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Mi lugar favorito - La Semana de Frente

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fango por <strong>La</strong>ureana toledo<br />

eneRo, HaCeR listas<br />

<strong>La</strong> mayoría <strong>de</strong> los eneros comienzan con listas <strong>de</strong> cosas por hacer. Dicen que<br />

hacer una es la manera más fácil <strong>de</strong> cumplir con lo que nos proponemos: ir<br />

tachando pendientes y logros es una sensación verda<strong>de</strong>ramente gratificante.<br />

Tomen esto <strong>de</strong> una neurótica obsesiva.<br />

Todo el mundo empieza con bríos y buenas intenciones. Algunos juraron<br />

ya no beber más, otros enflacar tantos kilos, “este año sí voy a <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> fumar,<br />

<strong>de</strong> fumar mota, <strong>de</strong> meterme mierdas, <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir mentiras.” “Te juro Virgencita<br />

que ya no le voy a ser infiel, que ahora sí voy a cambiar.” Lo cual me hace<br />

preguntarme por qué es que promete-<br />

mos tales cosas cuando año tras año<br />

hemos hecho promesas parecidas<br />

que no cumplimos. Creo que sería<br />

más fácil si no los empezaramos<br />

todos al mismo tiempo. El resultado<br />

es que pasamos un par <strong>de</strong> semanas<br />

hambrientos, sobrios, <strong>de</strong> mal humor<br />

y <strong>de</strong>sesperados buscando trabajo y<br />

becas para llegar a febrero cansados, frustrados y un poquito más <strong>de</strong> malas<br />

porque no logramos todo lo que nos propusimos.<br />

En lo personal había prometido hacer más yoga, hasta que me esguincé<br />

un tobillo, así que eso, aunado con la torcedura <strong>de</strong> hombro <strong>de</strong> mayo, hace <strong>de</strong><br />

mi propósito la primera promesa que tacharé <strong>de</strong> la lista por imposible, o la<br />

que se irá a mayo, si es que ya sanaron bien todas mis articulaciones. (Tal<br />

vez en mi lista para el diciembre anterior <strong>de</strong>bí haber puesto como propósito<br />

casi casi por Alan Page<br />

Django, una <strong>de</strong> vaqueRos<br />

Cualquier crítica al cine <strong>de</strong> Tarantino invariablemente se topa con un obstáculo:<br />

Tarantino es Tarantino. Esta frase con<strong>de</strong>nsa una doble <strong>de</strong>fensa: 1) que<br />

es tan singular que no hay vara con cuál medirlo, y 2), aunque la hubiera, sus<br />

películas son tan entretenidas que sería un ejercicio obstinado. Es un artista<br />

que erige sus obras sobre el gran pantano histórico <strong>de</strong> las películas <strong>de</strong> género,<br />

un artista que toma pulpa y la convierte en arte o, aunque sea, pulpa<br />

reflexiva (para algunos, criterio suficiente para llamar algo una obra <strong>de</strong> arte).<br />

El cine <strong>de</strong> Tarantino es un cine<br />

<strong>de</strong> violencia, pero como su materia<br />

prima la exige, los excesos <strong>de</strong><br />

Tarantino son difíciles <strong>de</strong> distinguir<br />

<strong>de</strong> los excesos <strong>de</strong>l género en cual se<br />

ubica. Hasta ahora. Inglorious Basterds<br />

y Django Unchained marcaron un<br />

giro que ha hecho toda la diferencia:<br />

pasó <strong>de</strong> películas <strong>de</strong> género (zombis,<br />

gángsters, anime), a películas <strong>de</strong><br />

género históricas; o, por <strong>de</strong>cirlo <strong>de</strong> otro modo, <strong>de</strong> antagonistas zombis a nazis.<br />

Pasa algo muy interesante con este cambio, pero lo que más me llama<br />

la atención es que la vieja <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> “Tarantino es Tarantino” no se sostiene<br />

como antes. No porque haya <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> serlo, sino porque el universo<br />

fílmico <strong>de</strong> don<strong>de</strong> ahora parte no se limita a la historia <strong>de</strong>l cine. <strong>La</strong> pregunta<br />

es si las películas <strong>de</strong> Tarantino son películas históricas (sobre el nazismo,<br />

o la esclavitud), o si son comentarios sobre películas históricas, o, quizá la<br />

pregunta más importante, cuál es la diferencia.<br />

www.frente.com.mx | contraloría | 5 | FRENTE <strong>de</strong>l 24 al 30 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 2013<br />

“Creo que sería más fácil cumplir con<br />

varios buenos propósitos si no los<br />

pusiéramos a todos a empezar la carrera<br />

al mismo tiempo.”<br />

“Es justamente la indiferencia <strong>de</strong>l cine<br />

<strong>de</strong> género hacia la singularidad <strong>de</strong> sus<br />

narrativas y sus personajes lo que hace<br />

que se sienta que hay algo mal,<br />

muy mal, con Django”.<br />

aceptar que ya no tengo 25 años y que no puedo tropezar y volar con gracia<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las gradas a la cancha <strong>de</strong> basket. Mucho menos en chanclas.) Por eso,<br />

hace mucho que no tengo propósitos altamente <strong>de</strong>finidos, salvo el <strong>de</strong>l yoga,<br />

que ya pasó a mayo, pero sí muchos planes, proyectos y mejoras que hacer<br />

en distintos <strong>de</strong>partamentos <strong>de</strong> mi vida, sólo que no todos en enero.<br />

El propósito más realista que se me ocurre que se pue<strong>de</strong> hacer cada<br />

año es dosificar nuestros propósitos: que hagamos una lista para enero,<br />

una para febrero y así sucesivamente contemplando las situaciones reales<br />

<strong>de</strong> nuestro entorno. Por ejem-<br />

plo, conseguir una beca ahora que<br />

no hay convocatorias abiertas sería<br />

casi imposible, por lo tanto empezar<br />

ese proyecto genial que tenemos en<br />

el cajón hace años no es aconsejable,<br />

sobre todo si no tenemos dinero<br />

porque ya nos gastamos los ahorros<br />

en regalos, viajes, drogas o todo lo<br />

anterior junto; <strong>de</strong>jar primero <strong>de</strong> beber, luego <strong>de</strong> fumar y por ahí <strong>de</strong> marzo<br />

ponernos a dieta. Si no, enloquecemos al cuerpo y a la gente que nos ro<strong>de</strong>a<br />

con nuestro mal humor.<br />

Yo, esguince <strong>de</strong> pretexto para estar en un obligado take it easy, me da pie<br />

(izquierdo) para poner cara <strong>de</strong> que no tengo prisa por empezar, y darme<br />

licencia <strong>de</strong> una semana extra <strong>de</strong> reposo.<br />

¡Lo que hacen algunos por cinco minutos más en la cama!<br />

Pero nadie podrá negar que Basterds y Django se sienten como películas<br />

muy distintas a Kill Bill o Death Proof. Y es que, ante la dimensión histórica<br />

hay algo que impi<strong>de</strong> que la violencia característica <strong>de</strong>l cine <strong>de</strong> Tarantino se<br />

mantenga in vacuo. No es lo mismo masacrar Yakuza que <strong>de</strong>stazar sureños,<br />

por más unánime que sea su con<strong>de</strong>na histórica.<br />

Escribo esto dividido. Inglorious Basterds me pareció <strong>de</strong> lo mejor <strong>de</strong><br />

Tarantino, pero Django me pareció un <strong>de</strong>sastre. Algo en la conexión entre<br />

el cine <strong>de</strong> género y la historia está<br />

haciendo corto circuito, y creo que<br />

es lo siguiente: lo que hace que el<br />

género sea género es una indiferencia<br />

a la especificidad <strong>de</strong> sus narrativas.<br />

Hablamos <strong>de</strong> una <strong>de</strong> zombis o una <strong>de</strong><br />

vaqueros, porque antemano sabemos<br />

qué esperar. El cine <strong>de</strong> género,<br />

casi por <strong>de</strong>finición, es una gozosa<br />

variación sobre lo mismo. Pero es<br />

justamente la indiferencia <strong>de</strong>l cine <strong>de</strong> género hacia la singularidad <strong>de</strong> sus<br />

narrativas y sus personajes lo que hace que se sienta que hay algo mal, muy<br />

mal, con Django. Con una mano, Tarantino le confiere esta indiferencia a<br />

la historia, mientras que con la otra la cubre <strong>de</strong>l gore y el dolor propio <strong>de</strong> la<br />

esclavitud. Transporta una narrativa sosa, genérica y terriblemente sanguinaria<br />

a una época compleja, cruel, con heridas todavía abiertas. Y, a pesar<br />

<strong>de</strong> ser un gesto atrevido, no da nada qué pensar.<br />

la siguiente<br />

semana colabora<br />

> Warpig<br />

> Mariana Linares<br />

> Toni François

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