...@ la carta - Esquila Misional

Realidades
dos primeras ordenaciones episcopales sin el mandato
papal, lo que provocó una profunda herida a la
comunión eclesial.
De 1966 a 1976, la Revolución Cultural afectó
violentamente a los católicos alcanzando también
a obispos, sacerdotes y fieles laicos que se habían
mostrado disponibles hacia las nuevas orientaciones
impuestas por las autoridades gubernamentales.
En los años 80, con la apertura promovida por
Deng Xiaoping, comenzó un periodo de tolerancia
religiosa con posibilidades de movimiento y diálogo
que permitieron la reapertura de templos, seminarios,
casas religiosas y un nuevo inicio de la vida comunitaria.
Los informes provenientes de las comunidades
eclesiales chinas confirmaban, una vez más, que la
sangre de los mártires había sido semilla de nuevos
cristianos: La fe había permanecido viva en las comu-
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nidades, la mayoría de los católicos había dado testimonio
de fidelidad a Cristo y a la Iglesia; las familias
habían sido el apoyo de la transmisión de la fe.
En los años 90, aumentaron los obispos y sacerdotes
chinos de varias diócesis que se dirigieron a
la Santa Sede para recibir indicaciones sobre la conducta
a seguir ante algunos problemas de la vida eclesial.
Muchos preguntaban qué actitud adoptar ante el
gobierno y los entes estatales puestos al frente de la
vida de la Iglesia. Algunos sectores católicos estaban
desorientados ante la legitimidad de varios obispos
consagrados ilícitamente.
¿Libertad religiosa en China?
Antes que empezara el comunismo, la Iglesia en
China estaba bien organizada y era muy activa. Como
nación comunista la primicia se estableció sobre el
Comunidad católica
taiwanesa en oración