Cartas a Jóvenes Enamorados (1987) - Iglesia Adventista Agape
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68 <strong>Cartas</strong> a <strong>Jóvenes</strong> <strong>Enamorados</strong><br />
Debido a la infatuación de ambos, invertiste horas nocturnas<br />
en su compañía. Ella te profesa amor, pero desconoce lo que es un<br />
amor puro que brota de un corazón modesto. Se me mostró que estás<br />
fascinado, engañado, y que Satanás se regocija de que alguien que<br />
difícilmente tiene un rasgo de carácter que podría convertirla en la<br />
esposa que te hiciera feliz en un hogar feliz, tenga una influencia<br />
tal que te separa de tu madre que te ama con un afecto inalterable.<br />
En el nombre del Señor, cesa tus atenciones hacia Carolina o cásate<br />
con ella—no escandalices a la causa de Dios.<br />
Seguiste tu propio curso de acción sin tomar en cuenta las consecuencias.<br />
Tu corazón se rebela contra tu madre porque ella no<br />
puede aceptar en forma alguna a Carolina ni aprobar las atenciones<br />
que le brindas.<br />
La intimidad que has desarrollado con Carolina no ha servido<br />
para acercarte al Señor ni para santificarte mediante la verdad.<br />
Estás arriesgando intereses eternos en la compañía de esta niña.<br />
Carolina espera casarse contigo, y tú la has estimulado a pensar<br />
en eso por tus atenciones. Tu felicidad en esta vida y en la vida futura<br />
está en peligro. Has estado siguiendo sus atenciones engañosas y<br />
necias y tu propio juicio, los cuales no han hecho de ti un cristiano<br />
más consistente ni un hijo más fiel y respetuoso. Si la atmósfera<br />
que rodea a Carolina es muy agradable para ti; si ella llena las<br />
aspiraciones que tienes en cuanto a lo que debe ser la esposa que<br />
ha de estar a la cabeza de tu familia; si con juicio sereno, y a la luz<br />
de lo que Dios ha señalado, su ejemplo es digno de imitarse, sería<br />
mejor que te casaras con ella en vez de frecuentar su compañía y<br />
luego conducirse como solamente los esposos debieran hacerlo.<br />
Vuestros actos y conversación son ofensivos a Dios. Los ángeles<br />
de Dios registran vuestras palabras y acciones. Se te ha dado luz<br />
pero no la has escuchado. La conducta que has seguido trae reproche<br />
sobre la causa de Dios. Tu proceder es incorrecto y no cristiano.<br />
Cuando deberíais haber estado cada uno en su propia casa, habéis<br />
estado el uno en compañía del otro, y el uno en los brazos del otro<br />
casi toda la noche. ¿Han sido vuestros pensamientos más puros, más<br />
santos, más elevados y ennoblecidos? ¿Habéis tenido un consejo<br />
más claro del deber y un amor mayor hacia Dios y la verdad?<br />
Tu amiga,