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Mi lugar favorito - La Semana de Frente

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DDETRÁS<br />

la siguiente<br />

semana colabora<br />

> Pepe Casanova<br />

Pese a lo aparente, aproximarse a la figura <strong>de</strong> Roberto<br />

Bolaño no es una tarea que haya concluido. Pareciera<br />

lo contrario, por las exhaustivas lecturas que <strong>de</strong> su<br />

obra se han <strong>de</strong>sprendido. Sin embargo, el acercamiento<br />

hacia su producción se ha visto eclipsado<br />

por la fama suscitada por su persona. El escritor<br />

como la estrella <strong>de</strong> pop. Existen análisis presurosos<br />

que se han <strong>de</strong>dicado a exaltarlo hasta la incongruencia.<br />

Son contados aquellos que han tenido la<br />

suficiencia <strong>de</strong> acercarse a su obra, que no es poca,<br />

con el objeto <strong>de</strong> alejarse <strong>de</strong>l mito.<br />

Bolaño fue un pésimo escritor (lean Los<br />

<strong>de</strong>tectives salvajes con atención). Pero no es su<br />

peor cualidad. Su mayor <strong>de</strong>fecto fue siempre<br />

su incapacidad para concluir sus libros. Y aquellos<br />

que finalizó no se encuentran <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lo mejor<br />

<strong>de</strong> su biobibliografía. Títulos blandos, en<strong>de</strong>bles,<br />

badulaques, que sólo nutren un catálogo. Algunos<br />

ejemplos <strong>de</strong> su poca habilidad para terminar<br />

sus libros: la póstuma 2666, se presume <strong>de</strong> que<br />

se trata <strong>de</strong> una obra concluida, a la cual le faltó<br />

De regreso<br />

Pues querida lectora, querido lector, ya estamos <strong>de</strong><br />

regreso, y aunque nuestros muy amables jefes <strong>de</strong> este<br />

semanario nos dieron unas largas y merecidas<br />

vacaciones, su servidor aún quisiera estar tirando<br />

panza para arriba y con un clamato en la mano en<br />

esa paradisíaca isla <strong>de</strong>l caribe mexicano don<strong>de</strong><br />

tuve la suerte <strong>de</strong> pasar algunos días este último<br />

fin <strong>de</strong> año. Y es que como ya es sabido, enero es<br />

quizá el mes más difícil <strong>de</strong>l año: como que no dan<br />

ganas <strong>de</strong> levantarse <strong>de</strong> la cama en las mañanas,<br />

y mucho menos salir a trabajar y jo<strong>de</strong>rse el lomo<br />

todo el día y toda la semana, pero ni modo, aquí<br />

nos tocó vivir y no nos queda más que seguir en<br />

la chinga diaria y esperar esos anhelados puentes<br />

vacacionales en los que muy seguramente nos<br />

entregaremos a la hueva total (ya ven que eso no<br />

nos cuesta mucho trabajo).<br />

Y como no me pagan para hablar <strong>de</strong> mi vida<br />

“privada”, aquí vamos con un pequeño resumen<br />

<strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los acontecimientos que me han<br />

llamado la atención este inicio <strong>de</strong>l 2013.<br />

El caso <strong>de</strong> los perros asesinos. Yo la neta digo<br />

www.frente.com.mx | <strong>de</strong>trás | 36 | FRENTE <strong>de</strong>l 24 al 30 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 2013<br />

charlyfornication por Carlos Velázquez<br />

IncompletarIo ¿De chIle?<br />

una última revisada. Pue<strong>de</strong> ser purista si se quiere,<br />

pero ¿acaso no una novela que se va a la imprenta<br />

sin la última revisión <strong>de</strong> su autor está inconclusa?<br />

Un borrador que se edita. Imagine una versión <strong>de</strong><br />

Rayuela sin la corrección <strong>de</strong> galeras <strong>de</strong> Cortázar.<br />

Lo mismo suce<strong>de</strong> con Los <strong>de</strong>tectives salvajes. Se<br />

asume que es una novela perfectamente estructurada,<br />

pero con un final que <strong>de</strong>frauda. No por<br />

el acto <strong>de</strong> terminar con una figura geométrica,<br />

sino porque ese hecho propone algo que expuso<br />

Cortázar en Rayuela, al proponer distintos finales<br />

a través <strong>de</strong>l “tablero <strong>de</strong> dirección”. Un juego,<br />

sí, pero que jamás perdió <strong>de</strong> vista su cometido:<br />

la novela, aunque se haya <strong>de</strong>cretado muerta en<br />

ocasiones, es el género literario por excelencia.<br />

Y una novela necesita un final. De lo contrario<br />

podría continuar la narración o sugerir una saga.<br />

<strong>La</strong> sensación que produce la lectura total <strong>de</strong> Los<br />

<strong>de</strong>tectives salvajes, pero que el recuadro atempera.<br />

Y nos encontramos ante una obra inconclusa.<br />

Bolaño fue un escritor que nunca llegó tar<strong>de</strong> a<br />

monedita <strong>de</strong> oro por Jorge “Negro” Hipólito<br />

que si son culpables que los maten o sacrifiquen,<br />

¿no tenemos suficiente con los otros perros mor<strong>de</strong>lones?<br />

Ésos que se visten <strong>de</strong> azul marino y que a<br />

últimas fechas usan unos chalecos fosforescentes<br />

muy llamativos, o mejor aún, que se los man<strong>de</strong>n<br />

a Toño Mohamed a Tijuana, él promete hacerlos<br />

—y muy rápido— campeones <strong>de</strong>l fútbol mexicano<br />

<strong>de</strong> Primera División, cosa no muy difícil en estos<br />

tiempos.<br />

El caso <strong>La</strong>nce Armstrong. Una vez más nos<br />

enfrentamos a la doble moral gringa: todo el<br />

mundo sabía que el famoso ciclista era “todólogo”<br />

y que le entraba a cualquier anabólico que<br />

le pusieran enfrente, y nadie dijo nada. Había algo<br />

en esa doble moral gringa que les hacía tener la<br />

esperanza <strong>de</strong> que uno <strong>de</strong> los más gran<strong>de</strong>s representantes<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>porte <strong>de</strong> su país fuera inocente. No<br />

fue hasta que él mismo se <strong>de</strong>claró culpable, que<br />

los medios y la población gringa se encargaron<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>strozarlo, humillarlo y obligarlo a ser cuasiconfesado<br />

por la insoportable <strong>de</strong> Oprah Winfrey.<br />

Pobre.<br />

mamadores. Inocentota por Marco Colín | www.marcocolin.com<br />

nada. Y lo abandonaba todo <strong>de</strong>masiado rápido.<br />

Como al final <strong>de</strong> Los <strong>de</strong>tectives.<br />

Bolaño no perteneció a ninguna corriente<br />

literaria abiertamente, pero para mí fue un escritor<br />

<strong>de</strong>l crack, por El Tercer Reich y sus aproximaciones<br />

a Archimboldi. Otras <strong>de</strong> sus obras, como<br />

por ejemplo Los sinsabores <strong>de</strong>l verda<strong>de</strong>ro policía, las<br />

escribió sólo para respaldar a la crítica que calificó<br />

a Los <strong>de</strong>tectives como la mejor novela mexicana <strong>de</strong><br />

su generación.<br />

He oído disparates sobre Bolaño, pero ninguno<br />

tan rotundo como aquel que sugiere que era<br />

un poeta vanguardista. Y he aquí una vez más su<br />

vocación por no concluir las empresas. Soslayó<br />

su carrera <strong>de</strong> poeta para convertirse en novelista.<br />

Fue lo mejor que pudo hacer con su vida. Esa <strong>de</strong>cisión<br />

lo salvó <strong>de</strong>l anonimato. Bolaño es un escritor sin<br />

patria. Dejó Chile a medias, a México más que<br />

conocerlo lo presumió. Ni siquiera su i<strong>de</strong>ntidad<br />

quedó resuelta. Hoy en día es orgullo <strong>de</strong> los chilenos,<br />

pero él les dio la espalda.<br />

Sí/No a los parquímetros. Con un historial<br />

largo y, por supuesto, ninguna solución real<br />

a la vista, los habitantes <strong>de</strong> las colonias Roma<br />

y Con<strong>de</strong>sa no terminan <strong>de</strong> ponerse <strong>de</strong> acuerdo<br />

en cuanto la instalación <strong>de</strong> parquímetros en sus<br />

respectivos barrios. Los más dicen que es hora <strong>de</strong><br />

acabar con los famosos “franeleros” y <strong>de</strong>volver a<br />

la ciudad y a sus pobladores el espacio público<br />

que alguna vez fue la vía pública —obvio pagando<br />

por este servicio y esperando que nuestras nuevas<br />

flamantes autorida<strong>de</strong>s hagan buen uso <strong>de</strong><br />

esos recursos. Los otros argumentan que eso <strong>de</strong><br />

los parquímetros no es más que un negocio<br />

personal <strong>de</strong> un “amigo” o familiar <strong>de</strong> algún funcionario<br />

público <strong>de</strong> alto rango, y que sólo servirán<br />

para enriquecer los bolsillos <strong>de</strong> esos mismos personajes.<br />

<strong>La</strong> neta está difícil tomar partido, y como su<br />

servidor ni maneja, pues me mantengo al margen<br />

nomás viendo los madrazos y la poca cordura que<br />

predomina en esta complicada disputa. ¡Que gane<br />

el mejor! O al menos el que tenga la verdad con los<br />

pelos en la mano <strong>de</strong> por medio. He dicho.

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