum Diatriga; debido
al conocimiento que éste tenia con respecto a los artesanos trabajadores, quienes a cambio
del sustento propio y familiar, obtendrían una enfermedad fatal.
Con la Revolución Francesa (1787-1799), el hombre logra su propia trascendencia
ideológica, a través de los derechos del hombre y del ciudadano; dándole cabida al derecho
a la libertad, a la igualdad, a la seguridad, derecho a la resistencia de opresión, derecho a la
libertad de expresión y de pensamiento.
Dichos postulados, comienzan a generar un fenómeno ideológico, con ansias de
vida y libertad en cada uno de los integrantes de la sociedad mundial; quienes por derecho
consagrado, exigen lo que realmente les corresponde.
A mediados del siglo XVIII, comenzó a gestarse un cambio que modificaría por
completo la estructura económica y social en el mundo entero; tal es el caso de la
Revolución Industrial. Invenciones como la Bobinadora Mecánica, la Máquina de Vapor,
el Telar Mecánico y la Despipetadora de Algodón; marcaron la pauta en el cambio a una
nueva etapa de producción de bienes.
Pues bien, los avances científicos toman su curso, y en vista de ello se comienzan a
mejorar la prevención y el diagnóstico de riesgos, pero simultáneamente comienzan a
aparecer nuevos riesgos; es aquí, donde se desarrolla la higiene industrial, que inicialmente
según Rodríguez (2002), era denominada Medicina del Trabajo en las Ciencias de la Salud.
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Pero, debido a la inmensa necesidad de adoptar y acoplar otras ciencias en ocasión del
trabajo; cambia su nombre a Salud Ocupacional. A fin de ampliar su campo de acción y
obviamente, su alcance; a través de la multidisciplinariedad que le brindan distintas
ciencias.
Bajo el esquema de la Revolución Industrial, según Bloomfield (1959), ésta
evidenció altos índices de mortalidad entre los trabajadores; debido a las condiciones
adversas presentes en las fábricas y minas, caracterizadas por el vapor, los gases y el
polvo.
Entre los años 1841 y 1892, se comienza a analizar el trabajo de las mujeres y niños
en las fábricas. En cuanto a la Mujer, debido que el núcleo familiar comenzaba a
deteriorarse, perdiendo importancia como unidad productiva de la mano de obra; y por que
desde siempre, la figura femenina dentro del esquema ideológico social; se le ha confinado
al trabajo y atención del hogar. En cuanto a los niños, pues ciertamente en épocas de la
Revolución Industrial, el niño en las fábricas sencillamente era “algo más”.
Sin embargo, Rojas (1991), considera que no es un problema que el niño trabaje, ya
que el trabajo le crea sentido de responsabilidad; pero el verdadero problema y el centro de
atención de todo ello sería la naturaleza del trabajo que el niño ejecute; pues es aquí en
donde se separan, el sentido de responsabilidad y el sentimiento de “ser explotado”.
En 1893, se estudia la posibilidad de atacar las acusas de peligro existentes en las
fábricas; es entonces cuando se comienza a hablar de la Insalubridad Ambiental, a la cual
se le pretendía hacer frente, a través de la Seguridad e Higiene Industrial.
Durante el año 1919, en Europa, se introduce la modalidad de reconocimiento y
remuneración de las enfermedades y los accidentes laborales. En 1929, en la ciudad de
Brucelas; se lleva a cabo el Primer Congreso Nacional para las Enfermedades de Trabajo,
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siendo éste un evento de gran trascendencia dentro del marco evolutivo de la salud
ocupacional.
En ese mismo año, en Italia, se impone la realización de los exámenes pre-empleo y
de los exámenes periódicos. Pues bien, vale la pena resaltar dos importantes aspectos que se
lograron, luego de la introducción de la máquina de vapor durante la Revolución Industrial;
el primero de ellos, es el acelerado incremento del número de trabajadores en las fábricas y
talleres, lo cual ocasionó la desaparición de las relaciones trabajador-patrono, que se habían
concebido antes de la Revolución Industrial; debido al tamaño de talleres familiares
conformados por pocos trabajadores; dando lugar a la organización y asociación de los
trabajadores, bajo el esquema de la negociación, a fin de reclamar por mejores condiciones
de trabajo y sueldo.
El segundo aspecto, guarda estrecha relación con el aumento, muy notorio de
accidentes y enfermedades en ocasión del trabajo; originados por determinantes como las
imperfecciones de las máquinas, la carencia de equipos de protección adecuados y el alto
nivel de ignorancia en cuanto a la naturaleza o el grado de toxicidad de los materiales que
se utilizaban.
Según Bloomfield (1959), la evolución de la Higiene Ocupacional dentro de la
industria, se inicio gracias a la iniciativa de tratamientos de las lesiones traumáticas.
Entonces, hoy día vale la pena resaltar, la simplicidad del cambio ideológico de épocas
pasadas y la trascendencia que ello ha traído en lo referente a la Salud Ocupacional. Ya
que anteriormente el foco de interés era el cuidado y mejoramiento de las máquinas, así
como también de los procesos industriales que se llevaban a cabo.
En la actualidad, la industria dirige sus esfuerzos y centra su atención en la
disminución de desperdicios y costos; resultantes de la carencia de cuidado y protección
adecuada para los trabajadores. Y de la incorporación y mejoramiento continuo de las
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técnicas, procesos y nuevas tecnologías que garanticen las condiciones de trabajo aptas,
para la realización de las labores pertinentes.
Sin embargo, las condiciones modernas en las industrias; han desencadenado
nuevos retos para esta disciplina; poniendo a prueba el intelecto e ingenio de los
especialistas en higiene y seguridad industrial; quienes están llamados a enfrentar y
solucionar los problemas de salud y seguridad que aquejan y atentan contra la integridad
de los trabajadores.
En Venezuela, la preocupación por las condiciones de trabajo, comenzó en la época
de las Colonias. Según Pocaterra (1986), en los países de América Latina, y muy
especialmente en Venezuela, se dictaron lo que para entonces se denominaba Reales
Cédulas; que no eran más que ordenanzas dictadas a fin de proteger a los aborígenes
esclavizados por los conquistadores, de los abusos y maltratos que éstos les propiciaban.
Pero bien es sabido, que este tipo de instrumento no era respetado, por lo tanto no eran
acatados en su totalidad, por parte de los colonos.
No obstante, lo único que se pudo lograr en tiempos de la colonia, fue el cambiar
una atrocidad por otra; así lo expresa Sánchez (1997). Pues con la llegada de los negros
esclavos, los nativos venezolanos fueron destinados a trabajar en la agricultura, en las
casas de los colonos; como servidumbre y en las minas; siendo ésta ultima la labor menos
gratificante.
Según Sánchez (1997), todo comienza cuando el Fraile Bartolomé de las Casas,
pide a la Reina de España, protección para los aborígenes, ya que éstos eran utilizados por
los colonos para la búsqueda de perlas en el fondo del mar, y muchos de los nativos
venezolanos, presentaban lesiones sumamente graves en la piel.
Pocaterra (1986), por su parte hace referencia a una ordenanza dictada en el año
1643 por el Oidor Diego Carrasquilla Maldonado; la cual estipula en primera instancia que
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aquellos aborígenes que trabajaban en las minas, no podrían dedicarse a otra actividad
distinta a esa. En segundo lugar, hace referencia al horario de trabajo de doble turno; es
decir, de ocho de la mañana ( 80:00 am), a doce del mediodía (12:00 m); y en las tardes, de
dos de la tarde hasta las cuatro de tarde. Así mismo, se estableció un régimen de multas,
para aquellos patronos o dueños de cuadrillas que violentarán el horario acordado; entre
muchos otros aspectos importantes.
Para el año 1855, en Venezuela se dictan disposiciones sobre la seguridad, los
primeros auxilios y los servicios médicos; todo ello a través del entonces Código de Minas.
Luego, con la aparición de la Ley de Hidrocarburos en 1920; se establecen e introducen en
las industrias petroleras, los Departamentos de Medicina.
Cuando se aprueba en 1936, la Ley del Trabajo, se prevé la creación del Seguro
Social Obligatorio; el cual es fundado en el año 1944. En el año 1968, durante el gobierno
de Raúl Leoni, se crea el Reglamento de las Condiciones de Higiene y Seguridad en el
Trabajo; a fin de que tanto patrones como trabajadores estuviesen obligados al debido
cumplimiento de las normas allí estipuladas, en cuanto a higiene y seguridad industrial se
refiere.
Por ultimo, en el año 1986, se promulga la Ley Orgánica de Prevención,
Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT 1986:1); cuyo objetivo, tal como
lo reza en su artículo primero es; garantizar a los trabajadores permanentes y ocasionales,
las condiciones de seguridad, salud y bienestar, en un medio ambiente de trabajo adecuado
y propicio para el ejercicio de sus facultades físicas y mentales.
Vale la salvedad, el resaltar que todas y cada una de las leyes antes mencionadas, han sido
modificadas o reformadas; a fin de ajustar los cambios que se producen en las
organizaciones y en la sociedad misma, a éstas; para de esa manera garantizarle a los
trabajadores su salud y bienestar dentro de las industrias.
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A pesar de todos los avances tecnológicos y las nuevas tendencias organizacionales,
la Salud Ocupacional, ha logrado enfrentar los retos que el presente y el futuro le han
impuesto; siendo el pasado el trofeo de logros alcanzados. La Salud Ocupacional,
entonces se definiría, como aquella disciplina que se dedica a la preservación, evaluación,
mantenimiento y promoción de la salud de aquellas personas que indistintamente de su
estrato social, llevan a cabo una ocupación. Todo ello lo logra, a través de la
multidisciplinariedad; es decir, con el aporte que le brindan ciencias como; las ciencias
sociales, las ciencias naturales, las ciencias exactas, entre otras.
El Trabajo Femenino en Venezuela.
Para comenzar a enmarcar la actuación de la mujer en el ámbito laboral venezolano, es
necesario e imprescindible hablar del trabajo; para de esa forma comprender con mayor
facilidad el importante papel que ésta ha jugado en el marco laboral.
Según Pocaterra (1986:3), se lee en la Biblia que al expulsar Dios a Adam del Paraíso, le
condenó a vivir de su trabajo; lo cual hace pensar que desde el inicio de los tiempos, el
trabajo ha sido concebido como una actividad tortuosa por los hombres. A pesar de ello, la
iglesia Católica, a través de su notable influencia trata de equiparar esta concepción,
proyectando al trabajo como una manera de salvación del hombre por mandato divino.
Etimológicamente, el vocablo Trabajo deriva del latín tripalium (palo u estaca); haciendo
referencia a un instrumento de tortura, y el tripaliere, cuyo significado se asocia con el
sufrimiento; por lo tanto, el trabajo desde siglos atrás, ha sido asociado con el sacrificio,
sufrimiento, pena y esfuerzo.
Pues bien, señala Santana (1975), que en la Edad Media el trabajo era sinónimo de sufrir y
penar, pero fue entonces en el siglo XVII, aproximadamente, cuando cambio dicho
significado; pasando de ser una dolorosa tortura, para convertirse en una actividad menos
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atroz y humillante; de esta forma, comienza a cambiar o a romperse el esquema de martirio
que se tenia con respecto al trabajo; y en la misma medida, se inicia la estructuración de las
sociedades, con bases más firmes y estables a partir de este cambio.
Marx (1975), señala que el trabajo en términos sencillos, es un proceso entre la naturaleza y
el hombre; es decir, que todo uso de la fuerza de trabajo, es trabajo; además de ser un
proceso básico para los seres humanos, pues a través de éste, surge la relación entre hombre
y bienes necesarios para la vida.
Pues bien, en torno a esta definición Marxista; Acevedo (2002), destaca tres aspectos
fundamentales; el primero de ellos apuntala, que todo trabajo ocasiona la intervención de
fuerza física y mental, ciertamente cualquier labor indiferentemente del tipo de actividad
que se realice, requiere de la ejecución y participación de la fuerza física y la fuerza mental,
ya que el hombre está compuesto por materia e intelecto. El segundo aspecto, hace
referencia al trabajo productivo, el cual conlleva a la transformación de la naturaleza para la
obtención de los bienes e insumos necesarios para la manutención del hombre; y por
ultimo, señala que la transformación de la naturaleza en bienes de consumo, acarrea en el
hombre efectos dañinos o beneficiosos; pero ello dependerá de las condiciones bajo las
cuales se lleven a cabo los procesos de transformación y de la naturaleza de la labor que
realiza el hombre.
Según Rojas (1991), antes de la comprensión del trabajo como tal y sus efectos dañinos; se
hablaba del concepto de alienación. En este sentido, la alienación o trabajo alienado, se
asocia con aquellas personas pertenecientes a la clase social baja; la cual debe a toda costa
vender su fuerza de trabajo, para de esa manera percibir un salario; a fin de conseguir
bienes de consumo y de primera necesidad que les permitan su subsistencia.
Bajo este esquema, señala Mires (1996:30), que maquinización, organización fabril del
trabajo, taylorismo, fordismo, toyotismo, continuarán automatizando a los seres humanos
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hasta convertirlos en objetos del proceso productivo, o en engranajes de una fábrica
llamada después sociedad, cuya función sería funcionar.
Sin embargo, el hecho de la remuneración del trabajo comprende la autorrealización del
hombre, ya que a pesar de los sentimientos esclavistas que esta actividad produce en éste,
permite un desarrollo intrínseco gracias a la capacidad de consumo y obtención de bienes y
servicios para la satisfacción de sus necesidades.
En un sentido más digno y ético del trabajo, Rojas (1991) citando a Juan Pablo II (1981),
señala que el trabajo es considerado un bien para el hombre y por ende para la humanidad;
ya que a través de éste el hombre no sólo consigue transformar la naturaleza para adaptarla
a sus propias necesidades; sino que también logra transformarse a sí mismo, haciéndose
más hombre.
En cuanto a la dimensión económica del trabajo, éste se considera como un factor
determinante de la producción y la productividad; ciertamente, el trabajo le da un sentido
de valor en términos de ganancias a la materia prima que se procesa a través de la labor
humana, para de esa manera transformarla en un producto terminado.
Se incorporan entonces términos derivados del capitalismo, como lo son, mercancía; la cual
se refiere al producto terminado, valorizado y en capacidad de ser intercambiado dentro
del mercado; y éste ultimo, referente al ámbito que comprende tanto a consumidores como
a productores, quienes son los responsables del establecimiento de precios de los bienes o
mercancías que son objeto de cambio.
Ambos conceptos se manifiestan a través del trabajo capaz de producir bienes y servicios
para ser intercambiados y consumidos por todos los integrantes de la sociedad. Según
Mires (1996), quizás fue el Homo Economicus, la primera pesquisa de la dimensión
económica del trabajo, y el instrumento del capitalismo para disciplinar o limitar las
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facultades humanas a la producción masiva de bienes de consumo para su posicionamiento
en el mercado y el incremento de las ganancias de las organizaciones o industrias.
En este sentido, el trabajo del hombre, muy a pesar de su alienación comienza a ser
remunerado; es decir, que su fuerza de trabajo adquiere un valor y es intercambiada por un
salario. Sin embargo, no todo trabajo productivo es remunerado; así lo señala Acevedo
(2002:9) al hacer referencia a las labores que desempeñan las mujeres y los niños en el
hogar.
Al aparecer el esquema social, en cuanto a la noción de trabajo productivo se encuentra
vinculado estrechamente con el hombre-varón, quien desde siempre se le ha sido asignada
la misión de vender su fuerza de trabajo para conseguir el sustento familiar, dejando sin
importancia las labores hogareñas de mujeres y niños.
Al respecto, señala Mires (1996), que el hecho de que tanto el trabajo de las mujeres amas
de casa, como el trabajo reproductivo sea remunerado o no; ello obedecerá a una
interferencia cultural, ya que su aceptación estará signada por el grado de madures y de
desarrollo de conciencia ciudadana que posea la sociedad.
Ahora bien, desde el punto de vista de la sociología, el trabajo se considera como un
instrumento que permite la interacción entre el hombre y los medios de producción, además
de que permite la interrelación entre las distintas clases sociales con ocasión de las
actividades productivas. En este sentido, el trabajo es una actividad que pude darse dentro y
fuera de las organizaciones, simbolizando un hecho social que puede llevarse a cabo en
cualquier sitio.
Luego de haber revisado a grandes rasgos lo que fue la evolución del trabajo, se hace
necesario enfocar al principal protagonista de esta temática; la Mujer.
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Pues bien, como lo señala Mires (1996), si la fuerza, los músculos y la estatura fuesen el
requerimiento necesario y suficiente para llevara a cabo el dominio de unas personas sobre
otras; entonces como se podría explicar que en muchas sociedades, quienes ejercían el
dominio y representaban el poder, eran los más ancianos y por ende los más endebles.
Ciertamente, existen prejuicios y esquemas sociales, culturales y biológicas; que ponen de
manifiesto las incompatibilidades y las desigualdades entre los géneros, todo ello derivado
de la sociedad misma y de su nivel de madures como tal.
El simple hecho biológico que obedece al periodo de embarazo y maternidad de una mujer,
crea en el hombre el espíritu de superioridad física; ello se debe a que el estado de gravidez
de las mujeres las hace de alguna u otra forma, un elemento propenso a sufrir ciertos
riesgos o a ser mucho más delicado de lo que comúnmente es.
Al respecto, Acevedo (2002) hace referencia a la sentencia bíblica “Parirás con Dolor”,
asociando pues desde la perspectiva biológica a la mujer con el sufrimiento que ocasiona el
trabajo de parto. Pero muy a pesar de ello, la mayoría de las mujeres han aceptado dicha
vinculación, generando intrínsicamente, en algunas de éstas, un complejo de inferioridad
con respecto a los objetivos y metas que en algún momento se hubiesen trazado; en cierto
sentido, una especie de expresión de conformismo y estancamiento, que no da lugar a la
aceptación y trascendencia del rol que tienen las mujeres dentro de la sociedad.
Pero aún así, existen mujeres que muy por encima del esquema ideológico de muchas
sociedades, las cuales encierran ideas de sufrimiento e inferioridad; pues aceptan el reto de
sobrepasar los límites establecidos, asumiendo responsabilidades tanto familiares como
laborales, generando la verdadera importancia y significación que merece el Doble Rol de
la Mujer dentro de la dinámica y vida social.
Un poco para recopilar información con respecto al trabajo femenino en Venezuela y su
evolución; pues cabe destacar la participación de las féminas entre los siglo XVI y XIX. La
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historia señala que para la época precolonial; las actividades que conformaban a la
economía aborigen, eran la caza y la agricultura. En aquel entonces no se reconocía la
propiedad privada, tan sólo se explotaban los recursos naturales necesarios para la
subsistencia y eran distribuidos entre todos y cada uno de los integrantes de dichas
sociedades para su implementación y consumo.
Acevedo (2002), señala que para entonces, existía una muy marcada División Sexual del
Trabajo, aunado a una disparidad en cuanto a la distribución de las actividades laborales;
ya que las mujeres eran quienes llevaban en sus hombros la mayor parte del trabajo, pues
éstas tenían que dedicarse a la alfarería, a las actividades agrícolas y a la reproducción
biológica (embarazo y maternidad) y social (atención del hogar). El hecho de que los
hombres aborígenes asociaran la fecundidad de la mujer con la fecundidad de la tierra para
dar frutos, dio pie a que éstas fuesen destinadas a realizar las actividades de recolección de
alimentos, preparación de la tierra, la siembra, entre otras actividades vinculadas a la
agricultura.
Fue tan extenuante y tortuosa, para las mujeres aborígenes; la carga laboral a la que se
encontraban sometidas, tanto productiva como reproductivamente; que muchas de ellas
llegaron a pensar que hubiese sido mejor morir al momento de nacer, que padecer la muerte
a través del trabajo hasta el fin de sus días. Además de ello, se evidencia el dominio,
supremacía y el sometimiento del hombre sobre la mujer, en primer lugar por la desigual
distribución de la carga laboral, en segundo lugar, la poliginia de los aborígenes y en tercer
lugar el maltrato físico propiciado por los aborígenes varones a las mujeres.
Ahora bien, pasando al periodo Colonial, cabe destacar que los nativos venezolanos
representaron la primera fuerza de trabajo bajo el dominio español, y obviamente sometidos
al esclavismo; pero gracias a una ordenanza o cédula real, se prohíbe el trabajo de los
aborígenes, es entonces cuando pasan de ser esclavos a ser serviles de los colonos; así lo
señala Pocaterra (1986).
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Durante este periodo, las mujeres asumen un rol protagónico debido a su aparición y
participación en las actividades laborales y en la vida económica del momento; a través de
oficios como el de las parteras, las costureras, las maestras, las reposteras, artesanas de la
alfarería; o en su defecto, el oficio más antiguo del mundo en lo que a la mujer respecta; las
prostitutas.
Señala Acevedo (2002), citando a Troconis (1990), que existían mujeres que realizaban
oficios un poco más complejos, tal es el caso de las encomenderas; quienes se encargaban
de otorgar porciones de tierras y cierto número de aborígenes a los colonos y
conquistadores, a fin de que éstos explotasen las tierras e instaurasen ciudades.
Pero este oficio no era socialmente aceptado, en primera instancia por que existían
disposiciones legales que prohibían a las mujeres se ocupasen de estas labores. Y en
segunda instancia, por el choque o incongruencia que producía en la ideología y cultura de
los colonos y conquistadores; quienes desde siempre estuvieron acostumbrados a negociar
tierras y servidumbre con los hombres. Lo mismo ocurría en el caso de las hacendadas y
vivanderas.
Por otro lado, con la incorporación de los esclavos africanos de ambos sexos; se agrega un
eslabón más en el desarrollo y evolución del trabajo femenino en Venezuela; la mujer
africana esclava. Quien era vendida al mismo valor del hombre africano, ya que su fuerza
de trabajo en las labores agrícolas y en la realización de los trabajos hogareños era muy
rentable debido a la capacidad de aguante y resistencia que ésta poseía; pero lo que también
era muy cotizado, era su capacidad reproductiva, ya que ésta representaba mayor capacidad
de producción, al incrementar la mano de obra a través de sus hijos, para los hacendados y
colonos.
El otro aspecto importante a tratar, es el de las hacendadas, quienes mayormente eran
blancas criollas; éstas se encargaban de velar por el posicionamiento de los productos
agrícolas en los mercados urbanos; pero para que dichos productos significasen ganancias,
61

se necesitaba de las vivanderas, mujeres pardas que se encargaban de vender los víveres en
los mercados; pero también existía la modalidad de las medianas productoras, al igual que
las anteriores pardas, pero con mayor capacidad para establecer y administrar su propio
negocio. Al respecto de estas mujeres, trabajadoras urbanas de la época Colonial, Acevedo
(2002) señala que a pesar de su incorporación dentro de la dinámica del sistema económico
del momento, éstas no poseían la libertad para el ejercicio de dichas actividades. Todo ello,
debido al poder de la subordinación del hombre sobre la mujer.
En este sentido, Mires (1996:69), haciendo referencia a la tesis de Morgan-Engels, la cual
apuntala que la propiedad precede a la subordinación de la mujer; debido a que la primera
propiedad privada desde el inicio de los tiempos ha sido la mujer; asegurada y convertida
por el patriarcado en una cosa o naturaleza.
En lo que al periodo republicano en Venezuela se refiere, ciertamente, éste se materializa
en 1830; y para 1854, finalmente la esclavitud es abolida; y se comienza a establecer una
serie de normativas referentes al trabajo, la jornada laboral y el salario; así lo señala
Pocaterra (1986).
Ciertamente, durante este periodo, se iniciaron las pugnas armadas para conseguir la
independencia del país; razón por la cual, las mujeres nuevamente asumen el rol
protagónico en la historia del trabajo femenino en Venezuela; un poco como parafrasear lo
que Mires (1996), expresa al citar a Mies (1989), que a diferencia del hombre, la mujer
produce vida a través de su propio cuerpo, y eso la lleva a orientar la mayoría de sus
esfuerzos a la subsistencia de su especie por medio de actividades que le permitan la
obtención del sustento; mientras que el hombre debe proveerse de instrumentos y artificios
técnicos para especializarse en la caza y en la guerra.
Para ese entonces, en Venezuela existía el Latifundio y muchas mujeres eran dueñas de
grandes extensiones de tierras, bien sea por herencia, o por asumir las riendas del
patrimonio familiar en vista de la ausencia del “cabeza de familia”. Muchas mujeres
62

llegaron a sobresalir en las actividades comerciales, arrendatarias y en los servicios como
los de lavandería, hoteles y pensiones; así lo señala Acevedo (2002).
Pero también existía la figura de las trabajadoras independientes, quienes realizaban sus
labores a domicilio, tal es el caso de las criadoras, nodrizas, comadronas, lavanderas y
parteras; éstas no requerían de mayor formación o nivel educativo; ya que las mujeres
desde siempre han desarrollado cualidades innatas, que les permiten ser y hacer todos estos
oficios de manera simultanea. Otro renglón corresponde a las institutrices, maestras de
canto, música e idiomas; pues éstas requerían de una formación previa y por ende, la
remuneración por sus labores era mejor pagada.
En cuanto al periodo Contemporáneo Venezolano, con el descubrimiento de los pozos
petroleros, y la aparición de las transnacionales y enclaves; la participación de la mujer en
el campo laboral no desaparece, pero ciertamente padece las transformaciones sociales del
momento, logrando pues la limitación del trabajo femenino sólo y únicamente al contexto
del hogar.
Con la llegada de las compañías transnacionales y enclaves extranjeras a Venezuela, se
abren las oportunidades para el desarrollo económico del país y la posibilidad de empleo de
mujeres en las industrias manufactureras y en la administración pública.
El problema se presenta con la discriminación con respecto a la capacitación de las mujeres
para su inserción en el aparato productivo venezolano, puesto que para entonces existían
limitaciones para acceder a ésta. Pero para 1936, señala Acevedo (2002), las mujeres
representan la mayoría en profesiones como; educación comercial y docencia. Otro aspecto
importante a destacar para esta época, es la perspectiva de la sociedad con respecto al
trabajo de las mujeres. Pues bien, el trabajo de las mujeres pertenecientes al estrato de la
clase social media, la cual se encontraba en sus inicios para la época, no era socialmente
aceptado, ya que eran comparadas con las mujeres pertenecientes a los estratos sociales
pobres; denominado en el entonces proletariado; quienes desde siempre han tomado la
63

iniciativa de trabajar o sencillamente se han visto en la necesidad y obligación de hacerlo;
inicialmente en la agricultura, pues vale recordar que éstas pertenecían a la ola de
inmigrantes provenientes de los campos; al comercio menor y al servicio domestico.
En la actualidad, la mujer venezolana se desenvuelve en la administración pública, en las
compañías privadas tanto nacionales como trasnacionales, y en profesiones que antes
estuvieron dominadas por el género masculino, tal es el caso de la ingeniería, la medicina,
las artes militares, la política, el derecho o legislación, la industria y la administración;
pues al parecer el legado de la limitación de la mujer para la ejecución de actividades
íntimamente ligadas con la dinámica económica del país; ha sido derrocada por completo,
pues hoy día la demanda del trabajo femenino se encuentra en crecimiento, muy a pesar de
la crisis económica por la que atraviesa el país.
Aun así, Borges (1998) señala que debido a la crisis económica por la que atraviesa el
país, tanto organizaciones como asociaciones de trabajadores (sindicatos) enfatizan su
interés en las mejoras saláriales y en la estabilidad laboral, dejando a un lado y casi sin
importancia alguna, lo referente a la seguridad industrial y a la salud ocupacional.
Mientras que cada día que transcurre, las mujeres o la fuerza laboral femenina crece dentro
de las industrias e instituciones productoras de bienes y servicios, sin dejar a un lado, su
compromiso social y reproductivo; es decir el rol de trabajadora-madre.
3.3 La Salud Laboral y Reproductiva de las Mujeres en Venezuela
Como ya ha sido mencionado en puntos anteriores, el trabajo de las mujeres no ha sido
tomado en cuenta con el grado de importancia que éste merece. Al respecto, señalan Brito
& Yanes (2000), que esa falta de reconocimiento, ha creado un sentido de desvalorización
64

de las actividades que éstas realizan tanto en el hogar como fuera de él; a sabiendas de la
importancia que poseen estas actividades para el funcionamiento de las sociedades.
No es necesario realizar un profundo estudio, para llegar a determinar que las mujeres
desde siempre han realizado trabajos relacionados con la producción; el problema y quizás
lo que no se puede conceptualizar dentro del esquema social, es que éste tipo de trabajos se
llevan a cabo bajo la figura hogareña; y por ende no pueden ser entendidos como trabajos
productivos.
En este sentido, señala Acevedo (2002), que la mayoría de los estudios con respecto a la
salud en el trabajo, han excluido a las mujeres, pues se han dedicado al estudio de esta
problemática en recintos laborales donde los hombres son mayoría.
De la misma manera, se ha asociado el trabajo de la mujer como una actividad que no
implica riesgo alguno, lo que ocasiona el lamentable desconocimiento de los riesgos a los
cuales se encuentran expuestas las féminas. Siguiendo este esquema, cabe destacar que el
trabajo en el hogar; por ejemplo, encierra riesgos inminentes para las amas de casa que van
desde accidentes como quemaduras, caídas, choques eléctricos, entre otras, y que
obviamente no gozan de indemnización alguna, pero que igualmente producen perdidas
para la principal y más significativa organización de la sociedad como lo es la familia.
Lo mismo sucede con las trabajadoras de la Administración Pública, quienes padecen de
enfermedades ocupacionales como; bursitis, hernias discales, entre otras; y que en su
mayoría se encuentran vinculadas con incompatibilidades ergonómicas.
Sin embargo, señala Acevedo (2002), que los estudios en el campo de la salud ocupacional
de las mujeres, en su mayoría han estado focalizados en conocer y evitar los trastornos en el
sistema reproductivo que pudiesen ocasionar las condiciones de trabajo. Por ende, las
medidas de protección para garantizar la salud de las trabajadoras, siempre se encuentran
centralizadas en el cuidado del feto.
65

Con respecto a esta problemática, Brito & Yanes (2000), citando a Garduño y Márquez
(1993), tratan de plantear dos (02) formas o maneras para enfocar la salud ocupacional o
laboral de las mujeres; la primera de ellas es abordando el proceso de salud-enfermedad
relacionando el trabajo y el consumo, puesto que la labor femenina dentro del hogar
obedece a la producción de alimentos y enseres para el consumo. Y la segunda a través de
la consideración del papel social de los géneros, debido a que dentro de la sociedad tanto
hombre como mujer, constituyen el pilar de la misma, a través del compromiso que estos
adquieren en la reproducción, formación y producción de la fuerza de trabajo.
Tal vez, si se llegase a comprender en algún momento que los procesos que realmente
determinan la calidad de la vida de las mujeres se encuentran sumamente vinculados con a
la estructura económica, los problemas de organización política, la construcción del poder
popular, entre otras; así lo señalan los Especialistas del Centro de Estudios y Asesoría en
Salud (CEAS, 1994), debido a que son estos procesos los que contribuirán al desarrollo de
una concepción preventiva mucho más amplia, con respecto a la triple carga de las mujeres
ante la sociedad; entendiéndose por ello, el trabajo femenino, la practica de las labores
domésticas y el trabajo biológico-reproductivo.
Por otro lado, en el marco de los derechos reproductivos; señala en Centro de
Estudios y Asesoría en Salud (CEAS-1994:276), la salud reproductiva se establece como
un concepto sumamente complejo, al cual se unen dimensiones biológicas fundamentadas
en las diferencias anatómicas entre hombres y mujeres; dimensiones fisiológicas, las cuales
hacen referencia al funcionamiento físico-químico del aparato reproductor; dimensiones
sociológicas, las cuales se traducen por las manifestaciones del inconsciente, tal es el caso
de los deseos, sueños y fantasías; luego se encuentra la dimensión sociocultural;
correspondiente al desempeño de los roles sexuales socialmente definidos, la accesibilidad
a los servicios de educación, información, comunicación y salud; así como también la
situación ocupacional e ideológica; y por ultimo, la dimensión jurídico-política,
refiriéndose ésta a la protección legal de la reproductividad.
66

En este sentido, cabe desatacar que las medidas de protección a la salud de los
trabajadores, se encuentran orientadas a regular los componentes del trabajo; a fin de
equilibrar el proceso de desgaste-recuperación de todo ser humano.
En el caso de las mujeres, el trabajo posee condiciones muy particulares, puesto que
la cotidianidad de la mujer esta signada por la triada de exigencias sociales, tanto en la
producción de los medios de existencias, como en la reproducción de los seres humanos;
los cuales representan la fuerza de trabajo futura; tal como lo señala Acevedo (2002).
En el caso de Venezuela, las políticas públicas de protección a la salud de los
trabajadores convergen en la legislación laboral, es decir, que son éstas responsabilidad del
Ministerio del Trabajo.
Originalmente, las regulaciones en materia de Salud Laboral se formularon a través
del entonces Código de Minas en el año 1855, tal como lo señala Pocaterra (1986), sin
embargo, con la promulgación de las distintas Leyes Orgánicas del Trabajo, la Salud
Laboral ha escalado posiciones importantes dentro de las Políticas de Protección de la
Salud por parte del Estado Venezolano; por ejemplo, la Ley Orgánica del Trabajo de 1928,
promulgada el 23 de julio del mismo año, reza en su artículo segundo “el trabajo deberá
prestarse en condiciones: 1) que permitan a los obreros su desarrollo físico normal; 2) que
le dejen tiempo libre suficiente para el descanso, instrucción y para sus expansiones
licitas; 3) que le presten suficiente protección a la salud y a la vida d e los obreros contra
los accidentes y las enfermedades profesionales; y, 4) que pongan a las mujeres y a los
menores al abrigo de todo atentado a la moral y a las buenas costumbres” . En ese mismo
sentido la Ley Orgánica del Trabajo de 1936, promulgada el 16 de julio del año en
cuestión, conserva la orientación de la Ley Orgánica del Trabajo de 1928 en lo que a
Higiene y Seguridad se refiere. En la actualidad, la Ley Orgánica del Trabajo vigente,
promulgada el 10 de junio de 1990, y reformada el 19 de junio de 1997, reza en sus
artículos 185 y 246 lo siguiente; articulo 185; “el trabajo deberá prestarse en condiciones
67

que: a) permitan a los trabajadores su desarrollo físico y psíquico normal; b) les dejen
tiempo libre suficiente para el descanso y cultivo intelectual y para la recreación y
expansión licita; c) presten suficiente protección a la salud y a la vida contra
enfermedades y accidentes; y d) mantengan el ambiente en condiciones satisfactorias” .
Por su lado, el articulo 246 establece que las condiciones de higiene, seguridad en el
trabajo y la prevención, condiciones y medio ambiente de trabajo se regirá además por
las disposiciones contenidas en la Ley Orgánica que rige la materia.
Aunado a ello, se encuentra la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio
Ambiente de Trabajo; también conocida como LOPCYMAT, la cual fue promulgada el 18
de junio de 1986, y que tiene como propósito el “garantizar a los trabajadores,
permanentes y ocasionales, condiciones de seguridad, salud y bienestar, en un medio
ambiente de trabajo adecuado y propicio para el ejercicio de sus facultades físicas y
mentales”.
Ahora bien, para efectos de sintetización de información en materia de Salud Laboral de
Mujeres, que establecen las Leyes antes mencionadas, a continuación se presenta los
siguientes cuadros:
Cuadro 1. Ley Orgánica del Trabajo 1928 – Artículos Salud Laboral de Mujeres
ARTICULO TEXTO OBSERVACIONES
Art. 2
El Trabajo deberá prestarse en
condiciones: 1) que permitan a los obreros
su desarrollo físico normal; 2)que le dejen
tiempo libre suficiente para el descanso,
instrucción y expansiones licitas; 3) que le
68
Considera sólo a los
Obreros

Art. 17
Art. 18
Art. 21
presten suficiente protección a la salud y
a la vida de los obreros contra los
accidentes y enfermedades profesionales
y, 4) que pongan a las mujeres y a los
menores al abrigo de todo atentado a la
moral y a las buenas costumbres.
Se prohíbe emplear mujeres en estado de
gravidez en trabajo que por requerir
esfuerzos físicos considerables, o por
otras circunstancias, sean capaces de
producir el aborto, o impedir el desarrollo
normal del feto.
Durante el periodo de la lactancia las
mujeres tendrán derecho a dos descansos
diarios de media hora cada uno para
amamantar a sus hijos. Este tiempo no se
les descontara de su salario.
...no se considerarán como incapacidades
los defectos físicos provenientes de
accidentes o enfermedades profesionales
que no inhabiliten al obrero, empleado o
aprendiz para ejecutar con la misma
69
Contradice lo establecido
en el numeral 1) del
artículo 2, ya que no da
lugar al ajuste de las
condiciones de trabajo para
proteger el normal
desarrollo físico del
embarazo de las
trabajadoras; por ende la
excluye del trabajo.
--
Las consecuencias a la
salud provenientes de
cualquier condición de
trabajo sólo se consideran
objeto de intervención si

Art. 34
Fuente: Acevedo (2000)
eficiencia, la misma clase de trabajo de
que era capaz antes de ocurrir el accidente
o contraer la enfermedad.
Se considera como enfermedades e
intoxicaciones profesionales las
producidas por las sustancias que
determina el Ejecutivo Federal al
reglamentar la presente Ley, cuando
hayan sido adquiridas por obreros,
empleados o aprendices que trabajen en
las industrias en las cuales se fabriquen o
se empleen dichas sustancias.
70
ésta produce incapacidad
laboral, sea parcial,
absoluta, temporal o
permanente; en cualquiera
de los casos se obliga al
patrono al pago de la
indemnización al
trabajador o a su familia.
Idem.

Cuadro 2. Ley Orgánica del Trabajo 1936 - Artículos Salud Laboral de Mujeres
ARTICULO TEXTO OBSERVACIONES
Art. 122
Art. 114
Art. 115
El Trabajo deberá prestarse en
condiciones: 1) que permitan a los obreros
y empleados su desarrollo físico normal;
2)que le dejen tiempo libre suficiente para
el descanso, instrucción y expansiones
licitas; 3) que le presten suficiente
protección a la salud y a la vida de los
obreros y empleados contra los accidentes
y enfermedades profesionales y, 4) que
pongan a las mujeres y a los menores al
abrigo de todo atentado a la moral y a las
buenas costumbres.
Se prohíbe emplear mujeres en estado de
gravidez en trabajo que por requerir
esfuerzos físicos considerables, o por
otras circunstancias, sean capaces de
producir el aborto, o impedir el desarrollo
normal del feto.
Las Mujeres dejaran de trabajar desde seis
semanas antes del alumbramiento hasta
71
Considera a los Obreros y
Empleados
Contradice lo establecido
en el numeral 1) del
artículo 122, ya que no da
lugar al ajuste de las
condiciones de trabajo para
proteger el normal
desarrollo físico del
embarazo de las
trabajadoras; por ende la
excluye del trabajo.
Incorporación del reposo
pre y post-natal, seis
semanas cada uno ,

Art. 117
Art. 163
Art. 218
seis semanas después del mismo,
presentando los correspondientes
certificados médicos... durante ese
descanso conservaran sus derechos al
empleo.
Fuente: Acevedo (2000)
Durante el periodo de la lactancia las
mujeres tendrán derecho a dos descansos
diarios de media hora cada uno para
amamantar a sus hijos. Este tiempo no se
les descontara de su salario.
Se considera como enfermedades e
intoxicaciones profesionales las
producidas por las sustancias que
determina el Ejecutivo Federal al
reglamentar la presente Ley, cuando
hayan sido adquiridas por obreros,
empleados o aprendices que trabajen en
las industrias en las cuales se fabriquen o
se empleen dichas sustancias.
Las mujeres en estado de gravidez no
podrán ser despedidas...
72
remunerados e
impedimento de despido
--
Las consecuencias a la
salud provenientes de
cualquier condición de
trabajo sólo se consideran
objeto de intervención si
ésta produce incapacidad
laboral, sea parcial,
absoluta, temporal o
permanente; en cualquiera
de los casos se obliga al
patrono al pago de la
indemnización al
trabajador o a su familia.
Se prohíbe el despido de la
mujer trabajadora con la
reforma de 1974.

Cuadro 3. Ley Orgánica del Trabajo 1990 - Artículos Salud Laboral de Mujeres
ARTICULO TEXTO OBSERVACIONES
Art. 379
Art. 380
Art. 382
La mujer trabajadora gozará de todos los
derechos garantizados en esta ley y su
reglamentación a los trabajadores en
general y no podrá ser objeto de
diferencias en cuanto a la remuneración y
demás condiciones de trabajo. Se
exceptúan las normas dictadas
específicamente para protegerla en su vida
familiar, su salud, su embarazo y su
maternidad.
El Ejecutivo Nacional, al reglamentar esta
Ley o mediante Resoluciones Especiales,
establecerá las normas destinadas a lograr
la protección de la maternidad y de la
familia en labores peligrosas, insalubres o
pesadas.
La mujer en estado de gravidez estará
exenta de realizar tareas que, por requerir
esfuerzos físicos considerables o por otras
circunstancias, sean capaces de producir
el aborto o impedir el desarrollo de
normal del feto, sin que su negativa altere
sus condiciones de trabajo
73
Se garantizan la igualdad
de salarios y condiciones
de trabajo.
Garantiza la protección
ante la presencia de labores
peligrosas.
Establece la exención de
labores duras para la mujer.

Fuente: Acevedo (2000)
Cuadro 4. Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo
(LPCYMAT) 1986 - Artículos Salud Laboral de Mujeres
ARTICULO TEXTO OBSERVACIONES
Art. 6
A los efectos de la protección de los
trabajadores en las empresas,
explotaciones, oficinas o establecimientos
industriales o agropecuarios, públicos y
privado, en el trabajo deberá desarrollarse
en condiciones adecuadas a la capacidad
física y mental de los trabajadores y en
consecuencia: ...3) que aseguren a los
trabajadores el disfrute de un estado de
salud físico y mental normales y la
protección adecuada a la mujer, al menor
y a personas naturales en condiciones
especiales.
Fuente: Acevedo (2000)
Prevalece la noción de
Mujer Trabajadora como
un trabajador diferente.
Luego de esta esquematización, valdría la pena considerar la propuesta emitida por Ituraspe
(1989:146), en la cual sugiere llevar a cabo una revisión de la legislación y reglamentación
en materia de trabajo femenino. Todo ello con el fin de evitar de cualquier forma la
discriminación de las féminas, a través de la protección de la maternidad, de sus
capacidades reproductivas y sus procesos de gestación; mediante normas que impidan la
74

exposición de las mujeres a riesgos tanto reales como potenciales, que pongan en peligro la
vida y la salud de las generaciones futuras.
En Venezuela, hasta el año 2000 la Fuerza Trabajadora estaba representada por un 41.6%,
de la población total; lo que equivale a diez millones (10.000.000) de trabajadores; de los
cuales ochenta y ocho mil (88.000) eran mujeres; es decir, un 0.88% de diez millones
(10.000.000), por lo que sería interesante tomar muy en cuenta la propuesta realizada pòr
Francisco Ituraspe en 1989; siempre y cuando ese sesgo femenino en la legislación y
reglamentación del trabajo, y en la aplicación de medidas protectoras, no produzcan la
limitación en cuanto al acceso y la permanencia de las mujeres en el mercado laboral; o
pero aún, que provoquen la exclusión del trabajador masculino como beneficiario de la
protección de la Salud Reproductiva.
Ahora bien, comprendiendo la Salud Reproductiva como un conjunto de procesos
biológicos, sociales y culturales que interactúan entre si y definen características muy
particulares dentro del ejercicio de la sexualidad y la reproducción humana; ésta constituye
un balance permanente de las condiciones biofisiológicas, propias de cada uno de los sexos,
de las relaciones de género y de la reproducción de los grupos sociales; es decir, que la
Salud Reproductiva requiere del concurso de todos los aspectos, tal es el caso de las
políticas de población, de la salud, de la mujer, de la comunicación y muy especialmente de
la educación; todo ello con la finalidad de que el ejercicio pleno de la sexualidad y la
reproducción puedan desarrollarse; así lo señala el Centro de Asesoria en Salud – CEAS
(1994)
Habida cuenta de todo ello, y de acuerdo con el tema de investigación, el cual se refiere a la
Salud Reproductiva de las Mujeres Profesionales de la Medicina; cabe destacar que hoy por
hoy, el sector salud se encuentra latamente feminizado, y las condiciones higiénico-
ambientales de Las instituciones en cuestión constituyen un riesgo para la salud de
trabajadoras y trabajadores que laboran en los Centros de Atención en Salud; así lo señala
Borges (1998).
75

En este sentido, la National Institute for Occupational Safety and Health-NIOSH (1998)
emite un documento, en el cual revela que hace más de cien años se descubrió que el plomo
causa abortos espontáneos, bebés nacidos muertos e infertilidad en la mujeres. Ciertamente,
un peligro reproductivo puede causar uno o varios efectos para la salud, todo dependerá del
momento en el cual la mujer sea expuesta al riesgo. La exposición a sustancias peligrosas
durante los tres (03) primeros meses de embarazo puede causar defectos de nacimiento o
abortos espontáneos. Así como también durante los últimos seis (06) meses; pues la
exposición a los riesgos pueden aminorar el crecimiento del feto, afectar el desarrollo del
cerebro del mismo o causar contracciones prematuras del parto.
En atención a la problemática, señala Camejo (1999) que existe un gran número de
infecciones, agentes físicos, químicos, enfermedades maternas, trastornos metabólicos,
medicamentos y drogas; que han demostrado ser teratógenos en los humanos; y que a su
vez causan incapacidad en la estructura y funcionamiento del proceso pre y postnatal. En
lo que al desarrollo embrional y fetal se refiere, éste puede ser afectado por factores
externos también llamados teratrógenos; tal es el caso de las radiaciones, el calor, las
sustancias químicas, las infecciones y enfermedades maternas. En este sentido, algunas de
las enfermedades conocidas son hereditarias, por ende, poseen una etiología genética; pero
a su vez existen enfermedades originadas por factores del ambiente como las
intoxicaciones, infecciones o deficiencias nutricionales para las cuales existen medidas
preventivas para su control y erradicación.
Existen aproximadamente un millón (1.000.000) de sustancias químicas bien conocidas y
estudiadas, las cuales se encuentran presentes en medicamentos, químicos utilizadas en
distintas ramas industriales, plaguicidas, fertilizantes, herbicidas, funguicidas, aditivos,
contaminantes, entre otros; los cuales producen efectos negativos en la Salud Reproductiva
tanto de mujeres como de hombres, por diversas vías; administración o automedicación, tal
es el caso de los medicamentos; o por vías como; respiratorias, digestivas, parenteral,
dérmica y por ultimo por incidentes o accidentes.
76

En este sentido, señala Hortega (2003), que son muchos lo agente tóxicos que pueden
interrumpir en las diferentes fases no sólo del feto sino también de las células germinales
(óvulo y espermatozoides), provocando alteraciones y problemas de eterelidad. Bajo este
esquema, cabe destacar que existen investigaciones alertan de posibles riesgos de
infertilidad en auxiliares que manipulan Oxido Nitroso (anestésico) así como también en las
mujeres anestesistas; las enfermeras que manipulan fármacos antineoplásicos (para el
tratamiento del cáncer), tienen mayor incidencia de abortos espontáneos que el resto de la
población general. Lo importante es tener siempre en cuenta que cualquier elemento que
afecte la capacidad de tener hijos sanos es considerado de Riesgo para la Reproducción. La
radiación y un sin fin de productos químicos, ciertas medicinas o drogas legales e ilegales,
cigarros, calor, ruido; son ejemplo de riesgos para la reproducción.
Pero en el lugar de trabajo, igualmente existen elementos que representan un riesgo
potencial para la sana reproductividad de los seres humanos; y es por ello que la Salud
Reproductiva no se debe reducir al rol materno; pues existen aspectos claves como lo son la
fecundidad, el aborto, los patrones diferenciales de género, que a su vez vinculan a las
condiciones socio-culturales y absolutamente todas deben ser tomadas en cuenta a fin de
lograr responsabilidades equitativas, sexualidades responsables y una sana reproductividad
para la procreación de la generación futura.
En atención a esta problemática, la NIOSH (1998), enumera una serie de agentes químicos,
físicos y algunos virus y otero agentes que representan un riesgo para la salud reproductiva
de las mujeres. Como a continuación se presentan.
Cuadro 5. Agentes químicos y físicos que representan un riesgo para la reproducción.
AGENTE EFECTOS OBSERVADOS
Methotrexate (medicina para el
tratamiento del cáncer)
Infertilidad, abortos espontáneos, defectos
de nacimiento, peso bajo al nacer.
77

Éteres de glicol, etileno – 2-etoxietanol
(2EE) y 2- metoxietanol (2EM)
Disulfuro de carbono (CS2)
Plomo
Radiaciones Ionizantes
Trabajo físico extenuente
Abortos espontáneos.
Cambios en el ciclo menstrual
Infertilidad, abortos espontáneos, bajo
peso al nacer, afecciones en el desarrollo.
Infertilidad, abortos espontáneos, defectos
de nacimientos, bajo peso al nacer,
afecciones en el desarrollo, cánceres
durante la niñez.
Abortos espontáneos durante los últimos
meses del embarazo, parto prematuro.
Fuente: National Institute Safety and Occupational Health – NISOH (1998)
Cuadro 6. Agentes que causan enfermedades y que son de riesgo para la reproducción.
AGENTE
Cytomegalovirus
(CMV)
Virus de la Hepatitis B
Virus de
Inmunodeficiencia
Humana (VIH)
Parvovirus Humano
B19
EFECTOS
OBSERVADOS
Defectos de nacimiento,
peso bajo al nacer,
afecciones en el desarrollo.
TRABAJADORAS
EXPUESTAS
Trabajadoras sanitarias,
trabajadoras que están en
contacto con bebes y niños.
Peso bajo al nacer. Trabajadoras sanitarias.
Peso bajo al nacer, cáncer
durante la niñez.
Abortos Espontáneos.
78
Trabajadoras sanitarias.
Trabajadoras sanitarias,
trabajadoras que están en

Rubéola
Varicela
Defectos de nacimiento,
peso bajo al nacer
Defectos de nacimiento,
peso bajo al nacer.
contacto con bebes y niños.
Trabajadoras sanitarias,
trabajadoras que están en
contacto con bebes y niños.
Trabajadoras sanitarias,
trabajadoras que están en
contacto con bebes y niños.
Fuente: National Institute Safety and Occupational Health – NISOH (1998)
Siendo de esta manera, la procreación y sus implicaciones en las condiciones de salud son
parte de la sexualidad entendida como una forma de expresión integral del ser humano
durante todo su transcurso vital, como una forma racional específicamente humana que
trasciende la finalidad biológica de reproducción de la especie y como un derecho humano
básico que garantiza la realización de sus diferentes dimensiones como lo son el placer, el
afecto, la comunicación, la ética y la procreación, de manera integral y sin riesgos, así lo
señala el CEAS (1994:315).
79

Marco metodológico
Naturaleza de la Investigación.
CAPITULO III
El tipo de investigación a desarrollar, a propósito de esta temática; es de carácter
descriptivo. En este sentido, se hace necesario definir el tipo de investigación en
cuestión.
Los estudios descriptivos, tienen como fin el exponer o describir los fenómenos,
basándose en la observación de los mismos; detallando cada uno de los componentes
principales de una realidad; así lo señala Bisquerra (1989:123).
Por tanto, la profundidad de esta investigación es de carácter descriptivo; por ende,
el mismo se abocará a describir y analizar la realidad en estudio; que para los efectos
del presente proyecto de investigación, trata de describir la Salud Reproductiva de
Mujeres profesionales de la medicina dados los Factores de Riesgo Ocupacionales
propios de esta profesión.
Por otro lado, la razón de la escogencia de este tipo de investigación, responde
en primer lugar a la complejidad que encierran las investigaciones en las Ciencias
Sociales, ya que este tipo de indagaciones buscan respuestas inteligentes a los
problemas sociales de gran importancia o de carácter urgente; siempre tomando en
cuenta, que no se puede esperar a tener el grado de precisión que bien pueden tener
las ciencias físico-naturales. Pero aún así, este tipo de investigaciones arrojan
resultados que se aproximan, o tienen un valor posible, que igualmente permite
esclarecer los cuestionamientos propuestos y resolver los mismos a través de métodos
y medios científicos.
75

En segundo lugar, la temática de la Salud Reproductiva de la Mujer enfocada
desde la perspectiva laboral, en nuestro país, es un tópico que se encuentra en
proceso de surgimiento; por ende, las investigaciones de tipo descriptivas contribuyen
a la formación de bases lo suficientemente sustentables y sólidas para dar paso a la
elaboración y desarrollo de investigaciones de mayor profundidad y amplitud en
torno a este tema.
Estrategia de Investigación.
Para efectos de la presente investigación, se tiene planteada la realización de visitas a
la institución hospitalaria en cuestión, a fin de observar a la unidad en estudio en su
faceta laboral. Igualmente se llevará a cabo la aplicación del instrumento pertinente
para la recolección de datos de interés en el desarrollo del presente trabajo de
investigación.
Luego del periodo de recolección de datos, se procederá al análisis de los mismos, con
el objeto de darle respuesta a las intenciones propuestas dentro del marco del
planteamiento del problema, y los cuales se encuentran sintetizados en las distintas
dimensiones contenidas en el Cuadro 7; correspondiente al Cuadro Técnico
Metodológico; el cual ha sido diseñado tomando en cuenta las variables sujetas a
estudio dentro de los objetivos específicos del presente trabajo de investigación; cada
una de éstas, han de ser definidas a fin de concretar la idea del autor y, de ubicar al
lector de una manera mucho más sencilla. Seguidamente se señalan los indicadores de
cada dimensión, los cuales delimitarán paulatinamente lo que en realidad se quiere
indagar en cada uno de los casos, y dicha delimitación estaría contenida en lo que se
denomina item; y por ultimo, se encuentran el instrumento y la fuente, los cuales
representan los medios a través de los cuales se obtendrá la información pertinente a
cada una de las dimensiones. Como bien se podrá apreciar a continuación.
76

Cuadro 7. Cuadro Técnico Metodológico
Objetivo 1: Identificar Factores de Riesgos Ocupacionales presentes en las áreas donde labora el colectivo a investigar, según la
información aportada por el mismo.
DIMENSIÓN
Factores de
Riesgos
Ocupacionales
DEFINICIÓN INDICADOR ITEM FUENTE INSTRUMENTO
Elementos que
contribuyen a la
ocurrencia de
situaciones de
perdida de la salud
(estado de
equilibrio físico,
mental y social),
en ocasión del
trabajo u
ocupación.
Agentes Biológicos.
Agentes Químicos.
Agentes Físicos.
Factores Psicosociales.
Condiciones Anti-
Ergonómicas.
Condiciones
Meteorológicas.
78
1, 13, 14, 15, 16, 17,
18, 19, 20, 21, 22,
23, 24, 25, 26, 27,
28, 29
Médicas que
laboran en la
Institución
Hospitalaria.
CUESTIONARIO

Fuente: Valle, K. (2003)
Cuadro 7. Cuadro Técnico Metodológico Continuación.
Objetivo 2: Conocer las medidas de Seguridad y Prevención existentes en el Centro Hospitalario.
DIMENSIÓN DEFINICIÓN INDICADOR ITEM FUENTE INSTRUMENTO
Medidas de
Prevención y
Seguridad
Conjunto de medidas
a seguir, que han
sido establecidas de
manera sistemática; a
fin de responder ante
cualquier
contingencia que
pueda suscitarse
Manual de Normas
y Procedimientos
de Seguridad e
Higiene
Ocupacional.
3, 4, 8, 9, 10, 11,
12,
79
Mujeres Médicas
que laboran en la
Institución
Hospitalaria.
Departamento
encargado del
área de
Seguridad e
Higiene
CUESTIONARIO

durante el desarrollo
de un determinado
proceso, y afectar la
salud del personal
médico; influyendo
negativamente en
ésta.
Fuente: Valle, K. (2003)
80
Ocupacional de
la institución.

Cuadro 7. Cuadro Técnico Metodológico Continuación.
Objetivo 3: Identificar el nivel de conocimiento por parte de la población estudiada, sobre los Factores de Riesgos a los que
están expuestos.
DIMENSIÓN DEFINICIÓN INDICADOR ITEM FUENTE INSTRUMENTO
Nivel de
Conocimiento
sobre los
Factores de
Riesgo
Ocupacionales
Fuente: Valle, K. (2003)
Grado de noción,
entendimiento o
percepción objetiva
que se tiene ante los
Riesgo presentes en
el área de Trabajo.
Grado de
Información con
respecto al área de
Trabajo.
2, 5, 6, 7, 30, 31,
32, 33
81
Mujeres Médicas
que laboran en la
Institución
Hospitalaria
CUESTIONARIO

Cuadro 7. Cuadro Técnico Metodológico Continuación.
Objetivo 4: Dscribir las Condiciones Reproductivas de las profesionales de la medicina que laboran en el Centro Hospitalario.
DIMENSIÓN
DEFINICIÓN INDICADOR ITEM FUENTE INSTRUMENTO
82

Condiciones
Reproductivas
Estado,
Circunstancia y/o
capacidad bajo las
cuales tanto
Hombres como
Mujeres, se
encuentran
preparados para
reproducir nuevas
vidas; a través del
normal
funcionamiento de
los órganos
reproductores, y del
proceso de
fecundación; como
es el caso de las
mujeres, mediante
la unión de los
heterogametos.
Intentos y Resultados
de Gestación.
83
34, 35, 36, 37, 38
Mujeres
Médicas que
laboran en la
Institución
Hospitalaria.
CUESTIONARIO

Fuente: Valle, K. (2003)
84

Instrumento.
Para la sustentabilidad del presente trabajo de investigación, se hace necesaria la
aplicación de instrumentos de recolección de datos que contribuyan a la consecución
de los objetivos propuestos. En este sentido, el instrumento a aplicar en el marco del
desarrollo y evolución de esta investigación es el cuestionario.
Ahora bien, para esclarecer un poco lo que éste significa, Bisquerra (1989:88) señala,
que los cuestionario son un conjunto más o menos amplios de preguntas que se
consideran relevantes para el rasgo, características o variables que son objeto de
estudio. Bajo este esquema, vale señalar, que existen dos tipos de cuestionarios; el
primero de ellos es aplicado en la medición y diagnostico psicopedagógico y es mejor
conocido como Test. Y el segundo de ellos, es aquel se utiliza en la recolección de
datos en las encuestas.
INSTRUMENTO
85

UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
ESCUELA DE RELACIONES INDUSTRIALES
Estimada Médico, el documento que en estos momentos se encuentra en sus manos se trata
de una encuesta que ha sido estructurada a fin de responder al objetivo principal de la tesis
titulada LA SALUD REPRODUCTIVA DE MUJERES PROFESIONALES DE LA
MEDICINA BAJO EL ENFOQUE DE LA SALUD OCUPACIONAL. Ahora bien, se
hace de su conocimiento que el presente instrumento sólo busca recopilar la información
necesaria para de esa manera cumplir a cabalidad con los objetivos propuestos en esta
investigación. Sin embargo, vale hacer la salvedad de que toda la información que usted
sirva suministrar en el mismo, es de carácter confidencial y será utilizada sólo y únicamente
para fines académicos.
INSTRUCCIONES
A fines de recopilar la información necesaria, se requiere de su persona la mayor
colaboración que bien pueda prestar, y para ello debe:
Contestar todas y cada una de las interrogantes que a continuación se le presenta.
Leer detenidamente cada interrogante para de esa manera emitir la respuesta idónea.
Debe marcar con una “√” o una “X” la respuesta o alternativa que ud. considere correcta.
En caso de surgir alguna duda, comunique dicha inquietud al encuestador.
.
86
Nº_____

DATOS DEL ENCUESTADO
EDAD: ____________ TIEMPO DE SERVICIO: ___________
ESPECIALIDAD: ____________ Nº DE HIJOS CONCEBIDOS: ______
ÁREA DONDE LABORA: ________________________
CUESTIONARIO
RIESGOS Y ENFERMEDADES OCUPACIONALES
1.- ¿Conoce Ud. los riesgos a los cuales se encuentra expuesta?
SI ____ NO____
En caso de ser afirmativa su respuesta; ¿cuáles de las siguientes situaciones de riesgo
que a continuación se presentan, cree Ud que se expone en su área de trabajo?
Biológicos Psicosociales Otros ______________
Físicos Químicos __________________
Incompatibilidad __________________
Ergonómica
Atmosféricos Todos Ninguno
2.- ¿Conoce usted algún caso de enfermedad ocupacional que haya ocurrido en su área de
trabajo? SI ___ NO___
87

En caso de ser afirmativa su respuesta, señale el posible riesgo origen de la misma:
Biológico Químico Físico
Psicosocial Incompatibilidad
Atmosférico Ergonómica.
EQUIPOS DE PROTECCIÓN PERSONAL
3.- ¿Conoce Ud. los equipos de protección personal (EPP), que debe utilizar para
protegerse de los riesgos inherentes de su profesión? SI ____ NO____
Si su respuesta ha sido afirmativa, especifique cual de los EPP, cree Ud. debe utilizar para
protegerse de los riesgos a los que se encuentra expuesta en su trabajo. (puede marcar
varias opciones)
Bata Guantes de Latex Mascarilla Respiradores
Lentes de Seguridad Calzado de Seg
Todos Ninguno Otros____________
______________
______________
4.- ¿La Institución para la cual usted labora, le dota de equipos de protección personal
indicados y necesarios para evitar accidentes y enfermedades profesionales? SI____
NO____
DISPOSITIVOS DE SEGURIDAD GENERAL
88

5.- ¿Qué dispositivos de seguridad general conoce usted, deba poseer el área de trabajo
donde labora? (puede marcar varias opciones)
Campana de Extracción Extintores Lava Ojos
Extractores Duchas Todos
Salidas de Emergencia No conozco
Botiquín de Primeros Auxilios
6.- ¿Le han indicado a usted la ubicación de las salidas de emergencia?
SI ___ NO___
7.- ¿Le han indicado a usted la ubicación de las áreas de resguardo y descontaminación
existentes en la institución?
SI ___ NO___
SEÑALIZACIÓN HOSPITALARIA
8.- ¿Cuenta la institución con la señalización de seguridad hospitalaria requerida SI ___
NO___
9.- En su área de trabajo, ¿se encuentran colocados avisos de seguridad indicando el tipo
de riesgo que posee la misma? SI ___ NO___
MANUALES, NORMAS, PLANES y PROCEDIMIENTOS
89

10.- ¿Existen en la Institución manuales de normas y procedimientos de seguridad? SI ___
NO___
11.- ¿Existen en la Institución manuales de normas, procedimientos y técnicas de
prevención y accidentes? SI ___ NO___
12.- ¿Existen en la Institución planes para la prevención de eventos no deseados dentro de
la misma? SI ___ NO___
SUSTANCIAS QUÍMICAS
13.- ¿Trabaja usted con sustancias químicas? SI ___ NO___
De ser afirmativa su respuesta, ¿Conoce usted las medidas de prevención para el uso de
ellas? SI ___ NO___
VENTILACIÓN
14.- ¿Existe en la institución un sistema de ventilación adecuado?
SI___ NO___
ILUMINACIÓN
15.- ¿El área en el la cual ud. labora se encuentra debidamente iluminada?
90

SI___ NO___
16.- ¿Ha sufrido ud. algún accidente debido a la falta de iluminación?
SI___ NO___
RUIDO
17.- ¿Se encuentra ud. expuesta a niveles de ruido excesivo en su área de trabajo? SI___
NO___
18.- ¿Durante su jornada laboral, es el ruido un factor frecuente? SI__ NO__
VIBRACIÓN
19.- ¿Se encuentra ud. expuesta a vibraciones originadas por equipos o herramientas de
trabajo? SI__ NO__
20.- ¿Es la vibración un factor permanente durante su jornada laboral?
SI___ NO___
21.- ¿Padece ud. De alguna patología producto de las vibraciones? SI__ NO__.
En caso de ser afirmativa su respuesta, especifique dicha
patología._________________________________________________________________
_________________________________________________
CONDICIONES ANTI-ERGONÓMICAS
91

22.- ¿Su trabajo esta sujeto a tareas repetitivas? SI__ NO__
23.- ¿Los equipos que utiliza para la realización de sus labores son los adecuados? SI__
NO__
24.- ¿Los instrumentos dispuestos para sus tareas cotidianas en su área de trabajo, han sido
diseñados bajo el concepto de Ergonomía? SI__ NO__
25.- ¿Padece ud. de problemas músculo-esqueléticos? SI__ NO__
FACTORES PSICOSOCIALES
26.- ¿Labora ud. en horario Nocturno? SI__ NO__
De ser afirmativa su respuesta, luego de culminada dicha jornada, ha padecido ud. de:
Insomnios Cambios de Conducta Estrés
Fatiga Trastornos Cardiovasculares Irritabilidad
Todos
27.- ¿Se encuentra ud. sometida a exceso de carga laboral? SI__ NO__
28.- ¿La fatiga es un factor influyente en su rendimiento laboral? SI__ NO__
29.- ¿ Son los periodos de descanso, insuficientes para ud.? SI__ NO__
CAPACITACIÓN DEL PERSONAL MÉDICO
92

30.- El personal médico en general se encuentra debidamente capacitado en cuanto a
normas y procedimientos de seguridad. SI___ NO___
31.- ¿Ha sido ud. capacitado para el uso de los equipos de protección personal en su
respectiva área de trabajo? SI_____ NO_____
32.- ¿Conoce ud. las medidas de seguridad y prevención existentes en el centro
hospitalario? SI___ NO___
33.- En cuanto a sus niveles de conocimiento, referentes a los factores de riesgos
ocupacionales a los que se encuentran expuesta; ¿considera ud. que éstos son:
Altos Medios Bajos
CONDICIONES REPRODUCTIVAS
34.- En caso de no tener hijos, por favor indique ¿cuál es o ha sido la causa de dicha
situación?
Infertilidad Esterilidad Razones Académicas
Riesgos Laborales Razones Personales
35.- ¿Cuántos de los intentos de gestación que ha tenido, han sido fallidos?
93

0 pérdidas 2 pérdidas Más de 3 pérdidas
1 pérdida 3 pérdidas
36.- ¿Cuáles han sido las causas de las perdidas gestacionales?
Abortos Espontáneos Partos Prematuros
Afecciones en el Desarrollo Pérdidas Gestacionales
Embrional durante últimos meses
De embarazo
37.- Con respecto a los resultados de sus gestaciones, ¿éstas han sido de feliz termino?
SI____ NO____
De ser negativa su respuesta, ¿podría usted indicar la razón?
Defectos de Nacimiento Cáncer Infantil
Afecciones en el Desarrollo Bajo peso al nacer
Del Infante
38- ¿Alega usted, que los Factores de Riesgos Ocupacionales pueden haber sido los
causantes de las perdidas fetales o de la incapacidad reproductiva que usted ha presentado?
SI___ NO___
94

Unidad de Estudio
A efectos del desarrollo y sustentabilidad objetiva de esta investigación, la Unidad de
Estudio, estará signada tanto a la revisión documental, puesto que en la medida en
que se pueda enriquecer la temática con la ayuda y contribución de documentos
relacionados a la materia en cuestión, y muy especialmente de carácter confiable y
valedero que apuntalen al logro de las metas u objetivos aquí señalados. Igualmente,
la investigación se apoyará en la fuente de mayor experiencia y la que mejor puede
narrar las vivencias, dificultades y prácticas acaecidas y obviamente enmarcadas
dentro de esta investigación, dicha fuente no es más que la gente. Un universo de
personas con características similares que han sido escogidas como una muestra de
Sujetos Voluntarios; que según Hernández (2000:227), se trata de un cierto numero de
sujetos que acceden a participar en un determinado estudio; pero además de ello,
estos proveedores de la información que aquí se analizará, pertenecen a una
población muy especifica, ya que poseen criterios de carácter de género (mujeres), de
carácter profesional o de nivel educativo (profesionales de la medicina-médicos), de
carácter social y laboral (trabajadoras de un centro hospitalario).
Validez y Confiabilidad
Señala Bisquerra(1989), que todo instrumento de medición debe y tiene que reunir
ciertos requisitos, pero de ellos los mas significativos son la validez y la fiabilidad o
confiabilidad. Ahora bien, para efectos de la validación del instrumento antes
expuesto, y el cual fue diseñado a fin de recopilar la información pertinente para los
95

efectos del presente trabajo de investigación, se llevó a cabo dicha validación, a través
de la técnica del juicio de expertos; la cual consiste la revisión y análisis crítico por
parte de un panel (en números impares) de expertos en el área metodológica, en
materia estadística y en el tópico a tratar dentro del tema de investigación, que para
loe efectos de ésta, se trata de la salud ocupacional.
Por otro lado, en lo que a confiabilidad se refiere, es importante destacar que para los
fines de este trabajo de investigación, se tomo una muestra de sujetos voluntarios, por
ende, se encuentran sujeto a resultados fortuitos.
Cuadro 1: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el
enfoque de la Salud Ocupacional. Distribución de
Edades Frecuencia
25 - 30 9
31 - 36 13
37 - 41 7
42 - 47 3
Presentación y análisis de datos
Fa 32
CAPITULO IV
Ciertamente, para analizar y comprender los datos recogidos, se hace necesario
clasificar y tabular los mismos. Este proceso consiste entonces en el recuento, clasificación
y ordenación de los datos; siendo sometida la información a tratamientos por técnicas
estadísticas o matemáticas, para luego ser presentados a través de tablas, cuadros,
diagramas, pictogramas, gráficos, entre otras; los cuales serán presentados a continuación.
96

Grafico 1: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Conocimiento de los riesgos ocupacionales a los cuales se
encuentra expuesta la muestra en estudio.
100%
Fuente: Valle K. (2003). Valencia
A través de éste gráfico, se puede apreciar que las médicas de la institución se encuentran
totalmente concientes con respecto a los riesgos ocupacionales a los cuales se exponen.
Siendo los resultados de una muestra de treinta y dos personas; el 100% afirma conocer los
riesgos a los cuales se encuentra expuesto, dejando sin lugar el desconocimiento de los
mismos.
Grafico 2: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Exposición a situaciones de riesgo presentes en las áreas de
trabajo.
97
0%
Si
No

15,63%
18,75%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
12,50% 9,38%
21,88%
0,00%
21,88%
Biológicos
Físicos
Todos
Químicos
Psicosociales
Incompatibilidad Ergonómica
Atmofericos
Otros
Cuadro 2: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución situaciones de riesgo presentes en las áreas de
trabajo.
Tipo de Riesgo
Biológico
Frecuencia Porcentaje (%)
7
21.88
Físico 7 21.88
Todos 6 18.75
Químico 5 15.63
Incompatibilidad Ergonómica 4 12.5
Atmosférico 3 9.38
98

Otros - -
Mediante el gráfico, se puede apreciar que de una totalidad de treinta y dos (32) médicas
voluntaria, las situaciones de riesgos presentes en las áreas de trabajo donde se desempeñan
dichas profesionales; el 21.88% de éstas afirma que se encuentra expuesto al riesgo
biológico, otro 21.88% afirma estar expuesto a riesgo físico; mientras que un 12.5% reitera
su exposición al riesgo psicosocial, un 9.38% asevera exponerse a incompatibilidades
ergonómicas, un 18.75% señala exponerse a todos las situaciones de riesgo; dejando sin
lugar a los riesgos atmosféricos y otros riesgos.
Gráfico 3: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Conocimiento de casos de enfermedad ocupacional dentro de las
áreas de trabajo.
53,13%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
46,88%
Cuadro 3: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución del Conocimiento de casos de enfermedad
ocupacional dentro de las áreas de trabajo.
99
Si
No

Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
15
17
46.88
53.12
A través del gráfico anteriormente expuesto, se puede apreciar que de una muestra de
voluntaria de treinta y dos (32) médicas, el 46.88% de ella afirma conocer de casos de
enfermedades a razón de riesgos inherentes a la profesión. Mientras que el 53.13% restante
asegura no conocer de dichas situaciones.
Gráfico 4: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Posibles riesgos causantes de enfermedades ocupacionales.
6,25%
9,38%
6,25%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
3,12%
0,00%
100
21,88%
Biológico
Químico
Psicosocial
Incompatibilidad Ergonómica
Fisico
Atmosférico

Cuadro 4: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Posibles Riesgos Causantes de Enfermedades
Ocupacionales.
Tipo de Riesgo
Biológico
Frecuencia Porcentaje (%)
7
21.88
Químico 3 9.38
Psicosocial 2 6.25
Incompatibilidad Ergonómica 2 6.25
Físico 1 3.12
Atmosférico - -
En correspondencia con los resultados del gráfico anterior (gráfico 3), y tomando una
fracción de quince (15) médicas, quienes afirmaron conocer de casos de enfermedades
ocupacionales, y lo cual representa un 46.88% de la muestra. Se obtiene los siguientes
resultados; siete (7) médicas de la fracción de quince (15), o lo que es su equivalente
21.88% de 46.88% afirma conocer de enfermedades ocupacionales causadas por riesgos
biológicos; un 9.38% de 46.88%, asegura conocer casos de enfermedades ocupacionales
causadas por riesgos químicos. Mientras un 3.12% de 46.88% manifiesta conocer de
enfermedades causadas por riesgos físicos; un 6.25% de 46.88% conoce de enfermedades
causadas por riesgo psicosocial, al igual que las incompatibilidades ergonómicas (6.25% de
46.88%), quedando fuera de lugar el riesgo atmosférico, con un 0.00% de 46.88%.
101

Gráfico 5: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Conocimiento de los equipos de protección personal (EPP) a
utilizar para protegerse de riesgos ocupacionales.
100%
nte: Valle, K (2003). Valencia
A través del presente gráfico, se puede apreciar que de una muestra de treinta y dos (32)
médicas, que representan el 100%, absolutamente todas afirman conocer los equipos de
protección personal (EPP) que deben utilizar en sus áreas de trabajo a fin de protegerse de
los riesgos ocupacionales presentes en las mismas.
Gráfico 6: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Especificación de los equipos de protección personal utilizados
por las médicas en sus áreas de trabajo
102
0%
Si
No
Fue

35
32 32
30
25
20
15
10
5
0
27
18
uente: Valle, K (2003). Valencia
15
7
4
0
Bata
Masciarilla
Lentes de Seguridad
Guantes de Látex
Todos
Calzado de Seguridad
Otros
Ninguno
Cuadro 5: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Especificación de los equipos de protección
personal utilizados por las médicas en sus áreas de trabajo.
103
F

Tipo de Equipo de Protección
Personal
Bata
Frecuencia Porcentaje (%)
32
100
Mascarilla 32 100
Lentes de Seguridad 27 84.38
Guantes de Látex 18 56.25
Todos 15 46.88
Calzado de Seguridad 7 21.88
Otros 4 12.5
Ninguno - -
Mediante este gráfico, se puede observar la especificación en cuanto a los equipos de
protección personal que se deben utilizar en las áreas de trabajo, según la opinión emitida
por la muestra en estudio. Dando como resultado, que el 100% de la muestra afirma que se
deben utilizar tanto batas como mascarillas dentro de las áreas de trabajo, un 56.25% de la
muestra asegura que se debe utilizar guantes de latex; el 12.5% especifica que se deben
utilizar respiradores dentro de las áreas de trabajo, un 84.38% señala que se debe utilizar
dentro de las áreas de trabajo el calzado de seguridad, mientras que un 46.88% afirma que
todos los equipos de protección personal antes mencionados, deben ser utilizados en las
áreas de trabajo; quedando la opción de “ninguno” fuera de lugar con un 0.00%.
104

Gráfico 7: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el
enfoque de la Salud Ocupacional. Dotación de equipos de protección personal por
parte de la institución a los trabajadores de la salud.
75%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
Cuadro 6: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Dotación de equipos de protección personal.
Frecuencia
25%
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
8
24
250
105
75
Si
No

La gráfica demuestra la alarmante situación que representa la falta de dotación de equipos
de protección personal a quienes laboran en el centro de atención en salud, por parte de la
institución. Puesto que de una muestra de treinta y dos médicas, las cuales representan un
100%; sólo un 25% de dicha muestra afirma ser dotada de los mencionados equipos;
mientras un 75% señala que la institución hospitalaria no lleva a cabo este tipo de
obligaciones, que tiene para con los médicos y demás personal de salud que allí labora.
Gráfico 8: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Conocimiento por parte de la muestra en estudio de los
dispositivos de seguridad general debe poseer el área de trabajo donde labora
35
32 32
30
25
20
15
10
5
0
18
12
uente: Valle, K (2003). Valencia
8
6
4
2
0
Extractores
Salidas de Emergencia
Todos
Campanas de Extracción
Extintoes
Duchas
Botiquin de Primeros
Auxilios
Cuadro 7: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Conocimiento de los dispositivos de seguridad
general debe poseer el área de trabajo donde labora
Tipo de Dispositivo de Seguridad
General
Frecuencia Porcentaje (%)
106
F

Extractores
32
100
Salidas de Emergencia 32 100
Todos 18 56.25
Campanas de Extracción 12 37.5
Extintores 8 25
Duchas 6 18.25
Botiquín de Primeros Auxilios 4 12.5
Lava Ojos 2 6.25
No Conozco - -
El presente gráfica revela el conocimiento por parte de la muestra en estudio, en cuanto a
los dispositivos de seguridad general que deben poseer las áreas de trabajo. Obteniendo
como resultados los siguientes; 37.5% de la muestra, afirma que las áreas de trabajo deben
poseer campanas de extracción, un 25% señala que los extintores son dispositivos de
seguridad general que deben poseer todas las áreas de trabajo; un 6.25% de la muestra
afirma que las áreas de trabajo debiesen contar con lava ojos, mientras la totalidad de la
muestra, es decir, el 100% afirma que tanto los extintores como las salidas de emergencia
son dispositivos de seguridad general que deben estar presentes en todas las áreas de
trabajo; un 18.75% advierte que las duchas son necesarias en las áreas de trabajo; en cuanto
al botiquín de primeros auxilios, sólo un 12.5% establece que éste es necesario en las áreas
de trabajo y un 56.25% señala que todos los dispositivos son necesarios dentro de las áreas
de trabajo
Gráfico 9: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Indicación de las salidas de emergencia al personal médico por
parte de la institución.
107

62,50% Si
nte: Valle, K (2003). Valencia
37,50%
Cuadro 8: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Indicación de las salidas de emergencia al
personal médico.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
12
20
37.5
108
62.5
No
Fue

Mediante el gráfico antes expuesto, se observa que existe dentro de la institución la falta de
comunicación e información con respecto a la ubicación de las salidas de emergencia;
puesto que un 37.5% de la muestra en estudio, afirma haber sido informado acerca de la
ubicación de las salidas de emergencia, mientras que el 62.5% restante, asegura no haber
recibido información alguna acerca de la ubicación de las mismas.
Gráfico 10: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Indicación de las áreas de resguardo y descontaminación al
personal médico, por parte de la institución.
78,13%
te: Valle, K (2003). Valencia
21,88%
Si
No
Fuen
Cuadro 9: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Indicación de las áreas de resguardo y
descontaminación.
109

Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
7
25
21.88
78.13
El presente gráfico, demuestra que el 78.13% de la muestra no ha sido informado o
advertido acerca de la ubicación de las áreas de resguardo y descontaminación por parte de
la institución, mientras que un 21.88% asegura haber sido notificado de dicha ubicación.
Gráfico 11: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Señalización de seguridad hospitalaria.
75%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
110
25%
Si
No

Cuadro 10: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Señalización de seguridad hospitalaria.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
8
24
25
El presente gráfico, demuestra que la institución se encuentra desprovista de la señalización
de seguridad necesaria, a fin de dar a conocer a la población en general; es decir, tanto al
personal médico, como administrativo, de mantenimiento y a las personas que allí acuden,
acerca de los riesgos que se corren dentro de cada una de las dependencias de la institución.
En vista de ello, un 25% de la muestra en estudio, asegura que el centro de atención en
salud, cuenta con la señalización de seguridad necesaria; mientras que el 75% restante
señala todo lo contrario.
Gráfico 12: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Avisos de seguridad dentro de las áreas de trabajo, que indiquen
el tipo de riesgo al que se exponen los trabajadores.
111
75

93,75%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
6,25%
Cuadro 11: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Avisos de seguridad dentro de las áreas de
trabajo.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
2
30
6.25
93.75
El gráfico refleja que las áreas de trabajo, no cuentan con los avisos de seguridad que
indiquen los riesgos a los cuales se exponen los trabajadores de la salud. Los resultados así
lo demuestran, pues el 93.75% señala dicha situación, mientras que un 6.25% de la muestra
asegura lo contrario.
112
Si
No

Gráfico 13: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Existencia de manuales de normas y procedimientos de seguridad,
en la institución.
53,13%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
46,88%
Cuadro 12: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Existencia de manuales de normas y
procedimientos de seguridad, en la institución.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
15
17
46.88
113
53.13
Si
No

A través del presente gráfico, se denota la contrariedad o la duda existente en el personal
médico con respecto a la existencia o no de manuales de normas y procedimientos de
seguridad en la institución hospitalaria. Ya que de una muestra de treinta y dos (32)
médicas, las cuales representan el 100%; un 53.13% afirma que la institución no cuenta con
dichos manuales; por otro lado, un 46.88% señala lo contrario.
Gráfico 14: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Existencia en la Institución de manuales de normas,
procedimientos y técnicas de prevención y de accidentes
59,38%
e: Valle, K (2003). Valencia
40,63%
Si
No
Fuent
Cuadro 13: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Existencia de manuales de normas,
procedimientos y técnicas de prevención y accidentes.
Frecuencia
114

Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
13
19
40.63
59.38
De igual forma, el presente gráfico demuestra la dualidad del personal médico, con respecto
a la existencia o no dentro de institución de manuales de normas, procedimientos y técnicas
de prevención de accidentes; debido a que de la muestra encuestada (32 médicas
voluntarias = 100%), el 59.38% asegura que la institución no cuenta con tales manuales,
mientras que el 40.63% restante demuestra lo contrario.
Gráfico 15: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Existencia de planes para la prevención de eventos no deseados
dentro de la institución.
75%
te: Valle, K (2003). Valencia
115
25%
Si
No
Fuen

Cuadro 14: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Existencia de planes para la prevención de
eventos no deseados.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
8
24
25
En cuanto a la existencia de planes diseñados para la prevención de eventos no deseados
dentro de la institución, el 75% de la muestra señala que no existen dentro de la misma
dichos planes, y un 25% asegura que la institución cuenta con tales instrumentos.
Gráfico 16: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Trabajo con sustancias químicas.
116
75

71,88%
Fuente: Valle, K (2003). Valenecia
28,13%
Cuadro 15: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Trabajo con sustancias químicas.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
9
23
28.13
71.88
El presente gráfico, revela que de la muestra en estudio, sólo un 28.13% de la misma
maneja o trabaja con sustancias químicas; mientras que un 71.88% no realiza labores con
dichas sustancias.
117
Si
No

Gráfico 17: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Conocimiento de las medidas de prevención para el uso de
sustancias químicas.
71,88%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
28,13%
Cuadro 16: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Conocimiento de las medidas de prevención para
el uso de sustancias químicas.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
9
23
28.13
118
71.88
Si
No

Ahora bien; en correspondencia con el gráfico anterior (gráfico 16), el presente gráfico
demuestra que de la fracción de la muestra que labora trabaja con sustancias químicas; 9
médicas de 32; o lo que es su equivalente en porcentaje el 28.13% de 100% tiene
conocimientos de las medidas de prevención para el uso de dichas sustancias; no con ello
queriendo interpretar que el resto de la muestra (71.88%), no posea dichos conocimientos.
Gráfico 18: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Existencia de un sistema de ventilación adecuado en la
institución.
119

81,25%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
18,75%
Cuadro 17: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Existencia de un sistema de ventilación
adecuado en la institución.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
6
26
18.75
81.25
Mediante el presente gráfico, se desea conocer la opinión de la muestra, con respecto al
sistema de ventilación con el cual cuenta la institución. Obteniendo como resultado, que el
81.25% señala que la institución no cuenta con un sistema de ventilación adecuado para las
actividades laborales que allí se llevan a cabo; mientras un 18.75% señala lo contrario.
120
Si
No

Gráfico 19: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Áreas de trabajo debidamente iluminadas.
81,25%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
18,75%
Cuadro 18: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Existencia de . Áreas de trabajo debidamente
iluminadas.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
6
26
18.75
121
81.25
Si
No

Ahora bien, haciendo referencia a la iluminación de las distintas áreas de trabajo donde
labora la muestra en estudio, cabe destacar que un 81.25% señala que las áreas de trabajo
donde laboran no cuentan con la iluminación apropiada para la realización de sus labores,
por el contrario un 18.75% se encuentra satisfechos con la iluminación de sus respectivas
áreas de trabajo.
Gráfico 20: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Accidentes de trabajo por la falta de iluminación.
100%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
Ahora bien, con respecto a la ocurrencia de accidentes de trabajo debido a la carencia de
iluminación en las áreas donde labora la muestra en cuestión, cabe señalar que el 100% de
la muestra asegura no haber sufrido de accidentes laborales por esta causa.
122
0%
Si
No

Gráfico 21: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Exposición a niveles de ruido excesivo en el área de trabajo.
123

75%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
25%
Cuadro 19: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Exposición a niveles de ruido excesivo.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
8
24
25
Ahora bien, el presente gráfico determina que de la muestra, sólo un 25% de ella, se
encuentra expuesto a niveles de ruido excesivo en sus áreas de trabajo; mientras que el 75%
restante asegura no estar expuestos a ruidos excesivos en sus áreas de trabajo.
124
75
Si
No

Gráfico 22: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Ruido como un factor frecuente en la jornada de trabajo.
84,38%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
15,63%
Cuadro 20: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Ruido como un factor frecuente en la jornada de
trabajo.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
5
27
15.63
125
84.38
Si
No

En cuanto a la existencia del ruido como un factor de riesgo físico, presente durante la
jornada laboral; un 15.63% de la muestra, asegura que dicho factor es una constante a lo
largo de su jornada laboral. Mientras que un 84.38% señala que el ruido no es un factor
frecuente en su jornada laboral.
Gráfico 23: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Exposición a vibraciones originadas por equipos o herramientas
de trabajo.
Fuente: Valle, K (2003)
El presente gráfico, evidencia que de la muestra encuestada, el 100%, es decir, la totalidad
de la misma, asegura no estar expuesta a vibraciones originadas por instrumentos o equipos
de trabajo
126
0
Si
No

Gráfico 24: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Vibración como un factor permanente durante la jornada laboral.
e: Valle, K (2003)
100%
127
0%
Si
No
Fuent

Así mismo, y en correspondencia con el gráfico anterior, la totalidad de la muestra, es
decir, el 100% afirma que las vibraciones no son un factor de riesgo físico permanentes,
durante las jornadas laborales; por lo cual, no presentan patologías derivadas por
exposición a dicho factor.
Gráfico 25: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Trabajo esta sujeto a tareas repetitivas.
128

62,50%
nte: Valle, K (2003)
37,50%
Cuadro 21: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Trabajo esta sujeto a tareas repetitivas.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
12
20
37.5
En cuanto a los trabajos sujetos a tareas repetitivas, de una muestra de treinta y dos médicas
voluntarias, que representan el 100%; un 37.5% asegura que sus actividades laborales se
encuentran sujetas a tareas repetitivas; mientras que un 62.5% señala que dentro de sus
62.5
actividades la repetitividad de tareas es prácticamente nula.
129
Si
No
Fue

Gráfico 26: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Equipos de trabajo adecuados para la realización de labores.
90,63%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
9,38%
Cuadro 22: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Equipos de Trabajo adecuados para la realización
de labores.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
3
29
9.38
130
90.63
Si
No

El presente gráfico, señala que según la opinión emitida por la muestra en estudio, un
9.38% asegura que los equipos de trabajo de los cuales disponen para la realización de sus
labores, son los adecuados para dichos fines; mientras un 90.63% indica que los equipos
que utiliza para llevara acabo sus labores cotidianas no son los adecuados para ello.
Gráfico 27: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Instrumentos de trabajo diseñados ergonómicamente.
71,88%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
28,13%
Cuadro 23: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Instrumentos de trabajo diseñados
ergonómicamente.
131
Si
No

Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
9
23
28.13
71.88
Con respecto al diseño de los instrumentos de trabajo del personal médico, de una muestra
de treinta y dos (32) médicas, el 28.13% afirma que dichos instrumentos han sido diseñados
bajo el concepto de la ergonomía; mientras que el 71.88% de la muestra, señala que los
instrumentos en cuestión no cuentan con dicho concepto; puesto que en su mayoría, los
mismos se encuentran o descontinuados u obsoletos.
Gráfico 28: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Problemas músculo-esqueléticos.
18,75%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
132
81,25%
Si
No

Cuadro 24: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Problemas músculo-esqueléticos.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
26
6
81.25
18.75
Referente a los problemas músculo-esqueléticos, el presente gráfico indica que el 81.25%
de la muestra en estudio padece de esta patología debido a las posturas inadecuadas;
mientras un 18.75% señala no padecer de dichos problemas.
Gráfico 29: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Trabajo en horario Nocturno.
133

12,50%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
87,50%
Cuadro 25: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Trabajo en horario Nocturno.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
28
4
87.5
El presente gráfico representa a la fracción de la muestra que trabaja en horario nocturno;
tal es el caso del 87.5% de dicha muestra. Por el contrario, el 12.5% restante, no realiza
trabajos en horarios nocturnos
134
12.5
Si
No

Gráfico 30: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Patologías producto de jornada laboral en horario nocturno.
35
30
25
20
15
10
5
0
32
26
24
ente: Valle, K (2003). Valencia
15
12
3 2
Estrés
Insomnio
Irritabilidad
Fatiga
Cambios de Conducta
Todos
Trastornos Cardiováculares
Cuadro 26: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Patologías producto de jornada laboral en horario
nocturno.
Tipo de Patologías
Frecuencia Porcentaje (%)
135
Fu

Estrés
32
100
Insomnio 26 81.25
Irritabilidad 24 75
Fatiga 15 46.88
Cambios de Conducta 12 37.5
Todos 3 9.38
Trastornos Cardiovasculares 2 6.25
En correspondencia con el gráfico antes expuesto (gráfico 29); el presente gráfico, pone en
manifiesto las patologías que presentan las médicas voluntarias (muestra 32 médicas), en
ocasión del trabajo durante la jornada nocturna; siendo de esa manera, se obtienen los
siguientes resultados; un 81.25% (26 personas) padece de insomnio, un 37.5% (12
personas) afirma padecer de cambios de conducta, el 100% (32 personas) asegura padecer
de estrés, otro 46.88% (15 personas) padece de fatiga; mientras que un 6.25% (2
personas) sufre de trastornos cardiovasculares; el 75% (24 personas) asegura padecer de
irritabilidad y por ultimo un 6.25% (2 personas) afirma padecer de todas las anomalías
antes mencionadas.
Gráfico 31: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Exceso de carga laboral.
136

12,50%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
87,50%
Cuadro 27: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Exceso de carga laboral.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
28
4
87.5
El presente gráfico, determina que de una muestra de treinta y dos (32) médicas, el 87.5%
afirma encontrarse sometido a exceso de carga laboral, no encontrándose sometido a dicha
situación el 12.5% restante de la muestra en estudio.
Gráfico 32: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
12.5
de la Salud Ocupacional. Fatiga como factor influyente en el rendimiento laboral.
137
Si
No

28,13%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
71,88%
Cuadro 28: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Fatiga como factor influyente en el rendimiento
laboral.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
23
9
71.88
28.13
De acuerdo con el presente gráfico, la fatiga constituye un factor influyente en el
rendimiento del 71.88% de la muestra encuestada; por el contrario, para el 28.13% restante,
la fatiga no representa un obstáculo en el rendimiento laboral.
138
Si
No

Gráfico 33: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Períodos de descanso insuficientes.
68,75%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
31,25%
Cuadro 29: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Períodos de descanso insuficientes.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
10
22
31.25
68.75
Mediante el presente gráfico, se quiere representar la opinión emitida por la muestra,
referente a los periodos de descanso. En ese sentido, el 31.25% de la muestra asegura que
139
Si
No

los periodos de descanso son suficientes para la recuperación y el retorno a las actividades
laborales. Por el contrario, el 68.75% señala que dichos periodos son insuficientes
comparados con las jornadas de trabajo que deben cumplir diariamente.
Gráfico 34: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Capacitación del personal médico en cuanto a normas y
procedimientos de seguridad.
46,88%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
53,13%
Cuadro 30: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Capacitación del personal médico en cuanto a
normas y procedimientos de seguridad.
Frecuencia
Porcentaje (%)
140
Si
No

SI NO %SI %NO
17
15
53.13
46.88
El Gráfico aquí expuesto, señala la dualidad existente entre el personal médico encuestado
(muestra) con respecto su capacitación, en cuanto a las normas y procedimientos de
seguridad. Así pues, se aprecia que el 53.15% de la muestra afirma que el personal médico
en general, se encuentra capacitado en esta materia; mientras que el 46.88% restante,
demuestra todo lo contrario al señalar que el personal médico no esta debidamente
capacitado en cuanto a normas y procedimientos de seguridad, se refiere.
Gráfico 35: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Capacitación del personal para el uso de los equipos de protección
personal en las respectivas áreas de trabajo.
40,63%
nte: Valle, K (2003). Valencia
141
59,38%
Si
No
Fue

Cuadro 31: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Capacitación del personal para el uso de los
equipos de protección personal en las respectivas áreas de trabajo.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
19
13
59.38
40.63
El gráfico antes expuesto, expresa que de la muestra, un 59.38% afirma haber sido
capacitado para la utilización de los equipos de protección personal (EPP) en sus
respectivas áreas de trabajo; mientras que el 40.63% restante, señala no haber recibido
dicha instrucción en sui área de trabajo.
Gráfico 36: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Conocimiento de las medidas de seguridad y prevención
existentes en el centro hospitalario, por parte del personal médico.
56,25%
142
43,75%
Si
No

Fuente: Valle, K (2003)
Cuadro 32: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Conocimiento de las medidas de seguridad y
prevención existentes en el centro hospitalario.
Frecuencia
Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
18
14
43.75
56.25
A través del grafico aquí expuesto, se desea representar el conocimiento por parte del
personal médico, con respecto a las medidas de seguridad y prevención existentes en la
institución. En vista de ello, sólo el 43.75% de la muestra conoce de dichas medidas;
mientras que el 56.25% restante no posee información alguna con respecto al mencionado
tema.
Gráfico 37: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Niveles de conocimiento, del personal médico con respecto a los
factores de riesgos ocupacionales a los cuales se exponen.
143

15,63%
59,38%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
25,00%
Bajo
Medio
Cuadro 33: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de niveles de conocimiento, del personal médico
con respecto a los factores de riesgos ocupacionales a los cuales se exponen.
Nivel Frecuencia Porcentaje (%)
Alto
5
15.63
Medio 19 59.38
Bajo 8 25
A través del presente gráfico, se quiere hacer referencia a los niveles de conocimiento que
poseen las médicas de la muestra, en cuanto a los factores de riesgos ocupacionales. De allí
se derivan los siguientes resultados; un 59.38% asevera tener un nivel de conocimiento
medio, con respecto a los riesgos ocupacionales; mientras que un 25% afirma poseer un
nivel de conocimiento bajo; y por ultimo, un 15.63% se ubica en un nivel de conocimiento
alto con respecto a los factores de riesgo ocupacionales.
144
Alto

Gráfico 38: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Causas por las cuales no tienen hijos.
9,37%
6,25%
9,37%
3,13%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
25%
Raznes Acedémicas
Infertilidad
Riesgos Laborales
Razones Personales
Esterelidad
Cuadro 34: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de las causas por las cuales no tienen hijos
Causas
Razones Académicas
Frecuencia Porcentaje (%)
Infertilidad 3 9.37
Riesgos Laborales 3 9.37
8
145
25

Razones Personales 2 6.25
Esterilidad 1 3.13
Fa 17 53.12%
Ahora bien, en cuanto a las causas por las cuales éstas profesionales de la medicina, no ha
tenido hijos. Cabe resaltar que de una muestra de treinta y dos (32) galenas, el 53.12%
(equivalente a 17 médicas) de la misma afirma no tener hijos por razones como infertilidad,
representado por un 9.37% (3 personas); un 3.13% (1 persona) por esterilidad, un 25% (8
personas) por razones académicas. Así mismo, el 9.37% (3 personas), afirma que la razón
por la cual no tiene hijos es debido a los riesgos laborales; y el 6.25% (2 personas) restante
de dicha fracción, asume no tener hijos por razones personales.
Gráfico 39: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Intentos de gestación fallidos.
34,38%
25,00%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
146
3,13%
0,00%
37,50%
0 Pérdidas
1 Pérdida
2 Pérdidas
3 Pérdidas
Más de 3
Pérdidas

Cuadro 35: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Intentos de gestación fallidos.
Pérdidas Frecuencia Porcentaje (%)
0 Pérdidas
12
37.5
1 Pérdida 11 34.38
2 Pérdidas
3 Pérdidas
Más de 3 Pérdidas
8
1
-
En el presente gráfico, se representan el número de pérdidas gestacionales que han tenido
las galenas que conforman la muestra; siendo de esta manera, el 37.5% de la muestra en
estudio, no ha tenido pérdida gestacional alguna; bien sea por infertilidad, esterilidad y
razones académicas. Sin embargo, el 43.75% ha tenido entre una y dos pérdidas
gestacionales y el 18.75% restante, entre dos y tres pérdidas. Dejando fuera de lugar a la
opción de más de tres pérdidas, con un 0.00%.
Gráfico 40: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
25
3.13
de la Salud Ocupacional. Causas de las perdidas gestacionales.
147
-

12,50%
6,25%
21,88%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
21,88%
Abortos Espontáneos
Afecciones en el
Desarrollo Embrional
Partos Prematuros
Pérdida Gestacional
durante ultimos meses de
Embarazo
Cuadro 36: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Causas de las perdidas gestacionales.
Causas Frecuencia Porcentaje (%)
Abortos Espontáneos
7
21.88
Afecciones en el Desarrollo Embrional 7 21.88
Partos Prematuros 4 12.5
Pérdidas Gestacional durante últimos meses
de embarazo
2
6.25
Fa 20 62.5%
Mediante el gráfico antes expuesto, se desea reflejar las causas de las pérdidas
gestacionales; así pues, señala el 62.5% ( 20 personas) de la muestra que ha tenido pérdidas
gestacionales a causa del aborto espontáneo, representado por un 21.88% (7 personas). Un
6.25% (2 personas) lo representan los partos prematuros, un 12.5% (4 personas), le
148

corresponde a los abortos espontáneos durante los últimos meses de embarazo; y el 21.88%
(7 personas) restante le pertenece a las afecciones en el desarrollo embrional.
Gráfico 41: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Resultados de las gestaciones.
12,50%
3,13% 3,13%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
0,00%
28,13%
149
De Feliz Término
Defectos de Nacimiento
Cáncer Infantil
Afecciones en el Desarrollo
del Infante
Bajo Peso al Nacer

Cuadro 37: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de Resultados de las gestaciones.
Resultados Frecuencia Porcentaje (%)
Feliz Término
9
28.13
Defectos de Nacimiento 4 12.5
Cáncer Infantil 1 3.13
Afecciones en el Desarrollo del Infante 1 3.13
Bajo Peso al Nacer - -
Fa 15 46.88%
El presente gráfico, determina los resultados de las gestaciones, de aquella fracción de la
muestra que tiene hijos; es decir, 15 personas, o lo que es su equivalente en porcentaje un
46.88% de la muestra en estudio, de la cual sólo el 28.13% (9 personas) de dicha fracción
ha tenido resultados gestacionales satisfactorios; un 12.5% (4 personas), lo representan a
aquello que han tenido hijos con defectos de nacimiento, el 3.13% ( 1 persona) de la
fracción tienen hijos con cáncer infantil, y el 3.13% (1 persona) restante representa a
aquellos que tienen hijos con afecciones en el desarrollo del mismo.
150

Gráfico 42: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Factores de riesgos ocupacionales como los causantes de las
pérdidas fetales o de la incapacidad reproductiva.
90,63%
Fuente: Valle, K (2003). Valencia
9,38%
Cuadro 38: Salud Reproductiva de Mujeres Profesionales de la Medicina, Bajo el enfoque
de la Salud Ocupacional. Distribución de los Factores de riesgos ocupacionales como los
causantes de las pérdidas fetales o de la incapacidad reproductiva.
Frecuencia
151
Si
No

Porcentaje (%)
SI NO %SI %NO
3
29
9.38
90.63
El presente gráfico, expresa la opinión emitida por la muestra, al hacer referencia a los
factores de riesgos ocupacionales como posibles causantes de las pérdidas gestacionales o
de las incapacidades reproductivas que presentan algunas galenas. En este sentido, sólo el
9.38% de la muestra, es decir tres (3) personas alegan que los riesgos ocupacionales,
pudiesen ser los causantes de dichas situaciones; mientras el 90.63% afirma que los factores
de riesgos ocupacionales, no son los causantes de las mencionadas realidades.
CAPITULO V
CONCLUSIONES Y DISCUSIONES
Tal como lo señala Acevedo (2002), el trabajo de la mujer posee condiciones
especiales, ya que la cotidianidad de ésta se encuentra representada por la triada de
exigencias sociales; como es el caso de la producción de medios de existencias y la
reproducción de los seres humanos, la cual incluye el cuidado de los mismos; y estos a su
vez representan la fuerza de trabajo futura.
En este sentido, vale señalar que hoy por hoy el sector salud se encuentra altamente
feminizado y las condiciones higiénico-ambientales de las instituciones hospitalarias aún
siguen constituyendo un riesgo para la salud de las personas que allí laboran. (cuadro 2)
152

Aunado a ello, se encuentra el conocimiento que debe tener el personal médico, con
respecto a las medidas de seguridad y prevención de accidentes o de eventos no deseados
que existen dentro de las instituciones para las cuales laboran; puesto que tanto la falta de
información como la ignorancia o el desinterés de dichas medidas se reflejan y se
materializan en la salud, bienestar e integridad, no sólo del personal médico, sino también
de las personas que allí acuden en búsqueda de la solución a sus problemas de salubridad.
(cuadros 32, 12, 13 y 14); así como también la falta de capacitación en cuanto a normas y
procedimientos de seguridad (cuadro 30), al uso de equipos de protección personal (EPP)
en las áreas de trabajo (cuadro 31); y el conocimiento de los EPP a utilizar para protegerse
de los riesgos ocupacionales en las respectivas áreas de trabajo (gráficos 5 y cuadro 5); así
como también de los dispositivos de seguridad general que deben poseer las áreas de
trabajo (cuadro 7). Y principalmente el conocimiento que debe tener dicho personal acerca
de los riesgos ocupacionales (gráfico 1) y de las condiciones de riesgos a los cuales se
expone dentro de las áreas de trabajo (cuadro 2)
Bajo este esquema, y haciendo referencia a los niveles de conocimiento que poseen
las médicas en cuanto a los factores de riesgos ocupacionales, éstos son identificados dentro
de un nivel medio, con una mayoría de diecinueve (19) galenas, lo que representa el
59.38% de la muestra en estudio; y que para los efectos del sector salud, tienen y deben ser
la prioridad uno en cuanto a conocimiento se refiere; ya que dichos factores repercuten
inevitablemente en las personas en general, personal médico, pacientes, personal
administrativo y operativo que acude y labora en los centros de atención en salud. (cuadro
33)
En todo caso, se debe tener presente que los profesionales de la salud no se encuentran
exentos de sufrir algún accidente o padecer de alguna enfermedad, producto de los riesgos
ocupacionales.
Sin embargo, las condiciones bajo las cuales laboran las profesionales de la medicina, y las
cuales fueron observadas durante el desarrollo de la investigación, no concuerdan con las
153

establecidas en las distintas normas y reglamentos higiénico-ambientales de trabajo; a la
muestra esta; la carencia de una sistema de ventilación adecuado (cuadro 17), la falta de
iluminación en lagunas áreas de trabajo (cuadro 18), la falta de dotación de equipos de
protección personal por parte de la institución (cuadro 6), la carencia de instrucción en
cuanto a la ubicación de las salidas de emergencia, de las áreas de resguardo y
descontaminación (cuadros 8 y 9 respectivamente); la falta de señalización de seguridad
hospitalaria dentro de la institución (cuadro 10) y por ende en las áreas de trabajo (cuadro
11); es por ello, que las galenas, afirman padecer de problemas músculo-esqueléticos,
producto de las posturas inadecuadas (cuadro 24), de la implementación de herramientas e
instrumentos inadecuados para la realización de sus labores (cuadro 22); así como también
el diseño de los instrumentos y equipos de trabajo (cuadro 23). En vista de ello, cabe
señalar lo establecido en el numeral 3º del artículo 19 de la Ley Orgánica de Prevención,
Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT), en donde se reglamenta como
obligación de los empleadores la instrucción y capacitación a los trabajadores respecto a
la prevención de accidentes enfermedades profesionales, así como también en lo que se
refiere a uno de dispositivos personales de seguridad y protección.
Igualmente, las médicas afirman padecer de patologías como insomnio, cambios de
conducta, estrés, fatiga, trastornos cardiovasculares e irritabilidad (cuadro 26), luego de
cumplidas la jornada laboral nocturna (cuadro 25); a ello se le agrega, el exceso de carga
laboral a la cual se encuentran expuestas (cuadro 27), la repetitividad de las tareas (cuadro
21) y los insuficientes periodos de descanso (cuadro 29), que traen como resultado un bajo
rendimiento laboral, producto de la fatiga (cuadro 28)
Una vez planteada dicha realidad, vale la pena destacar lo señalado en el artículo 6 de la
LOPCYMAT, la cual establece que para efectos de la protección de los trabajadores en las
empresas de explotaciones, oficinas o establecimientos industriales o agropecuarios,
públicos y privados el trabajo deberá desarrollarse en condiciones adecuadas a la
capacidad física y mental de los trabajadores y en consecuencia: (1) que garanticen todos
los elementos de saneamiento básico. (2) que presten toda la protección y seguridad a la
154

salud y a la vida de los trabajadores contra todos los riesgos del trabajo. (3) que aseguren
a los trabajadores un estado de salud físico y mental normales y protección adecuada a la
mujer, al menor y a personas naturales con condiciones especiales....(5) que permitan la
disponibilidad de tiempo libre y las comodidades necesarias para alimentación descanso,
esparcimiento y recreación, así como para la capacitación técnica y profesional.
Ahora bien, en cuanto a las condiciones reproductivas de las profesionales de la medicina.
Cabe resaltar que de una muestra voluntaria de treinta y dos (32) galenas, el 53.12% de
dicha población afirma no tener hijos por razones como infertilidad, representado por un
9.37%; un 3.13% por esterilidad, un 25% por razones académicas; teniendo en cuenta que
los postgrados de medicina establecen ciertas normas y lineamientos que han de ser
cumplidos por quienes aprueban los concursos correspondientes a dichos postgrados. Así
mismo, el 9.37%, afirma que la razón por la cual no tiene hijos es debido a los riesgos
laborales; y el 6.25% restante, asume no tener hijos por razones personales. (cuadro 34)
Por otro lado, el 37.5% de la muestra en estudio, no ha tenido pérdida gestacional alguna;
bien sea por infertilidad, esterilidad y razones académicas. Sin embargo, el 34.38% ha
sufrido de una pérdida gestacional , un 25% de dos pérdidas gestacionales y el 3.13%
restante, de tres pérdidas. (cuadro 35). Dicho fenómeno, se refleja a través de causas como
el aborto espontáneo, representado por un 21.88% de un 62.5%; que es la fracción de la
muestra que ha tenido pérdidas gestacionales. Un 6.25% lo representan los partos
prematuros, un 12.5%, le corresponde a las perdidas gestacionales durante los últimos
meses de embarazo; y el 21.88% restante le pertenece a las afecciones en el desarrollo
embrional. (cuadro 36)
Bajo el mismo orden de ideas, un 46.87% de la muestra en estudio, afirma tener hijos,
pero de los cuales sólo el 28.12% de dicha fracción ha tenido resultados gestacionales
satisfactorios; un 12.5%, lo representan quienes han tenido hijos con defectos de
nacimiento, el 3.12% de la fracción tienen hijos con cáncer infantil y el 3.12% restante
representa a aquellos que tienen hijos con afecciones en el desarrollo del infante. (cuadro
37)
155

En este sentido, importa y por muchas razones la actuación de las instituciones hospitalarias
para efectos de la protección, prevención y resguardo de las personas que día a día laboran
dentro de las mismas, para brindar, garantizar o tratar de mejorar la salud de la colectividad.
Ya que es preocupante la existencia de casos de enfermedades ocupacionales dentro de las
instituciones, puesto que el 46.88% afirma conocer de dichas situaciones (cuadro 3),
distribuyéndose de la siguiente manera; un 21.88% conoce de casos de enfermedades
ocupacionales por riesgos biológicos, un 9.38% afirma conocer de enfermedades a causa de
riesgos químicos, un 3.12% por riesgo físico, el 6.25% a causa de riesgos psicosocial, y el
6.25% restante a causa de incompatibilidades ergonómicas. (cuadro 4). Como también es
motivo de preocupación que los factores de riesgos ocupacionales, no sean considerados
como los causantes de las pérdidas gestacionales y de las incapacidades reproductivas
(cuadro 38), siendo fracción minoritaria de las médicas que constituyeron la muestra
voluntaria, quienes manifiestan preocupación, al considerar que las condiciones laborales
puedan guardar relación con sus problemas reproductivos.
Desde una perspectiva más general, en lo que al trabajo de la mujer se refiere valdría la
pena tomar en consideración la propuesta que emitiese Ituraspe (1989), en la cual sugiere
llevar a cabo una revisión de la legislación y reglamentación de éste; a fin de evitar
cualquier forma de discriminación a través de la protección de la maternidad, de sus
capacidades reproductivas y sus procesos de gestación; mediante normas que impidan la
exposición de las mujeres a riesgos tanto reales como potenciales, que atenten contra la
vida y la salud de las generaciones futuras.
Además de ello, se debe considerar, que en los lugares de trabajo, existen elementos que
representan un riesgo potencial para la sana reproductividad de los seres humanos; y es
por ello que la Salud Reproductiva no se debe reducir al rol materno; pues existen aspectos
claves como lo son la fecundidad, el aborto, los patrones diferenciales de género, que a su
vez vinculan a las condiciones socio-culturales y absolutamente todas deben ser tomadas en
156

cuenta a fin de lograr responsabilidades equitativas, sexualidades responsables y una sana
reproductividad para la procreación de la generación futura.
Si todo ello se enmarca dentro de los derechos reproductivos; tal como lo señala en
Centro de Estudios y Asesoría en Salud (CEAS-1994:276), la salud reproductiva se
establece como un concepto sumamente complejo, al cual se unen dimensiones biológicas
fundamentadas en las diferencias anatómicas entre hombres y mujeres; dimensiones
fisiológicas, las cuales hacen referencia al funcionamiento físico-químico del aparato
reproductor; dimensiones sociológicas, las cuales se traducen por las manifestaciones del
inconsciente, tal es el caso de los deseos, sueños y fantasías; luego se encuentra la
dimensión sociocultural; correspondiente al desempeño de los roles sexuales socialmente
definidos, la accesibilidad a los servicios de educación, información, comunicación y salud;
así como también la situación ocupacional e ideológica; y por ultimo, la dimensión
jurídico-política, refiriéndose ésta a la protección legal de la reproductividad.
Siendo de esta manera, la procreación y sus implicaciones en las condiciones de salud son
parte de la sexualidad entendida como una forma de expresión integral del ser humano
durante todo su transcurso vital, como una forma racional, específicamente humana que
trasciende la finalidad biológica de reproducción de la especie, y como un derecho humano
básico que garantiza la realización de sus diferentes dimensiones como lo son el placer, el
afecto, la comunicación, la ética y la procreación, de manera integral y sin riesgos, así lo
señala el CEAS (1994:315).
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