La carta - Esquila Misional
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«Corazones fraternos<br />
y manos solidarias...»<br />
Diciembre está marcado fuertemente por la esperanza<br />
de una vida nueva –tiempo de Adviento–. En este mes somos conducidos<br />
–de la mano de san Francisco Javier, patrono de las misiones,<br />
y de la Virgen de Guadalupe– a una espera dinámica, pues creemos<br />
que «ya está cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en<br />
la Tierra» (Sal 84).<br />
Estaremos en las Posadas acompañando a los Peregrinos con<br />
nuestras oraciones y cantos, y posiblemente rompiendo esas hermosas piñatas, símbolos del pecado que busca engañar-<br />
nos, pero que ciertamente vencemos por nuestra fe en Jesucristo, que ya lo ha vencido con su muerte y resurrección. Que<br />
las Posadas, bellas expresiones populares de nuestra fe, nos impulsen a acompañar a otros peregrinos que igualmente han<br />
salido de sus hogares y países en busca de una vida digna, de seguridad para sus familias; que estos hermanos nuestros<br />
encuentren en nosotros corazones fraternos y manos solidarias porque sabemos que hoy, en esos «desconocidos», está<br />
pidiendo posada el Señor (Gen 18; Mt 25,31-46).<br />
Por Gracia de Dios, en estas fiestas de Navidad se hará realidad una vez más el Salmo 95: «que le cante al Señor toda<br />
la Tierra... porque hoy nos ha nacido el Salvador». Hoy, el pueblo –nosotros, nuestra sociedad– que caminaba en tinieblas vio<br />
una gran luz; sobre los que vivían en tierra de sombras de muerte, una luz –la gloria de Dios– resplandeció (Is 9,1).<br />
En este número presentamos a los Hermanos Combonianos, religiosos misioneros –no sacerdotes– que consagran<br />
su vida para que Jesucristo se siga encarnando en la vida, en la cultura de muchos hermanos nuestros que peregrinan por<br />
este mundo. Que esta vocación, otra de las riquezas confiada<br />
a la Iglesia, siga siendo atrayente para los jóvenes<br />
que buscan servir al Señor con la predicación del<br />
Evangelio y la vivencia de la fraternidad.<br />
Miguel A. Villegas<br />
« Felices<br />
Felices fiestas<br />
de Navidad y que<br />
sigamos experimentando<br />
que<br />
el Señor estará<br />
presente con nosotros<br />
también<br />
en el próximo año,<br />
y que por ello sea<br />
un feliz año.<br />
<strong>La</strong> <strong>carta</strong><br />
fiestas de Navidad<br />
y que sigamos experimentando<br />
que el Señor estará presente<br />
con nosotros también en el próximo<br />
año, y que por ello sea un feliz año»<br />
P. Jorge DECELIS B., mccj<br />
DIRECTOR<br />
diciembre 2011<br />
1
Directorio<br />
Distribuidor exclusivo<br />
Misioneros Combonianos<br />
del Corazón de Jesús, A.R.<br />
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P. Jorge Decelis Burguete, mccj.<br />
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M. Lourdes González Reyes.<br />
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Difusión<br />
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Administración<br />
P. Rogelio Bustos Juárez, mccj.<br />
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Girardi, Erasmo Bautista, Claudia Villalobos,<br />
Silvia Flores, Fernando González, Joel Cruz y<br />
Yamileth Bolaños.<br />
Redacción y administración<br />
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Misionera<br />
<strong>La</strong>tinoamericana<br />
2 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
Menú<br />
1. la <strong>carta</strong><br />
*«Corazones fraternos<br />
y manos solidarias»<br />
2. Menú<br />
3. Nuestros lectores opinan<br />
4. Más allá de la noticia<br />
*Se vende o se alquila<br />
5. En un mundo de brechas<br />
*Brechas decembrinas<br />
8. Misionoticias<br />
10. la colvmna de Monseñor<br />
*Los «martines» de la caridad<br />
12. Testimonio misionero<br />
* Comboni y los Hermanos combonianos<br />
16. Cartas de misión<br />
*Hermano de todos<br />
*Más allá de los muros del templo<br />
*Brujería, milagros y aventuras<br />
*Luchas tribales<br />
24. REAlIDADES<br />
*Hermano misionero<br />
comboniano<br />
32. Biblia y misión<br />
*Todos estamos llamados<br />
34. Oración y compromiso<br />
*«Más allá del templo»<br />
36. Testigos del amor<br />
*Una vida consagrada<br />
38. Actualidad misionera<br />
*<strong>La</strong> misión de María de Guadalupe<br />
Hermanos combonianos,<br />
en el corazón de la misión...<br />
Año 58 - No. 677 diciembre 2011<br />
Portada: Roberto Misas<br />
40. Punto de vista joven<br />
*El amor hecho niño<br />
42. ¿Tienes vocación?<br />
*Lo encontré, me gustó y aquí estoy<br />
46. Expresión y cultura<br />
*<strong>La</strong> expulsión<br />
48. Galería<br />
pág. 22<br />
<strong>La</strong>s opiniones vertidas en esta revista son<br />
responsabilidad de sus respectivos autores
Escribo para felicitarlos y seguirlos<br />
animando por la revista <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong>;<br />
toda ella es súper interesante pues nos<br />
mantiene al tanto de todo lo que hacen<br />
nuestros queridos Hermanos y sacerdotes combonianos<br />
en los lugares donde se encuentran trabajando y<br />
acompañando al Pueblo de Dios. <strong>La</strong>s secciones de<br />
«Realidades» y «El diario de un misionero» me encantan,<br />
en especial ésta última porque el misionero<br />
describe lo más íntimo de sus vivencias. Unidos en<br />
oración por ellos, me despido de ustedes.<br />
(Carmen Vigil, Tuxtepec, Oax.)<br />
Hola a todos, la revista de noviembre<br />
está padrísima. Gracias por dedicarla especialmente<br />
a nuestro beato Juan Pablo II.<br />
(Mosa Nadxiielii Ti Sicarúlu, Facebook)<br />
¿Ya redescubriste nuestro<br />
nuevo rostro en internet?<br />
¡Visítanos!<br />
Misioneros Combonianos en México:<br />
www.misioneroscombonianos.org<br />
Web Vocacional:<br />
www.yomisionero.com.mx<br />
<strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong>:<br />
www.esquilamisional.org<br />
Misioneras Combonianas:<br />
http://combonimexico.blogspot.com/<br />
<strong>La</strong>icos Misioneros Combonianos:<br />
http://laicosmisioneroscombonianos.com/<br />
Queremos saber tu opinión:<br />
¿Conoces la labor apostólica<br />
de algún Hermano comboniano?<br />
¿Qué te parece este proyecto de vida?<br />
Un saludo para todos los combonianos.<br />
Trabajo en el Hospital Nacional de<br />
Niños de Costa Rica; frecuentemente visito<br />
la capilla de dicho hospital, y ahí encontré<br />
dos números distintos de <strong>Esquila</strong>, las tomé, las<br />
leí y las devolví. Me gustaría saber si aquí en Costa<br />
Rica existe algún distribuidor de esa revista; pues en<br />
ella encontré artículos de gran valor informativo y espiritual<br />
y quisiera seguir leyéndolas.<br />
(J. Francisco Hidalgo C., Costa Rica, CA.)<br />
Estimado Francisco, nos da gusto<br />
que hayas leído nuestra revista y te<br />
haya agradado. En efecto, en Costa Rica<br />
tenemos tres casas combonianas; seguramente<br />
en esas casas podrás encontrar nuestra<br />
revista así como la revista Aguiluchos. <strong>La</strong>s direcciones<br />
de las casas son: 1. Misioneros Combonianos<br />
- Barrio Sagrada Familia - 1000 San Sebastián - tel/<br />
fax 2227.2568; 2. Paseo Colón - 1000 San José -<br />
tel. 2257.2781; 3. Parroquia Medalla Milagrosa -<br />
Barrio Cuba - Centro Colón - 1007 San José - tel.<br />
2222.2948. Si necesitas mas información, no dudes<br />
en escribirnos. Que el Señor te bendiga.<br />
Queremos conocer tu opinión,<br />
escríbenos a:<br />
esquilam@live.com<br />
esquilam@prodigy.net.mx<br />
o envía un mensaje de texto al :<br />
55 34 74 26 04<br />
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o encuéntranos en:<br />
diciembre 2011 diciembre 2011<br />
Nuestros lectores opinan
Más allá de la noticia<br />
Por: P. Jorge GARCÍA, mccj<br />
rohaut.blogspot.com<br />
<strong>La</strong> información bajo la lupa de un misionero<br />
Se vende o se alquila<br />
Los problemas de África subsahariana<br />
son muchos y enormes. A los ya<br />
existentes se añade uno más. Se trata del arrendamiento<br />
o venta de millones de hectáreas de<br />
terreno a empresarios o compañías extranjeras<br />
para su uso o explotación.<br />
Según datos proporcionados por <strong>La</strong>nd<br />
Matrix Partnership (asociación de académicos,<br />
investigadores y ONGs dedicadas a estos<br />
problemas), la cifra supera los 2.25 millones<br />
de kilómetros cuadrados; una extensión mucho<br />
mayor que el territorio mexicano.<br />
Mientras tanto, muchas poblaciones locales<br />
pasan hambre y viven una perpetua emergencia<br />
humanitaria. Tal es el caso de Mozambique,<br />
Sudán del Sur, Etiopía, Liberia, Madagascar<br />
y Uganda. En esos países (pero no sólo<br />
en ellos), las poblaciones locales son expulsadas<br />
de sus tierras que son y serán usadas con<br />
fines comerciales como la producción de aceite<br />
de palma (para la producción de combustible)<br />
o de alimentos como arroz y cereales para ser<br />
vendidos y exportados a naciones extranjeras.<br />
En esta ocasión, también China, India, Arabia<br />
4 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
Mujeres de Senegal cosechando los frutos de sus tierras<br />
• Otro drama en el seno de África<br />
<strong>La</strong> escasez de alimento cada vez se hará más palpable<br />
Saudita, Kuwait y Corea del Sur participan en<br />
la repartición del «pastel».<br />
Irónicamente, los inversionistas justifican<br />
su presencia en África diciendo que van<br />
a llevar desarrollo a las poblaciones locales.<br />
Por otra parte, en la mayoría de los casos, los<br />
beneficiarios son los gobiernos locales caracterizados<br />
muchas veces por su corrupción y su<br />
voracidad que excluye de los «beneficios» a las<br />
poblaciones nativas, especialmente a los más<br />
pobres e indefensos.<br />
El mes pasado, Benedicto XVI visitó el continente<br />
africano para entregar a las iglesias locales<br />
la exhortación postsinodal, resultado de la II<br />
Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos<br />
para África. El Papa levantó su voz en favor de<br />
los más pobres e indefensos. Ese es un gran servicio<br />
misionero.<br />
cl.kalipedia.com
eventaizer.blogspot.com<br />
Por: P. Erasmo<br />
BAUTISTA, mccj<br />
Y éstas se manifiestan en la moda de los<br />
grandes almacenes y en la calle; en las familias amenazadas<br />
por deudas desorbitantes, por divorcios exprés<br />
y por el desamor que se va pegando en los zapatos y<br />
en la escasez de besos empapados de amor auténtico<br />
y comprometido más allá de la mera sensualidad.<br />
Se reflejan en la mirada apagada de los ancianos que<br />
sienten que la vida se escapa entre tantas muecas de<br />
desamor, soledad y desamparo. Relucen en los «reventones»<br />
juveniles y en la soledad de chats deshabitados<br />
y anónimos. Aparecen en esa sutil tentación de pensar<br />
que no se necesitan más luces y orientaciones que las<br />
que pueden salir de uno mismo, de la propia subjetividad.<br />
Brillan en esa actitud cada vez más frecuente en<br />
sendos círculos de que no se necesita ni otro horizonte<br />
ni mucho menos de Dios, sino la libertad de hacer lo<br />
que la propia voluntad o el capricho de cada uno puede<br />
pedir en cada momento. Se imponen en esa muralla<br />
inmigrante de ideologías que encierran y encadenan<br />
todo pensamiento racional para quedar engullido en el<br />
En un mundo de brechas<br />
Brechas<br />
decembrinas<br />
«A nosotros nos envuelve<br />
una sociedad “líquida” que nos arroja<br />
a la prisa desmesurada,<br />
a la espuma y a la efectividad»<br />
más encarnizado utilitarismo y en el más radical y ciego<br />
sentimentalismo.<br />
Brechas que se esconden en esa visión de la religión<br />
como artículo de consumo que responde sólo a<br />
sentimientos y preocupaciones individualistas frente al<br />
misterio de la vida. <strong>La</strong>ten en esa tendencia de querer<br />
encerrar en lo privado la dimensión espiritual de la vida,<br />
e incluso de desterrarla del espacio público, como si<br />
no tuviera nada que ver con el progreso. Imagen de<br />
tales brechas es la oscilación en la que se debaten<br />
muchos jóvenes entre el desaliento y la frustración por<br />
falta de empleo y de horizonte; a ellos y a nosotros nos<br />
envuelve una sociedad «líquida» que nos arroja a la<br />
prisa desmesurada, a la espuma y a la efectividad, a<br />
la rapidez de planteamientos en los que palabras tales<br />
como «siempre», «absoluto», «eterno», etcétera, llevan<br />
consigo plazos de relatividad; son días de indignación<br />
en las nuevas generaciones por una sociedad que los<br />
engorda y escupe, pero también jornadas cercenadoras<br />
de los valores profundos que minan su base; son<br />
también tiempos difíciles para la Iglesia, zarandeada<br />
por empujones de afuera, de un laicismo<br />
agresivo y beligerante por aquí y por allá, pero<br />
también zarandeada por fuerzas internas que<br />
confunden símbolos con realidad, y trascendencia<br />
con evocación de tiempos pasados.<br />
Nos toca vivir en este mundo con su maraña<br />
de eventos, en esta atmósfera del enredo<br />
y del conflicto de tendencias y orientaciones con<br />
el esfuerzo razonable de entender, de entendernos,<br />
pero sobre todo de comprendernos y de<br />
participar, cada quien desde su parcela y según<br />
sus posibilidades, en la edificación de la civilización<br />
del vivir juntos, con un tejido paciente, con<br />
el diálogo, con el alma, mediante la veracidad<br />
diciembre 2011<br />
5
En un mundo de brechas<br />
lingüística y los gestos de la misericordia entrañable,<br />
sobre todo con el auxilio de la Gracia sobrenatural inmerecida,<br />
pero siempre bienvenida; con ayuda de lo<br />
anterior podemos despedirnos de las rencillas, de las<br />
polémicas, de las malas interpretaciones y los enfrentamientos,<br />
convencidos de que poco sirve entretenerse<br />
en reavivar las diferencias entre grupos, movimientos,<br />
corrientes o tendencias, y sí, de mucho, caminar juntos<br />
en una misma dirección: orando, trabajando, compartiendo,<br />
contando al mundo la Buena Noticia, siendo<br />
una Iglesia valiente y amorosa.<br />
Y cada uno lo hará con su lenguaje y acentos,<br />
y todos serán buenos si aportan algo de verdad y luz<br />
a una sociedad necesitada de mensajes como el de<br />
Jesucristo. De poco sirve también lo que no construye:<br />
los prejuicios, la crítica permanente, el desgaste sistemático,<br />
la agresividad descalificadora, la exclusión<br />
de los que piensan de otro modo o la catalogación en<br />
buenos y malos, ¡nosotros siempre sabemos cuál es<br />
nuestro lado!<br />
Dejemos atrás etapas trasnochadas y heridas a<br />
medio curar, mientras intentamos dejar que Dios sea<br />
6 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
El Hermano Fernando Acedo (qepd) en la misión de Etiopía<br />
Dios, dejemos que los demás sean lo que son, con<br />
espacio para entender de otro modo la forma de vivir<br />
hoy como cristiano, reflejemos que somos conscientes<br />
de que Jesús nos dijo que no tuviéramos miedo,<br />
pero no que nos tornáramos feroces e implacables<br />
defensores irracionales de nuestros principios y criterios.<br />
En efecto, puede ocurrirnos que, deseando<br />
tender puentes entre distintas confesiones, religiones,<br />
etcétera, olvidemos la comprensión, el respeto,<br />
la cercanía entre los de nuestra propia casa. Así que<br />
nunca es demasiado tarde para aquilatar el blanco y<br />
el negro, de tal manera que podamos llegar a tonos<br />
más evangélicos.<br />
Por un lado, en nosotros está aportar nuestra pequeña<br />
parcela de luz y verdad al permitir que todos,<br />
juntos y distintos, caminemos en la misma dirección:<br />
todos somos uno en un futuro común. En el momento<br />
social en que vivimos queremos incluir y no excluir, poner<br />
al lado y no enfrente; y en este sentido es de gran<br />
necesidad en nuestros días y en esta tierra, la ayuda<br />
a la «perenne dama de los ojos vendados y la balanza<br />
equilibrada» (la justicia).<br />
MUNDO NEGRO
MUNDO NEGRO<br />
marcapersonal.blogspot.com<br />
En medio de esta vida ajetreada, dispersa, aturdida,<br />
colgada del último placer, sin horizonte ni interioridad<br />
para contemplar y dejarse sorprender por lo maravilloso,<br />
por Dios, llega el Adviento y la Navidad; dirigimos<br />
la mirada hacia Belén por enternecimiento del corazón<br />
o avivamiento de la ternura, a la que suele acompañar<br />
la nostalgia, que nos hacen exclamar: ¡Menos mal que<br />
Los combonianos Hermano Alberto <strong>La</strong>mana y la Hermana Cecilia Sierra<br />
en Radio Bakita, en Sudán del Sur<br />
en cada uno de nosotros hay una esperanza niña que<br />
nadie puede doblegar! Así, en medio de un mundo inhóspito,<br />
el de la época de Jesús, José y María, y en el<br />
de ahora, los evangelistas vuelven a gritarnos que la<br />
humanidad no se agota en los «herodes» ni en los «césares»;<br />
y que abramos los ojos para descubrir gente<br />
buena como Zacarías, Isabel, Ana y Simeón, los pastores<br />
y los magos: un pueblo que busca y se<br />
hace preguntas, una muchedumbre inquieta,<br />
abierta al asombro, capaz de acoger buenas<br />
noticias, rastreadores de signos, nómadas<br />
incansables en busca de sentido. Están ahí,<br />
a su lado, nos dicen, traten de reconocerlos,<br />
bendigan a Dios por sus nombres que pueden<br />
ser, incluso, los de ustedes. Benedicto<br />
XVI escribe al respecto: «No se puede crear<br />
la justicia en el mundo sólo con modelos económicos<br />
buenos, aunque son necesarios. <strong>La</strong><br />
justicia sólo se realiza si hay justos. Y no hay<br />
justos si no existe el trabajo humilde y diario,<br />
de convertir los corazones y de crear justicia<br />
en los corazones...» (Discurso a los sacerdotes,<br />
26 de febrero de 2009).<br />
¡Feliz Adviento y bienaventurada Navidad!<br />
diciembre 2011<br />
7
caminosdeconversion.wordpress.com<br />
mexico.cnn.com<br />
Misio-noticias<br />
Institución del Año de la Fe<br />
El 17 de octubre de este<br />
año, el papa Benedicto<br />
XVI presentó la Carta<br />
Apostólica Porta Fidei<br />
(<strong>La</strong> puerta de la fe), en<br />
forma de motu proprio<br />
que instituye el Año de<br />
la Fe, en dicha Carta se<br />
explica el sentido de este tiempo de gracia que iniciará el 11 de octubre<br />
de 2012 (50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano<br />
II) y concluirá el 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Cristo,<br />
Rey del Universo. Benedicto XVI anima a utilizar el Catecismo de<br />
la Iglesia Católica para acceder a un conocimiento sistemático de<br />
los contenidos de la fe. En el documento, el Papa recuerda que<br />
ha convocado la Asamblea General del Sínodo de los Obispos en<br />
octubre de 2012 sobre el tema de «<strong>La</strong> nueva evangelización para<br />
la transmisión de la fe cristiana». CATHOLIC.NET<br />
Caravana de madres<br />
centroamericanas<br />
El 30 de octubre pasado,<br />
la caravana procedente de<br />
Centroamérica «Sigo tus<br />
huellas con la esperanza<br />
de encontrarte», compuesta<br />
de 33 madres, inició un<br />
recorrido por México con el<br />
objetivo de buscar a sus hijos<br />
migrantes desaparecidos en la República Mexicana y exigir justicia<br />
para ellos. <strong>La</strong>s mujeres recordaron en el Día de Muertos (2 de noviembre)<br />
a 72 migrantes asesinados en 2010 en San Fernando, Tamaulipas.<br />
Durante su estancia en la capital mexicana, visitaron la Basílica de<br />
Guadalupe. Después de recorrer el país, las madres regresaron a sus<br />
lugares de origen (Guatemala, Honduras y El Salvador) después de<br />
haber hecho un llamado a la solidaridad de la sociedad mexicana: «que<br />
se unan a nuestras peticiones para erradicar la xenofobia y también en<br />
el reclamo de justicia ante las autoridades». LA REDACCIÓN<br />
8 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
afronline.org Girolamo Miante<br />
Acontecimiento que une<br />
Del 18 al 20 de noviembre<br />
Benedicto XVI visitó<br />
Benín, y durante una<br />
eucaristía entregó a<br />
los obispos africanos la<br />
Exhortación Apostólica<br />
del Segundo Sínodo de<br />
Obispos sobre África,<br />
que se realizó en octubre de 2009 con el tema «<strong>La</strong> Iglesia africana<br />
al servicio de la reconciliación y la paz...». Los misioneros<br />
combonianos de la parroquia de San Francisco de Asís de<br />
Cotonú, declararon que «en esta nación, la llegada del Papa<br />
fue un acontecimiento que movilizó y unió a todos los ciudadanos».<br />
En Benín predominan las religiones tradicionales (como<br />
el vudú) y existe gran influencia musulmana. <strong>La</strong> Iglesia católica<br />
tiene diez diócesis presididas por obispos nativos y 312 parroquias<br />
confiadas a un clero joven. <strong>La</strong> visita papal coincidió con el<br />
150 aniversario de la presencia de la Iglesia en Benín. MISNA<br />
Una sola Conferencia<br />
de obispos en Sudán<br />
<strong>La</strong> Conferencia de obispos<br />
que abarca Sudán y<br />
Sudán del Sur se reunió<br />
en Wau, Sudán del Sur,<br />
del 19 al 28 de octubre<br />
de este año para acordar<br />
que sólo habría una<br />
Conferencia Episcopal<br />
para ambos países.<br />
Actualmente, la Iglesia<br />
católica está presente<br />
en ambos territorios; en Sudán del Sur (con siete diócesis:<br />
Malakal, Juba, Yei, Wau, Rumbek, Tombura-Yambio y Torit),<br />
y en Sudán (que tiene las diócesis de Jartum y de El Obeid).<br />
Al finalizar dicha asamblea, el episcopado pidió la intercesión<br />
de santa Josefina Bakita y san Daniel Comboni, para seguir<br />
acompañando a estas naciones. REDACCIÓN
Gesto de unión entre religiones<br />
Representantes de diferentes credos cristianos se reunieron en Egipto el 3 de<br />
noviembre de este año con el jeque de Al Azhar, Ahmed Al Tayyeb, y con el gran<br />
muftí Ali Gomaa para felicitarlos por el «Eid Al-Adha», una de las festividades<br />
más importantes del islam. El encuentro sirvió para reafirmar lazos históricos y<br />
culturales entre miembros de distintas religiones de esta nación. «Los egipcios<br />
están unidos por un amor sincero e intereses comunes», expresó Gomaa a la<br />
prensa añadiendo que no hay diferencias entre cristianos y musulmanes. Según<br />
la agencia informativa MISNA, Shenouda III, líder de la Iglesia copta egipcia encargó<br />
un censo de los cristianos en Egipto para refutar los cálculos del gobierno,<br />
según los cuales hay 3 millones 300 mil cristianos en el país. En cambio, según<br />
los datos publicados por algunas organizaciones cristianas, los fieles rebasan<br />
los 17 millones. MISNA<br />
Comboniano en la Corte<br />
de Derechos Humanos<br />
El 25 de agosto de este año, el sacerdote comboniano Saverio Paolillo, que trabaja<br />
en la pastoral de Menores de la arquidiócesis de Victoria, Espíritu Santo, en<br />
Brasil, fue invitado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para<br />
relatar la situación en las cárceles de menores en Victoria. El 25 de febrero pasado,<br />
el gobierno de Brasil, particularmente el Estado de Espíritu Santo, solicitó a la<br />
Corte la revocación de las medidas cautelares, alegando que habían resuelto todos<br />
los problemas dentro de la prisión, hecho que dicha Corte rechazó. <strong>La</strong> CIDH,<br />
después de escuchar los argumentos presentados por el Centro de Defensa de<br />
Derechos Humano de Serra, proyecto dirigido por los misioneros combonianos<br />
en ese país, decidió establecer un tiempo para examinar las pruebas de ambas<br />
partes y tomar una decisión. FAMILIA COMBONIANA<br />
Emergencia en Etiopía<br />
Los <strong>La</strong>icos Misioneros Combonianos (LMC) Mark Banga, su esposa Maggie y Tracy<br />
Doyle, forman parte de un equipo de emergencia a quien se le solicitó planificar la<br />
respuesta de la Iglesia católica a través del Secretariado Católico de Awassa, oficina<br />
central de coordinación para este Vicariato, con el fin de ayudar en esta zona de<br />
Etiopía azotada por la hambruna. Durante los próximos meses, Maggie trabajará en<br />
el centro médico de Dadim en programas alimenticios de emergencia para niños,<br />
mujeres embarazadas y lactantes, en coordinación con las Hermanas de la Caridad.<br />
Tracy y Mark continuarán en la administración y gestión de los proyectos en<br />
Awassa. Este grupo de LMC ha expresado su gratitud por las donaciones recibidas<br />
para ayudar a los necesitados. FAMILIA COMBONIANA<br />
Ambicioso proyecto<br />
de energía renovable<br />
Lesotho proyecta construir parques hidroeléctricos<br />
y eólicos valuados en 15 mil 145 millones de<br />
dólares, declaró el 2 de noviembre pasado, Monyane<br />
Moleleki, ministro de Recuersos Naturales<br />
de esa nación. Este proyecto hará que el país<br />
pase de ser «uno de los menos desarrollados, a<br />
una economía emergente». <strong>La</strong> inversión se realizará<br />
durante la próxima década y se espera que<br />
genere cerca de 25 mil puestos de trabajo. MND<br />
Diabetes en el mundo<br />
Según un grupo de expertos y organismos sanitarios<br />
internacionales reunidos el 11 de octubre pasado<br />
en Londres, Inglaterra, la cifra de personas<br />
diabéticas aumentó a 366 millones, sobre todo en<br />
los países en vías de desarrollo. <strong>La</strong>s ventas mundiales<br />
de fármacos contra esta enfermedad sumaron<br />
35 mil millones de dólares el año pasado y<br />
podrían generar hasta 48 mil millones de dólares<br />
para 2015, según la firma de investigación IMS<br />
Health. REUTERS<br />
Tensión entre<br />
Kenya y Eritrea<br />
<strong>La</strong> crisis diplomática que surgió días atrás por las<br />
declaraciones de funcionarios kenianos que acusan<br />
a Eritrea de apoyar, logística y militarmente,<br />
a los grupos armados contrarios al gobierno en<br />
Somalia, parece tensarse más. Según el gobierno<br />
eritreo se trata de declaraciones «desagradables»<br />
y niega cualquier participación en el conflicto.<br />
<strong>La</strong> tensión aumenta en el norte de Kenya,<br />
donde el 6 de noviembre de este año, se produjo<br />
un ataque contra una iglesia pentecostal en la<br />
zona de Garissa. MISNA<br />
Alerta por hambre en Níger<br />
<strong>La</strong> organización «Manos Unidas» alertó el 3 de<br />
noviembre de este año, que «el hambre se extiende<br />
por Níger» como consecuencia de la intensa<br />
sequía que padece esta nación. Según esta<br />
institución, las cosechas acumulan pérdidas de<br />
entre 60 y 90 por ciento, «la comunidad internacional<br />
está todavía a tiempo de actuar para que<br />
este país no pase a engrosar la lista de países<br />
africanos afectados por la hambruna». MND<br />
diciembre 2011<br />
9
<strong>La</strong> colVmna de Monseñor<br />
Los «martines»<br />
de la caridad<br />
1. Entre otras cosas, Juan XXIII dijo: «Fray<br />
Martín socorría con amor a los enfermos; procuraba<br />
comida, vestido y medicina a los pobres; en la medida<br />
que le era posible, ayudaba a los agricultores, a los negros<br />
y mulatos, quienes en aquel tiempo eran tratados<br />
como esclavos, por lo que el pueblo le puso el apelativo<br />
de “Martín de la Caridad”».<br />
Cuando me pidieron escribir algo sobre la figura<br />
del Hermano comboniano, espontáneamente recordé<br />
la canonización de san Martín de Porres. Durante toda<br />
mi vida misionera y sacerdotal, he conocido, tratado<br />
y admirado a muchos Hermanos misioneros que han<br />
sido para mí auténticos «martines» de la caridad, por<br />
la grandeza de su entrega; unen la sencillez de quien<br />
sirve y ama como si eso fuera lo único que saben hacer.<br />
He encontrado Hermanos agricultores, albañiles,<br />
enfermeros, carpinteros, ingenieros, pintores, sastres,<br />
médicos, catequistas, contadores... unos obviamente<br />
con más «escuela» que otros, pero todos con profunda<br />
identificación con su vocación misionera.<br />
Con 18 años recién cumplidos y a pocos meses<br />
de haber profesado los votos de castidad, pobreza y<br />
obediencia, me nombraron ayudante de enfermería<br />
en la Casa Madre de Verona. Debía apoyar al Hermano<br />
Angelo Viviani. En ese entonces, los padres y<br />
Hermanos ancianos o enfermos no eran muchos, pero<br />
atenderlos implicaba mucho trabajo. Aún no logro explicarme<br />
cómo podía estar en todo el Hermano Viviani.<br />
Todavía resuena en mi oído su caminar presuroso por<br />
10 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
Vittorino GIRARDI,<br />
mccj, obispo de<br />
Tilarán-Liberia,<br />
Costa Rica<br />
El 6 de mayo de 1962 el papa beato Juan XXIII canonizó a san Martín de Porres.<br />
Yo me encontraba en Roma estudiando la Teología. Durante la ceremonia<br />
de canonización, el Papa comentó las características más destacadas<br />
de la santidad de aquel humilde fraile, conocido como «Fray Escoba».<br />
Imagen de san Martín de Porres<br />
elenastornitallerdearte.blogspot.com
aquellos pasillos de la casa para<br />
ir de cuarto en cuarto a visitar,<br />
ayudar, escuchar, amar... a aquellos<br />
sacerdotes y Hermanos que<br />
habían gastado su vida en África.<br />
No recuerdo de él ninguna queja.<br />
A lo más, medio en serio y medio<br />
en broma, de vez en cuando<br />
me decía: «se acostumbra afirmar:<br />
mi máxima penitencia, la<br />
vida común; quien inventó eso<br />
no conocía la vida “no común”».<br />
Realmente, aunque no era su<br />
intención ponerlo de relieve, su<br />
vida no era «común»; era extraordinaria<br />
y heroica en muchos<br />
aspectos. Pronto me di cuenta<br />
de dónde sacaba tanta energía,<br />
serenidad y buen humor. El Hermano<br />
Viviani poseía un alto grado de vida de oración.<br />
<strong>La</strong>s primeras horas de la mañana, a menos que algún<br />
enfermo necesitara algo, eran para estar con el Señor,<br />
pero en un rincón del coro alto de la capilla, en donde<br />
podía pasar inadvertido. Como todo misionero comboniano,<br />
su sueño era África, pero de hecho encontró su<br />
«África» en el servicio abnegado y amoroso a los misioneros<br />
dedicándoles toda su vida.<br />
2. No traté directamente al Hermano Josué Dei<br />
Cas, el «Leproso de Kormalán», como se le conocía,<br />
sin embargo familiaricé con él por medio de mi confesor,<br />
que había sido el suyo también; me hablaba de él<br />
con veneración. Una vez que el Hermano contrajo la<br />
lepra por atender a los leprosos, pidió vivir con ellos<br />
en la Leprosería de Kormalán, en Sudán, en donde falleció<br />
en 1932, a los 52 años. Ojalá pronto su causa<br />
« He conocido, tratado y admirado<br />
a muchos Hermanos misioneros<br />
que han sido para mí auténticos<br />
“martines” de la caridad,<br />
por la grandeza de su entrega»<br />
El Hermano comboniano Dei Cas con leprosos de la misión de Kormalán, hoy, Sudán del Sur<br />
de beatificación sea introducida y podamos venerarlo<br />
como a otro santo leproso más conocido: san Damián<br />
de Veuster, el «Leproso de Molokai».<br />
Entre las anécdotas que mi confesor me contó,<br />
me impresionó una. Una vez que se confesó el Hermano<br />
Josué, la misionera que atendía a los leprosos,<br />
ofreció café al padre y al Hermano. A la pregunta:<br />
«Hermano, ¿cuánta azúcar le pongo?». Él contestó<br />
espontáneamente, poniendo el dedo en la taza de café<br />
caliente: «ésta es mi azúcar». Un gesto poco delicado,<br />
pero que hablaba de su serena aceptación de tan<br />
tremenda enfermedad que, literalmente, lo iba destruyendo.<br />
Su profunda fe, el amor «exagerado» a Cristo,<br />
amado y servido en los leprosos, hacía posible que la<br />
lepra fuera su «azúcar».<br />
Sólo son dos ejemplos de Hermanos que han<br />
dejado huella imborrable en mi camino de formación,<br />
pero obviamente conocí y traté a muchos más, auténticos<br />
«martines» de la caridad, «piedras ocultas»,<br />
como diría nuestro fundador san Daniel Comboni,<br />
pero piedras indispensables para la construcción de<br />
las jóvenes Iglesias, primero en África, y luego en las<br />
regiones más necesitadas de América <strong>La</strong>tina y de<br />
otros continentes.<br />
diciembre 2011<br />
MUNDO NEGRO<br />
11
Testimonio misionero<br />
Comboni y los Hermanos<br />
combonianos<br />
Por: P. Vittorio<br />
MORETTO, mccj<br />
Su gran visión<br />
Si estoy correctamente informado<br />
sobre la historia de la Iglesia católica, creo<br />
poder afirmar que Comboni fue el único<br />
misionero que concibió e intentó llevar a<br />
la práctica un plan de evangelización para<br />
un continente entero, África. En esta visión<br />
de conjunto, que miraba hacia un cambio<br />
profundo de la sociedad africana realizado<br />
por la acción evangelizadora de la Iglesia,<br />
Comboni veía la necesidad de que la<br />
formación de los africanos comprendiera<br />
aspectos no sólo religiosos, también humanos<br />
y profesionistas. Tanto así, que puso<br />
todos sus esfuerzos en formar hábiles catequistas,<br />
médicos, maestros, artesanos,<br />
agricultores, enfermeros, farmacéuticos,<br />
carpinteros, sastres, albañiles, zapateros,<br />
etcétera. Puso particular atención en el<br />
mundo femenino, del cual, como en toda<br />
época, depende mucho la regeneración de<br />
la gran familia humana. Asimismo, formó<br />
catequistas, maestras y madres de familia<br />
con habilidades para enseñar a leer, escribir,<br />
hacer cuentas, hilar, guisar, tejer, cuidar<br />
enfermos, etcétera. Hoy en día, quizá nos<br />
haga sonreír un poco este detallado elenco<br />
de profesionistas civiles. Pero con ello, Da-<br />
12 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
El padre Vittorio Moretto nos cuenta cómo san Daniel Comboni<br />
intuyó la necesidad de la colaboración de los «laicos consagrados»<br />
para formar a los africanos no sólo en el aspecto religioso,<br />
también en el humano y profesional.<br />
ESQUILA MISIONAL
niel Comboni quiso expresar en forma concreta cómo<br />
la regeneración cristiana de un pueblo pasa por el conjunto<br />
de su actividad humana.<br />
Hermanos bien preparados<br />
A partir de esta gran visión comprendemos por<br />
qué Comboni trató de promover misioneros que fueran<br />
expresión de la pluralidad de vocaciones en la Iglesia.<br />
Por ello dio mucha importancia a la colaboración de<br />
los «laicos consagrados», en particular aquellos que<br />
en la actualidad llamamos «Hermanos combonianos».<br />
«El Instituto –escribe Comboni– recibe en su seno sacerdotes<br />
y estudiantes de Teología, así como laicos de<br />
probada piedad y competencia, principalmente con objeto<br />
de hacer de ellos Hermanos, catequistas y maestros<br />
de artes y oficios útiles y necesarios en África».<br />
Es significativo el hecho de que nuestro Instituto<br />
masculino tuvo sus comienzos con dos personas, un<br />
sacerdote y un Hermano: «Mi Obra comenzó –escribe<br />
Comboni– con el padre Rolleri y el Hermano laico<br />
Rossi». Era tanta la importancia que san Daniel daba<br />
Instituto de formación de misioneros fundado por Comboni en Egipto<br />
a los Hermanos, que llegó a reconocer, a partir de su<br />
propia experiencia, que en África los Hermanos bien<br />
preparados contribuían al apostolado en mayor medida<br />
que los sacerdotes, porque los alumnos africanos<br />
estaban más tiempo con los primeros: «los observan y<br />
escuchan más de lo que pueden observar y escuchar<br />
a los sacerdotes». En efecto, los estudiantes permanecen<br />
más tiempo con los «maestros» y los «expertos»,<br />
quienes con las palabras y con el ejemplo son verdaderos<br />
apóstoles para ellos. En cada puesto de misión<br />
Comboni se apresuró a que hubiera siempre presentes<br />
varios Hermanos, personas de gran valía, versados en<br />
diversas artes y oficios.<br />
Consagrados de por vida<br />
Al considerar que la labor en misión era muy<br />
exigente para el misionero, debido a las condiciones<br />
ambientales propias de la época que ponían en riesgo<br />
su perseverancia y fidelidad al Evangelio, Comboni<br />
exigió que, al llegar al lugar de misión, cada Hermano<br />
se comprometiera por escrito y públicamente ante Dios<br />
ESQUILA MISIONAL<br />
diciembre 2011<br />
13
Testimonio misionero<br />
con un juramento religioso, que decía así: «Yo (nombre<br />
y apellido), por propia y libre voluntad me obligo<br />
bajo juramento ante Dios a servir perpetuamente a la<br />
misión de África, sujeto a la obediencia del obispo y<br />
de los legítimos superiores inmediatos, y prometo servirla<br />
de modo perpetuo en aquellos lugares y puestos<br />
a los que por obediencia vaya destinado, sin echarme<br />
nunca atrás en este firme propósito, ni siquiera de cara<br />
a la muerte, y abandonándome por completo en brazos<br />
de la Providencia bajo la dirección y órdenes de<br />
los superiores. En fe de lo cual pongo aquí mi firma».<br />
En este juramento destacan: la entrega absoluta a la<br />
causa misionera, la firme voluntad de no echarse para<br />
atrás ni siquiera de cara a la muerte y la raíz de toda<br />
perseverancia en la vocación, que es la confianza en<br />
Aquél que llama a la misión.<br />
Es sabido que san Daniel no fundó un Instituto<br />
cuyos miembros profesaran votos religiosos como<br />
en otras congregaciones religiosas. Sólo más tarde,<br />
debido al cambio de la situación histórica, nuestro<br />
Instituto asumió la forma de congregación con votos<br />
14 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
Los Hermanos combonianos Giovanni Grazian<br />
y Joao Paulo da Rocha enseñando oficios en Mozambique<br />
MUNDO NEGRO<br />
religiosos de pobreza,<br />
castidad y obediencia.<br />
Pero queda claro<br />
para Comboni que<br />
cada persona que se<br />
entregue a un «apostolado<br />
de fronteras»<br />
debe tener una probada<br />
solidez humana<br />
y espiritual que le permita<br />
superar cualquier<br />
prueba. No es casual<br />
que para la formación<br />
de los Hermanos, san<br />
Daniel estableció que<br />
tenía que ser como la<br />
de los Hermanos jesuitas.<br />
Así, cuando el<br />
Instituto se transformó<br />
en congregación religiosa,<br />
los Hermanos<br />
combonianos que entraron al servicio de la misión heredaron<br />
plenamente el deseo profundo del fundador.<br />
Hombres de trabajo y oración<br />
Una característica sobresaliente de los Hermanos<br />
combonianos a lo largo de la historia del Instituto<br />
ha sido –curiosamente– su dedicación a la oración a<br />
pesar de ser hombres de mucha actividad. Nuestros<br />
Hermanos son hombres humildes, de mucho trabajo,<br />
pocas palabras y mucha oración. De verdad hacen honor<br />
a su principal patrón, san José, del cual el beato<br />
Juan Pablo II dijo que es maestro en el servicio a la<br />
misión de Cristo en la Iglesia. Estoy agradecido con<br />
Dios el haberme concedido conocer a unos de estos<br />
Hermanos con una dedicación a la oración muchas veces<br />
superior a la de tantos sacerdotes.<br />
Los Hermanos combonianos pueden estar orgullosos<br />
de que muchos de ellos vivieron una vida<br />
de entrega a la misión sin fisuras. Recordemos a<br />
dos de ellos: el Hermano Gabriel Mariani, quien murió<br />
cuando estaba cautivo de la Revolución mahdista
Víctor Hugo García U.<br />
en Sudán. De él, el mismo Comboni atestiguó seis<br />
meses antes de su muerte: «Gabriel es una perla,<br />
un santo. ¡Ah, si tuviera 30 como él!». En tanto, el<br />
padre Bonomi, su compañero de cautiverio y testigo<br />
de sus sufrimientos y muerte, escribió: «No tuvo<br />
el honor del martirio de sangre, pero yo creo que<br />
recibió un mérito quizá mayor, porque fue penoso<br />
su sacrifico e igual la causa». El otro Hermano es<br />
Josué Dei Cas, quien por atender a los leprosos del<br />
sur de Sudán se contagió de esa enfermedad; fue<br />
internado en la comunidad reservada para ellos y<br />
compartió su vida en un espíritu de alegre humildad.<br />
Enterado de que un Hermano mucho más joven que<br />
él estaba muriéndose, ofreció su vida a cambio de la<br />
Los Hermanos Enrique Massignani<br />
y Martín Ploner en oración<br />
suya. Murió aquella misma noche, mientras el joven<br />
religioso recuperó milagrosamente la salud al día siguiente.<br />
Está tan documentada la fama de santidad<br />
de este Hermano, que muchos piensan que debería<br />
introducirse su causa de beatificación.<br />
<strong>La</strong> presencia de los Hermanos en la Iglesia y<br />
en nuestro Instituto es un signo claro del poder de la<br />
Resurrección de Jesucristo. En un contexto cultural y<br />
eclesial en que hoy en día se ofrecen variadas posibilidades<br />
de realización laical, los Hermanos son aquellos<br />
«laicos» que se ponen al servicio de la misión de<br />
manera más plena, en cuanto viven en sus propias<br />
personas la maravillosa identificación con Cristo pobre,<br />
casto y obediente.<br />
15<br />
diciembre 2011 15
Hermano de todos<br />
El Hermano comboniano y profesor Jorge Rodríguez, oriundo del estado de Hidalgo,<br />
nos comparte, después de 28 años de servicio misionero, cuál es su sentir al haber<br />
sido llamado a servir a Dios como «Hermano de los demás», especialmente<br />
en Uganda, México y, actualmente, en Sudán del Sur.<br />
Sé que mi vocación como Hermano en<br />
la vida misionera ha sido un regalo que Jesús me ha<br />
dado, y ahora, después de 30 años de<br />
vida consagrada al servicio de los demás,<br />
me siento realizado y feliz. Recuerdo<br />
con alegría aquel día en que<br />
comenzó todo: fue en un salón de la<br />
16 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
casa de formación de Xochimilco. Éramos 38 jóvenes<br />
que participábamos en aquel preseminario. A un<br />
cierto momento nos preguntaron: «¿A<br />
qué vienes y qué esperas de este<br />
encuentro?». <strong>La</strong> mayoría de los asistentes<br />
estaban ahí por una razón: ser<br />
sacerdotes. Cuando expresé mi deseo<br />
El Hermano Jorge acompañado por sus alumnos de la universidad católica de Sudán
de ser Hermano, todos me miraron<br />
con curiosidad. Éramos cuatro<br />
candidatos quienes, ayudados por<br />
un sacerdote comboniano, encontramos<br />
el sentido de nuestro ser<br />
como Hermanos, pues fueron bien<br />
presentadas las exigencias de la<br />
congregación: ser misionero, ser<br />
religioso y mucho entusiasmo. En<br />
este camino me sentí bien desde<br />
el principio.<br />
«Mi primer amor»<br />
Uganda, particularmente Karamoya,<br />
ha sido mi «primer amor»<br />
y mi primera misión. Pasaron rapidísimo<br />
dos años sirviendo como<br />
procurador en la diócesis de Moroto,<br />
y poco después, iniciamos el<br />
movimiento de pastoral juvenil en<br />
el cuál trabajé durante ocho años.<br />
Mi labor consistía en impartir educación religiosa en la<br />
escuela secundaria, y realizar actividades deportivas<br />
como futbol, voleibol y netbol (parecido al básquetbol).<br />
Cientos de jóvenes se entusiasmaron con esta actividad;<br />
fue una gran experiencia. Después de 12 años<br />
de ausencia, pasé por Moroto, ciudad ugandesa, y 35<br />
personas, jóvenes de aquel tiempo organizaron una<br />
comida para saludarme nuevamente.<br />
Compartiendo la alegría sursudanesa<br />
<strong>La</strong> vida de los misioneros también consiste en<br />
estar dispuestos a ir a otros lugares, aunque admito<br />
que es difícil dejar algo que se empezó con mucho<br />
entusiasmo y no poder ver los frutos.<br />
Después de 11 años de servicio en México, regresé<br />
a África, esta vez con destino a Sudán. A mi<br />
llegada a esa nación acababa de firmarse el Acuerdo<br />
de paz que ponía fin a una guerra que se había prolongado<br />
por más de 25 años. Tiempo después, para mí,<br />
fue un momento de inmensa alegría compartir con la<br />
gente el resultado del Referéndum que fue arrollador:<br />
más del 95 por ciento de la población votó a favor de<br />
«Estoy feliz de ser misionero de Jesús en medio de su<br />
gente compartiendo la vocación que él me regaló»<br />
la separación de Sudán; y el 9 de julio, la declaración<br />
del nuevo país: Sudán del Sur.<br />
Tenía dos años de laborar en esta nación,<br />
cuando el sacerdote jesuita Michael Shulteis, encargado<br />
de abrir la Universidad católica de Sudán, me<br />
invitó a participar en el equipo docente y me quedé<br />
como administrador y profesor en el área de disciplinas<br />
sociales. Después de cuatro años de haber<br />
comenzado esta obra, ahora estamos a punto de ver<br />
graduarse a la primera generación y son más de 400<br />
estudiantes cursando en las facultades de Economía<br />
y de Educación.<br />
Pues aquí estoy tratando de ser testigo de Jesucristo<br />
en medio de su gente y compartiendo esta<br />
vocación que él me regaló: ser Hermano de todos<br />
con quienes convivo para apresurar la llegada de<br />
su Reino.<br />
y : Hno. Jorge RODRÍGUEZ, mccj<br />
Sudán del Sur<br />
diciembre 2011<br />
17
Más allá de los muros del templo<br />
En Guayaquil, Ecuador, misionamos<br />
una comunidad de Hermanos combonianos como pioneros<br />
en un nuevo camino de evangelización. Esta<br />
modalidad pastoral se denomina: «Obras Combonianas<br />
de Promoción Humana» (OCPHs), una figura<br />
socio-eclesial en busca del acompañamiento cristiano<br />
de procesos sociales y religiosos generados por la<br />
18 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
El Hermano Roberto, autor de<br />
la <strong>carta</strong>, grabando un video con los afro<br />
El Hermano comboniano español Roberto Misas, profesional en el campo<br />
de los medios de comunicación audiovisual, nos describe nuevas formas<br />
de llevar el Evangelio al mundo juvenil y moderno dentro de un ambiente<br />
marcado por injusticias, pobreza y exclusión.<br />
gente en sus ambientes, y que no tienen ningún tipo<br />
de asesoría de parte de la Iglesia ni de organismos<br />
sociales o gubernamentales. Son obras que actúan<br />
como especie de «puentes» entre la Iglesia y la sociedad,<br />
entre lo religioso y lo laico, entre lo sagrado y lo<br />
profano; acciones proyectadas más allá de los límites<br />
del templo y de la pastoral tradicional.<br />
Roberto Misas
Para acompañar a los afrodescendientes<br />
en este lugar, los Hermanos trabajamos<br />
en equipo combinando nuestras profesiones y<br />
experiencias pastorales. Los Hermanos involucrados<br />
en este proceso somos: Alberto Degán<br />
(italiano) en el campo de la catequesis, enfoque<br />
bíblico y resolución de conflictos; Joel Cruz<br />
(mexicano) en el campo del análisis sociocultural<br />
y planeación pastoral; y yo, en el área audiovisual.<br />
El proyecto tiene el objetivo de acercarse<br />
pastoralmente a jóvenes afrodescendientes<br />
marginados socialmente, alejados de la Iglesia,<br />
inmersos en la drogadicción... en una de las zonas<br />
más pobres y peligrosas de la ciudad donde<br />
abundan grupos de pandillas juveniles y donde<br />
a los jóvenes les gusta el rap. Aquí, los afro son<br />
vistos como delincuentes, malhechores, drogadictos...<br />
por su modo de vestir, pero sobre todo,<br />
por su color de piel. De hecho, un sector de la<br />
sociedad guayaquileña cree que el negro tiene una<br />
tendencia natural a la delincuencia.<br />
Dios también baila y canta rap<br />
En la convivencia con este sector nos percatamos<br />
que, desde siempre, la música ha sido para el<br />
pueblo negro el principal instrumento de resistencia, y<br />
que, frente a una realidad marcada por la injusticia, la<br />
discriminación y la violencia, los afro han encontrado<br />
en el arte musical un elemento para salvaguardar su<br />
identidad cultural y su amor a la vida.<br />
Al constatar esto, aprovechamos el deseo de<br />
un grupo juvenil alejado por completo de la Iglesia<br />
que buscaba grabar sus canciones de rap. Jóvenes<br />
no bautizados y sin conocimiento de Jesucristo y<br />
su proyecto; una pequeña muestra del paganismo<br />
urbano ignorado por la pastoral eclesial. Para acercarlos<br />
a Cristo y a la Iglesia, les propusimos hacer<br />
el video de una de sus canciones. Esto implicó un<br />
acercamiento a la vida cotidiana de los jóvenes afro:<br />
escucharlos, seguirlos en sus ambientes para hacer<br />
las tomas de video, incursionar en sus lenguajes y<br />
horarios, considerados éstos una especie de «tabú»<br />
en los ambientes religiosos.<br />
Joel Cruz<br />
Los Hermanos Joel (con camisa blanca) y Roberto<br />
(con camisa verde) conviviendo con jóvenes raperos<br />
Al incursionar como misioneros en su canto y<br />
música percibimos cómo estaban sintiendo y buscando<br />
a Dios; asombrados, descubrimos que no se habían<br />
alejado de él aunque estaban lejos de la Iglesia.<br />
Pudimos llevarlos al encuentro con la Palabra Encarnada<br />
(Jesucristo) y con los profetas. Se identificaron<br />
con ellos y los que no estaban bautizados pidieron el<br />
bautismo. Ahora ellos son una profecía en medio de<br />
los jóvenes afrodescendientes, con su música y su<br />
canto van creando conciencia y evangelizando. Con<br />
ellos, Dios también canta y baila rap; él es un rapero<br />
que está en medio de su pueblo negro.<br />
Los Hermanos combonianos somos religiosos capaces<br />
de entrar con la gente y sentarnos a platicar de<br />
Dios con ella, sin prisas, con mucha calma, anunciando<br />
el Evangelio en el tiempo y circunstancias de la gente.<br />
Si están interesados en ver y conocer a este<br />
grupo de rap pueden entrar a youtube.com y buscar<br />
«Lírica oscura» (canciones: <strong>La</strong> gloria es de Dios, <strong>La</strong><br />
vida es una ruleta, Piensa...).<br />
: Hno. Roberto MISAS, mccj<br />
Guayaquil, Ecuador<br />
diciembre 2011 19
Brujería, milagros y aventuras<br />
20 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
El enfermero y médico Juan Carlos Salgado, Hermano comboniano<br />
originario de Uruapan, Michoacán, lleva 10 años trabajando<br />
en República Democrática del Congo, desde aquellas tierras<br />
nos comparte las siguientes experiencias.<br />
El Hermano Juan Carlos atendiendo<br />
a una niña congolesa<br />
Desarrollo mi labor misionera<br />
en Duru, provincia de Isiro, localizada al norte de República<br />
Democrática del Congo, a 25 kilómetros de la<br />
frontera con Sudán del Sur. Vivo con la tribu azande,<br />
que está llena de valores como la sencillez, la solidaridad<br />
y la ayuda, pero al mismo tiempo, fuertemente<br />
influenciada por la brujería y las supersticiones.<br />
En una ocasión recibimos una niña de 13 años<br />
con complicaciones de malaria, empezó a orinar negro,<br />
lo que aquí se conoce como «orina coca-cola».<br />
Los parientes dijeron que la enfermedad era porque el<br />
brujo se había comido su hígado y otras vísceras de la<br />
pequeña. Los brujos hacen circular esta versión entre<br />
los pobladores para que crean en su magia y poder.
El Hermano Juan Carlos acompañado por su equipo<br />
de trabajo en el hospital de Duru<br />
Después de consultar sus oráculos encontraron a un<br />
supuesto culpable, lo arrestaron y lo trajeron al hospital<br />
descalzo, con el torso desnudo y las manos atadas.<br />
Para deshacer el conjuro hicieron que el presunto<br />
malhechor tomara 60 sorbos de agua de una cubeta<br />
y hacían que la escupiera del otro lado. Después,<br />
lo hicieron pagar una multa: gallinas, cabras, aguardiente,<br />
aceite de palma y hasta dinero. Finalmente, el<br />
culpable debía trabajar durante un año sin pago en la<br />
plantación del jefe de la tribu.<br />
El milagro de la vida<br />
En otra ocasión, recibimos a un bebé de 8 meses<br />
que estaba enfermo de pulmonía y se encontraba<br />
al borde de la muerte; casi inconsciente, intentaba<br />
respirar como pez fuera del agua; pensé que no sobreviviría.<br />
Así que hablé con sus padres y les pregunté<br />
si querían bautizarlo, al instante aceptaron. Uno de<br />
los sacerdotes de la misión lo bautizó con el nombre<br />
de Esteban, ungió al bebé y le impuso una medalla. A<br />
la mañana siguiente, pregunté cómo seguía el bebé,<br />
y con gran sorpresa, lo encontré despierto, sin fatiga<br />
para respirar y comenzando a alimentarse. Para mi<br />
fue un milagro por la gracia del bautismo.<br />
¡Entre chayotes<br />
y palomitas de maíz!<br />
Una vez, alguien trajo<br />
un chayote, vegetal que no se<br />
conocía en esta tribu. Cuando<br />
empezó a germinar, lo planté<br />
en un rincón del hospital y le<br />
construí una enramada para<br />
que el planta trepara y expandiera<br />
sus ramas. Cuando dio<br />
frutos, lo promoví entre la gente<br />
y los pacientes del hospital.<br />
En ese tiempo había un niño de<br />
12 años que tenía insuficiencia<br />
renal crónica, el hospital no tenía<br />
los medios necesarios para<br />
curarlo, y su salud se debilitaba<br />
cada día. Antes de morir, el joven<br />
pidió como última voluntad comer la verdura que<br />
yo había plantado. Créanme, la disfrutó mucho.<br />
También planté maíz palomero. Por cierto, las<br />
palomitas tan ricas que saboreamos en México, tampoco<br />
son conocidas en este lugar, así que imagínense<br />
la curiosidad de la gente cuando vieron mi cosecha.<br />
Todos preguntaban: «¿Qué es, se come?». Entonces<br />
empecé con la preparación: fui por una olla, aceite y<br />
sal. Cuando regresé tenía mucho público: enfermeros,<br />
pacientes, familiares y niños, los que nunca faltan.<br />
Puse los granos en el aceite caliente y tape la olla.<br />
Cuando los granos empezaron a reventar, ¡todos salieron<br />
huyendo! Cuando se repusieron del miedo, regresaron,<br />
les di la prueba y ¡les encantó! Tuve tanto<br />
éxito, que empezaron a pedirme un puño de maíz para<br />
sembrarlo en sus parcelas.<br />
Estas son sólo unas cuantas de varias experiencias<br />
entre este pueblo donde he vivido los mejores años<br />
de mi vida. Ruéguenle a Dios, para que me siga ayudando<br />
en mi labor y ser testimonio de amor entre estos<br />
hermanos. Me encomiendo a sus oraciones.<br />
y : Hno. Juan Carlos SALGADO, mccj<br />
República Democrátrica del Congo<br />
diciembre 2011 21
22 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
Luchas tribales<br />
El enfermero y Hermano comboniano Andrés Gaspar,<br />
originario de Chilpancingo, Guerrero, desarrolla su labor misionera<br />
en el nuevo país del mundo, Sudán del Sur. Desde aquellas tierras,<br />
nos cuenta algunos conflictos tribales en esta zona.<br />
En enero de este año, casi 99 por ciento<br />
de la gente de Sudán del Sur votó a favor de su<br />
independencia de Sudán. Así que el<br />
9 de julio pasado, Sudán del Sur se<br />
convirtió en un país nuevo. Todavía<br />
existen varios problemas por resolver<br />
con los sudaneses del norte, entre<br />
ellos, los recursos petrolíferos, pues<br />
El Hermano Andrés rodeado de amigos<br />
y compañeros del hospital<br />
se estima que 80 por ciento del petróleo de Sudán<br />
procede del sur, lo que representa un gran potencial<br />
económico. Sudán del Sur se divide<br />
en 10 estados federales subdivididos,<br />
a su vez, en 86 condados.<br />
Soy enfermero y llevo tres años<br />
trabajando en la misión de Mapuordit,<br />
cerca de Rumbek, en el hospital dedi-
Durante una convivencia<br />
con niños sursudaneses<br />
cado a Nuestra Señora María Inmaculada. Como Hermano<br />
me siento muy contento trabajando en la proclamación<br />
de la Palabra de Dios en estas tierras, aunque<br />
tenemos muchos desafíos que enfrentar.<br />
Esta zona está habitada por dos grandes tribus:<br />
dinka y jur, pero, desgraciadamente, no existen buenas<br />
relaciones entre ellos. Los dinka se dedican al cuidado<br />
del ganado, y los jur a la agricultura, actividades<br />
que provocan crueles enfrentamientos a causa de que<br />
el ganado de los dinka invade los terrenos de los jur y<br />
se alimenta de sus cultivos.<br />
El enfrentamiento<br />
Eran como las 9 de la noche, celebrábamos<br />
el Domingo de Resurrección, cuando escuchamos<br />
unos disparos cerca de la casa. De repente, mucha<br />
gente vino a refugiarse a la misión. En ese momento<br />
no sabíamos lo que sucedía. Mi primera reacción fue<br />
buscar a mis hermanos de comunidad, pues dos de<br />
ellos no estaban presentes en la celebración y los<br />
disparos continuaban. Salí de casa, y por lo regular,<br />
uso una lámpara para guiarme en la oscuridad.<br />
En ese momento me gritaron: «¡Hermano, apague<br />
la lámpara porque los jurs nos están atacando! ¡Regrese<br />
a casa!». Sentí miedo, pero necesitaba saber<br />
que mis hermanos de comunidad estuvieran a salvo.<br />
Cuando me aseguré que todos estuviéramos den-<br />
tro en casa, otra vez pensé en el<br />
conflicto y también pensé que se<br />
podrían requerir mis servicios en<br />
el hospital. Esta idea me mantuvo<br />
alerta por toda la noche.<br />
Por la mañana siguiente, después<br />
de misa, un hermano me dijo:<br />
«Vamos al quirófano, un paciente<br />
necesita operación». En este enfrentamiento<br />
mataron a dos personas:<br />
un niño dinka de cinco años y a un<br />
pastor protestante jur. Además, hubo<br />
tres heridos: uno con un bala en la<br />
pierna y otro, un muchacho de 14<br />
años de edad, con un balazo en el<br />
brazo; y el tercero, al que debíamos<br />
atender, recibió tres balas en la brazo derecho, otra en<br />
el izquierdo, y otra en el pecho. Tuvimos que amputarle<br />
el brazo derecho.<br />
Entre la paz y la tensión<br />
Estos encuentros fueron frecuentes, mucha gente<br />
murió y los heridos nos mantenían ocupados en el<br />
hospital. Después de casi un mes de enfrentamientos,<br />
se convocó a una reunión entre ancianos y jefes de<br />
los pueblos. Urgía tomar decisiones. Durante el primer<br />
encuentro no se llegó a nada y la gente siguió peleando;<br />
al cabo de una segunda reunión, por fin terminó la<br />
violencia entre estas tribus. Actualmente, Mapuordit se<br />
encuentra en paz, pero existe tensión. Los misioneros<br />
continuamos convocando a dialogar entre ellos.<br />
Sudán del Sur es un país que está naciendo y<br />
debe construir muchas cosas, entre ellas, formar y<br />
educar a sus ciudadanos. Divididos por la guerra y anclados<br />
en sus tradiciones, los pueblos deben aprender<br />
a vivir juntos pacíficamente. No será fácil. Les ruego<br />
una oración para que nuestro Padre, nos permita ayudar<br />
a esta gente a encontrar la felicidad.<br />
y : Hno. Andrés GASPAR, mccj<br />
Sudán del Sur<br />
diciembre 2011 23
Realidades<br />
24 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong>
Hermano misionero<br />
comboniano<br />
Una de las verdades fundamentales de nuestra<br />
fe es que Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza.<br />
la naturaleza humana nos demuestra que alguien se parece<br />
a nosotros, sobre todo si es nuestro hijo o nuestro hermano.<br />
En este sentido, podemos decir que ser «hijo» o «hermano» es<br />
la manera de ser imagen y semejanza de Dios en este mundo.<br />
De hecho, Dios toma este camino para salvar a la humanidad. Este acontecimiento<br />
en el que Dios se hace hijo para convertirse en hermano del ser humano<br />
lo recordamos cada Navidad. Por eso, un hombre que decide consagrar<br />
su vida como religioso Hermano en la Iglesia sabe que la razón fundamental<br />
de su vocación es ser testimonio viviente de la voluntad de Dios: que todo ser<br />
humano sea su hijo y su hermano al mismo tiempo.<br />
Hermenegildo Cordero<br />
Por: Hno. Joel CRUZ, mccj<br />
diciembre 2011 25
Realidades<br />
Promotor de una conciencia fraterna<br />
Los religiosos Hermanos combonianos<br />
tenemos claro que compartimos con Jesucristo, quien<br />
nos ha llamado, la conciencia y la convicción personal<br />
de ser hijos de Dios. Esto está profundamente arraigado<br />
en nuestro corazón, por eso, nuestro comportamiento<br />
y lenguaje, y nuestras actitudes y «presencias»<br />
intentan imitar a Jesucristo como hijo de Dios y<br />
hermano del ser humano. Nuestra presencia cambia<br />
el rostro de Dios para quienes nos ven, escuchan o<br />
tratan. Nuestro estilo de vida rompe los esquemas cultuales,<br />
legales, formales... porque éste tiene como fin<br />
desarrollar entre la gente una conciencia de familia, de<br />
parentesco, de hermanos. No somos promotores o difusores<br />
de una religión, sino de una conciencia fraterna<br />
que nace de la convicción de que Dios es «Abbá»<br />
(papá). Por eso intentamos mostrar cómo vive un ser<br />
humano que cree en un Dios Padre de todos.<br />
Tenemos la misión de cambiar las falsas ideas<br />
que la gente tiene de Dios, esos conceptos que los<br />
26 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
esquemas culturales, las circunstancias históricas<br />
y las diversas ideologías (políticas, económicas, religiosas...)<br />
han dejado en la conciencia y la práctica<br />
cotidiana de los pueblos. Nuestra labor es «cambiar a<br />
Dios en Abbá» para injertar la fraternidad en todos los<br />
ámbitos de nuestra vida.<br />
Esta conciencia cambia radicalmente el modo de<br />
relación con Dios y la impulsa más allá de los ambientes<br />
litúrgicos y de la piedad popular. <strong>La</strong> misión fundamental<br />
de nuestra vocación no es tanto la «promoción<br />
humana» entendida como desarrollo socioeconómico,<br />
sino como crecimiento en una conciencia de ser hijos<br />
de Dios, que toma en serio a Dios como Padre y la<br />
fraternidad como consecuencia de esta relación manifestada<br />
en el plano socio-cultural-económico-político.<br />
De ahí la importancia de la oración del Padre Nuestro<br />
enseñada por Jesús a quienes estaban con él. Por eso<br />
insistió constantemente en la conciencia de que sólo<br />
hay un Padre, que es Dios; un sólo Maestro y guía,<br />
El hermano Joel Cruz desarrollando su labor<br />
misionera en Xochimilco, México<br />
Fernando de Lucio
El hermano José Díaz<br />
enseñando mecánica<br />
en Mozambique<br />
que es Cristo; y que todos somos hermanos (Mt 23,1-<br />
12). El religioso Hermano consagra su vida a custodiar<br />
la fraternidad querida por Jesús entre los seres<br />
humanos. Con su vida y su trabajo plantea la belleza<br />
y la peligrosidad de la fraternidad que nace de Dios.<br />
Esa belleza de descubrirse parte de una familia cuyo<br />
Padre es Dios y la conciencia de que la fraternidad<br />
no da lugar a injusticias, explotación, desigualdades y<br />
privilegios de ningún tipo. <strong>La</strong> conciencia de que el otro<br />
es mi hermano no me permite ser injusto, intolerante,<br />
arrogante... sólo cabe el amor fraterno.<br />
Uno más entre la gente<br />
Así como Jesús que no fue un ministro del culto<br />
en el templo, sino que se puso también en la fila entre<br />
la gente como uno más para recibir el bautismo (Lc<br />
3,21; Jn 1,26.31; Filp 2), así también el religioso Hermano<br />
comboniano se inserta en la vida del pueblo y se<br />
sumerge en la experiencia de las personas, y desde<br />
ahí, escucha las sugerencias de Dios. En la vida cotidiana<br />
del pueblo, en ese río de situaciones problemáticas<br />
y esperanzadoras es donde el Espíritu toca su<br />
conciencia y su corazón y va planteándole la justicia<br />
como horizonte de su vida y su trabajo (Lc 4,18-19).<br />
Pobres, quebrantados de<br />
corazón, cautivos, ciegos,<br />
despojados de lo suyo... (Lc<br />
4,18-19) se convierten en los<br />
destinatarios de su acción.<br />
Desde dentro del<br />
pueblo, el Hermano va animando,<br />
sanando, liberando,<br />
concientizando, restituyendo<br />
a los pobres lo que otros les<br />
han arrebatado de diversas<br />
maneras. <strong>La</strong> vocación del<br />
Hermano tiene sus raíces en<br />
el bautismo, en una conciencia<br />
de ser consagrado por la<br />
causa de la Justicia de Dios,<br />
en una conciencia de hijo del<br />
Padre y en una presencia<br />
transformadora del Espíritu en lo eclesial y lo social.<br />
En este sentido, el religioso Hermano está llamado a<br />
ser «animador» de procesos religiosos y sociales que<br />
liberan a la persona».<br />
MUNDO NEGRO<br />
Realidades<br />
Médico social<br />
En su contexto, Jesús se convirtió en un «sanador<br />
del corazón» de individuos, de estructuras y sistemas<br />
(políticos, religiosos, culturales, sociales). Los<br />
cuatro evangelios narran numerosas «sanaciones»<br />
hechas por él que suscitaron estupor y asombro en<br />
sus contemporáneos. Estas curaciones de Jesús se<br />
dan en una condición de «descomposición» humana,<br />
de rechazo, marginación, exclusión...; en una actitud<br />
religiosa inhumana alejada de la realidad y el sufrimiento<br />
de la gente; en una condición enferma de la<br />
familia, del poder político y militar incapaz de servir.<br />
Jesús «toca» estas realidades y las sana.<br />
El religioso Hermano comboniano, así como<br />
su Maestro, toca las situaciones sociales de «degradación»<br />
humana (ámbito social), las situaciones religiosas<br />
alienantes (ámbito religioso), la esfera de la<br />
autoridad (civil, militar, política), el ámbito de los servidores<br />
(ámbito del trabajo), el aspecto familiar. En este<br />
27<br />
diciembre 2011 27
Realidades<br />
sentido el Hermano es como un «médico social» que<br />
cura las enfermedades sociales de la marginación y<br />
exclusión, la insensibilidad religiosa y política, la incapacidad<br />
de servir, la dependencia, la inconciencia, el<br />
miedo, el desánimo y la desesperanza; y lo hace no<br />
sólo para que los pobres o quienes son víctimas de<br />
esto, se sientan bien o superen estos males, sino sobre<br />
todo para cambiar la mentalidad, las convicciones<br />
y la práctica de todos esos ámbitos. El Hermano busca<br />
sanar la mentalidad y el corazón de las personas,<br />
estructuras y sistemas, porque del corazón nace todo.<br />
El religioso Hermano no es un «médico de almas»,<br />
sino de «corazones humanos» que son principio y, al<br />
mismo tiempo, los sacrificados de los sistemas en los<br />
que se encuentran.<br />
Un contemplativo de la realidad humana<br />
El religioso Hermano comboniano se inserta<br />
en una realidad donde muchos seres humanos no<br />
son considerados como tales: anónimos, confinados<br />
al «silencio», al olvido, a permanecer mudos,<br />
pasivos y sin poder participar en plenitud de las<br />
«pérdidas» del sistema global, pero también sin las<br />
«ganancias». Este contexto pide acciones pedagógicas<br />
humanizantes que ayuden a otros hermanos a<br />
salir del miedo a la libertad, que los hagan capaces<br />
de inserirse como sujetos en este proceso histórico<br />
actual, de ahí la importancia de la capacitación<br />
profesional del Hermano. <strong>La</strong> cercanía al corazón<br />
humano, el profesionalismo y la contemplación del<br />
Señor en la realidad de los pobres hacen que el religioso<br />
Hermano sea capaz de captar y desenmascarar<br />
el miedo a la libertad camuflada en diversos<br />
comportamientos y actitudes. El Hermano percibe<br />
con mayor facilidad las diversas maneras que utilizan<br />
los pobres para colocarse ante sí mismos como<br />
si fueran «problemas», porque descubren que saben<br />
o conocen poco de sí mismos y se reconocen<br />
en una situación de ignorancia en todo sentido.<br />
El horizonte misionero que el religioso Hermano<br />
tiene en todo contexto es la «humanización» que<br />
implica descubrir los procesos y mecanismos des-<br />
28 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
humanizantes. <strong>La</strong> vida del Hermano está encaminada<br />
a desatar procesos de humanización para que<br />
las manos de las personas y pueblos que acompaña,<br />
se extiendan cada vez menos como si fueran<br />
mendicantes y comiencen a extenderse como colaboradores,<br />
es decir, que sean humanos como todos,<br />
con la misma dignidad de hijos de Dios. Manos<br />
que trabajen para transformar no sólo su pequeño<br />
contexto sino el mundo.<br />
Un profesional consagrado<br />
De todo lo que hemos dicho hasta ahora, podemos<br />
deducir que el religioso Hermano ha sido llamado<br />
por Dios para hacerlo presente en medio del mundo,<br />
y como comboniano, entre los más pobres y abandonados<br />
de la Tierra, especialmente entre aquellos que<br />
no conocen a Cristo. Por eso, debe ser un hombre<br />
preparado para poder implementar la justicia y la paz<br />
a través de diversos proyectos en los diferentes ámbitos<br />
de la vida humana. Esto requiere, por fuerza, una<br />
formación profesional para adquirir las herramientas<br />
necesarias que le faciliten crear las condiciones para<br />
que la voz de los pobres sea escuchada, atendida y se<br />
logren abrir caminos de desarrollo humano integral.<br />
El Hermano Fernando Bartolucci trabajó<br />
en México por más de 44 años<br />
Simone della Monica
<strong>La</strong> buena voluntad y el entusiasmo no son suficientes<br />
para cambiar las situaciones de los pueblos,<br />
es necesaria una preparación técnico-profesional,<br />
porque la evangelización impulsada por el religioso<br />
Hermano tiene una fuerte caracterización social, sin<br />
este elemento el anuncio del Evangelio no tiene sentido.<br />
Comprender la mentalidad y cultura de la gente<br />
requiere una preparación adecuada que proporcione<br />
los medios para interactuar con respeto y espíritu de<br />
colaboración para identificar los problemas sociales,<br />
las raíces de la pobreza y las situaciones inhumanas<br />
de los pueblos.<br />
Restaurador del ser humano<br />
Nuestra fe cristiana no nos permite ver al ser<br />
humano como «objeto pasivo» en la vida social, sino<br />
como «sujeto y fundamento» de la sociedad. Por eso,<br />
la Iglesia no puede abandonar a la persona en toda<br />
su realidad del ser y del actuar con las que escribe<br />
su historia personal junto con sus semejantes. Esta<br />
es la razón fundamental por la que el religioso Hermano<br />
comboniano considera a su prójimo como el<br />
primer camino que debe recorrer en el cumplimiento<br />
de su misión. Por eso la evangelización que promue-<br />
El Hermano Arsenio Ferrari<br />
y el padre Rafael González<br />
Realidades<br />
ve tiene un rostro humano porque su testimonio de<br />
fe necesariamente es proyectado en el plano de la<br />
dignidad de la persona en un contexto de injusticia y<br />
violencia social.<br />
Con este estilo de anunciar el Evangelio, el religioso<br />
Hermano hace presente y comprensible el Misterio<br />
de la Encarnación, mediante el cual, Jesucristo<br />
se convierte en ciudadano de un pueblo en una época<br />
concreta, con la finalidad de hacer que todo ser humano<br />
pase de condiciones de vida inhumanas a condiciones<br />
humanas. <strong>La</strong>s grandes transformaciones y crecientes<br />
desigualdades agudizan los conflictos sociales y empujan<br />
a muchos sectores de la sociedad a la búsqueda<br />
de soluciones en el ámbito socio-económico, esto sin<br />
duda se presenta como un signo y una exigencia de la<br />
voluntad de Dios que el Hermano, por vocación, debe<br />
interpretar, acompañar y encontrar cauces de realización<br />
junto con los diferentes sujetos sociales y eclesiales.<br />
El primer paso en esta realización de la voluntad<br />
del Señor, no es renovar las estructuras sino al ser<br />
humano que promueve, gestiona o es destinatario de<br />
estas estructuras sociales.<br />
Ciertamente, la transformación de la realidad implica<br />
un cambio de estructuras, pero ello no es posible<br />
si antes no se da la conversión<br />
del corazón de las personas, una<br />
toma de conciencia, una preparación<br />
adecuada y una participación<br />
efectiva de todos. El desarrollo<br />
no se reduce a un simple<br />
crecimiento económico, sino en<br />
un crecimiento en dignidad y responsabilidad<br />
humana, es decir,<br />
un ser humano capaz de comunión<br />
y participación, una persona<br />
responsable del bien común.<br />
Víctor Hugo García U.<br />
Apóstol<br />
<strong>La</strong> naturaleza comboniana<br />
del Hermano es la de ser «apóstol<br />
no eclesiástico». Lo «laico o<br />
secular», es decir, lo humano y lo<br />
29<br />
diciembre 2011 29
Realidades<br />
social, es el lugar de su apostolado.<br />
San Daniel Comboni<br />
no quería sólo un profesional<br />
o técnico en la misión. Él pide,<br />
ante todo, un hombre con el<br />
Espíritu de Dios. Como Hermanos<br />
no siempre estamos<br />
circundados por aquel «aire<br />
de favor y de aplauso» del que<br />
gozan otros tipos de vocaciones<br />
en la Iglesia. Esto, en un<br />
hombre concreto, puede pesar<br />
y convertirse en una carga<br />
para él, condicionando su ser<br />
y actuar, e incluso puede llegar<br />
a ser fuente de frustraciones,<br />
malestares y desánimos.<br />
<strong>La</strong> realidad concreta que<br />
nos toca vivir dentro y fuera de nuestras comunidades<br />
religiosas, no nos permite el lujo de ser una simple<br />
persona con una buena profesión o capacitación. Es<br />
decir, para nosotros no bastan las profesiones, las<br />
técnicas, los proyectos, los estudios teológicos... se<br />
necesita «Espíritu de Dios» para dominar y orientar<br />
nuestra vida y nuestra historia, que frecuentemente es<br />
una piedra escondida bajo tierra. Se necesita «Espíritu»<br />
para creer y aceptar que nuestra vocación es de lo<br />
«discreto» y no de lo «notorio».<br />
Una santidad política<br />
<strong>La</strong> naturaleza secular-laical de nuestra vocación<br />
nos permite –más que otros– vivir una «santidad<br />
política» liberadora. Como Hermanos combonianos<br />
estamos obligados a pensamientos de orden superior,<br />
porque si nos quedamos en el plano meramente<br />
humano, nuestra vocación no se sostiene, es<br />
necesario fundarla en el Espíritu de Jesús. Porque<br />
muchas veces nos vemos tentados a fijarnos en la<br />
profesionalidad, en los problemas sociales o en la<br />
emergencia misionera y no en Jesucristo que nos<br />
llama desde la Cruz a estar con él. <strong>La</strong> filantropía<br />
cristiana que encarna el Hermano, no se mueve por<br />
30 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
El Hermano Rodolfo Sánchez trabajando<br />
en República Centroafricana<br />
lástima al pobre y abandonado, sino en el plano de la<br />
promoción humana, es decir, con su modo de tratar y<br />
de creer en las personas que acompaña en la misión,<br />
el Hermano ayuda a todos a aceptar y creer que el<br />
más pobre y abandonado no es un incapaz, mucho<br />
menos un esclavo, o peor aún, una mercancía puesta<br />
en el mercado. El desafío que el Hermano lanza<br />
al mundo de hoy en la perspectiva comboniana, es<br />
la de atreverse a mirar al ser humano más pobre y<br />
abandonado como miembro de su propia familia.<br />
Comboni nos dice que el misionero gasta su vida<br />
a favor de los más olvidados del mundo, no porque<br />
ve en ellos a unos pobres y necesitados, sino porque<br />
ve en ellos a sus hermanos amados por quienes la<br />
Sangre de Cristo también fue derramada. El religioso<br />
Hermano no es un filántropo cualquiera, es un hombre<br />
que ama al ser humano desde el Corazón de Cristo.<br />
Es aquí donde se puede entender el «Corazón traspasado<br />
del Buen Pastor», porque amar a las personas<br />
implica también sufrimiento, dolor, sangre...<br />
Podríamos decir que la vocación del Hermano<br />
es como la praxis del amor en forma de justicia, por<br />
eso, nuestra vocación está profundamente ligada a<br />
la búsqueda de la justicia y la paz para todos. <strong>La</strong> fi-<br />
Rodolfo Sánchez
lantropía cristiana de la que<br />
Comboni habla, podríamos<br />
traducirla hoy como la fraternidad<br />
que se hace concreta<br />
en una presencia de eficacia<br />
y gratuidad, de lucha y<br />
magnanimidad, de equidad<br />
y perdón.<br />
Fe y civilización: pilares de<br />
la promoción humana<br />
Tal vez el Hermano<br />
comboniano no logrará nunca<br />
abatir la pobreza, pero su<br />
presencia fraterna hará de<br />
los pobres «seres con espíritu<br />
cristiano», pobres con el<br />
espíritu de las Bienaventuranzas.<br />
Fe y civilización es el<br />
binomio que constituye el ideal de «regeneración» en<br />
san Daniel Comboni. En este sentido, el apostolado<br />
del Hermano, tiene la finalidad de «regenerar lo humano<br />
y lo social en la misión».<br />
Para Comboni, la salvación inicia con una civilización<br />
cristiana. Esto significa «generar» ciudadanos<br />
cristianos, es decir, hombres y mujeres que<br />
viven con el Espíritu de Cristo en su contexto concreto.<br />
Esta idea de salvación nos conecta con los<br />
«primeros ciudadanos cristianos» de nuestra historia:<br />
los primeros discípulos del Señor. Estos ciudadanos<br />
que después de la muerte y Resurrección<br />
del Maestro, toman posición ante las problemáticas<br />
sociales de su tiempo. Ellos, partiendo de Jesús (de<br />
su práctica, sus actitudes y palabras) elaboran un<br />
juicio crítico sobre la sociedad en la que se encontraban.<br />
Y de éstos juicios se desprendió una teología<br />
del ser humano y de la sociedad en categorías<br />
universales, es decir, válidas para todo ser humano<br />
y para todos los tiempos: El Nuevo Testamento.<br />
Los discípulos fueron capaces de vivir a partir de<br />
una teología social alimentada por palabras, actitudes<br />
y símbolos de Jesús que se mantenían en su recuerdo.<br />
El Hermano<br />
José Antonio Coto<br />
empacando la revista<br />
<strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong> en las<br />
instalaciones del Centro<br />
de Animación Misionera<br />
en México<br />
Realidades<br />
Esto era lo que los hacía ciudadanos responsables en<br />
los lugares donde se encontraban. Para ellos, seguir<br />
al Señor significaba no escapar de la realidad en que<br />
vivían, al contrario, seguirlo, implicaba una obediencia<br />
crítica a las instituciones civiles y políticas. Con estas<br />
actitudes, estos ciudadanos eran testimonio viviente<br />
de que Dios no es indiferente a las estructuras sociales.<br />
Con su estilo de vida inquietan al poder y lo relativizan<br />
haciendo notar que ninguna autoridad debe ser<br />
«sacralizada» y mucho menos infundir temor o miedo,<br />
porque el empeño del cristiano es la obediencia a Dios<br />
y no a la voluntad del «César».<br />
<strong>La</strong> memoria de Jesús hace de estos ciudadanos<br />
formadores de comunidades insertas en la sociedad,<br />
responsables aún en medio de la persecución<br />
(1Pe 2,13-17; 1Tm; Rom 13,1-7;). Ciudadanos<br />
«obedientes», sí, pero en la libertad, en función de<br />
un cambio en las relaciones sociales en vista de una<br />
transformación del sistema socio-político-cultural.<br />
Ciudadanos capaces de estar en el mundo sin ser del<br />
mundo. Este es el tipo de ser humano que el Hermano<br />
comboniano está llamado a formar en la misión.<br />
Para esto lo llama Dios.<br />
Eder Ferreira<br />
31<br />
diciembre 2011 31
Por: P. Fernando<br />
GATkUOTh, mccj<br />
5 Dios ve las necesidades de su<br />
pueblo, sus penas y sufrimientos, se compadece<br />
de ellos (Ex 3,7-9), pero también ve sus pecados y<br />
como se van alejando de él (Is 1,10-26). Ante estas<br />
situaciones, el Padre no permanece indiferente,<br />
entonces llama a una persona para que libere a su<br />
pueblo, lo defienda de los peligros que lo asechan<br />
o lo retorne a Dios, por ejemplo, Moisés o cualquiera<br />
de los profetas o jueces. Hoy, Dios sigue<br />
<strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
32 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
Todos estamos llamados<br />
Cuando leemos la Biblia encontramos hombres y mujeres que fueron llamados<br />
por Dios para que, en su nombre, cumplieran una misión a favor de su pueblo.<br />
Estas vocaciones tienen algunos elementos comunes: la iniciativa es divina,<br />
el llamado es para una misión que exige respuesta y, finalmente, Dios no deja<br />
solo a quien elige, sino que lo acompaña y fortalece con su gracia.<br />
32<br />
Los Hermanos combonianos<br />
Tomek Basinski (Polonia),<br />
y Alfred Mbaidjide (Chad),<br />
en compañía de una familia<br />
laica comboniana en Colombia<br />
BIBLIA Y MISIÓN<br />
tomando la iniciativa, sigue llamando a muchachos<br />
y muchachas que vayan en su nombre a confortar<br />
a su pueblo, a liberarlo de lo que lo oprime, a conducirlo<br />
por el camino del bien y de la vida. ¿Te has<br />
sentido llamado? ¿Cuál es tu respuesta?<br />
Respuesta libre<br />
10 Dios elige a la persona y le hace una propuesta<br />
específica; si tiene dudas se las aclara para<br />
Tomek Basinski
El Hermano comboniano Jesús Pérez con algunos laicos de Guatemala<br />
que no tenga ninguna incertidumbre sobre la misión<br />
que le encomienda y dé una respuesta libre, como le<br />
sucedió a María, cuando le propone ser la madre de<br />
Jesús (Lc 1,26-38). <strong>La</strong> respuesta que dé a Dios debe<br />
ser como la de los novios el día de su matrimonio:<br />
libre, por plena voluntad, sin que nada ni nadie le<br />
presione y por amor. Dios nunca ha dejado de llamar<br />
porque siempre se ha preocupado por su pueblo.<br />
Para una misión<br />
15 A los que Dios llama, les confía una misión<br />
que es para el bien de su pueblo (Mt 28,19-20). Son<br />
como intermediarios o mensajeros del Padre. Este<br />
es uno de los grandes misterios de la vocación, que<br />
el Todopoderoso decide actuar a través de seres<br />
frágiles, criaturas como cada uno de nosotros.<br />
20 En este número dedicado a la vocación del<br />
Hermano misionero comboniano, Jesús nos invita<br />
a «arremangarnos» la camisa para ponernos a trabajar,<br />
y convertirnos así, en mensajeros de la vida<br />
y la alegre noticia del amor de Dios por nosotros<br />
y por nuestra salvación, obtenida por la pasión,<br />
muerte y resurrección de Jesús.<br />
Biblia y misión 12<br />
No los deja solos<br />
25 Dios no deja solos a sus elegidos, los<br />
acompaña personalmente o les da algún acompañante<br />
o gracia particular para que lleve a cabo<br />
su misión a pesar de los retos y dificultades que<br />
encontrará (Mt 28,20). Así que no teman dar una<br />
respuesta afirmativa al llamado que Jesús les<br />
hace para compartir su ser como misioneros. Él ya<br />
les ha dado muchos dones y talentos, nadie puede<br />
decir que no ha recibido nada.<br />
30 Jesús también te está llamando a ti, tiene<br />
un lugar y una misión particular que sólo<br />
es tuya. Responde afirmativamente porque en<br />
esta vocación encontrarás sentido a tu vida,<br />
alegría de vivir, plenitud, felicidad... y la vida<br />
eterna. ¡Vale la pena decir sí y cumplir con<br />
nuestra misión.<br />
35 Para mayor información sobre el tema, te<br />
invito a leer mi libro Discípulos misioneros de Cristo<br />
para la misión sin fronteras, puedes adquirirlo<br />
en las oficinas de <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong> o en cualquier<br />
comunidad comboniana.<br />
diciembre 2011<br />
MUNDO NEGRO<br />
33<br />
diciembre 2011<br />
33
Celebrante: En el nombre<br />
del Padre, del Hijo y del<br />
Espíritu Santo. Amén. Los<br />
Hermanos combonianos son<br />
misioneros, consagrados a Cristo, que anuncian<br />
el Evangelio más allá del templo a través de diversas<br />
actividades. Su misión consiste en estar<br />
cerca de los más pobres y abandonados para<br />
crecer con ellos humana y espiritualmente. Oremos<br />
por estos Hermanos que con alegría gastan<br />
sus vidas por el pueblo.<br />
Canto inicial: «Yo no era profeta» (Recemos<br />
cantando, 595).<br />
Lectura de la Palabra de Dios: (Ex 3,1-<br />
10). Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.<br />
Por: hna. Silvia<br />
FLORES, mc<br />
34 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
«Más allá del templo»<br />
El Hermano Martín Ploner administrando<br />
la comunión en una comunidad indígena<br />
Reflexión: ¿Cuántos de nosotros sabemos<br />
lo que es un Hermano religioso misionero? Tal vez<br />
ni siquiera sabemos lo que hace. Es importante<br />
conocer la entrega generosa que él hace de su ser<br />
en tierras de misión o en los lugares donde es llamado<br />
a trabajar. El Hermano no sólo se la pasa en<br />
talleres de capacitación para enseñar carpintería,<br />
herrería, albañilería, etcétera; también lo encontramos<br />
como enfermero, doctor, profesor, etcétera<br />
o igualmente lo podemos ver predicando la Palabra<br />
de Dios en pequeñas comunidades cristianas<br />
para ayudar a crecer al pueblo en su dimensión<br />
espiritual. Podemos decir que el Hermano comboniano<br />
es aquel que se esmera en la misión para<br />
promover a la persona integralmente.<br />
ESQUILA MISIONAL
El Hermano José Nieto bautizando en Brasil<br />
Meditemos y compartamos: ¿Qué testimonio<br />
recibo de estos religiosos misioneros? ¿De qué manera<br />
nos impulsa su vida a ser mejores?<br />
Canto: «Deja tu patria» (Recemos cantando, 463).<br />
Oración de los fieles: Escúchanos, Señor.<br />
✝ Te pedimos por el aumento de vocaciones<br />
misioneras de Hermanos para que con su labor cooperen<br />
a que el anuncio del Evangelio y la promoción<br />
humana llegue a todas partes.<br />
✝ Por los Hermanos combonianos que están en<br />
tierras de misión promoviendo a sus hermanos integralmente<br />
para que los sostengas en sus trabajos.<br />
✝ Por los Hermanos combonianos ancianos y<br />
enfermos para que los fortalezcas y les des la recompensa<br />
que merecen por haber entregado sus vidas<br />
para bien de los demás.<br />
Padre nuestro: Unamos nuestras manos y elevemos<br />
al Padre la oración que nuestro Maestro nos ha<br />
enseñado. Padre nuestro...<br />
Oración final: Padre de amor y de misericordia<br />
bendice abundantemente a todos tus hijos que, dejándolo<br />
todo, siguen a tu Hijo por los caminos de la<br />
misión; concédeles sabiduría y amor para que puedan<br />
ser testigos tuyos en el mundo. Por Cristo, nuestro Señor.<br />
Amén.<br />
Despedida: Nos bendiga el Padre, el Hijo y el<br />
Espíritu Santo. Amén.<br />
Canto final: «Mientras recorres la vida» (Recemos<br />
cantando, 476).<br />
MUNDO NEGRO<br />
MUNDO NEGRO<br />
Intenciones<br />
del mes:<br />
General:<br />
Que todos los pueblos, a través del<br />
conocimiento y del respeto mutuo,<br />
crezcan en la concordia y la paz.<br />
Misionera:<br />
Que los niños y los jóvenes sean mensajeros<br />
del Evangelio y que su dignidad<br />
siempre sea respetada y preservada<br />
de toda violencia y explotación.<br />
<strong>La</strong> frase del mes:<br />
« El Instituto recibe en su<br />
seno sacerdotes y estudiantes<br />
de Teología, así como laicos de<br />
probada piedad y competencia,<br />
principalmente con objeto<br />
de hacer de ellos Hermanos,<br />
catequistas y maestros (...)<br />
»<br />
útiles y necesarios en África<br />
(San Daniel Comboni)<br />
diciembre 2011<br />
35
Testigos del amor<br />
Hno. Enrique<br />
MASSIGNANI, mccj<br />
36 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
Una vida consagrada<br />
El 9 de septiembre de 2011, el Hermano comboniano Enrique<br />
Massignani celebró sus 56 años de vida consagrada y 50 años<br />
de votos perpetuos. Con gran humildad y 76 años de vida<br />
–en donde los últimos 26 ha trabajado con los seminaristas<br />
de San Francisco del Rincón, Guanajuato, y visitado a los enfermos<br />
de esa zona cercana al seminario– el Hermano nos cuenta su historia<br />
de amor y entrega a la misión en distintas latitudes.<br />
El beato Juan Pablo II y el Hermano Enrique<br />
Enrique Massignani
Al celebrar este aniversario de mi<br />
consagración, el primer pensamiento es el de agradecer<br />
a Dios por este gran don que me concedió: un triple<br />
regalo con esta vocación religiosa, misionera y comboniana,<br />
y en donde han acontecido diversos hechos de<br />
particular importancia.<br />
Cuando visité la misión de Sur Sudán, en la diócesis<br />
de El Obeid, me impresionaron las dificultades que<br />
nuestros misioneros debían enfrentar. Durante una semana<br />
recorrimos en Jeep trayectos con temperaturas de<br />
40 grados centígrados para atravesar el desierto. Para<br />
evitar tanto calor, pensamos viajar de noche... Después<br />
de horas de viaje, nos atascamos. Con gran dificultad,<br />
el sacerdote, que conducía el vehículo, y los catequistas<br />
y yo empujando, conseguimos sacar el auto. El padre,<br />
se arrancó pensando que todos habíamos subido en la<br />
parte trasera, así que nos dejó y tuvimos que caminar<br />
durante algún tiempo. Era como media noche, la luna<br />
resplandecía en el cielo y la temperatura era fresca. En<br />
esa ocasión pensé en san Daniel Comboni, que no por<br />
horas, sino por días viajaba a través del desierto a lomo<br />
de camello. Finalmente el sacerdote se dio cuenta que<br />
no estábamos en el coche, se detuvo y regresó por nosotros.<br />
Después de esa semana en el desierto regresé<br />
a Jartum muy cansado.<br />
Por Ecuador y Brasil<br />
Durante otro viaje a Ecuador para visitar los combonianos<br />
que trabajan en esa nación, me quedé preocupado<br />
cuando tuve que subir en una canoa con el agua que<br />
casi entraba donde estaba sentado. Gracias a Dios pude<br />
llegar a mi destino sano y salvo. Pero valoré el trabajo<br />
misionero en esta zona cercada por ríos y por el mar.<br />
Asimismo, durante los 10 años que trabajé en Brasil,<br />
en la ciudad de San José do Río Preto, pude conocer<br />
la cultura y tradiciones de la gente que ahí vivía. Junto<br />
con el padre Angelo Dell’Oro fundamos en 1963 una<br />
obra social para menores de edad pobres. Iniciamos<br />
con 16 niños de 9 a 14 años y después fue aumentando<br />
el número hasta llegar casi a 500 infantes.<br />
David Tena<br />
Niños de Brasil<br />
En dicha obra, llamada «San Judas Tadeo», había<br />
escuela primaria, talleres de carpintería, mecánica, tipografía,<br />
encuadernación, fabricación de zapatos... Había<br />
también un coro de niños y niñas, una banda musical<br />
y otras actividades deportivas. Algunos de los alumnos<br />
participaban en la asociación de los Scouts. Los alumnos<br />
asistían por la mañana a esta obra, y por la tarde<br />
regresaban a casa con sus familias.<br />
En este sitio, que aún continúa, se han formado<br />
buenos cristianos, honrados profesionistas y algunos<br />
artistas y músicos. Actualmente, los responsables son<br />
sacerdotes diocesanos.<br />
Mensaje final<br />
Me encuentro laborando en México desde 1985,<br />
en donde he tenido muchas experiencias más de misión<br />
en estas tierras, pero quisiera decir a los jóvenes que<br />
buscan un ideal, que vale la pena ir en pos de Cristo; les<br />
aconsejo que escuchen su invitación si es que los llama<br />
a seguirlo. Es muy bonito dedicar la vida para servir a<br />
los hermanos más pobres y abandonados. Sabemos<br />
que Jesús prometió una generosa recompensa a quienes<br />
lo siguen: la vida eterna en la Casa del Padre.<br />
diciembre 2011 37
Por: P. Rogelio BUSTOS, mccj<br />
38 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
<strong>La</strong> misión de María<br />
de Guadalupe<br />
<strong>La</strong>s apariciones de María de Guadalupe tienen lugar diez años después<br />
de un acontecimiento doloroso y traumático en la historia de estas<br />
tierras: la Conquista de México (1521). Este mes de diciembre,<br />
el sacerdote comboniano Rogelio Bustos nos presenta los principales<br />
aportes de este evento para una metodología misionera.<br />
Inspirados en el texto del Evangelio de <strong>La</strong><br />
Visitación (Lc 1) en el que María se encamina presurosa<br />
a las montañas de Judea para encontrarse con Isabel,<br />
que se encuentra necesitada de ayuda, podemos interpretar<br />
el evento guadalupano. María no busca privilegios<br />
o «roles especiales», sino que acude a ponerse al servicio<br />
de quien tiene necesidad. Esto sólo es posible si se<br />
The Nativity Story<br />
está habitado por el Salvador del mundo, si se le lleva en<br />
el interior como experiencia que nos ha cambiado.<br />
El Tepeyac (lugar donde se apareció la Virgen)<br />
estaba fuera de la gran Tenochtitlan, capital del extinto<br />
Imperio Azteca; ciudad destruida y reconstruida por los<br />
conquistadores; símbolo de su poder y dominio. María<br />
«sale al paso» en el camino a un personaje que está<br />
Escena de la película «El Relato de Navidad» donde María visita a su prima Isabel
uscando a Dios (Juan Diego, el indígena vidente) que<br />
se dirigía a Tlatelolco para asistir a la catequesis que<br />
impartían los frailes franciscanos. María no empieza<br />
su anuncio por las autoridades civiles o religiosas instituidas.<br />
Se dirige al indio en su propia lengua (náhuatl),<br />
usa las categorías de pensamiento y las imágenes<br />
que él entiende.<br />
A diferencia de los personajes que se sienten o<br />
son importantes, la Señora no se dirige a él sentada<br />
desde un trono. Entabla la conversación estando en<br />
pie, lo considera persona humana; se dirige a él con<br />
cariño y respeto y, a diferencia de otras personas, confía<br />
en él y le encomienda una misión: ir donde el obispo<br />
fray Juan de Zumárraga para pedirle que se le erija un<br />
templo. Juan Diego no se siente humillado ni oprimido<br />
por alguien superior, y le es devuelta la dignidad perdida<br />
al establecer una relación de «tú a tú».<br />
Mensajero de confianza<br />
Juan Diego experimenta rechazo; va una vez<br />
con el obispo, pero vuelve triste y con sensación de<br />
fracaso. Le dice a María que busque a una persona<br />
más importante pues él no está acostumbrado a andar<br />
por esos caminos. Usa adjetivos muy plásticos<br />
para definir su condición: «soy hombrecillo, mecapal,<br />
cola, escalerilla de tablas, ala...», además tiene a su<br />
tío Juan Bernardino muy enfermo de viruela y debe<br />
auxiliarlo, preocupaciones inmediatas que vive la<br />
gente sencilla y que a veces no les permite atender<br />
las «cosas de Dios».<br />
<strong>La</strong> madre «del Dios por quien se vive» (título que<br />
usaban los antiguos mexicanos al referirse a sus divinidades)<br />
insiste y lo confirma como su enviado y se ocupa<br />
también de su tío devolviéndole la salud. Juan Diego ha<br />
querido esconderse y María va detrás de él para acompañarlo<br />
y sostenerlo en su preocupación. No hay palabras<br />
de reproche o desprecio ante la tentada evasión.<br />
María le dice a Juan Diego: «Es muy necesario<br />
que tú personalmente vayas, ruegues y expreses mi<br />
voluntad al obispo para que me construya aquí un templo».<br />
No lo confronta con el obispo, sino que lo envía<br />
como «mensajero digno de confianza» a expresarle su<br />
Imagen de la aparición de la Virgen a Juan Diego<br />
voluntad. Lo convierte en emisario, en ángel, en misionero<br />
de buenas noticias.<br />
Finalmente, ante la desconfianza del obispo que<br />
exige una prueba. <strong>La</strong> Virgen le ordena que vaya a lo<br />
alto del cerro y corte flores que ahí encontrará (son rosas<br />
de Castilla, no propias de la zona y menos en invierno)<br />
que las recoja en su ayate (especie de poncho),<br />
que vuelva para que las toque y las lleve al obispo. Así<br />
lo hace Juan Diego.<br />
María de Guadalupe es madre de todos y nos invita<br />
a tener confianza, a anunciar el perdón y la reconciliación.<br />
Su rostro mestizo es la hermosa síntesis de dos<br />
pueblos tan diferentes que han podido unirse y permitir<br />
el nacimiento del pueblo mexicano. Dicen las crónicas<br />
que, a partir de ese momento, aumentaron las conversiones<br />
y los bautizos por el trabajo de los misioneros.<br />
El esfuerzo de la gente se vio acompañado y sostenido<br />
por la madre del Señor que sigue acudiendo a donde<br />
hay hijos necesitados. Ante semejante acontecimiento<br />
no nos queda sino decir como Isabel: «¿quién soy yo<br />
para que la madre de mi Señor venga a verme?».<br />
Jesús Helguera<br />
diciembre 2011 39
Por: Fernando DE LUCIO<br />
Sin embargo, cada año, algunos cha-<br />
vos vemos que las esperanzas e ilusiones deseadas<br />
por una sociedad de consumo poco<br />
tienen que ver con el nacimiento de aquel<br />
niño pobre en un portal de Belén. Como dice<br />
la religiosa Stefania Consoli: En estas fechas<br />
«no nos engañemos, el amor es la única<br />
cosa que buscamos y de la que realmente<br />
tenemos necesidad, y su ausencia es la raíz<br />
de todos los conflictos: personales, familiares,<br />
nacionales y mundiales. Sí, porque<br />
si cada individuo gozara plenamente de la<br />
porción de amor para la que<br />
ha sido creado, nadie haría<br />
la guerra a nadie, todos se<br />
amarían, ¡sin más!... porque<br />
el amor no es una energía<br />
perceptible por nuestros<br />
sentidos, sino una persona<br />
viva y verdadera... El Amor<br />
hecho niño, pequeño hasta<br />
el punto de entrar en cada<br />
uno de nosotros y trasformarnos<br />
desde su cuna, su<br />
cabaña, su templo y tabernáculo<br />
para poder ser realmente<br />
el Emmanuel –Dios<br />
con nosotros–».<br />
40 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
El amor hecho niño<br />
Varios de nosotros recibimos esta temporada algunos correos<br />
electrónicos o <strong>carta</strong>s de felicitación con motivo de Navidad...<br />
Asimismo, este año, quiero compartir<br />
un mensaje navideño «fuerte» para todos<br />
aquellos jóvenes hundidos en el egoísmo y<br />
la desesperanza. Éstos son algunos párrafos<br />
de monseñor Tonino Bello –originario<br />
de la mismísima tierra de san Daniel Comboni–<br />
fundador del movimiento católico internacional<br />
para la paz, en Verona, Italia,<br />
y cuya causa de beatificación se inició en<br />
2007: «Queridísimos hermanos, no obedecería<br />
a mi deber de obispo si les dijera<br />
¡“Feliz Navidad”! sin darles un disgusto. En<br />
Escena del Nacimiento de Jesús de una película<br />
The Nativity Story
cambio, los quiero fastidiar. No soporto<br />
la idea de tener que hacer augurios inocuos,<br />
formales, impuestos por la rutina<br />
del calendario. Y hasta me ilusiona la<br />
hipótesis de que alguien me los devuelva<br />
como “correo no deseado”. ¡Muchos<br />
augurios incómodos para ustedes, queridos<br />
hermanos!<br />
»Jesús, que nace<br />
por amor, les conceda<br />
la náusea de una vida<br />
egoísta, absurda, sin<br />
estímulo trascendente<br />
y les conceda poder<br />
inventarse una vida<br />
cargada de donación,<br />
de oración, de silencio<br />
y valentía. El niño que<br />
duerme sobre la paja<br />
les quite el sueño y les<br />
haga sentir la almohada<br />
de su cama dura<br />
como una piedra mientras<br />
no hayan dado<br />
hospitalidad a un “sin<br />
techo”, a un pobre que<br />
no tiene dónde pasar<br />
la noche... Dios, que se<br />
hace hombre, los haga<br />
sentir como gusanos cada vez que sus<br />
intereses personales se vuelvan el ídolo<br />
de su vida, o cuando la espalda de su<br />
prójimo sea para ustedes escalera para<br />
trepar en su egoísmo».<br />
Olvidar el ritualismo social<br />
No dejemos que estos días «publicitarios»<br />
nos «bombardeen» hasta llegar a<br />
creer que es inevitable vivir sin los productos<br />
adquiridos para la supuesta búsqueda<br />
de felicidad. Vigilemos, sí, nuestros<br />
afectos cercanos, pero también a<br />
Monseñor Tonino Bello<br />
Te invito a compartir tus opiniones en:<br />
fedeloc71@hotmail.com<br />
nuestros hermanos perdidos: aquellos que<br />
no han alcanzado justicia, aquellos que no<br />
tienen pan, aquellos<br />
que están simplemente<br />
solos. No hagamos «el<br />
oso» o el ridículo al llamarnos<br />
cristianos y vivir<br />
estos días encerrados<br />
en nosotros.<br />
No permitamos que<br />
estas fiestas se conviertan<br />
en un acto protocolario<br />
vacío y quede muy<br />
lejos la ayuda a los más<br />
olvidados. Liberémonos<br />
de ritualismos sociales<br />
que encumbran nuestros<br />
egoísmos y reactivemos<br />
nuestra fe en Cristo y<br />
nuestros recursos en favor<br />
de un 2012 lleno de<br />
solidaridad para los que<br />
«ni de la familia son».<br />
Entonces sí, Feliz nacimiento<br />
de Cristo y próspero Año Nuevo.<br />
Hoy, como en el próximo año, sigamos sembrando<br />
para cosechar los frutos del amor y<br />
la esperanza que vienen de Dios y con él.<br />
Con estas reflexiones, retomemos los<br />
auténticos festejos para transformarlos<br />
en algo más amoroso que sólo buenos deseos<br />
y algo más auténtico que los simples<br />
regalos. Por eso, como el obispo, deseo que<br />
no tengamos Feliz Navidad si no vemos en<br />
cada ser humano a ese pequeño niño desvalido,<br />
pobre y necesitado. Abrazos fuertes<br />
para todos.<br />
riflettiamoinsiemenellavigna.blogspot.com<br />
diciembre 2011<br />
41
Hace tiempo «encontré» a Jesucristo. Lo encontré al leer las páginas de<br />
los evangelios y también al escuchar y ver el testimonio de muchos misioneros.<br />
Este Jesús me cautivó, me convenció, y decidí dejar mi casa, mi familia, mi país…<br />
para seguirlo. Ahora estoy en una tierra que nunca imaginé, con personas<br />
42 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
Tienes<br />
vocación<br />
que nunca pensé y con hermanos que no escogí…<br />
Por: hno. Joel<br />
CRUZ, mccj<br />
Lo encontré, me gustó y aquí estoy<br />
Cuando alguien me pregunta, por<br />
qué dejé todo y por qué estoy entre personas que no<br />
escogí, les digo simplemente que Jesús me cautivó,<br />
su manera de ser, de pensar, su visión del ser humano,<br />
su visión del mundo... y que no pude resistirme<br />
a su invitación. Te comparto algunas cosas que me<br />
gustaron de él.<br />
Jesús hizo que las personas entraran<br />
en la dimensión de la confianza<br />
y la confidencia con Dios<br />
Su sencillez y modo de ver a Dios...<br />
Me gustó su sencillez juvenil que le permitía sentirse<br />
parte de su pueblo, pero al mismo tiempo tenía<br />
una conciencia clara de ser el Hijo de Dios (Jn 10,22-<br />
42) que lo hacía diferente a todos. Me fascinó su modo<br />
de ser y de pensar; Jesús, con sus palabras, gestos<br />
y acciones cambió el rostro de Dios en las mentes y<br />
josmajos.wordpress.com
corazones de la gente. <strong>La</strong> humanidad se asombró y<br />
se sorprendió por su nuevo modo de ver, de sentir y<br />
de relacionarse con Dios, porque iba más allá de los<br />
esquemas cultuales, legales y formales.<br />
Con su modo de estar entre los seres humanos,<br />
Jesús hizo que la relación con Dios dejara de ser<br />
«religión» y las personas se sintieran familia de Dios.<br />
Hizo que muchos vieran a Dios como Padre que ama<br />
a sus hijos a pesar de todo, porque lo mueve el amor<br />
y no la Ley. Me emocionó este Jesús que convirtió la<br />
cotidianidad en culto a Dios-Papá e hizo que las personas<br />
entraran en la dimensión de la confianza y de<br />
la confidencia con Dios, dejando a un lado el miedo<br />
disfrazado de respeto y veneración.<br />
En pocas palabras, me entusiasmó este hombre<br />
que se unió a su pueblo (Lc 3,21) como uno más entre<br />
la gente y se sumergió sin reservas en la realidad,<br />
consciente de que el Espíritu de Dios estaba sobre él<br />
(Lc 3,22). Por eso se distinguió<br />
por ser justo y realizar la justicia.<br />
Con él, Dios deja de ser deidad y<br />
se convierte en Abbá, en «Papá»<br />
(Mt 6,5-15; 23,9). Y esto me gustó<br />
más que cualquier otra idea<br />
sobre Dios.<br />
Su dedicación a los últimos...<br />
En las páginas de los<br />
evangelios, encontré a un<br />
Jesús que consagra toda su<br />
persona a la causa del Reino<br />
y de su justicia en favor de<br />
los más desprotegidos. He<br />
visto en él a un ser humano<br />
que dedica su vida a animar,<br />
sanar, liberar, concienciar y restituir la dignidad<br />
a los pobres, los quebrantados de corazón,<br />
los cautivos, los ciegos, los oprimidos, los despojados<br />
de lo suyo (Lc 4,18-19). Me convenció este<br />
Jesucristo que hace entender, de diferente manera,<br />
que construir una tierra donde reine la justicia y la<br />
paz no se realiza solamente mediante el desarrollo<br />
técnico y socio-económico, sino, sobre todo, adqui-<br />
« Con su modo de estar entre<br />
los seres humanos, Jesús hizo<br />
que la relación con Dios dejara de<br />
ser “religión” y las personas se<br />
sintieran familia de Dios»<br />
riendo y creciendo en una conciencia de hijos de<br />
Dios, que toma a Dios como Padre y la fraternidad<br />
como consecuencia en las relaciones en todos los<br />
ámbitos de la vida humana.<br />
Me desafió este Jesús que en su contexto se<br />
convirtió en un «sanador del corazón» de individuos,<br />
de estructuras y sistemas (políticos, religiosos, culturales,<br />
sociales). Ese hombre –y Dios– que sana y<br />
saca a las personas de una condición de «descomposición<br />
humana», de rechazo, marginación y exclusión,<br />
como en el caso del leproso (Mt 8,1-4); ese Jesús que<br />
cuestiona a muchos que se<br />
creían buenos y santos, pero<br />
que tenían una actitud inhumana<br />
y alejada del sufrimiento de<br />
la gente (sacerdotes, escribas,<br />
fariseos...); ese Jesús que no es<br />
extraño al poder político y militar<br />
y a todos aquellos que sirven a<br />
estos poderes, como en el caso<br />
del centurión y su siervo (Mt 8,5-<br />
13); ese Cristo que entra en una<br />
condición familiar enferma, incapaz<br />
de servir, como cuando encuentra<br />
a la suegra de Pedro (Mt<br />
8,14-15); que no le gusta mirar a<br />
nadie en el plano de la dependencia<br />
(paralítico, hombre de la mano<br />
seca, epiléptico) ni de la inconciencia<br />
(ciegos); A ese Jesús que no le gusta mirar a las<br />
personas hundidas en el miedo, el desánimo y la desesperanza<br />
(padres de hijos resucitados) o en la incapacidad<br />
de comunicar y escuchar a los demás (mudos<br />
y sordos). Ese Cristo que «toca» estas realidades y<br />
las sana, es quien me desafió, y por eso decidí ser<br />
Hermano misionero.<br />
Fernando de Lucio<br />
diciembre 2011<br />
43
¿Tienes vocación?<br />
<strong>La</strong> misión que nos dejó<br />
Desde este Jesús, deseo decirte que los misioneros<br />
no somos «médicos de almas», sino de «corazones<br />
humanos» que son causa y víctimas al mismo tiempo<br />
de los sistemas en los que se encuentran. Que nuestra<br />
misión es un trabajo de humanización dirigido hacia los<br />
que han sido despojados de su humanidad y hacia los<br />
que despojan de su dignidad a otros. Que nuestra generosidad<br />
está encaminada a animar, acompañar y promover<br />
procesos de humanización para que las manos<br />
de las personas y pueblos que acompañamos en la misión<br />
se extiendan menos como si fueran mendicantes y<br />
¿Te gustaría ser<br />
misioner@ combonian@?<br />
Sahuayo, Mich.<br />
P. Pablo Reveles<br />
Seminario comboniano<br />
Tel. (01-353) 532-11-11<br />
michoacan@yomisionero.com.mx<br />
Monterrey, NL.<br />
Promotor vocacional<br />
Misioneros combonianos<br />
Tel. (01-81) 81-90-47-61<br />
nuevoleon@yomisionero.com.mx<br />
Guadalajara, Jal.<br />
P. Guillermo Aguiñaga<br />
Tel. (01-33) 36-28-53-77<br />
yomisionerogdl@hotmail.com<br />
jalisco@yomisionero.com.mx<br />
<strong>La</strong> Paz, BCS.<br />
Promotor vocacional<br />
Parroquia de la Sagrada Familia<br />
Tel. (01-612) 128-72-86<br />
bajacalifornia@yomisionero.com.mx<br />
¡Vísita nuestra página!<br />
www.yomisionero.com.mx<br />
44 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
Ciudad de México<br />
P. Rodrigo Arizaga<br />
o Hno. Joel Cruz<br />
Apartado Postal 23-104<br />
Carr. San Pablo, 90 <strong>La</strong> Noria<br />
16030 México, DF.<br />
Tel. (01 55) 56 76 05 67<br />
yo_misionero@hotmail.com<br />
distritofederal@yomisionero.com.mx<br />
Cuernavaca, Mor.<br />
P. Juan Palomar<br />
Tel. (01-777) 313-30-23<br />
yomisionerosur@hotmail.com<br />
morelos@yomisionero.com.mx<br />
San Francisco<br />
del Rincón, Gto.<br />
P. Francisco Galicia<br />
Seminario comboniano<br />
Tel. (01- 476) 743-05-47<br />
yo_misionero2@hotmail.com<br />
guanajuato@yomisionero.com.mx<br />
comiencen a extenderse como colaboradores, es decir,<br />
que sean humanos como todos, con la misma dignidad,<br />
responsabilidades y derechos. Nuestro compromiso es<br />
que el «inhumano», sea verdaderamente «humano».<br />
Los misioneros tenemos la misión de «cambiar el rostro<br />
de Dios» que los mecanismos culturales, históricos,<br />
políticos... han dejado en herencia en la conciencia y la<br />
práctica de las personas. Nuestra misión es «cambiar a<br />
Dios en Abbá», para que sea posible la fraternidad en<br />
lo social, lo económico, lo político, lo cultural, lo religioso...<br />
Pero no somos muchos, hacen falta más, muchos<br />
más... y tal vez éste pueda ser tu camino.<br />
¡CONTÁCTANOS!:<br />
<strong>La</strong>icos Misioneros<br />
Combonianos<br />
Manuela Valladares<br />
Tel. (01 55) 58 41 26 44<br />
melis866@yahoo.com.mx<br />
México, DF.<br />
Para señoritas:<br />
Misioneras Combonianas<br />
Guadalajara, Jal.<br />
Tel. (01 33) 36 27 11 53<br />
vocacion_misionera2@yahoo.com.mx<br />
México DF.<br />
Río Bamba, 919 - Col. Lindavista<br />
Tel. (01 55) 55 86 85 89<br />
vocaciones_combonianas@yahoo.com.mx<br />
En Estados Unidos:<br />
Casa Provincial<br />
1318 Nagel Road<br />
Cincinnati OH. 45255<br />
Tel. (513) 474-4997<br />
www.combonimissionaries.org<br />
En Centroamérica:<br />
Promotor vocacional<br />
Apdo. 621-1 Monserrat<br />
01907 Cd. de Guatemala<br />
Tel. 24 32 13 13<br />
Promotor vocacional<br />
Apdo. 337<br />
San Salvador, El Salvador<br />
Tel. 22 76 80 99<br />
Promotor vocacional<br />
Apdo. 1-1350<br />
1000 San Sebastián, Costa Rica<br />
Tel. 22 27 25 68
El mejor regalo de Navidad para<br />
sus seres queridos, vivos o difuntos...<br />
Esta obra fue fundada<br />
por san Daniel Comboni<br />
como un recurso para<br />
ayudar a la formación de<br />
los futuros misioneros.<br />
Por un año: $ 60.00<br />
A perpetuidad: $ 150.00<br />
Puede hacer sus depósitos a las<br />
siguientes cuentas a nombre de los<br />
MISIONEROS COMBONIANOS<br />
Inscríbalos en la Obra del Redentor<br />
para que participen de los frutos espirituales de una misa diaria.<br />
Además, con su donativo contribuirá a la proclamación<br />
del Evangelio a todas las naciones.<br />
Santander: 65501062197<br />
Banamex: 0125-4114347<br />
Bancomer: 0452603004<br />
HSBC: 4020951935<br />
Para mayor información, puede llamar<br />
en horario de oficina (8:00 a.m. a 6:00 p.m.)<br />
al teléfono: (01 55) 55 92 38 33<br />
45
Expresión y cultura<br />
Por: Lulú<br />
46 <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong><br />
<strong>La</strong> expulsión<br />
<strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong> asistió a la presentación de la obra teatral <strong>La</strong> expulsión,<br />
misma que nos dio la oportunidad de conocer la remoción de la Compañía<br />
de Jesús de los territorios de la Nueva España.<br />
En 1767, el rey de España Carlos II expulsó a los jesuitas<br />
de sus dominios, entre los cuales estaban las tierras<br />
americanas, y por supuesto, nuestro territorio (hoy México).<br />
Pocos años después, en 1773, el papa Clemente XIV<br />
suprimió a la Compañía de Jesús de todo el mundo católico.<br />
Esta obra trata este tema donde el hilo conductor es<br />
un joven jesuita que hace los votos en la Nueva España,<br />
es ordenado sacerdote en Italia porque ha sido expulsado<br />
de su patria, vive muchos años en el exilio y en su vejez<br />
regresa a México con la Compañía ya restaurada.<br />
Del autor José Ramón Enríquez, dirección de Luis<br />
de Tavira y la producción de Enrique González Torres,<br />
sacerdote jesuita, esta obra nos pone al tanto de este<br />
pasaje histórico y nos invita a reflexionar sobre esta etapa<br />
y sus consecuencias; por tal motivo, el padre González<br />
Torres dijo a <strong>Esquila</strong> <strong>Misional</strong>, que el objetivo de esta<br />
representación fue «comunicar sentimientos y vivencias<br />
de un hecho histórico poco conocido.<br />
»Toca un poco las causas de la expulsión, pero<br />
sobre todo la actitud de la Compañía de seguir comprometida<br />
con México por encima de las penas y sufrimientos<br />
que tenía. Éste relato es la vivencia de esos<br />
personajes y de cómo se va manifestando su amor a<br />
México y a los mexicanos. Aquí se va descubriendo la<br />
vocación de crear la nueva nación que es la expresión<br />
de una mezcla natural del mestizaje. <strong>La</strong> obra presenta<br />
a estos personajes con fe y caridad y contribuye a la<br />
creación de un México mejor por medio de la educación<br />
y las misiones con sus reflexiones, relatos y descripción<br />
de la historia de México y del valor de sus culturas».<br />
¿Esta labor jesuita influyó para que se diera la Independencia<br />
de México?<br />
«El trabajo de la Compañía de Jesús fue el de ir<br />
fortaleciendo el concepto de una nueva nación. Ellos<br />
mismos decían “somos México, no Nueva España”, eso<br />
iba creando una nueva conciencia, aunque no sabían<br />
cuándo ni cómo, pero se iban dando las condiciones.<br />
Cuando los expulsan hay una rebelión, una inquietud<br />
sofocada con violencia que crea nerviosismo sobre todo<br />
El actor José María de Tavira interpretando<br />
al jesuita José Ignacio<br />
<strong>La</strong> expulsión
El productor de la obra, el sacerdote<br />
Enrique González Torres, sj<br />
en el centro del país donde hay heridos y muertos; eso<br />
prepara un poco el movimiento independentista. El sacerdote<br />
Miguel Hidalgo y Costilla, el Padre de la Independencia<br />
de México, fue educado en colegios y por<br />
maestros jesuitas.<br />
Actualmente, México es un gran país que aún<br />
está en construcción. El trabajo de los jesuitas se ha enfocado<br />
en atender a sectores marginados, indígenas y<br />
algunas actividades educativas con la finalidad de crear<br />
conciencia, solidaridad, sentido de pertenencia a una<br />
nación y con un reconocimiento de nuestros grandes<br />
valores históricos».<br />
«Esta puesta en escena ha resultado de gran interés<br />
para todos y posiblemente recorra varias ciudades<br />
de la provincia mexicana, como Guadalajara, Puebla,<br />
León y otras. Además, existe la inquietud de realizar<br />
una película e, incluso, hacer una ópera sobre este hecho<br />
histórico. México vive hoy momentos difíciles e inciertos.<br />
Si buscamos inspiración en el pasado nos servirá<br />
para impulsarnos hacia un futuro más promisorio»,<br />
concluyó el padre Enrique.<br />
Lulú<br />
Desde internet:<br />
Todos podemos<br />
hacer algo<br />
Andrew Andasi, de 11 años de edad, quien vive<br />
en Accra, capital de Ghana, África, veía un reportaje<br />
en televisión sobre la hambruna de Somalia durante<br />
el verano pasado y se preguntaba por qué estaban<br />
tan flacos y hambrientos esos niños. «En ese momento<br />
sentí que debía ayudarlos», aseguró Andrew.<br />
Entonces realizó una campaña de recaudación en su<br />
colegio, en donde reunió ¡500 dólares! Con esta gran<br />
cantidad para un niño africano solicitó una audiencia<br />
con Ismael Omer, representante del Programa de Alimentación<br />
Mundial (PMA) de Accra, a quien le expresó<br />
sus planes para ayudar a los niños somalíes y a<br />
quien dejó sorprendido.<br />
Andrew dijo al diplomático: «Es mejor enviar el<br />
dinero a Somalia, así podrán comprar lo que necesiten,<br />
porque si compramos comida aquí, perderemos<br />
tiempo y cuesta mucho dinero enviarla por avión. Lo<br />
importante es que llegue cuanto antes y que no se<br />
gaste mucho en el transporte para que llegue todo a<br />
los más necesitados».<br />
Esa generosidad a la hora de ofrecer soluciones<br />
eficaces «desarmó» a Ismael. Está claro que<br />
el PMA cuenta con una gran flota de aviones y que<br />
500 dólares es una cantidad muy pequeña, pero tiene<br />
mucho valor porque el niño consiguió que otros<br />
aportaran a favor de esta urgencia.<br />
Este chico africano dedicó sus vacaciones a<br />
conseguir más dinero para las víctimas del hambre<br />
en Somalia y lanzó un llamado: «Quiero que personas,<br />
empresas, compañías, iglesias y otras organizaciones<br />
me ayuden a conseguir dinero para ayudar<br />
a esos niños».<br />
En agosto pasado, Andrew visitó la sede de la<br />
Unión Africana en Etiopía para hacer entrega personalmente<br />
de lo que había conseguido. El ejemplo<br />
y la valentía de este niño es un acicate para todos,<br />
que muchas veces «nos hacemos sordos» ante tantas<br />
necesidades.<br />
Ojalá que esta Navidad recibamos a Jesús<br />
ayudando a los más pobres, solidarizándonos y, por<br />
qué no, compartiendo lo que somos y tenemos. Y tú,<br />
¿cómo piensas ayudar?<br />
diciembre 2011 47
48<br />
$40.00<br />
Regale una suscripción<br />
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Correo electrónico: combomis@prodigy.net.mx<br />
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(hasta el 31 de diciembre)<br />
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