Estudio bio-bibliográfico de Don Hilarión Eslava - Dialnet
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ESTUDIO BIO-BIBLIOGRÁFICO DE DON HILARIÓN ESLAVA<br />
yaba el público, «Las treguas». No llegó a representarse más esta tercera ópera,<br />
que no <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> proporcionarle disgustos.<br />
Aunque con aptitu<strong>de</strong>s y fortuna, convencióse bien pronto que mejor encajaban<br />
en su espíritu sacerdotal sus aficiones a la música religiosa, que cultivó con<br />
tanto agrado <strong>de</strong> todos los maestros <strong>de</strong> su época.<br />
Una <strong>de</strong> las mayores ilusiones <strong>de</strong> su vida en Sevilla hubiera sido, según lo<br />
manifestó en varias ocasiones, la formación <strong>de</strong> una masa coral, que ejecutara nuestra<br />
polifonía clásica, <strong>de</strong> la que fue admirador tan ferviente. No había llegado aún<br />
la época <strong>de</strong> la constitución <strong>de</strong> estos coros, y el ambiente <strong>de</strong> Sevilla no era el<br />
más a<strong>de</strong>cuado al logro <strong>de</strong> este i<strong>de</strong>al. Faltaban bastantes años <strong>de</strong> labor preparatoria<br />
que educara, formara el gusto y elevase el nivel <strong>de</strong> cultura artística <strong>de</strong> los pueblos<br />
hasta nuestra época más feliz en la creación <strong>de</strong> estos conjuntos, que van, por fin,<br />
entrando en todas las regiones <strong>de</strong> nuestra patria.<br />
Recuerdo a este propósito una crónica <strong>de</strong> José María Pemán cuyo sucedido<br />
con ligeras variantes aconteció a <strong>Eslava</strong>.<br />
«Voy viendo cómo avanza esta exaltación <strong>de</strong> lo colectivo, como el mar sobre<br />
la playa, sobre esta Andalucía <strong>de</strong> tan bravo temperamento individualista. En esta<br />
Andalucía, don<strong>de</strong> siempre se ha bastado un hombre sólo para matar un toro o<br />
cantar una copla, empieza ya a haber hasta orfeones. Y es lo que me <strong>de</strong>cía ayer<br />
un viejo clásico:<br />
Señó, que yo no comprendo esto <strong>de</strong>l Orfeón. Que se ajuntan cincuenta tíos<br />
y empiezan con aquello <strong>de</strong> «que ya sale el só, que ya viene el día» y vuelta con<br />
«que ya viene el día y ya sale el só» y dale con el só y con el día. Señó, ¿qué farta<br />
hasen cincuenta tíos pa <strong>de</strong>cí tos lo mismo? ¡Uno sólo caray, que ya me he enterao:<br />
que no soy sordo!».<br />
Este era el ambiente.<br />
Y en este ambiente hubo <strong>de</strong> trabajar con los mayores entusiasmos inspirándose<br />
muchas veces, cuando se apartaba <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los clásicos <strong>de</strong> la polifonía<br />
religiosa a la que fue tan adicto, en los in<strong>de</strong>cibles encantos <strong>de</strong>l purísimo cielo<br />
sevillano, en la gracia ingenua y sutil <strong>de</strong> la psicología popular y en la <strong>de</strong>voción<br />
religiosa, honda y sentida <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Sevilla.<br />
Y en este ambiente saturado <strong>de</strong>l aroma <strong>de</strong> los azahares, <strong>de</strong> fe, <strong>de</strong> gracia y <strong>de</strong><br />
casto amor, escribió su Miserere, cuya resonancia no pudo nunca sospechar y acerca<br />
<strong>de</strong>l cual, cuando intentó retirarlo, obtuvo contestación firme <strong>de</strong>l sentir sevillano,<br />
como se reflejó al <strong>de</strong>spedirse, en las siguientes quintillas:<br />
A <strong>Eslava</strong> en su <strong>de</strong>spedida<br />
(Hoja impresa anónima.)<br />
Con anhelo divino<br />
sublimaste a Sevilla,<br />
y hoy te lleva tu sino<br />
al más glorioso y principal <strong>de</strong>stino...<br />
¡porque tu genio brilla!<br />
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