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Testigos del amor<br />
«La familia de Betania»<br />
Una de <strong>la</strong>s razones por <strong>la</strong>s cuales los niños chinos quedan «huérfanos» es porque<br />
son abandonados por sus padres; si un pequeño nace físicamente con problemas,<br />
literalmente ¡lo desechan! Ante esta triste realidad, Martha Yang se ha convertido<br />
en fiel testigo de Jesús al expresar, de modo concreto, su amor por estos menores.<br />
Martha es una joven católica china<br />
que quería ser religiosa, por lo que ingresó a una congregación.<br />
Realizó el postu<strong>la</strong>ntado, el noviciado y pasó<br />
algunos años más dentro del Instituto, pero su mamá<br />
enfermó gravemente y pidió permiso para ausentarse<br />
un tiempo y atender<strong>la</strong>. Fue muy doloroso para el<strong>la</strong> abandonar<br />
a su congregación.<br />
Tiempo después, su madre mejoró, pero durante<br />
ese <strong>la</strong>pso Martha encontró en <strong>la</strong> puerta de <strong>la</strong> casa de<br />
sus papás a cuatro niños abandonados; los recogió y<br />
36 Esqui<strong>la</strong> <strong>Misional</strong><br />
Voluntarias de «La familia de Betania»<br />
atienden a los niños del orfanato<br />
Texto y fotos:<br />
Víctor a. MeJÍa<br />
los cuidó. En su oración, <strong>la</strong> joven decía a Jesús: «¿Qué<br />
hago, dejo a estos niños en <strong>la</strong> calle o me regreso al<br />
convento?, porque quiero servirte siempre». Le costó<br />
trabajo aceptar que se puede dar testimonio del amor<br />
de Cristo sin formar parte de una comunidad religiosa,<br />
por lo que acogió en su casa a los pequeños; después<br />
ya no fueron cuatro sino seis, y más tarde 12. Llegó el<br />
momento en que sus padres le dijeron que no podían<br />
vivir todos en esa pequeña vivienda, entonces el<strong>la</strong> buscó<br />
otro lugar.
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