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La carta - Esquila Misional

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«Corazones fraternos<br />

y manos solidarias...»<br />

Diciembre está marcado fuertemente por la esperanza<br />

de una vida nueva –tiempo de Adviento–. En este mes somos conducidos<br />

–de la mano de san Francisco Javier, patrono de las misiones,<br />

y de la Virgen de Guadalupe– a una espera dinámica, pues creemos<br />

que «ya está cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en<br />

la Tierra» (Sal 84).<br />

Estaremos en las Posadas acompañando a los Peregrinos con<br />

nuestras oraciones y cantos, y posiblemente rompiendo esas hermosas piñatas, símbolos del pecado que busca engañar-<br />

nos, pero que ciertamente vencemos por nuestra fe en Jesucristo, que ya lo ha vencido con su muerte y resurrección. Que<br />

las Posadas, bellas expresiones populares de nuestra fe, nos impulsen a acompañar a otros peregrinos que igualmente han<br />

salido de sus hogares y países en busca de una vida digna, de seguridad para sus familias; que estos hermanos nuestros<br />

encuentren en nosotros corazones fraternos y manos solidarias porque sabemos que hoy, en esos «desconocidos», está<br />

pidiendo posada el Señor (Gen 18; Mt 25,31-46).<br />

Por Gracia de Dios, en estas fiestas de Navidad se hará realidad una vez más el Salmo 95: «que le cante al Señor toda<br />

la Tierra... porque hoy nos ha nacido el Salvador». Hoy, el pueblo –nosotros, nuestra sociedad– que caminaba en tinieblas vio<br />

una gran luz; sobre los que vivían en tierra de sombras de muerte, una luz –la gloria de Dios– resplandeció (Is 9,1).<br />

En este número presentamos a los Hermanos Combonianos, religiosos misioneros –no sacerdotes– que consagran<br />

su vida para que Jesucristo se siga encarnando en la vida, en la cultura de muchos hermanos nuestros que peregrinan por<br />

este mundo. Que esta vocación, otra de las riquezas confiada<br />

a la Iglesia, siga siendo atrayente para los jóvenes<br />

que buscan servir al Señor con la predicación del<br />

Evangelio y la vivencia de la fraternidad.<br />

Miguel A. Villegas<br />

« Felices<br />

Felices fiestas<br />

de Navidad y que<br />

sigamos experimentando<br />

que<br />

el Señor estará<br />

presente con nosotros<br />

también<br />

en el próximo año,<br />

y que por ello sea<br />

un feliz año.<br />

<strong>La</strong> <strong>carta</strong><br />

fiestas de Navidad<br />

y que sigamos experimentando<br />

que el Señor estará presente<br />

con nosotros también en el próximo<br />

año, y que por ello sea un feliz año»<br />

P. Jorge DECELIS B., mccj<br />

DIRECTOR<br />

diciembre 2011<br />

1


Directorio<br />

Distribuidor exclusivo<br />

Misioneros Combonianos<br />

del Corazón de Jesús, A.R.<br />

Director y editor responsable<br />

P. Jorge Decelis Burguete, mccj.<br />

Redacción<br />

Fernando de Lucio Ocaña.<br />

M. Lourdes González Reyes.<br />

Diseño<br />

Jesús Gibrán De la Torre Vázquez.<br />

Difusión<br />

Claudia Villalobos Palacios.<br />

Administración<br />

P. Rogelio Bustos Juárez, mccj.<br />

Colaboradores: Jorge García, monseñor Vittorino<br />

Girardi, Erasmo Bautista, Claudia Villalobos,<br />

Silvia Flores, Fernando González, Joel Cruz y<br />

Yamileth Bolaños.<br />

Redacción y administración<br />

Escríbanos a:<br />

Centro de Animación Misionera (CAM)<br />

Apdo. 32-0333 - Col. Tabacalera<br />

06030 México, DF.<br />

o visítenos y escríbanos a:<br />

Ponciano Arriaga, 10 - Col. Tabacalera<br />

(Metro Revolución)<br />

06030 México, DF.<br />

Tel. (01-55) 55 92 38 33<br />

Fax (01-55) 55 35 69 60<br />

E-Mail: esquilam@prodigy.net.mx<br />

ESQUILA MISIONAL se publica cada mes<br />

excepto julio y agosto (número doble).<br />

Página electrónica: www.esquilamisional.org<br />

Suscripciones<br />

Número suelto $ 15.00<br />

Anual 150.00<br />

<strong>Esquila</strong> y Aguiluchos 300.00<br />

Extranjero (en dls. USA) 53.00<br />

Para asuntos relacionados con la administración<br />

(suscripciones, donativos, reclamaciones,<br />

pedidos de libros, pagos, etc.) enviarlos a:<br />

combomis@prodigy.net.mx<br />

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certificado. No envíe dinero dentro del sobre.<br />

Porte pagado.<br />

Publicación periódica PP09-0297<br />

Autorizado por SEPOMEX<br />

Certificados otorgados por la Comisión<br />

Calificadora de Publicaciones y Revistas<br />

Ilustradas. Licitud de Título No. 10275 y de<br />

Contenido No. 7203<br />

Reserva Derechos de Autor 063/72.<br />

<strong>La</strong> reproducción total o parcial de artículos<br />

y reportajes de ESQUILA MISIONAL queda<br />

permitida citando su procedencia.<br />

Se imprime con licencia eclesiástica.<br />

Sale cada primero de mes. Impresa en Grupo<br />

CORME. Tels: (55) 57-84-61-77 y 57 84 65 52.<br />

Correo electrónico: moctezuma@corme.com<br />

Miembro<br />

de la Prensa<br />

Misionera<br />

<strong>La</strong>tinoamericana<br />

2 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

Menú<br />

1. la <strong>carta</strong><br />

*«Corazones fraternos<br />

y manos solidarias»<br />

2. Menú<br />

3. Nuestros lectores opinan<br />

4. Más allá de la noticia<br />

*Se vende o se alquila<br />

5. En un mundo de brechas<br />

*Brechas decembrinas<br />

8. Misionoticias<br />

10. la colvmna de Monseñor<br />

*Los «martines» de la caridad<br />

12. Testimonio misionero<br />

* Comboni y los Hermanos combonianos<br />

16. Cartas de misión<br />

*Hermano de todos<br />

*Más allá de los muros del templo<br />

*Brujería, milagros y aventuras<br />

*Luchas tribales<br />

24. REAlIDADES<br />

*Hermano misionero<br />

comboniano<br />

32. Biblia y misión<br />

*Todos estamos llamados<br />

34. Oración y compromiso<br />

*«Más allá del templo»<br />

36. Testigos del amor<br />

*Una vida consagrada<br />

38. Actualidad misionera<br />

*<strong>La</strong> misión de María de Guadalupe<br />

Hermanos combonianos,<br />

en el corazón de la misión...<br />

Año 58 - No. 677 diciembre 2011<br />

Portada: Roberto Misas<br />

40. Punto de vista joven<br />

*El amor hecho niño<br />

42. ¿Tienes vocación?<br />

*Lo encontré, me gustó y aquí estoy<br />

46. Expresión y cultura<br />

*<strong>La</strong> expulsión<br />

48. Galería<br />

pág. 22<br />

<strong>La</strong>s opiniones vertidas en esta revista son<br />

responsabilidad de sus respectivos autores


Escribo para felicitarlos y seguirlos<br />

animando por la revista <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong>;<br />

toda ella es súper interesante pues nos<br />

mantiene al tanto de todo lo que hacen<br />

nuestros queridos Hermanos y sacerdotes combonianos<br />

en los lugares donde se encuentran trabajando y<br />

acompañando al Pueblo de Dios. <strong>La</strong>s secciones de<br />

«Realidades» y «El diario de un misionero» me encantan,<br />

en especial ésta última porque el misionero<br />

describe lo más íntimo de sus vivencias. Unidos en<br />

oración por ellos, me despido de ustedes.<br />

(Carmen Vigil, Tuxtepec, Oax.)<br />

Hola a todos, la revista de noviembre<br />

está padrísima. Gracias por dedicarla especialmente<br />

a nuestro beato Juan Pablo II.<br />

(Mosa Nadxiielii Ti Sicarúlu, Facebook)<br />

¿Ya redescubriste nuestro<br />

nuevo rostro en internet?<br />

¡Visítanos!<br />

Misioneros Combonianos en México:<br />

www.misioneroscombonianos.org<br />

Web Vocacional:<br />

www.yomisionero.com.mx<br />

<strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong>:<br />

www.esquilamisional.org<br />

Misioneras Combonianas:<br />

http://combonimexico.blogspot.com/<br />

<strong>La</strong>icos Misioneros Combonianos:<br />

http://laicosmisioneroscombonianos.com/<br />

Queremos saber tu opinión:<br />

¿Conoces la labor apostólica<br />

de algún Hermano comboniano?<br />

¿Qué te parece este proyecto de vida?<br />

Un saludo para todos los combonianos.<br />

Trabajo en el Hospital Nacional de<br />

Niños de Costa Rica; frecuentemente visito<br />

la capilla de dicho hospital, y ahí encontré<br />

dos números distintos de <strong>Esquila</strong>, las tomé, las<br />

leí y las devolví. Me gustaría saber si aquí en Costa<br />

Rica existe algún distribuidor de esa revista; pues en<br />

ella encontré artículos de gran valor informativo y espiritual<br />

y quisiera seguir leyéndolas.<br />

(J. Francisco Hidalgo C., Costa Rica, CA.)<br />

Estimado Francisco, nos da gusto<br />

que hayas leído nuestra revista y te<br />

haya agradado. En efecto, en Costa Rica<br />

tenemos tres casas combonianas; seguramente<br />

en esas casas podrás encontrar nuestra<br />

revista así como la revista Aguiluchos. <strong>La</strong>s direcciones<br />

de las casas son: 1. Misioneros Combonianos<br />

- Barrio Sagrada Familia - 1000 San Sebastián - tel/<br />

fax 2227.2568; 2. Paseo Colón - 1000 San José -<br />

tel. 2257.2781; 3. Parroquia Medalla Milagrosa -<br />

Barrio Cuba - Centro Colón - 1007 San José - tel.<br />

2222.2948. Si necesitas mas información, no dudes<br />

en escribirnos. Que el Señor te bendiga.<br />

Queremos conocer tu opinión,<br />

escríbenos a:<br />

esquilam@live.com<br />

esquilam@prodigy.net.mx<br />

o envía un mensaje de texto al :<br />

55 34 74 26 04<br />

SMS<br />

¡Escríbenos!3<br />

o encuéntranos en:<br />

diciembre 2011 diciembre 2011<br />

Nuestros lectores opinan


Más allá de la noticia<br />

Por: P. Jorge GARCÍA, mccj<br />

rohaut.blogspot.com<br />

<strong>La</strong> información bajo la lupa de un misionero<br />

Se vende o se alquila<br />

Los problemas de África subsahariana<br />

son muchos y enormes. A los ya<br />

existentes se añade uno más. Se trata del arrendamiento<br />

o venta de millones de hectáreas de<br />

terreno a empresarios o compañías extranjeras<br />

para su uso o explotación.<br />

Según datos proporcionados por <strong>La</strong>nd<br />

Matrix Partnership (asociación de académicos,<br />

investigadores y ONGs dedicadas a estos<br />

problemas), la cifra supera los 2.25 millones<br />

de kilómetros cuadrados; una extensión mucho<br />

mayor que el territorio mexicano.<br />

Mientras tanto, muchas poblaciones locales<br />

pasan hambre y viven una perpetua emergencia<br />

humanitaria. Tal es el caso de Mozambique,<br />

Sudán del Sur, Etiopía, Liberia, Madagascar<br />

y Uganda. En esos países (pero no sólo<br />

en ellos), las poblaciones locales son expulsadas<br />

de sus tierras que son y serán usadas con<br />

fines comerciales como la producción de aceite<br />

de palma (para la producción de combustible)<br />

o de alimentos como arroz y cereales para ser<br />

vendidos y exportados a naciones extranjeras.<br />

En esta ocasión, también China, India, Arabia<br />

4 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

Mujeres de Senegal cosechando los frutos de sus tierras<br />

• Otro drama en el seno de África<br />

<strong>La</strong> escasez de alimento cada vez se hará más palpable<br />

Saudita, Kuwait y Corea del Sur participan en<br />

la repartición del «pastel».<br />

Irónicamente, los inversionistas justifican<br />

su presencia en África diciendo que van<br />

a llevar desarrollo a las poblaciones locales.<br />

Por otra parte, en la mayoría de los casos, los<br />

beneficiarios son los gobiernos locales caracterizados<br />

muchas veces por su corrupción y su<br />

voracidad que excluye de los «beneficios» a las<br />

poblaciones nativas, especialmente a los más<br />

pobres e indefensos.<br />

El mes pasado, Benedicto XVI visitó el continente<br />

africano para entregar a las iglesias locales<br />

la exhortación postsinodal, resultado de la II<br />

Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos<br />

para África. El Papa levantó su voz en favor de<br />

los más pobres e indefensos. Ese es un gran servicio<br />

misionero.<br />

cl.kalipedia.com


eventaizer.blogspot.com<br />

Por: P. Erasmo<br />

BAUTISTA, mccj<br />

Y éstas se manifiestan en la moda de los<br />

grandes almacenes y en la calle; en las familias amenazadas<br />

por deudas desorbitantes, por divorcios exprés<br />

y por el desamor que se va pegando en los zapatos y<br />

en la escasez de besos empapados de amor auténtico<br />

y comprometido más allá de la mera sensualidad.<br />

Se reflejan en la mirada apagada de los ancianos que<br />

sienten que la vida se escapa entre tantas muecas de<br />

desamor, soledad y desamparo. Relucen en los «reventones»<br />

juveniles y en la soledad de chats deshabitados<br />

y anónimos. Aparecen en esa sutil tentación de pensar<br />

que no se necesitan más luces y orientaciones que las<br />

que pueden salir de uno mismo, de la propia subjetividad.<br />

Brillan en esa actitud cada vez más frecuente en<br />

sendos círculos de que no se necesita ni otro horizonte<br />

ni mucho menos de Dios, sino la libertad de hacer lo<br />

que la propia voluntad o el capricho de cada uno puede<br />

pedir en cada momento. Se imponen en esa muralla<br />

inmigrante de ideologías que encierran y encadenan<br />

todo pensamiento racional para quedar engullido en el<br />

En un mundo de brechas<br />

Brechas<br />

decembrinas<br />

«A nosotros nos envuelve<br />

una sociedad “líquida” que nos arroja<br />

a la prisa desmesurada,<br />

a la espuma y a la efectividad»<br />

más encarnizado utilitarismo y en el más radical y ciego<br />

sentimentalismo.<br />

Brechas que se esconden en esa visión de la religión<br />

como artículo de consumo que responde sólo a<br />

sentimientos y preocupaciones individualistas frente al<br />

misterio de la vida. <strong>La</strong>ten en esa tendencia de querer<br />

encerrar en lo privado la dimensión espiritual de la vida,<br />

e incluso de desterrarla del espacio público, como si<br />

no tuviera nada que ver con el progreso. Imagen de<br />

tales brechas es la oscilación en la que se debaten<br />

muchos jóvenes entre el desaliento y la frustración por<br />

falta de empleo y de horizonte; a ellos y a nosotros nos<br />

envuelve una sociedad «líquida» que nos arroja a la<br />

prisa desmesurada, a la espuma y a la efectividad, a<br />

la rapidez de planteamientos en los que palabras tales<br />

como «siempre», «absoluto», «eterno», etcétera, llevan<br />

consigo plazos de relatividad; son días de indignación<br />

en las nuevas generaciones por una sociedad que los<br />

engorda y escupe, pero también jornadas cercenadoras<br />

de los valores profundos que minan su base; son<br />

también tiempos difíciles para la Iglesia, zarandeada<br />

por empujones de afuera, de un laicismo<br />

agresivo y beligerante por aquí y por allá, pero<br />

también zarandeada por fuerzas internas que<br />

confunden símbolos con realidad, y trascendencia<br />

con evocación de tiempos pasados.<br />

Nos toca vivir en este mundo con su maraña<br />

de eventos, en esta atmósfera del enredo<br />

y del conflicto de tendencias y orientaciones con<br />

el esfuerzo razonable de entender, de entendernos,<br />

pero sobre todo de comprendernos y de<br />

participar, cada quien desde su parcela y según<br />

sus posibilidades, en la edificación de la civilización<br />

del vivir juntos, con un tejido paciente, con<br />

el diálogo, con el alma, mediante la veracidad<br />

diciembre 2011<br />

5


En un mundo de brechas<br />

lingüística y los gestos de la misericordia entrañable,<br />

sobre todo con el auxilio de la Gracia sobrenatural inmerecida,<br />

pero siempre bienvenida; con ayuda de lo<br />

anterior podemos despedirnos de las rencillas, de las<br />

polémicas, de las malas interpretaciones y los enfrentamientos,<br />

convencidos de que poco sirve entretenerse<br />

en reavivar las diferencias entre grupos, movimientos,<br />

corrientes o tendencias, y sí, de mucho, caminar juntos<br />

en una misma dirección: orando, trabajando, compartiendo,<br />

contando al mundo la Buena Noticia, siendo<br />

una Iglesia valiente y amorosa.<br />

Y cada uno lo hará con su lenguaje y acentos,<br />

y todos serán buenos si aportan algo de verdad y luz<br />

a una sociedad necesitada de mensajes como el de<br />

Jesucristo. De poco sirve también lo que no construye:<br />

los prejuicios, la crítica permanente, el desgaste sistemático,<br />

la agresividad descalificadora, la exclusión<br />

de los que piensan de otro modo o la catalogación en<br />

buenos y malos, ¡nosotros siempre sabemos cuál es<br />

nuestro lado!<br />

Dejemos atrás etapas trasnochadas y heridas a<br />

medio curar, mientras intentamos dejar que Dios sea<br />

6 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

El Hermano Fernando Acedo (qepd) en la misión de Etiopía<br />

Dios, dejemos que los demás sean lo que son, con<br />

espacio para entender de otro modo la forma de vivir<br />

hoy como cristiano, reflejemos que somos conscientes<br />

de que Jesús nos dijo que no tuviéramos miedo,<br />

pero no que nos tornáramos feroces e implacables<br />

defensores irracionales de nuestros principios y criterios.<br />

En efecto, puede ocurrirnos que, deseando<br />

tender puentes entre distintas confesiones, religiones,<br />

etcétera, olvidemos la comprensión, el respeto,<br />

la cercanía entre los de nuestra propia casa. Así que<br />

nunca es demasiado tarde para aquilatar el blanco y<br />

el negro, de tal manera que podamos llegar a tonos<br />

más evangélicos.<br />

Por un lado, en nosotros está aportar nuestra pequeña<br />

parcela de luz y verdad al permitir que todos,<br />

juntos y distintos, caminemos en la misma dirección:<br />

todos somos uno en un futuro común. En el momento<br />

social en que vivimos queremos incluir y no excluir, poner<br />

al lado y no enfrente; y en este sentido es de gran<br />

necesidad en nuestros días y en esta tierra, la ayuda<br />

a la «perenne dama de los ojos vendados y la balanza<br />

equilibrada» (la justicia).<br />

MUNDO NEGRO


MUNDO NEGRO<br />

marcapersonal.blogspot.com<br />

En medio de esta vida ajetreada, dispersa, aturdida,<br />

colgada del último placer, sin horizonte ni interioridad<br />

para contemplar y dejarse sorprender por lo maravilloso,<br />

por Dios, llega el Adviento y la Navidad; dirigimos<br />

la mirada hacia Belén por enternecimiento del corazón<br />

o avivamiento de la ternura, a la que suele acompañar<br />

la nostalgia, que nos hacen exclamar: ¡Menos mal que<br />

Los combonianos Hermano Alberto <strong>La</strong>mana y la Hermana Cecilia Sierra<br />

en Radio Bakita, en Sudán del Sur<br />

en cada uno de nosotros hay una esperanza niña que<br />

nadie puede doblegar! Así, en medio de un mundo inhóspito,<br />

el de la época de Jesús, José y María, y en el<br />

de ahora, los evangelistas vuelven a gritarnos que la<br />

humanidad no se agota en los «herodes» ni en los «césares»;<br />

y que abramos los ojos para descubrir gente<br />

buena como Zacarías, Isabel, Ana y Simeón, los pastores<br />

y los magos: un pueblo que busca y se<br />

hace preguntas, una muchedumbre inquieta,<br />

abierta al asombro, capaz de acoger buenas<br />

noticias, rastreadores de signos, nómadas<br />

incansables en busca de sentido. Están ahí,<br />

a su lado, nos dicen, traten de reconocerlos,<br />

bendigan a Dios por sus nombres que pueden<br />

ser, incluso, los de ustedes. Benedicto<br />

XVI escribe al respecto: «No se puede crear<br />

la justicia en el mundo sólo con modelos económicos<br />

buenos, aunque son necesarios. <strong>La</strong><br />

justicia sólo se realiza si hay justos. Y no hay<br />

justos si no existe el trabajo humilde y diario,<br />

de convertir los corazones y de crear justicia<br />

en los corazones...» (Discurso a los sacerdotes,<br />

26 de febrero de 2009).<br />

¡Feliz Adviento y bienaventurada Navidad!<br />

diciembre 2011<br />

7


caminosdeconversion.wordpress.com<br />

mexico.cnn.com<br />

Misio-noticias<br />

Institución del Año de la Fe<br />

El 17 de octubre de este<br />

año, el papa Benedicto<br />

XVI presentó la Carta<br />

Apostólica Porta Fidei<br />

(<strong>La</strong> puerta de la fe), en<br />

forma de motu proprio<br />

que instituye el Año de<br />

la Fe, en dicha Carta se<br />

explica el sentido de este tiempo de gracia que iniciará el 11 de octubre<br />

de 2012 (50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano<br />

II) y concluirá el 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Cristo,<br />

Rey del Universo. Benedicto XVI anima a utilizar el Catecismo de<br />

la Iglesia Católica para acceder a un conocimiento sistemático de<br />

los contenidos de la fe. En el documento, el Papa recuerda que<br />

ha convocado la Asamblea General del Sínodo de los Obispos en<br />

octubre de 2012 sobre el tema de «<strong>La</strong> nueva evangelización para<br />

la transmisión de la fe cristiana». CATHOLIC.NET<br />

Caravana de madres<br />

centroamericanas<br />

El 30 de octubre pasado,<br />

la caravana procedente de<br />

Centroamérica «Sigo tus<br />

huellas con la esperanza<br />

de encontrarte», compuesta<br />

de 33 madres, inició un<br />

recorrido por México con el<br />

objetivo de buscar a sus hijos<br />

migrantes desaparecidos en la República Mexicana y exigir justicia<br />

para ellos. <strong>La</strong>s mujeres recordaron en el Día de Muertos (2 de noviembre)<br />

a 72 migrantes asesinados en 2010 en San Fernando, Tamaulipas.<br />

Durante su estancia en la capital mexicana, visitaron la Basílica de<br />

Guadalupe. Después de recorrer el país, las madres regresaron a sus<br />

lugares de origen (Guatemala, Honduras y El Salvador) después de<br />

haber hecho un llamado a la solidaridad de la sociedad mexicana: «que<br />

se unan a nuestras peticiones para erradicar la xenofobia y también en<br />

el reclamo de justicia ante las autoridades». LA REDACCIÓN<br />

8 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

afronline.org Girolamo Miante<br />

Acontecimiento que une<br />

Del 18 al 20 de noviembre<br />

Benedicto XVI visitó<br />

Benín, y durante una<br />

eucaristía entregó a<br />

los obispos africanos la<br />

Exhortación Apostólica<br />

del Segundo Sínodo de<br />

Obispos sobre África,<br />

que se realizó en octubre de 2009 con el tema «<strong>La</strong> Iglesia africana<br />

al servicio de la reconciliación y la paz...». Los misioneros<br />

combonianos de la parroquia de San Francisco de Asís de<br />

Cotonú, declararon que «en esta nación, la llegada del Papa<br />

fue un acontecimiento que movilizó y unió a todos los ciudadanos».<br />

En Benín predominan las religiones tradicionales (como<br />

el vudú) y existe gran influencia musulmana. <strong>La</strong> Iglesia católica<br />

tiene diez diócesis presididas por obispos nativos y 312 parroquias<br />

confiadas a un clero joven. <strong>La</strong> visita papal coincidió con el<br />

150 aniversario de la presencia de la Iglesia en Benín. MISNA<br />

Una sola Conferencia<br />

de obispos en Sudán<br />

<strong>La</strong> Conferencia de obispos<br />

que abarca Sudán y<br />

Sudán del Sur se reunió<br />

en Wau, Sudán del Sur,<br />

del 19 al 28 de octubre<br />

de este año para acordar<br />

que sólo habría una<br />

Conferencia Episcopal<br />

para ambos países.<br />

Actualmente, la Iglesia<br />

católica está presente<br />

en ambos territorios; en Sudán del Sur (con siete diócesis:<br />

Malakal, Juba, Yei, Wau, Rumbek, Tombura-Yambio y Torit),<br />

y en Sudán (que tiene las diócesis de Jartum y de El Obeid).<br />

Al finalizar dicha asamblea, el episcopado pidió la intercesión<br />

de santa Josefina Bakita y san Daniel Comboni, para seguir<br />

acompañando a estas naciones. REDACCIÓN


Gesto de unión entre religiones<br />

Representantes de diferentes credos cristianos se reunieron en Egipto el 3 de<br />

noviembre de este año con el jeque de Al Azhar, Ahmed Al Tayyeb, y con el gran<br />

muftí Ali Gomaa para felicitarlos por el «Eid Al-Adha», una de las festividades<br />

más importantes del islam. El encuentro sirvió para reafirmar lazos históricos y<br />

culturales entre miembros de distintas religiones de esta nación. «Los egipcios<br />

están unidos por un amor sincero e intereses comunes», expresó Gomaa a la<br />

prensa añadiendo que no hay diferencias entre cristianos y musulmanes. Según<br />

la agencia informativa MISNA, Shenouda III, líder de la Iglesia copta egipcia encargó<br />

un censo de los cristianos en Egipto para refutar los cálculos del gobierno,<br />

según los cuales hay 3 millones 300 mil cristianos en el país. En cambio, según<br />

los datos publicados por algunas organizaciones cristianas, los fieles rebasan<br />

los 17 millones. MISNA<br />

Comboniano en la Corte<br />

de Derechos Humanos<br />

El 25 de agosto de este año, el sacerdote comboniano Saverio Paolillo, que trabaja<br />

en la pastoral de Menores de la arquidiócesis de Victoria, Espíritu Santo, en<br />

Brasil, fue invitado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para<br />

relatar la situación en las cárceles de menores en Victoria. El 25 de febrero pasado,<br />

el gobierno de Brasil, particularmente el Estado de Espíritu Santo, solicitó a la<br />

Corte la revocación de las medidas cautelares, alegando que habían resuelto todos<br />

los problemas dentro de la prisión, hecho que dicha Corte rechazó. <strong>La</strong> CIDH,<br />

después de escuchar los argumentos presentados por el Centro de Defensa de<br />

Derechos Humano de Serra, proyecto dirigido por los misioneros combonianos<br />

en ese país, decidió establecer un tiempo para examinar las pruebas de ambas<br />

partes y tomar una decisión. FAMILIA COMBONIANA<br />

Emergencia en Etiopía<br />

Los <strong>La</strong>icos Misioneros Combonianos (LMC) Mark Banga, su esposa Maggie y Tracy<br />

Doyle, forman parte de un equipo de emergencia a quien se le solicitó planificar la<br />

respuesta de la Iglesia católica a través del Secretariado Católico de Awassa, oficina<br />

central de coordinación para este Vicariato, con el fin de ayudar en esta zona de<br />

Etiopía azotada por la hambruna. Durante los próximos meses, Maggie trabajará en<br />

el centro médico de Dadim en programas alimenticios de emergencia para niños,<br />

mujeres embarazadas y lactantes, en coordinación con las Hermanas de la Caridad.<br />

Tracy y Mark continuarán en la administración y gestión de los proyectos en<br />

Awassa. Este grupo de LMC ha expresado su gratitud por las donaciones recibidas<br />

para ayudar a los necesitados. FAMILIA COMBONIANA<br />

Ambicioso proyecto<br />

de energía renovable<br />

Lesotho proyecta construir parques hidroeléctricos<br />

y eólicos valuados en 15 mil 145 millones de<br />

dólares, declaró el 2 de noviembre pasado, Monyane<br />

Moleleki, ministro de Recuersos Naturales<br />

de esa nación. Este proyecto hará que el país<br />

pase de ser «uno de los menos desarrollados, a<br />

una economía emergente». <strong>La</strong> inversión se realizará<br />

durante la próxima década y se espera que<br />

genere cerca de 25 mil puestos de trabajo. MND<br />

Diabetes en el mundo<br />

Según un grupo de expertos y organismos sanitarios<br />

internacionales reunidos el 11 de octubre pasado<br />

en Londres, Inglaterra, la cifra de personas<br />

diabéticas aumentó a 366 millones, sobre todo en<br />

los países en vías de desarrollo. <strong>La</strong>s ventas mundiales<br />

de fármacos contra esta enfermedad sumaron<br />

35 mil millones de dólares el año pasado y<br />

podrían generar hasta 48 mil millones de dólares<br />

para 2015, según la firma de investigación IMS<br />

Health. REUTERS<br />

Tensión entre<br />

Kenya y Eritrea<br />

<strong>La</strong> crisis diplomática que surgió días atrás por las<br />

declaraciones de funcionarios kenianos que acusan<br />

a Eritrea de apoyar, logística y militarmente,<br />

a los grupos armados contrarios al gobierno en<br />

Somalia, parece tensarse más. Según el gobierno<br />

eritreo se trata de declaraciones «desagradables»<br />

y niega cualquier participación en el conflicto.<br />

<strong>La</strong> tensión aumenta en el norte de Kenya,<br />

donde el 6 de noviembre de este año, se produjo<br />

un ataque contra una iglesia pentecostal en la<br />

zona de Garissa. MISNA<br />

Alerta por hambre en Níger<br />

<strong>La</strong> organización «Manos Unidas» alertó el 3 de<br />

noviembre de este año, que «el hambre se extiende<br />

por Níger» como consecuencia de la intensa<br />

sequía que padece esta nación. Según esta<br />

institución, las cosechas acumulan pérdidas de<br />

entre 60 y 90 por ciento, «la comunidad internacional<br />

está todavía a tiempo de actuar para que<br />

este país no pase a engrosar la lista de países<br />

africanos afectados por la hambruna». MND<br />

diciembre 2011<br />

9


<strong>La</strong> colVmna de Monseñor<br />

Los «martines»<br />

de la caridad<br />

1. Entre otras cosas, Juan XXIII dijo: «Fray<br />

Martín socorría con amor a los enfermos; procuraba<br />

comida, vestido y medicina a los pobres; en la medida<br />

que le era posible, ayudaba a los agricultores, a los negros<br />

y mulatos, quienes en aquel tiempo eran tratados<br />

como esclavos, por lo que el pueblo le puso el apelativo<br />

de “Martín de la Caridad”».<br />

Cuando me pidieron escribir algo sobre la figura<br />

del Hermano comboniano, espontáneamente recordé<br />

la canonización de san Martín de Porres. Durante toda<br />

mi vida misionera y sacerdotal, he conocido, tratado<br />

y admirado a muchos Hermanos misioneros que han<br />

sido para mí auténticos «martines» de la caridad, por<br />

la grandeza de su entrega; unen la sencillez de quien<br />

sirve y ama como si eso fuera lo único que saben hacer.<br />

He encontrado Hermanos agricultores, albañiles,<br />

enfermeros, carpinteros, ingenieros, pintores, sastres,<br />

médicos, catequistas, contadores... unos obviamente<br />

con más «escuela» que otros, pero todos con profunda<br />

identificación con su vocación misionera.<br />

Con 18 años recién cumplidos y a pocos meses<br />

de haber profesado los votos de castidad, pobreza y<br />

obediencia, me nombraron ayudante de enfermería<br />

en la Casa Madre de Verona. Debía apoyar al Hermano<br />

Angelo Viviani. En ese entonces, los padres y<br />

Hermanos ancianos o enfermos no eran muchos, pero<br />

atenderlos implicaba mucho trabajo. Aún no logro explicarme<br />

cómo podía estar en todo el Hermano Viviani.<br />

Todavía resuena en mi oído su caminar presuroso por<br />

10 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

Vittorino GIRARDI,<br />

mccj, obispo de<br />

Tilarán-Liberia,<br />

Costa Rica<br />

El 6 de mayo de 1962 el papa beato Juan XXIII canonizó a san Martín de Porres.<br />

Yo me encontraba en Roma estudiando la Teología. Durante la ceremonia<br />

de canonización, el Papa comentó las características más destacadas<br />

de la santidad de aquel humilde fraile, conocido como «Fray Escoba».<br />

Imagen de san Martín de Porres<br />

elenastornitallerdearte.blogspot.com


aquellos pasillos de la casa para<br />

ir de cuarto en cuarto a visitar,<br />

ayudar, escuchar, amar... a aquellos<br />

sacerdotes y Hermanos que<br />

habían gastado su vida en África.<br />

No recuerdo de él ninguna queja.<br />

A lo más, medio en serio y medio<br />

en broma, de vez en cuando<br />

me decía: «se acostumbra afirmar:<br />

mi máxima penitencia, la<br />

vida común; quien inventó eso<br />

no conocía la vida “no común”».<br />

Realmente, aunque no era su<br />

intención ponerlo de relieve, su<br />

vida no era «común»; era extraordinaria<br />

y heroica en muchos<br />

aspectos. Pronto me di cuenta<br />

de dónde sacaba tanta energía,<br />

serenidad y buen humor. El Hermano<br />

Viviani poseía un alto grado de vida de oración.<br />

<strong>La</strong>s primeras horas de la mañana, a menos que algún<br />

enfermo necesitara algo, eran para estar con el Señor,<br />

pero en un rincón del coro alto de la capilla, en donde<br />

podía pasar inadvertido. Como todo misionero comboniano,<br />

su sueño era África, pero de hecho encontró su<br />

«África» en el servicio abnegado y amoroso a los misioneros<br />

dedicándoles toda su vida.<br />

2. No traté directamente al Hermano Josué Dei<br />

Cas, el «Leproso de Kormalán», como se le conocía,<br />

sin embargo familiaricé con él por medio de mi confesor,<br />

que había sido el suyo también; me hablaba de él<br />

con veneración. Una vez que el Hermano contrajo la<br />

lepra por atender a los leprosos, pidió vivir con ellos<br />

en la Leprosería de Kormalán, en Sudán, en donde falleció<br />

en 1932, a los 52 años. Ojalá pronto su causa<br />

« He conocido, tratado y admirado<br />

a muchos Hermanos misioneros<br />

que han sido para mí auténticos<br />

“martines” de la caridad,<br />

por la grandeza de su entrega»<br />

El Hermano comboniano Dei Cas con leprosos de la misión de Kormalán, hoy, Sudán del Sur<br />

de beatificación sea introducida y podamos venerarlo<br />

como a otro santo leproso más conocido: san Damián<br />

de Veuster, el «Leproso de Molokai».<br />

Entre las anécdotas que mi confesor me contó,<br />

me impresionó una. Una vez que se confesó el Hermano<br />

Josué, la misionera que atendía a los leprosos,<br />

ofreció café al padre y al Hermano. A la pregunta:<br />

«Hermano, ¿cuánta azúcar le pongo?». Él contestó<br />

espontáneamente, poniendo el dedo en la taza de café<br />

caliente: «ésta es mi azúcar». Un gesto poco delicado,<br />

pero que hablaba de su serena aceptación de tan<br />

tremenda enfermedad que, literalmente, lo iba destruyendo.<br />

Su profunda fe, el amor «exagerado» a Cristo,<br />

amado y servido en los leprosos, hacía posible que la<br />

lepra fuera su «azúcar».<br />

Sólo son dos ejemplos de Hermanos que han<br />

dejado huella imborrable en mi camino de formación,<br />

pero obviamente conocí y traté a muchos más, auténticos<br />

«martines» de la caridad, «piedras ocultas»,<br />

como diría nuestro fundador san Daniel Comboni,<br />

pero piedras indispensables para la construcción de<br />

las jóvenes Iglesias, primero en África, y luego en las<br />

regiones más necesitadas de América <strong>La</strong>tina y de<br />

otros continentes.<br />

diciembre 2011<br />

MUNDO NEGRO<br />

11


Testimonio misionero<br />

Comboni y los Hermanos<br />

combonianos<br />

Por: P. Vittorio<br />

MORETTO, mccj<br />

Su gran visión<br />

Si estoy correctamente informado<br />

sobre la historia de la Iglesia católica, creo<br />

poder afirmar que Comboni fue el único<br />

misionero que concibió e intentó llevar a<br />

la práctica un plan de evangelización para<br />

un continente entero, África. En esta visión<br />

de conjunto, que miraba hacia un cambio<br />

profundo de la sociedad africana realizado<br />

por la acción evangelizadora de la Iglesia,<br />

Comboni veía la necesidad de que la<br />

formación de los africanos comprendiera<br />

aspectos no sólo religiosos, también humanos<br />

y profesionistas. Tanto así, que puso<br />

todos sus esfuerzos en formar hábiles catequistas,<br />

médicos, maestros, artesanos,<br />

agricultores, enfermeros, farmacéuticos,<br />

carpinteros, sastres, albañiles, zapateros,<br />

etcétera. Puso particular atención en el<br />

mundo femenino, del cual, como en toda<br />

época, depende mucho la regeneración de<br />

la gran familia humana. Asimismo, formó<br />

catequistas, maestras y madres de familia<br />

con habilidades para enseñar a leer, escribir,<br />

hacer cuentas, hilar, guisar, tejer, cuidar<br />

enfermos, etcétera. Hoy en día, quizá nos<br />

haga sonreír un poco este detallado elenco<br />

de profesionistas civiles. Pero con ello, Da-<br />

12 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

El padre Vittorio Moretto nos cuenta cómo san Daniel Comboni<br />

intuyó la necesidad de la colaboración de los «laicos consagrados»<br />

para formar a los africanos no sólo en el aspecto religioso,<br />

también en el humano y profesional.<br />

ESQUILA MISIONAL


niel Comboni quiso expresar en forma concreta cómo<br />

la regeneración cristiana de un pueblo pasa por el conjunto<br />

de su actividad humana.<br />

Hermanos bien preparados<br />

A partir de esta gran visión comprendemos por<br />

qué Comboni trató de promover misioneros que fueran<br />

expresión de la pluralidad de vocaciones en la Iglesia.<br />

Por ello dio mucha importancia a la colaboración de<br />

los «laicos consagrados», en particular aquellos que<br />

en la actualidad llamamos «Hermanos combonianos».<br />

«El Instituto –escribe Comboni– recibe en su seno sacerdotes<br />

y estudiantes de Teología, así como laicos de<br />

probada piedad y competencia, principalmente con objeto<br />

de hacer de ellos Hermanos, catequistas y maestros<br />

de artes y oficios útiles y necesarios en África».<br />

Es significativo el hecho de que nuestro Instituto<br />

masculino tuvo sus comienzos con dos personas, un<br />

sacerdote y un Hermano: «Mi Obra comenzó –escribe<br />

Comboni– con el padre Rolleri y el Hermano laico<br />

Rossi». Era tanta la importancia que san Daniel daba<br />

Instituto de formación de misioneros fundado por Comboni en Egipto<br />

a los Hermanos, que llegó a reconocer, a partir de su<br />

propia experiencia, que en África los Hermanos bien<br />

preparados contribuían al apostolado en mayor medida<br />

que los sacerdotes, porque los alumnos africanos<br />

estaban más tiempo con los primeros: «los observan y<br />

escuchan más de lo que pueden observar y escuchar<br />

a los sacerdotes». En efecto, los estudiantes permanecen<br />

más tiempo con los «maestros» y los «expertos»,<br />

quienes con las palabras y con el ejemplo son verdaderos<br />

apóstoles para ellos. En cada puesto de misión<br />

Comboni se apresuró a que hubiera siempre presentes<br />

varios Hermanos, personas de gran valía, versados en<br />

diversas artes y oficios.<br />

Consagrados de por vida<br />

Al considerar que la labor en misión era muy<br />

exigente para el misionero, debido a las condiciones<br />

ambientales propias de la época que ponían en riesgo<br />

su perseverancia y fidelidad al Evangelio, Comboni<br />

exigió que, al llegar al lugar de misión, cada Hermano<br />

se comprometiera por escrito y públicamente ante Dios<br />

ESQUILA MISIONAL<br />

diciembre 2011<br />

13


Testimonio misionero<br />

con un juramento religioso, que decía así: «Yo (nombre<br />

y apellido), por propia y libre voluntad me obligo<br />

bajo juramento ante Dios a servir perpetuamente a la<br />

misión de África, sujeto a la obediencia del obispo y<br />

de los legítimos superiores inmediatos, y prometo servirla<br />

de modo perpetuo en aquellos lugares y puestos<br />

a los que por obediencia vaya destinado, sin echarme<br />

nunca atrás en este firme propósito, ni siquiera de cara<br />

a la muerte, y abandonándome por completo en brazos<br />

de la Providencia bajo la dirección y órdenes de<br />

los superiores. En fe de lo cual pongo aquí mi firma».<br />

En este juramento destacan: la entrega absoluta a la<br />

causa misionera, la firme voluntad de no echarse para<br />

atrás ni siquiera de cara a la muerte y la raíz de toda<br />

perseverancia en la vocación, que es la confianza en<br />

Aquél que llama a la misión.<br />

Es sabido que san Daniel no fundó un Instituto<br />

cuyos miembros profesaran votos religiosos como<br />

en otras congregaciones religiosas. Sólo más tarde,<br />

debido al cambio de la situación histórica, nuestro<br />

Instituto asumió la forma de congregación con votos<br />

14 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

Los Hermanos combonianos Giovanni Grazian<br />

y Joao Paulo da Rocha enseñando oficios en Mozambique<br />

MUNDO NEGRO<br />

religiosos de pobreza,<br />

castidad y obediencia.<br />

Pero queda claro<br />

para Comboni que<br />

cada persona que se<br />

entregue a un «apostolado<br />

de fronteras»<br />

debe tener una probada<br />

solidez humana<br />

y espiritual que le permita<br />

superar cualquier<br />

prueba. No es casual<br />

que para la formación<br />

de los Hermanos, san<br />

Daniel estableció que<br />

tenía que ser como la<br />

de los Hermanos jesuitas.<br />

Así, cuando el<br />

Instituto se transformó<br />

en congregación religiosa,<br />

los Hermanos<br />

combonianos que entraron al servicio de la misión heredaron<br />

plenamente el deseo profundo del fundador.<br />

Hombres de trabajo y oración<br />

Una característica sobresaliente de los Hermanos<br />

combonianos a lo largo de la historia del Instituto<br />

ha sido –curiosamente– su dedicación a la oración a<br />

pesar de ser hombres de mucha actividad. Nuestros<br />

Hermanos son hombres humildes, de mucho trabajo,<br />

pocas palabras y mucha oración. De verdad hacen honor<br />

a su principal patrón, san José, del cual el beato<br />

Juan Pablo II dijo que es maestro en el servicio a la<br />

misión de Cristo en la Iglesia. Estoy agradecido con<br />

Dios el haberme concedido conocer a unos de estos<br />

Hermanos con una dedicación a la oración muchas veces<br />

superior a la de tantos sacerdotes.<br />

Los Hermanos combonianos pueden estar orgullosos<br />

de que muchos de ellos vivieron una vida<br />

de entrega a la misión sin fisuras. Recordemos a<br />

dos de ellos: el Hermano Gabriel Mariani, quien murió<br />

cuando estaba cautivo de la Revolución mahdista


Víctor Hugo García U.<br />

en Sudán. De él, el mismo Comboni atestiguó seis<br />

meses antes de su muerte: «Gabriel es una perla,<br />

un santo. ¡Ah, si tuviera 30 como él!». En tanto, el<br />

padre Bonomi, su compañero de cautiverio y testigo<br />

de sus sufrimientos y muerte, escribió: «No tuvo<br />

el honor del martirio de sangre, pero yo creo que<br />

recibió un mérito quizá mayor, porque fue penoso<br />

su sacrifico e igual la causa». El otro Hermano es<br />

Josué Dei Cas, quien por atender a los leprosos del<br />

sur de Sudán se contagió de esa enfermedad; fue<br />

internado en la comunidad reservada para ellos y<br />

compartió su vida en un espíritu de alegre humildad.<br />

Enterado de que un Hermano mucho más joven que<br />

él estaba muriéndose, ofreció su vida a cambio de la<br />

Los Hermanos Enrique Massignani<br />

y Martín Ploner en oración<br />

suya. Murió aquella misma noche, mientras el joven<br />

religioso recuperó milagrosamente la salud al día siguiente.<br />

Está tan documentada la fama de santidad<br />

de este Hermano, que muchos piensan que debería<br />

introducirse su causa de beatificación.<br />

<strong>La</strong> presencia de los Hermanos en la Iglesia y<br />

en nuestro Instituto es un signo claro del poder de la<br />

Resurrección de Jesucristo. En un contexto cultural y<br />

eclesial en que hoy en día se ofrecen variadas posibilidades<br />

de realización laical, los Hermanos son aquellos<br />

«laicos» que se ponen al servicio de la misión de<br />

manera más plena, en cuanto viven en sus propias<br />

personas la maravillosa identificación con Cristo pobre,<br />

casto y obediente.<br />

15<br />

diciembre 2011 15


Hermano de todos<br />

El Hermano comboniano y profesor Jorge Rodríguez, oriundo del estado de Hidalgo,<br />

nos comparte, después de 28 años de servicio misionero, cuál es su sentir al haber<br />

sido llamado a servir a Dios como «Hermano de los demás», especialmente<br />

en Uganda, México y, actualmente, en Sudán del Sur.<br />

Sé que mi vocación como Hermano en<br />

la vida misionera ha sido un regalo que Jesús me ha<br />

dado, y ahora, después de 30 años de<br />

vida consagrada al servicio de los demás,<br />

me siento realizado y feliz. Recuerdo<br />

con alegría aquel día en que<br />

comenzó todo: fue en un salón de la<br />

16 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

casa de formación de Xochimilco. Éramos 38 jóvenes<br />

que participábamos en aquel preseminario. A un<br />

cierto momento nos preguntaron: «¿A<br />

qué vienes y qué esperas de este<br />

encuentro?». <strong>La</strong> mayoría de los asistentes<br />

estaban ahí por una razón: ser<br />

sacerdotes. Cuando expresé mi deseo<br />

El Hermano Jorge acompañado por sus alumnos de la universidad católica de Sudán


de ser Hermano, todos me miraron<br />

con curiosidad. Éramos cuatro<br />

candidatos quienes, ayudados por<br />

un sacerdote comboniano, encontramos<br />

el sentido de nuestro ser<br />

como Hermanos, pues fueron bien<br />

presentadas las exigencias de la<br />

congregación: ser misionero, ser<br />

religioso y mucho entusiasmo. En<br />

este camino me sentí bien desde<br />

el principio.<br />

«Mi primer amor»<br />

Uganda, particularmente Karamoya,<br />

ha sido mi «primer amor»<br />

y mi primera misión. Pasaron rapidísimo<br />

dos años sirviendo como<br />

procurador en la diócesis de Moroto,<br />

y poco después, iniciamos el<br />

movimiento de pastoral juvenil en<br />

el cuál trabajé durante ocho años.<br />

Mi labor consistía en impartir educación religiosa en la<br />

escuela secundaria, y realizar actividades deportivas<br />

como futbol, voleibol y netbol (parecido al básquetbol).<br />

Cientos de jóvenes se entusiasmaron con esta actividad;<br />

fue una gran experiencia. Después de 12 años<br />

de ausencia, pasé por Moroto, ciudad ugandesa, y 35<br />

personas, jóvenes de aquel tiempo organizaron una<br />

comida para saludarme nuevamente.<br />

Compartiendo la alegría sursudanesa<br />

<strong>La</strong> vida de los misioneros también consiste en<br />

estar dispuestos a ir a otros lugares, aunque admito<br />

que es difícil dejar algo que se empezó con mucho<br />

entusiasmo y no poder ver los frutos.<br />

Después de 11 años de servicio en México, regresé<br />

a África, esta vez con destino a Sudán. A mi<br />

llegada a esa nación acababa de firmarse el Acuerdo<br />

de paz que ponía fin a una guerra que se había prolongado<br />

por más de 25 años. Tiempo después, para mí,<br />

fue un momento de inmensa alegría compartir con la<br />

gente el resultado del Referéndum que fue arrollador:<br />

más del 95 por ciento de la población votó a favor de<br />

«Estoy feliz de ser misionero de Jesús en medio de su<br />

gente compartiendo la vocación que él me regaló»<br />

la separación de Sudán; y el 9 de julio, la declaración<br />

del nuevo país: Sudán del Sur.<br />

Tenía dos años de laborar en esta nación,<br />

cuando el sacerdote jesuita Michael Shulteis, encargado<br />

de abrir la Universidad católica de Sudán, me<br />

invitó a participar en el equipo docente y me quedé<br />

como administrador y profesor en el área de disciplinas<br />

sociales. Después de cuatro años de haber<br />

comenzado esta obra, ahora estamos a punto de ver<br />

graduarse a la primera generación y son más de 400<br />

estudiantes cursando en las facultades de Economía<br />

y de Educación.<br />

Pues aquí estoy tratando de ser testigo de Jesucristo<br />

en medio de su gente y compartiendo esta<br />

vocación que él me regaló: ser Hermano de todos<br />

con quienes convivo para apresurar la llegada de<br />

su Reino.<br />

y : Hno. Jorge RODRÍGUEZ, mccj<br />

Sudán del Sur<br />

diciembre 2011<br />

17


Más allá de los muros del templo<br />

En Guayaquil, Ecuador, misionamos<br />

una comunidad de Hermanos combonianos como pioneros<br />

en un nuevo camino de evangelización. Esta<br />

modalidad pastoral se denomina: «Obras Combonianas<br />

de Promoción Humana» (OCPHs), una figura<br />

socio-eclesial en busca del acompañamiento cristiano<br />

de procesos sociales y religiosos generados por la<br />

18 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

El Hermano Roberto, autor de<br />

la <strong>carta</strong>, grabando un video con los afro<br />

El Hermano comboniano español Roberto Misas, profesional en el campo<br />

de los medios de comunicación audiovisual, nos describe nuevas formas<br />

de llevar el Evangelio al mundo juvenil y moderno dentro de un ambiente<br />

marcado por injusticias, pobreza y exclusión.<br />

gente en sus ambientes, y que no tienen ningún tipo<br />

de asesoría de parte de la Iglesia ni de organismos<br />

sociales o gubernamentales. Son obras que actúan<br />

como especie de «puentes» entre la Iglesia y la sociedad,<br />

entre lo religioso y lo laico, entre lo sagrado y lo<br />

profano; acciones proyectadas más allá de los límites<br />

del templo y de la pastoral tradicional.<br />

Roberto Misas


Para acompañar a los afrodescendientes<br />

en este lugar, los Hermanos trabajamos<br />

en equipo combinando nuestras profesiones y<br />

experiencias pastorales. Los Hermanos involucrados<br />

en este proceso somos: Alberto Degán<br />

(italiano) en el campo de la catequesis, enfoque<br />

bíblico y resolución de conflictos; Joel Cruz<br />

(mexicano) en el campo del análisis sociocultural<br />

y planeación pastoral; y yo, en el área audiovisual.<br />

El proyecto tiene el objetivo de acercarse<br />

pastoralmente a jóvenes afrodescendientes<br />

marginados socialmente, alejados de la Iglesia,<br />

inmersos en la drogadicción... en una de las zonas<br />

más pobres y peligrosas de la ciudad donde<br />

abundan grupos de pandillas juveniles y donde<br />

a los jóvenes les gusta el rap. Aquí, los afro son<br />

vistos como delincuentes, malhechores, drogadictos...<br />

por su modo de vestir, pero sobre todo,<br />

por su color de piel. De hecho, un sector de la<br />

sociedad guayaquileña cree que el negro tiene una<br />

tendencia natural a la delincuencia.<br />

Dios también baila y canta rap<br />

En la convivencia con este sector nos percatamos<br />

que, desde siempre, la música ha sido para el<br />

pueblo negro el principal instrumento de resistencia, y<br />

que, frente a una realidad marcada por la injusticia, la<br />

discriminación y la violencia, los afro han encontrado<br />

en el arte musical un elemento para salvaguardar su<br />

identidad cultural y su amor a la vida.<br />

Al constatar esto, aprovechamos el deseo de<br />

un grupo juvenil alejado por completo de la Iglesia<br />

que buscaba grabar sus canciones de rap. Jóvenes<br />

no bautizados y sin conocimiento de Jesucristo y<br />

su proyecto; una pequeña muestra del paganismo<br />

urbano ignorado por la pastoral eclesial. Para acercarlos<br />

a Cristo y a la Iglesia, les propusimos hacer<br />

el video de una de sus canciones. Esto implicó un<br />

acercamiento a la vida cotidiana de los jóvenes afro:<br />

escucharlos, seguirlos en sus ambientes para hacer<br />

las tomas de video, incursionar en sus lenguajes y<br />

horarios, considerados éstos una especie de «tabú»<br />

en los ambientes religiosos.<br />

Joel Cruz<br />

Los Hermanos Joel (con camisa blanca) y Roberto<br />

(con camisa verde) conviviendo con jóvenes raperos<br />

Al incursionar como misioneros en su canto y<br />

música percibimos cómo estaban sintiendo y buscando<br />

a Dios; asombrados, descubrimos que no se habían<br />

alejado de él aunque estaban lejos de la Iglesia.<br />

Pudimos llevarlos al encuentro con la Palabra Encarnada<br />

(Jesucristo) y con los profetas. Se identificaron<br />

con ellos y los que no estaban bautizados pidieron el<br />

bautismo. Ahora ellos son una profecía en medio de<br />

los jóvenes afrodescendientes, con su música y su<br />

canto van creando conciencia y evangelizando. Con<br />

ellos, Dios también canta y baila rap; él es un rapero<br />

que está en medio de su pueblo negro.<br />

Los Hermanos combonianos somos religiosos capaces<br />

de entrar con la gente y sentarnos a platicar de<br />

Dios con ella, sin prisas, con mucha calma, anunciando<br />

el Evangelio en el tiempo y circunstancias de la gente.<br />

Si están interesados en ver y conocer a este<br />

grupo de rap pueden entrar a youtube.com y buscar<br />

«Lírica oscura» (canciones: <strong>La</strong> gloria es de Dios, <strong>La</strong><br />

vida es una ruleta, Piensa...).<br />

: Hno. Roberto MISAS, mccj<br />

Guayaquil, Ecuador<br />

diciembre 2011 19


Brujería, milagros y aventuras<br />

20 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

El enfermero y médico Juan Carlos Salgado, Hermano comboniano<br />

originario de Uruapan, Michoacán, lleva 10 años trabajando<br />

en República Democrática del Congo, desde aquellas tierras<br />

nos comparte las siguientes experiencias.<br />

El Hermano Juan Carlos atendiendo<br />

a una niña congolesa<br />

Desarrollo mi labor misionera<br />

en Duru, provincia de Isiro, localizada al norte de República<br />

Democrática del Congo, a 25 kilómetros de la<br />

frontera con Sudán del Sur. Vivo con la tribu azande,<br />

que está llena de valores como la sencillez, la solidaridad<br />

y la ayuda, pero al mismo tiempo, fuertemente<br />

influenciada por la brujería y las supersticiones.<br />

En una ocasión recibimos una niña de 13 años<br />

con complicaciones de malaria, empezó a orinar negro,<br />

lo que aquí se conoce como «orina coca-cola».<br />

Los parientes dijeron que la enfermedad era porque el<br />

brujo se había comido su hígado y otras vísceras de la<br />

pequeña. Los brujos hacen circular esta versión entre<br />

los pobladores para que crean en su magia y poder.


El Hermano Juan Carlos acompañado por su equipo<br />

de trabajo en el hospital de Duru<br />

Después de consultar sus oráculos encontraron a un<br />

supuesto culpable, lo arrestaron y lo trajeron al hospital<br />

descalzo, con el torso desnudo y las manos atadas.<br />

Para deshacer el conjuro hicieron que el presunto<br />

malhechor tomara 60 sorbos de agua de una cubeta<br />

y hacían que la escupiera del otro lado. Después,<br />

lo hicieron pagar una multa: gallinas, cabras, aguardiente,<br />

aceite de palma y hasta dinero. Finalmente, el<br />

culpable debía trabajar durante un año sin pago en la<br />

plantación del jefe de la tribu.<br />

El milagro de la vida<br />

En otra ocasión, recibimos a un bebé de 8 meses<br />

que estaba enfermo de pulmonía y se encontraba<br />

al borde de la muerte; casi inconsciente, intentaba<br />

respirar como pez fuera del agua; pensé que no sobreviviría.<br />

Así que hablé con sus padres y les pregunté<br />

si querían bautizarlo, al instante aceptaron. Uno de<br />

los sacerdotes de la misión lo bautizó con el nombre<br />

de Esteban, ungió al bebé y le impuso una medalla. A<br />

la mañana siguiente, pregunté cómo seguía el bebé,<br />

y con gran sorpresa, lo encontré despierto, sin fatiga<br />

para respirar y comenzando a alimentarse. Para mi<br />

fue un milagro por la gracia del bautismo.<br />

¡Entre chayotes<br />

y palomitas de maíz!<br />

Una vez, alguien trajo<br />

un chayote, vegetal que no se<br />

conocía en esta tribu. Cuando<br />

empezó a germinar, lo planté<br />

en un rincón del hospital y le<br />

construí una enramada para<br />

que el planta trepara y expandiera<br />

sus ramas. Cuando dio<br />

frutos, lo promoví entre la gente<br />

y los pacientes del hospital.<br />

En ese tiempo había un niño de<br />

12 años que tenía insuficiencia<br />

renal crónica, el hospital no tenía<br />

los medios necesarios para<br />

curarlo, y su salud se debilitaba<br />

cada día. Antes de morir, el joven<br />

pidió como última voluntad comer la verdura que<br />

yo había plantado. Créanme, la disfrutó mucho.<br />

También planté maíz palomero. Por cierto, las<br />

palomitas tan ricas que saboreamos en México, tampoco<br />

son conocidas en este lugar, así que imagínense<br />

la curiosidad de la gente cuando vieron mi cosecha.<br />

Todos preguntaban: «¿Qué es, se come?». Entonces<br />

empecé con la preparación: fui por una olla, aceite y<br />

sal. Cuando regresé tenía mucho público: enfermeros,<br />

pacientes, familiares y niños, los que nunca faltan.<br />

Puse los granos en el aceite caliente y tape la olla.<br />

Cuando los granos empezaron a reventar, ¡todos salieron<br />

huyendo! Cuando se repusieron del miedo, regresaron,<br />

les di la prueba y ¡les encantó! Tuve tanto<br />

éxito, que empezaron a pedirme un puño de maíz para<br />

sembrarlo en sus parcelas.<br />

Estas son sólo unas cuantas de varias experiencias<br />

entre este pueblo donde he vivido los mejores años<br />

de mi vida. Ruéguenle a Dios, para que me siga ayudando<br />

en mi labor y ser testimonio de amor entre estos<br />

hermanos. Me encomiendo a sus oraciones.<br />

y : Hno. Juan Carlos SALGADO, mccj<br />

República Democrátrica del Congo<br />

diciembre 2011 21


22 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

Luchas tribales<br />

El enfermero y Hermano comboniano Andrés Gaspar,<br />

originario de Chilpancingo, Guerrero, desarrolla su labor misionera<br />

en el nuevo país del mundo, Sudán del Sur. Desde aquellas tierras,<br />

nos cuenta algunos conflictos tribales en esta zona.<br />

En enero de este año, casi 99 por ciento<br />

de la gente de Sudán del Sur votó a favor de su<br />

independencia de Sudán. Así que el<br />

9 de julio pasado, Sudán del Sur se<br />

convirtió en un país nuevo. Todavía<br />

existen varios problemas por resolver<br />

con los sudaneses del norte, entre<br />

ellos, los recursos petrolíferos, pues<br />

El Hermano Andrés rodeado de amigos<br />

y compañeros del hospital<br />

se estima que 80 por ciento del petróleo de Sudán<br />

procede del sur, lo que representa un gran potencial<br />

económico. Sudán del Sur se divide<br />

en 10 estados federales subdivididos,<br />

a su vez, en 86 condados.<br />

Soy enfermero y llevo tres años<br />

trabajando en la misión de Mapuordit,<br />

cerca de Rumbek, en el hospital dedi-


Durante una convivencia<br />

con niños sursudaneses<br />

cado a Nuestra Señora María Inmaculada. Como Hermano<br />

me siento muy contento trabajando en la proclamación<br />

de la Palabra de Dios en estas tierras, aunque<br />

tenemos muchos desafíos que enfrentar.<br />

Esta zona está habitada por dos grandes tribus:<br />

dinka y jur, pero, desgraciadamente, no existen buenas<br />

relaciones entre ellos. Los dinka se dedican al cuidado<br />

del ganado, y los jur a la agricultura, actividades<br />

que provocan crueles enfrentamientos a causa de que<br />

el ganado de los dinka invade los terrenos de los jur y<br />

se alimenta de sus cultivos.<br />

El enfrentamiento<br />

Eran como las 9 de la noche, celebrábamos<br />

el Domingo de Resurrección, cuando escuchamos<br />

unos disparos cerca de la casa. De repente, mucha<br />

gente vino a refugiarse a la misión. En ese momento<br />

no sabíamos lo que sucedía. Mi primera reacción fue<br />

buscar a mis hermanos de comunidad, pues dos de<br />

ellos no estaban presentes en la celebración y los<br />

disparos continuaban. Salí de casa, y por lo regular,<br />

uso una lámpara para guiarme en la oscuridad.<br />

En ese momento me gritaron: «¡Hermano, apague<br />

la lámpara porque los jurs nos están atacando! ¡Regrese<br />

a casa!». Sentí miedo, pero necesitaba saber<br />

que mis hermanos de comunidad estuvieran a salvo.<br />

Cuando me aseguré que todos estuviéramos den-<br />

tro en casa, otra vez pensé en el<br />

conflicto y también pensé que se<br />

podrían requerir mis servicios en<br />

el hospital. Esta idea me mantuvo<br />

alerta por toda la noche.<br />

Por la mañana siguiente, después<br />

de misa, un hermano me dijo:<br />

«Vamos al quirófano, un paciente<br />

necesita operación». En este enfrentamiento<br />

mataron a dos personas:<br />

un niño dinka de cinco años y a un<br />

pastor protestante jur. Además, hubo<br />

tres heridos: uno con un bala en la<br />

pierna y otro, un muchacho de 14<br />

años de edad, con un balazo en el<br />

brazo; y el tercero, al que debíamos<br />

atender, recibió tres balas en la brazo derecho, otra en<br />

el izquierdo, y otra en el pecho. Tuvimos que amputarle<br />

el brazo derecho.<br />

Entre la paz y la tensión<br />

Estos encuentros fueron frecuentes, mucha gente<br />

murió y los heridos nos mantenían ocupados en el<br />

hospital. Después de casi un mes de enfrentamientos,<br />

se convocó a una reunión entre ancianos y jefes de<br />

los pueblos. Urgía tomar decisiones. Durante el primer<br />

encuentro no se llegó a nada y la gente siguió peleando;<br />

al cabo de una segunda reunión, por fin terminó la<br />

violencia entre estas tribus. Actualmente, Mapuordit se<br />

encuentra en paz, pero existe tensión. Los misioneros<br />

continuamos convocando a dialogar entre ellos.<br />

Sudán del Sur es un país que está naciendo y<br />

debe construir muchas cosas, entre ellas, formar y<br />

educar a sus ciudadanos. Divididos por la guerra y anclados<br />

en sus tradiciones, los pueblos deben aprender<br />

a vivir juntos pacíficamente. No será fácil. Les ruego<br />

una oración para que nuestro Padre, nos permita ayudar<br />

a esta gente a encontrar la felicidad.<br />

y : Hno. Andrés GASPAR, mccj<br />

Sudán del Sur<br />

diciembre 2011 23


Realidades<br />

24 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong>


Hermano misionero<br />

comboniano<br />

Una de las verdades fundamentales de nuestra<br />

fe es que Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza.<br />

la naturaleza humana nos demuestra que alguien se parece<br />

a nosotros, sobre todo si es nuestro hijo o nuestro hermano.<br />

En este sentido, podemos decir que ser «hijo» o «hermano» es<br />

la manera de ser imagen y semejanza de Dios en este mundo.<br />

De hecho, Dios toma este camino para salvar a la humanidad. Este acontecimiento<br />

en el que Dios se hace hijo para convertirse en hermano del ser humano<br />

lo recordamos cada Navidad. Por eso, un hombre que decide consagrar<br />

su vida como religioso Hermano en la Iglesia sabe que la razón fundamental<br />

de su vocación es ser testimonio viviente de la voluntad de Dios: que todo ser<br />

humano sea su hijo y su hermano al mismo tiempo.<br />

Hermenegildo Cordero<br />

Por: Hno. Joel CRUZ, mccj<br />

diciembre 2011 25


Realidades<br />

Promotor de una conciencia fraterna<br />

Los religiosos Hermanos combonianos<br />

tenemos claro que compartimos con Jesucristo, quien<br />

nos ha llamado, la conciencia y la convicción personal<br />

de ser hijos de Dios. Esto está profundamente arraigado<br />

en nuestro corazón, por eso, nuestro comportamiento<br />

y lenguaje, y nuestras actitudes y «presencias»<br />

intentan imitar a Jesucristo como hijo de Dios y<br />

hermano del ser humano. Nuestra presencia cambia<br />

el rostro de Dios para quienes nos ven, escuchan o<br />

tratan. Nuestro estilo de vida rompe los esquemas cultuales,<br />

legales, formales... porque éste tiene como fin<br />

desarrollar entre la gente una conciencia de familia, de<br />

parentesco, de hermanos. No somos promotores o difusores<br />

de una religión, sino de una conciencia fraterna<br />

que nace de la convicción de que Dios es «Abbá»<br />

(papá). Por eso intentamos mostrar cómo vive un ser<br />

humano que cree en un Dios Padre de todos.<br />

Tenemos la misión de cambiar las falsas ideas<br />

que la gente tiene de Dios, esos conceptos que los<br />

26 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

esquemas culturales, las circunstancias históricas<br />

y las diversas ideologías (políticas, económicas, religiosas...)<br />

han dejado en la conciencia y la práctica<br />

cotidiana de los pueblos. Nuestra labor es «cambiar a<br />

Dios en Abbá» para injertar la fraternidad en todos los<br />

ámbitos de nuestra vida.<br />

Esta conciencia cambia radicalmente el modo de<br />

relación con Dios y la impulsa más allá de los ambientes<br />

litúrgicos y de la piedad popular. <strong>La</strong> misión fundamental<br />

de nuestra vocación no es tanto la «promoción<br />

humana» entendida como desarrollo socioeconómico,<br />

sino como crecimiento en una conciencia de ser hijos<br />

de Dios, que toma en serio a Dios como Padre y la<br />

fraternidad como consecuencia de esta relación manifestada<br />

en el plano socio-cultural-económico-político.<br />

De ahí la importancia de la oración del Padre Nuestro<br />

enseñada por Jesús a quienes estaban con él. Por eso<br />

insistió constantemente en la conciencia de que sólo<br />

hay un Padre, que es Dios; un sólo Maestro y guía,<br />

El hermano Joel Cruz desarrollando su labor<br />

misionera en Xochimilco, México<br />

Fernando de Lucio


El hermano José Díaz<br />

enseñando mecánica<br />

en Mozambique<br />

que es Cristo; y que todos somos hermanos (Mt 23,1-<br />

12). El religioso Hermano consagra su vida a custodiar<br />

la fraternidad querida por Jesús entre los seres<br />

humanos. Con su vida y su trabajo plantea la belleza<br />

y la peligrosidad de la fraternidad que nace de Dios.<br />

Esa belleza de descubrirse parte de una familia cuyo<br />

Padre es Dios y la conciencia de que la fraternidad<br />

no da lugar a injusticias, explotación, desigualdades y<br />

privilegios de ningún tipo. <strong>La</strong> conciencia de que el otro<br />

es mi hermano no me permite ser injusto, intolerante,<br />

arrogante... sólo cabe el amor fraterno.<br />

Uno más entre la gente<br />

Así como Jesús que no fue un ministro del culto<br />

en el templo, sino que se puso también en la fila entre<br />

la gente como uno más para recibir el bautismo (Lc<br />

3,21; Jn 1,26.31; Filp 2), así también el religioso Hermano<br />

comboniano se inserta en la vida del pueblo y se<br />

sumerge en la experiencia de las personas, y desde<br />

ahí, escucha las sugerencias de Dios. En la vida cotidiana<br />

del pueblo, en ese río de situaciones problemáticas<br />

y esperanzadoras es donde el Espíritu toca su<br />

conciencia y su corazón y va planteándole la justicia<br />

como horizonte de su vida y su trabajo (Lc 4,18-19).<br />

Pobres, quebrantados de<br />

corazón, cautivos, ciegos,<br />

despojados de lo suyo... (Lc<br />

4,18-19) se convierten en los<br />

destinatarios de su acción.<br />

Desde dentro del<br />

pueblo, el Hermano va animando,<br />

sanando, liberando,<br />

concientizando, restituyendo<br />

a los pobres lo que otros les<br />

han arrebatado de diversas<br />

maneras. <strong>La</strong> vocación del<br />

Hermano tiene sus raíces en<br />

el bautismo, en una conciencia<br />

de ser consagrado por la<br />

causa de la Justicia de Dios,<br />

en una conciencia de hijo del<br />

Padre y en una presencia<br />

transformadora del Espíritu en lo eclesial y lo social.<br />

En este sentido, el religioso Hermano está llamado a<br />

ser «animador» de procesos religiosos y sociales que<br />

liberan a la persona».<br />

MUNDO NEGRO<br />

Realidades<br />

Médico social<br />

En su contexto, Jesús se convirtió en un «sanador<br />

del corazón» de individuos, de estructuras y sistemas<br />

(políticos, religiosos, culturales, sociales). Los<br />

cuatro evangelios narran numerosas «sanaciones»<br />

hechas por él que suscitaron estupor y asombro en<br />

sus contemporáneos. Estas curaciones de Jesús se<br />

dan en una condición de «descomposición» humana,<br />

de rechazo, marginación, exclusión...; en una actitud<br />

religiosa inhumana alejada de la realidad y el sufrimiento<br />

de la gente; en una condición enferma de la<br />

familia, del poder político y militar incapaz de servir.<br />

Jesús «toca» estas realidades y las sana.<br />

El religioso Hermano comboniano, así como<br />

su Maestro, toca las situaciones sociales de «degradación»<br />

humana (ámbito social), las situaciones religiosas<br />

alienantes (ámbito religioso), la esfera de la<br />

autoridad (civil, militar, política), el ámbito de los servidores<br />

(ámbito del trabajo), el aspecto familiar. En este<br />

27<br />

diciembre 2011 27


Realidades<br />

sentido el Hermano es como un «médico social» que<br />

cura las enfermedades sociales de la marginación y<br />

exclusión, la insensibilidad religiosa y política, la incapacidad<br />

de servir, la dependencia, la inconciencia, el<br />

miedo, el desánimo y la desesperanza; y lo hace no<br />

sólo para que los pobres o quienes son víctimas de<br />

esto, se sientan bien o superen estos males, sino sobre<br />

todo para cambiar la mentalidad, las convicciones<br />

y la práctica de todos esos ámbitos. El Hermano busca<br />

sanar la mentalidad y el corazón de las personas,<br />

estructuras y sistemas, porque del corazón nace todo.<br />

El religioso Hermano no es un «médico de almas»,<br />

sino de «corazones humanos» que son principio y, al<br />

mismo tiempo, los sacrificados de los sistemas en los<br />

que se encuentran.<br />

Un contemplativo de la realidad humana<br />

El religioso Hermano comboniano se inserta<br />

en una realidad donde muchos seres humanos no<br />

son considerados como tales: anónimos, confinados<br />

al «silencio», al olvido, a permanecer mudos,<br />

pasivos y sin poder participar en plenitud de las<br />

«pérdidas» del sistema global, pero también sin las<br />

«ganancias». Este contexto pide acciones pedagógicas<br />

humanizantes que ayuden a otros hermanos a<br />

salir del miedo a la libertad, que los hagan capaces<br />

de inserirse como sujetos en este proceso histórico<br />

actual, de ahí la importancia de la capacitación<br />

profesional del Hermano. <strong>La</strong> cercanía al corazón<br />

humano, el profesionalismo y la contemplación del<br />

Señor en la realidad de los pobres hacen que el religioso<br />

Hermano sea capaz de captar y desenmascarar<br />

el miedo a la libertad camuflada en diversos<br />

comportamientos y actitudes. El Hermano percibe<br />

con mayor facilidad las diversas maneras que utilizan<br />

los pobres para colocarse ante sí mismos como<br />

si fueran «problemas», porque descubren que saben<br />

o conocen poco de sí mismos y se reconocen<br />

en una situación de ignorancia en todo sentido.<br />

El horizonte misionero que el religioso Hermano<br />

tiene en todo contexto es la «humanización» que<br />

implica descubrir los procesos y mecanismos des-<br />

28 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

humanizantes. <strong>La</strong> vida del Hermano está encaminada<br />

a desatar procesos de humanización para que<br />

las manos de las personas y pueblos que acompaña,<br />

se extiendan cada vez menos como si fueran<br />

mendicantes y comiencen a extenderse como colaboradores,<br />

es decir, que sean humanos como todos,<br />

con la misma dignidad de hijos de Dios. Manos<br />

que trabajen para transformar no sólo su pequeño<br />

contexto sino el mundo.<br />

Un profesional consagrado<br />

De todo lo que hemos dicho hasta ahora, podemos<br />

deducir que el religioso Hermano ha sido llamado<br />

por Dios para hacerlo presente en medio del mundo,<br />

y como comboniano, entre los más pobres y abandonados<br />

de la Tierra, especialmente entre aquellos que<br />

no conocen a Cristo. Por eso, debe ser un hombre<br />

preparado para poder implementar la justicia y la paz<br />

a través de diversos proyectos en los diferentes ámbitos<br />

de la vida humana. Esto requiere, por fuerza, una<br />

formación profesional para adquirir las herramientas<br />

necesarias que le faciliten crear las condiciones para<br />

que la voz de los pobres sea escuchada, atendida y se<br />

logren abrir caminos de desarrollo humano integral.<br />

El Hermano Fernando Bartolucci trabajó<br />

en México por más de 44 años<br />

Simone della Monica


<strong>La</strong> buena voluntad y el entusiasmo no son suficientes<br />

para cambiar las situaciones de los pueblos,<br />

es necesaria una preparación técnico-profesional,<br />

porque la evangelización impulsada por el religioso<br />

Hermano tiene una fuerte caracterización social, sin<br />

este elemento el anuncio del Evangelio no tiene sentido.<br />

Comprender la mentalidad y cultura de la gente<br />

requiere una preparación adecuada que proporcione<br />

los medios para interactuar con respeto y espíritu de<br />

colaboración para identificar los problemas sociales,<br />

las raíces de la pobreza y las situaciones inhumanas<br />

de los pueblos.<br />

Restaurador del ser humano<br />

Nuestra fe cristiana no nos permite ver al ser<br />

humano como «objeto pasivo» en la vida social, sino<br />

como «sujeto y fundamento» de la sociedad. Por eso,<br />

la Iglesia no puede abandonar a la persona en toda<br />

su realidad del ser y del actuar con las que escribe<br />

su historia personal junto con sus semejantes. Esta<br />

es la razón fundamental por la que el religioso Hermano<br />

comboniano considera a su prójimo como el<br />

primer camino que debe recorrer en el cumplimiento<br />

de su misión. Por eso la evangelización que promue-<br />

El Hermano Arsenio Ferrari<br />

y el padre Rafael González<br />

Realidades<br />

ve tiene un rostro humano porque su testimonio de<br />

fe necesariamente es proyectado en el plano de la<br />

dignidad de la persona en un contexto de injusticia y<br />

violencia social.<br />

Con este estilo de anunciar el Evangelio, el religioso<br />

Hermano hace presente y comprensible el Misterio<br />

de la Encarnación, mediante el cual, Jesucristo<br />

se convierte en ciudadano de un pueblo en una época<br />

concreta, con la finalidad de hacer que todo ser humano<br />

pase de condiciones de vida inhumanas a condiciones<br />

humanas. <strong>La</strong>s grandes transformaciones y crecientes<br />

desigualdades agudizan los conflictos sociales y empujan<br />

a muchos sectores de la sociedad a la búsqueda<br />

de soluciones en el ámbito socio-económico, esto sin<br />

duda se presenta como un signo y una exigencia de la<br />

voluntad de Dios que el Hermano, por vocación, debe<br />

interpretar, acompañar y encontrar cauces de realización<br />

junto con los diferentes sujetos sociales y eclesiales.<br />

El primer paso en esta realización de la voluntad<br />

del Señor, no es renovar las estructuras sino al ser<br />

humano que promueve, gestiona o es destinatario de<br />

estas estructuras sociales.<br />

Ciertamente, la transformación de la realidad implica<br />

un cambio de estructuras, pero ello no es posible<br />

si antes no se da la conversión<br />

del corazón de las personas, una<br />

toma de conciencia, una preparación<br />

adecuada y una participación<br />

efectiva de todos. El desarrollo<br />

no se reduce a un simple<br />

crecimiento económico, sino en<br />

un crecimiento en dignidad y responsabilidad<br />

humana, es decir,<br />

un ser humano capaz de comunión<br />

y participación, una persona<br />

responsable del bien común.<br />

Víctor Hugo García U.<br />

Apóstol<br />

<strong>La</strong> naturaleza comboniana<br />

del Hermano es la de ser «apóstol<br />

no eclesiástico». Lo «laico o<br />

secular», es decir, lo humano y lo<br />

29<br />

diciembre 2011 29


Realidades<br />

social, es el lugar de su apostolado.<br />

San Daniel Comboni<br />

no quería sólo un profesional<br />

o técnico en la misión. Él pide,<br />

ante todo, un hombre con el<br />

Espíritu de Dios. Como Hermanos<br />

no siempre estamos<br />

circundados por aquel «aire<br />

de favor y de aplauso» del que<br />

gozan otros tipos de vocaciones<br />

en la Iglesia. Esto, en un<br />

hombre concreto, puede pesar<br />

y convertirse en una carga<br />

para él, condicionando su ser<br />

y actuar, e incluso puede llegar<br />

a ser fuente de frustraciones,<br />

malestares y desánimos.<br />

<strong>La</strong> realidad concreta que<br />

nos toca vivir dentro y fuera de nuestras comunidades<br />

religiosas, no nos permite el lujo de ser una simple<br />

persona con una buena profesión o capacitación. Es<br />

decir, para nosotros no bastan las profesiones, las<br />

técnicas, los proyectos, los estudios teológicos... se<br />

necesita «Espíritu de Dios» para dominar y orientar<br />

nuestra vida y nuestra historia, que frecuentemente es<br />

una piedra escondida bajo tierra. Se necesita «Espíritu»<br />

para creer y aceptar que nuestra vocación es de lo<br />

«discreto» y no de lo «notorio».<br />

Una santidad política<br />

<strong>La</strong> naturaleza secular-laical de nuestra vocación<br />

nos permite –más que otros– vivir una «santidad<br />

política» liberadora. Como Hermanos combonianos<br />

estamos obligados a pensamientos de orden superior,<br />

porque si nos quedamos en el plano meramente<br />

humano, nuestra vocación no se sostiene, es<br />

necesario fundarla en el Espíritu de Jesús. Porque<br />

muchas veces nos vemos tentados a fijarnos en la<br />

profesionalidad, en los problemas sociales o en la<br />

emergencia misionera y no en Jesucristo que nos<br />

llama desde la Cruz a estar con él. <strong>La</strong> filantropía<br />

cristiana que encarna el Hermano, no se mueve por<br />

30 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

El Hermano Rodolfo Sánchez trabajando<br />

en República Centroafricana<br />

lástima al pobre y abandonado, sino en el plano de la<br />

promoción humana, es decir, con su modo de tratar y<br />

de creer en las personas que acompaña en la misión,<br />

el Hermano ayuda a todos a aceptar y creer que el<br />

más pobre y abandonado no es un incapaz, mucho<br />

menos un esclavo, o peor aún, una mercancía puesta<br />

en el mercado. El desafío que el Hermano lanza<br />

al mundo de hoy en la perspectiva comboniana, es<br />

la de atreverse a mirar al ser humano más pobre y<br />

abandonado como miembro de su propia familia.<br />

Comboni nos dice que el misionero gasta su vida<br />

a favor de los más olvidados del mundo, no porque<br />

ve en ellos a unos pobres y necesitados, sino porque<br />

ve en ellos a sus hermanos amados por quienes la<br />

Sangre de Cristo también fue derramada. El religioso<br />

Hermano no es un filántropo cualquiera, es un hombre<br />

que ama al ser humano desde el Corazón de Cristo.<br />

Es aquí donde se puede entender el «Corazón traspasado<br />

del Buen Pastor», porque amar a las personas<br />

implica también sufrimiento, dolor, sangre...<br />

Podríamos decir que la vocación del Hermano<br />

es como la praxis del amor en forma de justicia, por<br />

eso, nuestra vocación está profundamente ligada a<br />

la búsqueda de la justicia y la paz para todos. <strong>La</strong> fi-<br />

Rodolfo Sánchez


lantropía cristiana de la que<br />

Comboni habla, podríamos<br />

traducirla hoy como la fraternidad<br />

que se hace concreta<br />

en una presencia de eficacia<br />

y gratuidad, de lucha y<br />

magnanimidad, de equidad<br />

y perdón.<br />

Fe y civilización: pilares de<br />

la promoción humana<br />

Tal vez el Hermano<br />

comboniano no logrará nunca<br />

abatir la pobreza, pero su<br />

presencia fraterna hará de<br />

los pobres «seres con espíritu<br />

cristiano», pobres con el<br />

espíritu de las Bienaventuranzas.<br />

Fe y civilización es el<br />

binomio que constituye el ideal de «regeneración» en<br />

san Daniel Comboni. En este sentido, el apostolado<br />

del Hermano, tiene la finalidad de «regenerar lo humano<br />

y lo social en la misión».<br />

Para Comboni, la salvación inicia con una civilización<br />

cristiana. Esto significa «generar» ciudadanos<br />

cristianos, es decir, hombres y mujeres que<br />

viven con el Espíritu de Cristo en su contexto concreto.<br />

Esta idea de salvación nos conecta con los<br />

«primeros ciudadanos cristianos» de nuestra historia:<br />

los primeros discípulos del Señor. Estos ciudadanos<br />

que después de la muerte y Resurrección<br />

del Maestro, toman posición ante las problemáticas<br />

sociales de su tiempo. Ellos, partiendo de Jesús (de<br />

su práctica, sus actitudes y palabras) elaboran un<br />

juicio crítico sobre la sociedad en la que se encontraban.<br />

Y de éstos juicios se desprendió una teología<br />

del ser humano y de la sociedad en categorías<br />

universales, es decir, válidas para todo ser humano<br />

y para todos los tiempos: El Nuevo Testamento.<br />

Los discípulos fueron capaces de vivir a partir de<br />

una teología social alimentada por palabras, actitudes<br />

y símbolos de Jesús que se mantenían en su recuerdo.<br />

El Hermano<br />

José Antonio Coto<br />

empacando la revista<br />

<strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong> en las<br />

instalaciones del Centro<br />

de Animación Misionera<br />

en México<br />

Realidades<br />

Esto era lo que los hacía ciudadanos responsables en<br />

los lugares donde se encontraban. Para ellos, seguir<br />

al Señor significaba no escapar de la realidad en que<br />

vivían, al contrario, seguirlo, implicaba una obediencia<br />

crítica a las instituciones civiles y políticas. Con estas<br />

actitudes, estos ciudadanos eran testimonio viviente<br />

de que Dios no es indiferente a las estructuras sociales.<br />

Con su estilo de vida inquietan al poder y lo relativizan<br />

haciendo notar que ninguna autoridad debe ser<br />

«sacralizada» y mucho menos infundir temor o miedo,<br />

porque el empeño del cristiano es la obediencia a Dios<br />

y no a la voluntad del «César».<br />

<strong>La</strong> memoria de Jesús hace de estos ciudadanos<br />

formadores de comunidades insertas en la sociedad,<br />

responsables aún en medio de la persecución<br />

(1Pe 2,13-17; 1Tm; Rom 13,1-7;). Ciudadanos<br />

«obedientes», sí, pero en la libertad, en función de<br />

un cambio en las relaciones sociales en vista de una<br />

transformación del sistema socio-político-cultural.<br />

Ciudadanos capaces de estar en el mundo sin ser del<br />

mundo. Este es el tipo de ser humano que el Hermano<br />

comboniano está llamado a formar en la misión.<br />

Para esto lo llama Dios.<br />

Eder Ferreira<br />

31<br />

diciembre 2011 31


Por: P. Fernando<br />

GATkUOTh, mccj<br />

5 Dios ve las necesidades de su<br />

pueblo, sus penas y sufrimientos, se compadece<br />

de ellos (Ex 3,7-9), pero también ve sus pecados y<br />

como se van alejando de él (Is 1,10-26). Ante estas<br />

situaciones, el Padre no permanece indiferente,<br />

entonces llama a una persona para que libere a su<br />

pueblo, lo defienda de los peligros que lo asechan<br />

o lo retorne a Dios, por ejemplo, Moisés o cualquiera<br />

de los profetas o jueces. Hoy, Dios sigue<br />

<strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

32 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

Todos estamos llamados<br />

Cuando leemos la Biblia encontramos hombres y mujeres que fueron llamados<br />

por Dios para que, en su nombre, cumplieran una misión a favor de su pueblo.<br />

Estas vocaciones tienen algunos elementos comunes: la iniciativa es divina,<br />

el llamado es para una misión que exige respuesta y, finalmente, Dios no deja<br />

solo a quien elige, sino que lo acompaña y fortalece con su gracia.<br />

32<br />

Los Hermanos combonianos<br />

Tomek Basinski (Polonia),<br />

y Alfred Mbaidjide (Chad),<br />

en compañía de una familia<br />

laica comboniana en Colombia<br />

BIBLIA Y MISIÓN<br />

tomando la iniciativa, sigue llamando a muchachos<br />

y muchachas que vayan en su nombre a confortar<br />

a su pueblo, a liberarlo de lo que lo oprime, a conducirlo<br />

por el camino del bien y de la vida. ¿Te has<br />

sentido llamado? ¿Cuál es tu respuesta?<br />

Respuesta libre<br />

10 Dios elige a la persona y le hace una propuesta<br />

específica; si tiene dudas se las aclara para<br />

Tomek Basinski


El Hermano comboniano Jesús Pérez con algunos laicos de Guatemala<br />

que no tenga ninguna incertidumbre sobre la misión<br />

que le encomienda y dé una respuesta libre, como le<br />

sucedió a María, cuando le propone ser la madre de<br />

Jesús (Lc 1,26-38). <strong>La</strong> respuesta que dé a Dios debe<br />

ser como la de los novios el día de su matrimonio:<br />

libre, por plena voluntad, sin que nada ni nadie le<br />

presione y por amor. Dios nunca ha dejado de llamar<br />

porque siempre se ha preocupado por su pueblo.<br />

Para una misión<br />

15 A los que Dios llama, les confía una misión<br />

que es para el bien de su pueblo (Mt 28,19-20). Son<br />

como intermediarios o mensajeros del Padre. Este<br />

es uno de los grandes misterios de la vocación, que<br />

el Todopoderoso decide actuar a través de seres<br />

frágiles, criaturas como cada uno de nosotros.<br />

20 En este número dedicado a la vocación del<br />

Hermano misionero comboniano, Jesús nos invita<br />

a «arremangarnos» la camisa para ponernos a trabajar,<br />

y convertirnos así, en mensajeros de la vida<br />

y la alegre noticia del amor de Dios por nosotros<br />

y por nuestra salvación, obtenida por la pasión,<br />

muerte y resurrección de Jesús.<br />

Biblia y misión 12<br />

No los deja solos<br />

25 Dios no deja solos a sus elegidos, los<br />

acompaña personalmente o les da algún acompañante<br />

o gracia particular para que lleve a cabo<br />

su misión a pesar de los retos y dificultades que<br />

encontrará (Mt 28,20). Así que no teman dar una<br />

respuesta afirmativa al llamado que Jesús les<br />

hace para compartir su ser como misioneros. Él ya<br />

les ha dado muchos dones y talentos, nadie puede<br />

decir que no ha recibido nada.<br />

30 Jesús también te está llamando a ti, tiene<br />

un lugar y una misión particular que sólo<br />

es tuya. Responde afirmativamente porque en<br />

esta vocación encontrarás sentido a tu vida,<br />

alegría de vivir, plenitud, felicidad... y la vida<br />

eterna. ¡Vale la pena decir sí y cumplir con<br />

nuestra misión.<br />

35 Para mayor información sobre el tema, te<br />

invito a leer mi libro Discípulos misioneros de Cristo<br />

para la misión sin fronteras, puedes adquirirlo<br />

en las oficinas de <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong> o en cualquier<br />

comunidad comboniana.<br />

diciembre 2011<br />

MUNDO NEGRO<br />

33<br />

diciembre 2011<br />

33


Celebrante: En el nombre<br />

del Padre, del Hijo y del<br />

Espíritu Santo. Amén. Los<br />

Hermanos combonianos son<br />

misioneros, consagrados a Cristo, que anuncian<br />

el Evangelio más allá del templo a través de diversas<br />

actividades. Su misión consiste en estar<br />

cerca de los más pobres y abandonados para<br />

crecer con ellos humana y espiritualmente. Oremos<br />

por estos Hermanos que con alegría gastan<br />

sus vidas por el pueblo.<br />

Canto inicial: «Yo no era profeta» (Recemos<br />

cantando, 595).<br />

Lectura de la Palabra de Dios: (Ex 3,1-<br />

10). Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.<br />

Por: hna. Silvia<br />

FLORES, mc<br />

34 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

«Más allá del templo»<br />

El Hermano Martín Ploner administrando<br />

la comunión en una comunidad indígena<br />

Reflexión: ¿Cuántos de nosotros sabemos<br />

lo que es un Hermano religioso misionero? Tal vez<br />

ni siquiera sabemos lo que hace. Es importante<br />

conocer la entrega generosa que él hace de su ser<br />

en tierras de misión o en los lugares donde es llamado<br />

a trabajar. El Hermano no sólo se la pasa en<br />

talleres de capacitación para enseñar carpintería,<br />

herrería, albañilería, etcétera; también lo encontramos<br />

como enfermero, doctor, profesor, etcétera<br />

o igualmente lo podemos ver predicando la Palabra<br />

de Dios en pequeñas comunidades cristianas<br />

para ayudar a crecer al pueblo en su dimensión<br />

espiritual. Podemos decir que el Hermano comboniano<br />

es aquel que se esmera en la misión para<br />

promover a la persona integralmente.<br />

ESQUILA MISIONAL


El Hermano José Nieto bautizando en Brasil<br />

Meditemos y compartamos: ¿Qué testimonio<br />

recibo de estos religiosos misioneros? ¿De qué manera<br />

nos impulsa su vida a ser mejores?<br />

Canto: «Deja tu patria» (Recemos cantando, 463).<br />

Oración de los fieles: Escúchanos, Señor.<br />

✝ Te pedimos por el aumento de vocaciones<br />

misioneras de Hermanos para que con su labor cooperen<br />

a que el anuncio del Evangelio y la promoción<br />

humana llegue a todas partes.<br />

✝ Por los Hermanos combonianos que están en<br />

tierras de misión promoviendo a sus hermanos integralmente<br />

para que los sostengas en sus trabajos.<br />

✝ Por los Hermanos combonianos ancianos y<br />

enfermos para que los fortalezcas y les des la recompensa<br />

que merecen por haber entregado sus vidas<br />

para bien de los demás.<br />

Padre nuestro: Unamos nuestras manos y elevemos<br />

al Padre la oración que nuestro Maestro nos ha<br />

enseñado. Padre nuestro...<br />

Oración final: Padre de amor y de misericordia<br />

bendice abundantemente a todos tus hijos que, dejándolo<br />

todo, siguen a tu Hijo por los caminos de la<br />

misión; concédeles sabiduría y amor para que puedan<br />

ser testigos tuyos en el mundo. Por Cristo, nuestro Señor.<br />

Amén.<br />

Despedida: Nos bendiga el Padre, el Hijo y el<br />

Espíritu Santo. Amén.<br />

Canto final: «Mientras recorres la vida» (Recemos<br />

cantando, 476).<br />

MUNDO NEGRO<br />

MUNDO NEGRO<br />

Intenciones<br />

del mes:<br />

General:<br />

Que todos los pueblos, a través del<br />

conocimiento y del respeto mutuo,<br />

crezcan en la concordia y la paz.<br />

Misionera:<br />

Que los niños y los jóvenes sean mensajeros<br />

del Evangelio y que su dignidad<br />

siempre sea respetada y preservada<br />

de toda violencia y explotación.<br />

<strong>La</strong> frase del mes:<br />

« El Instituto recibe en su<br />

seno sacerdotes y estudiantes<br />

de Teología, así como laicos de<br />

probada piedad y competencia,<br />

principalmente con objeto<br />

de hacer de ellos Hermanos,<br />

catequistas y maestros (...)<br />

»<br />

útiles y necesarios en África<br />

(San Daniel Comboni)<br />

diciembre 2011<br />

35


Testigos del amor<br />

Hno. Enrique<br />

MASSIGNANI, mccj<br />

36 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

Una vida consagrada<br />

El 9 de septiembre de 2011, el Hermano comboniano Enrique<br />

Massignani celebró sus 56 años de vida consagrada y 50 años<br />

de votos perpetuos. Con gran humildad y 76 años de vida<br />

–en donde los últimos 26 ha trabajado con los seminaristas<br />

de San Francisco del Rincón, Guanajuato, y visitado a los enfermos<br />

de esa zona cercana al seminario– el Hermano nos cuenta su historia<br />

de amor y entrega a la misión en distintas latitudes.<br />

El beato Juan Pablo II y el Hermano Enrique<br />

Enrique Massignani


Al celebrar este aniversario de mi<br />

consagración, el primer pensamiento es el de agradecer<br />

a Dios por este gran don que me concedió: un triple<br />

regalo con esta vocación religiosa, misionera y comboniana,<br />

y en donde han acontecido diversos hechos de<br />

particular importancia.<br />

Cuando visité la misión de Sur Sudán, en la diócesis<br />

de El Obeid, me impresionaron las dificultades que<br />

nuestros misioneros debían enfrentar. Durante una semana<br />

recorrimos en Jeep trayectos con temperaturas de<br />

40 grados centígrados para atravesar el desierto. Para<br />

evitar tanto calor, pensamos viajar de noche... Después<br />

de horas de viaje, nos atascamos. Con gran dificultad,<br />

el sacerdote, que conducía el vehículo, y los catequistas<br />

y yo empujando, conseguimos sacar el auto. El padre,<br />

se arrancó pensando que todos habíamos subido en la<br />

parte trasera, así que nos dejó y tuvimos que caminar<br />

durante algún tiempo. Era como media noche, la luna<br />

resplandecía en el cielo y la temperatura era fresca. En<br />

esa ocasión pensé en san Daniel Comboni, que no por<br />

horas, sino por días viajaba a través del desierto a lomo<br />

de camello. Finalmente el sacerdote se dio cuenta que<br />

no estábamos en el coche, se detuvo y regresó por nosotros.<br />

Después de esa semana en el desierto regresé<br />

a Jartum muy cansado.<br />

Por Ecuador y Brasil<br />

Durante otro viaje a Ecuador para visitar los combonianos<br />

que trabajan en esa nación, me quedé preocupado<br />

cuando tuve que subir en una canoa con el agua que<br />

casi entraba donde estaba sentado. Gracias a Dios pude<br />

llegar a mi destino sano y salvo. Pero valoré el trabajo<br />

misionero en esta zona cercada por ríos y por el mar.<br />

Asimismo, durante los 10 años que trabajé en Brasil,<br />

en la ciudad de San José do Río Preto, pude conocer<br />

la cultura y tradiciones de la gente que ahí vivía. Junto<br />

con el padre Angelo Dell’Oro fundamos en 1963 una<br />

obra social para menores de edad pobres. Iniciamos<br />

con 16 niños de 9 a 14 años y después fue aumentando<br />

el número hasta llegar casi a 500 infantes.<br />

David Tena<br />

Niños de Brasil<br />

En dicha obra, llamada «San Judas Tadeo», había<br />

escuela primaria, talleres de carpintería, mecánica, tipografía,<br />

encuadernación, fabricación de zapatos... Había<br />

también un coro de niños y niñas, una banda musical<br />

y otras actividades deportivas. Algunos de los alumnos<br />

participaban en la asociación de los Scouts. Los alumnos<br />

asistían por la mañana a esta obra, y por la tarde<br />

regresaban a casa con sus familias.<br />

En este sitio, que aún continúa, se han formado<br />

buenos cristianos, honrados profesionistas y algunos<br />

artistas y músicos. Actualmente, los responsables son<br />

sacerdotes diocesanos.<br />

Mensaje final<br />

Me encuentro laborando en México desde 1985,<br />

en donde he tenido muchas experiencias más de misión<br />

en estas tierras, pero quisiera decir a los jóvenes que<br />

buscan un ideal, que vale la pena ir en pos de Cristo; les<br />

aconsejo que escuchen su invitación si es que los llama<br />

a seguirlo. Es muy bonito dedicar la vida para servir a<br />

los hermanos más pobres y abandonados. Sabemos<br />

que Jesús prometió una generosa recompensa a quienes<br />

lo siguen: la vida eterna en la Casa del Padre.<br />

diciembre 2011 37


Por: P. Rogelio BUSTOS, mccj<br />

38 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

<strong>La</strong> misión de María<br />

de Guadalupe<br />

<strong>La</strong>s apariciones de María de Guadalupe tienen lugar diez años después<br />

de un acontecimiento doloroso y traumático en la historia de estas<br />

tierras: la Conquista de México (1521). Este mes de diciembre,<br />

el sacerdote comboniano Rogelio Bustos nos presenta los principales<br />

aportes de este evento para una metodología misionera.<br />

Inspirados en el texto del Evangelio de <strong>La</strong><br />

Visitación (Lc 1) en el que María se encamina presurosa<br />

a las montañas de Judea para encontrarse con Isabel,<br />

que se encuentra necesitada de ayuda, podemos interpretar<br />

el evento guadalupano. María no busca privilegios<br />

o «roles especiales», sino que acude a ponerse al servicio<br />

de quien tiene necesidad. Esto sólo es posible si se<br />

The Nativity Story<br />

está habitado por el Salvador del mundo, si se le lleva en<br />

el interior como experiencia que nos ha cambiado.<br />

El Tepeyac (lugar donde se apareció la Virgen)<br />

estaba fuera de la gran Tenochtitlan, capital del extinto<br />

Imperio Azteca; ciudad destruida y reconstruida por los<br />

conquistadores; símbolo de su poder y dominio. María<br />

«sale al paso» en el camino a un personaje que está<br />

Escena de la película «El Relato de Navidad» donde María visita a su prima Isabel


uscando a Dios (Juan Diego, el indígena vidente) que<br />

se dirigía a Tlatelolco para asistir a la catequesis que<br />

impartían los frailes franciscanos. María no empieza<br />

su anuncio por las autoridades civiles o religiosas instituidas.<br />

Se dirige al indio en su propia lengua (náhuatl),<br />

usa las categorías de pensamiento y las imágenes<br />

que él entiende.<br />

A diferencia de los personajes que se sienten o<br />

son importantes, la Señora no se dirige a él sentada<br />

desde un trono. Entabla la conversación estando en<br />

pie, lo considera persona humana; se dirige a él con<br />

cariño y respeto y, a diferencia de otras personas, confía<br />

en él y le encomienda una misión: ir donde el obispo<br />

fray Juan de Zumárraga para pedirle que se le erija un<br />

templo. Juan Diego no se siente humillado ni oprimido<br />

por alguien superior, y le es devuelta la dignidad perdida<br />

al establecer una relación de «tú a tú».<br />

Mensajero de confianza<br />

Juan Diego experimenta rechazo; va una vez<br />

con el obispo, pero vuelve triste y con sensación de<br />

fracaso. Le dice a María que busque a una persona<br />

más importante pues él no está acostumbrado a andar<br />

por esos caminos. Usa adjetivos muy plásticos<br />

para definir su condición: «soy hombrecillo, mecapal,<br />

cola, escalerilla de tablas, ala...», además tiene a su<br />

tío Juan Bernardino muy enfermo de viruela y debe<br />

auxiliarlo, preocupaciones inmediatas que vive la<br />

gente sencilla y que a veces no les permite atender<br />

las «cosas de Dios».<br />

<strong>La</strong> madre «del Dios por quien se vive» (título que<br />

usaban los antiguos mexicanos al referirse a sus divinidades)<br />

insiste y lo confirma como su enviado y se ocupa<br />

también de su tío devolviéndole la salud. Juan Diego ha<br />

querido esconderse y María va detrás de él para acompañarlo<br />

y sostenerlo en su preocupación. No hay palabras<br />

de reproche o desprecio ante la tentada evasión.<br />

María le dice a Juan Diego: «Es muy necesario<br />

que tú personalmente vayas, ruegues y expreses mi<br />

voluntad al obispo para que me construya aquí un templo».<br />

No lo confronta con el obispo, sino que lo envía<br />

como «mensajero digno de confianza» a expresarle su<br />

Imagen de la aparición de la Virgen a Juan Diego<br />

voluntad. Lo convierte en emisario, en ángel, en misionero<br />

de buenas noticias.<br />

Finalmente, ante la desconfianza del obispo que<br />

exige una prueba. <strong>La</strong> Virgen le ordena que vaya a lo<br />

alto del cerro y corte flores que ahí encontrará (son rosas<br />

de Castilla, no propias de la zona y menos en invierno)<br />

que las recoja en su ayate (especie de poncho),<br />

que vuelva para que las toque y las lleve al obispo. Así<br />

lo hace Juan Diego.<br />

María de Guadalupe es madre de todos y nos invita<br />

a tener confianza, a anunciar el perdón y la reconciliación.<br />

Su rostro mestizo es la hermosa síntesis de dos<br />

pueblos tan diferentes que han podido unirse y permitir<br />

el nacimiento del pueblo mexicano. Dicen las crónicas<br />

que, a partir de ese momento, aumentaron las conversiones<br />

y los bautizos por el trabajo de los misioneros.<br />

El esfuerzo de la gente se vio acompañado y sostenido<br />

por la madre del Señor que sigue acudiendo a donde<br />

hay hijos necesitados. Ante semejante acontecimiento<br />

no nos queda sino decir como Isabel: «¿quién soy yo<br />

para que la madre de mi Señor venga a verme?».<br />

Jesús Helguera<br />

diciembre 2011 39


Por: Fernando DE LUCIO<br />

Sin embargo, cada año, algunos cha-<br />

vos vemos que las esperanzas e ilusiones deseadas<br />

por una sociedad de consumo poco<br />

tienen que ver con el nacimiento de aquel<br />

niño pobre en un portal de Belén. Como dice<br />

la religiosa Stefania Consoli: En estas fechas<br />

«no nos engañemos, el amor es la única<br />

cosa que buscamos y de la que realmente<br />

tenemos necesidad, y su ausencia es la raíz<br />

de todos los conflictos: personales, familiares,<br />

nacionales y mundiales. Sí, porque<br />

si cada individuo gozara plenamente de la<br />

porción de amor para la que<br />

ha sido creado, nadie haría<br />

la guerra a nadie, todos se<br />

amarían, ¡sin más!... porque<br />

el amor no es una energía<br />

perceptible por nuestros<br />

sentidos, sino una persona<br />

viva y verdadera... El Amor<br />

hecho niño, pequeño hasta<br />

el punto de entrar en cada<br />

uno de nosotros y trasformarnos<br />

desde su cuna, su<br />

cabaña, su templo y tabernáculo<br />

para poder ser realmente<br />

el Emmanuel –Dios<br />

con nosotros–».<br />

40 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

El amor hecho niño<br />

Varios de nosotros recibimos esta temporada algunos correos<br />

electrónicos o <strong>carta</strong>s de felicitación con motivo de Navidad...<br />

Asimismo, este año, quiero compartir<br />

un mensaje navideño «fuerte» para todos<br />

aquellos jóvenes hundidos en el egoísmo y<br />

la desesperanza. Éstos son algunos párrafos<br />

de monseñor Tonino Bello –originario<br />

de la mismísima tierra de san Daniel Comboni–<br />

fundador del movimiento católico internacional<br />

para la paz, en Verona, Italia,<br />

y cuya causa de beatificación se inició en<br />

2007: «Queridísimos hermanos, no obedecería<br />

a mi deber de obispo si les dijera<br />

¡“Feliz Navidad”! sin darles un disgusto. En<br />

Escena del Nacimiento de Jesús de una película<br />

The Nativity Story


cambio, los quiero fastidiar. No soporto<br />

la idea de tener que hacer augurios inocuos,<br />

formales, impuestos por la rutina<br />

del calendario. Y hasta me ilusiona la<br />

hipótesis de que alguien me los devuelva<br />

como “correo no deseado”. ¡Muchos<br />

augurios incómodos para ustedes, queridos<br />

hermanos!<br />

»Jesús, que nace<br />

por amor, les conceda<br />

la náusea de una vida<br />

egoísta, absurda, sin<br />

estímulo trascendente<br />

y les conceda poder<br />

inventarse una vida<br />

cargada de donación,<br />

de oración, de silencio<br />

y valentía. El niño que<br />

duerme sobre la paja<br />

les quite el sueño y les<br />

haga sentir la almohada<br />

de su cama dura<br />

como una piedra mientras<br />

no hayan dado<br />

hospitalidad a un “sin<br />

techo”, a un pobre que<br />

no tiene dónde pasar<br />

la noche... Dios, que se<br />

hace hombre, los haga<br />

sentir como gusanos cada vez que sus<br />

intereses personales se vuelvan el ídolo<br />

de su vida, o cuando la espalda de su<br />

prójimo sea para ustedes escalera para<br />

trepar en su egoísmo».<br />

Olvidar el ritualismo social<br />

No dejemos que estos días «publicitarios»<br />

nos «bombardeen» hasta llegar a<br />

creer que es inevitable vivir sin los productos<br />

adquiridos para la supuesta búsqueda<br />

de felicidad. Vigilemos, sí, nuestros<br />

afectos cercanos, pero también a<br />

Monseñor Tonino Bello<br />

Te invito a compartir tus opiniones en:<br />

fedeloc71@hotmail.com<br />

nuestros hermanos perdidos: aquellos que<br />

no han alcanzado justicia, aquellos que no<br />

tienen pan, aquellos<br />

que están simplemente<br />

solos. No hagamos «el<br />

oso» o el ridículo al llamarnos<br />

cristianos y vivir<br />

estos días encerrados<br />

en nosotros.<br />

No permitamos que<br />

estas fiestas se conviertan<br />

en un acto protocolario<br />

vacío y quede muy<br />

lejos la ayuda a los más<br />

olvidados. Liberémonos<br />

de ritualismos sociales<br />

que encumbran nuestros<br />

egoísmos y reactivemos<br />

nuestra fe en Cristo y<br />

nuestros recursos en favor<br />

de un 2012 lleno de<br />

solidaridad para los que<br />

«ni de la familia son».<br />

Entonces sí, Feliz nacimiento<br />

de Cristo y próspero Año Nuevo.<br />

Hoy, como en el próximo año, sigamos sembrando<br />

para cosechar los frutos del amor y<br />

la esperanza que vienen de Dios y con él.<br />

Con estas reflexiones, retomemos los<br />

auténticos festejos para transformarlos<br />

en algo más amoroso que sólo buenos deseos<br />

y algo más auténtico que los simples<br />

regalos. Por eso, como el obispo, deseo que<br />

no tengamos Feliz Navidad si no vemos en<br />

cada ser humano a ese pequeño niño desvalido,<br />

pobre y necesitado. Abrazos fuertes<br />

para todos.<br />

riflettiamoinsiemenellavigna.blogspot.com<br />

diciembre 2011<br />

41


Hace tiempo «encontré» a Jesucristo. Lo encontré al leer las páginas de<br />

los evangelios y también al escuchar y ver el testimonio de muchos misioneros.<br />

Este Jesús me cautivó, me convenció, y decidí dejar mi casa, mi familia, mi país…<br />

para seguirlo. Ahora estoy en una tierra que nunca imaginé, con personas<br />

42 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

Tienes<br />

vocación<br />

que nunca pensé y con hermanos que no escogí…<br />

Por: hno. Joel<br />

CRUZ, mccj<br />

Lo encontré, me gustó y aquí estoy<br />

Cuando alguien me pregunta, por<br />

qué dejé todo y por qué estoy entre personas que no<br />

escogí, les digo simplemente que Jesús me cautivó,<br />

su manera de ser, de pensar, su visión del ser humano,<br />

su visión del mundo... y que no pude resistirme<br />

a su invitación. Te comparto algunas cosas que me<br />

gustaron de él.<br />

Jesús hizo que las personas entraran<br />

en la dimensión de la confianza<br />

y la confidencia con Dios<br />

Su sencillez y modo de ver a Dios...<br />

Me gustó su sencillez juvenil que le permitía sentirse<br />

parte de su pueblo, pero al mismo tiempo tenía<br />

una conciencia clara de ser el Hijo de Dios (Jn 10,22-<br />

42) que lo hacía diferente a todos. Me fascinó su modo<br />

de ser y de pensar; Jesús, con sus palabras, gestos<br />

y acciones cambió el rostro de Dios en las mentes y<br />

josmajos.wordpress.com


corazones de la gente. <strong>La</strong> humanidad se asombró y<br />

se sorprendió por su nuevo modo de ver, de sentir y<br />

de relacionarse con Dios, porque iba más allá de los<br />

esquemas cultuales, legales y formales.<br />

Con su modo de estar entre los seres humanos,<br />

Jesús hizo que la relación con Dios dejara de ser<br />

«religión» y las personas se sintieran familia de Dios.<br />

Hizo que muchos vieran a Dios como Padre que ama<br />

a sus hijos a pesar de todo, porque lo mueve el amor<br />

y no la Ley. Me emocionó este Jesús que convirtió la<br />

cotidianidad en culto a Dios-Papá e hizo que las personas<br />

entraran en la dimensión de la confianza y de<br />

la confidencia con Dios, dejando a un lado el miedo<br />

disfrazado de respeto y veneración.<br />

En pocas palabras, me entusiasmó este hombre<br />

que se unió a su pueblo (Lc 3,21) como uno más entre<br />

la gente y se sumergió sin reservas en la realidad,<br />

consciente de que el Espíritu de Dios estaba sobre él<br />

(Lc 3,22). Por eso se distinguió<br />

por ser justo y realizar la justicia.<br />

Con él, Dios deja de ser deidad y<br />

se convierte en Abbá, en «Papá»<br />

(Mt 6,5-15; 23,9). Y esto me gustó<br />

más que cualquier otra idea<br />

sobre Dios.<br />

Su dedicación a los últimos...<br />

En las páginas de los<br />

evangelios, encontré a un<br />

Jesús que consagra toda su<br />

persona a la causa del Reino<br />

y de su justicia en favor de<br />

los más desprotegidos. He<br />

visto en él a un ser humano<br />

que dedica su vida a animar,<br />

sanar, liberar, concienciar y restituir la dignidad<br />

a los pobres, los quebrantados de corazón,<br />

los cautivos, los ciegos, los oprimidos, los despojados<br />

de lo suyo (Lc 4,18-19). Me convenció este<br />

Jesucristo que hace entender, de diferente manera,<br />

que construir una tierra donde reine la justicia y la<br />

paz no se realiza solamente mediante el desarrollo<br />

técnico y socio-económico, sino, sobre todo, adqui-<br />

« Con su modo de estar entre<br />

los seres humanos, Jesús hizo<br />

que la relación con Dios dejara de<br />

ser “religión” y las personas se<br />

sintieran familia de Dios»<br />

riendo y creciendo en una conciencia de hijos de<br />

Dios, que toma a Dios como Padre y la fraternidad<br />

como consecuencia en las relaciones en todos los<br />

ámbitos de la vida humana.<br />

Me desafió este Jesús que en su contexto se<br />

convirtió en un «sanador del corazón» de individuos,<br />

de estructuras y sistemas (políticos, religiosos, culturales,<br />

sociales). Ese hombre –y Dios– que sana y<br />

saca a las personas de una condición de «descomposición<br />

humana», de rechazo, marginación y exclusión,<br />

como en el caso del leproso (Mt 8,1-4); ese Jesús que<br />

cuestiona a muchos que se<br />

creían buenos y santos, pero<br />

que tenían una actitud inhumana<br />

y alejada del sufrimiento de<br />

la gente (sacerdotes, escribas,<br />

fariseos...); ese Jesús que no es<br />

extraño al poder político y militar<br />

y a todos aquellos que sirven a<br />

estos poderes, como en el caso<br />

del centurión y su siervo (Mt 8,5-<br />

13); ese Cristo que entra en una<br />

condición familiar enferma, incapaz<br />

de servir, como cuando encuentra<br />

a la suegra de Pedro (Mt<br />

8,14-15); que no le gusta mirar a<br />

nadie en el plano de la dependencia<br />

(paralítico, hombre de la mano<br />

seca, epiléptico) ni de la inconciencia<br />

(ciegos); A ese Jesús que no le gusta mirar a las<br />

personas hundidas en el miedo, el desánimo y la desesperanza<br />

(padres de hijos resucitados) o en la incapacidad<br />

de comunicar y escuchar a los demás (mudos<br />

y sordos). Ese Cristo que «toca» estas realidades y<br />

las sana, es quien me desafió, y por eso decidí ser<br />

Hermano misionero.<br />

Fernando de Lucio<br />

diciembre 2011<br />

43


¿Tienes vocación?<br />

<strong>La</strong> misión que nos dejó<br />

Desde este Jesús, deseo decirte que los misioneros<br />

no somos «médicos de almas», sino de «corazones<br />

humanos» que son causa y víctimas al mismo tiempo<br />

de los sistemas en los que se encuentran. Que nuestra<br />

misión es un trabajo de humanización dirigido hacia los<br />

que han sido despojados de su humanidad y hacia los<br />

que despojan de su dignidad a otros. Que nuestra generosidad<br />

está encaminada a animar, acompañar y promover<br />

procesos de humanización para que las manos<br />

de las personas y pueblos que acompañamos en la misión<br />

se extiendan menos como si fueran mendicantes y<br />

¿Te gustaría ser<br />

misioner@ combonian@?<br />

Sahuayo, Mich.<br />

P. Pablo Reveles<br />

Seminario comboniano<br />

Tel. (01-353) 532-11-11<br />

michoacan@yomisionero.com.mx<br />

Monterrey, NL.<br />

Promotor vocacional<br />

Misioneros combonianos<br />

Tel. (01-81) 81-90-47-61<br />

nuevoleon@yomisionero.com.mx<br />

Guadalajara, Jal.<br />

P. Guillermo Aguiñaga<br />

Tel. (01-33) 36-28-53-77<br />

yomisionerogdl@hotmail.com<br />

jalisco@yomisionero.com.mx<br />

<strong>La</strong> Paz, BCS.<br />

Promotor vocacional<br />

Parroquia de la Sagrada Familia<br />

Tel. (01-612) 128-72-86<br />

bajacalifornia@yomisionero.com.mx<br />

¡Vísita nuestra página!<br />

www.yomisionero.com.mx<br />

44 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

Ciudad de México<br />

P. Rodrigo Arizaga<br />

o Hno. Joel Cruz<br />

Apartado Postal 23-104<br />

Carr. San Pablo, 90 <strong>La</strong> Noria<br />

16030 México, DF.<br />

Tel. (01 55) 56 76 05 67<br />

yo_misionero@hotmail.com<br />

distritofederal@yomisionero.com.mx<br />

Cuernavaca, Mor.<br />

P. Juan Palomar<br />

Tel. (01-777) 313-30-23<br />

yomisionerosur@hotmail.com<br />

morelos@yomisionero.com.mx<br />

San Francisco<br />

del Rincón, Gto.<br />

P. Francisco Galicia<br />

Seminario comboniano<br />

Tel. (01- 476) 743-05-47<br />

yo_misionero2@hotmail.com<br />

guanajuato@yomisionero.com.mx<br />

comiencen a extenderse como colaboradores, es decir,<br />

que sean humanos como todos, con la misma dignidad,<br />

responsabilidades y derechos. Nuestro compromiso es<br />

que el «inhumano», sea verdaderamente «humano».<br />

Los misioneros tenemos la misión de «cambiar el rostro<br />

de Dios» que los mecanismos culturales, históricos,<br />

políticos... han dejado en herencia en la conciencia y la<br />

práctica de las personas. Nuestra misión es «cambiar a<br />

Dios en Abbá», para que sea posible la fraternidad en<br />

lo social, lo económico, lo político, lo cultural, lo religioso...<br />

Pero no somos muchos, hacen falta más, muchos<br />

más... y tal vez éste pueda ser tu camino.<br />

¡CONTÁCTANOS!:<br />

<strong>La</strong>icos Misioneros<br />

Combonianos<br />

Manuela Valladares<br />

Tel. (01 55) 58 41 26 44<br />

melis866@yahoo.com.mx<br />

México, DF.<br />

Para señoritas:<br />

Misioneras Combonianas<br />

Guadalajara, Jal.<br />

Tel. (01 33) 36 27 11 53<br />

vocacion_misionera2@yahoo.com.mx<br />

México DF.<br />

Río Bamba, 919 - Col. Lindavista<br />

Tel. (01 55) 55 86 85 89<br />

vocaciones_combonianas@yahoo.com.mx<br />

En Estados Unidos:<br />

Casa Provincial<br />

1318 Nagel Road<br />

Cincinnati OH. 45255<br />

Tel. (513) 474-4997<br />

www.combonimissionaries.org<br />

En Centroamérica:<br />

Promotor vocacional<br />

Apdo. 621-1 Monserrat<br />

01907 Cd. de Guatemala<br />

Tel. 24 32 13 13<br />

Promotor vocacional<br />

Apdo. 337<br />

San Salvador, El Salvador<br />

Tel. 22 76 80 99<br />

Promotor vocacional<br />

Apdo. 1-1350<br />

1000 San Sebastián, Costa Rica<br />

Tel. 22 27 25 68


El mejor regalo de Navidad para<br />

sus seres queridos, vivos o difuntos...<br />

Esta obra fue fundada<br />

por san Daniel Comboni<br />

como un recurso para<br />

ayudar a la formación de<br />

los futuros misioneros.<br />

Por un año: $ 60.00<br />

A perpetuidad: $ 150.00<br />

Puede hacer sus depósitos a las<br />

siguientes cuentas a nombre de los<br />

MISIONEROS COMBONIANOS<br />

Inscríbalos en la Obra del Redentor<br />

para que participen de los frutos espirituales de una misa diaria.<br />

Además, con su donativo contribuirá a la proclamación<br />

del Evangelio a todas las naciones.<br />

Santander: 65501062197<br />

Banamex: 0125-4114347<br />

Bancomer: 0452603004<br />

HSBC: 4020951935<br />

Para mayor información, puede llamar<br />

en horario de oficina (8:00 a.m. a 6:00 p.m.)<br />

al teléfono: (01 55) 55 92 38 33<br />

45


Expresión y cultura<br />

Por: Lulú<br />

46 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />

<strong>La</strong> expulsión<br />

<strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong> asistió a la presentación de la obra teatral <strong>La</strong> expulsión,<br />

misma que nos dio la oportunidad de conocer la remoción de la Compañía<br />

de Jesús de los territorios de la Nueva España.<br />

En 1767, el rey de España Carlos II expulsó a los jesuitas<br />

de sus dominios, entre los cuales estaban las tierras<br />

americanas, y por supuesto, nuestro territorio (hoy México).<br />

Pocos años después, en 1773, el papa Clemente XIV<br />

suprimió a la Compañía de Jesús de todo el mundo católico.<br />

Esta obra trata este tema donde el hilo conductor es<br />

un joven jesuita que hace los votos en la Nueva España,<br />

es ordenado sacerdote en Italia porque ha sido expulsado<br />

de su patria, vive muchos años en el exilio y en su vejez<br />

regresa a México con la Compañía ya restaurada.<br />

Del autor José Ramón Enríquez, dirección de Luis<br />

de Tavira y la producción de Enrique González Torres,<br />

sacerdote jesuita, esta obra nos pone al tanto de este<br />

pasaje histórico y nos invita a reflexionar sobre esta etapa<br />

y sus consecuencias; por tal motivo, el padre González<br />

Torres dijo a <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong>, que el objetivo de esta<br />

representación fue «comunicar sentimientos y vivencias<br />

de un hecho histórico poco conocido.<br />

»Toca un poco las causas de la expulsión, pero<br />

sobre todo la actitud de la Compañía de seguir comprometida<br />

con México por encima de las penas y sufrimientos<br />

que tenía. Éste relato es la vivencia de esos<br />

personajes y de cómo se va manifestando su amor a<br />

México y a los mexicanos. Aquí se va descubriendo la<br />

vocación de crear la nueva nación que es la expresión<br />

de una mezcla natural del mestizaje. <strong>La</strong> obra presenta<br />

a estos personajes con fe y caridad y contribuye a la<br />

creación de un México mejor por medio de la educación<br />

y las misiones con sus reflexiones, relatos y descripción<br />

de la historia de México y del valor de sus culturas».<br />

¿Esta labor jesuita influyó para que se diera la Independencia<br />

de México?<br />

«El trabajo de la Compañía de Jesús fue el de ir<br />

fortaleciendo el concepto de una nueva nación. Ellos<br />

mismos decían “somos México, no Nueva España”, eso<br />

iba creando una nueva conciencia, aunque no sabían<br />

cuándo ni cómo, pero se iban dando las condiciones.<br />

Cuando los expulsan hay una rebelión, una inquietud<br />

sofocada con violencia que crea nerviosismo sobre todo<br />

El actor José María de Tavira interpretando<br />

al jesuita José Ignacio<br />

<strong>La</strong> expulsión


El productor de la obra, el sacerdote<br />

Enrique González Torres, sj<br />

en el centro del país donde hay heridos y muertos; eso<br />

prepara un poco el movimiento independentista. El sacerdote<br />

Miguel Hidalgo y Costilla, el Padre de la Independencia<br />

de México, fue educado en colegios y por<br />

maestros jesuitas.<br />

Actualmente, México es un gran país que aún<br />

está en construcción. El trabajo de los jesuitas se ha enfocado<br />

en atender a sectores marginados, indígenas y<br />

algunas actividades educativas con la finalidad de crear<br />

conciencia, solidaridad, sentido de pertenencia a una<br />

nación y con un reconocimiento de nuestros grandes<br />

valores históricos».<br />

«Esta puesta en escena ha resultado de gran interés<br />

para todos y posiblemente recorra varias ciudades<br />

de la provincia mexicana, como Guadalajara, Puebla,<br />

León y otras. Además, existe la inquietud de realizar<br />

una película e, incluso, hacer una ópera sobre este hecho<br />

histórico. México vive hoy momentos difíciles e inciertos.<br />

Si buscamos inspiración en el pasado nos servirá<br />

para impulsarnos hacia un futuro más promisorio»,<br />

concluyó el padre Enrique.<br />

Lulú<br />

Desde internet:<br />

Todos podemos<br />

hacer algo<br />

Andrew Andasi, de 11 años de edad, quien vive<br />

en Accra, capital de Ghana, África, veía un reportaje<br />

en televisión sobre la hambruna de Somalia durante<br />

el verano pasado y se preguntaba por qué estaban<br />

tan flacos y hambrientos esos niños. «En ese momento<br />

sentí que debía ayudarlos», aseguró Andrew.<br />

Entonces realizó una campaña de recaudación en su<br />

colegio, en donde reunió ¡500 dólares! Con esta gran<br />

cantidad para un niño africano solicitó una audiencia<br />

con Ismael Omer, representante del Programa de Alimentación<br />

Mundial (PMA) de Accra, a quien le expresó<br />

sus planes para ayudar a los niños somalíes y a<br />

quien dejó sorprendido.<br />

Andrew dijo al diplomático: «Es mejor enviar el<br />

dinero a Somalia, así podrán comprar lo que necesiten,<br />

porque si compramos comida aquí, perderemos<br />

tiempo y cuesta mucho dinero enviarla por avión. Lo<br />

importante es que llegue cuanto antes y que no se<br />

gaste mucho en el transporte para que llegue todo a<br />

los más necesitados».<br />

Esa generosidad a la hora de ofrecer soluciones<br />

eficaces «desarmó» a Ismael. Está claro que<br />

el PMA cuenta con una gran flota de aviones y que<br />

500 dólares es una cantidad muy pequeña, pero tiene<br />

mucho valor porque el niño consiguió que otros<br />

aportaran a favor de esta urgencia.<br />

Este chico africano dedicó sus vacaciones a<br />

conseguir más dinero para las víctimas del hambre<br />

en Somalia y lanzó un llamado: «Quiero que personas,<br />

empresas, compañías, iglesias y otras organizaciones<br />

me ayuden a conseguir dinero para ayudar<br />

a esos niños».<br />

En agosto pasado, Andrew visitó la sede de la<br />

Unión Africana en Etiopía para hacer entrega personalmente<br />

de lo que había conseguido. El ejemplo<br />

y la valentía de este niño es un acicate para todos,<br />

que muchas veces «nos hacemos sordos» ante tantas<br />

necesidades.<br />

Ojalá que esta Navidad recibamos a Jesús<br />

ayudando a los más pobres, solidarizándonos y, por<br />

qué no, compartiendo lo que somos y tenemos. Y tú,<br />

¿cómo piensas ayudar?<br />

diciembre 2011 47


48<br />

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Correo electrónico: combomis@prodigy.net.mx<br />

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(hasta el 31 de diciembre)<br />

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