La Gestión de Residuos de la Construcción y Demolición: un sector ...

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Medidas a tomar
Es necesario seguir una jerarquía de prioridades, contemplado en
el artículo 1.1 de la Ley 10/1998, para obtener una efi caz gestión
de los residuos. La primera opción, por lo tanto, es prevenir en la
medida de lo posible, reutilizar lo que se pueda, reciclar lo que no
se pueda reutilizar, y valorizar energéticamente todo lo que no se
pueda reutilizar o reciclar. El depósito fi nal en vertedero es la última
opción aunque la más utilizada, por su bajo coste, lo que supone
que un 90% de los residuos acaben allí, mientras que tan sólo un 5%
se recicla. Éstas son algunas de las medidas para reducir el impacto
de los residuos derivados de las actividades constructivas:
Reducción del uso de materias primas y materiales
que puedan difi cultar o imposibiliten la reciclabilidad
o reutilización posterior.
Minimizar los residuos evitando compras excesivas,
demasiado embalaje, etc.
Reutilización de materiales.
Reciclar los residuos mediante una correcta clasifi
cación.
Recuperar energía de los residuos destinando a
centrales incineradoras aquellos residuos susceptibles
de servir como combustible para la producción
de energía.
Artículo de fondo
Octubre 2008
Enviar la mínima cantidad de residuos al vertedero
y la que se envía gestionarla de manera correcta.
Tratamiento de los residuos
Los residuos generados en obras de construcción y demolición
son un problema habitual en este sector. Para solucionarlo es
necesaria una supervisión correcta y un conocimiento previo de
los tipos de residuos y de sus posibilidades de gestión en alguna
zona próxima a la obra.
Para una correcta gestión es preciso habilitar un espacio en el
recinto de la obra para la correcta clasifi cación de los residuos mediante
contenedores, los cuales deben estar señalizados en función
del tipo de residuo que admiten. Estos deben estar distribuidos por
las zonas de trabajo con el objetivo de facilitar la clasifi cación de los
residuos. Para poder llevar a cabo esta gestión, los trabajadores y
subcontratados deben recibir una formación adecuada para poder
distribuir correctamente los residuos así como para llevar un control
periódico de la clasifi cación.
Si bien la mayor parte de los residuos que se generan en actividades
de construcción y demolición no suelen revestir características
de peligrosidad, su recogida de forma no selectiva provoca la mezcla
de distintos tipos de residuos que no son peligrosos entre sí pero
que, al mezclarse, pueden dar lugar a residuos contaminados en su